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Internacional en
Guatemala
Debilidades y retos
Andrés Cabanas, 2011
Resumen de artículos, foros y reuniones realizadas entre los años 2008 y 2011, con el eje de la
reflexión sobre el estado de la cooperación en Guatemala, y la necesidad de su transformación
para aportar a los cambios estructurales.
La Cooperación Internacional en Guatemala
Contenido
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Por ejemplo, no hemos logrado impulsar la agenda de la paz, a pesar de que los Acuerdos
de Paz han constituido el marco referencial privilegiado para nuestro trabajo durante los
últimos años. El impulso de una reforma tributaria donde paguen más quienes más tienen,
la superación del monoculturalismo a través de la reforma del Estado centralista, la
consolidación de espacios de diálogo y de toma de decisiones, en el marco de una
democracia participativa, son asuntos pendientes, contrapuestos a la profusa inversión
realizada para desarrollar los Acuerdos.
Tampoco han existido avances en el ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres, a
pesar de la transversalización del enfoque de género en absolutamente todos los
proyectos de absolutamente todas las iniciativas de cooperación. Por el contrario, los más
de 600 asesinatos promedio de mujeres desde el año 2000, precedidos de tortura en un
35% de los casos y de violación en el 45%, revelan la vigencia de una cultura de desprecio
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Algunas organizaciones cooperantes pretenden que Guatemala puede mejorar sin que se
modifiquen sustancialmente la propiedad de la tierra, la estructura tributaria que favorece
la evasión, la configuración centralista del Estado, alejada de la plurinacionalidad, o las
relaciones de género basadas en la dominación y la subordinación. Al no promover
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Es el caso por ejemplo de maravillosos proyectos productivos que tropiezan con una lógica
de mercados oligopólicos y cautivos. O de extraordinarios proyectos de fortalecimiento de
poder local que se estancan ante la carencia de recursos financieros por parte de las
municipalidades y los Consejos de Desarrollo (por la ausencia de una reforma tributaria
integral y progresiva). O de impecables proyectos de legalización de tierras que se
encuentran ante la evidencia de que no existen tierras para legalizar (pues ya están
ocupadas, explotadas o han sido históricamente usurpadas para la agro exportación). O de
idílicos proyectos con equidad de género que no abordan las relaciones de poder
hombres-mujeres y desconocen la existencia de la violencia contra más del 60 por ciento
de las mujeres.
Para David Llistar, “No existe en el ideario de la cooperación un mapa integral de las
causas de la pobreza originada por el Norte ni una evaluación comparada de la
importancia relativa de cada una de estas causas y muchos de los mecanismos
transnacionales que producen anticooperación” .
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La Cooperación Internacional en Guatemala
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Este artículo analiza una línea y una forma de trabajo específicas de la cooperación
internacional. La generalización en la argumentación no pretende invisibilizar otras
visiones y maneras de actuar, sino que constituye una invitación a la reflexión y el debate.
Los casi 100 millones de euros invertidos por la Unión Europea en programas de apoyo y
asistencia técnica para contribuir a la reforma judicial y policial en Guatemala después de
la firma de los Acuerdos de Paz no han logrado el fortalecimiento de la institucionalidad.
Además del asesinato de los diputados, desde 1996 existe implicación de altos oficiales de
la Policía, incluso de unidades enteras, como la unidad antinarcóticos, en actividades de
narcotráfico, secuestro y prostitución [1] . " La gran mayoría de guatemaltecos no confía ni
en la Policía ni en el sistema de justicia" concluye Denis Martínez [2] .
Resultados limitados
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Los limitados logros del trabajo de la cooperación se deben, según Henry Morales, al
hecho de que privilegia "las relaciones económicas y comerciales" por encima de un
"enfoque humanista y democrático" [5] . Intereses de países donantes o de empresas de
esos países en sectores económicos como telefonía celular, hidroeléctricas, petróleo, oro
o agua, contradicen la agenda de la paz y generan una situación casi esquizofrénica:
algunos cooperantes apoyan proyectos rechazados por las comunidades, mientras
aprueban pequeños fondos que atenúan una parte de las necesidades básicas de las
mismas. Es el caso, entre otros, del apoyo incondicional otorgado por Canadá a la minería
de metales a cielo abierto.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
¿Y la estructura de poder?
