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ISSN: 0185-2698
perfiles@unam.mx
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación
México
Weiss, Eduardo
La situación de la enseñanza multigrado en México
Perfiles Educativos, vol. XXII, núm. 90, 2000, pp. 57-76
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Distrito Federal, México
For the purposes of this research, the author observed the teaching
of 16 teachers in single-teacher and two-teacher schools in Oaxaca and Guerrero.
The data analysis is divided into three steps: the analysis of two contrasting cases,
the comparison between the 16 cases and the pedagogical reflection about them.
The results identify the teachers’ strategies to organize their work. Then
the author discusses about the potentials and limitations of the national policies
and the international recommendations, recommending a comprehensive
and specific support for the teachers who work in that kind of schools.
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PEDAGÓGICA de la unificación de las escuelas rurales con
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las urbanas, la problemática ya no ha sido
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La escuela multigrado parece un problema tomada en cuenta sistemáticamente por las
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del pasado. Sin embargo, aún en Estados políticas oficiales. Las estadísticas públicas
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Unidos sigue presente. En una muestra de actuales sólo muestran el numero de escue-
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distritos escolares suburbanos en las afue- las unitarias —con un solo docente— que
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ras de Phoenix, Arizona, Rule (1983, cita- constituyen 25% de las escuelas, pertene-
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do por Miller, 1991) reporta que 17% de ciendo 16% al Sistema Comunitario Rural
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los alumnos trabajaban en aulas que com- del Consejo Nacional de Fomento Educati-
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binaban grados. En las escuelas rurales la vo (SEP, 1999, p. 356)
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enseñanza multigrado es una necesidad im- Sólo el Consejo Nacional de Fomento
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puesta por condiciones geográficas y econó- Educativo (CONAFE) tiene un modelo espe-
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dagógica el open classroom que busca rever- los años setenta para garantizar la educa-
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tir la escuela graduada por edades de los ción primaria en poblados con menos de 100
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niños, introducida a finales del siglo XIX en habitantes y trabaja con jóvenes, egresados
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Tyack y Cuban, 2000, pp. 173ss; para el magisterial, que se comprometen a un servi-
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caso mexicano véase Carrillo, 1891, t. I, pp. cio social de uno o dos años, para después
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zas de maestros, sino obedece a la geogra- tivas (DIE) del Centro de Investigación y
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que va en aumento por la migración. En el al., 1991) que permite trabajar con alumnos
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ámbito nacional, 30% a 40% de las escue- de diferentes edades y avances en el cono-
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las son de multigrado, es decir los seis gra- cimiento: el Manual del Instructor Comuni-
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dos de primaria cuentan con menos de seis tario y sus materiales de apoyo, rediseñado
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maestros, aunque en algunos estados, como entre 1989 y 1992 como Dialogar y descubrir
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el de Tabasco, esta cifra llega a 70%. De los (Rockwell, coord. 1989-1992). El Manual
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tuación. De ahí que se puede estimar que unidades didácticas, y se enriquece con fiche-
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ésta abarca aproximadamente 10% de los ros didácticos, cuadernos de trabajo y juegos.
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alumnos de primaria. Si bien las escuelas Asimismo, reduce los contenidos de ense-
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multigrado existen desde los comienzos del ñanza al centrarlos en capacidades básicas
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cuales agrupa dos grados. El hecho de que tividad del estímulo económico, contrarres-
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estos materiales provengan de un sistema tada por las tramas institucionales de la
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que trabaja con maestros no profesionales, dimensión laboral.
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lo que es percibido por el magisterio y su sin- En la dimensión pedagógica, los progra-
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dicato como pérdida de dominio, ha impedi- mas compensatorios han atendido el proble-
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do hasta hoy la transferencia de su propues- ma principalmente por medio de los cursos
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ta pedagógica hacia las escuelas generales de capacitación. En el Programa para Aba-
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e indígenas. tir el Rezago Educativo (PARE, de 1991-
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En el resto de las escuelas, el tema del 1995), sólo un curso de un paquete de cin-
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multigrado comenzó a resurgir en 1991, en co se dirigió al tema del multigrado; después
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el panorama de las políticas públicas por de los señalamientos de la evaluación exter-
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medio de los programas compensatorios. Al na, el Programa Integral para Abatir el Re-
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dirigirse los programas a escuelas en zonas zago Educativo (PIARE, 1995-2000) y el Pro-
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grado y con poblaciones indígenas. En es- cha) dedicaron cuatro de seis cursos-talle-
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tas últimas, no siempre atendidas por una res, con el fin de que los maestros mismos
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modalidad bilingüe, los maestros luchan planeen sus “lecciones” para la situación
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con una doble dificultad: el multigrado y la multigrado (véase CONAFE, 2000). En el es-
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enseñanza a niños indígenas monolingües o tado de Tabasco se dio un paso más allá: se
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bilingües incipientes. Los programas com- llevó a cabo un concurso para seleccionar
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nas y dedicaron cursos de capacitación a la los han distribuido a los maestros (véase
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todo se han enfocado cada vez más a la pro- En el ámbito internacional, la literatura
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Por el lado gestivo, han buscado ga- (1991), en un Eric Digest, reúne la litera-
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rantizar la presencia del maestro mediante tura reciente sobre la escuela rural multi-
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un estímulo económico controlado por las grado en Estados Unidos y se centra en los
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te”. La cuestión es central, dada la “preca- mienda una adecuada organización física e
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maestro unitario y tiene que acudir a las pares como tutores. Shaw (1992), en un
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“autoridades”, no hay clases por uno o más documento para el Banco Mundial, identi-
