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BOGOTÁ, D.C.
2014
“NACHO” NO LEE NI ESCRIBE,
Voces de una Experiencia
BOGOTÁ, D.C.
2014
Nota de Aceptación
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Jurado
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Jurado
Igualmente, agradezco a mi familia por sentir suyo este logro. A la señora Esperanza
Gómez, secretaria de la Maestría, que tantas veces –y haciendo honor a su nombre– “me
volvió el alma al cuerpo” con los plazos impensables para pagar los semestres. A Jorge
Orlando Amaya, por haberme entusiasmado con esta Maestría y por brindarme su apoyo
incondicional desde el primer día. Y cómo no agradecer a ese puñado de jóvenes que con
humildad y solidaridad se hicieron carne en “Nacho”, pero –sobre todo- porque sin ellos
este proyecto no habría tenido lugar.
ASPECTOS FORMALES:
TIPO DE DOCUMENTO Trabajo de Grado: Investigación
TIPO DE IMPRESIÓN Computador
ACCESO AL DOCUMENTO Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Centro de
documentos. Sede Posgrados.
Número topográfico MPLM 2014
TÍTULO “NACHO” NO LEE NI ESCRIBE,
Voces de una experiencia.
AUTOR JESÚS ÉIDER HENAO CARDONA
DIRECTOR Mgs. SANDRA PATRICIA QUITIÁN BERNAL
ASPECTOS DE INVESTIGACIÓN
PALABRAS CLAVES Enseñanza de la lectura, aprendizaje de la lectura, enseñanza de la
escritura, aprendizaje de la escritura, papel de la familia, papel de la
escuela, papel del docente, relación docente-estudiante, influencia del
contexto.
DESCRIPCIÓN Este informe presenta un análisis sobre la problemática que afronta un
grupo de estudiantes del municipio de Chía, Cundinamarca, que ha repetido
un mismo grado durante varios años. Por ello el objetivo es evidenciar, a
través de historias de vida y del análisis de datos, de qué manera algunos
factores pedagógicos y psicosociales implicados en la enseñanza de la
lengua escrita han incidido en el fracaso escolar de estos niños y jóvenes.
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
8
“Pág.”
3.5. Leer y escribir, más que decodificar y codificar 31
Y YA PARA CONCLUIR 58
REFERENCIAS 63
LISTA DE ANEXOS 69
ANEXOS 70
9
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
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repetido reiteradamente un mismo grado. Algunos de ellos han sido excluidos de
otras instituciones por esta situación y/o por sus dificultades de convivencia. Sus
historias de vida están inmersas en contextos de maltrato intrafamiliar, dificultades
económicas y consumo de alcohol y otras drogas.
El interés por este estudio investigativo nació y se hizo fuerte a medida que se fue
teniendo la certidumbre de que la lectura y la escritura son las actividades
discursivas que más deben enfatizarse a lo largo de la vida escolar, porque no
sólo garantizan una mejor comunicación sino que permiten la apropiación de los
conocimientos y los hacen perdurar, a la vez que fortalecen la imaginación y la
creatividad; además, favorecen el reconocimiento personal y el de los otros como
seres humanos miembros de una sociedad eminentemente lingüística.
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1. “NACHO” EN RETROSPECTIVA. EN BUSCA DE SUS ANTECEDENTES
Antes de que me hubiera interesado por la historia de los jóvenes que hacen parte
del tejido del análisis de esta experiencia, yo veía a algunos de ellos casi todas las
tardes, después de la jornada escolar, reunidos con otros cuantos en un parque
del barrio. Esperando –o tal vez desesperando– el momento obligado de volver a
la casa, después de más de doce horas de haberla dejado. En cierta ocasión, uno
de ellos me llamó para saludarme.
–Relájese –dijo alguno cuando les sugerí que se fueran para la casa–, la cucha
llega tarde.
Esa es la realidad de muchos. Sus padres trabajan todo el día y regresan muy
tarde en la noche. En algún caso, uno o dos hermanos están en la casa; otros
están bajo la tutela de la abuela o de una tía, pero éstas no ejercen mucha
autoridad sobre ellos.
Les pregunté por qué a esa hora (casi las seis de la tarde) todavía andaban con el
uniforme y sus útiles escolares. Se rieron y me pidieron que les regalara dinero.
Me fui con la sospecha de que estaban drogados.
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Días después, considerando que en estos jóvenes se reunían diversos aspectos
de los que se buscaban analizar en la investigación, como las dificultades que
afrontaban con su repitencia reiterada, los problemas de convivencia que
presentaban con compañeros y profesores, las relaciones difíciles con sus
familias, decidí vincular a algunos de ellos, de los grados sexto a octavo, en este
estudio. Con éstos y otros jóvenes que identifiqué en la institución se fue
conformando “Nacho”. Todos ellos con un contexto similar: padres ausentes en la
mayoría de los casos, bien por su trabajo o porque no consideran muy importante
acompañar a estos muchachos que “ya están muy grandes” y deben “aprender a
defenderse solos”, con consecuencias lamentables en muchos casos cuando “la
calle se los empieza a llevar”.
“El fracaso escolar se proyecta y adquiere visibilidad todo el entramado de relaciones que
en cada contexto social, institucional y personal tejen los vínculos siempre complejos entre
la sociedad, los sujetos, la cultura y los saberes y la escuela como institución” (Escudero,
2005, p. 1-24).
Pero si bien sobre el fracaso escolar hay bastante información de España, Chile,
México y Venezuela, ésta sobreabunda en relación con el análisis de cómo inciden
los contextos en dicho fracaso, y sólo se toca de manera tangencial -en estos
mismos países y en Colombia- la incidencia directa de la enseñanza y el
aprendizaje de lectura y la escritura en el éxito o el detrimento de todo el
componente académico desde tales contextos.
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A partir de este seguimiento, en un corpus de 25 trabajos de investigación
realizados en España y algunos países de Hispanoamérica, se plantearon cuatro
categorías: aprendizaje de la escritura, aprendizaje de la lectura, enseñanza de la
lectura, enseñanza de la escritura, enfocadas en indagar por la incidencia que en
ellas tienen el rol del maestro y la institución educativa, la familia, el contexto
social inmediato y la representación que tienen la lectura y la escritura para el
estudiante en su vida real.
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del fracaso escolar. Los autores que enfatizan sobre lectura y escritura se refieren
en general del lenguaje escrito como base fundamental del aprendizaje de las
distintas áreas del conocimiento. Por eso manifiestan que más que el influjo de
las aptitudes intelectuales, es trascendental el papel de la aptitud verbal
(comprensión y fluidez oral y escrita) en el rendimiento escolar en las distintas
asignaturas.
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promuevan en aras de favorecer el aprendizaje de la lectura y la escritura,
quedando claro que es muy importante la actitud que asume el docente frente a
estas dos actividades discursivas, no sólo en el momento de enseñarlas sino
también desde lo que significan para él en su vida real. Además de su función
como mediador en la interacción que se da en la vida escolar.
En este orden de ideas, en lo que tiene que ver con las implicaciones del contexto
social en el aprendizaje de la lectura y la escritura algunos autores como Bordieau
y Passeron (1996, p. 17), citados por Herrera (1999, p. 7), señalan: “La escuela es
un proceso de reproducción social, y a partir de la educación se reproducen las
condiciones sociales y simbólicas que le dan continuidad y sentido a nuestra
sociedad”. En el mismo sentido, Román (2009, p. 5) dice que son los problemas
inherentes a la pobreza, la segmentación social, la inestabilidad económica, la
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mantención de tasas de bajo crecimiento, el alto desempleo en las sociedades y la
vulnerabilidad social, los principales responsables del abandono y la deserción de
niños y niñas y jóvenes del sistema escolar. Según estos autores, son grandes las
implicaciones que tienen el desempeño escolar y en el desarrollo personal el
medio socioeconómico donde se desenvuelven los estudiantes.
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2. ¿CÓMO , POR QUÉ Y PARA QUÉ EL ASUNTO DE “NACHO”?
RECORRIDO METODOLÓGICO
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experiencias relatadas por los demás actores: familia, docentes, amigos. Por eso
dice Riessman (2008, p. 115) que:
(…) lo que un estudio narrativo profundo puede mostrar es cómo las estructuras sociales
más grandes van calando en la conciencia individual y en la identidad y cómo estas
“personalidades” socialmente construidas se desarrollan para (y con) una audiencia, en
este caso el oyente/intérprete.
De acuerdo con esto, las voces de los protagonistas de los relatos y las historias
de vida son realmente las que cobran más importancia en la investigación
narrativa, pues siendo portadores de la experiencia van construyendo sentido en
sus palabras. Aunque para muchos la investigación narrativa tiene sus propias
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características que la harían distinta de la investigación cualitativa convencional,
Bolívar, Domingo & Fernández (2001, p.101) la consideran parte de ésta, al
tiempo que la diferencian de la investigación solamente biográfica en tanto esta
última utiliza una metodología cuantitativa, no obstante que hace uso también de
la metodología narrativa.
