Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los anillos que el geólogo descubre no son obvios, pues de otra forma hubieran sido
reconocidos por las mineras del distrito. Para reconocerlos es necesario recoger cientos de
muestras y examinarlas microscópicamente para reconocer variaciones en la alteración o
mineralización de la roca.
1.3 GUIAS REGIONALES
valiosas para elegir regiones a explorar, cuando se buscan yacimientos de una clase en
particular, no son capaces de ofrecer un enfoque suficientemente claro para su uso directo
en el desarrollo de un yacimiento determinado.
1. Rocas Ígneas:
a) Batolitos y masas grandes, con la que se sabe que está asociada la mena.
b) Rocas Volcánicas de tipos y edades específicas.
c) Rocas Ígneas de aquellos tipos petrológicos con los que cierta mena está
característicamente asociada.
Ej:
Intrusivo ácido: mena de estaño, wolframio y molibdeno.
Intrusivo básico: (norita) níquel
Intrusivo ultra básico: cromo, níquel y platino
a. Guias fisiográficas
b. Guías mineralógicas (productos de alteración, mineralización y oxidación)
c. Guías estratigráficas y litológicas
d. Guías estructurales (esquemas de fracturas, contactos, pliegues)
Antes ce comenzar, se deben considerar ciertos tiós de guías que no se ajustan exactamente
a ninguno de estos apartados geológicos:
Elemento traza (guía): Es el elemento que nos permite detectar una anomalía.
Las hojas se incineran y se analizas las cenizas por métodos espectograficos y defraccion de
rayo X
Las evidencias directas como la expresión superficial de un yacimiento son de uso más
inmediato
Las evidencias indirectas también son valiosas, accidentes tales como escarpes de falla,
depresiones y cuestas que actúan como pistas de la estructura geológica.
La evidencia reflejada en la Historia fisiográfica de la región, indica las condiciones por las
que se enriquece la mena y apuntar lugares en el que pueda existir en el presente.
Los accidentes topográficos pueden ser no solo el resultado directo de la presencia de vetas
mineralizadas, sino que de un modo más amplio pueden reflejar condiciones generales
favorables a la presencia de mena en una región donde, un estudio de las relaciones de
yacimientos específicos con su ambiente geomorfico puede con frecuencia conducir al
descubrimiento de vías útiles. Estas condiciones varían de forma tan amplia dependiendo
del tipo y de las rocas asociadas y se expresa en tal variedad de formas dependiendo del
clima y de la historia geomorfica que es imposible formular de una sola proposición general.
RELACIONES FISIOGRÁFICAS EN PLACERES
1. Su preparación
2. Su concentración
3. Y Su preservación
La preparación es un largo periodo de profunda meteorización en la superficie de una
topográfica madura o submadura, que libera partículas de minerales pesados
depositándose en lugares favorables
MENAS RESIDUALES:
La mineralización está determinada en parte por la topografía. Existen menas que deben su
valor a la desaparición de elementos no deseables por un proceso de meteorización, tales
como : Silicatos de niquel, buxita, menas de magnesio lateriticas de hierro (climas
tropicales), también en coberteras oxidadas (Au, Ag, Pb, Fe)
La concentración de mineral que se necesita para formar una zona amplia y de alta ley,
requiere la extracción de mineral de una zona superior de lixiviación
correspondientemente amplia, un ejemplo se da en los andes peruanas donde una larga
erosión durante principio de terciario produjo la superficie de puna. En la actualidad la
topografía posmadura a 4000-4500 msnm y entre la cordillera oriental y occidental
presento las condiciones ideales para una oxidación profunda y enriquecimiento amplio
como en Cerro de Pasco y otras partes.
La erosión en las faltas de los andes han sido tan rápidas que las zonas supergenicas has
desaparecido. En Casapalca los sulfuros primarios se encuentras a muy pocos metros bajo
los afloramientos y el enriquecimiento es despreciable.
ALTERACIÓN DE LA ROCA
NATURALEZA DELA ALTERACION
La alteración que sufren las rocas que rodean los yacimientos epigeneticos es por la
introducción de ciertos elementos químicos t la sustitución de otros. Uno de los minerales
más comunes en la alteración es la pirita, que es el azufre que se combina con el fierro y a
presente.
PRODUCTOS DE OXIDACIÓN
YACIMIENTOS SINGENETICOS
La localización es más precisa en rocas que presentan capas en especial sedimentos, pero
es suficientemente definida para ser útil incluso en rocas ígneas.
