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Este aviso fue puesto el 9 de enero de 2019.
Para otros usos de este término, véase Tsunami (desambiguación).
Esquema de un tsunami
Animación de un tsunami
Play media
Simulación de un tsunami
Efectos de un tsunami
Este tipo de olas desplazan una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales
producidas por el viento. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por
terremotos, en cuyo caso reciben el nombre más correcto y preciso de «tsunamis
tectónicos». La energía de un maremoto depende de su altura, de su longitud de onda y de
la longitud de su frente. La energía total descargada sobre una zona costera también
dependerá de la cantidad de picos que lleve el tren de ondas.4 Es frecuente que un tsunami
que viaja grandes distancias, disminuya la altura de sus olas, pero siempre mantendrá una
velocidad determinada por la profundidad sobre la cual el tsunami se desplaza.
Normalmente, en el caso de los tsunamis tectónicos, la altura de la onda de tsunami en
aguas profundas es del orden de 1.0 metros, pero la longitud de onda puede alcanzar
algunos cientos de kilómetros. Esto es lo que permite que aun cuando la altura en océano
abierto sea muy baja, esta altura crezca en forma abrupta al disminuir la profundidad, con
lo cual, al disminuir la velocidad de la parte delantera del tsunami, necesariamente crezca la
altura por transformación de energía cinética en energía potencial. De esta forma una masa
de agua de algunos metros de altura puede arrasar a su paso hacia el interior.
Índice
1 Causas y fenomenología
o 1.1 Física de los tsunamis tectónicos
o 1.2 Dispersión de la energía debido al alargamiento del frente de onda
o 1.3 Tsunamis con otros orígenes
2 Tsunamis en el pasado
o 2.1 Isla Santorini (1650 a. C.)
o 2.2 Golfo de Cádiz
o 2.3 Tsunami de Alejandría (365 d. C.)
o 2.4 Valparaíso (1730)
o 2.5 Callao (1746)
o 2.6 Lisboa (1755)
o 2.7 Krakatoa (1883)
o 2.8 Mesina (1908)
o 2.9 Océano Pacífico (1946)
o 2.10 Alaska (1958)
o 2.11 Valdivia (1960)
o 2.12 Colombia (1979)
o 2.13 Nicaragua (1992)
o 2.14 Hokkaido (1993)
o 2.15 Océano Índico (2004)
o 2.16 Chile Central y Sur (2010)
o 2.17 Japón (2011)
o 2.18 Indonesia (2018)
o 2.19 Erupción del Anak Krakatoa (2018)
3 Sistemas de alerta
4 Prevención
o 4.1 Las barreras naturales
5 Diferencias entre tsunamis y marejadas
6 Véase también
7 Referencias
8 Enlaces externos
Causas y fenomenología
Antiguamente, el término tsunami se utilizaba para referirse a las olas producidas por
huracanes y temporales que podían entrar tierra adentro, pero estas no dejaban de ser olas
superficiales producidas por el viento. Tampoco se debe confundir con la ola producida por
la marea conocida como macareo. Este es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque
en algunos lugares estrechos y de fuerte desnivel pueden generarse fuertes corrientes.
La mayoría de los tsunamis son originados por terremotos de gran magnitud bajo la
superficie acuática. Para que se origine un tsunami, el fondo marino debe ser movido de
manera abrupta en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua del océano sea
impulsada fuera de su equilibrio normal. Cuando esta masa de agua trata de recuperar su
equilibrio genera olas. El tamaño del tsunami estará determinado por la magnitud de la
deformación vertical del fondo marino entre otros parámetros como la profundidad del
lecho marino. No todos los terremotos bajo la superficie acuática generan tsunamis, sino
solo aquellos de gran magnitud, con hipocentro en el punto de profundidad adecuado.
La zona más afectada por este tipo de fenómenos es el océano Pacífico, debido a que en él
se encuentra la zona de sismos más activa del planeta, el cinturón de fuego. Por ello, es el
único océano con un sistema de alertas verdaderamente eficaz.
No existe un límite claro respecto de la magnitud necesaria de un sismo como para generar
un tsunami. Los elementos determinantes para que ocurra un tsunami son la magnitud del
sismo originador, la profundidad del hipocentro y la morfología de las placas tectónicas
involucradas. Esto hace que para algunos lugares del planeta se requieran grandes sismos
para generar un tsunami, en tanto que para otros baste con de sismos de menor magnitud.
