Videojuego: Carapace Crossing.

Integrantes:

 Natalia Camacho  Andrés Felipe Ortiz

 Javier Jaimes  Thomás Mosquera Prado
 Julián Torrado  Elisabeth Duarte

El ser humano llega a perforar una reserva petrolera en los llanos orientales, justo en el

hábitat del armadillo, devastando así su ecosistema y perjudicando sus fuentes de agua, es

por ello que un grupo de armadillos supervivientes se verán abocados a emprender una

aventura por la supervivencia.

Tendrán que sortear una serie de obstáculos como lo son el cazador, que trabaja para un

cocinero que desea un plato exótico para su restaurante; el jaguar, que siempre que pueda

aprovechará la oportunidad de una cena rápida si se cruzan por su camino y el chigüiro, su

competidor interespecífico.
Primer escenario: El hábitat natural del armadillo.

En el hábitat se logra observar una gran cantidad de armadillos que se encuentran dispersos

en grupos pequeños, el terreno es un poco irregular y se evidencia que es un pastizal, sin

embargo también se ve la presencia de árboles que no son muy altos, solo que algunos

respecto a los armadillos se ven de tamaño considerable debido a que el armadillo es un

animal pequeño. En el terreno se logra observar que hay zonas un poco áridas y el terreno

es rocoso. Por último debe notarse que este hábitat recibe gran cantidad de luz solar y los

cielos se ven, por lo general despejados.

Segundo escenario: Camino a la reserva macarena. El conflicto del lago.

En esta parte del juego, que es el lago, para poder hidratarse, el grupo de armadillos tendrá

que seguir siendo muy cuidadoso, debido a la intensa presencia del cazador, además que el

jaguar también debe tomar agua, no obstante, para garantizar su supervivencia tienen que

evitar cualquier encuentro con estos dos siendo muy discreto y ágil a la hora de ir a beber

agua, pero he aquí otro problema y es que un chigüiro no dejará que beban el agua tan

fácilmente generándole retrasos, entonces en cualquier encuentro con estos individuos el

grupo de armadillos se verá en serios problemas, la idea es evitar estos encuentros e

hidratarse rápidamente.
Tercer escenario: Llegada a la reserva la macarena.
La reserva la macarena posee extensos matorrales y ríos en los que el grupo de armadillos

puede por fin sentirse como en casa, sus 629. 280 hectáreas se convertirán de ahora en más

en un hábitat en el que podrán disfrutar de sus amados insectos, hormigas y raíces de todo

tipo, aunque siempre deben estar atentos a llegar antes que sus competidores

interespecificos, entre ellos el chiguiro.

Por supuesto, aún el jaguar estará acechando, pero su mayor amenaza, el hombre, se

convertirá de ahora en adelante en su mejor aliado, como protectores del hábitat.

El grupo de armadillos ha cumplido su misión, por ahora puede vivir en paz, pero será su

deber cuidar de la reserva mientras escapa día a día de los peligros propios de la naturaleza.

¿Será capaz de cuidar la reserva de la codicia humana?