Está en la página 1de 4

Las familias monoparentales, las formadas por un único progenitor con uno o varios hijos a

cargo, van en aumento a medida que crece el número de divorcios o mujeres que deciden ser
madres sin tener pareja. Educar a los hijos, cuando se debe ejercer de padre y madre a la vez, es
una tarea difícil, pero no imposible.
Las dificultades de las familias monoparentales van desde la organización de la rutina diaria a las
dudas por la falta de una figura paterna o materna
Definición de Familia Nuclear
La familia es un punto de referencia vital para cualquier hijo que en la etapa adulta

toma conciencia del valor de la raíces y durante la niñez, crece en un entorno de protección

cuidado y amor. La familia nuclear hace referencia a ese núcleo de intimidad personal. Es decir,

aunque un grupo familiar puede ser muy amplio al estar formado por abuelos, tíos y primos, por el

contrario, el núcleo se reduce únicamente a los padres y a los hijos.

Según la Organización Mundial de la Salud Droga “es toda sustancia que, introducida en el
organismo, produce modificaciones en una o más funciones de éste”.
Por ello resaltamos que, todas las sustancias psicoactivas tiene efectos sobre el organismo
independientemente de que sean legales o ilegales.

El consumo de drogas puede ser problemático para una persona cuando afecta negativamente, en
forma ocasional o crónica, una o más áreas vitales del individuo como por ejemplo:

-Su salud física o mental.

-Sus relaciones sociales primarias (familia, pareja, amigos).

-Sus relaciones sociales secundarias (trabajo, estudio)

-Sus relaciones con las normativas sociales vigentes.

Clasificamos a las drogas en legales e ilegales y a la vez en depresoras, estimulantes y


alucinógenas.

Drogas legales: son aquellas cuya producción, distribución y comercialización se da dentro del
circuito legal.
Son ejemplos de estas: el Alcohol, el Tabaco, las bebidas Energizantes.
Dentro de este grupo también se incluyen aquellas llamadas sustancias legales reguladas porque
se consumen como parte de un tratamiento médico, están sujetas a una dosis terapéutica y un
porcentaje grande de ellas son comercializadas bajo prescripción médica.
Drogas ilegales: son aquellas cuya producción, distribución y comercialización están
jurídicamente tipificadas como delito; por lo tanto se obtienen en el circuito ilegal. En nuestra
cultura son ilegales la marihuana, el paco, la cocaína, el LSD, y otras.
Drogas estimulantes: son sustancias que aceleran al sistema nervioso central. Ejemplo:
energizantes, paco, pasta base, etc.
Drogas depresoras: son sustancias que deprimen el sistema nervioso central. Ejemplo: alcohol y
ansiolíticos.
Drogas alucinógenas: son sustancias que provocan alteraciones en la senso-percepción.
Ejemplo: LSD
La guerra contra las drogas ha sido un fracaso rotundo. El año pasado murieron en México 6,290
personas en las batallas del Gobierno contra los cárteles de drogas. En los EEUU, como
consecuencia de las estrictas leyes antidrogas se están llenando las prisiones de millones de
personas. Sin embargo, la producción mundial de drogas ilegales es más alta que nunca. ¿Cómo
se pueden eliminar la plaga de las adicciones y el comercio internacional ilícito de drogas?

No por medio de la acción militar ni policiaca, como las políticas actuales. El abuso de drogas,
como el alcoholismo, es un problema social y de salud pública. El empujar las drogas hacia la
clandestinidad, como la prohibición de alcohol durante la década de 1920, sólo hace que suban los
precios y atrae el crimen y las redadas policíacas a las comunidades pobres. La prohibición
también fomenta el crimen organizado debido a las enormes ganancias obtenidas en el mercado
negro.

La legalización de las drogas y los servicios de apoyo a las comunidades son el remedio
verdadero, incluyendo el financiamiento integral para tratamiento. En 2002, sólo la quinta parte de
los fondos contra las drogas se usaron para la rehabilitación. Igualmente importante es la
eliminación de la pobreza y la falta de oportunidad que hacen que las drogas sean atractivas.

El intercambio internacional de la miseria.

El mercado ilegal causado por la prohibición de las drogas también crea serios daños sociales a
nivel mundial. La actual guerra contra las drogas en México es sólo el ejemplo más reciente.

Los EEUU fomentaron el caos el año pasado, cuando el Congreso aprobó la Iniciativa Mérida, la
cual destinó $1,300 millones a México y América Central para armas y capacitación policiaca para
la lucha contra los cárteles de drogas. Mérida ha financiado el derramamiento de sangre, y el
despliegue de 45,000 tropas federales en México. Los residentes de las regiones fronterizas han
acusado a tropas de tortura, violaciones y confesiones forzadas.

Los EEUU han fomentado el crimen organizado en México y América Central con una ley que exige
la deportación de los inmigrantes no ciudadanos, incluyendo a los residentes legales, que han sido
sentenciados por cierto tipo de crímenes. Las autoridades utilizan estas políticas para hostigar a
mucha gente que no lo merece; pero también las usan para exportar la violenta cultura de las
pandillas creada en EEUU a países que no están preparados para lidiar con dichas crisis.

