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El concepto de discapacidad como problema.

En
pos de un término más universal, neutro e
inclusivo.
Por: Luis Miguel del Aguila - (Perú)

Planteamiento del problema: la discapacidad como


problema
En la actualidad existen muchos indicios preocupantes que señalan que ni el término ni
el concepto de discapacidad resultan plenamente satisfactorios para describir ni
comprender una de las manifestaciones más fundamentales de la esencia humana.

Estos indicios tienen que ver, por ejemplo, con la escasa identificación que las mismas
personas con discapacidad suelen mostrar con respecto a su propia condición. Sin
embargo, esta falta de identificación no es privativa de las personas con discapacidad,
ya que el común de las personas muy raramente reconocen que tienen discapacidades,
cualquiera que pueda ser el tipo o el grado de éstas.

Por esta razón podemos concluir que la discapacidad, en general, a pesar de que es
una condición inherente al ser humano (como se va a ver más adelante), es algo que
toma tiempo aceptar, por las connotaciones negativas que le rodean. En algunos casos
no se acepta nunca, a pesar de las apariencias.

Deberemos profundizar en las causas (sicológicas o de otra índole) que explican esta
situación de negación de la propia condición de discapacitado, si es que queremos
ayudar a revertir los obstáculos para este reconocimiento y las consecuencias
negativas que de ello se derivan. Es importante tomar debida cuenta de esto porque
afecta no sólo a las personas con discapacidad sino también al resto de los miembros
de la sociedad, impidiendo una integración más plena en todos los aspectos de la
actividad humana.

La tarea de investigar a fondo las causas y consecuencias reales de este problema


excede las pretensiones del presente artículo. A fin de poder plantear las bases de una
necesaria investigación futura, y a efectos de delimitar los alcances de nuestra
reflexión, deberemos referirnos por ahora sólo a su incidencia en el tema político;
seguidamente, describiremos los avances logrados por la OMS en la búsqueda por
encontrar términos y conceptos más neutros, universales e inclusivos; y terminaremos
haciendo un enfoque filosófico del problema, fijando nuestra posición preliminar
respecto al tema.

Discapacidad y política
La política es una de las esferas en las que se muestra la poca aceptación del concepto
de discapacidad, y se expresa por un lado como la discriminación de que son objeto las
personas con discapacidad y por otro como la auto-negación que las mismas personas
con discapacidad hacen de su propia condición. Es justamente ahí, en el ámbito de las
tomas de decisión, en el que las personas con discapacidad están luchando por tener
una presencia más efectiva, que se manifiesta este problema en toda su gravedad.
En razón de los enormes obstáculos que representa su reconocimiento e identificación,
verificamos que la causa de la discapacidad, entendida como una opción política que
debería ser de enorme interés para las grandes mayorías, no arrastra multitudes, ni
siquiera logra conseguir la firme adhesión de las propias personas con discapacidad.

Esto es así porque las connotaciones asociadas al concepto de discapacidad resultan


siempre negativas o peyorativas, sin terminar por ser lo suficientemente neutras o
inclusivas, a pesar de los esfuerzos desplegados en los últimos años para evitarlo. En
lo que sigue vamos a describir los aportes y avances logrados por las clasificaciones de
la OMS, y contribuir a aclarar conceptos para poder encontrar salidas o soluciones.

La OMS y el concepto de discapacidad: primera


aproximación.- Importancia de la Clasificación
Internacional de Deficiencias, Discapacidades y
Minusvalías - CIDDM
En el año 1980 La Organización Mundial de la Salud - OMS, generó una clasificación
general y comprensiva de la discapacidad que va desde una visión de los orígenes
médicos y de salud del tema hasta llegar a sus manifestaciones últimas en la vida
humana, en todos sus aspectos: sociales, económicos, políticos, laborales, culturales,
del entretenimiento o del placer, etc. Esta clasificación, conocida como CIDDM en
castellano (Clasificación Internacional de deficiencias, discapacidades y minusvalías) o
ICIDH en inglés (international classification of impairments, disabilities & handicaps),
ha sido de gran valor durante todo este tiempo habiéndose utilizado ampliamente en
esferas tales como la rehabilitación, la educación, la estadística, la política, la
legislación, la demografía, la sociología, la economía y la antropología.

