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Parados en el filo de lo desconocido:

Que debemos tener en cuenta a la hora de


educarnos como educadores en el mundo
actual

Argüello Olmos, Mailen Daiana


Nicola, Florencia
1º Año Turno Vespertino
Fundamentos de la Educación
Agosto 2019
Parados en el filo de lo desconocido: Que debemos tener en cuenta a la hora
de educarnos como educadores en el mundo actual

“Nuestra apertura al mundo primero es afectiva; o sea, las cosas nos afectan.
Disponen en nosotros estados de ánimo. Las cosas nos van o no nos van, y
después armamos todo un sistema de justificación racional para que cobren
sentido en nuestro entendimiento. Angustia, miedo, alegría, meras palabras que
no logran articular algo que nos conmueve en lo más íntimo. La existencia supone
esta zona de indefinición conceptual. Existencialismo básico: la razón viene
siempre después. Por eso el mundo, en el fondo, no tiene sentido, porque en el
fondo no hay fondo. (…)”1

Ante el desafío de encarar el aula, de imaginarnos como va a ser, que


respuesta obtendremos de nuestros futuros alumnos y como llevaremos la clase;
esta nueva experiencia se construye en nuestra cabeza con muchísimos
conceptos que están formados a base de nuestras experiencias como alumnos y
lo que vivimos en su momento, teñido por el velo del recuerdo y lo terminamos
idealizando. Es por ello la importancia que tiene formarnos como docentes
conociendo diferentes enfoques pedagógicos. Comprendiendo los mecanismos
que funcionaron antes, entendiendo los actuales y aceptando que van a mutar en
algo distinto en el futuro. Estos cambios de pedagogías se dan porque la
sociedad en su conjunto cambia y se trasforma a lo largo del tiempo.
En este escrito pretendemos abordar tres temas que consideramos
fundamentales para arrojar un poco de luz ante esta nueva experiencia.

 La pedagogía a través del tiempo.


 Quien es el alumno.
 Cuál es nuestro rol como educadores.

 La pedagogía a través del tiempo.


Formamos parte de un mundo y una sociedad que mutan, se transforman, la
educación y la pedagogía no están exentas de ello. Hace un tiempo la formación
se daba por impregnación, dentro del hogar, las costumbres y saberes comunes
se transmitían de generación en generación en la interacción cotidiana de los
individuos. No era producto de una acción organizada y sistematizada. Esto daba
lugar a que el vínculo entre generaciones y sensación de pertenencia a un pueblo
o comunidad se afianzara.
Hoy los cambios dentro de nuestra sociedad se dan muy rápidamente, lo que
ocasiona que la trasmisión de saberes e integración a una cultura e historia
común, sean un tanto más efímeras. Estas características son a las que nos
enfrentamos como educadores.

1
Dario Sztanjnszrajber, Filosofía a Martillazos, pág. 20 editorial Paidos
En el presente somos conscientes del poder del educador, aunque no era así
en el pasado donde se dejaba a la eventualidad el origen y entorno del niño, el tipo
de oportunidades de formación que este tuviera; asegurando que se preserven
relaciones asimétricas de poder a lo largo del desarrollo de estos sujetos, se
concebía a la escuela como una fábrica de individuos en masa y quien no
encajaba se encontraba fuera del sistema, siendo rechazado y excluido.
Nos encontramos en un momento de trasformación del paradigma educativo,
conviven en nuestra sociedad varias formas de pedagogía, donde, como futuros
educadores tenemos que entender que somos y seremos parte de una revolución
en la educación. En el texto de Sacristan podemos ver como continuamente se
refiere a la crisis que está sufriendo el sistema educativo en España y en el resto
del mundo, no podemos dejar de notar que ese texto fue escrito en 1999 y la
actualidad que tiene hoy en día, casi un calco prácticamente, con lo que vine
sucediendo en nuestro país en estos últimos años.
“En la actualidad pudiera darse la paradoja de que cuando en las
declaraciones públicas desde diversos foros se recuerda la relevancia de la
educación como clave de la innovación, del desarrollo económico de la
democracia, a la vez puede estar produciéndose un “desinflado” de la educación
real. En el momento en el que redactamos este texto, asistimos a una drástica
reducción del gasto en educación que, bajo la razón de lograr una economía sin
déficit, está reconvirtiendo los sistemas educativo y sanitario, restringiendo los
programas que introducen medidas para mejorar la calidad, de atención a los más
necesitados de ayudas extra, suprimiendo la formación permanente del
profesorado..., mientras, se va degradando la enseñanza pública. En estas
circunstancias es difícil mantener el equilibrio y la sensatez para dilucidar cuál es
en verdad la situación del sistema educativo, para hacer las preguntas oportunas,
determinar cuáles son los problemas y proponer líneas de actuación”2
En este aspecto parecería desalentadora la perspectiva que nos presenta la
actualidad de la educación, pero afortunadamente podemos elegir entre situarnos
en la vereda del pesimismo y ver suceder las cosas o formar parte de la acción e
intentar modificar el panorama educativo desde nuestras futuras aulas. Será
nuestra tarea, entonces, ser parte de la transformación que se dé en la educación
y la pedagogía, para ello necesitamos comprender qué lugar queremos ocupar
como educadores y entender a quienes tenemos que educar y que es lo que esto
significa.

