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En jaque el

cantinflas
neoliberal del
Ecuador

Eduardo Andrade Bone


Rebelión

15-10-2019
Después de casi 12 días de manifestaciones transversales del
pueblo ecuatoriano, junto a las organizaciones indígenas,
sociales, estudiantiles, sindicales, ha triunfado el clamor
popular, los cuales han terminado de poner en jaque al
gobierno neoliberal de Lenín Moreno (Alianza país) y han
logrado en un primer diálogo con el gobierno, los líderes
indígenas han logrado aventar la derogación del decreto ley
883 del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El saldo de las grandes protestas del pueblo ecuatoriano ha


significado alrededor de 10 muertos torturados, más de 1000
detenidos, dos mil heridos, 100 desaparecidos, todo esto,
producto de la brutal represión desatada por el gobierno de
Alianza país y su presidente Lenín Moreno.

El presidente Moreno que estuvo durante todos estos días


escondido en la ciudad de Guayaquil y bajo la protección de los
altos mandos corruptos de las Fuerzas Armadas, vendidos al
cartel del FMI. Lo único que hemos observado es un mandatario
que vive obsesionado con achacar responsabilidades al
expresidente Rafael Correa, a Nicolas Maduro, a las FARC, el
narcotráfico y los presuntos infiltrados en el país, que buscan
desestabilizarlo, pero sin entregar ningún tipo de pruebas ante
el país y la prensa nacional como extranjera, lo que refleja una
gran irresponsabilidad gubernamental.

En estas alocuciones el primer mandatario se parece mucho al


führer Trump, que todo el tiempo está cargando contra los
demócratas, o de Mauricio Macri que también vive obnubilado
con la figura de Cristina Fernández o del ultraderechista Jair
Bolsonaro que acusa de todos los males del Brasil, a la gestión
gubernamental del gobierno de Lula o Dilma Rousseff, es el
discurso calcado del Departamento de Estado norteamericano
y los grandes empresarios, que vienen aplicando en la región,
cuando se trata de sus espurios intereses, buscando neutralizar
la lucha social por mejores condiciones de vida.
El presidente Moreno en su verborrea seudo política, suele
acusar a los máximos líderes de Revolución Ciudadana de
corrupción. Sin embargo nada dice acerca de las imputaciones
que involucran directamente a su hermano y toda su familia,
ligados al escándalo Odebrecht y la escondida de sus dólares
en los paraísos fiscales.

Lo cierto, es que después de la lucha desplegadas por el pueblo


ecuatoriano en las calles de la diversas ciudades del país, el
presidente Moreno, ha quedado herido de muerte, en realidad
es un pato cojo sin ningún futuro político. Ya nada será igual
para los actuales gobernantes, los que en forma clara y precisa
se han puesto al servicio del cartel del FMI, los grandes
empresarios y las mafias del mundo financiero y bancario. De
allí que el gobierno de Alianza país, se encuentra seriamente
dañado, así como la propia figura del presidente Moreno, que
solo cuenta con el 10% de apoyo, según diversos sondeos
realizados en el país. En este sentido se puede decir que el
único camino que le queda a Lenín Moreno es su renuncia y el
llamado a nuevas elecciones, ante la conmoción nacional que
ha generado su decreto 883 y su programa de reformas
laborales, al servicio del cartel del FMI.

Durante los doce días de movilizaciones, la única respuesta del


gobierno fue dictar el Estado de Excepción, el toque de queda
y la represión y muerte que han padecido los manifestantes,
medidas propias de dictaduras militares, transformándose
Lenin Moreno, en un vulgar dictadorcillo. En este plano también
destaca el silenciamiento de la Asamblea Nacional, por orden
del presidente Cesar Litardo, ligado a Alianza país, y que
debiera haber sido la institución de la democracia ecuatoriana,
llamada resolver el conflicto surgido con la aplicación del
decreto 883 del ejecutivo y que gatillo las protestas nacionales.