Sin embargo, el punto central para analizar las limitaciones del trabajo de la cooperación
no se refiere a estilos y formas de trabajo, ni siquiera a la imposición de determinadas
agendas, sino a la falta de abordaje de las relaciones de poder y de la necesidad de
impulsar profundas reformas estructurales.
Es el caso por ejemplo de maravillosos proyectos productivos que tropiezan con una lógica
de mercados oligopólicos y cautivos. O de extraordinarios proyectos de fortalecimiento de
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La Cooperación Internacional en Guatemala
poder local que se estancan ante la carencia de recursos financieros por parte de las
municipalidades y los Consejos de Desarrollo (por la ausencia de una reforma tributaria
integral y progresiva). O de impecables proyectos de legalización de tierras que se
encuentran ante la evidencia de que no existen tierras para legalizar (pues ya están
ocupadas, explotadas o han sido históricamente usurpadas para la agroexportación). O de
idílicos proyectos con equidad de género que no abordan las relaciones de poder
hombres-mujeres y desconocen la existencia de la violencia contra más del 60 por ciento
de las mujeres [6].
Se trata entonces, de que la cooperación analice los factores estructurales que impiden el
desarrollo, proponiendo soluciones para las causas de los problemas y no para sus
efectos, y se vincule a las y los actores que promueven un nuevo ciclo de luchas en el país.
Notas
[1] Cabanas, Andrés: “Un país con muchas fallas”, en Memorial de Guatemala, número 75,
28 de febrero de 2007.
[2] Martínez, Denis (abril de 2007): Rol de Cooperación Europea en la promoción de los
Acuerdos de paz en guatemala, Reforma judicial y reestructuración de la Policía,
Guatemala.
[3] Cojtí, Waqu’ Q’anil Demetrio, Son Chonay, Ixtz’ ulu’Elsa y Rodríguez Guaján, Raxché
(2007): Nuevas perspectivas para la construcción del estado Multinacional. Propuestas
para superar el incumplimiento del Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos
Indígenas, Guatemala, Coordinadora Waqib’ Kej y Cholsamaj.
[4] Ba Tiul, Máximo (abril 2007): El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos
Indígenas y la Cooperación de la Unión Europea diez años después, ponencia presentada
en Bruselas.
[5] Morales, Henry: “La ayuda al desarrollo de la Unión Europea en
Centroamérica: actualidad y tendencias”, Revista Pueblos, Madrid, número 26, junio de
2007.
[6] Datos de la Procuraduría de los Derechos Humanos.
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Las reglas del juego cambian –o nos las cambian- aceleradamente. Tanto, que ni siquiera
la democracia formal representativa es un valor absoluto, y es atacada ya por los golpistas
o por los constitucionalistas de Pro Reforma.
La seguridad vuelve a ser, como antes de 1996, poco democrática, y se reactivan los
mecanismos de control social, desinformación, guerra psicológica, para desestructurar y
debilitar movimientos.
Los Acuerdos de Paz desaparecen de la práctica y el discurso institucional y, cada vez más,
de la práctica y el discurso de la Cooperación, suplantados por las metas del milenio, la
gobernabilidad, el fortalecimiento institucional pero ¿de qué institucionalidad estamos
hablando?
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Por ejemplo, una interrogante que se puede producir en el futuro inmediato: ¿qué
haremos como cooperación internacional en una coyuntura de golpe de estado de
involución politico militar? ¿O qué haremos en un escenario, no deseable, pero tampoco
excesivamente improbable de reinicio en ciertos espacios y sectores, de una
confrontación no cívica y fuera del marco legal? ¿Qué hacemos, nos inventamos un
marco lógico, pedimos un plan estratégico? Muchas señales nos indican que, nos guste o
no nos guste, debemos empezar a prepararnos para esta etapa.
El marco democrático diseñado por los Acuerdos de Paz está tambaleándose, el Estado es
el instrumento para la acumulación de todo tipo de grupos económicos, criminales,
gremiales, transnacionales. El imaginario hasta ahora prevaleciente, de la existencia de
consensos mínimos para el desarrollo y de prácticas y apertura institucional, de
permeabilidad al diálogo, a la incidencia y al cabildeo por parte de las organizaciones y
comunidades, está desapareciendo .
