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INTRODUCCIÓN

A continuación presentamos una recopilación de los puntos más resaltantes señalados con la Guerra Federal, conocida además,
como la Guerra de los Cinco años. En el mismo se exponen: su concepto, antecedentes, causas, hechos resaltantes y las
consecuencias.
El desarrollo del tema comprende títulos de aspectos amplios divididos en aspectos menores. Cada título tiene relación con el
enunciado. Además de la parte expositiva del desarrollo del tema, se ha anexado material ilustrativo que sirve para
fijar conocimiento en forma más fácil.
Agradecemos a nuestro profesor las críticas constructivas que tenga a bien hacernos, con la seguridad de que las mismas
contribuirán al mejoramiento del mismo.
Concepción General
La Guerra Federal fue la lucha armada que, con carácter de guerra civil, sostuvieron los liberales contra el gobierno de los
conservadores entre 1859 y 1863. Por su duración se llama también Guerra Larga o Guerra de los Cinco Años. El nombre de
"Federal" se debe a que los liberales tenían como bandera el federalismo o autonomía de las provincias.
El ámbito que abarcó el enfrentamiento fue todo el país. El carácter general que mantuvo fue el de guerra de guerrillas, es decir,
de ataques de pequeños grupos armados contra el ejército gubernamental.
Los protagonistas fueron los generales Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón, por el lado liberal, y José Antonio Páez por el
bando del gobierno conservador. Zamora y Falcón fueron seguidos por las masas populares.
Los liberales ofrecieron un programa que repetía, en forma más radical, las reformas impuestas en la hegemonía de los
Monagas, cuando estuvieron al lado del gobierno:
 Voto universal, directo y secreto en la elección de todos los poderes.
 Abolición total de la pena de muerte.
 Abolición de la esclavitud para siempre
 Eliminación de la prisión por deuda.
 Garantías individuales (libertad de prensa, de tránsito, de asociación, de cultos; inviolabilidad de la correspondencia, del
domicilio, de lapropiedad).
 Igualdad ante la ley.

Antecedentes
Se pueden señalar como antecedentes de la Guerra Federal los siguientes:
 La fundación del Partido Liberal en 1840 y la propagación de sus ideas en el periódico "El Venezolano", que dirigía el
fundador del Partido Antonio Leocadio Guzmán.
 La represión que desencadenó el gobierno conservador en 1846 (segunda presidencia del Carlos Soublette) contra los
liberales. Su líder Antonio Leocadio Guzmán fue preso y desterrado. Se alzó Francisco Rancel en protesta, y fue muerto; lo
mismo hizo Ezequiel Zamora y fue desterrado.
 Las medidas liberales que tomó la hegemonía de los Monagas, lo que demostró que era factible llevar a la práctica
la ideología liberalista.
 El derrocamiento de José Tadeo Monagas por Julián Castro en 1858, que provocó alzamientos de los liberales en todo el
país. Con estos alzamientos empezó la guerra.

Causas
Las causas fundamentales de la Guerra Federal son las siguientes:
 El reparto desigual de las tierras, y la ganadería, estaban en manos de unas cuantas de familias de caudillos militares que
habían luchado en la Independencia.
 La miseria en la que vivían alrededor de cuarenta mil libertos (ex-esclavos) que, al no encontrar trabajo, habían regresado
como sirvientes a las casas de sus antiguos amos o deambulaban por distintas partes del país en situación de miseria.
 Las prédicas de los liberales sobre la igualdad social, en contra de la desigualdad que se manifiesta por todas partes. Esto
coloca al pueblo contra los conservadores y los propietarios de grandes haciendas y hatos.
 La crisis económica de 1858 tanto a nivel nacional como internacional. Como reflejo de esta crisis el país se hace deficitario,
ya que los ingresosobtenidos por los productos de exportación disminuyen, puesto que esos productos bajaron de precio.
Consecuencias
 Se firma el tratado de Coche, que marco el fin de la Guerra Federal
 Entra en vigor la Constitución Federal de 1864, en el que se instauraba la Federacion, asimismo dividió al país en
Estados.
 Expedición del Decreto de Garantías, que entre otras cosas abolía la pena de muerte.
 Reducción del ejercito del gobierno central.
 En el país se multiplico el caudillismo de tipo Militar y al finalizar la Guerra se Transforman en jefes políticos y dueños
de tierras. sin embargo hubo grandes perdidas materiales ya que algunos pueblos fueron saqueados.
 Los campos arrasados, el país se encontraba despoblado, con una significativa perdida de vidas humanas, los
problemas económicos se agudizaron de tal forma que la nación se endeudo, empeorando la situación de la población.
 Se extingue la Oligarquía Conservadora y cae definitivamente el poder de Páez, logrando establecer en el país la
igualdad social; desaparecen los títulos de nobleza, que existían desde la época colonial.
 Devastación de la actividad agropecuaria, en los llanos y declive del comercio exterior.