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tro falta, el otro maestro tiene que atender nacional sobre el tema las siguientes estra-
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a dos grupos en sus respectivos salones. tegias: mantener ocupada una parte de los
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En otro trabajo (Ezpeleta y Weiss, 1996), alumnos en actividades que requieren poca
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analizamos los problemas relacionados con atención del maestro, mientras éste se de-
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la ausencia y rotación de maestros y la efec- dica a otra parte del grupo escolar; integrar
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con todo el grupo y luego asignar activida- las graduadas parecidas, como reportan
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des en diferentes grados de dificultad; tra- Miller (1991) para Estados Unidos y Suá-
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bajar con material de auto-aprendizaje; tu- rez y Rockwell (1978) para los Cursos Co-
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toreo por estudiantes de grados superiores; munitarios del CONAFE en México. Evalua-
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y reorganizar el horario escolar. Además, el ciones más recientes de la Dirección
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autor destaca el modelo de atención más General de Evaluación en México arrojan
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integral de la Escuela Nueva de Colombia. que en 1992 los Cursos Comunitarios
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Esta propuesta es ampliamente conoci- del CONAFE obtuvieron mejores resultados
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da en América Latina por la difusión de las que las escuelas rurales generales —la
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agencias internacionales (véase Colbert y mayoría de éstas es también de multigra-
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Mogollón, 1997; Schiefelbein, 1991; To- do— (DGEIR, 1993), pero que hasta 1998
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rres, 1991). Generada como proyecto a fi- las escuelas rurales generales mejoraron
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toaprendizaje para el alumno. Estos usual- El Programa para Abatir el Rezago Educa-
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mente trabajan en parejas o en grupos de tivo (PARE) buscó mejorar la calidad y equi-
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tres, organizan su propio trabajo y avan- dad de la educación rural en zonas rurales
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zan a su propio ritmo. La Escuela Nueva de extrema pobreza, mediante diversos in-
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rísticas, mas allá de ser de autoaprendiza- los maestros (capacitación e incentivo eco-
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je. Sin embargo, al vincularse los materia- nómico), así como de la gestión del sistema
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ciones especifica el avance en diferentes cuatro estados entre 1991 y 1995. La eva-
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unidades del programa, y el alumno puede luación cualitativa realizada por el DIE bajo
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escolar e incluso, en el caso de migración, buscó, desde la escala local de las escuelas
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cambiar de escuela sin perder todo el año y comunidades, localizar las tramas institu-
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das las escuelas rurales de Colombia y en indicios o elementos que pudieran facilitar
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otros países de América Latina se difun- u obstaculizar los cambios propuestos. Al-
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dizaje en aulas multigrado muestra consis- y a la falta de atención al tema del multi-
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te atendidas por los programas compensa- lítica, valorativa y propositiva, tensión que
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torios sucesores del PARE, en cambio, los proviene de mi formación como pedagogo,
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problemas de fondo, el de la gestión de las pero también del hecho de que el trabajo
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escuelas y de su dimensión laboral, así como inicial fue de investigadores ante la tarea de
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la falta de un programa integral para apo- una evaluación.
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yar la especificidad del multigrado en las es- En la presentación de éste artículo se
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cuelas generales, suscitaron mucho interés, mostrarán:
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pero siguen sin resolverse.
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En el año 2000, los coordinadores de a) Las tres principales formas de análisis
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aquella evaluación tuvimos el tiempo y la empleadas: los casos, su comparación y la
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oportunidad de publicar los resultados en reflexión pedagógica. Coincido con Miles
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un libro de carácter académico (Ezpeleta y y Huberman (1994, p. 3) en que la me-
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Weiss, 2000), y nos propusimos enfatizar, todología de la investigación cualitativa,
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siguen vigentes. Para este propósito, reana- campo, debe enfatizar más la dificultad
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en diálogo continuo con mi colega Justa b) Los hallazgos principales sobre las es-
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en el manejo del multigrado. Ambos temas c) Perspectivas para una política pedagógi-
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kwell, 1998) y la noción del trabajo coti- El trabajo de campo se realizó en los ciclos
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diano del maestro (Rockwell y Ezpeleta, escolares 1992/93 y 1993/94 en los estados
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tica en el DIE que enfatiza la importancia de nidades —10 de ellas con multigrado (unita-
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las didácticas específicas —el qué y el cómo rias y bidocentes), y 3 de éstas bilingües—
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(véase Weiss, coord., 1996)—, así como de por un grupo de colaboradores, egresados de
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que referiré a lo largo de este artículo. No cualitativas: Mónica Díaz, Gabriela Soria,
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debo callar cierta tensión entre una postu- Enrique Bernal y Teresa Espinosa. Ellos, en
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ra analítica comprensiva —misma que bus- dos equipos, realizaron 18 estancias (cinco
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caré mantener en este artículo— y otra ana- escuelas-comunidades fueron visitadas en dos
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años consecutivos, ocho una sola vez). Utili- maestro. Se obtuvieron 112 registros de cla-
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zaron las técnicas propias de los estudios ses multigrado y —como referente de com-
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cualitativos: guías de entrevista y observa- paración— 56 registros de clases en escue-
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ción, grabación de las mismas, notas de cam- las rurales cercanas “grandes”, con docente
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po sobre eventos y encuentros casuales; por grado. El siguiente análisis se basa en
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transcripción de documentos escolares y de los registros de observación de uno o dos
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partes de los cuadernos de los alumnos. Pos- días enteros de clase de 16 maestros.
