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AVISOS E S P I R I T U A L E S »

QUE DIO A SUS HIJAS


LA SERÁFICA DOCTORA

S.TERESA DE JESÚS,
Y EXPLICA EN PLATICAS

Su DEVOTO
Bl Illmo. Señor Don joseph Xavier Rodríguez de
Arelíano, Arzobispo de Burgos, del Consejo -
de su\Magestad f

Y DEDICA
A LAS VENERABLES PRELADAS , Y
Religiosas de los Monasterios de su Filiación.

T O M O II.

BURGOS. M. D C C . L X X X .

Poa. JQSEPH D B NAVAS , Impresor en dicha Ciudad.


Con ¡as Licencias necesarias.
A LAS VENERABLES
Preladas , y Religiosas de los
Monasterios 4c nuestra
Filiación.

A N cierto está
vuestro Prela-*
do de que no hay
para vuestro oí-
do voz mas gra-
ta que la de
5

nuestra Seráfica Doctora, que


aun para este papel, con que
os dirige sus Platicas, os habla-
ra con su lengua. Confundíase
en.su humildad aquella Santa
f» In-
Insigne, quando sus hijas pe-
dían sus lecciones; Sin embar-
go condescendía á sus ruegos
dando para si, y para ellas, es-
ta causal en el Prologo al Ca-
mino de Perfección, "Hanme
„ tanto importunado les diga
„ algo, que me he determina-
9, do á las obedecer, viendo,
„ que el amor grande, que me
„ tienen , puede hacer mas
„ aceptólo imperfecto por mal
„ estilo, en que yo lo dixere,
„ que algunos libros, que están
v muy bien escritos,"
A solicitud de sus mismas
hijas se determinó á escribir la
grande Obra de las Moradas,
y
y dio aquella misma razón pa*
ra vencer su cobardía, dicien-
do antes de empezar de este
forma; Con el amor, que me
í4

„ tienen les haria mas al caso,


„ lo que yo les dixese, y que
„ tienen entendido por esta
- causa ser de mucha impor-
v

„tancia, si se acierta á decir


„ alguna cosa/-
Últimamente, las dice en
el Prologo á la Historia de sus
Fundaciones, Mi estilo es tan
í4

„ pesado, que aunque quiera,


„ temo, que no dexare de can-
^ sar, y cansarme. Mas con el
„ amor, que mis hijas me tíe-
v nen (á quien hide quedar es-
9 , to después de misdias) todo
„ se puede tolerar." Esto es
deciros vuestro Prelado con
voces de la Santa, las razones,
que há tenido para doblar su
resistencia á vuestro ruego , y
convenir en presentaros uni-
das las Platicas, que oísteis se-
paradas.
No es humilde, pero se
conoce, y ninguna humildad
es necesaria para hacérsele vi-
sible la enormísima distancia
de su estilo á otros estilos, de
su tibieza á otro zelo, y de su
estudio á otro estudio. Esto ser-
via de remora á su deseo de
serviros, pero le alentaba la
esperanza de que el amor, que
le manifestáis, darla a sus ex-
presiones el mérito, que no
tienen, y verían vuestros ojos
con agrado, lo que antes dio á
vuestro oido.
Si solo se escribiese, y
predicara con el estudioso em-
peño de añadir á lo escrito, y
predicado , alzarían la vozpq-r
eos , y no entraría vuestro
Prelado en este numero, por-
que conoce, y confiesa su cor-
tedad, venerándolo mucho, y
muy digno, que se ha dado a
luz, pero tampoco cumpliría
con su obligación. Jesu-Chris-
to le entregó muqhas de sus
Esposas-y y en todo lo que al-
cance su talento, las debe en-
caminar à la sagrada cumbre
de là perfd5écíon* Por esto ha
Solicitado vuestra atención en
tantas ocasiones , y por lo mis-
ino óséomplace en exponer es-
tas Platieas al público.
E l juicio 5 que hace de
ellas $ también le explicara con
^oces de Santa Teresa de Je-
sus. H a y tantos Libros escri-
u

^ tos, y tan buenos^ y de Per-


donas tales (dice en el cap,
¿ 1 9 . del Camino de Perfec-
¿ eiön) que seria yerro hacer
„ caso de mi dicho. Querría yo
¿ (repkèeà#éap.4.)decir^ho^
„ ra un poquito conforme á mí
„ rudeza. Y sí en otros libros
„ tan menudamente lo halla-
K redes ,. no tomefe nada de mi,
„ que por ventura no sé lo que
„ digo." Quiere decir, que si
algo hallaseis, que contribuya
para servir mejor á vuestro
Esp$)so^ os aprovechéis, ama^
das en el Señor9 de sü^trabájOy
pero si debieseis mas progreso
á otra leátura , arriméis esta*
y apreciéis aquella, porque su
empeño es únicamente el de
vuestro aprovechamiento, de-
base esta felicidad á sus fati-
gas, ó á las de los otros.
Buscando para este logra
lo que creyó mas 'oportuno,
prefirió los Avisos de la Santa
Madre, tomándolos por texto
para todostós asumptos-, por-
que de ellos escribió Antonio
Pose vino. "Yo siento quanto
¿ fruto mivalmapodriasacar,si
„- se xjuiere iaprovechar de es-
,,.tos santos::Avisos:;:: E l espi-
j§ iitír de Dios de tal suerte en-*
„ derezó el corazón, y pluma,
„ de esta Virgen, que no se pue-
„ de esperar de ellos menos, que
„ admirable fruto en la salud
, de das almas, especialmente
v

# de Religiosos ¿ y Religiosas."
Tan feliz es la pluma de
esta Serafica Maèstra,tan útil,
y penetrante su do&ritea, que
aun comunicada por eonduéte
tan grosero es imposible*
que se; hayan debilitado sus
.actividades. Asi lo conside-
ra vuestro Prelado con mu-
cho consuelo suyo , y os T

contempla cómo Tórtolas des-


:via¿las de los tumultos $dmun*
do , enterneciendo~\-áf? §é&>í
con sus gemidos, y como al-
mas , que coradujo el Esposo á
verdadera soledad para ha-
blarlas al corazón. '
. A s i os considera, y os so-
licita asi, para que lastimadas
de la desgraciada constituciori
en qü$ est^elm^ ^gimáis.
suspiréis^ y tlamei^©fc>s por
el remedio. No es libre en vo-
sotras el atend er este encar-
go, y es ébligacioíar urgente, 1

porque como decia Sáiit& Má-


ria Magdalena d ePíazzis. "No*
„"'stítfáSf h^ííii^áa^^ hemos d e
„ d áí* £ttóS№ áí DíosÉe fnuch^$
V, almasvque hay en el ínter-
¿, á ó , que si hubiésemos roga-
„ d o a "sií Mágeíltaá'pói* elbs y

i, no sé hubieran cond enad o.


Este es nuestro oficio, por-
„ que Dios río üoP ha^ sacado
•¿del mundo sólo "paria; que sea-
j, mos buenas para nosotras,
5, sino para ayudar con oracio-
# nes ,.y penitencias á los demás.
ísfó rblvideii ^t0s|gp|ca^
gos , amadas en Jesi^hristo;
Sea el bien de las almasrVues-
tro prlmeip^iíSitíd^
plead • ineesaoti|mf ote^ vuesr
tros devotos clamores smbo-
neficio de -la^Iglg^i
quirió vuiestr® i Esposaron sti
Sangra.. i *í C&da. JQ^deffi^idi^e
•„ la Santa* ÍMkdr^fi^a^; c&g*'
„ 4 0 . de su Vida) TiaBia
proeurar ^ ó£ada^ IHJSC' de
• ella por si ,1qu& poiius^áae*-
n

„ dios hieies^ el Señor tan di-


5, cliosa- su. ©rdeiiq que en
5, tanta necesidad $ como aora
v tiene > la Iglesia, le sirvie-
v sen. Picosas-vidas queP
ú en: esto se acabaren."
; También vuestro Pre-
•lado ique tan digno lugar os
y

«lié siempfe en] su aprecio,


parece acrehe dor muy justo
^jque dirijáis, al Señor nues-
tros suspiros, ,para que cum-
pla con su Ministerio. Del
XémmblQ Señor Palafox se
escribe , que decia: Dad-
a

^ nos, Señor,jÓracÍQn,de Moa-


^,¡jas^i; y tendeemos virtudes
:

•„ de Obispos;;" Pedid ¡ jesto


•mismo á Dios para vuestro
.Arzobispoí^^y^dexareis' biea
pagados sus trabajos, que tam-
bién él le pedirá, que os sean
útiles, Í y contribuyao de mo-
do á tntrestrtf p3rl^reá6^^piri-
tual, qiife verificándose en ca-
da una el tenui eum, nec d im-
fmtaítf d é l a ;Esf>bs$ éüaffio-
rada, ntí le d éxé^eñ tbito el
discurso á&vuestra vid a, si-
no para ^oséíiBjrlffélMMM^
M'én la'-Gíctfi^"; C [*''••* %}:c

*.i¡ .:iVí.'
d ¿,:r-i-;.#i ufe. ió;¿&£d kio¿LM,4-.^f, .p^l
, CÜ- № ^ ;
K i r/ oh'¿.'-. ^^•^/•^
a ü^}
foseph Xavier, Arzobispo de Burgos.

z/-
-. - ..^XIjC-EJfCtA..,,. : /

D
v

On, Antonio Máftiñez Salazaf ," del Consejo de


su Magestad,, su .Secretario, Contador de R e -
sultas, Escribano de Cámara mas antiguo, y de G o -
vierno del Consejo. Certifico-: Que por los Señores
de él se ha concedido Licencia al M. R . Arzobispo
dé 'Burgos , para que por una vez pueda imprimir, y
vender el Libro , que.há compuesto intitulado , Avi-
sos Espirituales , ,que dio.á sus Hijas la Seráfica Doc-
tora Santa Ter.,esa de Jesús , y explico en Platicas á
las Religiosas el mismo Ilimo. Señor Arzobispo Don
Joseph, Xavier Rodríguez de Arellano, contal que
•sea en papel fino, y buena,estampa, y por el original,
.querva rubricado , y;firmado en la primera , y ulti*
¡na?foxa por m i , y las demás por Don Antonio A l -
ijarado , Oficial Mayor de la misma Escribanía de
Cámara de Govierno ',' guardando en la Impresión lo
prevenido ^y dispuesto en las Leyes, y.Pragmáticas
de estos Reynos , presentando al Señor Juez de Im-
prentas , b Persona, que nombrare, el papel, en que
se haya de ejecutar ; entregando un exemplar impre-
so en la Real Biblioteca de S. M. otro en la del Esco-
rial , y trayendo quatro al Consejo junto con «1 Origi-
nal para darles el destino*, ..que-está prevenido, y sin
;

que resulte estar-executado, el Impresor no entregue


la Obra , «ni se proceda á su venta , pena de ser de-
nunciada. Y para que conste doy la presente, que fir-
mo en Madrid á treinta de Julio de mil setecientos se-
tenta y nueve.

J)on Antonio Martínez Solazar.


FE
FE'DÉ m&MAS. 0 > - s

Linea. Dice. Léase. H

i no nos..i '. nos.


