Está en la página 1de 4

PAUTAS PARA MEJORAR EL AUTOESTIMA Y

PREVENIR PROBLEMAS EMOCIONALES

La autoestima se construye desde la


primera infancia, dependerá mucho
del entorno emocional en el que
crezca el niño. Una baja autoestima
puede manifestarse en los más
pequeños con síntomas muy
diferentes pero que tienen en común
crear un gran malestar y alto sentido
de incapacidad y poca gestión de las
emociones, en el menor que lo
sufre. Antes que nada, hay que tener
en cuenta que una autoestima
dañada suele venir asociada al inicio
o presencia de diferentes trastornos
clínicos por lo que, frecuentemente,
resulta difícil aislar los síntomas
propios de una baja autoestima con
los que aparecen en confluencia con diferentes trastornos.
A continuación se presentan pautas que son necesarias incluirlas en la relación padres - hijos
Reflexión.
 El mito del mártir:
A menudo se considera como un ideal la imagen del padre auto sacrificado. El buen
padre da todo por sus hijos, no importa qué precio. La buena madre nunca tiene un
respiro y no tiene amigos o actividades fuera de casa. Los buenos padres tienen
necesidades que pueden ser ignoradas, pospuestas y olvidadas. ¿Es esto realmente
ideal? De hecho, es lo contrario. Unos padres hiperestresados y cargados suelen estar
irritables, resentidos y deprimidos. Igual que no puede conducir un coche sin parar en
algún momento a poner gasolina, no puede seguir entregándose a los hijos sin reposar
emocionalmente. El cuidar de uno mismo le proporciona a uno la capacidad de cuidar
de los propios hijos. Una merienda con los amigos, una cena con su marido o esposa,
una clase de gimnasia semanal o incluso una hora de estar solo en un banco con un
buen libro pueden permitirle volver a su labor paterna con más energía, interés y
paciencia.

(M. McKay y P.Fanning)


“Recuerde que la mejor manera de construir una buena autoestima en sus hijos es
proporcionarles como padres unos modelos coherentes con lo que les sugerimos o pedimos.
Por tanto, deberíamos como padres hacernos algunas preguntas antes: ¿Somos como padres
capaces de transmitir seguridad? o nos ven cada día enfadados, discutiendo o renegando de
lo poco que nos gusta nuestro trabajo y lo mal que nos tratan. ¿Sabemos esforzarnos y buscar
soluciones? Nos cansamos de decirles que deben esforzarse, pero ¿ven en nosotros esfuerzo
y dedicación a ellos? ¿Observan en nosotros que en lugar de discutir a gritos somos capaces
de encontrar soluciones? ¿Somos capaces de alabar lo que hacen bien o sólo nos hacemos
notar cuando hay que castigarles?”
 Trabaje las emociones. No tan solo refuerce con palabras (bien, campeón, súper, etc.)
sino con emociones (mama, papa está muy satisfecho/a de ti, no sabes lo feliz que me
haces sentir…).

 Hágale saber y refuerce todos sus aspectos positivos. Cuando haya que mejorar en
algún aspecto cambie lo de conducta negativa por lo de "conducta a mejorar". Las
formas de los mensajes también son importantes.

 Dele a su hijo la oportunidad para enseñarles sus habilidades con frecuencia. Dedique
un tiempo para que le muestre sus dibujos, trabajos, construcciones, etc. Interesarse
por lo que hace es una forma muy eficaz de que el niño se sienta competente pero no
sobreactúe creando unas expectativas irreales en el niño.

 Evite la sobreprotección o una excesiva dependencia del niño sobre usted. Ello acaba
provocando inseguridad. Trabaje su autonomía en todos los aspectos. Eso le hará
fuerte. A medida que lo permite cada nivel de edad el niño puede ir asumiendo
pequeñas responsabilidades en casa.

 Cuando tengas que disciplinarlo, aclárale que es su comportamiento y no él lo que es


inaceptable. Por ejemplo, en lugar de decirle "¡Eres un niño malo!" o "¿Por qué no
puedes ser bueno?", dile: "No estuvo nada bien que empujaras a tu hermana. Puedes
lastimarlo".

