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BIOLOGÍA
EL MUNDO VIVIENTE
La capacidad de autorreplicarse es la principal característica que diferencia a los seres
vivos del resto de las estructuras del universo. Todos los restantes elementos que se forman
a su alrededor, tanto físicos como químicos, van destinados a este fin primordial, y son las
propias leyes de la materia y la selección las que determinan aquellas formas que son
adecuadas para la vida.
El principal problema al que se enfrentan las estructuras orgánicas es la dispersión de sus
elementos. La solución fue encerrar los compuestos orgánicos y todas las estructuras
dentro de una membrana, y así surgió lo que conocemos como unidad de la vida, la célula.

LA TEORÍA CELULAR LAS CÉLULAS

Según ha podido comprobarse, la mínima canti-
dad de materia con capacidad de autorreplicación
y mantenimiento es la célula. Los organismos más
simples conocidos son los unicelulares, y por de-
bajo de este nivel de organización sólo encontra-
mos los virus.
Sin embargo, el virus se encuentra por debajo
de ese umbral a partir del cual podemos hablar de
vida, ya que es incapaz de reproducirse salvo que
pueda introducirse en una célula y reproducir allí
su propia información genética, aunque utilizan-
do para ello el genoma de la célula. Así, pues, el
virus será un organismo parásito que fuera de una
célula no es más que sustancia orgánica con una
cierta organización, pero sin esa facultad vital.
La célula puede vivir como un organismo autó-
nomo, como sucede en el caso de los protistos, o
bien formar parte, junto con muchas otras células
iguales a ella o diferentes, de un sistema que de-
nominaremos organismo pluricelular.
La célula funciona como un sistema abierto, es
decir, que la formación de nuevas sustancias a
partir de otras, y la destrucción de las ya forma-
das, al cabo de un cierto tiempo, se suceden de
un modo continuo. Este proceso permanente
de creación y destrucción es una característica
esencial de la vida. Para llevarlo a cabo, la célula
requiere una estructura básica que se repite, con
algunas diferencias casi siempre secundarias, en-
tre los distintos tipos de organismos.
DE LOS ORGANISMOS VIVOS
Existe una gran diversidad de células, pero todas
ellas guardan en común un esquema fundamental
básico que garantiza su funcionalidad. Podemos
considerar la célula como una unidad formada por
una sustancia celular, el citoplasma, que se en-
cuentra rodeado de una membrana celular, y que
contiene en su interior un órgano rector, el núcleo,
y una serie de elementos adicionales en forma de
inclusiones que denominamos orgánulos.
La membrana celular
Consta a partes iguales de lípidos y proteínas. Es
una delgada estructura en forma de doble capa,
semipermeable, que impide el paso de determi-
nadas sustancias, pero permite el de otras. Así
puede cumplir su doble función: aislar frente al
entorno (evitando perder componentes valiosos)
y acceder a los nutrientes (elementos necesarios
para sintetizar la materia orgánica).
En los animales, la membrana aparece desnuda
y es flexible, pero en las plantas se encuentra re-
cubierta de una capa más o menos gruesa de celu-
losa, que forma una pared rígida.
En la membrana pueden aparecer diversas es-
tructuras, siendo las principales los cilios y los
flagelos, como elementos fijos, y los pseudópo-
dos, como formas variables y transitorias.
Los cilios son prolongaciones cortas de la mem-
brana que en los organismos unicelulares sirven

112
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Retículo Nucléolo
endoplasmático
Mitocondria
Aparato de
Golgi
Vesícula grasa
La célula animal está rodeada de una
delgada membrana que la protege y
sirve de medio selector para los
intercambios de sustancias con el
exterior.
Las amebas son protozoos muy
característicos sin forma definida, que
se desplazan mediante pseudópodos.
para la locomoción, pero que pueden aparecer
también en las células de los tejidos de diversos
organismos pluricelulares, como, por ejemplo, las
células ciliadas de los conductos respiratorios de
muchos animales. Constan de nueve microtúbu-
los y un engrosamiento en la base (gránulo basal).
Los flagelos presentan la misma estructura que
los cilios, pero son mucho más largos y en general
su número es muy inferior.
Por último, los pseudópodos son prolongaciones
o prominencias del citoplasma hacia el exterior, y
pueden ser de formas muy diversas (como dedos,
filamentosos, arborescentes, etc.), pero carecen de
una estructura interna como los cilios y flagelos.
Son característicos de los organismos o estructuras
unicelulares (por ejemplo, las amebas y los glóbulos
blancos), que los utilizan para la locomoción.
El núcleo
Dispone también de una membrana que lo aísla
del resto del citoplasma, y contiene en su interior
los cromosomas, filamentos de ácido desoxirri-
bonucleico (ADN o DNA) que llevan codificada la
información genética, es decir, las instrucciones
para fabricar todos los componentes del organis-
mo, ya sea éste unicelular o pluricelular. El nú-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
cleo es, por tanto, uno de los componentes esen-
ciales de toda célula viva.
El citoplasma y sus componentes
El citoplasma contiene una gran cantidad de or-
gánulos, algunos de ellos característicos sólo de
determinados grupos de organismos, pero otros
en cambio presentes en todas las células. Los más
notables son:
Mitocondrias: tienen forma de bastoncillo o es-
fera, poseen una membrana lisa por el exterior, y
que por dentro forma unos repliegues membrano-
sos (crestas), y contienen enzimas oxidativos (para
transformar en energía los alimentos). Su número
es variable, pero siempre es ma-
yor en las células activas, como,
por ejemplo, las del hígado.
Cloroplastos: de forma ge-
neralmente discoidal, rodeados
de una membrana y con pig-
mentos en su interior, como,
por ejemplo, la clorofila. Su
función es ser el lugar donde
tiene lugar la fotosíntesis.
Ribosomas: esféricos y de
tamaño muy pequeño. Parti-
cipan activamente en la síntesis de las proteínas.
Retículo endoplasmático (RE): estructura mem-
branosa que forma una especie de red, y sobre la
que pueden adherirse numerosos ribosomas (RE
rugoso), o permanece libre de ellos (RE liso).
Aparato de Golgi: conjunto de estructuras mem-
branosas en forma de sacos apilados. Participa en
la síntesis de las proteínas y también de los polisa-
cáridos.
Vacuolas: cavidades rodeadas de una membra-
na, que contienen sustancias alimenticias y resi-
duos. Pueden ser muy numerosas o aparecer
agrupadas en una única vacuola de gran tamaño.
Lisosomas: estructuras esféricas llenas de pro-
teínas, que son producidas en el aparato de Golgi.
Contienen enzimas que participan en la digestión
de los nutrientes y contribuyen a la lisis de la cé-
lula cuando ésta se deteriora o muere.
Peroxisomas: similares a los lisosomas, contie-
nen principalmente catalasa, y participan en nu-
merosos procesos metabólicos (ruptura de molé-
culas de agua oxigenada, transformación de gra-
sas en carbohidratos, etc.) dependiendo del tipo
de organismo.
Microfilamentos: fibras delgadas y largas de pro-
teína que se encuentran dispersas en el citoplasma,
113
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y que participan en los movimientos celulares y
también en la división.
Microtúbulos: cilindros huecos de naturaleza
proteica que desempeñan un papel esencial en la
división de la célula (desplazando los cromoso-
mas hacia los polos) y actúan también confirien-
do cierta rigidez a la estructura celular.
Centriolos: conjunto de dos estructuras cilín-
dricas dispuestos perpendiculares entre sí y que
participan en la división celular.

METABOLISMO
DE LOS SERES VIVOS
La actividad de los seres vivos se reduce, en última instancia, a una serie de reacciones
químicas entre elementos que existen ya en la naturaleza en forma libre o como
compuestos, pero que en ellos han adoptado una disposición especial, organizándose en
estructuras características y con predominio de algunos elementos.
El conjunto de todas estas reacciones es lo que denominamos metabolismo. Se trata de un
proceso donde el número de las reacciones y de componentes es muy variable, aunque
siempre, incluso en los organismos más simples, supone una complejidad muy superior a la
que podemos encontrar en el mundo inanimado.

COMPOSICIÓN DE LOS SERES VIVOS
El carbono es el elemento que caracteriza a la vida
y, en diversas formas y compuestos, lo encontra-
mos formando parte de la materia de los seres vi-
vos, ya sean las células (y los tejidos y órganos) o
las sustancias producidas por éstas.
Veremos a continuación, brevemente, los prin-
cipales compuestos que aparecen en los materia-
les orgánicos de todos los organismos.
Lípidos
Son compuestos orgánicos que forman cadenas
más o menos largas, apenas solubles en agua y
que desempeñan un papel importante como re-
servas de energía en los animales. Hay varios ti-
pos: las grasas están formadas por glicerol y áci-
dos grasos, y pueden ser saturadas (características
de los animales) o no saturadas (propias de los
vegetales). Los fosfolípidos son lípidos que llevan
un grupo fosfato y forman las membranas celula-
res. Los esteroides son otro grupo importante,
pues constituyen, por ejemplo, las hormonas se-
xuales de los animales.
Carbohidratos o hidratos de carbono
Son compuestos de fórmula molecular CH2O,
solubles en agua. Su función es servir de combus-
tible en los procesos metabólicos, aunque contie-
nen menos energía que las grasas. Los más senci-

Los lípidos que forman Glucosa

parte de la dieta H CH2OH O
humana (grasas y H CH2OH O
aceites) aportan HO H H
energía y mejoran el HO H H
OH H OH OH
sabor de los alimentos. OH HO
H OH H
H

Los hidratos de
carbono son
Ácido
importantes para los
oleico H H seres vivos, en especial
la glucosa, un azúcar
CH3 —(CH2) 7 —C ­ C—(CH2)7 — COOH sencillo presente en los
frutos carnosos.

114
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CIENCIAS NATURALES

llos se denominan monosacáridos, o azú-

cares simples (por ejemplo, ribosa, glucosa,
galactosa, lactosa, sacarosa), y los comple-
jos reciben el nombre de polisacáridos, o
azúcares compuestos. Entre éstos, los más
abundantes son el almidón, que actúa
como sustancia de reserva en las plantas
(con su equivalente, el glucógeno, en los
animales) y la celulosa, que es el material
estructural fundamental de todos los orga-
nismos vegetales.
Emparejamiento
Proteínas de bases

Son macromoléculas que desempeñan un

papel muy importante en todos los seres vi-
vos, tanto como materia prima que consti-
tuye una parte esencial de las estructuras
orgánicas (tejidos, etc.), como en su
papel de catalizadores de las reac- Histonas H2A,
ciones orgánicas, es decir, de enzi- Histonas H2B, H3 y H4
mas. Las proteínas están formadas
por compuestos más simples, lla-
mados aminoácidos, formados por Nucleosoma

átomos de carbono, cada uno de los

cuales lleva un hidrógeno, un grupo
amino (—NH2 ), un grupo carboxilo
(—COOH) y un grupo R (otras sus-
tancias). Los aminoácidos se unen
ADN
entre sí formando cadenas, llamadas
polipéptidos, los cuales a su vez se
agrupan dando lugar a las proteínas.
Carbono Oxígeno Hidrógeno Nitrógeno
Las proteínas constan de aminoácidos unidos entre
sí por medio de enlaces peptídicos, formando
distintos tipos de estructuras cada uno de los cuales
posee características biológicas particulares. En la
ilustración, un modelo de estructura primaria.
Ácidos nucleicos
Son polímeros formados por unos compuestos
más simples llamados nucleótidos. Cada uno de
éstos consta de un azúcar, un fosfato y una base
Histona H1
ADN espaciador
La cromatina es el material
constituyente de los cromosomas.
Presenta una estructura
filamentosa constituida por ADN
que se asocia con varios tipos de
histonas (proteínas básicas)
formando aglomerados llamados
nucleosomas, que se unen entre sí
por medio de tramos de ADN
Radical
desprovistos de histonas,
el ADN espaciador.
nitrogenada (adenina, guanina, timina, citosina y
uracilo). Si el azúcar es la ribosa, el polímero que
forman es el ácido ribonucleico o ARN, y si es la
desoxirribosa, el ácido desoxirribonucleico o
ADN. La importancia de los ácidos nucleicos ra-
dica en que son los portadores de la información
genética, que se encuentra como «escrita» en
ellos en forma del código genético.

115
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LA GENÉTICA
Y LA HERENCIA BIOLÓGICA
Una vez que el organismo se ha formado y ha logrado impedir su propia disgregación
organizándose en una célula, mantiene esa estructura gracias a una serie de reacciones
químicas y procesos adicionales que le proporcionan materia y energía. Pero la vida se
caracteriza por una propiedad adicional, la reproducción o
multiplicación. El modo en que ésta tiene lugar se verá en los
capítulos dedicados a la botánica y la zoología. Sin embargo, uno de
sus procesos principales se produce en el interior del núcleo celular. Se
trata de guardar y transmitir la información adquirida, que permite
repetir en otro individuo esos mismos procesos, es decir, la información
genética y su transmisión, la herencia.

LA TEORÍA CROMOSÓMICA La doble hélice de ADN

DE LA HERENCIA consiste en dos largas cadenas
formadas por cuatro bases
(timina, adenina, citosina,
Después que Mendel hubiera descubierto las guanina) que se ordenan
leyes que rigen la herencia en los seres vivos, los siguiendo una determinada
estudios citológicos de comienzos del siglo XX secuencia.
fueron aportando indicios de que los procesos he-
reditarios están íntimamente relacionados con lo
que sucede en el núcleo, y en particular, como se
fue averiguando a medida que avanzaba en el co-
nocimiento de éste, con uno de sus componentes,
los cromosomas. Se llegó así a la hipótesis o teoría
cromosómica, que puede resumirse en los si-
guientes puntos:
1º) Los genes se encuentran sobre los cromosomas. Timina Adenina Citosina Guanina
2º) Los genes se disponen linealmente sobre el
cromosoma. cromatidios, y mediante una constricción, el cen-
3ª) La recombinación de los genes se corresponde trómero, aparece dividido en dos brazos de lon-
con el intercambio de fragmentos cromosómicos. gitud variable (iguales, desiguales, uno casi ine-
Los cromosomas conservan la información ge- xistente, etc.)
nética en sucesivas generaciones de células me- Los cromosomas se presentan por parejas, en
diante el proceso de la mitosis, y transmiten de una cantidad que es característica para cada espe-
una generación a otra dicha información por me- cie. Así, por ejemplo, en los seres humanos el nú-
dio de la meiosis. cleo de todas las células contiene 23 pares de cro-
mosomas.
Los cromosomas
El cromosoma es una estructura filamentosa for- El gen
mada por una matriz en la que se dispone una El gen es la unidad básica de material hereditario,
doble hélice de ADN. Según el estado fisiológico y físicamente está formado por un segmento del
de la célula, los cromosomas pueden estar disper- ADN del cromosoma.
sos por el núcleo, y son inidentificables, o bien Atendiendo al aspecto que afecta a la herencia,
espiralizados formando una especie de bastonci- esa unidad básica recibe también otros nombres,
llo. Un cromosoma consta de dos mitades, los como recón, cuando lo que se contempla es la ca-

116
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CIENCIAS NATURALES

La multiplicación celular supone diversas

etapas, que se caracterizan por los cambios MITOSIS INTERFASE
División del citoplasma
experimentados en el núcleo en el curso de Regresión del huso acromático
su división mitótica. Nucleofilamento
Reaparición del nucléolo desenrollado
Reconstrucción
de la envoltura nuclear G1
E
AS
Descondensación L OF
del cromosoma E
Inicio de

T
la duplicación

ASE
pacidad de recombinación (el recón será el Separación

AN A F
segmento de ADN más pequeño con capa- de las dos
cromátidas
cidad de recombinarse), y mutón, cuando G2 Nucleo-
se atiende a las mutaciones (y, así, el mutón filamento
duplicado
será el segmento de ADN más pequeño con PR
capacidad de mutarse). E
FA
S OF
AS
TA
Desorganización
ME E
de la envoltura nuclear
La mitosis y la meiosis
Los cromosomas Individualización del cromosoma
La mitosis es el proceso por el que el núcleo se sitúan en el plano ecuatorial
Desaparición del nucléolo
se duplica o se divide en dos, que tiene lugar Condensación de los cromosomas
durante la división celular y que conserva Mitosis
el material genético en las sucesivas ge- 5-10 %
neraciones. Previamente, experimen- LAS LEYES
tan un proceso de duplicación los 10-20 % DE MENDEL
cromosomas. Discurre en cuatro fa- G2 30-40 %
ses: profase (los cromosomas se es- G1 Descubiertas a mediados
piralizan y visualizan, y desaparece del siglo XIX por George
la membrana nuclear), metafase Mendel, explican el modo
(los cromosomas se disponen en la en que los caracteres se
zona ecuatorial y aparecen dos es- S transmiten de una genera-
tructuras estrelladas en los polos, que 30-50 %
ción a otra. En esa época se
emiten filamentos hacia los cromoso- desconocían todavía aspectos
mas), anafase (la mitad de los cromosomas tales como la naturaleza del mate-
se dispone en cada polo) y telofase (los cromo- rial hereditario y el modo cómo se
somas se desespiralizan y se forma una nueva producen, por ejemplo, las mutaciones, pero
membrana nuclear). De este modo, cada célula Mendel eligió unos caracteres simples que le per-
hija contiene el mismo número de cromosomas mitieron establecer los fundamentos de la genéti-
que la célula madre. ca. Las tres leyes, o principios, establecidas por
La meiosis consiste básicamente en dos divisio- Mendel son:
nes mitóticas, pero con una duplicación de los Primera ley de Mendel: en el cruce de dos indi-
cromosomas únicamente, por lo que las células viduos puros (generación P) que difieren en un
hijas tendrán la mitad de cromosomas que la cé- carácter, todos los descendientes (generación F1)
lula madre. Esto garantiza que al combinarse dos son iguales (ley de la uniformidad). Si los dos ca-
células (gametos), la célula resultante (cigoto) racteres tienen la misma fuerza (codominantes),
tenga el número de cromosomas característico de el carácter de F1 es intermedio entre los dos de P;
la especie. si uno de los caracteres tiene más fuerza (domi-
La meiosis sólo tiene lugar durante el proceso nante), el carácter que presenta F1 será el domi-
de formación de los gametos en los organismos nante.
que se reproducen sexualmente, mientras que la Segunda ley de Mendel: en el cruce de indivi-
mitosis se produce cada vez que se divide una cé- duos de la generación F1 entre sí, los individuos
lula para originar otras nuevas en el curso del resultantes (generación F2) no son iguales, sino
proceso normal de crecimiento. que presentan los caracteres de la generación P

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A A O O
A: color del cuerpo normal O: cuerpo de color oscuro
N N N: alas normales P P P: alas vestigiales

A O
/ ?
N P

O O A O A O O O

P P N P N P P P

O A O A O A O O
P N P N P N P P
?
/
? /
A O O O A O O O A O O O
N P P P N P P P P N N P
Cada uno Cada uno

41,5 % 8,5 %

? ? / ? ? /
Ligamento completo Apareamiento y entrecruzamiento
Retrocruzamiento con el híbrido macho de la F1 Retrocruzamiento con el híbrido hembra de la F1

La mosca del vinagre ha sido un material de

experimentación muy utilizado para estudiar el
modo de transmitirse los caracteres.
según la proporción 1:2:1 (ley de la segregación
de los caracteres). Es decir, si A es el carácter do-
minante y a el recesivo, por la primera ley, del
cruce de AA y aa resultan individuos Aa. Cuando
se cruzan éstos entre sí, se obtiene la siguiente
proporción 1AA:2Aa:1aa (segunda ley);
Tercera ley de Mendel: si se cruzan individuos
que difieren en más de un carácter, cada uno de
éstos se hereda independientemente de los res-
tantes (ley de la combinación independiente).

LOS CINCO REINOS

En la antigüedad sólo se distinguía, dentro de los seres vivos, entre animales y plantas.
Esto se debe en parte a que muchas de las características que distinguen a unos de otros
no son perceptibles para un observador externo, y menos con los conocimientos de
entonces. Sin embargo, el estudio de la célula a nivel microscópico o submicroscópico y los
avances de la bioquímica o la genética han permitido descubrir que determinados
organismos presentan unos rasgos que impiden incluirles dentro de cualquiera de estos dos
grandes grupos. Los hongos son un caso bien claro, pues reúnen características de los
animales y de los vegetales. Por tanto, hoy se admite que son cinco los reinos en los que
hay que dividir los organismos vivos conocidos.

EL REINO DE LOS MONERAS seen un único cromosoma, que no está delimita-

Se les conoce también por el nombre de procario-
tas, que significa células sin núcleo verdadero.
Constan básicamente de una membrana celular y
un citoplasma con una serie de inclusiones. Po-
do dentro de una membrana formando un nú-
cleo, carecen de microtúbulos y de centriolos, y
se reproducen asexualmente o sexualmente, aun-
que en este caso de un modo totalmente distinto
a como lo hacen las células eucariotas.

118
 Menú
Este reino comprende dos tipos de organismos,
las bacterias, o esquizomicetes, y las algas verdia-
zules, cianofitas o cianofíceas.
Las bacterias
Constan de un cuerpo celular y una pared, que
recubre por fuera la membrana celular y que es
suficientemente rígida como para que las bacte-
rias puedan mantener una forma determinada.
Ésta puede ser esférica (llamándose entonces co-
cos), de bastoncillo (bacilos) o más o menos en
espiral (espirilos). La forma de las bacterias ha
servido en el pasado para establecer una clasifica-
ción morfológica de dichos organismos.
Las bacterias pueden presentar unas estructuras
finas y numerosas, denominadas pelos, que al pa-
recer son necesarias para la reproducción sexual,
o bien una especie de flagelos, de estructura dis-
tinta a la de los organismos eucariotas, pero que
desempeñan la misma función.
En el interior está el cromosoma, formando un
cuerpo nuclear carente de membrana, hay ade-
más numerosos ribosomas dispersos y unas es-
tructuras denominadas mesosonas, que proceden
de la membrana celular.
Cuando las condiciones del medio son desfavo-
rables, las bacterias pueden perder gran cantidad
del agua que contienen, se rodean de varias capas
de péptidos y pueden permanecer durante varios
años en estado inactivo, recibiendo entonces el
nombre de esporas.
Además de clasificarse por su forma y por su re-
acción ante la tinción de Gram (grampositivas o
gramnegativas), hoy las bacterias se clasifican se-
gún los desoxirribonucleótidos que contienen.
Aun así, las clasificaciones siguen siendo artificia-
les y están sujetas constantemente a revisión. Los
principales grupos de bacterias son los siguientes:
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CIENCIAS NATURALES
Bacilos grampositivos: por ejemplo, el bacilo
del tétanos.
Cocos grampositivos: por ejemplo, estreptoco-
cos, neumococos.
Bacilos gramnegativos: agentes de la peste, del
cólera, etc.
Cocos gramnegativos: por ejemplo, agentes de
la meningitis.
Bacterias fotosintéticas: generalmente anaerobias.
Bacterias quimioautótrofas: oxidan distintos ele-
mentos.
Espirilos: son móviles y gramnegativos, y viven
en el agua.
Actinomicetos: crecen formando colonias fila-
mentosas en el suelo.
Espiroquetas: por ejemplo, agente de la sífilis.
Micoplasmas: inmóviles, por ejemplo, el agen-
te de la neumonía atípica.
Ricketsias: submicroscópicas, por ejemplo, el
agente de la fiebre tífica.
Clamidias: submicroscópicas, como el agente
del tracoma.
Algas verdiazules
Se trata de organismos fotosintéticos dotados de
clorofila, del mismo tipo que la de las plantas, y
de otros pigmentos, como carotenos.
Las cianofíceas, como estos ejemplares del género
Nostoc, suelen reunirse formando filamentos.
Muchas bacterias son patógenas, como el
estreptococo de la fotografía.
119
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Además, utilizan el agua como fuente de electro-

nes para realizar la fotosíntesis. Están dotadas de pa-
red celular rodeada de una sustancia mucilaginosa.
Pueden ser solitarias o estar agrupadas en largos
filamentos. De estas últimas especies, algunas tie-
nen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico.
Estas algas se caracterizan por su gran resisten-
cia, pues pueden crecer incluso en aguas termales.
Son, en efecto, comunes en muchos medios acuá-
ticos, y se trata de organismos de gran antigüedad.

EL REINO DE LOS PROTISTAS

Se trata de organismos unicelulares provistos de

núcleo verdadero, con mitocondrias y microtúbu-
los, y que pueden presentar cilios o flagelos. Su
posición sistemática es compleja, y en el pasado
se les incluía en los otros reinos, como sus repre-
sentantes más simples. Sin embargo, es más con-
veniente reunirlos a todos bajo una misma desig-
nación, la de protistas.
Los que presentan algunos rasgos comunes con
los animales se estudiarán, por razones históricas,
dentro de la zoología. Comprenden los proto-
zoos, denominación que carece hoy de valor siste-
mático pero que sirve para identificarlos, es decir:
los rizópodos, flagelados, ciliados y esporozoos.
Los que presentan rasgos más propios de los ve-
getales se encuadran dentro del ámbito, también
general, de las algas. De éstas, las cianofíceas, se
incluyen dentro del reino de los moneras. El resto
son eucariotas. Las pluricelulares (rodófitos, clo-
rófitos y feófitos) son objeto de estudio de la bo-
tánica. Las unicelulares son los pirrófitos, los eu-
glenófitos y los crisófitos.
Pirrófitos
Conocidos también como dinoflagelados, son or-
ganismos muy primitivos que conservan todavía
ciertos caracteres propios de los procariotas.
Tienen dos flagelos y viven en medios acuáticos,
reproduciéndose en ocasiones de modo incontro-
lado y provocando la muerte de otros organismos,
por ejemplo, peces y moluscos. Por este motivo,
pueden provocar graves daños en las instalacio-
nes de piscicultura marina o en los criaderos de
ostras o mejillones.
Euglenófitos
Son pequeñas algas unicelulares desprovistas de
pared celular rígida, por lo que su forma es varia-
Las euglenas carecen de pared celular, lo que les
permite cambiar de forma; su cuerpo presenta
numerosos cloroplastos, que aunque se destruyan el
alga continúa viviendo.
ble. Poseen un flagelo y son aparentemente idén-
ticos a los flagelados (protozoos), que se estudia-
rán en el capítulo correspondiente, salvo por la
presencia de cloroplastos que les confieren sus ca-
racterísticas autótrofas. Cuando se destruyen en
el laboratorio los cloroplastos, el alga continúa vi-
viendo, pero se convierte en un organismo hete-
rótrofo, resultando entonces indistinguible de
cualquier otro flagelado.
Crisófitos
Reciben también el nombre de algas doradas, debi-
do al color amarillento que presentan. Tienen una
pared celular formada por dos valvas que se super-
ponen, y muchas veces disponen de estructuras en
relieve que son características de cada especie. La
cubierta presenta impregnaciones de sílice, y cuan-
do el organismo muere, caen al fondo de las aguas
y llegan a formar depósitos de gran espesor.
La mayoría de los crisófitos pertenecen a las lla-
madas diatomeas, marinas y de agua dulce, que
desempeñan un papel importante en estos ecosis-
temas al constituir un elemento fundamental del
fitoplancton.
EL REINO DE LOS HONGOS
Los hongos son organismos heterótrofos, despro-
vistos de clorofila, formados por un conjunto de

120
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CIENCIAS NATURALES

filamentos tubulares llamados hifas, que al entre-
lazarse crean una estructura especial, el micelio.
Se alimentan de materia orgánica ya elaborada,
que obtienen de otros organismos a los que para-
sitan, o bien de residuos orgánicos en descompo-
sición. Se reproducen por medio de esporas.
Aunque gran parte de los hongos son especies
microscópicas, los más conocidos para la mayoría
de las personas son aquellos que presentan un
cuerpo fructífero vistoso, que recibe el nombre de
seta, a veces comestible.
EL REINO VEGETAL
El reino vegetal lo forman organismos pluricelu-
lares caracterizados por ser autótrofos gracias a la
fotosíntesis, que realizan con ayuda de los cloro-
plastos. Pueden llegar a alcanzar gran tamaño (al-
gunas secuoyas, hasta 100 m de altura) y ser muy
longevos.
Una característica citológica importante es que
sus células están provistas de una pared rígida. Al
poder alimentarse de los nutrientes disueltos en
el sustrato, no poseen la capacidad de realizar
desplazamientos activos. Se reproducen sexual y
asexualmente, y se sirven de otros agentes para
dispersarse: forman esporas o semillas que el
viento, el agua o los animales transportan a otros
lugares.
EL REINO ANIMAL
Comprende aquellos organismos incapaces de
sintetizar su propio alimento, es decir, todos los
heterótrofos. Además de ese rasgo fundamental,
los animales se diferencian también de las plantas
por el hecho de que la membrana celular carece
de pared rígida.
La necesidad de buscar el alimento ha hecho
que la capacidad de desplazamiento sea muy im-
portante en general para estos organismos. Así,
los animales han desarrollado toda una serie de
elementos destinados a facilitarles la locomoción,
como son un esqueleto de soporte (externo o in-
terno) que les sujeta y un sistema mecánico que
permite la movilidad de ese esqueleto. Este hecho
ha determinado la aparición de otros sistemas,
como el sistema nervioso y el sensorial, que infor-
man al animal de las circunstancias del medio y
que le ayudan a que pueda encontrar el alimento.
El sistema nervioso, a su vez, en su desarrollo ha
llegado a controlar actividades cada vez más com-
plejas. La reproducción, en el reino animal, pue-
de ser asexual o sexual.

BOTÁNICA
ANATOMÍA Y MORFOLOGÍA
DE LOS VEGETALES
Estas dos ramas de la botánica, la anatomía y la morfología, nos permiten conocer cómo
son las plantas. Aunque en muchos aspectos las dos se solapan, puede decirse a grandes
rasgos que, mientras que la anatomía estudia la estructura microscópica, la morfología se
ocupa de la forma que esas estructuras adquieren en la planta viva, es decir, la forma que
presentan los distintos órganos que la constituyen.

LA CÉLULA VEGETAL que la componen en el caso de las plantas. En la

célula vegetal se distinguen tres partes esenciales:
Se ha descrito ya qué es una célula, por lo que la cubierta exterior, el cuerpo celular y los orgá-
únicamente hay que tratar ahora de los elementos nulos.

121
 Menú i SALIR

Pared Corteza primaria

Mitocondria
celular Membrana Floema
plasmática

Hialoplasma

Anillo de
cámbium
Vacuola
Xilema Corteza primaria
Médula
Floema primario
Núcleo Floema
secundario
Este
corte a
Xilema
través del
secundario
Membrana Xilema
primario tallo (arriba)
nuclear
Médula
de una planta
Retículo
muestra la
Anillo de
Cloroplasto endoplasmático cámbium configuración
Haz medular
típica de sus
primario tejidos.
Haz medular Un análisis más
secundario detallado (abajo)
La célula vegetal está rodeada de una pared muestra los
celular por fuera de la membrana y que, al componentes del floema y del xilema, así como los
impregnarse de diversas sustancias, le confiere grupos de haces medulares, resultantes del
rigidez. crecimiento de la planta.

Lo primero que se observa es la pared celular,
que contiene celulosa y que, gracias a su rigidez,
da forma y consistencia a la célula. Por debajo
aparece la membrana celular o plasmática, que es
semipermeable (deja pasar unas sustancias y re-
tiene otras), blanda y de naturaleza viscosa.
El cuerpo celular o citoplasma es una sustancia
viscosa formada por un número variable de pro-
teínas y agua.
Los orgánulos, por último, son de formas y es-
tructuras muy diversas: microtúbulos que consti-
tuyen un esqueleto interno (citoesqueleto), ribo-
somas, retículo endoplasmático, aparato de Golgi,
vesículas, vacuolas, plastidios, mitocondrias y el
núcleo celular, que es el elemento rector de la vida
de la célula.
LOS TEJIDOS DE PLANTAS Y HONGOS
Tanto los hongos como las plantas son organis-
mos pluricelulares en los que las células que los
constituyen se reúnen en estructuras organizadas
llamadas tejidos, que se especializan en llevar a
cabo determinadas funciones. Pero el tipo de or-
ganización es variable en los diversos grupos que
estudia la botánica.
Todos estos organismos tienen un cuerpo vege-
tativo que puede corresponder a uno de los dos
tipos siguientes: talo o cormo.
Talófitas y cormófitas
El talo se define como aquel cuerpo vegetativo en
el que no es posible diferenciar las tres estructu-
ras clásicas de las plantas superiores, es decir, el
tallo, la raíz y las hojas.
No obstante, a veces el talo desarrolla estructu-
ras que se parecen a esos órganos vegetales, como
sucede con los elementos de fijación de muchas
algas, que presentan aspecto de raíz, por lo que se
denominan rizoides.
Poseen talo las algas, los hongos y los líquenes,
que reciben en conjunto el nombre de talófitos o
talófitas.
El cormo, por contraposición al talo, es el cuer-
po vegetativo en el que sí es posible distinguir el
tallo, la raíz y las hojas. Salvo los anteriores, po-
seen cormo todos los restantes organismos vege-
tales, que reciben entonces el nombre de cormófi-
tos o cormófitas. En algunos, como los briófitos,
el cormo no está plenamente desarrollado.
La diferenciación de los tejidos se corresponde
con esta organización general: los tejidos más di-

122
 Menú
ferenciados y evolucionados los encontramos en
las talófitas.
TIPOS DE TEJIDOS VEGETALES
Hay básicamente dos tipos de tejidos vegetales:
los tejidos primarios o de formación y los tejidos
adultos. Los primeros reciben el nombre de me-
ristemos y los segundos pueden ser parénquimas,
tejidos protectores, tejidos de sostén, tejidos con-
ductores y tejidos secretores y glandulares.
Los meristemos
Se da este nombre a los tejidos embrionales no es-
pecializados, que crecen, se multiplican y, con el
tiempo, dan lugar a los tejidos adultos o perma-
nentes, que son los que se especializan. Existen
dos tipos de meristemos.
El primer tipo lo constituyen los meristemos
primarios o apicales, formados por células de pe-
queño tamaño que aparecen en los puntos vege-
tativos, principalmente en el extremo del tallo y
en el de la raíz, que son las dos zonas por las que
la planta crece, hacia arriba y hacia abajo.
El segundo tipo son los meristemos secunda-
rios o laterales. Se desarrollan a partir de los an-
teriores y su función es producir nuevas células,
las que después se diferenciarán dando lugar a los
restantes tejidos.
Parénquimas
Los parénquimas son los tejidos que constituyen
la masa o materia principal de la planta, y se les
conoce también como tejidos fundamentales. Los
encontramos formando las hojas, en la médula de
los tallos o de la raíz, como pulpa en muchos fru-
tos, etc.
Las células del parénquima están vivas, son por
lo general grandes, contienen plastidios y vacuo-
las, y su citoplasma es muy rico en agua. Esta ca-
racterística es muy importante, ya que es la que
confiere la turgencia a distintos órganos vegetales,
como las hojas; cuando las condiciones son ad-
versas, por ejemplo, durante una sequía, las hojas
se marchitan y arrugan porque pierden el agua de
sus células.
Además, la pared celular está poco engrosada y
existen numerosos espacios libres entre células
contiguas, gracias a lo cual es posible el intercam-
bio de gases. A través de estos espacios intercelu-
lares, en efecto, salen al exterior los gases residua-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
les producidos por la planta, y también por ellos
el aire penetra hasta las células.
El parénquima es un tejido que desempeña mu-
chas funciones distintas y, por consiguiente, se di-
ferencia dando lugar a varios tipos. Los principa-
les son los siguientes:
a) Parénquima fotosintético o de asimilación:
como indica su nombre, es el lugar donde se pro-
duce la fotosíntesis. Se encuentra principalmente
en las hojas, situado debajo de la epidermis, y es
de color verde gracias a la presencia de numero-
sos cloroplastos.
b) Parénquima de reserva: se encuentra en ór-
ganos de reserva, como los bulbos, los rizomas y
los tubérculos. Es incoloro, pues carece de cloro-
plastos, pero contiene en gran cantidad azúcares,
almidón, proteínas y grasas.
c) Parénquima medular: forma la médula de ta-
llos y raíces. Es incoloro, ya que carece de cloro-
plastos.
d) Aerénquima: se caracteriza por presentar nu-
merosos y grandes espacios intercelulares, que se
llenan de aire. Está muy desarrollado en las plan-
tas acuáticas, en las que forma una gran parte de
la masa vegetal y, entre otras funciones, contribu-
ye a la flotación.
Tejidos protectores
La función de estos tejidos es proteger y aislar al
organismo vegetal de su entorno, y la mejor ma-
nera de llevarla a cabo es creando una especie de
cubierta. Con este objeto, están formados por cé-
lulas más o menos aplanadas, con las superficies
superior e inferior paralelas, aunque las de los la-
dos puedan presentar formas muy diversas. Hay
tejidos protectores tanto en las raíces como en los
tallos y las hojas, aunque en el primer caso pre-
sentan algunas diferencias con respecto a los que
recubren las partes aéreas de la planta.
Hay dos tipos de tejidos protectores: uno está
constituido por células vivas, y recibe el nombre
de epidermis, mientras que el otro, que sustituye
a la epidermis cuando ésta muere, es el tejido su-
beroso o corcho.
La epidermis
Aparece como una cubierta continua de células
íntimamente unidas entre sí, sin dejar resquicios,
salvo en los puntos por donde se produce el in-
tercambio gaseoso de la planta, es decir, en los es-
tomas de las hojas. Además, es incolora, puesto
que carece de cloroplastos o cromoplastos.
123
 Menú i SALIR

Célula
Orificio ostiolar Ostíolo Los tricomas están forma-
externo
anexa dos unas veces por células
Orificio ostiolar vivas y otras por células
interno
muertas, y pueden ser inco-
loros o blancos.
Cloroplastos Epidermis,
células El tejido suberoso
oclusivas
Se trata de un tejido protec-
Núcleo
celular tor secundario que se forma
Cámara en el tallo y las raíces de las
subestomática plantas cuando éstas crecen
Célula
oclusiva Parénquima lagunar y muere la epidermis. Apa-
rece en las coníferas y en las
dicotiledóneas, y se conoce
vulgarmente como corcho.
Los estomas regulan el intercambio gaseoso de la Puede estar formado por una o varias capas de
planta. Vistos desde arriba (izquierda), constan de células muertas, desprovistas de aire y con la pa-
dos células oclusivas que engloban un orificio y que red celular impregnada de una sustancia especial,
aparecen rodeadas de células acompañantes algo
modificadas (células anexas). Un corte transversal la suberina. Está atravesado por numerosos poros
(derecha) muestra el orificio de entrada (ostíolo) que que permiten el paso de los gases, pero aun así su
conduce a un espacio intercelular (cámara capacidad protectora es mucho mayor que la epi-
subestomática) que recoge los gases producidos. dermis, e impide la transpiración y el acceso de
los parásitos al interior de la planta.