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teriormente elaboraron los registros, usando En el cuadro 1 llama la atención la cate-
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la triangulación de informaciones y observa- goría de maestros bidocentes generales que
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ciones, y también participaron en los prime- deben atender a “todos los grados en dos
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ros análisis y redacciones parciales para el salones”, por ausencia de su compañero. La
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reporte de evaluación, de manera que se pudo incluimos porque no es una situación acci-
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cuidar la relación entre los datos observados dental, sino incluso más frecuente de la que
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y su interpretación. ○
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visores, y enfocar una gama muy amplia de de cada docente, considerado como caso.
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temas relevantes para la evaluación: las co- Como veremos mas adelante, hay variacio-
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munidades, los padres y su relación con la nes en las formas de enfrentar la organiza-
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educación de sus hijos, la biografía profe- ción del multigrado, aquí presentamos so-
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sional y trayectoria laboral de los maestros, lamente dos casos extremos en el manejo de
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alumnos, la relación de la escuela con la que trabajan con el grupo de primero a ter-
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supervisión; los contenidos y formas de en- cer grado: el maestro Juan José separa los
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señanza en las diferentes materias, la inda- tres grados y la maestra Dora los junta en
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sor en las escuelas, los cursos de capacita- Después de una breve ceremonia cívica por
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ción recibidos, la llegada de los materiales el 5 de mayo (Batalla de Puebla), los niños
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didácticos y de la biblioteca escolar. De esta entran a su salón. Los dos maestros de esta
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generalmente cubrir más que una mañana y poblado ubicado en la sierra trabajan ese día
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con registros apoyados en grabaciones. En cursos de capacitación del PARE. Entre las
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escuelas unitarias, una observadora se cen- 9:18 y las 9:22 horas pasa lista de asisten-
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traba en el maestro, la otra en un grupo de cia por grado. Hay 16 alumnos de primero,
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comienza el trabajo que dura hasta las visar las tareas del día anterior; lograr, a
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observadora debió ausentarse por una hora pondan a las lecciones del día, que realicen
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adicional, ya que el presidente de la Aso- lecturas en voz baja, que contesten cuestio-
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ciación de Padres de Familia vino a conver- narios y que se formen en filas para que les
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sar con el maestro y los observadores. En revisen los ejercicios que realizan durante
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la tabla 1 se especifican las actividades para la clase. Esto también le permite percatar-
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los tres grados y la distribución del tiempo se de dificultades individuales y/o colecti-
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Después de pasar lista de asistencia, dis- alumnos no han contestado bien la tarea de
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tribuye con rapidez —en un lapso de vein- Ciencias Naturales sobre el sistema solar,
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los grados. A lo largo del día pasa alterna- sino al final del día cuando encuentra tiem-
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damente de uno a otro. En un buen nivel po para ello: después de otra lectura en si-
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de avance sobre el programa respecto a los lencio del texto, les interroga nuevamente
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grados que atiende, cubre todas las mate- sobre lo leído, les expone algunos puntos y
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ñol con el primer grado, Matemáticas con La observación de un día de clase ilus-
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con el tercero. Utiliza los libros de texto y multigrado, sobre todo si se busca, como en
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en Matemáticas amplía los ejercicios más este caso, mantener a los tres grados traba-
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lectura en voz alta y baja, así como del pi- dos horas y media se divide en 24 interva-
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zarrón para apuntar tareas y pasar a los los diferentes: 8 respecto al primer grado,
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Los niños no interrumpen al maestro maestro cubre diez temas diferentes; con el
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mientras él está dedicado a otro grado. Se primer grado: a) la revisión del copiado de
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observa que ha socializado rutinas que fa- un texto, b) el dictado de palabras y la ela-
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cilitan claramente su labor, tales como re- boración de planas con palabras, c) la lec-
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tura y la copia de un texto, d) la asigna- gundo lugar está el trabajo sobre fracciones
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ción de tarea para dos materias: Español y (14 minutos) y en tercero el interrogatorio
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Matemáticas; con el segundo grado: a) la con exposición del maestro sobre el siste-
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revisión de la tarea de sumas, b) el dictado ma solar (21 minutos). La mayoría de las
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y la revisión del ejercicio de multiplicación, intervenciones son breves: de uno a seis
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c) la comparación de fracciones de décimas, minutos. También se observa que las ins-
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d) la asignación de tarea para Ciencias So- trucciones y explicaciones no son suficien-
