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Acoso sexual

El acoso sexual es la intimidación o acoso de naturaleza sexual o violación,


promesas no deseadas o inapropiadas a cambio de favores sexuales.
La situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico
no deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar contra la
dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio,
hostil, degradante, humillante u ofensivo.
El acoso sexual puede perjudicar a personas de ambos sexos pero
estadísticamente la mayoría de denuncias son de mujeres. Los principales
acosadores son hombres que ejercen este tipo de comportamiento en ambientes
laborales, académicos, estudiantiles e incluso familiares. Está considerado un acto
delictivo, que es sancionado en función de su gravedad y que puede llevar incluso
a la privación de libertad del acosador
El acoso considerado como típico es el «contacto físico indeseado» entre
compañeros de trabajo, pero además engloba los comentarios lascivos,
discusiones sobre superioridad de sexo, las bromas sexuales, los favores
sexuales para conseguir otro estatus laboral, etc.

Cómo reaccionar
Cuando una persona está siendo acosada, en lugar de reaccionar de manera
obvia, lo que hay que hacer es no dejarse intimidar, conservar la calma y ser muy
firme en la negativa ante cualquier chiste, insinuación, tocamiento etc., poner
distancia de por medio inmediatamente, evitar estas compañías y denunciar
cuanto antes cualquier conducta de acoso sexual. Es importante mencionar que si
la víctima no se siente incomodada y aprueba esta conducta, en ese caso, solo en
ese caso el acoso no es considerado un crimen, y el acosador no es considerado
un criminal.

Circunstancias variadas
El acoso sexual puede ocurrir en diferentes casos

 El acosador puede ser un superior de la víctima, un cliente, un compañero de


trabajo, un profesor o tutor, un compañero de clase o un desconocido.

 La víctima no tiene por qué ser sólo la persona a la que se acosa


directamente, sino que también puede ser cualquier persona de su entorno
que encuentre intolerable el comportamiento del acosador y que se vea
afectada en cierta manera.

 Mientras que la víctima no sea acosada, no se debe considerar el


comportamiento del acosador de manera ilegal.
 El centro del acoso puede ser tanto del género masculino como femenino;
asimismo, el acosador también puede ser tanto de un género como del otro.

 El acosador no es necesariamente una persona del sexo contrario.

 El acosador puede ser totalmente inconsciente de que su comportamiento es


molesto o es una forma de acoso sexual; también puede no saber que sus
actos podrían ser ilegales.
Sin embargo, una constante es que el comportamiento de los acosadores es muy
incómodo.
Ejemplos de acoso sexual

 Manoseos, pellizcos, palmaditas, apretones o roces deliberados.


 Miradas lascivas o concupiscentes.
 Comentarios homófobos, gestos con una connotación sexual, guiños.
 Enviar e-mails y mensajes de texto no deseados, colocar chistes sexualmente
explícitos en la intranet de una oficina
o Tocamientos o contactos físicos innecesarios.
o Agresión física.
De tipo verbal

 Hacer comentarios o insinuaciones sexuales.


 Contar chistes de carácter sexual o preguntar sobre fantasías eróticas.
 Comentarios homófobos e insultos basados en el sexo de otra persona o
calificando su sexualidad.
 Transformar las discusiones de trabajo en conversaciones sobre sexo.
 Solicitar favores sexuales muchas veces vinculándolo a una promoción.
De tipo No-verbal

 Exhibir fotos, calendarios, fondos de pantalla en el PC, u otro material


sexualmente explícito.
 Envío de cartas anónimas
 Silbidos
Otros

 Obligar a las mujeres a trabajar fuera de los horarios normales, lo que podría
exponerlas a ciertos peligros durante su desplazamiento al trabajo.
 Intentar u obligar a la mujer trabajadora a realizar determinados trabajos en la
oficina del superior jerárquico
Rosa Elvira Cely
Escalofriante. Así fue el crimen de Rosa Elvira Cely, una mujer de 35 años cuya
escena de agonía parece extraída de un episodio del Medioevo. Pero todo ocurrió
en el Parque Nacional, en pleno corazón de Bogotá y el perpetrador es un amigo
del colegio de la víctima.

Los bomberos y la Policía encontraron allí a Cely, malherida, luego de que ella
misma hizo angustiosas llamadas de auxilio desde su celular. Fue el pasado
jueves 24 de mayo. Según explicó William Cardona, coordinador de la Línea de
Emergencias 123, la primera llamada se registró a las 4:47 de la mañana y en ella
se escuchó la voz angustiada de una mujer que decía haber sido violada en el
Parque Nacional y pedía socorro. La llamada se cayó. A las 4:50 timbró de nuevo
y entregó indicaciones más precisas. Tras cerca de una hora de búsqueda las
autoridades la encontraron. Fue una imagen estremecedora.