Al mismo tiempo que el Gobierno de EEUU se pronuncia públicamente contra las drogas, también
comercia secretamente con narcóticos. Los EEUU cuentan con una larga historia de manipulación
de drogas para encubrir tretas de poder político en el exterior, y de control social en el interior del
país.
Muchos libros cuidadosamente estudiados documentan el hecho de que EEUU fomenta las drogas.
A continuación presentamos algunos puntos:

 Durante la Guerra de Vietnam, la CIA participó en el comercio de heroína en el sureste de Asia,


el cual suplía a las tropas de EEUU (un esfuerzo por mermar la oposición a la guerra por parte de
los soldados).
 En la década de 1980, la CIA intercambiaba armas y dinero por cocaína con los contras que
luchaban contra al gobierno sandinista de Nicaragua.
 Durante la intervención de la antigua Unión Soviética en Afganistán, los EEUU ayudaron a los
grupos fundamentalistas musulmanes de derecha intercambiando su heroína por armas.
Una y otra vez, EEUU ha utilizado las guerras contra las drogas para asediar a grupos radicales.
En la década de 1990, el presidente Clinton lanzó el “Plan Colombia”. Esta supuesta campaña
contra la cocaína financió a los escuadrones de la muerte que mataban a los guerrilleros y
campesinos pobres. Se calcula que 3,000 personas eran asesinadas cada año, mientras que el
tráfico de cocaína se llevaba a cabo sin obstáculos.

En Colombia y Afganistán, EEUU ha rociado toneladas de herbicidas, veneno que destruye no sólo
las plantas de las drogas, sino también los cultivos de alimentos, el bosque lluvioso del Amazonas
y el campo afgano. También causa serios daños a la salud.

Sin embargo, el flujo de drogas ilegales continúa a causa de las enormes ganancias que se
obtienen de su venta — así como armas para proteger el comercio. La legalización de las drogas
eliminaría este enorme comercio del crimen organizado. En los países subdesarrollados, muchos
campesinos pobres dependen de los cultivos ilegales de drogas para su supervivencia. Sólo si se
les ofrecen alternativas cambiará la situación.

Por otra parte, aunque el Gobierno de EEUU proclama la guerra contra las drogas, la CIA ha
protegido a comerciantes a gran escala de EEUU y otros países para que no sean castigados.
También ha ayudado ha que se difundan las drogas en las calles, sobre todo en las comunidades
de gente de color.

La “guerra contra las drogas” racista.

La gente de todos los colores y niveles económicos de los EEUU usan drogas ilegales para
divertirse, por razones médicas o porque son adictos. Pero la aplicación de la ley es
tremendamente injusta. Por ejemplo, a los negros se les arresta por cuestiones de drogas hasta
cinco veces más que a los blancos. La cruzada contra las drogas es una guerra contra los pobres,
sobre todo los negros y demás gente de color.

En las comunidades de bajos ingresos, los empleos, la educación y las oportunidades son
extremadamente limitados. Las drogas callejeras pueden proporcionar una especie de
automedicación para aquéllos que tienen un futuro desalentador. Pero la pobreza y la desigualdad
también incitan a la rebelión.

El control de las sublevaciones fue la meta original de la guerra contra las drogas declarada por el
presidente Nixon en 1970. Los africano americanos hicieron temblar la estructura de poder con la
lucha por los derechos civiles y la justicia. Su lucha inspiró a otros movimientos. Se dice que Nixon
comentó que, “El problema son los negros. La clave es crear un sistema [para eliminar las
protestas] que tome esto en cuenta sin que se note”.
El “sistema” ha provocado la tasa más alta de encarcelamientos del mundo. En el caso de los
hombres negros entre 20 y 24 años de edad, es de uno de cada nueve. El 80 por ciento de todos
los arrestos es por posesión de drogas, el 40 por ciento de los arrestos por drogas son por
marihuana.

La guerra contra las drogas también ha hecho que se multiplique por ocho el número de mujeres
en la cárcel desde 1980, y la mayoría son mujeres de color. Las mujeres con sentencias por
drogas, muchas de ellas madres, reciben típicamente sentencias más largas que los hombres.

Los prisioneros que son liberados están condenados al fracaso pues se les niega la vivienda
subsidiada, los préstamos universitarios y, con frecuencia, el empleo. La mayoría pierde su
derecho al voto. Estas políticas impiden la rehabilitación y castigan también a las familias de los
expresidiarios.

La campaña contra las drogas también se usa como pretexto para criminalizar más a los
inmigrantes y para militarizar la frontera. La administración de Obama ha dicho que favorece el
tratamiento en lugar del encarcelamiento; sin embargo, la rehabilitación no es asequible para la
mayoría de las personas que la necesitan. Al contrario, ese dinero se destina al fortalecimiento de
la patrulla fronteriza.

El fracaso de las leyes contra las drogas es tan obvio que en 2002 funcionarios de la aplicación de
la ley fundaron la organización LEAP (según las siglas en inglés) para procurar la legalización. Su
fundador, Jack Cole, cree que se debe eliminar la prohibición de las drogas, de la misma manera
que se eliminó la prohibición del alcohol en 1933. “Un día después de que se eliminó esa terrible
ley, Al Capone y todos sus compinches contrabandistas se quedaron sin trabajo.”

Lo que se puede hacer.

Lo bueno es que el movimiento por la legalización está creciendo. Muchas personas están a favor
de la eliminación de las medidas policíacas contra las drogas, y del tratamiento de la adicción como
un problema de salud. A continuación se encuentran maneras efectivas de tratar la cuestión de las
drogas:

 ¡Eliminar la prohibición! Proporcionar rehabilitación gratuita a todos los que la soliciten, sin
hacerlos esperar.
 Liberar a los prisioneros sentenciados por crímenes de drogas leves. En lugar de financiar las
prisiones, readjudicar los fondos para la capacitación laboral, el tratamiento de drogas, la
educación y los servicios sociales para los exconvictos. ¡Eliminar las políticas punitivas contra los
antiguos criminales y devolverles su derecho al voto!
 Readjudicar los billones gastados en la guerra contra las drogas en educación, empleos y
servicios para las comunidades pobres, sobre todo los jóvenes.
 Eliminar las intervenciones de EEUU en el extranjero. ¡Acabar con el comercio de drogas
clandestino de EEUU!

También podría gustarte