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ciales; con tercer grado: a) el trabajo sobre tes para los alumnos. El tercer grado tiene
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el sistema solar, que resulta insatisfactoria- que repetir el trabajo sobre el sistema solar
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mente resuelta, razón por la cual al final del y las respuestas al otro tema, el cuestiona-
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día aborda de nuevo el tema, b) la lectura rio basado en la lectura de la noticia sobre
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de una noticia (en el libro de texto) y la “Gigantes en la Sierra de Guadalupe”, son
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contestación del cuestionario correspon- insuficientes: tres de los cuatro alumnos no
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media, el primer grado recibe la atención tera asfaltada, en una escuela bidocente
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durante una hora (de este tiempo, 40 mi- general. Ella tiene cuatro años de servicio y
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para las dos lecturas en voz alta). El segun- dos cursos de capacitación del PARE, le han
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(de éstos, 26 de atención individual: 6 para zaje es necesario partir del niño, explorar
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la calificación del ejercicio de sumas, 14 lo que el niño sabe”. Es por eso que le gus-
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atención individual: 8 para la revisión de la días de observación son conjuntas para los
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tarea sobre el sistema solar y cerca de 9 para doce alumnos de primero, uno de segundo
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ra que hicieron durante la clase sobre el emplea también el recurso de separar las
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mismo tema). Si bien, no se pudieron ob- actividades; por ejemplo, le pide a los alum-
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servar una hora y ocho minutos de la clase, nos de primero que hagan planas de síla-
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los resultados son significativos, ya que bas y a los de tercero que copien algo de su
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muchos maestros sólo imparten 2 horas y libro de texto, sobre todo el día que tiene
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El turno de atención más largo son dos quinto y sexto en el otro salón, por ausen-
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ocasiones, en las que los alumnos de primer cia de su compañero de trabajo. Cabe ob-
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grado leen en voz alta de manera individual servar que a un grupo de cuatro niños de
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(17 y 18 minutos, respectivamente), en se- una familia indígena —que hacía poco ha-
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bía migrado a esa comunidad costera y pa- Maestra: “¿Cuántas horas tiene el día?”.
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recía tener problemas con el español—, los Varios alumnos: “24 horas”.
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tiene sentados por separado y les asigna Maestra: “¿Y una hora, cuántos minutos tiene?”.
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planas y copias. Alumna de 3º: “60 minutos”.
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Durante los dos días de observación, la Maestra: “¡Muy bien! Y el reloj, ¿cuántas ho-
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maestra trata de manera integral el tema del ras tiene?”.
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tiempo. Aborda los subtemas de: el reloj, el Varios alumnos de 3º: “12 horas”.
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horario escolar y los meses del año, que no Maestra: “¡No! A ver, ¿cuántas vueltas va a
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son específicos de ninguna de las materias, dar el reloj durante todo el día?”.
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sino que integran Lengua, Matemáticas, Nadie contesta y la maestra dice: “2 vueltas”.
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Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. De Maestra: “¿Eso qué nos marca?”.
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su enseñanza globalizada derivan activida- Algunos alumnos: “El tiempo”, otros “El reloj”.
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des relacionadas preferentemente con la es- Maestra: “El tiempo; a ver ¿cuánto de ese tiem-
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copian, así como “investigaciones” que les cuentan juntos: “Entramos a las 8:30 y sali-
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deja como tarea: “averigüen los nombres de mos a la una, entonces son”. Cuentan juntos:
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los doce meses del año”. Por último, al tra- 9:30, 10:30,11:30, 12:30 y hasta la una”.
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bajar sobre el reloj también aborda el con- Algunos niños pasan hasta la una treinta.
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participan dando respuestas a preguntas Maestra: “¿Llegan a sus casas y qué hacen?”.
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todos los niños, particularmente los de pri- Una alumna: “Y ayudamos a mi mamá”.
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mer grado. Por ello se ve obligada a repetir Maestra: “¿Cuánto tiempo le dedican a ha-
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los temas en días sucesivos, sin lograr ma- cer la tarea? ¿Una hora, treinta minutos?”.
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9:10: La maestra empieza diciendo “¿A ver Otros dicen cosas parecidas. La maestra co-
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quién hizo la tarea? ¿A ver qué habíamos vis- mienza a preguntar a cada alumno cuánto se
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○
Maestra: “¿Para qué sirve el reloj, qué nos va Maestra: “El tiempo que se tardan en hacer
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marcando?”. Hay silencio, los niños miran sus tareas también es estudiar. ¡Hay que hacer la
○
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cuadernos. tarea!”.
○
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Un alumno de 1º contesta: “La hora”. Maestra: “Ayer les dejé una tarea para inves-
○
Maestra: “Sí la hora, pero ¿qué es la hora?”. tigar, tenían que averiguar cuáles son los me-
○
○
Los alumnos permanecen en silencio. La ses. Vamos a relacionar el tiempo con el de-
○
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maestra escribe en el pizarrón “TIEMPO”. sarrollo que ha tenido cada uno de ustedes.