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2.2. La recolección del corpus
Pensar en recoger la vida de “Nacho” a partir del tejido de relaciones que se dan
entre él y su familia, él y su escuela, él y su contexto social inmediato, implicó
entonces la realización de entrevistas (orales y escritas) a cada uno de los
actores; al tiempo que se inicia la construcción de un relato en el que “Nacho” da
cuenta de su experiencia con la lengua escrita desde sus primeros años, a través
del cual recuerda quién le enseñó a leer y a escribir, cómo y cuáles eran esos
sentimientos que guardaba frente a tales aprendizajes y qué sucede al llegar a la
escuela.
Cabe aclarar que con “Nacho” se realizaron dos encuentros en subgrupos para la
realización de las entrevistas escritas, uno individual para la entrevista oral y tres
en pleno para la construcción del relato. A las 9 docentes se les entrevistó
oralmente de manera individual. Con las entrevistas a los padres de “Nacho” se
presentaron algunas dificultades, ya que en ciertos casos, a pesar de haber
aceptado la condición de que su familia sería visitada en la casa, hay cierta
renuencia para facilitar este encuentro. En dos ocasiones, los estudiantes
suministraron una dirección equivocada a fin de evitar la entrevista con la mamá. Y
en la mayoría de los casos, los acudientes posponían reiteradamente el encuentro
aduciendo dificultades de tiempo, por lo cual a algunas familias hubo que
abordarlas en las reuniones de entrega de informes académicos al finalizar el
periodo.
De igual manera, el paso de “Nacho” por la escuela deja una impronta que hubo
que rastrear desde los diferentes documentos oficiales que dan línea para la
enseñanza y el aprendizaje de la lengua escrita, como los estándares del MEN
para Lengua Castellana, el PILEO y el Plan de Estudios de Lengua Castellana de
la institución en la que él interactúa, a fin de seguir tejiendo el entramado de
relaciones entre lo que se dice y lo que se hace.
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2.3. La elaboración del marco teórico
A la luz de la pregunta y los objetivos se organizaron las categorías: fracaso
escolar, enseñanza de la lectura, aprendizaje de la lectura, enseñanza de la
escritura, aprendizaje de la escritura, rol de la familia, rol de la escuela, rol del
docente, influencia del contexto; la cuales emergieron luego de la consulta de
antecedentes y el análisis riguroso del corpus recogido. Desde estas categorías
se procedió a construir el marco teórico que iluminó el seguimiento que se hizo a
“Nacho”. Era necesario empezar a buscar cómo debía ser entendido el fracaso
escolar para, desde allí, adentrarse en todas las implicaciones que los procesos
de enseñanza y aprendizaje de la lectura y escritura tenían en los desempeños de
“Nacho”; sobre todo, teniendo en cuenta que esto repercutía significativamente en
la repetición reiterada de un mismo grado académico.
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dentro de las historias de vida, no aportaban lo suficiente en relación con la
historia lectora y escritora de “Nacho” a la luz de las categorías presupuestadas
para el estudio.
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con que se codifica al participante. A “Nacho” se le realizó además una entrevista
escrita (ver anexo 2), a fin de precisar más algunos datos recogidos ya de manera
oral. Su transcripción se referencia aquí con las letras “re” (registro escrito). El
propósito de las entrevistas fue, obviamente, indagar por las relaciones que se
daban entre el rol del docente y su interacción con “Nacho” en la escuela, el rol
de la familia y la influencia del contexto, y las implicaciones que estas relaciones
tienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje de la lengua escrita y sus usos
en todas las áreas del conocimiento.
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de “Nacho” con la familia, la escuela y el contexto, buscando cuidadosamente que
sus respuestas o su narración correspondieran a la realidad, pues era posible que
por la diferencia de formato o por la distancia temporal entre la entrevista y el
relato, hubiera inconsistencias.
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3. LAS VOCES DE LA EXPERIENCIA:
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA Y VICEVERSA
“(…) le cojia los libros a mi hermana al escondido porque me gustava ver los dibujos que tenia
pero yo no sabia que decía las letras pero me gustava como mirar los muñecos porque eran
chistosos o como si hablaran” (E1re).
“(…) Queria aprender a leer para leer todas las palabras que veia en todas partes y los libros que
me encotraba por hay” (E2re).
Pero “Nacho” tenía que ir a la Escuela, tenía que alistarse para aprender “de
verdad”. Y entonces…
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Mi papa nos enzeñaba a mi hermana y a mi en un tablero de tisa en el patio nos enzeñaba a
escribir y aprendi en 1 semana luego nos enzeño a pronunciar las letras del abecedario y que
ellas dichas en conjunto formaban palabras y ay aprendi a leer y hacia planas. lo que masleia
eran nombres de tiendas y supermercados ya que me sacaban mucho” (E14re).
“Mi mama me ponia a leer letra por letra y aci aprendia o ella me decia la M con la i Mi la M con
la a Ma (…) y luego mi mama me ama y asi” (E5re).
“Pues mi mama me enseñaba a leer con unos libros y si no aprendia rapido me regañaba y a
escribir pues me ponian hacer planas y pues cuando estaba aprendiendo me sentía felízpor que
me dejaban salir a jugar me acuerdo que tenia un libro y me gustava leer el libro se llamaba
nacho mi papa me leia” (E3re).
“Mis hermanos si sabian leer y entonses me leian un cuento que se llamaba Urra susanita ya
tiene dientes era un cuento que cada ves era mas interesante” (E4re).
“(…) y lo pasan a uno al frente a leer y si no lee bien le bajan puntos (…) leer da mucha pereza ay
muchas palabras desconocidas y se me confunden las letras y me da peresa y ganas de dormir”
(E4-re).
“No me gusta la profesora porque no enseña bien ps a mi antes me gustaba leer cuentos de
suspenso y aventura y cosas asi pero aora ya no me gusta” (E14).
“Es que yo pierdo siempre español por que me como letras” (E3-re).
REGISTRO ESCRITO – TRANSCRIPCIÓN LITERAL-RELATO DE HISTORIA LECTORA Y ESCRITORA – ESTUDIANTES
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Pero, ¿qué pasó, “Nacho”?
«Pues otra vez perdí el año. Mi tercer octavo (risas), pero pues me voy a poner a trabajar con mi
tío en un lavadero de carros y pues luego valido, yo creo» (E12ro).
REGISTRO ENTREVISTA ORAL- ESTUDIANTES
“(…) las clase son muy repetitivas, entonse las clases se vulven aburridas. La profe que tengo
aorita solo pone talleres y talleres. Cuando estoi en clase de españo desconcentrado pienso en
cuando es la salida ” (E2re)
REGISTRO ESCRITO – TRANSCRIPCIÓN LITERAL-ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 2)
Yo siempre fui malo pa’l estudio. No me entraban los números y leer sí que menos. Gracias a
Dios en lo que trabajo (construcción) no tengo que leer ni escribir” (PF2-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
«(…) No quieren hacer nada. Nada les motiva, por más que se les enseñe de diferentes
maneras, se ponen a molestar, a conversar. Se termina la clase y no entregan los talleres» (D6-
ro).
“Con tantos papás y mamás que no saben leer o que no han terminado ni la primaria, eso es
difícil. Muchos papás no le entienden a uno ni lo que habla en la reunión, ¿cómo esperar que
entiendan estrategias de lectura y escritura o que las apliquen con los chiquitos en la casa?”
(D4-ro)
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
“(…) toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por los alumnos en los
centros de enseñanza respecto a los objetivos propuestos para su nivel, edad y desarrollo
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y que habitualmente se expresa a través de calificaciones escolares negativas” Martínez-
Otero Pérez (2009, p. 11).
Sin embargo, se cuestiona este rótulo en tanto se señala como fracasado a quien
no tiene un título académico. También porque pareciera que hablar de fracaso
escolar sólo se refiere a lo que pasa con el estudiante, sin tener en cuenta que lo
educativo es un proceso en el que participan –además de éste– la familia, los
docentes, los directivos docentes, las secretarías de educación, las políticas
educativas nacionales. Por eso, se sugiere cambiar la expresión “fracaso escolar”
por un eufemismo como “estudiantes que abandonan el sistema educativo sin la
preparación suficiente”. Para Martínez-Otero Pérez (2009, p.11), más que escolar
es un “fracaso social”, porque es una problemática que afecta al conjunto de la
sociedad, sobre todo a quienes se encuentran en una situación socioeconómica
desfavorecida.
Cada día se engrosa más el número de jóvenes que al abandonar la escuela por
haber fracasado académicamente dejan a un lado sus aspiraciones personales y
laborales, pues se insertan en opciones injustas, indignas y –en muchos casos–
ilegales, lo que conlleva al detrimento personal, familiar y social.
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3.2. El lenguaje: ¿“voz” o “murmullo” en el engranaje individual, social y
cultural?
