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ALIMENTACIÓN
Alimentarse bien es indispensable para alcanzar y mantener un buen estado de
salud. Una alimentación adecuada es la llave para tener una buena salud y calidad
de vida pero, como contrapartida, una mala alimentación es la causa de una serie
de enfermedades que cada día nos afectan más y a edades más tempranas:
sobrepeso y obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares,
algunos tipos de cáncer. Suele decirse con frecuencia que una buena alimentación
debe ser sana y equilibrada. ¿Y eso qué significa? Básicamente, quiere decir que
nuestra alimentación tiene que incorporar de forma variada los distintos nutrientes
y grupos de alimentos, pero además debe hacerlo en las cantidades y frecuencias
adecuadas de acuerdo con las necesidades de cada persona en los distintos
momentos evolutivos.
De los 3 a los 6 años es una etapa esencial en la formación y consolidación de los
hábitos alimentarios. En esta etapa es fundamental educar a los niños y niñas a
comer de todo, evitando que se limiten a comer solo los alimentos de su preferencia.
Es una etapa en la que se tienen necesidades importantes de energía para el normal
crecimiento y desarrollo, por lo que es necesario garantizar el aporte de proteínas
de muy buena calidad (carnes, pescados, huevos, lácteos). También es muy
importante iniciarlos en el hábito de un desayuno completo.
De los 7 a los 12 años las necesidades de crecimiento siguen siendo prioritarias,
pero en esta etapa ya es más importante controlar que el aporte energético de la
dieta sea el adecuado para el desarrollo del niño o niña sin llevarlo a situaciones de
sobrepeso. Los alimentos imprescindibles para su normal crecimiento y desarrollo
son los lácteos, las frutas, las verduras y el pan (a diario); los huevos, las carnes y
transformados cárnicos y los pescados grasos y magros (blancos y azules),
alternados a lo largo de la semana; y las legumbres, el arroz y las pastas, varias
veces en la semana. Se debe de limitar al mínimo el consumo de bollos, dulces,
refrescos, quesos grasos y cremas de untar, y alimentos muy salados.
De los 13 a los 16 años se produce el denominado “estirón” y se alcanza la estatura
definitiva. La dieta en estas edades debe ser calóricamente suficiente y con un buen
aporte de proteínas de alta calidad y calcio, necesarios para que nuestro organismo
forme los músculos y esqueleto. Es importante que los padres y madres supervisen
la dieta de sus hijos e hijas para no caer en excesos, tanto los que puedan llevarlos
a situaciones de sobrepeso u obesidad como a dietas absurdas e inadecuadas que
tengan como finalidad adelgazar.
HIGIENE PERSONAL
Una higiene adecuada evita muchos problemas de salud, desde infecciones a
problemas dentales o dermatológicos. Para que nuestro organismo este saludables
es importante mantener la higiene de nuestro cuerpo. Como consecuencia de la
misma podemos deducir qué gracias al mantenimiento de la limpieza de nuestro
cuerpo, ganamos en salud. Sin lugar a dudas en uno de los aspectos más
importantes para llevar una vida saludable, por ello será necesario adquirir una serie
de rutinas diarias de higiene que nos ayudarán notablemente a mantenernos limpios
y aseados. Aspecto muy importante a la hora de vivir en sociedad como hacemos
los humanos. Dicha sociedad también se beneficiará de la higiene de todas las
personas que la componen. A modo de ejemplo brusco, podemos decir que a nadie
le gusta oler el sudor de otras personas cuando viaja en metro o en autobús. Por lo
tanto, hay que mantener una higiene personal mínima para poder vivir en sociedad
pacíficamente.
-Lavarse las manos con agua y jabón siempre antes y después de las comidas.
-Lavarse los dientes con cepillo y pasta dental después de cada comida.
- lavarse la cara con agua y jabón al despertar
- Ducharse todos los días, lavarse el cabello y peinarlo transmite que eres una
persona cuidada.
ADICCIÓN
Los padres, madres, tutores o familiares que no se involucran con sus hijos en el
uso de las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), los
convierten en huérfanos digitales. Si los niños, los adolescentes y los jóvenes usan
estas herramientas indiscriminadamente y sin un control, estos no sabrán
enfrentarse a los problemas éticos o morales que se les planteen. Por lo que serán
proclives a desarrollar hábitos poco saludables y estarán más expuestos a posibles
riesgos.
Un niño un adolescente o un joven que hace uso de las nuevas tecnologías no
presenta ningún indicio adictivo y lo hace para divertirse, comunicarse o jugar y
disfruta con ello. No hay señales de alarma si el uso que hace de ellas no interfiere
en sus obligaciones ni en sus actividades de tiempo libre. Es decir, si sigue haciendo
todo lo que hacía antes y además otras actividades, por ejemplo, jugar algún
deporte, reunirse con sus compañeros, recrearse con sus seres queridos,
responsabilizarse de hacer sus tareas escolares, ayudar en las tareas del hogar,
chatear de vez en cuando o buscar juegos que brindan entrenamiento en la red. En
definitiva, el uso de las nuevas tecnologías no supone un problema si es controlado
y está en equilibrio con su diario vivir.
Entre los síntomas para detectar una adicción a Internet, se encontramos con:
• Descuido de la salud y actividad física.
• Evita otro tipo de actividades importantes.