2o alabemos..... alábenos.
2 9 . . . . . . . . . . . los.. . .........
i é las.* "
......\herojsrnas,..._ heroicisimas,
30 exer'cites...... exercitas. •
22 ........... degenear...... degenerar..:
3 ............. también...... tan bien. ;
1 ............^f&SíStels...... resistís.
5/ipp.t> iV'"b $ffiftt-'-''?t" - f^* ?' * todo'
í 5 0 0

í^•"....."...... modos..V.'.\?.. medios. -


1 ............. y?¿ro ¿ra ¿z^«é- pero en él so-
lias solas. lo en aque-
... lias horas.
X ............. tatn&ie»%,„., tan bien*
TABLA
De los AyisQs contenidos en este Tomo,

!••"¥"* A tierra , .que no es labrada, llevará


: ; \ j L i / abrojos., y espinas., aunque sea.fér-
til : ansí el entendimiento del hombre. pag. i .
II. Tengan presente la vida pasada para llo-
rarla , y la. tibieza presente, y lo que le fal-
ta por andar de aqui al Cielo, para vivir
- con temor, que.es causa de. grandes bienes, p. 1 5 ,
III. Despegue el corazón de todas las cosas,
y busque, y hallará á Dios. .. p, 29.
IV. Exercitarse mucho en el temor del Señor,
que trae al alma compungida, y humillada, p. 47.
V . Hacer actos de todas las.virtudes. p. 67«,
V I . Con el examen de cada noche tenga gran
cuidado. p. 8 1 .
V I L Considerar la mesa del Cíelo , y el
Manjar de ella, que es Dios , y los con-
vidados , que son los Angeles. Alze los
ojos á aquella mesa deseando verse en ella. p. 98,.
V I I I . E l dia, que comulgare, sea la ora-
ción ver , que siendo tan miserable , ha de
recibir á D i o s , y la oración de la noche de
que le há recibido, p. 1 1 6 .
X . Cada vez , que comulgare , pida á Dios
algún don por la gran misericordia, con que
há venido á su pobre alma. p. 1 3 2 ,
¡X- Haga cada día cincuenta ofrecimientos á
Dios de si, y esto haga con grande fervor,
y deseó de Dios. p. 149.
. En
X I . En todas las cosas aradas mire la-fj>fo?f
videncia de Dios, y en todas le alabe» , p, 1 6 3 ,
2ÍI, E l mismo Aviso, p, 177*
V I L En las fiestas de los Santos piease sus
virtudes, y pida á Dios se las de. p. 190.
X I I . E l mismo Aviso, * p. 204.
XIII. Procure mucho la perfección, y de-
voción, y. con ella hacer todas, las cosas, p. 2 2 3 ,
J£IV. No estar fuera de la Celda, ni salir
sin causa * y á la salida pedir favor A Dios ] , *
para no ofenderle. ^,,241.
X V . Lo que,medita por la mañana, trayga t
presente todo el dia , y en esto ponga *
mucha diligencia, porque hay .grande pro-
vecho, ' ' p. 258.
X V I . En cosas, que no le va , ni le viene, . ,
no sea curiosa en hablarías., ni preguntarlas,, p, 2 7 5 .
X V I I . En todas las platicas, y conversacio-
nes siempre mezcle algunas cosas espiritua-
les , y con esto se evitarán palabras ociosas,
y murmuraciones, p. 293.
X V I I I . Ofrezca todas las obras al Padre
Eterno , juntamente con los méritos dé
su Hijo Jesu Christo, p. 308.
X I X . Nunca muestre devoción de fuera, que
no haya dentro, pero bien podrá encubrir
la devoción, p, 3 2 5 .
X X . Guarde mucho los sentimientos , que el
Señor le comunicarey ponga por obra
los deseos, que en la-oracion le diere, p. 339.
X X I . Cada obra , que hicieres, dirígela á
Dios ofreciéndosela , y pídele que sea para
.su honra , y gloria. p. 360,
XXII. Mire; bien fcjuan presto sé mudan 'Tas
• • 'personas, yq'uan poco hay que fiar de'ellas,
y asirse bien de Dios, que no se muda. p. 376.
X X I I I . Entre muchos siempre hablar poco. p. 397.
X X I V . E n la mesa no hable á nadie , h i l e -
: vánté los ojos á mirar á otra. p. 4 1 3 .
X X V . Nunca se entrometa á dar su parecer
• éri todas las cosas , sino se lo piden, 6 la
;

caridad lo demanda. P-43«*


X X V I . Nunca hablar sin pensarlo bien, y
• encomendarlo mucho á nuestro'Señor, pa-
1

ra que no hablé cosa qué Ib desagrade. p. 447,


X X V I I . Use siempre hacer aclos de amor,
porque encienden, y enternecen el alma. p. 467.

PAS-
Pag. i

A V I S O I. !
LA TIERRA ,.. QÜ2 M > ES LABRADA,
llevara abrojos, y espinas'\ aunque seajertih
Ansí el entendimiento del hombre.

Uchas , y muy varias fortu-


nas corren los Prelados
en las Visitas de sus Mo-
nasterios alternándose el
regocijo , y el dolor ; la
alegría , y el pesar. ¡Qué
penetrante será su descon-
suelo si halla alguno rela-
jado ! ¡Quinta su celebri-
dad , si le encuentra ade-
lantado en la virtud ! Nada sé de lo primero , y mu-
cho de lo segundo. Bendito sea D i o s , á cuyas mise-
ricordias debo esta singularísima fortuna.
2 Repitiendo la Visita del mismo Monasterio
también los sucesos pueden ser muy varios. ¡Qué an-
gustia quando se vé , que la tibieza desterró al fer-
vor , y que ya el fuego primero es frialdad! ¡Qué
respiración si incesante el progreso en la virtud ya es-
tá (digámoslo asi) en edad madura , la que otra vez
dexb recien nacida! ¡Oh quiera la infinita piedad , que
siempre suceda asi! Últimamente, ¡qué lastima dará
al pobre Prelado , que las que empezaron bien , se
satisfagan con el buen principio , sin adelantar el pa-
A so!
a . A v i s o I.
so! jBuenas aye>r, -y buenas oy , pero no mejores of
que ayer!
3 ¿En ,qué consistirá esto ? Y a en otras Platicas
me lo haveis oidó , y áora lo repetiré con un aviso de
Santa .Teresa de Jesús. La tierra (dice) que no es la-
irada llevara abrojos, y espinas , aunque seafertlk.
y

Ansi el entendimiento del hombre. Esta sentencia de


aquella Santa Madre tan experimentada en la carre-
ra espiritual debe imprimirnos muchísimo terror. Y a ,
pues, qUe gracias á Dios es fértil esta tierra, explique-
mos él modo de labrarla , para que produzca frutos,
y no espinas. • • •
\ '• *•

- 4 / ' " Y T r a rvez expliqué el modo, y no me caH-'


\^JF saré de repetirlo. Toda tierra se pierde,
si el descuido la abandona, y lo que á los campos su-
cede á nuestras almas; Espárcese en campos , y al-
mas la mejor semilla, sino se labra, y la fomenta la
•feültura^ñ ellos será alimento de ios pájaros, y en ellas
se expondrá al robé de nuestros enemigos. N o basta
labrar la tierra en los principios 5 se débé continuar
todos los áñóá'j' En él que falte este abono tan píeci-
-£o , sólo producirá abrojos. Nuestra alma es el cam - 5

po en que siembra Dios sus misericordias; al princi-


pio ¡, después , y siempre se debe cultivar 3 en.el dia,
en que esto se suspenda , todo se perdió.
5 „ Pues ¡ea, Hijas mías , apriesa á hacer esta la-
„ b o r (dice la Santa Madre en él- cap. a. de las M o -
, radas 5.) poniendo obras de penitencia oración,
5 ?

„ y mortificación. Plegué á Dios (escribe i su que-


3, rido -Hermano , Carta 29. tom. i.)que siempre •va-
;;
'r '«ya
D s SANTA TERESA. 3
ya adelante-en su. servicio , que pues ücfhay tasa en
i } el galardón , no ha de hayer parar en procurar ser-
j9 yir, á el Señor, sino cada dia un poquito .si quiera
„ ir mas adelante , y con fervor , que parezca; como
„ es ansi, que siempre estamos en guerra , y que -has-
„ ta haver viítoria, no ha de hayer descanso , ni des*
„ cuido. ;
6 Con inmediación á la siembra debe ser su abo-
no después ha de proseguir, y nunca se ha de .ce-
y

sar. En la edad tierna , en la madura, en la abanza-*


da se ha de labrar esta tierra j Y pues hablo á here-
dades de una, y otra edad , todas me oygan , y prac-
tiquen la lección. D e todo tiene este Relígiosisimo
Monasterio , y la enseñanza debe alcanzar á todo.
Tiene niñas, que reclusas desde los primeros años, no
lian entregado su corazón á objeto alguno. Tiene
otras, que profesaron poco ha , otras que sirven k
Dios desde su juventud , otras en fin de edad pro-
véela , y á todas sin distinción alcanza esta doctrina.
, 7 A todas , pues, diré lo que á jóvenes , y aa*
cianas, decia en el cap. 10. del Camino de Perfección
la Seráfica Doélora: " L o primero que hemos de pro-
curar es quitar de nosotras el amor de este cuerpo,
„ que somos algunas tan regaladas de nuestra natural,
„ que no hay poco que hacer aqui. "
;•• 8 ¿Quién creyera, que en Casas de austeridad
hubiera tanto que hacer en este punto , y huyese el
cuerpo tanto del trabajo ? No hay que extrañarlo,
amadas en Jesu-Christó , en todas partes es uno mis-
mo el amor propio, y en todas da , que sentir, quan>
to sea, b.parezca mortificación. ¿Pero que mal esta-,
ba con. esto nuestra Santa. Madre ? Empezando por'
• A & si
4 A v i s o I.
si misrrta cíecia á sus Religiosas. "Algunas Monjas no
„ parece que venimos á otra cosa al Monasterio sino
„ á procurar no morirnos , cada una lo procura como
„ puede.
9 Para esto suelen buscarse los bellos coloridos
de mirar por la salud ? y tenerla para servir mas al Se-?
ñor. Mas la Santa Gloriosa las exhorta assi. "Deter-
ja minaos, Hermanas, que venís á morir por Chrís-
„ t o , y no í regalaros por Christo , que esto pone el
Demonio ser menester para llevar , y guardar la cr-
i d e n , y tanto enhorabuena se quiere guardar con
9 , procurar la salud para guardarla, y conservarla,que
se muere sin cumplirla enteramente un mes, ni por
ventura un día.
10 E n tiempo ninguno se verificará , que no ha-
ga daño la falta de labor, porque indistintamente nos
dice la Santa Madre, que la tierra mas fértil, la he-
redad mas feraz, y el campo mas fecundo sino se la-
bran se llenarán de abrojos ; E n quañtos años se la- r

Bren , sé conocerá por el fruto, que producen. A uno


solo , que se olvide, serán fértiles (eso si) pero de es-
pinas , abundarán (es verdad) pero en malezas.
11 qué sucederá sí este descuido continuase
wn año , y otro? ¿Quárídoel Visitador de esta here-
dad bolviese á verla , qué hallará ? Vosotras á pesar
vuestro lo conoceréis: Que ya es un bosque elquc
creyó pensil; Que la que juzgó fragancia ya es hedorj
Que de las que eran rosas , solo quedaron las espinas,
y que las que (según la frase del Apóstol) havian de-
ser buen olor de Christo, ya no respiran aquella ama-
ble suavidad , que debía exhalar un Huerto del Señor.-
1 2 ¿Qué remedio , amadas mias ? Labrar el eam-
P°>
D B SANTA TERESA. 5
pb, dice la Serafica Do&ora , porque es ínucho el
daño, que trae su abandono, y pernicioso en ex-
eremo aun el mas leve descuido. E n este supuesto em-
piece la enseñanza esta labor , y oíd aquello mismo,
que sabéis por experiencia ; Esto es el modo de prac-
ticar esta labranza. •
$. IL