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Debemos empezar por reconocer el impacto limitadísimo de nuestro trabajo, por ejemplo,
en la modificación de las relaciones de explotación y opresión, en la situación de los
pueblos indígenas y las mujeres, en la democratización de la toma de decisiones. Por el
contrario, asistimos al repunte de la violencia contra las mujeres, a la profundización del
racismo, al apogeo del pensamiento fundamentalista que aconseja a las mujeres el
retorno al hogar…
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Retornar a la comunidad
Heidegger afirmaba que no es lo mismo ver y hacer la política desde una choza que desde
un palacio. ¿Desde dónde hacemos nosotros cooperación y qué imaginario de sociedad y
de acción creamos a partir de ello?
Algunas organizaciones cooperantes pretenden que Guatemala puede mejorar sin que se
modifiquen sustancialmente la propiedad de la tierra, la estructura tributaria que favorece
la evasión, la configuración centralista del Estado, alejada de la plurinacionalidad, o las
relaciones de género basadas en la dominación y la subordinación. Al no promover
reformas estructurales, los proyectos de la cooperación, incluso en el caso de que sean
bienintencionados, se convierten en pequeñas islas, con impacto limitado en el bien vivir
de las comunidades, y sin capacidad de trascender y sostenerse.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Esta estrategia implica una apuesta efectiva por un Estado y una sociedad fuertes,
orientadores de un modelo de desarrollo justo y equitativo y reguladores de intereses
corporativo-sectoriales. Se contextualiza en la agenda de la paz guatemalteca,
concretamente en el Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, que
afirma: “Corresponde al Estado promover, orientar y regular el desarrollo económico del
país de manera que, con el esfuerzo del conjunto de la sociedad se asegure, en forma
integrada, la eficiencia económica, el aumento de los servicios sociales y la justicia social.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Las transnacionales españolas en Guatemala no legislan ni hacen polí- tica directa, pero la
arquitectura legal e institucional del país parece estar hecha a la medida de sus intereses.
Así se deduce de la Ley General de Electricidad como marco favorecedor de la
privatización; de la permisividad del régimen fiscal y tributario (el más benigno de América
Latina en términos de tributación sobre la riqueza); de la existencia de un magnánimo
régimen de exenciones fiscales, que permite a las empresas acogerse a exenciones propias
de empresas maquiladoras; o de la inexistencia de una Procuraduría del Consumidor
(aprobada y no desarrollada) capaz de investigar el mal servicio, excesos tarifarios y abuso
en los cobros. Influye también, por supuesto, la impunidad institucionalizada: menos del
dos por ciento de los hechos de violencia derivan en condena, lo que impide la
investigación de acusaciones de represión y persecución a líderes sociales.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
comunidades que protestan por las altas tarifas y la mala calidad del servicio. Sólo en los
primeros cinco meses de 2009, la Comisión Nacional de Energía Eléctrica recibió 90.358
denuncias contra la compañía”.
Es poco probable que estas interferencias negativas disminuyan. Por el contrario, la crisis
del sistema capitalista y la crisis económica europea (crisis de consumo y modo de vida)
acentúan la importancia de Guatemala para las empresas y para el conjunto de la
economía española, que obtiene de Latinoamérica una transferencia de recursos
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La Cooperación Internacional en Guatemala
En el corto plazo y en el marco del Acuerdo de Asociación con la UE, nuevas empresas se
instalarán en el país, se reforzarán las existentes (Unión FENOSA/ Gas natural como
productora de energía, además de distribuidora) y crecerán las inversiones en el sector
agua.
Las empresas españolas deberán disipar la principal duda existente: cuál es el modelo
organizativo que defienden, el democrático participativo, con fuerte control social, incluso
con la capacidad de vetar la entrada de transnacionales; o el vertical autoritario, similar al
ensayado en Honduras.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
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La Cooperación Internacional en Guatemala
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Este estudio es también importante porque responde a la necesidad manifestada por
algunos movimientos sociales y algunos actores de cooperación, de situar la cooperación
en el centro del debate político, como actor determinante para bien y en muchas
ocasiones para mal: la cooperación por tanto como sujeto de cuestionamiento,
evaluación, auditoría y observación. Esta observación no se ha realizado hasta el
momento de manera continua, tanto por debilidades y miedos de las organizaciones
sociales (miedo sobre todo a perder el financiamiento) como por mediatización y
cooptación del debate por parte de agentes de la cooperación: por ejemplo, limitando o
anulando la difusión de investigaciones críticas, a partir de un reconocimiento restrictivo
de los derechos de autor y propiedad intelectual. Para algunas organizaciones
cooperantes, autor es quien financia y no la persona o colectividad que produce
pensamiento.
