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Melisa Sanmiguel Gómez

Narrativas y relatos para la paz

Una reflexión sobre “El poder de la comunicación” por Omar Rincón

La información divulgada por los medios de comunicación adquiere forma de opinión pública
según los referentes interpretativos de las audiencias, sino se apela o no se logra generar
identificación con los referentes del pueblo, los procesos comunicativos no tendrán mayor alcance
más que una recepción sistematizada y vaga.

Dentro de las acciones comunicativas, Rincón enfatiza nuevamente en la perspectiva de la


audiencia bajo el argumento de las siguientes características:

1. “la comunicación se trata más de reconocimientos que de conocimientos” y es así como


un colombiano logra identificarse y apropiarse de lo que le es conocido; este tipo de
contenidos tienen mucho más impacto que un producto mediático al azar. Por ejemplo,
hay ciertos shows tipo reality que no tienen una incidencia significativa en Colombia como
“Laura en América” porque la conducta y patrones de resolución de conflictos entre
colombianos es muy diferente y la idiosincrasia colombiana es también un conglomerado
de actitudes que en algunos casos es menos exteriorizada a lo representado en este reality
show.
2. Más narración que contenidos conceptuales. Definitivamente no se trata del qué sino el
cómo, en palabras de Rincón “la estética tiene ideología y política” La información se
vuelve irrelevante sino se cuenta con una estética narrativa llamativa y que sea acorde con
el contexto popular; esto nos lleva a reconocer necesariamente la cultura popular y
partiendo de este reconocimiento es como la forma se hace eficaz.
3. Se requieren más mediaciones que medios. Los medios y los dispositivos ya están y la
información también, lo que hace entonces que una propuesta comunicativa sea exitosa,
es la articulación del consumo popular con esa información y medios. Una sinergia asertiva
pensada desde el pueblo y para el pueblo.
4. Más conexión con la audiencia que formación o distribución de la información. Si no nos
interesa conocer a la población, sus prácticas, costumbres y obviamos la realidad
contextual, entonces producimos contenidos paternalistas y enajenados; es indispensable
conectarnos con la gente, es el pueblo colombiano la razón de la comunicación.
5. Más experiencia que expertos, más historias. Ir al campo de trabajo, conocer a la gente,
vivir experiencias y enriquecer el bagaje cultural desde lo personal y conversacional es la
clave para lograr escuchar y ser escuchados, la comunicación debe apostarle al campo
relacional y experiencial, por encima de lo conceptual si esto no está consolidado o basado
en la gente.
Melisa Sanmiguel Gómez

La Paz
Según Omar Rincón, la paz para ser paz debe seguir estas características específicas o al menos
abordarlas:
1. Es una decisión política. El gobierno debe velar por este principio fundamental para
garantizar seguridad a sus habitantes.
2. Una oportunidad histórica. Después de más de 50 años de violencia y terror este acuerdo
no debió ser desaprovechado y es un objetivo que necesitamos continuar persiguiendo no
por nosotros mismos sino por las víctimas, por la memoria y por el futuro.
3. Acuerdos entre partes. No consiste en una sola política ni unos únicos actores. Deben ser
varios acuerdos y éstos nos conciernen a todos; tenemos que desmontar desde la
comunicación el imaginario abstracto que este tema de paz es entre Santos y la guerrilla,
pues involucra a todo el pueblo colombiano, no es una paz –singular- son múltiples
acuerdos y decisiones y todas las partes deben ceder.
4. Comunicación. Parte de ese imaginario de que la paz no nos concierne directamente,
recae sobre las percepciones y emociones. Nos han formado no solo desde la
comunicación sino desde la misma escuela y núcleos familiares para ser espectadores del
conflicto, mi opinión es que Colombia está sumida en un individualismo bárbaro en el que
la moral del bien personal, está por encima del bien colectivo. Nos enseñaron a competir
no a compartir.

