BARRAUD, Silvina de Lourdes

FAUD. UNC
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sbarraud2001@yahoo.com.ar
Córdoba. Argentina

"LOS PROCESOS DE GENERACIÓN DE LOS ESPACIOS DOMÉSTICOS PARA

LOS NUEVOS MODOS DE HABITAR"
Dimensión: a)
Tipo de producción: 1)

RESUMEN

Este trabajo forma parte de la tesis doctoral en curso: "Los procesos de generación de
los espacios domésticos para los nuevos modos de habitar". En dicho trabajo se
aborda a los modos de vida como determinantes de esos procesos de generación de
espacios domésticos contemporáneos que intentan dar respuestas a los nuevos
modos de habitar.
Dicha anticipación de sentido se complementa con la noción de que los espacios con
alto nivel de flexibilidad espacial responden adecuadamente a las diversas demandas
actuales del habitar doméstico, entendiendo a la flexibilidad espacial en su sentido
más amplio, que supera la noción de programas que proponen división y aislamiento.
Se pretende, como resultado, exponer algunos aspectos de la relación entre la
arquitectura doméstica contemporánea latinoamericana y los modos de habitar que la
determinan, con un enfoque que involucra a la arquitectura con su contexto,
entendiendo a la disciplina como encargada de la satisfacción de las necesidades
espaciales particulares de los habitantes.
Para el abordaje de la relación existente, se seleccionan experiencias puntuales
recogidas y valoradas por la crítica arquitectónica por sus particularidades, que al
vincularse entre sí, pueden contribuir al desarrollo teórico del campo disciplinar de la
arquitectura. En este momento el trabajo se encuentra en instancias de definición de
posibles casos de estudio.
El trabajo es encarado a partir de tres aproximaciones: la primera plantea abordar los
modos de habitar contemporáneos como condicionantes de la generación del hábitat
domestico, con ese soporte se supone emprender el estudio de las teorías del habitar,
como segunda aproximación y por último se pretende analizar respuestas
arquitectónicas que responden a modos de vida contemporáneos (procesos de diseño
y generación), para extraer criterios y pautas, que si bien no pueden generalizarse,
podrían trascender y aportar al campo disciplinar de la arquitectura, específicamente a
la teoría del proyecto, a partir de la definición lineamientos.
El concepto “habitable” es rector de todo proceso de producción de arquitectura. Las
obras proyectadas y construidas se convierten en arquitectónicas, al ser habitadas.

