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Diario de una

Prostituta

Novela corta

HoneyRocío

Diario de una prostituta

Prólogo
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Camina tambaleante, carga un gran peso, su


mirada no ve, esta vacía.
La noche es muy fría y oscura o quizás solo
sea su alma.
A lo lejos ve una farmacia o droguería hacia
allí dirige sus pasos, quizás encuentre algo
que acabe con sus penas.
Entra dispuesta a poner fin a sus miserias, no
puede más, ya nada tiene sentido, ya nada
queda.
Mira los estantes y piensa ¿Cómo decir
véndeme algo para matarme?
Hasta morir es difícil, odia ver sangre, solo
desea dormir y nunca más despertar.
Sus manos se pasean por los estantes, sin
saber porque, lo coge, se acerca al cajero y
paga.
Se aleja aun tambaleante, pero ahora
presurosa.
Llega a la casa, cae en la silla y explota en
llanto.
Abre temblorosa el paquete y lo mira
enloquecida.
Allí esta el inicio, allí sus días a días.
Suspira y como presa con grilletes levanta el
lápiz, golpea con letras temblorosas cargadas
de vida sus hojas.
Va descargando en el Diario de quinceañera
las miserias de su alma.
Es su inicio, es su historia, la historia de una
que no deseo ser Meretriz.
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I
El Inicio

Hoy me levante cansada, asqueada de mí


misma, dispuesta a matarme.
No sé cuantas horas camine ni donde estuve,
solo recuerdo estar frente a ti y comprarte
como quien compra un tesoro, quizás el sueño
perdido.
Recuerdo la primera vez que tuve un diario,
tenia quince años, era tan feliz entonces.
¡Todo me sonreía!
Tengo que contarte mi vida, así volver mis
pasos al pasado, vaciar en ti todas mis
miserias y poder volver a reír con mi pasado,
llorar y vomitar con mi presente. Pero así no
arrastraré sola tantas culpas, hasta quizás me
perdone un poco.
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Soy, dicen, hermosa, inteligente, culta,


simpática, sensual, enigmática y con un
hermoso cuerpo, cualidades estas necesarias
para sobresalir en mi profesión, ansiaba ser la
mejor, ansiaba destruir a quien me ha hecho
tanto daño y ¡lo logre!
Soy la más cara, la preferida, la mejor Dama
de Compañía, así le llaman en las altas
esferas sociales, soy la reina de la más
antigua profesión, soy una Prostituta, o como
nos llaman vulgarmente, una Puta, una zorra
y otros epítetos.
Pero no voy a adelantarme, empezaré
contándote un poco de mí pasado para quizás
puedas entender y perdonar un poco de mi
presente.
Me llamo Elizabeth, tengo 25 años y me siento
anciana. Estoy cansada y surcan mis ojos las
ojeras de los tragos y el asco de mis noches.
Nací en un hogar de una pareja joven, llenos
de sueños y amor. En un pequeño pueblo.
Mi nacimiento cambió la vida de mis padres,
ella, mi madre, perdió su sueño de estudiar
una carrera y él, mi padre, le fue más difícil
estudiar y trabajar. Pero todo les pareció
poco, se amaban y amaban el fruto de su
amor.
Aun recuerdo mi hogar, mis padres, las risas,
el amor y la felicidad de esos días.
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Pero la felicidad fue envidiada y un accidente


de transito, me la arrebato. Perdí a mis
padres, quede huérfana.
Sus muertes cambiaron mi vida, mi única
pariente era mi tía Camila, hermana de mi
madre.
Mi madre adoraba a su hermana y ella solo
nos visitaba en navidad, recuerdo haberla
visto unas 10 o 12 veces durante mi infancia.
La admiraba y su vida me parecía maravillosa,
siempre con ropas hermosas, buen coche y las
historias más fantásticas sobre su vida, su
casa y sus reuniones sociales. Mi tía había
triunfado, tenia un trabajo fabuloso, ganaba
bien y era feliz según decía. Mi madre solo
reía y le decía que no cambiaba todo eso por
lo que ya poseía Amor, mi tía reía y decía que
el amor no era importante. Así era años tras
años, jamás le conocimos un novio, ni hablaba
de ningún amor. Mi madre ansiaba verla
enamorada y mi tía entre risas prometía traer
un amor la próxima vez. Además decía que ya
tenia familia, ella compartid la hija de su
hermana, o sea, yo. Era también su hija. Esa
era mi tía Camila, quien se haría cargo de mí,
aun con el corazón desgarrado por la perdida
de mis padres me consolaba pensando que no
estaba sola, tenia a la tía Camila.

Mi tía llegó al entierro de mis padres, recuerdo


sus manos en la mía, recuerdo su mirada
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triste y como se arranco una lagrima y con


voz entrecortada me dijo:
- Duele, lo sé, pero somos mujeres fuertes, no
permitas que la lastima se apodere de ti,
Se fuerte, no me defraudes.
Al oír sus palabras luche contra el dolor,
contra el miedo y levante la cabeza, nunca
defraudaría a mi tía.
Mis recuerdos son borrosos de esos días, solo
recuerdo que mi tía se hizo cargo de todo,
vendió los bienes de mis padres, recogió mis
pertenencias y nos marchamos.
- No mires atrás, Hoy empiezas una nueva
vida - dijo
Así deje atrás quince años de amor, mi hogar,
mi infancia. Deje atrás unas frías tumbas,
sueños y felicidad. Empezaba una nueva vida,
mi tía Camila y yo seguíamos el camino al
mañana, atrás se cerraba la puerta del
pasado. Cuan lejos estaba de saber que
recorría el camino al futuro, con la hija de
lucifer, porque mi tía Camila era otra cuando
de nuestro pueblo y hogar se alejaba. Y esa
otra, era quien viajaba a mi lado.
Cuan inocente iba, me consolaba saberme a
su lado, imaginar vivir con ella era como un
sueño. Perdí a mis padres, pero ellos me
habían dejado con quien siempre he
admirado. No estaba sola, seria como ella una
triunfadora, una mujer fuerte y ella me
amara, será como mi madre.
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Con estos pensamientos me dormí hasta que


