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UNIVERSIDAD DE ALICANTE – CURSO 2018/2019

DERECHO DE OBLIGACIONES Y CONTRATOS

TEMA 2.- CUMPLIMIENTO E INCUMPLIMIENTO DE LAS


OBLIGACIONES.

1.- Cumplimiento o pago de la obligación, (artículos 1156 a 1.171 del Código Civil)

1.1 Concepto;

El pago o cumplimiento es el modo ordinario de quedar extinguidas las obligaciones, y


presupone que el deudor cumplió con la prestación a que se comprometió. De igual
forma, el acreedor quedaría satisfecho en sus intereses, y el deudor, liberado de sus
obligaciones.

1.2 requisitos subjetivos-objetivos

Requisitos subjetivos del pago.-

En el pago intervienen al menos dos sujetos, uno activo (“solvens”) el que lo realiza, y
otro pasivo, (“accipiens”), que es aquel que lo recibe.

Sujeto activo.-

Como regla general quien lo realizará será el obligado al cumplimiento de la obligación,


al ser sobre quien pesa el deber jurídico.

¿Qué requisitos deben concurrir en la persona que realiza el pago?

Para que sea válido el pago se requiere en las obligaciones de dar una cosa se requerirá;
a) Que tenga capacidad para enajenarla, o libre disposición de la misma; y b) Que tenga
capacidad de obrar, esto es, tener aptitud jurídica para realizar actos con trascendencia
jurídica. De ahí se sigue que el menor de edad o el mayor incapacitado no puedan
realizar un pago válido y eficaz, sino que el mismo deberá realizarse a través de sus
representantes legales, (artículo 1.160 del CC).

Por excepción, el pago puede realizarlo un tercero distinto el deudor, esto es, puede
realizarlo cualquier persona, tenga o no interés en el cumplimiento de la obligación, y
ya lo conozca y apruebe o ya lo ignore el deudor. Pero esta última circunstancia influye
en las acciones que tiene la persona que pago por cuenta del mismo, dado que son de
dos tipos; a) La acción de reembolso; y b) La posibilidad de subrogarse en la posición
del originario acreedor, que presupone que aquel que pagó podrá beneficiarse de las
garantías reales o personales que este tuviese.

Según el conocimiento y aquiescencia del deudor de la obligación, se pueden dar las


siguientes posibilidades; (artículo 1.157 , 1.158 y 1.159 del Cc)

1ª) Si el pago se hizo con conocimiento y oposición del deudor, el que pagare tendrá
la acción de reembolso pero sólo podrá reclamar aquello en que le hubiera sido útil el
pago;

2ª) Si el deudor ignoraba el pago hecho en su favor, este podrá reclamar la cantidad
que hubiese satisfecho, es decir, tendrá una acción de reembolso más no podrá compeler
al acreedor a subrogarle en sus derechos. Por lo que se extinguirían las garantías que
este tuviera;

y 3ª) Si el pago se hizo con su conocimiento y aquiescencia, expresa o tácita, podrá


reclamarle la cantidad que hubiere abonado en este concepto, (acción de reembolso), y
además quedará subrogado en la posición del acreedor, en todo lo relativo al crédito y
sus garantías personales o reales que tuviera el acreedor.

Sujeto pasivo.- ¿ A quién debe de pagarse?

Regla general; deberá hacerse a la persona en cuyo favor estuviese constituida la


obligación, o a otra autorizada para recibirla en su nombre. La persona autorizadas para
recibir el pago en su nombre será, o el representante voluntario, (tenga poder para ello),
o el legal, (a quien le corresponda dicha representación legalmente, v.g. los padres
respecto del menor).

Excepciones; casos particulares; 1º) El pago hecho a un incapaz, será válido en cuanto
se hubiere convertido en su utilidad; 2º) El pago hecho a un tercero distinto del
acreedor, será válido en cuanto se hubiere convertido en utilidad del aquel; 3º) Pago
hecho al acreedor aparente, presupone que el pago hecho de buena fe al que estuviese en
posesión del crédito producirá efectos liberatorios; y 4º) Retención judicial, no será
válido el pago hecho al acreedor por el deudor después de habérsele ordenado
judicialmente la retención de la deuda, (1.163 a 1.165 del CC).
Caso particular que tiene trascendencia práctica, Ley 16/2009 de 13 de noviembre de
Servicios de Pago, en relación a las tarjetas de crédito. A destacar los artículos 31 y 32
respectivamente prevén que, “en caso de que se ejecute una operación de pago no
autorizada, el proveedor de servicios de pago del ordenante le devolverá de inmediato el
importe de la operación no autorizada y, en su caso, restablecerá en la cuenta de pago en
que se haya adeudado dicho importe el estado que habría existido de no haberse
efectuado la operación de pago no autorizada”, y que, “1. No obstante lo dispuesto en el
artículo 31, el ordenante soportará, hasta un máximo de 150 euros, las pérdidas
derivadas de operaciones de pago no autorizadas resultantes de la utilización de un
instrumento de pago extraviado o sustraído; 2. El ordenante soportará el total de las
pérdidas que afronte como consecuencia de operaciones de pago no autorizadas que
sean fruto de su actuación fraudulenta o del incumplimiento, deliberado o por
negligencia grave, de una o varias de sus obligaciones con arreglo al artículo 27; 3.
Salvo en caso de actuación fraudulenta, el ordenante no soportará consecuencia
económica alguna por la utilización, con posterioridad a la notificación a que se refiere
el artículo 27.b), de un instrumento de pago extraviado o sustraído; y 4. Si el proveedor
de servicios de pago no tiene disponibles medios adecuados para que pueda notificarse
en todo momento el extravío o la sustracción de un instrumento de pago, según lo
dispuesto en el artículo 28.1.c), el ordenante no será responsable de las consecuencias
económicas que se deriven de la utilización de dicho instrumento de pago, salvo en caso
de que haya actuado de manera fraudulenta”.
Requisitos objetivos del pago.- (1.166 y 1.167 del CC)