De acuerdo con esto, es preciso empezar por hablar de las implicaciones que
tiene el lenguaje para “Nacho” y para su desempeño social, asumiendo que es
difícil la comprensión objetiva de los seres humanos sin una interpretación de lo
subjetivo dado por lo lingüístico, como lo plantea Echeverría (2002, p.20) en
Ontología del lenguaje.
A partir del uso que haga del lenguaje en los diferentes contextos en que
interactúe, “Nacho” se posiciona en la cultura a la que pertenece. Nadie nace
aprendido, se dice, pero los seres humanos llegamos a este mundo predispuestos
para aprender el lenguaje, gracias al cual le damos sentido a todo lo que nos
rodea.
“Uno no puede decir nada porque ya lo está callando a uno (la profesora), entonces mejor no
participar ni decir nada porque a mí no me gusta que me estén regañando” (E1-ro).
“Lo que sucede es que ella (la mamá) nunca está en la casa y cuando está no se deja hablar, le
digo las cosas y muchas veces ni me pone cuidado o entiende a medias y luego confunde las
cosas. La relación entre nosotras es pésima. Para ella no existe nadie más que no sea ella, ella
es la única para ella. Si uno le trata de hablar o comentar algo o está ocupada o cansada o se
sulfura y se va” (E8-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
“Con los amigos es otro cuento porque uno habla de una manera muy diferente con ellos, una
sola palabra puede significar muchas cosas para uno. Uno con los amigos no tiene que pensar
qué va a decir, sino que lo dice y ya y si no es así pues, no sé, se discute o se deja así y ya, ¿sí me
entiende?” (AC2-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 6)
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Tal vez tenga sentido traer aquí a cuento aquello de que “cada persona es un
mundo”, porque cada individuo –permeado por la cultura a la que pertenece-
construye su propia realidad, y esto sólo es posible desde el lenguaje.
Por eso, como somos lo que somos debido a la cultura lingüística en la que
crecemos, porque el individuo además de ser construcción lingüística es
construcción social, dice Echeverría (2002, p. 57), si queremos comprender mejor
a un individuo debemos conocer los discursos históricos a partir de los cuales éste
se constituye. Es decir, además de hacer interpretaciones sobre lo que dice un
sujeto, también debemos interpretar el contexto en el que éste está inmerso,
porque cuando se comprende el lenguaje de esa comunidad que le es propia al
individuo y las relaciones que él establece con los demás miembros le
comprendemos mejor a él.
Para Calsamiglia (1994, p.19), un mismo sistema lingüístico tiene dos modos de
realización: oral y escrito, los cuales deben tenerse en cuenta las características y
las funciones socioculturales que definen la actividad oral y la actividad escrita.
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Mientras la oralidad es universal y afecta a todo lenguaje humano, la lengua
escrita –que es en el sentido cronológico de manifestación secundaria– se
restringe a determinadas comunidades y culturas. El uso de la lengua escrita ha
generado cambios trascendentales en las sociedades que la practican.
Pero es que si hay algo complejo dentro de los procesos cognitivos que realizan
los seres humanos es la escritura, porque para llevarla a cabo no se requiere sólo
de un papel en blanco (que es –además– lo que más aterroriza), o del
conocimiento de las herramientas lingüísticas que se van aprehendiendo en la
escolaridad, sino que quien escribe debe enfrentarse a su historia personal, con
todas las barreras psicológicas y sociales que se ponen en juego con “eso” que
quiere decir y le pone en relación con el rol de ese otro que le leerá: el
enunciatario. Es así como:
(…) el lenguaje escrito exige una alta demanda intelectual y se constituye en una compleja
práctica cultural y requiere, por tanto, de una creciente regulación voluntaria y de la
realización consciente por parte del individuo” (Lozano, 2002, p.46).
Escribir es, entonces, una actividad compleja que le permite a quien lo hace darse
al otro, transparentarse tal cual es, con sus dudas y certezas, con sus saberes y
vacíos. Es un encuentro con él mismo, pero también con un “otro” que le va a
descubrir.
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Para el caso que nos ocupa en este estudio: “Nacho”, aprender a escribir es una
posibilidad que se le ha negado, que permanece inexplorada, desconocida para
los docentes:
“A mí por lo general me gusta leer y escribir pero no en el colegio y además de eso tengo varios
cuentos que muy poca gente sabe que los tengo y lo an leído y dicen que son bueno pero pues
no me ciento seguro de mostrarlos” (E2re)
“Yo les trabajo muchas retahílas, refranes, coplas, ese tipo de cosas. Que las lean en voz alta y
luego que escriban otras parecidas. A ellos les gusta” (D6-ro).
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Si “Nacho” hubiera tenido la posibilidad de leer y escribir a partir de motivaciones
intrínsecas y extrínsecas, impulsado por el deseo de encontrarse a sí mismo y de
comprender a los otros a través de la ficción, o estimulado por la necesidad de
proyectarse personal y socialmente desde las posibilidades que brinda la
educación, habría logrado transformarse como ser humano y aportar a la
transformación de la sociedad.
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permite al estudiante una retroalimentación, una oportunidad para hacerse
consciente de sus dificultades y fortalezas escriturales.
«No, pues escribir de cosas de uno. A lo bien uno si tiene muchas experiencias, claro que no pa’
contárselas a todo el mundo. Son cosas de uno, ¿no? Yo sí las escribiría pero para mí mismo o
para mis parceros. No me gustaría que nadie más lo viera, ni siquiera el profesor” (E9-ro).
“A veces escribo cosas en el Facebook para mis amigos o para los chicos. (…) Pues cosas así como
de amistad, de… de darse ánimos a uno mismo. Pero así que escribir cuentos o esas cosas, no, no
me gusta, me da mamera (risas)” (E8-ro).
“Escribo cartas a mis amigas, o canciones. Me parece bonito. Pero en el colegio pues los talleres
o las tareas, sí, solamente” (.E11-ro).
Por eso, cuando deciden cumplir con la exigencia del profesor, “Nacho” dice
(presionado por la nota valorativa) lo que cree que el docente quiere leer. Pero
sus verdaderos textos circulan a escondidas hacia destinatarios ocultos muy
particularizados, lo que significa que sí tiene necesidades comunicativas pero no
quiere evidenciarlas en el espacio oficial de la escuela, y menos si lo que le pide
el profesor no está en relación con él.
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“Yo no hago tareas, me da mucha pereza hacer tareas y hacer cosas en clase y más que todo leer.
Y molesto mucho en clase” (E3-ro).
(…) los niños y las niñas se han apropiado de la lengua escrita de manera natural mediante
experiencias de lenguaje que se presentan en las situaciones sociales cotidianas y de
juego que tienen sentido para ellos y para ellas (Ruiz, 1996, P. 43).
“quien se va poner a leer esos libros tan aburridos si al menos fueran de vampiros o de
chistes pero son unas palabras todas raras hay que uno no entiende” (E3re).
“La profe solo pone talleres y talleres y a veces ni los recoje” (E2re).
REGISTRO ESCRITO - TRANSCRIPCIÓN LITERAL– ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 2)
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En este sentido, Tolchinsky (1993, p.14) dice:
(…) Los docentes tenemos la obligación moral de que a nuestros alumnos los entusiasme
lo escolar (…) El problema es de incapacidad o de intencionalidad social, y no de una
disminución en la calidad de las generaciones de alumnos.
“Al finalizar cada año, los estudiantes habrán adquirido las competencias discursivas y
comunicativas que les permiten expresar su pensamiento de forma coherente y cohesiva a
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nivel oral y escrito, y específicamente en el Proyecto Institucional de Lectura y
Escritura:“(…) en el horario ordinario de clases, se realizarán actividades que refuercen la
lectura y la escritura de diferentes tipos de textos”.
… se observa de manera particular que falta más seguimiento por parte de los
directivos y el jefe de área de lenguaje al desarrollo de los programas, lo que
conlleva a que se asuma este proceso de formación con poco rigor y facilismo por
parte de algunos docentes. Se evidencia en ciertos casos un afán por cumplir con
programas institucionales, no por satisfacer las necesidades de los estudiantes y
sus familias a través de programas de lectura y escritura que respondan a las
dificultades de aprendizaje que inexorablemente están llevando a muchos niños y
jóvenes al “fracaso” escolar:
“La coordinadora académica sí nos pide que entreguemos el plan de estudios del área y el proyecto
de lectura, pero lo que se hace normalmente es que se les cambia de fecha a los del año anterior y
se dejan así, y uno sabe que ya luego los va adecuando en la marcha con lo que cada profe tenga a
bien para cada grado. No siempre coincide con lo que está en lo que se entrega”(D9ro).
“El plan de estudios se entrega como en la tercera semana después de haber iniciado el año lectivo,
pero nunca hay retroalimentación de parte de nadie, de la coordinadora académica, la jefe de área
o de la rectora, no eso nunca se da. Uno se limita a entregarlo y ya; es más, nosotros en el área
jamás volvemos a dialogar sobre eso. Se asume que cada uno trabaja lo que le corresponde en su
respectivo grado (D6ro).