Romero afirma que “debemos ser leales a nuestros principios y valores y nunca a una persona”.
Me parece más que pertinente rescatar esta frase pues es muy significativa en el proceso de
posconflicto. Se debe educar a la población a tener como prioridad una lealtad a los principios por
encima de una lealtad hacía los que consideran sus líderes y gobernantes pues no son ni dioses ni
héroes y están tan llenos de falencias como cualquier otro humano común. El pueblo colombiano
ha idealizado a ciertos personajes y depositado en ellos todas sus esperanzas como si fueran éstos
los redentores, restándose importancia y fuerza a sí mismos como pueblo, haciéndose vulnerables
y dependientes. Es desde las narrativas que podemos modificar o generar al menos reflexión
acerca de este pensamiento de auto humillación e incapacidad, lo que Rincón llamaría trasladar
las percepciones.

Haciendo un resumen de las narrativas en cuanto al acuerdo de paz, Rincón expone los autores y
sus discursos así:
1. Gobierno: Narrativas de confusión
2. Oposición: Narrativas del odio y la mentira
3. Medios de comunicación: Narrativas de guerra.
4. Redes sociales: Narrativas de indignación sin ningún resultado o efecto: en palabras de
Rincón ´´no sirve para nada´´
5. En los resultados: gano la abstención, aquellos que no saben, no responden y al parecer no
les interesa en lo más mínimo el futuro de su propio país, aquellos que se creen activistas
por una publicación en Facebook, un trino o un estado y que se arraigaron a una falsa
Melisa Sanmiguel Gómez

moralidad vendida también en gran manera por la oposición, es decir el odio y la mentira.
Una moral inmoral.

Nuestra labor en el periodismo.

1. Nuestro principal oficio es dudar. Para conseguir la certeza de algo hay que investigar en
todos los aspectos posibles y escuchar, tanto al opresor como al oprimido y a cualquier
otro involucrado.
2. Cuidar muy detalladamente el lenguaje. Durante el proceso de paz y el postconflicto, los
medios han usado metáforas de muerte y de forma indirecta nos han llevado a rechazar
ideas muy positivas o viceversa, por el simple hecho de como las expresan
conceptualmente, ej. “Zonas de concentración” “falsos positivos”
3. Análisis del discurso. La reflexión crítica de todo lo que escuchamos es fundamental sin
embargo, los debates ofrecidos por los medios solo se enfocan en descalificar al otro en
vez de que todas las partes lleguen a un acuerdo, que es en esencia el objetivo de un
debate.
4. Diversificar fuentes, expertos y análisis. Un periodista comprometido con el pueblo no
debe bajo ninguna circunstancia quedarse con un solo punto de vista, no es ético ni
profesional.
5. Contextualizar. Sin contexto no se genera sentido ni procesos de significación y si se van a
usar comparaciones, estas deben ser reales y que otorguen un referente a la audiencia.
6. Desmovilizar a los guerreros de la palabra. Las palabras y los discursos de algunos
dirigentes y opositores al proceso han incentivado a la violencia, el rencor y la venganza.
Necesitamos a través de una propuesta creativa desmovilizarlos, que entreguen el
armamento lingüístico.

Conclusiones finales

La comunicación cuenta con un poder muy amplio y decisivo en este nuevo proceso en
construcción hacia una Colombia pacifica, reconciliada y justa. Como periodistas tenemos la
capacidad y las herramientas para generar contenidos creativos, con técnicas de ficción, humor,
reconocidas por lo popular; tenemos la esperanza en las manos y no podemos desperdiciarla
sirviendo a los mismos intereses polarizados en los que hemos estados sumidos a través de la
historia.
Como periodistas podemos unir a las personas y acabar con la segregación, pues mientras un
pueblo este dividido, nunca romperá estructuras. No es un camino fácil ni inmediato pero todo lo
que hoy existe, nació en primer lugar como un sueño, por eso los periodistas debemos soñar y
tomar riesgos.

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