En otros términos, la geología local, la magnitud y la profundidad focal son parte de los
elementos que definen la ocurrencia o no de un tsunami de origen tectónico.4
donde D es la profundidad del agua que está directamente sobre el sismo y g, la gravedad
terrestre (9,8 m/s²).5
A las profundidades típicas de 4-5 km las olas viajarán a velocidades en torno a los 600
kilómetros por hora o más. Su amplitud superficial o altura de la cresta H puede ser
pequeña, pero la masa de agua que agitan es enorme, y por ello su velocidad es tan grande;
y no solo eso, pues la distancia entre picos (longitud de onda) también lo es. Es habitual
que la longitud de onda de la cadena de olas de un tsunami sea de 100 km, 200 km o más.
Cuando la ola entra en aguas poco profundas, se ralentiza y aumenta su amplitud (altura).
El intervalo de tiempo entre cresta y cresta (período de la onda) puede durar desde menos
de diez minutos hasta media hora o más. Cuando la ola entra en la plataforma continental,
la disminución drástica de profundidad hace que la velocidad de la ola disminuya y
empiece a aumentar su altura. Al llegar a la costa, la velocidad habrá decrecido hasta unos
50 kilómetros por hora, mientras que la altura ya será de unos 3 a 30 m, dependiendo del
tipo de relieve que se encuentre. La distancia entre crestas (longitud de onda L) también se
estrechará cerca de la costa.
Debido a que la onda se propaga en toda la columna de agua, desde la superficie hasta el
fondo, se puede hacer la aproximación a la teoría lineal de la hidrodinámica. Así, el flujo de
energía E se calcula como:
La teoría lineal predice que las olas conservarán su energía mientras no rompan en la costa.
La disipación de la energía cerca de la costa dependerá, de las características del relieve
marino. La manera como se disipa dicha energía antes de romper depende de la relación
H/h. Una vez que llega a tierra, la forma en que la ola rompe depende de la relación H/L.
Como L siempre es mucho mayor que H, las olas romperán como lo hacen las olas bajas y
planas. Esta forma de disipar la energía es poco eficiente, y lleva a la ola adentrarse en
tierra como una gran marea.4
A la llegada a la costa la altura aumentará, pero seguirá teniendo forma de onda plana. Se
puede decir que hay un trasvase de energía de velocidad a amplitud. La ola se frena pero
gana altura. Pero la amplitud no es suficiente para explicar el poder destructor de la ola.
Incluso en un tsunami de menos de 5 m los efectos pueden ser devastadores. La ola arrastra
una masa de agua mucho mayor que cualquier ola convencional, por lo que el primer
impacto del frente de la onda viene seguido del empuje del resto de la masa de agua
perturbada que presiona, haciendo que el mar se adentre mucho en tierra. Por ello, la
mayoría de los tsunamis tectónicos se asemejan a una poderosa riada, en la cual es el mar el
que inunda a la tierra, y lo hace a gran velocidad.
En la animación del tsunami del Índico de 2004 se puede observar cómo la onda se curva
por los extremos y cómo Bangladés apenas sufre sus efectos, mientras que Sri Lanka, en la
dirección de la zona central de la ola, la recibe de lleno.
Debido a que la energía de los tsunamis tectónicos es casi constante, pueden llegar a cruzar
océanos y afectar a costas muy alejadas del lugar del suceso. La trayectoria de las ondas
puede modificarse por las variaciones del relieve abisal, fenómeno que no ocurre con las
olas superficiales. En los tsunamis tectónicos, dado que se producen debido al
desplazamiento vertical de una falla, la onda que generan suele ser un tanto especial. Su
frente de onda es recto en casi toda su extensión. Solo en los extremos se va diluyendo la
energía al curvarse. La energía se concentra, pues, en un frente de onda recto, lo que hace
que las zonas situadas justo en la dirección de la falla se vean relativamente poco afectadas,
en contraste con las zonas que quedan barridas de lleno por la ola, aunque estas se sitúen
mucho más lejos. El peculiar frente de onda es lo que hace que la ola no pierda energía por
simple dispersión geométrica, sobre todo en su zona más central. El fenómeno es parecido a
una onda encajonada en un canal o río. La onda, al no poder dispersarse, mantiene
constante su energía. En un tsunami existe, cierta dispersión pero, sobre todo, en las zonas
más alejadas del centro del frente de onda recto.