su voz me despertó:
-Despierta Beth, hemos llegado
Mi tía siempre me llamaba Beth, decía que era
más hermoso que Elizabeth.
Mire la casa de mi tía y me sorprendí, era
hermosa, más de lo que había imaginado.
Camine junto a ella, entramos al vestíbulo de
la casa y pensé:
Se fuerte, empiezas una nueva vida. Una
nueva vida en el mundo hermoso de tía
Camila.

II
La tía Camila

Paso el tiempo y poco a poco mi corazón fue


cicatrizando, extrañaba a mis padres, sus
risas, su amor y el calor de mi hogar. Tía
Camila era poco afectuosa pero muy
generosa, me había rodeado de comodidades
y conocimientos. Vivía con lujos, buenas y
bellas ropas, asistía a un buen colegio,
también recibía clases de etiqueta y protocolo,
arte e idioma. Poco a poco me convertía en
una chica más de sociedad. Mi tía decía que
de mi cultura dependería mi triunfo en la vida.
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Yo la admiraba y ser como ella era mi sueño.


Cuan lejos esta de saber que nada era gratis,
ella tenía un plan para mi futuro.
Los primeros tres años que viví con ella jamás
vi nada que delatara el tipo de vida de mi tía,
pocos amigos la visitaban. Yo pasaba el mayor
tiempo sola en la casa.
Un día, cerca de cumplir los diez y siete años,
al llegar de mis clases encontré a mi tía con
un amigo, a quien llamaré el Sr. Benoit, este
era un hombre de unos cincuenta años, viudo
y sin hijos, de estatura baja, barriga
prominente, mirada lasciva y piel grasosa.
Desde que lo miré me inspiro repulsión y al
saludarme sus manos sudaban. Mi tía me
informo de que era su novio y que pronto
viviría con nosotras. No entendía que le podía
ver a semejante hombre, luego supe que lo
que le veía era su enorme billetera. El
esperpento era dueño de varias empresas y
uno de los tipos más rico y codiciado en el
medio donde se desenvolvía tía Camila.
Benoit empezó a ir diariamente a nuestro
hogar, hasta vivir casi ahí. La vida de mi tía
cambió por completo, ya no salía a trabajar y
su única obligación era satisfacer los caprichos
de “Grasa” como lo llamaba en secreto.
Pasado un tiempo empecé a comprender lo
que realmente era mi tía, las orgías que
hacían, los amigos y amigas que frecuentaban
la casa, me abrieron los ojos.
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Mi tía se veía feliz, exhibía su hombre como


un trofeo, estaba en la cima de su odiosa vida,
mientras yo me escondía en mi habitación y
odiaba ver llegar las noches.
“Grasa”, siempre era muy atento conmigo, se
desvivía por darme regalos sin motivos, mi tía
me obligaba a aceptarlos e insistía que debía
tratarlo con mas cariño, pero yo le temía, sus
ojos desnudaban y al abrazarme siempre lo
hacia de una manera que ofendía.
Una noche después de una de sus fiestas,
borracho entro a mi habitación, yo dormía y
desperté al sentir su alcohólico aliento y sus
sudadas manos acariciándome, el miedo me
paralizaba, rogaba a Dios que se fuera,
rogaba y rogaba y Dios no me escuchaba.
Él siguió tocándome, yo sentía que en
cualquier momento iba a vomitar, sin poder
más grite de terror. Mi tía acudió a mi grito y
al verlo en mi habitación pregunto:
-¿Qué pasa?- vi en su mirada que había
adivinado todo.
Él la miro y le dijo: - Parece que Beth ha
tenido una pesadilla, pero ya esta más
tranquila. ¿Verdad Beth?- dijo volteando a
mirarme y vi en sus ojos rabia y a la vez
lujuria.
Me quede callada y me escondí entre mis
sabanas. Pensando que hablaría con mi tía al
otro día, no podía volver a dormir tranquila.
Deseaba irme.
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Nunca olvidaré esa noche, jamás me he


sentido tan sola y desvalida como ese día,
estaba sola, dentro de mi sabia que mi tía no
me defendería y tenía la certeza que él
volvería, vi el deseo en sus ojos, vi el infierno
de su alma; pero ilusamente persistía en
engañarme y seguía pensando que mi tía me
amaba y me protegería.
No dormí el resto de la noche, vi salir el sol y
con su luz me levante presurosa, deseaba
lavar con agua el olor nauseabundo que
dejara en mi piel el miserable tipejo, que me
había robado la fe y tranquilidad en el hogar
que creía tener.
Lave con rabia mi cuerpo y sentí que el agua
purificaba mi piel, purificaba mi alma, pero
nada seria ya igual, se había abierto la puerta
del infierno y era yo sin saberlo la ofrenda
para el Dios dinero que era el novio de mi tía.
Ellos habían hablado. El “Grasa”,
Conociendo la codicia de mi tía, la tentó. Le
ofreció más riquezas de lo que pudo soñar.
Nada era mucho, con tal de satisfacer su
lujuriosa obsesión. Mi tía era adicta al lujo, a
brillar como reina, entre las de su clase y no
iba a perder su mina de oro. En su sórdido y
muerto corazón creía que entregarme no
dañaba a nadie, al contrario, me abría las
puertas a su mundo. Después de todo había
invertido tiempo y dinero en prepararme. Así
aseguraba su futuro, su vejez.
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Sabia, porque no era tonta, que su belleza


pasaría y le aterrorizaba la pobreza, el olvido.
Todo quedo claro, “Grasa” pagaría mi
inocencia, seria el iniciador de mi calvario y a
cambio mi tía recibiría el dinero y poder que
siempre soñó, seria la esposa del Demonio, de
“Grasa”, y su única heredera, yo seria su
juguete, su mas baja lujuria.