Antecedentes:
La Venezuela que surge en 1830 con la separación de la Gran Colombia, era una sociedad que buscaba mantener los privilegios
de las élites dominantes durante el tiempo de la Colonia. En otras palabras, lo que se pretendía consolidar era un consenso
político fundamentando en el establecimiento de un sistema oligárquico de gobierno, el cual incorporase a su seno tanto a los
remanentes del mantuanaje criollo como a los nuevos grupos surgidos de la Guerra de Independencia, cuyos privilegios sociales
se veían confirmados por las tierras que habían recibido como resultado del traspaso a nuevas manos del latifundio colonial. Por
otra parte, a los intereses de la clase latifundista había que añadir los de una burguesía comercial que se había fortalecido por
las oportunidades de abastecimiento que ofrecían 3 lustros de campañas militares. En síntesis, para 1830 el panorama político
venezolano consistía en un campamento armado de ex combatientes de la Independencia, recompensados muchos de ellos con
la adjudicación de tierras; pero que veían bloqueadas sus aspiraciones de conducir los destinos de la República, debido a la
centralización del poder legitimada por la Constitución de 1830, bajo el poder de José Antonio Páez y su base de poder: la
burguesía comerciante caraqueña, núcleo dominante del Partido Conservador.
Ante la obstrucción de su acceso al poder, los militares-hacendados comenzaron a dirigir entre 1830-1831 rebeliones en el
oriente del país que buscaban restablecer sus privilegios, además de expresar un regionalismo político que tenía sus orígenes en
la Colonia y que se había fortalecido durante los primeros años de la guerra emancipadora. En términos generales, los rebeldes
abogaban por un gobierno federalista que protegiera sus dominios regionales. Por otra parte, este mismo argumento fue
esgrimido posteriormente por los líderes de la Revolución de las Reformas de 1835-1836, al manifestar la intención de limitar
bajo el manto del federalismo al poder central, así como otorgar a los hacendados unas mayores prerrogativas tanto políticas
como económicas. En este sentido, la aprobación de la Ley de Libertad de Contratos del 10 de abril de 1834 significó por lo
menos parcialmente cierto entendimiento de los sectores en disputa, debido a cierto grado de bonanza económica, sobretodo
en las zonas de producción agrícola de los valles centrales. Paralelamente, en los llanos se vivía una situación distinta, ya que los
hacendados se enfrentaban al incremento del abigeato y del bandolerismo, como manifestaciones de una profunda
inconformidad social.
Con la crisis económica que se experimenta a partir de 1842 en Venezuela, comienzan a evidenciarse las graves tensiones
sociales latentes. La pauperización creciente de pequeños y medianos propietarios, desposeídos de su tierra por los efectos del
encarecimiento del crédito y de las ejecuciones hipotecas y la marginalización de pequeños comerciantes, vinculados
esencialmente a los circuitos de distribución interna de los productos agropecuarios, son las principales causas de los
levantamientos de los años 1846 y 1847, cuya expresión política se refleja en la creciente radicalización de los planteamientos
del Partido Liberal y de su vocero, el periódico El Venezolano. No obstante, los planteamientos del sector liberal no estaban
orientados a modificar de manera profunda la estructura de la sociedad, ya que se enmarcaban dentro de los intereses de una
clase propietaria: los hacendados. En tal sentido, durante la década de la consolidación en el poder de la «autocracia liberal»
(1848-1858), después de los acontecimientos del 24 de enero y la derrota de José Antonio Páez (agosto 1849), se experimentan
ciertas medidas favorables a la clase terrateniente: abolición de la esclavitud y otorgamientos de indemnizaciones a los antiguos
propietarios de esclavos; modificación de la Ley de 1834 y de su suplantación por la Ley de Espera y Quita de 1841. Finalmente,
ante el acaparamiento de tierras por parte de la dinastía monaguista, una fracción del Partido Liberal logra un entendimiento
con un grupo de los conservadores bajo la consigna de «Unión de los venezolanos y olvido de lo pasado» que deriva en el
derrocamiento de José Tadeo Monagas en marzo de 1858.
Los comienzos de la Guerra
Con la Revolución de Marzo de 1858 en contra del gobierno de José Tadeo Monagas, se iniciaron la cadena de acontecimientos
que derivarían en la Guerra Federal. Bajo la dirección de Julián Castro, el movimiento insurreccional prometía liberar a todos los
trabajadores, sirvientes y campesinos de las deudas contraídas con sus patronos. Pero, una vez consolidado el nuevo gobierno,
el predominio de elementos conservadores en su seno junto con ciertas medidas represivas, reavivaron la lucha. El 7 de junio de
1858, un decreto del presidente Castro ordena la expulsión de Venezuela de Juan Crisóstomo Falcón, Ezequiel Zamora,
Wenceslao Casado, Antonio Leocadio Guzmán, José Gabriel Ochoa, Fabricio Conde y otros futuros jefes de la contienda armada,
mientras en los valles de Aragua, en la sierra de Carabobo y en los llanos de Portuguesa se levantaban en armas, bandas de
campesinos armados. Al tiempo que la insurrección se extendía, el gobierno daba muestras de incapacidad para suprimir tales
estallidos, que cada vez eran más intensos. Muestra del grado de conflictividad social que se experimentaba la podemos
apreciar en un las siguientes consignas: «¡ Mueran los blancos!» y «Hagamos una nación para los indios». Como una manera de
atenuar la difícil situación, los congresistas que asistieron a la Convención Constitucional de Valencia aprobaron la Constitución
de 1858 (31.12.1858), la cual aparte de significar la conciliación entre conservadores y liberales, otorgaba ciertas concesiones
políticas a los estratos más bajos de la sociedad (sufragio universal de varones, abolición de la esclavitud). No obstante, la Carta
Magna se encontraba desfasada con relación al desarrollo de los acontecimientos en el país. Finalmente, en agosto de 1858, un
intento de los liberales para derrocar a Julián Castro, conocido como La Galipanada, es debelado y fracasa; pero el domingo 20
de febrero de 1859, el comandante Tirso Salaverría, seguido de 40 hombres, asalta con éxito el cuartel de Coro, se apodera de
900 fusiles y lanza el «Grito de la Federación», cuya fecha pasará luego a formar parte del escudo nacional, al lado de la fecha
del 19 de abril de 1810. La guerra había comenzado.
Consideraciones Generales
En términos generales, la Guerra Federal ha generado un suerte de mitología que no ha permitido evaluar de manera seria el
impacto de dicha contienda en la sociedad venezolana de mediados del siglo XIX. En tal sentido, es necesario precisar algunos