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Un tercer comentario va en la línea de reconocer y agradecer el esfuerzo de los autores,
desde la estructura y desde los contenidos, por ampliar y complejizar los marcos
referenciales del análisis del trabajo de la Cooperación. Complejización que se hace, en
primer término, desde la historicidad, tanto de la propia cooperación como de los sujetos
“cooperados” y las luchas sociales. Es decir, se plantea una memoria histórica y una
periodización que nos permite ver la cooperación como un proceso no lineal y nos
permite especialmente analizar su vinculación con el contexto sociopolítico y el momento
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La Cooperación Internacional en Guatemala
en que nos encontramos: posiblemente a las puertas de un nuevo ciclo de grandes luchas
sociales por la transformación estructural del país.
La complejización que los autores nos proponen, sin necesidad de mencionarla, alude
además a los marcos teóricos y normativos sobre los que fundamentamos nuestro
trabajo, y nos recuerda la necesidad de reflexionar sobre los modelos y enfoques de
desarrollo, y sobre los modelos y enfoques para el cambio social y la transformación, que
no necesariamente son coincidentes. Es de apreciar la recurrencia a fuentes teóricas y
autores como Samir Amin, Ander Gunder Frank, Fausto Reynaga, Adrián Inés Chávez, Raúl
Zibechi, Gramsci, e incluso Josef Stalin (entre paréntesis, no vayan a pensar que soy
estalinista).
Podemos preguntarnos como cooperantes: ¿qué tiene que ver Stalin con mi marco lógico,
mi proyecto, mi trabajo, mi estrategia de actuación? Los autores nos responden, sin
afirmarlo explícitamente, que sí tiene mucho que ver porque es necesario analizar la
“cooperación al desarrollo como componente de la economía y desde una perspectiva de
análisis social y político, dentro de los modelos, enfoques y perspectivas del desarrollo”.
Con esto, los autores nos están recordando, sin decirlo abiertamente desde ningún punto
de vista y bajo ninguna circunstancia, que la Cooperación adolece de marcos referenciales,
históricos, teóricos. Adolecemos en muchos casos de desconocimiento de procesos, de
descontextualización y por ello solemos trabajar con fórmulas universalistas y abstractas,
recetas preconcebidas y válidas para todo.
Trabajamos con pueblos indígenas pero desconocemos por ejemplo los aportes de Aníbal
Quijano o, sin ir más lejos, de Adrián Inés Chávez o don Antonio Pop. Acompañamos
movimientos sociales pero no reconocemos los estudios recientes de Raul Zibechi o Isabel
Rauber. Utilizamos el enfoque de género como indicador y no como categoría de análisis.
Trabajamos con y para mujeres desconociendo y muchas veces rechazando el aporte
esencial del feminismo. En este sentido, el libro nos permite reflexionar y nos reta a
profundizar en estos marcos de análisis e interpretación.
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Un capítulo del libro valora los logros del trabajo de la Cooperación. El estudio es en
ocasiones más descriptivo que analítico, sin embargo, sus conclusiones son claras: a pesar
de los esfuerzos monetarios y las prioridades asignadas (agenda de la paz, derechos de los
pueblos indígenas), los logros son escasos: “No existe acompañamiento decisivo y objetivo
a las demandas estructurales e históricas de los pueblos indígenas”. Se reporta una
“limitada ayuda a llevar a cabo la agenda política, económica y social derivada de los
Acuerdos de Paz”.