Si la mena consiste en una capa de una formación sedimentaria se necesita tan solo saber la
sucesión estratigráfica y la estructura de las capas para predecir donde se encontrará el
afloramiento o a que profundidad estará la mena en un punto dado. Los yacimientos
Singenéticos de origen ígneo son menos regulares que las capas sedimentarias.
YACIMIENTOS EPIGENÉTICOS
Donde la mena mineral ha sido introducida en uno o varios tipos de roca, completamente
diferente a la disposición original de la roca albergante de los fluidos mineralizantes. En
este caso los depósitos adquieren “arreglos y variaciones” concordantes a la naturaleza de
la roca o rocas que intuyen. Esto implica que ciertas rocas por su composición, textura,
muestran mayor o menos afinidad para la depositación y consolidación de los fluidos
mineralizantes.
Ejemplo, los pórfidos de Cu mantienen una estrecha actividad con las rocas mediana
mente acidas, por ejemplo monzonitas, riolitas, dioritas, etc. Los depósitos de
wolframio guardan cierta afinidad con las rocas alcalinas. La caliza es en especial
favorable para el Pb y el Zn, pero relativamente no receptiva al Oro, la cuarcita es
también portadora de mena de Pb- Zn. Las rocas más receptivas al Au parece ser las
que contienen clorita u otros minerales de composición similar. Existen más
yacimientos de oro en pizarras y filitas cloríticas, y en rocas ígneas de básicas a
intermedias que en cuarcitas, riolitas o calizas.
Las fracturas no son puramente accidentales. Son el resultado de la rotura de una masa
rocosa bajo esfuerzos; se forma de acuerdo con leyes físicas. Si tuviéramos todos los datos
numéricos de los esfuerzos ejercidos, y se conociera la distribución de la resistencia en la
roca, podríamos predecir la forma general y detallada del esquema de fracturación.
Las fuerzas causantes de la fracturación pueden ser locales o regionales. De las fuerzas
locales, la más común es el movimiento relacionado con una intrusión ígnea. Las grietas en
un cuerpo intrusivo pueden ser el resultado de su contracción al enfriarse o de su colapso
al retirarse del magma.
2.1 DIAGRAMAS DE VETAS COMO GUÍAS
Lo más importante es correlacionar el sistema con accidentes geológicos: formaciones de
rocas que hayan sido especialmente favorables a la fracturación, superficies de resistencia
mínima que hayan desviado vetas de su curso general, y posición de fracturas en relación a
la estratificación y pliegues. Si se sabe porque una veta contiene mena en ciertas
condiciones, se está en mejor posición para predecir donde contendrá mena de nuevo.
Cuando el eje forme un ángulo bastante grande con el rumbo de las vetas individuales, el
mejor plan consiste en lanzar una galería a lo largo del eje. Si el ángulo es pequeño, el mejor
plan radica, por lo general en marchar por galerías hasta el final de una fractura y saltar a
la siguiente por una traviesa. Al explotar vetas escalonadas hay que recordar que el eje del
grupo no es necesariamente horizontal; puede ser vertical o inclinado. Es decir que la veta
vecina puede no encontrarse en el mismo nivel que la anterior, sino que ha de buscarse
subiendo o bajando.
3.1 CONTACTOS
Los contactos son lugares favorables para la deposición de la mena, porque tienen tendencia
a ser superficies de debilidad. Así, los contactos son interesantes desde un punto de vista
regional y como guías locales de las posiciones de las vetas.
Una veta puede seguir un contacto por una larga distancia, o meramente aprovecharse de
él en una parte de su curso.
Los contactos entre masas ígneas y las rocas que las albergan son especialmente favorables
a la acumulación de mena, incluso cuando esta no está genéticamente relacionada con el
cuerpo intrusivo. El contraste en resistencia entre un cuerpo intrusivo masivo y los
sedimentos más débiles hacen el contacto un lugar vulnerable a la fracturación, no sólo
durante una deformación regional, sino que también durante los ajustes que acompañan y
siguen al emplazamiento del intrusivo.
3.2 PLIEGUES
En algunas áreas de rocas plegadas la mena se encuentra en partes características de los
pliegues: en los vértices de los anticlinales, en el fondo de sinclinales o en los flancos
intermedios. ¿Cuál de estas posiciones, si lo es alguna es favorable?, depende del gran
número de circunstancias; un factor determinante es la edad del plegamiento respecto a la
del depósito de la mena; esto es, si el objeto de la búsqueda es un yacimiento plegado o
mena que se han depositado en rocas plegadas.