Salí dispuesta a hablar con mi tía, sin saber


que a partir de unos días yo viviría el más
terrible infierno, la encontré en la terraza,
como si también me esperase.
-Acércate Beth, tenemos que hablar. ¡Ven!,
siéntate a mi lado. - dijo, señalando una silla
a su lado.
-Tía, te buscaba, necesito también
hablarte.-Dije y me senté donde me indico,
estaba asustada, pero más miedo me daba
callar y volver a sentir las repulsivas manos y
aliento del “Grasa”.
-Antes de que hables Beth, quiero que me
oigas y luego podrás hablar.
Me miro con ternura y sentí en esos
momentos que no estaba sola, tenía a mi tía.
La mire y ella empezó a hablar, ¡cuánto la
quería!, era para mí como la madre que había
perdido.

-Beth, antes de hablar de lo sucedido anoche,


quiero contarte la historia de mi vida, se que
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eres inteligente y ya sabes cual es mi


verdadera profesión, aunque mantuve esa
vida alejada de ti en estos años. Soy una
“Dama de Compañía”, muchos nos llaman
prostitutas, pero realmente diferimos mucho
de ellas.-
Yo baje los ojos para que no leyera en ellos la
vergüenza y asco que sentía con sus palabras,
realmente trate de no pensar en ella como
una prostituta, prefería creerla una mujer que
vivía de su amante adinerado.
-Llegar donde estoy, vivir con lujos, alternar
con la alta sociedad, no ha sido fácil, ni mucho
menos elegir este medio para hacerlo. Pero
quiero que entiendas que aunque nos llamen
putas, rameras, prostituta, no lo somos.
Trabajo para una compañía que brinda el
servicio de mujeres cultas, elegantes como
damas de compañías, nuestro contrato
estipula que podemos hacer el papel de
acompañantes, secretarias, anfitrionas, lo que
el cliente desee, pero no nos obliga a dar
placer sexual. No te negaré que muchas si lo
hacen y reciben regalos a cambio de esto,
pero eso es asunto de ellas.
Yo soy, hoy por hoy, la mejor cotizada,
podríamos decir “La Reina”, eso desde luego
posee ventajas, puedo aceptar o rechazar
contratos, recibo mayores beneficios de la
compañía y los mejores clientes son míos. Ya
estoy envejeciendo, dentro de pocos años no
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seré tan deseada ni buscada, otra tomara mi


lugar, por eso acepte a Benoit como mi pareja
fija y hace pocos días todos mis sueños se
hicieron realidad, Benoit me pidió matrimonio.
Si, no me mires así, ya sé lo de anoche,
estaba borracho y tú eres muy hermosa. Yo
soy la única culpable, debí darme cuenta que
ya eres toda una hermosa mujer, pero gracias
a Dios, llegue a tiempo y solo te llevaste un
gran susto.
Beth, sabes que te amo como la hija que
nunca tuve, pero quiero a Benoit, deseo
casarme y poder caminar con la frente en
alto, ser aceptadas, por esos que hoy me
miran con desprecio y lo más importante,
proveerme para mi vejez.
Por todo esto, he tomado una decisión, por tu
bien y el mío.
Ya hable, con May, ¿la recuerdas?, te recibirá
en su casa, sabes que May vive en Londres, es
viuda y vive sola. Lo que no sabes es que era
como yo, pero también como yo, encontró un
buen hombre, mejor digo un hombre rico, se
casó y hoy es una viuda muy rica y respetada.

Yo podré casarme, tú podrás seguir tus


estudios y te visitaré a menudo, todo será
distinto después que nos casemos, Benoit me
juro anoche que jamás volverá a molestarte,
pero yo prefiero tenerte lejos por un tiempo.
Luego ya veremos.-
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Abrazándome, con lagrimas en los ojos


termino diciendo -¿Me comprendes Beth?, te
quiero tanto, pero tengo tanto miedo a la
soledad, a no tener nunca un verdadero
hogar, a llegar vieja y pobre, ¡No lo resistiría!
-No llores tía, te entiendo y haré todo lo que
digas, eres como mi madre.
-Gracias mi amor, veras que todo será
distinto, Benoit no es malo, aprenderá a verte
como una hija. Bueno, ahora llamaré de
nuevo a May y prepararé todo para llevarte
este fin de semana. Ve recogiendo lo que
desees llevar. Tenemos pocos días y mucho
por hacer.-
Dándome un beso se alejó para llamar a su
amiga. Yo aún estaba como en trance,
alejarme de allí me parecía una idea
maravillosa, pero a la vez era como aquel día
cuando sin mirar atrás deje mi pueblo, era
como si mi destino fuese cerrara puertas para
seguir avanzando. Subí a mi habitación
mientras mi tía hablaba con May.

-May llegamos el sábado.


------------------------------
-Sí, como ya te explique.
-----------------------------
-Bien, ultimamos todo cuando llegue, un beso
querida.
-----------------------------
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Elegir que llevar y que dejar me ocupo los días


siguientes.