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A ver, ¿cuánto tiempo pasa desde que nacen Como podemos apreciar, la maestra bus-
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y vienen a la escuela?” Nadie contesta. ca relacionar varios aspectos del concepto
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Maestra: “5 años. Acuérdense que para venir abstracto “tiempo” con experiencias vitales
○
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a la escuela deben tener seis años, ¿si o no?”. de los niños, incluso introduce las nociones
○
○
Alumnos: “Sí”. de “cambio” y “desarrollo”, y alude breve-
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Maestra: “Cuando tenían un año hasta aho- mente a las diferencias entre el físico actual
○
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ra han cam...”. Un niño dice: “...inado” de los niños y el de su infancia. En cambio,
○
○
Maestra: “...biado”. no aborda la noción de cambio en el tema
○
La maestra pregunta a diferentes niños en qué central de la clase: los meses del año. La
○
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han cambiado desde que eran chiquitos hasta “globalización” a la que recurre la maestra
○
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ahora. Las respuestas: “tenía el pelo corto”, “no se traduce en que su clase relaciona algu-
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sabía caminar”. Otros repiten eso. La maestra nos aspectos socioculturales y naturales del
○
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dice que el pelo largo no es bueno porque tiempo con la escritura del nombre de los
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ñas con el pelo corto o recogido. matemático de las horas. Ahí también se
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Maestra. “¿Creen ustedes que cuando acaben aprecia que los temas son tratados de paso:
○
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la primaria van estar iguales que ahora?”. aunque el día anterior ya había dicho que
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○
9:30: Maestra: “Bueno ahora estense calla- guiente los alumnos aún no entienden a la
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ditos, nada más tienen que escuchar, recár- maestra, y ésta pasa el problema por alto,
○
○
guense en sus asientos, no tienen que escri- al igual que las dificultades de los alumnos
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bir, sólo escuchar. Vamos a hablar sólo del para contar medias horas.
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cómo se escribe ‘año’: ¿con cuáles letras?”. Un sin mayores problemas aparentes, a los niños
○
○
niño de 1º dice: “A”, “Ñ”,”O”. La maestra de primero a tercer grados de manera con-
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○
Maestra: “Vamos a hablar de los meses del falta de profundización de la maestra en los
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○
año. ¿Cómo se escribe meses? A ver, un niño obstáculos matemáticos no se debe también
○
○
Un niño de 1º: “M”, “E”. Otro complemen- sión de los niños de primero. En este tipo de
○
○
ta: “S”, “E”, “S”. La maestra lo escribe en el organización no hay tiempos sin atención
○
○
Maestra: “¿Cuántos meses tiene el año, dí- dos no se trabajan en niveles diferenciales
○
○
mamá cuáles son? A ver qué meses tiene el cias básicas. Probablemente su enseñanza
○
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año, díganme los que sepan aunque estén des- globalizada se beneficiaría de una buena
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ordenados”. Los niños comienzan a decir los planeación didáctica; sin embargo, durante
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meses y la maestra los va escribiendo en el los días de observación, la maestra tiene que
○
○
pizarrón. Continúa el trabajo sobre los me- salir reiteradas veces para atender a su hija
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ses, los ordena, etcétera. pequeña que está sola en la casa contigua;
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además, como ya se refirió, el primer día te- maestro realiza la misma actividad general
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nía que atender simultáneamente el grupo (hacer operaciones, leer textos en los libros,
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de cuarto a sexto en otro salón. copiar textos) con los tres grados juntos, sin
○
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diferenciaciones significativas.
○
○
LA COMPARACIÓN DE LOS CASOS En las dos escuelas unitarias con seis gra-
○
dos, los maestros Prócuro y Ruperto —(véa-
○
○
Al mismo tiempo organizamos tablas que se cuadro 2) manejan por separado los pri-
○
○
permiten la comparación entre los casos, meros tres, pero al cuarto, quinto y sexto,
○
usando como descriptor principal la orga- los conducen como un conjunto homogé-
○
○
nización de actividades entre los diferentes neo. Durante los días de observación, sólo
○
○
grados. Adicionalmente, se identifican los para algunas actividades los diferencian:
○
grados y el número de alumnos que atiende en una clase de Historia, cada grado lee
○
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el maestro y se valora el tiempo sin activi- la lección en su respectivo libro de texto y
○
tica del multigrado. ne, Víctor y Juan (véase cuadro 4) que atien-
○
Actividades separadas para cada grados la mayor parte del tiempo como un
○
○
y por separado
○
co y Marcos —ver cuadro 2—, Juan José y Varios maestros combinan las dos modali-
○
Rodolfo —ver cuadro 3) la utilizan en for- dades anteriores. Algunas veces trabajan de
○
○
Para estos docentes, parece difícil la rea- Esta combinación es utilizada en los grados
○
lización de actividades en conjunto entre inferiores por los maestros Pablo y Ramón
○
○
niños de primero, que deletrean sílabas con (véase cuadro 3); en los superiores por Ro-
○
○
dificultad, niños de segundo, que descifran berto y Alberto (véase cuadro 4). Este últi-
○
palabras, y niños de tercero, que ya pueden mo muestra una forma sencilla de alternan-
○
○
leer y trabajar con alguna independencia. cia: un día utiliza los libros de texto de cada
○
○
Cabe señalar que Francisco y Marcos tra- grado para diferenciar sus actividades y otro
○
A diferencia de los grados inferiores, en los en conjunto los grados superiores, los se-
○
○
superiores parece dominante la tendencia a paran para algunas actividades (Irene, Víc-
○
○
trabajar con ellos en forma conjunta. El tor y Juan —véase cuadro 4).