Dispersión de la energía debido al alargamiento del frente de onda
Hay quienes sostienen6 que los tsunamis son ejemplos de un tipo especial de ondas no
lineales denominadas solitones.
El fenómeno físico 7 de los solitones fue descrito, en el siglo XIX, por J. S. Russell en
canales de agua7 de poca profundidad, y son observables también en otros lugares. Al
respecto se ha expresado que:
...en ríos (de varios metros de altura: mascaret del río Sena o bore del río Severn ) y en
estrechos (como en la pycnoclina del estrecho de Gibraltar, donde pueden alcanzar hasta
cien metros de amplitud aunque sean apenas perceptibles en la superficie del mar) o en el
océano (maremoto es una ola gigantesca en un puerto que ocurre como etapa final de una
onda solitaria que ha recorrido de tres a cuatro mil kilómetros a unos ochocientos
kilómetros por hora, por ejemplo de Alaska a Hawái).8
Existen otros mecanismos generadores de tsunamis menos corrientes que también pueden
producirse por erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, meteoritos, explosiones
submarinas y de origen meteorológico conocidos como meteotsunami9. Estos fenómenos
pueden producir olas enormes, mucho más altas que las de los tsunamis corrientes. De
todas estas causas alternativas, la más común es la de los deslizamientos de tierra
producidos por erupciones volcánicas explosivas, que pueden hundir islas o montañas
enteras en el mar en cuestión de segundos. También existe la posibilidad de
desprendimientos naturales tanto en la superficie como debajo de ella. Este tipo de
maremotos difieren drásticamente de los maremotos tectónicos.
En primer lugar, la cantidad de energía que interviene. Está el terremoto del océano Índico
de 2004, con una energía desarrollada de unos 32.000 MT. Solo una pequeña fracción de
esta se traspasará al maremoto. Por el contrario, un ejemplo clásico de este tipo de tsunamis
es la explosión del volcán Krakatoa, cuya erupción generó una energía de 300 MT. Sin
embargo, se midió una altitud en las olas de hasta 50 m, muy superior a la de las medidas
por los tsunamis del océano Índico. La razón de estas diferencias estriba en varios factores.
Por una parte, el mayor rendimiento en la generación de las olas por parte de este tipo de
fenómenos, menos energéticos pero que transmiten gran parte de su energía al mar. En un
seísmo (o sismo), la mayor parte de la energía se invierte en mover las placas. Pero, aun así,
la energía de los maremotos tectónicos sigue siendo mucho mayor que la de los mega
maremotos. Otra de las causas es el hecho de que un maremoto tectónico distribuye su
energía a lo largo de una superficie de agua mucho mayor, mientras que los mega
maremotos parten de un suceso muy puntual y localizado. En muchos casos, los mega
maremotos también sufren una mayor dispersión geométrica, debido justamente a la
extrema localización del fenómeno. Además, suelen producirse en aguas relativamente
poco profundas de la plataforma continental. El resultado es una ola con mucha energía en
amplitud superficial, pero de poca profundidad y menor velocidad. Este tipo de fenómenos
son increíblemente destructivos en las costas cercanas al desastre, pero se diluyen con
rapidez. Esa disipación de la energía no solo se da por una mayor dispersión geométrica,
sino también porque no suelen ser olas profundas, lo cual conlleva turbulencias entre la
parte que oscila y la que no. Eso comporta que su energía disminuya bastante durante el
trayecto.
Algunos geólogos especulan que un mega tsunami podría producirse en un futuro próximo
(en términos geológicos) cuando se produzca un deslizamiento en el volcán de la parte
inferior de la isla de La Palma, en las islas Canarias (cumbre Vieja). Sin embargo, aunque
existe esa posibilidad (de hecho algunos valles de Canarias, como el de Güímar, en
Tenerife, o el del Golfo, en El Hierro, se formaron por episodios geológicos de este tipo),
no parece que eso pueda ocurrir a corto plazo.
Tsunamis en el pasado
Se conservan muchas descripciones de olas catastróficas en la Antigüedad, especialmente
en la zona mediterránea.