puntos claves para una mejor comprensión de un fenómeno de tal magnitud. En primer lugar, la Guerra Federal no involucró a
todo el territorio venezolano. Los combates más importantes se desarrollaron en la zona de los llanos altos y bajos (el territorio
de los actuales estados Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure y Guárico); aunque varios brotes se registraron en la zona central
(estados Falcón, Lara, Yaracuy, Carabobo y Aragua), así como en el oriente (principalmente en el territorio de los estados
Anzoátegui y Sucre), se trataba en estos casos de actividades de guerrilla que sólo lograron cobrar importancia en los últimos
meses de la contienda. Regiones enteras del país, como los Andes, Guayana y el Zulia se mantuvieron prácticamente al margen
de la lucha. En segundo lugar, los efectos de la guerra sobre la economía fueron diversos. Si bien es cierto que la ganadería
quedó disminuida (resultado lógico de la concentración de los combates en las zonas de tradición pecuaria), hubo otros rubros
de la producción que no se vieron afectados. El café, cultivado en los Andes, y el inicio del «boom algodonero» en Guayana,
provocado por las incidencias de la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1860-1865), son claros ejemplos de esta
circunstancia.
Además de los aspectos señalados anteriormente, conviene analizar la Guerra Federal desde los puntos de vistas político, social
y militar, para una mejor comprensión de tal fenómeno. Desde la perspectiva política, conviene señalar que durante el tiempo
que duró la contienda armada, el debate político estuvo centrado en Caracas, en torno a la oposición entre los sectores liberales
y conservadores. Roto el consenso inicial de la Revolución de Marzo de 1858, Julián Castro buscó la alianza de uno u otro bando
con el fin de lograr su permanencia en el poder. Sin embargo, estas maniobras sólo lograron acelerar su caída (1.8.1859); el
establecimiento de un efímero gobierno provisional federalista que duró menos de 24 horas y que, después del episodio de La
Sampablera (2.8.1859), es reemplazado por un nuevo Gobierno de tendencia conservadora. No obstante, en el propio seno del
Partido Conservador se enfrentan dos tendencias: las de los «civilistas» o «legalistas», que apoyan a Manuel Felipe Tovar y
Pedro Gual; y la de los «dictatoriales», quienes promueven la figura de José Antonio Páez como única salida para reestablecer la
paz. Esta pugna se decantará finalmente con el segundo regreso de Páez en marzo de 1861, el derrocamiento del presidente
Pedro Gual (29.8.1861) y la proclamación de una dictadura encabezada por Páez pero dirigida, en realidad, por Pedro José Rojas.
Asimismo, una vez en el poder los conservadores llevaron adelante conversaciones con los federalistas en la sabana de
Carabobo (diciembre de 1861), que no lograron un resultado favorable, prolongándose la lucha hasta las negociaciones del
Tratado de Coche, en abril de 1863.
En el plano militar, la Guerra Federal fue esencialmente una guerra de guerrillas. Por otra parte, fue por lo menos en sus inicios,
la primera contienda armada venezolana que utilizó la recién instalada red del telégrafo eléctrico como medio de información;
aunque al poco tiempo, la destrucción de los cables y de las estaciones telegráficas paralizaría este servicio. En cuanto a la
dirección de la contienda, sólo durante el primer (febrero 1859-febrero 1860), se puede hablar de una unidad de mando en el
seno del Ejército federalista, destacando en este período y hasta la fecha de su muerte en San Carlos (10.1.1860), la figura de
Ezequiel Zamora. Tres grandes batallas constituyen hitos de excepción en el desarrollo de los combates: la de Santa Inés
(10.12.1859) en el que Zamora al mando de 3.400 hombres, derrotó a las fuerzas del gobierno que consistían de 2.300 hombres,
con un saldo de 1.200 bajas entre ambos bandos aproximadamente; la de Coplé (17.2.1860) en que las fuerzas gubernamentales
del general León Febres Cordero derrotan al Ejército federalista de 4.500 hombres, bajo el mando de Falcón, y la batalla de
Buchivacoa (26-27.12.1862), en la que los generales federalistas Manuel Ezequiel Bruzual y José González, al mando de unos
3.000 hombres, derrotaron a los 2.500 soldados del general Facundo Camero. De estas tres batallas, fue en realidad la de Coplé
la que decidió el curso general de la guerra, ya que a partir de la misma Falcón decidió disolver su ejército.
Quizás el componente social de la Guerra Federal sea el más complejo de analizar, debido a que pese a que con el «Grito de la
Federación» se produjo la irrupción violenta en el escenario venezolano de las huestes llaneras; la dirección política de la
insurrección, especialmente después de la muerte de Ezequiel Zamora, la desempeñaron los terratenientes, capas sociales de la
burguesía urbana y caudillos militares ideológicamente aburguesados. En este sentido, el propio programa de Zamora era de
naturaleza esencialmente intelectual, primordialmente político y más bien moderado que radical: exigía la abolición de la pena
de muerte, la prohibición perpetua de la esclavitud y el sufragio universal combinado con el principio alternativo de gobierno. Es
por esto motivo, que algunos historiadores señalan que más que una «insurrección campesina», en el sentido europeo de la
palabra, la Guerra Federal significó un renovado intento de fusión entre 2 realidades sociales y raciales, blancos contra razas
mezcladas, de la Venezuela Agraria.
En cuanto a sus consecuencias, se puede afirmar que la Guerra Federal no modificó las estructuras de una sociedad agraria
tradicional. La solución conciliatoria adoptada con la firma del Tratado de Coche, en abril de 1863 consagró el triunfó nominal de
la Federación, aunque en la práctica este principio político nunca pasó de ser una ficción. Una vez en el poder, Falcón distribuyó
liberalmente los frutos de la victoria entre él mismo y sus compañeros más allegados. Se le atribuye en este sentido al general
federalista José Loreto Arismendi la cínica o desencantada declaración «... luchamos cinco años para sustituir ladrones por
ladrones, Tiranos por Tiranos...». En síntesis, a pesar de los calificativos tales como «Crisol de la igualdad social», «insurrección
campesina» «guerra revolucionaria»o «guerra social» que se han utilizado para resaltar su carácter igualitario de la Guerra de
los Cinco Años, en términos generales, al final de ésta, el fundamento material de la sociedad oligárquica seguía intacto. Es
debido a esta circunstancia, que muchos autores señalen que en el fondo la Guerra Federal, nunca pasó de ser un intercambio
ideológico entre las élites políticas del país.

