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¿Azul o rojo?

“War is peace. Slavery is Freedom. Ignorance is strength” (Orwell, 1949). En su


novela 1984, George Orwell plantea una sociedad que vive bajo la vigilancia constante
de Big Brother, en la que vivimos vigilados y controlados, tanto física como
mentalmente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, desde lo que decimos, lo
que usamos, hasta lo que pensamos.
“On January 24th Apple Computer will introduce Macintosh, and you’ll see why
1984, won’t be like 1984” (Apple, 1983). A finales del año 1983 Apple publicó su
anuncio más famoso hasta la fecha durante el medio tiempo del Súper Bowl. El año
siguiente fue cuando se lanzó la primera computadora Mac. Ellos decían que 1984 no
sería como Orwell había imaginado en su novela, pero no sabían que su gran invento
sería el inicio de ese año.
“Hoy creemos que no somos un sujeto sometido, sino un proyecto libre que
constantemente se replantea y se reinventa” (Han, 2014) Byung-Chul Han es un
filósofo y ensayista surcoreano, experto en estudios culturales. Es considerado uno de
los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por la fuerte crítica que
hace frente al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia.
En su libro Psicopolítica, Han hace una crítica sobre la sociedad en la que se vive hoy
en día. Evidencia cómo uno se siente más libre que nunca bajo este nuevo sistema
neoliberal en el que supuestamente se pueden tomar decisiones. Explica también cómo
la psicopolítica se aprovecha de las mentes, de la conciencia y de la culpa de la gente
para así seducirla a seguir produciendo, y potencializando el modelo capitalista en el
que viven. El autor explica detalladamente cómo, este gobierno neoliberalista, emplea
tácticas de seducción y de amabilidad para que se piense que todas las decisiones que
se toman son por mano propia. Sin embargo, como se verá a lo largo de este ensayo,
esa no es la realidad. Se analizará el discurso de Han con base en tres preguntas
centrales: ¿qué son la psicopolítica y el neoliberalismo y cómo funcionan? ¿se puede
ser verdaderamente libre? Y por último se cuestionará si es esa libertad lo que
realmente se desea poseer.

A lo largo de Piscopolítica, Han va a insistir en esta idea que el hombre


neoliberal no es libre por más que así lo crea. Va a exponer al sujeto como un esclavo
absoluto que aunque no tenga amo se explota a sí mismo de forma voluntaria. El ser
neoliberal “se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en
duda a la sociedad o al sistema” (Han, 2014). Han va a comparar en varias ocasiones
al sistema capitalista neoliberal con la religión católica y con la manera en la que
culpabilizan a los creyentes. La diferencia es que en nuestra sociedad no tenemos a
nadie que nos haga sentir culpables. Lo hacemos por nosotros mismos. Cada vez nos
sentimos más culpables por no producir lo suficiente o por no comprar lo suficiente, por
no tener el último modelo de teléfono e incluso nos culpabilizamos por no disfrutar de la
vida. ¿Suena contradictorio? Justamente, Han dice que el ser humano mató a Dios
para darle paso al Capitalismo, que es simplemente otro sistema que busca regularnos
y hacernos lo más productivos posibles.
Aquí empezaré a introducir el ejemplo que llevará el hilo de este ensayo. Black
Mirror, es una serie de televisión británica creada por Charlie Brooker (Black Mirror,
2018), en el cual cada capítulo es una mini película independiente pero no extraña a los
demás episodios. Es una crítica sobre nuestra sociedad y la manera en la que estamos
empezando a depender cada vez más de la tecnología. Los creadores la llaman una
distopía no muy lejana.
Para ejemplificar la idea que el Neoliberalismo busca por medio de la
psicopolítica explotar al sujeto a su máxima potencia para así hacerlo lo más productivo
posible, basta con ver “15 Million Merits”, el 2do capítulo de la primera temporada de
Black Mirror. En esta narrativa, seguimos a un joven que parece estar atrapado en un
lugar en el que deben pedalear a diario en una bicicleta estática para así ir acumulando
puntos, la única manera de escapar de ese lugar, es obteniendo 15 millones de puntos
para poder comprar una audición para un show de talentos, en el cual si lo ganas serás
libre. El tiempo que nuestro personaje no pasa pedaleando, lo pasa en una caja en
donde las 4 paredes son pantallas en las que todo el día se reproduce algo. Desde
pornografía hasta comerciales y juegos. En este capítulo logramos ver como, el
sistema no quiere nada más que lo que el sujeto pueda producir, y el sistema los hace
pedalear hacia una libertad que ni siquiera saben si existe o no.