Estos requisitos vienen directamente relacionados con el tipo de obligación que


constituya el objeto de la obligación, son reglas que rigen según la naturaleza de la
prestación.
1.- Obligaciones de dar
Si el pago hubiere consistido en una cantidad de dinero o cosa fungible, no habrá
repetición contra el acreedor que la hubiese gastado o consumido de buena fe.
Cuando la obligación consista en entregar una cosa indeterminada o genérica, cuya
calidad y circunstancias no se hubiesen expresado, el acreedor no podrá exigirla de la
calidad superior, ni el deudor entregarla de la inferior. Sin embargo, cuando la deuda
tuviere una parte líquida y otra ilíquida, podrá exigir el acreedor y hacer el deudor el
pago de la primera sin esperar a que se liquide la segunda.
El deudor de una cosa no puede obligar a su acreedor a que reciba otra diferente, aun
cuando fuere de igual o mayor valor que la debida. Tampoco, salvo que el contrato
expresamente lo autorice, podrá compelerse al acreedor a recibir parcialmente las
prestaciones en que consista la obligación.

2.- Obligaciones de hacer

En las obligaciones de hacer el acreedor no podrá ser compelido a recibir la prestación o


el servicio de un tercero, cuando la calidad y circunstancias de la persona del deudor se
hubiesen tenido en cuenta al establecer la obligación.
Tampoco en las obligaciones de hacer podrá ser sustituido un hecho por otro contra la
voluntad del acreedor.
1.3 Circunstancias del pago

Aunque las circunstancias de la relación obligatoria son el lugar, el plazo, la condición y


el modo, en este tema sólo se explica el lugar de cumplimiento de la obligación.

Regla general; el designado al tiempo de constituirse la obligación.

Excepciones; en defecto de lo anterior, habrá que diferenciar; a) Cosa determinada;


deberá hacerse el pago donde ésta existía en el momento de constituirse la obligación;
b) Para los restantes casos, en el domicilio del deudor.

1.4.- Imputación del pago, (art. 1.172 a 1.174 del Código Civil).

Imputación (RAE) – presupone señalar la aplicación o inversión de una cantidad, sea al


entregarla, sea la tomar razón de ella en cuenta, y tendrá lugar, cuando un mismo deudor
tuviere varias deudas de una misma especie a favor de un solo acreedor.
Existen tres clases de imputación según de quien provenga la aplicación de la cantidad
abonada.

1ª.- La imputación hecha por el deudor (esta es la regla general)

Ésta presupone que el deudor podrá declarar al tiempo de hacer el pago, y no después, a
cuál de las deudas que tiene debe aplicarse el pago, con un límite si la deuda produce
interés, no podrá estimarse hecho el pago por cuenta del capital principal mientras no
estén cubiertos los intereses. Esto es así porque sino la deuda se transformaría de una
deuda con interés en una deuda simple, y esto perjudicaría al acreedor.

2ª.- La imputación convencional.-

Se dará cuando la decisión de determinar a cual de las deudas de la misma especie que
tiene un deudor con un acreedor proviene del acuerdo de ambos, o del deudor con el
consentimiento expreso o tácito de este. A este supuesto, se refiere el Código Civil
cuando prevé que si el deudor aceptare del acreedor un recibo en que se hiciese la
aplicación del pago, no podrá reclamar contra ésta, a menos que hubiera mediado causa
que invalide el contrato.

3ª.- La imputación legal.-

Tiene carácter subsidiario, es decir, regirá para aquellos casos en que el deudor no haya
hecho aplicación de las deudas, y no exista un acuerdo con el acreedor, en estos
supuestos el legislador determina el modo en que se deberá imputar los pagos,
concluyendo que se realizarán;1º) Se considerará satisfecha la deuda más onerosa al
deudor entre las vencidas; y 2º) Siendo de la misma naturaleza y gravamen, el pago se
imputará a todas a prorrata.

1.5.- Formas especiales de pago o cumplimiento de la obligación, (el programa trata


la condonación y la compensación entre las causas de extinción – artículo 1.156 del
Código Civil por ese motivo no se estudian en este epígrafe).

También se conoce a las formas especiales del pago como subrogaciones del
cumplimiento, porque son modos en que se extingue regularmente la obligación y que
en sentido estricto no constituyen el cumplimiento exacto de la prestación pactada.

La consignación, (1.176 a 1.181 del Código Civil)

