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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

Sociología Agraria

Nombre: Christian Villota


Fecha: 27/10/2019

Cuestión Agraria

La cuestión agraria es el resultado de un conjunto de problemas generados por el proceso


de acumulación capitalista y el desarrollo de la agricultura y, en particular, de la cría de
ganado. En América Latina se relaciona con la estructura agraria intensamente
concentrada y con los procesos de expropiación y exclusión de los campesinos, en las
diversas modalidades en que éstos producen sus condiciones de supervivencia. Por lo
tanto, la cuestión agraria es característica del desarrollo del capitalismo; nace de las
desigualdades y contradicciones de ese sistema, cuyos principales factores son políticos
y se expresan en el control de los precios, del mercado y de las políticas agrícolas. Los
grupos que poseen el poder invierten grandes sumas en investigación, infraestructura y
tecnologías. Las desigualdades generan aumento y concentración de riqueza y tierra, y,
simultáneamente, intensifican la pobreza y la miseria.

El conjunto de problemas que afecta a la cuestión agraria puede ser atenuado y/o
reducido en escala e intensidad, pero es imposible de solucionar dentro de la
sociedad capitalista, porque solucionarlo implicaría afectar profundamente el
proceso de acumulación de capital en el campo, centrado en las grandes
propiedades y en la exportación. No obstante, el movimiento campesino lleva a
cabo movilizaciones constantes en su lucha por la ocupación de tierras, con
marchas, huelgas y acciones concretas en pro de la reforma agraria.

A mediados de la década de 1990, el avance de las políticas neoliberales produjo


innovaciones en la cuestión agraria latinoamericana. Con la globalización de
la economía se amplió la hegemonía del modelo de desarrollo agropecuario que,
con sus patrones tecnológicos, caracteriza al llamado agronegocio. A medida que
se restringía el protagonismo del Estado, los grupos económicos ruralistas
comenzaban a producir e imponer nuevas políticas agrícolas, extendiendo cada
vez más su control de los mercados. Esta nueva fase de la agricultura capitalista
modificó también las estrategias de control y explotación de la tierra. Gracias a la
intensificación de la mecanización y el uso de agrotóxicos –y a la introducción y
difusión del cultivo de plantas transgénicas– aumentó la producción y la
productividad de determinados cultivos. Esto provocó el aumento de áreas
agrocultivables ocupadas y la extensión de las fronteras agrícolas.

Estos cambios trasladaron la cuestión agraria fuera del ámbito rural. El aumento
de la producción y del control político y territorial fue acompañado por el
aumento de la exclusión, la pobreza y la miseria. En la segunda mitad del siglo
XX, el intenso éxodo rural hizo bajar el porcentaje de la población rural en toda
América Latina: del 43% en 1970 al 23% en 2005, según los datos aportados por
el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade). La población
urbana, a su vez, aumentó de 158 millones de personas en 1970 a 420 millones en
2005. En el campo, en números absolutos, la población se mantuvo estable: en
1970 eran 117 millones y, en 2005, 125 millones de habitantes. No obstante, con
la tendencia al intenso éxodo rural en baja, el desarrollo del campo ya no puede
pensarse, exclusivamente, como un espacio de producción sectorial. Es
imprescindible verlo desde una perspectiva inclusiva basada en el desarrollo
territorial, considerado como espacio de producción, residencia, trabajo y ocio.

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