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El Aborto

La palabra aborto proviene del latín (abortus) que a su vez deriva del término
(aborior), por la cual se dice, que es la interrupción y finalización prematura del embarazo
de forma natural o voluntaria. En un sentido más amplio, puede referirse al fracaso por
interrupción o malogramiento de cualquier proceso o actividad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que es la expulsión o
extracción de un feto o embrión, de su madre, cuyo peso sea de 500 gramos o menos. Este
estadio corresponde aproximadamente a 20 semanas de gestación
Tipos:
-Aborto inducido: consiste en provocar la muerte del embrión o feto. Puede tratarse de
un aborto terapéutico (o aborto indirecto) cuando se realiza desde razones médicas, o de
un aborto por decisión personal (interrupción voluntaria del embarazo), cuando se realiza
a petición de la mujer embarazada. A su vez, según la técnica empleada para inducir el
aborto, se puede hablar de aborto médico o aborto con medicamentos y de aborto
quirúrgico.
-Aborto espontáneo: es aquel que no es provocado intencionalmente. La causa más
frecuente es la muerte fetal; por anomalías congénitas del feto, frecuentemente genéticas.
En otros casos se debe a anormalidades del tracto reproductivo, o a enfermedades
sistémicas de la madre o enfermedades infecciosas. Cuando la edad gestacional es
superior a 22 semanas o el peso del feto supera los 500 gramos, se habla de muerte fetal.
Entre los signos y síntomas se encuentran el sangrado transvaginal anormal, por el cual
se tiene que ser valorada por su ginecólogo y verificar que no queden restos placentarios.
-Aborto terapéutico: es la interrupción provocada del desarrollo fetal, a diferencia del
aborto inducido a este le preceden razones estrictamente médicas. Entre estos motivos
cabe si la salud de la madre (física o mental) se encuentra directamente comprometida
con dicho embarazo o en caso, si la vida de la madre corre riesgo. Es importante
diferenciar el aborto terapéutico del inducido, ya que en el segundo influyen más factores
socioeconómicos como ser producto de una violación, tener la incapacidad de solvencia
económica, entre otros.
Argumentos a favor y en contra del aborto
-Argumentos a favor
1. Incluso si el feto, debido a la continuidad biológica y a la herencia cromosomática se
considera no meramente como un ser humano potencial, sino actual, aun así no se ha
convertido todavía en persona humana. Y únicamente la persona tiene derechos, incluidos
el de la vida. Puesto que el feto no posee, por consiguiente, el derecho de la vida, puede
ponerse fin a su vida, por una buena razón, sin violación alguna de la buena moral.

2. Incluso si al feto se le reconoce el derecho a la vida, es el caso, con todo, que en una
colisión de derechos, los del feto han de ceder ante los de la madre. Desde cualquier punto
de vista, los derechos de la madre tienen preferencia sobre los del feto. En efecto, ella es
una persona adulta, que ejerce su inteligencia y controla libremente su vida con
posibilidades, y contraídas para con su familia y los demás. Para el feto, en cambio, todo
esto es futuro. Vive exiguamente, es inconsciente y es totalmente dependiente. La madre
puede vivir sin él, pero él no puede vivir sin la madre.
3. En algunos casos, el niño puede considerarse como un agresor injusto sobre la salud
física o mental de la madre. El peligro para la salud física de la madre, en determinados
embarazos, es la razón de que la mayoría de los estados permitan el aborto terapéutico.
Pero en el caso de la salud mental es exactamente tan importante como la salud física.
Convertir el resto de la vida de la madre en una tortura intolerable al trastorno psíquico
constituye un precio demasiado elevado en su caso. A la madre le está moralmente
permitido defenderse contra semejante perspectiva, y podrá ocurrir que la única defensa
consiste en la eliminación de la causa.
-Argumentos en contra
1. Todas las pruebas biológicas confirman el hecho de que el feto humano es
sencillamente humano. El huevo fecundado tiene el patrón de los cromosomas humanos,
que contiene todos los factores hereditarios, y no puede desarrollarse como algo que no
sea un ser humano. Además, los biólogos atestiguan unánimemente que la vida fetal es
distinta de la vida de la madre, pese a que los dos estén unidos durante el período de
gestación. Así, pues, toda analogía con la extirpación quirúrgica de tumores o con la
muerte de animales es inaplicable al caso del aborto.
