Está en la página 1de 9

TEMA II

LOS TRIBUNALES DE TRABAJO. COMPETENCIA

2.1 Tribunales de trabajo y tribunales ordinarios

En el Código Trabajo se establece el doble grado de jurisdicción con algunas


excepciones, y varias clases de organismos jurisdiccionales para la aplicación
de las leyes y reglamentos de trabajo. A saber:

1) Los Tribunales de Trabajo de Primer y Segundo grado, que son: a) los


Juzgados de trabajo; y b) las Cortes de Trabajo.
2) Las Juntas Arbitrales Especiales, o tribunales arbitrales de trabajo,
instituidos para la solución de conflictos económicos, o mejor dicho, del
aspecto económico del conflicto de interés. Estas juntas no tienen un
carácter permanente, sino que se organizan en ocasión de un conflicto
dado.
3) Los Tribunales Ordinarios, en función de tribunales e trabajo de primer y
segundo grado; con las demarcaciones establecidas en la Ley
correspondientes y conforme a los procedimientos y atribuciones
establecidos en el Código de Trabajo a los tribunales de trabajo.
4) También compete a los Tribunales Ordinarios, en función de tales,
conforme a su propio procedimiento, el conocimiento y juicio: a) de la
acción penal y de la acción pública contra los empleadores y trabajadores,
y los funcionarios y empleados de la SET por los actos de salario previsto
en el Art. 211 del Código de Trabajo.
5) Los Juzgados de Paz son competentes para el conocimiento y juicio de
las infracciones de leyes y reglamentos de trabajo conforme a su propio
procedimiento.

2.3 Composición y organización de los tribunales

La organización de los tribunales descansa, en la organización tradicional de los


tribunales ordinarios establecida por la Ley de Organización Judicial, con las
modificaciones necesarias para ajustarla a la disciplina jurídica de que se trata,
al grado de conflictividad de cada distrito o departamento judicial y a otras
peculiaridades.
De este modo, se mantiene, el doble grado de jurisdicción, pero los juzgados y
cortes de trabajo están integrados por jueces de derecho y por vocales con
funciones conciliatorias, escogidos de sendas nominales presentadas por los
empleadores y los trabajadores, o en su defecto, de una nómina de suplentes
elaborada por el SET.

2.4 Los vocales


Los vocales son parte integrante del tribunal, no está legalmente constituido. Son
los conciliadores con un papel activo en la fase preliminar, siempre abierta, de la
conciliación; pueden ser los árbitros clasistas en la solución de los conflictos
económicos, que, junto a un juez de la corte, integrarían la junta o tribunal
arbitral.

2.4.1 Organización

En el procedimiento del juicio, tienen facultad de intervenir en él; interrogatorio,


haciendo preguntas a los testigos de las partes. Tienen, además, el rol de
asesores o consultores del juez, cuando este lo estime necesario,
particularmente en asuntos técnicos o de la especialidad del vocal. Su rol, pues,
es importante y variado. Pero cabe recalcar, que, aunque forman parte del
tribunal, los vocales no son jueces, y por tanto, no dictan sentencias ni
intervienen en la redacción de las mismas, lo que está a cargo exclusivamente
de los jueces.

2.4.2 Condiciones requeridas

La ley exige determinadas condiciones para ser vocal o suplente de los tribunales
de trabajo, dichas condiciones se leen en el Art. 471 del Código de Trabajo, a
saber:

1) Ser dominicano en el pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos;


2) Pertenecer a la clase que haga la designación
3) Haber cumplido 25 años
4) No haber sido condenado irrevocablemente por crimen o delito de
derecho común
5) No haber sido condenado irrevocablemente en los dos años que proceden
a su elección por infracción de las leyes o de los reglamentos de trabajo
6) Gozar de buena reputación
7) Saber leer y escribir
8) No ser miembro dirigente ni formar parte de directivas de asociaciones de
empleadores o de trabajadores ni desempeñar cargos retribuidos en ellas

TEMA III
PROCEDIMIENTOS ANTE LOS TRIBUNALES DE TRABAJO

3.1 Consideraciones generales

Ningún acto de procedimiento será declarado nulo por vicios de forma; el juez
puede de oficio o a petición de una parte, otorgar plazo para la corrección o
nueva redacción del acto o escrito viciado, aun por omisiones substanciales o
insuficiencias formales.

El preliminar de la conciliación es obligatoria, salvo limitadas excepciones. Las


notificaciones de actos y documentos redactados o depositados en la Secretaría
del Tribunal, deben ser practicadas dentro de las veinticuatro horas de su fecha
o depósito.

La demanda introductiva de instancia debe ser notificada por acto de alguacil. La


parte interesada puede notificar a su contraparte, por acto de alguacil, la
demanda y los documentos que la acompañan, un día después de su depósito
en el tribunal.