 Aparta tiempo para dedicarle a tu hijo tu atención completa, sin hermanitos ni otras
personas que te distraigan. Salgan juntos a caminar o pasen media hora juntos antes
de irse a la cama. Tu atención le ayudará a reforzar la sensación de que es valioso e
importante para ti.

 No tiene que ser mucho tiempo, pero, por ejemplo, si tu niño quiere hablar contigo,
deja de mirar la correspondencia o apaga el televisor para conversar con él. Míralo a
los ojos para que sepa que realmente lo estás escuchando.
 Establece algunas reglas razonables y haz tu hijo las respete. Por ejemplo, si le dices
que tiene que comer su merienda en la cocina, no le permitas que coma por toda la
casa al día siguiente.

 Es importante que sepa que algunas reglas no se pueden cambiar. Eso le ayuda a
sentirse más seguro. Es posible que tengas que repetir muchísimas veces las reglas
que estableciste, antes de que las siga. Procura ser clara y consistente, y muéstrale
que confías en él y sabes que hará lo que esperas.

 Cuando tú misma cometas un error, admítelo con tranquilidad. Al reconocer tus


propios errores y mostrarle que te recuperas sin dificultad, le estás enseñando a tu
hijo una poderosa lección, ya que eso le ayudará a aceptar sus propios errores con
más facilidad.

 Al darle los recursos que necesita para cuidar de sus propias necesidades, fomentarás
su independencia y su confianza en la capacidad de hacer las cosas por sí mismo.

 Celebra lo positivo haz un esfuerzo por reconocer, todos los días, las cosas buenas
que hace tu hijo y dilo en voz alta. Le puedes comentar a su papá: "José lavó todos
los vegetales para la cena". No sólo disfrutará de tus palabras de aliento sino también
de los comentarios positivos de su padre.

 Sé específica. En lugar de decir "¡Lo hiciste muy bien! ", di: "Gracias por esperar con
tanta paciencia en la fila". Tu hijo tendrá la sensación de haber logrado algo y su
autoestima se fortalecerá. Además sabrá exactamente qué fue lo que hizo bien.

 Acepta sus emociones cuando tu hijo tenga una rabieta , procura ver las cosas desde
su punto de vista. Para un niño, tener que dejar de jugar para irse a casa es, realmente,
una verdadera tragedia.

 Ayúdalo a sentirse cómodo con sus emociones definiendo o nombrando lo que siente.
Dile: "Comprendo que estés triste porque tenemos que irnos del parque". Si aceptas
sus emociones sin juzgarlo, reafirmas sus sentimientos y le demuestras que lo que él
dice es importante.

 Evita comentarios tales como "¿Por qué no eres como tu hermana? " o "¿Por qué no
eres agradable como tal o cual?". Simplemente le recordarán a tu hijo sus defectos.
Incluso comparaciones positivas como "Tú eres el mejor jugador", son
potencialmente dañinas porque a tu hijo se le hará difícil alcanzar tu nivel de
exigencia. Si en cambio le dices que lo aprecias por ser como es, y no por ser mejor
o peor que los demás, será más probable que se valore a sí mismo.

 Muéstrale tu propia autoestima una de las mejores maneras de fomentar el desarrollo


de la autoestima de tu hijo es mostrándole la tuya propia. Demuéstrale que te sientes
orgullosa de tus logros y haz lo posible por evitar decir cosas negativas sobre ti misma
como: "¡Qué idiota soy!", cuando cometas un error.
 Todos los niños necesitan apoyo de sus seres queridos. Es importante repetirle que
crees en él y que lo animes a seguir adelante. Dar aliento significa reconocer el
progreso, y no solo premiar un logro. Si tu hijo tiene dificultades dile: "Estás poniendo
todo tu empeño, ¡y casi lo logras!". Eso hará que se sienta bien consigo mismo,
aunque aún no tenga la capacidad de hacerlo solito.

También podría gustarte