 Quien es el alumno entonces.


Cuando nos encontremos por entrar por primera vez al aula, lo haremos
cargados de una imagen del aula ideal, una imagen del alumno ideal, quien,
pensamos, tomara con ansias todo el nuevo conocimiento que llevaremos en
nuestras manos. Lo más probable es que esto no sea lo que en realidad suceda.
Debemos dejar de pensar a nuestros futuros alumnos como esponjas
ansiosas de absorber nuevos saberes o recipientes vacíos en los que
depositaremos estos mismos. No podemos perder la empatía y dejar de verlos
como seres con voluntad e historia propia. “Hay que admitir que lo "normal", en

2
J. Gimeno Sacristán CAPÍTULO II: ¿Pierde relevancia la Educación? Las promesas parcialmente
incumplidas Discursos que triunfan discursos que perecen- 2.2. Del pesimismo, la confusión y la mirada
crítica esperanzada- EDICIONES MORATA, S. L. (2013) Mejía Lequerica, 12. 28004 - Madrid
educación, es que la cosa “no funcione”: que el otro se resista, se esconda o se
rebele. Lo “normal” es que la persona que se construye frente a nosotros no se
deje llevar, o incluso se nos oponga, a veces, simplemente, para recordarnos que
no es un objeto en construcción sino un sujeto que se construye”3
Tenemos que saber adaptarnos a esta situación, no dejarnos vencer por el
desaliento si en algún momento nos cruzamos con algún o algunos alumnos que
no se ajustan a nuestro ideal teórico. Con esto en mente podemos plantearnos
qué tipo de educadores queremos ser.

 Cuál es entonces nuestro rol como educadores.


Ocuparemos el lugar, frente a una clase, de trasmisores de Cultura. Seremos
quienes levanten el andamiaje que dará marco al desarrollo de la generación
futura. Les brindaremos ayuda, valores, orientación e información que servirán en
su desarrollo como personas; por ello tenemos una importante responsabilidad a
la hora de accionar como educadores, así como lo explica Philippe Meireu:
“Quien tenga a su cargo la educación de alguien debe poner en ello toda su
energía, ha de multiplicar las solicitaciones, ha de comunicar los saberes y los
saber hacer más elaborados, ha de equiparle cuanto más mejor para que, cuando
deba encararse solo al mundo, pueda asumir lo mejor posible las opciones
personales, profesionales o políticas que tendrá que tomar”4
La educación ha de centrarse en la relación entre el sujeto y el mundo
humano que lo acoge punto su función es permitirle construirse a sí mismo como
“sujeto en el mundo”. 5
Tenemos que entender que el alumno no es una extensión nuestra, que “no
se trata de fabricar un ser que satisfaga nuestro gusto por el poder o nuestro
narcisismo”6 sino de acompañar en este proceso como ser individual qué tiene
personalidad, limitaciones, intereses. Debido a esto es posible que en el camino
nos encontremos con individuos que se resistan a este proceso ante esto hay que
evitar caer en la exclusión enfrentamiento como dice Philip Meireu “educar es
negarse a entrar en esa lógica” debemos comprender cómo educadores que no
podemos pretender transmitir los saberes y conocimientos de forma mecánica
cómo se venía realizando. Nos encontramos con que la decisión de aprender es,
en realidad, tomada por quien aprende en este caso, lo que daría lugar a pensar
que el educador “pierde” poder, no obstante no es tan así; tendrá poder sobre las
condiciones que la posibilitan. Debemos ser capaces de crear “espacios de
seguridad”, así cómo llevar a cabo propuestas educativas que los alumnos sientan
como reales.
El asunto es, ahora, considerar al niño como un sujeto qué aprende
“libremente”, siendo controlado por el educador. Nosotros en ese rol tenemos que
seguir logrando que el niño dese acceder al conocimiento, podemos valernos de
herramientas tales cómo actividades que sean deseadas por él, las cuales podrían
contener recursos que le posibiliten acceder a nuevas competencias. De esta