Por la parte externa de la epidermis, se extiende

una capa lisa, o más o menos rugosa, que recibe
el nombre de cutícula. Está formada por una sus-
tancia grasa, la cutina, y su espesor varía en fun-
ción de las condiciones ambientales en que vive la
planta. Así, en las especies acuáticas la cutícula es
muy delgada, mientras que alcanza un grosor
considerable entre las plantas xerófitas, es decir,
aquellas especies que viven en regiones áridas o El corcho es el
resultado del
desérticas. crecimiento
El papel que desempeña la epidermis es muy secundario del
variado, aunque fundamentalmente consiste en felógeno y está
ejercer una acción de protección mecánica, impi- formado por
diendo de ese modo las lesiones en los tejidos in- capas muertas de
células. Este es el
ternos, y en el caso de las partes aéreas de la plan- tronco de un pino
ta, además, limita la transpiración (y con ello la ponderosa o real
pérdida de agua) y permite el intercambio gaseo- americano.
so a través de los estomas.
Por último, la epidermis produce también una Tejidos de sostén
serie de estructuras diversas que reciben el nom- Para poder soportar su propio peso, las plantas
bre genérico de tricomas. Pueden ser pelos, esca- producen varios tipos de tejidos cuya función es
mas o papilas, y adoptan las formas más diversas. servir de soporte mecánico. Pueden ser tejidos
Sus funciones son también muy variadas: prote- formados por células vivas o células muertas. La
gen contra el frío o el calor, sirven de defensa pared celular presenta, en diversos grados de im-
contra los animales, absorben sustancias nutrien- pregnación, sustancias de refuerzo.
tes (como sucede con los pelos radicales de las Básicamente, se distinguen dos tipos de tejidos
raíces), etc. de sostén, el colénquima y el esclerénquima.

124
 Menú
El colénquima
Dicotiledónea
Es un tejido mecánico todavía vivo y
con capacidad de crecimiento, por lo
que se presenta en aquellas partes de la
planta que están en desarrollo.
Está formado por células más o me-
nos alargadas, con la pared celular
gruesa e impregnada de celulosa sin
lignificar, y posee todavía cloroplastos,
por lo que presenta un color más o me-
nos verde.
Su posición dentro de la planta es
periférica, situándose por lo general debajo de la
epidermis o bien, en otros casos, separada de ésta
por una o más capas de parénquima.
El esclerénquima
Se diferencia del colénquima sobre todo porque
está formado por células muertas, además con la
pared celular muy gruesa y lignificada.
El tejido esclerenquemático puede ser de varios
tipos, si bien para simplificar se agrupan en dos
clases principales, según el tipo de células que lo
forman: esclereidas y fibras.
Las esclereidas tienen forma más o menos regu-
lar y la pared muy lignificada. Se encuentran en
diversas partes de la planta, pero principalmente
en la corteza, en las semillas y en la cubierta de
los frutos secos.
Las fibras, por el contrario, son de forma alar-
gada, de hasta 20 cm de longitud, con los extre-
mos aguzados. La pared puede estar o no lignifi-
cada. Están dotadas de una gran flexibilidad. Se
pueden encontrar formando cordones sobre todo
en los tallos de las plantas herbáceas, y también en
las hojas y en las raíces.
Por su gran longitud y flexibilidad, las fibras ve-
getales son de gran utilidad para el hombre (aun-
que lo que normalmente se entiende por fibras
vegetales es en realidad un cordón o haz de fi-
bras). Hay plantas de gran interés económico por
poseer precisamente este tipo de estructuras,
como el lino, el algodón, el cáñamo y la yuca, en-
tre otras.
Tejidos conductores o vasculares
Las plantas superiores absorben agua y nutrientes
del suelo y los transportan hasta los órganos en
los que tiene lugar la fotosíntesis, es decir, las ho-
jas. Después, los productos sintetizados por éstas
(es decir, la savia elaborada) deben ser distribui-
dos a los restantes órganos vegetales. Para todo
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Monocotiledónea
Cámbium
Floema
Radio medular
Médula
Corteza
Xilema
Epidermis
Cortes transversales de una dicotiledónea y una
monocotiledónea, donde se evidencia la distinta
agrupación de los haces vasculares.
ello se necesitan elementos conductores que pue-
dan transportar la savia a través de la planta.
Estos elementos conductores pueden ser de dos
tipos principales: vasos y tubos.
Los vasos están formados por células muertas,
cuyas paredes están lignificadas y les proporcio-
nan consistencia.
En unos casos son células alargadas y con los
extremos aguzados, que están separadas unas de
otras mediante tabiques transversales. Reciben el
nombre de traqueidas. En otros casos, el tubo
está formado por una serie de células unidas entre
sí, habiendo desaparecido por disolución los tabi-
ques que las separaban. Se denominan enton-
ces tráqueas, y pueden alcanzar hasta 1 m de lon-
gitud.
La mayoría de las plantas superiores poseen los
dos tipos de vasos, salvo las gimnospermas,
como las coníferas, que únicamente poseen tra-
queidas.
Los tubos, por el contrario, están formados por
células vivas, comunicadas entre sí por medio de
orificios perforados en los tabiques transversales
que las separan, por lo que reciben también el
nombre de tubos cribosos. Además, a diferencia
de los vasos, su duración es más breve, pues por
lo general sólo perduran durante un período ve-
getativo.
Estas dos estructuras conductoras no aparecen
aisladas en la planta, sino reunidas en grupos más
menos numerosos, rodeados por otros tejidos,
principalmente por parénquima y esclerénquima.
De este modo, forman a su vez un tejido conduc-
tor. Según la clase de sustancias que ha de trans-
portar, el tejido conductor puede ser de dos tipos:
xilema y floema.
125
 Menú
Xilema y floema
El xilema se origina a partir de un meriste-
mo denominado cámbium. Es un tejido
mixto, formado por células vivas y muer-
tas, y cuyos principales componentes son
traqueidas, fibras y células parenquimáti-
cas. Su función es conducir el agua y los
nutrientes desde las raíces hasta las hojas.
Cuando la planta experimenta un creci-
miento secundario en grosor, las capas de
xilema se lignifican y forman el leño (o ma-
dera), que encontramos en coníferas y dico-
tiledóneas. Aparecen dispuestas de forma
concéntrica, y constituyen los anillos de
crecimiento que permiten averiguar la
edad de un árbol.
El floema se origina también a partir de
un meristemo denominado cámbium. Es
igualmente un tejido mixto, formado por
células vivas y muertas. Sus principales
componentes son vasos cribosos, fibras y células
parenquimáticas. Su función, a diferencia del
floema, es conducir los productos ya elaborados
desde los puntos donde tiene lugar la fotosíntesis
(generalmente, las hojas) hasta los restantes órga-
nos de la planta.
Ambos tejidos no se presentan unidos, sino que
hay siempre elementos intermedios que les sepa-
ran, pero constituyen en su conjunto el sistema vas-
cular de la planta. El modo de disponerse el xilema
y el floema es característico de cada grupo vegetal.
LA RAÍZ
Es uno de los elementos principales de las plantas
vasculares. Constituye la parte subterránea de la
planta, y desempeña una doble función. Por un
lado, sirve de anclaje para la parte aérea y, por el
otro, absorbe el agua y los nutrientes del suelo.
Tras la germinación de la semilla, el embrión re-
cién formado desarrolla un pequeño apéndice di-
rigido hacia abajo, alejándose de la luz, que cons-
tituye la raíz primaria. En muchos casos, de ella
surgen ramificaciones, que a veces se extienden
por una gran superficie, y que son las raíces se-
cundarias. Tanto la raíz primaria como las raíces
secundarias poseen pelos radicales muy finos,
que son los encargados de absorber el agua con
los nutrientes en disolución.
El extremo por donde la raíz crece es el ápice
vegetativo, cuyo extremo, por donde penetra en
126
i SALIR
Zanahoria
Nabo
Tres raíces de
dicotiledóneas, en las
cuales se almacena
Rábano almidón.
el suelo, está cubierto por una capa o cofia pro-
tectora llamada caliptra.
Toda la raíz va recubierta de una epidermis que,
junto con los pelos radicales, es la encargada de
absorber el agua. Cuando la raíz envejece y au-
menta de tamaño, se cubre de una corteza imper-
meable y resistente, lo mismo que el tallo.
EL TALLO
Recibe este nombre la porción del eje de la plan-
ta que crece en dirección a la luz, o sea, su parte
aérea, que se desarrolla en dirección contraria a
la raíz. Los ápices vegetativos, tanto los princi-
pales como los secundarios, carecen de una cu-
bierta protectora similar a la que existe en las ra-
íces.
El tallo se origina en el embrión y va desarro-
llándose a partir de meristemos, produciendo
después tejidos más especializados que pueden
agruparse básicamente en tres tipos: los protecto-
res, los fundamentales y los vasculares, que se
disponen concéntricamente. En el interior apare-
ce la médula, que está formada por parénquima y
contiene los distintos sistemas vasculares, y en el
exterior, la epidermis o la corteza, según los casos.
Una característica del tallo es su división en una
serie de engrosamientos, los nudos, separados
por espacios intermedios, los entrenudos. Esta
configuración puede observarse muy bien en las
plantas herbáceas, pero no en las leñosas, donde
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Córtex
(capa entre la
El limbo es muy delgado, y los
Epidermis
(capa externa
epidermis y el haces conductores que lo atraviesan
tejido vascular)
de células) suelen sobresalir ligeramente, for-
mando los nervios. Visto en corte
transversal, consta de un parénqui-
ma central, llamado mesófilo, ro-
deado a ambos lados (hacia el haz y
Tejido Floema
el envés) por la epidermis, recubier-
vascular
Xilema
ta de una cutícula. Ésta no es conti-
nua, sino que presenta pequeñas
aberturas denominadas estomas.
Función de las hojas y tipos
La hoja es el órgano de asimilación y
transpiración de las plantas verdes.
Laguna Sus funciones esenciales son tres:
(espacio aéreo)
Fotosíntesis: producción de hidra-
tos de carbono.
Corte transversal del tallo de un licopodio, que Transpiración: eliminación de agua.
presenta crecimiento secundario y un tejido vascular Intercambio gaseoso: absorbe CO2 y expulsa oxí-
diferenciado. geno.
Sobre el tallo, las hojas se disponen de modos di-
versos, siendo cada uno característico de cada es-
el crecimiento secundario en grosor enmascara pecie, pero en principio hay dos disposiciones bá-
esa división. sicas: alterna y verticilada (una o más en un mismo
Existen fundamentalmente, entre las plantas su- punto vegetativo, incluyéndose aquí las opuestas).
periores, dos tipos de tallos: el tallo herbáceo, sin
crecimiento secundario, que es propio de las mo-
nocotiledóneas y de algunas dicotiledóneas, y el Distintos tipos de hojas, simples o compuestas, con
tallo leñoso, que se encuentra en las coníferas y diferentes formas del limbo y de los márgenes.
en la mayor parte de las dicotiledóneas.

LA HOJA

La hoja consta prácticamente de los mismos

Lanceolada Imparipennada Paripennada Pentalobulada
tejidos que el tallo, es decir, los tejidos pro-
tectores, los fundamentales y los vasculares,
aunque varíen en su disposición y propor-
ción. Puede considerarse que, de hecho, for-
ma con él una misma unidad, que recibe el
nombre de brote. No obstante, se presenta Pentalobulada Pentalobulada Ovalada Elíptica
dentada
como una especie de apéndice lateral, per-
fectamente distinguible en la mayoría de los
casos.
En una hoja típica es posible diferenciar
una parte ensanchada y más o menos lami- Acorazonada Lanceolada De siete lóbulos Pentagonal
nar, llamada limbo (con el haz en la parte dentada
superior y el envés en la inferior), un pie es-
trecho llamado pecíolo, con el que se une al
tallo, y a veces un ensanchamiento que ro-
dea el tallo, y que se denomina vaina. Palminervada Penninervada Peltada Trilobulada Trilobulada

127
 Menú i SALIR

En cuanto a su forma, cabe distinguir también ser entero, dentado, ondulado o lobulado, y el
varios tipos: simples, con un solo limbo, o com- propio limbo puede tener forma alargada, redon-
puestas, con dos o más limbos unidos mediante deada, ovalada, alargada como una aguja (acícula
un eje común (raquis). El borde del limbo puede de las coníferas), etc.

FISIOLOGÍA
Y REPRODUCCIÓN
DE LAS PLANTAS
La fisiología nos permitirá saber fundamentalmente cómo funciona una planta, es decir, de
qué modo se alimenta, cómo crece, qué medios utiliza para relacionarse con su entorno,
cuáles son los mecanismos de que dispone para hacer frente a los cambios que se
produzcan en las condiciones ambientales, etc.
El otro aspecto esencial en todo organismo es la reproducción, pues de ella depende que la
especie se perpetúe. Veremos, así, qué tipos de reproducción se dan en el reino vegetal. Y
con ello aprenderemos también a conocer los distintos elementos relacionados con este
fenómeno, es decir, la flor, el polen, la semilla y el fruto.

EL METABOLISMO DE LAS PLANTAS Todas estas reacciones metabólicas tienen lugar

Las plantas, lo mismo que cualquier otro organis-
mo, necesitan materiales para construir sus órganos
al crecer y, además, energía para su funcionamiento.
Al ser autótrofas, son capaces de sintetizar su
propia materia orgánica por medio de la fotosín-
tesis. Únicamente las plantas que viven en medios
muy pobres, como son las turberas o los panta-
nos, han de recurrir a veces a otros métodos,
como es el caso de las plantas carnívoras, que
capturan pequeños invertebrados.
En el metabolismo de los vegetales se pueden
distinguir dos procesos básicos: la asimilación y la
desasimilación.
Asimilación y desasimilación
La asimilación consiste en la producción de com-
puestos orgánicos utilizando una fuente externa
de energía, mientras que la desasimilación es el
proceso inverso, es decir, la obtención de energía
mediante la desintegración de compuestos orgá-
nicos.
Las principales reacciones asimilativas son la fo-
tosíntesis y la quimiosíntesis, y como ejemplos de
desasimilación pueden citarse la respiración y la
fermentación.
en presencia de fermentos, o enzimas, que las de-
sencadenan o las aceleran.
En el curso del ciclo vital de las plantas, ambos ti-
pos de reacciones van teniendo lugar a medida que
se necesitan nuevos componentes para crear mate-
ria orgánica como las proteínas, la celulosa, la ligni-
na, la suberina, etc. (utilizable para fabricar tejidos
y órganos). El funcionamiento de la propia planta,
por otro lado, necesita energía, y ésta se obtiene en-
tonces descomponiendo hidratos de carbono
(como el almidón o el azúcar) y grasas, que se en-
cuentran almacenados en los tejidos de reserva.
TRANSPORTE DE NUTRIENTES
Y TRANSPIRACIÓN
Para vivir, las plantas necesitan absorber nutrien-
tes del medio, ya sea éste el agua (especies acuáti-
cas) o el suelo (especies terrestres), y transportar-
los, junto con agua, hasta las hojas.
Entre los numerosos elementos que un vegetal
absorbe de su medio, sólo diez son esenciales:
cuatro metales (potasio, calcio, magnesio, hierro)
y seis no metales (carbono, oxígeno, hidrógeno,
nitrógeno, azufre, fósforo).

128
 Menú
El hierro se utiliza para producir enzimas, el
magnesio para obtener clorofila y algunos enzi-
mas, el potasio y el calcio para mantener el equili-
brio hidrostático del plasma celular, y los restan-
tes, para fabricar compuestos orgánicos.
Estos elementos penetran en la planta por dis-
tintos caminos: el carbono se absorbe únicamente
del aire, en forma de CO2 (a través de los estomas
de las hojas); una pequeña parte del oxígeno pro-
cede también del aire, mientras que el resto se ab-
sorbe a partir del agua y las sales disueltas en el
suelo; y todos los demás elementos se absorben
del medio por medio de las raíces.
El mecanismo de absorción de estos elementos
es doble, la difusión, por un lado, y la presión os-
mótica, por otro, y pasan al interior de las células
vegetales en forma de iones o de moléculas.
Además, las plantas sólo pueden absorber las
sales cuando están disueltas en agua, haciéndolo
a través de los pelos de las raíces.
Una vez que estos elementos y sustancias han
penetrado por las raíces, se dirigen a las hojas a
través de los vasos y los tubos cribosos, ascen-
diendo el agua por una especie de fuerza de suc-
ción que viene provocada por diversos factores: la
transpiración, la presión osmótica, la presión
ejercida por las raíces y la capilaridad.
La transpiración
Este proceso consiste en la eliminación de agua
en forma de vapor, principalmente a través de los
estomas, aunque también
una pequeña cantidad por
la cutícula.
El agua se evapora en los
espacios intercelulares del
parénquima de las hojas y
sale al exterior a través de los
estomas situados en el en-
vés, que abriéndose más o
menos regulan de este modo O2
la cantidad transpirada. Por
estas aberturas únicamente
sale agua en forma gaseosa,
pero no líquida.
La transpiración es impor-
tante no sólo para regular la
cantidad de agua en el inte-
rior del organismo vegetal,
sino también para ayudar al
transporte de la savia. El va-
cío que se produce en las
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
hojas cuando escapa el vapor, crea una fuerza de
succión que impulsa hacia arriba el agua cargada
de minerales procedente de las raíces.
El volumen de transpiración depende del grado
de humedad del aire. Cuando éste se encuentra
saturado, no tiene lugar el proceso, mientras que
es máximo, en cambio, cuando el aire está seco.
LA FOTOSÍNTESIS
La fotosíntesis es una de las reacciones biológicas
de mayores repercusiones para la vida en el pla-
neta, pues gracias a ella fue posible la transforma-
ción de la atmósfera inicial de la Tierra en otra
rica en oxígeno, que permitió el desarrollo de las
formas de vida que hoy conocemos.
Su importancia es, además, esencial para todos
los organismos heterótrofos, ya que es la única re-
acción capaz de transformar en materia orgánica
los elementos químicos inorgánicos presentes en
el medio.
Es decir, gracias a la fotosíntesis, los organismos
vegetales producen oxígeno libre y fabrican los
hidratos de carbono, las proteínas y las grasas que
sirven de alimento a los demás seres vivos.
Básicamente, la fotosíntesis consiste en trans-
formar compuestos pobres en energía en otros ri-
cos en energía. La cantidad de energía que se aña-
Esquema del proceso de la fotosíntesis.
Sol
CO2
s
rale
mine
es
Sal a
Materia g u
A
Glucosa inorgánica
Materia Clorofila
orgánica
129
 Menú
de en el proceso proviene de la luz solar, por lo
que la reacción sólo tiene lugar durante el día.
Además, para poder aprovechar la luz del Sol, las
hojas (u otros órganos fotosintéticos) necesitan
una sustancia capaz de absorber esa energía. Esta
sustancia es la clorofila, que absorbe sobre todo
las radiaciones rojas y azules, pero apenas absor-
be las verdes (de ahí su color).
HORMONAS VEGETALES
Las hormonas son sustancias que actúan sobre el
propio organismo que las produce. Son muy acti-
vas en los animales, pero también existen en las
plantas, recibiendo entonces el nombre de fito-
hormonas u hormonas vegetales. Son las sustan-
cias que actúan sobre el crecimiento de la planta y
canalizan las funciones de irritabilidad y coordi-
nación.
La primera fitohormona descubierta fue la auxi-
na, que desempeña un importante papel en el
crecimiento vegetal. Se encuentra distribuida por
la planta de modo no uniforme, y su actividad de-
termina el ritmo de crecimiento de cada uno de
los órganos. Pero no sólo condiciona el creci-
miento, sino que es también responsable de fenó-
menos como el fototropismo, el desarrollo del
fruto, su caída y la de las hojas, el hecho de que el
desarrollo del ápice apical inhiba la formación de
yemas laterales en la base de la planta o la apari-
ción de las raíces adventicias. Además de las auxi-
nas, existen otras hormonas vegetales, como las
giberilinas, responsables sobre todo del creci-
miento de los tallos, las citoquininas, que estimu-
lan el crecimiento y retardan el envejecimiento, el
ácido abscisínico, que transforma los meristemos
apicales en yemas laterales, el etileno, para la ma-
duración del fruto, etc.
LA SENSIBILIDAD
Y EL MOVIMIENTO DE LAS PLANTAS
Aunque no son capaces de desplazarse activa-
mente como lo hacen los animales (además, su
modo de vida no se lo exige), las plantas reaccio-
nan a los estímulos del medio y realizan determi-
nados tipos de movimientos.
Atendiendo al modo en que estos movimientos
tienen lugar, se distingue entre los producidos
por el propio crecimiento de la planta (como su-
130
i SALIR
cede, por ejemplo, cuando un brote crece más de-
prisa por un lado que por el opuesto, provocando
una curvatura) y los debidos a fenómenos de tur-
gencia (cuando se modifica la tensión en el inte-
rior de los tejidos).
En cuanto a las respuestas de la planta ante los
estímulos, éstas pueden ser de tres tipos, como se
verá a continuación.
Taxias, tropismos y nastias
Las taxias son desplazamientos de organismos
vegetales libres, por lo que sólo se producen en
las formas más sencillas, como las algas unicelula-
res. También las realizan los gametos, las esporas
y los plastidios.
Pueden ser positivas, cuando se dirigen hacia la
fuente del estímulo, y negativas, cuando lo hacen
en sentido contrario. Atendiendo a la naturaleza
del estímulo, se habla además de fototaxias, cuan-
do son provocadas por la luz, y quimiotaxias,
cuando la fuente del estímulo es una sustancia
química.
Las plantas de organización superior presentan
dos tipos de movimientos: los tropismos y las
nastias.
Los tropismos son movimientos de encorvadu-
ra de partes de una planta, cuya dirección depen-
de de la fuente de estímulo. La mayoría de los tro-
pismos son de crecimiento, aunque hay algunos
que se producen en órganos vegetales ya desarro-
llados.
Según el tipo de estímulo, puede hablarse de
los siguientes tropismos: fototropismo, provoca-
do por la luz (así, la parte aérea de las plantas tie-
ne un fototropismo positivo, mientras que las raí-
ces lo tienen negativo); geotropismo, causado
por la fuerza de la gravedad (gracias a él, la raíz
crece verticalmente hacia abajo); quimiotropis-
mo, ante estímulos químicos, y haptotropismo,
el provocado por el contacto mecánico (a él se
debe que los zarcillos se enreden sobre cualquier
soporte).
Las nastias, por último, se diferencian de los
tropismos sólo porque la dirección del movi-
miento no depende del estímulo, sino que es la
propia planta la que lo determina.
Un ejemplo de nastia es el de apertura o cierre
de los estomas en función de la humedad del aire.
Al igual de lo que sucede con los tropismos,
existen varios tipos de nastias, dependiendo del
estímulo: fotonastia (luz), termonastia (tempera-
tura), nictinastia (la alternancia de día y noche),
 Menú
Las plantas, como los girasoles, son capaces de
realizar movimientos en respuesta a determinados
estímulos externos.
quimionastia (sustancias químicas), seismonastia
(vibraciones), haptonastia (contacto físico), etc.
LA REPRODUCCIÓN
EN LOS HONGOS Y LAS PLANTAS
Las dos formas básicas de reproducirse un hongo
o un organismo vegetal son la reproducción ase-
xual, o vegetativa, y la reproducción sexual.
La reproducción asexual puede tener lugar de
varios modos, siendo los principales la simple divi-
sión (propia de los organismos unicelulares, como
muchas algas, en los que una célula madre se divi-
de en dos células hijas), la formación de cuerpos
reproductores que se desarrollan en la planta ma-
dre, separándose una vez alcanzado un desarrollo
suficiente (por ejemplo, los estolones del fresal, los
bulbos, etc.) y la producción de esporas.
Las esporas son células que se desprenden del
organismo original y que se desarrollan dando lu-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
gar a un nuevo organismo completo. Pueden ser
de dos clases: exosporas (las que se forman y se
desprenden directamente del organismo materno,
como sucede en muchos hongos) y endosporas
(las que se forman en el interior de una cápsula
especial, desde la que salen al exterior, como su-
cede con algunos hongos y con todas las plantas).
Las esporas pueden ir provistas de un flagelo,
con lo cual se desplazan activamente, o bien care-
cer de él, en cuyo caso recurren al viento como
medio de dispersión. Las de este segundo tipo
poseen una gran resistencia a la desecación.
En la reproducción sexual, dos células especia-
les, llamadas células sexuales o gametos, se fu-
sionan para dar lugar a un nuevo organismo. Una
es la célula masculina, y la otra la femenina. Am-
bas se producen en el interior de unas estructuras
llamadas gametangios, que encontramos tanto en
los hongos como en todos los grupos vegetales.
La alternancia de generaciones
Este fenómeno, de gran importancia en el reino
vegetal, consiste en la sucesión ordenada de una
forma sexual y otra asexual de reproducción, en
el curso del ciclo vital del organismo.
En la práctica, consiste en que después de una
reproducción asexual, mediante esporas, sigue
otra de tipo sexual, con gametos. Es decir, en una
etapa de su vida, la planta produce esporas, y re-
cibe el nombre de esporofito, mientras que en
otra distinta lo que produce son gametos, y en-
tonces se llama gametofito.
Tanto el tamaño del esporofito como del game-
tofito y su duración son variables en los distintos
grupos vegetales.
Así, en los musgos la planta verde que podemos
observar es el gametofito, que es autótrofo. El es-
porofito, por el contrario, es de pequeño tamaño
y heterótrofo, y crece sobre el gametofito (forma
las pequeñas cápsulas que aparecen en el extremo
de los tallitos).
En los helechos sucede de manera análoga,
aunque en este caso la planta verde de gran tama-
ño que podemos ver es el esporofito. En el envés
de sus frondes u hojas se encuentran los esporan-
gios. Cuando las esporas maduran, caen al suelo y
se desarrollan originando una pequeña estructura
en forma de corazón llamada protalo, que es el
gametofito. En los helechos, tanto el esporofito
como el gametofito son autótrofos.
En las plantas superiores, las fanerógamas,
también existe esa alternancia de generaciones,
131
 Menú i SALIR

En muchos protozoos se produce un intercambio

facultativo de generaciones, pasándose de una
Repetición del proceso
modalidad de reproducción asexual a una sexual
según las condiciones del medio. De esta manera se
garantiza la supervivencia de la especie frente a los
cambios adversos.
Zoosporas

pero la diferencia de tamaño entre una y otra es

enorme. El esporofito ha experimentado un gran
desarrollo y constituye la parte visible de la plan-
ta, que en algunas especies puede alcanzar un
desarrollo verdaderamente descomunal (por
AG
ejemplo, el caso de las secuoyas, ya citado, que
son árboles que pueden alcanzar hasta 100 m de
altura). El gametofito, en cambio, ha sufrido una
gran reducción, quedando convertido en una pe-
Zoogonósporas
queña estructura microscópica, invisible a simple
vista.
El gametofito masculino es el tubo polínico que
se desarrolla a partir del grano de polen, y el ga-
metofito femenino es el saco embrionario, que
FI RI
contiene el óvulo. Los gametos masculinos no son
móviles, sino que el tubo polínico los conduce di-
rectamente al óvulo, por lo que la fecundación no
Gametos
depende del agua, como sucedía en el caso de los
musgos o los helechos.

LA FLOR

AG
La flor es uno de los principales elementos de las
plantas angiospermas. Proviene de una metamor-
fosis del brote y de la hoja, que se adaptan y
transforman para cumplir la función de este órga-
no, es decir, la reproducción.
Zoosporas
En una flor completa es posible distinguir va-
rios componentes, que sin embargo pueden no
estar presentes en las flores de ciertas especies.
A partir del eje floral, que muchas veces apare-
ce ensanchado, se disponen sucesivamente desde
el exterior al interior los sépalos, los pétalos, los
estambres y los carpelos.
Los sépalos son los elementos de la flor más pa-
recidos a las hojas, suelen ser de color verde y su
Zoosporas conjunto constituye el cáliz.
Los pétalos, generalmente mayores que los sé-
palos, suelen presentar colores muy diversos, y el
conjunto de todos ellos se conoce como corola.
Los estambres son los órganos masculinos, y
constan de un filamento largo y una especie de
Inicio del proceso caja, la antera, que contiene el polen. Su conjun-
to recibe el nombre de androceo.

132
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Corte esquemático (abajo) de una flor hermafrodita, es

Sección Estigma decir, con órganos reproductores masculinos y
longitudinal
Estilo Sección
femeninos en el mismo pie. En sección longitudinal y
transversal transversal (izquierda, arriba) se aprecia la disposición
Placenta de los óvulos en la pared del ovario y, en el corte de un
Ovario óvulo (izquierda, abajo), las células participantes en la
fecundación.

Estilo Estigma
Óvulos Pétalo

Micrópilo Tegumentos
Células
sinérgidas
Primera
oosfera

Nucela

Saco
embrionario
Célula
Núcleos auxiliares de madre del
2n cromosomas endospermo Estambre
Células
antípodas (segunda oosfera)

Sección de un óvulo
Aparato ovular
Carpelo
Los carpelos son hojas Receptáculo
transformadas de aspecto la-
minar, que pueden unirse o
no entre sí y que forman un
recipiente, el ovario, que es
el órgano femenino de la flor,
en cuyo interior se encuen- Para representar la estructura de las flores
tran los óvulos. La parte su- suelen utilizarse los denominados
perior del ovario recibe el diagramas florales, que señalan la posición
nombre de estigma, y es y el número de cada uno de sus
el lugar donde se recogen los componentes y el tipo de simetría.
granos de polen. El conjunto Diagrama
de todos los carpelos consti-
tuye el gineceo. como, por ejemplo, los pinos) o en pies de planta
Además de estos elementos, pueden aparecer a distintos (y la planta se llama entonces dioica,
veces algunos otros adicionales, como los necta- como, por ejemplo, el tejo).
rios, productores de secreciones (generalmente Las flores bisexuales o hermafroditas, por otro
dulces) que sirven para atraer a los insectos poli- lado, poseen estambres y ovario funcionales. Es el
nizadores. caso de la mayoría de las fanerógamas.
Las flores pueden aparecer aisladas en el extre-
Tipos de flores mo del tallo o en las ramas laterales, o bien reuni-
Las flores pueden clasificarse atendiendo a muy das en agrupaciones denominadas inflorescen-
diversos criterios. En lo que respecta a su función cias, que reciben distintos nombres según su
reproductora, puede distinguirse entre flores uni- disposición. Algunas de las más comunes son las
sexuales y flores bisexuales o hermafroditas. siguientes:
Las flores unisexuales poseen únicamente un Espiga: las flores se disponen sentadas (sin
solo tipo de órgano reproductor, es decir, gineceo pedúnculo) a lo largo de un eje (por ejemplo,
(flores femeninas) o androceo (flores masculinas). verbena).
Pueden aparecer ambos en flores distintas de la Racimo: las flores se disponen con un pe-
misma planta (que se llama entonces monoica, dúnculo a lo largo del eje (nazareno).

133
 Menú i SALIR

Principales tipos de
inflorescencias.

existen unas células, las

llamadas células madre
del polen (diploides), que
experimentan una divi-
Racimo Espiga Espádice
sión reductora y dan lugar
a cuatro granos de polen
(haploides), o sea, las mi-
crosporas.
Cuando las anteras se
abren, el polen se libera y,
ya sea a través del viento o
con ayuda de insectos po-
linizadores, llega hasta el
estigma del ovario de otra
flor. Aunque las flores
Umbela
Umbela compuesta Capítulo sean hermafroditas, suelen
existir mecanismos que
impiden la autopoliniza-
ción, con lo que se favore-
Corimbo: forma un racimo, pero con los pe- ce así el intercambio genético.
dúnculos de distinta longitud (peral).
Panícula: forma un racimo compuesto a su vez La fecundación
de otros racimos, con lo que la inflorescencia Una vez llegado a la antera, el grano de polen se
toma aspecto piramidal (vid). convierte en el denominado tubo polínico, que
Espádice: una espiga con flores masculinas y presenta tres núcleos (dos de ellos son los game-
femeninas en un mismo eje, pero en dos segmen- tos masculinos haploides). Este tubo va creciendo
tos distintos y con una bráctea protectora (cala). y atraviesa el estigma hasta llegar al saco embrio-
Amento: flores dispuesta en un eje a modo de nario (que contiene también varios núcleos).
espiga, pero colgante (castaño). Allí comienza un proceso que en realidad es do-
Cabezuela: numerosas flores dispuestas sobre ble, pues uno de los dos núcleos del grano de po-
un receptáculo plano o convexo, siendo a menu- len se fusiona con el óvulo haploide (fecundación
do las flores centrales tubulares y las periféricas primaria o del óvulo), y el otro con el núcleo di-
en forma de lengüeta (margarita). ploide del saco embrionario (fecundación secun-
Umbela: las flores crecen en el extremo de pe- daria).
dúnculos que salen de un mismo punto, dando A partir del óvulo fecundado, es decir, del cigo-
una inflorescencia convexa o casi plana (apio). to (que es diploide), se desarrolla el embrión de la
Cima: la inflorescencia finaliza en una flor si- nueva planta, y a partir del otro núcleo fusionado
tuada en el eje principal (peral). con el saco embrionario, surge un núcleo triploide
que dará lugar a un nuevo tejido, el endospermo.
Éste servirá de alimento al embrión.
EL POLEN

Reciben este nombre las esporas de las plantas su- LA SEMILLA

periores, y más concretamente las microsporas.
Se forman en el interior de las anteras (el extre-
mo de los estambres), que constan de dos tecas,
cada una de las cuales contiene dos estructuras en
forma de saco llamadas sacos polínicos. En éstos
La semilla consiste en el embrión rodeado de una
cantidad variable de endospermo, aunque a veces
sin éste, y protegido todo ello por una cubierta de
origen tegumentario llamada testa.

134
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Grano de polen Poro germinativo Estilo y estigma

1 Testa
Antípoda El primer
gameto se une
con la oosfera 4
3
Endospermo

Superficie
del estigma Pared
carpelar
Tubo
Gameto masculino polínico
(célula sexual)
Cotiledón
Planta en
El segundo embrión
Grano Estigma gameto se une a
de polen los núcleos
polares Tubo polínico
Tubo Raíz embrionaria
2 Estilo polínico

Núcleo polar
Antípoda
Proceso secuencial de la fecundación de la flor. Todo
se inicia al llegar el grano de polen al estigma (1),
donde germina y emite el tubo polínico. Éste va
creciendo y discurre por el interior del estilo (2)
Ovario hasta llegar al micrópilo de un óvulo. Allí penetra y
entonces tiene lugar la llamada doble fecundación,
en la que participan varios núcleos (3). Después de
fecundada por uno de estos núcleos, la ovocélula se
transforma en el embrión (4) con una raíz y uno o
Micrópilo dos cotiledones y que dará lugar a la nueva planta.

Oosfera Gameto
(gameto femenino) masculino esta fase temprana, detiene su crecimiento y se
seca, pero no muere. Es entonces cuando deci-
mos que se ha formado la semilla. Recubierta por
la capa protectora de celulosa, es capaz de resistir
mucho tiempo, incluso varios años, en condicio-
Fases del desarrollo de la semilla.
nes adversas.
Pero el proceso va unido a otro simultáneo, que
da lugar al fruto, como se verá a continuación.

EL FRUTO

Después de la fecundación, toda la flor experi-

Inmediatamente después de la fecundación, el
cigoto comienza a desarrollarse. Se multiplica por
división de sus células y da origen a una pequeña
plantita que es el embrión. Cuando ha llegado a
menta una serie de cambios importantes. En pri-
mer lugar, los pétalos, los sépalos y los estambres
se desprenden y caen.
A continuación, y mientras que se está forman-
do la semilla en el interior del óvulo, el carpelo
también sufre una transformación y se convierte

135
 Menú
en un tejido, llamado pericarpio, que rodea a la
semilla. Pues bien, es el conjunto de la semilla y
el pericarpio lo que denominamos fruto.
Pero, a su vez, también en el pericarpio se distin-
guen tres partes, que presentan una estructura y un
aspecto a menudo muy diversos. La capa externa es
el epicarpio, que puede ser muy delgado y consti-
tuye lo que se denomina habitualmente la «piel»
del fruto. A continuación se encuentra el mesocar-
pio, que puede ser denso y carnoso, constituyendo
entonces la pulpa o parte comestible. Por último,
aparece la capa más interna que constituye el endo-
carpio, que suele ser de consistencia leñosa y que
recubre a la semilla (en un melocotón, por ejemplo,
el endocarpio sería lo que llamamos «hueso»).
Tipos de frutos
Una primera clasificación nos permite distinguir
entre:
Frutos secos: todos los que tienen el pericarpio
membranoso o lignificado y con poca cantidad de
agua (por ejemplo, la avellana).
Frutos carnosos: en los que alguna de las capas
es carnosa y con abundante cantidad de agua
(pulpa del melocotón).
Dentro de esta clasificación, cabe a su vez dis-
tinguir entre:
Dehiscentes: si se abren por sí solos para libe-
rar las semillas.
Indehiscentes: si no se abren de manera espon-
tánea, sino que deben sufrir alguna transforma-
ción para soltar las semillas (por ejemplo, marchi-
tarse la pulpa).
Los frutos secos
Dentro de este grupo se incluyen numerosos ti-
pos, que en una clasificación muy general se divi-
den en dehiscentes e indehiscentes. Entre los
dehiscentes se distinguen a su vez los siguientes:
Cápsula: llamada también caja, está formada
por numerosos carpelos soldados y se abre me-
diante fisuras longitudinales. Es un tipo de fruto
muy frecuente en la naturaleza (por ejemplo, en
la violeta).
Cápsula poricida: una cápsula que se abre por
medio de unos poros más o menos grandes (en la
amapola).
Pixidio: cápsula que se abre por la parte supe-
rior, que se desprende en forma de tapa, que
constituye el opérculo, quedando la parte inferior
con aspecto de vasija, que constituye la urna (en
la verdolaga).
136
i SALIR
La almendra, un fruto seco con el endocarpio leñoso
que contiene la semilla.
Folículo: está formado por un único carpelo,
contiene numerosas semillas en su interior y ge-
neralmente se abre a lo largo de la sutura central
(en el acónito).
Legumbre: llamada también vaina, está forma-
da por un único carpelo, contiene un número va-
riable de semillas en su interior y se abre a lo lar-
go de dos líneas longitudinales, pudiendo ser
alargada, globosa, espiralada, etc. (en el guisante).
Silicua: parecida a la vaina, está formada por
dos carpelos unidos y con una membrana interna
que les separa, y se abre separándose los dos car-
pelos desde la base, pudiendo ser de forma trian-
gular, globosa, aplastada, etc. (en el zurrón de
pastor).
Entre a los frutos secos indehiscentes, se distin-
guen, entre otros, los siguientes tipos:
Cariópside: tiene el pericarpio delgado y solda-
do a la membrana (tegumento) de la semilla, sien-
do el ejemplo más típico el grano de los cereales
(trigo, cebada, etc.).
Aquenio: es parecido al cariópside, pero el pe-
ricarpio no se suelda al tegumento seminal y es de
consistencia coriácea, encontrándose muchos ti-
pos de aquenios (como la bellota).
Nuez: se diferencia del aquenio en que el peri-
carpio adquiere consistencia leñosa, y existen
también muchos tipos de nueces (como la ave-
llana; pero no la nuez del nogal, que es una dru-
pa).
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Sandía
(grupo frutos
Selección de frutos,
Melocotón simples carnosos) atendiendo a su formación
(grupo frutos y características.
simples carnosos
indehiscentes)

Pepónida: es un tipo de
baya de gran tamaño, con
el epicarpio y el mesocar-
pio unidos formando una
corteza gruesa, en cuyo
interior se encuentra el
endocarpio, que a menu-
do es muy jugoso o bien
de consistencia fibrosa
(como, por ejemplo, la
Manzana
(grupo frutos
sandía y la calabaza).
agregados) Drupa: el epicarpio es
Uva Pera de color intenso y muy
(grupo frutos (grupo frutos
simples carnosos agregados) delgado, el mesocarpio es
Guisante indehiscentes) Sámara de arce generalmente grueso y ju-
(grupo frutos Naranja (grupo frutos simples
simples dehiscentes) (grupo frutos secos indehiscentes) goso, y el endocarpio se
simples carnosos) ha lignificado y encierra
en su interior las semillas
(constituye el llamado
Sámara: es un aquenio provisto de prolongacio- hueso). Son drupas el melocotón y la ciruela.
nes membranosas en forma de alas, gracias a las
cuales puede dispersarse con ayuda del viento Los falsos frutos
(como el fruto del olmo). Reciben este nombre todos los frutos cuyo origen
es diferente al de los anteriores, es decir, aquellos
Los frutos carnosos en cuya formación han participado también otras
La mayoría de los frutos carnosos son indehis- partes de la flor distintas a los carpelos. Algunos
centes, aunque hay algunas excepciones, como el ejemplos son los siguientes:
cohombrillo o el fruto del nometoques. En los Sorosis: conjunto de pequeños frutos formados
que son dehiscentes, cuando el fruto está madu- por el cáliz carnoso persistente, que se unen for-
ro, el más mínimo roce hace que se abra violen- mando un único fruto falso (por ejemplo, la mora
tamente arrojando lejos las semillas. Entre los fru- del moral o la chirimoya).
tos carnosos indehiscentes se distinguen los Mora: conjunto de pequeñas drupas que se
siguientes: unen formando una estructura globosa (como la
Baya: el mesocarpio y el endocarpio son carnosos zarzamora).
y jugosos, mientras que el epicarpio es muy delga- Fresa: el receptáculo de la flor se vuelve carnoso
do; las bayas contienen una o más semillas, suelen y se desarrolla mucho, englobando en su superficie
ser esféricas y por lo general de colores llamativos pequeños frutos (los puntos duros) que son aque-
(son bayas las grosellas, las uvas y los tomates). nios.
Hesperidio: el epicarpio contiene glándulas Cinorrodon: también el receptáculo se vuelve
oleíferas y suele ser de color anaranjado, amarillo carnoso y se desarrolla mucho, adquiriendo un
o rojo, el mesocarpio es delgado y de color blan- color rojizo y encerrando en su interior numero-
co, y el endocarpio es muy jugoso y voluminoso, sos frutos pequeños, que pueden ser nueces o
y está dividido en gajos o porciones mediante aquenios (por ejemplo, el fruto de las rosas).
membranas; el hesperidio es el fruto característi- Pomo: el receptáculo de la flor se transforma en
co de los cítricos (como la naranja o el limón). una pulpa que engloba en su interior un fruto for-

137
 Menú i SALIR

mado por varias cámaras y de consistencia cartila- co por su interior, disponiéndose en esa cavidad
ginosa, que encierra las semillas (como la manza- numerosos aquenios de tamaño muy pequeño (es
na o la pera). el caso del higo, en el que las pequeñas pepitas
Sicono: el receptáculo se vuelve carnoso y hue- del interior son los verdaderos frutos).