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Considero muy relevante dentro del estudio los capítulos Agendas de los Pueblos
Indígenas y Organizaciones Indígenas y Sociales. Por una parte, se evidencia la dispersión
de esfuerzos, la competencia en las propuestas y agendas de las organizaciones, la
sectorialización, la tematización, la intermediación de las demandas comunitarias por
parte de liderazgos y ONGs. Existe “competencia inter-institucional por los recursos
financieros de cooperación, desarticulación social…atomización de la acción política y
social”.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
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La lectura del libro genera inquietudes y necesidades de profundizar en ciertos aspectos,
profundización que pueden hacer los propios autores, los movimientos sociales o la
Cooperación.
En este punto el reto es profundizar en este análisis en los territorios, a partir de los
proyectos y programas concretos ejecutados por la Cooperación. Por ejemplo, cuando
España anuncia que donará más de 300 millones de quetzales para entubamiento de agua
podemos preguntarnos: ¿será que eso tiene relación con la posterior privatización de la
distribución de agua a nivel municipal? ¿Es posible pensar que de repente existen
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Otro ejemplo de investigación: ¿qué está sucediendo en Jacaltenango? ¿Por qué la Unión
Europea promueve proyectos que no cuentan con el aval de la comunidad: el proyecto
hidroeléctrico Chapaltelaj, el proyecto turístico en lugares ceremoniales, y el proyecto de
Ampliación del Sistema de Agua Potable de Jacaltenango (nuevamente el agua como
recurso estratégico)?.
Para finalizar, decir que el libro me parece un libro-puente en una etapa- puente. ¿Qué
quiero decir con esto? En el libro se habla de desarrollo pero también de buen vivir. Se
habla de multiculturalismo pero también de federalismo, de nación maya, de
plurinacionalidad. Se habla de fortalecimiento del Estado pero también de refundación del
Estado. Se habla de gobernanza y ciudadanía pero también de comunidades como sujetos
transformadores fundamentales. Se habla de Acuerdos de Paz pero también se habla de
demandas estructurales históricas.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Creo que el libro recoge muy bien el momento en el que estamos, que es un momento de
tendencias involucionistas neogolpistas (golpe militar en Honduras, golpe constitucional
en Guatemala) pero también de propuestas de refundación total. Un momento que nos
está obligando o nos va a obligar a la cooperación a definirnos, a tomar partido, a realizar
apuestas políticas, a acompañar dinámicas y movilizaciones sociales comunitarias y
territoriales masivas. Que nos está obligando a repensar nuestro accionar, nuestros
marcos de trabajo, nuestra visión de sociedad, nuestras alianzas. Que nos debe llevar a no
pensar solo o prioritariamente en movimientos sociales, sino en sociedades en
movimiento, como afirma Raúl Zibechi. Que nos reta para ser creativos y dinámicos.
En definitiva, creo que el libro anticipa un futuro donde no podremos ni debemos trabajar
con plazos, tiempos, indicadores, fórmulas, certezas y respuestas claras, sino a partir de
dudas, de preguntas, de cuestionamientos y de estrategias entendidas, dijo Edgar Morin,
como “el arte de trabajar en la incertidumbre”. Preparémonos entonces para navegar, sin
improvisaciones y con objetivos políticos claros, en la incertidumbre.
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1. Existe falta de respuestas de las ongs solidarias ante los cambios en el contexto y, más
allá de esto, ante los cambios en los marcos y referentes de interpretación y actuación en
la realidad. Mantenemos un imaginario de país que recién sale de la firma de la paz, con
mesas de diálogo, espacios de incidencia institucional, dinámicas de fortalecimiento
institucional, lógicas de búsqueda de gobernabilidad… mientras el Estado ha dejado de
existir como instrumento de concreción de derechos colectivos, y el gobierno republicano
es derrotado ante el gobierno de las mafias.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
4. ¿Qué somos, cual es nuestra identidad, nuestro papel? Nos estamos convirtiendo en
administradores de fondos y auditores de proyectos, nos burocratizamos, perdemos
autonomía financiera y política, lo que nos convierte en extensiones o sucursales de las
entidades financiadoras.
5. Nos cuesta, nos cansa, nos abruma, nos aburre, desarrollar luchas político-sociales en
los países de origen: apenas existen o se acompañan por parte de las organizaciones de
solidaridad, esfuerzos de construcción de un movimiento social crítico, solidario, activo,
comprometido, que acompañe procesos de cambio estructural. En este sentido, existe
una falta de cuestionamiento al papel depredador de las empresas transnacionales o a la
responsabilidad de cada una y uno de nosotros en el consumo de etanol, que alimenta la
producción de agrocombustibles y la depredación del territorio; no se denuncia ni existe
posicionamiento político frente al Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica.