Los escritos y documentos que se depositen en el tribunal deben acompañarse


por lo menos, de un número igual de copias como parte con intereses opuestos
o demandas.

Cuanto intervenga una asociación profesional, debe iniciarse su número de


registro sindical.

Las oficinas públicas, asociaciones y personas están obligadas a facilitar los


datos de informaciones que le soliciten los tribunales de trabajo.

Los plazos son francos y aumentados en razón de la distancia en la proporción


de un día por cada treinta kilómetros o fracción de quince.

Los días no laborables comprendidos en un plazo, no son computables.

3.2 Clases de procedimientos

Estos son tres: procedimiento ordinario, procedimiento sumario y procedimiento


especial.

3.2.1 Procedimiento ordinario

Este se divide en dos fases, la conciliación y el procedimiento de juicio o de


producción y discusión de las partes. En toda materia ordinaria relativa a
conflictos jurídicos, la acción se inicia mediante demanda escrita de la parte que
reclama dirigida al juez del tribunal competente y entregada al secretario de dicho
tribunal, con los documentos que la justifique, si los hay, de todo lo cual se
expedirá recibo.
3.2.1.1 El procedimiento preliminar

En toda materia (ordinario o sumaria) relativa a conflictos jurídicos, la acción se


inicia con la demanda escrita dirigida al juez del tribunal competente y entregada
al secretario de dicho tribunal, con los documentos que la justifiquen, si los hay.
La parte demandada depositará su escrito de defensa antes de la hora fijada
para la audiencia y puede incluir en su defensa u oralmente en audiencia, las
demandas que estime pertinentes.

El plazo de la comparecencia en primera instancia es de tres (3) días francos. El


apoderamiento de los tribunales ordinarios que actúan como juzgados y cortes
de trabajo, incluyendo los que están divididos en cámaras, es igual al descrito
presentemente, debiendo el juez autorizar la notificación y fijar por el mismos
auto, la audiencia correspondiente, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
subsiguientes al depósito del escrito y documentos en la secretaría del tribunal.

3.2.3.2 Procedimiento de conciliación

Con el Código de Trabajo de 1992 se pasa a un sistema detalladamente


reglamentado, caracterizado por la insistencia reiterada de la conciliación, que
es obligatoria, tanto en apelación como ante el tribunal de primer grado, el
procedimiento ordinario como en el sumario, y puede ser promovida ante los
jueces del fondo en cualquier etapa del proceso.

Ninguna demanda relativa a conflictos de trabajo, con las excepciones previstas


en la ley, puede ser objeto de discusión y juicio sin previo intento de conciliación.

La conciliación está a cargo de los vocales del tribunal, en el procedimiento


ordinario es promovida en una audiencia especial, distinta a la audiencia de
producción y discusión de las pruebas, reiterándose al inicio del procedimiento
de juicio; en cambio, en el procedimiento sumario, la conciliación se promueve
en la misma audiencia de juicio (de producción y discusión de las partes).

El juez, una vez leídos los escritos por las partes, precisará los puntos
controvertidos y ofrecerá la palabra a los vocales para que traten de conciliar a
los litigantes. En este sentido los vocales harán a las partes las reflexiones que
consideren oportunas procurando convencerlas de la conveniencia de un
advenimiento. Les insinuaran soluciones razonables y agotarán, todos los
medios persuasivos a su alcance, conservando, el carácter de mediadores
imparciales que les impone su condición de miembros del tribunal.

Es obligatoria la comparecencia del empleador o su representante autorizado a


la audiencia de conciliación. La no comparecencia de ambas partes autoriza al
juez a ordenar que el expediente sea archivado definitivamente, pues se
presume, en tal caso, su conciliación.

La audiencia de conciliación concluye con un advenimiento o cuando el juez


considere útil continuarla, dada la actitud de las partes o de algunas de ellas. En
este último caso el juez fija el día y hora para continuar el proceso, valiendo la
citación para las partes. Si hubiere conciliación o advenimiento, se redactará el
acta correspondiente, haciendo constar en ella lo pactado. Una vez firmada por
los miembros del tribunal y por el secretario, el acta de acuerdo producirá los
efectos de una sentencia irrevocable. Si no se logra la conciliación, el juez fijará
el día y la hora para el juicio, el cual no podrá iniciarse ante de los tres (3) días
subsiguientes.

Las excepciones al procedimiento de conciliación.

La ley excluye expresamente del procedimiento de la conciliación, las demandas


en ejecución de las sentencias dictadas por los tribunales de trabajo y las
relativas a “materia de calificación de huelgas y paros” (Art. 487 CT).

