Apología de Sócrates

Sócrates es acusado por sus primeros acusadores de ser impío; por tener una curiosidad
criminal al querer saber lo que pasa en el cielo y en la tierra; por convertir causas malas en
buenas y enseñar a los demás sus doctrinas.
Aunado a estas acusaciones también es demandado por Melito, Licón y Anito con el cargo
de corromper a los jóvenes porque no cree en los dioses del Estado y pone divinidades nuevas
bajo el nombre de demonios.
Argumentos a favor de la acusación hecha por el gobierno de Atenas en contra de
Sócrates

1.-Sócrates es un impío porque no muestra devoción religiosa a los dioses del estado:
Sócrates no cree en los dioses que acepta el estado griego, no solo lo proclama sino que a la
menor oportunidad crítica y adoctrina en su contra, esto provoca división en la sociedad
griega, la unidad social se rompe porque la religión es un aspecto vital que da soporte al
orden social. Si existen diferentes posturas en relación a los dioses aceptados de manera
general, se presentan conflictos sociales y el rompimiento del equilibrio será proporcional a
la importancia de la religión para cada ciudadano sobre todo debido a que la religión se
encontraba entrelazada a casi todos los aspectos de la vida cotidiana (1)
Las conductas religiosas tienen su principal motivo en la piedad (eusébeia: respeto de las
obligaciones hacia los dioses), e impiedad (asébeia: ausencia de respeto a las creencias y a
los rituales comunes de los habitantes de una ciudad). Sin embargo a pesar de que no tenían
un carácter definido y obligatorio, se consideraba como impío todo lo que iba en contra de la
tradición en materia de religión, toda innovación, todo cambio como: la introducción en la
ciudad de dioses que no eran oficialmente aceptados, las concepciones que ponían en
entredicho las creencias tradicionales, la modificación de ritos ancestrales. Incluso, cualquier
atentado contra la integridad del patrimonio divino (el robo en detrimento de un templo, la
mutilación o el cultivo de árboles sagrados), toda profanación, imitación o falsificación de
una ceremonia religiosa (2)
2. Sócrates al ser un impío corrompe a los jóvenes: Si lo que une a los ciudadanos fortalece
a la polis, a la sociedad, lo que lo divide o separa, debilita y atenta en contra del orden social.
La corrupción de una persona por otra atenta contra la persona corrompida, contra la sociedad
y contra el estado. El estado está obligado a defender a la sociedad, al ciudadano y al propio
estado en contra de la corrupción y más a los indefensos, lo que hace más grave la corrupción
de los jóvenes que no cuentan aún por su edad, con la experiencia, sabiduría y conocimiento
para discernir entre una actitud que atenta en contra de ellos y otra que no lo es. Sócrates se
aprovecha de esta situación de vulnerabilidad y corrompe con su ejemplo y sus
discernimientos que son frecuentes y constantes a los jóvenes que están ávidos de saber pero
faltos de prudencia intelectual. Sócrates presenta un largo historial de alterar el orden social,