6. Cada vez nos tecnificamos más, en una dimensión de la tecnificación que va más allá de
la adopción de procedimientos y normas administrativas, y que abarca la tecnificación y
vaciamiento político de los discursos, la pérdida del sentido humano y los valores
humanos de la solidaridad, la lejanía física y política asumida como natural.
Por fin, a la crisis de visiones y formas de trabajo podemos añadir una nueva dimensión, la
crisis del sentido de las esperanzas y las utopías: cada vez es más frecuente en la
cooperación el sentir y actuar pesimista, resignado, derrotista, escéptico, sin confianza en
la capacidad de generar cambios, el pensamiento que se resiste a promover luchas en el
primer mundo, el que separa y divide profesionales/trabajadores de militantes. Una
actitud marcadamente contemplativa y pasiva, frente a la necesidad de posicionamientos
y construcciones políticas propias y contundentes.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Andrés Cabanas
Vivimos una época de cambios, una nueva etapa que modifica las reglas del juego
existentes y nos obliga a replantear nuestras estrategias y respuestas. El marco referencial
en el que, con más o menos fortuna, nos hemos desenvuelto hasta la fecha, cambia de
forma drástica.
La democracia formal y representativa deja de ser valor absoluto y es atacada, ya por los
golpistas anti reforma constitucional como es el caso de Honduras, ya por los promotores
de cambios en la Carta Magna que adelgazan el sistema de poder y toma de decisiones,
como sucede en Guatemala con Pro Reforma.
La seguridad vuelve a ser, como antes de 1996, poco democrática, y se reactivan los
mecanismos de control social, desinformación, guerra psicológica, para desestructurar y
debilitar movimientos.
¿Cuáles son las respuestas de la cooperación en esta coyuntura? ¿La rutina, la inercia, la
aplicación de modelos inoperantes y desactualizados, la apuesta por soluciones
universalistas, desconectadas de la compleja realidad guatemalteca? ¿El cierre de oficinas
y su traslado a otros países, la reducción de personal, especialmente “local”, la clausura de
programas?
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La Cooperación Internacional en Guatemala
¿Asumimos de una vez por todas que entramos a un periodo de guerra no declarada pero
late, con Estados de Sitio focalizados y generalizados, con restricciones para la libre
locomoción de las mujeres? ¿Asumimos que el país necesita profundos cambios
estructurales? ¿O continuamos creyendo que las metas del milenio, el fortalecimiento de
la gobernabilidad-gobernanza, el desarrollo económico sin especificar cómo y para
quiénes, la cohesión social, son instrumentos válidos? Seguimos hablando de
fortalecimiento de la institucionalidad, pero ¿cuál institucionalidad? ¿La vinculada a todo
tipo de poderes corporativos, incluso los de naturaleza criminal?
Necesitamos una nueva mirada y una nueva lectura de país. El imaginario hasta ahora
prevaleciente, de existencia de consensos mínimos para el desarrollo y de apertura
institucional, de vigencia de un Estado mínimamente democrático y un pacto social
funcional, está desapareciendo. Los Acuerdos de Paz se esfuman de la práctica y también
del discurso oficial y, cada vez más, del discurso de los movimientos y la cooperación.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Pensarán ustedes, y con cierta razón, que estas son ideas generales, poco concretas, que
no existen condiciones para ponerlas en práctica. El camino efectivamente no es sencillo y
no está escrito, pero no es malo empezar a soñarlo.
En cualquier caso, los retos enormes no son distintos de los retos que ya está enfrentando
el movimiento popular. Algunos de los medios empleados tampoco pueden ser diferentes:
formación política, reflexión estratégica, decisión y voluntad política transformadoras,
vinculación con movimientos sociales rupturistas, análisis de otras experiencias de trabajo,
evaluación permanente de logros y formas de trabajo, rearticulación de diferentes actores
entre iguales, cada uno desde su propia forma de trabajo, debate abierto y público en vez
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La Cooperación Internacional en Guatemala
desonegeización,
búsqueda de autonomía financiera y autonomía política de la cooperación
gubernamental,
construcción de base social y movimiento político en el primer mundo que cuestiones
la vinculación cooperación/gobiernos/empresas transnacionales,
promoción de conciencia política (más allá de la sensibilización) en el primer mundo,
promoción de cambios estructurales en el modelo depredador y la lógica de saqueo
que impulsan transnacionales y gobiernos del primer mundo, con la pasividad y apoyo
cómplice de la ciudadanía favorecida por la transferencia de renta.
