Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
42
656 LA PALABRA EN LA VIDA
17. Sean, pues, aquellas por las que el alma dice verdad
al afirmar y al negar, cinco en número; son éstas: el arte, la
ciencia, la prudencia, la sabiduría y la inteligencia.»
"Ecr't'w 01) oL; aA'f)eEÚEL 1] 'tii) xcx,'t'cx,epá.vcx,rr, il a1toepá.vcx,L, 'ItÉv't'a
'tev apLe[.lÓV . 'tcx,ü't'cx, o' Ecr't'L 'tÉXV'f), E7tLO"'t1Í'[.l'f), epPÓV'f)O"L;,
Eth. Nic., VI, c. 3, 1139.
LA PALABRA EN LA PERFECCIÓN DE LA VIDA 657
22. «Así 'Como ,lo que es ,es lo ,que cae primero en la aprehensión
simplemente, así lo bueno es lo primero que cae en la aprehen-
sión de la razón práctica, que se ordena a obrar. Pues todo el
que obra obra por un fin que dice razón de bien. Y por esto el
primer principio en la razón práctica es el que se funda sobre el
concepto de lo bueno, que es: bueno es aquello que todas las
cosas apetecen. Luego éste es el primer precepto de la ley "que
10 bueno ha de ser obrado y buscado, y lo malo evitado"; v
sobre esto se fundan todos los otros preceptos de la ley de la
naturaleza, de manera que pertenezcan, como debiendo ser obra-
das a los preceptos de la ley natural todas aquellas cosas que
la razón practica naturalmente aprehende que son bienes hu-
manos. y porque lo bueno dice razón de fin, y lo malo de lo
contrario al fin, de aquí que todo aquello a lo que el hombre
tiene inclinación natural, la razón lo aprehende naturalmente
como bueno, y consiguientemente como debiendo ser buscado
en el obrar, y sus contrarios los aprehende como malos y de-
biendo ser evitados.
Así pues, según el orden de las inclinaciones naturales es el
orden de los preceptos de la ley de la naturaleza.»
Sicut autemens est primum quod cadit in apprehensione
simpliciter, ita bonun1 est primum quod cadit in appre-
hensione practicre rationis, qure ordinatur ad opus. Omne
,enim agens agit propter finem, qui habet rationem boni. Et
ideo primum principiun1 in ratione practica est quod fun-
datur supra rationem boni; qure est: Bonum est quod omnia
appetunt. Hoc est ,ergo primun1 prreceptum legis, quod «bo-
num est faciendum et prosequendum, et malum vitandum»;
et super hoc fundantur omnia alía prrecepta legis naturre,
ut scilicet omnia illa facienda vel vitanda pertineant ad
prrecepta legis naturre, qure ratio practica naturaliter ap-
prehendit esse bona humana. Quia vero bonum habet ra-
tionem finis, malum autem rationem contrarii, inde est quod
omnia illa ad qure horno habet naturalem inclinationem,
ratio naturaliter apprehendit ut bona, 'et per consequens ut
opere prosequenda, et contraria eorum ut mala et vitanda.
Secundum igitur ordinem inclinationum naturaliumest ardo
prreceptorum legis naturre.
S. Th., la Ilae, qUe 94, arte 2, in c.
LA PALABRA EN LA PERFECCIÓN DE LA VIDA 661
43
672 LA PALABRA EN LA VIDA
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día.
Lo que aquí dice el alma que le daría luego, es la gloria esen-
cial, que consiste en ver el ser de Dios. De donde, antes que pa-
semos adelante, conviene desatar aquÍ una duda, y es: ¿por qué,
pues la gloria esencial consiste en ver a Dios y no en amar, dice
aquí el alma que su pretensión era este amor, y no lo dice de la
gloria esencial, y lo pone al principio de la canción, y después,
como cosa de que menos caso hace, pone la petición de lo que
es gloria esencial? Es por dos razones: La primera, porque así
como el fin de todo es el amor, que se sujeta en la voluntad, cuyo
propiedad es dar y no recibir; y la propiedad del entendimiento,
que es sujeto de la gloria esencial, es recibir y no dar, estando
el alma aquí embriagada del amor, no se le pone por delante la
gloria que Dios le ha de dar, sino darse ella a Él en entrega de
verdadero amor sin algún respeto de su provecho. La segunda
razón es porque en la primera pretensión se incluye la segunda,
y ya queda presupuesta en las precedentes canciones; porque es
imposible venir a perf.ecto amor de Dios sin perfecta visión de
Dios. Y aSÍ, la fuerza de esta duda se desata en la prim'era razón;
porque con el amor paga el alma a Dios lo ,que le debe, y con el
entendimiento antes recibe de Dios.
«¡Cántico espiritual», canción XXXVIII.
48. No se puede afirmar, ni siquiera en el hombre viador, la
primacía de la perfección moral sobre la perfección contempla-
tiva, en cuya línea se sitúa el amor teologal de caridad y el «don»
intelectual de la sabiduría conexo con aquélla (S. Th., Ila IIae,
QUe 45, arts. 2 y 4). Pero, supuesta la desproporción del lenguaje
mental humano respecto de lo trascendente a su horizonte cog-
noscitivo, y también respecto a lo presente íntimamente a modo
de experiencia interior, podría reconocerse como el lenguaje más
alto posible al hombre viador el de la «oración». Ésta es, en
efecto, nara Santo Tomás, un acto intelectual práctico movido
por el amor de caridad.
«Nada impide que, siendo la voluntad la que mueve, el acto
de la razón tienda al fin a que tiende la caridad, que es unirse a
Dios.»
684 LA PALABRA EN LA VIDA