<• 1 3 w
I Eneis Niñas , que nada saben del mun-
T

• \ ¿ d o , y todo lo ignoran à excepción del


Claustro, jOh qué almas tan venturosas l ¿Quanto gus-
taba de estas almas nuestra Serafica Teresa.? De diez
años dio el Habito à una- Sobririita , y dice- explican-
do en la Carta 8. del Tomo 3. su mucha; ¿omplacen-
cia, " ¥ à està acá con su Habito y su Padrino cabe de.
,-, placer, y tóáasgu^i^jauích^He ©11*,. Jurte- mer-
„ ced la ha hecho Dios-:. Creo se h¿deservir de que
esta alma no se crie en las cosas del muado. " jEn
la Carta 42. del Tom. 4. había de otra de poca edad
con igual atagria, y alguna mas expresión r Dice assi.
" E n lo de-là Pròfèsiòrr 4e£safiermana,. bien me pa-
„ rece «e detenga ; hasta lo q u e V . R . dice, que ni-
„ ña e s , y no importa. JSu se .espante V . R . de que
¡

„ tenga algunos rebeses, que de su edad no es mu-


„ cho, ella se hará , y suelen ser mas mortificadas
„ después que otras."
14 Estas son aquellas, que llama la Escritura
felices adokscentulas , que no sirviéndoles de remora
otro objeto ., .emplean sin dificultad su amor en el E s -
poso. Na.es£sto deciros , que lasque .alguna vez le
d'esviò àzia las\cr'jaturas^ ho :serà bien .admitida quan- :
< :

do buelva. Pero si .que serán mas."de su agrado las


que
6 A v i s o I.
que desde muy niñas hicieron tributo al Señor, d$
sus finezas. . ..
:
... •; .. . \ '¡i
:

15 Asi lo explica sobre aquellas voces Ad&les*


centula dikxernrit. te el Santo Obispo de Ginebra^
Oídle en el Sermón S7. que dice de esta forma.'*Ès«
tas niñas representan ciertas alma§., las quales !no
han entregado aun su arñoí en parte alguna , y soft
s , extremadamente à proposito para amar al Divino
„• Esposo., amante de nuestros corazones," ei quales
,ynuestro Señor • Jesú-Ghristó. No quiero decir, que
„ las que le han dado yà á alguno llegando después*
4> à retirarle parí darle -¡a:' este, -J^poso •espiritual',.; nos
las admita de buena gana , y no le agra'de el don-,-:
9 , que ellas le hacen de. sus afeítos-, ,pero todavía Je,
:

¿, agradan sobré manera aquellas almas niñas, qué-


le dedican del todo sus corazones con la sola pre-
¿ tensión de su Divino amor."
t

16 Bien conocida ;,t£nj& faueíjtfajSa.Qíai.esía vefr.


, dad.. Quería à su;sobrina Tjere.sita ,à'proporción 4 é susi
:

gracias. N o solamente la saco de tierna edad de los


peligros del mundo , sino la tubo à sirladibi Tenia la
Santa, que venir à Fundar en esta Ciudad, y temien-
d o , que apartándola de si se la. introdujese, algo del.
mundo por la red , y; los picos del Convento, la trajo
;

en su compañía, para que esta gran Casa.tubiese la*


fortuna de dexar comunicado su fervor à Religiosas
de una , y otra,edad.
1 7 ¡ A quièti no enamorará este principio, ama-
das mías I ¡Que lastima seria, que estas almas niñas
se perdieran! ¿Como las librareis de este peligro ? Con
labrarlas. Bueno es (dice la Pag. Sagrada) que desde,
su juventud se enseñe al yugo el Varón. \Iroponien-.
Sole coa mod eración "justa' -desde luegè , nunca le
:

hallará pesado. Enseñad o à vencer d esd e el princi-


pio , «e coronará en tod o combate victorioso. F r e -
cuentemente , y d esd e mi juventud me expugnaban
mis enemigos j d ecía el Profeta R e y , ^pero nada pu-
dieron contra m i , porque me enSerjèà vencerlos des-,
de aquella ed ad .
18 D e Flercules nos cuenta la Fabula innúmera-
t»les v i c t o r i a s y que empezó venciendo serpientes en
su cuna. ¿Con tan dichoso principio , como no havian
;

de ser continuos sus vencimientos ? Dud o mucho el


" R è y Saul laVictoriá d e David , pero el suceso le de-
sengaño y aun antes de él se persuad ió aquel M o -
;

narca à que seria cierta la victoria , porque si aun en


pdcós ;áños; supo vencer al Oso , y d esquijarar al
:

"ijfiSriy¿cSafid%í^h£v№ée1iskc№t&saiséfò eón Goliatí


•' í 9 Con 'estás'y "pues,• ^aíMás 'niñas , ' ha' de ser
: 1 ;

-inas cuid ad osa la labranza. "Por Dios pid o á V. R .


decía la Sta. Madre (Carta 65. Tom. 1.) que mire,
„ que cría almas para Esposas d el Crucificad o j que
;„ las crucifique eh que no tengan voluntad, ni anden
„ con niñerías."
20 Con estas buelvo à d ecir, ha de ser mas cui-
dadosa la 'labor, porque como dice San Juan Clima-
co en la Escala Espiritual (cap. 26. §, i.)'"La d oétri-
„ na , y las costumbres, y laimena, 0 mala crianza,
.„ que tubimos siend o niños , nos acompaña d espués
; , eñ los exercicios d e Ja conversación, y vid a M o -
3

.„ nastica, y allí nos ayud an , 0 d esayud an <segun lo


„ que antes fueron/' Hasta aquí aquél Anacoreta pe-
nitente , y nad a pudiera decirnos mas creíble ; porque
¿quién en el mund o d e repente aprend erà i vencer,
8 A v i s o I.
si antes no sé hubiese enseñado à combatir?
31 L o que oy aprehendan las de poca edad, eso
harán en su vejez. En el cap. i. de su Vida nos dice
de si nuestra Santa. "Gustaba mucho quando jugaba
„ con otras niñas hacer Monasterios como que era-
„ mos Monjas. " Ved en lo que después parò este be-
llo principio en su niñez.
22 Niños eran ella , y su hermano Don Rodri-
go , quando salieron de casa de sus Padres con Ja
Christiana resolución de padecer martirio por la F e :
N o lo lograron entonces, pero martyr de la obedien-
cia vivió, y murió la Serafica Doftora, y martyr mu-
rió , según la voz común, su hermano Don Rodrigo
en la Conquista del R i o de la Plata.
«3 Este estudio antecedente nos facilitara las vic-
torias , y darà industria, y brio en la vejez , lo apre-
hendido «en 3a -juventud- JEn atención à esto , decía
asi el mismo San Juan Ciimaco , aun quando no eran,
según su expresiónsus años muchos. " Las cosas, que
recogimos., y ganamos en la mocedad, después nos
„ sustentan , y consuelan quando estamos mas flacos,
„ y debilitados en la vejez. Trabajemos los mozos ar-
dientemente , y corramos -con toda sobriedad, y
„ vigilancia , pues la muerte tan cierta, à todas horas
.,, nos està aguardando. ' 1

24 Todo lo dicho, Señoras , es daros à enten-


der , quanto debéis cuidar de vuestra juventud , por-
que asi sera la Religiosa quando a n c i a n a , como lo fué
quando Novicia , y quando recien Profesa. S¡ se de-
xase esta labranza para la vejez , acaso será entonces
inútil la labor ¿Pues no $er* ..Hiu-lvq à preguntaros)
muchísima <w.s>a.i? .ví } '•"
: .• o iubs ar d*.sde lue-
Dfi SANTA TERESA. 9
go, aquella tierra , se llene; de malezas, dé abrojos, y
de espinas? .. .
- 25 En evitar este riesgo no es únicamente la
Maestra la obligada, deben serlo todas, porque el
exemplo es la mejor Maestra. De todos los' Conven-
tos , que fundo Ja Santa , nos dicen las Historias , que
los hacia en lo material con su industria, y en lo espi-
ritual con su exemplo , y doctrina tomando siempre
para si lo menos, lo peor, y lo mas desechado en la
celda , en la comida , y en el .vestido. V a y a , pues,
siempre por delante el buen exemplo; ¿Y qué exer-
cicio os será este tan grato l ^Con quánta complacen-
cia le deberéis emprehender siendo una obra tari del
agrado de Dios?
s6 Con este consuelo sé debe empezar, y con-
tinuar esta fatiga, j pero no con, un.ardor tan indiscre-
;

to , que en poco tiempo se quiera andar, todo el. ca-


mino. " L a perfección , dice la Santa , rio se alcanza
„ en breve , y añade en el cap. 39. de su Vida. Creo
se engañan aqui muchas almas , que. quieren volar
-,, antes que Dios les dé alas."; ,
27 Las Novicias , y recien Profesas lo intentarán
asi, porque por lo común es mucho su fervor , pero
hacedlas ver , que se nos d¿ce en los Probervios (29.
v. a.) .que el que se apresura corre peligro de trope-
zar , y el que tropieza,está cerca de caer. N o queráis
parecer, decia S. Agustin, mas virtuosos, que los de-
más , contentaos con hacer lo que hacen.
28 .Esto mismo os dirán todos los Santos. Oid
sequaz de la Do&rina de aquel Preexcelso Doctor, á
S. Francisco de Sales, que en el Sermón 3. del tom.
1 . os predica de. este modo. " E n la Regla que el
r

B „g!o-
to . Ávfso I.
j, glorioso S. Agustín escribió para sus Religiosos, y
„ en la de las Religiosas manda , que s-e siga la vida
.„ común ,'como queriendo 'decir , no seáis mas vir-
„ tuosos, que los demás. Seguid la Comunidad quan-
to os será posible, no executeis mas ayunos, aus-
t e r i d a d e s , , y mortificaciones , que las que os están
ordenadas, y haced solo lo que los demás hacen , y
9 , y lo que os está mandado en vuestras Reglas, y
contentaos de esto porque aunque el ayuno , y las
„ demás penitencias puedan ser buenas, y dignas de
„ alabanza, sin emb^rgOjpor no hacerlas todos aquellos;
-j, con quienes vivís, hay singularidad , y por lo consi-
guíente vanidad, ó á lo menos tentación de hacerse
estimar mas que los que no hacen lo que vosotras,
3, y haver alguna complacencia en vos misma , como
„ si fuerades mas santa, que los que no hacen tal cosa. "
20. Como doétrina délas mas importantes debió
¿e predicarla aquel Santo glorioso muchas veces. Sin
embargo no miraba á dar gusto , sino al aprovecha;-
:

miento , y la repitió de esta suerte en el Sermón 4.