CRIPTÓGAMAS
En el pasado, el estudio de la botánica se dividía en dos grandes apartados, el de las
plantas superiores, con flor, que constituían las fanerógamas, y el de todas las demás,
llamadas criptógamas. Pero en el segundo se incluía todo tipo de organismos vegetales y
otros que, en posteriores clasificaciones, han quedado fuera del mundo vegetal.
Es el caso de las algas unicelulares, que forman hoy parte de los reinos de los protistos y
de los moneras, y de los hongos, que constituyen el reino del mismo nombre, independiente
de las plantas y los animales.
No obstante, por razones de espacio y de tradición, se estudiarán también aquí los hongos,
cuya descripción general ya se ha hecho en la clasificación de los cinco reinos de la
naturaleza.

CARACTERÍSTICAS GENERALES LAS ALGAS

DE LAS CRIPTÓGAMAS
Las criptógamas forman un grupo muy diverso,
que presenta una gran heterogeneidad, con ras-
gos muy diferentes de unas a otras especias. Tal
vez la única característica común a todas ellas sea
la reproducción por medio de esporas, no dándo-
se la reproducción por semillas.
De ahí que reciban también el nombre de espo-
rófitos.
Para su estudio, dividiremos las criptógamas en
dos grupos principales: los talófitos y las arque-
goniadas.
El grupo de los talófitos comprende plantas con
talo, es decir, con un cuerpo vegetativo de estruc-
tura fibrilar o laminar, no diferenciado en tallo,
raíces y hojas.
Sin embargo, algunas especies del grupo, como
las algas superiores, pueden presentar estructuras
exteriormente parecidas a las hojas de las faneró-
gamas.
Los talófitos están representados por las algas,
aunque antiguamente incluían también los hon-
gos y los líquenes. Éstos se estudiarán por sepa-
rado, ya que los hongos forman un reino inde-
pendiente y, por otra parte, los líquenes son
organismos simbiontes con características muy
particulares.
Las arquegoniadas incluyen los briófitos y las
criptógamas vasculares.
Las algas pueden definirse como vegetales acuáti-
cos, o propios de lugares húmedos, y provistos de
talo. Es, sin embargo, una definición tan amplia
que impide considerarlas como un taxón o grupo
definido, así que se incluirán en este apartado
aquellos grupos formados en una proporción ma-
yoritaria o importante por formas pluricelulares,
dejando las unicelulares, como ya hemos dicho,
en el reino de los protistos.
Estudiaremos, pues, los siguientes grupos de al-
gas: rodófitos, clorófitos y feófitos.
Los rodófitos o algas rojas
Los rodófitos o algas rojas son organismos en su
mayoría pluricelulares, con un talo de formas
muy variadas, pero predominando la estructura
filamentosa, con uno o varios ejes. Crecen por su-
cesivas divisiones de los extremos de estos fila-
mentos.
Se pueden reproducir asexualmente, mediante
esporas inmóviles, o sexualmente, formando cé-
lulas masculinas y femeninas (unas veces en un
mismo talo y otras en talos de individuos diferen-
tes) que se fusionan dando lugar a un cigoto que
crece sobre el talo de la planta madre.
Salvo unas pocas especies propias de las aguas
dulces, la gran mayoría vive en aguas marinas, su-
jetándose al sustrato (rocas, conchas, etc.) por
medio de rizoides, estructuras parecidas externa-

138
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Detalle de la lámina vegetativa Formación Ciclo biológico de

de gametangios una rodofícea del
Gametófito masculino masculinos género Porphyra.
Las algas rojas
Gametófito femenino presentan los ciclos
más complicados,
Singamia o
fusión de los
pues la alternancia
gametos de generaciones de
esporófito (diploide)
y gametófito
(haploide) se ve
aumentada por una
tercera fase,
Aplanóspora también diploide:
una pequeña
Formación planta, el
de gametangios gonimoblasto o
femeninos carposporófito, que
Formación de vive fija sobre el
los carposporófitos gametófito
femenino.

Germinación
y desarrollo
Inicio del desarrollo del carposporófito
del gametófito Concósporas
Germinación de las Meiosis Monóspora
concósporas

mente a raíces, pero que sólo sir-

ven para anclar la planta y no para
absorber agua o nutrientes.
Podemos encontrar rodofíceas
cerca de la orilla, pero casi siempre
en áreas permanentemente sumer-
gidas. Cuando las aguas son cla-
ras, llegan hasta los 140 m de pro-
fundidad.
Es un grupo de algas de gran
importancia económica, pues de Izquierda, el codio, un clorófito marino que posee un fronde de textura
ellas se extraen productos como el esponjosa. Derecha, un alga parda del género Fucus con las típicas
agar-agar, usado como medio de vesículas aéreas.
cultivo en los laboratorios, y gran
cantidad de sustancias de uso far-
macéutico y médico. Se utilizan también como especies de tamaño macroscópico. El color verde
cebos para la pesca y, algunas especies, como fo- que la mayoría presenta se debe a la presencia de
rraje para el ganado. cloroplastos, con clorofilas a y b, para realizar la
Algunas se consumen en Oriente, sobre todo en fotosíntesis.
Japón, ya que tienen un gran valor alimenticio La célula de estas algas tiene una membrana ge-
(35 % de proteínas, 45 % de hidratos de carbono, neralmente de naturaleza celulósica, y a menudo
0,7 % de grasas y diversas vitaminas). Las espe- con incrustaciones de carbonato cálcico.
cies más importantes son las del género Porphyra, La reproducción asexual se realiza, en las uni-
que se cultivan en las áreas costeras. celulares, por división de la célula, y en las plu-
ricelulares, por fragmentación del talo. La repro-
Los clorófitos o algas verdes ducción sexual tiene lugar mediante gametos
Este grupo incluye tanto formas unicelulares masculinos, siguiendo un ciclo que a veces es
como coloniales y pluricelulares, con numerosas muy complejo.

139
 Menú
La mayoría de las especies son propias de las
aguas dulces o de los medios húmedos, creciendo
incluso sobre la corteza de los árboles, y se en-
cuentran distribuidas por todo el mundo. Las es-
pecies de aguas salobres suelen presentar una dis-
tribución más restringida.
Los clorófitos desempeñan un papel importante
en la ecología de los medios acuáticos. Muchos de
ellos sirven de alimento (fitoplancton) a los mi-
croorganismos que los pueblan. Cuando a estos
medios llegan grandes cantidades de nutrientes,
se produce una gran proliferación de algas verdes.
Los feófitos o algas pardas
Son algas pluricelulares, que llegan a alcanzar ta-
maños gigantescos, y cuyo aspecto puede ser si-
milar al de las plantas superiores. Poseen, en efec-
to, una especie de tallo, que se llama cauloide, y
estructuras parecidas a hojas, las frondes.
Sus células contienen las clorofilas a, b y c, pero
el color verde queda enmascarado por un pig-
mento marrón, la ficoxantina, y otros pigmentos
les dan su color pardo característico.
Las algas pardas se reproducen asexualmente,
por fragmentación del talo, mediante la forma-
ción de propágulos (porciones del talo que se
desprenden y dan lugar a un nuevo individuo), o
por esporas. La reproducción sexual se realiza por
fusión de gametos iguales o desiguales, y sigue en
general un ciclo bastante complejo.
La mayoría de los feófitos son marinos. Viven
flotando libremente en el agua o fijos en el fondo,
con preferencia en los mares fríos.
Algunas especies, como las laminarias, son de
gran utilidad para el hombre, que de ellas obtiene
numerosas sustancias (principalmente algina)
empleadas en farmacia y medicina. Muchas algas
pardas se utilizan como fuente de potasio, como
forraje o incluso en la alimentación humana.
LOS HONGOS
Los hongos son organismos heterótrofos que se
reproducen por medio de esporas. Presentan cier-
tas características que justifican que se les asigne
un reino independiente.
Aunque tradicionalmente se les ha incluido en
la botánica, considerándoseles vegetales muy pri-
mitivos, la incapacidad de realizar la fotosíntesis,
debido a que carecen de clorofila, es un rasgo su-
ficiente para distinguirles de las plantas. Por otro
140
i SALIR
lado, su forma de reproducción les acerca a éstas,
y al mismo tiempo impide considerarles anima-
les. Por todo ello, desde hace años se les agrupa
en un reino independiente que ha evolucionado
siguiendo su propia línea.
Los hongos pueden ser microscópicos o ma-
croscópicos, y están formados por una serie de
filamentos llamados hifas, cuyo conjunto consti-
tuye un entramado, el micelio. Las células de las
hifas están unidas entre sí ininterrumpidamente,
es decir, sin separación entre unas y otras. En los
casos en que están separadas por tabiques, éstos
están perforados, de modo que el citoplasma y su
contenido pueden circular libremente por toda la
hifa.
El papel de los hongos en la naturaleza es muy
importante, pues contribuyen de modo decisivo a
reincorporar los nutrientes al medio. Alimentán-
dose de residuos y restos de animales o plantas,
los descomponen y transforman en sus constitu-
yentes básicos, que de este modo vuelven al sue-
lo, donde las plantas los pueden aprovechar.
Posteriormente, a través de las plantas, los apro-
vechan también los animales.
Muchos hongos tienen también importancia
económica por su uso en procesos industriales de
fermentación (quesos, pan , cerveza, etc.), y otros
como especies comestibles (champiñón, etc.). Al-
gunos son venenosos, incluso mortales.
Otro aspecto a destacar es su papel como pará-
sitos, que en muchas ocasiones provocan enfer-
medades tanto en los animales como en las plan-
tas (por ejemplo, la roya del trigo).
Los hongos se clasifican en dos grandes grupos:
los mixomicotas u hongos ameboides y los eumi-
cotas. Estos últimos, a su vez, atendiendo al tipo de
esporas que producen, se dividen en ficomicetes,
ascomicetes, basidiomicetes y deuteromicetes.
Los mixomicotas
Conocidos también como hongos mucilaginosos,
tienen el cuerpo vegetativo microscópico o macros-
cópico y de tipo plasmodial, es decir, formado por
un conjunto de elementos plasmáticos desnudos
que se fusionan. Pueden moverse como las amebas
gracias a la producción de pseudópodos.
Se alimentan, lo mismo que muchos protozoos,
envolviendo partículas de nutrientes, que des-
pués digieren en vacuolas. Como sustancia de
reserva tienen glucógeno, lo mismo que los ani-
males, y en cambio carecen de almidón, que es
característico de los vegetales.
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

División Ciclo vital de

Mixamebas de mixamebas Dictyostelium,
Germinación perteneciente al
de las esporas
grupo de los mohos
mucilaginosos
Fase de agregación
verdaderos.
Su principal
característica es la
Esporas
formación de esporas
resistentes.

Células
del pedúnculo

Estructura
pluricelular Abajo,
Saccharomyces
cerevisiae, una
levadura utilizada en
Cono la elaboración de la
Esporocarpo
maduro cerveza, vista al
Esporóforo
microscopio
Fase móvil electrónico.

Su ciclo biológico comprende ras en el interior de esporangios.

básicamente una multiplicación
por agregación de plasmodios y
un proceso reproductivo que
puede ser asexual o sexual. La vía
asexual se produce cuando, en
un determinado momento, un
plasmodio madura y forma una
estructura análoga a un esporan-
gio, en cuyo interior se desarro-
llan las esporas. Estas esporas
dan lugar a células flageladas que
se mueven por el medio líquido.
Al cabo de un tiempo, tales célu-
las pierden los flagelos y se con-
vierten en una especie de ameba,
la mixameba. Más tarde, dos mi-
xamebas se fusionan como si fue-
ran gametos y producen un cigoto de estructura
ameboide. La unión de varios cigotos da lugar a los
plasmodios, cerrándose de este modo el ciclo.
Los mixomicotas viven en ambientes húmedos,
a menudo sobre hongos superiores. Son frecuen-
tes entre el musgo, en la corteza de los árboles
viejos o muertos y entre la hojarasca del suelo.
Los ficomicetes
Se trata de hongos eumicotas que tienen hifas despro-
vistas de tabiques transversales, y que producen espo-
Muchas especies, cuando tienen
el micelio bien desarrollado, se
parecen al talo de algunas algas,
por lo que el grupo recibe tam-
bién el nombre de hongos-alga.
Algunos hongos de los fico-
micetes son conocidos como
mohos, y casi todos son parási-
tos de plantas y animales. Su
importancia económica se deri-
va de los graves daños que pue-
den llegar a provocar en los cul-
tivos (por ejemplo, pertenece a
los ficomicetes el tizón de la pa-
tata, que a mediados del siglo
XIX arrasó todos los cultivos de
Irlanda, provocando la muerte
por inanición de casi la mitad de la población).
Se reproducen asexualmente por medio de cé-
lulas flotantes provistas de uno o dos flagelos. La
reproducción sexual tiene lugar por medio de la
unión de dos gametangios. El cigoto producido
adquiere con frecuencia la estructura de una es-
pora perdurante.
Los ascomicetes
La característica principal de este grupo de los
eumicotas es el tipo de esporas, que son de dos

141
 Menú
El carbón del maíz, un basidiomicete parásito que
destruye dicha planta. Obsérvense las bolsas esporales.
clases. Unas son de origen asexual, se forman en
el extremo de las hifas y reciben el nombre de co-
nidios. Otras son de origen sexual y se producen
en el interior de unas estructuras alargadas y en
forma de caja, llamadas ascos. Aparecen por lo
general en número de 4 u 8, aunque a veces pue-
den ser hasta 32.
Los ascos se producen después de haberse fu-
sionado dos células sexuales. Entonces, pueden
desarrollarse sin ninguna protección sobre las hi-
fas, como sucede en los grupos más primitivos, o
bien hacerlo en el interior de una cavidad protec-
tora que se abre cuando maduran, como sucede
en los grupos más evolucionados.
Un grupo especial de ascomicetes, las levadu-
ras, se reproducen asexualmente también por
gemación, dando lugar a un número variable de
yemas que se desprenden después, originando
entonces un hongo adulto, o bien manteniéndose
unidas y formando una colonia.
Muchos ascomicetes son parásitos y causan
grandes daños en las plantas, como el que provo-
ca la grafiosis del olmo, que está aniquilando las
poblaciones europeas de olmos, o el causante de
la lepra del almendro, que afecta gravemente a es-
tos frutales. Otros son comestibles, como las tru-
fas o las colmenillas. Son también ascomicetes
numerosos mohos, que pueden provocar enfer-
medades o, por el contrario, resultar muy benefi-
ciosos como productores de antibióticos (por
ejemplo, la penicilina).
Por último, las levaduras tienen una gran im-
portancia en numerosos procesos industriales y
142
i SALIR
en la elaboración de alimentos, pues hacen posi-
ble las fermentaciones que transforman la leche
en productos como el queso o el yogurt, o se em-
plean en la elaboración del pan, como otras con-
vierten el mosto en vino o la malta en cerveza.
Los basidiomicetes
Este grupo de los eumicotas comprenden los
hongos más evolucionados. Hay especies micros-
cópicas, pero la mayoría son macroscópicas, entre
las que se encuentran la mayor parte de los hon-
gos comestibles.
Se caracterizan por producir unas estructuras en
forma de bastón, llamadas basidios, en cuyo interior
se forman las esporas, que van provistas de un del-
gado pie. El cuerpo vegetativo de los hongos basi-
diomicetes adquiere una gran vistosidad, y es lo que
comúnmente se conoce por setas. Consta de un pie,
más o menos delgado, y un sombrerillo o píleo, y es
la parte comestible del hongo. El resto está formada
por el micelio que crece debajo de tierra.
Además de las setas comestibles, como el boleto
o el champiñón, o de las setas venenosas, como la
oronja verde, hay un grupo de basidiomicetes que
revisten gran importancia económica por los da-
ños que producen en los cultivos. Se trata de las
royas y los tizones que afectan a muchas plantas
cultivadas (cereales, árboles maderables, etc.).
Son hongos parásitos de ciclo vital complejo, que
a veces necesitan más de un huésped intermedio.
Los deuteromicetes
Se trata de un grupo artificial en el que se inclu-
yen aquellos hongos de características imprecisas,
que no pueden adscribirse a ninguno de los gru-
pos anteriores, muchas veces debido a que se des-
conocen algunas de las fases de su ciclo vital. Por
ese motivo, se les conoce también como «hongos
imperfectos».
Muchas de las especies conocidas de los deute-
romicetes son incapaces de producir esporas se-
xuales a menos que existan dos cepas distintas.
LOS LÍQUENES
Los líquenes no son organismos individuales sino
simbiontes, formados por la unión de un hongo y
un alga. Sin embargo, a diferencia de lo que suce-
de en otras asociaciones de este tipo, en este caso
se produce una estructura con características dis-
tintas a las de los componentes por separado.
 Menú
Algas
Liquen
Crustáceo
(Caloplaca herpiana)
Fruticuloso
(Ervenia
prunastri)
Compuesto
(Cladonia
pyxidata)
Corte transversal de un liquen folioso
El liquen consta fundamentalmente de un mi-
celio (perteneciente al hongo) y, en su interior, de
un número variable de algas unicelulares, íntima-
mente unidas a las hifas, de modo que se produce
un trasvase constante de nutrientes entre unos y
otros. Pese a lo cual, parece ser que es el hongo el
que saca mayor provecho de esta asociación,
como lo demuestra el hecho de que casi ninguno
de los hongos que forman líquenes pueda vivir
aislado sin el alga, pero no al contrario, como su-
cede, por ejemplo, con las del género Nostoc, que
también tienen vida libre.
Las algas de los líquenes pertenecen a las cloro-
fíceas y a las cianofíceas, y son las encargadas de
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Hongos
En la parte superior del dibujo, los dos
componentes de un liquen: un alga y un
hongo; bajo y junto a ellos, distintos
tipos de talos y el corte transversal de
un liquen folioso.
producir por fotosíntesis la materia
orgánica que después aprovechará el
hongo.
Los líquenes son capaces de vivir
en condiciones extremas, donde ni al-
gas ni hongos podrían sobrevivir,
como las regiones polares o islas vol-
Folioso cánicas recién formadas. Por ese mo-
(Hypogimnia
physodes) tivo, son organismos colonizadores
iniciales, de gran importancia para
que después puedan asentarse allí
formas vegetales de mayor entidad.
También son indicadores ecológi-
cos, ya que muchos muestran una ex-
tremada sensibilidad a los factores
contaminantes de la atmósfera, por lo
que su presencia es indicativa de la
calidad del aire. Por otra parte, en las
regiones árticas los líquenes constitu-
yen uno de los componentes básicos
de la alimentación de los grandes her-
bívoros (renos).
Atendiendo al aspecto morfológico,
pueden distinguirse varios tipos de lí-
quenes: crustáceos (forman costras
sobre rocas y troncos), foliosos (con
aspecto de lámina u hoja), escamo-
sos (parecidos a escamas), fruticulo-
sos (cilíndricos y con un pequeño pe-
dúnculo), etc.
Para clasificarlos se atiende al tipo
de hongo que entra a formar parte de la simbiosis.
Si el hongo es un ascomicete, da origen a los asco-
líquenes, y si es un basidiomicete, a los basidiolí-
quenes.
LOS BRIÓFITOS
Los briófitos son pequeñas plantas de crecimiento
lento. Salvo unas pocas especies saprófitas, las
restantes (de un total de casi 23.000 briófitas co-
nocidas) pueden realizar la fotosíntesis.
La planta visible es el gametofito, que consta de
un penacho de delgados filamentos, los rizoides,
143
 Menú
Lunuraria cruciata, una hepática frecuente en
lugares húmedos. En la cara superior del talo
pueden apreciarse unos recipientes de borde dentado,
los conceptáculos, dentro de los cuales existe un
cierto número de propágulos que darán lugar a
nuevos talos.
por los que se fija al sustrato y absorbe agua y nu-
trientes, un pequeño tallo y unas hojuelas. El tallo
presenta ya una diferenciación en sus células, y se
encarga del transporte del agua y las sustancias
disueltas, pero carece de tejidos conductores y
debe hacerlo por ósmosis.
Las hojuelas son de color verde, por la clorofila
que contienen, carecen de estomas y presentan
formas diversas. Sobre ellas se forman las células
sexuales.
Los briófitos se reproducen asexualmente,
mediante esporas, y sexualmente, por medio de
gametos, sucediéndose una alternancia de gene-
raciones. El esporofito, que es muy pequeño,
adopta forma de cápsula y se desarrolla en el ex-
tremo de los pequeños tallos, que constituyen el
gametofito.
Puesto que para reproducirse necesitan la pre-
sencia de agua, para que floten los espermato-
zoos, los briófitos se encuentran siempre en luga-
res con suficiente humedad, aunque distribuidos
por todo el mundo. Junto con los líquenes, ade-
más, son plantas pioneras en la colonización de
nuevos territorios, abriendo paso a otros vegetales.
Clasificación de los briófitos
Hay dos clases de briófitos: las hepáticas y los
musgos.
Las hepáticas son los briófitos menos evolucio-
nados. Tienen aspecto de talos aplanados, de co-
lor verde rojizo o violeta, y pueden ser ondula-
144
i SALIR
dos, ramificados o divididos. Sobre su superficie
se forman los órganos reproductores. Se encuen-
tran en suelos húmedos, sobre troncos en des-
composición y hábitats similares.
Los musgos presentan las características típicas
de los briófitos, y comprenden los musgos pro-
piamente dichos y los esfagnos. Estos últimos son
propios de las turberas o medios análogos, y tie-
nen las hojuelas poco coloreadas.
LAS CRIPTÓGAMAS VASCULARES
Bajo este nombre se agrupan las criptógamas más
evolucionadas, que aun manteniendo relaciones
con los briófitos, se separaron de éstos en época
temprana (a comienzos del Devónico, hace unos
340 millones de años), originando una nueva lí-
nea evolutiva, que con el tiempo daría lugar a las
plantas con flor.
Poseen ya raíces verdaderas, tallos con vasos
conductores (de donde proviene el nombre) y ho-
jas provistas también de un sistema vascular, pero
carecen de flores y se reproducen por medio de
esporas. En su ciclo vital tiene lugar una alternan-
cia de generaciones, similar a la que se da entre
los musgos, aunque con la diferencia de que en
estos últimos el gametofito es la planta visible,
mientras que en las criptógamas vasculares suce-
de lo contrario: la planta macroscópica es el espo-
rofito, y el gametofito es una estructura diminuta.
Las criptógamas vasculares están representadas
en la actualidad por los pteridófitos, es decir, los
licopodios, los equisetos y los helechos.
LOS PTERIDÓFITOS
Este grupo de plantas gozó en otras épocas geoló-
gicas de una gran variedad de formas y asimismo
de un predominio claro sobre el conjunto de la
vegetación, incluyendo numerosas especies arbó-
reas.
En la actualidad, comprende por lo general
plantas herbáceas terrestres, algunas acuáticas, así
como numerosas epifitas (que viven sobre el tron-
co y las ramas de los árboles) y unas pocas espe-
cies que adquieren porte arbóreo.
Los licopodios son plantas propias de climas
cálidos, aunque algunas especies crecen en regio-
nes templadas. Los tallos son parcialmente rastre-
ros y las hojas de pequeño tamaño.
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Tres ejemplos vivientes de pteridófitos: un licopodio (izquierda), un equiseto o cola de caballo (centro) y un
helecho (derecha).

Los equisetos o colas de caballo tienen tallos
con nudos y entrenudos, de color verde, en los
cuales tiene lugar la fotosíntesis. Las hojas son pe-
queñas, incoloras y con aspecto de escamas.
Los helechos son los más evolucionados y nu-
merosos del grupo. Sus hojas, llamadas frondes,
pueden adquirir un gran desarrollo. Se encuen-
tran principalmente en zonas boscosas, y algunos
tienen propiedades medicinales, mientras que
otros se cultivan como ornamentales.

FANERÓGAMAS
Las fanerógamas constituyen el grupo vegetal más evolucionado y predominante en la
actualidad en los hábitats terrestres. Se distinguen de las criptógamas en que se
reproducen mediante semillas y poseen flores, aunque éstas no siempre son visibles o
vistosas. Se dividen en dos grandes grupos: gimnospermas y angiospermas. Las
gimnospermas, que tienen las semillas sin envoltura exterior, están representadas en
nuestros días por unas 700 especies. Las angiospermas, que tienen las semillas encerradas
dentro del fruto, forman el grupo más numeroso de los vegetales, con cerca de
250.000 especies.

LAS GIMNOSPERMAS permas empezaban a proliferar, numerosas espe-

Se trata del primer grupo de las fanerógamas que
apareció sobre la Tierra, pues se conoce ya la exis-
tencia de ginkgos a mediados del Silúrico (hace
casi unos 390 millones de años). Alcanzaron su
máximo desarrollo durante el Mesozoico, época
en que fueron la vegetación dominante en el pla-
neta. Desde entonces, a medida que las angios-
cies irían desapareciendo, hasta quedar reducidas
a las 700 existentes en la actualidad.
Sin embargo, las gimnospermas poseen una
gran importancia ecológica y económica por el
hecho de ser plantas arbóreas que forman gran-
des bosques, como las coníferas, lo que permite
su aprovechamiento, generalmente para obtener
madera o celulosa.

145
 Menú
Las flores son poco vistosas y están constituidas
por escamas, que forman amentos o estróbilos,
que después se transforman en las infrutescencias
vulgarmente conocidas como piñas. La mayoría
de las especies tienen hojas aciculares (pino, abe-
to) o escamosas (ciprés), aunque en algunas
(como el ginkgo) las hojas son de forma laminar y
más o menos lobulada.
Las gimnospermas actuales se dividen en las
tres clases: cicadinas, ginkyoinas y coníferas.
Las cicadinas
Se las considera fósiles vivientes, y están repre-
sentadas por unas 95 especies propias de las re-
giones tropicales de todo el mundo.
Tienen aspecto de palmeras, con tallo no rami-
ficado y grandes hojas rígidas que se disponen en
su extremo superior. Aunque por lo general son
plantas arbóreas de mediano tamaño, algunas ci-
cadinas alcanzan 20 m de altura, y casi todas son
muy longevas.
Algunas especies, como el sagú del Japón (Cycas
revoluta), se cultivan como ornamentales en par-
ques y jardines.
Las ginkyoinas
Están representadas en la actualidad por una úni-
ca especie, el ginkgo (Ginkyo biloba), un árbol de
hasta 30 m de altura, bastante ramificado, con la
corteza delgada y hojas en forma de abanico. Cre-
ce espontáneo formando bosques en algunas re-
giones de China y del sur de Japón. Como planta
ornamental, es muy cultivado en las ciudades de
146
i SALIR
todo el mundo por su resistencia a la contamina-
ción atmosférica.
Las coníferas
Son generalmente árboles de tronco recto, con la
copa piramidal o más o menos dispersa. Las hojas
son aciculares o escamosas, y se disponen en es-
piral sobre las ramas. Los órganos masculinos y
femeninos se encuentran en flores distintas, pero
en una misma planta. Ésta contiene numerosos
conductos resiníferos.
La mayoría de las coníferas son muy longevas.
Se encuentran distribuidas por todo el mundo,
con preferencia en las regiones templadas o frías.
En las tropicales, aparecen siempre en áreas de
montaña. Son plantas muy explotadas por el
hombre, que obtiene de ellas diversos productos
(resina, piñones y, sobre todo, celulosa y madera),
y también muy cultivadas como ornamentales.
Clasificación de las coníferas
Las coníferas se agrupan en siete familias:
Pináceas: árboles generalmente perennifolios,
distribuidos por el hemisferio septentrional. In-
cluye, entre otros, los pinos, abetos, piceas, alerces
y cedros.
Taxodiáceas: árboles perennifolios o caducifo-
lios, propios la mayoría del hemisferio septentrio-
nal. Incluye, entre otros, las secuoyas y los cedros
de los pantanos.
Cupresáceas: árboles y arbustos de ambos hemis-
ferios, con hojas en forma de escamas. Incluye los
cipreses y enebros.
Izquierda, conos masculinos de
Encephalartos, una de las pocas
cicadinas distribuida por África.
Centro, ápice terminal de una
conífera, en este caso un pino.
Derecha, el ginkgo cuyo origen
prehistórico lo delata la
nerviación paralela de sus hojas.
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Sépalo anterior Sépalo lateral

Pétalo anterior

Sépalo posterior (espuela

donde se acumula el néctar)

Estambres
Estigma

Antera Pétalo posterior

Estilo
Carpelo

Ovario
Filamento Despiece de una
flor dicotiledónea,
la espuela de
caballo.

Bráctea (parecida
a una hoja)

Pedículo
Órganos reproductores del
castaño común, que es
polinizado por el viento.

Taxáceas: árboles o arbustos de ambos hemisfe-

rios, con la semilla rodeada de una estructura car- Capullo de
nosa (arilo). Incluye, entre otros, los tejos. flor

Araucariáceas: árboles de gran porte propios

del hemisferio austral, como la araucaria.
Cefalotaxáceas: árboles y arbustos de China y
Japón, algunos cultivados como ornamentales en Flor
jardinería. masculina
Flor
Podocarpáceas: árboles y arbustos propios de femenina
las regiones cálidas, sobre todo en el área del Pa-
cífico. Pedúnculo
(tallo de la
inflorescencia)

LAS ANGIOSPERMAS Filamento

Su principal característica es la flor, ya descrita Antera Bráctea

como órgano de la reproducción. En la forma y el Pedúnculo
(estructura
similar a la hoja)
tamaño, las angiospermas presentan grandes dife- (tallo de la
rencias, ya que incluyen hierbas, matas, arbustos inflorescencia)

y árboles, especies epifitas, otras parásitas y hasta

algunas carnívoras. La mayoría son terrestres,
pero las hay también acuáticas, tanto flotantes
como sumergidas, y algunas incluso marinas. Se
encuentran distribuidas por todo el planeta, y a
menudo sus tallos y hojas se transforman para
adaptarse a las condiciones del ambiente.
Las angiospermas se dividen en dos grandes gru-
pos: dicotiledóneas y monocotiledóneas. Las dico-
tiledóneas tienen dos cotiledones, la raíz primaria
Masculina Femenina
sigue siendo después la principal, y presentan cre-
cimiento secundario en grosor. Las monocotiledó-
neas tienen un único cotiledón, la raíz primaria es
sustituida después por una haz de raicillas y, al
carecer de cámbium, casi nunca presentan creci-
miento secundario en grosor. Cada uno de estos
dos grupos comprende numerosos órdenes.

147
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6 7 8 9

Dicotiledóneas
1. Policárpicas: plantas leñosas y herbáceas, con numerosos
carpelos en el eje floral, y gran cantidad de estambres; mag-
nolia*, laurel, nuez moscada, botón de oro, acónito, agracejo,
nenúfar, alcanforero.
2. Rosales: plantas herbáceas, arbustivas, arbóreas o lianas,
5 de flores con 5 pétalos y 5 sépalos; sedo, saxífraga, rosal*, 10
fresal, peral, manzano.
3. Leguminosas: plantas herbáceas o leñosas, cuyo fruto es
generalmente una legumbre, y que poseen a menudo bacte-
rias fijadoras de nitrógeno simbiontes en sus raíces; acacia,
tamarindo, genista*, trébol, lenteja, judía.
4. Mirtales: plantas herbáceas o leñosas, con flores de 4 pé-
talos y 4 sépalos; mirto*, guayabo, árbol del clavo, granado.
5. Readales: generalmente plantas herbáceas, con flores ra-
4 diadas; amapola*, rábano, mostaza, col, alcaparro. 11
6. Parietales: plantas leñosas o herbáceas, de flores con 5
pétalos y 5 sépalos; jara, drósera, violeta*, papayo.
7. Gutiferales: plantas generalmente leñosas, de flores con
el ovario siempre súpero; camelia, té, hipérico*.
8. Columníferas: generalmente plantas leñosas, de flores
con 5 pétalos y 5 sépalos; malva, algodonero*, árbol del
pan, tilo, cacao.
9. Gruinales: plantas herbáceas, de flores radiadas; cicuta,
3 pelargonio, geranio, lino*. 12
10. Terebintales: generalmente árboles y arbustos, con acei-
tes esenciales, resinas y bálsamos; ruda*, limonero, naranjo,
arce, castaño de Indias, ailanto, mango.
11. Celastrales: generalmente plantas leñosas, muy simila-
res a las terebintales; acebo*.
12. Ramnales: generalmente plantas leñosas, muy similares
a las terebintales; arraclán, vid*.
13. Umbelíferas: generalmente plantas leñosas, con las flo-
2 res agrupadas en umbela; cornejo, hiedra, zanahoria, apio, 13
perejil, angélica*.
14. Centrospermas: la mayoría herbáceas de hojas simples;
clavel*, quenopodio, acelga, salicornia, chumbera.

*Ejemplo ilustrado
1 14

148
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CIENCIAS NATURALES

20 21 22 23

15. Poligonales: plantas herbáceas, de flores poco aparentes

y por lo general verdosas; ruibarbo*.
16. Santalales: plantas herbáceas o leñosas, parásitas o he-
miparásitas; muérdago*.
17. Tricocas: plantas herbáceas o leñosas, con las flores por
lo general sin perianto; euforbia, lechetrezna, ricino*, boj.
18. Urticales: plantas herbáceas o leñosas, con las flores agru-
19 padas en densas inflorescencias; olmo, morera, lúpulo, ortiga*. 24
19. Fagales: plantas leñosas, con flores poco vistosas y agru-
padas en amentos; avellano, carpe, abedul, haya*, encina,
alcornoque, roble, castaño.
20. Juglandales: generalmente plantas leñosas, con las flo-
res agrupadas en amentos; nogal*.
21. Salicales: generalmente plantas leñosas, con las flores
agrupadas en amentos; sauce*, chopo, álamo.
22. Piperales: plantas herbáceas o arbustos, exclusivamente
18 tropicales; planta de la pimienta*. 25
23. Ericales: arbustos perennifolios, con flores con 5 péta-
los y 5 sépalos; brezo, brecina, arándano, rododendro*.
24. Primulales: plantas herbáceas o matas, con flores con
5 pétalos y 5 sépalos; primavera*, ciclamen.
25. Contortas: plantas herbáceas o leñosas, con flores en las
que cada lóbulo de la corola recubre al siguiente; genciana*,
adelfa, jazmín, aligustre, fresno, olivo.
26. Tubifloras: plantas herbáceas o leñosas, con las flores de
17 forma tubular; correhuela, menta, tomillo, romero, verbena, 26
patata, tabaco, petunia, linaria, digital*, plantago.
27. Rubiales: plantas herbáceas o leñosas, con las flores con
4 o 5 pétalos y sépalos; galio, cafeto*, saúco, valeriana.
28. Cucurbitales: plantas herbáceas, con las flores en forma
de embudo; calabaza*, melón, sandía.
29. Sinandras: plantas herbáceas o leñosas, a menudo con
látex, con las flores radiales; campanilla, caléndula, margari-
ta, manzanilla*, cardo, diente de león, achicoria.
16 27

*Ejemplo ilustrado
15 29 28

149
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3 4 5 6

Monocotiledóneas

1. Helobiales: plantas acuáticas; llantén de agua*.

2. Lilifloras: con rizomas, bulbos o tubérculos; ajo, cebolla,
tulipán, lirio, espárrago, narciso*, croco, junco, ananás.
3. Ciperales: plantas similares a las gramíneas; carrizo, papiro*.
4. Glumifloras: generalmente herbáceas, se incluyen las
2 gramíneas; trigo, cebada, avena, bambú, maíz*, arroz, caña 7
de azúcar.
5. Escitamíneas: plantas herbáceas, subarbustivas o arbóre-
as; bananero*, jengibre.
6. Ginandras: tienen vistosas flores irregulares, y para ger-
minar las semillas necesitan un hongo; orquídeas*.
7. Espadicifloras: plantas herbáceas o árboles; palmera, co-
cotero, aro, lenteja de agua*.
8. Pandanales: muy similares a las espadicifloras; espada-
1 ña*, esparganio. 8

*Ejemplo ilustrado

Tépalo interno
(equivalente
a un pétalo) Tépalo externo
(equivalente
Antera a un sépalo)

Estambre
Filamento

Polen en
la antera

Estigma
Despiece de una flor de
monocotiledónea; en ella no Sutura del
existe distinción entre los tépalo Ovario Estilo
pétalos y los sépalos, que en Pedículo
este caso reciben el nombre de Pared del ovario
tépalos.
Óvulo

150
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

ZOOLOGÍA
CITOLOGÍA, HISTOLOGÍA
Y ANATOMÍA ANIMAL
El estudio de estas tres disciplinas se aborda aquí desde un punto de vista organizativo, es
decir, iniciándolo en la célula y ascendiendo niveles de organización, para pasar a los
tejidos, los órganos y, finalmente, los aparatos o sistemas de órganos. Esta complejidad
creciente discurre también paralela a un incremento dimensional, que permite pasar del
estado microscópico al macroscópico.
El conocimiento anatómico y funcional de la célula es importante para poder comprender
las funciones de los tejidos, lo que a su vez permitirá estudiar mejor la anatomía
macroscópica del animal. Ésta sigue siendo una de las herramientas con que los zoólogos
pueden diferenciar unos animales de otros, clasificarlos y ordenarlos.

