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TEMARIO I

Protección y Prevención
Contra Incendios

Raúl Ortega Almestre


INTRODUCCIÓN

La Seguridad contra incendios se podría definir como la adopción de medidas organizativas


tendentes a evitar, reducir, controlar o extinguir los fuegos fortuitos o provocados.

Esta Seguridad que se debe emplear en todas las organizaciones comprende desde la prevención
hasta la lucha contra cualquier conato de incendio.

Con este temario no se pretende dar una clase magistral sobre la prevención contra incendios si no
dar unos conocimientos básicos que cualquier director de seguridad ha de tener para poder realizar
sus cometidos diarios de la mejor manera posible.

En el marco que engloba la seguridad contra incendios se encuentran los medios técnicos
correspondientes para la implantación de materiales, sistemas de prevención, detección y extinción
necesarios para combatir el fuego caso de manifestarse, con el objetivo común que es la protección
de instalaciones y sobre todo la protección de las personas.

NORMATIVA DE INTERÉS

Norma Básica de autoprotección Rd 393/2007 que establece la obligación 
de elaborar, implantar materialmente  mantener operativos los planes de 
autoprotección,  determinando  igualmente  el  contenido  mínimo  en 
aquellas  actividades,  centros,  establecimientos…,  que  puedan  generar  o 
resultar afectadas por situaciones de emergencia. 
 
Código Técnico de la edificación (RD 314/2006 de 17 de marzo) 
Su objetivo es regular las exigencias básicas de calidad que deben cumplir 
los  edificios,  incluidas  sus  instalaciones,  para  satisfacer  los  requisitos 
básicos de seguridad y habitabilidad. De este Código técnico destacamos 
el documento básico de seguridad en caso de incendio (DB SI). 
 
Reglamento  de  Seguridad  Contra  incendios  en  establecimientos 
industriales Real Decreto 2267/2004 
Su  objetivo  es  establecer  y  definir  las  condiciones  que  deben  cumplir  los 
establecimientos industriales para su seguridad en caso de incendio. 
 
Reglamento  de  instalaciones  de  protección  contra  incendios.  Real 
Decreto  1942/1983  de  5  de  noviembre  con  el  objetivo  de  definir  las 
condiciones que deben cumplir los aparatos, equipos y sistemas, así como 
su  instalación  y  mantenimiento,  empleados  en  la  protección  contra 
incendios. 
 
Real  Decreto  842/2002,  de  2  de  agosto,  por  el  que  se  aprueba  el 
Reglamento electrotécnico para baja tensión B.O.E. Nº 224 publicado el 
18/9/2002.  (Entrada  en  Vigor  el  18/09/03)  en  su  capítulo  10  en  lo 
referente a locales de pública concurrencia. 
Prevención Contra Incendios

TEMA 1 EL FUEGO
1.- INTRODUCCIÓN

Quizá uno de los mayores y más antiguos avances que realizó el hombre ante las fuerzas de
la naturaleza fue primero el descubrimiento, luego el control y posteriormente el dominio del fuego,
de ello parte el desarrollo de La Humanidad.

A lo largo de La Historia el fuego ha estado


ligado al hombre, tanto en aspectos religiosos (griegos
y romanos) como en aspectos verdaderamente
culturales (cultura del fuego). Lo cierto, es que hoy en
día el fuego es fundamental para multitud de
actividades, incluidas las más modernas técnicas
industriales. Lo empleamos para cocinar, producir
energía, alumbrarnos, producir calor en las calderas
que luego nos proporcionan calefacción, etc.

Esto ha hecho que el ser humano haya


convivido, desde la prehistoria, con lo que, para la mayoría de los seres vivos, es un peligro instintivo.

Es tan habitual en nuestras vidas cotidianas que, de hecho, una de las denominaciones más
entrañables de nuestras casas es la de “hogar”. Pero, sin embargo, la mayoría de los adultos
desconocemos la forma en que el fuego se inicia, propaga y extingue y, como consecuencia,
ignoramos cómo controlar, evitar y defendernos de sus efectos más perjudiciales: los incendios.

Y sin este conocimiento, la reacción humana ante un fuego incontrolado puede ser la reacción
primigenia: el pánico.

Los individuos solemos vivir indiferentes y desconocedores del riesgo que puede generar el
fuego, vivimos entre materiales combustibles, rodeados de fuentes de ignición, en espacios cerrados
cada vez más complejos, que son verdaderos lugares de riesgo de incendio. Los incendios son
precisamente, una de las amenazas que ha causado mayor número de pérdidas humanas y
materiales en las sociedades humanas y de ahí la importancia de su estudio.

En primer lugar es preciso distinguir entre fuego e incendio, éste último podríamos definirlo
como un fuego incontrolado que destruye. El Diccionario de la Real Academia Española define fuego
como: “calor y luz producidos por la combustión”; el incendio como: “fuego grande que destruye lo
que no debería quemarse”.

Por lo tanto el conocimiento del fenómeno del fuego desde distintas perspectivas: su
naturaleza y peculiaridades, la propagación, extinción, agentes extintores y métodos de aplicación,
etc. es imprescindible para la posterior aplicación de las técnicas de intervención, es más, es la base
de su correcta aplicación.

2.- QUÍMICA DEL FUEGO. CONCEPTOS BÁSICOS

El Fuego es una reacción química de Oxidación-Reducción (REACCIÓN DE COMBUSTIÓN)


que se caracteriza por la emisión de luz y calor, acompañada de humo, llamas o de ambos. En esta
reacción se produce un intercambio de electrones entre un material que los gana (agente oxidante) y
un material que los pierde (agente reductor), En el lenguaje utilizado en la combustión llamaremos
comburente al agente oxidante y combustible al agente reductor.

Agente Oxidante = COMBURENTE


Agente Reductor = COMBUSTIBLE

Para que la reacción de oxidación comience, habrá que disponer, además, de una cierta
cantidad de energía, que llamaremos ENERGÍA DE ACTIVACIÓN (habitualmente CALOR).

Sin la presencia simultánea de estos tres elementos no es posible obtener fuego.

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3.- COMBUSTIBLE. COMBURENTE. ENERGÍA DE ACTIVACIÓN

3.1 COMBUSTIBLE: Sustancia que en presencia de oxígeno y aportándole una cierta


energía de activación, es capaz de arder. Existen tres tipos:
o Combustibles sólidos: Carbón mineral, madera, plástico, Textiles, etc.
o Combustibles líquidos: Productos de destilación del petróleo (gasolina, gas- oil,
aceites, etc.) alcoholes, disolventes, etc.
o Combustibles gaseosos: Gas natural, metano, propano, etileno, hidrógeno, etc.

Los combustibles en estado sólido o líquido no arden, es necesario que pasen a estado
gaseoso para arder.

3.2.- CLASIFICACION DE LOS FUEGOS EN FUNCION DEL TIPO DE COMBUSTIBLE

Según el tipo de combustible presente en los incendios los fuegos se clasifican, de


acuerdo con la Norma UNE 23010, en:

Fuego de Tipo A:
Son fuegos de combustibles sólidos, y generalmente de naturaleza orgánica donde la
combustión se realiza normalmente con formación de brasas (madera, tejidos, etc.).

Fuego de Tipo B:
Son fuegos de combustibles líquidos o sólidos licuables (gasolina, grasas,
termoplásticos, alquitranes y parafinas etc.).

Fuego de Tipo C:
Son fuegos de gases, combustibles que, en condiciones normales de presión y
temperatura, se encuentran en estado gaseoso, (gas natural, metano, propano, butano,
acetileno, gas ciudad, etc.)

Fuego de Tipo D:
Son fuegos de metales, generalmente metales alcalinos o alcalinotérreos, aunque
también se producen en los metales de transición (Na, K, Mg, Ti, Zr…).

Debemos hacer mención también de aquellos fuegos que se producen y/o desarrollan
en presencia de tensión eléctrica, materiales o elementos empleados en la producción,
transporte o consumo de la energía eléctrica.

Estos fuegos han sido considerados en algunas ocasiones como una


clase específica de fuego: eran los denominados “Fuego de Tipo E”.

En la actualidad se considera que estos fuegos no son en realidad


ninguna clase específica de fuego, dado que la electricidad no arde, arden los componentes
bajo tensión, así pues, en este grupo quedaría incluido cualquier combustible que arde en
presencia de tensión. Por tanto es el combustible el que define la clase de fuego,
(generalmente pasa a ser fuego de Clase "A"). No obstante es interesante reconocer sus
particularidades por su especial importancia a la hora de atacarlos con los
correspondientes agentes extintores

3.3 COMBURENTE
Es el agente gaseoso de la atmósfera capaz de permitir el desarrollo de la
combustión. De forma general se considera al oxígeno (O2) como el comburente típico. Se
encuentra en el aire en una concentración del 21%. Para que los incendios se inicien, la
atmósfera deberá poseer por lo menos un 16% de O2.

3.4 ENERGÍA DE ACTIVACIÓN


Es la energía que necesita aportarse a la mezcla combustible-comburente para que la
reacción se inicie.
Las fuentes de ignición que proporcionan esta energía pueden ser sobrecargas o
cortocircuitos eléctricos, rozamientos entre partes metálicas, estufas, reacciones químicas,
chispas, etc.

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4 TRIÁNGULO Y TETRAEDRO DEL FUEGO

Ya hemos determinado tres de los factores del incendio, y durante mucho tiempo se pensó
que estos tres factores explicaban perfectamente lo que era un fuego, por lo que se denominó
Triángulo del Fuego a un hipotético triángulo en el que cada uno de los lados era uno de estos
factores, de forma que si desaparecía uno de los “lados” desaparecería el triángulo y, por tanto, el
fuego.
Triángulo del fuego:

Sin embargo, hay ocasiones en que, a pesar de tener los tres factores conjugados en tiempo
y lugar y con la intensidad suficiente, la reacción no progresa, lo que implica que debe existir un
cuarto factor que interviene en este proceso.

Durante la combustión se producen reacciones endotérmicas (se absorbe calor) y


exotérmicas (se desprende calor), con predominio de estas últimas, ya que la energía contenida en
los productos resultado de la reacción es menor que la contenida en los primitivos productos que
reaccionan.

Parte de esa “energía sobrante” (calor) se disipa en el ambiente y el resto es absorbido por la
mezcla combustible-comburente, con lo que se convierte en nueva “energía de activación” que
provoca el reinicio o ayuda a que la reacción continúe.

En esta transmisión del calor participan ciertos productos intermedios de la combustión,


llamados radicales libres, cuya presencia es imprescindible para el mantenimiento de la reacción, y
que provocan un mecanismo en cadena hacia las moléculas vecinas. Esta reacción en cadena
constituye el cuarto factor del incendio.

A partir de este momento la representación del fuego se realiza mediante un tetraedro


(poliedro de cuatro caras), es decir, representación en tres dimensiones, ya que éste tiene todas sus
“caras” unas en contacto con otras, y al igual que en el triángulo, si falta una de las “caras”
desaparece el tetraedro y, por consiguiente, el fuego (Tetraedro del Fuego).

Tetraedro del fuego:

Combustible, Comburente, Energía de Activación y Reacción.

Si cualquiera de estos componentes falta, o su cuantía no es la adecuada, no se producirá la


combustión.

5.- COMBUSTIÓN
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La combustión es una reacción química entre una sustancia oxidante (comburente,


generalmente el oxígeno del aire) y otra reductora (combustible), que se produce en condiciones
energéticas favorables, cuando los vapores desprendidos por una sustancia combustible se combinan
con gran rapidez con la sustancia comburente; con desprendimiento de energía calorífica (reacción
exotérmica), eventualmente energía luminosa, humo y gases.

Los sólidos se someten primero a un proceso de descomposición molecular, a elevada


temperatura (Pirólisis), hasta llegar a la formación de gases que pueden ser oxidados.

Los líquidos primero se vaporizan, luego se mezclan con el comburente y se someten a la


acción de la llama para iniciar la reacción.

En función de la velocidad a la que se desarrolla, esta combustión puede ser:

• Combustión lenta: Se produce sin emisión de luz y con poca emisión de calor. Se da en
lugares con escasez de aire, combustibles muy compactos o cuando la generación de humos
enrarece la atmósfera (sótanos, habitaciones cerradas, etc.). Son muy peligrosas, ya que en
el caso de que entre aire fresco puede generarse una súbita aceleración del incendio, e
incluso una explosión.

• Combustión normal: Se produce con emisión de luz y calor, con llamas, en un escenario al
aire libre o con aire suficiente y sin aporte de elementos extraños que mantengan la
combustión.

• Combustión rápida: Se produce con fuerte emisión de luz y calor, con llamas, y con una
elevada velocidad de frente de llamas. Si dicha velocidad es muy elevada se generará una
onda de presión, y estaremos ante una explosión, la cuál por su velocidad de propagación
recibe el nombre de:

- DEFLAGRACIÓN. Cuando la velocidad de propagación del frente en llamas es


menor que la velocidad del sonido (340m/s).
- DETONACIÓN. sólo se produce con ciertos materiales inestables que reaccionan a
cualquier impulso mecánico o aumento de temperatura, y alcanza una velocidad
mayor que la velocidad del sonido, pudiendo ser del orden de km/s.

• Combustión espontánea: Combustión rápida producida al mezclarse y reaccionar ciertos


productos químicos sin necesidad de aporte de energía externa.

Al mezclarse estos productos (por ejemplo hipoclorito con amoniaco, aluminio con agua-
fuerte) se combinan en una reacción fuertemente exotérmica, sirviendo este calor desprendido de
energía de activación para la combustión.

6.- CONDICIONES PARA LA COMBUSTIÓN


No solo es suficiente la presencia de los tres elementos (combustible, comburente y energía de
activación) para el origen del fuego, éste también depende de las condiciones en las que se
encuentran. Estas son: Estado de la materia, mezcla combustible y temperatura.

6.1 ESTADO DE LA MATERIA


Para que la combustión se produzca el Combustible y el Comburente deben de
estar en el mismo estado, y éste es el gaseoso (GAS COMBUSTIBLE). Para que ambos se
transformen en gas, hace falta una cierta temperatura (cada combustible tiene una); los
líquidos según sus peculiaridades y condiciones emiten constantemente gases, a ciertas
temperaturas esa producción de gases se pueden aumentar o disminuir.

6.2 MEZCLA COMBUSTIBLE Toda mezcla de gas combustiblecomburente tiene un RANGO


DE INFLAMABILIDAD, referente a la concentración de gas combustible en dicha mezcla.
Sólo dentro de ese rango la concentración es susceptible de inflamarse; los límites que
definen este rango se denominan límites de inflamabilidad.

Estos límites de inflamabilidad son:


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• Límite Inferior de Inflamabilidad (L.I.I.): es la menor proporción de gas o vapor


combustible que mezclado con el aire es capaz de arder en presencia de una fuente
de ignición; por debajo de este límite no habrá combustión.
• Límite Superior de Inflamabilidad (L.S.I.): es la mayor proporción de gas o vapor
combustible que mezclado con el aire es capaz de arder en presencia de una fuente
de ignición; por encima de este límite no habrá combustión.

Dentro de este Rango de Inflamabilidad existe un valor concreto en el que la


proporción de mezcla combustible-comburente es óptima, es el punto estequiométrico, y en
él la combustión tendrá lugar de la forma más productiva, intensa y violenta. Si las
proporciones entre el combustible y el comburente no son adecuadas, la mezcla de éstos no
estará entre dichos límites, y por lo tanto el fuego no se producirá.

Sólo cuando la proporción de mezcla entre gas combustible y gas comburente


(oxígeno del aire) se encuentra entre los límites Inferior (L.I.I.) y superior de inflamabilidad
(L.S.I.), es posible la propagación de la combustión.

6.3 TEMPERATURA
Además de recordar que los sólidos se someten primero a un proceso de
descomposición molecular a elevada temperatura (Pirólisis), hablaremos de:

• Punto de Ignición: Es la mínima temperatura a la cual un material emite una


cantidad suficiente de vapores capaces de inflamarse en contacto con una llama,
pero incapaces de mantenerse ardiendo.
• Punto de Inflamación: Es la temperatura a la cual un material emite una cantidad
suficiente de vapores, capaces de inflamarse en contacto con una llama y
mantenerse ardiendo hasta que se consuma el combustible.
• Punto de Autoinflamación: Es la temperatura a la cual un producto emite vapores
que mezclados con el aire se inflaman espontáneamente sin el contacto con ninguna
llama.

En conclusión: para que se produzca incendio de un combustible, hacen falta los tres
factores desfavorables siguientes:

• Una temperatura T, mayor que el punto de ignición.


• Una mezcla aire-vapor con una concentración situada entre los límites inferior y
superior de inflamabilidad.
• Una energía de activación que nos suministre una temperatura T, mayor que el
Punto de Autoinflamación.

7.- PRODUCTOS DE LA COMBUSTIÓN

Los incendios acarrean innumerables pérdidas, tanto en el orden económico como en el


personal.

La inmensa mayoría de las víctimas mortales de incendios, casi el 90%, no fallecen por
quemaduras sino por asfixia. Un incendio que se produce muy lejos del lugar donde estaba la víctima
origina unos productos que van mucho más lejos que lo que es el propio incendio.

Estos productos de la combustión (originarios de las víctimas y la propagación de los


incendios), los podemos clasificar en:

LLAMAS - HUMO - GASES - CALOR

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7.1 LLAMAS

Las llamas son gases incandescentes y se producen cuando la


combustión se produce en una atmósfera la suficientemente “rica” en
oxígeno.
Las llamas suelen ser visibles, porque irradian radiaciones
luminosas, aunque hay ocasiones en que esto no ocurre así (combustión
completa materias orgánicas).

La presencia de llamas denota la emisión de gases por efecto del


calor del combustible implicado y la posible afectación de los combustibles
cercanos.