Golfo de Cádiz
Los investigadores Antonio Rodríguez Ramírez y Juan Antonio Morales González , de los
Departamentos de Geodinámica-Paleontología y Geología de la Facultad de Ciencias
Experimentales de la Universidad de Huelva, han estudiado abundantes restos de tsunamis
en el golfo de Cádiz. Estos estudios se han centrado en el estuario del Tinto-Odiel y en el
del Guadalquivir. Las evidencias más antiguas corresponden al Guadalquivir con un
episodio del 1500-2000 años antes de nuestra era, afectando a áreas que distan más de
15 km de la costa. En el estuario del Tinto-Odiel aparecen depósitos sedimentarios
relacionados con tsunamis históricos del 382-395, 881, 1531 y 1755.
Este estudio nos señala que existen zonas predispuestas a que haya tsunamis, es decir a
sufrir esta expulsión de energía por parte de la naturaleza.11
El historiador Amiano Marcelino describió con todo detalle el tsunami que tuvo lugar en
Alejandría y devastó la metrópoli y las orillas del Mediterráneo oriental el 21 de julio del
365.12
Valparaíso (1730)
El 8 de julio a las 04:45 toda el área central de Chile fue remecida por un fuerte terremoto
que causó daños en Valparaíso, La Serena, Coquimbo, Illapel, Petorca y Tiltil. El tsunami
resultante afectó alrededor de 1000 km de costa. Por primera vez en su historia, el puerto de
Valparaíso fue inundado y severamente dañado. En las partes bajas de El Almendral todas
las casas, fortificaciones y bodegas fueron destruidas por la inundación. 13También inundó
el sector cubierto hoy en día por la avenida Argentina, llegando hasta los pies de Santos
Ossa.14
El terremoto y tsunami de 1730 inundó Valparaíso, arrasó Concepción, hizo retroceder las
aguas del río Valdivia e incluso llegó a Perú. El tsunami también cruzó el Océano Pacífico
hasta Japón, donde inundó casas y campos de arroz en la península de Oshika en Sendai.14
Callao (1746)
El 28 de octubre de 1746 ocurrió un fuerte terremoto en toda la costa central del Perú, que
tuvo su epicentro en el mar frente a Lima y el Callao, El fuerte sismo fue causado por el
proceso normal de subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana. Unos
treinta minutos después del sismo se produjo un tsunami con olas de 10 a 15 metros de
altura que inundaron y destruyeron el Puerto del Callao. Casi todos los habitantes de la
ciudad que en esa época era de unos 5000 aproximadamente perecieron en este desastre.
Puesto que el agua avanzó cerca de 1 legua o 5.57 km tierra adentro, aun alcanzó a aquellos
que trataban de huir hacia Lima. solo 200 personas lograron salvarse aferrándose a objetos
de madera y fueron lanzados entre el área de la costa y la isla San Lorenzo, a una distancia
de hasta 8 km. De los 23 barcos anclados en el puerto, 19 se hundieron y 4 fueron llevados
tierra adentro.
Cuando el mar retrocedió la mayoría de las casas y edificios fueron arrancados de sus
cimientos y llevados por las aguas, además dejaron expuestos los cadáveres, algunos
desechos, resultado de la violencia de las aguas. Una gran parte de las murallas de la
ciudad, incluyendo la puerta, fueron arrastradas también. A eso de las 04:00 del día
siguiente, el Callao fue nuevamente inundado por otra ola. La máxima altura de inundación
fue estimada en 24 metros, en el área de la costa verde. El maremoto llegó hasta
Concepción (Chile); y en Acapulco (México),
Después de la tragedia, el mar nunca volvió a su límite anterior, es decir, gran parte del
Callao se hundió.
Lisboa (1755)
Terremoto de Lisboa de 1755
Krakatoa (1883)
El 27 de agosto de 1883 a las diez y cinco (hora local),20 la descomunal explosión del
Krakatoa, que hizo desaparecer al citado volcán junto con aproximadamente el 45% de la
isla que lo albergaba, produjo una ola de entre 15 y 42 metros de altura, según las zonas,21
que acabó con la vida de aproximadamente 20.000 personas.22
La unión de magma oscuro con magma claro en el centro del volcán fue lo que originó
dicha explosión. Pero no solo las olas mataron ese día. Enormes coladas piroclásticas
viajaron incluso sobre el fondo marino y emergieron en las costas más cercanas de Java y
Sumatra, haciendo hervir el agua y arrasando todo lo que encontraban a su paso. Asimismo,
la explosión emitió a la estratosfera gran cantidad de aerosoles, que provocaron una bajada
global de las temperaturas. Además, hubo una serie de erupciones que volvieron a formar
un volcán, que recibió el nombre de Anak Krakatoa, es decir, ‘el hijo del Krakatoa’.