Más adelante, Han nos va a hablar sobre el “panóptico digital” el cual es como el
Big Brother de la era moderna. Es el ojo que todo lo ve, sin embargo en la sociedad
neoliberal se le llama transparencia y no es más que convencer al individuo para que
se desnude por voluntad propia. Ya no necesitamos de cámaras de tortura, nosotros
solos nos exponemos al mundo para que nos mire, es más, necesitamos esa mirada,
añoramos con ser vistos. Las redes sociales son el ejemplo perfecto, las historias que
subimos a diario y que obsesivamente vemos. Tenemos una necesidad de contarle a
todos nuestros conocidos sobre lo que hacemos. Nos hemos convertido en nuestro
propio Big Brother. La psicopolítica usa un poder inteligente, en el cual el objetivo es
que “el sujeto sometido no sea ni siquiera consciente de su sometimiento” (Han, 2014).
Para esto, usa la seducción en lugar de la prohibición, el neoliberalismo siempre va a
decirnos que sí, jamás nos va a privar de nada, nos va a impulsar a que sigamos
deseando, por que mientras más anhelos tengamos más consumimos y por ende más
producimos. Para lograr esto, existen una variedad de espacios disciplinarios, la
familia, la escuela, la cárcel son algunos de ellos, se van a encargar de que adoptemos
este modelo sin cuestionarlo.
La base de la psicopolítica es que utiliza “la psique como fuerza productiva”
(Han, 2014). No se trata de superar retos corporales sino más bien optimizar los
procesos psíquicos y mentales. Es aquí que entra toda esta parte de la superación
personal y de los life coaches. “El sexness y el fitness se convierten en recursos
económicos que se pueden aumentar, comercializar y explotar.” (Han, 2014).
Un capítulo de Black Mirror en el que se evidencian estas dos teorías es
NoseDive. Dentro de esta historia, los sujetos tienen sistemas en los que califican cada
interacción que tienen con alguien más. El tener un puntaje más alto, implica beneficios
en la escala de las clases sociales como las concebía Marx. Nuestra protagonista, Lacy
Pound, que desde el nombre nos dice algo (Lacy suena a Lazy y a Lassie, el perro),
tiene un promedio de 4,3 el cual es bueno pero ella quiere más. Necesita subirlo para
poder acceder al departamento de sus sueños. Para poder lograrlo, ella acude a un
coach, el cual la va a ayudar a llegar a su puntaje ideal. Este utlizará sus atributos
psíquicos para que su puntuación aumente, le aconseja relacionarse con gente que
tenga un puntaje más alto que el suyo y que sea amable y sonriente sin exagerar. La
parte de la sumisión no es solamente ante sí misma, en el sentido en el que a ella le da
pena y se reprime sola cada vez que recibe una mala calificación, o cuando es negada
algún tipo de servicio por su estrato. También lo vemos en una amiga suya, la cual
tiene un puntaje muy alto y la invita a dar un discurso en su boda. Naomi (me = yo) es
la representación de todo lo que Lacy quiere ser. Cinematográficamente, en cada
interacción que ellas tienen, Naomie siempre ve hacia abajo a Lacy. La protagonista es
sumisa ante este personaje. También podemos ver ejemplos del panóptico digital del
que nos habla Han. Los personajes en esta historia están constantemente viendo lo
que hacen sus contactos y dándoles una calificación. En un mundo en el cual la
manera en la que te perciben los demás te moldea y te hace quien eres, ¿cómo
podemos saber en realidad la verdadera cara de las personas?. Cuando todo se trata
de tener más y más y más, ¿cuándo es suficiente?

La psicopolítica busca que el sujeto crea que es su propio amo. Todas estas
nuevas oportunidades de trabajo en las cuales no hay horarios fijos, son el ejemplo
perfecto. Uber, es un servicio de choferes en el cual cualquier sujeto con un vehículo
puede suscribirse y comenzar a operar como un taxi. Al hablar con los conductores de
este servicio, dicen que es muy buen sistema ya que “ellos crean sus propios horarios y
trabajan cuando quieren”. Sin embargo, ¿es cierto que somos nuestro propio amo? ¿O
se trata más bien de un paralelismo entre amo y esclavo? El neoliberalismo nos
convierte en ambos, suponemos que tenemos libertad de hacer lo que queramos con
nuestro tiempo al poder elegir horarios de trabajo, o trabajar desde casa, sin embargo
solitos nos condicionamos y nos castigamos. Si no hacemos suficiente trabajo somos
flojos, si no ganamos más que el de a lado no somos nadie. Si no salimos tanto de
fiesta como cuentan las redes sociales de nuestros amigos no estamos disfrutando lo
suficiente. No queremos ser quien sea, queremos ser quien el mundo nos dice que
tenemos que ser. Existe un ideal, aquel sujeto exitoso, que trabaja poco, gana mucho y
disfruta aún más. Sin embargo nos torturamos a nosotros mismos tratando de alcanzar
este ideal porque creemos que en algún momento valdrá la pena. Una vez más la
comparación con la situación en Fifteen Million Credits, en la cual todos los que están
atrapados en el sistema saben que una vez que logren su objetivo habrá felicidad del
otro lado de las paredes. Pero, ¿quién se los asegura?. “Las prácticas sensatas y
voluntarias por las que los hombres no solo se fijan reglas de conducta, sino que
buscan transformarse a sí mismo, modificarse en su ser singular y hacer de su vida una
obra que presenta ciertos valores estéticos y responde a criterios de estilos” (Foucault,
2005) Nos modificamos y anhelamos llevar la vida que el neoliberalismo dice que
debemos de llevar. Pero no los dice amablemente, nunca con violencia, siempre
permitiendo y nunca prohibiendo.
Es así que se construye la sociedad de la transparencia, un lugar en donde todo
es visible para todo el mundo. Se presupone que mientras más información tenga uno,
mejores decisiones tomaremos. Sin embargo la transparencia no es nada más que
información, datos concretos, sin ninguna narrativa, es lo que Han llama pornografía
(Han, 2013), opuesto a la erótica, que sí conlleva una narrativa y una importancia en el
contexto. Entonces, por lógica, si tenemos más información, podremos tomar mejores
decisiones lo cual supondría que somos sujetos libres. Sin embargo, no se puede
hablar de una libertad total en el mundo neoliberalista ya que lo único que tenemos son
opciones para elegir. Como en Matrix, azul o rojo (alegoría que vemos en NoseDive).
Sin embargo si queremos en verdad ser libres deberíamos poder elegir una tercera
opción, que no existe, nuestra propia salida.