El color de la llama depende de muchos factores, entre los que destacan la


composición química del combustible y la proporción de oxígeno en el ambiente (amarillo =
sales de sodio, rojo = sales de calcio, verde = sales de cobre, violeta = sales de potasio).

El proceso de combustión puede tener dos formas:


• Combustión con llama (velocidades de combustión relativamente altas)
• Combustión sin llama (incandescencias) en situaciones de déficit de oxígeno.

7.2 HUMO

Se debe a combustiones incompletas de los materiales en reacción. Está formado


por partículas sólidas parcialmente combustionadas y por condensaciones de vapores y
gases de combustión.

Color y opacidad dependerán, de nuevo, de la naturaleza y


composición química de los productos reaccionantes, así como de la
concentración de oxígeno en el ambiente.

Dificulta la visión y puede producir desorientación y pánico.


Suele estar a alta temperatura, lo que se traduce en dificultades de
respiración (asfixia) y posibles quemaduras. Provoca numerosos daños
materiales, sobre todo en incendios de viviendas.

La disociación entre humo y gases es teórica para entender las


propiedades de ambos, en la realidad forman un conjunto, que en
ocasiones hace su distinción inapreciable.

7.3 GASES

Son el producto de la combustión y muy peligrosos para las personas. Suelen ser
tóxicos y/o asfixiantes. También se pueden producir gases inflamables, lo que contribuye a
aumentar el incendio y sus consecuencias. Los gases más comunes son:

- Dióxido de Carbono CO2


- Monóxido de Carbono CO
- Ácido Cianhídrico CNH
- Dióxido de Azufre SO2
- Ácido Sulfhídrico SH2, etc.

La peligrosidad de estos gases dependerá de su concentración y de la naturaleza del


combustible además de muchos más factores.

7.4 CALOR

De todos los productos de combustión, es el principal responsable de que el


fuego se propague, ya sea a través del calentamiento de los materiales
circundantes o por el movimiento del aire que calienta.

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El calor es una forma de energía, y no hay que confundir su concepto con el de
“temperatura”:
Calor: es el flujo de energía entre dos cuerpos con diferente temperatura.
Temperatura: es el nivel de energía interna de cada cuerpo.

8.- LA TRANSMISIÓN DEL CALOR

Siempre que existe una diferencia de temperatura en el universo, la energía se transfiere de


la región de mayor temperatura a la de menor temperatura (calor), bien sea de un cuerpo a otro o en
el interior del mismo cuerpo o materia; este mecanismo le denominaremos transmisión del calor.

Los Mecanismos de Transmisión del Calor que vamos a considerar son:


- Conducción
- Convección
- Radiación

8.1 CONDUCCIÓN

Conducción: Es la forma de transmisión de calor que se produce por el contacto directo


entre materias a distinta temperatura.
Las moléculas calientes, con un estado de vibración mayor, chocan con sus vecinas,
traspasándoles parte de su energía. La conducción se verá favorecida en todas aquellas
sustancias en las que el grado de disgregación de la materia sea pequeño; siendo mejor la
conducción en sólidos que en líquidos, y en éstos mejor que en los gases.
La capacidad de conducción del calor o conductividad térmica, es una propiedad física de
cada sustancia y puede variar ligeramente en función de la temperatura y de las
características particulares del material (humedad, etc.).
Cuanto mayor sea la conductividad térmica, tanto mayor será la cantidad de calor que pase
por unidad de tiempo. Los mejores conductores son la plata y el cobre. Son poco conductores
los sólidos no metálicos, todos los líquidos excepto el mercurio, y los gases.
En situaciones de incendio, la conductividad térmica es importante en razón del peligro de
propagación del fuego. Por ejemplo: Una viga de acero atravesando de una a otra parte de
una pared incombustible, podría ser la causa de propagación, ya que se conduce el calor a lo
largo de la misma.

8.2 CONVECCIÓN

Convección: La expresión convección se aplica a la propagación del calor de un lugar a otro,


por un movimiento real de la sustancia caliente. Si la sustancia se mueve de forma natural, se
dice que es una convección natural o libre; en caso contrario, se trata de una convección
forzada.
Este mecanismo consiste en la transmisión del calor por la “mezcla” de una parte de un fluido
(liquido o gas) con otra que tiene menos temperatura. Para que se produzca esta “mezcla”
tiene que haber un movimiento del fluido, de ahí que no se pueda dar este mecanismo en
los sólidos.
Un mismo fluido (líquido o gas), tiene menos densidad (menor peso por unidad de volumen),
cuanto mayor sea su temperatura.
La convección se basa en este movimiento originado por distintas densidades para conseguir
esa “mezcla” que transmite el calor.
Así funcionan, por ejemplo, las calefacciones de agua de cualquier vivienda.
La expansión de un fuego por convección probablemente tiene más influencia que los otros
métodos a la hora de definir la estrategia de intervención. En la mayoría de los casos el calor
que se está transmitiendo tendrá una dirección vertical, aunque el aire pueda llevarlo en
cualquier otra dirección.

8.3 RADIACIÓN

Radiación: Es la forma de transmisión del calor por emisión continua de energía desde la
superficie de un cuerpo en forma de ondas electromagnéticas (energía radiante).
Todas las formas de energía radiante, se propagan en línea recta a la velocidad de la luz.
Cuando la energía radiante incide sobre un cuerpo, existen tres posibilidades:
- absorción (el cuerpo radiado absorbe el calor)
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- reflexión (el cuerpo radiado refleja el calor)
- transmisión (la radiación pasa a través del cuerpo)
Las características de la superficie del cuerpo afectan a su capacidad para absorber, reflejar o
transmitir la radiación. Como norma general, los buenos reflectantes suelen ser malos
absorbentes. Cuanto menor sea la densidad mayor transmisión.
Los cuerpos en los que predominan la absorción y la reflexión se denominan opacos, aquellos
en los que predomina la transmisión se denominan transparentes.
El calor radiado viaja por el espacio hasta ser absorbido por un cuerpo opaco.

9.- MÉTODOS DE EXTINCIÓN

Para que el fuego progrese es necesario que el Tetraedro de Fuego esté completo; los
distintos métodos de extinción actúan sobre uno de los componentes de este Tetraedro de forma que
quede incompleto. En función del elemento sobre el que actúe, el método de extinción será:

9.1 ENFRIAMIENTO

Se actúa sobre el componente Calor.


Es el método más conocido y consiste en proyectar sobre el fuego una materia no
combustible que absorba el calor de la combustión, haciendo disminuir la temperatura
hasta un punto en que la combustión ya no sea posible.

El agente extintor más frecuente es el agua, con una gran eficacia dado su alto calor
específico (calor necesario para elevar un grado la temperatura de una sustancia) y sobre
todo por su alto calor de vaporización (540 calorías por gramo de agua evaporado). Cuanto
más pulverizada esté, más eficaz será.

También tienen cierto efecto de refrigeración, aunque en menor medida que el agua, otros
agentes extintores, como el CO2, que disminuye drásticamente su temperatura, muy por
debajo de 0º (del orden de –79ºC), durante la expansión que experimenta al pasar de la
presión de envasado a la presión atmosférica.

9.2 SOFOCACIÓN

Se actúa sobre el componente Comburente.


Consiste en la eliminación o dilución del comburente (el oxigeno). Un ejemplo de esta
eliminación del oxigeno se da cuando cubrimos la materia incendiada con una manta, una
tapa, arena, etc.
Dentro de los agentes extintores que actúan por sofocación el principal es el CO2, que actúa
diluyendo el oxigeno. En menor medida sofocan los agentes extintores de polvo o el agua al
desplazar su vapor al oxigeno.

9.3 ELIMINACIÓN DEL COMBUSTIBLE

Se actúa sobre el componente Combustible. Consiste en la eliminación del combustible,


interrumpiendo la continuidad del mismo. Es el método más seguro para la extinción de
fuegos de escapes de gases, cerrando las válvulas de paso correspondientes.
En el caso de recintos cerrados con gases inflamables también se puede evitar la combustión
de los mismos desplazando su concentración por debajo del L.I.I, o por encima del L.S.I, pero
son maniobras exclusivas de profesionales.

9.4 INHIBICIÓN DE LA REACCIÓN EN CADENA

Se actúa sobre el componente Reacción en Cadena.


Consiste en proyectar sobre el fuego agentes químicos que bloquean los radicales libres que
intervienen en la reacción en cadena.
El agente principal es el polvo químico. Anteriormente se utilizaban también otros productos,
como los halones, pero, dado su riesgo medioambiental, su uso actualmente está restringido
exclusivamente a ciertos Servicios (Ejercito y Aviación, por ejemplo).
Los distintos agentes extintores actuarán por uno o varios de estos métodos, los más
frecuentes lo harán principalmente por:

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• Agua: Enfriamiento. En menor medida algo por sofocación.
• Polvo Químico: Inhibición. Mínimamente por sofocación.
• CO2: Sofocación. En menor medida por enfriamiento.

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TEMA 2. EQUIPOS DE EXTINCIÓN


1.- DEFINICIÓN Y ELEMENTOS QUE COMPONEN UN EXTINTOR

Un extintor es un aparato autónomo que contiene un agente extintor el cual puede ser proyectado y
dirigido sobre un fuego por la acción de una presión interna. Esta presión puede obtenerse por una
presurización interna permanente, por una reacción química o por la liberación de un gas auxiliar.

Los extintores constituyen el medio más adecuado para desarrollar una acción rápida sobre un
conato de incendio y, su utilización eficaz puede evitar, en muchos casos, la propagación del fuego y
en consecuencia la mayoría de los incendios.
El extintor está compuesto por un recipiente metálico o cuerpo, un agente extintor, un sistema de
presurización, una serie de
elementos de control y mando y
unos dispositivos de seguridad
para garantizar su uso y
mantenimiento adecuado.

Además el extintor lleva una


etiqueta de identificación con
sus características e
instrucciones de uso y una
placa de diseño donde se
reflejan sus condiciones de
fabricación y mantenimiento.

• Cuerpo del extintor.- Es el


elemento que contiene al
agente extintor y, en el caso de
los extintores de presión
permanente, al gas impulsor o
propelente. Su fabricación esta
sometida a la reglamentación de los aparatos a presión.

• Agente extintor.- Es el producto o conjunto de productos contenidos en el extintor y cuya acción


provoca la extinción.

• Sistema de presurización.- Es el medio utilizado para conseguir que el agente extintor pueda ser
proyectado

• Elementos de control y mando.- son los elementos


que permiten iniciar dirigir y cortar la proyección del
agente extintor. Podemos distinguir:
- Manetas de accionamiento.- Son dos manetas que,
mediante su acción, permiten la salida del agente
impulsor. El funcionamiento es apretar la maneta palanca
hacia la maneta fija, liberando el agente impulsor.
- Manguera.- Es el tubo semirrígido, destinado a
transportar el agente extintor hasta el fuego.

- Boquilla.- Es el elemento situado en el extremo de la


manguera (o directamente unido al extintor, si no existe
manguera), que conforma la modalidad de expulsión del
agente extintor.

Dependiendo del tipo de agente extintor se utilizan diferentes boquillas, con el objetivo de facilitar su
dispersión y potenciar su poder de penetración en el fuego al que van dirigidos.

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Boquilla para extintores de CO2

Boquilla para extintores de polvo


Boquilla para extintores de agua

• Elementos de seguridad.- son elementos que garantizan un adecuado nivel de seguridad en su


utilización. Podemos distinguir:

- Pasador de seguridad

- Manómetro indicador de la presión del gas impulsor

2.- CARACTERÍSTICAS DE LOS EXTINTORES

Las características que definen a un extintor de incendios y lo distinguen de otro son:


- Eficacia extintora
- Operatividad (alcance, tiempo de funcionamiento, temperatura de servicio, incompatibilidad de
uso…)
- Seguridad de uso
- Movilidad (masa total del extintor)
- Agente Extintor utilizado (carga y naturaleza)
- Sistema de presurización

• Eficacia extintora: Es el parámetro que nos indica el poder de


extinción para un determinado tipo de fuego que tiene el extintor.
La eficacia se determina mediante un ensayo de extinción sobre el
denominado “hogar- tipo”, específico para cada tipo de fuego.

La eficacia, viene expresada por un número y una letra, que nos


definen el tipo de fuego y la cantidad de combustible que es capaz de
extinguir un determinado extintor.
La letra indica el tipo de combustible empleado en el hogar tipo y el
número la cantidad de combustible que ha configurado el citado
hogar. Por ejemplo 113B nos indica que el extintor es adecuado para
fuegos de la clase B: Combustibles líquidos, y que tiene poder para
apagar 113 litros de una mezcla de agua y heptano (1/3 de agua + 2/3

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de heptano) en un recipiente normalizado, que conforma el hogar tipo.

A continuación veremos la clasificación de los extintores en función de algunas de las características


enunciadas

• Operatividad, es de especial importancia en la elección de los extintores, tener en cuenta la


operatividad de los mismos. Elegir un buen extintor significa conocer que agente extintor es el más
adecuado, cual es la capacidad y eficacia conveniente y cual es el lugar idóneo para su ubicación,
pero además para garantizar su operatividad es necesario que se utilice de acuerdo a los protocolos
establecidos para su uso y que su mantenimiento sea el correcto según la normativa correspondiente.

• Seguridad de uso, el usuario de un extintor de incendios debe tener en consideración ante todo su
propia seguridad. Para utilizar un extintor con un nivel de seguridad adecuado y conseguir una
mínima eficacia hay que tener una formación previa sobre los principios básicos del fuego, los riesgos
y la utilización de cada tipo de extintor.
Las características de movilidad, agente extintor y sistema de presurización nos define las diferentes
clases de extintores que existen según se expone en los apartados siguientes.

3.- TIPOS DE EXTINTORES. CLASIFICACIÓN


La clasificación de los extintores, se puede hacer desde diferentes criterios:
Por su Movilidad: atendiendo a los criterios de movilidad, los extintores se pueden clasificar
en:

• Extintores portátiles, son extintores concebidos para ser transportados y utilizados a


mano, que en condiciones de funcionamiento tiene una masa igual o inferior a 20 kilogramos.

• Extintores móviles, son extintores que por su peso, superior a 20 Kg, no pueden ser
cargados por una persona para su uso, por lo que disponen de unas ruedas para su traslado.

• Extintores fijos, son aquellos que se encuentran en una instalación fija, generalmente para
su accionamiento automático sobre un elemento de riesgo (por ejemplo sobre las calderas de
calefacción).

Por su Sistema de Presurización:


Como hemos indicado la proyección del agente extintor se logra por presurización,
mediante la incorporación de un GAS IMPULSOR al agente extintor. En función de donde se
encuentre localizado el gas impulsor los extintores se pueden clasificar en:

• Extintores de presión permanente, son aquellos en los que el cuerpo del extintor está
permanentemente presurizado. Podemos distinguir dos tipos:
> Extintores de presión propia, son extintores que utilizan un agente extintor que tiene
presión suficiente para poder impulsarse, es el caso, por ejemplo del dióxido de
carbono.
> Extintores de presión incorporada: Son extintores que utilizan un agente extintor,
incapaz de impulsarse por si mismo, cuya presión de impulsión se consigue con
ayuda de un gas propelente, inerte, que es incorporado al cuerpo del extintor durante
la fabricación o recarga del mismo.
El gas impulsor suele ser nitrógeno seco, aunque a veces se utiliza aire comprimido.

• Extintores de presión no permanente


Extintores de presión adosada: en estos extintores el agente extintor no se encuentra
permanentemente presurizado, sino que se procede a su presurización en el momento previo
a la extinción.
En estos extintores el gas impulsor está contenido en un botellín exclusivo, provisto de una
"válvula de seguridad".

Dependiendo de la disposición del botellín tendremos:


Extintores de presión adosada interior: cuando el botellín que contiene el gas impulsor se
encuentra en el interior del recipiente que contiene el agente extintor.
Extintores de presión adosada exterior: cuando el botellín de gas impulsor se encuentra en el
exterior del recipiente que contiene el agente extintor.
Extintor de presión Extintor de presión Adosada interior Adosada exterior
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Prevención Contra Incendios

Por el Agente Extintor utilizado: Los extintores pueden utilizar diferentes agentes
extintores, siendo los más comunes:

- Agua
- Polvo
- Dióxido de Carbono

Extintores de agua: aunque su denominación hace referencia sólo al agua, en


realidad este tipo de extintores utiliza como agente extintor agua con un
aditivo espumógeno, para dar un mayor poder de penetración sobre el fuego.

Este tipo de extintores son de aplicación en fuegos de tipo A, fuegos de sólidos.


También pueden emplearse en fuegos de la clase B, fuegos de líquidos, pero su
eficacia es muy limitada, debido a que la capacidad de un extintor de agua (6 o
9 litros), no es suficiente para luchar con este tipo de fuegos.
También es importante tener presente que no deben ser usados en presencia
de tensión eléctrica, dado que el agua es un elemento conductor de la
electricidad y por tanto hay peligro de electrocución.

Extintores de polvo: son los que utilizan como agente extintor polvos químicos formados por sales
inorgánicas de diferente composición finamente pulverizada, mezclados con
una serie de aditivos.
La composición de los polvos químicos depende del tipo de fuego para el
que
sean de aplicación. Se fabrican en tres modalidades:
Polvo seco: para fuegos de la clase B y C
Polvo antibrasa: eficaces para fuegos de clases A, B y C. En las etiquetas
suele aparecer como “Polvo Polivalente”
Polvo especial: para fuegos de la clase D

Son los extintores más comúnmente empleados en los edificios por su


versatilidad de aplicación. Los hay con diferente poder de extinción
(eficacia) y con diferente capacidad de carga (1, 2, 3, 6, 9, 25, 50 Kg).