2. Todos los seres humanos son iguales en cuanto a su derecho a la vida, y la edad no
confiere prioridad alguna. Si sólo se trata de permitir indirectamente la muerte de uno u
otro, debería escogerse a aquel que tiene la mejor probabilidad de sobrevivir. Pero una
colisión de derechos, no puede decidirse, con todo, dando muerte a una persona inocente,
que no ha hecho más que perder su derecho a la vida. En tal caso, el derecho de cada uno,
cede al deber de cada uno, y ni uno ni otro han de matarse. La madre no puede matar a
ninguno de sus hijos nacidos para descargarse de sus diversas responsabilidades; ¿por
qué, pues, debería poder hacerlo con el nonato?
3. Parece absurdo considerar a un niño nonato como un agresor contra sus padres, quienes
por su propio acto voluntario causaron su presencia en la matriz materna. La agresión no
consiste en estar simplemente presente, sino en hacer algo. Debe haber para ello un
verdadero ataque. Si el embarazo no se desarrolla normalmente, esto es uno de aquellos
accidentes que no son culpa de nadie, y con seguridad no más del niño que de los padres.
El punto de vista de la salud mental es distinto. Aquí, en efecto, la madre es la que necesita
tratamiento, y el matar al niño no constituye una solución moral, como no la constituiría
matar a los perseguidores imaginarios como remedio para la paranoia.
4. Ningún moralista desea que los médicos sean remisos en su deber profesional de salvar
vidas humanas. Han de servirse de todos los medios legítimos, pero no deben recurrir a
medios que son moralmente malos. Los médicos no tienen más derecho que otra persona
cualquiera para dar la muerte a seres inocentes. El hecho de que el niño nonato no pueda
defenderse a sí mismo no significa que su derecho puede ser violado a voluntad de
cualquiera. La protección del derecho del niño a la vida no es legalismo, sino el empleo
correcto de la ley. El que la necesidad no reconozca la ley podrá constituir un proverbio
popular, pero no posee fuerza alguna como guía moral, ya que siempre cabría inventar
alguna forma de necesidad para justificar lo que fuera.
Restricciones para la práctica del aborto
En Venezuela el aborto se permite solamente para salvar la vida de la mujer
preñada, en cuyo caso debe contarse con el consentimiento por escrito de la mujer, su
esposo o su representante legal en caso de ser soltera o menor de edad. El procedimiento
debe ser practicado en una instalación adecuada, utilizando todos los recursos científicos
posibles (United Nations, 2002).
La sanción para la mujer que se practica su propio aborto o consiente que otro se
lo induzca es de prisión de seis meses a dos años, a quien lo practica se le castiga con
prisión de doce a treinta meses. Se señala que si el culpable del aborto fuera el marido,
las penas establecidas se aumentarán en una sexta parte.
Como en varios de los países de la región, las penas se disminuyen en el caso de
que el autor del aborto lo hubiere cometido por salvar su propio honor o la honra de su
esposa, de su madre, de su descendiente, de su hermana o de su hija adoptiva.
En diciembre del 2004 algunas organizaciones de la sociedad civil presentaron
una propuesta de reforma a la legislación de aborto en Venezuela, aprovechando la
revisión del Código Penal, para hacer excepciones a la penalización en casos de violación
o incesto, daño fetal y peligro para la salud de la mujer.
Criterios sobre el aborto
-Religiosos:
En el caso de la jurisprudencia islámica, por ejemplo, existe desacuerdo en cuanto
al momento exacto de la instalación del alma en el cuerpo y el desarrollo del feto, (un
grupo permite el aborto hasta los 120 días, otros los prohíben en etapas más tempranas).
Dentro del judaísmo, si bien se exige el aborto cuando peligra la vida de la madre, existe
una gran divergencia entre los distintos movimientos en cuanto a permitir el aborto por
razones terapéuticas.