Esto es una cosa , que he referido varias veces, pe~
ro no es impertinencia el repetirla. Dios no ha pues-
to nuestra perfección en el numero de las cosas que
„ hacemos para agradarle , sino en el modo de hacer-
las., que no es otra cosa, sino el hacer lo poco que
chacemos cada uno según su vocación. > .
30 N o son las Novicias solas las que desean vo-
lar , y de un solo vuelo colocarse en el ápice mas al-
to. E l mundo quiere lo-mismo , y extraña que las N o -
vicias luego al punto no sean.Santas. Oídlo ala Sfa;
Madre, y la mucha gracia con que trata esta extra-
ñeza. "El-ímindo.viéndole á uno comenzar, le quie-
D B SÁÍNTA T W E S X , ir-
„ re perfecto , 'y de mil leguas le entiende una falta:::;
„ Alas deben de olvidar , que aunque están en el
;

cuerpo , por perfecta que tenga el alma, viven aun.


j , en la, tierra sugetos a sus miserias: aunque, mas la.
tengan debajo de los.pies, y ansi digo es menester;
„ gran animo, porque la pobr* alma aun no ha eo-:
menzado á andar, y quierenla que vuele,, aun no
v tiene vencidas las pasiones, y quieren que en gran-
„ des ocasiones estén tan enteras como ellos. ". •
3 1 Para esto , y para quanto pueda ocurrir en la
carrera espiritual , nos da el Santo Sales una gran lec-
ción en el cap. 10. part. 3. de la introducción á la vi-
da devota. "Sé cuidadosa (dice):y diligente en todos
,,,los negocios de tu cargp , porque haviendote.losf
„ Dios confiado .quiere que tengas; im gran cuidado
„ con ellos ^ per osles-ppsib^üote^efttregAies.á la soli-
„ citud , y congoja;, quiero decir no los emprendas
;

„ con inquietud , ansia , y ardor , ni te apresure-s en


„ su cumplimiento , porque qualquicra suerte de apre-
„ suracion turba la razón,, y el juicio , y nos impide
„ el acierto de la cosa , á que nos aplicamos."
3 3 Las Novicias, y recien Profesas (buelvo á de-
cir) quieren llegar en un instante hasta la cumbre. Muy
bueno es este deseo , quando esté bkn¿ governadoj
pero suele verificarse no una Vez sola , sino muchas,
que dia de mucho es víspera de nada. " L o s Cerezos
„ (dice el Santo Ep. 47. lib. 3.) llevan prestqsus fru-
tos, pero las Palmas, Principes de los arboles , no
„ llevan sus dátiles , sino cien años después de plan-»
„ tadas.
33 Muy poderosa es la gracia del Señor. En muy
poco tiempo hizo de un Saulo encarnizado enemigo
B 2 de
i2r A v i s o I.
de su nombre , un Vaso escogido que le llevase á to-
das las gentes ; En poquísimos momentos hizo de un
Ladrón un Santo , esto debe servirnos de muchísimo
consuelo , porque Dios es el mismo siempre , y para
todos , y en fe de esto la Santa Madre nos lo repitió
muchas veces. «
3 4 „ Verdad es (dice en el cap. 2 1 . de su Vida)
que de manera puede obrar el Señor en el alma en
„ un rato de estos (habla de la oración) que quede-
„ poco que trabajar al alma en adquirir perfección.
„ En medio año (continua en el cap. 39.) puede ha-
„ ver alcanzado mas que el otro en veinte años." Y
authorizandolo con lo sucedido , dice en el cap. 40.
del Camino de Perfección.. "Mirad un S. Pablo, una
„ Magdalena", en tres días el uño comenzó á encen-*
,,'d.erse , que estaba enfermo de amor , la Magdalena
3, desde el primero dia , \y quan bien entendido!" •
3 5 Todo esto es cierto, pero no á todas horas-
Sé vén estos-prodigios. E l camino regular es empezar
bien ,'no dar pasos atrás, y proseguir: La que sólo es
llamarada presto se disipa. Bien reconcentrado el fue-
go en nuestro corazón, hace qué se adelante la car-
rera espiritual ->
;
36' E s natural, que las Júniores fervorosas se
quieran deshacer en penitencias pero oid lo que (en
:

el lib. 4. Ep. 22.) escribe el Santo para que cuidéis


de reprimir éstos escesos.- " N o carguéis vuestro flaco
„ cuerpo de alguna otra austeridad , que de aquellas,
,,-que os impone la Regla ; -Guardad vuestras fuer-
„ zas corporales para servir con ellas á Dios en las
„ practicas espirituales , que muchas veces somos for-
j a d o s á dexar, quando indiscretamente hemos car-^
DB SANTA TERESA. 13
„ gado á aquel, que con el alma las debe exercitar.**
E s lo mismo, que si el Santo nos dixera , que aquel
fervor (como suele decirse comunmente) debe ir á pa-
so que dure. Si de una vez se echase íoda la agua
se exponen á quedar cisternas secas.
37 D e Milon Crotoniates se»escribe, que pasea--
ba con desembarazo todo el circo con un Toro pesa-
disimo en sus hombros. jQué fuerz-as (diria el mtuir-
do) tan extraordinarias 1 Pero no fue efeélo de la fuer-
za, sino de la industria. Se acostumbro á llevarle to-
dos los dias desde ternerillo, quando pesaba muy
poco. No se conocia de un dia para otro lo que au-
mentaba su peso. De esta suerte aun quando ya era
Toro pesadísimo se le hacia carga, tolerable , la que skt-
este arbitrio huviera sido insufrible. 'Imítese esta indus--
tria en la éducacíoit de las Juniores Vayase poco a
s

poco , pero sin cesar el paso. Hágase oy algo mas de


lo que se hizo ayer, y el exercicio de mañana exceda
al de oy. De esta suerte sin fatiga , y casi insensible- ' -

jnente llegarán con la gracia de Dios hasta la cumbre. -


38 Oygamos sobre esto una , y otra vez á la San-
ia Madre. •" Algunas veces, dice en el cap. 10. del
9 } Camino de Perfección , dales un frenesí de hacer'
„ penitencias síri cariiíno"- ni concierto , que dúratj:
9

.,, dos dias á manera de decir j después poneíes el D e - ;


.„ monio en la imaginación ., que les hizo d a ñ o y
,i que nunca mas penitenciani la que manda la Q í -
,¿ den , que ya lo probaron. N o guardamos unas co-
„ sas muy baxas déla Regla , como es el silencio, que
;

}í no nos ha de hacer mal 4 y no nos ha venido i la


,. imaginación , que nos duele la cabeza , quando de-.
,y xamos de ir al Goro , que tampoco jaos.¡mata. Ua,
t4 • ' - . ' X Y I SO I; '".
$ > .día' .-PORGUE;íj:os dolió, y otro porgue nd íiós HAS 3d«
^-lido , y otros tres porque no nos duela , y quere-
„ mos inventar penitencias de nuestra cabeza , para
,l:.que no. podarnos hacer lo uno•> ni lo otro,. y á-ve-*
:

,, ees es poco-el mal., y nos parece que no estamos


,,..obligadas , que.cot^pedirlicencia cumplimos." Bella
doctrina .para no hacer caso de fervores intempestivos,
y para no dexarnos regir por los impulsos de nuestra
voluntad. ¡
... 39; Extraordinarios, y muchos despropósitos
suele haver en este punto. Con tanta firmeza suelen
creer estas fervorosas, que está todo su bien en aquella
-penitencia,.que si recelan no ha de ser-del agrado de
su Confesor,, las huyen de su noticia., -y ponen mu-
:

cho estudio en-que no las sepa. Mas les preguntara


y o . ¿En qué creerán que hay mas mérito ? ¿En hacer-
las porque no las sabe, ó en dexarlas de hacer, por-
que las prohibe ? Poco tiene que responder. L a San-
ta: en" el cap. 39. d-ice asi. "Ansi es en penitencias des-
r

„-eoncertadas para hacernos entender, que somosmas


„ penitentes, que las otras. ¡Y qué hacéis algo? Si os
andáis escondiendo del Confesor , ó Prelado, ó si,
.„ diciendoos que/lo,,dexeis , no lo, hacéis, es clara ten-
;

tacion^propurad:,a.unque mas pena os dé, obedecer


.„ pues en esto esta la mayor perfección. " . .
- 40 Con estas ultimas voces de la Santa puede ar-
güir se a. aquellas penitencias, que no buscan en ellas la.
mortificación, sino el dar gusto a. su propia voluntad.
E n hacerlas satisfacían su gusto, en dexarlas mortifica-
ban su amor proprio. "Mas semoriiíiearian sin duda
„.alguna , y tendrían (dice la Santa) mas pena en obe-
„ decer, que en ponerlas en execuaonj" luego la
de-,
DE .San*A" TÉRSSA, í$
desaciertan en lo mismo que solicitar!, porque de-
mas ' del mérito , que tendrían en obedecer huyen
mortificándose solo como quatro de una mortificación
suave, y meritoria como ciento-,
41 Señoras, lo dicho dicho, vaya- ello á pasó
que dure , siempre atentas á la dirección , y huyendo
como del enemigo mas cruel de los antojos de la pro-
pia voluntad. Con este bello principio en las recién
Profesas, y Novicias podemos asegurarnos de que se-
rá edificante todo el Monasterio* Asi lo disponga
Dios., y os asista con su piedad. Burgos,-.y Junio 201
de 1 7 7 8 .
j

;, U,;':Á, ^
: :

TENGA FRÉSENTE LA VIDA PASADA


para, llorarla , y la tibieza presente , y lo que le falté
por andar"dé aqiii' al Cielópara• vivif"contentor,
qué es cnusa de gmndes bienes, :

^ ' í T TTilisimo avisó, arriadas mías! Cómo es->


;
- \__J te se pusiese'en execución todos séria- :