LA CÉLULA ANIMAL

La membrana aísla y comunica, al mismo tiempo,

la célula con el medio exterior. Sin embargo, a di-
ferencia de lo que sucede con las plantas, la célu-
la animal casi siempre carece de una pared rígida,
y puede adoptar entonces formas diversas, por
ejemplo, al reunirse varias células para formar
una estructura compacta. La superficie puede ser
lisa o rugosa.
En las células de tejidos expuestos al exterior
(por ejemplo, los tegumentos), la membrana está
protegida mediante una película o cutícula de
sustancias aislantes y más o menos rígidas. La neurona es una célula altamente especializada y
Otro aspecto interesante de la membrana es que, exclusiva de los animales, y constituye la base de su
gracias a su flexibilidad, puede producir pseudópo- sistema nervioso.
dos, como sucede con muchas células sanguíneas.
En otros casos, presenta cilios o flagelos, como en
los epitelios que revisten ciertas cavidades internas. LOS TEJIDOS ANIMALES
El cuerpo celular o citoplasma es una sustancia
viscosa compuesta por proteínas y agua. Para aumentar su eficacia, las células se reúnen
Los orgánulos, lo mismo que en la célula vege- entre sí y se especializan dando lugar a los tejidos.
tal, son de formas y estructuras muy diversas: fi- Cada uno de éstos realizará una determinada fun-
brillas que constituyen un esqueleto interno (ci- ción, coordinada con la de los otros tejidos que
toesqueleto), ribosomas, retículo endoplasmático, forman el cuerpo del animal.
aparato de Golgi, vesículas, vacuolas, mitocon- En el curso de su desarrollo, llega un momento
drias y el núcleo celular, que es el elemento rector en que las células comienzan a especializarse y
de la vida de la célula. pierden determinados atributos. Estas caracterís-

151
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Linfocitos

Células
reticulares

Fibras
reticulares

Interterritorio Células
cartilaginosas

Territorio Cápsula
Celdilla
Celdilla

Cápsula
Fibras
colágenas
Células
cartilaginosas

El tejido conectivo embrionario (arriba a la

izquierda) consta de células sin especializar, inmersas
en la sustancia intercelular. El tejido conectivo
reticular (arriba a la derecha) presenta ya una Epitelio simple pavimentoso
especialización y muestra fibras de reticulina
entrelazadas formando una red. El tejido
cartilaginoso hialino (abajo, a la izquierda) está
formado fundamentalmente por una matriz elástica
en la que se encuentran inmersas las células Epitelio simple cúbico
catilaginosas; realiza una función de relleno. El tejido
cartilaginoso fibroso (abajo, a la derecha) consta en
su mayor parte de fibras de colágeno, resistentes a la
tracción, y forma principalmente los tendones.

Epitelio simple cilíndrico con superficie en cepillo

ticas no podrán recuperarlas más tarde, pues se
trata de un proceso irreversible.
Hay tejidos que son más o menos similares a to-
dos los grupos animales, como es el caso de los
tegumentos y el tejido conjuntivo. Se trata, tam-
bién, de unos tejidos menos complejos que los
restantes. Estos últimos alcanzan un nivel de es-
pecialización que hace que sean distintos en los
diversos grupos del reino animal.
Para facilitar el estudio, se describen en primer
lugar los tejidos tegumentarios (o epiteliales) y Epitelio cilíndrico ciliado y estratificado
conjuntivos, para pasar a continuación a los siste-
mas orgánicos, cada uno de los cuales posee un Cuatro tipos de tejidos epiteliales de complejidad
tipo muy especializado de tejido (por ejemplo, la creciente y, también, mayor capacidad protectora
sangre, en el sistema circulatorio). frente al medio.

152
 Menú
Los tejidos conjuntivos
Se trata de tejidos poco especializa-
dos, que sirven en general para
mantener la estructura del cuerpo
del animal. Estos tejidos están for-
mados por diversos tipos de células,
en proporciones variables. Las prin-
cipales son las siguientes:
Células mesenquimáticas: de ori-
gen embrionario y sin especializar,
por lo que mantienen la capacidad
de transformarse en cualquiera de las
otras células que forman el tejido.
Histiocitos: células con capacidad
para moverse mediante pseudópo-
dos y de capturar (y destruir) cuer-
pos extraños.
Fibrocitos: células de forma alargada, cuya fun-
ción es dar origen a las fibras que aparecen en
muchos órganos.
Células pigmentarias: ramificadas, contienen
diversos pigmentos y proporcionan el color ca-
racterístico a los órganos que las poseen.
Células adiposas: son de forma más o menos
redondeada y con gotas de grasa en su interior.
Según el tipo y la proporción en que aparecen
estas células, se establecen las distintas clases de
tejidos conjuntivos.
Así, cuando predominan los fibrocitos, apare-
cen estructuras como los tendones (si los fibroci-
tos aparecen acompañados de fibras de coláge-
no), que se encargan de unir los huesos a los
músculos, y los ligamentos (cuando aparecen
también fibras elásticas, además del colágeno y
los fibrocitos), que se encargan de unir entre sí los
distintos huesos del esqueleto.
El tejido adiposo está formado fundamental-
mente por células adiposas, que se van llenando
de gotas de grasa, confiriendo así a este tejido una
doble función: la de servir de reserva y la de ac-
tuar como aislante contra el exterior.
En algunos grupos inferiores, como en las medu-
sas o en los pólipos, predominan las células me-
senquimáticas, que secretan una sustancia gelati-
nosa. Se forma así un tejido de estas características,
que llega a constituir la mayor parte del peso del
animal, formando la denominada mesoglea.
En los restantes grupos la importancia de este
proceso es mucho menor, siendo además de dis-
tinta naturaleza las sustancias secretadas.
A menudo, las células del tejido conjuntivo se-
cretan otro tipo de sustancias, principalmente de
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Sección de la tráquea de un
ratón tapizada por tejido
cartilaginoso hialino.
El tejido óseo es compacto, pero
se encuentra recorrido por una
serie de canales (conductos de
Havers) que sirven para el paso
de los nervios y de los vasos
sanguíneos y linfáticos.
origen inorgánico, como, por ejemplo, calcio. De
este modo, el tejido adquiere entonces mayor re-
sistencia y solidez, dando lugar a dos tipos de te-
jidos muy importantes para el esqueleto: el tejido
cartilaginoso y el tejido óseo, originándose am-
bos a partir del mesénquima.
Cartílagos y huesos
El tejido cartilaginoso se caracteriza por poseer
una matriz (masa de material extracelular) forma-
da por proteínas y polisacáridos.
Cuando esta matriz es homogénea y contiene fi-
brillas de colágenos no apreciables a simple vista,
se forma el denominado cartílago hialino, que
aparece, por ejemplo, en las costillas, en las articu-
laciones y en la tráquea. Si posee una red de fibras
elásticas, en cambio, aparece el cartílago elástico,
que es el que forma el oído externo. Existe además
un tipo de cartílago mixto, es decir, intermedio en-
tre los dos anteriores, que es el que forma los dis-
cos intervertebrales de la columna vertebral. El te-
jido cartilaginoso aparece en todos los vertebrados
y también en muchos invertebrados.
El tejido óseo se caracteriza por poseer una ma-
triz dura, compuesta por fibras de colágeno y de-
pósitos de minerales (principalmente calcio). No
forma una masa compacta, sino que deja en su in-
terior unas pequeñas cavidades, que es donde se
albergan las células óseas, así como diminutos ca-
153
 Menú
nales que unen unas cavidades con otras. El teji-
do óseo es el que forma los huesos. Está presente
en todos los vertebrados.
Las células del tejido óseo se disponen en los
huesos de forma concéntrica alrededor de unos
canales, llamados canales de Havers, que contie-
nen vasos sanguíneos y fibras nerviosas.
Los tejidos tegumentarios
Se trata ya de tejidos especializados, que desem-
peñan principalmente una función, proteger al
organismo frente a la acción del medio exterior,
pero que revisten el cuerpo del animal tanto exte-
riormente (por ejemplo, la piel) como interior-
mente (el epitelio de revestimiento de los órganos
internos).
A estos tejidos se les conoce con el nombre ge-
nérico de epitelios, y pueden estar formados por
una única capa de células o bien por varias capas,
distinguiéndose entonces los monoestratificados,
en el primer caso, y pluriestratificados, en el se-
gundo. Además, atendiendo a las células que los
constituyen, pueden ser a su vez lisos (células
aplanadas), escamosos (aplanadas pero de bordes
irregulares), cúbicos (en forma de cubo), en em-
palizada (células cilíndricas), etc.
Los epitelios suelen llevar por debajo unas
membranas de colágeno que los fijan a los tejidos
subyacentes.
Hay también epitelios especializados en deter-
minadas funciones, lo que depende del predomi-
nio de las células que los forman. Así, cuando
presentan células secretoras, se convierten en epi-
telios glandulares, mientras que si contienen un
cierto número de células nerviosas capaces de
captar los estímulos del entorno, constituyen en-
tonces los epitelios sensoriales.
El conjunto de todos estos elementos es lo que
conocemos como piel, que es un sistema tegu-
mentario presente en todos los animales, aunque
con diversos grados de complejidad.
LA PIEL
Este sistema tegumentario consiste en un epitelio
más o menos simple, que muchas veces presenta
transformaciones adicionales con funciones muy di-
versas. En los invertebrados inferiores consta de una
única capa, denominada epidermis, mientras que en
los restantes invertebrados y en todos los vertebra-
dos posee además una capa adicional, la dermis.
154
i SALIR
La epidermis es una capa uniestratificada de cé-
lulas tegumentarias, a veces con otras células de
distintos tipos intercaladas, como células secreto-
ras o células nerviosas. Sin embargo, hay también
casos en que todas las células forman una estruc-
tura uniforme, sin membranas de separación bien
formadas (es lo que se denomina un sincitio).
En los animales que tienen únicamente epider-
mis, ésta desempeña un papel muy importante en
los procesos de respiración, excreción y osmorre-
gulación.
La dermis es un tejido auxiliar de tipo fibroelás-
tico cuya función principal es servir de apoyo y
mantenimiento a la epidermis. Dispone para esto
de gran cantidad de fibras elásticas, y lleva los va-
sos sanguíneos que nutren la epidermis, así como
las fibras nerviosas que desembocan en ésta. En
su interior se encuentran también los pigmentos
que proporcionan al animal su colorido caracte-
rístico (principalmente la melanina, parda o ne-
gra, y los lipocromos, desde amarillo hasta ana-
ranjado). Constituye asimismo, en los animales
superiores, el soporte de glándulas exocrinas y de
distintos receptores nerviosos, como los de cier-
tos sentidos (tacto, calor, presión, etc.).
Así, pues, la piel no sólo tiene una función pro-
tectora y aislante frente al medio, sino que sirve
también para el intercambio de sustancias y para
proporcionar información al animal de las condi-
ciones externas. A menudo presenta además cier-
tas modificaciones y estructuras auxiliares.
Estructuras auxiliares de la piel
Para desempeñar mejor sus funciones, la piel ha
ido desarrollando en el transcurso de la evolución
estructuras adicionales que en algunos grupos,
particularmente los vertebrados, adquieren una
enorme complejidad. Desde las cutículas más
simples hasta plumas o garras, hay toda una gama
de formas.
Las estructuras más simples de origen epitelial
son los cilios y flagelos, que surgen como prolon-
gaciones del citoplasma hacia el exterior de la cé-
lula (recubiertas de la membrana). Desempeñan
un papel muy importante en los organismos uni-
celulares, como los protozoos, pero se encuentran
también en los metazoos, aunque en éstos apare-
cen sobre todo en las cavidades internas, donde
contribuyen a impulsar o transportar ciertas sus-
tancias. Así, por ejemplo, podemos encontrar epi-
telios ciliados en las vías respiratorias, que empu-
jan hacia fuera las materias extrañas.
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Tres estructuras auxiliares de la piel:

izquierda, los pelos exclusivos de los
mamíferos; centro, las escamas
cicloideas propias de los peces óseos;
derecha, las plumas características de
las aves.

Las cutículas son secreciones de las células epi-
teliales con que éstas se recubren, y están consti-
tuidas principalmente por quitina o queratina.
Entre los invertebrados, las cutículas de quitina
son características de los artrópodos, en los que
forman un esqueleto externo (exosqueleto)
que protege al animal y le confiere movilidad.
La queratina forma en los invertebrados diversas
estructuras que se estudian más adelante, y en
muchos invertebrados (por ejemplo, los anélidos)
es el material que constituye la cutícula.
Son también de origen epitelial las conchas de
los moluscos, que van creciendo hacia el exterior
a medida que se desarrolla el animal, y que se en-
durecen cuando se impregnan de minerales (en
este caso, calcio), constituyendo así una protec-
ción perfecta contra el entorno. Un caso especial
es el de las conchas de los tunicados, en las que el
constituyente principal es la tunicina, sustancia
similar a la celulosa, de consistencia gelatinosa o
correosa.
Las escamas son estructuras más o menos lami-
nares de la piel que se encuentran en mayor o
menor medida en todos los grupos de vertebra-
dos, salvo en los mamíferos, donde sólo constitu-
yen un elemento residual en algunos grupos. Pue-
den ser de diversos tipos. Las llamadas escamas
placoideas son pequeñas placas romboidales
cuya naturaleza química es similar a la dentina de
los dientes, y se encuentran principalmente en los
tiburones, recubriendo todo el cuerpo. Las esca-
mas cicloideas son planas y de aspecto ovalado,
con el borde posterior redondeado, mientras que
las escamas ctenoideas presentan el borde espi-
noso o rugoso. Ambas se encuentran en los peces
óseos, creciendo en la dermis y recubiertas por
una delgada capa de epidermis. Estas escamas
surgen formando círculos concéntricos y dan lu-
gar a unos anillos de crecimiento que permiten
determinar la edad del animal.
Las escamas córneas son las típicas de los repti-
les. Forman pequeñas placas con una cubierta
epidérmica de naturaleza córnea, y su función es,
principalmente, proteger la piel del animal contra
el desgaste mecánico en sus desplazamientos por
el medio terrestre, sobre todo en las serpientes.
Muchas veces, las placas basales de las escamas
se fusionan y adquieren naturaleza ósea, transfor-
mándose de este modo en una especie de arma-
dura muy eficaz para proteger al animal no sólo
del desgaste mecánico sino también de la pérdida
de agua. Este tipo de estructuras se observan en
algunos peces, como los esturiones, en reptiles,
como los cocodrilos o las tortugas, y en unos po-
cos mamíferos, como los pangolines.
Las plumas son formaciones dérmicas caracte-
rísticas de las aves. Presentan una estructura muy
compleja, que consiste en un eje (raquis) y una
lámina formada por ramificaciones primarias
(barbas). Éstas, a su vez, se ramifican en otras se-
cundarias (bárbulas) y terciarias (barbicelas), en-
trelazándose entre sí mediante una especie de
dientecillos. Las plumas de este tipo se encuen-
tran sobre todo en las alas y la cola, y se utilizan
para el vuelo. Hay otras plumas más simples, cor-
tas y con barbas no entrelazadas, que reciben el
nombre de plumón y tienen como misión contri-
buir a regular la temperatura corporal del animal.
El raquis de las plumas es hueco y contiene vasos
sanguíneos.

155
 Menú
Los pelos son estructuras cutáneas exclusivas
de los mamíferos. Nacen de un folículo y adquie-
ren distintos colores según los pigmentos que
contienen. Se diferencian de otras estructuras
análogas de los restantes grupos de vertebrados
porque poseen músculos y glándulas sebáceas ac-
cesorias. La función fundamental que desempe-
ñan es la termorregulación, que realizan los pelos
delgados y rizados que se conocen como borra,
pero también sirven como protección contra el
agua, y en tal caso son largos y gruesos. Por últi-
mo, hay aún unos pelos especiales, más largos
que los anteriores, que nacen como prolongación
de células sensoriales, y que reciben el nombre de
vibrisas. Son de este tipo, por ejemplo, los que
presentan los felinos en el hocico.
En el extremo de los dedos, los mamíferos desa-
rrollan distintas estructuras protectoras de natu-
raleza córnea: las uñas de los primates, las garras
de los félidos y las pezuñas de los artiodáctilos.
Son también estructuras epiteliales, finalmente,
una serie de elementos secretores conocidos glo-
balmente como glándulas cutáneas. Entre los in-
vertebrados y los vertebrados acuáticos son de es-
tructura simple, como glándulas unicelulares, que
secretan principalmente sustancias mucilaginosas.
Entre los vertebrados terrestres, en cambio, estas
células secretoras suelen aparecer agrupadas, for-
mando glándulas más complejas. Las sustancias
secretadas pueden ser sebos y grasas, secreciones
serosas, productos olorosos o, como caso de espe-
cial importancia, la leche, con la que las hembras
de los mamíferos alimentan a sus crías.
LOS SISTEMAS ESQUELÉTICOS
Una vez que un animal alcanza un determinado
tamaño, necesita algún tipo de estructura para so-
portar su masa corporal, pues de lo contrario se
colapsaría. De ahí que la mayoría de los grupos
zoológicos haya desarrollado alguna estructura de
sostén, salvo aquellos que por sus reducidas di-
mensiones pueden prescindir de ella, como los
parásitos internos. Tampoco aparece en algunos
anélidos, que en ocasiones alcanzan un tamaño
considerable, pues en su caso actúa como elemen-
to de sujeción la propia turgencia de los tejidos.
En todos los animales restantes han aparecido
elementos de sujeción, que de modo general pue-
den clasificarse en internos (endoesqueletos) o
externos (exoesqueletos). Los principales repre-
156
i SALIR
sentantes del primer tipo son los vertebrados, y
los del segundo, los invertebrados, si bien entre
estos últimos existen también algunos que poseen
esqueleto interno, aun cuando no sea comparable
al de los cordados.
Esqueletos externos
Los esqueletos externos son producto de la secre-
ción de los tegumentos, y recubren exteriormente
el cuerpo del animal, dándole de este modo su
forma característica. El principal inconveniente es
que limitan el tamaño, por una doble razón. En
primer lugar, cuando adquieren consistencia im-
piden que el individuo pueda crecer más, así que
muchos animales han optado por renovarlo de
manera periódica (en las mudas), desprendiéndo-
se de él cada cierto tiempo y aprovechando el bre-
ve período en que no lo tienen, o en que no se ha
endurecido todavía, para crecer de forma acelera-
da. En segundo lugar, la rigidez de estos sistemas
hace que resulte difícil el suministro de aire y sus-
tancias nutrientes a todos los tejidos, así que más
allá de un determinado límite resulta inviable un
crecimiento mayor.
El más característico de los esqueletos externos
es el de los artrópodos, constituido por una cu-
bierta de quitina. La quitina es una sustancia rígi-
Los invertebrados presentan una estructura
protectora externa que puede adoptar las formas más
variadas, como la concha rígida de este molusco
bivalvo (izquierda) o la armadura de quitina del
escarabajo (derecha).
Sifón
inhalante
 Menú
da, que forma una armadura de varias piezas uni-
das entre sí por zonas flexibles (las articulacio-
nes). Esa armadura encierra todos los órganos y la
musculatura que mueve las distintas piezas del
esqueleto. Este sistema permite al animal despla-
zarse activamente, y es una de las claves del gran
éxito evolutivo de los artrópodos. La quitina es
una sustancia impermeable que impide la deseca-
ción, y además con su poco peso hace posible el
vuelo de esos animales (los insectos voladores).
Otros invertebrados con esqueleto externo son
los moluscos, que producen una concha dura, de
carbonato cálcico, que crece progresivamente a
medida que el animal se desarrolla, con lo cual
condiciona la forma que puede adoptar su cuer-
po. Este tipo de esqueleto externo es más pesado
que el anterior, y por tanto limita la capacidad de
movimientos. Entre los moluscos acuáticos puede
alcanzar a veces unas dimensiones muy notables,
particularmente entre las especies sésiles, como
las almejas gigantes.
Esqueletos internos
Suponen una clara ventaja adaptativa sobre el
otro sistema, pues no condicionan el tamaño del
animal y permiten también una mayor movilidad.
De un modo muy rudimentario, se encuentran
en algunos invertebrados, más concretamente en
las espículas de las esponjas, pero es en estos ca-
sos un sistema disperso, sin la coordinación es-
tructural que poseen los verdaderos esqueletos,
aunque en general cumple las mismas funciones
que éstos.
También es interno, pero por otros motivos, el
esqueleto de algunos moluscos. Se trata de los ce-
falópodos, en muchos de los cuales la concha ha
desaparecido, o ha quedado reducida a una placa
en el interior del cuerpo (la «pluma» de los cala-
mares). No es un esqueleto en sentido estricto,
pero desempeña una función similar, lo mismo
que sucede con las esponjas.
El verdadero esqueleto interno es característico
de los cordados. En algunos casos se reduce a un
varilla alargada, flexible y de consistencia cartila-
ginosa (la cuerda dorsal), que recorre todo el
cuerpo. La encontramos, por ejemplo, en los an-
fioxos.
Sin embargo, esta cuerda dorsal no permite la
inserción de músculos potentes, con lo cual el
animal queda limitado en sus posibilidades moto-
ras. Con los vertebrados, empezando por los pe-
ces, se sustituye por una nueva estructura forma-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Falanges
Radio
Cráneo
Húmero
Cúbito
Vértebras
Pubis
Quilla
Tarso metatarso
Fémur
Tibia
Falanges
En el esqueleto de las aves se pueden reconocer las
adaptaciones propias para el vuelo, como son el gran
desarrollo de las extremidades anteriores y la
formación de la quilla, un resalte del esternón.
da por elementos esqueléticos cartilaginosos u
óseos, la columna vertebral.
Cada uno de esos elementos esqueléticos que
forman la columna vertebral es una vértebra,
hueca en su interior y con los extremos de forma
que engarzan perfectamente con otra vértebra,
permitiendo un determinado grado de movilidad.
Por el interior de las vértebras discurren un cor-
dón nervioso y vasos sanguíneos. En los peces, las
vértebras pueden ser cartilaginosas u óseas. En
los restantes vertebrados, sin embargo, están for-
madas sólo por tejido óseo, quedando el cartilagi-
noso reservado para estructuras auxiliares.
Sobre la columna vertebral han ido desarrollán-
dose formas animales sobre las que ha actuado la
selección natural, dando lugar a dos líneas princi-
pales: los peces, en sentido amplio, por un lado, y
los tetrápodos, por otro.
El nombre de estos últimos se debe a la presen-
cia de extremidades pares que se conectan con la
columna vertebral mediante la llamadas cintura,
una serie de huesos que articulan los movimien-
tos de dichas extremidades con respecto a la co-
lumna. Hay dos cinturas, la cintura escapular,
para las extremidades anteriores (o las superiores,
en algunos animales), y la cintura pelviana, para
las posteriores (las inferiores, en otros animales).
Además de las extremidades, el esqueleto se
completa con el cráneo, que está también conec-
157
 Menú
tado a la columna vertebral y encierra en su inte-
rior el cerebro.
Las extremidades
Se designan con este nombre las prolongaciones
que parten del cuerpo y están provistas de algún
elemento esquelético unido de modo permanente
al conjunto del esqueleto. Así, pues, quedan ex-
cluidas de esta definición todas aquellas estructu-
ras más o menos rígidas, como las que presentan
algunos anélidos, que sirven para el desplaza-
miento en un medio adecuado, pero que no for-
man parte de un esqueleto.
Encontramos verdaderas extremidades en los
artrópodos, donde adoptan la forma de tubos
huecos, de delgadas paredes de quitina, con los
músculos en su interior.
También son extremidades, aunque separadas
de la columna vertebral, las aletas de los peces
provistas de radios. Por la evolución, al quedar
unidas a la columna, surgieron las patas de los te-
trápodos, formadas por huesos. Su estructura ge-
neral es la siguiente:
Extremidades anteriores: húmero, radio y cú-
bito, carpianos, metacarpianos y falanges.
Extremidades posteriores: fémur, tibia y pero-
né, tarsos, metatarsos y falanges.
Tres tipos de pies de mamíferos: un ungulígrado
(caballo), un digitígrado (perro) y un plantígrado
(hombre).
Caballo
Perro
Tarso
Tarso
Metatarso
4 Dedos
Metatarso
Hombre
Tarso
1 Dedo
5 Dedos
Metatarso
158
i SALIR
En el curso de los procesos de adaptación al
medio, el tamaño de cada uno de estos huesos ha
experimentado cambios diversos en los distintos
grupos, incluso algunos de ellos se han reducido
al máximo o han desaparecido. El caso de los ce-
táceos puede servir de ejemplo, pues en ellos sólo
quedan algunos restos de estos elementos óseos.
El cráneo
El cráneo es un elemento de gran importancia en
los vertebrados, dado el gran desarrollo que ad-
quiere el cerebro en este grupo animal. Consiste
básicamente en una cápsula cuya función primor-
dial es proteger dicho órgano contra posibles
daños.
Aparece ya en los peces cartilaginosos, y va
completándose y aumentando de tamaño a medi-
da que se asciende por la escala zoológica, hasta
alcanzar las grandes dimensiones que presenta en
muchos mamíferos, en particular los primates.
Se sitúa en la parte anterior de la columna ver-
tebral, con la que queda articulado, y pueden dis-
tinguirse en él dos partes: el neurocráneo y el crá-
neo visceral.
Cráneo de un mamífero carnívoro, provisto de una
poderosa dentadura.
El neurocráneo constituye la porción principal,
que engloba en su interior el cerebro, los órganos
sensoriales (ojos, oídos, nariz) y distintos nervios.
El cráneo visceral protege elementos accesorios
que forman parte de la cabeza, pero que pertene-
cen a otros sistemas, como la lengua o los dientes.
LOS SISTEMAS MUSCULARES
El movimiento y, sobre todo, la capacidad de des-
plazamiento activo, son unos de los rasgos defini-
 Menú
Dos ejemplos de movimiento en organismos
unicelulares: mediante flagelos en las euglenas
(izquierda) y con la ayuda de cilios en las vorticelas
(derecha).
torios de los animales frente a las plantas. Aun
cuando existan muchos animales que hayan perdi-
do esa capacidad, por razones de adaptación a unas
necesidades del medio o para conseguir un mejor
aprovechamiento de los recursos disponibles.
Hay dos tipos de movimientos que son propios
de los organismos unicelulares, el ameboide y el
realizado con ayuda de cilios o flagelos. Los meta-
zoos, que son organismos pluricelulares, no pue-
den desplazarse recurriendo a esos métodos, ya
que resultan insuficientes, pero a pesar de ello no
los han abandonado, si bien lo utilizan de una
manera parcial en el interior de su cuerpo.
El movimiento ameboide, por ejemplo, lo en-
contramos en los leucocitos o glóbulos blancos de
la sangre, que así pueden desplazarse activamente
y atacar a los organismos o cuerpos extraños que
penetren en el sistema circulatorio.
El movimiento mediante cilios y flagelos lo en-
contramos en multitud de órganos huecos, tanto
entre los invertebrados como en los vertebrados.
Así, el epitelio de numerosos conductos (vías res-
piratorias, riñones primitivos, etc.) está revestido
de cilios o de flagelos, que al batir impulsan hacia
delante las sustancias o materiales que contienen.
Sin embargo, para el desplazamiento activo, to-
dos los animales deben recurrir a un tejido espe-
cializado en la contracción y relajación, es decir,
el tejido muscular, que forma los músculos.
El tejido muscular
El elemento fundamental del tejido muscular es
una célula contráctil, la célula muscular o mioci-
to. Tiene como principal característica la capaci-
dad de contraerse como respuesta a un estímulo,
gracias a la presencia en su interior de unas delga-
das fibras denominadas miofibrillas.
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Haces de miofibrillas
Endomisio
Epimisio
Fibras
musculares
Perimisio
Los músculos esqueléticos están formados por unas
unidades contráctiles llamadas filamentos,
agrupados en un orden determinado y constituyendo
las miofibrillas alargadas. Varias miofibrillas
rodeadas de una membrana forman una fibra
muscular, que puede considerarse una unidad
funcional del músculo.
En los metazoos más simples, como son los cni-
darios, existen células epiteliales dispersas por
todo el cuerpo, que pueden contraerse debido a
que contienen un cierto número de fibrillas con-
tráctiles (miofibrillas), aunque son también capa-
ces de realizar otras funciones. Al hacerlo de for-
ma conjunta, la pared del cuerpo del animal se
contrae y éste puede desplazarse.
En todos los restantes animales, las células
musculares contienen gran número de miofibri-
llas y están especializadas en la contracción. Se
reúnen formando fibras, y el conjunto de estas fi-
bras es lo que conocemos como músculo.
En los vertebrados pueden distinguirse tres ti-
pos de tejido muscular: el liso, el estriado (o es-
quelético) y el cardíaco.
El tejido muscular liso está formado por célu-
las de forma alargada, que contienen uno o más
núcleos y llevan en el citoplasma numerosas fibri-
llas, que a su vez aparecen divididas en delgados
filamentos contráctiles (los miofilamentos). Este
tejido funciona de manera lenta pero constante, y
159
 Menú
es capaz de permanecer contraído durante mu-
cho tiempo sin apenas consumir energía.
El tejido muscular estriado está formado por
un conjunto de células asociadas que han perdido
sus membranas, formando lo que se denomina
un sincitio. Cada uno de estos conjuntos contiene
numerosos núcleos y miofibrillas que, al reunirse
en apretados haces, que son alternativamente más
claros y más oscuros, presentan el aspecto de
unas estrías (de ahí el nombre que recibe el teji-
do). Está también rodeado de una membrana es-
pecial de tejido conjuntivo (llamada sarcolema) y
constituye una fibra muscular.
Los músculos estriados están recubiertos de una
vaina de tejido conjuntivo, que se engrosa en el ex-
tremo formando lo que llamamos un tendón, y que
sirve para unir el músculo al hueso. Por este moti-
vo, se les llama también músculos esqueléticos.
Por último, el tejido muscular cardíaco es simi-
lar en su origen al tejido estriado, pero tiene una
cantidad relativamente pequeña de fibrillas y, so-
bre todo, es independiente por completo de la vo-
luntad. Además, tiene la capacidad de mantener-
se permanentemente en funcionamiento.
Tipos de musculatura
Según el tipo de tejido muscular del que constan,
se distinguen otras tantas clases de musculatura.
La musculatura lisa es la formada por tejido
muscular liso. Se encarga de llevar a cabo todos
aquellos movimientos internos necesarios para
mantener con vida al animal, y que para conse-
guir mayor eficacia no están sujetos a la voluntad.
Es ésta la manera por la que procesos tan esencia-
les como la respiración, por ejemplo, se llevan a
cabo de forma inconsciente y automática. Así,
pues, la musculatura lisa se localiza en el tubo di-
gestivo, los vasos sanguíneos, el aparato respira-
torio, los conductos excretores, etc.
La musculatura estriada es la formada por teji-
do muscular estriado. Es capaz de desarrollar un
trabajo muy intenso, pero consumiendo una gran
cantidad de energía, por lo que es muy suscepti-
ble a la fatiga. Está sometida a la voluntad del in-
dividuo a través de conexiones nerviosas, y por
ese motivo la encontramos en todos aquellos sis-
temas donde la actividad depende exclusivamen-
te del control cerebral, como, por ejemplo, en el
aparato motor.
Por último, formando las paredes del corazón,
se encuentra el miocardio, cuya función es con-
traerse rítmicamente para propulsar la circulación
160
i SALIR
sanguínea por todo el cuerpo. Aparece mezclado
con tejido conjuntivo, que contiene los vasos san-
guíneos.
LA RESPIRACIÓN
Y EL APARATO RESPIRATORIO
La respiración de los animales se define como el
proceso de absorción de oxígeno y liberación de
dióxido de carbono a través de una superficie lla-
mada superficie respiratoria. El proceso respirato-
rio, que en esencia es muy simple, se hace más
complejo en la medida en que lo es la propia ana-
tomía del animal.
El oxígeno absorbido por las células de la super-
ficie respiratoria es transportado al interior del
cuerpo a través de la sangre (u otro fluido sanguí-
neo), gracias a la presencia en ésta de sustancias
capaces de fijarlo en determinados puntos y libe-
rarlo en otros, lo mismo que hacen también con
el dióxido de carbono. En los invertebrados, esta
sustancia es la hemoglobina, y en el de otros gru-
pos animales, la hemocianina.
En los grupos más sencillos o primitivos, como
los celentéreos (cnidarios) o muchos anélidos,
este intercambio gaseoso se lleva a cabo exclusi-
vamente a través de la epidermis, que es delgada
y actúa como una membrana. Se habla entonces
de respiración cutánea, que no requiere ningún
órgano o aparato especializados.
La respiración cutánea aparece también en gru-
pos tan evolucionados como los vertebrados,
como es el caso de los anfibios, pero sólo como
complemento, puesto que estos animales dispo-
nen también de un aparato respiratorio (aunque
su sencillez ha hecho que no perdieran la capa-
cidad de respirar a través de la piel, compensan-
do de este modo el rendimiento relativamente
bajo de los pulmones).
Por último, hay también especies que, con inde-
pendencia del escalón que puedan ocupar en la
escala evolutiva, por haberse especializado en el
parasitismo han perdido la mayoría de sus órga-
nos, incluidos los respiratorios, y respiran a través
de la piel (igual que hacen para absorber los nu-
trientes).
En cuanto los animales comienzan a dotarse de
órganos y aparatos más evolucionados, lo que en
muchos casos va paralelo a un aumento del volu-
men corporal, necesitan un sistema más eficaz.
Esto rige muy en particular para las especies de
 Menú
gran actividad y que, por tanto, necesitan gran
cantidad de energía para llevar a cabo sus reaccio-
nes metabólicas. En estos animales surgen órga-
nos especializados en el intercambio gaseoso que,
aun siendo en todos ellos básicamente una mem-
brana, adoptan configuraciones distintas en fun-
ción del medio en el que vive el animal.
Existen en la naturaleza tres tipos fundamenta-
les de órganos respiratorios: las branquias, en los
animales acuáticos, las tráqueas y los pulmones,
ambos en los terrestres.
Branquias
Las branquias son membranas muy delgadas, for-
madas por una única capa celular, que salen de la
piel en forma de evaginaciones y que están inten-
samente vascularizadas. La sangre llega hasta el
mismo límite de las células exteriores, y de este
modo absorbe directamente el oxígeno que atra-
viesa la membrana, al mismo tiempo que libera el
dióxido de carbono residual. De este modo se
produce el intercambio gaseoso.
Las branquias pueden ser de forma laminar, en
el caso más simple, o bien plumosas o filamento-
sas. En muchos casos no existe una única lámina,
sino un sistema branquial con numerosas superfi-
cies absorbentes.
En algunos animales, las branquias son exter-
nas, sobresaliendo del cuerpo, mientras que en
otros se encuentran protegidas en el interior del
mismo, como sucede, por ejemplo, en los peces.
En los invertebrados, pueden ubicarse
en lugares muy diversos. Así, las es-
trellas de mar tienen branquias distri-
buidas por casi todo el cuerpo, las
langostas y muchos cangrejos, en la
Pulmones
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
base de los apéndices o de las patas, y en muchos
moluscos bivalvos forman una especie de cabelle-
ra que el animal extiende para ponerla en contac-
to con el agua.
Por otro lado, para garantizar un aporte perma-
nente de agua rica en oxígeno, el animal puede si-
tuarse en lugares donde la propia corriente asegu-
re este aporte, o bien desplazarse él mismo por el
agua. Un avance evolutivo en este sentido es la
conducción forzada del agua hacia las branquias,
como hacen los peces que con ayuda de movi-
mientos de la boca y de los opérculos crean una
corriente permanente de agua que recorre la su-
perficie absorbente.
Tráqueas
Las tráqueas constituyen un sistema respiratorio
muy simple, característico de gran número de ar-
trópodos terrestres. Consisten en un tubo de qui-
tina comunicado con el exterior a través de una
abertura en la superficie cutánea (el espiráculo o
estigma), que después se ramifica intensamente
por el interior del cuerpo, formando conductos
cada vez más delgados (traqueolas) que trans-
portan el aire directamente hasta los tejidos.
Las traqueolas contienen un fluido orgánico
cuya función es facilitar la absorción del oxígeno.
El aparato respiratorio de los anfibios
(izquierda), formado por pulmones,
no alcanza el mismo desarrollo que en
los restantes tetrápodos; el de los
artrópodos (centro) está constituido
por las tráqueas; y el de los peces por
las branquias (derecha).
Arco branquial
Filamentos branquiales Rastrillos branquiales
161
 Menú
El principal inconveniente de las tráqueas es la
lentitud con la que el oxígeno llega a las zonas
más extremas, a pesar de que el animal lleva a
cabo unos movimientos de bombeo que aceleran
la expulsión del aire ya utilizado y permiten la en-
trada de aire nuevo.
Pulmones
Los pulmones consisten en principio en un saco
elástico que se expande y contrae gracias a la
musculatura auxiliar, y que está conectado a gran
cantidad de vasos sanguíneos para llevar a cabo el
proceso de intercambio de gases.
En su versión más simple se encuentran en los
peces pulmonados, dotados de una vejiga natato-
ria, que se llena de aire gracias a un conducto por
el que comunica con la parte anterior del tubo di-
gestivo. Este sencillo aparato dio lugar, en el cur-
so de la evolución, a todos los restantes tipos de
pulmones de los vertebrados terrestres, que sur-
gieron por la progresiva complejidad que fue ad-
quiriendo un ensanchamiento de esa parte ante-
rior del tubo digestivo.
En algunos anfibios, este tipo primitivo de pul-
mones aparece en forma de dos simples sacos. En
otros anfibios más evolucionados, como, por
ejemplo, las ranas, estos sacos presentan ya cierto
número de pliegues, que aumentan la superficie
de absorción y con ello su eficacia. Este proceso
de repliegue continúa en todos los restantes gru-
pos, hasta llegar a los mamíferos, donde el pul-
món se ha transformado en un órgano de aspecto
esponjoso, formado por miles de pequeñas cavi-
dades (alveolos) donde tiene lugar el intercambio
gaseoso. Cada uno de estos alveolos está rodeado
de pequeños capilares que transportan la sangre.
Para introducir y expulsar el aire, cada grupo
dispone de una serie de músculos que expanden
el saco pulmonar, provocando la entrada de aire,
y después, al relajarse, lo contraen, haciendo salir
el aire (salvo una pequeña cantidad residual que
queda siempre en el interior).
Los pulmones se comunican con el exterior a tra-
vés de la tráquea, que está situada a continuación de
la boca. En el extremo opuesto, la tráquea se ramifi-
ca en dos bronquios, que a su vez se van ramifican-
do en otros conductos menores (los bronquiolos)
hasta llegar a cada una de las cavidades en que se ha
dividido el pulmón (por ejemplo, los alveolos).
En las aves existe un dispositivo adicional que
incrementa la eficacia respiratoria y que, como
una ventaja secundaria, pero muy importante
162
i SALIR
para estos animales, aptos para el vuelo, reduce el
peso corporal. Se trata de unas prolongaciones
denominadas sacos aéreos, que penetran en el in-
terior de los huesos.
Reciben también el nombre de pulmones, aun-
que en realidad no lo son, ciertas cavidades inter-
nas de algunos invertebrados, que asumen las
funciones respiratorias. Son las cámaras pulmo-
nares, que en realidad no son más que derivacio-
nes de las branquias o de las tráqueas, y que
poseen, por ejemplo, los caracoles terrestres, las
arañas y los escorpiones.
LA CIRCULACIÓN
Y LOS SISTEMAS CIRCULATORIOS
El sistema circulatorio es uno de los principales
mecanismos internos de un organismo. Pone en
relación las distintas partes que lo componen y
El sistema circulatorio típico de un animal con
circulación cerrada consta del corazón, los vasos
sanguíneos y el sistema linfático. El primero
impulsa la sangre a través de las arterias hasta los
capilares que la distribuyen en los tejidos. En éstos
baña las células, realiza los intercambios de materia
y gases y vuelve al circuito a través de las venas, que
la llevan hasta el corazón. Una parte del plasma
sanguíneo queda en los espacios intercelulares,
donde lo recogen los vasos linfáticos y lo vierten a
las venas, para que llegue al corazón.
Capilar
Células
Espacio
intercelular
Vasos
linfáticos
Ganglio
Arteria linfático
Corazón Vena
 Menú
asume funciones tan importantes como la absor-
ción y el aporte de sustancias, tanto para la respi-
ración (por ejemplo, el oxígeno) como para el
mantenimiento de la vida (como, por ejemplo,
los nutrientes).
La circulación más simple es la que tiene lugar
en el interior de la célula, en el citoplasma, cuan-
do se establecen diferencias de densidad o gra-
dientes químicos que deben compensarse, e in-
tervienen fuerzas físicas o fisicoquímicas que se
encargan de llevarlo a cabo. Una parte del proce-
so se realiza también con ayuda de las vacuolas.
En los parásitos de estructura más simple, siem-
pre que sean de dimensiones reducidas, el trasva-
se de sustancias o componentes químicos tiene
lugar de un modo similar al de la célula, y no es
posible diferenciar con claridad un auténtico pro-
ceso circulatorio, pues éste se confunde con otros
procesos vitales, como la nutrición o la excreción.
En los demás metazoos, la circulación de las
sustancias que intervienen en la respiración celu-
lar y de los componentes más simples utilizados
en la nutrición, o sus desechos, se realiza a través
de determinados fluidos que discurren por áreas
concretas o incluso por conductos cerrados.
La sangre y otros fluidos circulatorios
El único fluido corporal existente entre las células
de los animales inferiores es la linfa, una sustancia
incolora, que está también presente en los animales
superiores formando parte del sistema capilar.
La linfa crea un entorno acuoso apropiado para
las células y se encarga de mantener el equilibrio
entre su interior y el exterior, compensando la
presión osmótica, el valor del pH, la concentra-
ción de sales, etc.
En las esponjas o los celentéreos la linfa circula
lentamente por la masa corporal a causa de los
movimientos del animal, aunque no lo hace de
un modo específico. Sin embargo, sirve para
transportar diversas sustancias entre las células,
es decir, desempeña el papel de un fluido circu-
latorio.
En los restantes animales ya se diferencian va-
rios tipos de tejidos, de origen diverso, que dejan
entre sí determinados huecos (llamados hemoce-
les) que están llenos de linfa. Ésta actúa entonces
como fluido circulante y recibe el nombre de he-
molinfa.
Por último, en aquellos animales que disponen
de conductos especiales para el transporte del
fluido circulatorio dentro de un sistema cerrado,
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Vena seccionada
Glóbulos blancos
Glóbulos rojos
Las diversas células sanguíneas, con funciones de
transporte y defensa, circulan por las venas y las
arterias.
encontramos la sangre, caracterizada siempre por
la presencia de pigmentos. Los principales son:
Hemoglobina: es de color rojo y contiene hierro.
En los anélidos y algunos crustáceos se encuentra
disuelta en el líquido circulatorio, mientras que en
los nemertinos y los vertebrados aparece encerrada
dentro de unos corpúsculos especiales, los eritro-
citos o glóbulos rojos.
Hemocianina: es incolora o azulada cuando lle-
va oxígeno, y contiene cobre. Se encuentra di-
suelta en el líquido circulatorio de muchos mo-
luscos, de los escorpiones y de algunas arañas.
Clorocruorina: de color verde, se encuentra di-
suelta en el líquido circulatorio de algunos gusanos.
Hemeritrina: es incolora, cuando se combina
con oxígeno se vuelve rojo, y contiene hierro. Se
encuentra en los glóbulos sanguíneos y aparece
en algunos anélidos.
La sangre de los vertebrados
La sangre es un líquido circulatorio que se en-
cuentra en el interior de un circuito cerrado, y
consta de una sustancia fundamental fluida, el
plasma sanguíneo, y una serie de corpúsculos
sanguíneos en suspensión. En la mayoría de los
vertebrados se produce en la médula ósea, salvo
en los peces teleósteos, en los que son los riñones
los encargados de esta función.
163
 Menú
El plasma está formado en un 95 % por agua, y
contiene además proteínas, glucosa, grasas, sales
y algunas otras sustancias.
Los corpúsculos sanguíneos son fundamental-
mente de dos tipos: los rojos, o eritrocitos, y los
blancos, o leucocitos.
Los eritrocitos contienen hemoglobina, que es
de color rojo oscuro cuando va desprovista de
oxígeno, y rojo claro cuando lleva este elemento.
Son células de forma variable, que en los mamífe-
ros carecen de núcleo, presente en cambio en los
restantes vertebrados. La función de estos cor-
púsculos es la de transportar el oxígeno desde los
pulmones o las branquias hasta las células, y ex-
pulsar a través de éstos el anhídrido carbónico re-
sidual producido.
Los leucocitos son células nucleadas e incolo-
ras, debido a que carecen de pigmentos, que de-
sempeñan diversas funciones y que pueden aban-
donar el sistema circulatorio y desplazarse por los
tejidos corporales. Hay varios tipos:
Linfocitos: del mismo tamaño que los eritroci-
tos, con apenas citoplasma y núcleo muy grande.
Se forman en el bazo y en los ganglios linfáticos, y
su función es eliminar sustancias extrañas, consti-
tuyendo la base del sistema inmunológico.
Granulocitos: los leucocitos más numerosos,
con núcleos de diversas formas, y que adquieren
distintas coloraciones al ser tratados con coloran-
tes. Su función es eliminar toxinas, actuar como
anticuerpos, etc.
Monocitos: de gran tamaño y con citoplasma
abundante. Su función es fagocitar partículas
grandes.
Trombocitos o plaquetas: son los más peque-
ños, y contienen sustancias activadoras de la coa-
gulación de la sangre (tromboquinasa).
Corazón
164
i SALIR
Los sistemas circulatorios
En los animales inferiores, es decir, los radiados, y
en parte de los acelomados, no existe sistema cir-
culatorio propiamente dicho, pues la linfa circula
libremente por el cuerpo (en el mesodermo) y,
aunque transporta determinadas sustancias, no
sigue direcciones preferenciales.
En los restantes grupos aparecen ya elementos
de conducción en forma de vasos, así como siste-
mas de propulsión del líquido sanguíneo.
Entre los primeros en presentar un sistema cir-
culatorio están los nemertinos. En éstos consta de
dos vasos laterales unidos por sus extremos, con
conexiones intermedias como los peldaños de
una escalera. Se trata, por tanto, de un sistema ce-
rrado, y el fluido circulatorio recibe el nombre de
sangre.
En los anélidos el sistema se perfecciona, y
consta también de dos vasos, uno dorsal y otro
ventral, unidos asimismo mediante vasos inter-
medios, más delgados, como en el caso anterior.
Además, los dos vasos principales tienen la capa-
cidad de contraerse y de impulsar la sangre, que
circula hacia delante por el dorsal y hacia atrás
por el ventral. En otros casos, como por ejemplo
en la lombriz de tierra, algunos de los vasos trans-
versales se han especializado en la contracción
para impulsar la sangre, han aumentado de tama-
ño y forman los llamados arcos aórticos (que son
cinco, en la especie citada). Además, los vasos se
ramifican en capilares que riegan los principales
órganos.
En los insectos y algunos moluscos el sistema es
similar, salvo que en lugar de cerrarse por com-
Corte longitudinal
del cuerpo de un
escorpión, que
muestra el sistema
circulatorio abierto.
 Menú
pleto, en una parte de su recorrido los vasos se
abren a la cavidad general del cuerpo. La sangre
se dispersa por esta cavidad (que suele ser de di-
mensiones reducidas), para reunirse más tarde de
nuevo en otros vasos. Este tipo de sistemas se lla-
ma abierto. Como elemento propulsor, presenta
varios engrosamientos del vaso dorsal, que actúan
como corazones.
En los vertebrados el sistema circulatorio es
también cerrado, pero algo más complejo, puesto
que forma un amplio circuito, con vasos de dis-
tintos tipos (venas, arterias, capilares) y un órga-
no impulsor, el corazón.
Las venas son vasos principales, de paredes más
o menos gruesas, que conducen la sangre desde
todos los órganos hasta el corazón. Las arterias
son vasos del mismo tipo, pero que transportan la
sangre en sentido inverso, es decir, desde el cora-
zón a los órganos. Por último, los capilares son
las ramificaciones de estos vasos, de paredes muy
delgadas, que entran en contacto directo con las
células, y en los que tiene lugar el intercambio ga-
seoso.
El corazón es un órgano hueco especializado, cu-
yas paredes están formadas por miocardio, es decir,
tejido muscular cardíaco. No es igual en todos los
grupos, y a medida que ascendemos en la escala
zoológica el corazón va adquiriendo una mayor
complejidad, lo que repercute de manera muy di-
recta sobre la eficacia metabólica del animal.
En los peces, el corazón consta de una cámara
de entrada (aurículo), comunicada a través de
una válvula con otra cámara (ventrículo), dotada
de musculatura y por consiguiente apta para pro-
pulsar la sangre.
En los anfibios, el corazón consta de tres cáma-
ras, lo que mejora el rendimiento. La aurícula de-
recha recibe la sangre procedente de los tejidos, y
la aurícula izquierda la que llega de los pulmones
enriquecida con oxígeno. Las dos aurículas se
abren a un único ventrículo, que es el que impul-
sa la sangre hacia los órganos.
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Sección interna de
un acelomado, en el
que no existe un
aparato circulatorio
diferenciado, sino
que la linfa circula
libremente por el
interior del animal.
En algunos reptiles el corazón es igual al de los
anfibios, mientras que en otros el ventrículo apa-
rece ya dividido en dos partes, aunque sin un ta-
bique separador. En algunos reptiles se inicia ya
la formación de este tabique, con lo cual no se
mezclan los dos tipos de sangre.
La máxima diferenciación se logra en las aves y
los mamíferos, en los que el corazón está dividido
en dos aurículas y dos ventrículos. Con esto se
consigue una doble circulación. Una de ellas se
encarga del intercambio gaseoso en los pulmones,
y la otra en los restantes órganos. Se consigue así
una mayor eficacia, que coincide con los dos úni-
cos grupos de animales homeotermos o de sangre
caliente.
LOS SISTEMAS
Y APARATOS DIGESTIVOS
Los animales son organismos heterótrofos, es de-
cir, incapaces de producir su propio alimento,
por lo que han de recibirlo de una fuente externa
(por ejemplo, una planta u otro animal). La mate-
ria orgánica ya elaborada es, pues, la única fuente
de la que pueden obtener nutrientes y energía.
En la mayoría de los animales este proceso se
realiza en tres fases: la ingestión del alimento, su
digestión y, por último, la eliminación de los resi-
duos.
La ingestión, o introducción del alimento, pue-
de ser pasiva o activa. En el primer caso, las partí-
culas alimenticias se encuentran en el medio y
llegan por azar hasta el animal, que se limita a
recogerlas. Es una modalidad que se da entre las
especies acuáticas sésiles, que se alimentan del
plancton que flota en las aguas. Para recogerlo
utilizan por lo general alguna estructura en forma
de red, o tentáculos provistos de alguna sustancia
adhesiva a la que se adhieren esas partículas. Así,
muchos moluscos sésiles (por ejemplo, la almeja)
retienen entre sus branquias las partículas nutriti-
165
 Menú i SALIR