El sábado como lo había planeado tomamos el


avión para Londres, no mire atrás, no sentí
lastima, era fuerte como mi tía me había
enseñado.
Llegamos en el horario establecido y allí esta
May esperándonos.
- ¡Camy!, ¿Beth?, pero que hermosa y grande
estas.
- ¡Tía May!- me alegro verla, siempre había
sido de las amigas de mi tía mi preferida.
-Jajaja, que gusto verte Beth, May, siempre
hermosas- nos saludó dándonos un fuerte
abrazo.
- Bueno chicas el auto espera.
May era una hermosa mujer, como de la edad
de mi tía, alta, rubia, elegante y culta, según
supe tiempo después, fue muy cotizada y
quien inicio a mi tía en el mundo de las “Dama
de Compañía”, eran muy buenas amigas, creo
sin temor a equivocarme, la única amiga
verdadera que tenía. Entre ellas existía una
fuerte semejanza de ideales y temperamentos
y se complementaban de maravilla.
-May, ¿esta todo listo?
-Si, como me pediste arregle todo.
Beth, espero que disfrutes tu estadía conmigo,
creo que serás feliz, tu tía me dijo que te
gustaba mucho leer. Yo ayudo a los jóvenes y
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dos veces por semana se reúne un grupo en


casa, tenemos un club literario.
_ ¿De veras? Me encantará participar y
gracias por recibirme
-De nada mi amor, es un placer, sabes que
vivo muy sola y tenerte alegrará mis días.
Bueno ya llegamos. ¡Bienvenida a tu nuevo
hogar!
La casa de May era hermosa, un pequeño
palacete, con un jardín frontal hermoso, lleno
de flores de mil colores y arbustos muy
artísticamente podados. Al entrar me
maravillo el buen gusto de su decoración, era
sobria con toques modernos, de enormes
ventanales, el color predominante era el
blanco, con muebles en caoba y exquisitos
adornos. Lo que más me gusto fue el salón o
biblioteca, ¡Cuántos interesantes y hermosos
libros! May después me explico que su esposo
fue un hombre culto, amante de la lectura y
junto a él compartió el placer por la
adquisición de viejos y valiosos libros, y la
compra de pinturas y objetos de artesanía del
medio Oriente.
Desde el inicio me sentí en un paraíso y ella
me recibió como una sobrina, ¡tenia de nuevo
un hogar!
Al dejarme en la que seria mi habitación,
hermosa, juvenil y de buen gusto, mis tías
bajaron a beber un té y decidí dejarlas solas,
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hacia un año que no se veía y tendría mucho


de que hablar.

-Camy, cuanto tiempo sin vernos, te


extrañaba amiga, aunque tengo un grupo de
estiradas y rancias amigas, nunca he podido
olvidar nuestra amistad, contigo no voy a
fingir, extraño la vida nocturna, las reuniones,
las…
-¡Por Dios May!, Jajaja, es que nunca
cambiaras.
_Jajaja, ¿Pero que te has creído?, soy débil y
sabes cuanto me divertía esa vida.
Pero me gusta mucho el dinero, los lujos, la
nobleza y sí, no te lo negaré, verme tratada
con respeto, que deseen pertenecer a mi
círculo social y yo reírme por dentro. ¿Te
imaginas el escándalo, las frígidas “Damas de
alcurnia” enterarse que aceptaron una
prostituta en su selecto círculo? Es una dulce
venganza y la disfruto.
-May, ¿aún resentida?, pensé que lo habías
superado.
_ ¿Superarlo?, ¡Nunca!, no olvido los
desprecios que sufrí, no olvido que tuve que
irme de mi país, mi mundo por mujeres como
esas.
_May, olvídalo. Eres rica, te mueves en un
mundo que aquellas mujeres no podrían.
Además, él fue peor, dejo que su esposa te
hundiera. May, amor, tanto que te pedí que
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no le creyeras, era un hombre casado, no con


la esposa si no con su fortuna.
-Lo se amiga, pero fue mi gran amor, ni aun
con su muerte he podido arrancármelo.
James, mi esposo, fue maravilloso conmigo,
aun sabiendo mi pasado me amo, por eso
mientras vivió jamás lo traicione, a mi modo
lo quise. Soy hoy lo que él hizo de mí, pero
volví a mis raíces, tengo una agencia de
“Damas de Compañía” aquí, nadie sospecha,
pero cada chica que preparo, lo hago con mis
experiencias y no sabes cómo disfruto ver
como alejan los mariditos de las Señoronas.
Jajaja.
-Jajaja, ¡Eres terrible!, pero ahora explícame,
¿cómo haces para evitar que descubran que
eres la dueña?
-Fácil, corren tiempos modernos, poseo un
gerente, el da la cara. Pero dejemos mi vida a
un lado, ahora explícame lo de tu sobrina y tu
trato con Benoit.

Recorrí toda la mansión, era más hermosa que


lo que creí en un principio, hasta poseía una
piscina bajo techo. Entre y cuánta no fue mi
sorpresa, allí estaba el hombre más hermoso
que viera jamás, estaba recostado en un
sillón, al sentirme abrió los ojos, ¡Qué ojos!,
me miro y sentí mil mariposas bailando dentro
de mi.
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-¡Hola!, ¿Quién eres?, ¿Estaré soñando?, ¿Un