○
○
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ORGANIZACIÓN Por separado 1°, 2° 3° Por separado 1°, 2° y 3°. Por separado Por separado.
DE ACTIVIDADES (atención individual En conjunto 4° 5° y 6° Algunas veces
PARA LOS a 1° y 2°) en conjunto
DIFERENTES GRUPOS En conjunto 4°, 5°, 6° 2º y 3º
* Francisco y Marcos trabajan en escuelas bilingües. La de Francisco cuenta con cinco grados; la de Marcos sólo con tres.
** Se consideraron como periodos “cortos” hasta quince minutos, “medianos” alrededor de media hora y “largos” los de casi una hora.
Maestros con
grados inferiores
MAESTRO JUAN JOSÉ PABLO RODOLFO RAMÓN DORA
GRADOS 1° 2° 3° 1° 2° 3° 1° 2° 3° 1° 2° 3° 1° 2° 3°
NÚM. DE ALUMNOS 16 10 4 12 13 6 14 11 9 16 6 6 12 5 5
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PERIODOS SIN Pocos por Pocos por Medianos Pocos por Pocos por
ACTIVIDAD PARA trabajar trabajar trabajar trabajar
LOS ALUMNOS preferentemente preferentemente preferentemente preferentemente
con los tres con los tres con los tres con los tres
grados en grados en grados en grados en
conjunto conjunto conjunto conjunto
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Algunos maestros juntan a veces dos gra- (siempre mental y muchas veces en el trans-
○
○
dos de los tres que atienden, sobre todo se- curso de la clase misma). A la vez, la re-
○
gundo y tercero, pero también quinto y sex- flexión se alimenta de saberes pedagógicos,
○
○
to. Marcos (cuadro 2), en una escuela históricos, como por ejemplo la importan-
○
○
unitaria bilingüe, y Ramón (cuadro 3), en cia de la enseñanza globalizada en la tra-
○
una bidocente general, juntan en ocasiones dición de la escuela rural mexicana entre
○
○
segundo y tercero. Manuel (cuadro 5) atien- 1930 y 1945 (véase Rafael Ramírez, 1970),
○
○
de de tercero a sexto grados: con los alum- y actuales, como por ejemplo las discusio-
○
nos de tercero y cuarto trabaja por separa- nes con los colegas del DIE sobre el dise-
○
○
do, con los de quinto y sexto suele trabajar ño curricular y didáctico del Manual del
○
○
de manera conjunta. Nos parece significati- Instructor Comunitario y con colegas de la
○
vo que éstos sean los grados que los maes- Escuela Nueva de Colombia. Y obviamen-
○
○
tros vean más idóneos para ser juntados te se enriquece con lecturas diversas que
○
(cuadros 2, 3, 4 y 5). ○
○
rias. El maestro Ramón muestra más crite- rentes países (Miller, 1991 y Shaw, 1992)
○
○
ciando las actividades por grado escolar y ra de clásicos de la etnografía del salón de
○
○
de dificultad: con los alumnos de primero clase, en este caso Delamont (1985) y Jac-
○
○
trabaja enunciados derivados de las tarjetas, kson (1986), que brindan conceptos para
○
y a los de segundo y tercero les pide que reflexionar respecto a lo que se observa en
○
○
juega con todos los alumnos (en conjunto La estrategia que usan los maestros que
○
○
con los tres grados) y al terminar el juego, separan los grados es atender a un grado y
○
○
los alumnos de segundo y tercero le infor- mantener ocupados a los otros, como sugiere
○
man sobre los objetos que incluyeron en la literatura especializada (Miller, 1991, y
○
○
A la par de nuestra comparación entre los se centran en primero; busca que las activi-
○
○
maestros corre la reflexión pedagógica nu- dades sean de buen nivel, mientras otros
○
trida desde múltiples fuentes. El tema es- asignan trabajos rutinarios para los grados
○
○
pecífico del manejo del multigrado se pone que no atienden directamente. Aún así, no
○
vadas y analizadas en el estudio, que aquí Si, como afirma Jackson (1986, p. 59),
○
○
lecto-escritura, las matemáticas y las cien- centrales de la vida cotidiana del maestro
○
○
cias, el uso de los libros de texto y de otros en cualquier salón de clase, en el aula mul-
○
○
materiales, y la planeación que realizan tigrado lo es aún más. El maestro Juan José
○
○
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tiene que fragmentar su atención en un cer operaciones; leer significa sobre todo
○
○
continuo ir y venir, realiza 24 actividades descifrar y escribir significa copiar y res-
○
diferentes y cambia 17 veces de atención ponder a cuestionarios. En Ciencias e His-
○
○
entre los grados. Aun los dos maestros con toria, lo básico consiste en aprender deno-
○
○
larga trayectoria en escuelas unitarias, minaciones, clasificar y definir, localizando
○
quienes reducen la complejidad de su tra- la información en los textos para copiarla o
○
○
bajo al tratar a los tres grados superiores resumirla con pocas palabras. Aun las téc-
○
○
como un solo grupo, se ven tensionados, nicas didácticas tradicionales como introdu-
○
porque los niños de primero reclaman con- cir los temas con un vocabulario adecuado
○
○