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La Toma de Coro el 20 de febrero de 1859 fue el hecho que dio inicio a la Guerra Federal. El comandante Tirso
Salaverría ocuparía el cuartel de Coro, apoderándose de unos 900 fusiles. Al día siguiente lanzaría el Grito de la Federación.
Luego en marzo desembarcaría en Coro Ezequiel Zamora junto a los demás líderes federales (excepto Juan Crisóstomo Falcón)
que habían sido exiliados a las Antillas.7
El primer enfrentamiento de importancia fue la Batalla de Santa Inés, el 10 de diciembre de 1859, saldándose con una victoria
de los federales capitaneados por Ezequiel Zamora. Esta victoria permitió a Zamora asentar el dominio federal en los llanos
venezolanos y preparar el avance de los liberales hacia el centro del país.
En el marco de esta ofensiva liberal, las tropas de Zamora asediaron San Carlos en enero de 1860.8 El asedio se prolongó durante
una semana, suponiendo la muerte del propio Ezequiel Zamora y un elevado coste militar para los federales. Tras la muerte de
Zamora, Juan Crisóstomo Falcón comenzó el avance hacia la ciudad de Valencia con la intención de tomarla. Sin embargo las
tropas rebeldes estaban muy debilitadas tras el asedio de San Carlos a la vez que los conservadores comenzaban a recibir
refuerzos, por lo que Falcón tuvo que evitar en varias ocasiones el combate con las tropas gubernamentales y desviarse hacia el
estado Apure.
Finalmente, en febrero de 1860 se produjo un enfrentamiento conocido como batalla de Coplé, resultando una victoria
conservadora que el general gubernamental León de Febres Cordero no supo aprovechar. Los federales pudieron retirarse en
buen orden sin haber sufrido grandes daños. Tras esta derrota Falcón dividió a su ejército para ejecutar una guerra de guerrillas
en las distintas partes del país mientras él marchaba primero a Colombia y luego a otros países del Caribe para conseguir apoyos
y refuerzos. Sin embargo estas partidas guerrilleras no fueron efectivas y se encontraron en muchas ocasiones a merced de las
persecuciones del ejército conservador en acción permanente contra los federalistas venezolanos de la Provincia de Portuguesa.
Pese a todo, en poco tiempo el ejército federal comienza a aumentar y a fortalecerse gracias a los refuerzos y pertrechos
conseguidos por Falcón. Éste vuelve a ingresar en Venezuela en julio de 1861 desplegando una intensa actividad militar. En
diciembre se sostendrán unas infructuosas negociaciones de paz. Finalmente el desgaste civil y económico aunado a los avances
finales de los federalistas obligaron a buscar una solución negociada, cuya consagración fue el Tratado de Coche, en abril de
1863.