ilios dechados de virtud : ¿Quién será tan venturoso^


que fio tenga algo, ó mucho que llorar por la vida
pasada ? ¿Quién tan fervoroso , que alguna vez no~ha->
ya estado tibió ? ¿Quién -estará tan olvidado' de si) qué
no reflexione sobre la distancia^, que hay désdé el
-inundo í la Gloriad ¿Qué son imúehostes'escollos ', y
que
i6 , .Aviso II.
que apenas se da un paso sin peligro t Todos lo con-
sideramos , pero no todos nos servimos bien de esta
consideración^ E l que de resulta de ella vive siempre
temeroso usa bien de estos recuerdos , mas pobre de
aquella, b de-aquelque los entrega al olvido,
c. 2 ,: Me oísteis cSmo irian las Novicias encamina-
das á la perfección, y como serían edificación de la
Comunidad. Del modo que las propuse, tendrían
presentes sus pasadas imperfecciones para llorarlas, y
§ji tibieza . para corregirlas,.se armarían de cautelas
páralos peligros , y vivirían siempre con temor , y de
todo les resultarían aquellos grandes bienes , que en
este Aviso nos propone nuestra Santa Madre. ¿Como
liaremos .transcendente esta felicidad l N o hay cosa
das fácil. Oid. Aora os daré un consejo , que aunque
á primera vista se os pres ente irregular , nada se logra
sin él. Encargo, pues, para la fortuna de la Caea,
que todas las Religiosas, aun las mas ancianas, sean
siempre Novicias , , 6, recien Profesas. Convendré en
que no lo sean para todo aquel empleo servil incom-
patible con su senectud , pero deben serlo para todo
lo demás.
3 Nada os aconsejo en esto , amadas mías, que
lio hiciese la Seráfica Doctora. E n su Historia se nos
dice, que asi obedecía á la Priora , y Superiora , co-
mo sino fuese su Madre , y Fundadora j Quando iba
á comulgar, las daba el lugar primero , y se sentaba
entre las Novicias en el Coro. En la Carta 1 2 . del
tom. 3. hay esta devota exclamación, en que nos po-
ne de manifiesto su humildad. " Ruegue á Dios que
„ me haga verdadera Monja del Carmelo , que mas
„ vale tarde que nunca/' Últimamente después de ha-
ver
DH SANTA TERESA. 17
ver fundado muchos Conventos, su humildad la hi-
zo pedir, y conseguir del P. Gracian, que la despo-
jase del Habito, y se lo bolviese à dar para comenzar
à ser verdadera Religiosa.
4 Yá era anciana la Santa Madre , pero lo ancia-
no no està reñido con lo humilde. Muy abanzado en
el servicio de Dios estaba el Profeta R e y , sin embar-
go decia su humildad como novicio, aora Dios mio
empiezo. Asi lo hacia , y nos enseña en esto, que de-
be proseguir aun el mas adelantado en la carrera con
el mismo fervor , que si entonces empezara. Do£trina
suya es también , que debemos erigir ascensos, ©
ascensiones en el corazón, sin ^contentarnos jamás
con lo presente , y siempre pensando en pasar mas
adelante. Para vèr en Sion à la Eterna Magestad de-
bemos ir (dice el mismo) de virtud en virtud. N o quie-
re decir , que se dexe una por otra, sino que se ade*
laute tanto en ella, que no parezca la misma.
5 De la Methaphora de curso , ò de la carrera se
valió S. Pablo para hacernos vèr, como ha de ser la vi-
da espiritual. E n esta consideración para consolar à
unos espíritus , que se aprovecharon de su dirección,
solo les dixo , que corrían bien. ¿Y qué será esto?
Tiene que entender muy poco. E l que corre, nunca
para , quiso decir, que la vida del espíritu todo ha
de ser correr , y que nunca se ha de parar.
6 Aun lo hizo mas perceptible parificando con
los Athletas, que corrían el Stadio para recibir el
premio , que apellidaban brabio. Todos (dice) cor-
rían , y uno solo le lograba por haver sido constante
en la carrera. Asi (concluye) asi debéis correr ama-
dos mios, si queréis conseguir el premio eterno.
C Oí-
iB A v i s o II.
7 Oigamos á la Santa gloriosísima esto mismo eri
el cap. 2. de las Moradas 3. „ N 0 está aun el amor
para sacar de razón , roas querría y o , que Ja tubie-
„ sernos para no nos contentar con esta manera do
} , servir a. Dios siempre á un paso, que nunca aca-<
,, baremos de andar este camino , y como á nuestro
„ parecer siempre andamos, y nos cansamos, harta
bien será , que no nos perdamos."
> 8 E n estas ultimas voces se nos acuerda un es-<
eolio no el menor en la vida espiritual. Con tanta fir-
meza suele creerse, que aquello que se hace es úni-
camente lo que se debe hacer sin declinar á menos,
ni aspirar á mas, que se persuadan á que solo aquel
.es estado seguro, y que en otro son muchos los pe-»
ligros. L a Santa explica semejantes conceptos de esta
suerte. " Como vamos con tanto seso, todo nos ofen-*
9 , de , y ansí no osamos pasar adelante." ¿Pero quién
dudará , Señoras, que esta es sugestión del enemigo,
común, siendo cierto , que el no ir adelante, es ca-
minar ázia arras ? E s menester ensordecer á estos te-
mores, y continuar él paso diligente. Alguna vez!
se tropezará, pero no importa. " Por eso no os de-
sanimeis (dice la Santa en las Moradas 2.) si algu-
„ na vez cayeredes para dexar de procurar ir adelan-
„ te , que aun de esa caída sacará Dios bien."
.9 Esta es una doctrina (venturosas Esposas de mi
Señor Jesu-Christo) muy encargada por la Sagrada
Escritura , y por los Santos. Nadie se ha de conten-
tar con lo que andubo , y ha de caminar de nuevo,
de suerte, que (bolviendo á mi proposito) todas las
Religiosas de este Santo Monasterio yá estén en
edad madura, yá sean muy ancianas, 6 no han de
ser
Da SANJA TERESA. 19
ser" verdaderamente virtuosas, b han de seguir esta
carrera , como recien Profesas , b Novicias»
10 Tantas veces nos predica Santa Teresa este
Sermón , que sino fuese suyo , nos parecería mo-
lesto. En el cap. 29. de su V i d a , dice asi á sus R e -
ligiosas. "Procuren ir comenzando siempre de bien
,, en mejor, no les acaezca decir en esto no vá nada,
„ que son extremos. Oh hijas mias, que en todo vá
mucho como no sea ir adelante." .
11 "Siempre se entiende (dice en el cap. 3. de-
las Moradas 5.) que ha de procurar ir adelante en
„ el servicio de nuestro Señor, y en el conocimien-
,i to proprio." E n el cap. 4. de las Fundaciones se
hace cargo de que parecerá muy gravoso este cami-
Bar continuo, sin permitir para la quietud descansa
alguno, y consuela á' las que le andan de éste mo-
do. " Ansi que esto sirva de caminar mejor el camino
„ para contentar mejor á nuestro Esposo, y hallarle
w mas presto, mas no dexarle de andar, y para
animarnos andar con fortaleza camino de puertos
, tan ásperos como el de esta vida , mas no para aco-
t

„- bardarnos en adelante , pues en fin yendo con hu-


„ mildad , mediante la misericordia de Dios hemos
„ de llegar á aquella Ciudad de Jerusalén , á donde
„ todo se nos hará poco lo que se ha padecido,b no»
nada en comparación de lo que se goza."
• 1 2 Esto mismo os dirán todos los Santos, oid i
San Bernardo. Leyó en el Libro de J ó b ( i . v. s..) que:
el hombre nunca permanece en un estado , y predica
de este modo. "¿Noquieres adelantarte en la perfec-
„ cion ? No. ¿Quieres empeorarte ? Tampoco. Según
„ eso no quieres ser peor , ni mejor. ¡Hay miserable.
C % -• hom-
áo Á v i s o II.
„ hombre! Tu quieres ser lo que no puedes ser. N a -
„ da á la verdad es estable, y fijo en este mundo, antes
„ del hombre con singularidad se dixo, que jamás
„ permanece en un estado; luego es preciso, que
„ pase adelante , b que se buelva atrás/4

1 3 Oid también -al dulcísimo San Francisco de


Sales , que este quiero que sea , y no mi voz , el que
os predique. E n el cap. 8. y libr. 8. del Amor de
Dios escribe este Santo asi. " En quanto á los bienes
„ espirituales * no tiene lo bastante, á quien lo bas-
tante le basta, y la suficiencia es suficiente, por-
que la suficiencia verdadera consiste en parte en el
„ deseo de la abundancia." Haced aqui (amadas
mias) uaa pausa breve 9 para tener muchísima
compasión a qualquíera Religiosa, que se persuade,
a que yá ha hecho lo que basta , porque si con esta
aprehensión se echase .a descansar , indefectible-
mente se perdió. •
1 4 Continuemos oyendo al Santo, que prosi-
gue asi. Mandó Dios á la tierra al principio del
ív

9 r Mundo, que produgese yerba verde, y á todo ar- :

„ bol fructífero , que llebase su fruto cada uno según


„ su especie , y tubiese semilla en si mismo. ¿Y no
„ vemos por experiencia , que las plantas, y frutos
„ no tienen su cabal crecimiento, y madurez , sino
„ quando llegan á tener sus granos, y pepitas , que
„ les sirven de genitura para la producción de plan-
„ tas, y arboles de semejante especie?
15 „ Las virtudespues, nunca llegan á tener
„ su estatura , y suficiencia cabal, hasta que crian en
nosotros deseos de conseguir adelantamientos, que
„ como semillas espirituales, sirven á la producción
' • . - „ • de
D B SANTA TERESA. st
„ de nuevos grados de virtudes , y me parece que
la tierra de nuestro corazón tiene precepto de pro-
ducir las plantas de nuestras virtudes, que llevan
„ los frutos de santas obras, cada una en su genero,
„ y que tengan las semillas de deseos >, y resolucio-
„ nes de multiplicar., y adelantarse siempre m per-
„feccion,, y la virtud., que no tiene el ¡grano .con
„ pepita de estos deseos, no está .en su madurez.
16 N o creo (amadas mias) que pueda .decirse
xosa mas perceptible, mas tierna, mas natural, y
expresiva , para que conozcáis la verdad con qu# os
exhorto á que corráis sin cesar, porque si os dais al
sosiego, os echareis á perder.
' 1 7 N o pudo ocultarse esta doctrina al Insigne, y
Venerable Maestro Avila , J parificando .estos, que
no son en el dia ,de hoy algo .mas, «que jen el de ayer
.con los que toman á Dios , y le o!exan$ .dice en el
Tratado 4. de la Presentación en esta ¿brma. "¿Qué
„ aprovecha que tengas un rato de oración denoche,
„ si el dia Jo gastas .en risas, y vanidades ? Esa vida
.„ no _es de hombre, que ora , porque él que verda-
, deramente ha jde orar , base de guardar todo el
9)

.„ dia no ofenda.á Dios, y ha de .andar siempre pi-


„ diendo á Dios nuestro ;Señor ,.dadme mas de vues-
:

,„ tro conocimiento , ¿por qué quándo seréis rico, si- ;

.„ no juntáis la blanca de hoy con .la de mañana , y


.„ de.ayer;, y la guardáis muy Jbien: D e aqui nace el
.„ aprovechar tan poco los hombres en el .espíritu en
.„ tanto tiempo. Y el mismo San Bernardo.dice 1 Mas
„ gente hallarás , qué de ¡mala se torne a buena , que
„ de buena á mejor."
2 8 N o solo en esta ocasión , en otras muchas
nos
22 A v i s o H.
nos predica este Sermón mismo , porqué en lo íjpe
es muy mil , no daña lo molesto. Oídle en su
discreto Epistolario. " E l Propheta David dice (Ps.
139.) que le escondieron los sobervios lazó" en el
„ camino, que andaba. ¿Pues como pensaremos noso-
„ tros, que no corramos peligro ?. Y es de mirar, que
„ no solo tiene puesto lazo á los que andan fuera del
„ camino de Dios , mas dice , en el camino que an-
,y daba me escondieron lazo. Este camino es el del
conocimiento , y amor de Dios , en el qual arma
„ el Demonio lazo á los que andan por él. N o pen-
„ sernos , que basta haber comenzado, porque de los
4 , muchos que comienzan , pocos perseveran. ¿Mas
„ qué aprovecha'comenzar , pues el que perseverare* ,
,¿ aquel será salvo ? Ropa hasta los tobillos hizo Ja-*
, cob á su hijo Joseph. Vida buena, y que dure, y
%

„ y llegue á nuestras postrimerías, habernos de te-»


9 ) ner para ser amigos de Dios.
1 9 „ O quantos entrados en el camino de la ver«(,
M dad han sido trastornados por sutiles engaños de
„ este Demonio , los quales ,. según dice San Pedro,
„ son tan malaventurados, que les fuera mejor nun-
„ ca haber nacido en ellos la verdad, que después.
„ de conocida dexarla. La gracia , que el Señor d á .t

„. debe con mucho gozo ser recivida, porque con


„eila se nos dá esperanza de ser siempre salvos,.
„ mas debérnosla tener con recelo, no se nos pierda.
„ por nuestra culpa , lo que el.Señor nos dio por su..
„ bondad. Y porque el Demonio sabe quan misera-
blemente caen los. que después de encaminados sa-
,, lén.del camino, trabaja mas por derribar al. que ya
„ caminaba, que por estorbar al que no.entro en. el
„ camino/' Hasta aquí aquel Venerable. Po-
íí:, DE SANTA TERESA»