Estaba tendida sobre un charco de sangre, con las extremidades inferiores


desnudas y laceraciones en los brazos y en torno al cuello que sugerían un intento
de estrangulamiento. En la cabeza tenía un golpe fuerte. Pero además padecía
graves heridas en las zonas íntimas, donde sangraba. De inmediato se solicitó una
ambulancia. El vehículo acudió y Rosa Elvira fue internada en el Hospital Santa
Clara, pasadas las siete de la mañana. "Los galenos de urgencias nunca habían
visto algo tan brutal y tan horrible como lo que encontramos con esta persona",
explicó el subdirector del centro médico José Páramo. No era para menos. Rosa
Elvira sufrió un paro cardiaco, perdió la conciencia y al ser intervenida en el
quirófano le encontraron la pelvis y el útero rotos como consecuencia de un palo
que le habían introducido por el ano. Dentro del cuerpo se hallaron rastros de
yerba y astillas. Fueron cinco días de lucha en cuidados intensivos. Los médicos
probaron, infructuosamente, distintas maniobras para controlar la infección interna
que sobrevino, así como el traumatismo craneoencefálico. Rosa -madre de una
niña de 12 años- falleció el lunes y desde entonces el país está estremecido con
este salvaje crimen. La indignación provocó una inmediata convocatoria ciudadana
para hacer una concentración en el Parque Nacional en solidaridad con su familia
y como expresión de rechazo a la barbarie.

Gracias a múltiples entrevistas y a lo que la misma Rosa alcanzó a decir al ser


hallada moribunda se estableció una secuencia de hechos y quiénes son los
responsables: "Javier Velasco y Mauricio Ariza", alcanzó a decir la víctima al ser
auxiliada. Tras varias pesquisas de las autoridades los responsables fueron
identificados: ambos estudiaban en el colegio Manuela Beltrán, en horario
nocturno, aunque en un curso distinto al de Rosa. El día de los hechos, tras la
jornada de clase que concluye a las diez de la noche, los tres fueron a departir un
rato en un establecimiento de Chapinero, cerca del colegio, y tras esto Rosa se
fue con Velasco en la moto de este. No sabía el peligro al que se exponía. Javier
Velasco Velásquez es un anónimo pero temido delincuente: en su prontuario
figura una condena por homicidio, y un par de investigaciones, una de estas por
acceso carnal en una menor de edad. Al día siguiente del brutal ataque, Velasco
se presentó como si nada al colegio, suponiendo que su víctima había muerto. Sin
embargo, poco después que una profesora contó en clase que Rosa había sufrido
un accidente y estaba en cuidados intensivos, Velasco salió discretamente de la
institución y empezó a huir. La Sijín logró detenerlo el viernes por la noche y la
captura fue aplaudida por el propio presidente Juan Manuel Santos.

El juez de garantías que conoció las pruebas recopiladas se abstuvo de ordenar


detención contra la segunda persona señalada, porque no encontró elementos
que lo comprometieran. No obstante, la investigación continúa, un grupo del CTI
ha realizado un milimétrico trabajo de campo en el punto del Parque Nacional
donde se halló a Rosa. La inspección incluyó luces forenses y químicos reactivos
que permitieron recolectar muestras biológicas extrañas que, tras un análisis en
laboratorio, consolidarán y determinarán los detalles del crimen.
*Foto de Rosa*
El caso de Calcetitas rojas ha sido cerrado por un juez en México. La niña de 4
años que fue violada y golpeada hasta la muerte por sus padres después de que
la menor se hiciera pipí en la cama. Los homicidas han sido condenados a 88
años de cárcel y el magistrado ha ordenado post mortem la inscripción de la niña
en el Registro Civil, pues no tenía nombre ni acta de nacimiento.
Los hechos ocurrieron el 18 de marzo de 2017 en el municipio mexicano de
Nezahualcóyotl, en el centro del país, según informa el diario mexicano El
Universal. La pequeña orinó en la cama, lo que causó la ira de su madre, Yadira
Medica, y su padrastro, Pablo Rodríguez, quienes maltrataban a la niña con
frecuencia. Primero, la madre comenzó a pegar a la menor. Después, el hombre la
violó y la siguió azotando. La cogió de las piernas y la estampó contra el suelo,
provocándole las heridas que le causaron la muerte.
Tras matarla, los padres buscaron la manera de deshacerse del cuerpo. Lo
envolvieron en una manta y lo llevaron a otra zona del municipio, una comunidad
conocida como El Sol, donde lo abandonaron. Fue un vecino de esa localidad
quien posteriormente encontró el cadáver, que estaba vestido con un chándal
verde y unas calcetas rojas.

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