Extintores de Dióxido de carbono: son los que utilizan como


agente extintor el dióxido de carbono, CO2.
Como hemos indicado el CO2 no requiere de un gas impulsor,
dado que tiene presión suficiente para impulsarse por sí.
El CO2 se almacena en el extintor comprimido a alta presión.
Al proyectarlo y pasar a presión atmosférica experimenta una
expansión enfriando el medio circundante (reacción
endotérmica), muy por debajo de 0ºC (-79ºC).
Por ello se deben extremar las precauciones de uso debido a
que su proyección sobre la piel puede dar lugar a quemaduras
por congelación También hay que tener en cuenta al utilizarlo
que el dióxido de carbono es un gas asfixiante que desplaza al
oxígeno del aire, por lo que puede resultar peligroso para la
salud en concentraciones superiores al 9%.
Este tipo de extintores son de aplicación sobre fuegos con
presencia de tensión eléctrica debido a que es un mal
conductor de la electricidad.

4.- INFORMACIÓN SOBRE EL EXTINTOR


Con el fin de que el usuario tenga conocimiento de las prestaciones, limitaciones y estado del
aparato, todos los extintores de incendio deben ir provistos de una placa de diseño (Placa Timbre) y
una etiqueta de características e instrucciones de uso:

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ETIQUETA DE CARACTERÍSTICAS
• Agente extintor
• Tipo de fuego (A,B,C, etc.)
• Carga nominal en Kg o litros
• Eficacia
• Modo de empleo
• Limitaciones de uso

PLACA TIMBRE
• Número de registro
• Presión de Timbrado
• Fecha 1º Timbre 5 años
• Casillas futuros retimbrados1
• Caducidad extintor

5.- ELECCIÓN DE LOS AGENTES EXTINTORES

La elección del agente extintor se hará en función del método de extinción que sea más eficaz
o más seguro acorde con el tipo de combustible y los riesgos asociados con éste.

Cuando el riesgo no influya en la elección y si disponemos de más de un agente extintor


elegiremos el más eficaz para ese tipo de fuego, siempre que no perdamos mucho tiempo en ir en su
busca (por ejemplo no dejaremos de usar un extintor de polvo en un pequeño fuego Tipo A por ir a
buscar uno de agua que está mucho más lejos).

Especial mención merecen los fuegos con presencia de electricidad, en los que nunca
usaremos agua (riesgo de electrocución o de provocar cortocircuitos).

Ante estos fuegos utilizaremos siempre CO2 y eventualmente si no hay otra elección polvo
(siempre que la tensión sea menor de 1000v). En caso de duda y siempre cuando haya alta o media
tensión (en transformadores por ejemplo), no actuaremos, dejándolo en manos de profesionales.

En caso de fuegos Tipo D usaremos exclusivamente los extintores de polvo Especial, únicos
apropiados, y en ningún caso agua, dado que ésta reacciona muy violentamente al contacto con
estos metales. En cualquier caso son fuegos peligrosos en los que no conviene correr riesgos
innecesarios, siendo a veces preferible, como ocurría siempre con los fuegos con alta tensión,
dejárselo a los profesionales.

1 La norma de retimbrado no afecta a los extintores de CO2.


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Clasificación de los agentes extintores y su adecuación a las distintas clases de fuego.

6.- UTILIZACIÓN DEL EXTINTOR

Ante todo es preciso tener en cuenta que un extintor sólo es eficaz cuando se utiliza en la fase inicial
de un incendio y que su uso debe seguir unas pautas de actuación, que nos garanticen que la
operación se desarrolle con un adecuado nivel de seguridad.
Todo extintor lleva un seguro, en forma de pasador o tope, que impide su accionamiento involuntario.
Una vez retirado este seguro, normalmente tirando de una anilla o solapa, el extintor está listo para su
uso.
Extintores Portátiles
Maniobra habitual. Uso
• Averiguar combustible / origen incendio
Gire el asegurador rompiendo el precinto
• Elegir tipo extintor adecuado
• Situarse de espaldas al viento
• Revisar manómetro
• Quitar precinto de seguridad
• Presurizar si fuera necesario
• Realizar prueba antes de avanzar
• ATACAR INCENDIO POR LA BASE Colóquese a una distancia prudencial, en la dirección del viento y apunte la
boquilla del extintor hacia la base de la llama.
• Siempre que sea posible actuar por parejas

Apriete el gatillo mientras mantiene el extintor en posición vertical. Haga una


primera descarga del extintor.

Mueva la boquilla de lado a lado lentamente, atacando por la base toda la parte
frontal del fuego antes de avanzar, para evitar quedar atrapado atrás.

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7.- ELEMENTOS DE UNA BOCA DE INCENDIO EQUIPADA (BIE)

Las bocas de incendio equipadas son otro medio de lucha contra incendios a emplear por el personal
de los edificios para la extinción de un
incendio en su fase inicial.
Una boca de incendio equipada o B.I.E,
puede definirse como el conjunto de
elementos necesarios para transportar,
proyectar y dirigir el agua desde un punto
fijo de la red de abastecimiento de
incendios hasta el lugar del fuego.
Los elementos que componen una boca de
incendio equipada son:

• Armario.- Elemento destinado a albergar


el conjunto de componentes que integran la
BIE. Este elemento es opcional, pero en caso de existir debe ser de unas dimensiones que permitan
el despliegue rápido de la manguera, y dispondrá de una puerta frontal con un dispositivo de cierre
que permita su apertura para la revisión periódica de la BIE.
La puerta frontal podrá ser de un material vítreo transparente de fácil rotura, que deberá llevar
impreso el rotulo: “Rómpase en caso de incendio”, o de un material opaco irrompible, que deberá
llevar impresa la señalización correspondiente a boca de incendio equipada y permitir su fácil
apertura para uso en incendio.
El armario debe disponer de aberturas de ventilación.

• Soporte de manguera.- Es el elemento de sujeción de la manguera enrollada plegada, que permite


su extensión rápida y eficaz.
Deberá tener la suficiente resistencia mecánica para soportar el peso de la manguera y las acciones
a que se encuentre sometido debidas al uso de BIE.
En las BIEs de 25 mm. El soporte debe ser de devanadera giratoria, en las BIEs de 45 mm. puede ser
de devanadera o del tipo plegadora.

• Manguera.- Es el tubo flexible o semirrígido, destinado a transportar el agua hasta el fuego.


Para la BIE de 25 mm la manguera es semirrígida con un diámetro de interiores 25 mm y una longitud
entre 20 y 30 metros.
Para la BIE de 45 mm la manguera es del tipo flexible plana con un diámetro de interiores 45 mm y
una longitud entre 15 y 20 metros.
Su fabricación y ensayos prescriptivos de seguridad deben ajustarse a lo especificado en las normas
UNE 23-091/89, UNE 23-091/96 y UNE 23-091-4/1M/94.

• Racor.- Pieza metálica normalizada que posibilita el acoplamiento rápido de la manguera con las
válvulas y lanzas.
Los racores estarán sólidamente unidos a los elementos a conectar y cumplirán con las siguientes
Normas UNE 23-400-1/98 y UNE 23-400-2/98

• Válvula.- Es el dispositivo que permite la apertura-cierre del paso del agua a la manguera. Deberá
ser de material metálico resistente a la oxidación y corrosión. Podrán emplearse las válvulas de cierre
rápido siempre que prevean los efectos del golpe de ariete. También pueden utilizarse las de volante,
debiendo ser el número de vueltas para su apertura y cierre entre 2 ¼ y 3½.
En las BIEs de 25 mm la válvula podrá ser de apertura automática al girar la devanadera.

• Lanza.- Tubo cilíndrico o troncocónico, que une la manguera con la boquilla para facilitar su manejo.
La lanza no es exigible cuando la boquilla se acople directamente a la manguera. En los casos que
exista la lanza, ésta deberá ser de un material resistente a la corrosión y a los esfuerzos mecánicos a
los que vaya a ser sometida y, dispondrá de un sistema de apertura y cierre, cuando éste no exista en
la boquilla.

• Boquilla.- Es el elemento situado en el extremo de la lanza o directamente unido a la manguera que


permite conformar y regular el chorro de agua.

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Debe estar construida con materiales resistentes a la corrosión y a los esfuerzos mecánicos a los que
vaya a ser sometida y, dispondrá de un sistema de apertura y cierre en caso de que éste no vaya
incorporado en la lanza.

Debe asegurar un caudal de mínimo agua de 200 l/min. a una presión de 3,5 bares y disponer de un
triple efecto de expulsión del agua:

o Cono de ataque
o Chorro
o Cortina de protección

• Manómetro.- Es el elemento que mide la presión en la red, estará situado antes de la válvula y será
adecuado para medir presiones entre cero y la máxima presión de la red.

8.- MODO DE APLICACIÓN DEL AGUA MEDIANTE B.I.E’s AL FUEGO

Como hemos indicado las bocas de incendios equipadas son elementos capaces de transportar,
proyectar y dirigir agua desde un punto fijo de la red de abastecimiento de incendios hasta el lugar del
fuego.

El agua será proyectada de diferentes modos en función de las posiciones que demos a la boquilla,
según hemos visto al describir este elemento. La utilización de los diferentes modos de proyección
del agua es función de las necesidades que demande la situación de incendio existente. Hay que
tener en cuenta que el agua además de emplearla para apagar fuego podemos utilizarla para enfriar
vapores y gases combustibles.

En el siguiente cuadro se resumen las características y aplicaciones de las tres modalidades de


expulsión de agua disponibles en las boquillas de las BIEs:

EXPULSIÓN DEL VENTAJAS INCONVENIENTES APLICACIONES


AGUA

CONO DE - Mayor rendimiento. - Alcance limitado. - Extinción de fuegos de


ATAQUE - La mayor superficie - Incremento temperatura. combustibles sólidos, tiene
por el pequeño tamaño - Disminución visibilidad. la mayor capacidad
de las gotas favorece extintora.
más la absorción de - Es el que se debe utilizar
calor. habitualmente.
- Limitación de daños.

CHORRO -Gran alcance, lo que - Eficacia limitada: sólo del -Extinción de fuegos de
SÓLIDO permite el ataque a 5% al 10% del agua combustibles sólidos.
larga distancia. empleada interviene en la -Sólo se usará desde
-Poca evaporación. extinción. lejos cuando por la
-Elevada presión. - La fuerza de impacto potencia del fuego no
-Elevada capacidad de puede resultar destructiva podamos acercarnos.
penetración. para ciertos elementos.
- Posible dispersión de los
combustibles y, por tanto,
propagación del fuego.
- Mayor retroceso.

CORTINA DE - Ofrece protección Alcance limitado. -Sólo debe emplearse


PROTECCION ante el calor. -Incremento temperatura. como protección para
- Limitación de daños. -Disminución visibilidad. alejarse del incendio,
- Retroceso nulo. -Sin rendimiento desde el en los casos que por la
punto de vista de la extinción. gravedad del mismo es
necesaria la intervención de
los
Servicios Públicos de
Emergencia para el
control del mismo.

9.- MANEJO DE LAS BOCAS DE INCENDIO EQUIPADAS


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Prevención Contra Incendios

En el manejo de las BIEs deben de seguirse los siguientes principios

MANEJO DE BIES DE 25 mm:


1. Abrir la puerta del armario o en su caso romper el cristal de protección de la BIE. Cuando
necesitemos romper el cristal lo haremos a ser posible con un objeto contundente y protegido
con alguna prenda que evite la caída de cristales sobre el usuario.
2. Comprobar que la lanza está conectada y cerrada.
3. Girar la devanadera hacia fuera tirando de la lanza.
4. Abrir la válvula de paso del agua. Algunas BIEs tienen apertura automática del paso del agua
al girar la devanadera entre 1 y 3 vueltas aproximadamente.
5. Desplegar la manguera lo necesario para dirigirnos al fuego.
6. Antes de enfrentarse al fuego, conviene probar el funcionamiento de la lanza abriéndola y
cerrándola un par de veces.
7. Atacar el incendio proyectando agua sobre los materiales que arden hasta estar seguros de
su completa extinción.

10.-MANTENIMIENTO DE LOS SISTEMAS DE EXTINCIÓN

El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios en su Apéndice 2, establece las


operaciones de mantenimiento mínimo a realizar en las instalaciones de protección contra incendios.

1. Los medios materiales de protección contra incendios se someterán al programa mínimo de mantenimiento
que se establece en las tablas I y II.
2. Las operaciones de mantenimiento recogidas en la tabla I serán efectuadas por personal de un instalador o
un mantenedor autorizado, o por el personal del usuario o titular de la instalación.
3. Las operaciones de mantenimiento recogidas en la tabla II serán efectuadas por personal del fabricante,
instalador o mantenedor autorizado para los tipos de aparatos, equipos o sistemas de que se trate, o bien por
personal del usuario, si ha adquirido la condición de mantenedor por disponer de medios técnicos adecuados,
a juicio de los servicios competentes en materia de industria de la Comunidad Autónoma.
4. En todos los casos, tanto el mantenedor como el usuario o titular de la instalación, conservarán constancia
documental del cumplimiento del programa de mantenimiento preventivo, indicando, como mínimo: las
operaciones efectuadas, el resultado de las verificaciones y pruebas y la sustitución de elementos defectuosos
que se hayan realizado. Las anotaciones deberán llevarse al día y estarán a disposición de los servicios de
inspección de la Comunidad Autónoma correspondiente.

TABLA I2. Programa de mantenimiento de los medios materiales de lucha contra incendios
Operaciones a realizar por personal de una empresa mantenedora autorizada, o bien, por el personal del usuario o
titular de la instalación
Equipo o sistema CADA TRES MESES CADA SEIS MESES

Comprobación de funcionamiento de las


instalaciones (con cada fuente de suministro).
Sistemas automáticos de Sustitución de pilotos, fusibles, etc.,
detección y alarma de incendios. defectuosos.
Mantenimiento de acumuladores (limpieza de
bornas, reposición de agua destilada, etc.).

Comprobación de funcionamiento de la
Sistema manual de alarma de instalación (con cada fuente de suministro).
incendios. Mantenimiento de acumuladores (limpieza de
bornas, reposición de agua destilada, etc.).

Comprobación de la accesibilidad, señalización,


buen estado aparente de conservación.
Inspección ocular de seguros, precintos,
inscripciones, etc.
Extintores de incendio
Comprobación del peso y presión en su caso.
Inspección ocular del estado externo de las
partes mecánicas (boquilla, válvula, manguera,
etc.).

Sistemas de abastecimiento de Verificación por inspección de todos los Accionamiento y engrase de

2
Tabla I modificada por la Orden de 16 de abril de 1998

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Prevención Contra Incendios
agua contra incendios elementos, depósitos, válvulas, mandos, válvulas.
alarmas motobombas, accesorios, señales, etc. Verificación y ajuste de
Comprobación de funcionamiento automático y prensaestopas.
manual de la instalación de acuerdo con las Verificación de velocidad de
instrucciones del fabricante o instalador. motores con diferentes
Mantenimiento de acumuladores, limpieza de cargas.
bornas (reposición de agua destilada, etc.). Comprobación de
Verificación de niveles (combustible, agua, alimentación eléctrica,
aceite, etcétera). líneas y protecciones.
Verificación de accesibilidad a elementos,
limpieza general, ventilación de salas de
bombas, etc.

Comprobación de la buena accesibilidad y


señalización de los equipos.
Comprobación por inspección de todos los
componentes, procediendo a desenrollar la
Bocas de incendio equipadas manguera en toda su extensión y accionamiento
(BIE). de la boquilla caso de ser de varias posiciones.
Comprobación, por lectura del manómetro, de la
presión de servicio.
Limpieza del conjunto y engrase de cierres y
bisagras en puertas del armario.

Engrasar la tuerca de
Comprobar la accesibilidad a su entorno y la accionamiento o rellenar la
señalización en los hidrantes enterrados. cámara de aceite del
Inspección visual comprobando la estanquidad mismo.
Hidrantes. del conjunto. Abrir y cerrar el hidrante,
Quitar las tapas de las salidas, engrasar las comprobando el
roscas y comprobar el estado de las juntas de funcionamiento correcto de
los racores. la válvula principal y del
sistema de drenaje.

Comprobación de la
accesibilidad de la entrada
de la calle y tomas de piso.
Comprobación de la
señalización.
Comprobación de las tapas
y correcto funcionamiento
de sus cierres (engrase si
es necesario).
Columnas secas.
Comprobar que las llaves
de las conexiones siamesas
están cerradas.
Comprobar que las llaves
de seccionamiento están
abiertas.
Comprobar que todas las
tapas de racores están bien
colocadas y ajustadas.

Comprobación de que las boquillas del agente


extintor o rociadores están en buen estado y
libres de obstáculos para su funcionamiento
correcto.
Sistemas fijos de extinción:
Comprobación del buen estado de los
componentes del sistema, especialmente de la
 Rociadores de agua. válvula de prueba en los sistemas de rociadores,
 Agua pulverizada. o los mandos manuales de la instalación de los
sistemas de polvo, o agentes extintores
 Polvo. gaseosos.
 Espuma. Comprobación del estado de carga de la
 Agentes extintores instalación de los sistemas de polvo, anhídrido
gaseosos. carbónico, o hidrocarburos halogenados y de las
botellas de gas impulsor cuando existan.
Comprobación de los circuitos de señalización,
pilotos, etc., en los sistemas con indicaciones de
control.
Limpieza general de todos los componentes.

21
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TABLA II3.

Programa de mantenimiento de los medios materiales de lucha contra incendios

Operaciones a realizar por el personal especializado del fabricante o instalador del equipo o sistema o por el personal
de la empresa mantenedora autorizada

Equipo o sistema CADA AÑO CADA CINCO AÑOS

Verificación integral de la instalación.