§. II.
5o "T^Oniendo en ejecución estos consejos, joh
jL; quánto crecerá el amor de Dios en esa
fervorosa , y santa Comunidad 1 " Espantábame des-
„ pues (dice la Santa Madre en e>cap. 39. de su V i -
„ da) como en llegando á este fuego (del amor de
„ Dios) parece que consume el hombre viejo de fal-
„ tas , tibieza, y miseria , y á manera de como ha-
„ ce el Fénix , según he leído, y de la misma ceniza
después que se quema sale otro , ansí queda hecha
otra el alma después con diferentes deseos, y for-
taleza grande no parece es la de antes , sino que
comienza con nueva puridad el camino del Señor.
^ Suplicando yo á su Magestad fuese ansí, y que de
nuevo comenzase yo á servarle, me dixo ;• Buena
„ comparación has hecho, iriira no se te olvide pa-
¿, ra procurar mejorarte siempre."
21 Eri este santo exercicio no suelen faltar des-
mayos , persuadiéndose las verdaderas Religiosas á
que lo desean , pero que nada adelantan. " N o s e f a -
-liguen (dice á esto la Seráfica Maestra en el cap. 3 r.
9, de su Vida) esperen en el Señor , que lo que aora
„ tienen en deseos, su Magestad hará que lleguen i
„ tenerlo por obra con oración, haciendo de su parte
„ lo que es en si, porque es muy necesario para este
„ nuestro flaco natural tener gran confianza , y no
„ desmayar, ni pensar , que si nos esforzamos de-•
„ xaremos de salir con viétoria , y no piense está ya
9, ganada la virtud , sino la experimenta con sucon-
,„ trario , y siempre hemos de estar sospechosos, y
Bjjao descuidarnos mientras yiyinios."
«4 A v i s о П.
22 ¿Pero es posible (me preguntareis) que лтл
Señora con quarenta , 6 cinquenta añosd e Religión no
podrá suspend erse en la carrera creyend o, que ya le
basta lo que trabajo , y que es razón d escansar ? N o
Señoras. Ninguna lo piense a s i p o r q u e este juicio
será su perd ición. Sino procuráis virtud es (d ice la
itt 5

„ Santa en las Moradas 7.) y hay exercicio d e ellas,


„ siempre os qued areis enanas , y aun plega á Díos^
que sea solo no crecer, porque sabéis ,- que quien
f

-j, no cjrece d escrece ,• porque el amor tengo por im-


f

„ posible contentarse d e estar en un ser donde le hay.


y

2 3 Esto quiere d ecir (amad as mias) que si la an-


ciana , porque lo es ,- se echase á descansar, será una
Madre d e ord en vieja , y muy vieja en ed ad , pero-
novicia , y muy niña en la virtud ., Milicia (d ice
J o b ) es nuestra vida y tod o Го que la vida, d ura es*
ta milicia. L a ancianaí vive , y por esta regla; una d e
d o s , b ha de d exar d e vivir, 6 proseguir en el afán;
de militarv
24 Anciano era Ped ro, Principe d e los Apos-
tóles , y Jesu-Christo le mando velar como pud iera
en su mas lozana juventud . Consid era esta orden el
mismo Venerable Maestro Avila , y tan gracioso co-
mo instructiva escribe d e esta forma í " O Señor, no
„ veis , que es viejo , y lleno d e canas, y que ha
,¿ trabajado, y ha and ad o cansad o , d exad le d ormir
„ un poco , llamad á aquel Mancebo, que tenéis ca-
„ be Vos San Juan , para que vele con Vos , que po-
„ d rá mejor, que este pobre viejo. ¿Para que tenéis
„ tema con el ? No hacia esto, sino daba tras su vie-
„ j o , porque le faltaba mucho d e andar, y poco
„ tiempo para d arse á Dios, como hizo San Juan.
„ Por
D E SANTA TERESA. , *5' .
, Por eso todos se guarden en qualquiera estado de-
y

„ floxedad , y mas el viejo, que el mozo , porque


„ se acaba la jornada , y tiene el fin muy cercano, no
„ buscando jubileos en la Orden , diciendo sirvan los
w mancebos, que nosotros ya hemos servido treinta,-
„ y quarenta años. ¿Querría yo saber si vienen á servir
„ á la Orden, b á Dios ? Si dicen , que á la Orden,
„ diré que tienen razón , que los mancebos les to-
„ men la carga , pero si dicen que vienen á servir á
Dios , miren que se engañan mucho."
25 ¿Pues no descansaremos (preguntareis tam-
bién) alguna vez ? Si Señoras , y espero en Dios que
mucho, pero ha de ser en el Cielo ; Hasta entonces
BO lo penséis de modo alguno. Eso que en mal len-
guage se llama descansar , es retroceder j de suerte,-
que lo que se figura adelantar con el sosiego para los-
alivios de esta vida , es atrasarse mucho para el lo-
gro de la eterna. ¿Veis aora, y Casi siempre el fervor,
de las Novicias , y recien Profesas ? Pues haceos,'
(buelvo á decir) recien Profesas , b Novicias, no cre-
yendo , que la carrera se acabo, sino que aora mis-
mo la empezáis.
26 Pero, ¡oh qué vergüenza dirán otras R e l i -
giosas:menos santas, no tan puestas en la razón , ni
tan discretas! ¿Las Novicias nos han de enseñar ? Han
de dar la Ley las Novicias ? Pero, ¡oh qué necedad
(las respondería yo) qué grosería , qué imprudencia!
¿Quién desdeño hasta aora la salud , porque sea este,
b aquel el que se la dio? ¿Porque la Vivora sea ve-
nenosa desprecio nadie el caldo de las Vivoras /aun-
que sepa que ha de contribuir al destierro de su gra-
ve enfermedad? Horrible, y espantosa es la boca
D de
s6 A r i s o II.
de un León , ¿mas porque fuese en ella en donde
Sansón hallo un panal, dexaria de ser dulce su miel?
27 Pero no salgamos de ancianas, y Novicias, y
veamos la humildad de la Seráfica Santa Teresa de
Jesús. En el cap. 3 1 . de su Vida dice asi: ' ' Entre
„ mis faltas tenia esta^ que sabia poco de Rezado, y
„ de lo que había de hacer en el Coro, y como le
^, regir , de puro descuidada , y metida entre otras
„ vanidades , y veia á otras Novicias, que me po-
dian enseñar. Acaecíame no les preguntar , porque
nno entendiesen yo sabia poco , luego se pone de-
„ lante el buen exemplo , estoes muy ordinario. Y a
„ que Dios me abrió un poco los ojos, aun sabien-
„ dolo , tantico,, que estaba en duda lo preguntaba á
„ las Niñas, ni perdí honra, ni crédito , antes, quiso
„ el Señor, á mi parecer , darme después mas me-
„ moría."
28 L a primera parte de este suceso le vemos
con frequencia,; que es "avergonzarse las provecías de
aprehender de las Júniores, pero se acusa de ello co-
mo defecto la Santa Madfe. L a segunda es la que
yo solicito. Esto es, que Dios las abra los ojos, y
si viesen en ias de pocos años algo, ó mucho que
aprehender, no lo tengan por desayre de.su an-
cianidad.
i 29 Convertida la Samarítana por Jesu-Christo
nuestro Dueño , predicó fervorosamente á sus Pay-
sanos y y dice su Historia , que se llenaron de rubor,
porque los enseñaba una Muger. Pero no hay Santo
Padre, que no lo atribuya á su perfidia , obstinación,
y dureza , porque nada perdía el bien, que les soli-
citaba > porque fuese una Muger la que le condücia.
Mu-
jDA SANTA TERESA. ^
Mugeres solí las Júniores, y Mugeres las ancianas;
El sexo, el trage , la Religión las hace atocias unas.
Pues si fuese del agrado del Esposo su instrucción,
¿por qué ha de recibirse con desdén ? Solo se dis-
tinguen unas de otras en la edad, y si ya suponemos
alas Júniores mas fervorosas, ¿porqué ha de oírse
con ceño lo que inspiran?
30 De este lance de la Samaritana hace memo-
ria nuestra Santa Madre, y es mucho lo que con es-
te motibo nosjnstruye. En el cap. 7. de sus Concep--
tos, dice de este modo. " Acuerdóme aora de la
9 , Samaritana. Iba esta Santa dando gritos por las
calles. L o que me espanta á mi es ver , como la ere-»
yeron , que era una Muger , y no debia de ser de
,-, mucha suerte , pues iba por agua; de mucha hu- <
„ mildad si , pues quando el Señor la dixó sus faltas, '
„ no se agravio , sinc» dixóle, que debia de ser Pro-
„ feta. En fin la dieron crédito , y por solo su di-'
cho salió gran gente de la Ciudad á vhr al S e - -

v ñor.'
4

3 1 E n este pasage hay tres cosas, que notar,


dos de las quales se oyen cada dia , y una que pi- "^v
do al Señor suceda. Una es , que merece admira-
ción rendirse a lo que persuade un sugeto poco dig-
no , aunque aquello , que persuade , sea muy biie-'
no. Otra es , que el que lleva con sufrimiento este
desdén , manifiesta tener mucha humildad. Otra en
fin , que los que desatendieron al principio el Ser-
món de la Samaritana , se convirtieron al fin, por-
que les hizo fuerza su Sermón. Esto , Señoras, es lo
que yo deseo, y os ofendiera , si temiese lo con-
trario. '
D» Pon-
«^8 A v r s o II.
32 Pongamos un exemplar de los muellísimos,
que se podían proponer. Supongamos, que se incli-
nen á aquella vida común , que tanto nos encargo
nuestro Padre San Agustín, ¿Porque sean Júniores
las que la persuadan, ha de ser proposición desaten-
dida? ¿Qué vida es esta ? E l Santo mismo, que es
oy vuestro Predicador en la Epist. 37. dellib. 6. dice
asi. "Quanto á la vida común, la libertad , la va-
„ riedad de servicios , que elChristiano puede hacer
„ á nuestro Señor, la comodidad de no tener , que,
„ guardar mas, que los Mandamientos de Dios, y
f otras cien tales consideraciones, la hace muy de-.
t

„ leytable." Y quien aconsejase (preguntaré yo) una


vida sosegada , y llena de deleytes muy compatibles,
con el amor de Jesu- Christo , ¿por qué ha de ser de-
sechada con desprecio?
33 Qué vida es esta (preguntaré otra vez) y me
responderá un Insigne Doctor qe nuestra edad (en.
su Disciplina Apostólico .Monástica) Es una vida, que.
por ser la mas Oportuna para lo christiano , lo poli-,
tico ,• y lo civil, debían introducir los Soberanos , en
quantos Monasterios tubiesen sus Dominios. ¿Y tra-
yendo esta vida tan santas utilidades, havia de abo-
minarse el pensamiento sin mas razón , que desagra-
darse del condu&o?
34 Otras muchas paridades pudiera proponer pa-
ra hacer visible , que venga de donde viniere nuestro
bien , seremos muy necios, sino le queremos admiur.
Y ciñendonos al objeto , que aora nos sirve de asun-
to , aconsejaria yo á todo Congreso Religioso , que
se. correspondiese con amor reciproco, aprovechán-
dosela juventud de los consejos, y experiencias de •
la
D E SANTA TERES*. 29
la ancianidad , y no desdeñando esta la imitación de
Jos fervores en Novicias, en recien. Profesas , y en
qualquiera otra en quien los viere. Esto , y el no sus-
penderse jamás en la carrera hará, que esté la tierra
siempre bien labrada, que dé frutos, y no espinas,
y que caminando con frutos, y $ntre flores, nos con-
duzca el Señor á sus Palacios Celestiales. Burgos,
y Julio 1 3 . de 1 7 7 8 .

A V I S O III.
DESPEGUE EL CORAZÓN BE TODAS
las cosas, y busque , y hallara a Dios.