“No nos metemos en lo de cada profesor. Cada uno es responsable de su grado, se supone que
tenemos autonomía, ¿no? Creo que hay confianza en el trabajo que cada uno realiza. Imagínese
cuántos años en esto, sería el colmo que nos dijeran qué tenemos que hacer. Además casi siempre
estamos en el mismo grado“(D7ro).
“Pues sí sería bueno que entre compañeros compartiéramos más sobre esto (Plan de estudios),
pero tampoco queda mucho tiempo para hacerlo. En las reuniones de área no hay tiempo porque
se utilizan para informar lo que hablan en consejos académicos o consejos directivos, o porque
aprovechamos para preparar o corregir exámenes, ¿sí ve? Es por eso” (D8ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
Ni los directivos ni el jefe de área tienen como prioridad hacer seguimiento real al
plan de estudios de lenguaje para el año lectivo. Se cumple con el requisito de
exigir el documento, pero no existe la retroalimentación ni de parte del equipo de
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docentes ni de quienes tienen a su cargo la verificación del cumplimiento de por lo
menos los estándares emanados por el MEN.
“El colegio no tiene ese tipo de apoyos, ni para nosotros (docentes de todas las áreas) ni para
los papás” (D8ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE OTRAS ÁREAS (ANEXO 4)
“Nunca me han llamado a capacitaciones de nada. La niña no me informa casi nada del
colegio. Yo voy cuando me llama la profesora a ponerme quejas, pero nada más” (PF1ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
Sin embargo, sale a relucir el tiempo como uno de los obstáculos principales que
habría en caso de que se dieran este tipo de convocatorias por parte de la
institución, pues los profesores no pueden abandonar sus aulas:
“El colegio, pero sobre todo la nueva secretaria de educación, tiene como política no dejar
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grupos solos. Más que profesores, somos los cuidanderos de esos muchachos” (D6ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
“Nunca supe que citaran a charlas o algo así. Y yo como trabajo todo el día ni modo de asistir. El
problema es el tiempo, porque si lo citan a uno cuando está trabajando, usted sabe que es muy
difícil sacar un permiso en el trabajo” (PF7ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA (ANEXO 5)
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diferentes destrezas o procesos cognitivos: hacer anticipaciones, aportar
conocimientos previos, hacer hipótesis y verificarlas, hacer inferencias, construir
significados, porque cada tipo de texto amerita una lectura diferente.
En este sentido dice Cassany (2006, p.79-93) que la lectura debe estar en relación
con el componente sociocultural, con las formas particulares que exige cada texto:
“…cómo leemos la Biblia, cómo chateamos con los amigos en la pantalla, cómo
analizamos un informe técnico, cómo hojeamos una guía turística en inglés o francés (con
grados diferentes de dominio de estos idiomas) o cómo atribuimos significado a los
artículos de nuestra disciplina y a los de otra que desconozcamos”.
Cabe señalar que esta carencia es una de las grandes dificultades de “Nacho”.
Leer y escribir es para él, según le ha enseñado la escuela, resolver talleres y
hacer largas tareas que no siempre son revisadas.
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“¿Leer y escribir en todas las materias? Sí. En todas nos ponen a hacer talleres de
diferentes cosas. Y hay que leerlos para poderlos resolver, pero es muy aburrido, uno
no ve la hora de terminar. Una opción es la copia a los que terminan primero” (E5-ro).
“Pues escribimos ensayos en sociales, en religión, pero casi nunca leemos, además
pues ni los devuelven y uno no sabe si lo ganó o qué” (E12-ro).
«Uno no sabe qué hacer con esos muchachos para que trabajen en clase. No quieren hacer
nada, sólo hablar, chismear. Les explico y a los 5 minutos ya no se acuerdan de nada. Pierden
las evaluaciones, no entregan trabajos” (D6-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
“Nos pusieron a leer María, pero me dio mamera. Busqué un resumen en internet y con eso
gané el examen. El examen estuvo fácil, sólo marcar con X y ya” (E8-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
No hay estrategias suficientes que permitan conseguir que “Nacho” lea y escriba,
no por obligación, sino por gusto, y –sobre todo– por necesidad, porque el docente
sigue limitándose a seguir el programa académico. Le basta con que “Nacho”
tome apuntes de lo que él le dicta, que codifique la información y la decodifique
luego en la evaluación. Si no lo hace, “Nacho” está perdido.
42
3.6. La enseñanza de la lectura y la escritura no tiene una “receta”
estándar
Para esta autora, como ya se citó más arriba, tanto en las estrategias de
enseñanza de la lectura como en las de la escritura se utilizan las mismas
competencias. Mientras en las primeras permiten construir el significado para el
lector, en las segundas traducen las intenciones del escritor.
43
Igual que en la lectura, en la enseñanza de la escritura no puede subvalorarse la
capacidad de los niños, no se les debe “sub-desarrollar”, exigiéndoles sólo unas
cuantas grafías o unas cuantas líneas en su producción. Sin embargo esto es lo
que se está haciendo con “Nacho” y por lo cual ni leer ni escribir tiene mucho
significado para él:
“Siempre nos pone a escribir lo mismo. Respondemos las preguntas del taller y damos puntos
de vista sobre lo que dice ahí en el taller. Eso da mucha pereza” (E11ro).
“Hay que leer sobre un autor y responder preguntas del libro” (E3ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
“Pues antes sí leía cualquier cosa, cuentos o tiras cómicas o algo así, pero es que en el colegio
no me ponen nada que me guste, sino talleres y textos muy largos que da mucha mamera leer”
(E2ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
El docente siente que ha empleado todas las herramientas posibles, pero que no
encuentra la “receta” que le permita lograr que “Nacho” y los demás estudiantes
lean y escriban. Teme salirse de los patrones establecidos tradicionalmente y
44
sobre todo en los textos propuestos por las editoriales comerciales,
desaprovechando las posibilidades que le daría la improvisación sobre las
distintas situaciones que se presentan en el aula, teniendo en cuenta la diversidad
de características y saberes que poseen los niños y jóvenes.
Para Cassany (1999, p. 149), escribir es el ejercicio que tiene que llevarse a cabo
en la escuela a partir de una negociación entre los objetivos del docente y los
intereses del estudiante, que genere verdaderos procesos significativos –y sobre
todo conscientes– de producción (planificación, textualización, revisión, reescritura
y evaluación) que, además, deben darse de manera cooperativa entre los
estudiantes y entre éstos y su docente. Ello, a fin de que niños y jóvenes
adquieran la capacidad de comunicarse intencionalmente, en un contexto situado
social y culturalmente. Lo que, además, redundará en habilidad lectora.
En este sentido, los estudiantes deben escribir textos auténticos o por lo menos
situados desde las situaciones de comunicación que, según Dolz (citado por
Cassany, 1999, pág.151), son: situaciones auténticas, referidas a textos
extraescolares verdaderos, como anuncios, cartas, etc.; situaciones del ámbito
escolar, como en la producción de murales, relatorías; y las situaciones de
ficcionalización, dadas en la construcción de textos que simulan roles de la
realidad.
45
conocimiento ante un estudiante que carece de éste, sino que es un facilitador o
mediador para que se dé la interacción entre el estudiante y el conocimiento, papel
que también puede ser desempeñado por un compañero más avanzado que el
estudiante.
Sin embargo, los métodos tradicionales siguen campeando por las aulas en las
distintas áreas del conocimiento. Para Delia Lerner (2001, p.1-25), la
responsabilidad que tiene la escuela obliga una necesidad de control, de verificar
resultados, por lo cual debe evaluar los aprendizajes. Ello hace que la lectura y la
escritura que se enseñan en la escuela se alejen considerablemente de los
intereses de los estudiantes, porque los docentes enseñan lo que pueden evaluar,
lo que tienen a su alcance, como la lectura en voz alta, la constatación de la
ortografía, por ejemplo; lo que también cuestionan Camps (2006, p.1-16) y otros
autores, desde la teoría de la psicología cognitiva. Se da prioridad a lo que se
puede controlar, por eso no se puede enseñar mucho. Esto, entonces, termina
distanciando la posibilidad de que niños y jóvenes se apropien de prácticas de
lectura y escritura, porque el control de la escuela –confundido con la enseñanza–
logra lo contrario de lo que se busca.