Otro aspecto importante de la CIDDM es que, con ella, por primera vez se comenzó a
poner el acento en el entorno físico y social como factor fundamental de la
discapacidad, es decir se señaló a las propias deficiencias de diseño como causas
generadoras de limitaciones y reducción de oportunidades.

Esta primera clasificación se orientaba a entender el fenómeno de la discapacidad, en


términos generales, desde experiencias de salud enfocadas hacia tres aspectos
negativos o de restricción: 1) las deficiencias que se presentan en lo corporal,
fisiológico u orgánico; 2) la discapacidades, entendidas como las restricciones en la
actividad de un individuo debido a cualquier deficiencia; y 3) las minusvalías,
entendidas como situaciones desventajosas, derivadas de deficiencias o
discapacidades, que limitan o impiden participar o desempeñar roles sociales en
niveles considerados normales.

No obstante los avances logrados, muchos usuarios expresaron su preocupación por el


hecho de que algunas definiciones que figuraban en la clasificación (como la del
término minusvalía por ejemplo), además de implicar ciertas connotaciones negativas,
podían aún considerarse de carácter demasiado médico y centrado en la persona, y tal
vez no aclaraban suficientemente la relación recíproca entre las condiciones o
expectativas sociales y las capacidades de la persona. Por esta razón la OMS decidió
someter esta clasificación a una reformulación conceptual radical que se expresa en
una nueva CIDDM, llamada CIDDM-2, que en versión beta la OMS ha puesto a
disposición de los interesados, a la espera de comentarios o sugerencias que serán
tenidos en cuenta en el nuevo texto definitivo de esta clasificación que se deberá
publicar el año 2001. Este borrador se puede encontrar en:
http://www.who.ch/icidh

Clasificación Internacional del Funcionamiento y la


Discapacidad - CIDDM-2
La última versión de esta nueva clasificación, ya no habla de "Clasificación
Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías", ni siquiera de
"Clasificación Internacional de Deficiencias, Actividades y Participación". Ahora se habla
de "Clasificación Internacional del Funcionamiento y la Discapacidad". Para evitar las
connotaciones negativas el término "discapacidad" ha sido reemplazado por ejemplo
por el término neutro "actividad" y las circunstancias negativas en esta dimensión se
describen como "limitaciones de la actividad"; el término "minusvalía", ha sido
reemplazado por el de "participación", y las circunstancias negativas en esta dimensión
se describen como "restricciones de la participación". Ver cuadro siguiente:

Dimensiones Funciones y Actividades Participación Factores Contextuales (*)


Estructuras
corporales
Nivel de Cuerpo (partes Individual Social Factores del Entorno (influencia
Funcionamiento delcuerpo) (persona como (situaciones externa sobre el funcionamiento) +
un todo) vitales) Factores Personales (influencia interna
sobre el funcionamiento)
Características Funciones Realización de Implicación en Características del mundo físico, social
corporales actividades situaciones y actitudinal + Atributos de la persona
Estructuras vitales
corporales
Aspectos positivos Integridad Actividades Participación Facilitadores
(Funcionamiento) funcional y
estructural
Aspectos negativos Deficiencia Limitación en la Restricción en la Barreras/Obstáculos
(Discapacidad) actividad participación

(*) Los Factores Contextuales son un componente esencial de la clasificación e interaccionan con las tres
dimensiones.

El objetivo principal de la clasificación CIDDM-2, es proporcionar un lenguaje unificado


y estandarizado que sirva como punto de referencia para describir el funcionamiento
humano y la discapacidad como elementos importantes de la salud. La clasificación
cubre toda alteración en términos de "estados funcionales" en los niveles corporal,
individual y social, asociados con estados de salud.

"Funcionamiento" y "Discapacidad" son términos genéricos que abarcan tres


dimensiones: (1) funciones y estructuras corporales; (2) actividades en el nivel
individual; y (3) participación en la sociedad. Estas dimensiones de la experiencia
relacionada con la salud, reemplazan los términos utilizados anteriormente -
"deficiencia", "discapacidad" y "minusvalía"- y extienden su significado para incluir
experiencias positivas.