3.2.2 PLIEGUES ANTERIORES A LA MENA (*NO HAY RELACIÓN ENTRE LA MENA Y PLIEGUE)
La mena que se introduzca en rocas y plegadas puede no tener ninguna relación con el
plegamiento, pero con más frecuencia refleja la estructura plegada de una forma u otra. La
estructura de la roca puede imponer sus efectos sobre el depósito de la mena a través de:
o Hastiales contratantes
Consiste en identificar la roca del lado opuesto de la falla. Por ejemplo: si una veta tiene
inyectores de pizarra y un muro (piso) de pórfido, y la galería atraviesa una falla de pórfido,
es obvio que la veta se encontrará cortando en la dirección del techo.
Menos confiables, pero con frecuencia valiosos, son los rasgos físicos de las zonas falladas.
o Arrastre
Esta palabra se usa en dos sentidos:
o Espejo de fricción
Las ranuras o estrías de las paredes de la falla indican la dirección en que las paredes se han
deslizado una contra otras. Aunque indiquen la dirección, pueden dejar en duda el sentido
del movimiento. Por ejemplo, las superficies pulidas horizontales significan que la pared
opuesta se movió en sentido horizontal y no hacia arriba o hacia abajo, pero pueden no
indicar si el movimiento horizontal fue hacia la derecha o a la izquierda.
o Cizallas complementarias
en la zona de falla dan lugar algunas veces a una estructura análoga al crucero de fractura.
Los planos de cizalla cruzan la zona diagonalmente, en general bajo un ángulo pequeño, y
en sus extremos se curvan hacia el paralelismo con las paredes de la falla. El ángulo agudo
apunta en la dirección en que la pared opuesta se movió.
o Fracturas de tensión
al contrario que las cizallas complementarias, están con su ángulo agudo apuntando en la
dirección en que la roca de su propio lado (no del lado opuesto) del plano se la falla se ha
movido.
Fig. N° 13:Fracturas de tensión entre planos de deslizamiento en una fisura por falla de desplazamiento normal
Inclinación
SIGNIFICADO: Si un yacimiento consiste en una masa, veta, su forma es más o menos tabular
- delgada en una dimensión y relativamente extensa en las otras dos.
CRITERIOS: La evidencia más directa del grado y dirección de la inclinación de una bolsada
la constituye, naturalmente, la tendencia en sus límites. Pero en las primeras fases del
desarrollo las exposiciones pueden ser inadecuadas para descubrir la inclinación
verdadera.
Cambios de Forma
La forma probable del yacimiento se predice proyectando una sección en planta del mismo
hacia abajo a lo largo de su eje principal, pero debe tomarse en cuenta cualquier tendencia
que puede afectar su forma.
5.2 ¿A QUÉ PROFUNDIDAD LLEGARÁ LA MENA?
IMPORTANCIA PRÁCTICA
Si los trabajos mineros se están acercando al fondo de la mena, cuanto antes sea reconocido
este hecho, puede cambiar el programa entero de desarrollo y alterar por completo la
política financiera de la compañía.
Fig. N° 14:Bolsadas verticales
Zonas de mineralización. A: Zona exterior, cuarzo y calcita, pirita, tetraedrita, estibina, rejalgar, plata en puntos aislados. A': Empiezan a
aparecer calcita botrioidal y estibina. B: Zona intermedia, cuarzo, algo de calcita, pirita, blenda, galena, tetraedrita, bornita, plata abundante.
B': Mineralización como en la zona B, con más calcita, menos de cuarzo, algo de rodocrosita. C: Zona central, cuarzo, pirita, blenda, galena,
menos plata.
Galena y blenda
Blenda y tetraedrita-tennantita
Tetraedrita-tennantita, enargita y pirita
Enargita, calcopirita y pirita
Pirita, a menudo con magnética
(Base)
UNIDAD 6
6 EVOLUCIÓN GEOLÓGICA Y FORMACIÓN DE DEPÓSITOS METÁLICOS
Las rocas precámbricas forman el basamento cristalino del territorio peruano. Sus
mayores afloramientos se encuentran en la costa sur y en la Cordillera Oriental en el centro
del Perú.