En la iglesia romana: antes de 1869 la mayoría de los teólogos enseñaban que el
feto se convertía en un ser humano con alma a partir de los 40 días a veces más tarde
después de la concepción. La postura de la jerarquía eclesiástica de condena absoluta al
aborto ha sido cuestionada por teólogos católicos que piensan que es permisible en las
primeras etapas de gestación. Mientras que los pontífices se preocuparon
primordialmente de problemas de penitencia en relación al aborto, es decir catalogaban y
definían la magnitud de varios pecados entre los cuales el aborto no era de los más
trascendentales. La práctica del aborto bajo cualquier circunstancia se convirtió en falta
grave y castigada con la excomunión.
La mayoría de las iglesias e instituciones vinculadas a cultos religiosos han
declarado su punto de vista frente al aborto en forma clara. La más fuerte posición es la
organización Pro-Vida, cuyos líderes provienen principalmente de la católica. Con
excepción de la católica, la mayoría de las iglesias que tienen la posición Pro Vida,
aceptan el aborto en casos excepcionales como cuando la vida de la madre está en riesgo
de muerte.
Judíos ortodoxos, protestantes evangélicos, luteranos y mormones creen que la
vida comienza en el momento de la concepción y, por lo tanto, que el feto es digno de
derechos y protección. Otras casas de Dios, como Unidad de Cristo, Metodista, Episcopal
y Prebisteriana han adoptado abiertamente la posición pro-elección, que consideran que
la definición del momento en que la vida humana se inicia es una cuestión que no está
establecida. Por lo tanto, entienden que se debe permitir a la mujer ejercer su libertad
personal y seguir sus creencias morales y religiosas. Consideran además que el bienestar
de la mujer es una prioridad sobre el bienestar del niño y creen que la legalización del
aborto asegura la salud de la mujer.
-Legales:
La ley Venezolana respecto al aborto provocado es concluyente: hay sanción
penal para la mujer que se cause un aborto o que permita que otro se lo cause, como
también para quien lo realice, aun con consentimiento de la interesada. Como vemos, por
cada aborto que se practica es lo común que surjan dos delincuentes.
Pese a la claridad de esa disposición, de ordinario carece de vigencia. Ante la
política de “dejar hacer”, o de indiferencia, que adoptan las autoridades sanitarias y de
policía, la ley penal se ha convertido en rey de burlas. En Venezuela el aborto inducido
es moneda de libre circulación. Excepcionalmente se adelanta un proceso por dicho
delito. Si los fallecimientos posaborto ocurridos en los centros hospitalarios del Estado
o de la Seguridad Social no dejan tras de sí ningún proceso de carácter penal, menos lo
dejan los miles de casos que son atendidos por complicaciones no mortales, pese a
existir la certeza de que el aborto fue provocado.

-Éticos:
1. Buscar convergencia pro-persona en posturas divergentes ante el aborto.
Posturas opuestas pueden, sin embargo, coincidir al afirmar que el aborto no es
deseable, ni aconsejable; que hay que unir fuerzas para desarraigar sus causas; que nadie
debe sufrir coacción para abortar contra su voluntad; y que debe mejorarse la educación
sexual para prevenir el aborto.
2. No confundir delito, mal y pecado.
Rechazar desde la propia conciencia el mal moral del aborto puede ser compatible
con admitir la posibilidad de que, en determinadas circunstancias, las leyes no lo
penalicen como delito. El apoyo a esas despenalizaciones no tiene que identificarse
necesariamente con favorecer el aborto a la ligera, ni considerarlo deseable para la mujer.
3. Dejar margen para excepciones inéditas en situaciones conflictivas.
Las situaciones límite no deberían formularse como colisión de derechos entre
madre y feto, sino como conflicto de deberes en el interior de la conciencia de quienes
quieren (incluida la madre) proteger las vidas de madre y feto. En los casos trágicos no
hay soluciones prefabricadas. Las campañas de mal gusto –por ambos extremos, pro-
abortistas y anti-abortistas- no ayudan al debate.