Medio del que dispone el deudor para liberarse de una obligación de dar, cuando el
acreedor, sin causa para ello, se niega a recibir la prestación debida.
¿Cómo funciona?
Regla general.-
El deudor hace un ofrecimiento de pago, y el acreedor injustificadamente no lo admite,
ya expresamente o de hecho, a esta negativa a recibir el pago se equiparan otras formas
de actuar del acreedor; 1º) Aquellos casos en que por el acreedor no se da documento
justificativo del cumplimiento; y 2º) Aquellos casos en que por el acreedor no se
cancela la garantía que se hubiera prestado para asegurar la prestación.
Casos en que también podrá procederse a la consignación; a) El acreedor se halle
ausente del lugar donde el pago deba realizarse; b) Cuando este impedido para recibir el
pago; c) Varias personas se crean con derecho a cobrar; d) El acreedor sea desconocido;
y e) Se haya extraviado el título que lleve aparejada la obligación. A destacar el último
inciso del artículo 1176 del CC, da una última causa que engloba todas las anteriores 
Todos aquellos supuestos en que el cumplimiento de la obligación se haga más
gravoso al deudor por causas no imputables al mismo.
¿Qué requisitos debe cumplir la consignación?
En cumplir tres requisitos; 1º) Que previamente sea anunciada a las personas interesadas
en el cumplimiento de la obligación; 2º) Que la prestación se ajuste rigurosamente a las
disposiciones que regulan el pago o cumplimiento; 3º) Que se pongan a disposición las
cosas bien del Juzgado, bien del Notario, cumpliendo los artículos 98 y 99 de la Ley de
Jurisdicción Voluntaria o la Legislación notarial.
Posibilidades que hay;
1ª) Que el acreedor acepte la consignación, en cuyo caso, queda extinguida la
obligación y deberá darse carta de pago y cancelar las garantías.
2ª) Que no la acepte, y que se declare por el Juzgado o Notario, bien hecha la
consignación que produciría los efectos anteriores.
3ª) Que no la acepte, y el deudor retire la consignación, quedaría subsistente la
obligación.
Y 4ª) Que el acreedor, autorice al deudor a retirar la cosa consignada, con lo que
perdería toda preferencia sobre la misma, y los codeudores y fiadores quedarían
liberados.
En último lugar, se ha de destacar que el simple ofrecimiento de pago no produce los
efectos de la consignación, pero puede tener trascendencia jurídica porque evitará que el
deudor se constituya en mora, esto es no se podrá considerar que se haya retrasado en el
cumplimiento, e impedirá que el acreedor pueda intentar resolver el negocio jurídico por
la vía del artículo 1124 del Código Civil aplicable a las obligaciones bilaterales.

B) La dación en pago.-

Se trata de un negocio jurídico, en virtud del cual, el deudor y el acreedor pactan que el
primero entregará al segundo una cosa distinta a la debida y que, mediante dicha
entrega, en virtud de la cual se trasmite la propiedad del bien, quedará extinguida la
obligación. Obviamente requiere el consentimiento del acreedor, no se le puede
imponer.

Ejemplo – algo así sería el artículo 579 de la LEC.

C) El pago por cesión de bienes, (1.175 del Código Civil)


Presupone que, el deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus
deudas. Esta cesión, salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por
el importe líquido de los bienes cedidos. De esta última mención se infiere el carácter
que lo diferencia de la anterior figura, porque la anterior figura presupone la entrega de
una cosa distinta a la debida, y con tal entrega la extinción de la obligación. Y en
cambio la cesión de bienes, no produce el mismo efecto, sino que, a través de ella, el
deudor entrega la posesión de bienes de su titularidad, con la finalidad que los
acreedores los vendan y con su producto se cobren las deudas. De manera que la
obligación sólo se extinguirá hasta donde alcance el importe que obtenga el acreedor
con la venta de los bienes, subsistiendo la obligación por la diferencia.

Esta sería una cesión para pago de deudas – pro solvendo, y en la anterior sería una
cesión en pago de deudas – pro soluto

2. Mora del acreedor.

Se trata de aquel supuesto, en que el acreedor con su conducta provoca el retraso del
deudor en el cumplimiento de la obligación.

¿Cuando estaremos ante la mora del acreedor?, cuando se den estas circunstancias;

- Se trate de una obligación vencida y exigible


- Se haya realizado un ofrecimiento para cumplir por parte del deudor, este
ofrecimiento ha de ser eficaz en cuanto a la idoneidad de la prestación pactada y
de carácter íntegro.
- Haya negativa injustificada a recibir la cosa, no es necesario que se haga
interviniendo culpa basta que con su actuación impida o dificulte el
cumplimiento por parte del deudor.

Efectos.-

- Se produce la “compensatio in mora”, que presupone que si el deudor estaba en


mora, (se retrasó en el cumplimiento de sus obligaciones), se compensa con la
del acreedor.
- Cambia la situación de riesgo ante una eventual pérdida de la cosa que se
debiera entregar, es decir, si se pierde la cosa el riesgo el perjuicio lo asumirá el
acreedor.
- El deudor podrá consignar para liberarse de la obligación
- Si la obligación es sinalagmática, y el retraso imputable al acreedor es
equiparable a un incumplimiento cabe la posibilidad de aplicar el artículo 1.124
del Código Civil.

3.- Incumplimiento de la obligación.

Concepto de incumplimiento.-

Se equipara al incumplimiento material, y concurre cuando el deudor no ajusta su


comportamiento al programa obligacional, esto es, a los expresamente pactado, y a
todas las consecuencias que, según la naturaleza de la obligación sean conformes con la
buena fe, al uso y a la ley, (artículo 1.258 del Código Civil). Ahora bien, el
incumplimiento no lleva aparejado de manera inmediata la responsabilidad, sino que se
debe de poder atribuir al deudor causalmente, siendo el criterio básico del Código Civil
el de la responsabilidad por culpa, si bien dicho sistema tiene excepciones como son las
derivadas de la responsabilidad objetiva, (el deudor responderá sin culpa), o cuasi-
objetiva, (se establece por el legislador una presunción de culpabilidad que tendrá que
destruir el deudor).

Hay tres clases de incumplimiento; 1º) Cumplimiento tardío o mora del deudor,
supuesto en el si que cumple con sus obligaciones pero no lo hace en el momento que
debería de haberlo hecho; 2º) Incumplimiento definitivo de la obligación, supuesto en
que no cumple con su obligación; y 3º) Cumplimiento defectuoso de la misma, cumple
de manera irregular la obligación.