3.2.3.3 Procedimiento de juicio

De la audiencia de producción y discusión de las pruebas. El procedimiento de


juicio comienza el día y hora fijados para la comparecencia de las partes,
después de que el juez declare la constitución regular del tribunal. De inmediato
ofrecerá la palabra a las partes para que declaren si después de la audiencia de
conciliación, ha intervenido algún advenimiento entre ellas, o para que en caso
contrario, traten de lograrlo antes de proceder a la producción y discusión de
pruebas. La falta de comparecencia de una de las partes no suspende el
procedimiento.

Los vocales intentaran una segunda conciliación. Si esto no se alcanza, el juez


invitará a las partes a producir la prueba de sus respectivas pretensiones,
debiendo comenzar la parte demandante. La producción de las pruebas, se hará
en el más breve término posible, pudiendo el juez disponer la celebración a
puertas cerradas de la audiencia, o de parte de ella, para evitar que se divulguen
secretos técnicos o cualquier otra causa grave que lo justifique.

El secretario del tribunal hará constar en el acta de audiencia, sumariamente,


todo lo ocurrido, pero las partes pueden, en el curso de las cuarenta y ocho (48)
horas subsiguientes, ampliar sus observaciones y argumentos por escrito.

Este comienza el día y la hora fijados para la comparecencia de las partes,


después que el juez declare la constitución regular del tribunal.
3.2.2 Procedimientos sumarios

El procedimiento sumario se instituye exclusivamente para el conocimiento de


las demandas relativas:

a) Ejecución de convenios colectivos


b) Ejecución de laudos arbitrales sobre conflictos económicos
c) A los ofrecimientos reales y a la consignación en la Colecturía de Rentas
Internas;
d) Al desalojo de viviendas entregadas al trabajador en virtud de un contrato
de trabajo ya terminado;
e) A la ejecución de sentencias de los tribunales de trabajo

3.2.3 Procedimientos especiales

El procedimiento especial es el previsto ante la corte de trabajo para la


calificación de las huelgas y los paros.

Este procedimiento se caracteriza por:

a) Su extrema celeridad. El proceso de calificación está exento del preliminar


obligatorio de la conciliación
b) La competencia de las cortes de trabajo en instancia única (Art. 481, Ord.
2, CT).
c) La facultad reconocida de las cortes de trabajo para actuar de oficio (Arts.
680 y 661 de CT)
d) El juez tiene en estos casos un papel súper activo, estando abierta para
él la audiencia durante el plazo de cinco días que le otorga el Art. 659 para
dictar sentencia
e) El presidente de la corte designará los árbitros que deben conocer y
decidir el conflicto económico y hará notificar los nombres de éstos a las
partes interesadas dentro de las cuarenta y ocho horas de habérsele
notificado a éstas la sentencia de la corte que haya calificado la huelga o
el paro fundado en un conflicto económico

3.2.3.1 Declaratoria de huelga y su procedimiento

La huelga es generalmente consecuencia de un conflicto económico no resuelto


amigablemente. La ley establece el procedimiento para la solución de conflictos
económicos y las condiciones de fondo y de forma requeridas para el ejercicio
del derecho de huelga. Pero la huelga puede obedecer también a un hecho que
afecte el interés colectivo de los trabajadores.
La ley no exige el cumplimiento de requisitos previos a la declaratoria de huelga.
La huelga es el resultado de un proceso; ella pasa por diversas etapas. Hay un
período de gestación que tiene la característica exclusiva de que se desarrolla
en el seno de la coalición obrera; en él no intervienen el empleador ni las
autoridades del trabajo. Se inicia en el preciso momento en que se coligan los
trabajadores y termina con la presentación del pliego de peticiones ante el
empleador o ante las autoridades laborales.

La primera condición previa para el ejercicio de huelga es la existencia de un


conflicto económico o la lesión al interés colectivo. La segunda condición es que
la lesión o el conflicto, no hayan sido resueltos amigablemente entre las partes,
o por las vías de conciliación que la ley establece. Una tercera condición previa
consiste en el hecho de que las partes o una de ellas, no designen árbitros o no
hayan declarado oportunamente su designación.

Agotadas las fases y hechos precedentemente indicados, para la legalidad de la


huelga se exige la decisión de la mayoría de los trabajadores de recurrir a huelga.
La mayoría legal es el 51% de los trabajadores de la empresa, estando excluido
el personal de dirección y supervisión, así como el indicado en el Art. 328 del CT.

3.2.3.2 De los ofrecimientos reales y de la consignación

Conforme el Art. 654 del CT, el ofrecimiento, la consignación y sus efectos se


rigen por el derecho común. El CT sólo establece quién puede hacer el
ofrecimiento y la competencia y procedimiento para la demanda en validez o en
nulidad de los ofrecimientos o de la consignación.

