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Análisis de Sentencia 05001-31-03-012-2006-00234-01

ANALISIS JURISPRUDENCIAL

1. Análisis Sentencia: Radicación: 05001-31-03-012-2006-00234-01 Recurso de


Casación sobre Sentencia de 9 de julio de 2013, proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín, Sala Civil incoado por el recurrente.
2. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil.
3. Partes. Demandantes: Alberto Velásquez Martínez y otros, Demandados: Juan
José Uribe Pardo, La Equidad Seguros Generales Organismo Cooperativo, la
Aseguradora Solidaria de Colombia Limitada Entidad Cooperativa y Liberty Seguros S.A.
4. Resumen de los hechos: Se persigue el pago de Perjuicios causados a Luz Helena
Fernández Correa a esta y los demandantes por negligencia en la prestación de servicios
médicos, por parte del médico Juan José Uribe Pardo quien práctico colecistectomía para
según él erradicar la migraña en la paciente, a los dos días se tuvo que intervenir a la paciente
por fuerte dolor abdominal encontrándose que tenía una herida intestinal de 0.4 cm que produjo
salida de material intestinal a la cavidad. El demandado se opone a las pretensiones y presenta
recursos de réplica argumentado que puso todo su conocimiento y dedicación. Igual aseveraron
las aseguradoras.
5. Fallo de primera instancia: Juzgado Doce Civil del Circuito Adjunto de Medellín,
desestimó la demanda al no encontrar demostrada la culpa del demandado ni el nexo
causal.
6. Fallo de segunda instancia: Tribunal afirma que carga de la prueba no fue demostraba, el
daño en el intestino por sí solo no demostraba la culpa del médico. Los demandantes solo se
basaron en la historia clínica. Médicos testigos del demandado indicaron que la lesión al intestino
era inherente al procedimiento el cual fue practicado correctamente. Los médicos que operaron
después narraron lo que encontraron pero sin determinar causas. Según la clínica se tomaron
todas las medidas y la herida en el intestino se debió a un riesgo inherente “por las adherencias
previas abdominales en región periumbilical” y el consentimiento informado que indica que
se indicaron los riesgos en los siguientes términos: “se explica a la paciente el procedimiento
y la posibilidad de cirugía abierta por la historia de L.E. y sus complicaciones”; “obesidad
y cirugía anterior en cavidad abdominal”, aumentaban la posibilidad de su ocurrencia,
Según el Tribunal.

Problema jurídico a resolver: Es determinar si la lesión sufrida por el paciente en el