Hada?, ¿Una princesa?- me preguntó en
perfecto ingles.
-¡Hola! – Respondí nerviosa – Soy la sobrina
de May.
-Cierto, May me había contado que llegabas,
hoy.- se paró y acercándose pude apreciar
más de cerca su rostro, parecía un dios
griego.
- ¡Bienvenida!, soy Peter, sobrino político de
May.
-¡Gracias!, Soy Beth…Elizabeth- Dije
sonrojándome, pues me pareció que vio mi
admiración por él.
-Bueno Beth, no seas tímida, ambos somos de
la familia y nos veremos muy a menudo.
_ ¿Vives aquí?
-Jajaja, lo parece, ¿verdad? No, vengo muy a
menudo, adoro nadar y no tengo piscina bajo
techo. May es muy buena conmigo, si por ella
fuese viviría aquí. Pero debo atender el
negocio de la familia y esta casa queda muy
lejos del centro. Pero creo que ahora vendré
más a menudo, tengo dos buenas razones. Me
alegra tenerte con nosotros, Beth, ¿Puedo
llamarte así?, otro día espero conocernos
mejor, ahora debo atender un negocio- sonrió
con picardía y me dio un beso en la mejilla.
-¡Gracias!, si puedes decirme Beth. Hasta
pronto-dije muy nerviosa, ya que su beso fue
como si me quemara.
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Se alejó hacia la casa despidiéndose con una


picara sonrisa, sentí que se fuera deseaba
saber más de él.

-Perfecto May, entonces todo queda en tus


manos. Mañana a primera hora parte mi
vuelo, volveré en seis meses, espero que todo
marche bien.
-Confía en mi, ¿cuándo te he fallado?
-¡Nunca!, gracias May, este matrimonio es
importante para mí.
-Lo se amiga, vaya si lo se…

- ¡Hola Beth!, ¿todo bien?


-¡Gracias Tía May! Es hermoso todo, la casa,
los jardines, la biblioteca. Por cierto, tía,
conocí a tu sobrino.
-¿Mi sobrino?, ¡Ah, Peter!, si un gran chico, el
hijo de la hermana de James, mi difunto
esposo. ¿Y dónde esta ese bribón, que no ha
venido a saludarme?
- Lo vi en la piscina, creo que ya se fue, dijo
que tenía un negocio pendiente.
-Así es Peter, mi esposo lo adoraba, él entra y
sale y a veces ni cuenta me doy. Un buen
muchacho, muy trabajador y responsable,
maneja los negocios de la familia.
Bueno chicas vamos a comer, tengo mucha
hambre y ustedes. me imagino, estarán
cansadas y hambrientas.
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Al otro día muy temprano la tía Camila se fue,


May dedico el día para enseñarme los
alrededores.
Los meses siguientes, fueron maravillosos, las
tardes literarias, las horas descubriendo los
tesoros de libros de May, las conversaciones
con Peter y las salidas con May a las elegantes
boutique, ya que decía que mi ropa no me
favorecía, me enseño a maquillarme, los
colores adecuados según el color de mi piel,
fuimos al salón de belleza, en fin, hizo un
cambio muy favorecedor de mi.

III

El infierno

Cada vez que veía a Peter notaba en su


mirada que los cambios me favorecían,
hablábamos mucho y cada día me gustaba
más, estaba loca por él y aunque veía que le
gustaba, no entendía porque no lo decía.
Una tarde estando jugando en la piscina,
nadábamos por debajo del agua, no sé que
paso, nos quedamos mirándonos, era como si
fuéramos imanes, algo muy poderoso nos
unió.
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La pasión nos dominaba, sentir sus besos, sus


caricias, ¡era la locura!, su boca me hacia
sentir un deseo de entrega, sus manos suaves
recorrían mi cuerpo y este se entregaba
voluptuosamente a ese deseo, el deseo de
conocer ese placer único.
Su boca bajo por mi cuello y yo deseaba más
y más. Sin poder contenerme susurre
-¡Si, sí¡...Dios, cuanto te quiero!
Salimos de la piscina y él se desvistió y con
delicadeza hizo lo mismo conmigo.
Me miro largamente, recorrió mi cuerpo y me
beso, sentí que el mundo se movía, poco a
poco su boca fue deslizando, mientras sus
manos me acariciaba, el placer recorría mi
cuerpo, su boca se adueño de mis senos y
sentí como me humedecía, mi cuerpo se
agitaba, se abría, esperando culminar mis
ansias, esperando ser poseída. Siguió bajando
y miles estrellas cubrieron mis ojos, el éxtasis
del deseo, del placer me cubría, se adueño de
mí con su boca y mi cuerpo respondió
acoplándose, ya nada importaba solo sentirlo
mi dueño. Gemía y bailaba al compás de su
boca, al frenesí de su lengua. Fue hermoso,
sublime... desee más aún y abrí mis piernas
esperándolo, deseándolo. En ese momento me
pregunto:
-¿Eres virgen?
-Si- respondí
Y para mi sorpresa se detuvo al instante.
23

-Lo siento, no estoy con vírgenes, no lo


soporto.-
No podía creer lo que oía, no entendía,
siempre creí que mi entrega seria por amor y
a él lo amaba, con ese amor que todo
perdona, que todo entrega.
-No entiendo, ¿Por qué, me rechazas? Creo en
el amor y te amo, te deseo, te doy lo mejor de
mí.
- Me gustas mucho, te amo y podría llegar
amarte más, ¿pero una virgen?, lo siento, no
me gustan.-
Yo lo miraba incrédula, sentía que un frió me
paralizaba.
-Beth, lo siento de veras, es algo superior a
mi, si me amas resolverás eso.-
Y mirándome con tristeza, se puso su traje de
baño y se marcho.
Sentía morirme, sentía que nada tenia
sentido. Temblaba aún de deseo y sentí
miedo. Miedo a perderlo... ¿Qué hacer?