10 características fundamentales de la Guerra Federal en Venezuela

1- Causas

Para entender el origen de este conflicto, hay que describir las condiciones en las que estaba la Venezuela de esa época:

 Sólo unos pocos caudillos militares, participantes en el proceso de Independencia, tenían derecho a poseer las
tierras y la ganadería.
 Muchos campesinos volviesen a las casas donde servían para salir de la situación de pobreza en la que se
encontraban.
 Venezuela atravesaba por una profunda crisis económica, producto de la disminución de los ingresos por concepto
de exportación. Fundamentalmente por la baja en los precios de tales productos debido a la crisis de 1858 en el
mercado internacional.
 La tensión reinante entre el pueblo y los conservadores (en el poder) y los terratenientes.
 El discurso liberal sobre la igualdad social, en medio de ese entorno de tensión.
 La expulsión del país de los dirigentes liberales (miembros de la futura Junta Patriótica de Venezuela).
 Tensiones entre los grupos económicos y políticos del país.
 Distintos movimientos armados en las zonas rurales
 La carta fundamental adoptada por los conservadores y los liberales (que quedaban en el país), el 31 de diciembre
de 1858, en la que no se daba cabida a un sistema federal de gobierno.

Todos estos aspectos incidieron en que los federalistas exiliados comenzaran a conspirar en contra de los conservadores en el
poder, mientras que en los estados centrales se daban luchas armadas e inconexas que encontraron en Ezequiel Zamora un líder
que los unificara.

2- Inicio

El 20 de febrero de 1859, en la ciudad de Coro (estado Falcón), al norte de Venezuela, los federalistas proclamaron la creación
de una federación, la abolición de la pena de muerte, el sufragio universal y el pluralismo político. Como consecuencia,
estallaron luchas en varias partes del país, dando inicio a la guerra.

3- Bandos

Básicamente, esta guerra se libró entre conservadores y liberales.

Liberales

Los liberales, también eran denominados federales porque proclamaban la federación como la forma ideal de gobierno y de
distribución del poder y las tierras.

Estos estaban comandados por Ezequiel Zamora, quien tuvo el apoyo de gran parte de la población, especialmente, por las
clases más pobres que luego se convirtieron en parte de los ejércitos de la confederación.

Conservadores

Por otra parte, los conservadores, liderados por José Antonio Páez, defendían al gobierno central y el mantenimiento del orden
de cosas tal y como las dejó la lucha independentista.

Sus partidarios consistían en la élite comercial concentrada en Caracas, antiguos terratenientes y los nuevos grupos privilegiados
gracias a su papel en las guerras de independencia.
4- Estados participantes

A esta lucha se unieron muchas poblaciones del interior del país, pero los estados que abiertamente se sumaron a la guerra
fueron: Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure, Miranda y Guárico.

5- Consignas

«Tierra y hombres libres» fue la consigna que predominó en el discurso de los federales. Bajo este lema se arropó la lucha que
exigía reformas sociales, la distribución de las tierras, la división del poder de Caracas y el fortalecimiento de las autoridades
locales en cada una de las provincias.

6- Saldo mortal

Se estima que la cifra total de muertos casi alcanza los 100.000. Se trató de un conflicto brutal en el que ambos bandos
cometieron crímenes, que hoy se consideran de lesa humanidad, en contra de los pobladores campesinos de un país rural.

7- Batallas

La guerra federal se caracterizó por las guerrillas que se suscitaban en el interior del país, por lo que sólo tuvo dos batallas
importantes: la de Santa Inés y la del Coplé.

Batalla de Santa Inés

La Batalla de Santa Inés, se llevó a cabo el 10 de diciembre de 1859, y en ella vencieron los federales bajo el mando de Ezequiel
Zamora.

A partir de este momento, las tropas de Zamora asediaron San Carlos en enero de 1860, con el objetivo de seguir avanzando
hacia el centro del país.

Durante este asedio cae muerto Ezequiel Zamora y, Juan Crisóstomo Falcón, toma su lugar e inicia el avance hacia la ciudad de
Valencia con la intención de tomarla, pero el debilitamiento de sus tropas lo obliga a evitar el combate con las tropas
gubernamentales y desviarse a Apure.

Batalla de Coplé

Un mes más tarde, el 17 de febrero de 1860, se produjo la batalla de Coplé, en la que resulta victorioso el bando conservador a
cargo del León de Febres Cordero.
Tras esta derrota, Crisóstomo Falcón dividió a su ejército para ejecutar una guerra de guerrillas en las distintas partes del país
mientras él buscaba apoyo en Colombia y otros países del Caribe. Esa búsqueda fue exitosa y le permite a Falcón ingresar en
Venezuela en julio de 1861 desplegando una intensa actividad militar.

8- Armas utilizadas: el fusil de percusión

Durante la guerra federal venezolana, se usaron distintos tipos de armas, dada la disparidad del perfil de los combatientes. No
obstante, una de las armas más utilizadas en el conflicto fue el fusil de percusión.

Se trata de un arma que se popularizó a partir de 1830, que dispara con el mecanismo de llave de percusión. Este sistema
consiste en un martillo-percutor que golpea una cazoleta de cobre (pistón) ajustada sobre la boca de un tubo (llamado
chimenea) que comunica con el interior de la parte posterior del cañón del fusil.

El cebo, que ya venía dentro de la cazoleta, explotaba con un golpe del martillo-percutor liberando una llama por la chimenea,
que causa la ignición de la carga de pólvora comprimida en el cañón y el disparo.

Este sistema de disparo tiene la ventaja de que el 90% de los intentos de disparo van a acertar, aun en condiciones atmosféricas
desfavorables. La desventaja: el soldado debe cargar el arma de pie, expuesto al fuego enemigo, porque debe hacerlo por la
boca del cañón.

9- Consecuencias

Aunque la estructura económica o social de Venezuela no cambió significativamente con esta guerra, sí dio lugar al
establecimiento de un sistema federal que en los años noventa todavía sostenía la Constitución nacional.

Entre otras, las principales consecuencias de la guerra federal venezolana fueron:

 Abolición de la pena de muerte.


 Instauración de la Federación, con la entrada en vigor de la Constitución de 1864.
 Merma de la actividad agropecuaria en los llanos debida a los incendios, la muerte de reses o el abandono de los
encargados de trabajar la tierra.
 Disminución del comercio exterior.
 Auge del café como producto de exportación.
 Reducción del ejército del gobierno central.

