Espiritualidad

La espiritualidad es definida comúnmente definida como nuestra conciencia, una parte de

nosotros, esa voz que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo superior a
todos los seres vivos, “Dios hablando dentro de nosotros”, en religión, la espiritualidad es
un conjunto de normas éticas basadas en idiosincrasia colectiva para poder dirigir la vida
según las enseñanzas y normas de un Dios o líderes espirituales/pastorales. La
espiritualidad cristiana, por ejemplo, tiene como base y fundamento las enseñanzas de
Cristo y de sus discípulos.
Es un estilo de vida que marca nuestro modo de aceptar el don de la fraternidad, amor al
prójimo, de la cual nos llama el Padre: “Es un estilo o modo de vivir la vida cristiana, vida
en «Cristo» y en el «Espíritu» acogida por la fe manifestada en el amor, vivida en la
esperanza, dentro de la comunidad eclesial” (Arias Luna, 2011, págs. 22-26)
Otro aspecto importante que hay que resaltar surge de su carácter comunitario. El camino
espiritual siempre ha sido presentado como el cuidado de valores individuales en función
de la perfección personal. “Vida Espiritual” era sinónimo de “Vida interior” como aquello
vivido en lo íntimo de cada uno, sin embargo, en la actualidad conocemos que el ser
humano es un ser de cohabitación comunitaria, y aunque en primera estancia la
espiritualidad es de logros o normas sociales receptadas y ejercida de manera individual,
es también importante notar que quienes tienen espiritualidad parecidas suelen agruparse
para así poder conseguir de una mejor manera logros o desarrollos de esta.
Por lo tanto, damos como entendido que la espiritualidad no es una cosa propia de grupos
escogidos y en ningún sentido cerrado, ligado la mayoría de las veces a la vida religiosa.
La espiritualidad, no es una cuestión de minorías. Es una excelencia para todos.