Limpieza del equipo de centrales y accesorios.
Verificación de uniones roscadas o soldadas.
Sistemas automáticos de Limpieza y reglaje de relés.
detección y alarma de Regulación de tensiones e intensidades.
incendios. Verificación de los equipos de transmisión de
alarma.
Prueba final de la instalación con cada fuente de
suministro eléctrico.

Verificación integral de la instalación.


Limpieza de sus componentes.
Sistema manual de alarma de
Verificación de uniones roscadas o soldadas.
incendios.
Prueba final de la instalación con cada fuente de
suministro eléctrico.

Comprobación del peso y presión en su caso.


A partir de la fecha de
En el caso de extintores de polvo con botellín de
timbrado del extintor (y
gas de impulsión se comprobará el buen estado
por tres veces) se
del agente extintor y el peso y aspecto externo del
procederá al retimbrado
botellín.
del mismo de acuerdo con
Inspección ocular del estado de la manguera,
la ITC-MIE-AP5 del
boquilla o lanza, válvulas y partes mecánicas.
Reglamento de aparatos a
Nota: En esta revisión anual no será necesaria la
presión sobre extintores
apertura de los extintores portátiles de polvo con
de incendios.
presión permanente, salvo que en las
Rechazo:
comprobaciones que se citan se hayan observado
Se rechazarán aquellos
Extintores de incendio anomalías que lo justifique.
extintores que, a juicio de
En el caso de apertura del extintor, la empresa
la empresa mantenedora
mantenedora situará en el exterior del mismo un
presenten defectos que
sistema indicativo que acredite que se ha
pongan en duda el
realizado la revisión interior del aparato. Como
correcto funcionamiento y
ejemplo de sistema indicativo de que se ha
la seguridad del extintor o
realizado la apertura y revisión interior del
bien aquellos para los que
extintor, se puede utilizar una etiqueta indeleble,
no existan piezas
en forma de anillo, que se coloca en el cuello de la
originales que garanticen
botella antes del cierre del extintor y que no
el mantenimiento de las
pueda ser retirada sin que se produzca la
condiciones de fabricación.
destrucción o deterioro de la misma.

Gama de mantenimiento anual de motores y


bombas de acuerdo con las instrucciones del
fabricante.
Limpieza de filtros y elementos de retención de
suciedad en alimentación de agua.
Sistema de abastecimiento de
Prueba del estado de carga de baterías y
agua contra incendios
electrolito de acuerdo con las instrucciones del
fabricante.
Prueba, en las condiciones de su recepción, con
realización de curvas del abastecimiento con cada
fuente de agua y de energía.

Desmontaje de la manguera y ensayo de ésta en


lugar adecuado.
Comprobación del correcto funcionamiento de la
boquilla en sus distintas posiciones y del sistema La manguera debe ser
Bocas de incendio equipadas
de cierre. sometida a una presión de
(BIE).
Comprobación de la estanquidad de los racores y prueba de 15 kg/cm2.
manguera y estado de las juntas.
Comprobación de la indicación del manómetro con
otro de referencia (patrón) acoplado en el racor

3 Tabla II modificada por la Orden de 16 de abril de 1998

22
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de conexión de la manguera.

Comprobación integral, de acuerdo con las


Sistemas fijos de extinción: instrucciones del fabricante o instalador,
incluyendo en todo caso:
Verificación de los componentes del sistema,
 Rociadores de agua. especialmente los dispositivos de disparo y
 Agua pulverizada. alarma.
 Polvo. Comprobación de la carga de agente extintor y del
 Espuma. indicador de la misma (medida alternativa del
peso o presión).
 Anhídrido carbónico.
Comprobación del estado del agente extintor.
Prueba de la instalación en las condiciones de su
recepción.

23
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Prevención Contra Incendios
11.- PAUTAS DE COMPORTAMIENTO ANTE UN INCENDIO

En primer lugar debe quedar claro el alcance de la actuación de los Equipos de Primera
Intervención (EPI) o de la persona que en un momento dado asuma este papel para una posible
extinción, y éste no es otro que actuar exclusivamente ante CONATOS DE INCENDIO.

Podríamos definir conato como un fuego pequeño en sus orígenes, fácilmente controlable pero
que si se le deja evolucionar puede dar lugar a un INCENDIO.

Además de actuar sólo ante conatos, la conveniencia de actuar o no ante estos fuegos vendrá
matizada por las circunstancias en que tiene lugar éste, y que son básicamente las referentes a los
riesgos y a los medios de que disponemos.

Podremos considerar que el fuego es un conato siempre que podamos extinguirlo fácilmente y
con seguridad con los medios de extinción y de protección de que disponemos. Esto implica:

• Que disponemos del agente extintor adecuado al tipo de fuego, que sabemos usarlo, que
funciona correctamente y que tiene capacidad de sobra para hacer frente al fuego que se
quiere extinguir.
• Que los riesgos propios del fuego no afectan a nuestra seguridad. Los principales serán el
Humo (afectando a la visibilidad y a las condiciones para respirar), los Gases (por su
toxicidad) y el Calor.
Dado que normalmente no dispondremos de los equipos adecuados para protegernos de
estos riesgos, cuando su presencia pueda afectarnos no deberemos actuar, como es en el
caso de recintos inundados por el humo o con grandes llamas. Estos riesgos serán
especialmente importantes por lo tanto en recintos cerrados, los cuales acumulan
rápidamente humo y calor.
• Que no existan riesgos adicionales, como alta tensión, riesgo de precipitación, etc.

Siempre que las circunstancias no sean favorables para nuestra intervención dejaremos la
extinción en manos de los Servicios de Emergencias.

El papel de los Equipos de Primera Intervención va destinado a la actuación ante


CONATOS de incendio y vendrá limitada por los riesgos presentes y por los medios
disponibles

Cuando las circunstancias sean favorables para nuestra intervención, las pautas generales de
actuación para la extinción serán:

• Averiguar el origen del fuego y el tipo de combustible que se quema.


• Elegir el agente extintor adecuado.
• Comprobar, antes de aproximarnos, el correcto funcionamiento del equipo de extinción que
se va a utilizar (lectura de presión, retirada de precintos, despliegue si es el caso, disparo de
prueba, etc.).
• Si existe corriente de aire aproximarnos con ésta a nuestra espalda.
• Aproximarnos siempre mirando al fuego.
• ATACAR AL FUEGO POR SU BASE.
• Retirarnos siempre mirando al fuego, no dar la espalda.

Además de estas pautas procuraremos siempre que sea posible actuar por parejas. En estas
situaciones de estrés solemos tener “visión de túnel”, es decir, sólo atendemos a nuestro objetivo
inmediato y no nos percibimos de posibles riesgos que nos rodean, En ocasiones, como es el caso de
utilizar una BIE puede convenir que exista incluso un tercer observador más retrasado que nos avise
si detecta algún riesgo.

Al tiempo que se realiza la extinción, si es que no se ha hecho ya, pondremos en aviso a los
ocupantes del lugar sobre la existencia del fuego, siempre procurando no crear una situación de
alarma que induzca al pánico y avisaremos a los Servicios de Emergencia (cuando no lleguen a ser
necesarios siempre podremos volver a llamar anulando el aviso).

En los casos en los que no podamos actuar nuestra acción irá encaminada en tres sentidos:
24
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Prevención Contra Incendios

• Compartimentar. Esto quiere decir que confinaremos el fuego para que no se propague,
cerrando puertas conforme nos vamos retirando.
• Evacuar. Siempre de forma ordenada y evitando que se provoquen situaciones de pánico.
Nos aseguraremos que todos los ocupantes han salido, comunicándolo inmediatamente a los
Servicios de Emergencia, tanto si falta alguien como si no.
• Apoyo a los Servicios de Emergencia. Este apoyo engloba una serie de acciones que
pueden repartirse entre varias personas, pero siempre deberá existir un representante del
conjunto que sirva de enlace con los Servicios de Emergencia y que esté en todo momento a
disposición de éstos, para transmitir la información que se le requiera. En estas acciones de
apoyo destacan:

- Recuento de personas. Se comprobará que no falta nadie. Para ello resulta útil el concepto
de “punto de encuentro”, un lugar seguro en el que se reúnen los ocupantes en caso de
evacuación. El resultado de este recuento se comunicará a los Servicios de Emergencia
(tanto si falta alguien como si no), y si hay alguna persona sin localizar se dará información
sobre el lugar donde podría estar con más probabilidad o donde fue vista por última vez.

- Información sobre el siniestro. Esto incluye cómo es el incendio, qué se quema y, sobre
todo, donde se localiza. Esta información puede acompañarse de un sencillo croquis de cómo
es el interior del edificio (puertas, dependencias, pasillos y escaleras) con la ubicación del
fuego. Esta información tiene gran utilidad para los Servicios de Extinción, redundando en
eficacia y seguridad.

- Accesos. Mantendremos, en la medida de nuestras posibilidades y en apoyo a los Cuerpos


y Fuerzas de Seguridad, los accesos al edificio o actividad libres de obstáculos
(especialmente de vehículos estacionados o parados) o de aglomeraciones de personas que
dificulten o impidan el acceso y ubicación de los Servicios de Emergencia.

Así mismo comunicaremos la ubicación de las posibles entradas al edificio, facilitando llaves
por si alguna las requiere para ser abierta. En estas entradas se incluyen también las que sirven de
acceso a las dependencias que albergan puntos de corte y mando de instalaciones como gas,
electricidad, agua, ascensores, etc, por si fuera necesario realizar algún tipo de corte o manipulación.

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Prevención Contra Incendios

Cuadro Resumen de los tipos de agentes extintores, su aplicación, las ventajas e inconvenientes, así como de los
peligros que puedan presentarse por su mala utilización.

Agente Extintor Aplicaciones Ventajas Inconvenientes Peligros

A chorro - Dispersión del


* Fuegos con brasa incendio
* Refrigeración a - Gran alcance - Poca penetración
larga distancia - Daños adicionales en
documentos
Pulverizada mayor poder
- Fuego en equipos
de extinción
en presencia de
- No provoca
AGUA * Fuego con brasa - Poco alcance tensión eléctrica
daños por
- Fuegos de
dispersión del
metales
incendio
Pulverizada con - Debe emplearse con
* Fuego con brasa
aditivos - Mejora el equipos especiales
* Fuegos de
poder de debido a que provoca
productos
penetración corrosión de algunos
celulósicos
metales
- Posibilidad de - Fuegos de
* Fuego de líquidos - Evita la descomposición de metales
ESPUMA inflamables posibilidad de espumógenos - Fuegos de
* Fuegos con brasas reignición equipos baja
tensión eléctrica
* Fuego de líquidos
inflamables - Fuegos con altas
CONVENCIONAL * Fuegos tensiones
- Alta eficacia
(BC) combustibles eléctricas
gaseosos o líquidos - Puede originar daños
baja presión en máquinas o equipos
* Fuego de líquidos delicados.
inflamables - Fuegos con altas
* Fuegos - Posibilidad de tensiones
POLVO combustibles reignición por su bajo eléctricas
QUIMICO POLIVALENTE gaseosos o líquidos poder de refrigeración
- Alta eficacia
(ABC) baja presión
*Fuegos de equipos
en presencia de
tensión eléctrica
* Fuegos con brasas
- Suelen ser
ESPECIAL Fuego de metales específicas para
(D) tipos concretos de
metales
ANHÍDRIDO CARBÓNICO CO2 * Fuego de líquidos - No dejan - Baja eficacia - Asfixiante
combustibles residuos - Puede originar
* Fuegos en quemaduras por
presencia de baja temperatura
tensión eléctrica. en la descarga

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Prevención Contra Incendios

TEMA 3 SISTEMAS DE DETECCIÓN DE


INCENDIOS
La función de un sistema de detección automática de incendio es, como su propio nombre
indica, la de detectar cualquier foco o fuente de calor, originando una señal de alarma que nos
permita con la mayor premura posible una actuación eficaz y rápida para evitar un mal mayor.

Estos sistemas de detección suelen estar constituidos por:

- Equipos emisores de señales


- Equipos receptores de señales
- Equipos de control

Las funciones del sistema de detección automática de


incendios son:

Detectar la presencia de un conato


de incendio con rapidez, dando una
alarma preestablecida
(señalización óptica-acústica en un
panel o central de señalización).
Esta detección ha de ser fiable.
Normalmente antes de sonar la
alarma principal, el vigilante debe
comprobar la realidad del fuego detectado.
Localizar el incendio en el espacio.
Ejecutar el plan de alarma, con o sin intervención humana.
Realizar funciones auxiliares: transmitir automáticamente la alarma a distancia,
disparar una instalación de extinción fija, parar máquinas (aire acondicionado),
cerrar puertas, abrir exutorios. etc.

Obligatoriedad de la instalación

El Código Técnico de la Edificación en su Sección SI 4, Instalaciones de protección contra


incendios (Anexo I), especifica:

“Los edificios deben disponer de los equipos e instalaciones de protección contra incendios
que se indican en la tabla 1.1. El diseño, la ejecución, la puesta en funcionamiento y el mantenimiento
de dichas instalaciones, así como sus materiales, componentes y equipos, deben cumplir lo
establecido en el “Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios”, en sus disposiciones
complementarias y en cualquier otra reglamentación específica que le sea de aplicación. La puesta
en funcionamiento de las instalaciones requiere la presentación, ante el órgano competente de la
Comunidad Autónoma, del certificado de la empresa instaladora al que se refiere el artículo 18 del
citado reglamento.
Los locales de riesgo especial, así como aquellas zonas cuyo uso previsto sea diferente y
subsidiario del principal del edificio o del establecimiento en el que estén integradas y que, conforme
a la tabla 1.1 del Capítulo 1 de la Sección 1 de este DB, deban constituir un sector de incendio
diferente, deben disponer de la dotación de instalaciones que se indica para cada local de riesgo
especial, así como para cada zona, en función de su uso previsto, pero en ningún caso será inferior a
la exigida con carácter general para el uso principal del edificio o del establecimiento.”

1.- TIPOS DE SISTEMAS

Podemos distinguir cuatro tipos de sistemas automáticos de detección y alarma de incendios:

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Prevención Contra Incendios
Convencionales: en estos sistemas los dispositivos de detección (detectores y pulsadores)
son instalados en zonas delimitadas por las líneas de cableado, contando con el
inconveniente de no poder identificarse individualmente desde la central. Como solución
alternativa pueden instalarse pilotos indicadores de acción vinculados a cada detector o
zona, lo cual requiere la verificación personal para descubrir el foco de incendio.
Direccionales: los detectores y pulsadores son emplazados en lazos y zonas configuradas
mediante programación desde la central, pudiéndose identificar de modo individualizado
cada elemento de la instalación.
Analógicos: los medios de detección se ubican en lazos o bucles que permiten determinar
exactamente los activados y gracias a los sensores de los dispositivos, que facilitan la
supervisión constante del sistema, obtenemos una evaluación permanente del entorno
protegido. Su funcionalidad es superior a los sistemas anteriores al incluir funciones
añadidas como programación de múltiples parámetros desde la central, comunicación
bidireccional, mantenimiento remoto, etc.
Sistemas mixtos: aquellos que combinan la detección convencional con la individualizada.

2.- ELEMENTOS DE UN SISTEMA DE DETECCIÓN Y ALARMA

La determinación de los medios de detección se basará en el análisis de vulnerabilidad y riesgos al


que se someterán los espacios susceptibles de originar o propagar el fuego.

El sistema de detección automática de incendios puede contar con los siguientes componentes:

 Central de detección automática: es la unidad de centralización y análisis de las señales


enviadas desde detectores y pulsadores, ejecutando las acciones previamente
programadas en función de la situación presentada.

 Equipos intermedios: complementan las prestaciones de la central por medio de


subcentrales en planta o sector de incendios, paneles indicadores, repetidores, etc.

 Detectores de incendio: captan la presencia de productos inherentes al fuego por lo que


deben ser adecuados a la clase de fuego previsible en el entorno donde se hallan
ubicados.

 Pulsadores manuales de alarma: detectan la presencia de fuego indirectamente ya que


quién lo hace realmente es la persona que lo activa manualmente.

 Automatismos: en función de las acciones programadas estos dispositivos proceden a


bloquear puertas cortafuego, apertura de exutorios de humo, cierre o apertura del sistema
de ventilación, liberación de accesos, bloqueo de ascensores, etc.

 Cableado de la instalación: mediante líneas, en forma de lazos o bucles de detección,


enlazan los detectores entre sí y a la central configurando el sistema en sí, además de
convertirse en el elemento conductor de las señales de alarma.

 Comunicaciones externas: permitirán el control y mantenimiento remoto del sistema,


transmisión y gestión de alarmas, conexión a ordenador e impresora de eventos, etc.

 Fuentes de alimentación: se contará con una principal y otra secundaria, por si fallara la
primera; en ocasiones se dispone de una fuente auxiliar que suministra la energía
necesaria ante el fallo de las anteriores.

 Software de gestión: facilita muchas de las operaciones habituales que se realizan en las
centrales: programación, monitorización, divisiones, transmisiones, almacenamiento de
datos, mantenimiento, etc.

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Prevención Contra Incendios
3.- CENTRALES DE INCENDIO

Centrales de señalización y control


En todo sistema contra incendios los dispositivos de detección y alarma se conectan a la central, que
constituyen la parte principal del sistema de detección de incendios por incluir la lógica de
funcionamiento del mismo y proporcionarle la alimentación necesaria para operar conjuntamente los
dispositivos instalados.

Las centrales son diseñadas en función de la “previsible” evolución del incendio, por ello, los
programas de funcionamiento deben contemplar multitud de posibilidades y factores que intervienen
en el inicio y desarrollo del siniestro.

La base del funcionamiento de las centrales de incendios es el siguiente:

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Prevención Contra Incendios

En función del sistema en que se encuentran integradas podemos clasificarlas en:

Centrales convencionales.
Centrales microprocesadas.
Centrales analógicas.