La ley establece que todo empleador o trabajador que desee liberarse de la


obligación de pagar una suma de dinero que provenga de contratos de trabajos
o de convenios colectivos o haya sido contraída en ocasión a la ejecución de los
mismos puede consignarla en la Colecturía de Rentas Internas correspondiente
al lugar en que tenga su domicilio el acreedor, previo ofrecimiento real de pago
no aceptado por el último.

El Art. 655 del CT establece que la demanda en nulidad de los ofrecimientos o


de la consignación se introducirá ante el juzgado de trabajo correspondiente, y
se sustanciará y fallará según las reglas establecidas para la materia sumaria.

El ofrecimiento real de pago seguido de la consignación, tiene los efectos del


pago, cuando se ha hecho válidamente y la cosa consignada de esta materia
queda bajo la responsabilidad del acreedor.
El Código Civil expresa las condiciones para la validez de los ofrecimientos de
pago. El Art. 1258 dice al respecto:

1. Que se hagan al acreedor que tenga capacidad de recibir, o al que tenga


poder para recibir en su nombre;
2. Que sean hechos por una persona capaz de pagar;
3. Que sean por la totalidad de la suma exigible de las rentas o intereses
debidos;
4. Que el término esté vencido, si ha sido estipulado a favor del acreedor;
5. Que se haya cumplido la condición, bajo la cual ha sido la deuda
contraída;
6. Que los ofrecimientos se hagan en el sitio donde se ha convenido hacer
el pago;
7. Que los ofrecimientos se hagan por un curial que tenga carácter para esta
clase de actos.

El ofrecimiento debe necesariamente comprender la totalidad de las sumas


exigibles, hecho en manos del deudor o de una persona con calidad para
recibirlo. Un primer paso consiste en el acto de alguacil que contiene el
ofrecimiento real de pago, el cual es seguido de la citación a fecha fija y hora
determinada del deudor que ha rehusado recibir el pago, para que comparezca
a la Colecturía de Rentas Internas a presenciar el depósito a su nombre del
ofrecimiento real de pago a recibir éste antes de su consignación.

El ofrecimiento de pago y la citación pueden ser hechos en un solo acto. El día


y la hora señalados, el deudor hace la consignación en Rentas Internas, a
nombre del acreedor lo que se hace constar en acto de alguacil, con mención
del recibo y fecha del depósito de las sumas pagadas.

3.2.3.4 De la ejecución de la sentencia. Embargos

Una de las innovaciones del CT fue otorgar competencia a los tribunales de


trabajo para el conocimiento de la ejecución de su propia sentencia. De este
modo:

1) La ejecución por la vía de embargo de las sentencias de los tribunales de


trabajo, compete al tribunal que dictó la sentencia.
2) El procedimiento aplicable es el procedimiento sumario, exento de
conciliación.
3) El derecho común se aplica supletoriamente en todo lo no previsto en el
CT y en la medida en que no sea incompatible con las normas y principios
que rigen el proceso en materia de trabajo.
En materia de trabajo como en derecho común, se pueden ordenar medidas
conservatorias antes, después y en el curso de un proceso de casos de urgencia,
cuando el crédito está en peligro y existan evidencias serias de tal situación,
mediante un auto ejecutorio provisional. Para estos fines, basta obtener una
autorización del juez presidente del juzgado de trabajo del lugar de ejecución del
contrato, o de presidente de la corte de trabajo competente o estar provisto de
una título ejecutorio.

Todo empleador o trabajador provisto de un título ejecutorio, de una sentencia


aún apelada, o de un reconocimiento de deuda con autorización del tribunal,
puede trabar embargo retentivo en perjuicio del deudor. Al igual que le da
facultad para ejecutar embargo inmobiliario y ejecutivo.

3.2.3.5 De las facultades del presidente de la Corte de Trabajo como Juez


de los Referimientos

Entre las novedades introducidas por el CT están las facultades que otorga al
presidente de la Corte de Trabajo, en funciones de juez de los referimientos.
Estas facultades se pueden resumir como sigue:

1) Le faculta para disponer todas las medidas que o colindan con el fondo
con otra contestación o que se justifiquen por la existencia de un
diferendo.
2) Puede siempre prescribir medidas conservatorias para prevenir un daño
inminente o hacer cesar una perturbación ilícita.
3) Puede asimismo, acordar una garantía al acreedor.
4) Le otorga la facultad de establecer fianzas, astreintes, fijar indemnización.
5) Le otorga también las facultades reconocidas por el derecho común y la
Ley 834 de 1978 al juez de los referimientos.

Las facultades del juez presidente de la corte como juez de los referimientos,
establecidas en la Ley 834 de 1978, se incorporan pues, con ciertas variantes en
el CT de 1992, a cargo del presidente de la Corte de Trabajo, se trata de “la
competencia única, exclusiva del Magistrado de la Corte”.

También podría gustarte