“Antes, cuando nos daba la otra profe de español sí me iba bien, pero es que con ésta es muy
difícil. No le entiendo mucho y es muy regañona. Entonces como que no me gusta mucho ya
esta materia” (E5-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
46
Las docentes sólo se preocupan por cumplir con el programa curricular y con su
tiempo de clase. No se dan por enteradas de que “Nacho” ya ha trabajado esos
mismos contenidos y, seguramente, de la misma manera, pues es repitente por
segunda vez. ¿Cómo entusiasmar a “Nacho” por la lectura si –además de que él
no tiene disposición para hacerlo– el texto está bien lejano a sus intereses, por
tema y extensión?:
“La profe pone a leer unos textos todos largos y a mí no me gusta leer” (E2ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
De otro lado, que los estudiantes hablen sobre los textos, para que se motiven a
leer más y a escribir sobre lo leído, como lo aconseja Solé (1997, p.16-23), no
parece ser aquí una premisa, pues el docente siempre tiene la palabra:
“(…) a mí me da mucha pereza porque a lo bien esa cucha habla mucho” (E6ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
¿Así para qué leer y escribir? El docente deja de lado la situación de enunciación
de la que nos hablan Martínez (1997, p.150) y otros. Aquí la interacción lector-
texto-autor, para que el lector trascienda de la lectura lineal a la lectura crítica,
como lo proponen también Cassany (2006, p.79-93) y Jolibert (1997, 2001, p.79-
98) empieza a generar una gran brecha, no sólo porque el docente no alcanza a
asumir su papel de mediador, sino porque “Nacho” no realiza el trabajo con la
seguridad de que no le será pedido por el profesor.
47
De acuerdo con el corpus, algunos docentes reconocen que “Nacho” presenta
dificultades con el aprendizaje de la lectura y la escritura:
“Claro, hay niños que siempre se quedan atrasados porque no alcanzan a copiar lo que uno les
dicta o copia en el tablero. Hay un niño, por ejemplo, que se pone a hacer dibujos en el
cuaderno porque se demora horas escribiendo una palabra. Cuando uno le revisa cuaderno, no
tiene nada. Ni siquiera es capaz de buscar un cuaderno prestado y ponerse al día. El problema
es que él viene del programa de Aceleración del aprendizaje y entonces no hizo cuarto o
tercero, no recuerdo bien. A ese niño se le nota ese vacío” (D6ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
En ciertos casos los docentes son conscientes de las dificultades que presenta
“Nacho”, pero dentro del aula lo juzgan y lo miden con el mismo rasero que miden
a quienes cuentan con mejores posibilidades (recursos, apoyo familiar, etc.).
Habría que tener en cuenta aquí lo que dice Román (2009, p.95-119) en el sentido
de que los estudiantes con dificultades familiares, de escasos recursos y –sobre
todo– repitentes rinden menos porque el haber repetido y ser mayores que sus
compañeros los avergüenza y les complica su relación con los pares. Rinden
menos porque sus docentes los subvaloran, sin contar con que algunos trabajan
para aportar en su casa o tienen que descuidar su estudio porque deben cuidar a
sus hermanos menores, entre otras situaciones.
48
En consecuencia, “Nacho” no se siente apoyado por su docente en la búsqueda
de estrategias para mejorar sus falencias con la lectura y la escritura. Ante la
petición de éste y su familia, la docente se muestra interesada en colaborar:
“En la reunión le dicen al papá de uno que le van a dar trabajos pa´recuperar, pero luego no le
dan nada y uno, pues, se olvida… y otra vez a perder el periodo” (E17-ro).
“Pa´recuperar le dicen a uno que en el otro periodo, pero en el otro periodo uno está igual de
mal y ¡pailas!” (E5-ro).
No obstante lo anterior, las mismas docentes sobre quienes “Nacho” hizo las
afirmaciones ya presentadas, manifiestan que en su quehacer diario hacen el
máximo esfuerzo para optimizar su enseñanza de la lectura y la escritura:
49
“(…) esos otros (los repitentes) no quieren hacer nada. Nada les motiva. Por más que uno en la
clase les haga diferentes actividades, se ponen a molestar, a conversar. Se termina la hora de
clase y ellos no entregan los talleres” (D6-ro).
“Es una pelea para lograr que se lean un texto de una página; y escribir, peor…” (D7-ro).
“No comprenden nada. No manejan vocabulario, se cansan con una lectura de una página. Y
esa letra da pena. Se comen letras, no tienen puntuación”. (D2-ro).
La escritora Silvia Castrillón (2013, p.143) dice que los maestros deben ser los
primeros en estar convencidos de la importancia de la lectura y la escritura, sin lo
cual es imposible transmitir a nuestros estudiantes la necesidad de ellas. Se les
pregunta a las docentes qué tan convencidas están ellas de esa importancia y de
qué manera logran transmitir o contagiar esto a los estudiantes:
“Yo les hablo de lo que leo y les digo por qué deben leer, les digo que en la vida siempre está
presente la lectura en todo. Pero les entra por un oído y les sale por el otro” (D6-ro).
“Sí, en las clases uno los motiva con lecturas que a uno le han marcado la vida, pero no siempre
consigue el objetivo. La lectura es para ellos una actividad aburridora y ni qué decir la escritura”
(D8-ro).
“La verdad es que no todos los docentes leemos. Eso sí es cierto. Los estudiantes no lo ven a
uno leyendo, pero es que ¿a qué hora? Sin embargo se les habla de las obras clásicas y autores
reconocidos” (D7-ro).
Es claro aquí que para las docentes entrevistadas es relevante el tipo de lecturas
de su preferencia en su trabajo con los estudiantes. No se evidencia el interés por
negociar con “Nacho” las lecturas o los trabajos de producción en clase. La
importancia que dan a la lectura es la que le da cualquier persona adulta con toda
una experiencia de vida, con conocimiento de las necesidades, pero no de
soluciones concretas. Las docentes entrevistadas confiesan no dedicar mucho
tiempo a leer y a escribir materiales diferentes a los recursos para sus clases. En
cambio, sí valoran como importante que sus estudiantes sean buenos lectores y
50
mejores escritores, pero no propician espacios adecuados, ya que leer y escribir
se reduce en el aula a la comprensión de preguntas cerradas y a responder las
preguntas abiertas que proporcionan los talleres, muchas veces tomados
literalmente de los libros de texto.
Lerner (2001, p.1-25) dice que como la escuela tiene una necesidad de control, el
docente sólo enseña lo que puede evaluar, lo que tiene a su alcance, como la
lectura en voz alta. Las docentes manifiestan:
“Les pongo a que lean en voz alta porque así pierden el miedo a leer, sobre todo si tienen que
leer para un público. Además así ellos se preocupan por leer mejor para que sus compañeros no
se burlen. Aunque a muchos les da pánico leer para sus compañeros” (D6ro).
Al respecto dice Camps (2006, p.1-16) que por eso el docente no enseña mucho,
porque da prioridad a lo que puede evaluar y controlar. Y menos cuando el
docente no logra motivar al estudiante con sus estrategias y debe recurrir al
control de la calificación:
“Digamos que la motivación es la nota que uno les va a poner al final de un taller” (D6-ro).
“No hay motivación personal, es más la de sacar una buena nota o ganarse unos puntos a los
que entregan primero el trabajo de escritura” (D9-ro).
“Ellos se motivan por la calificación, o si uno les hace un concurso pues la motivación es el
premio, o competir con el compañerito. No hay motivación que uno diga que es porque él o
ella quieren aprender tal o cual tema. Hay las excepciones, como en todo, pero son
excepciones” (D2-ro).
En este mismo sentido, señala Lerner (2001, p.1-25) que el control que ejerce el
maestro no le da autonomía al estudiante para autorregular lo que comprende al
51
leer y de autocorregir sus producciones. Habría que recordar aquí lo que ya dijo
Cassany (1999, p.14l-142) a este respecto. Para este autor, la cooperación y el
diálogo en la construcción de la lectura y la escritura favorecen el fortalecimiento
de valores como la responsabilidad y la autonomía en pro del desarrollo personal
de los estudiantes en el contexto sociocultural del cual hacen parte. Igualmente,
como lo sugiere Solé (1997, p. 16-23), el maestro de lectura y escritura tiene que
propiciar entre sus estudiantes la conversación sobre los textos que se leen, o que
se van a leer, para que esto genere reflexión y favorezca su entusiasmo de leer y
escribir cada vez más y mejor. Pero ante todo, hay que negociar con las
preferencias, necesidades y gustos de los niños y jóvenes.
Lerner (2001, p.21-25) propone que el docente debe, en lo posible, hacer el
esfuerzo por conciliar las necesidades institucionales con los propósitos
educativos de formar lectores y escritores, lo cual le permita poner en escena una
versión de la lectura y la escritura más próxima a las necesidades sociales y
propósitos de los estudiantes. Y propone también unas prácticas de
comunicación situada en los contextos particulares de autores y lectores desde
proyectos de producción-interpretación, que le permitan al docente una mejor
interacción con sus estudiantes y a éstos con él y con sus pares, y –sobre todo–
para crear un nuevo equilibrio entre enseñanza y control. Esto, en concordancia
con Solé (1997, p. 16-23) y Jolibert (2001, p.79-98), quienes ven en la escritura y
la lectura una estrategia para el aprendizaje autónomo, que le permita al
estudiante transformar su vida individual y social.