Si consideramos las prestaciones y necesidades de protección en el mercado podemos encontrar:


 Centrales de detección de incendios.
 Centrales de alarma.
 Centrales de extinción.
 Centrales mixtas: integran las funciones propias de varias de las anteriores.
 Centrales combinadas: además del sistema de protección contra incendios controlan
otros sistemas de seguridad: intrusión, climatización, ventilación, etc.

La ubicación de la central de incendio dependerá de la disposición de un puesto o centro de


control de los sistemas de seguridad, en cuyo caso, el equipo se instalará en su interior, bajo
vigilancia permanente de personal especializado. En el caso contrario se ubicará en las proximidades
de acceso al edificio o establecimiento, debiendo contar con protección contra el fuego, el vandalismo
y la intemperie. En este caso es conveniente la conexión con una central receptora de alarmas.

Funciones de las centrales

Entre las funciones propias de las centrales destacamos:

 Recibir las señales enviadas por los componentes del sistema (detección real, fallo en
dispositivos, cortocircuito, activación de pulsador, descarga de baterías, etc.) y
convertirlas en señal de aviso o alarma.
 Activación de los mecanismos de alarma establecidos en función de las anomalías
producidas.
 Emisión de diferentes tipos de señales acústicas y ópticas identificadoras de cada
anomalía: fuego, avería, fallo, cortocircuito, etc.
 Transmisión de las señales de alarma hacia dispositivos locales o remotos (sirenas,
campanas, ordenadores, teléfonos, central receptora, etc.) por cable o vía radio.
 Programación de los equipos en función de las necesidades o parámetros
predeterminados.
 Supervisión del estado y funcionamiento de los diferentes elementos del sistema:
líneas, alimentación, avisadores, iniciadores, etc.
 Localización de las zonas o dispositivos en estado de alarma o fallo, por medio de
indicadores de zona en panel frontal o software de gestión.
 Aportar a los componentes de la instalación la energía eléctrica necesaria para un
correcto funcionamiento e indicación de la fuente de alimentación.
 Posibilidad de realizar el control y mantenimiento por medios remotos.
 Activación automática de dispositivos asociados pero que pertenecen a otros
sistemas:
o Climatización y ventilación: cierre de compuertas.
o Evacuación de humos: apertura de exutorios.
o Extinción automática: rociadores, instalaciones automáticas,…
o Protección pasiva: cierre de puertas cortafuego.
o Comunicaciones: activación de transmisores telefónicos de alarmas y
mensajes.
o Bloqueo de ascensores y montacargas en planta baja.
o Evacuación: desbloqueo de puertas y accesos.
o Gobierno y gestión de las prestaciones del sistema desde un ordenador, que
suele integrar otros sistemas de control y protección: intrusión, vigilancia
óptica, control de accesos, etc.
o Elección del idioma con el que se desea operar.

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Prevención Contra Incendios
Centrales convencionales
Estas son alguna de sus características:
 División del sistema en zonas.
 Estructura modular: las zonas pueden incrementarse con las respectivas
tarjetas de ampliación.
 Salidas de relé de prealarma, alarma, avería, reset,…
 Salida de alarma individual para cada una de las zonas.
 Salidas supervisadas para dispositivos.
 Comunicación de alarmas por indicadores ópticos y acústicos.
 Puerto de comunicación para conectar a PC, impresora y otros periféricos.
 Teclado y display para control y programación.
 Indicación óptica de fuego, alarmas, averías, red, batería,…
 Cumplir criterios de normalización reglamentarios o estandarizados.
 Admite detectores de incendio de todo tipo y detectores especiales.
 Conexión de paneles repetidores de varias zonas.

Centrales analógicas
Sus características principales son:
 Configuración del sistema en diversos lazos, divididos en zonas y cada una
con sus dispositivos iniciadores.
 Configuración personalizada de las zonas.
 Comunicación bidireccional y permanente entre los iniciadores y la central,
que recibe la información enviada por los sensores.
 Supervisión constante de dispositivos, contactos, conexiones, líneas, salidas,
etc.
 Asegura las comunicaciones en el lazo, incluso en caso de cortocircuito o
corte de línea.
 Funcionamiento en modo autónomo o conectada en red, con otras centrales.
 Integra complejos logaritmos de detección.
 Teclado y display integrados en la central para facilitar su gestión y
programación; posibilidad de hacerlo por programa informático mediante
menús intuitivos.
 Posibilidad de programación y mantenimiento local o remoto, por medio de
ordenador, vía módem.
 Búsqueda e identificación individual de los dispositivos conectados, incluso
los convencionales.
 Señalización de prealarma, alarma, avería, mantenimiento,…
 Impresora de eventos integrada en el equipo o posibilidad de conexión por
medio de puerto de comunicaciones.
 Memoria de los eventos recientes: estados, detecciones, fallos, revisiones,
etc.
 Posibilidad de programar las salidas de alarma, avería, fallos,…
 Salidas para paneles repetidores, avisadores, puertos de comunicación,
periféricos,…
 Procesado y análisis redundante de las señales.
 Autoprotección contra sabotajes y accidentes.
 Módulos disponibles: de lazos, de bucle, de zonas, para zona convencional,
de entradas, de relés de salida (funciones prefijadas o programables), de
supervisión (de contactos, de dispositivos), de extinción de incendios, fuente
de alimentación, baterías, aislador de áreas (garantiza las comunicaciones en
el lazo al producirse cortocircuito), para comunicaciones exteriores, etc.

Centrales microprocesadas (agoritmicas)


Las características más importantes de estos equipos son:
 Control del funcionamiento por medio de microprocesador.
 Permite la conexión de varios lazos, con sus zonas y cada una con sus
respectivos dispositivos: detectores, pulsadores,…
 Estructura modular: permite la ampliación añadiendo los módulos necesarios.
 Zonas programables por el instalador, lo cual facilita y simplifica la instalación.

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Prevención Contra Incendios
 Memorización del tipo de iniciador instalado, así puede diferenciar la alarma
de detectores y pulsadores.
 Reconocimiento de la zona en alarma, incluso en ausencia de algún
dispositivo o corte de línea.
 Conexión y desconexión de zonas individualmente.
 Indicación de los estados de prealarma, alarma, avería, reset,…
 Supervisión permanente del sistema a fin de detectar y señalizar anomalías,
averías y fallos: cortocircuito, circuito abierto, desconexión, fallo de batería o
descarga, etc.
 Posibilidad de conexión/desconexión de zonas individualmente, de la alarma
interior y exterior.
 Admite gran variedad de dispositivos iniciadores y avisadores.
 Conexión de distintos tipos de detectores: térmicos, termovelocimétricos,
iónicos, ópticos, etc.,
 Activación automática del cierre de puertas cortafuegos, el disparo de
electroválvulas, sirenas individuales etc., pudiendo regularse el tiempo de
disparo.
 Integración de teclado para control y gestión, además de display para
señalización local; posibilidad de hacerlo por programa informático.
 Incorpora puerto de comunicaciones para gestión remota.
 Memoria de los eventos recientes: estados, detecciones, fallos, revisiones,
etc.
 Transmisión de alarmas local o remotamente (en este caso a una central
receptora, teléfono, ordenador).
 Posibilidad de activar manualmente las señales ópticas y acústicas.
 Identificación de averías en las líneas y de la ausencia de detectores.
 Protecciones electrostáticas y electromagnéticas.
 Integración de módulos de extinción programables.
 Control permanente del suministro energético de red y fuentes de
alimentación.

Subcentrales de incendios

Los sistemas de detección implantados en grandes instalaciones suelen contar,


además de la central de señalización y control, con subcentrales ubicadas en un lugar
cercano a los dispositivos de detección con la misión de controlar una o varias zonas
concretas.

Las prestaciones operativas son similares a la unidad central, que le facilita la


alimentación, controla las comunicaciones, establece la programación, gobierna el sistema,
etc.

Periféricos y accesorios para centrales.


 Panel repetidor remoto: facilita la operatividad del sistema de protección.
 Unidad de vídeo: facilita la localización del incendio, permitiendo verificar su
existencia.
 Impresora de eventos: reseña los mismos cuando es requerida para ello.
 Software de programación: realizar esta tarea con la ayuda de un ordenador.
 Módem telefónico: permite el control y programación remota.
 Convertidores de puerto: adaptar los cables de salida o entrada al conector
instalado.
 Módulo de zona convencional: permite conectar detectores y pulsadores
convencionales en sistemas analógicos.
 Tarjetas de ampliación de zonas.
 Módulos de relés libres de tensión: permite operaciones programadas: cierre de
puertas, bloqueo ascensores, paro de la ventilación, etc.
 Módulo supervisado de sirenas: permite la conexión de sirenas o campanas y
supervisar la línea que las enlaza.

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Prevención Contra Incendios
 Módulo aislador de cortocircuito: permite desconectar detectores cuando se
produce un cortocircuito en el lazo, manteniéndose la comunicación con el resto.
 Módulo de comunicación.
 Módulo repetidor.
 Panel repetidor.
 Baterías: asegurar el funcionamiento de la central ante fallos en el suministro
eléctrico. Deben ser recargables.
 Fuentes de alimentación auxiliar: idéntica función que las baterías, con la
diferencia de un mayor tiempo de suministro. Montaje en el interior del equipo o
en una caja exterior individual, con posibilidad de incluir indicador de
funcionamiento.
 Indicador luminoso para texto (”EXTINCION DISPARADA” u otros evitables:
FUEGO, DESALOJEN EL LOCAL,…) en caja individual de montaje en superficie.

3.- DETECTORES DE INCENDIO

En el desarrollo de un incendio pueden distinguirse con intervalos de tiempo más o menos largos
cuatro fases.
Fase 1- En esta primera fase el fuego están en estado latente produciéndose gases invisibles al ojo
humano. En esta fase el desarrollo del fuego puede durar horas.
Fase 2- En la segunda fase se producen humos visibles o partículas que se desprenden de la
combustión y que ascienden con gran rapidez. Pudiendo durar horas o minutos.
Fase 3- En la tercera fase en condiciones favorables de existencia de oxígeno, se desarrollan con
gran rapidez los humos y gases tóxicos. Su desarrollo se produce en minutos o segundos.
Fase 4- A los humos sigue la producción de calor con llamas, rayos infrarrojos y ultravioletas, es la
cuarta fase. Es el momento en que el fuego se convierte en incendio, su desarrollo se produce en
pocos segundos.

Desarrollo del fuego

Detectores Automáticos:

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Podríamos definirlos como dispositivos electrónicos que, por medio de un sensor, controlan un
espacio para detectar la presencia de fenómenos inherentes al fuego (humo, llamas, calor, gases).
Entre sus características:
 Monitorización de la zona de forma continua o a intervalos regulares.
 Transmisión de las señales captadas a la central de control.
 Posibilidad de activar equipos de extinción automática o avisadores por sí mismo.
 Se fijarán correctamente a sus bases o soportes para evitar daños causados por
vibraciones o impactos.
 Permitir realizar la limpieza, mantenimiento, sustitución, etc. de forma rápida y sencilla.
 Integración del piloto indicador del estado de alarma, muy útil para localizar el origen de
un incendio.
 Equipos específicos (antideflagrantes) para atmósferas potencialmente explosivas y
entornos agresivos.
 Se instalarán detectores adecuados al tipo de fuego previsible con el fin de garantizar una
detección más temprana.
 La Norma UNE 23.007 clasifica los detectores de incendio siguiendo diferentes criterios.

Clasificación de los detectores.


 Por la forma de responder al fenómeno detectado:
o Detector estático.
o Detector diferencial.
o Detector velocimétrico.
 Por la configuración del detector:
o Detector puntual.
o Detector multipuntual.
o Detector lineal.
 En función de la posibilidad de rearme:
o Detector rearmable, con tres opciones:
 Detector autorrearmable.
 Detector rearmable a distancia.
 Detector rearmable localmente.
o Detector no rearmable.
 Por la movilidad del detector, basada en razones de servicio o mantenimiento:
o Detector amovible.
o Detector inamovible.
 Por el número de sensores del detector:
o Detectores unisensoriales.
o Detectores multisensoriales o multicriterio.
 En función del fenómeno detectado:
o Detectores de humos:
 Detectores iónicos.
 Detectores ópticos.
o Detectores de llamas:
 Detectores de radiación infrarroja (IR).
 Detectores de radiación ultravioleta (UV).
 Detector combinado (IR + UV).
 Detectores de chispas.
o Detectores térmicos:
 Detectores termostáticos o térmico fijo.
 Detectores termovelocimétricos.
 Detectores de gases.

Detectores convencionales y analógicos

Los avances tecnológicos incorporados a los dispositivos iniciadores persiguen optimar la detección
en cuanto a precocidad y fiabilidad con el objetivo se evitan las falsas alarmas.

Diferenciar las características operativas y funcionales de estos dispositivos obliga a considerar si se


trata de dispositivos convencionales o analógicos. Los primeros forman parte de sistemas
convencionales y se instalan en zonas delimitadas por las líneas de cableado, contando con el
inconveniente de no poder identificarse individualmente desde la central. Como solución alternativa
34
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pueden instalarse pilotos indicadores de acción vinculados a cada detector o zona, lo cual requiere la
verificación personal para descubrir el foco de incendio.

Los detectores analógicos se ubican en lazos o bucles que permiten determinar exactamente los
activados y gracias a los sensores de los dispositivos, que facilitan la supervisión constante del
sistema, obtenemos una evaluación permanente del entorno protegido.
Su funcionalidad es superior a los sistemas anteriores al incorporar microprocesadores que le
permiten tomar decisiones en función de parámetros programados, como ajustar el nivel de alarma en
función del ambiente, compensación de suciedad, …

Asimismo incorporan la tecnología más avanzada que proporciona prestaciones extraordinarias:


programación de múltiples funciones desde la central, comunicación bidireccional, mantenimiento
remoto, indicación de alarma y prealarma, cuantificación de datos obtenidos, etc.

Por supuesto que estos equipo dispondrán de las certificaciones oportunas de entidades
normalizadoras reconocidas y acreditadas (AENOR, Ministerio Industria y Energía, Vds, …) que
avalen su tecnología, prestaciones y cualidades.

Detectores de humo, llamas, temperatura, gases y calor


La protección contra incendios de espacios determinados se lleva a cabo, habitualmente, mediante la
instalación de dispositivos capaces de detectar el fuego al captar la presencia cualquiera de sus
elementos propios: humo, gases, llamas y calor. Estos productos del fuego determinan la clasificación
de los detectores en:

Detectores de humos
Estos dispositivos detectan la presencia de humo y otras partículas (visibles e invisibles) en
suspensión que se forman durante la combustión de materias. Según su principio de
detección se clasifican en:
Detector de humo por ionización o iónico: se aplica para detectar incendios con
humo y llamas .
Detector óptico de humos: es apropiado para incendios con mucho humo y poca
llama.

Detector iónico

El sensor capta las alteraciones en la conductividad del aire provocadas por la


presencia de humos y partículas.
El equipo consta de dos cámaras: la de referencia, donde se encuentra
la fuente radiactiva aislada y sellada, y la de medición, en contacto con
el ambiente. La fuente radiactiva ioniza el aire de ambas cámaras y se
crea una corriente eléctrica en el aire de ambas cámaras. Al producirse
el fuego se emiten al aire partículas en suspensión con el humo, que
se introducen en la cámara exterior reduciendo la ionización y,
también, la intensidad de la corriente eléctrica, siendo este fenómeno
detectado por el sensor que activa la señal de alarma cuando alcanza un valor
determinado.

Alguna de las características principales de este dispositivo son:


 Ajuste de la sensibilidad en función del entorno a proteger.
 Capta productos de la combustión visibles e invisibles, consiguiendo detectar
el incendio en su fase inicial, previamente a la aparición de llamas.
 Adecuados para fuegos de combustión rápida, que generan gran cantidad de
productos: humo, cenizas, escorias…
 Asimismo se aplica en fuegos de evolución lenta ya que detecta los humos
invisibles.
 Isótopo radiactivo: Americio 241.
 Transmisión y repetición de la alarma.
 Autorrearmable cuando desaparece la causa del fuego.
 Piloto indicador de alarma y funcionamiento, visible en todas direcciones.
 Posibilidad de conexión de indicador remoto de acción.
 Aviso del desgaste y descarga de batería.

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Prevención Contra Incendios
 Montaje en superficie. Base intercambiable.
 Carcasa de plástico ABS, con base intercambiable.
 Adecuación a Norma UNE 23.007 y homologado por el Ministerio de Industria
y Energía.
 Área de detección variable en función de la altura (10 a 16 m2).
 Protección contra la extracción no autorizada de la cabeza detectora.
 Las partículas en suspensión originadas por actividades industriales (polvo,
aerosoles, etc.) pueden provocar falsas alarmas.
 Las temperaturas extremas, la presión y la velocidad del aire pueden afectar
a su funcionamiento.
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detector óptico

El equipo detecta la presencia de los productos del fuego al interferir en el campo


creado por una fuente luminosa. Este campo se establece entre
la fuente luminosa (emisor) y una célula fotoeléctrica receptora;
la aparición de humo y partículas en suspensión originan el
oscurecimiento sucesivo que disminuye la intensidad de corriente
creada por la célula fotoeléctrica, activándose la señal de alarma
cuando la variación rebasa el valor predeterminado.
El campo de referencia también se puede crear entre una fuente luminosa y los
propios elementos del espacio a proteger; mientras no se modifique el ambiente
(presencia de humo, variaciones de temperatura,…) el índice de refracción del aire no
variará. La aparición de humo reflejará la luz emitida por la fuente y será captada por
una célula fotoconductora que activará la señal de alarma.

Basándonos en la anterior exposición podemos distinguir tres tipos dependiendo de


su activación:
 Por oscurecimiento puntual.
 Por oscurecimiento lineal.
 Por difusión.
Alguna de sus características principales son:

 Sensibilidad ajustable a las características del entorno.