Según los estudios realizados por Dalmayrac et al. (1988), las rocas más antiguas se
encuentran en el "Complejo Basal de la Costa" y están ligadas a un ciclo orogénico a ±2,000
M.a..
Hasta la fecha, la Cadena Hercínica del Perú se halla relativamente subexplorada y poco
estudiada a nivel de sus recursos minerales. Sin embargo, basándose en los conocimientos
actuales, se puede decir que procesos singenéticos (Pre-Ordovícico- Devónico, Carbonífero
y Pérmico), tectono-metamórficos (Fase Eohercínica) y magmático-hidrotermales
(Fase Tardihercínica) fueron responsables de la formación de los depósitos conocidos. La
ubicación de los principales depósitos metálicos del Paleozoico se puede apreciar en las
Figuras 1.1 y 1.2. La relación de depósitos y sus abreviaciones utilizadas en las Figuras 1.1
y 1.2 se exponen en el Cuadro 1.1
En el área del anticlinal Ultimatum, región del Domo de Yauli, Kobe (1990a) reporta
depósitos de sulfuros estratoligados de Ni-Co y de Cu-Zn-Pb dentro de secuencias
metamorfizadas de la Formación Excelsior del Devónico. Los sulfuros masivos y
diseminados fueron afectados ligeramente por el metamorfismo y tienen como rocas
encajonantes filitas, mármoles así como rocas volcánicas y volcanoclásticas básicas. Kobe
(1990a) sugiere un origen sedimentario-exhalativo para los sulfuros estratoligados.
Huamán et al. (1990) y Marocco et al. (1996) reportan varios depósitos polimetálicos
estratoligados en rocas carbonatadas de los Grupos Tarma y Copacabana. Sin embargo,
hasta la fecha el único depósito importante de este tipo es la mina Cobriza al sureste de
Huancayo. El depósito se encuentra en el Grupo Tarma dentro de una secuencia de calizas
de 25 m de potencia que está limitada en el techo y piso por lutitas y lutitas arenosas. El
cuerpo mineralizado consiste en un núcleo de calcopirita, arsenopirita, pirita y pirrotita que
está graduando lateral y verticalmente a calcosilicatos, magnetita y baritina con menor
cantidad de galena y esfalerita y contiene en promedio un 1.4 % Cu y 17 g/t Ag. Dataciones
radiométricas indican una edad Pérmica temprana de la mineralización e investigaciones
de isótopos de plomo señalan que la fuente de metales fueron rocas antiguas de la corteza
(Noble et al., 1995). Cobriza es considerado como un skarn distal de Cu (Petersen, 1965;
Valdez, 1983, Noble et al., 1995). Por otra parte, Huamán et al. (1990), basándose en la
ausencia de un intrusivo mineralizante y en investigaciones estratigráficas y
sedimentológicas, piensan en un origen singenético de la mineralización, la cual, según
ellos, fue afectada más tarde por eventos metamórficos y tectónicos.
Las capas rojas pérmicas del Grupo Mitu albergan depósitos estratoligados de Cu-Ag, siendo
las más grandes las de la región de Negra Huanusha, al noreste de La Oroya. Los depósitos
se encuentran dentro de series lixiviadas que constituyen areniscas rojas de grano medio
con intercalaciones de lutitas. Las areniscas contienen abundantes relictos de plantas
carbonizadas y material volcánico detrítico. La mineralización es diseminada y consiste en
calcosina, bornita y covelina con menores cantidades de minerales de Ag (stromeyerita,
polibasita y Ag nativa) generalmente en los alrededores de material carbonizado. Por
procesos de meteorización se observan fases secundarias de minerales de cobre como
cuprita, malaquita y azurita. La mineralización del depósito de Negra Huanusha contiene en
promedio un 3.2 % Cu, 2.9 g/t Ag y trazas de vanadio y uranio. Según Kobe (1990b) las
mineralizaciones estratoligadas de Cu-Ag se formaron singenéticamente por soluciones
oxidadas cuya carga metálica fue reducida y precipitada como sulfuros en los alrededores
del material orgánico carbonizado.