A este respecto, Jorge Larrosa (2007) plantea que el lugar del maestro lo da el
estudiante, es decir, el protagonista es el niño o el joven y no el docente; por
cuanto es el estudiante quien tiene que vivir la experiencia con el conocimiento, o
con el aprendizaje, y el maestro tiene que proporcionársela. Sobre todo cuando
se trata de una experiencia con el lenguaje como fundamento de lo humano, pues
dice Larrosa que los seres humanos no somos animales racionales sino animales
de palabra, y que la palabra está entretejida con la vida. Afirma también que nos
52
pasamos la vida elaborando nuestras propias muertes y nuestros propios
renacimientos a partir de palabras. Y que si la educación tiene que ver con la vida
y la vida con las palabras, la responsabilidad del maestro de lenguaje es muy
grande, porque es una responsabilidad con la vida de cada persona que tiene a
su cargo. Agrega que el docente es responsable de la continuidad del mundo y
debe preservar la novedad que cada vida trae consigo (de ahí el respeto por la
diversidad en la escuela) y que nunca más vendrá.
53
través de los textos, porque sólo se espera de éstos que den cuenta de los
contenidos programados para esa hora, para esa semana, para el periodo.
“Les pongo talleres y a leer pasajes bíblicos y me los tienen que interpretar y les pongo a
escribir comentarios de lo que entendieron” (D1ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE OTRAS ÁREAS (ANEXO 4)
“Yo les hago concursos sobre lecturas y les pongo a escribir muchas palabras contenidas en una
palabra larga. Por ejemplo, todas las palabras que salgan de la palabra comportamiento:
miento, contar, etc.” (D8ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
“Los estudiantes son muy inmediatistas. Sólo pueden estar centrados un tiempo muy corto. Y
cuando el compromiso es leer un texto de alguna extensión ya no se puede, no les gusta leer.
Sólo lo mínimo. Y así toca trabajar con ellos, sólo con lo mínimo” (D6ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
54
son seres humanos que leen y escriben relatos”. Para él “la literatura es un lugar
de pensamiento”. Pero de acuerdo con “Nacho”, lo que menos se hace en la
escuela es leer literatura:
“No me he leído ningún libro completo. Me da pereza, pero tampoco es necesario leerlo
porque uno busca un resumen en internet y con eso responde las preguntas del examen. Y
pues es que los libros que nos ponen a uno no le gustan. Son aburridos y largos” (E3ro).
“Pues uno lee por obligación pero no se le queda nada. Yo no me acuerdo de ningún libro que
haiga leído en el colegio” (E2ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
Es importante tener en cuenta que todas estas limitaciones que tiene el docente
en su papel de “enseñante” de la lectura, la escritura y la literatura también las
tuvieron quienes, a su vez, fueron sus maestros y se las han transmitido. Pues…
(…) como la educación nos viene siempre de otros seres humanos que a su vez fueron
educados por otros seres humanos, tiene sus limitaciones, pues las carencias de quienes
instruyen reducen las posibilidades de perfectibilidad por vía educativa de sus alumnos.
(…) Si por una vez un ser de naturaleza superior se encargase de nuestra educación se
vería por fin lo que se puede hacer del hombre (Inmanuel Kant, citado por Savater,1997,
p.33).
55
3.8. Con un “profe” más cercano, el aprendizaje es más bacano
Pero si –al contrario– es quien lleva a cuestas la peor imagen del grupo, que
además es repitente por segunda o más veces, esta relación será el principal
factor de riesgo para “Nacho":
“Es que yo tenía un problema con la profe de español del año pasado. Me la tenía montada y
me fui como en el segundo periodo y ahora otra vez la profe de español me la está montando
(…) Uno no le puede preguntar nada porque lo mira a uno con cara de rabia y pues eso a uno le
da más rabia y pues mejor no preguntar nada” (E1ro).
Pero esa relación también está en proporción directa con los logros académicos y
el comportamiento de “Nacho” en las clases:
“Hay unos jovencitos muy buenos, que saben leer, que escriben más o menos bien… Se
defienden y no dan problema. Esos van bien en la asignatura. Pero estos otros, no quieren
hacer nada. Nada les motiva. Por más que uno en la clase les haga diferentes actividades, se
ponen a molestar, a conversar. Se termina la hora de clase y ellos no entregan los talleres. Ya
llevan el año perdido” (D6-ro).
“La profe de español es muy regañona, muy brava. Uno no se puede mover pa’ ninguna parte
porque ya lo está gritando a uno. Y por todo llaman a mi papá y me apuntan en el observador”
(E4-ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA ESTUDIANTES (ANEXO 1)
56
asumen una actitud preventiva, para mantener el orden en su clase, sobre todo si
“Nacho” es repitente, pues consideran que él es el foco del desorden y del bajo
rendimiento en su asignatura:
“Los otros (repitentes) no hacen nada porque no les motiva nada, ni tan siquiera que uno les
diga que va a citar a su papá o a su mamá” (D6ro).
“A mí me va mal porque la profe es una caspa, a lo bien que sí. Lo grita a uno y lo mira mal. Es
re-alzada” (E2-ro).
“Son muchachitos muy fastidiosos, no tienen autocontrol, no tienen nada. Toca siempre
hablarles a los gritos y separarlos de los demás a ver si al menos dejan trabajar a los otros” (D6-
ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
57
“El año pasado yo le entendia a la profesora de español, pero ahora con la profe (nuevo año) yo
no le entiendo nada a esa profesora, y como es toda brava ahí, pues no le doy mente a eso. Ya
sé que de todas formas voy a perder la materia”. (E5-ro).
“No me gusta hacer nada en esa clase. Me vuelo de clase como el año pasado” (E2-ro).
“Yo no hago tareas, me da mucha pereza hacer tareas y hacer cosas en clase y más que todo
leer. Y molesto mucho en clase y por eso la cucha me la monta (risas)” (E3-ro).
58
etc. (Ferreiro y Teberosky, 1991) y que le prepararán, bien o mal, para la
alfabetización.
59
Por eso, en una familia donde ninguno de sus miembros lee ni escribe de manera
frecuente se espera que no haya un influjo significativo para que “Nacho” lo haga
aceptablemente en la escuela. De acuerdo con las familias entrevistadas para este
estudio, en su mayoría no dedican tiempo a leer con “Nacho” y mucho menos a
tener alguna experiencia escritora:
“Para serle sincera, no leemos mucho. Antes, cuando estaba el papá, él a veces leía el periódico
y tenía algunos libros que los muchachos también miraban a veces, pero ya no” (PF7ro).
“A los tres (hijos) no les gusta leer. Por más que uno les insista que lean, no les gusta. Mire yo,
sólo hice hasta quinto de primaria y no puedo conseguir un buen trabajo por falta de estudio. A
duras penas escribe uno el nombre y la lista del mercado (risas)(PF3ro).
“Con tantos papás y mamás que no saben leer o que no han terminado ni la primaria, eso es difícil.
Muchos papás no le entienden a uno ni lo que habla en la reunión, ¿cómo esperar que entiendan
estrategias de lectura y escritura o que las apliquen con los chiquitos en la casa?” (D4ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTADOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
Por otra parte, los recursos económicos de la familia juegan un papel muy
importante. El factor económico y la clase social a la que pertenece cada familia
tienen mucho que ver, como lo aseguran Garton y Pratt (1991, p.75). Para ellas,
los niños de clase baja recibirán como influencia un lenguaje empobrecido, que
afectará negativamente el desarrollo de su propio lenguaje, con un entorno
enrarecido por dificultades de todo tipo, donde la oportunidad que tienen los hijos
para hablar con sus padres es mínima y, en cambio, los gritos y peleas son
abundantes. Según Ovejero Bernal y otros (1994, p.245-258), las aspiraciones de
la familia y las aptitudes intelectuales de los padres inciden en las de los hijos, y
esto incide, además, en el clima familiar y en la interacción social de los niños y
60
jóvenes, lo cual afecta directamente el aprendizaje no sólo del lenguaje sino de
todos los conocimientos.
De acuerdo con lo anterior, las familias donde los padres son profesionales y
tienen un mejor nivel socioeconómico, los niños y jóvenes pueden recibir mejor
educación y más acompañamiento en los procesos, además de la exigencia que
éstos, con mejor criterio, pueden hacer a la escuela (Yurén y De la Cruz, 2009,
p.130-150) Pero esto no sucede normalmente con las instituciones públicas, y en
particular en la institución a la que pertenece “Nacho”:
“Son niños que a veces no tienen para un cuaderno o un lápiz y mucho menos para pagar
transporte y viven lejos” (D4ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA DOCENTES DE LENGUAJE (ANEXO 3)
Por eso dicen Ovejero Bernal y otros (1994, p.245-258) que la clase social incide
en el fracaso escolar a través de la familia, porque está en relación con la clase de
procedencia, el nivel de aspiración educativa y las aptitudes intelectuales tanto de
los padres como de los hijos. Y esto, lógicamente, incide en el ambiente o clima
familiar y en la interacción social que tal ambiente genere y que va a afectar de
manera importante los aprendizajes de “Nacho”. El clima familiar está determinado
61
por el nivel educativo de los padres, sobre todo el de la madre, como en el caso de
las familias entrevistadas, que en su mayoría están lideradas por una madre
cabeza de familia. Madres que no tienen cómo dedicar tiempo a acompañar
procesos de lectura y escritura y tampoco para revisar las tareas y compromisos
de “Nacho”.