Ante dicha situación de quiebra del deber jurídico obligacional surge una
responsabilidad, que es el lógico correlato, siendo las reglas básicas de responsabilidad
contractual, las recogidas en los artículos; 1.091, 1.101 a 1.108 del Código Civil.

El artículo principal respecto de la responsabilidad contractual por incumplimiento de la


obligación es el artículo 1.101 del Código Civil que prevé que, “quedan sujetos a la
indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus
obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo
contravinieren al tenor de aquéllas”.

Clases de incumplimientos.-

3.1.- La mora del deudor o retraso en el cumplimiento de la obligación, viene


regulada en el artículo 1.100 primer párrafo del Código Civil que establece que,
“Incurren en mora los obligados a entregar o a hacer alguna cosa desde que el acreedor
les exija judicial o extrajudicialmente el cumplimiento de su obligación”.

A) Requisitos que deben de concurrir para que surja este retraso;


1º.- La interpelación del acreedor al deudor para que de cumplimiento a la
obligación, (este es el requisito principal, dado que los otros tres no son más que
manifestaciones del cumplimiento de los caracteres que tiene que tener el objeto de la
relación obligatoria).
Casos excepcionales en que no será necesaria la interpelación; 1ª) Cuando la
obligación o la ley lo declaren así expresamente, es decir, cuando las partes así lo hayan
convenido o una disposición o norma jurídica así lo prevea, ejemplo de esto último la
Ley 3/2004, de 29 de diciembre, de lucha contra la morosidad en las operaciones
comerciales; 2ª) Cuando de su naturaleza y circunstancias en que se constituyó la
prestación resulte que la designación de la época en que debía de entregarse la cosa o
prestarse el servicio, fue determinante para establecer la obligación.
2.- El deber jurídico tiene que consistir en una obligación de dar o hacer,
lógicamente, y tendrá que ser posible, lícita y determinada o determinable.
3.- Deberá ser una prestación vencida, líquida, en caso de ser pecuniaria, y
exigible.
4.- La culpabilidad del deudor, en mi parecer si el sistema del Código Civil prevé
con carácter general la responsabilidad por culpa, este supuesto no es una excepción, si
bien, la idea no es tanto valorar si concurrió o no negligencia en el cumplimiento sino si
concurre una un supuesto excepcional de caso fortuito o fuerza mayor que pudiera
excluir la responsabilidad.
Efectos del retraso del deudor en el cumplimiento de la obligación:
1º) Obligación de resarcir o reparar el daño causado como consecuencia del
retraso en el cumplimiento, (artículo 1.101 del Código Civil), y que en el caso de la
obligaciones pecuniarias como ya vimos se regula expresamente, (artículo 1.108 del
Código Civil), consistirá en el pago de los intereses convenidos, y en su defecto, el
interés legal.
2º) Se incrementan el riesgo para el deudor en cuanto a la pérdida de la cosa se
refiere, es decir, si se constituye en mora responderá de la pérdida de la cosa que se
halle en su poder incluso en los casos de caso fortuito o fuerza mayor. En los que la
prestación se convertirá en una deuda de valor.

B) Caso particular de las obligaciones recíprocas o sinalagmáticas:

“En las obligaciones recíprocas ninguno de los obligados incurre en mora si el otro
no cumple o no se allana a cumplir debidamente lo que le incumbe. Desde que uno de
los obligados cumple su obligación, empieza la mora para el otro”, (artículo 1.100
párrafo tercero del Código Civil). Esta peculiaridad de las obligaciones recíprocas cobra
mucha importancia en la aplicación del artículo 1.124 del Código Civil que es
específico para las obligaciones bilaterales.
3.2 El incumplimiento definitivo.-

Surge el mismo cuando, tras el vencimiento de la obligación, la prestación


deviene de imposible cumplimiento, o siendo posible de cumplir, ya no es de utilidad o
no satisface los intereses del acreedor, aunque objetivamente es posible su
cumplimiento.

Se suele distinguir tres casos según el origen del incumplimiento;

1º) Término definitivo o esencial, que presupone que el momento que se tuvo
en cuenta para el cumplimiento de la prestación era esencial, (traje de novia – regalo de
cumpleaños), de manera que pasado dicho plazo o término la prestación ya no resultará
de interés para el acreedor;

2º) Pérdida o destrucción de la cosa debida. Debiéndose destacar como ya


vimos con anterioridad que; a) Se presupone “iuris tantum” que la culpa de la pérdida
fue el deudor cuando se perdiere o destruyere la cosa en su poder, 1.183 del Código
Civil; b) El deudor puede acreditar que la pérdida se produjo por caso fortuito o fuerza
mayor, antes de constituirse en mora, 1.182 del Código Civil, en cuyo caso la obligación
quedaría extinguida; y c) También se podrá liberar cuando la prestación devenga legal o
físicamente imposible, artículo 1.184 del Código Civil.

La imposibilidad tiene que ser de carácter objetivo, esto es, debe impedir el
cumplimiento por cualquier persona no sólo por el deudor, pero esto no regirá en las
obligaciones de hacer en la que se tuvo en cuenta la persona obligada a realizar la
prestación.

3º) Voluntad rebelde u obstativa al cumplimiento de la obligación, en este


supuesto pese a ser posible cumplir con la obligación el deudor manifiesta de manera
expresa o tácita , su voluntad de no cumplir con lo pactado – se denomina “voluntad
obstativa o rebelde al cumplimiento del a obligación”.