4. Acompañar personas antes de juzgar casos.
Ni las religiones deberían enarbolar banderas de excomunión, ni las presuntas
posturas defensoras de la mujer deberían jugar demagógicamente con la apelación a
derechos ilimitados de ésta para decidir sobre su cuerpo en supuesta colisión con la
exigencia de respeto por parte del feto. El aconsejamiento moral o religioso puede
acompañar a las personas en su toma de decisión, pero sin decidir en su lugar ni
condenarlas.
5. Comprender la vida naciente como proceso
.La vida naciente en sus primeras fases no está plenamente constituida como para
exigir el tratamiento correspondiente al estatuto personal, pero eso no significa que pueda
considerarse el feto como mera parte del cuerpo materno, ni como realidad parásita
alojada en él. La interacción embrio-materna es decisiva para la constitución de la nueva
vida naciente y merece el máximo respeto y cuidado a medida que se aproxima el tercer
mes de embarazo aumenta progresivamente la exigencia de ayudar a que éste se lleve a
término.
6. Confrontar las causas sociales de los abortos no deseados.
No se pueden ignorar las situaciones dramáticas de gestaciones de adolescentes,
sobre todo cuando son consecuencia de abusos. Sin generalizar, ni aplicar
indiscriminadamente el mismo criterio para otros casos, hay que reconocer lo trágico de
estas situaciones y debatir ampliamente sobre cómo abordar el problema social del aborto,
cómo reprimir sus causas y cómo ayudar a su disminución.
7. Afrontar los problemas psicológicos de los abortos traumáticos.
Es importante prestar asistencia psicológica y social a aquellas personas a las que
su toma de decisión dejó cicatrices que necesitan sanación. No hay que confundir la
contracepción de emergencia con el aborto. Pero sería deseable que la administración de
recursos de emergencia como la llamada píldora del día siguiente fuese acompañada del
oportuno aconsejamiento médico-psicológicos.
Médicos:
En el tema del aborto provocado, en general, y del aborto llamado "terapéutico"
en particular, se involucran valores importantes para los individuos y para toda la
población. Existe mucha confusión respecto de los términos empleados para nominar las
distintas acciones que los médicos obstetras deciden realizar en las situaciones clínicas
que presentan sus pacientes. Pretende precisar cuáles interrupciones de un embarazo
corresponden a acciones no solamente lícitas sino obligatorias para un médico, por
corresponder a los fines de la medicina, y cuáles son abortos provocados. Para ello se
analiza el fin de la profesión médica y a quienes debe el profesional de la salud otorgar
siempre sus cuidados. Realiza una reflexión sobre la diferencia entre concepto, criterios
y signos para distinguirlos cuando hablamos de viabilidad fetal y de aborto provocado.
Desde esa perspectiva, establece el concepto de aborto provocado, buscando sus
rasgos necesarios y evitando la confusión con los criterios y signos utilizados para
reconocer esa realidad en un caso particular. Finalmente, deduce los criterios y signos de
una interrupción de un embarazo en armonía con los valores de la medicina.
Sociales:
No hay duda, como ya señalé, que el embarazo indeseado es la causa precipitadora
del aborto provocado. Por eso se ha considerado como una enfermedad social. En efecto,
el aborto toca y compromete a los distintos estratos sociales, pero los más afectados
vienen a ser aquellos de extracción baja, de pobre condición socio-económica.
La mujer que logra ponerse a salvo de un embarazo inesperado, impertinente,
nunca se verá expuesta a tener que tomar tan grave determinación. De ahí que siempre se
pregone que la medida más lógica para ayudar a combatir el flagelo del aborto sea la
profilaxis del embarazo indeseado, haciendo uso de los métodos anticonceptivos o
resistiendo a la tentación del acto sexual. Esta última estrategia requiere, a no dudarlo,
una templanza admirable. La primera, a su vez, presupone un suficiente nivel cultural de
las mujeres, es decir, estar adecuadamente informadas sobre métodos, escoger el más
conveniente y usarlo de manera correcta. Lo anterior es posible en los estratos sociales
medios y altos, no así en los bajos. Por eso el embarazo indeseado es de más frecuente
ocurrencia en la población femenina que compone esa franja social, pues sus integrantes
carecen, las más de las veces, de adecuada formación cultural y de mínimos recursos
económicos. Frente al conflicto que les genera un embarazo no deseado, la única solución
que vislumbran es ponerle fin a él. La falta de dinero para acceder al consultorio de un
médico las obliga a ensayar el autoaborto, utilizando recursos insubstanciales o
francamente agresivos y letales. Otras veces -lo más frecuente- logran remunerar
pobremente a comadronas y a dependientes de droguerías5, que por su ignorancia y
atrevimiento también se convierten en sujetos agresivos y letales. Es fácil entender
entonces por qué esa población femenina es la que suele ocupar las camas de los
hospitales estatales, y también las mesas de autopsia. En contraposición, las mujeres que
tuvieron recursos para pagar al de manos enguantadas y segura experiencia, resuelven su
problema sin pagar otro tributo distinto al meramente económico.