Henry Morales
Para analizar los nuevos escenarios del trabajo de la Cooperación no debemos obviar la
sobrecrisis internacional que estamos viviendo en la actualidad. Algunas le llaman crisis,
otros le llamamos sobrecrisis, porque estamos saliendo de una crisis y entrando a otra
cuando son relativamente las mismas.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
misma forma como son provocadas, para generar nuevas prácticas. Esta coyuntura
posiblemente nos lleve a una disminución considerable de la ayuda. Los referentes
naturales del movimiento social, las ONGs internacionales, también sentirán los efectos.
Por otro lado, hay que analizar la persistencia en nuestros países de problemas
estructurales, cada vez presentes y más vivos: pobreza, exclusiones, violaciones,
antidemocracias.
Algo nuevo que es algo que tenemos que rescatar porque en los nuevos escenarios va a
generar contrapeso a la dinámica de la cooperación internacional tradicional es la
cooperación sur-sur, proveniente de países que dan prioridad la atención a los problemas
sociales: Bolivia, Cuba, Venezuela, Ecuador. Esto va a generar para la región una necesidad
de replantear paradigmas, y nuevas formas de revalorizar la cooperación internacional.
Es lamentable analizar el impacto que han tenido los macroproyectos ejecutados por
parte de la Gran Cooperación, la oficial o multilateral. Proyectos como Tinamit o
Municipios democráticos, que después de una inversión considerable no queda
absolutamente nada. Esto no es nuevo pero en un momento de repensar lo que está
pasando en el país se nos viene a la mente para no volver a repetir estos errores.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Es importante ubicar dos elementos de análisis: el rol de las ONGs internacionales, por un
lado, y el papel de los movimientos y organizaciones sociales de Guatemala. En la crisis y
en el repensar de la Cooperación, siempre se nos viene a la mente que hace tan sólo unos
diez o quince años, la lógica, la forma, los fundamentos que nos hacían sentirnos socios,
aliados, entre las ongs de los paises fundamentalmente europeos y Guatemala, eran que
existía un objetivo político común de transformación, de cambio, de aspirar a que estos
países podían superar sus problemas estructurales.
Lamentablemente este diálogo político que está pendiente muchas veces no encuentra
eco. Hay poca disponibilidad de organizaciones internaciones por generar un debate serio
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La Cooperación Internacional en Guatemala
sobre esto, por generar un proceso de repensnar nuestro quehacer en este campo, más
aún con el tipo de crisis global que vivimos y se acentúa.
Otro punto es la gran dispersión del trabajo de las ONGs, es muy curioso y lo ponemos
siempre de ejemplo: cuando se estaba negociando el TLC con Estados Unidos, casi todas
las ONGs internacionales coincidían en la necesidad de la resistencia social. Pero comienza
la negocaciòn del AdA con la UE y la gran pregunta es: ¿dónde están las ONGs europeas,
las solidarias, las de siempre?
Sabemos que aquí se juegan muchos intereses, intereses de grandes proyectos que si se
asume una posición política pueden quedarse sin financiamiento. Pero el gran reto es
traspasar este tipo de comportamientos, porque si nos quedamos en un círculo cerrado.
También dentro del movimiento social tenemos que ser autocríticos y las organizaciones
debemos repensar nuestra naturaleza política, debemos salir de la lógica desarrollista de
los procesos, debemos repensar la ideología que nos mueve y trascender el desarrollo
como aporte a las transformaciones.
Muchas organizaciones utilizan el desarrollo sólo como forma de sobrevivencia, y para ello
incluso se cae en un nivel de competencia y deslegitimación del trabajo de los otros.