May estaba en la sala, con un trago en la


mano y la mirada inquieta.
Peter entro, May lo miro interrogadora.
-¡Esta hecho!- dijo él, y se dejó caer en el
sillón.
- ¿No terminaste verdad?
-No, hice lo que pediste. Dame un trago.
24

May le pasa el trago y aun preocupada le


pregunta
-¿Qué te pasa?, No me digas qué tienes
escrúpulos, ¿Tú?, Si jamás te has molestado
en lo que siente o sufre una mujer. Sólo te
interesa el dinero.
-Jajaja, ¿Pasarme? ¡Nada!
-Peter te conozco, yo te enseñe todo lo que
sabes y se que esta vez no es igual.
-May, Jefa, creo que ya estas un poco vieja,
Jajaja, es broma. No me pasa nada, bueno
terminé el trabajo, ahora es tu turno. Págame
que tengo una cita con una vieja, pero muy
rica.
-¿Vieja?, jajá jajá, si no fueses mi preferido te
cancelaría hoy mismo, pero me haces ganar
mucho y eres el mejor. Aquí tienes y ya sabe
no vuelvas por aquí, estas de viaje.-
Peter tomó el dinero sonriendo y dándole un
beso a May cerró la puerta. Al cerrarla murió
su sonrisa y triste susurro: -¡Beth!

Pasaron los días y no tuve noticias de Peter,


no respondía su celular y May me dijo que
estaba de viaje. Sentía que me sumía en un
infierno, un infierno porque no soportaba su
ausencia y la incertidumbre de perderlo me
enloquecía.
25

Después de tres semanas, no podía disimular


mi infinita tristeza, me había enamorado por
vez primera y el amor me había herido.
Una tarde sentada en el jardín, perdidos los
pensamientos en la soledad y desesperación,
May se acerco a mí y me pregunto:
- Beth, ¿Qué te pasa?, te he dado tiempo para
que me confíes qué te pasa, porque sé que
sufres.
En ese momento me quebré, tanto dolor
contenido y oculto emergió y estallé en llanto.
-Mi niña, ¿Qué es lo que te pasa?- me dijo
abrazándome.
- ¡Ay!, May, me he enamorado de Peter, pero
el no me quiere.- dije entre sollozos.
-Sabia que algo así era el problema. ¿Por qué
dices que no te quiere?, ¿Él te lo dijo?
Desgarrada por el dolor le confié todo y
termine preguntándole:
-May ¿qué hago?, ¿cómo resuelvo este
problema?
-No sé, Peter es un buen hombre, pero
siempre estuvo con mujeres muy vividas,
nunca le he conocido una chica como tú.
-¿Es tan grande tu amor?, ¿Estas dispuesta a
todo por él?
-Lo adoro May, estoy dispuesta a todo con tal
de no perderlo.
-Pues entonces nada mas fácil, se una mujer
como a él le gustan. Aprende el arte de la
26

seducción, se toda una mujer y olvídate de la


idea de virginidad.
-¿Cómo May, cómo hacerlo, acostándome con
el primero que pase?
-No Niña. Jajaja, aprendiendo trucos, ningún
hombre si es bien seducido podrá detenerse a
pensar si eres o no virgen. Debes llevarlo a
desearte como un loco y ya veras si tengo o
no razón.
-Entiendo y ¿Cómo aprendo eso?
-Mira aquí tengo una buena amiga, es dueña
de una agencia como en la que tu tía
trabajaba, no debes temer, sólo iras para
aprender y nadie lo sabrá.
-May no te ofendas pero me da miedo.
-¿Miedo a qué? Nada te sucederá. ¿Quieres o
no retener a Peter?
- Si, No soportaría perderlo. Sé que me ama,
pero me teme.
- Pues deja de llorar, mañana iremos a la
agencia, para el mundo es una agencia de
modelos, nadie sabe que encubierta hay una
agencia de “Dama de Compañía”. Mi amiga
me debe muchos favores, nos ayudará.
-Ahora levanta ese ánimo y descansa,
aprenderás a ser mujer, ya veremos a Peter
loco a tus pies.
-¡Gracias May, Gracias!
-De nada, mi amor, para eso somos las tías.
Aunque me repugnaba la idea de acudir a ese
centro, acepte porque no iba como una
27

empleada, iba solo a aprender. Tenía que


conquistar a Peter, no podía perderlo.

-Hola Margaret, gracias por recibirnos, esta es


Beth, mi sobrina, ya te explique por teléfono.
¿Crees que podrías ayudarla?
-May, Beth encantada de conocerte. Claro
amiga, Pasa. Ya tengo todo listo.-marco el
intercom y dijo: - Jenny, avísale a la profesora
Aileen, que pase por el despacho.
-Siéntanse, Aileen vendrá enseguida, es
nuestra mejor empleada, como aquí decimos
nuestra mejor arma, en manos de ella podrás
aprender todo lo que necesitas.
-Gracias Margaret, seré muy agradecida con
ella.
-Olvida eso May, te debemos mucho, será un
gusto poder ayudarte.
Entro una mujer muy elegante, hermosa, de
esas mujeres que no pueden pasar por
desapercibidas.
-¿Me llamabas Madre?
-Entra Aileen, aquí esta la sobrina de May, ya
te hable de ella, la dejo en tus manos.
-Hola May, que gusto verla- dijo mirándome
analizadoramente.
-Mmmm, muy buen material, es un
diamantito, sin pulir claro. Ven mi amor,
acompáñame.
28