Artículos según el código orgánico procesal penal venezolano:
Artículo 430. La mujer que intencionalmente abortare, valiéndose para ello de medios
empleados por ella misma, o por un tercero, con su consentimiento, será castigada con
prisión de seis meses a dos años.
Artículo 431. El que hubiere provocado el aborto de una mujer con el consentimiento de
esta, será castigado con presión de doce a treinta meses.
Si por consecuencia del aborto y de los medios empleados para efectuarlo, sobreviene la
muerte de la mujer, la pena será presidio de tres a cinco años; y será de cuatro a seis años,
si la muerte sobreviene por haberse valido de medios más peligrosos que los consentidos
por ella.
Artículo 432. El que haya procurado el aborto de una mujer, empleando sin su
consentimiento o contra la voluntad de ella medios dirigidos a producirlo, será castigado
con prisión de quince meses a tres años. Y si el aborto se efectuare, la prisión será de tres
a cinco años.
Si por causa del aborto o de los medios empleados para procurarlo, sobreviniere la muerte
de la mujer, la pena será de presidio de 6 a 12 años. Si el culpable fuera el marido, las
penas establecidas en el presente artículo se aumentarán en una sexta parte.
Artículo 433. Cuando el culpable de alguno de los delitos previstos en los artículos
precedentes sea una persona que ejerza el arte de curar o cualquiera otra profesión o arte
reglamentados en interés de la salud pública, si dicha persona ha indicado, facilitado o
empleado medios con los cuales se ha procurado el aborto en que ha sobrevenido la
muerte, las penas de ley se aplicarán con el aumento de una sexta parte.
La condenación llevará siempre como consecuencia la suspensión del ejercicio del arte o
profesión del culpable por tiempo igual al de la pena impuesta.
No incurrirá en pena alguna el facultativo que provoque el aborto como medio
indispensable para salvar la vida de la parturienta.
Artículo 434. Las penas establecidas en los artículos precedentes se disminuirán en la
proporción de uno a dos tercios y el presidio se convertirá en prisión, en el caso de que el
autor del aborto lo hubiera cometido por salvar su propio honor o la honra de su esposa,
de su madre, de su descendiente, de su hermana o de su hija adoptiva”.
Las complicaciones de aborto son muy difíciles de estimar debido al subregistro; sin
embargo, con frecuencia presentan en los servicios de salud situaciones derivadas de las
prácticas clandestinas, que casi en su totalidad se realizan en malas condiciones de asepsia
principalmente en las mujeres de clases sociales populares, ya que aquellas que cuentan
con recursos económicos pueden acceder a servicios con personal calificado y en buenas
condiciones de higiene; por esto último se puede decir que el aborto también constituye
un problema de clase social.
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”
SAN JUAN DE LOS MORROS – ESTADO - GUARICO
AREA CIENCIAS DE LA SALUD
ASIGNATURA – ÉTICA Y DEONTOLOGÍA MÉDICA
3ER AÑO- SECCION “7”

El aborto

Profesor: Estudiantes:
Frank Álvarez Barajas Barbara C.I 25.727.164
Evies Thiany C.I 24.364770
Meira Carlen C.I. 24913213
Maikol Meza C.I. 25583416
Rey Gerson C.I 25.591.576
Diciembre, 2017
INDICE
Cont. Pág.