6.3.4 VETAS DE AU EN INTRUSIONES GRANODIORITICAS DEL CARBONÍFERO
1990). Las vetas pueden alcanzar anchos hasta de 2 m y largos hasta algunos 100 m. Su
paragénesis es muy uniforme y consiste en una Fase I con cuarzo, pirita y arsenopirita,
seguida por una Fase 2 con galena, esfalerita, calcopirita, Au y electrum. Las vetas de cuarzo
aurífero tienen una ley promedio de 10 g/t Au. Schreiber et al. (1990) relacionan la
formación de las vetas auríferas al Batolito de Pataz que se emplazó durante el Carbonífero
en rocas volcano-sedimentarias ligeramente metamorfizadas del Complejo del Marañón.
Soluciones magmáticas cloruradas lixiviaron Au de las rocas encajonantes y lo depositaron
en fisuras cerca del contacto batolito/Complejo del Marañón. Datos radiométricos de
muscovitas en las vetas, indicando una edad de 286 M.a. para la mineralización (Vidal et al.,
1995), soportan el modelo genético según Schreiber et. al (1990).
El complejo del Batolito de Carabaya en la Cordillera Oriental que constituye los plutones
de Coasa, Limbani, Aricoma y Limacpampa alberga depósitos vetiformes, greisen y skarn de
Sn-W-Cu-Mo. Los más importantes de este tipo son las minas Condoriquiña y Sarita.
Condoriquiña comprende una serie de greisen y vetas de cuarzo-clorita con casiterita,
wolframita, esfalerita y arsenopirita asociada al plutón granítico de Limacpampa (Clark et
al. 1990). La mina Sarita, albergada por el plutón granítico de Aricoma, está constituida por
numerosos cuerpos de greisen que consisten en diseminaciones de calcopirita acompañada
por scheelita, casiterita y molibdenita (Candiotti & Guerrero, 1983). Según Lancelot et al.
(1978) y Clark et al. (1990) los depósitos de Sn-W-Cu-Mo asociados al Batolito de Carabaya,
tienen edades entre el Pérmico y el Jurásico. Estudios de isótopos de plomo indican que los
metales en los depósitos provienen de la corteza terrestre (Kontak et al., 1990)
6.3.6 VETAS AG-PB-ZN Y TIERRAS RARAS ASOCIADAS A ROCAS PERALCALINAS DEL JURÁSICO
MEDIO
Clark et al. (1990) reportan pequeñas vetas de Ag-Pb-Zn y tierras raras en el Distrito de
Macusani en la Cordillera Oriental. Según los autores las mineralizaciones se formaron en
el Jurásico medio relacionadas con la evolución de los intrusivos peralcalinos (gabros,
dioritas y sienitas) del Complejo Allinccápac.
1975). El Ciclo Andino se inició en el Triásico superior y está caracterizado por fases de
sedimentación marina hasta el Cretácico superior, seguidas por fases de plegamiento,
magmatismo y sedimentación continental que continúa hasta la época actual. Según
Frutos (1981) las fases de sedimentación, generalmente acompañadas por actividades
volcánicas, coinciden con velocidades menores de convergencia de placa, mientras que
las fases de plegamiento y plutonismo ocurrieron durante fases con altas velocidades de
convergencia.
6.5 Mesozoico
En el Jurásico superior, por el levantamiento del Arco del Marañón (Benavides, 1956)
con rumbo noroeste-sureste, la plataforma continental se separó en dos cuencas: la
Cuenca Peruana Occidental (Wilson, 1963), que se interpreta como una cuenca tras arco
de tipo "abortada" debido a la falta de rocas ofiolíticas (Atherton et al. 1983) y la Cuenca
Oriental. En el lado suroeste de la Cuenca Occidental se quedó activo un volcanismo
basáltico- andesítico (Fms. Jaguay y Guaneros). En el lado norte de la cuenca se
depositaron 1,500 m de lutitas negras con intercalaciones de calizas y volcanoclásticos
(Fm. Chicama). En el sector sur se formaron 2,000 m de areniscas y lutitas (Gpo. Yura).
La Cuenca Oriental recibió sedimentos continentales (areniscas, limolitas y lutitas rojizas
con evaporitas).
Cualquiera que sea la forma que tenga el informe, su propósito es presentar conclusiones
de una manera definida y sugerir recomendaciones en forma convincente.
Con frecuencia los informes más persuasivos y convincentes son los orales, pero incluso
entonces debe haber un informe suplementario escrito, que es probable que pertenezca
a uno de estos tres tipos:
Informe de progresos,
Informe periódicos,
Informe final o especial.