• Pérdida de contactos sociales.
• Total concentración en la pantalla, ignorando lo que pasa alrededor.
• Gran irritabilidad por ser interrumpido.
• Deja de participar en las actividades familiares y pasa todo el tiempo en su
habitación ante el ordenador.
ALCOHOL
El uso del alcohol produce: disminución del crecimiento celular, trastornos en el
equilibrio, trastornos en la circulación, trastornos sexuales, reducción en la
capacidad de razonamiento, accidentes, Si necesitas consumir drogas para disfrutar
de la vida, es que aún no has encontrado actividades sanas que te harán disfrutar
y tener felicidad. entre otras. Además, cuando el consumo de alcohol es
incontrolable lleva a los consumidores a presentar fuertes trastornos personales,
familiares y sociales que producen enfermedades cardiacas, gastrointestinales,
hepáticas (hígado), neurológicas (nervios), enfermedades mentales y también la
muerte.
TABACO
El tabaco es una droga en que las y los adolescente se inicia imitando a los mayores,
a veces es el primer paso para el consumo de drogas ilícitas. Después del alcohol,
el cigarrillo es la droga que más perjuicios está causando en nuestra sociedad ya
que contiene sustancias tóxicas como; nicotina, alquitrán, monóxido de carbono. A
largo plazo el consumo de tabaco puede producir bronquitis crónica y enfisema
pulmonar, riesgo de enfermedades cardiacas, Ulceras gástricas, cáncer de pulmón,
labios, laringe y boca. Como droga crea dependencia psíquica y probablemente
física. El síndrome de privación con frecuencia lleva consigo ansiedad depresión
irritabilidad inquietud, dificultad de concentrarse entre otras.
DESCANSO
Un buen descanso es crucial para estar sano. Tiene la misma importancia que una
buena alimentación o que la práctica de actividad física. Puede que sea uno de los
hábitos saludables más olvidados o que se toman a la ligera. Quizá en ocasiones
no se le da la suficiente importancia. El descanso es vital para que el cuerpo se
regenere de la actividad diaria, tanto física como mental. Nuestro cuerpo no para
durante todo el día y nuestro cerebro mucho menos. Estamos todo el tiempo
pensando, hablando, tomando decisiones en segundos, Por eso cuando llega la
noche es muy importante dejar reposar nuestro cuerpo. Si no lo hacemos, vamos a
pagar el desgaste al día siguiente. Y una falta de descanso prolongada puede
derivar en problemas de salud. Es por ello que debes darle mucha importancia a
este aspecto.
Las horas recomendadas para dormir a partir de la adolescencia son ocho. En los
niños, son diez horas de descanso. Estos valores disminuyen ligeramente a medida
que se aumenta la edad. Aunque cuando te vas acercando a la vejez vuelves a
retomar el sueño con fuerza y descansas más horas de las que lo hace un adulto.
EQUILIBRIO MENTAL
El equilibrio mental es la capacidad de conseguir un punto medio en todo lo
relacionado con tus emociones, pensamientos y el resto de aspectos mentales. A
veces parece complicado, por el gran cúmulo de estímulos externos que recibimos
continuamente, los medios de comunicación y las grandes marcas. nos
bombardean con mensajes que intentan moldear nuestra forma de pensar, de ver
el mundo e incluso de emocionarnos. Para conseguir tener un equilibrio mental,
necesitas paciencia y sentido común. No solo la parte física de nuestro cuerpo debe
seguir una serie de hábitos saludables.
La cabeza también debe estar implicada en estas rutinas. La mente sana y el cuerpo
sano van unidos de la mano. De modo que necesitamos tener a ambos activos y
cumpliendo una serie de requisitos y normas para que nos sintamos bien por dentro
y por fuera. Existen muchas formas de liberar nuestros pensamientos y de conseguir
una desconexión que nos permita levantarnos cada día con ilusión y afrontar nuevos
retos, podemos hacer planes, imaginar cosas que sucederán en el futuro o
simplemente quedarnos en blanco y disfrutar de ese momento.
HGIENE DOMESTICO
La higiene es un hábito fundamental para reducir las posibilidades de que nuestro
organismo entre en contacto con gérmenes peligrosos para nuestra salud. Estos
gérmenes pueden desarrollarse en diferentes lugares y condiciones. Cualquier
objeto puede convertirse en un ámbito idóneo para ellos, los suelos, las alfombras,
los muebles, los pomos de las puertas, puede ser refugio de virus o bacterias. Por
ello, es necesario prestar atención a la higiene de todo el hogar, aunque hay dos
zonas que exigen un mayor esfuerzo a la hora de la limpieza, la cocina y el cuarto
de baño.
PESO ADECUADO
El peso ideal se logra con una alimentación balanceada que tenga la cantidad de
nutrientes, vitaminas, proteínas y carbohidratos que necesita nuestro cuerpo para
crecer sano, Además de incluir una rutina de actividad física diaria de 45 min, o la
práctica de algún deporte de nuestra preferencia. El último de los consejos para
mantener tu peso ideal es aprender a gestionar el estrés. El estrés puede hacernos
subir de peso porque este puede derivar en ansiedad por comer alimentos dulces o
sin tener hambre. pero, el estrés también puede provocar todo lo contrario. Una
pérdida de apetito o náuseas que nos impidan comer o que nos lleven a saltarnos
alguna comida.