 Capta productos de la combustión visibles, consiguiendo detectar el
incendio en su fase inicial, previamente a la aparición de llamas
 Aplicación adecuada para fuegos de combustión lenta con
desprendimiento de humo.
 Piloto indicador de alarma y funcionamiento, visible en todas direcciones.
 Posibilidad de conexión de piloto remoto.
 Aviso del desgaste/descarga de batería.
 Carcasa de plástico ABS, con base intercambiable.
 Adecuación a Norma UNE 23007/7 (EN 54/7).
 Montaje en superficie. Base intercambiable.
 Área de detección en función del tipo: puntual, lineal o por difusión.
 Protección contra la extracción no autorizada de la cabeza detectora.
 La luz ambiental puede reducir la sensibilidad u ocasionar un
funcionamiento deficiente.
 Las partículas en suspensión originadas por actividades industriales
(polvo, aerosoles, etc.) pueden provocar falsas alarmas.
 Las vibraciones y corrientes de aire también pueden influir en la
sensibilidad del sensor.
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detección lineal. Barrera de infrarrojos

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Prevención Contra Incendios
Equipo constituido por emisor de rayos infrarrojos y receptor que forman
(verticalmente) una barrera invisible; la interrupción de humo, vapores y otras
partículas en suspensión en la continuidad de los rayos activará los dispositivos de
alarma.
Como características importantes señalar:
 Diferentes niveles de sensibilidad.
 Activación de la señal de alarma al captar las interferencias en el área de
detección.
 Alcance variable y ajustable: desde 10 hasta 100 m lineales, consiguiendo la
cobertura de superficies entre 1.000 y 1.500 m2.
 Ajuste y control de alineación y alarma.
 Salidas de alarma y de avería.
 Conexión directa a central de detección.
 Control de ganancia (evitar activación debida a suciedad).
 Posibilidad de reset a distancia.
 Piloto o led indicador de acción.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido prestigio.
 Otras consideraciones: alimentación, consumo en reposo y en alarma,
temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detectores de llamas
Las llamas surgen de la combustión de los vapores inflamables vinculados a todo fuego,
acompañándose de luminosidad y emisión de energía que se manifiesta en forma de
radiaciones infrarrojas y ultravioletas. Estas emisiones serán captadas por los sensores de los
detectores de llamas y nos permitirá distinguir tres tipos de dispositivos:

Detector de radiación infrarroja

El detector está equipado de una célula fotoeléctrica sensible a la


radiación infrarroja emitida por las llamas y la transforma en señal
eléctrica que activa el mecanismo de alarma cuando los cambios
de la intensidad luminosa originados al arder los combustibles
sobrepasan el nivel establecido.
Asimismo, es preciso señalar que el detector incorpora unos filtros
y lentes para discriminar las radiaciones IR emitidas por otras fuentes luminosas (luz
artificial o solar) y que podrían originar falsas alarmas.
Entre sus características destacamos:
 Rapidez en la detección: las señales emitidas por las llamas se propagan a la
velocidad de la luz.
 Apropiados para detectar incendios de combustibles líquidos inflamables, en
los que súbitamente surgen las llamas, y otras aplicaciones que precisan de
una rápida respuesta al fuego.
 Diversidad de modelos y variantes: antideflagrantes, para Seguridad Nuclear,
etc.
 Dependiendo de los modelos constan de uno o varios haces de IR.
 Algunos funcionan autónomamente, aunque lo habitual es conectados a
central.
 Estar certificados por organismos o entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detector de radiación ultravioleta

El detector está equipado de una célula fotoeléctrica


sensible a la radiación ultravioleta (UV) emitida por las
llamas y la transforma en señal eléctrica que activa el
mecanismo de alarma cuando los cambios de la
intensidad luminosa originados al arder los combustibles
sobrepasan el nivel establecido.
Asimismo, es preciso señalar que el detector discrimina
37
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Prevención Contra Incendios
las radiaciones UV emitidas por otras fuentes luminosas (luz solar, equipos de
soldadura, de rayos X,…) y que podrían originar falsas alarmas.
Estas son algunas de sus propiedades:
 Rapidez en la detección: las señales emitidas por las llamas se propagan a la
velocidad de la luz.
 Apropiados para detectar incendios de combustibles líquidos inflamables, en
los que súbitamente surgen las llamas, y otras aplicaciones que precisan de
una rápida respuesta al fuego.
 Diversidad de modelos y variantes: antideflagrantes, para Seguridad Nuclear,
etc.
 Algunos funcionan autónomamente, aunque lo habitual es conectados a
central.
 Sensibilidad ajustable.
 Montaje en superficie. Base intercambiable.
 Incorporar piloto indicador de estado y alarma, visible en todas las
direcciones.
 Posibilidad de conexión de piloto remoto.
 Soporte de montaje universal.
 Estar certificados por organismos o entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detectores combinados (I/R y UV)

Como se puede deducir, estos equipos reúnen las


características y prestaciones de ambas tecnologías en el
mismo aparato detector, consiguiéndose incrementar la
rapidez en la detección al desencadenarse la alarma
cuando es captada la emisión de radiación infrarroja o
ultravioleta.
Las características de estos dispositivos ya han sido
descritas en los dos apartados anteriores (Detectores IR y Detectores UV):
 Rapidez en la detección: las señales emitidas por las llamas se propagan a la
velocidad de la luz.
 Apropiados para detectar incendios de combustibles líquidos inflamables, en
los que súbitamente surgen las llamas, y otras aplicaciones que precisan de
una rápida respuesta al fuego.
 Diversidad de modelos y variantes: antideflagrantes, para Seguridad Nuclear,
etc.
 Algunos funcionan autónomamente, aunque lo habitual es conectados a
central.
 Sensibilidad ajustable.
 Incorporar piloto indicador de estado y alarma, visible en todas las
direcciones.
 Posibilidad de conexión de piloto remoto.
 Estar certificados por organismos o entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detectores de temperatura o térmicos

Al iniciarse un fuego, como ya sabemos, se origina una reacción química


denominada combustión, siendo una de sus principales características que
siempre libera cierta cantidad de calor, el cual hace subir las temperaturas
del combustible y del ambiente.
Los sensores de los detectores térmicos serán capaces de captar los
incrementos de temperatura ambiental, ya sea repentinamente o
gradualmente, y en función de estos modos de actuar distinguimos:
38
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Prevención Contra Incendios
Detector térmico fijo.
Detector termovelocimétrico.
Detector combinado (térmico y termovelocimétrico)
Entre sus principales aplicaciones destacamos la instalación en espacios donde es previsible
el inicio de fuegos rápidos o se genera abundancia de polvo o vapores, se emplean
aerosoles, existen partículas en suspensión, etc.
Los detectores térmicos son adecuados para proteger aquellos espacios con presencia de
elementos en el ambiente, y por tanto, no aptos para los detectores de humo.
Los lugares más habituales son cocinas, garajes, salas de calderas, etc. donde son
previsibles fuegos rápidos con poco humo.

Detector termostático o térmico fijo o de temperatura fija

Estos dispositivos se activan cuando la temperatura ambiental supera un valor


programado (suele oscilar entre 60º y 80º).
En función del mecanismo encargado de captar el incremento de la temperatura
prefijada podemos distinguir varios modelos:
- Modelo mecánico: la señal de alarma se inicia cuando dos placas separadas
entran en contacto al fundirse (a la temperatura predeterminada) el material
que las aísla.
- Modelo termostático: en un cable, sus conductores eléctricos están
separados por un aislante, el cual se funde a la temperatura establecida
provocando el contacto de los conductores y la correspondiente señal de
alarma.
- Modelo neumático o hidráulico: el sensor se vincula a la oscilación de nivel en
depósitos de aire o agua, ocasionada por la fusión del elemento captador de
los cambios de temperatura.
- Modelo eléctrico: la dilatación de láminas metálicas o aleaciones al alcanzar
una determinada temperatura cierra o abre un circuito eléctrico que
desencadena la alarma.

Entre sus características principales destacamos:


 Sensibilidad ajustable (entre 60 y 80º C).
 Discriminar los cambios de temperatura estacionales.
 Piloto indicador de alarma y estado, visible en todas las direcciones.
 Montaje en superficie.
 Cabeza y zócalo intercambiables.
 Protección contra la extracción no autorizada de la cabeza detectora.
 Posibilidad de conectar piloto remoto de acción.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio (UNE 23.007).
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y
en alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detector termovelocimétrico

Este dispositivo controla el incremento gradual de la temperatura,


activando la alarma al sobrepasara un valor establecido durante un tiempo
determinado. Si este incremento en el tiempo lo denominamos velocidad de
activación, ésta suele programarse entorno a los 10º C por minuto.

Por ello, se instalan en aquellos espacios donde el fuego pueda originar


un ascenso rápido de la temperatura. En ocasiones se producen falsas alarmas
ocasionadas por una elevación súbita de la temperatura creada por máquinas
(hornos, calderas, …) o sistemas (calefacción, …) instalados en las proximidades.

Las características más comunes a estos dispositivos son:


 Activación al aumentar la temperatura entre 5 y 10 º C o por alcanzar
un valor prefijado (sobre 60º C).
 Discriminar los cambios de temperatura estacionales.
 Piloto indicador de alarma y estado, visible en todas las direcciones.

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 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.
 Montaje en superficie.
 Base intercambiable.
 Cambio automático de polaridad.
 Encapsulado antihumedad.
 Posibilidad de conectar piloto remoto de acción.
 Protección contra la extracción no autorizada de la cabeza detectora.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio (UNE 23.007).
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y
en alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detectores combinados (térmico y termovelocimétrico)


Este dispositivo controla el incremento gradual de la temperatura,
activando la alarma al sobrepasara un valor establecido durante un tiempo
determinado o cuando se alcanza una temperatura fijada previamente.

Estas son algunas de sus características básicas:


 Consta de dos sensores: uno térmico y otro termovelocimétrico.
Actuación independiente.
 Activación al aumentar la temperatura entre 5 y 10 º C por minuto o por
alcanzar un valor prefijado (sobre 60-65º C).
 Discriminar los cambios de temperatura estacionales.
 Piloto indicador de alarma y estado, visible en todas las direcciones.
 Montaje en superficie.
 Cabeza y zócalo intercambiable.
 Posibilidad de conectar piloto remoto de acción.
 Protección contra la extracción no autorizada de la cabeza detectora.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio: UNE 23.007/5 (EN54/5).
 Otras consideraciones: alcance, alimentación, consumo en reposo y en
alarma, temperatura de trabajo, material, dimensiones, peso, etc.

Detección lineal. Cable detector


Es un detector continuo de tipo termostático ya que activa la señal de alarma
cuando se alcanza la temperatura prefijada. Está formado por un cable en cuyo
núcleo se encuentran dos (en ciertos modelos 4) hilos metálicos conductores
sometidos a tensión mecánica y separados entre sí por un producto aislante de
temperatura de fusión constante.
Al alcanzar una parte del cable detector la temperatura de activación el
aislante que separa los conductores funde y la tensión mecánica hace que los
conductores cierren un circuito produciéndose la alarma.
Como características principales señalar:
 Detección e indicación puntual de la zona donde se alcanza la
temperatura establecida.
 Diferentes modelos de cables adecuados a cada temperatura (60, 80,
100, 170, 220º C).
 El conjunto se encuentra aislado y protegido de los agentes exteriores.
 Protección química contra agentes nocivos y corrosivos.
 Resistencia mecánica a posibles impactos o golpes.
 Inmunidad a los cambios de temperatura ambiental.
 Supervisión continua del cable.
 Posibilidad de instalación sobre paredes laterales o techo.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.
 Compatible con otros sistemas de protección.
Este detector está especialmente indicado para la protección de riesgos
longitudinales, tales como bandejas de cables, tuberías, túneles, minas, puentes,
oleoductos, etc.

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Detector de gases

Este equipo es capaz de captar los productos gaseosos originados en toda combustión:
butano, hidrógeno, gas natural, propano,… al descubrir concentraciones de gas superiores a
un valor establecido.
La elección del detector más adecuado garantiza una detección más temprana.

Detectores de monóxido de carbono (CO)

Este dispositivo ha sido diseñado con la única finalidad de captar la


concentración de monóxido de carbono en el ambiente.

El equipo consta de dos elementos fundamentales: un tubo sonda cuya


misión es captar muestras del aire circulante y un detector, donde se halla el sensor
que analiza dichas muestras.

Entre sus características principales apuntamos:


 Extensa gama de modelos y variantes, en función del uso industrial o uso
residencial.
 Funcionamiento autónomo o conectados a central de detección.
 Alta precisión en la medida y análisis de las muestras ambientales.
 Activación de la señal de alarma al aparecer monóxido en la muestra
analizada.
 Longitud del tubo sonda variable.
 Piloto indicador de acción y avería.
 Instalación en línea, árbol o estrella.
 Protección contra interferencias electromagnéticas y electrostáticas
 Calibración específica de cada sensor.
 Revelación del nivel bajo de la alimentación.
 Certificación UNE 23.300 y, la 23301 para los equipos detectores de la
concentración de este gas en garajes y aparcamientos.
 Otras consideraciones: área de detección, tiempo de respuesta,
alimentación, consumo en reposo y en alarma, material, dimensiones,
peso, etc.

Una de las aplicaciones más generalizadas es para proteger los garajes y


aparcamientos de vehículos donde puede concentrarse el CO, debido a los gases
liberados por los vehículos.

Detectores de gases combustibles

Este equipo es capaz de detectar los productos gaseosos originados en


toda combustión (butano, hidrógeno, gas natural, alcohol, propano,…) por medio
de un semiconductor que altera su resistencia al descubrir concentraciones de
gas superiores a un valor establecido.
Exponemos algunas de sus características fundamentales:
 Extensa gama de modelos y variantes, con equipos específicos para
detectar un gas o varios.
 Uso industrial o uso residencial, en instalaciones que se precisa una
rápida y eficaz detección de gases.
 Funcionamiento autónomo o conectados a central de detección.
 Cabezas sensoras intercambiables.
 Modelos antideflagrantes, para atmósferas con riesgo de explosión.
 Señal acústica de alarma.
 Revelación automática del agotamiento de la vida del sensor.
 Calibración de fábrica o específica por el usuario.
 Identificación de los equipos en los sistemas que se hallen implantados.
 Certificación por parte de entidades normalizadoras de reconocido
prestigio.

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Prevención Contra Incendios
 Versiones de tecnología infrarroja, que facilitan una detección lineal,
incluso superior a 100 m, entre el emisor y receptor.
 Existen dispositivos que combinan la detección de gases con sensores
ópticos y térmicos consiguiendo un elevado grado de fiabilidad, rapidez y
precisión.

La Alarma de Incendios: Medios de Alarma de Incendios

Introducción
Los medios de alarma actúan conjuntamente con los medios de detección, generando la señal de
alarma de acuerdo con las condiciones analizadas por la central y tan pronto como se inicie el fuego;
esta comunicación es percibida por los medios electrónicos y humanos que actuarán sobre el fuego
y/o procederán a la evacuación en el menor tiempo posible.
Entre los medios de alarma destacamos los siguientes:

Pulsadores manuales de alarma: transmiten la señal cuando alguien activa de modo


voluntario el dispositivo mediante pulsación manual.
Sistema de aviso de la alarma: mediante señales acústicas (campana, sirena, zumbador,
megafonía,…) y/u ópticas (pilotos, LEDs, lanzadestellos, luces, mensajes, gráficos,…) indica
y comunica la situación de alarma.
Megafonía de seguridad: su misión consiste en comunicar a los ocupantes la situación de
alarma y dar instrucciones precisas para una correcta y ordenada evacuación de los recintos
en el menor tiempo posible.
Sistema de transmisión: líneas que enlazan los dispositivos de detección con los de alarma,
tanto local como remotamente.
Ordenadores: dotados del software específico, comunican las situaciones de alarma mediante
mensajes parpadeantes, gráficos de la situación, planos de la zona, sonidos, etc.
Central receptora de alarmas: instalación ajena cuya misión consiste en recibir, verificar y
actuar ante una alarma, en función de parámetros preestablecidos, para corregir la situación.

Pulsadores de alarma
Dispositivo iniciador que permite la transmisión de una señal de alarma por medio de la pulsación
manual del dispositivo. Estas son sus características principales:
 Posibilidad de ser rearmable, reiteradamente (mediante llave).
 Montaje en superficie o empotrados, para interior y exterior (estanco a al intemperie).
 Emplazamiento a 1, 5 m del suelo (aproximadamente).
 Cristal transparente o tintado.
 Suelen ser de activación por “ROTURA DE CRISTAL”, aunque también hay del tipo
“CRISTAL IRROMPIBLE”.
 Puede incorporar led o testigo indicador de estado y alarma.
 Accesorios: tapa de plástico para prevenir disparos accidentales, cubierta precintable,
cajas especiales,…
 Inscripciones habituales: “Apretar aquí”, “En caso de incendio romper el cristal”
 Adecuados a la norma UNE 23008: “Concepción de las instalaciones de pulsadores
manuales de alarma de incendio”.
 Otros pulsadores: para ambientes explosivos (EEx), de “DISPARO DE EXTINCIÓN”,
de “PARO DE EXTINCIÓN”, etc.

El apéndice 1 apartado 2.del RIP recoge textualmente “los sistemas manuales de alarma de
incendio estarán constituidos por un conjunto de pulsadores que permitirán provocar
voluntariamente y transmitir una señal a una central de control y señalización permanentemente
vigilada, de tal forma que sea fácilmente identificable la zona en que ha sido activado el pulsador.
Las fuentes de alimentación del sistema manual de pulsadores de alarma, sus características y
especificaciones deberán cumplir idénticos requisitos que las fuentes de alimentación de los
sistemas automáticos de detección, pudiendo ser la fuente secundaria común a ambos sistemas.
Los pulsadores de alarma se situarán de modo que la distancia máxima a recorrer, desde
cualquier punto hasta alcanzar un pulsador, no supere los 25 m”.