Si pudiéramos elegir esa salida, esa tercera opción, ¿en verdad la tomaríamos?
¿Somos lo suficientemente valientes para aventurarnos en la verdadera libertad? ¿En
qué consiste esta verdadera libertad? Desde que el hombre creó a Dios y seguramente
desde antes podemos ver el miedo que el sujeto tiene a ser libre. Necesita algo o
alguien que lo condicione y que lo obligue a seguir un cierto modo de vida. Durante los
tiempos De la Iglesia, era no pecar y vivir la palabra De Dios para así poder llegar al
paraíso y entonces ser feliz. El hombre necesita justificar su sufrimiento en vida
creyendo que está trabajando por algo más allá. Por algo que le va a dar felicidad.
Pero, ¿por qué no somos felices con lo que somos? ¿Por qué queremos siempre algo
más? El hombre, en la sociedad neoliberal mata a Dios, solo para darle paso al
capitalismo, que en base funciona de la misma manera, a través de la culpa, del
castigo y de la recompensa. La diferencia aquí es el uso de la psicopolítica, la cual
utiliza un modo pasivo de controlar a la sociedad. Quita el factor De Dios y entonces lo
hace sentirse todo poderoso. Somos nosotros mismos los que imponemos las
sanciones si no seguimos el modo de vida. Si no producimos suficiente, no tenemos
suficientes ingresos para vivir la vida que queremos, no podremos tener el retiro del
que tanto esperamos y no podremos disfrutar la vida en sus supuesta máxima
potencia. Si este sistema no existiera, y en verdad pudiéramos tomar y formar nuestras
propias decisiones, ¿qué sería de nosotros? ¿Sería caos? Personalmente creo que
este modelo de añorar y trabajar por algo mejor nos ha servido y lo hemos mantenido
por tanto tiempo por que es algo que nos da seguridad. Necesitamos que nos digan
que lo que estamos haciendo y que nuestro lugar en este mundo tiene un propósito. Si
no tenemos una meta, como seres humanos, entramos en la crisis existencial de
preguntarnos cuál es el punto de todo esto. Necesitamos que nos estén vigilando
constantemente para así saber si vamos por buen camino o no. Es indispensable que
tengamos esta imagen en la que somos controlados y observados de todos lados, hoy
en día esta vigilancia es voluntaria. Regresamos al Big Brother de Orwell, ese que te
cuida, que te dice que lo que estás haciendo tiene un propósito y que aprueba tus
comportamientos, en este sentido coincide con la psicopolítica, en el sentido en el que
te condiciona amablemente.
“The masses never revolt of their own accord, and they never revolt merely
because they are oppressed. Indeed, so long as they are not permitted to have
standards of comparison, they never even become aware that they are oppressed”
(Orwell, 1949).

En conclusión, el neoliberalismo es un sistema que usa la psicopolítica para


potencializar la producción de los individuos, les da un sentimiento de falsa libertad,
para que así ellos mismos se condicionen y se culpabilizan si no están cumpliendo con
los objetivos que esta sociedad les impone. Seguimos creyendo que estamos pagando
algún tipo de deuda a alguien que no existe, o a nosotros mismos, para así en algún
momento poder lograr llegar a ser feliz. Sin embargo, si en verdad conociéramos la
libertad, ¿la tomaríamos? El hombre necesita este condicionamiento, necesita
someterse ante Dios, el sistema o sí mismo. Apple nunca imaginó que su comercial
negando 1984, sería el inicio de lo que Orwell había imaginado.

Bibliografía:
Orwell, G. (1949), 1984
Han, B.Y. (2004), Psicopolítica
Han, B.Y. (2003) La sociedad de la Transparencia
Black Mirror. (2018). Consultado el 12 de septiembre 2018,
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Black_Mirror

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