Mesina (1908)
Alaska (1958)
El 9 de julio de 1958, en la bahía Lituya, al noreste del golfo de Alaska, un fuerte sismo, de
8,3 grados en la escala de Richter, hizo que se derrumbara prácticamente una montaña
entera, generando una pared de agua que se elevó sobre los 580 metros, convirtiéndose en
la ola más grande de la que se tenga registro, llegando a calificarse el suceso de
megatsunami.
Valdivia (1960)
Vista de una calle en el centro de Valdivia tras el maremoto del 22 de mayo de 1960
En los minutos posteriores un maremoto arrasó lo poco que quedaba en pie. El mar se
recogió por algunos minutos y luego una gran ola se levantó acabando a su paso con casas,
animales, puentes, botes y, por supuesto, muchas vidas humanas. Cuando el mar se recogió
varios metros, la gente pensó que el peligro había pasado y en vez de alejarse caminaron
hacia las playas, recogiendo pescados, moluscos y otros residuos marinos. Para el momento
en que se percataron de la gran ola, ya era demasiado tarde.25
Como consecuencia del terremoto se originó un tsunami que arrasó con algunos lugares de
las costas de Japón (142 muertes y daños por 50 millones de dólares), Hawái
(61 fallecimientos y 75 millones de dólares en daños), Filipinas (32 víctimas y
desaparecidos). La costa oeste de Estados Unidos también registró un maremoto, que
provocó daños por más de medio millón de dólares estadounidenses.
Colombia (1979)
Un terremoto importante de magnitud 8,1 grados Richter ocurrió a las 02:59:43 (UTC) el
12 de diciembre de 1979 a lo largo de la costa pacífica de Colombia y el Ecuador. El
terremoto y tsunami asociado fueron responsables de la destrucción de por lo menos seis
municipios de pesca y de la muerte de centenares de personas en el departamento de Nariño
en Colombia. El terremoto se sintió en Bogotá, Pereira, Cali, Popayán, Buenaventura,
Medellín y otras ciudades y partes importantes en Colombia, y en Guayaquil, Esmeraldas,
Quito y otras partes de Ecuador. El tsunami de Tumaco causó, al romper contra la costa,
gran destrucción en la ciudad de Tumaco y las poblaciones de El Charco, San Juan,
Mosquera y Salahonda en el Pacífico colombiano. Este fenómeno dejó un saldo de
259 muertos, 798 heridos y 95 desaparecidos.
Nicaragua (1992)
Un terremoto ocurrido en las costas del pacífico de Nicaragua, de entre 7,2 y 7,8 grados en
la escala de Richter, el 2 de septiembre de 1992, provocó un tsunami con olas de hasta 10
metros de altura, que azotó gran parte de la costa del Pacífico de este país, provocando más
de 170 muertos y afectando a más de 40.000 personas, en al menos una veintena de
comunidades, entre ellas San Juan del Sur. 26
Hokkaido (1993)
El terremoto fue de 9,1 grados: el tercero más poderoso tras el terremoto de Alaska (9,2) y
de Valdivia (Chile) de 1960 (9,5). En Banda Aceh formó una pared de agua de 10 o 18 m
de altura penetrando en la isla 1 o 3 km desde la costa al interior; solo en la isla de Sumatra
murieron 228.440 personas o más. Sucesivas olas llegaron a Tailandia, con olas de 15
metros que mataron a 5.388 personas; en la India murieron 10.744 personas y en Sri Lanka,
hubo 30.959 víctimas. Este tremendo tsunami fue debido además de a su gran magnitud
(9,1), a que el epicentro estuvo solo a 9 km de profundidad, y a que la rotura de la placa
tectónica fue de 1.600 km de longitud (600 km más que en el terremoto de Chile de 1960).
El terremoto de Chile de 2010 fue un fuerte sismo ocurrido a las 3:34:17 hora local (UTC-
3), del 27 de febrero de 2010, que alcanzó una magnitud de 8,8 MW de acuerdo al Servicio
Sismológico de Chile y al Servicio Geológico de Estados Unidos. El epicentro se ubicó en
la costa frente a la localidad de Cobquecura, aproximadamente 150 km al noroeste de
Concepción y a 63 km al suroeste de Cauquenes, y a 47,4 km de profundidad bajo la
corteza terrestre.