10- Fin de la guerra


En diciembre de 1862, el desgaste civil y económico del país obligó a buscar una solución negociada, que se materializó con el
Tratado de Coche firmado en abril de 1863.

1863: Fin de la Guerra Federal en Venezuela

El 22 de mayo de 1863 el Tratado de Coche pone fin a la Guerra Federal. Fue firmdo por Pedro José Rojas, secretario general del
jefe supremo de la República, y Antonio Guzmán Blanco, general y jefe de las fuerzas federales. El tratado original se había
firmado el 23 de abril pero fue el 22 de mayo cuando se firmó el definitivo, con algunas modificaciones. La Guerra Federal,
también conocida como Guerra Larga, se desarrolló en Venezuela entre los bandos conservador y liberal de 1859 a 1863.

Tratado de Coche
Acuerdo que estableció la culminación formal de la Guerra Federal. Su nombre se debe a que fue concluido el 23 de abril de
1863 en la hacienda Coche, próxima a Caracas, por Pedro José Rojas, secretario general del jefe supremo de la República José
Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco, secretario general del presidente provisional de la Federación Juan Crisóstomo Falcón, y
confirmado por ello mismos en Caracas (25.5.1863). La causa principal que llevó al gobierno de Páez a establecer un diálogo con
los líderes de la Federación, fue la precaria situación política y económica en que se encontraba desde 1862. El tal sentido, el
partido conservador estaba seriamente dividido y sus principales representantes, Manuel Felipe de Tovar, Pedro Gual, Ángel
Quintero y Pedro José Rojas, encabezaban fracciones antagónicas. Por otra parte, no existían recursos económicos suficientes
para el mantenimiento de un presupuesto regular ni para la organización de un Ejército capacitado. En un esfuerzo desesperado
por conseguir recursos económicos para superar su difícil situación fiscal, Páez buscó empréstitos en Inglaterra, pero bajo
condiciones de franca desventaja para el país y manejados sin escrúpulos por representantes y comisionados; lo que terminó
desacreditando todavía más a su régimen e hicieron inminente su derrocamiento.
En contraste, la situación de los federalistas era diferente, en virtud que sus fuerzas aumentaban día a día por la deserción de
importantes contingentes «godos» y por la afortunada actuación de sus principales líderes: Juan Crisóstomo Falcón, José Tadeo
Monagas, José Eusebio Acosta, Juan Antonio Sotillo, León Colina, Jorge Sutherland y Francisco Linares Alcántara. Otro factor
favorable a la causa de los revolucionarios, fue la incorporación de Antonio Guzmán Blanco a la dirección de la guerra, en su rol
de jefe de operaciones del centro y como coordinador de los caudillos, lo que dio mayor cohesión al movimiento, hasta el punto
de convertirlo en una fuerza marcadamente dominante en todo el país. No obstante, cuando todo parecía anunciar la victoria de
las fuerzas de la Federación, luego de 5 años de guerra y desolación, surgió el acuerdo de Coche con la participación de los
representantes de Falcón y Páez, a puertas cerradas. En dicho tratado se estableció la paz y se convocó a la organización de una
Asamblea Nacional, la cual estaría conformada por 80 miembros, elegidos la mitad por el jefe supremo y la otra mitad por el
presidente Provisional de la Federación, ante quienes renunciaría Páez y quienes nombrarían un Ejecutivo transitorio. Dispuso
también el tratado el cese definitivo de las hostilidades, la prohibición de nuevos reclutamientos y la formación de brigadas de
orden público destinadas a impedir cualquier brote de violencia. No obstante, de acuerdo con los comentaristas de la época, el
Tratado de Coche no sólo implicó los aspectos antes señalados, sino que produjo importantes ganancias materiales a sus
signatarios, Guzmán Blanco y Rojas, quienes se repartieron el remanente del último empréstito contratado por el gobierno de
Londres. En definitiva, dada la magnitud de la contienda civil, la trascendencia de la participación popular y la indiscutible
fortaleza de los federales, el Tratado de Coche evidenció las intenciones reales de los dirigentes y anunció el estilo y las
limitaciones de la política posteri
El Tratado de Coche de 1863 puso fin efectivo a la Guerra Federal. Sin embargo, hubo dos versiones del tratado. El original
firmado el 23 de abril de 1863 con nueve artículos. Pero por discrepancias entre los líderes de ambos bandos, se modificaron los
términos, reduciénsose a siete artículos. Éste último fue firmado el 22 de mayo.

TRATADO DE COCHE

Pedro José Rojas, secretario general del jefe supremo de la República, y Antonio Guzmán Blanco, general y jefe de las fuerzas
federales, que obran en estas provincias, reunidos a excitación del segundo con el objeto de tratar de poner término por medios
honrosos y pacíficos a la presente desastrosa guerra, hemos celebrado, el primero a nombre del jefe supremo de la República, y
el segundo con autorización del señor general Juan C. Falcón, jefe del ejército federal, un convenio de paz con las siguientes
condiciones:

1a El ejército federal reconoce el gobierno del jefe supremo de la República y de su sustituto.