“No hace tareas, a veces toca pegarle sus gritos a ver si entiende (…) Es muy difícil estar
pendiente de tres muchachos. Al grande le pido a veces que me le revise, pero pues el grande
también va como mal en el colegio” (PF3ro).
Esta madre de familia asegura estar cansada de “luchar” con su hijo, no tiene idea
de qué hacer para que él se conciencie de la necesidad de estudiar y salir
adelante. Es el tercer octavo que repite y a esta altura del año lectivo lo va
reprobando nuevamente.
62
“El papá le dice que tiene que estudiar juicioso pa’poder que haga una carrera, que o si no lo pone a
trabajar con él en el taller” (PF19ro).
“Hasta ahora este muchachito no tiene aspiraciones… No se toma nada en serio en ninguna parte”
(PF3ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
Más aún, como lo señalan Ruíz Morón y Pachano (2006, p.33-69), cuando
también los padres fueron excluidos de la educación por diferentes razones.
“Yo siempre fui malo pa’l estudio. No me entraban los números y leer sí que menos. Gracias a dios
en lo que trabajo (construcción) no tengo que leer ni escribir” (PF2ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
Según los autores citados, esto hace que las familias pobres, con muchas
problemáticas a cuestas, vean la educación de “Nacho” como una ilusión lejana, y
terminen incorporándole tempranamente al trabajo para que ayude al sustento
familiar.
“Si él (su hijo) no quiere estudiar más, pues toca ponerlo a trabajar, como le tocó a uno” (PF2ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
De otro lado está el papel que asumen los padres frente al compromiso y a su
presencia en la escuela. Si tienen poca o ninguna formación académica, dejan por
completo la responsabilidad a la institución, pues consideran que es allá donde “se
las saben todas” y pueden ayudar a “Nacho”, por lo cual terminan aceptando todo
lo que allí se les diga, sin revisión ni cuestionamiento alguno.
“Uno no sabe cómo les enseñan a leer y a escribir, pero deben ser buenos los profesores porque
para eso se han preparado toda la vida, lo que pasa es que estos muchachos no quieren hacer
ya nada” (PF3ro).
REGISTRO ORAL – ENTREVISTA PADRES DE FAMILIA Y/O ACUDIENTES (ANEXO 5)
63
¿Cuál es realmente el papel que cumple la familia en el proceso de aprendizaje de
la lectura y la escritura? El apoyo de la familia no tiene que estar centrado en la
enseñanza, en el sentido que se da en la escuela, sino –y sobre todo– en el de
fortalecer al niño y al joven en valores y principios que cimenten la persona.
Interpretando a Echeverría (2002, p.49) a través de las relaciones que se
establecen desde lo lingüístico, el individuo se construye y se diseña para el
aprendizaje desde la casa. A partir de estas relaciones se comprometen la
capacidad de decisión, la dignidad, el dominio de la ética, la autoestima, la
autonomía, la felicidad, los sentimientos y la libertad personal y colectiva.
64
3.10. El contexto también educa en el lenguaje
“En el Facebook escribimos a nuestra manera… Uno ya tiene las formas (códigos) para entenderse.
Los amigos ya saben lo que significa .i., es como un insulto en broma. Obvio no es lo mismo cuando
uno le pone un mensaje al profe o a otro adulto” (AC1-ro)
“Uno cuando escribe en el face no se pregunta cómo se escribe “hizo”, por ejemplo, sino que lo
escribe como le salga y ya, y nadie dice si le quedó mal o no, porque ahí se trata de ser más
dinámico para hablar en el chat” (AC3-ro).
“Usamos un lenguaje que agrade a los amigos. Si se pone a buscar cómo se escribe correcto los
amigos lo van a coger a uno de parche” (AC4-ro).
“Los jóvenes somos facilistas, todo lo abreviamos, no nos complicamos con palabras raras no con
lo perfecto, es entendernos y ya. No pensamos en cómo se construye la oración, no perdemos
tiempo, hay mucho que decir. Entre nosotros se ve mal ser perfeccionistas” (AC2-ro).
65
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, como dicen Cassany (2006, p.79-93) y
Ferreiro (2008), la lectura y la escritura son construcciones sociales y varían a lo
largo de la historia, la geografía y la actividad humana, y en cada cultura
adquieren prácticas propias y géneros discursivos particulares.
66
Y YA PARA CONCLUIR…
Pero veamos el papel desempeñado por cada uno de los actores analizados en el
relato. Para el caso de la familia, es claro que sí hubo un interés en los padres por
conseguir que, en sus primeros años, “Nacho” leyera, escribiera, sumara, restara,
para que “saliera adelante”, pero no había herramientas adecuadas, bien por
ausencia de recursos económicos y materiales o porque se carecía de formación
académica que diera algunas luces para tal propósito; propósito que, mal fraguado
desde este espacio familiar, se fue viciando en el camino. Los padres de “Nacho”,
67
en su mayoría las mamás, lo obligaron a aprender a partir del premio y el castigo,
y no obstante que en ciertos casos los hermanos de “Nacho” –de manera
consciente o no– plantaron una semilla al compartirle sus libros y cuentos, el
afecto por la lectura y la escritura no germinó vigoroso.
La familia estuvo segura de que con esas bases de la casa, “Nacho” estaba listo
para la escuela, y –literalmente- hace entrega de su hijo a la institución educativa,
dejándole a partir de ese momento toda la responsabilidad a ésta. Actitud que se
“justifica” en el hecho de que papá y mamá (o mamá cabeza de familia) tienen que
trabajar todo el día para conseguir el sustento y, como si esta falta de tiempo fuera
poco, no pueden hacer seguimiento ni apoyar las tareas de “Nacho” porque –como
ya se dijo– a duras penas hicieron hasta 5º de primaria, o menos, y no saben
cómo hacerlo. Por ello, toda su confianza está puesta en lo que la escuela pueda
hacer con “Nacho”.
Y esta actitud de la familia, este “pasado académico” de los padres, que a su vez
heredaron de los suyos, ya fueron determinando el presente y el futuro de
“Nacho”, quien no ve en el estudio una manera de salir adelante porque nadie, o
casi nadie, en su casa lo necesitó para conseguir un trabajo que permita vivir el
día a día.
68
en el caso de “Nacho”, los docentes –no por falta de voluntad sino por diligentes–
se rigen por lo establecido. De ahí que no hubiera tiempo para leer textos
cercanos a “Nacho”, ni para escribir en relación con sus propias experiencias, pero
sí la necesidad de cumplir con talleres, trabajos y tareas que a él le dio pereza
realizar, aunque perdiera nuevamente la asignatura de castellano, y aunque ello
también le significara reprobar el año lectivo por haberla perdido el año anterior.
Pero también perdió sociales, filosofía, matemáticas, etc., porque igual lo pusieron
a leer, a escribir, y a “Nacho” no le gustaba, y en realidad… ¡no sabía cómo
hacerlo ni para qué hacerlo!
En este orden de ideas, la aparente apatía de los docentes por lograr que “Nacho”
lea comprensivamente y escriba de manera intencionada es inconsciente, pues
ellos están seguros de estar haciendo lo que tienen que hacer, lo que dispone el
MEN. Y tampoco hay seguimiento oficial por parte del Estado ni de la institución a
los programas para la enseñanza de la lectura y la escritura, ni a los usos que de
ellas se exigen en las demás asignaturas. El cumplimiento de las metas en
relación con estos procesos se reduce a los resultados en las pruebas externas
(SABER 3º, 5º, 9º, 11º), sobre las cuales no se reflexiona ni antes ni después de
haber sido realizadas.
69
por lo cual evadía clases constantemente y cuando entraba interrumpía de manera
reiterada, lo cual le suscitó roces con sus docentes. Roces que por no ser
manejados oportuna y adecuadamente devinieron en resentimientos y antipatía,
en muchos casos victimizando a “Nacho”.
Y en relación con los efectos que tiene en “Nacho” el entorno social para el
aprendizaje y el uso de la lengua escrita, debemos retomar aquí la influencia que
tiene la procedencia de la familia y su formación académica, puesto que de ello
depende el contexto en el que “Nacho” se fue desarrollando. Su desmotivación por
el estudio, pero sobre todo por el aprendizaje de la lectura y la escritura, estuvo
marcada inicialmente por los antecedentes de los padres, quienes (como ya se
dijo) no culminaron sus estudios y no fueron un buen ejemplo del uso formal de la
lengua escrita. Luego vinieron los amigos de “Nacho”, cuyo uso de la lengua es
similar o menos formal todavía. Sobre todo cuando ese uso se da en espacios
como las redes sociales, donde los formalismos son justamente rechazados por
los usuarios jóvenes, lo que los aparta de toda normatividad lingüística,
transformándose así para ellos la manera de acceder a la comunicación escrita.
Situación que no es aprovechada por la escuela para acercar a “Nacho” a la
comprensión y a la producción a fin de favorecer su desempeño personal y social.