Existe un malentendido acerca de que la CIDDM-2 trata únicamente sobre personas


con discapacidades, sin embargo es válida para cualquier persona. Los estados
funcionales relacionados con cualquier estado de salud a escala individual, personal y
social, pueden ser descritos utilizando la CIDDM-2. En otras palabras, la CIDDM-2
tiene una aplicación universal

Con la breve descripción que hemos hecho de los elementos y enfoques que están
presentes en la clasificación de la versión Beta-2 de la CIDDM-2 se pueden comprobar
los siguientes avances: A) Que dicha clasificación es válida para cualquier persona, sin
necesidad que presenten discapacidades, por lo que tiene una aplicación universal. B)
Que la visión de la discapacidad sólo desde sus aspectos negativos o de restricción
ofrece una visión fragmentaria y sesgada de la realidad. C) Que son las faltas de
previsión, en el diseño de la realidad social, las que restringen la accesibilidad de las
personas para participar en más actividades, por lo que deben ser corregidas a fin de
asegurar una mejor integración e interacción de las personas entre sí,
independientemente de sus estados de salud, orgánicos o corporales.

La discapacidad como concepto filosófico. Primera


aproximación: discapacidad y finitud
Desde un punto de vista filosófico se puede decir que la discapacidad es un aspecto
fundamental de la esencia humana por ser una manifestación de la finitud del hombre.
Entiendo por finitud el conjunto de hechos y manifestaciones asociados a la condición
fáctica de la existencia humana. La vida humana tiene un principio y un final, el
nacimiento y la muerte: esta es la expresión más vital de sus límites. Sin embargo,
estos límites se refieren no solo a la dimensión temporal sino también a la espacial. De
esta manera somos también seres situados en el espacio, y nuestro cuerpo resulta ser
uno de los determinantes fundamentales de nuestro modo de ser en el mundo. Esta
ubicación corporal y espacio temporal nos define como seres finitos. De otra parte la
finitud conlleva también la idea de discapacidad en la medida que pone en evidencia la
imperfección de la que gozamos todos los seres humanos.

Discapacidad y salud
Desde que ningún ser humano es perfecto y todos somos seres finitos, todos tenemos
una mayor o menor grado de discapacidad, sea temporal o permanente, notoria o no.
De otro lado la discapacidad puede considerarse como el reverso o uno de los aspectos
de la salud, tomado en el sentido más amplio. En todo caso la discapacidad señala una
relación a la salud. Y no porque discapacidad sea sinónimo de enfermedad. Es en este
sentido que la discapacidad incumbe a todos los seres humanos, en la misma medida
que a todos nos incumbe la salud. Si la salud es la condición básica para poder
disfrutar de la vida, la discapacidad resulta siendo la presencia de más o menos
obstáculos no esenciales que dificultan o impiden este disfrute.

Conclusiones
Ahora, con la breve revisión que hemos hecho de los elementos que constituyen el
concepto y las manifestaciones de la discapacidad, derivados las clasificaciones de la
OMS o del análisis filosófico, se puede comprobar lo siguiente: 1. Que la discapacidad
constituye una escala de grises de la que participamos todos los seres humanos, sin
excepción, desde que no existen estados de salud perfectos. 2. Que la discapacidad es
una condición esencial del ser humano que debe ser estudiada en mayor profundidad
porque, a través de la manifestación de sus grados extremos, se puede llegar a
conocer aspectos de su realidad todavía desconocidos o que han pasado
desapercibidos hasta la fecha. 3. Que tan pronto como se comience a comprender la
verdad de esta situación comenzarán a caer las barreras que separan a las personas
con discapacidades más graves o notorias, de las personas con discapacidades leves o
poco aparentes. 4. Que, desde el punto de vista político, la causa de la discapacidad
debe convertirse en el futuro en una de las causas más importantes de la humanidad,
por implicar y ser común a las grandes mayorías que sufren discriminación y carencias,
es decir a los marginados, a los desplazados y a los pobres.

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