P ^Oco lia , que os dixe con la Seráfica Doc-


tora , que tierra , que no se labra , brota
espinas, y que esto mismo nps sucede á todos, por-
que sino nos labramos, nos perdemos. Mucha lasti-
ma seria. ¿Pero como hade ser esta labranza ? ¿Con
disciplinas de sangre , y otras mortificaciones ? N o
negaré , que son útiles , porque por la mutua depen-
dencia , que tienen el espíritu, y el cuerpo, la naa-
ce.racion del cuerpo modera el orgullo , y rebelión
del espíritu. Pero no vengo (amadas mías) tan san-
griento ; Modo mas suave os daré de labrar el campo.
2 Haced guerra á toda mala inclinación , y aun
á la buena, si pecase por demasía, y tened la gusto-
sa satisfacción de que sin sangre , como logréis en es-
ta
$o A v i s o III.
ta guerra la victoria , quedará vuestra tierra bien la-
brada , con frutos en abundancia , sin espinas, abro-
jos , y malezas.
3 Para que empecéis á oírme con satisfacción de
que no solamente os digo la verdad , sino lo que
mas conduce á vuesíro bien , oid esto mismo á San-
ta Teresa de Jesús en el cap. 8. del Camino de Per-
fección. "Aora vengamos (dice) al desasimiento, que
„ hemos de tener , porque en esto está el todo, si va
„ con perfección. Aqui digo está el todo, porque
,, abrazándonos con solo el Criador , y no se nos dan-
„ do nada por todo lo criado, su Magestad infunde
„ las virtudes. De manera , que trabajando nosotras
„ poco á poco lo que es en nosotras, no tenemos mu-
„ cho mas que pelear , que el Señor toma la mano
„ contra los Demonios, y contra todo el mundo en
nuestra defensa. Pensáis, hermanas, que es poco
„ bien procurar este bien de darnos todas á él del
„ todo , sin hacernos partes, pues éñ él están todos
ios bienes."
4 Todavía ponderb mejor , si cabe, las utilida-
des de este despego de todas tas cosas, pegándonos
únicamente á Dios, en la Carta 1 2 . del Tom.- 1. en-
que á uno de sus Confesores dice de este modo.
"H<ftand orne con una fe tan grande muchas veces
M en parecerme no puede faltar Dios , á quien le sir—
ve , y no teniendo ninguna duda , que hay , ni
„ ha de haber ningún tiempo , en que falten sus pa-'
,, labras, que no puedo persuadirme á otra cosa, ni
„ puedo temer , y ansi siento míicho , quando me *
„• aconsejan , tenga renta , y tornóme á Dios:::: Has--
„ ta aora parecíame había menester- á otros, y ternia
„ mas
D E SANTA TEUPSA. 31
„ mas confianza en ayuda del mundo. Aora entien-
„ do claro ser todos unos palillos de romero seco, y
„ que asiéndose á ellos no hay seguridad , que en
„ habiendo algún peso de contradicciones, o mur-
y, muracibnes se quiebran. Y asi tengo experiencia,
„ que el verdadero remedio para»no caer , es asirnos
„ á la Cruz , y confiar en el que en ella se puso. Ha-
„ lióle amigo verdadero , y hallóme con esto con un
„ señorío , que me parece podré resistir á todo el
'„ mundo , que fuese contra mi con no me faltar nada."
Ved , Señoras, como dulcemente sin sacrificios de san-
gre podréis labrar vuestro campo, de modo , que os
rinda abundantemente el fruto.
5 Extrañareis, que os mande armaros aun contra
la buena inclinación, porque lo bueno (diréis) no
puede hacernos mal y Pero lo. dichq dicho* Aun en
lo bueno hay peligros, y ninguno es mas engañoso,
i^ue aquel, que con apariencia de cumplir la ley , nos
encamina insensiblemente á su transgresión. ¿Qué co-
sa mas encargada , que el reciproco amor, que nos
debemos tener? Si aproporcion de las obligaciones,
han de ser nuestros afectos , ¿á quánto son aerehe-
dores los amigos , los Parientes, y los Padres?
6 Sin embargo , si este afeito fuese tanto, que
disminuya el que debéis tener á Jesu-Christo, aquel
amor , que ceñido á ciertos limites , seria grato á
Dios, fuera de ellos será mal recívidb de su Mages-
tad. Pues si hay algo de esto , moderad aquella incli-
nación , aunque buena,. porque peca en excesiva , y
quedará vuestra tierra bien labrada , vuestras almas en
quietud , y en posesión apacible del Señor. Oidlo á
Santa Teresa de Jesús aunque es .Do&rina, que yá
f

os
3§ A v i s o HI.
os dixe otra ve*. "En otras partes hay libertad plata
„ cométalos con deudos , aquí si alguno se admite,
„ es para consuelo de ellos mismos. La Monja, que
deseare ver deudos para su consuelo, y no se can-
„ sare á la segunda vez , sino son espirituales , tengase
„ por imperfecta , orea , que no está desasida , no es-
„ tá sana , no retid ra libertad de espíritu,. no terna
entera paz , menester ha Medico."
7 Muchos trabajos son estos, amadas en Jesu-
Christo. Con razón encarga la Santa en el Aviso,
que tomo por asumpto que el alma , que de veras
r

quiera darse á la virtud , despegue el corazón de to-


das las cosas , y busque , y hallará á Dios. Luego si-
so estubíese bien despegado el corazón , aunque le
busque no le encontrará. Luego sin que el parentesco
le sirva de disculpa , la que no se despegue de su car-
ne , y sangre, será Monja imperfecta. Luego no ten-
drá en el espiritu aquella libertad que es necesaria
r

en el servicio del Señor. Luego aunque tenga algu-


na apariencia de paz no será entera. Luego sino esta
desasida, no está sana. Últimamente; Luego no tiene
salud, y necesita de Medico para su enfermedad. L í -
brenos Dios de tan funestas consequencias, pero, Se-
ñoras , advertid , que son precisas.
8 No quiere el mundo entender esta doctrina.
Por esto al oiría, pone mala cara, y sin recelo puede
asegurarse , que el no entenderla es , porque no quie-
re. Dicese en el Evangelio , que el hijo ame al Pa-
dre , el Padre al hijo , el Esposo á su Muger, y es-
ta Muger á su Esposo , y dicese al mismo tiempo,,
qiíe el que no aborreciese ai Padre, al hijo , y la Mu-
ger , ni es digno , ni puede seguir á su Magestad.
D E SANTA TERESA. 33
¡Qué contradicción es esta! jQué desconsuelo! ¡Qué.
angustia! Si cumplo un precepto, en que se me manda
amar, quebranto otro que me intima aborrecer, y yá
aborrezca , ya ame, nunca soy digno del Señor, pues
quanto me llegue amando , me desvio aborreciendo.
9 Asi lo dirian algunos en*tiempo de San Gre-
gorio Magno , mas le fué fácil de desatar este nudo.
Dios quiere (dixo) que sin contradicción os améis , y
aborrezcáis. Esto se conseguirá , queriéndoos bien;
pero amando mas á Dios. E l amor á vuestros Padres,
amigos, Parientes , y todo próximo no solo ha de
ser inferior , sino adtual, b virtualmente reflexivo al
amor del Señor de tierra, y Cielo. Amaos recipro-
camente , si vuestro amor fuese asi, pero si para ello
fuese tropiezo , no os améis. •
10 Digolo asi, porque no os equivoquéis en la
orden que doy , de que os aborrezcáis. N o quiero de?
cir en esto , que os persigáis como enemigos , y de-
seéis vuestro daño , sino que sin aversión positiva,
y solo con estudio de huir , y no saber , de quien os
embarace amar á Dios , consagréis todos vuestros afeo
tos á su Magestad adiendo, Ó* Jügiendo nesciatnus.
1 1 Esta misma doctrina predicaba San Bernardo
á una hermana suya. "Bueno es (la decía Serm. 7. de
„ Modo vivendí) Bueno es hermana mía muy amada,
que con el cuerpo hayas dexado el mundo , pero
„ será mucho mejor , que se desvie de él tu volun-
„ tad. Los Siervos de D i o s , que procuran la utilidad
„ de sus Parientes, á proporción de lo que se intere-
„ san en esta utilidad , se separan del amor de Dios.
„ Es menester mucho estudio para que no declines en
n tus espirituales ejercicios, si te inclinas sin modera-
E cion
34 A v i s o III.
„ cional parentesco. " P e r o todo se puede componer.
tAmalos enhorabuena , pero siempre en Dios.
12 . . Pocos.habrá en el mundo, que practicasen,
esta Po£hina con mas -primor , ¡que nuestra Madre,
;

amada. Que fia mucho á Teresira su Sobrina , y esti-j


maba justamente el mérito distinguido de su virtuo-
sO'Padre, Sin. embargo en la Carta 59. del Tom. 1...
dice.: "Muchosquiero yo á su Padre (era hermano de
¿ la Santa), mfts cierto la digo, estoy consolada de.
;

,., estar lejos. Mo acabo de'entende.r la causa ; sino es


,,.quc los contentos 4e la vida, para mi so;n cansán-
dolos., debe, d.e ser el miedo que tengo de no me asir
5 ,f£*'Cosa de.ellá ,. y asi es. mejor quitar. Ja; ocasión."
|XJna-.Santa T§resa-ta¡i> desprendida; del mundo confie?
( t

sa que tiene miedo de que; el amor á un,^hermano. 1$


resfrie en el de Dios ? ¿Pues quién será la que no ten-
ga, razón, para temer? . ' ,
- ' . 1 3 . A l g ^ ? oPt^t vez en la TOa^riai .misma a
m o
;

fiuésí-rVíqsigáe;^ía^j5j:ra :-.querer) da Q^Si^t- :dg|


tí L

jrnismo .T<)m dicjeíde. esta., forma., .hablando; clej.njis?


t

ano hermano ¡y su Sobrina.,Halé dado,,;, que ¡estoy


1,, lisiada por ella, y por mi hermano , y ño hay sa-?
?„,carseIo de."la cabeza, y si hayia de estar, si fuera
i,", otra ,;S.egun .son de espirituales.-Mas mire, que taja-*
to quantole debo , me he holgado de que e^t£>reti-
^ radp j porque ¡no Venga acá mucho:.»;: no porque le
„ dexo de querer riiuchp , que .si quiero 5: mas quer-
i,, ríame versóla .de todo esto. (Es ansí ¡piensen lo que
.j^pensaren.jíjque -poco yá:,en ello.": •
; •
- . 1 4 i-Npt^d•»X¡Señoras.-q.ue,répít£ la Santa si-nre-
;