Un fuerte tsunami impactó las costas chilenas como producto del terremoto, destruyendo
varias localidades ya devastadas por el impacto telúrico. El Archipiélago de Juan
Fernández, pese a no sentir el sismo, fue impactado por las marejadas que arrasaron con su
único poblado, San Juan Bautista, en la Isla Robinson Crusoe. La alerta de tsunami
generada para el océano Pacífico se extendió posteriormente a 53 países ubicados a lo largo
de gran parte de su cuenca, llegando a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, la
Antártida, Nueva Zelanda, la Polinesia Francesa y las costas de Hawái.
El sismo es considerado como el segundo más fuerte en la historia del país y uno de los
diez más fuertes registrados por la humanidad. solo es superado a nivel nacional por el
cataclismo del terremoto de Valdivia de 1960, el de mayor intensidad registrado mediante
sismómetros. El sismo chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más
energía que el devastador terremoto de Haití ocurrido el mes anterior. La energía liberada
fue cercana a 100 000 bombas atómicas como la liberada en Hiroshima en 1945.
Japón (2011)
Play media
Animación del maremoto de Japón 2011, realizada por el NOAA
Tras el sismo se generó una alerta de maremoto (tsunami) para la costa pacífica del Japón y
otros países, incluidos Nueva Zelanda, Australia, Rusia, Guam, Filipinas, Indonesia, Papúa
Nueva Guinea, Nauru, Hawái, islas Marianas del Norte, Estados Unidos, Taiwán, América
Central, México y las costas de América del Sur, especialmente Colombia, Ecuador, Perú y
Chile.27 La alerta de tsunami emitida por el Japón fue la más grave en su escala local de
alerta, lo que implica que se esperaba una ola de 10 metros de altura. La agencia de noticias
Kyodo informó que un tsunami de 4 m de altura había golpeado la Prefectura de Iwate en
Japón. Se observó un tsunami de 10 metros de altura en el aeropuerto de Sendai, en la
prefectura de Miyagi,28 que quedó inundado, con olas que barrieron coches y edificios a
medida que se adentraban en tierra.29
Se habrían detectado, horas más tarde, alrededor de 105 réplicas del terremoto, una alerta
máxima nuclear y 1.000 veces más radiación de lo que producía el Japón mismo debido a
los incendios ocasionados en una planta atómica. Se temía más tarde una posible fuga
radiactiva.
Finalmente el tsunami azotó las costas de Hawái y toda la costa sudamericana con daños
mínimos gracias a los sistemas de alerta temprana liderados por el Centro de Alerta de
Tsunamis del Pacífico.
Indonesia (2018)
Fue un tsunami causado por un sismo de magnitud 7,0 en la escala de Richter. Registrado el
día viernes 28 de septiembre del año 2018. Dejando un total de 1995 fallecidos. ´
Sistemas de alerta
Instrumento que avisa a la población en caso de inminente maremoto, en una playa de
Concepción, Chile.
Muchas ciudades alrededor del Pacífico, sobre todo en México, Perú, Japón, Ecuador,
Estados Unidos y Chile disponen de sistemas de alarma y planes de evacuación en caso de
tsunamis. Diversos institutos sismológicos de diferentes partes del mundo se dedican a la
previsión de tsunamis, y la evolución de éstos es monitorizada por satélites. El primer
sistema, bastante rudimentario, para alertar de la llegada de un tsunami fue puesto a prueba
en Hawái en los años veinte. Posteriormente se desarrollaron sistemas más avanzados
debido a los tsunamis del 1 de abril de 1946 y el 23 de mayo de 1960, que causaron una
gran destrucción en Hilo (Hawái). Los Estados Unidos crearon el Centro de Alerta de
Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center) en 1949, que pasó a formar parte
de una red mundial de datos y prevención en 1965.
La predicción de tsunamis sigue siendo poco precisa. Aunque se puede calcular el epicentro
de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un tsunami, es casi
imposible saber si ha habido grandes movimientos del suelo marino, que son los que
producen tsunamis. Como resultado de todo esto, es muy común que se produzcan alarmas
falsas. Además, ninguno de estos sistemas sirve de protección contra un tsunami
imprevisto.
Señal que indica zona de amenaza ante un tsunami en la península de Cavancha en Iquique,
Chile.