tinuamente su atención. a los alumnos, dialogar sobre lo leído o
○
○
Para descargar el trabajo, la mayoría de pedir síntesis en palabras propias, muestran
○
los maestros usa la estrategia de juntar a muy escasa presencia. La noción de que se
○
○
diferentes grados en un sólo grupo (otra es- aprende a escribir escribiendo (no copian-
○
superiores en las escuelas unitarias, que con Matemáticas se enseña a memorizar el or-
○
frecuencia aparece también en las bidocen- den de los números y su grafía, sin trabajos
○
○
espera y sin actividad para los alumnos. Para sumar, restar, multiplicar y dividir im-
○
Permite recuperar el papel tradicional de portan los pasos a seguir, y cuando los ni-
○
○
miento, “la primera estrategia del profesor El criterio de lo básico también está pre-
○
○
es hablar la mayor parte del tiempo”. Nues- sente cuando separan grados según sus con-
○
○
tra maestra Dora es prototípica. En cambio, cepciones sobre la complejidad de los obje-
○
nuestros maestros multigrado que separan tos de aprendizaje: los niños de primero
○
○
los grados hablan y explican poco. Ellos copian sílabas, los de segundo copian enun-
○
○
buscan el control y/o la enseñanza —según ciados; en matemáticas piensan que la difi-
○
lo queramos enfocar— por medio de otro cultad aumenta con el número de cifras en
○
○
cias e Historia tiende a convertirse entre ciden con los obstáculos de aprendizaje de
○
○
ellos en un breve interrogatorio, con muy los niños. El libro de grado también se usa
○
cortas explicaciones, no antes sino después como instancia de diferenciación para las
○
○
Pero juntar grados también significa la separación de grados respecto a los temas
○
sico: leer, escribir, contar los números, ha- quinto y sexto la Independencia”.
○
○
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Algunos de los maestros observados se 40 libros dirigidos a sus alumnos de los seis
○
○
acercan —por las condiciones del trabajo grados y 32 libros y materiales dirigidos a
○
multigrado— al tipo de docente promovi- él (o la mitad, en el caso de escuelas bido-
○
○
do por las corrientes innovadoras de la li- centes, lo que, de cualquier modo, sigue
○
○
teratura pedagógica: el “facilitador” o “ase- siendo excesivo).
○
sor”: asignan actividades, dan seguimiento Para convertirse en “asesor” —como pro-
○
○
a su ejecución y evalúan el trabajo. En nues- ponen las nuevas concepciones pedagógi-
○
○
tros casos, enfrentan dos problemas: no dis- cas—, los maestros observados requerirían
○
ponen de materiales idóneos para facilitar una formación más sólida y diferente sobre
○
○
el autoaprendizaje de los niños y no tienen el aprendizaje y la enseñanza de las diferen-
○
○
la formación necesaria para asesorar el tes competencias que les permitiera identi-
○
aprendizaje. ficar los obstáculos específicos de aprendi-
○
○
En sustitución de materiales de auto- zaje. Los tiempos de asignación de
○
maestros observados usan con mayor o me- las revisiones del trabajo de los alumnos se
○
nor frecuencia los libros de texto para man- centran en vigilar la ejecución y los resul-
○
○
tener ocupados a unos, mientras atienden a tados correctos. Si bien estas revisiones
○
○
otros. Sin embargo, enfrentan problemas. permiten a los maestros percatarse de que
○
Los textos, en los años de la observación, los alumnos no han comprendido la activi-
○
○
material de apoyo a la docencia. En Espa- dominan otro recurso que pedirles que lo
○
ñol y Matemáticas ofrecían pocos ejercicios hagan de nuevo o mostrarles otra vez los
○
○
cias e Historia, las preguntas de compren- res, que es otra estrategia recomendada
○
sión solicitaban respuestas discutidas entre por Miller, 1991, y Shaw, 1992. En Méxi-
○
○
el grupo y el maestro; en las aulas multi- co se usó durante el sigo XIX (Escuela Lan-
○
○
grado los alumnos trabajan solos y cuando casteriana) en forma del alumno preceptor,
○
no saben contestarlas, los maestros impro- pero la escuela rural de los años veinte a
○
○
visan preguntas más puntuales. Los libros de cuarenta del siglo XX rompió con esta tra-
○
○
texto de la reforma en los noventa —que dición, y no se difundieron mas allá del
○
empezaron a llegar a las escuelas durante el CONAFE nuevas formas, que podrían dar un
○
○
entre los niños y con el maestro, a la vez pedir a los alumnos de grados mayores
○
○
que atendieron el reclamo del magisterio y que lean cuentos para los pequeños y ho-
○
agregaron cuadernos de trabajo en matemá- jeen libros con ellos (Ferreiro, Rodríguez
○
○
ñados para escuelas con un docente por gra- do desde la perspectiva del maestro y de las
○
○
do, enfrentan a los unitarios con el proble- estrategias para organizar la enseñanza,
○
○
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se también como condiciones de aprendiza- za. La hipótesis escéptica sería que los maes-