Por fin, quiero reflexionar sobre la onegeización de los procesos, en el sentido de que
muchas veces las organizaciones sustituimos la capacidad local de ser protagonistas de sus
procesos, olvidando nuestro rol de acompañar de manera horizontal, sin sustituir. Las
ongs no debemos aparecer como protagónicas y representantes de los cambios, sino
como acompañantes.
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La Cooperación Internacional en Guatemala
Martha Godínez
Cuando me invitaron al Foro con el gran título, casi me muero, y pensé: ¿voy a hacer
catarsis o mejor voy a hablar de cuál ha sido la relación de las mujeres con la cooperación?
Decidí hablar de lo segundo, y el gran tema inicial es preguntarnos cuál es la apuesta de la
cooperación en el marco de la agenda estratégica del movimiento de mujeres y feminista.
La respuesta es que las mujeres no hemos tenido el pistarrajal de la cooperación, sino
hemos tenido poquito, y con ese poquito hemos hecho mucho.
Eso quiere decir que en el enfoque de la cooperación al desarrollo las mujeres no hemos
sido asumidas como interlocutoras válidas y como contrapartes, como sujeto político
mujer.
Hay cosas que hablamos en los pasillos y no se vuelven debates en la relación con la
cooperación. No discutimos y es necesario hablarlo por ejemplo, cuál es el modelo de
desarrollo. No hacemos una discusión política, por lo que nos desencontramos
permanentemente: no tenemos una misma lógica de intervención, de indicadores, de
fuentes de verificación,etc. No vemos qué significado implica saber a qué le estamos
apostando y cómo fortalecemos la relación política con la cooperación.
Otro punto que hablamos es que hay que repolitizar la cooperación. Me atrevería a decir
si hay que repolitizar la cooperación o repolitizar las acciones políticas que los
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La Cooperación Internacional en Guatemala
movimientos sociales están haciendo, porque pareciera que le estamos pidiendo mucho a
la cooperación, pero no hemos construido la estrategia integral en donde la cooperación
puede ser un actor aliado. Lo digo porque no es sólo problema de la cooperación, sino de
todas y todos, en términos de cómo construimos y somos socios en la búsqueda de
cambios estructurales.
Este diálogo debería darnos nuevas preguntas, no contestar. Queremos encontrar muchas
respuestas a preguntar que no la tienen hoy. LO importante es formular nuevas
preguntas que nos permitan establecer un diálogo político para fortalecer esa acción de
cooperación en el marco de un modelo de desarrollo transformador.
También es importante discutir los ejes temáticos que desde el marco del trabajo de la
cooperación nos han desencontrado, mediatizado, paralizado, uno de ellos es el enfoque
de género, cómo a través del enfoque de género se ha mediatizado la agenda estratégica
de las mujeres. Otro es cómo se puede fortalecer la acción política en el marco de los
pueblos indígenas, que también es objeto de dispersión desde los marcos diversos que lo
aborda la Cooperación.
Otra pregunta es con quién es el debate (con el FONGI, con la cooperación multilateral) y
dónde se da el debate. Porque a veces pareciera que queremos hacer el diálogo con
alguien que no sabemos quién es. Y tampoco lo hacemos en el momento que se definen
las grandes líneas y enfoques. Por ejemplo con el ejercicio que se ha tenido con la UE que
establece mecanismos de diálogo y consulta para los Memorandum de entendimiento,
que no necesariamente son un mecanismo real y efectivo de participación. Aquí hay que
repensar cuál es la propuesta política del movimiento de mujeres para interlocutar con la
cooperación, y cuáles son los mecanismos para poder hacer esa interlocución.
La última preocupación es cómo hacemos la gestión de recursos sin dejar de lado las
estrategias a largo plazo. Lo que nos está pasando actualmente es ue las exigencias de la
cooperación nos dificultan seguir construyendo ciudadanía y fortalecer las luchas
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La Cooperación Internacional en Guatemala
territoriales, que es uno de los costos que nos ha dejado la cooperación y la incapacidad
de los movimientos de no potenciar lo territorial. Hemos sacrificado los procesos por la
incidencia.
Por fin, tenemos que hacer notar que la cooperación está haciendo una división y
confrontación entre los mismos movimientos sociales. Encontramos áreas donde
hablamos por una parte de la resistencia y por otra de la democracia centralizada.
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