1.- INTRODUCCIÓN

El habitar doméstico, asociado a la noción de vida privada, supone una práctica

cultural que requiere de una sede digna para desarrollar en ella modos de vida sujetos
a convencionalismos sociales y a pautas culturales. "Habitar" puede concebirse así
como fusión entre hábitos y ámbitos.
Mientras la vida privada es entendida como realidad histórica construida de manera
diferente por las determinadas sociedades (Ariés, Duby, 1989, p.15) y definida como
área particular netamente delimitada, asignada a esa parte de la existencia ofrecida al
repliegue, al retiro y devenida zona de inmunidad (Ariés, Duby, 1985, p.11), los modos
de habitar pueden pensarse en relación a hábitos, prácticas, costumbres y pautas,
entendiéndolos como “síntesis pasiva” (Pardo, 1991, p. 16) y “fuerza generatriz del
sentido, del tiempo y de la historia”, (Pardo, 1991, p. 17) por lo que la noción de habitar
implica coherencia espacial y temporal. Podría aseverarse que el concepto está
atravesado por ambas dimensiones (tiempo y espacio). Del mismo modo podría
asegurarse que Habitar es a su vez interrogante y respuesta relativa a ambas
nociones, o tal como expresa Doberti (2011) “la vida social es continente y contenido
del habitar”.
De Certeau, por su parte, refiere a los espacios privados como territorios donde se
despliegan y se repiten día a día las acciones elementales de las “artes de hacer”.
(1994, p. 147)
En nuestros tiempos los hábitos y las costumbres se han diversificado y existe
pluralidad de modos de vida. Puede aludirse al concepto de “unidades de convivencia”
(Montaner, 2014) que identifica múltiples alternativas de cohabitación, entre ellas la de
personas que cohabitan sin parentesco. También es frecuente actualmente, sobre
todo en las grandes urbes, que las personas vivan solas. A lo indicado se agrega que
la familia contemporánea que convive se caracteriza por la heterogeneidad y la
complejidad estructural y organizacional. Muestra de ello son las familias
multigeneracionales, biparentales, monoparentales o uniparentales con hijos,
ensambladas, ampliadas y extendidas. Therborn, define a la familia contemporánea a
partir de su condición de “complejidad, contingencia y contradicción. Complejidad, en
el sentido de la coexistencia y entrelazamiento de las formas familiares; contingencia
de relaciones, debido a las opciones y accidentes que siguen al debilitamiento de la
regulación institucional; y contradicción entre preferencias, situaciones y recursos”.
(2007, p. 59)
Se asiste además a nuevos ritos de privacidad, como consecuencia de importantes
cambios tecnológicos que atraviesan el presente y definen instancias de inestabilidad
familiar, entendida según la concepción clásica y tradicional. Es común, en nuestros
días, que mientras algunos integrantes del grupo de convivencia pretendan preservar
su privacidad, otros publiquen en las redes sociales imágenes y representaciones que
involucren cuestiones y aspectos de los modos de vida e intimidad de los demás
integrantes del grupo que cohabita. La asociación entre espacio privado y culto a la
privacidad ya no es directa.
Sobre los modos de habitar y su relación con la producción arquitectónica Waisman
plantea que “ya desde los comienzos históricos de esta actividad se vio cómo los
datos acerca de los modos de vida se ignoraron, refiriendo el diseño a un mínimo
abstracto imaginario, a partir del cual no fue posible hacer ninguna propuesta
medianamente válida para un nuevo modo de vida urbana”. (1972, p. 46)
Esta problemática se ha incrementado actualmente, y la producción del espacio
doméstico urbano actual, a pesar de su complejidad, sigue siendo abordada a partir de
lógicas extemporáneas y reduccionistas que únicamente conciben la cantidad de
dormitorios como variable proyectual, ignorando demandas cambiantes y dinámicas y
sin considerar los nuevos modos de relaciones interpersonales y a partir de ello los
nuevos vínculos con el espacio.
Al respecto, Amann Alcocer plantea que “es necesario tomar conciencia de que la
primacía tipológica como posibilidad instrumental, basada en la estabilidad de las
formas asociadas al habitar, pierde consistencia como método de identificación
proyectual según los individuos van transformando sus pautas desde la vida familiar
sedentaria hasta una instalación en el mundo describible como nomádica y ajena a
patrones tradicionales”. (2011, p. 48)
Mies van der Rohe manifiesta en 1931 “La vivienda de nuestro tiempo aún no existe.
La transformación del modo de vida exige su realización”. Su pronunciamiento podría
también corresponder a nuestro contexto, al suponerse que las transformaciones
actuales de los modos de vida exigen la realización de adecuaciones para la
generación de espacios apropiados para el habitar doméstico contemporáneo.
La arquitectura, como disciplina comprometida con el estudio reflexivo, la concepción y
la materialización del hábitat, debe considerar esos aspectos para generar espacios
coherentes con los hábitos y modos de vida y captar las condiciones “temporales” de
los habitantes para que formen parte del proceso de generación espacial. Tal como
plantea Sacriste, uno de los escollos más difíciles que debe superar quien proyecta un
espacio es captar el modo de vida de la persona o grupo social que lo habitará. (2011,
p. 30)
En base a lo mencionado, el presente trabajo aborda los modos de habitar
contemporáneos como condicionantes de la generación del hábitat domestico.

2.- DESARROLLO
Opuestos como posibilidades de reflexionar sobre el habitar

Se genera como herramienta metodológica una matriz de análisis y revisión

estructurada a partir de categorías delimitadas según modos de habitar
contemporáneos. La misma posibilitará la definición de condiciones de espacios
adecuados y servirá previamente como filtro de los casos de estudio.
Dicha matriz se encuentra en proceso de elaboración, ajuste y consideración. Las
teorías que dan sustento y base a la misma son las de Villagrán (1988) y Doberti
(2011).
Las categorías espaciales de opuestos se organizan a partir de aspectos de la
temporalidad, la estructura espacial, el movimiento, las conexiones, la privacidad y las
jerarquías, como requerimientos o demandas contemporáneas de habitabilidad, a
partir de aspectos sociales, culturales, físicos, biológicos y psicológicos de los
habitantes, que ponen en crisis paradigmas existentes e invitan a reconsiderar modos
de vida o costumbres. Dichos opuestos se articulan entre sí a partir de aspectos
programáticos, proyectuales y constructivos de los espacios, como una malla con
múltiples posibilidades, alternativas relacionales y de superposiciones.
Algunas de esas demandas pueden pensarse desde cambio de paradigmas o crisis de
los existentes, lo que implica reconsiderar modos de vida o costumbres de otros
momentos para indagarlos, con variables adecuadas a las lógicas presentes.
 aspectos inherentes a la
HABITABILIDAD CATEGORÍAS ESPACIALES
contemporánea (demandas sociales, que vislumbran aspectos de los procesos proyectuales
culturales, físicas, biológicas y psicológicas de
los habitantes)