3
Philipe Meireu_ “Frankenstein el educador” Barcelona- “A MITAD DE RECORRIDO: POR
UNA VERDADERA «REVOLUCION COPERNICANA» EN PEDAGOGIA” 2003
4 Philippe Meireu_ Frankestein el educador. Cap. “Frankestein, o el mito de la educación como

fabricación” Barcelona, Alertes S.A. de Ediciones -2003


5 y 6 Philipe Meireu_ “Frankenstein el educador” Barcelona- “A MITAD DE RECORRIDO: POR

UNA VERDADERA «REVOLUCION COPERNICANA» EN PEDAGOGIA” 2003


manera dejamos de pedirles a los alumnos que trabajen en algo abstracto que
quizás no les interesa y pasamos a incentivar su creatividad y curiosidad.
Igualmente debemos entender que no todos los alumnos aprenden del
mismo modo, cada cual tiene sus particularidades. Consideración que da lugar a
la “pedagogía diferenciada”, esta supone que no nos tenemos que limitar a uso de
un único método pedagógico. De acuerdo a cada perfil de los alumnos, podemos
aplicar la “pedagogía individualizada”, que tenía en cuenta los ritmos de
aprendizaje de cada alumno; o también los métodos de la “escuela única”, o
cualquier otro que nos sea útil. Para ello tenemos que ser capaces de discernir
qué método se adapta a determinado grupo alumnos, situaciones o metas
perseguidas.

 Conclusión
Como cierre a este escrito, creemos que es importante poder
desempeñarnos desde la empatía hacia “el otro”, contemplándolo como un ser
racional, que más allá de necesitar una guía, posee su propia voluntad y
pensamientos, nos son objetos vacíos a los que debemos “formar” si no seres
vivos, individuales, únicos. Que nuestro deber no es realizar replicas, sino más
bien insertar a estos nuevos humanos al “mundo Civilizado”
También vemos que estos nuevos rumbos de las pedagogías, responden a
un panorama critico en los aspectos políticos de la educación, ya que la sucesión
de corrientes pedagógicas de moda, que respondían a modelos económicos
orientados netamente hacia lo empresarial, llevaron, en parte a la muerte del aula
tradicional y a al vínculo Docente-Alumno. A nuestro entender esto tiene más que
ver con la incapacidad de estos métodos de provocar un acontecimiento
educativo, que con los contenidos curriculares. Tenemos que comprometernos a
revertir esto, y re vincularnos con los alumnos desde otras perspectivas en las
cuales impere un poco más la horizontalidad.
Hoy el mundo de la educación tendría que ver más con inspirar a los
estudiantes a estar saliendo de la cotidianidad en una permanente revolución. Hay
que dejar de ver a la escuela con una visión empresarial y comenzar a verla desde
un lado más humano y empático. Esta diferencia de perspectivas, puede inclinar la
balanza hacia la inclusión o hacia una respuesta a la satisfacción de las
necesidades de los mercados, siendo nuestros niños, meramente, un recurso
humano.
Creemos que hay que incentivar el aprender desde lo emocional, enseñar
desde lo afectivo, Heidegger plateaba que nuestra relación con las cosas es
primero afectiva y después racional, por ello la cita introductoria, cita que termina
de esta manera: “(…) El amor, claramente tiene que ver con esa zona de
indefinición. Ojalá fuese explicable…
Bibliografia

 Dario Sztanjnszrajber, Filosofía a Martillazos, pág. 20 editorial Paidos

 J. Gimeno Sacristán CAPÍTULO II: ¿Pierde relevancia la Educación? Las


promesas parcialmente incumplidas Discursos que triunfan discursos que
perecen- 2.2. Del pesimismo, la confusión y la mirada crítica esperanzada-
EDICIONES MORATA, S. L. (2013) Mejía Lequerica, 12. 28004 – Madrid

 Philippe Meireu_ Frankestein el educador. Cap. “Frankestein, o el mito de


la educación como fabricación” Barcelona, Alertes S.A. de Ediciones -2003

 Philipe Meireu_ “Frankenstein el educador” Barcelona- “A MITAD DE


RECORRIDO: POR UNA VERDADERA «REVOLUCION COPERNICANA»
EN PEDAGOGIA” 2003

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