-Beth, estas en buenas manos, sigue sus


consejos y ejemplos. Volveré en unas
semanas a buscarte.
-¿Te vas tía?, ¿Me quedo aquí?- le pregunte
inquieta y sorprendida.
-Es necesario, Beth, no temas aquí estarás
segura y tendrás de esa forma más tiempo
para aprender. ¿No es lo que querías?
Esas semanas, aprendí el arte de seducir, me
enseñaron desde como hablar, caminar,
mover el cuerpo, técnicas amatorias y según
ellas lo que a los hombres les gusta.
Me sentía inquieta, a veces hasta deseaba
terminar con todo, pero el recuerdo de Peter
hacia que continuara. Las chicas eran muy
simpáticas, unas trabajaban sólo como el
contrato decía (No tenían sexo con sus
clientes), otras eran realmente unas putas
caras.
Aileen, mi maestra era la mejor, “La Reina”, y
tenia un amor secreto, según se rumoraba un
hombre muy poderoso y de la realeza, ella
solo veía a este cliente, el exigió que su
contrato fuese exclusivo, ella pronto saldría de
allí y viviría en un apartamento que el le
compraría, las demás chicas se disputaban el
lugar que ella dejaría vacante, la tensión se
sentía en el ambiente, ser “La Reina” les daba
cierta libertad y podían elegir sus contratos y
recibían todos los beneficios dentro de La
Agencia.
29

Aunque todas me trataban con consideración,


sentía que les molestaba mi presencia, era
una intrusa. En esa semana allí, conocí las
miserias de aquellas chicas, muchas estaban
allí porque nada mas sabían hacer, otras por
los placeres y el dinero y muy pocas porque
pensaron que allí tendrían un hogar seguro y
familia, esas no permitía sexo en sus
contratos y hasta tenían novios. La agencia
tenía una cláusula al aceptar, una joven,
debían retribuir los gastos de su preparación,
esto estipulaba cinco años en el cual debían
trabajar, si se iban antes eran demandadas.
Otra de sus cláusulas estipulaba que una
conducta inadecuada, tales como: escándalos,
alcoholismo, maternidad y drogadicción les
costaría la expulsión de La Agencia.
También descubrí que existían contratos de
hombres, estos vivían en otra mansión y se
desenvolvían como ellas. Eran Gigolos.
Vividores de las mujeres. Los preparaban
igual, eran expertos seductores, buenos
acompañantes, cultos, grandes bailarines,
agradables y muy atractivos. Como ellas
tenían su “Rey”.
Era un mundo difícil, con sus secretos, la vida
de alguna de esas chicas era triste, aun
rodeadas de lujos, no eran libres y la soledad
las consumían. Era un pequeño infierno
terrenal.
30

IV

BETH

Después de esas semanas volví a la casa de


May, ella planeo mi encuentro con Peter,
estaba nerviosa pero ansiaba verlo y jugarme
el todo por el todo.
Como se había planeado lo espere en el salón,
May salio dejándome sola, Peter venia al
encuentro de May sin saber que era yo quien
estaría.
-May, ¿Estas?- dijo entrando al salón.
-Hola Peter, entra.- dije aparentando una
tranquilidad y seguridad que no existía.
-¡Tú! -dijo mirándome como si desease ver a
través de mí.
-Si, Yo. Dijiste que podía llamarte cuando
resolvieras el problema.
-¿Qué has hecho, Beth, que has hecho?
- Lo que me pediste.
Con furia en los ojos, me zarandeo,
repitiendo-¿Qué has hecho, Beth, qué has
hecho?
-Lo que me exigiste para amarme.
-¡Estas loca, tienes que estarlo!
-Soy una mujer, ¿no era eso lo qué querías?
31

-¡No! – me miro con una inmensa tristeza y se


sirvió un trago, mientras yo me acercaba con
seducción, utilizaba todo lo que me habían
enseñado.
-¡Basta Beth, Basta! No sigas, pareces una
puta barata.- estas palabras me hirieron y lo
mire, no lo entendía.
-Ven, siéntate, se que esto me costara mi
futuro, pero no puedo callar y seguir esta
falsa. No tengo el valor. Me enamore de ti
Beth, no dejaré que te hagan daño. -
No entendía nada, él poco a poco, fue
narrándome los planes de mi tía, lo que el era,
lo que debía lograr que yo hiciera, cada
palabra era como si me apuñalasen, mi tía me
vendía por una boda y una fortuna, May la
ayudaba y Peter era solo un Gigoló, al servicio
de May. Lo mire con asco y solo dije:
-¡Calla!, es bastante con lo que me has
contado. No temas no te haré daño, ni
perderás tu empleo. Pero si es cierto que me
amas vas ayudarme, aun no se como, Mañana
te veré, seguirás fingiendo que los planes van
bien, Ahora vete, necesito pensar-.
Subí a mi habitación y llore tanto que ya no
sentía dolor, solo un vació enorme, todos iban
a pagarme este dolor, conocerían mi
venganza. Sufrirían donde más les dolería.
32

-Buenos días mi niña, ¿Cómo te fue con Peter


anoche?
-Bien tía- dije sentándome a desayunar, debía
fingir felicidad- Creo que lo convencí,
saldremos hoy.
-Jajaja, la pequeña mosquita atrapa a su
primera presa. Te deseo éxitos, después me
cuentas. Bueno nos vemos más tarde debo
hacer varias diligencias- se despidió tirándome
un beso-
Cuanto odio sentí, en ese momento ya sabía
como seria mi venganza.
Llame a Peter y le explique en que consistía su
ayuda, nos veríamos esa noche y los demás
días, para que nadie sospechase. Ellas me
habían destruido yo lo haría también.
Hice varias llamadas más, mi venganza
empezaba.

