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La órbita del Explorer VI era ideal en varios aspectos para probar la intensidad y el
alcance de los cinturones Van Allen.
Su órbita era altamente elíptica, extendiéndose desde aproximadamente 4,100 millas
desde el centro de la Tierra en su punto cercano hasta unas 30,000 millas en su punto más
lejano.
Además, la inclinación de la órbita fue tal que el cohete pasó de latitudes magnéticas
del norte bastante altas a latitudes magnéticas altas del sur.
Debido a estas dos características orbitales, se escaneó una gran parte de la región de
los cinturones en varios días.
Esa parte de los nuevos datos que se han procesado hasta la fecha indica que las dosis
máximas normales de radiación en los cinturones durante el período del 7 de agosto al 6 de
octubre del año pasado disminuyeron significativamente en comparación con la encontrada
anteriormente con cargas útiles a bordo de Pioneers III y IV, y la Mechta soviética.
En la noche del 16 al 17 de agosto, ocurrió una fuerte tormenta geomagnética que trajo
una nueva sorpresa. Durante las primeras 24 horas de la tormenta, aproximadamente dos
tercios de la radiación en la zona exterior fue "arrojada" a la tierra,
La evidencia disponible sugiere que la radiación perdida consistió principalmente en
electrones de baja energía.
El cinturón exterior pronto se recuperó, de hecho se recuperó en exceso, y cerca del
final de la tormenta, el 18 de agosto, se descubrió que el cinturón exterior contenía
aproximadamente cinco veces la radiación total encontrada allí antes de la tormenta.
Esta "fiebre" anormalmente alta de radiación persistió durante 10 días y fue seguida por
un lento retorno a la normalidad.
Hasta el momento, no se ha encontrado una explicación satisfactoria del proceso de
"vertido" en la radiación de la correa exterior.
Al rastrear las probables rutas de descarga de esta radiación a la tierra, los científicos de
Minnesota descubrieron que debería aparecer cerca de la superficie de la tierra entre latitudes
magnéticas de 52 y 62 grados, con una apariencia máxima de 57 o 58 grados.
En la misma noche de la tormenta magnética, los contadores a bordo del Explorer VI
revelaron la desaparición de la radiación del cinturón exterior, el Dr. Winckler observó una
aurora sobre Minneapolis, a una latitud magnética de 57 grados.
El vínculo fue ineludible. La aurora observada debe haber sido causada por los
electrones saltados del cinturón exterior.
Tales electrones producirían más que la evidencia visible de una aurora. Producirían
rayos X. Observaciones previas en globo ya habían indicado que tales rayos X a menudo estaban
presentes en latitudes relativamente bajas durante los tiempos en que las auroras visibles se
extendían hacia el norte.
Por lo tanto, los datos de Minnesota respaldan la idea de que al menos en ciertas
condiciones, una aurora puede constar de dos partes, una aurora visible que probablemente
aparece cerca de la zona auroral habitual y una aurora de rayos X, invisible tal vez a simple vista,
acostado al sur.
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio recogió la cuenta de este
trabajo, y lo más probable es que lo haga en el futuro a medida que los Van Allens, Arnoldys,
Hoffmans, Wincklers y otros traigan nueva luz sobre los misterios restantes de la radiación que
rodea la Tierra. cinturones
Salt Lake Tribune, 19 de junio de 1960..
LAS PELÍCULAS ESPACIALES REVELAN UNA RADIACIÓN MUCHO MAYOR
BEDFORD, MASA. (UPI): los paquetes de película expuestos a altitudes de hasta 700 millas en un
cono de nariz Atlas mostraron una radiación mucho mayor que la descubierta previamente,
según el comando de investigación y desarrollo aéreo.
"Las pistas de partículas indican que la radiación en los cinturones (Van Alien) descubiertos por
los satélites Explorer supera con creces el flujo de radiación cósmica primaria medida por medio
de globos de gancho celeste a 20 millas de altitud", dijo el informe.
“Los conteos en las emulsiones voladas por el Atlas muestran que por cada rayo cósmico que
penetró en el bloque, se registraron unos 44,000 protones del cinturón de Van Alien.
"La microfotografía adjunta de una sección de la emulsión más pequeña que la cabeza de un
pasador común muestra una pista producida por un pesado rayo cósmico primario inmerso en
un mar de protones que transportan energías cinéticas en exceso de cuatro mil millones de
electronvoltios y por lo tanto capaces de penetrar en el Cono de nariz Atlas.
"Las partículas atrapadas más enérgicas produjeron 'estrellas' o explosiones nucleares dentro
de la emulsión (película) 500 veces más frecuentemente que las observadas en cohetes Aéreos
anteriores que alcanzaron solo 100 millas, debajo de la intensa radiación atrapada del cinturón
de Van Alien". Marzo 17, 1960, Deseret News.
Ninguna otra radiación "empaca tan fuerte" como los Rayos Cósmicos. En comparación con
otras energías aquí en la tierra, califican miles y millones de veces como poderosas. Las energías
de los rayos cósmicos parecen estar entre 100 millones y más de 100 mil millones de voltios. No
es posible ser demasiado definido y positivo, porque las estimaciones necesariamente cambian
con experimentos y conocimientos adicionales. La comprensión se vuelve difícil cuando las
energías alcanzan miles de millones de voltios. La presión eléctrica más alta en líneas de alta
tensión es de 250,000 voltios. El pico de producción de electricidad artificial para fines
experimentales es de 20 millones de voltios. Los rayos tienen una potencia de alrededor de mil
millones de voltios.
La cifra de 100 mil millones de voltios es el resultado de la medición del Dr. W. Kolhorster de
penetración radiada en las profundidades de las minas de sal de Strassfurt. Descubrió que la
energía mínima de estos rayos tenía una penetración que era mayor que nunca antes
demostrada. El Dr. Axel Corlin, del Observatorio Lund de Suecia, encontró radiación que todavía
tenía energía después de pasar por profundidades algo mayores y, por lo tanto, las cifras de
voltaje se pueden aumentar aún más. Y las energías de 100 mil millones de voltios o más están
indicadas por las grandes explosiones provocadas por colisiones de rayos cósmicos, llamadas
stosse, que se han observado particularmente en Alemania. Los dispositivos Moray RE han
funcionado igualmente bien en minas profundas bajo el agua o en lo alto de las montañas y en
un avión.
Hace aproximadamente 100 años que la Ciencia comenzó a considerar la luz, el calor, el
magnetismo, el galvanismo y la electricidad como fuerzas naturales. En la primera parte del siglo
XIX, los libros escolares denominaban estas cosas sustancias imponderables. Se enseñó la teoría
de los corpúsculos de la luz y se suponía que el sol debía contener un suministro incesante de
estos corpúsculos. Después de que la teoría corpuscular sobre el hombre desvanecido recurrió
a la teoría de las olas, pero incluso la teoría de las olas se basó en un concepto crudo de un
movimiento de los principios últimos o átomos de materia. La teoría electrónica superó a la
antigua teoría y, si bien la teoría de los electrones supera todas las teorías anteriores, podría ser,
a medida que nos conduzca una mayor luz, la teoría de los electrones carezca de conocimiento
"absoluto", y la teoría de Einstein tiene algunas revisiones, enmiendas o incluso deshacer?