2a Una asamblea nacional se reunirá en Caracas dentro de treinta días después de canjeada la aprobación de este convenio.
3a Por cada provincia se elegirán cuatro diputados. No hallándose la República en estado de verificar tranquila y libremente sus
elecciones; siendo por otra parte prudente evitar en las actuales circunstancias el choque de los partidos, y queriendo
finalmente apresurar cuanto se pueda la reunión de la asamblea, se acuerda que la mitad de los diputados por cada provincia, y
de sus suplentes, será elegida por el Gobierno, y la otra mitad por el señor general Falcón en representación de los federales.
4a En el momento de instalarse la Asamblea Nacional, cesará el gobierno del señor general Páez y su sustituto, y la asamblea
constituirá en seguida un nuevo gobierno de la manera que lo estime conveniente.
5a Una vez que la Asamblea Nacional haya constituido el nuevo Gobierno, continuará deliberando sin restricción alguna sobre
los ramos de la administración pública.
6a El Gobierno nombrará al señor general Falcón General en Jefe del Ejército de la República, y al señor general Facundo
Camero, segundo Jefe del mismo.
7a No se hará ninguna alteración notable ni en situación de tropas, ni en mandos militares, ni en ninguna otra cosa contraria al
espíritu de este convenio, hasta que la Asamblea Nacional resuelva lo que crea más acertado.
8a Por una y otra parte se librarán órdenes inmediatamente a todos los puntos de la República para que cese toda hostilidad.
9a Salvo lo que se dispone en el artículo anterior, que comenzará a regir inmediatamente, el presente convenio se pondrá en
ejecución tan luego como lo hayan aprobado el Jefe Supremo de la República y el señor general Juan C. Falcón.

Hacienda de Coche, a 24 de abril de 1863

El gobierno de los Azules se instala en Caracas el 28 de junio de 1868 luego del triunfo definitivo de la llamada
Revolución Azul. Su denominación se debe al color de la bandera utilizada por los revolucionarios como símbolo
de unidad y fraternidad entre todos los opositores descontentos con la administración del mariscal Juan
Crisóstomo Falcón y por el incumplimiento de los postulados de la Federación. El anciano general José Tadeo
Monagas (84 años), demostrando por última vez sus dotes de caudillo, encabe za la revolución rodeado de su clan
familiar, de sus fieles servidores y del heterogéneo grupo de los llamados «azules», compuesto por antiguos
liberales y conservadores, los mismos que 10 años antes lo habían enviado al destierro y que ahora lo conducían
de nuevo al poder. Llega triunfante a la capital y procede, como jefe de la revolución, a organizar la
administración ejecutiva del gobierno mediante un decreto, en el cual se reafirman el respeto a las instituciones
federales y la vigencia de la Constituc ión de 1864, la concesión de una amnistía y nombramiento de un gabinete
ministerial presidido por Guillermo Tell Villegas. Monagas se reserva la jefatura del Ejército sin ocupar cargos en
el Ejecutivo hasta que se realizan las elecciones presidenciales don de resulta favorecido. Pocos meses va a
disfrutar del poder el caudillo oriental porque muere en noviembre de 1868 antes de haber sido proclamado
presidente. Con su muerte era evidente que la fusión entre liberales y conservadores no se podía mantener. No
fue posible la creación de un Gran Partido Nacional, integrado por todos los ciudadanos que quisieran hacerlo al
surgir de nuevo la lucha por el poder. El lazo de unión fue roto y todos los esfuerzos realizados por los llamados
«fusionistas» fueron vanos, mientras se desataba una crisis entre los 2 herederos del poder político: los
generales José Ruperto y Domingo Monagas, respectivamente hijo y sobrino del caudillo fallecido. Las rencillas
entre ambos culminan con la renuncia de Domingo a sus aspiraciones de ejercer el mando, imponiéndose José
Ruperto al ser electo primer designado el 20 de febrero de 1869 y presidente provisional el 1 de agosto del
mismo año, heredando el mando como si se tratara de una sucesión dinástica y continuando con la tradición
nepótica de la familia Monagas. El programa de la Revolución Azul, tolerante, patriótico y expansivo, fue
desconocido y violado, desapareciendo la llamada fusión; pronto hubo crisis ministerial y los liberales salieron
paulatinamente del gobierno para emprend er la oposición al régimen. La anarquía pronto se extendió por todo el
país, siguiendo el brote de movimientos insurreccionales; el estado Zulia se pronunció por su separación de la
federación venezolana y por el control de sus aduanas y, en otros estados, se estaban gestando movimientos
similares. Por otra parte, la situación financiera del país era angustiosa: las aduanas de Cumaná y Barcelona se
encontraban en poder de sus estados respectivos, y en las de Puerto Cabello y La Guaira sólo se devengaba un
50% del total de los derechos de importación recaudados a nivel nacional. Para tratar de solventar la crisis fiscal
y obtener mayores ingresos que permitieran al gobierno sofocarlos movimientos secesionistas, se creó un
impuesto adicional a los derechos de importación y el Congreso autorizó al Ejecutivo Nacional para cerrar
temporalmente los puertos cuyas aduanas fuesen usurpadas por los estados. El país estaba virtualmente acéfalo
y los enfrentamientos entre liberales y conservadores se acentuaron con el re greso a Venezuela, en julio de
1869, del general Antonio Guzmán Blanco, caudillo de la Guerra Federal, quien procedió a unificar a los sectores
liberales descontentos mediante la reorganización del Partido Liberal, convirtiéndose desde ese momento en el
blanco principal de los ataques de los conservadores, llegando al extremo de tener que asilarse en la Legación
norteamericana y abandonar el país, luego de haber sido objeto de un atentado atribuido a la Sociedad de los
Lincheros, cuando se celebraba en su c asa una recepción (14.8.1869). A los pocos meses, los liberales se levantan
en armas en contra del gobierno Azul, momento propicio para Guzmán Blanco, quien inicia su campaña el 14 de
febrero de 1870, cuando desembarca por la playa de Curamichate, cerca de Coro, procedente de Curazao. Los
revolucionarios alzados en todo el país lo reconocen como jefe supremo y avanza hacia la capital tomando
definitivamente las riendas de la nación el 27 de abril de 1870, después de una sangrienta batalla en las puertas
de Caracas.

