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Corporación universitaria CENDA

ERICKSON TELLO

CONTROL MENTAL PARA EL


DESEMPEÑO DEPORTIVO

1. El autoconocimiento incrementa el
control mental
Estudios como el llevado a cabo en el Instituto UCL de Neurociencia Cognitiva,
del University College de Londres nos señalan algo interesante. Nuestro
universo mental es muy similar al de un ordenador. Creamos conexiones, los
pensamientos viajan a través de impulsos eléctricos y disponemos a su vez de un
cerebro altamente especializado.
Sin embargo, hay algo que nos diferencia claramente de las máquinas:
nuestras emociones y nuestro sentido de conciencia.
 El autoconocimiento es esa dimensión con la cual, conectamos con aquello
que somos, lo que queremos, esperamos y necesitamos.
 Una buena cantidad de personas no sabrían identificar sus motivaciones más
profundas o exponer esas realidades internas por las que inician, mantienen o
terminan con sus conductas/hábitos.
 De este modo, una estrategia clave para incrementar nuestro control mental
(y el bienestar) es profundizando en nosotros mismos. Saber quiénes somos,
qué nos identifica y qué esperamos nos permite hallar motivación para coger las
riendas de nuestra vida.
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2. Desactivar el piloto automático


Andar en modo “piloto automático» es ir por la vida sin fijarnos demasiado
en nada, abstraídos, en una dimensión lejana a lo que ocurre. Pasamos de un
pensamiento a otro y de un comportamiento a otro, sin tener la menor idea de por
qué. Sentimos que es la vida la que “nos va llevando”, aunque no sepamos
exactamente hacia dónde.
Sería imposible tener consciencia de todo, todo el tiempo: prácticamente
tendríamos que renunciar a nuestra vida mental. Nos colapsaríamos. Lo que sí
es posible es hacer pausas, altos en el camino para contemplar en dónde estamos y
si vamos en la senda que de verdad queremos recorrer. Esas pausas se traducen en
mayor conciencia y esta, a su vez, en más control mental.
3. Bajar el ritmo, apreciar el presente,
tomar el control
Aprender a desactivar el impulso de una emoción no es nada
fácil. Especialmente si fuimos educados en un entorno que no le otorgaba una
gran importancia al control de impulsos. Quizá nuestro estilo de vida actual esté
pautado por las prisas, la exigencia, la ansiedad y el «tengo que tenerlo todo listo
para mañana».
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Aprender a estar más presentes, a bajar el ritmo y a gestionar nuestras


emociones supone un gran paso adelante. Un modo de entrenar nuestro
enfoque mental para apreciar el aquí y ahora y aumentar el control mental, es
mediante la práctica del Mindfulness.
Estudios como el llevado a cabo en el Hospital General de Massachusetts por la
doctora Elizabeth A. Hoge nos señalan que esta disciplina es muy beneficiosa
para reducir el impacto de la ansiedad y mediar en nuestro bienestar
psicológico.
4. Mastica y digiere la frustración
¿Quién no ha experimentado la frustración (esa sensación de que la realidad no se
ajusta a nuestras expectativas, esa que aparece cuando a pesar de todos nuestros
esfuerzos no obtenemos el resultado deseado)? Unas pequeñas, otras gigantes. Un
amor que no fue, una vocación que no vio la luz, un dinero que hace falta…

Las razones pueden ser muchas. Todos estamos inmersos en una realidad que
nos obliga a renunciar constantemente. Es normal. El punto es que algunos lo
aceptan y otros no.
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No es fácil aprender a aceptar, masticar y digerir la frustración. Si no lo


hacemos, es fácil que la rabia se apodere de nuestro corazón y pase a dominar
nuestra mente y nuestra vida. También es fácil que nos volvamos unos
cascarrabias.
No vale la pena. Aprendamos por tanto a gestionar estos malestares para mejorar
nuestra salud emocional.
5. Sal fuera de tu zona de confort
Salir de la zona de confort trae inmensos beneficios. Uno de los más
importantes es que nos ayuda a ser más flexibles y adaptables. Esto, por su
parte, estimula el desarrollo de nuestra inteligencia, tanto lógica como emocional.
Así finalmente, casi sin darnos casi cuenta, como si de un efecto secundario de
nuestra actitud se tratase, nos volvemos más tolerantes y dueños de nuestras
propias emociones.

No somos máquinas y tampoco tenemos que “funcionar” correctamente todo


el tiempo. El tema del control mental siempre debe tomarse como algo relativo,
especialmente cuando nos genera mucha presión.
Lo que sí es cierto es que el dominio de nuestras emociones aumenta cuando la
ansiedad disminuye. Cuando hemos aprendido estrategias para saber expresar la
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energía que acompaña a la emoción de la forma más propicia para nuestros


intereses y para los de quienes nos rodean.
Apliquemos por tanto estas herramientas psicológicas en el día a día para
mejorar la calidad y el control de nuestros pensamientos. El esfuerzo valdrá la
pena.

BIBLIOGRAFIA:

Autor o editor. (Año de publicación). Título en itálicas. Lugar de publicación: Casa publicadora.
Goldman, E. F. & Smith, W. M. (Ed.) (1936). Arban’s complete conservatory method for trumpet.
New York: Carl Fischer. Philipp, I. (1908). Complete school of technic for the piano. Bryn Mawr, Pa:
Theodore Presser Company.

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