Un hombre llega al aeropuerto de Londres,


una mujer lo espera en un automóvil, recorren
la autopista hacia el destino, se detienen en
una oficina de abogados.
Como la diosa egipcia de la venganza,
Némesis, la dama al salir sonríe, ha iniciado
su venganza.
Varias horas después el caballero se despide,
la dama le ofrece sus labios, el parte feliz y a
ella, un sollozo se le escapa. Lo limpia con
33

rabia, eleva la mirada y hay en sus ojos una


dureza que hiela al mirarlos.
Lo espera recostada en un sillón de la piscina,
Peter la mira de lejos, se acerca esperando
aun reconocer aquella a quien ama, ella
levanta los ojos, el siente un frió en el alma;
silencioso le entrega unos papeles, ella los lee,
lo mira y el odio, asoma.

-Gracias, Peter, espero que me avises donde


te hospedaras. Has cumplido, yo cumpliré mi
parte.
-Adiós Beth, nunca podré olvidarte.
- ¡Adiós, Lo harás!

-¿Qué dices?, ¿pero cómo paso eso?, Cálmate


May, llego en el próximo vuelo.
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-------
-Sí, te entiendo. Hasta Pronto.

Camila se queda observando el teléfono, no


comprende que sucede, es increíble.
Benoit, podrá ayudarme, piensa. Se viste
apresurada y sale. Lleva mucha prisa.

Benoit recibe la llamada, sonríe satisfecho,


como hombre de negocio, siente que ha
cerrado el mejor trato de su vida.
34

-Benoit, perdona que entre así, necesito


hablarte.
-Hola Camila, ¿Qué pasa?
-Necesito tu ayuda, ¡es urgente hacer algo!
-Cálmate, vamos por parte, ¿qué sucede y en
qué puedo ayudarte?
- Mi amiga May, te he hablado de ella. La han
descubierto, todos la repudian, ya saben lo
que era y que es dueña de una agencia de
“Damas de Compañía”, esta desesperada, la
han demandado, por tener un prostíbulo. ¡Es
un escándalo!
-¿Y en qué o cómo puedo ayudarte?
-Necesito dinero, debo salvarla de ir a la
cárcel.
-Lo siento Camila, no puedo darte nada. No
tengo.
-¿Cómo que no tienes?, si eres riquísimo.
- ¿Yo?, no, mi esposa lo es.
-¿Tu esposa? ¿Qué broma es esta?, Tú no
tienes esposa.- lo mira espantada y sin
poderse contener le grita:- ¿Es qué me has
engañado, todo era una mentira?
¡Maldito Perro!, Me ofreciste matrimonio.
Hicimos un pacto.
-Lo siento Camila. Me he casado hacen cinco
días.
-¡Qué! ¡Te has burlado de mí!, Pero eso no se
queda así, veremos que dice tu esposa al
conocerme, ¡le contaré todo!
35

-¿Eso deseas?- acercándose le habla a su


secretaria.
-Siéntate Camila, en unos momentos veras a
mi esposa.
Camila no puede creer lo que escucha, se
siente perdida, tanto tiempo malgastado con
este cerdo, sus sueños destruidos, ¿Qué hará
ahora?
La puerta se abre, Camila se voltea dispuesta
a destruir al cerdo, a contarle a la esposa
quien es.
-Hola Camila, ¿deseas hablar conmigo?
Camila la mira, no puede creer lo que ve.
-¡Beth! ¡Tú!
-Si, yo, la esposa de Benoit, ¿en qué puedo
ayudarte?
-¿Pero cuándo, cómo?
-¿Cuándo? Cuando me entere de tus planes,
cuando supe que, tú, mi propia familia me
vendías, me utilizabas. ¿Cómo? Muy simple,
llamé a Benoit y le ofrecí una mejor opción:
Yo en vez de una puta, ¡tú!
Yo, alguien que aunque no lo ama, lo
respetara. Yo, alguien que por destruirte soy
capaz de todo. Benoit es un hombre bueno,
me dio su apellido, su hogar y todas sus
riquezas, yo cuidare todo esto, trabajo con él
y sabré agradecer su ayuda.-
- Me dices puta y tú ¿qué eres? Te has
vendido, eres como yo.
36

-Quizás, soy como tú, pero puta, ¡nunca!, yo


sólo he hecho un matrimonio basado en la
verdad, no engaño y él sabe que mientras
viva lo respetare. Vete Camila, ¡Vete!
Ah, y no intentes molestarnos de nuevo,
porque entonces te arrojare como lo que eres.
Y a tu amiga la he hundido yo. No podrás
ayudarla.
Camila mira a Beth y ve en sus ojos un frió
odio, sabe que ha perdido, sale dando un
portazo. Levanta la cabeza y camina al
ascensor, ha perdido todo. Le recorre un frió y
abrazando su abrigo sale a la calle, camina
vencida, la acompaña la soledad.

No sé, el afán de odio me ha hundido, me


siento sola, culpable. Use los mismos trucos
de mi tía, Seduje a Benoit, tengo todo cuanto
el dinero puede darme, pero cada vez que me
toca siento que muero, de asco y de
vergüenza.
Ahora sabes mi historia, ahora comprendes mi
gran culpa, mi tía lo dijo al final, soy como
ella, me vendí, no importa si esa venta es con
mi esposo, no lo amo, le doy placer porque
me compró. Tenemos un contrato.
He vaciado aquí mis miserias, ahora entiendes
porque he de sufrir, he de pagar.
37

Trabajo en la empresa de Benoit, soy su


mujer y soy inmensamente infeliz. Tengo todo
por lo cual me vendí.

Siente la llegada del esposo, Benoit, suspira


resignada. Cierra el diario, lo tira al fuego, no
mira atrás, levanta su frente y cierra la
puerta.

Sigue su destino, esta vez, cierra la puerta


del pasado sin avanzar.

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