42
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Sistema de aviso de la alarma.

Transmisión de alarmas
Los medios de transmisión de alarmas garantizarán la emisión y recepción de las
señales, mensajes y datos generados con el fin de mantener la fiabilidad y operatividad del
sistema.
Los elementos imprescindibles para que se produzca la transmisión son: emisor,
receptor y vía de transmisión (radio o cable).
Las medios cableados, redes telefónicas, son los más habituales para la transmisión
de alarmas a centro de control o central receptora, empleándose los sistemas radio como
segunda vía de comunicación de alarmas. Cuando se trata de personas privadas la
transmisión puede hacerse a teléfonos fijos (cable) o aprovechar las nuevas redes de
telefonía móvil (GSM, UMTS). La transmisión vía radio permite, asimismo, la recepción de
alarmas en buscapersonas.
Características de los sistemas vía radio:
 Distintos alcances, ampliables instalando repetidores.
 Empleo de frecuencias de trabajo diferentes, tanto en la banda UHF como VHF.
 Varios canales de emisión / recepción.
 Transmisión unidireccional y/o bidireccional.
 Inmunidad a interferencias.
 Seguridad de transmisión mediante procedimientos de encriptado de Información,
codificación, supervisión de líneas, test de transmisión, etc.
 Configuraciones diversas de los equipos: emisor y receptor, emisor y varios
receptores, varios emisores y un receptor.
 Los equipos transmisores pueden trabajar de forma momentánea (transmite durante
pocos segundos si la zona cambia de estado) o continua, transmitiendo
permanentemente cuando la alarma esté activada. Pueden ser comunicadores
telefónicos, emisores radio o transmisores GSM.
 Los receptores tienen capacidad de gestión de numerosos emisores. Informan del
código, tipo de alarma, fecha / hora, etc. acompañado de señalización acústica y/u
óptica. También pueden disponer de una salida para transmisión de datos y conexión
a ordenador.
La transmisión por redes de telefonía móvil (GSM) posibilita la recepción de
alarmas en cualquier lugar del mundo y también se usa frecuentemente como medio
como alternativo de transmisión, al detectarse fallos o cortes en las líneas telefónicas,
para asegurar la comunicación de las alarmas.

Avisadores telefónicos
Estos equipos, integrados o complementarios de las centrales, permiten transmitir
mensajes de alarma o estado a central receptora de alarmas o teléfonos de usuario,
empleando formatos multiprotocolo.

Sus principales características son:


 Integrado en la central o instalado independientemente.
 Transmisión vía cable (los telefónicos) o vía radio (los celulares, por GSM),
en sentido bidireccional.
 Pueden ser de síntesis vocal y/o digitales.
 Posibilidad de enviar los mensajes a varios números de teléfono (fijos o
móviles) y por varios canales; también a buscapersonas.
 Programación de las llamadas en secuencias predefinidas y temporización de
cada una.
 Mensaje grabados en voz sintetizada y programados: batería baja, falta de
red, zona en alarma, conexión / desconexión, etc.
 Las entradas de alarma pueden asociarse a los números de teléfono.
 Incorporación de micrófono y altavoz (escucha ambiental y comunicación
bidireccional “manos libres”), posibles de activar remotamente.
 Posibilidad de conectar una salida para megafonía.
 Conexión a central receptora mediante un formato compatible.
 Los comunicadores GSM incluyen detector de línea, señalización de
cobertura y fallo de comunicación, memoria de últimas llamadas, etc.

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 Los comunicadores digitales también pueden complementarse con una
interface para ordenador, grabación de eventos en disco duro, impresora en
tiempo real, módem (transmisión multiprotocolo), etc.

Señales acústicas y ópticas

Señal acústica: una señal sonora codificada, emitida y difundida por medio de
un dispositivo apropiado, sin intervención de voz humana o sintética. Señal óptica: es
una señal luminosa emitida y difundida por medio de un dispositivo apropiado, sin
intervención de voz humana o sintética.

El anexo IV del R.D. 485 en sus apartados segundo y tercero, se exponen las
características y requisitos de uso de las señales acústicas.

“2. Características y requisitos de uso de las señales acústicas


1. La señal acústica deberá tener un nivel sonoro superior al nivel de
ruido ambiental, de forma que sea claramente audible, sin llegar a ser
excesivamente molesto. No deberá utilizarse una señal acústica
cuando el ruido ambiental sea demasiado intenso.
2. El tono de la señal acústica o, cuando se trate de señales
intermitentes, la duración, intervalo y agrupación de los impulsos,
deberá permitir su correcta identificación y clara distinción frente a
otras señales acústicas o ruidos ambientales.
No deberán utilizarse dos señales acústicas simultáneamente.
3. Si un dispositivo puede emitir señales acústicas con un tono o
intensidad variables o intermitentes, o con un tono o intensidad
continuos, se utilizarán las primeras para indicar, por contraste con
las segundas, un mayor grado de peligro o una mayor urgencia de la
acción requerida.
El sonido de una señal de evacuación deberá ser continuo.
3. Disposiciones comunes
1. Una señal luminosa o acústica indicará, al ponerse en marcha, la
necesidad de realizar una determinada acción, y se mantendrá
mientras persista tal necesidad.
Al finalizar la emisión de una señal luminosa o acústica se adoptarán
de inmediato las medidas que permitan volver a utilizarlas en caso de
necesidad.
2. La eficacia y buen funcionamiento de las señales luminosas y
acústicas se comprobará antes de su entrada en servicio, y
posteriormente mediante las pruebas periódicas necesarias.
3. Las señales luminosas y acústicas intermitentes previstas para su
utilización alterna o complementaria deberán emplear idéntico código.

Indicadores o avisadores de alarmas

En este aparatado hacemos referencia a los equipos cuya misión es producir


y difundir la revelación de las alarmas en función de las señales transmitidas desde la
central de control y señalización a operadores de centro de control, personal de las
instalaciones o público.
En función de dónde se produce la revelación distinguimos:

 Indicadores locales: cuando revelan la alarma en las inmediaciones del


lugar donde se origina. Los equipos pueden ubicarse en el interior o
exterior, permitiéndonos hacer una subclasificación:
o Interiores: su emplazamiento permite comunicar la alarma al
personal que se encuentra en las instalaciones. Las señales
emitidas al generarse la alarma pueden ser:
 Acústicas: capaces de comunicar la alarma a numerosas
personas (sirenas) o personal de centro de control o
responsables (zumbadores).

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Prevención Contra Incendios
 Ópticas o luminosas: para avisar al público se aprovecha
el alumbrado local o se ubican lanzadestellos o flash
estroboscópico; mientras que para indicar la alarma en el
centro de control se dispone de pilotos, leds o pequeñas
señales luminosas.
o Exteriores: con su instalación conseguimos comunicar la alarma
al público que se halla en el espacio exterior. Como las anteriores
pueden ser acústicas (sirenas o campanas) y ópticas (alumbrado
específico, lanzadestellos o flash estroboscópico).
 Avisadores remotos: revelan la alarma en lugares alejados al de origen
como puede ser un centro de control o una central receptora, con el fin de
conocer las causas de la alarma, verificarla e intervenir para anular la
incidencia. Estas alarmas se perciben por medio de señales acústicas
(zumbadores) u ópticas: pilotos, leds y en pantallas de ordenadores por
medio de mensajes, superposición de ventanas, presentación de planos,
intermitencias, etc.

Sirenas
Dispositivo acústico, aunque se complemente con señales luminosas, utilizado para
comunicar la existencia de una alarma a un elevado número de personas. Asimismo,
lleva inherente la función de disuasión al sugerir o intuirse la implantación de un
sistema de protección.

Algunas de sus principales características y requisitos son:


o Modelos para interior y/o exterior.
o Instalación y conexión por cables o vía radio.
o Nivel de sonido fijo o regulación de la potencia acústica (entre 90 y 110 dB).
o Selección de diferentes tonos de sonido.
o Programación del tiempo de alarma, con autoexclusión.
o Temporización de los ciclos (sonoros y silenciosos).
o Alimentación desde central o autoalimentada por baterías.
o Protección (tamper) en pared y cubierta.
o Transmisión a la central de señales de fallo, batería baja, sobrecalentamiento,
etc.
o Integración de indicadores (leds o pilotos parpadeantes o fijos) de
funcionamiento: conexión a red, fallo, alarma, etc.
o Integración de flash emisor de señales luminosas.
o Diferentes diseños, formas y tamaños: rectangulares, cuadrangulares,
circulares, ovaladas, etc.
o Carcasa de metal, aluminio, plástico ABS ignífugo, policarbonato, etc.
pudiendo ser compacta, con rejilla, perforaciones, etc.
o Posibilidad de montaje horizontal o vertical.
o Otras opciones: batería exterior, tipos de altavoz, diversos colores, logo
personalizable, inscripción “FUEGO”, etc.
o Otros aspectos a considerar: peso, dimensiones, temperatura de
funcionamiento, consumos en reposo y alarma, color (rojo, normalmente), etc.
o Compatibilidad con cualquier sistema.
o Estar dotadas de Grado de protección IP y conforme a Norma EN-54.
o Las sirenas dependientes de centrales conectadas a central receptora de
alarmas llevarán impreso el nombre de la empresa y un teléfono de atención
permanente.

Campanas

La campana es un dispositivo acústico utilizado para comunicar la existencia de una


alarma a un elevado número de personas. Asimismo, lleva inherente la función de
disuasión al sugerir o intuirse la implantación de un sistema de protección.
Estas son algunas de sus características principales:

o Modelos para interior y/o exterior.


o Diferentes tamaños: 6″, 8″,… (pulgadas de diámetro).
o Potencia acústica entre 90 y 110 dB.
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o Accionada por micromotor.
o Resistente al agua y al polvo.
o Color rojo del gong, habitualmente.
o Alimentación desde central o autoalimentada por baterías.
o Conexión por cables o vía radio.
o Bajo consumo.
o Programación del tiempo de alarma.
o Temporización de los ciclos (sonoros y silenciosos).
o El nivel sonoro de la señal permitirá que sea percibida en el ámbito de cada
sector de incendio donde esté instalado.

Flash estroboscópico
Este elemento es un dispositivo óptico utilizado para comunicar la existencia
de una alarma a un elevado número de personas. Asimismo, lleva inherente la
función de disuasión al sugerir o intuirse la implantación de un sistema de protección.
Algunas de sus características principales son:

o Gran intensidad y potencia luminosa.


o Color rojo de luz emitida.
o Lámparas resistentes (de cuarzo, de xenón).
o Carcasa metálica y carátula de plástico transparente.
o Control de frecuencia de disparo electrónica.
o Potencia diversa: normalmente entre 2 y 5 W.
o Otros aspectos a considerar: dimensiones, temperatura de funcionamiento,
consumos en reposo y alarma, etc.
La intensidad óptica permitirá que sea percibida en el ámbito de cada sector
de incendio desde su ubicación.

Megafonía de seguridad
El sistema de megafonía deberá hacer llegar a todos los sectores de incendio
los avisos (comunicaciones verbales) de actuación en caso de este siniestro en las
instalaciones.

Su uso primordial consiste en la transmisión de instrucciones, mensajes u ordenes


desde un puesto de control a grupos de personas: itinerarios de evacuación,
emplazamiento de equipos de protección, etc.

Una de las características primordiales del sistema es la sectorización, con el


fin de precisar los mensajes en cada sector de incendios: vías de salida, ubicación de
equipos, etc.

Mantenimiento de los sistemas de detección y alarma

El Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios en su artículo 13 establece


que “el mantenimieto y reparación de aparatos, equipos y sistemas y sus componentes, empleados
en la protección contra incendios, deben ser realziados por mantenedores autorizados.”

Igualmente en su apéndice 2 expone en dos tablas los programas de mantenimiento de los


medios materiales de lucha contra incendio a realizar por el titular de la instalación y por el personal
especializado (Anexo II).

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Prevención Contra Incendios

ANEXO I

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ANEXO II

Tabla I
Operaciones a realizar por personal de una empresa mantenedora autorizada, o
bien, por el personal del usuario o titular de la instalación

Tabla I modificada por la Orden de 16 de abril de 1998 como sigue texto eliminado texto añadido:
Equipo o sistema CADA TRES MESES CADA SEIS MESES

Comprobación de funcionamiento de las


instalaciones (con cada fuente de
suministro).
Sistemas automáticos de detección y Sustitución de pilotos, fusibles, etc.,
alarma de incendios. defectuosos.
Mantenimiento de acumuladores
(limpieza de bornas, reposición de agua
destilada, etc.).

Comprobación de funcionamiento de la
instalación (con cada fuente de
Sistema manual de alarma de suministro).
incendios. Mantenimiento de acumuladores
(limpieza de bornas, reposición de agua
destilada, etc.).

Comprobación de la accesibilidad, buen


estado aparente de conservación,
seguros, precintos, inscripciones,
manguera, etc.
Extintores de incendio. Comprobación del estado de carga
(peso y presión) del extintor y del
botellín de gas impulsor (si existe),
estado de las partes mecánicas
(boquilla, válvulas, manguera, etc.).

Comprobación de la accesibilidad,
señalización, buen estado aparente de
conservación.
Inspección ocular de seguros, precintos,
inscripciones, etc.
Extintores de incendio
Comprobación del peso y presión en su
caso.
Inspección ocular del estado externo de
las partes mecánicas (boquilla, válvula,
manguera, etc.).

Verificación por inspección de todos los


elementos, depósitos, válvulas,
mandos, alarmas motobombas,
accesorios, señales, etc.
Comprobación de funcionamiento Accionamiento y engrase de
automático y manual de la instalación válvulas.
de acuerdo con las instrucciones del Verificación y ajuste de
Sistemas de abastecimiento de agua fabricante o instalador. prensaestopas.
contra incendios Mantenimiento de acumuladores, Verificación de velocidad de
limpieza de bornas (reposición de agua motores con diferentes cargas.
destilada, etc.). Comprobación de alimentación
Verificación de niveles (combustible, eléctrica, líneas y protecciones.
agua, aceite, etcétera).
Verificación de accesibilidad a
elementos, limpieza general, ventilación
de salas de bombas, etc.

Comprobación de la buena accesibilidad


y señalización de los equipos.
Comprobación por inspección de todos
los componentes, procediendo a
Bocas de incendio equipadas (BIE).
desenrollar la manguera en toda su
extensión y accionamiento de la
boquilla caso de ser de varias
posiciones.

49
Raúl Ortega Almestre
Prevención Contra Incendios
Comprobación, por lectura del
manómetro, de la presión de servicio.
Limpieza del conjunto y engrase de
cierres y bisagras en puertas del
armario.

Comprobar la accesibilidad a su entorno


Engrasar la tuerca de
y la señalización en los hidrantes
accionamiento o rellenar la
enterrados.
cámara de aceite del mismo.
Inspección visual comprobando la
Hidrantes. Abrir y cerrar el hidrante,
estanquidad del conjunto.
comprobando el funcionamiento
Quitar las tapas de las salidas, engrasar
correcto de la válvula principal y
las roscas y comprobar el estado de las
del sistema de drenaje.
juntas de los racores.

Comprobación de la accesibilidad
de la entrada de la calle y tomas
de piso.
Comprobación de la señalización.
Comprobación de las tapas y
correcto funcionamiento de sus
cierres (engrase si es necesario).
Columnas secas. Comprobar que las llaves de las
conexiones siamesas están
cerradas.
Comprobar que las llaves de
seccionamiento están abiertas.
Comprobar que todas las tapas
de racores están bien colocadas
y ajustadas.

Comprobación de que las boquillas del


agente extintor o rociadores están en
buen estado y libres de obstáculos para
su funcionamiento correcto.
Comprobación del buen estado de los
componentes del sistema,
Sistemas fijos de extinción:
especialmente de la válvula de prueba
en los sistemas de rociadores, o los
 Rociadores de agua. mandos manuales de la instalación de
 Agua pulverizada. los sistemas de polvo, o agentes
extintores gaseosos.
 Polvo. Comprobación del estado de carga de la
 Espuma. instalación de los sistemas de polvo,
 Agentes extintores gaseosos. anhídrido carbónico, o hidrocarburos
halogenados y de las botellas de gas
impulsor cuando existan.
Comprobación de los circuitos de
señalización, pilotos, etc., en los
sistemas con indicaciones de control.
Limpieza general de todos los
componentes.

50
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TABLA II.
Programa de mantenimiento de los medios materiales de lucha contra incendios
Operaciones a realizar por el personal especializado del fabricante o instalador del equipo o
sistema o por el personal de la empresa mantenedora autorizada

Tabla II modificada por la Orden de 16 de abril de 1998 como sigue texto eliminado texto añadido:
Equipo o sistema CADA AÑO CADA CINCO AÑOS
Verificación integral de la instalación.
Limpieza del equipo de centrales y
accesorios.
Verificación de uniones roscadas o
soldadas.
Sistemas automáticos de detección y
Limpieza y reglaje de relés.
alarma de incendios.
Regulación de tensiones e intensidades.
Verificación de los equipos de
transmisión de alarma.
Prueba final de la instalación con cada
fuente de suministro eléctrico.

Verificación integral de la instalación.


Limpieza de sus componentes.
Verificación de uniones roscadas o
Sistema manual de alarma de incendios.
soldadas.
Prueba final de la instalación con cada
fuente de suministro eléctrico.