3.3 El cumplimiento defectuoso.-

A diferencia de lo que ocurre con el definitivo, aunque la prestación es


defectuosa o no se ajusta al programa prestacional, puede todavía ajustarse, mediante su
corrección o sustitución por una nueva, satisfaciendo de este modo el interés del
acreedor. Es posible, por tanto, un posterior cumplimiento exacto de la prestación
conforme al programa obligacional.

Ahora bien hay que hacer una serie de matizaciones en algunos casos concretos;
1ª) Si la prestación defectuosa, ya no satisface los intereses del acreedor porque el
defecto la hace totalmente inhábil para la finalidad perseguida por la otra parte
contratante, “alio pro alio”; 2ª) Contra la acción por incumplimiento de contrato se
podría ejercitar por el deudor la “exceptio no rite adiplenti contructus” o excepción de
contrato irregularmente cumplido, pero no la “exceptio adimpleti contractus”; y 3ª) Si el
incumplimiento afectase a deberes o prestaciones de carácter accesorio, habrá que ver la
trascendencia que tiene el incumplimiento en relación a la prestación que es principal
para atribuir a dicho incumplimiento valor resolutorio de la obligación o no.

La consecuencia del incumplimiento  La responsabilidad

Para que se puedan producir consecuencias negativas en el patrimonio del


deudor como consecuencia del incumplimiento de la obligación, se requiere como regla
general que concurra dolo o culpa de su parte dado que con carácter general en el
Código Civil rige el principio de responsabilidad subjetiva.

El dolo presupone, que el deudor tiene consciencia y voluntariedad de incumplir


la obligación, no requiriéndose que se pretenda con ello causar un daño al acreedor
basta con que concurra la voluntad de no querer cumplir. El principal efecto que
produce, que la extensión de la responsabilidad será mayor que en la negligencia, y
responderá de “todos los daños que conocidamente se deriven de la falta de
cumplimiento”, (artículo 1.107 del Código Civil), es decir, no se limita la
responsabilidad a los daños previstos o previsibles en el momento de la contratación.

La culpa presupone, que el deudor no usa de la diligencia debida, siendo su


medida la de un “buen padre de familia”. Entendiéndose por ella, la que tendría una
persona ordinaria para los asuntos de que se trate, siendo criterios para valorar si hay o
no diligencia. Las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar, así como, la
naturaleza jurídica de la obligación. En el caso de la responsabilidad por culpa la
responsabilidad podrá moderarse, (artículo 1.103 del Código Civil).

Como manifestaciones usuales de la culpa, hallamos los supuestos de impericia,


entre los que cabe señalar dos por su reiteración en la práctica; 1º) En la entrega de
cosas determinadas, en las que el deudor no observa el cuidado debido en la custodia y
conservación de la cosa que debe entregar; y 2º) En las obligaciones de hacer, cuando el
deudor no ajusta su conducta a la denominada “lex artis ad hoc”, es decir, no supera los
estándares mínimos de la actividad profesional que desempeña.

Casos en los que se puede eludir la responsabilidad por culpa, cuando el deudor
acredite que concurrió caso fortuito o fuerza mayor. Esta circunstancia concurrirá
cuando concurran sucesos que no hubieran podido preverse, (caso fortuito), o que,
previstos fueran inevitables, (fuerza mayor). Que requerirá; 1º) Que el hecho este
fuera de la esfera de control del deudor; 2º) Que no sea razonablemente previsible que
ocurra el mencionado hecho; y 3º) Que el deudor haya usado de la diligencia exigible –
un juicio del comportamiento del deudor que arroje un resultado positivo.

Por excepción, hay supuestos en que no se valora el comportamiento del


deudor sino que se atribuye la responsabilidad de una manera automática y
desvinculada de dicha actuación. Es decir, hay supuestos en los que aunque no
concurre dolo o culpa por parte del deudor, el mismo se ve obligado a responder.
Exigiéndose únicamente conexión naturalística entre un acción u omisión y un hecho
dañoso.

Dos son los supuestos; 1º) Responsabilidad objetiva, no se valora en todo, ni en


parte, la actuación, los fondistas o mesoneros artículo 1.784 del Código Civil; y 2º)
Responsabilidad cuasi-objetiva, en la que se produce una alteración de la carga de la
prueba favorable a la aparición de la responsabilidad, en los supuestos regulados en la
Ley de Seguro Obligatorio de Circulación de vehículo a motor.

Pactos sobre la extensión y límites de la responsabilidad.

Las cláusulas de exoneración de responsabilidad, son válidas y como regla


general cabrían dentro de los límites de la autonomía de la voluntad previsto en el
artículo 1.255 del Código Civil. Ahora en la realidad se limita la posibilidad de adoptar
tales pactos limitativos de responsabilidad:

1º) El propio artículo 1.255 del Código Civil, prevé su legalidad siempre que no
sean contrarios a la ley, moral u orden público.

2º) No se puede limitar la responsabilidad por dolo, conforme al artículo 1.102


del Código Civil.