○
○
je de los alumnos. tros “globalizan” más —dada la orientación
○
En este sentido, vale la pena destacar de estos talleres: “planeación de lecciones
○
○
una dimensión central en nuestro estudio: multigrado”—, a partir de sus concepciones
○
○
el tiempo de experiencia escolar para los tradicionales de las competencias básicas,
○
alumnos. Al respecto, un primer problema ya que los programas compensatorios no fo-
○
○
se origina en la gestión escolar. Se trata de mentan su asistencia a los cursos nacionales
○
○
las ausencias de los maestros a las que se de actualización. Sin embargo, hay que to-
○
agregan las pocas horas de trabajo. Estima- mar en cuenta que para planear y desarrollar
○
○
mos una mediana de 100 días de clase de su trabajo también usan los libros de texto y
○
○
dos horas y media de duración de enseñan- se han ido familiarizando más con los nue-
○
za, es decir de 250 horas al año, en lugar vos enfoques didácticos. Además, enriquece-
○
○
de las 800 oficialmente estipuladas. A ello ría poder analizar la práctica docente con
○
je. Se expresa para los alumnos en tiempos En el plano de la política educativa, creo
○
○
de espera para tener trabajo (hasta media que no basta con sugerir estrategias a los
○
○
hora o más) y para obtener ayuda (hasta maestros. Ellos requieren de apoyos concre-
○
rutinarias más allá de lo necesario (en oca- cífico. En cuanto integral, debe articular los
○
○
cuelas bidocentes, primer grado trabaja una nuevos parámetros de gestión; en cuanto
○
hora o más, segundo y tercero media hora a específico, debe enfocarse en las condicio-
○
○
también se dedica una hora a primero y para superar la doble carga para los maestros,
○
○
los cinco restantes quedan en promedio 15 libros de textos generales y materiales adi-
○
○
minutos. Sólo cuando los maestros juntan cionales para el multigrado (como en el
○
sus grados son cortos los tiempos de des- caso de los cursos comunitarios del CONA-
○
○
se pierde en el trabajo sobre las competen- por los maestros en talleres con base en los
○
cias y contenidos, en especial los correspon- nuevos libros de texto (como en el caso de
○
○
poder indagar sobre las formas en que los construcción de un currículum centrado en
○
maestros planean sus clases multigrado en competencias básicas que permita juntar dos
○
○
los talleres actuales de los programas com- grados o más en determinadas actividades
○
○
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quinto con sexto); una construcción activa capacidad y la motivación suficientes para
○
○
del aprendizaje en las competencias básicas sostener el desarrollo de todo el currícu-
○
mediante el trabajo grupal y con juegos di- lum de la primaria y de los materiales di-
○
○
dácticos; materiales de auto-aprendizaje a dácticos necesarios. De ahí que me parez-
○
○
partir del tercer grado, con juegos didácti- ca más viable una estrategia de adaptación
○
cos, con el trabajo en rincones de aprendi- de materiales mediante talleres.
○
○
zaje y con los libros de la biblioteca esco- Finalmente, considero de primordial im-
○
○
lar, la promoción flexible, entre otros. portancia para el cambio el seguimiento pe-
○
Es evidente que los maestros sólo usa- dagógico. Dadas las condiciones actuales, no
○
○
rán nuevos materiales si se han apropiado parece recomendable ubicar este seguimien-
○
○
de ellos. Así lo muestran varias estudios to como tarea fundamental de la supervisión
○
del DIE sobre el uso lento de nuevos libros —cargada de asuntos administrativos, infor-
○
○
de texto (Gálvez y Rockwell, 1981; Gar- mativos y laborales— ni el insistir en con-
○
escasamente usada. Diferentes autores se- satorios y las políticas educativas en toda
○
ñalan que proyectos de cambio sólo se América Latina. Evidentemente, hay que
○
○
lamente desde abajo e integran momentos responsable central. Me parece más perti-
○
aprenden” (véanse Hargreaves, 1996; Fu- fundamental del mismo sistema de actuali-
○
○
llan y Stiegelbauer, 1997). El éxito inicial zación. Ello se puede lograr —tal como lo
○
en buena parte, a mi ver, en la inicial afi- tema de capacitación en los programas com-
○
liación voluntaria de las escuelas al pro- pensatorios— al escalonar una serie de ta-
○
○
materiales por los maestros a sus situacio- que entre talleres los maestros tengan la
○
nes. Por ello, considero que la estrategia responsabilidad de probar nuevas formas de
○
○
crar a los maestros en la planeación de sus Sin embargo, todas estas propuestas no
○
○
clases —aunque deficiente por no integrar son más que hipótesis informadas. Sería
○
○
biente—, pero dudo que los maestros ru- miento de una nueva política educativa di-
○
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