Verificación del estado de carga (peso,


A partir de la fecha de timbrado del
presión) y en el caso de extintores de
extintor (y por tres veces) se retimbrará
polvo con botellín de impulsión, estado
el extintor de acuerdo con la ITC-MIE
del agente extintor.
Extintores de incendio. AP.5 del Reglamento de aparatos a
Comprobación de la presión de
presión sobre extintores de incendios
impulsión del agente extintor.
(<Boletín Oficial del Estado> número
Estado de la manguera, boquilla o lanza,
149, de 23 de junio de 1982).
válvulas y partes mecánicas.

Comprobación del peso y presión en su


caso.
En el caso de extintores de polvo con
botellín de gas de impulsión se
comprobará el buen estado del agente
extintor y el peso y aspecto externo del
botellín.
Inspección ocular del estado de la A partir de la fecha de timbrado del
manguera, boquilla o lanza, válvulas y extintor (y por tres veces) se procederá
partes mecánicas. al retimbrado del mismo de acuerdo con
Nota: En esta revisión anual no será la ITC-MIE-AP5 del Reglamento de
necesaria la apertura de los extintores aparatos a presión sobre extintores de
portátiles de polvo con presión incendios.
permanente, salvo que en las Rechazo:
Extintores de incendio comprobaciones que se citan se hayan Se rechazarán aquellos extintores que, a
observado anomalías que lo justifique. juicio de la empresa mantenedora
En el caso de apertura del extintor, la presenten defectos que pongan en duda
empresa mantenedora situará en el el correcto funcionamiento y la seguridad
exterior del mismo un sistema indicativo del extintor o bien aquellos para los que
que acredite que se ha realizado la no existan piezas originales que
revisión interior del aparato. Como garanticen el mantenimiento de las
ejemplo de sistema indicativo de que se condiciones de fabricación.
ha realizado la apertura y revisión
interior del extintor, se puede utilizar una
etiqueta indeleble, en forma de anillo,
que se coloca en el cuello de la botella
antes del cierre del extintor y que no
pueda ser retirada sin que se produzca
la destrucción o deterioro de la misma.

Gama de mantenimiento anual de


motores y bombas de acuerdo con las
instrucciones del fabricante.
Limpieza de filtros y elementos de
Sistema de abastecimiento de agua retención de suciedad en alimentación
contra incendios de agua.
Prueba del estado de carga de baterías
y electrolito de acuerdo con las
instrucciones del fabricante.
Prueba, en las condiciones de su

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recepción, con realización de curvas del
abastecimiento con cada fuente de agua
y de energía.

Desmontaje de la manguera y ensayo de


ésta en lugar adecuado.
Comprobación del correcto
funcionamiento de la boquilla en sus
distintas posiciones y del sistema de
cierre.
La manguera debe ser sometida a una
Bocas de incendio equipadas (BIE). Comprobación de la estanquidad de los
presión de prueba de 15 kg/cm2.
racores y manguera y estado de las
juntas.
Comprobación de la indicación del
manómetro con otro de referencia
(patrón) acoplado en el racor de
conexión de la manguera.

Comprobación integral, de acuerdo con


Sistemas fijos de extinción: las instrucciones del fabricante o
instalador, incluyendo en todo caso:
Verificación de los componentes del
 Rociadores de agua. sistema, especialmente los dispositivos
 Agua pulverizada. de disparo y alarma.
Comprobación de la carga de agente
 Polvo. extintor y del indicador de la misma
 Espuma. (medida alternativa del peso o presión).
 Anhídrido carbónico. Comprobación del estado del agente
extintor.
Prueba de la instalación en las
condiciones de su recepción.

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TEMA 4 INSTALACIONES AUTOMÁTICAS


DE EXTINCIÓN
1.- INSTALACIONES FIJAS DE EXTINCIÓN

Se entiende por sistema fijo de protección contra incendios, el conjunto de elementos


dispuestos o instalados de forma permanente en un equipo, dependencia o edificio para
protegerlos en caso de incendio.

Cada equipo de extinción automática estará constituido por:


- Una o más reservas de agente extintor.
- Conductos de alimentación y distribución.
- Boquillas de descarga o toberas (con o sin elementos sensibles).
- Sistemas de control automático y alarma.

Atendiendo al agente extintor empleado, estos equipos se dividen en:


- De agua
- De espuma
- De polvo químico
- De agentes gaseosos: anhídrido carbónico, halones, inergen etc.

Cuando se trata de proteger contra incendios riesgos en los que el agente extintor mas
adecuado es el agua, una instalación de rociadores automáticos o sprinklers es el medio más
eficaz y seguro.

1.1.- Instalación de rociadores automáticos:


Consiste en un sistema de distribución de agua a presión, mediante la adecuada red de
tuberías, que cubre el local a proteger y a la que están conectados los rociadores o sprinklers,
éstos son válvulas especiales diseñadas para distribuir el agua en forma de lluvia. Su apertura
es individual y se produce al alcanzar cada rociador una temperatura determinada.

Las partes principales de un rociador o sprinkler son:

- Deflector
- Sistemas de fusible
- Levas de apertura
- Tapón
- Cuerpo.

El sistema de apertura de los rociadores está impedido por un tapón sujeto por un
mecanismo sencillo o fusible, este mecanismo de cierre es sensible al calor.

Según el fabricante pueden ser de diferentes formas: de placas soldadas, de ampolla o de


barra eutéctica.

Dentro de cada una de estas, los rociadores pueden variar su temperatura de disparo, ésta
temperatura varía en función del color distintivo que se le da.

Los rociadores también se diferencian por la posición de su deflector y montaje pudiendo ser:

- Colgantes
- Montantes
- Pared

Rociador colgante: Se utilizan especialmente en instalaciones con tubería de distribución de


falsos techos, con el deflector hacia abajo (Ejemplo: oficinas, hospitales, supermercados,
garajes, etc.).

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Rociador montante: Se utilizan en


instalaciones con tubería de distribución
vista, (Ejemplo almacenes, industrias,
hipermercados, etc.) respecto a los
colgantes, además de su posición, en la
tubería se diferencian claramente por la
forma de su deflector.

Rociador de pared: Distribuyen el agua


hacia un solo lado, por la forma de su
deflector. Se utiliza cuando no es posible
situar el rociador en el centro del local
(pasillos, habitaciones de hoteles, etc.).

Tipos de instalaciones de rociadores


automáticos de agua: Existen diferentes tipos
de instalaciones cuya elección está en función
de las características del riesgo a proteger. Las
más importantes son:

- De tubería húmeda.
- De tubería seca.
- De acción previa.

La parte más importante de una instalación de rociadores es la válvula de controlen la que se


encuentran los siguientes elementos:

- Alarma hidromecánica o gong.


- Detector de flujo.
- Cámara de retardo.
- Presostato.
- Manómetros.

Tubería húmeda: En este caso la red de tuberías está constantemente bajo presión de agua.
Representa el 75% de las instalaciones de rociadores y no se instala cuando existe peligro en
heladas.

Tubería seca: En este caso el agua solo llega hasta la válvula de control, estando
presurizadas de aire entre aquella y los rociadores. Al abrirse un rociador, el aire se escapa
permitiendo la apertura de la válvula y el paso del agua. Este sistema se utiliza cuando existe
peligro de heladas.

Acción previa: en este sistema las tuberías están vacías hasta la válvula de control y llenas de
agua hasta esta, la diferencias con las de tubería seca, consiste en que la válvula de control
se opera por un sistema de detección independiente.

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1.2.- Instalación fija de pulverizadores de agua: Estas instalaciones fijas son de inundación
total en los que la detección es independiente y los rociadores están sustituidos por boquillas
pulverizadoras. Las ventajas que presentan sobre las instalaciones de rociadores son:
- Posibilidad de una detección más perfecta, ya que no están sujetos como los
rociadores a una detección termostática.
- Instalación de un riesgo determinado.
- Utilización en fuegos con electricidad, especialmente en transformadores de
intemperie.
- Posibilidad de refrigeración y limpieza de riesgos exteriores en cualquier momento,
ya que todas estas instalaciones el accionamiento puede ser manual.

Por ello se utilizan preferentemente en tanques de combustibles líquidos,


transformadores y esferas de gas a presión.

1.3.- Instalaciones fijas de polvo químico seco: estos sistemas son de origen reciente, ya que
su aplicación es muy limitada (tanques de disolventes y cabinas de pintura). constan de un
depósito de polvo sin presurizar con un recipiente de nitrógeno como gas impulsor. Del
depósito parte la tubería de alimentación que termina en las boquillas de distribución. La
detección forma parte del sistema para permitir el paso de nitrógeno al depósito y presurizarlo
una vez que el fuego se detecta produciéndose la descarga.

Los sistemas de descarga pueden ser de los tipos de inundación total o de aplicación
local, determinándose el sistema en función del riesgo a proteger.

1.4.- Instalaciones fijas de Anhídrido Carbónico, CO2: En las instalaciones de CO2, según el
tipo de almacenamiento del gas se pueden distinguir dos sistemas:

- De baja presión.
- De alta presión.

Sistemas de baja presión: El CO2 se almacena en grandes depósitos a unos 23 kg./cm2. Para
que pueda mantenerse a esta presión la temperatura del CO2 ha de mantenerse a -18º C.
este sistema solo es económico cuando la cantidad de anhídrido carbónico almacenado
supera los 2500 Kg.

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Sistemas de alta presión: En este sistema el CO2 se almacena en cilindros o botellas de 50


Kg. de capacidad, a una presión de unos 70 kg./cm2 a temperatura ambiente. Esta solución es
más económica que la anterior, si bien puede producir una descarga menos uniforme ya que
entraña un cierto riesgo de congelación de la tubería, con la consiguiente obstrucción.

Los elementos principales de una instalación son:


- Reserva de CO2 en baja o alta presión.
- Válvula solenoide.
- Colector.
- Boquillas de descarga.

Sistemas de descarga: el anhídrido


carbónico puede extinguir un incendio,
de dos formas: por extinción de las
llamas, cuando se trata de un fuego
superficial o extinción por sofocación,
cuando se trata de un fuego de
profundidad. en el primer caso el
sistema de descarga será de aplicación
local. mientras que en el segundo el
sistema será de inundación total.

Aplicación local: Consiste en


descargar el anhídrido carbónico sobre
la superficie del combustible. Este
método es de aplicación en fuegos
superficiales situados al exterior o en
locales amplios que hagan inadecuado
el método de inundación total, tales
como tanques de temple, baños de pintura, etc.

Inundación total: Este método consiste en establecer una atmósfera inerte en el volumen de
espacio a proteger durante un tiempo. La descarga de CO2 suele oscilar entre el 35% del volumen
y durante un tiempo que dura entre varios minutos a varias horas. Se aplica a fuegos de
combustibles sólidos y fuegos en profundidad, así como a fuegos en los que está presente la
electricidad, tales como cuadros de control, maniobra, alternadores, etc.

Al igual que en el resto de instalaciones automáticas de extinción, éstas se activan mediante


un sistema de detección. Con todos los agentes gaseosos, una vez se ha producido la detección
del fuego, existe un sistema de prealarma, que dan tiempo a desalojar la zona a las personas
antes de que se produzca la descarga.

1.5.- Instalaciones fijas de espuma:

Cuando hay que proteger líquidos inflamables en instalaciones permanentes tales como
depósitos de almacenamiento de combustibles o cubas que contienen líquidos inflamables, o
hangares para aeronaves se colocan dispositivos generadores y distribuidores de espuma
física.
Instalación fija de espuma de baja expansión
Básicamente estos sistemas constan de:
- Alimentación de agua para incendios.
- Depósito de espumógeno.
- Proporcionados o mezclador.
- Equipos generadores de espuma.

Según el tipo de espumógeno empleado, serán sistemas de baja, media o alta expansión,
y según el equipo de distribución, serán sistemas de rociadores, de inyección interior, de
cámaras vertederas y generadores.

En los sistemas de rociadores se utilizan boquillas abiertas que distribuyen la espuma por
el área a proteger.
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Son sistemas de diseño similar a los rociadores de agua con un cono de proyección y se
utilizan principalmente en la protección de terminales de carga

El sistema de inyección interior se emplea para la protección de tanques de líquidos


combustibles de techo fijo.

Se caracteriza porque produce e impulsa la espuma en el interior y a través del


combustible, llegando aquella a la superficie debido a su menor densidad. Estos sistemas
utilizan espumógenos especiales que no se contaminan por el combustible.

Las cámaras vertederas de espuma se emplean como medio para proteger tanques de
techo fijo. Son elementos que producen espuma y la depositan sobre la superficie del
combustible.

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En tanques de techo flotante se


instalan generadores de espuma
distribuidos simétricamente sobre el
techo del tanque y que vierten la
espuma sobre el anillo formado por la
junta de cierre del techo.

En los locales o aceites de temple o


hangares de aviones pueden instalarse
generadores de espuma de alta
expansión que actúan por inundación
total o aplicación local.

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TEMA 5 ALUMBRADO Y SEÑALIZACIÓN


DE EMERGENCIA
Las instalaciones destinadas a alumbrados especiales, tienen por objeto asegurar, aún
faltando el alumbrado general, la iluminación en los locales, servicios higiénicos y accesos, hasta
las salidas, para una eventual evacuación del público o iluminar otros puntos que se señalen
(quirófanos, etc).

Se incluyen dentro de estos alumbrados los de emergencia, señalización y reemplazamiento.

1.- Alumbrado de emergencia

Según lo define el reglamento de Baja Tensión, en su capítulo X Locales de Pública


concurrencia, “es aquél que debe permitir, en caso de falta del alumbrado general, la evacuación
segura y fácil del público hacia el exterior.”

Solamente podrá ser alimentado por fuentes


propias de energía, sean o no exclusivas para dicho
alumbrado, pero no por fuente de suministro exterior.
Cuando la fuente propia de energía esté constituida por
baterías de acumuladores o por aparatos autónomos
automáticos, se podrá utilizar un suministro exterior
para proceder a su carga.

El alumbrado de emergencia deberá poder


funcionar durante un mínimo de una hora,
proporcionando en el eje de los pasos principales una
iluminación adecuada (mínimo 1 lux).

Este alumbrado estará previsto para entrar en funcionamiento automáticamente al producirse


la falta de los alumbrados generales, o cuando la tensión de ésta baje a menos del 70% de su
valor nominal por más de 3 segundos.

Deberá instalarse en los locales y dependencias que se indiquen en cada


caso y siempre en las salidas de éstas y en las señales indicadoras de la
dirección de las mismas. En el caso de que exista un tablero principal de
distribución, en el local donde éste se instale así como sus accesos, estarán
provistos de alumbrado de emergencia, donde tengan letreros que indiquen y
tengan impresos la palabra SALIDA - EMERGENCIA.

En todas las plantas del inmueble se dispone de este tipo de alumbrado, localizado
principalmente en las vías de evacuación y cabeceras de las puertas de acceso a las
habitaciones y escaleras. Este alumbrado está constituido por bloques autónomos de emergencia
y señalización que aportan un nivel de alumbrado superior a 5 lux en las vías de circulación, con
una autonomía de 1 hora.

2.- Señalización de emergencia.

El artículo 4º del Real Decreto 485/ 1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de
señalización de seguridad y salud, establece “… la señalización de seguridad y salud en el trabajo
deberá utilizarse siempre que del análisis de los riesgos existentes, de las situaciones de
emergencias previsibles, y de las medidas preventivas adoptadas ponga de manifiesto la
necesidad de:

… Facilitar a los trabajadores la localización e identificación de determinados medios o


instalaciones de protección, evacuación, emergencia o primeros auxilios…”.

Así mismo el Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, que dedica su artículo 12 a la


señalización e iluminación de evacuación, dice que las salidas de recinto, planta o edificio estarán

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señalizadas y deberán disponer señales indicativas de dirección de los recorridos que deben
seguirse desde todo origen de evacuación hasta el punto donde sea visible la salida o la señal
que lo indique.

El Código Técnico de la Edificación en su Anexo Documento Básico SI Seguridad en caso de


incendio establece:

Según el Documento Básico SI Seguridad en caso de incendio del Código Técnico de la


edificación, se utilizarán las señales de evacuación definidas en la norma UNE 23033-1 conforme
a los siguientes criterios:

Las salidas de recinto, planta o edificio


tendrán una señal con el rótulo “SALIDA”,
excepto en edificios de uso Residencial
Vivienda y, en otros usos, cuando se trate de
salidas de recintos cuya superficie no exceda
de 50 m², sean fácilmente visibles desde todo
punto de dichos recintos y los ocupantes
estén familiarizados con el edificio.

La señal con el rótulo “Salida de emergencia”


debe utilizarse en toda salida prevista para
uso exclusivo en caso de emergencia.

Deben disponerse señales indicativas de


dirección de los recorridos, visibles desde todo
origen de evacuación desde el que no se
perciban directamente las salidas o sus
señales indicativas y, en particular, frente a toda salida de un recinto con ocupación mayor
que 100 personas que acceda lateralmente a un pasillo.

En los puntos de los recorridos de evacuación en los que existan alternativas que puedan
inducir a error, también se dispondrán las señales antes citadas, de forma que quede
claramente indicada la alternativa correcta. Tal es el caso de determinados cruces o
bifurcaciones de pasillos, así como de aquellas escaleras que, en la planta de salida del
edificio, continúen su trazado hacia plantas más bajas, etc.

En dichos recorridos, junto a las puertas que no sean salida y que puedan inducir a error en la
evacuación debe disponerse la señal con el rótulo “Sin salida” en lugar fácilmente visible pero
en ningún caso sobre las hojas de las puertas.

Las señales se dispondrán de forma coherente con la asignación de ocupantes que se


pretenda hacer a cada salida, conforme a lo establecido en el capítulo 4 de esta Sección.

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Las señales deben ser visibles incluso en caso de fallo en el suministro al alumbrado normal.

Cuando sean fotoluminiscentes, sus características de emisión luminosa deben cumplir lo


establecido en la norma UNE 23035-4:2003.

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