En Ecuador, Amnistía Internacional (AI), la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos, así como la Defensoría
del Pueblo, la ONU, han realizado sendos llamados de atención,
a terminar con la brutal represión desatada por el gobierno
neoliberal de Lenín Moreno y garantizar los derechos humanos
de todos los ciudadanos. Además dichos organismos han
denunciado el uso excesivo y de forma indiscriminada de gases
lacrimógenos contra los manifestantes o la utilización de
escopetas de perdigones, lo que ha dado como resultado la
muerte de alrededor de diez ciudadanos. Informaciones que
han sido entregadas directamente por la Defensoría del Pueblo,
cuyos miembros además han recibidos amenazas anónimas.
Extrañamente la Alta Comisionada para los Derechos Humanos,
Michelle Bachelet, hasta el momento de escribir está nota, no
se había pronunciado acerca de la violación de los derechos
humanos, bajo el gobierno de Lenín Moreno.

Hasta ahora el único apoyo que ha recibido el gobierno de Lenín


Moreno, ha sido de los halcones de la Casa Blanca, de Luis
Almagro, secretario general de la OEA y primer títeres de los
intereses norteamericano para la región y de todos los gobierno
de derecha y extrema derecha de América Latina (Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Paraguay, Guatemala,
Perú).

El presidente Moreno, en todo estos días de protestas


nacionales contra el decreto ley del FMI sus alocuciones han
estado cargadas de odiosidad, manipulación, tergiversación y
mentiras, acerca de la realidad económica que vive el país,
cuya crisis es producto de la ineptitud e incompetencia del
gobierno de Alianza país. De allí, que su gobernabilidad ha
estado trazada por la política de los bandazos y la búsqueda de
chivos expiatorios (Correa, Maduro, Farc, narcotráfico,
corrupción), para imponerle a los ecuatorianos medidas
económicas draconianas que afectan directamente el poder
adquisitivo de las familias ecuatorianas.

El triunfo alcanzado en la movilización popular, que ha tenido


como objeto voltear el decreto 883 que establecía el alza de los
combustibles y reforma laborales que perjudicarían al conjunto
de la clase trabajadora, han quedado por el momento
congeladas, puestos que el gobierno de Lenín Moreno, busca a
través de otros subterfugios, imponer los dictados del FMI a la
gran mayoría de los ecuatorianos.

En el encuentro y diálogos con las organizaciones indígenas,


estas han exigido además la renuncia de la ministro del
Interior, María Paula Romo, y el ministro de Defensa, Oswaldo
Jarrín, los cuales junto a Lenín Moreno, son los mayores
responsables de la represión, torturas, muertes, heridos y
detenidos ocurridos en el transcurso de la protestas nacionales.
También se ha exigido la reparación pertinente a los familiares
de los asesinados por los aparatos represivos del gobierno de
Alianza país.

Al momento de culminar esta nota, cual cacería de brujas


dirigida hacia los seguidores de Revolución Ciudadana, se
producía la detención de Paola Pabón, prefecta de Pichincha, la
cual fue detenida durante horas de la madrugada del lunes 14
de octubre de 2019, en la redada de la policía se detuvieron
dos presuntos colaboradores de la prefecta. También se ha
encarcelado a Alexandra Arce, ex alcaldesa de Durán se busca
al exdiputado Virgilio Hernández y se ha desatado la
persecución hacia algunos dirigentes de las organizaciones
indígenas, dando por inaugurado el “estado policial”, en el país.

La movilización transversal del pueblo ecuatoriano contra el


decreto 883 del FMI, en una primera instancia, ha sido lo más
relevantes y una gran victoria del pueblo ecuatoriano contra las
medidas draconianas del gobierno de Lenín Moreno, su grupo
político Alianza país y el cartel prestamista del Fondo Monetario
Internacional (FMI).

Eduardo Andrade Bone: AIP/MP

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