Y 3º) La legislación tuitiva de los consumidores y usuarios, TRLGDCU, artículo


86 de dicho cuerpo legal, prevé que, “en cualquier caso serán abusivas las cláusulas
que limiten o priven al consumidor y usuario de los derechos reconocidos por
normas dispositivas o imperativas y, en particular, aquellas estipulaciones que
prevean:

1. La exclusión o limitación de forma inadecuada de los derechos legales del


consumidor y usuario por incumplimiento total o parcial o cumplimiento
defectuoso del empresario.
En particular las cláusulas que modifiquen, en perjuicio del consumidor y
usuario, las normas legales sobre conformidad con el contrato de los bienes o
servicios puestos a su disposición o limiten el derecho del consumidor y usuario a
la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por dicha falta de
conformidad.
2. La exclusión o limitación de la responsabilidad del empresario en el
cumplimiento del contrato, por los daños o por la muerte o por las lesiones
causadas al consumidor y usuario por una acción u omisión de aquél.
3. La liberación de responsabilidad del empresario por cesión del contrato a
tercero, sin consentimiento del deudor, si puede engendrar merma de las garantías
de éste.
4. La privación o restricción al consumidor y usuario de las facultades de
compensación de créditos, retención o consignación.
5. La limitación o exclusión de la facultad del consumidor y usuario de resolver
el contrato por incumplimiento del empresario.
6. La imposición de renuncias a la entrega de documento acreditativo de la
operación.
7. La imposición de cualquier otra renuncia o limitación de los derechos del
consumidor y usuario”.
Cláusulas de agravación de la responsabilidad, al igual que ocurre con las
anteriores en principio rige la autonomía de la voluntad de los contratantes, por el
artículo 1.255 del Código Civil, ahora bien la normativa del Código Civil es una
normativa de mínimos por lo que existe margen para la autonomía de la voluntad y que
esta pueda ser agravada. Que la normativa del Código Civil, incluye lo que el legislador
considera mínimos lo demuestra el artículo 1.104 del Código Civil, prevé que, “cuando
la obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento, se exigirá
la que correspondería a un buen padre de familia.”
4.- Medios de protección ante el incumplimiento.

Contra el incumplimiento el Ordenamiento Jurídico permite compeler al cumplimiento


forzoso o la resolución del contrato, esto último para la obligaciones sinalagmáticas,
recíprocas o bilaterales, (artículo 1.124 del Código Civil), ambas peticiones son
compatibles con la de indemnización de daños y perjuicios prevenidas en los artículo
1.101 y 1.124 del Código Civil.

Ahora bien, si exigimos el cumplimiento forzoso la regla general es que deberá


realizarse “in natura”, es decir, en la forma específica que se hubiera estipulado, y para
el caso que la misma no se pueda cumplir en dichos términos se prevé la entrega del
equivalente pecuniario con carácter sustitutivo de la primera, en este último supuesto no
encontraríamos ante una deuda de valor.

Páginas 127 a 132 del manual; En el manual trata en las páginas aludidas como sería el
cumplimiento forzoso de las obligaciones incumplidas, pero esa materia se estudia en la
parte derecho procesal de ahí la brevedad de esta mención;
Partiendo de la naturaleza de la obligación incumplida, el cumplimiento forzoso
varía, de ahí la siguiente diferenciación;

1º) Tratándose de prestaciones de carácter dinerario; Como regla general, se formulará


requerimiento al deudor para que pague o manifieste bienes con los que hacer efectiva
la deuda, de no hacerse así se pasará a la fase de apremio, embargo de cuentas o bienes,
y tras el mismo se realizarán los mismos a los efectos de pagar al acreedor.

2º) Tratándose de prestaciones de dar no dinerarias, habrá que distinguir; a) Entrega


de cosa cierta y determinada, se concede plazo para la entrega de la cosa debida,
transcurrido el mismo sin haberse verificado se emplearan los apremios que fuera
necesarios para conseguir la entrega, incluso se podrá autorizar la entrada en lugares
cerrados auxiliándose de la fuerza pública. Si no fuese posible, pese a lo anterior, la
entrega de la cosa se sustituirá la entrega por una justa compensación económica
conforme al procedimiento previsto a tales efectos en la Ley de Enjuiciamiento Civil; y
b) Entrega de cosa genérica o indeterminada, se podrá pedir que se le ponga en posesión
de las cosas o se le faculte para que las adquiera, a costa del deudor, ordenando al
mismo tiempo, el embargo de los bienes suficientes para pagar la adquisición de dichos
bienes.

3º) Tratándose de obligaciones de hacer, se mandará hacer la prestación a costa del


deudor, y se puede diferenciar; a) Tratándose de un hacer no personalísimo, podrá
reclamar, o bien, que se ejecute la prestación por un tercero a costa del deudor, o bien,
podrá reclamar el resarcimiento de daños y perjuicios; y b) Tratándose de una
obligación de hacer de carácter personalísimo, podrá optar, bien por un equivalente
pecuniario, o bien, que se le aperciba con multas periódicas, pudiendo llegar el tribunal
a sustituir la declaración de voluntad del deudor si fuera necesario.

4º) Tratándose de una obligación de no hacer, podrá requerirse para que se deshaga lo
mal hecho a instancia del deudor, con apercibimiento de que se abstenga de realizarlo
nuevamente. De no poderse deshacer lo mal hecho, o que no pueda reiterarse el
incumplimiento, se podrá obtener una indemnización de daños y perjuicios.

4.1 La indemnización de daños y perjuicios, (artículo 1.101 del Código Civil);

El mencionado precepto prevé que, “quedan sujetos a la indemnización de los daños y


perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo,
negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de
aquéllas”, y constituye el fundamento legal de la responsabilidad contractual del
deudor.

Caracteres; 1º) Es una acción autónoma y compatible, tanto con la posibilidad de exigir
el cumplimiento como con la resolución del contrato prevista para las obligaciones
contractuales en el artículo 1.124 del Código Civil; y 2º) Siempre tiene carácter
pecuniario, constituye una deuda de valor, en palabras del Tribunal Supremo se fija su
finalidad en reequilibrar la economía o patrimonio del acreedor tras haber sufrido un
daño por el incumplimiento de la obligación, (STS de 14 de febrero de 2007).