7.1 INFORME DE PROGRESOS.-
El Geólogo, cuando hace un examen en el campo deseara mantener a sus superiores
informados de los progresos de sus trabajos. Esto lo efectúa, ya enviando informes
formales cada semana o cada quincena. La oficina central está siempre intensamente
interesada en el trabajo de sus hombres en el campo. Al dar las impresiones, el geólogo-
minero ha de adoptar cuidadosamente su postura entre exponer solo lo que ha sido
confirmado. El hombre de campo necesita ser muy cauteloso, en especial al presentar
opiniones que tengan un aspecto optimista.
7.2 INFORMES PERIODICOS.-
Estos informes contienen una cantidad considerable de datos de rutina, tales como
metros avanzados en el trabajo de desarrollo, resultados y valores medios del
desmuestre y toneladas de mena a la vista, pero también ofrecen oportunidad para
presentar opiniones y discutir problemas. En informes periódicos es aconsejable
presentar los sucesivos asuntos en el mismo orden en todos los informes.
DEPARTAMENTO DE GEOLOGIA
INFORME MENSUAL N° 20
a) Levantamiento Geológico
b) Desmuestre
a) Trabajo desarrollado
Deben acompañar el informe periódico planos y secciones para mostrar los puntos
en que se ha llevado a cabo trabajo de preparación y donde se recomienda nuevos
trabajos.
Un informe especial es similar en naturaleza, pero se hace en el curso del trabajo en una
propiedad en actividad cuando se presenta la oportunidad.
Es un buen plan empezar a escribirlos antes de que el trabajo en el campo este mas que
medio terminado. Incluso aunque se tenga que volver a escribirlo posteriormente. El
intento de poner las ideas y conclusiones por escrito llamara la atención sobre cualquier
fallo en las observaciones antes de que sea demasiado tarde para poder hacerlas.
7.6 DISPOSIICION.
El índice de materias debe colocarse detrás del sumario y antes de esperar el verdadero
informe. Debe ser una lista de los títulos y subtítulos exactamente con las mismas
palabras usadas en el informe.
7.7 ORDEN DE LOS ASUNTOS.-
En contraste con el índice, que por su naturaleza no puede escribirse en su forma final
hasta que esté completo el informe, un esquema preparado antes de empezar la
redacción sirve continuamente como guía para el orden de los asuntos o temas. No es
necesario seguirlo ciegamente; de hecho debe revisarse y cambiarse cuando se vea una
mejor disposición.
7.8 TABLAS Y APENDICIES.-
Al hacer la disposición del texto, se debe tener la mayor consideración con el lector.
Cuando se dé información numérica, se la debe presentar en forma de tabla que el lector
pueda echar una mirada por encima, o estudiarla exhaustivamente según prefiera. Si se
van a describir formaciones geológicas, se debe colocar una columna estratigráfica antes
de las descripciones y si está discutiendo una serie compleja de hechos geológicos se
debe presentar una tabla cronológica para dar al lector un rápido resumen.
7.8.1 LONGITUD
La longitud de un informe va de una página o menos, para un breve examen de una
prospección sin esperanzas, hasta cien páginas o incluso más, para una prolongada
investigación de una propiedad importante. La longitud más propia depende no de lo que
el escritor pueda pensar en decir, sino de la información o discusión que vale realmente
la pena presentar. No tiene verdadero merito la longitud por amor a la longitud.
Desgraciadamente hay quienes creen que un informe largo es más impresionante que
uno corto, y la causa más común es del famoso epigrama: “le escribo una carta larga
porque no tengo tiempo para escribir una corta”.
Los yacimientos estudiados son de origen hidrotermal y en su mayoría del tipo filoneano,
también se han examinado depósitos metasomáticos y una chimenea de brecha.
Los filones están constituidos por vetas y mantos y se encuentran distribuidos en las seis
unidades. Don Julio, Sama, Caplina, Cercana, Ilabaya y Vilavilani
8.1 MINERALOGIA Y PARAGENESIS
Limonita Cerusita
Malaquita Cuprita
Crisocola Atacamita
Hematita Chalcosita
Goethita Cobre nativo
Azurita Oro nativo
Covelita.
Pirita Arsenopirita
Calcopirita Digenita
Bornita Tetrahedrita
Galena Esfalerita
Pirrotina Enargita
Del estudio mineralógico se deduce que las condiciones de formación van desde una facie
hipotermal caracterizado por los metasomaticos de contacto a una facie de extensión
mesotermal.