Introducción…………………………………………………………………………..03

Aborto………………………………………………………………………………....04
Tipos de aborto………………………………………………………………………..04
Inducido……………………………………………………………………….04
Espontaneo……………………………………………………………………04
Terapéutico…………………………………………………………………....04
Argumentos a favor…………………………………………………………………..04
Argumentos en contra………………………………………………………………..05
Restricciones para la práctica del aborto…………………………………………....06
Criterios sobre el aborto……………………………………………………………...06
Religiosos………………………………………………………………………06
Legales………………………………………………………………………….07
Éticos…………………………………………………………………………...07
Médicos………………………………………………………………………...08
Sociales…………………………………………………………………………09
Artículos según el código orgánico procesal penal venezolano……………………..09
Conclusión……………………………………………………………………………..10
Introducción
El trabajo que mostraremos a continuación tiene como primer objetivo el informar
sobre las distintas leyes que se relaciona con el aborto, como también lo que se refiere un
aborto que en muchos casos no lo tomamos en consideración, y por el cual no conocemos,
también mostraremos los tipos de abortos específicos que necesitamos conocer, ya que a
la hora de tomar cierta decisión o el correcto llenado de una historia clínica, no
confundirlo con un aborto ilegal.
En nuestra era hay muchas madres que son capaces de practicar este delito, que
por cierto modo tienen poca información sobre él, y esto desencadena una lluvia de malas
acciones que pueden perjudicar tanto así al feto, como a las persona allegadas a la madre.
También presentaremos argumentos de nuestra era que llegar a estar a favor del
aborto y no solo se culpa a la opinión de la madre, como también argumentos que están
en contra y pueden perjudicar la sociedad por su prática.
Más que todos las mujeres no llevan a practicar el aborto por leyes que protegen
al bebe antes de nacer, pero también tenemos que tomar en cuenta que muchas de ellas
son mujeres jóvenes incapaces de tomar una decisión, y a la final no haber abortado fue
una decisión muy bien tomada.
Existen mucho criterios que se relaciona al aborto aquí estarán disponibles,
criterios éticos, legales, médicos y religiosos que llevan a su práctica muy lejos de ser
normalmente aceptado por la comunidad y por sí misma.
Conclusión
Ya conociendo el concepto de aborto podemos evitarlo o en algún caso practicarlo
cuando hay un problema para la salud de la madre, que partiendo desde los distintos
puntos a contemplar el aborto inducido es cuando se lleva a cabo tanto como médico,
como personalmente donde solo se presenta por la salud de la madre o porque
simplemente la madre no quiere poseerlo, en tanto para el aborto espontáneo no se
practica ya que surge como una complicación temprana del nacimiento de ese feto, y para
el aborto terapéutico se lleva a cabo por total intervención médica que se realiza para
mantener la salud de la paciente.
En su totalidad existen muchos argumentos en contra como es la capacidad del
feto para ocasionar un problema a nivel de la salud, como también a estaa personita no
tomarla en cuenta por no nacer, ya que por ser de la misma raza se considera a esa edad
que posee derechos a la vida, pero existen argumentos a favor como lo es que este puede
ocasionar daños graves tanto a nivel mental como físico del cual se puede ser consciente
que la madre los padece, y en algunos casos no se toma al embrión meramente persona
lo cual no llega a poseer derechos.
Las restricciones es una gran manera de iniciar el cuidado adecuado de ese feto,
ya que por lo legal se hace constar que sobrevive el feto a que sea abortado, si no
existieran estas reglas todas tendrían la oportunidad de acarrear un aborto sin la más
mínima consecuencia.
Para criterios tales como son religiosos la mayoría de las comunidades religiosas
se basan en que el feto tiene alma y al poseer esta es una persona como los demás, el cual
si lo aborta esta asesinando a esa persona, en tanto a lo legal también se basa en que es
una persona y tiene el derecho absoluto de la vida, para en cuyo caso lo ético se deriva un
poco a lo que llevaría a pensar sobre las violaciones en cuyo caso de una adolescente y la
sociedad lo tomaría en cuenta a la hora de juzgarla, para lo medico podemos verlo del
lado terapéutico solo se lleva a cabo si este feto perjudica la salud de la madre pero no
puede abstenerse de las decisiones que toma la paciente en este caso.

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