Requisitos que requiere para que pueda prosperar la acción; (STS de 14 de febrero de
2007); 1º) La preexistencia de una obligación; 2º) Su incumplimiento debido a una
actuación dolosa o culpable y que el mismo no se deba a caso fortuito o causa mayor;
3º) Que se acredite la realidad de los perjuicios y el nexo causal eficiente entre aquella
conducta y los daños producidos. Muy importante la carga de la prueba cae sobre el
acreedor, y no se indemnizaran daños meramente conjeturables o eventuales; y 4º) que
se ejercite dentro del plazo legalmente previsto a tales efectos, OJO, el plazo para las
acciones de carácter personal sin plazo específico es de 5 años y no de 15 como pone el
tema tras la modificación que sufrió el Código Civil.

Extensión de los daños que se indemnizan; (artículo 1.106 del Código Civil), daño
emergente, que consiste en la determinación de la pérdida efectivamente sufrida en el
patrimonio del deudor; y el lucro cesante, ganancia dejada de obtener como
consecuencia del incumplimiento. Junto a estos daños de carácter patrimonial se une el
denominado daño moral, que presupone una lesión en los derechos de la personalidad o
en la parte afectiva o anímica del individuo, extendiéndose la indemnización de toda
lesión que no tenga contenido patrimonial.

La intensidad de la indemnización, variará según el deudor haya obrado de buena o


mala fe, (artículo 1.107 del Código Civil), si es de buena fe, esto es, no doloso,
“responde de los daños previstos o que se hayan podido prever al tiempo de constituirse
la obligación y que sean consecuencia necesaria de su falta de cumplimiento”, para el
caso de que sea de mala fe, se amplía más la responsabilidad y se hará responsable de
“todos los que conocidamente se deriven de la falta de cumplimiento de la obligación”.

4.2 Acciones en caso de las obligaciones sinalagmáticas o bilaterales.-

Atendiendo a la distinción entre obligaciones unilaterales y bilaterales, en las


primeras la obligación esta a cargo de una sola de las partes, y la otra, no asume
obligación algunas. Y en las segundas, sinalagmáticas o recíprocas, hay una pluralidad
de vínculos, de manera que la prestación de cada una de las partes trae causa en la
prestación de la otra, es decir, existe un nexo de interdependencia entre las prestaciones
de las partes.

Pues bien, relación a este último tipo de obligaciones y en materia de incumplimiento


existe una amplia actuación para el acreedor ante un incumplimiento por parte de la
parte deudora, régimen jurídico que se haya incluido en el artículo 1.124 del Código
Civil, precepto que establece que, “la facultad de resolver las obligaciones se entiende
implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que
le incumbe. El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución
de la obligación, con el resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos casos.
También podrá pedir la resolución, aun después de haber optado por el cumplimiento,
cuando éste resultare imposible. El Tribunal decretará la resolución que se reclame, a no
haber causas justificadas que le autoricen para señalar plazo”.

Pues bien, sobre la base de los anterior precepto, son requisitos para la
prosperabilidad de una acción apoyada en dicho precepto, los siguientes;

1º) Debe de existir una previa relación contractual vigente, siguiéndose que no podrá
aplicarse a los contratos que sean nulos, porque lo que es nulo ningún efecto produce, y
tampoco podrá ejercitarse cuando el contrato se haya consumado. Esto es, cuando haya
agotado todos sus efectos por la realización las prestaciones que lo integra.
2º) Debe de tratarse de un contrato con prestaciones recíprocas o bilaterales, es decir, de
manera que la prestación de cada una de las partes trae causa de la prestación de la otra.

3º) Las prestaciones que constituyan el contrato tienen que ser exigibles, de manera que
no podrá ejercitarse esta acción v.g. para la entrega de una cosa determinada cuando se
haya acordado un plazo para la misma, y éste no haya llegado todavía.

4º) Tiene que existir un incumplimiento por parte del deudor, ahora bien, no sirve
cualquier tipo de incumplimiento, debiéndose realizar una serie de matices; a) Sólo cabe
la resolución, cuando la obligación incumplida tenga carácter principal, y no accesorio,
por ejemplo pensemos en la entrega de un bien, al que le falta algún accesorio no
fundamental u ornamental; b) El incumplimiento ha de ser grave, entendiéndose por tal
según la jurisprudencia, que deberá ser esencial e impedir la satisfacción económica de
las partes contratantes; y c) El mero retraso en el cumplimiento, cuando la prestación
continúa siendo útil al acreedor, no es causa de resolución. En cambio, al igual que
hemos visto con el carácter anterior, relativo a que ha de afectar a una prestación
esencial, el mero retraso podría generar la resolución del contrato cuando el retraso
frustre el fin práctico pretendido por el negocio, o cuando el retraso evidencia una
voluntad manifiestamente rebelde al cumplimiento de lo pactado.

5º) También se podrá hacer uso de este precepto a los supuestos de imposibilidad
sobrevenida al cumplimiento por caso fortuito o fuerza mayor, dado que el propio
precepto expone concretamente que, “también podrá pedir la resolución, aun después de
haber optado por el cumplimiento, cuando éste resultare imposible”, de donde se sigue
esta conclusión.

6º) Requiere que aquel que ejercite la acción, haya cumplido previamente con sus
obligaciones contractuales, si esto no fuera así no tendría derecho a pedir la resolución
del contrato.