vas que se introducen en ellas en el transcurso de Junto a esta ayuda simplemente mecánica, el
la respiración. tubo digestivo va dotándose de glándulas que fa-
Este sistema pasivo no es apto para los organis- cilitan el proceso digestivo. Así, es frecuente la
mos terrestres, donde el alimento no flota como existencia de algún tipo de secreción en la zona
en el agua. El animal debe entonces buscarlo de de la boca, que realiza una primera transforma-
forma activa. Esto no presenta problema alguno ción de los nutrientes. Luego, éstos pasan por el
en el caso de los herbívoros, puesto que se ali- tubo digestivo. En la mayoría de los invertebra-
mentan de plantas y únicamente deben llegar dos este tubo es alargado, con engrosamientos lo-
hasta ellas. Pero los carnívoros, en cambio, cuyo cales que lo dividen en varias zonas, cada una de
alimento lo constituyen otros animales, deben an- las cuales posee características especiales.
tes capturarlos. Para conseguirlo, estos animales Es también en los vertebrados donde se consi-
predadores han desarrollado extraordinariamente gue la máxima diferenciación. En ellos el tubo di-
sus órganos sensoriales, que les sirven para locali-
zar las presas, y su capacidad de movilidad, para El aparato Buche
apresarlas. digestivo de las Proventrículo
aves (arriba) se
Los aparatos digestivos caracteriza por la Vesícula
biliar
Los aparatos digestivos varían también según el presencia de una
cámara previa, el
modo de alimentación y el tipo de alimento inge- buche, donde se
rido. realiza un
En su forma más sencilla, en las esponjas y los tratamiento
celentéreos, el aparato digestivo consta única- mecánico previo
mente de una especie de saco revestido de células del alimento. En el
centro, se muestra
digestivas, con una abertura, la boca, por donde el aparato Estómago
penetran el agua y las partículas o nutrientes que digestivo típico de
mecánico
o molleja Páncreas Hígado
ésta arrastra consigo. En el interior de la cavidad un mamífero
gástrica (el saco), esas partículas son sometidas a carnívoro y abajo,
un proceso digestivo mixto, intracelular y extra- el de un rumiante,
con el esquema del Esófago Intestino
celular. proceso de la
En la mayoría de los restantes animales, el apa- rumia. Píloro
rato digestivo es abierto, con la boca como orifi-
cio de entrada y otro de salida, el ano. A medida
que las especies ascienden en la escala evolutiva,
el aparato digestivo experimenta cambios en
cuanto a su complejidad, y va dotándose de ele-
Cardias
mentos accesorios que perfeccionan la ingestión
de nutrientes, por un lado, y su digestión, por el
otro. Estómago (lleno)
La boca puede disponer de Esófago
alguna estructura auxiliar que
Redecilla
permita desmenuzar el alimen- Panza Esófago Libro

to, y que entre los vertebrados

alcanza mayor perfecciona-
miento con la aparición de
Libro
mandíbulas provistas de dien-
tes o con un pico. No obstan-
te, también hay invertebrados
Cuajar
cuya boca está formada por un
gran número de piezas que
Panza Intestino
desmenuzan o trituran el ali-
Primer tiempo: Segundo tiempo:
mento, como sucede con mu- Cuajar alimentos sin alimentos
chos insectos. masticar masticados

166
 Menú
gestivo se ha convertido ya en un órgano comple-
jo, distinguiéndose un primer tramo, desde la
boca hasta la entrada de una amplia cavidad, el
estómago, que constituye el segundo tramo, y un
tercer tramo formado por el intestino, hasta el
orificio de salida.
El estómago es un órgano hueco, de paredes
musculosas, provisto de glándulas productoras
de fermentos y otras sustancias, cuya función es
mecánica, por un lado, al desmenuzar el alimen-
to, y por otro química, transformando los com-
puestos complejos en otros más simples o en sus
elementos constituyentes. El material elaborado
en el estómago pasa entonces al intestino, donde
experimenta una transformación final y es absor-
bido a través de la mucosa intestinal. Los resi-
duos avanzan por el intestino hasta llegar al ano y
salir al exterior, o se vierten en una cavidad pre-
via, la cloaca, que también está a su vez en comu-
nicación con el exterior.
Existen asimismo diversas glándulas dispuestas
a lo largo del tubo digestivo, que participan en los
procesos de la digestión. En primer lugar se en-
cuentran las glándulas salivales, situadas en la
boca. Más adelante aparecen el páncreas, que
vierte al intestino jugo pancreático, cuya misión
es hidrolizar el alimento transformado proceden-
te del estómago, y el hígado, que si bien no tie-
ne funciones estrictamente digestivas, secreta la
bilis, sustancia que se almacena en la vesícula bi-
liar y en su momento contribuye a facilitar la
digestión.
LOS SISTEMAS EXCRETORES
La excreción contribuye a mantener el equilibrio
interno del organismo, encargándose de eliminar
aquellas sustancias innecesarias, así como todos
los residuos producidos en el curso de las reaccio-
nes bioquímicas del metabolismo.
En los organismos unicelulares y en los animales
más primitivos, como las esponjas y los celentére-
os, el proceso se lleva a cabo por simple difusión a
través de la membrana celular. Así, no puede ha-
blarse propiamente de una estructura excretora,
salvo en el caso de las especies dulceacuícolas, que
por estar obligadas a eliminar gran cantidad de
agua para mantener su concentración interna, dis-
ponen de vacuolas especializadas en esta función.
No obstante, tampoco éstas constituyen un apara-
to excretor en sentido estricto.
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Pronefros
Mesonefros
Metanefros
Uréter primario
Aorta
Uréter secundario
Canal de
Müller
Cloaca
Estructura básica del aparato excretor de un
vertebrado, con los tres tipos de organización que se
dan según la escala zoológica.
En los metazoos con tejidos diferenciados ya no
es posible esta forma de eliminación, pues la gran
cantidad de células presentes impide la llegada de
los residuos al exterior. Así, pues, se requiere al-
gún medio para eliminarlos, y alguna vía o con-
ducto para conducirlos al exterior.
El sistema más simple consiste en una serie de tu-
bos delgados que se ramifican por el interior del
cuerpo, recogiendo los residuos por su extremo in-
terno (que tiene forma de botella, las paredes cilia-
das y está hueco) y conduciéndolos hacia el exterior,
donde son expulsados a través de un orificio que
constituye el llamado poro urinario o nefridióporo.
La reabsorción de los productos útiles, separándolos
de los residuos, se realiza a lo largo de los tubos. Es-
tos órganos, denominados protonefridios, se en-
cuentran en algunos asquelmintos y anélidos.
Existe un sistema similar, pero que se diferencia
porque el extremo interno no está cerrado, sino
que permanece abierto y tiene forma de un em-
budo provisto de cilios. Permite una comunica-
ción directa de los fluidos internos con el medio
exterior, y la filtración y reabsorción también se
producen a lo largo de los tubos. Estas estructuras
167
 Menú
se denominan metanefridios, y aparecen en un
gran número de anélidos.
En los moluscos y los artrópodos, la excreción
se realiza a través de glándulas renales. Son en-
sanchamientos de un conducto que pueden loca-
lizarse en distintas partes del cuerpo. Filtran el
fluido sanguíneo, para separar los residuos y eli-
minarlos a través de la prolongación de ese mis-
mo conducto, más delgada, que se comunica con
el exterior, produciendo una orina que en el caso
de los animales terrestres es mucho más densa
que los fluidos corporales. Además de estas glán-
dulas, los insectos disponen de unas invaginacio-
nes en la pared de la porción terminal del intesti-
no, que reciben el nombre de tubos de Malpighi,
cuya función es reabsorber el agua y evitar así su
pérdida. Por ese motivo, la orina que los insectos
eliminan es casi sólida.
El riñón
En los vertebrados, el sistema excretor dispone de
unos órganos distintos a los que se han descrito
para los invertebrados. Se trata de los riñones, ór-
ganos pares cuya unidad funcional básica es la
nefrona. Ésta consiste en una serie de capilares
sanguíneos apelotonados formando un gloméru-
lo, donde se produce el filtrado de la sangre y los
fluidos del celoma, una estructura en forma de
copa, la cápsula de Bowmann, que se comunica
con el celoma a través de un poro y rodea al glo-
mérulo, y un tubo que parte de ella y se dirige ha-
cia otro tubo más ancho que actúa como colector,
el conducto de Wolff. Éste recoge los productos
de todas las nefronas y desemboca a su vez en
otro tubo mayor, que es el encargado de llevar to-
dos los residuos hasta la cloaca, desde donde son
expulsados al exterior.
Los riñones más sencillos consisten en una serie
de nefronas dispuestas a cada lado del corazón,
que desembocan en una cavidad que a su vez va a
parar a la cloaca, que es la que mantiene la comu-
nicación con el exterior. Los riñones de este tipo
reciben el nombre de pronefros.
Otro tipo consiste en un pronefros que única-
mente filtra sangre, pero no los líquidos del celo-
ma, pues no existe comunicación con éste. Estos
riñones se denominan mesonefros.
Estos tipos de riñones los encontramos en los
peces y en los anfibios. Los restantes grupos (rep-
tiles, aves y mamíferos) poseen un riñón llamado
metanefros, que además de filtrar la orina está es-
pecializado en la reabsorción del agua, lo que ha
168
i SALIR
permitido a estos animales grandes progresos
evolutivos para la conquista del medio terrestre.
El metanefros se forma en la porción final del
conducto de Wolff, y está constituido por unas
nefronas que se diferencian de las anteriores fun-
damentalmente por la gran longitud del conducto
que une la cápsula de Bowmann con el túbulo co-
lector, y porque además realiza un complicado re-
corrido. El conjunto forma las pirámides renales,
que agrupadas en una médula y protegidas por
una cubierta (la corteza renal), desembocan
en una cavidad (la pelvis renal) que lleva a un
conducto común denominado uréter.
En los reptiles y las aves, el uréter de cada riñón
conduce hasta la cloaca, mientras que en la mayo-
ría de los mamíferos dispone de un conducto ex-
clusivo (la uretra).
EL SISTEMA NERVIOSO
Para poder sobrevivir en un medio cualquiera, el
animal debe poder reaccionar a los cambios que
se producen en éste y, dentro de ciertos límites,
modificar sus propias condiciones para adecuarse
a esas modificaciones. Esto se consigue gracias a
los receptores que perciben el cambio, los trans-
misores que envían las órdenes precisas para ade-
cuarse a las nuevas condiciones, y los efectores
que se encargan de realizar esa adaptación.
Sean cuales fueren el estímulo y la respuesta, el
mecanismo es el mismo, y el medio utilizado para
efectuarlo también, la unidad básica del tejido
nervioso, o sea, la célula nerviosa o neurona.
Esta célula es la unidad funcional más pequeña
del sistema nervioso, y puede actuar aislada o
bien unirse a otras formando un verdadero tejido.
La neurona consta de un cuerpo celular, forma-
do por el citoplasma y el núcleo, además de los
restantes componentes que pueda llevar como
cualquier célula (destacando el retículo endoplas-
mático), y de una serie de prolongaciones que en
ocasiones alcanzan una considerable longitud, y
que reciben el nombre de fibras nerviosas. El in-
terior de la célula nerviosa está recorrido por del-
gados filamentos, las neurofibrillas, que se supo-
ne que desempeñan un papel de sostén, pero no
de transmisión de los impulsos como se creía an-
tiguamente. Esta función se realiza, al parecer, en
la superficie de las fibras nerviosas.
Las fibras pueden ser de dos tipos. Unas reciben
los impulsos y los llevan hasta el cuerpo neuro-
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Ganglio
Ganglios de bucal
los brazos superior

Ocelo

Nervios de
Ganglio los brazos
cerebroide
Estatocisto
Cordón
Cerebro nervioso
Ganglios
viscerales
Anillo
nervioso
Ojo
Ganglios
branquiales
Ganglio Ocelo
cerebral

El sistema nervioso de los

Ganglios Ganglio invertebrados presenta una gran
estomacales óptico diversidad en los distintos grupos,
desde la gran complejidad que tiene
el de los cefalópodos (arriba, a la
nal, las dendritas, mientras que izquierda) hasta la sencillez propia
otras los trasladan al exterior de de un gusano (arriba, a la derecha).
la célula nerviosa, los axones o Muchos muestran una porción
engrosada que ejerce las funciones
neuritas. Su cantidad es variable. Masa de control y actúa como cerebro,
Las neuronas se comunican entre torácica como en el caso de los artrópodos
sí por medio de un espacio inter- (centro y abajo).
medio llamado sinapsis, a través
del cual emiten unas sustancias encargadas de Neuronas eferentes: las que reciben los impul-
transmitir el impulso. sos de control y los transmiten hasta un órgano
Las neuronas constituyen el elemento esencial efector, como puede ser un músculo.
de todo sistema nervioso, y atendiendo a su fun- Atendiendo al tipo de actividad implicada, las
ción primordial pueden clasificarse en dos tipos: neuronas se clasifican entonces en tres tipos:
Neuronas aferentes: las que recogen el estímu- Neuronas sensoriales: las encargadas de la
lo procedente de un receptor y lo conducen hasta transmisión de los impulsos procedentes de los
el centro de control. órganos de los sentidos.

Cuerpo celular Vesículas

sinápticas
Célula
Retículo nerviosa
endoplasmático postsináptica

Fibras
nerviosas
presinápticas

Dendrita

Dibujo esquemático
de una neurona, el
elemento funcional
Mitocondria básico del sistema
Axón Envoltura
de mielina nervioso, con un
Terminal detalle de la
presináptico estructura de las
Hendidura
Microfilamentos sináptica sinapsis (derecha).

169
 Menú
Neuronas motoras: las que desencadenan la
contracción de un músculo.
Neuronas secretoras: las que estimulan la acti-
vidad de las células o las glándulas secretoras.
Las fibras nerviosas procedentes de cada neuro-
na se reúnen con otras fibras en el interior de una
vaina de tejido conjuntivo, recibiendo entonces el
nombre de nervios, que pueden ser sensoriales,
motores, etc., dependiendo del tipo de neuronas
a las que pertenecen las fibras.
Otras veces, lo que sucede es que todas las neu-
ronas se disponen uniformemente por el tejido,
sin unir sus fibras, de modo que cualquier impul-
so que llega a una de ellas se transmite a todas las
demás. Una estructura de este tipo recibe el nom-
bre de plexo nervioso.
Cuando una porción del plexo nervioso se con-
centra, forma una haz de fibras parecido a un ner-
vio, pero que contiene también cuerpos celulares
además de fibras nerviosas. Este haz recibe el
nombre de cordón nervioso.
Por último, una acumulación de neuronas y de
terminaciones neuronales forman un ganglio.
Tipos de sistemas nerviosos
El conjunto de todas las neuronas, plexos, gan-
glios, cordones y nervios forma el sistema ner-
vioso, que puede clasificarse básicamente en dos
tipos: el sistema nervioso periférico, constituido
por todos los elementos motores y sensoriales, y
el sistema nervioso central, que comprende to-
dos los elementos de coordinación y control.
Los celentéreos poseen como único sistema ner-
vioso un plexo, que se encarga en cierta medida de
coordinar las contracciones del cuerpo del animal.
Un escalón superior en la adquisición de una
mejor coordinación se consigue cuando una de-
terminada sección de un cordón nervioso o un
grupo de ganglios se especializan en el control de
las actividades sometidas a ese sistema nervioso.
Se tiene así el sistema de los platelmintos, en que
unos ganglios situados cerca de la zona anterior
del cuerpo se engrosan y se convierten en estos
órganos de control. El resto está formado por una
serie de cordones longitudinales y, en los anima-
les más primitivos, una especie de red superficial.
Una estructura más definida aparece en los anéli-
dos, en los que adopta el aspecto de un anillo si-
tuado alrededor del esófago, en la parte anterior
del cuerpo, que se agranda en su zona dorsal, for-
mando dos ganglios cerebroides. A partir del anillo
surgen dos cordones nerviosos que se dirigen por
170
i SALIR
la cara ventral del cuerpo hacia la parte posterior, y
que presentan un engrosamiento en forma de pe-
queño ganglio en cada segmento del animal, del
cual parten hacia los lados unos nervios laterales.
Similar al de los anélidos es el sistema nervioso
de los artrópodos, con la salvedad de que varios
ganglios cerebroides se fusionan en uno de mayor
tamaño, llamado cerebro.
Entre los moluscos se encuentran diversos tipos
de sistemas nerviosos, desde los más simples, si-
milares a los de los platelmintos, que se observan
sobre todo en las especies sésiles, hasta los que
adoptan una compleja estructura, análoga en mu-
chos aspectos a la de los vertebrados, como en el
caso de los cefalópodos.
En los vertebrados, el sistema nervioso procede
del tubo neural situado en posición dorsal, y
consta de un elemento central muy desarrollado,
el encéfalo, ubicado en la cabeza, y un largo cor-
dón que se dirige hacia la parte posterior, la mé-
dula espinal, de donde parten los nervios que lle-
gan a los distintos órganos y partes del cuerpo.
El encéfalo es un órgano que adquiere gran im-
portancia en este grupo animal, y se divide en va-
rias partes: cerebro anterior, cerebro medio y ce-
rebro posterior.
En el cerebro anterior se distinguen primero el
telencéfalo, que adquiere gran tamaño en aves y
mamíferos, formando los llamados hemisferios ce-
rebrales (que recubren el resto del encéfalo), segui-
do del diencéfalo. En éste se encuentra la hipófisis.
El telencéfalo gobierna las actividades motoras y
sensoriales, así como la memoria y la inteligencia,
mientras que el diencéfalo se encarga de controlar
muchas de las actividades musculares y glandula-
res, así como otros procesos, como el sueño.
El cerebro medio comprende el mesencéfalo,
que para todos los vertebrados, salvo los mamífe-
ros, es el centro de la visión.
El cerebro posterior o rombencéfalo consta del
metencéfalo y del mielencéfalo o bulbo raquídeo.
Sobre el metencéfalo se encuentra situado el cere-
belo, que coordina las funciones motoras comple-
jas. El mielencéfalo constituye la zona de unión
con la médula espinal, en la que se continúa.
LOS ÓRGANOS SENSORIALES
Se les define como cualquiera de los mecanismos
destinados a la percepción de estímulos más o
menos concretos.
 Menú
Sistema
nervioso
central
Neurona
Neurona receptora
receptora
Célula
Estímulo efectora Estímulo
Esquemas de la recepción y transmisión de impulsos
según los diversos grados de complejidad.
Estos mecanismos disponen de células recepto-
ras que pueden ser de dos tipos. Unas, las epite-
liosensoriales, son células especializadas del
epitelio que reciben en uno de sus lados un estí-
mulo, y que están enervadas por una neurona, en
el otro extremo, encargándose ésta de la transmi-
sión del impulso. Los otros receptores son los
neurosensoriales, que son células nerviosas mo-
dificadas, en uno de cuyos extremos tienen pro-
longaciones ramificadas y en el otro un axón que
se conecta a otras neuronas.
En los invertebrados, todos los órganos de los
sentidos están formados por células del primer
tipo, mientras que en los vertebrados se encuen-
tran las dos clases. Los órganos de los sentidos,
pues, no son más que una acumulación de células
sensoriales, en un determinado punto, a veces
provista de estructuras accesorias.
Los receptores pueden informar al animal de la
situación de su entorno exterior, denominándose
entonces exteroceptores, o bien de las condicio-
nes internas, siendo entonces interoceptores o
proprioceptores.
Los estímulos pueden ser de naturaleza muy va-
riada, pero es posible agruparlos en cuatro áreas:
mecánicos, químicos, térmicos y ondas electro-
magnéticas. Para cada tipo se han desarrollado re-
ceptores especializados.
Receptores de estímulos mecánicos
Los receptores de la presión se llaman tangorre-
ceptores, y pueden consistir simplemente en ter-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Neurona
aferente
(sensorial)
Célula
Motoneurona efectora
(motora)
Interneurona
Neurona
receptora
Célula Célula
efectora Estímulo efectora
minaciones nerviosas libres, o bien en células re-
ceptoras. Por lo general, se encuentran amplia-
mente distribuidos en la piel de todos los anima-
les (por ejemplo, en la base de los pelos de los
mamíferos), así como por su interior. Son los que
proporcionan sensaciones como el tacto o el roce,
entre otras, por el exterior, y la percepción de la
tensión o la presión de los músculos, los tendo-
nes, etc., en el interior del propio cuerpo.
Los órganos estáticos o del equilibrio se cono-
cen como estatorreceptores, y consisten básica-
mente en una estructura hueca (por ejemplo, una
cavidad), con las paredes internas revestidas de
células sensoriales, y un elemento libre en el cen-
tro (el estatolito), que al moverse roza unas u
otras células, proporcionando así una informa-
ción que en el centro de control del animal se in-
terpreta adecuadamente, indicando la posición en
que se encuentra. Esta clase de órganos aparece
en todos los vertebrados y en numerosos inverte-
brados. En los primeros forma parte del oído in-
terno, donde existen además otros órganos del
equilibrio, como los canales semicirculares.
Un tercer tipo de receptores son los que permi-
ten interpretar las variaciones de las ondas de pre-
sión del aire o del agua, es decir, el sonido, y reci-
ben el nombre de fonorreceptores. En muchos
casos, no se trata de órganos especializados, sino
simplemente de tangorreceptores modificados.
En los animales terrestres constituyen el oído,
mientras que en los acuáticos se encuentran dis-
tribuidos por distintas partes del cuerpo o, como
sucede en muchos peces y anfibios, en un canal
lateral lleno de agua que lo recorre, y que se co-
noce como línea lateral.
171
 Menú
Receptores de estímulos
térmicos y químicos
La percepción de la temperatura del entorno tiene
gran importancia para que el animal pueda adop-
tar las medidas necesarias que impidan un enfria-
miento excesivo de su cuerpo, lo que podría pro-
vocar su muerte. Los receptores del frío o del
calor consisten generalmente en simples células
con terminaciones nerviosas arborescentes, y se
encuentran distribuidos por distintas partes de la
anatomía del animal, como, por ejemplo, las an-
tenas de los insectos. En los mamíferos, sin em-
bargo, aparecen por todo el cuerpo, siendo espe-
cialmente abundantes en el interior de la boca y
en sus alrededores.
Los estímulos de origen químico pueden ser
sustancias en forma gaseosa, correspondiendo en
ese caso su detección al sentido del olfato, o sus-
tancias disueltas en un fluido, y entonces son per-
cibidas a través del sentido del gusto.
El sentido del olfato aparece en algunos gusa-
nos en forma de simples fosetas revestidas de cé-
lulas sensoriales.
En muchos artrópodos se encuentra muy desa-
rrollado (por ejemplo, en las mariposas o las abe-
jas), estando constituido por células receptoras
que se acumulan en las antenas. Los vertebrados
tienen estas células agrupadas en el interior del
cráneo (en las cavidades nasales). Hay especies,
como el perro o en general los predadores, en las
que está muy acentuado, mientras que en otras,
como los primates, incluido el hombre, que de-
penden más de la vista, no presenta capacidades
excepcionales.
Los órganos gustativos permiten que el animal
determine en cierta medida el tipo de alimento
que está ingiriendo, y pueda elegirlo o rechazarlo.
Por este motivo, se encuentra siempre localizado
en la boca, ya sea en las piezas mandibulares de
los artrópodos, o en la lengua y el paladar en los
mamíferos.
Los sentidos del gusto y el olfato se comple-
mentan entre sí, permitiendo el primero una
orientación a corta distancia muy precisa, y el se-
gundo una orientación a larga distancia, aunque
de menor precisión.
Receptores de estímulos luminosos
Reciben el nombre de fotorreceptores, y se carac-
terizan por la capacidad de detectar, con la ayuda
de sustancias químicas, la presencia de ondas
electromagnéticas.
172
i SALIR
Los receptores utilizados varían mucho de unos
animales a otros, lo mismo que su capacidad de
percepción.
En muchos gusanos, por ejemplo, la lombriz de
tierra, existen células fotosensibles dispersas por
el cuerpo que permiten al animal saber si se en-
cuentra bajo tierra o expuesto a la luz solar, que
puede resultarle mortal. Este tipo de receptores se
denominan manchas oculares.
En otros invertebrados, además de saber si está
expuesto o no a la luz, el animal necesita conocer
la dirección en que llega la luz y actuar en conse-
cuencia. Para ello existen tres tipos de receptores.
El más simple es aquel en que la célula sensorial
está rodeada de un manto de pigmento que sólo
permite la llegada de la luz desde una determina-
da dirección. De este modo, el animal puede ob-
tener información acerca de la dirección de la luz,
en particular, como es lo más habitual, cuando
son varias las células de este tipo que aparecen
dispersas por el cuerpo.
Algo más complejo es el receptor en forma de
foseta, una depresión de la epidermis que aparece
recubierta de células sensoriales, y que se conoce
con el nombre de cripta ocelar. Dependiendo de
la dirección en que incida la luz, serán unas u
otras las células estimuladas, y el animal detectará
en consecuencia de dónde procede el estímulo lu-
minoso.
En algunos casos es necesario proteger esta fo-
seta contra la desecación, y entonces queda cu-
bierta por una delgada lámina epidérmica, y el
hueco aparece relleno de una sustancia gelatinosa
traslúcida. De este modo surge un órgano recep-
tor en forma de vesícula, llamado ocelo vesicular.
Todos estos fotorreceptores informan única-
mente sobre la cantidad y la dirección de la luz,
pero no proporcionan ninguna otra información
adicional.
El siguiente paso evolutivo es la aparición del
órgano fotorreceptor formador de imágenes, que
se encuentra tanto entre los invertebrados supe-
riores como en los vertebrados. Aparecen, así, los
ojos simples y los ojos compuestos.
El ojo
Junto a la capacidad de percibir la presencia de la
luz, esta estructura dispone de medios auxiliares
que transforman las ondas electromagnéticas en
una imagen reconocible, que proporciona al ani-
mal una información importante de su entorno.
Además, en muchos casos el órgano es capaz de
 Menú
Células sensibles a la luz
Omatidio
Corneola
Nervio
óptico
El ojo compuesto de los artrópodos consta
de un número variable de estructuras más
simples, los omatidios, en forma de tubo
alargado.
Imagen microscópica de los conos y los bastones
dispuestos sobre la retina.
discriminar entre las distintas longitudes de onda,
es decir, está capacitado para distinguir colores.
Hay dos tipos fundamentales de ojos, el ojo
compuesto que encontramos en los invertebra-
dos, por ejemplo, en los insectos, y el propio de
los vertebrados, el ojo camerular, que aparece
también en los cefalópodos, y que es el más com-
plejo.
El ojo de los insectos se llama compuesto por
estar formado por un número variable de elemen-
tos simples, denominados omatidios. Así, una li-
bélula tiene 10.000 omatidios en cada ojo, y una
abeja cerca de 5.000. Cada omatidio es una es-
tructura alargada que consta de una córnea exte-
rior, de quitina, y una lente transparente de cito-
plasma, formando ambas un aparato dióptrico.
Por debajo se disponen las células sensoriales,
que se reúnen formando una especie de varilla, el
rabdoma. El conjunto del omatidio está rodeado
de un pigmento, para evitar la entrada de luz por
los lados. Cada omatidio forma una de las facetas
del ojo compuesto.
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
El ojo camerular de los cefalópodos y los verte-
brados es más o menos esférico y consta de varias
capas. En primer lugar está la esclerótica, que en
la parte anterior del ojo es transparente y forma la
córnea. Después viene el coroides, que no es con-
tinuo, sino que presenta una abertura por detrás
de la córnea, que constituye el iris, que abriéndo-
se o cerrándose permite el paso de una cantidad
variable de luz. Y, por último, se encuentra la reti-
na, constituida por las células fotosensibles.
Además de estas capas, existen elementos adi-
cionales que permiten la formación de la imagen.
Así, detrás de la córnea aparece una sustancia
transparente, el humor acuoso, y llenando el globo
ocular, el humor vítreo, que llega hasta la retina.
Entre ambas, separándolas, se encuentra el crista-
lino, también transpa-
rente, que actúa como
una lente y que puede
modificar su curvatura
gracias a una serie de
músculos que le mantie-
nen sujeto.
El conjunto de las ter-
minaciones nerviosas de
las células de la retina se
reúnen en el nervio óp-
tico, que conduce la información al cerebro.
Las células retinianas pueden ser de dos tipos:
conos, aptas para percibir los colores, y bas-
tones, alargadas, que captan las diferencias de
iluminación.
LOS SISTEMAS ENDOCRINOS
Buena parte del control interno de los animales se
realiza por vía química, a través de sustancias
producidas por unas glándulas especializadas, las
glándulas endocrinas, que vierten sus productos
al interior del organismo a través de la sangre.
Este tipo de glándulas existe tanto en los inver-
tebrados como en los vertebrados, aunque sólo
entre estos últimos y en los insectos puede ha-
blarse de sistemas endocrinos, en los que partici-
pan varias glándulas de un modo coordinado.
El sistema endocrino más conocido de los in-
sectos es el que determina el crecimiento y la
muda. El encéfalo produce una hormona (proto-
racicotrópica, HPTT) que actúa activando
las glándulas protorácicas del animal, que son las
que producen a su vez la hormona ecdisina, de-
173
 Menú i SALIR

Cerebro Cerebro La metamorfosis de los

insectos requiere una
compleja coordinación de los
sistemas nervioso y
Cuerpos alados
Cuerpos alados hormonal. En la ilustración,
las diversas etapas del
Hormona de activación Hormona de activación desarrollo de una mariposa.
Glándula
protorácica
Glándula
protorácica

Hormona de la muda Hormona juvenil Hormona de la muda

(ecdisona) (neotenina) (ecdisona)

Sección de la hipófisis de un
mamífero, vista al
Muda larvaria Muda ninfal Muda imago microscopio electrónico.

sencadenante de la muda. Por otra parte, en el lla-

mado cuerpo alado, una estructura situada en el
encéfalo, se produce la hormona juvenil (HJ). El
sistema endocrino del insecto consiste en la inte-
racción de todas estas hormonas, para que en
cada caso se obtenga un tipo de individuo. Así,
cuando se producen en igual cantidad HJ y ecdi-
sina, se promueve el crecimiento de la larva. Si la
cantidad de HJ disminuye, manteniéndose la de
ecdisina, se desarrolla la ninfa, pero si desaparece
por completo la HJ, entonces la ecdisina promue-
ve la muda, es decir, el cambio de esqueleto ex- Páncreas: insulina (regula la conversión de glu-
terno en el adulto. cosa en glucógeno), glucagón (regula la conver-
En los vertebrados, todas las hormonas produci- sión de glucógeno en glucosa).
das por el organismo forman parte de complejos Testículos: testosterona (mantiene las caracte-
procesos reguladores en los que intervienen varias rísticas sexuales, inhibe la secreción de FSH).
de ellas, actuando al mismo tiempo sobre distintos Folículo del ovario: estradiol (acción análoga a
órganos y sistemas. Por otra parte, el número de la de la testosterona).
glándulas endocrinas entre los vertebrados es muy Cuerpo lúteo del ovario: progesterona (activa
superior al que existe en los invertebrados. el crecimiento del útero durante la gestación, in-
Algunas de las principales glándulas del sistema hibe la producción de LH).
endocrino en los vertebrados, y varias de las hor- Corteza suprarrenal: adrenalina (interviene en
monas que producen, son las siguientes: situaciones de alarma).
Hipófisis: tireotropa (estimula el tiroides), pro-
lactina (estimula la secreción de leche en las hem-
bras), hormona del crecimiento (estimula el REPRODUCCIÓN
metabolismo celular), intermedina (controla la Y DESARROLLO EMBRIONARIO
pigmentación de la piel), FSH (estimula la ovula-
ción), LH (estimula el cuerpo lúteo, en las hem- De las dos modalidades de reproducción existen-
bras, y los testículos, en los machos). tes, la reproducción asexual o vegetativa única-
Tiroides: tiroxina (estimula la respiración e mente se da, en el reino animal, entre las esponjas
inhibe la secreción de tireotropa en la hipófisis). y los celentéreos.