Y ni qué decir de la influencia de medios como la radio y la televisión. Las narco-
series, las telenovelas, los realities, algunos programas de radio que para ganar
oyentes jóvenes sobreabundan en la vulgaridad y el irrespeto. Y esto es más
atractivo para “Nacho”, y de ahí sí toma aprendizajes, porque le tocan más sus
fibras, sus intereses. Pero la escuela no hace uso de estos recursos para generar
oralidad y escritura, producción literaria a partir de estas experiencias.
70
diversas tareas que le imponía la academia, lo cual lo condujo inexorablemente al
fracaso académico y al abandono de la institución educativa.
Se hace necesario, entonces, según lo hasta aquí concluido, que la familia asuma
un papel más protagónico en la motivación que debe generar en los niños frente a
la lectura y la escritura en la etapa pre-escolar, aprovechando el interés y
curiosidad naturales de éstos. Así mismo, se requiere de la escuela la búsqueda
de estrategias y didácticas que acerquen a niños y jóvenes al disfrute de la lengua
escrita a partir de la interacción con la lengua oral, desde experiencias propias de
su contexto social y particular. Por ejemplo, la lectura dramática de guiones
audiovisuales, escritura y representación de obras de teatro, escritura de guiones
y representación de radionovelas o noticieros, producción de ensayos y su
posterior presentación en ponencias en un concurso de oratoria, lectura y escritura
de artículos de opinión para luego ser debatidos formalmente en clase, escritura
de novelas cortas que al final de año el colegio premie, concursos de poesía, etc.,
son algunas de las actividades que hacen que los niños y jóvenes le den la
importancia que el ejercicio de la lengua escrita requiere para su vida escolar,
personal y colectiva.
71
REFERENCIAS
LIBROS
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enseñanza. México: Fontamara
72
Garton, A.; Pratt, C. (1991). Aprendizaje y proceso de alfabetización: El desarrollo
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Murray, M. (1999). The storied nature of health and illness. Londres: Sage
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Grupo Editorial Grijalbo.
REVISTAS
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Psychologis
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aproximación etnográfica. Revista Última Década, No. 10, p. 1-10. Recuperado
de:file:///C:/Downloads/Dialnet-fracasoEscolarCodigosYDisciplina
Ovejero Bernal, A., García Álvarez, A. y Fernández Alonso, J.A. (2000). Correlatos
psicosociales del fracaso escolar de estudiantes de bachillerato y formación
profesional. Revista Psicothema, 6 (2), p.245-258. Recuperado de:
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Román, M. (2009). El fracaso escolar de los jóvenes en la enseñanza media.
¿Quiénes y por qué abandonan en Chile? Revista Iberoamericana sobre Calidad,
Eficacia y Cambio en la Educación, 7 (4), p. 95-119. Recuperado de:
http//www.redalyc.uaemex.mx
77
LISTA DE ANEXOS
“Pág.”
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ANEXO No. 1: Entrevista semiestructurada oral a “Nacho”
1. ¿Cómo se sienten este año? ¿Qué encuentran diferente a los años anteriores?
2. ¿Qué hace el docente en la clase para motivarlos a ustedes a que se interesen por la
3. ¿Usted cree que a su profesor de español le gusta leer y escribir? ¿Por qué? ¿Qué tipo de
4. Cuando están en alguna actividad de lectura y escritura en clase, ¿qué actitud asume su
profesor?
5. ¿El profesor lee con ustedes, hace preguntas, regaña, pide silencio, etc.?
6. ¿A sus papás o acudientes los citan en el colegio para alguna charla formativa, un curso,
7. ¿Sus papás o acudientes vienen al colegio con frecuencia a preguntar cómo van ustedes
9. ¿Su acudiente asiste al colegio de vez en cuando para pedir asesoría o apoyo para
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10. ¿En la escuela o en la casa alguien habla con ustedes sobre qué es lo que les gusta hacer o
11. ¿Usted cree que tiene alguna capacidad para la lectura y la escritura? ¿Qué sabe de la
lectura y la escritura?
12. ¿Qué imagen tiene de su profesor de español en relación con lo que él sabe o piensa de la
lectura y la escritura?
13. Cuando lee y escribe, ¿por qué lo hace? ¿quién o qué lo motiva a leer o a escribir?
14. ¿Usted cree que leer y escribir es importante para el desempeño en todas las asignaturas?
15. ¿Qué importancia tienen para usted la lectura y la escritura en el desarrollo personal,
16. ¿Alguien en la casa le orienta para que mejore la comprensión de lectura o la escritura?
¿Cómo?
17. ¿Quién le ayuda en la casa con tareas de lectura o de escritura? ¿Cómo le ayudan?
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ANEXO No. 2: Entrevista semiestructurada escrita a “Nacho”
1. ¿Qué diferencias encuentra entre los años anteriores y éste, en relación con las
la escritura?
las asignaturas?
4. ¿La institución acompaña con alguna actividad especial mensual o bimestral las
con tareas?
7. ¿Usted lee y escribe por fuera del colegio? ¿Qué lee y escribe?
9. ¿Le gusta escribir o leer? Cuando lo hace, ¿qué es lo que le motiva a hacerlo?
diferentes a español?
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ANEXO No. 3: Entrevista semiestructurada oral a docentes de lenguaje
1. ¿Qué estrategias utiliza usted en su clase para motivar la lectura y la escritura en sus
estudiantes?
2. ¿Cómo motiva usted desde sus aptitudes para que sus estudiantes se entusiasmen con la
lectura y la escritura?
3. ¿Durante las clases en las que usted trabaja lectura y escritura cuál es su actitud con los
4. ¿De qué manera la institución apoya los procesos de enseñanza y los de aprendizaje con
5. Cuando la escuela convoca algún tipo de charlas formativas o capacitaciones, ¿los padres
6. ¿Los padres de familia acuden al colegio para hacer seguimiento a los procesos y
7. ¿Se establece algún tipo de diálogo entre el padre de familia y el profesor de español para
8. ¿Hay espacios en la escuela para que los estudiantes reflexionen en torno a sus aptitudes y
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9. ¿Qué capacidades y conocimientos ve usted en los estudiantes cuando trabajan lectura y
escritura?
10. ¿Cree que los estudiantes perciben en usted el gusto por la lectura y la escritura, sobre
11. ¿Qué tipo de motivaciones tienen los estudiantes cuando realizan las actividades de
lectura y escritura?
12. ¿Usted cree que los estudiantes consideran importante la lectura y la escritura en el
14. La familia si está dando apoyo de calidad a los procesos de aprendizaje de lectura y
15. ¿Qué piensa del uso que hacen los estudiantes de la lectura y la escritura en contextos
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ANEXO No. 4: Entrevista semiestructurada oral a docentes de otras asignaturas
1. ¿De cuáles de estos estudiantes repitentes es usted docente este año o lo ha sido en años
anteriores?
2. ¿De qué manera la lectura y la escritura tienen que ver con su asignatura?
4. Hábleme, por favor, un poco sobre estos jóvenes en relación con los procesos de lectura y
5. ¿Usted por qué cree que estos jóvenes están repitiendo varias veces el mismo curso?
6. ¿De qué manera la institución apoya a la familia en el acompañamiento que debe dar a
los estudiantes?
8. ¿De qué manera la familia acompaña los procesos de lectura y escritura de los
estudiantes?
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ANEXO No. 5: Entrevista semiestructurada oral a padres de familia y/o acudientes
1. ¿Se siente apoyado por la institución con capacitaciones, charlas, escuela de padres,
alguna orientación especial, que le permita acompañar con calidad los diferentes procesos
2. Cuando el colegio le hace alguna citación para atender cualquier situación de convivencia
3. ¿Qué tan importante le parece que la institución mantenga un diálogo permanente con
5. ¿Consideran que es necesario que su hijo lea y escriba con alguna frecuencia? ¿Por qué?
10. ¿Cómo y cuándo hace usted seguimiento de los compromisos escolares de su hijo?
11. ¿Alguien en la casa está realizando alguna carrera universitaria? ¿Quién? ¿Cuál?
12. ¿Qué tan importante considera usted el estudio para la realización personal y para
defenderse laboralmente?
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ANEXO No. 6: Entrevista semiestructurada oral a miembros del contexto social de
“Nacho
1. ¿De qué manera, en los diferentes momentos de la vida diferentes a los de la escolaridad,
2. ¿Qué diferencias encuentra en el manejo de ese lenguaje (hablado y escrito) que se utiliza
5. ¿Por qué cree que el lenguaje que ustedes usan en estos contextos diferentes a la
6. ¿Por qué piensa que la manera de escribir de X está influenciada por la forma de hablar
7. ¿De qué manera el gusto por la lectura y la escritura de X puede estar influenciado por
9. ¿Consideran importante leer y escribir con frecuencia en la vida personal, social, laboral?
10. ¿Usted sabe si sus amigos leen y escriben con alguna frecuencia?
11. ¿Qué tan importante considera usted la lectura y la escritura para la realización personal
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