En caso de concurrir los anteriores requisitos, y prosperar la acción que se ejercita, se


producirán los siguientes efectos;

1º) Efecto liberatorio, una vez se declare la resolución del contrato los contratantes
dejan de estar obligados a ejecutar las prestaciones pactadas. En este punto, debe
matizarse que, es posible que el contrato también se resuelva por la concurrencia de los
requisitos mencionados sin necesidad de intervención judicial, por haber dado por
resuelto el contrato el acreedor y aceptarlo el deudor, o bien, por mutuo disenso que
tendrá lugar cuando las partes realicen actuaciones mutuas que evidencien que no tienen
interés alguno en que se produzcan los efectos jurídicos inherentes al contrato. En caso
de no existir acuerdo entre las partes, la sentencia que se dicte por el juzgado
correspondiente declarará si la resolución puesta de relieve por la parte acreedora se
ajustó a Derecho, y deberá determinar la fecha a partir de la cual se considera resuelto el
contrato.

2º) Efecto restitutorio, las partes vendrán obligadas a restituirse las prestaciones que
hayan podido recibir en virtud del contrato. Y además, a dicha restitución se unirá el
resarcimiento de los daños sufridos por el contratante no incumplidor (art. 1124.2 CC).
La excepción de contrato no cumplido y la excepción de contrato cumplido
defectuosamente

Ambas excepciones tienen por finalidad poderse oponer eficazmente a la acción


resolutoria o de cumplimiento que viene regulada en el artículo 1.124 del Código Civil,
y presuponen la negativa total, (“exceptio non adimpleti contractus o excepción de
contrato no cumplido), o parcial, (“exceptio non rite adimpleti contractus” o excepción
de contrato irregularmente cumplido), al cumplimiento de la obligación que se le
reclama de contrario.

Ambas tienen su fundamento en la regla general del cumplimiento simultáneo que se


presupone en las obligaciones bilaterales, y se basa en la idea de que cada parte puede
rehusar o rechazar el cumplimiento de la obligación prevista a su cargo, mientras la otra
parte no cumpla con la suya y , a la inversa, en que ninguna de las partes puede
demandar el cumplimiento de la obligación contraria, sin cumplir u ofrecer el
cumplimiento de la obligación propia.

La admisión de ambas excepciones, presuponen o han de tener en cuenta el principio de


buena fe como límite a su planteamiento, rechazando su alegación cuando la parte de la
prestación omitida o los defectos que la realizada presenta revisten escasa significación
o importancia y no impiden la satisfacción del interés del acreedor.

Es requisito indispensable que el deudor que utiliza la excepción pruebe que el daño
originado por el incumplimiento del acreedor, quien ejercita la acción del artículo 1.124
del Código Civil, tiene una entidad suficiente como para determinar que el otro
contratante quede exonerado de su obligación, total o parcialmente.

La acción de contrato incumplido, adquiere todo su sentido en el caso de las


prestaciones de ejecución simultánea, por ejemplo si “A” ha comprado un televisor a
“B”, pactando que el pago del precio se hará en el momento de la entrega del televisor
previsto en una semana desde la compra. Si transcurrido el plazo de la semana, sin que
la televisión se haya entregado al comprador, el vendedor reclama el pago del precio el
comprador podrá oponerse a esta pretensión mediante la “excepción de contrato no
cumplido”. Esta excepción faculta a la parte que la opone a retrasar el cumplimiento de
la prestación puesta a su cargo, hasta que el otro contratante, que le demanda el
cumplimiento, cumpla la suya o se ofrezca a cumplir lo que debe. Este remedio fomenta
la conservación del contrato, frente a la resolución del contrato por incumplimiento (art.
1124 CC).

Para que la excepción pueda ejercitarse es necesario: 1º) Que se trate de obligaciones
recíprocas o sinalagmáticas; 2º) Que el demandante que reclame el cumplimiento no
haya cumplido su obligación; y 3º) Que la oposición de la excepción no sea contraria a
la buena fe. A destacar, que si se ejercita por vía reconvencional podría motivar que a
instancia del deudor se declare resuelto el contrato por incumplimiento del acreedor que
insta originariamente el artículo 1.124 del Código Civil.

Una modalidad de la excepción de contrato no cumplido es la denominada “excepción


de contrato cumplido defectuosamente o no cumplido regularmente” (“exceptio non rite
adimpleti contractus”), prevista para el supuesto en que la parte que pretende el
cumplimiento ha ejecutado defectuosamente su prestación (se trata de una obligación de
hacer) o la ha ejecutado parcialmente. Al igual que la excepción de contrato no
cumplido, la oposición de la excepción de contrato defectuosamente cumplido debe
ajustarse a la buena fe. De ahí se rechaza que pueda oponerse por el deudor cuando el
defecto de la prestación no tiene suficiente entidad o gravedad como para paralizar la
pretensión de cumplimiento de la otra parte, o cuando los defectos de la prestación eran
evidentes y el demandado los aceptó sin reservas. En este caso, y a diferencia de la
excepción de contrato incumplido la finalidad de la excepción será la de reequilibrar las
prestaciones que se han visto desequilibradas.

El contrato en que mejor se ve estas excepciones es el contrato de arrendamiento de


obra. Varios supuestos; 1º) El acreedor pide la resolución del contrato porque el deudor
no ha terminado la instalación que tenía que hacer en una obra, y el deudor opone que se
hizo tardíamente por culpa del acreedor o ajena a él y pide una rebaja del precio; y 2º)
El acreedor pide la resolución del contrato de obra porque la obra esta muy mal hecha, y
el deudor alega que los defectos son única y exclusivamente imputables al acreedor
porque los materiales que le suministró son defectuosos.

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