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Fábula corta: Los sueños de una lechera

Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y mientras trasladaba la vasija llena de
leche, planificaba su futuro.
– Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos huevos. De estos una parte no va a nacer,
pero de seguro que al menos 200 pollo tendré. Cada pollo podrá ser vendido a precios altos ya que para la época para la
que estén listos los precios en el mercado habrán subido. Si logro esto tendré el dinero necesario para comprarme un
vestido de fiesta muy bello con el que podré asistir causando sensación. Al asistir a los bailes tan hermosa lograré que
todos los jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar a cada uno de los presentes.
De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche el cual se derramó completamente,
destruyéndose también cada uno de los planes que había hecho.
Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te parecerá suficiente. No pienses en el
futuro sin antes haber asegurado tu presente pues solo así tu futuro tendrá resultados.

Fábula corta: Júpiter y los defectos


Esta historia ocurrió hace mucho tiempo cuando el dios Júpiter envió un mensaje a todos los animales del mundo a
reunirse con el objetivo de que le pidieran que corrigieran sus defectos.
El primer animal citado fue el mono y a este le pregunto que si estaba de acuerdo con su cuerpo
– ¿Tengo algún motivo para no estar de acuerdo con él? Mi cuerpo es igual que el de otro animal, esto no lo puede decir
el oso pues su cuerpo parece estar a medio hacer.
Después llegó el oso y todo el mundo pensó que empezaría a quejarse. En vez de quejarse este comenzó a resaltar las
cualidades de su figura y diciéndole posteriormente que el elefante podría estar mejor si cola fuera más largo y si sus
orejas fueran más pequeñas su cuerpo luciría mucho más bello.
Debido a como se estaba desarrollando la reunión era de esperar que el elefante se comenzara a quejar de alguien más;
y así lo hizo pues empezó hablar de la ballena, la hormiga y del resto de los presentes.
Esta reunión se desarrolló de un modo inusual y Júpiter al ver que todos lo que hacían era relevar los defectos de los
demás suspendió la reunión y les dijo que se marcharan. El gran Dios se quedó pensando un rato y después de un gran
análisis arribó a una gran conclusión, y es que de todos los animales el hombre es el peor. A este le dieron unas alforjas
con el objetivo de echar delante los defectos de los otros y olvidar los propios.
Moraleja: Primero trata de corregir tus propios defectos y después destaca las faltas de los demás.
Fábula corta: El deseo del pastor

Érase una vez un pastor que se encargaba de cuidar una manada de bueyes. Un día se extravió un ternero y él
desesperado salió en su búsqueda recorriendo los alrededores, pero nada, no pudo hallarlo. Tanta era la angustia por la
pérdida de este ternerito que le prometió a Zeus que si le decía quién era el responsable sacrificaría un cabrito en su
nombre.
El pastor continuó buscando y encontró a un león comiéndose a su ternerito. Cuando vio quien era el responsable de
esto se asustó muchísimo y levantó las manos exclamando:
– ¡Gran Zeus, sé que antes te he pedido que me muestres al ladrón a cambio de un ternerito; pero ahora te pido que me
ayudes a escapar de este león y te prometo sacrificar un toro!
Moraleja: Los problemas tienen soluciones, pero siempre ten presente que, al encontrarle, puedes estar encontrando el
siguiente problema.

Fábula corta: La gran idea del pescador egoísta


Este era un hombre que ya estaba harto de no poder conseguir pescado para poder vivir un poco más cómodo que
antes, y es por esto que decidió poner en práctica un nuevo sistema que hace solo algunos días había inventado.
Lo que pretendía era emplear redes que al ubicarlas en el rio se impidiera que el agua las atravesara y de este modo el
rio se quedaría sin corriente que les facilitaba el escape a los peces. Además, el toque final del invento consistía en una
cuerda de cáñamo que estaba sujeta a uno de los extremos y de la que colgaba una piedra con la que se iba golpeando
el agua. Mientras esto sucedía aquel hombre pensaba:
– Con esta idea lograré que los peces tengan tantas ganas de escapar que acudan directamente a mi trampa.
Un pescador que pasaba por el lugar, al ver lo que estaba haciendo, muy molesto le dijo:
– ¿No te das cuenta que con esto el agua que recibimos en el pueblo está llena de fango porque no dejas de ensuciar el
agua del río?
– Mil disculpas, me apena mucho saber que esto los molestara, pero es que esta es la única forma que tengo de
alimentarme y salir de una vez de esta pobreza – dijo el pescador desesperado.
Moraleja: Tus objetivos en la vida son importantes, pero nunca lo hagas perjudicando a los demás.
El adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino, anunciándole que
las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior.
El adivino levántese de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había
sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden
estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

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