174
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CIENCIAS NATURALES

Puede tener lugar por medio El número de espermatozoides que

de agametos, es decir, de células llega al óvulo es, por lo general,
diploides que se desprenden del muy numeroso pero únicamente
uno de ellos se introducirá en su
cuerpo de un individuo y dan interior y realizará la fecundación.
lugar a otro individuo nuevo,
siendo sin embargo este método
poco frecuente. Más corriente es
la reproducción por gemación.
En este caso, en una parte del
cuerpo del animal se acumulan
determinadas células, que luego
se desprenden y se desarrollan,
dando lugar a un nuevo individuo, o bien, como recido a una mora del moral, recibe el nombre de
sucede en las especies coloniales, no llegan a des- mórula. A continuación, estas células emigran ha-
prenderse, y el nuevo individuo incrementa el ta- cia la superficie dejando un hueco en el interior (el
maño de la colonia. blastocele), y la estructura se conoce entonces
La reproducción sexual, la forma de reproduc- como blástula, que constituye la última fase de
ción más extendida, puede realizarse por fecun- esta primera etapa.
dación o por partenogénesis. La gastrulación comienza cuando unas deter-
La forma frecuente es la fecundación, en la que minadas células de la blástula, las situadas en el
se fusionan dos células sexuales o gametos, un es- llamado polo vegetativo, comienzan a crecer ha-
permatozoide y un óvulo, dando lugar a un cigoto.
En la partenogénesis, el óvulo se desarrolla
hasta producir un nuevo individuo sin haber sido
fecundado. Es un proceso que se observa con fre- El huevo heterolecito es característico de los anfibios
cuencia en insectos y algunos crustáceos, y que y los peces, el isolecito de los mamíferos, incluyendo
puede inducirse artificialmente en ciertos verte- la especie humana, el centrolecito de los insectos, y
el telolecito de las aves y los crustáceos. El desarrollo
brados, como la rana. de cada tipo es también distinto y viene dado en
Otra variedad de reproducción sexual, que tiene función de la cantidad de vitelo, produciéndose al
lugar en algunos invertebrados parásitos, es la pe- final una blástula que puede llevar o no en su
dogénesis. En este caso, un individuo inmaduro o interior una cavidad general.
una larva se reproduce parte-
nogenéticamente. Segmentación Blástula
Huevo heterolecito
El desarrollo embrionario
Desde el momento en que el
espermatozoide fecunda al
óvulo, da comienzo una serie
de procesos que conducirán a Huevo isolecito
la formación del nuevo indivi-
duo, y que pueden agruparse
en tres etapas: segmentación,
gastrulación y organogénesis.
Huevo centrolecito
La segmentación se inicia
poco después de quedar fecun-
dado el óvulo. La célula va di-
vidiéndose en células hijas más
pequeñas, con lo que el volu- Huevo telolecito
men total se mantiene igual al
de la célula inicial, y al final re-
sulta una acumulación de pe-
queñas células que, por su pa-

175
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cia el interior de la cavidad. Al hacerlo, quedan

dos capas de células unidas y que engloban a su
vez una nueva cavidad (el gastrocele o arquénte-
ron). El proceso puede tener lugar
de distintas formas, en función del
tipo de huevo, las cuales son ca-
racterísticas de cada grupo animal.
La capa de células que queda hacia
el exterior constituye el ectoder-
mo, mientras que la del interior
recibe el nombre de endodermo.
A veces queda un hueco entre am-
bas capas, que se denomina celo-
ma primario. La nueva estructura Los insectos que se
resultante es la gástrula. Se consi- reproducen
dera que esta etapa finaliza en el sexualmente son
mismo momento en que comienza ovíparos y algunos
a formarse una nueva capa de cé- de ellos, como los
lepidópteros, sufren
lulas, entre las otras dos. una metamorfosis:
Con la aparición de una capa ce- pasan de la fase de
lular intermedia entre el endoder- larva (oruga, arriba,
mo y el ectodermo, denominada a la derecha) a la de
mesodermo, da comienzo un lar- pupa (fase inmóvil,
abajo, a la derecha),
go proceso de organogénesis en el hasta convertirse en un
que se forman los distintos tejidos imago o insecto adulto
y órganos que constituirán el em- (sobre estas líneas).
brión y el futuro individuo desa-
rrollado.
La gástrula, en estado avanzado, contiene ya cuerpo de la madre, aunque rodeado por las mem-
toda la información para dar lugar a un individuo branas del huevo, que se rompen en el momento
con las características de la especie a la que perte- de la eclosión, por lo que la hembra pare crías vi-
nece, pero ya antes se han dado los esbozos funda- vas), en la mayoría de los animales todo el proce-
mentales que dictarán todos los pasos posteriores. so de desarrollo se realiza en el interior del huevo,
Así, en ocasiones, cada una de las células de la que está protegido con una cáscara rígida, elástica
mórula dará origen a una determinada parte del o blanda.
cuerpo del adulto, o a un órgano concreto. Se ha- Cuando se llega a un estado de desarrollo en que
bla, en este caso, de huevos en mosaico, y se dice es posible la vida independiente, el huevo eclosio-
que su desarrollo ya está determinado. Un ejem- na y aparece una forma llamada larva. Es el equi-
plo de este tipo de desarrollo es el que experi- valente al embrión que se desarrolla en el interior
mentan los nematodos. del cuerpo de la hembra de los mamíferos.
Otras veces, la determinación de los futuros ór- La larva suele ser una fase libre, que en los ani-
ganos o partes corporales no se realiza hasta la males sésiles (por ejemplo, los mejillones) desem-
fase de gastrulación, y se produce gracias a la ac- peña un papel importante para que la especie pue-
ción de determinadas sustancias químicas. Se da dispersarse. En cuanto al tipo de desarrollo, se
dice entonces que son huevos de regulación. Un dice que es directo cuando la fase larvaria es muy
ejemplo de este tipo es el huevo de los mamíferos reducida o casi inexistente, siendo entonces el
y otros vertebrados. nuevo individuo muy similar al adulto, aunque de
menor tamaño. En otros sucede lo contrario, la
Larvas y embriones fase larvaria es muy prolongada e incluso pasa por
Salvo los mamíferos, que paren crías vivas, y al- varias etapas, y muchas veces el individuo no
gunos grupos que pueden ser ovovivíparos (el de- guarda parecido alguno con el animal adulto. En
sarrollo del embrión se realiza en el interior del tales casos se habla de desarrollo indirecto.

176
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CIENCIAS NATURALES

Las distintas fases larvarias reciben nombres dife-
rentes en cada grupo animal, aunque hay algunos
tipos que son similares en todos ellos (por ejemplo,
la larva trocófora de moluscos y anélidos).
El paso de la fase larvaria a la adulta se realiza
en un proceso llamado metamorfosis, que supo-
ne la disolución de la estructura larvaria, la ad-
quisición de los elementos propios del adulto y la
adaptación del animal a este nuevo estado funcio-
nal. En algunos casos, como sucede en los crustá-
ceos, la metamorfosis es gradual, y los cambios se
suceden sin modificaciones bruscas. En otros, sin
embargo, es completa, como sucede con la mayo-
ría de los insectos. La metamorfosis puede produ-
cirse también entre los vertebrados, como sucede
en peces y anfibios.

CLASIFICACIÓN ZOOLÓGICA
Y ZOOLOGÍA DESCRIPTIVA
Este apartado ofrece una visión general del reino animal, y también del reino protista, del
cual forman parte los protozoos y que se ha venido estudiando dentro de la zoología.
Hay muchas maneras de considerar el reino animal, pero quizá la más conveniente sea
seguir las huellas de la evolución, estudiando de manera progresiva los distintos grupos
animales, a medida que suponen la adquisición de una nueva característica. Esto permitirá
poner de manifiesto las relaciones que guardan unos animales con otros, proporcionando al
final una visión general del fenómeno de la vida en una de sus principales modalidades, la
de los organismos heterótrofos.

LOS INVERTEBRADOS
Bajo este nombre se han estudiado tradicional-
mente todos aquellos animales desprovistos de es-
queleto interno, considerando los que lo poseían
como integrantes de un grupo especial. Se in-
cluían también otros, que se tratarán también aquí,
que no pertenecen sin embargo al reino animal,
sino que son organismos unicelulares (protistas).
No es posible presentar unas características ge-
nerales para los invertebrados, salvo la ausencia
de esqueleto interno. Pero incluso ésta es relativa,
pues en algunos grupos aparecen estructuras es-
queléticas en el interior del cuerpo, si bien no se
articulan en una columna del modo como sucede
con los vertebrados. Así, pues, se describirán pri-
mero los protistas, y a continuación los distintos
grupos de invertebrados.
EL REINO PROTISTA
Se incluyen aquí organismos en su mayoría uni-
celulares, aunque figuran también unos pocos
que son pluricelulares, pero en los cuales, a dife-
rencia de los animales o las plantas, las células
que los constituyen no son más que simples agre-
gados, y no llegan a organizarse formando estruc-
turas más complejas, como los tejidos.
Las algas, que forman parte del grupo, se han
descrito ya al tratar de la botánica. Se tratará aho-
ra de todos aquellos protistas que, por carecer de
clorofila, recibieron en el pasado la denominación
genérica de protozoos.
Su origen es oscuro, pues se remonta casi al co-
mienzo de la vida en el planeta, aunque se supo-
ne que pudieron surgir por la asociación simbióti-
ca de dos o más organismos procariotas, logrando
de esta manera una mayor eficacia frente a las
condiciones cambiantes del medio.
Se divide a los protistas en cuatro grupos o
phyla:
Rizópodos o sarcodinos: su principal caracte-
rística es la presencia de seudópodos, con ayuda
de los cuales pueden desplazarse. Incluyen las
amebas (muchas de ellas parásitas), los radiola-
rios y los foraminíferos.
Flagelados: se desplazan por medio de uno o
más flagelos, aunque algunos también tienen seu-
dópodos. Incluyen varias especies parásitas,
como los tripanosomas, causantes de la enferme-
dad del sueño en África.

177
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las internas, encargadas

de las funciones reproduc-
toras, y una capa externa de
células ciliadas que tienen a
su cargo la locomoción y la
Los paramecios son protozoos ciliados nutrición, envolviendo las
de gran complejidad y muy
característicos, que abundan en las partículas alimenticias.
aguas dulces. Todos los mesozoos cono-
cidos son parásitos internos.
Su ciclo biológico es com-
plejo, y en él se produce una
Los foraminíferos son alternancia entre generacio-
organismos marinos y nes asexuales y sexuales.
cuando mueren los restos
de sus esqueletos se Los poríferos
depositan en el fondo.
Conocidos también como
esponjas, el nombre de
poríferos se debe a que la
pared de su cuerpo está
atravesada por infinidad de
poros. Tienen en general
forma de saco, con una
Ciliados: tienen el cuerpo recubierto de cilios abertura en la parte superior por donde entra el
para desplazarse, y se reproducen vegetativa y agua, y pueden ser de tres tipos:
sexualmente. Incluyen los paramecios de aguas Ascon: paredes delgadas, cavidad central gran-
dulces. de y revestida de células encargadas de la nutri-
Esporozoos: todas las especies son parásitas, y ción (coanocitos).
en su ciclo vital pasan por uno o más huéspedes Sicon: paredes medianas, con canales revesti-
intermedios. Incluyen, entre otros, los plasmo- dos de coanocitos.
dios, causantes de la malaria. Leucon: paredes gruesas, recorridas por una
extensa red de canales, y cavidades revestidas de
coanocitos.
ANIMALES PLURICELULARES SIMPLES El cuerpo de las esponjas está formado por una
sustancia gelatinosa (la mesoglea), con unos ele-
Estos animales comprenden las formas más sim- mentos esqueléticos en forma de aguja, las espí-
ples de los seres pluricelulares, y la evolución en- culas, de naturaleza calcárea o silícea.
saya con ellos diversas soluciones. Muchas son de Las esponjas poseen una gran capacidad de re-
poca duración, y se extinguen poco después generación vegetativa. Se reproducen asexual-
de haber surgido, otras, en cambio, a pesar de su mente, por gemación, y también sexualmente. La
simplicidad, consiguen perdurar hasta nuestros mayoría son hermafroditas. Producen larvas que
días, como es el caso de las esponjas. Este grupo viven libres en el agua.
zoológico vio la luz poco después que los prime-
ros protozoos poblaran los mares.
Aquí se tratará, pues, tres grupos de organismos
Verongia
animales de estructura sencilla. Los dos primeros aerophoba es un
no alcanzan todavía el nivel de organización porífero que habita
de los verdaderos tejidos. Se trata de los meso- en el Mediterráneo
zoos, los poríferos y los radiados. y que se caracteriza
por su gran ósculo
Los mesozoos y por volverse verde
negruzco en
Los mesozoos son pequeños animales de estruc- contacto con el
tura muy simple, formados por unas pocas célu- aire.

178
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CIENCIAS NATURALES

Casi todas las especies de Prostheceraeus roseus

este grupo viven en el mar, a (izquierda), que como todas
profundidades variables, aun- las planarias pertenece a la
clase de los turbelarios;
que hay algunas que son pro- abajo, una micrografía de
pias de agua dulce. Fasciola hepatica o duela
del hígado, un parásito
Los radiados patógeno de la clase de los
Deben el nombre a la simetría trematodos.
radiada que presenta su cuer-
po, y están representados por
dos grupos, los cnidarios y los
ctenóforos.
Los cnidarios o celentéreos son animales con el
cuerpo en forma de saco, y una única abertura
que comunica el exterior con la cavidad interior.
Alrededor de esta abertura se disponen los ten-
táculos, que poseen como característica destaca-
ble unas células urticantes (cnidoblastos) con las
que pueden aturdir o matar a sus presas.
Presentan dos formas, el pólipo y la medusa,
que pueden aparecer de modo sucesivo en el ciclo
vital de una misma especie. El pólipo es la fase in-
móvil, mientras que la medusa es la fase libre. Los
pólipos, además, pueden reunirse formando gran-
des colonias (arrecifes coralinos). La mayoría de
las especies son marinas, y sólo algunas son dulce-
acuícolas. Entre las más conocidas se encuentran
la hidra de agua dulce, los corales y la fisalia. Platelmintos
Los ctenóforos son animales marinos de peque- Conocidos también como gusanos planos, los
ñas dimensiones, que forman parte del plancton, platelmintos son animales generalmente peque-
por lo general bioluminiscentes y provistos de ha- ños. Tienen el cuerpo deprimido y con el tubo di-
ces longitudinales de láminas a lo largo del cuer- gestivo desprovisto de ano, carecen de sistema
po, con las que baten el agua para desplazarse. circulatorio, en su mayoría son hermafroditas, y
Éste es transparente y de forma esférica o acinta- casi las dos terceras partes son parásitos internos
da. Una especie conocida es el cinturón de Venus. o externos. Su sistema nervioso presenta ganglios
en la parte anterior del cuerpo. Tienen capacidad
de regeneración vegetativa. Se clasifican en las si-
GUSANOS guientes clases:
Turbelarios: los más primitivos del grupo, su
Bajo este nombre, que carece de valor taxonómi- sistema nervioso consiste en una red similar a la
co, se engloban todos aquellos invertebrados cuyo de los cnidarios. Son de vida libre. Comprenden
cuerpo es característicamente blando y alargado. las planarias.
Comprende, sin embargo, grupos muy diversos,
sobre todo atendiendo a su estructura interna. Se
describen cuatro grupos importantes, pertene-
cientes a tres líneas filogenéticas distintas. En pri-
mer lugar, los platelmintos y nemertinos, que son
acelomados (animales bilaterales sin celoma),
después los asquelmintos, que son pseudocelo-
mados (con un falso celoma), y por último los
anélidos, que son invertebrados celomados (pro-
La solitaria o tenia armada se incluye en la clase de
vistos de un verdadero celoma). los cestodos.

179
 Menú
Trematodos: son parásitos internos o externos,
desprovistos de epidermis, con una cutícula, y dota-
dos de una o más ventosas. El ciclo vital es comple-
jo, con varias generaciones. Comprenden las duelas.
Cestodos: son parásitos internos, desprovistos
de epidermis y sin aparato digestivo. El cuerpo
puede estar dividido en segmentos (proglótides).
Comprenden las tenias.
Nemertinos
Son animales de cuerpo aplanado, aunque a veces
muy largo, y revestido de una epidermis ciliada.
Poseen ya un aparato digestivo completo, con boca
y ano, y también sistema circulatorio. El sistema
nervioso es del tipo red, con algunos ganglios. Una
característica particular es la presencia de una
trompa (probóscide) recubierta de ganchos, situa-
da en la parte anterior del cuerpo, con la que se
desplazan y capturan sus presas. Predominan los
de sexos separados. La mayoría viven enterrados
en los fondos marinos, unos pocos en aguas dul-
ces, y alguna especie es terrestre.
Asquelmintos
Presentan el cuerpo cubierto de una cutícula y, a
menudo, segmentado superficialmente. Poseen
un aparato digestivo completo, pero a veces falta
el excretor. El aparato reproductor es simple, y los
sexos normalmente están separados. Se clasifican
en las siguientes clases:
Dos triquinas
enquistadas en el
tejido de un
mamífero.
Tubo excretor
Ano
Glándula pedia
Vejiga urinaria
Ovario Estómago
180
i SALIR
Rotíferos: animales microscópicos que poseen
una estructura en forma de rotor en la parte ante-
rior del cuerpo, con la que se desplazan en el
agua. La mayoría son dulceacuícolas.
Gastrotricos: animales acuáticos microscópicos
con la zona dorsal cubierta de espinas.
Quinorrincos: animales marinos microscópicos
con el cuerpo segmentado y desprovisto de cilios.
Priapuloideos: animales marinos de hasta
10 cm de largo, propios de los fondos fangosos.
La parte anterior del cuerpo se puede invaginar
en el tronco, que está segmentado.
Nematodos: animales de cuerpo alargado y ci-
líndrico, con la epidermis desnuda. Los de vida
libre no superan los 5 cm de longitud, mientras
que los parásitos llegan a 1 m. Existen más de
500.000 especies, y son los animales más abun-
dantes después de los insectos. Entre los perjudi-
ciales están la triquina, la lombriz intestinal, la fi-
laria y el gusano de Medina.
Nematomorfos: animales de cuerpo muy del-
gado y alargado, con aparato digestivo poco desa-
rrollado y sin sistema excretor. Son parásitos de
artrópodos.
Anélidos
Son gusanos con el cuerpo dividido en segmen-
tos, que salvo el primero (cabeza) y el último
(ano) son todos iguales, con sistema circulatorio
cerrado y con la mayoría de los sistemas orgáni-
cos organizados según la misma segmentación
que el cuerpo. A menudo van provistos de quetas
(cerdas quitinosas) en la epidermis. Se les clasifi-
ca en las siguientes clases:
Poliquetos: poseen numerosas quetas por
todo el cuerpo, presentan por lo general los se-
xos separados y son ovíparos. La mayoría vive
en los fondos marinos, y unos son sedentarios
(gusanos tubícolas) y otros errantes (gusana, pa-
lolo, etc.)
Corte longitudinal
a través del cuerpo
de un rotífero,
un animal
microscópico de
vida libre.
Faringe Boca Cerebro
 Menú
Ganglio Vaso sanguíneo
cerebral dorsal
Molleja
Faringe
Prostomio Pseudocorazón
Boca Cordón Vaso sanguíneo
ventral ventral Ovario
Arquianélidos: no presentan segmentación ex-
terna y carecen de quetas o estructuras similares.
Presentan sexos separados. La mayoría son mari-
nos, y algunos parásitos.
Oligoquetos: poseen pocas quetas y carecen de
otros apéndices. Son hermafroditas, la mayoría
terrestres o dulceacuícolas. Incluyen las lombri-
ces de tierra.
Hirudíneos: carecen de quetas y otros apéndi-
ces. Suelen presentar una o dos ventosas en los
extremos del cuerpo. La mayoría son dulceacuí-
colas y viven como parásitos externos de verte-
brados. Incluyen las sanguijuelas.
MOLUSCOS
Los moluscos son animales de simetría bilateral y
con el cuerpo blando, en el que se pueden distin-
guir una cabeza, un pie musculoso, en la zona
ventral, y una masa visceral en la dorsal, la cual
está recubierta por una porción laminar del cuer-
po llamada manto.
Además, están provistos por lo general de un
esqueleto externo secretado por el manto, la con-
cha, que puede ser entera o estar dividida en dos
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Izquierda, plumero de mar o
espirógrafo, un vistoso poliqueto
sedentario que puede sobrepasar
los 30 cm de longitud. Derecha, las
sanguijuelas, ectoparásitos
chupadores de sangre, desde la
antigüedad han sido utilizadas en
medicina para la realización de
sangrías.
Celoma
Intestino
Corte
longitudinal de
la parte anterior
del cuerpo de un
anélido, del que cabe
destacar la repetición de
ciertos órganos en cada
Protonefridio segmento.
valvas. El sistema nervioso consiste en varios gan-
glios, situados en la cabeza, y varios cordones
nerviosos que se dirigen al resto del cuerpo y dis-
ponen también de ganglios.
El aparato digestivo es completo, y muchos mo-
luscos poseen en la boca una estructura denomi-
nada rádula, que es una especie de lima con la
que el animal raspa los alimentos que ingiere.
Respiran por branquias, que pueden tener forma
de pluma, llamándose entonces ctenidios. El sis-
tema circulatorio es generalmente abierto, y pue-
den presentar sexos separados o ser hermafrodi-
tas. Se conocen cerca de 100.000 especies, y
constituyen un grupo animal muy antiguo, del
que se describen a continuación las principales
clases.
Anfineuros
Son animales marinos de pequeñas dimensiones,
con la cabeza muy reducida y desprovistos de
tentáculos. Carecen también de ojos, y su sistema
nervioso es simple, sin ganglios. Se dividen en los
siguientes órdenes:
Aplacóforos: con el cuerpo vermiforme y el pie
muy reducido, sin concha, pero con espículas cal-
cáreas en el manto.
181
 Menú
Un quitón, en el
que se observan
las ocho placas
que recubren la
parte superior de
su cuerpo.
Monoplacóforos: tienen el cuerpo recubierto
de una concha en forma de un cono aplanado.
Comprenden las neopilinas.
Poliplacóforos: tienen el cuerpo cubierto por
una concha formada de varias placas. Compren-
den los quitones.
Gasterópodos
Tienen el cuerpo bien diferenciado, con la cabeza
provista de uno o dos pares de tentáculos y ojos,
pie robusto, y una masa visceral arrollada en héli-
ce y protegida dentro de la concha.
Respiran generalmente por branquias, y algu-
nos a través de una cavidad del manto que actúa
como pulmón. Hay especies hermafroditas y
otras que presentan sexos separados. Viven tanto
en el medio marino como en el dulceacuícola o el
terrestre. Se les clasifica en tres subclases:
Prosobranquios: la concha tiene forma de héli-
ce o de cono aplanado, la cabeza presenta un par
de tentáculos, el pie puede llevar opérculo y por
lo general son de sexos separados. Incluyen las
orejas de mar, las lapas, las caracolas marinas,
las cañadillas, los caracoles de agua dulce, etc.
Opistobranquios: la concha está muy reducida
o falta por completo, la cabeza presenta dos pares
de tentáculos, el pie carece de opérculo y por lo
general son hermafroditas. Incluyen las maripo-
sas de mar, las liebres de mar, las babosas mari-
nas, etc.
Una babosa
marina, un
gasterópodo de
la subclase
de los
opistobranquios
que carece de
concha.
182
i SALIR
Pulmonados: pueden tener concha o carecer de
ella, la cabeza presenta dos pares de tentáculos, el
pie carece de opérculo y todos son hermafroditas.
Incluyen los caracoles dulceacuícolas, las babosas
y los caracoles terrestres.
Escafópodos
Es un grupo pequeño de moluscos marinos, con la
concha de forma tubular y abierta por los dos ex-
tremos. La cabeza tiene forma alargada y dispone
de numerosos tentáculos. Carecen de branquias, y
respiran a través del tejido del manto. Viven ente-
rrados en la arena del fondo. Se les conoce común-
mente con el nombre de colmillos de mar.
Lamelibranquios
Se les conoce también como pelecípodos o bival-
vos. El cuerpo está comprimido lateralmente, la
cabeza aparece muy reducida y el pie tiene forma
de hoja. La concha está dividida en dos valvas
unidas entre sí por medio de una charnela y ac-
cionadas mediante potentes músculos. Carecen
de tentáculos. Las branquias suelen utilizarse
para respirar y capturar partículas alimenticias
del agua, pues se desarrollan en forma de una am-
plia red. Los sexos suelen estar separados.
La mayoría de las especies son marinas, y algu-
nas dulceacuícolas. Muchas de ellas tienen gran
importancia económica, ya que son comestibles.
Algunos incluso son objeto de cría comercial en
instalaciones de acuicultura (las ostras y los meji-
llones). Comprenden las siguientes subclases:
Protobranquios: capturan el alimento con los
palpos labiales y sólo utilizan las branquias para
la respiración.
Filibranquios: poseen branquias filamentosas,
unidas entre sí mediante cilios formando una red
que sirve para capturar el alimento. Comprenden
las conchas de peregrino y los mejillones.
Eulamelibranquios: poseen branquias fila-
mentosas unidas entre sí mediante porciones de
tejido, que forman una red para capturar el
alimento. Comprenden las ostras, las bromas, los
berberechos y las almejas.
Cefalópodos
Son moluscos marinos de cuerpo alargado, cuya
cabeza está provista de largos tentáculos, y se pro-
longa en el pie en forma de embudo. Poseen una
estructura esquelética interna de naturaleza carti-
laginosa, y pueden tener una concha externa o
bien carecer por completo de ella. La boca está
 Menú
Corazón
Riñón
Músculo
Sifón exhalante
(dorsal)
Sifón inhalante
(ventral)
Branquias
Concha Ganglio
Manto
Corte longitudinal de un mejillón en el que se
pueden observar todos los órganos de los bivalvos.
El pulpo blanco, propio del Mediterráneo occidental.
dotada de una especie de pico córneo con el que
despedazan a sus presas.
El sistema nervioso está muy desarrollado, lo
que les proporciona una inteligencia superior a la
de los restantes invertebrados, estando dotados
también de una gran capacidad de aprendizaje. El
cerebro presenta una estructura complicada, y
forma parte de un anillo esofágico que se prolon-
ga mediante una serie de cordones ramificados
por el resto del cuerpo. Los ojos son de estructu-
ra muy compleja, análogos a los de vertebrados.
El sistema circulatorio es generalmente cerrado.
La piel contiene numerosos cromatóforos que
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Gónada
Glándula Estómago
digestiva
Boca
Músculo
Palpos
Ganglios
Intestino Pie
permiten al animal cambiar de color con rapidez.
Muchos cefalófopos poseen una glándula que se-
creta una tinta negra, con la que oscurecen el
agua para ocultarse de sus enemigos. Los sexos
están separados, y en algunas especies las hem-
bras cuidan de los huevos. Se clasifican en las si-
guientes subclases:
Tetrabranquios: con concha externa, dos pares
de ctenidios y sistema circulatorio abierto. No se-
cretan tinta. Es el grupo más primitivo, y com-
prende los nautilos.
Dibranquios: con un par de ctenidios, sin concha
o con concha residual e interna, y con glándula de
tinta. Comprende dos órdenes: los decápodos (con
diez tentáculos, como las sepias y los calamares) y los
octópodos (con ocho tentáculos, como los pulpos).
ARTRÓPODOS
Los artrópodos constituyen el grupo más nume-
roso del reino animal, con más de un millón de
especies, que han logrado grandes progresos evo-
lutivos. Las dos características principales, que les
distinguen de los restantes grupos, son la división
del cuerpo en segmentos y la presencia de un es-
queleto externo de quitina, que a veces se endure-
ce con minerales.
Son por lo general de dimensiones reducidas,
con el cuerpo dividido en tres secciones; cabeza,
tórax y abdomen, aunque a menudo los dos pri-
meros se fusionan en el cefalotórax. En la cabeza,
los apéndices se han transformado en elementos
auxiliares (de tipo sensorial o destinados para la
alimentación).
183
 Menú
Hepatopáncreas
Quelícero
Palpo Sistema nervioso
Pulmón
Boca
Molleja aspiradora
Los apéndices constan de varios elementos (arte-
jos), y el número de sus piezas varia según el gru-
po y la naturaleza del apéndice. Los locomotores
también están articulados y proporcionan al ani-
mal una gran capacidad de movimiento. El siste-
ma nervioso es análogo al de los anélidos, con
ganglios centrados en la cabeza y un cordón ven-
tral principal, del que parten ramificaciones. La
mayoría tienen ojos simples y compuestos.
Poseen un tubo digestivo completo. La respira-
ción suele ser mediante distintos tipos de branquias
(en los acuáticos) o tráqueas (en los terrestres). El
sistema circulatorio es abierto, y existe un sistema
endocrino con glándulas neurosecretoras. Los se-
xos suelen estar separados, aunque también es fre-
cuente el hermafroditismo, y el desarrollo puede
seguir un complejo ciclo de transformaciones.
La mayor parte de los artrópodos son de vida li-
bre, aunque existen algunas formas parásitas o sé-
siles. Están presentes en todo tipo de hábitats,
tanto acuáticos como terrestres.
Clasificación de los artrópodos
Se distinguen tres subtipos: trilobites, quelicera-
dos y mandibulados.
Los trilobites, hoy extinguidos, eran animales
marinos con el cuerpo dividido en segmentos pro-
vistos de apéndices, todos iguales excepto en el
primero y el último de los segmentos. Alcanzaron
un gran desarrollo en el pasado, y desaparecieron
durante la transición del Pérmico al Triásico.
Los quelicerados tienen el cuerpo dividido en
cefalotórax, provisto de seis apéndices, y abdo-
men. El primer par de apéndices son los quelíce-
ros (pequeños y terminados en pinzas), y el se-
gundo los pedipalpos (parecidos a las patas, pero
utilizados para recoger el alimento); los restantes
184
i SALIR
Corazón Corte a través del
cuerpo de una araña,
Ovario
que permite observar
los órganos internos.
Ano
Glándula de Críbelo
Orificio genital seda
Los extintos trilobites son
artrópodos que no encajan
en ninguno de los grupos
de artrópodos vivientes.
son apéndices locomotores (patas). Carecen de
antenas y de mandíbulas. Los quelicerados actua-
les se dividen en tres clases: xifosuros, pantópo-
dos y arácnidos.
Los mandibulados tienen el cuerpo dividido en
cabeza y tórax o abdomen, o bien sólo en cefalo-
tórax y abdomen, o en cabeza y tronco. Tienen
uno o dos pares de antenas, un par de mandíbu-
las y dos pares de maxilas. Se dividen en crustá-
ceos, miriápodos e insectos.
Xifosuros
Este pequeño grupo incluye sólo cuatro especies
vivientes, representadas por los cangrejos bayo-
neta o cangrejos de las Molucas. El cefalotórax
está recubierto de un caparazón, y se articula con
el abdomen, que finaliza en una larga espina. Vi-
ven en fondos marinos someros, y se alimentan
de gusanos y otros invertebrados, que despeda-
zan y engullen con ayuda de los quelíceros.
Pantópodos
Conocidos como arañas de mar, son animales
marinos de cuerpo pequeño, que tienen la cabeza
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

y el tórax provistos de patas delgadas y muy lar- gunas especies las hembras matan a los machos
gas, y el abdomen muy reducido. Viven en los tras la fecundación. Comprenden las arañas.
fondos, a cualquier profundidad, y se alimentan Falángidos: tienen el cuerpo pequeño, con el
de actinias. cefalotórax y el abdomen fusionados. Las patas
son muy largas y delgadas. Comprenden los opi-
Arácnidos liones y las típulas.
Son artrópodos en su mayoría terrestres, depre- Acarinos: las porciones del cuerpo están fusio-
dadores, con el cefalotórax sin segmentar y sólo nadas y no presentan segmentación. Muchas es-
con ojos simples. Presentan gran variabilidad se- pecies son parásitos externos de mamíferos.
gún los distintos grupos. El desarrollo suele ser Comprenden los piojos y las garrapatas.
directo, sin pasar por una fase larvaria. Compren-
den unas 30.000 especies. Los principales órde- Crustáceos
nes son: Tienen el cefalotórax, o la cabeza y el tórax, cu-
biertos por un caparazón impregnado de sales de
calcio, y el abdomen presenta un número de seg-
mentos fijos para cada grupo, finalizando en un
segmento laminar denominado telson. Tienen
ojos compuestos y dos pares de antenas. Respi-
ran por branquias o a través de la superficie cor-
poral. El sistema nervioso es casi siempre de tipo
escalera.
La mayoría de los crustáceos son de vida libre,
pero hay crustáceos parásitos. Habitan con prefe-
rencia en las aguas marinas, a cualquier profundi-
dad, distribuidos por todo el planeta, a menudo
formando parte del plancton, pero se encuentran
también en las aguas continentales.
Comprenden cerca de 30.000 especies, muchas
de ellas de gran interés para el consumo humano,
Las formas de vida de las arañas son muy diversas, y otras que constituyen una de las etapas fun-
y algunas de ellas cazan a la carrera. damentales en las cadenas tróficas oceánicas.
La sistemática de los crustáceos es compleja, y se
Escorpiones: tienen el cuerpo alargado, con exponen aquí las principales subclases, en algu-
una uña venenosa en una extremidad posterior nos casos con sus grupos:
formada por varios seg-
mentos (cola). Los que- Intestino Corazón Aorta
líceros son pequeños, y Cuerda
Anténula
Arteria Estómago
los pedipalpos grandes nerviosa esternal
y en forma de pinzas. Ano
Arácnidos: el cefalo-
tórax lleva los quelíce-
ros, los pedipalpos y
cuatro pares de patas
marchadoras, y está uni- Boca
do al abdomen median- Glándula
te una delgada cintura. Telson verde
Poseen glándulas pro-
ductoras de seda, y mu- Urópodos
chas especies constru-
yen telas para capturar
sus presas. La fecunda- Corte longitudinal del cuerpo de un crustáceo,
ción es interna, y en al- incluyendo sus múltiples pares de apéndices.

185
 Menú
Branquiópodos: a menudo tienen el caparazón
formado por dos valvas, y las patas de forma apla-
nada. La mayoría de las especies son dulceacuíco-
las. Incluyen las pulgas de agua o dafnias.
Ostrácodos: tienen caparazón de dos valvas y
con dos pares de apéndices en el tronco. Son de
agua marina o dulce.
Copépodos: presentan cinco o seis segmentos
del tórax con apéndices. Hay algunas especies pa-
rásitas, pero la mayoría habitan en aguas dulces o
marinas. Incluyen los cíclopes.
Cirrípedos: los adultos viven fijos en un sustra-
to o son parásitos externos de vertebrados, con el
caparazón muy duro, formando un manto que re-
cubre por completo al animal. Carecen de ante-
nas y de ojos compuestos. Incluyen los percebes,
los balanos y los anatifes.
Malacostráceos: comprenden las especies típi-
cas, con ocho segmentos en el tórax y seis en el
abdomen, provistos de apéndices. Esta clase se
divide en varias infraclases, que a su vez com-
prenden varios grupos con diversos órdenes. Los
principales son los siguientes:
Sincáridos: carecen de caparazón, presentan
una estructura primitiva y muchas especies viven
en el interior de cuevas.
Peracáridos: caparazón fusionado con el tórax
o sin caparazón; poseen una especie de bolsa en-
tre los apéndices torácicos en la que incuban los
huevos. Algunos son terrestres (cochinillas de la
humedad), pero la mayoría son de agua dulce o
marina (como las pulgas de mar).
Hoplocáridos: con tres segmentos torácicos fu-
sionados con el caparazón. Viven en los fondos
marinos. Son hoplocáridos las galeras.
Eucáridos: todos los segmentos del tórax apa-
recen fusionados con el caparazón; los ojos son
compuestos y están provistos de un pedúnculo.
186
i SALIR
Izquierda, una pulga de
agua, un pequeño crustáceo
dulceacuícola del orden de
los branquiópodos; derecha,
una larva de nauplius, un
crustáceo copépodo que
forma parte del plancton.
La mayoría son marinos, con algunas especies de
agua dulce. Incluyen la quisquilla, el bogavante,
la langosta, la gamba, los cangrejos, centollos, ci-
galas, etc.
Miriápodos
Este grupo carece de categoría sistemática, y sólo
se utiliza para englobar cuatro clases de artrópo-
dos de aspecto exterior muy similar. Se trata de
los quilópodos, los sínfilos, los diplópodos y los
paurópodos.
Se caracterizan por presentar el cuerpo alarga-
do, con un par de apéndices en cada uno de los
segmentos, que a menudo son patas locomotoras.
La cabeza presenta una estructura similar a la de
los insectos. Algunos miriápodos disponen en los
primeros apéndices de una uña venenosa con la
que matan a sus presas.
Son terrestres y habitan con preferencia en lu-
gares húmedos y oscuros. La mayoría son carní-
voros, y se alimentan de gusanos, caracoles e in-
sectos. Algunos se alimentan de materia vegetal o
de residuos orgánicos.
Especies características
son los ciempiés, los mil-
piés y las escolopendras.
Una escolopendra propia de los países
mediterráneos. El efecto del veneno que inyecta en
su mordedura es similar al de la avispa.
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Insectos Proturos: ametábolos, sin alas, antenas ni ojos.