como categoría que articula

habitar doméstico contemporáneo

temporalidad espontáneo habitual

acontecimientos
permanente transitorio

movimiento portátil inmóvil

estático dinámico

estructura espacial estable inestable

rígida elástica
invariable variable
inalterable versátil
conexiones conectado desconectado
interespaciales unido incomunicado

|
próximo lejano
condiciones |

f l exi bi lid ad
privacidad privado público
íntimo externo
cerrado abierto
impermeable permeable
jerarquía espacial vertical horizontal

específico indiferenciado
subordinado Independiente
nucleado disgregado
Cuadro 1. Condiciones para el habitar doméstico contemporáneo. Elaboración de la autora en base a teorías de
Villagrán (1988) y Doberti (2011).

El cuadro propone abordar las posibles relaciones entre demandas contemporáneas

de habitabilidad, a partir de aspectos sociales, culturales, físicos, biológicos y
psicológicos de los habitantes y categorías espaciales de opuestos a partir de
aspectos programáticos, proyectuales y constructivos de los espacios.

3.-CONCLUSIONES PRELIMINARES
Si bien el trabajo se encuentra aún en instancias de preselección de casos de estudio,
se puede concluir de modo preliminar, que el mismo puede aportar a reflexión sobre
los procesos de generación de espacios domésticos y contribuir a partir de ello, con el
material producto de la investigación, a la generación y revisión de criterios para la
producción de respuestas habitacionales pertinentes y acordes a modos de vida
actuales y a nuevas y diversas estructuras de convivencia. Se aspira además
contribuir a la definición de criterios para transformar viviendas de manera que puedan
ajustarse a nuevas necesidades de habitabilidad y romper modelos aún vigentes,
inertes y obsoletos, y a partir de ello posibilitar el desarrollo de nuevas identidades y
nuevas relaciones para el habitar doméstico contemporáneo.
Para que esto acontezca es necesario considerar tal como plantea Fernández Lorenzo
(2015, p. 170) una arquitectura que admita multiplicidad de intervenciones personales
e invite a una apropiación creativa.
Quizás también sea clave pensar en escenarios abiertos, variables, permeables y
elásticos para vidas cada vez más largas y complejas, que sugieran, ofrezcan
libertades y no impongan ni predeterminen modos de habitar.

4.-REFERENCIAS
[1] AMANN ALCOCER, A. (2011) El espacio doméstico: la mujer y la casa. Buenos
Aires: Nobuko.
[2] ARIÉS, P. y DUBY, G. (1989). Historia de la vida privada. Tomo 9. La vida privada
en el siglo XX. Madrid: Taurus.
[3] DE CERTEAU, M. (1994) La invención de lo cotidiano 2. Habitar, cocinar. México:
Iteso
[4] DOBERTI R., (2011). Habitar. Buenos Aires: Nobuko.
[5] FERNÁNDEZ LORENZO, P. (2015) Hacia una vivienda abierta concebida
como si el habitante importara. Madrid: KM 0
[6] PARDO, J. L. (1991) Sobre los espacios pintar, escribir, pensar. Barcelona.
Ediciones del Serbal.
[7] SACRISTE, E. (2011). Qué es la casa. Buenos Aires: Concentra.
[8] THERBORN, G. (2007) Familias en el mundo. Historia y futuro en el umbral del
siglo XXI en Arriagada, I. (coordinadora) Familias y políticas públicas en
América Latina: una historia de desencuentros. Santiago de Chile: CEPAL.
[9] SACRISTE, E. (2011). Qué es la casa. Buenos Aires: Concentra.
[10] WAISMAN, M. (1972) La estructura histórica del entorno. Buenos Aires: Ediciones
Nueva Visión.