Quién fue Ezequiel Zamora?


Ezequiel Zamora nació el 1 de febrero de 1817, en la población de Cúa, estado Miranda (norte). Hijo de Alejandro Zamora, quien
murió como soldado de la causa patriota en la guerra de independencia y de Paula Correa, una mujer descrita como aguerrida y
capaz de defender los ideales independentistas.

El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal, se convirtió en Jefe de Operaciones de Occidente y sus triunfos en
encuentros como El Palito (estado Carabobo), San Felipe (Yaracuy) y, especialmente, la batalla de Santa Inés en el estado
Barinas, servirían de demostración de sus excepcionales cualidades como conductor de tropas.
Sin embargo, en el momento en el que más cerca aparecía la victoria federal y el fin de la guerra civil, ocurrió su asesinato.
Durante el asalto a la ciudad de San Carlos, estado Cojedes (Centro de Venezuela), Zamora recibió un disparo en la cabeza que le
causó la muerte y lo que se creía como una guerra de corta duración, se extendió por tres años más, con miles de bajas
para convertirse en una de los conflictos armados más violentos en la historia de Venezuela

Ezequiel Zamora General del Pueblo Soberano


Nace en Cúa (Edo. Miranda) el 1 de febrero de 1817
Muere en San Carlos (Edo. Cojedes) el 10 de enero de 1860
.
Líder de destacada participación en la Guerra Federal o Guerra Larga (1859-1863) como defensor de la idea de la Federación. Su
vida se caracterizó por estar teñida del espíritu romántico de los personajes liberales de su tiempo. Sus padres fueron Alejandro
Zamora y Paula Correa, modestos propietarios pertenecientes al estrato de los "blancos de orilla". Durante los primeros años de
su niñez recibe la rudimentaria instrucción que podía brindarle una zona rural todavía convulsionada por las luchas
independentistas. Posteriormente, se traslada a Caracas donde prosigue estudios primarios en la escuela lancasteriana, siendo
la única educación formal que conoce. Sin embargo, gracias a la influencia de su cuñado Juan Caspers, adquiere información
sobre la situación política y los movimientos revolucionarios de Europa, los cuales llaman poderosamente su atención. En este
tiempo, completa su formación gracias a la relación de amistad que establece con el abogado José Manuel García, quien le
explica Filosofía Moderna y fundamentos de Derecho Romano, hablándole también de los "principios de la igualdad" y de la
necesidad de su implementación en Venezuela.
En 1846, como miembro del Partido Liberal, se presenta a las elecciones de ese año, como candidato a "elector" para el cantón
de Villa de Cura, pero su nominación fue objetada por los conservadores, mediante procedimientos que él y sus partidarios
consideraron como compulsivos e ilegales. Este fue el reflejo de la tensa situación entre Liberales y Conservadores a escala
nacional, cuyo cruento desenlace pretende evitarse por medio de una entrevista entre José Antonio Páez y Antonio Leocadio
Guzmán. No obstante, la reunión de los dos líderes es frustrada por alzamientos espontáneos de campesinos en la región
central. Zamora llama inmediatamente a "hacer la guerra a los godos" en beneficio de los pobres, mientras Páez es nombrado
Jefe del Ejército. En definitiva, Zamora se levanta en armas el 7 de septiembre de 1846, en la localidad de Guambra; "tierra y
hombres libres", "respeto al campesino", "desaparición de los godos", son las consignas esenciales de quien la gente comenzó a
llamar "General del Pueblo Soberano". Tras librar las acciones victoriosas de Los Bagres y Los Leones, es derrotado y capturado
el 26 de marzo de 1847. Es condenado a muerte por los tribunales de Villa de Cura el 27 de julio del mismo año, pero José Tadeo
Monagas le conmuta la pena.
El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal desembarca—procedente de Curazao—en La Vela de Coro. Se
denomina Jefe de Operaciones de Occidente, haciendo que Coro se constituya en estado federal (25.2.1859.) y organizando un
gobierno provisional de Venezuela (26.2.1859.). El 23 de marzo triunfa en el encuentro de El Palito, a partir del cual planifica sus
movimientos hacia los llanos occidentales. Toma San Felipe el 28 de marzo y reorganiza la provincia como entidad federal con el
nombre de estado Yaracuy. El 10 de diciembre de 1859, se desarrolla la batalla de Santa Inés, en la cual derrota al ejército
centralista; siendo considerada esta acción como fundamental en el proceso de la Guerra Federal y testimonio de las
excepcionales cualidades de Zamora como conductor de tropas. Después de Santa Inés, Zamora se dirige hacia el centro del país
a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas, resuelve asaltar la ciudad de San Carlos; durante las
acciones preliminares para la toma de la plaza, recibe un balazo en la cabeza que le causó la muerte. Su inesperado deceso
cambió el rumbo positivo que llevaba la guerra para los federalistas y produjo la pérdida, del que para muchos fue el más
importante líder popular del siglo XIX venezolano.

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