Se trata con mucho del grupo más numeroso del El abdomen consta de 12 segmentos. Viven entre
reino animal, que presenta una gran diversidad la hojarasca.
de formas y adaptaciones. Atendiendo a su desa- Tisanuros: ametábolos, con boca mordedora y
rrollo, se clasifican en tres tipos. antenas largas. Habitan en lugares húmedos y os-
En los insectos más primitivos (ametábolos), curos, como los pececillos de plata.
las crías que nacen de los huevos son similares a Colémbolos: ametábolos, con boca mordedora
los adultos, aunque de pequeño tamaño. Es el y ocelos. Poseen tres pares de apéndices adapta-
caso, por ejemplo, de los pececillos de plata o de dos para el salto. Viven en lugares húmedos o en-
los colémbolos. tre residuos vegetales.
Un paso evolutivo supone la existencia de una Ortópteros: hemimetábolos, con boca morde-
metamorfosis incompleta (hemimetábolos): del dora, y muchas especies provistas de dos pares de
huevo nace una larva (ninfa) que poco a poco se alas, de las cuales las anteriores son correosas y
transforma en insecto adulto. Son insectos hemi- cubren a las posteriores en reposo. Son ortópte-
metábolos los saltamontes, las libélulas, los chin-
ches y los pulgones.
El grado más avanzado es el de los insectos que
experimentan una metamorfosis completa (holo-
metábolos): del nuevo nace una primera larva,
llamada oruga, que sufre una transformación y se
convierte en pupa, siendo ésta la que dará lugar al
insecto adulto (imago). Sufren este proceso, en- Arriba, los
tre otros muchos, las mariposas, las moscas, los insectos sociales
escarabajos y las avispas. pueden ser
Los insectos presentan típicamente seis seg- comensales de
mentos en la cabeza, que posee a su vez antenas, otros insectos: en
la fotografía, las
ojos compuestos y ocelos, mandíbulas y maxilas. hormigas liban de
El tórax consta de tres segmentos, con un par de los pulgones que
patas cada uno, y el abdomen de once segmentos. mantienen
En los segmentos torácicos pueden llevar uno o prisioneros.
dos pares de alas. El sistema nervioso es de tipo Abajo, una plaga
de la agricultura:
escalera. Generalmente, presentan sexos separa- trigo atacado por
dos, y la fecundación es interna. Los principales Rhizopertha
órdenes son los siguientes: dominica.

Abdomen Tórax Cabeza

Colon Bursa copulatoria

Intestino
Ovario Estomodeo Antena
Recto (buche) Arteria dorsal
Esófago
Corazón
Ano

Ganglio
cerebral
(cerebro)

Orificio del
Corte longitudinal
oviducto Tubos de
de un insecto, en
Malpighi Mesénteron el que se aprecian
las tres regiones
Probóscide en que se divide el
Orificio de la bursa Oviducto
copulatoria cuerpo y sus
Cordón neural ventral Glándula salivar órganos internos.

187
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aplanado. Son parásitos

externos de vertebrados,
y se alimentan de san-
gre, como el piojo.
Efemerópteros: hemi-
metábolos, con boca
mordedora, alas mem-
branosas, las posteriores
pequeñas y las anterio-
res plegadas en reposo.
Los adultos viven me-
nos de un día. Incluyen
las efímeras.
Hemípteros: hemime-
tábolos, con boca pica-
dora-chupadora y alas
anteriores parcialmente
engrosadas, que cubren
en reposo a las poste-
riores. Hay especies
De izquierda a derecha y de depredadoras, otras
arriba abajo: un saltamontes, del herbívoras y algunas
orden ortópteros; una tijereta, del parásitas. Son hemípte-
orden dermápteros; termes
obreros y soldados, del orden ros las chinches.
isópteros; y una ladilla, del orden Homópteros: hemi-
anopluros. metábolos, con boca
chupadora-picadora y
dos pares de alas. Se ali-
mentan de la savia de
las plantas. Son ho-
ros, entre otros, las cucarachas, los saltamontes, mópteros las cochinillas y los pulgones.
los grillos y los insectos palo. Neurópteros: holometábolos, con boca morde-
Dermápteros: hemimetábolos, con boca mor- dora y alas que en reposo adoptan forma de teja-
dedora. Las alas posteriores largas y aptas para el do. Las larvas son depredadoras de insectos,
vuelo, las anteriores cortas y correosas, aunque como la hormiga león.
hay especies sin alas. Viven en lugares oscuros y Tricópteros: holometábolos, con boca chupa-
húmedos, como las tijeretas. dora, cuerpo y alas cubiertos de pelos. Son insec-
Isópteros: hemimetábolos, con boca mordedo- tos acuáticos, como las frigáneas.
ra y alas membranosas. Son sociales y habitan Lepidópteros: con boca chupadora, alargada en
principalmente en las regiones tropicales, y algu- forma de trompa, antenas plumosas o filamento-
nos construyen grandes nidos, como los termes. sas, alas grandes, cubiertas de escamas y a menu-
Isocópteros: hemimetábolos, boca mordedora, do de colores muy vistosos. Muchas especies
con o sin alas. Provocan daños en la madera y el constituyen plagas de los cultivos. Comprenden
papel. todas las mariposas.
Odonatos: hemimetábolos, con boca mordedo- Dípteros: holometábolos, con boca en forma de
ra, ojos compuestos muy grandes, dos pares de trompa picadora-chupadora-mordedora, las alas
alas de nerviación patente, y abdomen largo y anteriores generalmente transparentes y las poste-
delgado. A menudo de colores vistosos. Se ali- riores transformadas en balancines. Muchas espe-
mentan de insectos que cazan al vuelo. Habitan cies transmiten enfermedades. Incluyen las mos-
cerca del agua. Son odonatos las libélulas. cas y los mosquitos.
Anopluros: hemimetábolos, con boca mordedo- Sifonápteros: holometábolos, con boca picado-
ra y chupadora, sin ojos, sin alas y con el cuerpo ra-chupadora, el cuerpo comprimido lateralmen-

188
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CIENCIAS NATURALES

te y sin alas. Son parásitos externos de vertebra- que sale al exterior en forma de pequeños ten-
dos, que pueden transmitir enfermedades, como táculos (pies ambulacrales) con los que pueden
las pulgas. desplazarse activamente, pues al estar llenos de
Coleópteros: holometábolos, con boca morde- agua se mantienen turgentes. Respiran a través
dora, las alas posteriores ocultas debajo de las an- de pequeñas branquias que sobresalen de la
teriores, que forman una especie de estuche endu- pared del cuerpo en forma de pedicelos.
recido (élitros). Son coleópteros los escarabajos, El sistema nervioso consta de un anillo con ner-
las luciérnagas, las mariquitas y los gorgojos. vios radiales. Los sexos suelen ser separados. To-
Himenópteros: holometábolos, con boca das las especies son marinas.
chupadora-lamedora-picadora, alas anteriores Comprende las siguientes clases vivientes:
mayores que las posteriores, y el tórax unido al Crinoideos: tienen el cuerpo en forma de cáliz
abdomen por un estrechamiento (cintura). Son y muchas especies
insectos sociales, a menudo organizados en cas- viven fijas al sustra-
tas, como las abejas, avispas y hormigas. to por medio de un
pedúnculo. Presen-
tan numerosos bra-
EQUINODERMOS zos delgados, a me-
nudo ramificados y
Los equinodermos son animales que presentan si- con espinas, como
metría radial en los adultos, pero como una adapta- las comátulas y los
ción secundaria, pues las larvas, como el resto de los lirios de mar.
celomados, presentan simetría bila-
teral. Su nombre proviene del he-
cho de que tienen la piel cubierta de
espinas y, a menudo, endurecida.
Poseen un esqueleto interno de
naturaleza calcárea y de origen
dérmico. El cuerpo está recorrido
por un sistema de canales proce-
dentes del celoma, que constitu-
yen el llamado sistema acuífero,

Ano Placa madrepórica Arriba, un cohombro de mar,

del subtipo holoturoideos;
sobre estas líneas, un
Tentáculo
Espina ofioderma de brazos
cilíndricos, del subtipo
ofiuroideos (izquierda) y un
Sistema equinodermo de diez brazos,
nervioso del subtipo asteroideos
(derecha).

Canal radial Intestino

Ampolla

Canal anular

Músculos Dientes Branquia

Pies ambulacrales
Boca
Corte longitudinal de un erizo de mar;
obsérvense las estructuras del aparato
Linterna de Aristóteles ambulacral.

189
 Menú
Holoturoideos: tienen el cuerpo alargado, en
forma de pepino, con la boca rodeada de peque-
ños tentáculos. El esqueleto interno está reducido
a unas pocas placas, por lo que pueden moverse
de manera flexible, como las holoturias y los co-
hombros de mar.
Asteroideos: cuerpo en forma de estrella con
brazos más o menos gruesos, y la cara inferior
(oral) con surcos de los que salen los pies ambu-
lacrales. Son asteroideos las estrellas de mar.
Ofiuroideos: cuerpo en forma de estrella con
brazos largos, delgados y flexibles, y los pies am-
bulacrales muy reducidos, como las ofiuras.
Equinoideos: cuerpo de forma más o menos es-
férica o discoidal, con orificios en el esqueleto in-
terno, por donde sobresalen los pies ambulacrales
en hileras. Suelen estar recubiertos de espinas, a
veces muy largas, como los erizos de mar.
LOS CORDADOS
Constituyen el grupo animal más evolucionado,
por cuanto presentan los mecanismos de conser-
vación y adaptación más complejos, que les han
permitido conquistar los medios aéreo y terrestre,
que son los que imponen condiciones de existen-
cia más duras a los organismos. Se desconocen
los antecesores de los cordados, pero la estructura
general de todos ellos permite aventurar que de-
bieron ser animales con aspecto de pez y con cier-
tas semejanzas con los actuales anfioxos.
Hay asimismo algunos grupos que presentan
ciertas características que hacen que se les incluya
entre los antecesores primitivos de los cordados.
Se trata de los denominados hemicordados, ani-
males con aspecto de gusano, que viven enterra-
dos en el fondo del mar y que tienen el cuerpo di-
vidido en tres partes. Particularmente interesante
es que su sistema nervioso (un plexo distribuido
por debajo de la piel) y algunos otros caracteres
les emparentan con los equinodermos, mientras
que otros rasgos (una neuroglía esbozada) deben
considerarse formas muy primitivas del siste-
190
i SALIR
ma nervioso de los vertebrados. Además, poseen
en la faringe una estructura que recuerda a un no-
tocordio primitivo, y el desarrollo embrionario es
muy parecido al de estos últimos.
Las características diferenciadoras de los corda-
dos son, en primer lugar, la presencia de un noto-
cordio, es decir, una especie de eje rígido que se
dispone longitudinalmente a lo largo del cuerpo,
por encima del tubo digestivo. Además, presen-
tan también un cordón nervioso hueco en la cara
dorsal, y hendiduras branquiales en la faringe.
Estas características son comunes en todos ellos,
aunque a menudo, como sucede en los grupos
superiores (por ejemplo, mamíferos), sólo se pre-
sentan en las fases embrionarias.
Los dos grupos de cordados existentes en la ac-
tualidad son los protocordados, o acranios, que
carecen de cabeza, y los vertebrados, o craneados.
Los protocordados comprenden a su vez los
urocordados y los cefalocordados, mientras que
entre los vertebrados distinguimos las clases de
los agnatos, los condrictios y los osteíctios, los
anfibios, los reptiles, las aves y los mamíferos.
Urocordados
Son animales marinos, también llamados tunica-
dos, por la presencia de una envoltura externa,
formada por una sustancia análoga a la celulosa,
que secreta el mismo animal y dentro de la cual
vive (túnica). El cuerpo no está segmentado, y
presenta hendiduras branquiales que se usan para
la respiración y para filtrar el plancton. Son her-
mafroditas, y a menudo forman colonias, que se
multiplican por gemación. Comprenden las si-
guientes clases:
Ascidiáceos: tienen forma de saco, y viven en
la arena o fijos a las rocas del fondo, solitarios o
formando colonias. El tubo digestivo tiene forma
de U. Incluyen las ascidias o patatas de mar.
Taliáceos: muy pequeños, con el cuerpo en
forma de cilindro o barril, provisto
de anillos musculares. Viven en
aguas libres, solitarios o en colo-
nias, y para nadar proyectan un
chorro de agua. Incluyen las salpas.
Los quetognatos del género Sagitta
son de tamaño diminuto y forman
parte del zooplancton; obsérvense
los ganchos destinados a capturar
las presas.
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CIENCIAS NATURALES

Sifón inhalante dorsal. Poseen un notocordio que re-

Tentáculos corre toda la longitud del cuerpo.
El tubo digestivo, que se inicia en una
Ganglio abertura rodeada de cilios que hace las
cerebral funciones de boca, se caracteriza por la
Endoestilo
existencia de un gran número de hendi-
Sifón duras branquiales (hasta cien).
exhalante
Los sexos están separados, y tanto la
Estigmas
faríngeos fecundación como el desarrollo son ex-
Atrio
ternos. La especie más representativa
Oviducto es el anfioxo, que vive semienterrado
Vaso deferente
en la arena de los fondos marinos, so-
bresaliendo sólo su parte anterior.
Ano

Corazón
LOS VERTEBRADOS
Recto
Los vertebrados representan otro de
los grandes grupos del reino animal,
Esófago que abarca todas aquellas especies
Intestino provistas de esqueleto interno articula-
Testículos do. Sin embargo, su estudio debe si-
tuarse en el contexto general que les es
Ovario propio, el grupo de los cordados, es
decir, de los animales provistos de una
Pericardio Estómago
cuerda dorsal, como preludio y origen
de la columna vertebral. De los antece-
sores de los cordados proceden nues-
tros propios antepasados. En este gru-
Corte longitudinal de una ascidia adulta, que ha po encontramos los esbozos que darían lugar más
perdido sus características larvarias de cordado, ya tarde al amplio grupo de los vertebrados.
que carece de cordón nervioso hueco y de
notocordio.
PECES

Larváceos: muy pequeños, con una cola que Agnatos

alcanza hasta siete veces la longitud del cuerpo.
Viven en aguas libres. Incluyen las apendicula- Conocidos también como peces sin mandíbu-
rias. las, son los vertebrados más primitivos. Varios
grupos se han extinguido ya
Cefalocordados en la actualidad. Tenían el
Los cefalocordados constitu- cuerpo recubierto por una
yen un pequeño grupo, de coraza ósea, que no está pre-
sólo 30 especies. Tienen el sente en las especies vivas. Se
cuerpo alargado, de 5 a caracterizan por el esqueleto
10 cm de longitud, con una interno de naturaleza cartila-
aleta dorsal y otra ventral. Ca- ginosa y la presencia durante
recen de cabeza diferenciada y
tampoco presentan cerebro, Debido a su transparencia,
estando representado su siste- en las salpas puede observarse
ma nervioso por un cordón perfectamente el ovillo intestinal
de color rojo intenso.
hueco situado en posición

191
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Aleta dorsal
Cerebro
Columna vertebral
Aleta caudal Médula espinal
Riñón

Cráneo

Estructura
interna de un
pez óseo.
Aleta anal
Estómago
Vejiga Corazón Faringe
Hígado
urinaria Glándula
genital Vejiga natatoria Aleta pectoral (par)

toda su vida de un notocordio. Carecen de verda-
deros dientes, aunque disponen alrededor de la
boca de una serie de dentículos con los que pue-
den raspar o desgarrar.
Condrictios
Llamados también peces cartilaginosos, los con-
drictios presentan incluso en estado adulto un
notocordio reducido, y su esqueleto carece por
completo de elementos óseos.
Las escamas son placoideas, con una cubierta
de esmalte, y la cola es heterocerca. Por lo gene-
ral, las branquias se abren directamente por las
hendiduras branquiales, sin un opérculo que
las cubra, y la mayoría disponen de espiráculos.
Los sexos son separados, y los machos poseen un
aparato copulador formado por las aletas pélvi-
cas. Pueden ser ovíparos, ovovivíparos o vivípa-
ros. La mayoría de estos peces son marinos y de-
predadores.
Osteíctios
Llamados también peces óseos, presentan el cuer-
po típicamente hidrodinámico, con aletas pares e
impares y un esqueleto interno osificado. En los
grupos más primitivos, sin embargo, el esqueleto
sólo está osificado en parte. Las escamas pueden
ser placoideas, cicloideas o ctenoideas. El cráneo
consta de 60 huesos.
Poseen opérculos que cubren las branquias,
pueden tener vejiga natatoria, comunicada o no
con el exterior, y en algunos grupos aparece un
pulmón. Presentan sexos separados, la fecunda-
ción es externa, y la mayoría son ovíparos. Habi-
tan en aguas dulces, saladas o salobres. Constitu-
yen la clase más numerosa de los peces.

Ojo Cerebro Ovario Hígado Aorta dorsal Riñón Aleta dorsal

anterior
Anatomía interna
de un pez
cartilaginoso,
un tiburón.

Aleta
Válvula
Boca Corazón pelviana
espiral
Recto Cloaca

Intestino Glándula Espina dorsal

Estómago
Hendiduras branquiales rectal
Aleta
Aleta pectoral caudal

192
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CIENCIAS NATURALES

SISTEMÁTICA DE LOS PECES

Los peces están representados en la actualidad por la superclase de los agnatos (sin mandíbulas)
que incluye una clase viviente: los ciclóstomos, y por la de los gnatóstomos o verdaderos peces
(con mandíbulas) que incluye dos clases vivientes: los condrictios y los osteíctios.

LOS CICLÓSTOMOS

Son peces carentes de mandíbulas y de esqueleto óseo y engloban dos órdenes:

Petromizontiformes Mixiniformes
Incluyen las lam- Representados por
preas*. Tienen los mixinos*, poseen
siete pares de entre cinco y quince
branquias y la pares de branquias
cavidad nasal no
y la cavidad nasal
comunica con la
boca. Su desarrollo comunica con la
es indirecto. boca. Su desarrollo es directo.

LOS CONDRICTIOS

Comprenden peces con esqueleto cartilaginoso, que se incluyen en los siguientes órdenes:

Escualiformes Rayiformes Quimeriformes

Comprenden tiburo- Incluye rayas* y Comprenden quime-
nes, marrajos* y pez mantas. Las aletas ras* y borricos. Tie-
mertillo. En ellos, pectorales se unen nen cuatro pares de
branquias tapadas
las hendiduras a ambos lados del
por un opérculo. La
branquiales se si- cuerpo aplanado piel, que recubre
túan a ambos lados dorsoventralmente y todo el cuerpo
de la cabeza, el cuerpo es alargado las hendiduras branquiales se excepto las aletas, presenta dentí-
y la boca se encuentra en posición encuentran en la cara ventral. culos dérmicos.
ventral.

LOS OSTEÍCTIOS

Tienen el esqueleto óseo y forman el grupo más evolucionado de los peces. Comprenden los órdenes siguientes:

Celacantiformes Dipteriformes Polipteriformes

Comprenden los Incluyen los dip- Están integrados
celacantos* del noos*, los únicos por los polípteros*.
océano Índico. Pre- peces pulmonados Disponen de esque-
sentan cráneo carti- actuales, de aguas leto osificado y de
laginoso y cola de dulces, que respiran dos sacos aéreos.
tres lóbulos. Son un aire atmosférico y Son de agua dulce.
grupo residual muy antiguo. tienen los dientes fusionados en
forma de placas.

* Ejemplo ilustrado

193
 Menú i SALIR

Acipenseriformes Semionotiformes Amiiformes

Lo forman los estu- Pertenecen a este Comprende las
riones*. De esquele- orden los peces cai- amias*, propias de
to cartilaginoso, mán* y los mangua- los ríos de América
escamas reducidas ríes. Tienen mandí- del Norte. La parte
y con placas óseas, bulas alargadas y dorsal de la cabeza
son marinos y dul- viven en ríos de no está recubierta
ceacuícolas, pero siempre se repro- América del Norte y Central. por piel.
ducen en los ríos.

Clupeiformes Mictofiformes Sacofaringiformes

Incluyen arenques*,
sardinas, anchoas,
salmones, truchas y
lucios. Disponen de
aletas con radios
blandos y sin espi-
nas. Son marinos y dulceacuícolas
y tienden al gregarismo.
En este orden se
encuentran los
peces linterna*. Las
aletas ventrales se
hallan en posición
abdominal. Viven en
regiones abisales de los océanos.
Sólo se ha visto viva
una especie, Sac-
copharynx harriso-
ni*. Carecen de
opérculos, vejiga
natatoria, escamas,
aletas pélvicas y aleta caudal.
Viven en regiones marinas abisales.

Cipriniformes Siluriformes Anguiliformes

Comprenden la Lo forman los silu- Comprenden angui-
carpa, el barbo, la ros y peces gato*. las, congrios, mure-
colmilleja, la tenca, Debajo de la boca nas*. Carecen de
la piraña*. Dulcea- poseen de uno a aletas pélvicas y a
cuícolas, tienen las cuatro pares de menudo también
aletas ventrales en barbilones muy lar- pectorales. Marinos
posición abdominal gos. Son dulceacuí- o dulceacuícolas,
y escamas cicloideas o ausentes. colas y marinos. siempre frezan en el mar.

Notacantiformes Beloniformes Ciprinodontiformes

Su cola acaba en El orden incluye Están integrados
punta y las aletas saltadores, agujas por samarugos,
pelvianas se de mar y peces vola- gambusias*, xifos,
encuentran en posi- dores*. Se caracteri- plattys, gupys.
ción abdominal. zan por grandes ale- Todas las aletas
Viven en la región tas pectorales, en carecen de radios
abisal marina. posición lateral. En espiniformes y las
general son marinos. torácicas son laterales.

Gasterosteiformes Gadiformes Lampridiformes

Comprenden los Son el bacalo, la Formados por reyes
caballitos de mar* y merluza*, la molva, de los arenques* y
las agujas de mar. la lota. A menudo bandas. Están pro-
Tienen el cuerpo disponen de aleta vistos de ojos gran-
cubierto de placas dorsal de tres lóbu- des, boca protráctil
óseas y el hocico los y aletas pélvicas y cuerpo serpenti-
tubular, con la boca en posición yugular. forme. Todos son
en su extremo. La mayoría son Pueden ser marinos y dulceacuí- marinos.
marinos. colas.

* Ejemplo ilustrado

194
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CIENCIAS NATURALES

Bericiformes Zeiformes Perciformes

A este orden perte- Incluye los peces de Lo integran el róbalo,
nece la palometa San Pedro*. De perca sol, perca,
roja. Disponen de cuerpo alto y com- jurel, salmonete,
aletas con radios primido, su boca es dentón, besugo,
blandos y espinas, y muy protráctil y tie- dorada, tilapia,
escamas ctenoideas. nen ojos grandes. barracuda, atún*, pez
Son marinos. Todas las especies son marinas. espada, escorpena. De escamas cte-
noideas, aletas torácicas laterales y
altas, son marinos y dulceacuícolas.

Pleuronectiformes Equeneiformes Tetraodontiformes

Rodaballos, gallos, Son marinos e Comprenden el pez
platijas, lenguados*. incluyen las rémo- ballesta, los peces
Son peces planos ras*. Gracias a un luna, los peces
que viven sobre el disco adhesivo for- cofre* y los peces
fondo del mar apo- mado por la aleta erizo. En general
yados en un lado, dorsal, se adhieren marinos, poseen el
donde se ocultan a otros peces y les cuerpo cubierto de
mimetizándose. Tienen los ojos libran de parásitos externos. placas óseas y espinas, y radios
desplazados al mismo lado. espinosos.

Gobiesociformes Batracoidiformes Lofiiformes

Integrados por cha- Constituidos por los Son bentónicos,
farrocas*. Su cabe- sapos marinos*. La como el rape*, el
za es grande y parte anterior del pejesapo y el arle-
deprimida, y están cuerpo es ancha y quín. Su piel está
provistos de un aplanada. desnuda. El primer
disco adhesivo entre radio de la aleta
las aletas ventrales. La mayoría son dorsal es largo y presentan un
marinos. apéndice luminoso en su extremo.

* Ejemplo ilustrado

ANFIBIOS neralmente externa. Se reproducen por medio de

huevos, y el desarrollo es indirecto, pasando por
Se trata de los primeros vertebrados terrestres, estados larvarios (los llamados renacuajos), aun-
que presentan todavía dependencia del agua, al que algunas especies son ovovivíparas o incluso
menos durante la época de la reproducción. Po- vivíparas.
seen cuatro extremidades provistas de hasta cinco
dedos, el esqueleto del cráneo tiene ya menos Anatomía externa de un urodelo, la salamandra
huesos que en los peces, y existe un oído interno. común.
La piel es lisa, y ca-
rece por lo general Ojo Cola
de escamas. El cora-
zón tiene tres cáma-
ras, y la respiración
se realiza mediante
branquias, pulmo-
nes, la cavidad bucal
y la piel. Los sexos
están separados, y la
fecundación es ge- Extremidad anterior Dedo Extremidad posterior

195
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SISTEMÁTICA DE LOS ANFIBIOS

La clase de los anfibios comprende en la actualidad tres subclases: gimnofiones, urodelos y
anuros.

LOS GIMNOFIONES O ÁPODOS

Representados por las cecilias*, son excavadores desprovistos de patas y con cola
rudimentaria, parecidos a las lombrices de tierra.

LOS URODELOS O CAUDADOS

Provistos de miembros iguales y cola, están agrupados en tres órdenes:

Proteidos Meantes Mutabilios

Es el proteo* el Incluye las angui- Incluye las sala-
ejemplo más repre- las* del fango. Su mandras*, los trito-
sentativo. Poseen el cuerpo es anguili- nes y los ajolotes.
cuerpo y la cola lar- forme, sin patas Casi todos carecen
gos, y patas cortas. traseras. Viven per- de branquias en la
Son acuáticos y tie- manentemente en el fase adulta y po-
nen branquias y agua. seen pulmones fun-
pulmones durante toda su vida. cionales. Las especies terrestres
disponen de párpados.

LOS ANUROS O SALTADORES

Provistos de miembros iguales y sin cola en el estado adulto, incluyen los siguientes órdenes:

Anficelos Opistocelos Anomocelos

Integrados por los Pertenecen a este Comprende los
sapos caudados*, orden la pipa ameri- sapos de espuelas,
son los anuros más cana, los sapos par- que llevan un espo-
primitivos. teros* y los sapos lón córneo en las
de uñas. General- patas posteriores.
mente son acuáticos
y carecen de párpa-
dos.

Procelos Diplasiocelos
El sapo común, el Comprenden la
sapo verde, la ranita rana común, las
de San Antonio* y ranas arborícolas y
las ranas marsupia- la rana toro*. Nor-
les son los ejemplos malmente viven en
más representati- el agua.
vos. Generalmente
son terrestres.

* Ejemplo ilustrado

196
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CIENCIAS NATURALES

Cavidad
bucal Pulmón Anatomía interna de un quelonio,
Tráquea una tortuga terrestre hembra.

Estómago
Esófago

Corazón

Esqueleto de un escamoso,
Vesícula biliar Páncreas una lagartija.

Hígado Duodeno

Ovario
Riñón
Vejiga

Recto
Oviducto
Ano
Cloaca

REPTILES
Los reptiles constituyen el primer
grupo de vertebrados terrestres
que se ha independizado por
completo del medio acuático. Tie-
nen la piel recubierta de escamas
córneas que les protegen contra la
desecación, y que a veces forman
una dura coraza. Los ojos están
más perfeccionados que en los grupos anteriores, y elevan el cuerpo del suelo para la marcha, aun-
y en algunas especies permiten ya apreciar los co- que algunos grupos carecen por completo de
lores. Las patas tienen dedos que acaban en uñas, ellas. La respiración se realiza siempre mediante
pulmones, y el sistema circulato-
Glándula Colmillo cortado rio dispone ya de un corazón
principal del trasversalmente
veneno
con dos aurículas y dos ventrícu-
Músculo los. La fecundación es interna.
compresor Pueden ser ovíparos, ovovivípa-
de la glándula
ros o vivíparos.
Los reptiles alcanzaron en el
pasado, sobre todo durante el Ju-
rásico, un gran desarrollo que les
convirtió en la fauna de vertebra-
dos dominante (dinosaurios).
Conducto
principal

Aparato inoculador del veneno de

una víbora.

197
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SISTEMÁTICA DE LOS REPTILES

Las especies actuales se agrupan en tres subclases: anápsidos, lepidosaurios y arquisaurios.

LOS ANÁPSIDOS

Derivan directamente de los anfibios y tienen cráneo de tipo anápsido. Comprenden un solo orden:

Quelonios
Incluyen las tortugas terrestres* y acuáticas. Su cuerpo presenta una coraza ósea dividida en dos
partes y la boca en vez de dientes tiene un pico córneo. Pueden vivir 200 años.

LOS LEPIDOSAURIOS

Comprenden la mayoría de los reptiles vivientes y están representados por dos órdenes:

Rincocéfalos Escamosos
Representados por Están representa-
el tuatara*. Este dos por saurios
reptil tiene el tronco (lagartos, gecos,
y la cola gruesos, y salamanquesas,
patas provistas de iguanas, lagartijas,
cinco dedos. Pre- dragones voladores,
senta un ojo pineal camaleones*, vara-
funcional. Los machos carecen de nos, monstruo de Gila, luciones) y
pene. Es ovíparo y se le considera serpientes (culebras, serpientes de
un fósil viviente. cascabel, pitones, víboras, cobras,
serpientes marinas, anacondas).
Tienen reducidos los huesos del
cráneo y poseen cuatro, dos o nin-
guna extremidad. El cuerpo está
recubierto de escamas epidérmicas.

LOS ARQUISAURIOS

Comprenden un solo orden viviente:

Cocodrilos
Integrado por caimanes, cocodrilos*, gaviales y aligatores. Tienen el cuerpo pesado y robusto,
cubierto de escamas grandes, extremidades cortas y pies palmeados. Su cola, fuerte y apla-
nada lateralmente, participa de modo activo en la natación.

* Ejemplo ilustrado

198
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CIENCIAS NATURALES

Un búho en vuelo con las alas

en alto y detalles de los tres
tipos de plumas.
Pluma tectriz

Barbas y
bárbulas
Pluma
cobertora

Raquis
Hiporraquis
Plumón

Cálamo

AVES
Las aves son vertebrados de san- Sistema digestivo de las
gre caliente (homeotermos) con aves, del que destacan el
el corazón completo, formado buche, una cavidad
almacenadora, y la
por dos aurículas y dos ventrícu- molleja, que sirve para la
los. Los dedos de las extremida- trituración del alimento.
des anteriores están alargados y
dan origen a las alas, mientras
que las extremidades posteriores Pico
sirven para la locomoción en el
suelo. Tienen el cuerpo recubier-
Molleja
to de plumas, carecen de dientes
y poseen en su lugar un pico cór-
neo. Los ojos están en general
muy desarrollados. Los pulmo- Esófago
nes se prolongan por el interior
del cuerpo en forma de sacos aé-
reos. No tienen oído externo, ni Intestino
tampoco tienen genitales exter- Buche
nos. La fecundación es interna, y
Cloaca
se reproducen mediante huevos.
Presentan un psiquismo supe-
rior al de los grupos anteriores, Hígado
cuidan de la puesta y también de
las crías o pollos. Están presentes
en todas las regiones del globo.

199
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SISTEMÁTICA DE LAS AVES

Esta clase está representada actualmente por una única subclase, las neornites u ornituras,
con numerosos órdenes agrupados en varios subórdenes, de los cuales hay dos que engloban
a todas las especies vivientes: las paleognatas y las neognatas.

LAS PALEOGNATAS

Este superorden agrupa a las aves incapaces de volar y sin quilla, como las aves corredoras.
Los órdenes que lo componen son:

Estrucioniformes Casuariformes Apterigiformes

Con dos dedos en Poseen tres dedos Integrados por los
las patas, alcanzan en las patas y alas kiwis*. Tienen cua-
hasta 2 m de altura vestigiales. Llegan tro dedos en las
y 90 kg de peso. hasta 1,5 m de patas y pico largo,
Forman grupos altura. Viven en con aberturas nasa-
numerosos, asocia- Australia y Nueva les en el extremo.
dos a rebaños de Guinea. Compren- Del tamaño de una
mamíferos herbívoros, y los machos den los casuarios* y el emú. gallina, viven en lugares de vegeta-
incuban los huevos. Incluye las ción densa en Nueva Zelanda.
avestruces*.

Reiformes Tinamiformes
Engloban los ñan- Compuestos por las
dúes*, con tres perdices de la
dedos en las patas y pampa*. Se caracte-
hasta 1,2 m de altu- rizan por alas rudi-
ra. Los machos incu- mentarias y una
ban los huevos. For- quilla pequeña, que
man pequeños gru- les permite vuelos
pos, acompañando a mamíferos breves en caso de peligro. Los
herbívoros. Viven en llanuras de machos incuban los huevos. Viven
América del Sur. en América del Sur.
* Ejemplo ilustrado

LAS NEOGNATAS

Son aves voladoras, con la quilla muy desarrollada. Los órdenes que forman este superorden son:

Esfenisciformes Procelariformes Gaviformes

Incluyen los pájaros Comprenden petre- Constituidos por los
bobos o pingüinos*. les, albatros*, par- colimbos*, de pico
Sus alas se han delas y paiños. grande acabado en
transformado en Excelentes volado- punta y patas pal-
aletas y pies palme- res, que poseen pies meadas y cortas.
ados de cuatro palmeados y alas Son buenos bucea-
dedos. Las plumas delgadas y largas. doras y viven por lo
cubren todo el cuerpo y son pareci- Viven en todos los océanos. Los general en el mar.
das a escamas. Viven en la Antárti- albatros sólo se posan en tierra
da y regiones polares. para incubar.

Podicipitiformes Pelicaniformes Ciconiformes

Integrados por Incluyen pelícanos*, Entre ellos se
somormujos* y cormoranes, alca- encuentran cigüe-
zampullines. Tienen traces y rabihorca- ñas, espátulas, fla-
dedos con lóbulos dos. Presentan cua- mencos, garzas*,
membranosos. Son tro dedos unidos marabús, avetoros,
buenas buceadoras mediante membra- íbises. Poseen patas
y viven en aguas nas y una bolsa en y pico largos y, a
dulces. el cuello. Viven en el mar y en veces, pies palmeados. Viven en
aguas dulces. medios acuáticos o en sus proximi-
dades.

200
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CIENCIAS NATURALES

Anseriformes Falconiformes Galliformes

Comprenden patos, Constituidos por Codornices, perdi-
gansos*, ánades, águilas, halcones*, ces, pavos*, galli-
cisnes y barnaclas. milanos, gavilanes, nas, urogallo, fran-
Son de pico ancho buitres y cóndores. colines, faisanes,
y plano, patas De pico curvo y pavos reales y pin-
palmeadas y cola patas con garras tadas se agrupan
corta. Viven en fuertes, son exce- en este orden. Pre-
medios acuáticos o en sus lentes voladoras y planeadoras. sentan patas adaptadas a la mar-
proximidades. Su alimentación es carnívora o cha y poca capacidad de vuelo. Los
necrófaga. pollos son nidífugos.

Gruiformes Caradriformes Columbiformes

Incluyen grullas*, Forman parte de Reúnen palomas*,
fochas, torillos, ras- este orden jacanas, ortegas y gangas.
cones y avutardas. avefrías, chorlitos, De costumbres
Disponen de un agachadizas, correli- terrícolas, suelen
cuello largo y viven mos, cigüeñas, vivir en terrenos
en terrenos despeja- gaviotas*, golondri- despejados. Pueden
dos y en zonas pan- nas de mar y alcas. beber sin levantar
tanosas. Presentes en todo el mundo, viven la cabeza.
en playas, prados y mares costeros.

Cuculiformes Psitaciformes Estrigiformes

Cucos* y aníes com- Compuestos por Búhos, cárabos,
ponen este orden. Se loros, guacamayos*, lechuzas* y
caracterizan por cotorras, periquitos mochuelos integran
tener dos dedos y cacatúas. Poseen este orden, con
hacia delante y dos pico curvo y patas cabeza ancha y ojos
hacia atrás. Algunos prensoras con dos en posición frontal,
son parásitos de dedos hacia delante pico corto, garras y
nidos. y dos hacia atrás. Su colorido es plumaje denso. Son depredadores
brillante. nocturnos.

Caprimulgiformes Apodiformes Coliformes

Incluyen chotaca- Forman parte de Integradas por las
bras* y guácharos. ellos vencejos* y aves ratón*. Presen-
Tienen boca ancha colibríes. Sus alas tan cuatro dedos
rodeada de peque- aparecen afiladas y hacia delante y una
ñas plumas filifor- son excelentes vola- cola larga. Trepan
mes, pico pequeño y dores. Los colibríes con ayuda del pico.
patas muy cortas. son las aves más
Insectívoros nocturnos. pequeñas que pueden realizar
vuelo cernido y hacia atrás.

Trogoniformes Coraciformes Piciformes

Trogones y quetza- Compuestos por Comprenden indica-
les* los constituyen. martínes pescado- dores, tucanes*,
Tienen los dos pri- res*, abejarucos, picos y pájaros car-
meros dedos hacia carracas, abubillas y pinteros. Su pico es
atrás, y el pico y los cálaos. Se caracteri- largo y puntiagudo,
pies cortos. zan por tener el ter- con la lengua pro-
cer dedo fusionado tráctil. Todas son
en su base con el cuarto. General- aves forestales.
mente son tropicales y de plumaje
muy llamativo.

Paseriformes
Horneros, tiranos, gallitos, alondras, calandrias, golondrinas, aviones, bisbitas, lavanderas, alcaudones,
mirlos, chochines, acentores, zorzales, ruiseñores, mosquiteros, papamoscas, carboneros, herrerillos,
agateadores, jilgueros*, escribanos, oropéndolas, verderones, gorriones, estorninos, aves del Paraíso,
cuervos, grajas y urracas forman parte de los paseriformes, que constituyen el orden más numeroso, con
unas 5.000 especies. Los cuatro dedos son independientes y uno está dispuesto hacia atrás. Están bien
dotados para el canto. Sus pollos son nidícolas. * Ejemplo ilustrado

201
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Cerebro Esófago Estómago

Corazón Riñón

Ojo Vejiga urinaria

Boca

Lengua
Ano
Oreja

Colmillo
Tráquea

Trompa Pulmón
Intestino Vulva
delgado

Anatomía interna
de un mamífero
herbívoro no
rumiante, un elefante
Orificio nasal
Diafragma hembra.