intestino fue una causal de responsabilidad médica o si por el contrario la herida causada
constituye un riesgo inherente que exonere de culpa al facultativo.
2. Establecer si la lesión obedece a un riesgo inherente al procedimiento o si el
tamaño de la perforación es suficiente para concluir la ausencia de diligencia y
cuidado en el haber medico
Del contenido de la sentencia se tiene que riesgos inherentes son las complicaciones,
contingencias o peligros que se pueden presentar en la ejecución de un acto médico e
íntimamente ligados con éste, sea por causa de las condiciones especiales del paciente,
de la naturaleza del procedimiento, la técnicas o instrumentos utilizados en su
realización, del medio o de las circunstancias externas, que eventualmente pueden
generar daños somáticos o a la persona, no provenientes propiamente de la ineptitud,
negligencia, descuido o de la violación de los deberes legales o reglamentarios tocantes
con la lex artis.
El tamaño de la herida no fue determinado según lo analizado, pese a ello se determinó
efectivamente una perforación que devino en una peritonitis como así lo verificaron los
médicos que intervinieron por el dolor abdominal que presentaba el paciente, es decir el
daño existió lo que no se demostró según lo analizado fue la culpa del médico.
3. Posición de cada uno de los intervinientes:
Demandantes: El petitum. Los actores solicitaron declarar al demandado responsable
por la negligencia en la prestación de los servicios médicos a Luz Helena Fernández
Correa, con la consiguiente condena al pago de perjuicios causados a ésta y a sus
allegados, esposo, hijos y nietos. 1. Acusa la violación de los artículos 1494, 1613, 1614,
2341, 2343 y 2747 del Código Civil, Que la cirugía era de resultados consistente, en
extirpar la vesícula. Que hubo responsabilidad por falta de cuidado según porque los
médicos que operaron después encontraron la herida y aunque nos e hayan manifestado
sobre las causas expresaron el estado: perforación intestinal y peritonitis. 2. El tribunal
valoró como técnicos los testimonios de Joaquín Tiberio Valencia Cárdenas, Luis Ignacio
Londoño y Adolfo León Uribe, inclusive el de Norman Spir Yepes, no pedidos de esa
manera. 3. violación indirecta de los artículos 2341, 2343 y 2347 del Código Civil, 13, 15
y 16 de la Ley 23 de 1981, 9 y 10 del Decreto 3380 de 1991.el Tribunal, sin estar
demostrado, el consentimiento informado específico para el caso, esto es, donde se haya
consignado los riesgos de común ocurrencia, como la lesión del intestino, y la disposición
de asumirlos la paciente.
Primera y segunda instancia
Consideran que no hubo culpa del profesional al no encontrar demostrada la culpa del
demandado ni el nexo causal el Juez Civil Municipal, el Tribunal afirma que carga de la
prueba no fue demostraba, el daño en el intestino por sí solo no demostraba la culpa del
médico. Los demandantes solo se basaron en la historia clínica. Médicos testigos del
demandado indicaron que la lesión al intestino era inherente al procedimiento el cual fue
practicado correctamente. Los médicos que operaron después narraron lo que
encontraron pero sin determinar causas. Según la clínica se tomaron todas las medidas
y la herida en el intestino se debió a un riesgo inherente “por las adherencias previas
abdominales en región periumbilical” y el consentimiento informado que indica que se
indicaron los riesgos en los siguientes términos: “se explica a la paciente el procedimiento
y la posibilidad de cirugía abierta por la historia de L.E. y sus complicaciones”; “obesidad
y cirugía anterior.
Demandados:
El demandado se opone a las pretensiones y presenta recursos de réplica argumentando
que puso todo su conocimiento y dedicación. Igual aseveraron las aseguradoras.
Corte Suprema
En cuanto a que la cirugía era de resultado, la Sala indica que el resultado fue obtenido
y que el error de hecho se hubiere configurado en el caso de haberse prometido que la
cirugía no tendría ninguna complicación, concluye que la cirugía por sí sola no acredita
mala práctica ni culpa en el médico, no es equivocada.
El tamaño de la lesión no fue determinado, el perito dudo en la información consignada
y la sala manifiesta no juzgar en base a duda.
En cuanto a lo expresado por el demandante sobre lo expresado por los médicos que
operaron posteriormente que diagnosticaron perforación intestinal y peritonitis la Sala
indicó que a pesar del diagnóstico ninguno atribuyó la ocurrencia de la lesión a la
negligencia, a la impericia o a la falta de cuidado del médico demandado, al punto que
ni siquiera hicieron referencia a la supuesta magnitud de la herida.
La corte se basa en la teoría del riesgo inherente, que son las complicaciones o peligros
en la ejecución de un acto médico sea por las condiciones del paciente, de la naturaleza
del procedimiento, la técnicas o instrumentos utilizados en su realización, del medio o de
las circunstancias externas, que eventualmente pueden generar daños somáticos o a la
persona, no provenientes propiamente de la ineptitud, negligencia, descuido o de la
violación de los deberes legales o reglamentarios tocantes con la lex artis.
Según la corte se trata de un error de excusabilidad en el que a pesar de la idoneidad y
la experiencia los médicos estos están guiados por un régimen de obligaciones de
medios que no son infalibles porque muy a pesar del cuidado del médico el paciente
puede resultar lesionado.

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