A pesar de todo, los sistemas de alerta no son eficaces en todos los casos. En ocasiones el
terremoto generador puede tener su epicentro muy cerca de la costa, por lo que el lapso
entre el sismo y la llegada de la ola será muy reducido. En este caso, las consecuencias son
devastadoras, debido a que no se cuenta con tiempo suficiente para evacuar la zona y el
terremoto por sí mismo ya ha generado una cierta destrucción y caos previo, lo que hace
que resulte muy difícil organizar una evacuación ordenada. Este fue el caso del tsunami del
año 2004 pues, aun contando con un sistema adecuado de alerta en el océano Índico, quizá
la evacuación no habría sido lo suficientemente rápida.
Prevención
Las barreras naturales
Un informe publicado por el PNUE sugiere que el tsunami del 26 de diciembre de 2004
provocó menos daños en las zonas en que existían barreras naturales, como los manglares,
los arrecifes coralinos o la vegetación costera. Un estudio japonés sobre este tsunami en Sri
Lanka estableció, con ayuda de una modelización sobre imágenes satelitales, los
parámetros de resistencia costera en función de las diferentes clases de árboles.30
solo cuando llegan a la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad del
océano. La altura de las olas, sin embargo, puede incrementarse hasta superar los 30 metros
(lo habitual es una altura de 6 o 7 m). Los maremotos son olas que, al llegar a la costa, no
rompen. Al contrario, un maremoto solo se manifiesta por una subida y bajada del nivel del
mar de las dimensiones indicadas. Su efecto destructivo radica en la importantísima
movilización de agua y las corrientes que ello conlleva, haciendo en la práctica un río de
toda la costa, además de las olas 'normales' que siguen propagándose encima del maremoto
y arrasando, a su paso, con lo poco que haya podido resistir la corriente.
Las fallas presentes en las costas del océano Pacífico, donde las placas tectónicas se
introducen bruscamente bajo la placa continental, provocan un fenómeno llamado
subducción, lo que genera maremotos con frecuencia. Derrumbes y erupciones volcánicas
submarinas pueden provocar fenómenos similares.
Japón, por su ubicación geográfica, es el país más golpeado por los tsunamis.31
Véase también
Alerta de tsunami
Deslizamientos de Storegga - Tsunami por deslizamiento de tierra
Tsunami de bahía Lituya - Tsunami por deslizamiento de tierra
Meteotsunami o Rissaga
Energía marina
Volcán Krakatoa
Megatsunami
Ola
Onda sísmica
Tectónica de placas
Terremoto del océano Índico de 2004
Tsunami de bahía Lituya
Escala Douglas (para la medición de la altura del oleaje)
Portal:Ciencias de la Tierra
Referencias
1.
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94, 2004, pp. 141–167.
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original el 22 de febrero de 2016. Consultado el 27 de diciembre de 2015.
Cabrera, Natalia (14 de julio de 2011). «Historia: Investigadores descubren fuentes
inéditas de terremotos gigantes en la zona central». Instituto Historia PUCV. Consultado el
27 de diciembre de 2015.
«Pérdidas de vidas humanas por guerras y catástrofes». Artículo del 16 de agosto de
1909 en el periódico español La Vanguardia, página 4.
Charles LYELL: Principles of Geology, volumen 1, capítulo 25, pág. 439, 1830.
Consultado el 19 de mayo de 2009.
«250 aniversario del terremoto de Lisboa; sus efectos en Almansa»
31. Diego (11 de mayo de 2018). «Definición de Maremotos - ¿Qué es? Significado y
concepto actualizado». definicionesde.org. Consultado el 6 de febrero de 2019.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Tsunami.
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre tsunami.
El-Mundo.es (animación de la formación de un maremoto en diario El Mundo, en
2000).
Snet.gob.sv (Servicio Nacional de Estudios Territoriales, de El Salvador).
Geophys.Washington.edu (animación de un maremoto generada mediante
simulación numérica).
NOAA.gov (National Oceanic and Atmospheric Administration).
surfandturf.biz (foro: el terremoto de 1755).
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coronelcity.cl («Historia de los maremotos en Concepción, actual ciudad de
Penco»),
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tsun.sscc.ru (Tsunami Laboratoy of Novosibirsk).
ElMundo.es (completo informe sobre el tsunami de diciembre de 2004 en
Indonesia).
MareNostrum.org (preguntas y respuestas sobre los tsunamis).
Shoa.cl (Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de Chile).
MappingInteractivo.com (Maremotos en Nicaragua).
Recopilación de noticias periodísticas sobre los últimos tsunamis en EFEverde
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