MAMÍFEROS
hembras, para alimentar a las crías. El corazón
Tienen el cuerpo cubierto de pelos de origen dér- presenta dos aurículas y dos ventrículos, perfecta-
mico y poseen numerosas glándulas, entre las que mente separados. Son animales homeotermos,
se encuentran las productoras de leche, en las generalmente terrestres, aunque algunos tienen
capacidad de vuelo y
otros han regresado al
Vértebras cervicales medio acuático. Las ex-
tremidades presentan
Vértebras torácicas y lumbares cinco dedos, que a veces
se reducen como adapta-
ción secundaria. El cere-
Coxis
bro está muy desarrolla-
do, y su psiquismo es
muy evolucionado y
complejo. Los sexos es-
tán separados. La fecun-
Húmero
dación es interna, y son
Fémur generalmente vivíparos.

Costillas

Tibia
Radio

Esqueleto de un caballo
con los huesos principales.
Metacarpo
Metatarso

202
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CIENCIAS NATURALES

SISTEMÁTICA DE LOS MAMÍFEROS

Esta clase se divide en dos subclases: los prototerios y los terios.

LOS PROTOTERIOS

Constituyen el grupo más primitivo, son ovíparos y están provistos de un pico córneo. En las hembras, los
conductos de las glándulas mamarias no se reúnen formando un pezón, sino que desembocan directamente
en la piel y, en lugar de vagina y útero, poseen una cloaca. Dentro de esta subclase se incluye el orden:

Monotremas
Comprenden los
ornitorrincos*, de
pico ancho, y los
equidnas, de pico
cónico y con el
cuerpo cubierto de
espinas. Poseen una
cloaca bien desarrollada y ponen
huevos de cáscara flexible.
* Ejemplo ilustrado

LOS TERIOS

Comprenden todos los mamíferos vivíparos, poseedores de dentadura y con los conductos de las
glándulas mamarias reunidos en pezones. Las hembras tienen un útero y una vagina. No obstante, en
algunos grupos existe una cloaca, aunque rudimentaria. Esta clase, dividida en metaterios y euterios,
incluye los siguientes órdenes:

Marsupiales Insectívoros Dermópteros

Comprenden los Lo integran los Incluye sólo los
canguros, las zari- topos, los erizos, lemures voladores o
güeyas, los lobos los tenrecs* y las colugos*. Poseen
marsupiales y los musarañas. Están una membrana
koalas*. Caracterís- provistos de uñas extensible entre las
tica es la bolsa mar- en los dedos y tie- patas y la cola, para
supial con pezones, nen el hocico alar- planear entre los
donde completan el desarrollo las gado. Se alimentan de pequeños árboles, aunque no de realizar un
crías. invertebrados. vuelo activo.

Quirópteros Desdentados Folidotos

Comprenden los Incluyen los osos Incluyen los pango-
murciélagos* y los hormigueros*, de lines*. La ausencia
vampiros. Ambas hocico alargado, los de dientes, la len-
extremidades están armadillos, provis- gua larga y el cuer-
unidas por una tos de una coraza po recubierto de
membrana interdigi- córnea, y los pere- una coraza de esca-
tal, llamada patagio, zosos, que se carac- mas córneas son
que les permite el vuelo. terizan por la lentitud de sus movi- sus principales características.
mientos.

Lagomorfos Roedores Perisodáctilos

Comprenden los Ratas, ratones, Comprenden caba-
conejos y las lie- ardillas, puerco llos, cebras, tapires
bres*. Poseen dos espines, cobayas, y rinocerontes*. Sus
pares de incisivos capibaras y casto- extremidades aca-
de crecimiento con- res*. Tienen un par ban en un número
tinuo en la mandí- de incisivos de cre- impar de dedos que
bula superior y un cimiento continuo finalizan en pezu-
par en la inferior. en la mandíbula superior y otro par ñas.
en la inferior.

203
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Primates Tubulidentados Hiracoideos

Incluyen los simios Comprenden los cer- Lo integran los
y el hombre. Los dos hormigueros*. damanes*. Son
primeros son arbo- Su hocico es largo y pequeños animales
rícolas, con manos tubular, con la len- con cuatro dedos en
en las que el pulgar gua protráctil, y pre- las extremidades
casi siempre es opo- sentan las orejas anteriores y tres en
nible. Presentan un largas. Son insectí- las posteriores.
progresivo desarrollo cerebral y psí- voros.
quico, que en el hombre alcanza
niveles máximos.

Proboscídeos Sirenios Artiodáctilos

Representados por Incluyen las vacas Cerdos, hipopóta-
los elefantes*. marinas, los dugon- mos, vacas, ovejas,
Caracterizados por gos y los manatíes*. camellos, llamas,
su larga trompa y Poseen las extremi- jirafas, renos, cier-
por sus largos col- dades anteriores vos*, etc. Presentan
millos, tienen la piel convertidas en ale- dos o cuatro dedos
gruesa y casi des- tas y carecen de las en cada una de las
provista de pelo. posteriores. Tienen labios en la extremidades, que finalizan en
boca. pezuñas. Son herbívoros.

Cetáceos
Incluyen las ballenas, los ror-
cuales, los cachalotes, los delfi-
nes*, las marsopas, las orcas y
los narvales.
Adaptados a la vida acuática,
tienen las extremidades anterio-
res transformadas en aletas y
carecen de las posteriores. El cuerpo finaliza en
una aleta horizontal. Pueden tener dientes o no.
Carnívoros
Lobos, perros, zorros, osos,
mapaches, armiños, nutrias,
tejones, coyotes, hienas, man-
gostas, pumas, linces, tigres*,
leones, leopardos, focas, leones
marinos y morsas. Disponen de
dientes puntiagudos, con los
caninos largos. Se alimentan por lo general de
presas vivas y algunos son acuáticos.

* Ejemplo ilustrado

204
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

ECOLOGÍA
LA BIOSFERA
Con este nombre se designa la parte del planeta ocupada por los seres vivos. Pero el
término tiene un sentido más amplio, pues no se reduce a delimitar una porción física de la
Tierra, sino que hace referencia a todo el conjunto de organismos que pueblan el medio y
que, en mayor o menor medida, lo modifican o incluso lo transforman, alterando sus
características o dando lugar a la aparición de otras nuevas.
La biosfera constituye, así considerada, un sistema organizado, con un suministro y
consumo de energía y de materia, y en el que tienen lugar reacciones químicas, se
establecen relaciones de dependencia mutua entre los organismos y su medio, etc.

LOS FACTORES AMBIENTALES acción sobre la corteza. Por un lado, era un pode-
roso disolvente (enriqueciéndose él mismo con
Los factores ambientales comprenden todos sales) y, por otro lado, actuaba como un poderoso
aquellos componentes físicos o químicos que, si- agente erosivo que modificaba el relieve.
guiendo las leyes de la física y de la química, ac- El agua continúa siendo un factor primordial de
túan sobre el medio y, en consecuencia, también la biosfera, y su presencia o ausencia determinan
sobre los organismos que lo pueblan. la aparición y abundancia de las formas de vida.
Todos esos factores actuaron, en los orígenes de Es, además, un componente esencial de todo ser
la vida, de un modo distinto al actual, pues en la vivo, formando parte importante del citoplasma
medida en que su acción creaba un nuevo medio de las células.
con seres vivos, la actividad de éstos
lo iba modificando, haciendo surgir
a su vez nuevos factores y elementos.
El agua
El agua es el resultado de la reacción
del oxígeno con el hidrógeno. Hasta
que no apareció en la Tierra y se
acumuló en cantidades mínimas, no
fue posible la existencia de la vida
que conocemos. Al principio surgió
en forma de nubes, mezclada con
otros componentes, en una atmós-
fera totalmente distinta a la actual
(carente de oxígeno), hasta que fue
llegando a la superficie de la corteza
terrestre, y formando pequeños
charcos o depósitos.
Estas acumulaciones, así como las
Los humedales constituyen un hábitat de extraordinaria importancia
producidas por la propia actividad para todos los seres vivos, pues engloban numerosos ecosistemas
volcánica, acabaron por crear un distintos. La gran cantidad de alimento que en ellos se encuentra
medio inédito que ejercía una doble atrae a infinidad de aves, tanto residentes como migradoras.

205
 Menú
Por otro lado, el agua experimenta un doble ci-
clo. Uno en la corteza terrestre, evaporándose en
algunos lugares, condensándose en forma de nu-
bes que el viento arrastra, y finalmente precipi-
tando en forma de lluvia o nieve en otros lugares,
tras lo cual una parte se infiltra por el subsuelo y
otra fluye por la superficie. El resultado son los
ríos y las aguas subterráneas, así como toda una
serie de humedales que salpican la superficie del
planeta.
El segundo ciclo pasa a través de los seres vivos,
principalmente las plantas. Éstas la absorben del
suelo a través de las raíces, la transportan por los
vasos, en forma de savia, hasta las hojas, y allí eli-
minan una parte, que de nuevo pasa al aire a tra-
vés de los estomas. En los animales sucede algo
análogo, aunque en menor cuantía.
La energía electromagnética
Constituye el motor de todas las reacciones meta-
bólicas de los seres vivos, aunque pueda adoptar
las formas más diversas. Su presencia fue deter-
Energía solar
Los pájaros comen
gusanos
Los gusanos se
comen las hojas
Los hongos
descomponen las
hojas en humus
206
i SALIR
minante para que apareciera la vida, si bien las
condiciones iniciales fueron muy distintas a
las actuales.
La energía electromagnética procedente del es-
pacio, principalmente del Sol, se presenta en di-
versas longitudes de onda, pero de un modo glo-
bal, y en lo que respecta a la vida en el planeta,
puede clasificarse en tres grandes apartados. En
uno se incluyen aquellas radiaciones con poder
mutacional, y que pueden resultar perjudiciales
ya que destruyen los enlaces químicos, provocan-
do la muerte del organismo. Entre éstas se en-
cuentran los rayos cósmicos y la radiación ultra-
violeta (aunque los organismos se han dotado de
mecanismos protectores, no siempre pueden evi-
tar sus efectos).
Los árboles, como los restantes vegetales, son el
elemento de unión entre la parte inanimada del
ecosistema, su componente geológico, y la parte
animada, los seres vivos. El dibujo lo muestra de
forma simplificada.
Los pájaros son presas
de las rapaces
Detalle de la raíz
que muestra el
ápice y los pelos
Las bacterias
descomponen los
nutrientes
 Menú
Otro grupo incluye la radiación térmica que ca-
lienta la corteza terrestre y la atmósfera. Un tercer
grupo sería el de aquellas radiaciones que deno-
minamos en conjunto luz visible, y cuya impor-
tancia radica en que las plantas pueden absorberla
y utilizarla para sus reacciones químicas (fotosín-
tesis), permitiendo así la fabricación de materia
orgánica a partir de componentes inorgánicos.
La atmósfera
Es un factor ambiental que en su composición ac-
tual es de origen biológico, pues surgió como
consecuencia de la actividad de los seres vivos. La
atmósfera actual contiene casi el 78 % de nitróge-
no, el 20 % de oxígeno y el resto entre anhídrido
carbónico, otros gases y diversos componentes en
cantidades mínimas. Pero, en el pasado, cuando
surgió como resultado principalmente de la acti-
vidad volcánica, en forma de una capa de gases
que rodeaba el planeta, su contenido en oxígeno
era mínimo.
Los primeros organismos vivientes produjeron
oxígeno como residuo de su actividad, y éste fue
acumulándose hasta alcanzar un porcentaje que
permitió la existencia de organismos aerobios. A
partir de ese momento, el proceso se aceleró y las
consecuencias fueron muy importantes, no sólo
para la vida. La nueva atmósfera adquiría un
poder oxidante que transformó muchos de los
elementos de la corteza, actuando así como un
agente modificante que participaba en el proceso
erosivo.
El suelo
El suelo es un factor ambiental importante, tam-
bién producto de la actividad biológica. Surgió y
sigue generándose, por un lado, como conse-
cuencia de las transformaciones que la roca ma-
dre va experimentando a causa de la erosión y,
por otro lado, de las reacciones químicas y accio-
nes mecánicas que ejercen todo tipo de organis-
mos, pero sobre todo los vegetales.
A partir del instante en que, por el motivo que
fuere, por ejemplo, el nacimiento de una isla vol-
cánica, la corteza inalterada queda expuesta al
descubierto, los agentes físicos de la atmósfera y
el agua comienzan una labor mecánica que va
desmenuzando poco a poco su superficie. Se for-
man entonces partículas de menores dimensiones
(granos de arena, gravas, etc.).
Luego, cuando un ser vivo se asienta en ellas,
por ejemplo, unos líquenes, tiene lugar un cam-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Los hongos participan en la transformación de la
masa de residuos orgánicos del suelo en elementos
minerales utilizables para las plantas en la
fotosíntesis, haciéndole así fértil.
bio verdaderamente importante, que consiste en
el progresivo enriquecimiento del suelo en mate-
ria orgánica, la cual irá permitiendo de modo gra-
dual la aparición de nuevos organismos, que a su
vez contribuirán también a crear y hacer madurar
el suelo.
El suelo lleva disueltos todos los componentes
que los vegetales necesitan para sintetizar materia
orgánica con ayuda del agua y de la luz. La fauna
y flora del suelo son componentes esenciales del
ecosistema, sobre todo las formas microscópicas,
y forman una cadena imprescindible para la exis-
tencia de las formas de vida superior.
El clima
El clima puede definirse como las condiciones
medias de la atmósfera que caracterizan una de-
terminada zona del planeta. Al ser un concepto
estadístico admite variaciones, que según el tipo
de clima serán más o menos acentuadas. Por eso,
las condiciones atmosféricas en un momento
dado (lo que llamanos comúnmente «el tiempo»
atmosférico) pueden ser muy distintas a las pro-
pias del clima del lugar, pero no por ello dejan de
constituir un elemento climatológico.
El clima depende de varios factores: cantidad
de radiación luminosa, temperatura, humedad
del aire, viento, forma y cantidad de las precipita-
ciones, etc., estando todos estos elementos ínti-
mamente relacionados entre sí. Además, hay tam-
207
 Menú i SALIR

bién factores de origen biológico que pueden mo- tos erosivos del viento. Los organismos se adap-
dificar estos parámetros. Así, por ejemplo, la exis- tan al clima de las distintas regiones del planeta, y
tencia de amplias áreas boscosas incrementa la la evolución ha ido creando especies propias de
cantidad de las precipitaciones y reduce los efec- cada uno de ellos.

LOS CICLOS DE LA MATERIA

La biosfera es un ente dinámico, sometido a cambios permanentes, tanto en sus
componentes abióticos como en los de origen biológico. Pero, mientras que las
modificaciones debidas a los procesos geológicos del planeta siguen un curso que a nuestra
escala resulta tremendamente lento, los cambios que tienen lugar en los seres vivos se
producen a intervalos mucho más reducidos. El ciclo vital de todo organismo supone un
aporte de materia y energía constante, y esto hace que tanto una como otra, que proceden
en última instancia del medio físico, realicen por el interior de los organismos un recorrido
cíclico, que les lleva a pasar por distintos estadios antes de volver al medio, donde pueden
reincorporarse al ritmo geológico o bien volver a formar parte de nuevo de los ciclos
biológicos.

CICLO DEL CARBONO observa un aumento de este compuesto a conse-

cuencia de la actividad humana (principalmente
El carbono se encuentra principalmente en la el uso de combustibles no renovables), lo que
atmósfera en forma de dióxido de carbono, pro- constituye un factor distorsionador importante
cedente en parte de la actividad geológica y del del ciclo normal.
vulcanismo, aunque se origina también por la ac- Las plantas absorben carbono del aire y por me-
tividad de los seres vivos. En los últimos años, se dio de la fotosíntesis transforman un elevado por-
centaje del mismo en materia
orgánica. Una parte se incor-
pora al suelo (de donde pasará
de nuevo a la atmósfera) con
Animales los residuos vegetales, pero
otra se convierte en materia or-
Respiración gánica animal, ya que los ani-
Glúcidos males se nutren de plantas.
Con la respiración, también
los animales expulsan anhídri-
do carbónico a la atmósfera.
Descomposición CO2 atmosférico Plantas Por último, sus restos devuel-
ven el carbono al suelo.
Glúcidos, lípidos
y prótidos

CICLO DEL OXÍGENO

Vulc

Suelo y
agua La circulación de este elemen-
ani

to por la biosfera se debe prin-

sm
o

cipalmente a la presencia de

Depósitos (carbón, Vías de paso del carbono entre los

petróleo, etc.) distintos eslabones del ecosistema
terrestre.

208
 Menú
Citoplasma
Plantas ➙ animales
Síntesis de N2 ➙ NH3
proteínas
Bacterias
Bacterias descomponedoras
fijadoras
Nitratos N2 atmosférico
Aves, peces,
fitoplancton
Bacterias
desnitrificantes
Sedimentos NO2
NO2 ➙NO3
Nitritos
Rocas
los seres vivos, pero sobre todo a los organismos
fotosintéticos. La oxidación de la corteza y la acti-
vidad volcánica aportan cantidades adicionales de
oxígeno, pero en un porcentaje muy reducido so-
bre el total existente.
Cuando los vegetales respiran, consumen anhí-
drido carbónico y desprenden oxígeno como resi-
duo. Aunque durante la noche el proceso se in-
vierte, el saldo global es netamente favorable al
oxígeno, que va a parar a la atmósfera. Los anima-
les, por el contrario, son consumidores de oxíge-
no y productores de anhídrido carbónico, pero al
ser su masa total inferior a la de los vegetales
(ocupan un escalón superior en la pirámide trófi-
ca), el balance se inclina también a favor de la
producción de oxígeno.
CICLO DEL NITRÓGENO
El nitrógeno es el elemento más abundante en la
atmósfera, pero ni las plantas ni los animales pue-
den utilizarlo directamente. Esa función la reali-
zan unas bacterias especiales, las nitrificantes,
que se encuentran en el suelo y que muchas veces
viven en simbiosis con determinadas plantas (por
ejemplo, las leguminosas).
El ciclo del nitrógeno se inicia en ese punto: las
bacterias absorben el nitrógeno atmosférico y lo
transforman en compuestos nitrogenados; las
plantas lo absorben entonces a través de las raíces,
y lo usan en sus procesos de síntesis; la materia
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
El nitrógeno sigue una serie más
compleja de transformaciones,
convirtiéndose, gracias a las bacterias
y al vulcanismo, en compuestos
distintos en cada una de las etapas.
Ex
cr
ec
ión
NH3
Vulcanismo
orgánica que fabrican pasa en parte a los animales
fitófagos y, de éstos, a los carnívoros. En todo el
ciclo se producen residuos y restos de los organis-
mos muertos, con lo que el nitrógeno vuelve al
suelo. Este proceso resulta especialmente observa-
ble en los excrementos de algunas aves (guane-
ras), que al acumularse forman enormes depósitos
de compuestos nitrogenados (nitratos) que pue-
den utilizarse como abono para las plantas.
CICLO DEL FÓSFORO
Este elemento se encuentra distribuido en por-
centaje variable por toda la corteza terrestre, y los
organismos vivos lo precisan, aunque sea en pe-
queñas cantidades, para un proceso tan esencial
como la síntesis de las proteínas, así como tam-
bién para las reacciones energéticas, en las que el
fósforo participa en forma de compuestos inter-
medios.
El ciclo del fósforo es análogo a los otros ya des-
critos, si bien este elemento únicamente pasa por
los medios terrestre y acuático, ya que su presen-
cia en la atmósfera es prácticamente nula. Las
plantas, una vez más, son las encargadas de fijar-
lo en sus tejidos, y de este modo puede pasar a los
animales y otros organismos heterótrofos, en los
que también se incorporará. Como eslabón de la
cadena deben considerarse las bacterias descom-
ponedoras, que devuelven al suelo el fósforo acu-
mulado en los seres vivos.
209
 Menú i SALIR

El fósforo es otro de los

Citoplasma
orgánico elementos esenciales para
la vida y su ciclo no es
Plantas Animales cerrado sino que una parte
importante del fósforo
Bacterias
queda fuera, en forma de
del suelo sedimentos y de depósitos
minerales, inaccesible para
Excrementos
los organismos vivos.
Rocas
Residuos
Plantas (esqueleto, etc.)
Guano
Bacterias
Vulcanismo
Erosión

Aves marinas,
peces, fitoplancton
Fosfatos
del suelo

Depósitos de
fosfatos marinos

Sedimentos

PRINCIPALES MEDIOS
DE LA BIOSFERA
Podemos considerar como medio cualquier entorno en el que un ser vivo pueda
desenvolverse. Así, pues, un medio podrá ser cualquier lugar donde se den condiciones
aptas para la vida. Su diversidad, por consiguiente, es enorme. Son medios, lugares tan
diversos como las fuentes termales, los glaciares o incluso, para un parásito, los glóbulos
rojos de un mamífero. No obstante, todo este conjunto de entornos puede reducirse a los
tres grandes medios que constituyen el planeta, es decir, el medio terrestre, el medio
acuático y el medio aéreo o atmosférico.
Cada uno de ellos reúne unas condiciones especiales que han determinado de modo
decisivo la dirección marcada por los factores evolutivos, dando lugar a organismos muy
característicos en cada caso.

EL MEDIO ACUÁTICO

El medio acuático fue, al parecer, el primero donde

la vida apareció, y posee unas características físicas
La densidad y la y químicas que le hacen distinto a los otros dos en
presión del agua un aspecto fundamental: en cierto sentido, se conti-
han modelado de núa en los propios organismos, es decir, aunque su
forma diferente a composición sea hoy diferente a la del medio inter-
cada uno de los
componentes del no de los seres vivos, una pequeña porción suya,
zooplancton delimitada por una membrana, fue lo que hizo po-
marino. sible la aparición de una unidad de vida, esto es,

210
 Menú
una célula. En mayor o menor grado, la composi-
ción interna de cualquier organismo recuerda a la
que originalmente debió tener el medio acuático en
aquellas charcas costeras de hace unos 3.500 millo-
nes de años, donde se formaron los primeros com-
puestos orgánicos antecesores de la vida.
Las condiciones del medio acuático
La densidad del agua tiene un doble efecto sobre
un organismo. Por un lado, lo sujeta y, por otro,
en cambio, dificulta sus movimientos. Esto ha
modelado a los organismos acuáticos conforme a
una pauta general que, aunque con excepciones,
se da en todos los grupos.
Los organismos muy pequeños flotan gracias a
expansiones laterales que dificultan su hundimien-
to y a la presencia de partículas de grasa o peque-
ñas cantidades de aire en sus cuerpos. Además, su
densidad es sólo un poco superior a la del agua.
Los organismos macroscópicos, en cambio, se
mantienen en el agua gracias a movimientos acti-
vos de su musculatura. Para desplazarse utilizan en
general aletas, ya sean invertebrados o vertebrados,
y su cuerpo adopta una forma (hidrodinámica) que
reduce al mínimo la resistencia del medio.
Otro factor muy importante es la cantidad de
sales disueltas en el agua, ya que según que el me-
dio sea hipertónico o hipotónico, la célula requie-
re unos u otros mecanismos para mantener cons-
tante su interior sin desecarse ni llenarse de agua,
pues ambas cosas provocarían su muerte. Por eso,
deben distinguirse fundamentalmente dos me-
dios acuáticos, el marino, con un elevado porcen-
taje de sales disueltas, y el dulceacuícola, con
muy pocas sales. Entre ambos existen algunos de
tipo intermedio, como las aguas salobres de las
marismas y otros.
La evolución ha creado formas distintas para
cada uno de estos entornos. Además, son diferen-
tes las dimensiones físicas de cada uno de ellos.
La presión, por ejemplo, es un factor decisivo en
los animales marinos, pero apenas tiene impor-
tancia en ríos o lagos someros. La profundidad es
también determinante, puesto que permite que
la luz pueda penetrar o no, y en consecuencia, la
presencia o no de plantas.
EL MEDIO TERRESTRE
Las condiciones ambientales son mucho más ex-
tremas sobre tierra firme que en el agua: los cam-
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
Algunos moluscos
han abandonado el
medio acuático y han
colonizado la tierra
firme. Para ello, como
sucede con los
caracoles terrestres, se
han dotado de una
especie de pulmón
que les ha permitido
respirar aire
atmosférico.
bios de temperatura son más acentuados, es ma-
yor la incidencia de radiaciones, para los despla-
zamientos se necesita emplear una mayor fuerza
muscular, y así sucesivamente.
Los organismos autótrofos, las plantas, se man-
tienen fijos al suelo y de él obtienen sus nutrien-
tes, así que su principal interés radica en adoptar
una forma que les sujete bien al sustrato y les per-
mita recibir toda la luz que necesitan.
Los animales, que han de buscar activamente el
alimento, han tenido que desarrollar mecanismos
de desplazamiento activo que, en general, han
adoptado el aspecto de patas. La acción mecánica
de palanca de estos apéndices eleva el cuerpo del
animal sobre el suelo y le impulsa. Es el método
elegido por la mayoría de los artrópodos y verte-
brados, que son los grupos de mayor éxito evolu-
tivo en tierra firme. Otros, como los gusanos o los
moluscos, optaron por un desplazamiento rep-
tante por medio de la presión ejercida por el cuer-
po, y esto ha limitado su presencia a la capa in-
mediata del suelo.
Dentro del medio terrestre, es necesario distin-
guir entre el que se encuentra por encima de la
superficie del suelo (epigeo), en contacto directo
con la luz y el aire, y el que discurre por debajo
(hipogeo), donde las condiciones son mucho más
uniformes. La forma de los animales subterrá-
neos, muy similar en todos ellos, es buena prueba
de esta mayor uniformidad de las condiciones
bajo tierra.
Para los organismos vegetales, incapaces de
desplazarse si las condiciones empeoran, el factor
altitudinal desempeña un gran papel. La dismi-
nución de la temperatura y el aumento de la ra-
diación, a medida que aumenta la altura sobre el
nivel del mar, son dos factores que limitan el de-
211
 Menú i SALIR

sarrollo de ciertas formas vegetales. Esto es lo que
ha dado lugar al fenómeno de la zonación altitu-
dinal, es decir, la aparición de los pisos de vegeta-
ción que se observa en las montañas.
EL MEDIO AÉREO
Es un medio que debe considerarse de paso para
la mayoría de los organismos, pues salvo algunos
planctónicos, los restantes sólo lo utilizan en sus
desplazamientos. Su principal ventaja radica en la
posibilidad de soslayar los obstáculos que presen-
ta el medio terrestre para el desplazamiento o la
dispersión de un organismo. Las plantas recurren
a menudo al viento para llevar sus esporas o sus
semillas a lugares lejanos y de este modo ampliar
el área de dispersión. Muchos animales pueden
acceder a través del aire a zonas a las que los acci-
dentes orográficos impiden llegar por tierra firme,
o bien cruzar obstáculos de la naturaleza de los
brazos de mar o incluso los océanos. De esta ma-
nera ha sido posible ocupar las islas oceánicas.
El medio aéreo impone como condición física
reducir al máximo posible el peso del organismo,
aumentar las superficies de sustentación y desa-
rrollar algún medio de propulsión. Las alas han
sido la solución universal. Las semillas de muchas
plantas disponen de expansiones laterales que fa-
cilitan su desplazamiento a través del aire, ade-
más de su reducido peso; otras poseen estructu-
ras análogas, en forma de pelos o filamentos. Su
desplazamiento es siempre pasivo.
Los animales se han dotado de alas, que en los
invertebrados son expansiones laminares del
cuerpo movidas por músculos, y en los vertebra-
dos, membranas de las extremidades anteriores.
En las aves, las alas están recubiertas de plumas,
lo que mejora sus propiedades aerodinámicas, y
en los restantes grupos (por ejemplo, los murcié-
lagos) se han ampliado para abarcar también las
extremidades posteriores.

Una de las especies que mejor

dominan el medio aéreo es el
albatros viajero, que sólo se posa
en tierra durante la época de la
reproducción.

EL ECOSISTEMA
Así como el conjunto del Sol y sus planetas forman un sistema, la Tierra misma forma otro
sistema, y cualquier organismo es un sistema organizado, dentro del planeta.
También lo que conocemos como biosfera es a su vez un sistema, en el que participan
elementos inanimados y seres vivos. A este sistema lo llamamos ecosistema, y aunque
mantiene una cierta relación con el exterior, podemos considerarlo cerrado, puesto que esa
relación se limita prácticamente a recibir energía del Sol. Apenas hay componentes
inanimados que salgan al espacio y, desde luego, ninguno de los seres que lo pueblan
(prescindiendo, en los últimos tiempos, de los astronautas que parten en las naves
espaciales) puede sobrevivir fuera de los límites marcados por la biosfera.

LAS UNIDADES DEL ECOSISTEMA nismos vivos (biocenosis), y el medio en que es-
tos organismos viven (biotopo). Pero no se trata
Definimos nuestro ecosistema como una unidad de una única unidad, sino que puede dividirse a
formada por dos componentes: una serie de orga- su vez en infinidad de unidades menores, a medi-

212
 Menú i SALIR
CIENCIAS NATURALES

Necrófagos
da que se delimitan las condiciones. Así,
el ecosistema terrestre alberga, por ejem-
plo, el bosque, la pradera, el desierto, etc.,
cada uno de los cuales comprende otros
ecosistemas más concretos, como pueden
ser el bosque de coníferas o el bosque de
caducifolios, y dentro de éstos, la zona ba-
sal (el sotobosque) o las copas de los árbo- Superpredadores
les. Pero, más aún, incluso la pequeña
cantidad de agua de lluvia que queda en el
hueco de un árbol constituye un ecosiste-
ma particular.
Otro concepto importante es el de hábi-
tat. Se define como el conjunto de bioto-
pos en que una determinada especie pue-
de vivir. Además, la porción de ese hábitat
ocupada por cada especie constituye lo
que se denomina nicho ecológico. Así, en
el ecosistema del bosque los árboles son el Predadores

hábitat de numerosas especies de aves, y

el nicho de unas especies serán las partes
bajas del tronco, y el de otras la zonas al-
tas, por lo que ambas pueden ocupar un
mismo hábitat sin interferirse.
Se llama población a un conjunto de in-
dividuos de una misma especie con capa-
cidad de reproducirse y que ocupan un
espacio determinado. Esta unidad se com- Fitófagos
plementa con el concepto de comunidad,
que es el conjunto de poblaciones de dis-
tintas especies que viven en la misma
zona. Así, en el bosque existe, por ejem-
plo, una población de búhos y otra de ra-
tones, además de muchas otras (águilas,
martas, escarabajos, etc.). Pues bien, el
conjunto de búhos y ratones formarán
una comunidad de vertebrados dentro del
bosque.
Productores primarios

LA ORGANIZACIÓN
DEL ECOSISTEMA

El ecosistema no es una entidad estática,

sino que se ve sometido a constantes
cambios. Algunos de estos cambios son
temporales, y tienen lugar de un modo
cíclico. En estos casos se habla de una su-
cesión, es decir, de la sustitución de unos
elementos del ecosistema por otros en el curso del La pirámide ecológica resume visualmente la
tiempo. Un ejemplo es el proceso de colonización relación trófica entre los distintos componentes del
de una determinada zona por formas vegetales ecosistema.

213
 Menú
cada vez más complejas: tras los primeros coloni-
zadores (líquenes, musgos), aparecen las hierbas,
después los arbustos y, por último los árboles,
siempre que las condiciones del medio permitan
el desarrollo de cada una de estas formas. Cuando
la evolución se ha completado, se alcanza un esta-
dio de equilibrio llamado climax, en el que los
cambios tienen lugar entre los individuos de cada
nivel (árboles nuevos sustituyen a los viejos).
Otro tipo de cambios, pero a menor escala, son
las fluctuaciones, que son los cambios periódicos
experimentados por una determinada población,
por ejemplo, la de roedores en el bosque, en ci-
clos de cinco o seis años; y los ritmos, que tienen
lugar a una escala mucho menor, como, por
ejemplo, el ritmo diario entre el día y la noche,
que hace que unas especies entren en actividad
cuando luce el sol, y otras lo hagan tras la puesta
(esto se observa sobre todo en el plancton).
Pero el ecosistema también se organiza espacial-
mente, ocupando distintas zonas. Un ejemplo lo
ofrece la distribución del plancton marino a dis-
tintas profundidades, cada una de ellas caracterís-
tica de una determinada especie, como otro lo se-
rían los pisos de vegetación que se observan en
las montañas. Las condiciones particulares del
medio pueden crear distribuciones muy singula-
res. Así, la aparición de una roca grande en un
medio herbáceo da lugar a una discontinuidad de
ese ecosistema, y a la aparición de otros de meno-
res dimensiones en su interior.
Cadenas y pirámides tróficas
Una manera de ver con claridad cómo se organiza
un ecosistema es considerar el aspecto trófico,
esencial para cada organismo.
Los vegetales son los únicos seres vivos capaces
de transformar la energía solar, el agua y los mi-
nerales en materia orgánica. Así, pues, constitui-
rán el primer eslabón de una cadena trófica. De
ellos se alimentan los heterótrofos, unos directa-
mente de los vegetales, que son los fitófagos (por
ejemplo, un ciervo), mientras que otros aprove-
chando la materia orgánica más elaborada que ha
producido el fitófago, que son los carnívoros
(por ejemplo, el lobo). El organismo que se ali-
menta de los restos de todos estos otros organis-
mos cuando mueren, es decir, el descomponedor
de sus restos (una bacteria), es el último eslabón
214
i SALIR
da la cadena. Pero éste, en cierto sentido, es tam-
bién el primer eslabón, puesto que devuelve al
medio los minerales originales que el vegetal ab-
sorbió.
Reuniendo todas las poblaciones de organismos
y organizándolas por su tipo de alimentación, se
obtiene una pirámide cuya base la ocupan los ve-
getales, en el primer piso (más reducido) se en-
cuentran los fitófagos, el segundo piso (mucho
menor), los predadores, y en el último (muy pe-
queño) los superpredadores y descomponedores.
Es la que se llama pirámide ecológica.
La producción
Este término nos sirve para cuantificar el uso que
hacen los seres vivos de la materia y la energía, así
que es muy importante para poder caracterizar
un ecosistema.
Del total de energía solar que llega a la superfi-
cie del planeta, los vegetales utilizan el 1 % para
la fotosíntesis. Con esta energía fabrican toda la
materia orgánica vegetal de sus tejidos y órganos.
Esto es lo que se llama producción primaria, que
depende de factores tales como la temperatura
ambiente (si es baja, no hay fotosíntesis), la canti-
dad de clorofila disponible, la cantidad de luz
(por debajo de un mínimo no se inicia el proceso)
y los nutrientes que existen en el medio.
La producción bruta es el total de materia orgá-
nica producida, mientras que la producción neta
es la cantidad que queda disponible, después de
restar la que el organismo ha utilizado para su
propia existencia. Se llama entonces productivi-
dad a la cantidad de energía que almacena el or-
ganismo durante un determinado período.
La cantidad de materia orgánica que queda dis-
ponible, es decir, la producción neta, sirve para
que el proceso siga el mismo curso pero con los
consumidores primarios, los fitófagos. En este
caso, la producción recibirá el nombre de pro-
ducción secundaria. Lo mismo que en el caso an-
terior, sólo una parte de la materia y la energía
consumidas quedarán disponibles para otros or-
ganismos (los consumidores secundarios, o sea,
los predadores). De este modo, cada escalón que
se asciende en la pirámide trófica supone una me-
nor cantidad de materia y energía disponibles, y
por eso la población correspondiente será mucho
menor.
 Menú
GLOSARIO
adaptación Proceso por el que un organismo
realiza modificaciones estructurales, bioquímicas
o de otro tipo, para satisfacer las condiciones del
medio y poder sobrevivir.
ADN o ácido desoxirribonucleico Ácido nuclei-
co que almacena la información genética y que
forma parte de los cromosomas.
aeróbico Se dice de cualquier proceso u orga-
nismo que precisan oxígeno para poder tener lu-
gar o poder sobrevivir.
alelo Cada una de las formas alternas que pue-
de presentar el gen de un carácter.
anaeróbico Se dice de cualquier proceso u or-
ganismo que no necesitan oxígeno para tener lu-
gar o para sobrevivir.
arquénteron Cavidad central de la gástrula.
asco Cada uno de los recipientes que contienen
las esporas de los hongos ascomicetes.
axón Prolongación de la célula nerviosa, que
conduce los impulsos nerviosos.
bacteriófago Virus que ataca y destruye bacte-
rias.
basidio Cada uno de los recipientes en forma
de bastoncillo que contiene las esporas de los
hongos basidiomicetes.
bioma Comunidad de plantas y animales que
caracterizan una determinada región del planeta,
como el bosque de coníferas.
biomasa Cantidad total de materia orgánica
viva que hay en una población de organismos.
catalizador Sustancia que modifica la veloci-
dad de una reacción sin participar en ella.
celoma Cavidad principal del cuerpo revestida
de epitelio de origen mesodérmico, que poseen
muchos animales.
cigoto Célula formada por la fusión de dos ga-
metos.
cloaca Porción final del tubo digestivo de mu-
cho animales en la que desembocan también los
conductos urinarios y reproductores.
i SALIR
CIENCIAS NATURALES
codón Conjunto de tres bases que codifican un
aminoácido.
comensalismo Relación entre dos especies en
la que cada una obtiene beneficio sin causar per-
juicios a la otra.
desnitrificación Conversión de los nitratos en
nitrógeno libre.
diferenciación Cambio en las estructuras y
funciones de una célula para especializarse en un
determinado sentido.
enzima Catalizador de los seres vivos.
especiación Proceso de formación de una es-
pecie.
espiráculo Abertura de la tráquea de los insec-
tos o de la primera hendidura branquial de algu-
nos peces.
fenotipo Aspecto externo que presenta un indi-
viduo, resultado de la acción del medio sobre su
genotipo.
fitófago Animal que se alimenta de materia ve-
getal.
fotoperiodicidad Respuesta de un organismo a
los cambios de iluminación del medio.
gameto Célula reproductora.
genoma Juego completo de genes de un indivi-
duo.
genotipo Caracteres determinados por los ge-
nes de un individuo.
gónada Cualquier órgano productor de gametos.
herbívoro Animal que come hierba. Término
usado a veces como sinónimo de fitófago.
homeostasis Mantenimiento del equilibrio
interno.
inmunoglobulina Proteína que actúa como an-
ticuerpo.
larva Fase juvenil de muchos animales, que se
transforma en el adulto tras experimentar una
metamorfosis.
médula Se dice en general de la porción interna
de un órgano.
215
 Menú
metabolito Cualquier sustancia usada o produ-
cida en el curso del metabolismo.
mutualismo Asociación entre dos especies ani-
males para beneficio mutuo.
néctar Solución azucarada producida por las
plantas.
orgánulo Cualquiera de las estructuras especia-
lizadas del interior de una célula.
patógeno Se dice de cualquier organismo cau-
sante de enfermedad.
plasmodio Estructura resultante de la fusión de
varias células, polinucleada y con capacidad
de movimiento.
216
i SALIR
radiación adaptativa Formación de distintas
especies a partir de una antecesora, como res-
puesta a las distintas condiciones del medio.
rizoma Tallo subterráneo.
sésil Animal fijo al sustrato. Órgano vegetal sin
pie.
taxón Grupo de cualquier clasificación científica.
toxina Metabolito de un organismo que es
venenoso para otro.
umbral Intensidad mínima de un estímulo
necesaria para que se produzca una respuesta.
virión Partícula completa de un virus, formada
por el material genético y la cubierta.