.paro alguno.j que quiere mucho á su hcrmaiK);-,- y aun,


.asi le .tiene, miedo,; y si preguntasern.03 por qué ,iM9§
f

' di-
Da- 'SkwTA TERESA.- 35;
dirá el Venerable Palaíóx. 'Suelve á'alaoár la Santa
„ á su hermano, debia de estar-mas*enamorada pos
„ bueno , que por hermano , porque el parentesco dé
j , la gracia es mas estrecho, que. e l de la naturaleza.".
Asi seria ,' Señoras. En amarle por bueno , no había
peligro pero junto á lo buenp estaba también Iq
hermano, y temería la Santa , que amándole' cor*
exceso como hermano , se, destemplase el amor, que,
le tenia como bueno.
- 3 5 E l mismo V . Señor explico discretamente éí*
tos peligros-, y es Doctrina la suya', que nos alcanza
á todos. " E l amor (dice) de las criaturas parece amor,
y es prisión , y lo primero que quita al alma es la li-
„ bertad ," y aun en lo bueno puede haber prisión^
V, que dañe al perfecto, amor de Dios , y aquella al-
„ ma de Dios toda. (haWa.de cSaBta¿.IFeresa) no quer-?
ria ser efi parte de ^ ü S o b r i m ^ p a t a ser toda de -
„• Dios , negábase al amor permitido á su Sobrina^
„ porque en fin, en siendo amor , aquello se quita h
„ Dios , que el amor da ala Sobrina. Verdadera-
„ mente quando menos hacen los Nepotes al lado de
„ los Prelados, sino arrastran , sino impiden j á lo nie-
„ nos embarazan.'? Hasta aquí el V.'Señor. .
1 6 Vote tercera vez en el asumpto aquella In-
digne Santa, que nunca por mas que hable, se hace
molesta. "Sepa (dice en ia Cart.8o. delTom. i.)sepa,
„ que me- quedo por, aóra aquí-, que ante ayer se fué
-,,-mi hermano é hice llevar-a Teresa» porque no jsé
„ si me mandarán, que vaya con algún rodeo , y no
„ quiero ir cargada con la muchacha. Buena estoy , y
„ descansada.'.he quedado sin este ruido , que con
„ quanto quiero á mi hermano me daba cuidado ver-
E 2 ' • íe
56 A v i s o III.
„ le fuera de su Gasa." Hasta aquí la Santa. Y sobre
estas voces dice asi su V. y Doctísimo Comentador.
"Con ser Santo su hermano parece la cansaba; Es-
„ taba aquella santidad en un hermano, y próximos
„ los asideros del natural, y no descansan los San-
ólos hasta apartar su, santidad de todos sus asideros
„ del natural."
1 7 Oygamos á otro Prelado, que con singular
gracia, y mucha propriedad concilio estos dos amo-
res , de modo que nos sean útiles. "No se enoja Sa-
„ ra (escribe San Francisco de Sales en su Tratado
„ del A m o r de Dios, lib. 10. cap. 3.) N o se enoja
„ Sara por ver á Ismael con su querido Isaac, mien-
tras no pasa á herirle, b í encontrarse con él. Y la
„ Divina bondad no se ofende de ver en nosotros,
i, otros amores juntos con el suyo , mientras le guar-
„ dan la reverencia, y sumisión debida." Asi debe
entenderse aquella, que parece oposición, y no lo
es, porque uno , y otro se pueden verificar.
j 8 "Es verdad, continua el Santo en uno de sus
: „ Sermones (el 43.) que es menester muchísimo cui-
dado para que por el un amor no se disminuya el
„ otro. Bien sabéis, dice , que quando se aman mu-
„ chas cosas, especialmente si se aman con fuerte, y
„ poderoso amor , el amor que tenemos para Dios,
„ es mucho menos perfecto , porque nuestra capad-
dad en amar es muy pequeña, mientras estamos en
•„ este Valle de miserias, y por tanto no debemos de-
„ xár , que se divierta nuestro amor á muchas partes,
„ sino tenerle recogido , quanto pudiéremos para em-
„ picarle en amar un objeto tan digno de amarse, co-
„ mo es-la bondad Divina."
Es-
D E SANTA TERESA. 37
1 9 Este cuidado en todos es preciso, pero mu-
chísimo mas en el Estado Religioso, y esto nos lo
hace visible San Juan Climaco en el tristísimo encar-
g o , que nos dá para conseguirlo. "Quando después
„ de nuestra renunciación (dice en su Escala Espiri-
tual cap. 2.) los Demonios encienden nuestro co-
„ razón importunamente con la memoria de nuestros
„ Padres, y hermanos , entonces principalmente ha-
„ bemos de tomar contra ellos las armas de la oración,
„ y encender nuestro corazón con la memoria del
„ fuego eterno, para que con ella apacigüemos la
„ llama de este otro fuego.'* ¡Oh Dios de mi corazoni
¡Qué ardiente será la llama , que el amor de los Pa-
dres , y Parientes enciende en los corazones, quando
para apaciguarla , b extinguirla es necesaria esta fu-
nesta, y tristisima memoria]
20 " E l remedio (dice l a Santa en el cap. 8 del
;

„ Camino de Perfección) E l remedio que veo mejor,


„ es no los ver hasta quedar libre , y lo alcancé del
„ Señor con mucha oración, Quando se vea de ma-
„ ñera, que lo tome por cruz, véalos alguna vez en-
„ horabuena para aprovecharlos en algo , que cierto
los aprovechará , y no hará daño asi,"

$. II.

21 ¿ T J E r o és creíble , me preguntareis, que el


J L ver á un Pariente puede sentirse como
.cruz? S i , amadas en el Señor, " Y o no entiendo
„ (dice la Santa) que consolación es esta , que nos
„ dan , aun dexado lo que toca á D i o s , sino para
„ nuestro sosiego , y descanso, que de sus recrea-
» ció-
jo* A v i s o IIÍ.
„ ciorifs no podernos, ni es licito gozar. Sentir sü
„ trabajo si. Ninguno dexamos de llorar, y algunas
,, veces mas que los mesmos-." No puede decirse co-
sa mayor en el asúmpto. Con solas estas voces bien
reflexionadas , se -curaría perfectamente esta que ea-
mi inteligencia es la enfermedad mas grave, y peli-
grosa.
22 En pocas voces nos da á entender la Santa
Madre la gran utilidad , que tiene este desvio para
el mundo , y para el Cielo. Esto segundo,ya lo de-
xb en otras partes declarado con pluma mas difusa,
como asunto de mas alta importancia, y en esta
atención nos dice , que aun dexado lo que toca á
Dios, pensemos en lo que respeta á los demás, y
Consideremos, qué descanso nos viene de este trato,
qué consolación , qué agrados , qué sosiego.
-• 23 Oid á la Santa Madre. N o hallareis Ora-
d o r , que mejor predique, á lo menos, que mas
me guste. Escuchad atentamente, y veréis , que aun
siendo tan constante su tolerancia, parece, que pa-
ra esto no le alcanza la paciencia. "Estoy tan cansa-
da (dice Toin. 2. Carta 99.) estoy tan cansada
„ de Parientes después que murió mi hermano, que
„ no querría con ellos ninguna contienda."
24 Boíved á oiría-, porque es Predicador sin
exemplar tan venturoso , que siempre se la oye con
invisto aunque repita Una, y otra vez un Sermón mis-
mo. " E s gran cruz (dice Camino de Perfección cap.
9.) tratar con parientes..£> si supiese (repite T o m .
„ 2. Carta 100.) ó si supiese los trabajos del herma-
no , y el que tengo con todos estos Parientes , y
„ ando huyendo de entrometerme con ellos-.,.,No fué
„ na-
DE jSANTA TERESA. 39
„-nada perder tan buen hermano en comparación de
„ los trabajos , que me han dado los que quedan."
25 Sobre todo lo dicho , y aplicando la doctri-r
Sia á toda Religiosa , oíd aóra á su Comentador Ve-
nerable , que para vuestra instrucción.-.concluye- de
esta suerte. "Presenta la Santa á *odo Religioso un
excelente desengaño ,'porque dice , y repite los
„ muchos cuidados , desvelos, y trabajos, que le
„ causaban sus Parientes , y deudos. Si Santa Tere-
„ sa confiesa esta verdad , ¿qué esperan, b qué po-
„ drán decir los que ., ni son tan Santos, ni tienen
deudos tan buenos? Juo cierto es, que el mayor
favor, que nos pueden hacer los .deudos es con-r
s, templarnos en la región del olvido , pues todo Re-
s,-ligÍQso muere en la Profesión.. al..mundo j y ¿ solo
s> vivé en Qhristo,paraTiOgár^íD^iós^o|tados."- JViórr
tui.es th , &> vita vestra abscondita est furn'C/u'istOf,
¿Pero para qué me canso? Para esto, no es necesaria
erudición alguna , ni llamar Santos. Padres para que-
¡depongan; Pregúnteselo asi mismas y determine
toda Religiosa. : . , ,-..] * ,<•••.•,;- •';
26 .¿Qué cosa hay mas olvidada EN este mundo,
que la que resolvió recluirse en un Convento ? Des-
de el dia que profeso , ella seguramente se despide de
pl ,. pero él la despide á ella con mucha mas verdad..
Entre los que la tratan .con este desvio desdeñoso-,
los ptoprios, suelen ser .los mas extraños, Creen-, que
ya acomodaron á una hija, de modo, que no los ne-.
cesite para nada.. De otras á quienes hayan dado otro
destino, se ^persuaden a que pueden padecer mu-
chos trabajos, b en la salud, porque en ninguna
£.s tan ..constante , que alguna vez no AE-destemple
4© A v i s o Ш.
en Jos bienes temporales, porque mudo de sem-
blante su fortuna, de modo, que se vea en necesi­
dad la que empezó rica , y sea preciso socorrerla de
su Casa.
27 Nada de esto se juzga , que pueda suceder
a una Religiosa. Se cree que murió , b que es cuer­
po glorioso , que no puede estar enfermo. Si saben,
que vive , están en la inteligencia de que todo la so­
bra , y nada la falta. Si pide algo constituida en la
mayor necesidad , se tiene por sacaliña, y no se la
cree. Habrá para las hijas puestas en otro estado quan­
to pidan con necesidad fingida ¿ b verdadera ; Para
la Religiosa la Casa está alcanzada. Darán á aque­
llas para el gasto superfluo , la gala , y la locura, y
ú estubiese desnuda una pobre Religiosa, y pidiese
para ropa interior , velo , tocas, b algún Habito, se
le dirá , compóngase con el roto , sea pobre, que
para eso entro en el Convento. ¿Y con que ceño, y
que ayre tan desabrido suelen darse estas respuestas
к la Monja desdichada ?•• N o sean ellos, ni ella, sino
el suceso, quien lo diga , porque con mas satisfac­
ción explican á un extraño sü necesidad , que al her­
mano , y aun al Padre, que las dio el ser.
28 No es nuevo estú en el mundo : Es trabajó
muy antiguo. Nuestra Seráfica Madre era una gran
Señora , y no solo noble, sino bien hacendada toda
su Parentela. Uno, y otro son del caso, para que
no la dificultasen los socorros, porque lo noble por
lo común es compasivo, y siempre que se añaden las
facultades á la compasión , se subministran los alivios
sin dificultad. Sin embargo, dice la Santa (en el cap,
9. del Camino de Perfección) "Aunque me he vis­
D E SANTA TERESA. 4 1
to en trabajos, mis deudos han sida quien menos
f

„ me han ayudado en ellos; y quien me han ayuda-


'„ do en ellos han sido los Siervos de Dios."
29 Por esto son mis suspiros, y no sosegaré has-
ta ver establecida la vida común , y. que el Convento
surta de todo á sus Religiosas, de modo que para
nada salgan fuera. Porque (decidme Señoras) una á
quien no dá la Comunidad , lo que necesita, y si
clama á su Casa halla cerradas las puertas , ¿qué agitar
ciones tendrá echándose á discurrir, á quién acudir^
para que la quiera socorrer? ¿Qué sosiego tendrá , que
descanso , qué quietud en el Rezo, en la Misa , y
la Oración?
30 Pero esto es para tratarse mas de espacio. Pro-
sigamos nuestro asunto , y preguntemos' con la San-
te IVIadreí. Qué consolación es esta, que Os dá una
^Parentela, que os trata con grosería tan desvergon-
zada? Mas no lo he dicho todo todavía.
31 Está el Convento muy pobre, y una Reli-
giosa enferma gravemente , necesita de una operación
dificultosa , no hay en el Pueblo diestro Cirujano,
que la haga , se ha de traher desde lejos , y la Co-?
munidad no puede costearlo , apela aquella infeliz
á un Pariente , que sin hacerle falta, la puede liber-
tar de tanta angustia. ¿Qué sucede ? Que el Parien-
te se mete á reformador , que murmura de la Co-
munidad, porque en casos tan urgentes aun se de-
berían (dice) vender los Cálices , y que sino lo hacen
asi, muérase como pudiere, que para eso entro.
32 No es caso fingido , alguna está en esta vida,
que años há estaría en la otra, si un extraño no se hu-
biese lastimado, y dispuesto por pura compasión, lo
F que
7
4s /'"Aviso III.
que el Pariente negó con impiedad. ¿Y siendo asi todoá
los Parientes , habrá quién los solicite con un amor,
que la resfíie en el que debe, tener á su Esposo Ce-
lestial? :!

33 Sin llegar á estos extremos preguntemos cóní


nuestra'Seráfica Santa Madre. ¿Qué es lo que parti-
cipa la Religiosa de sus bienes ? De sus alegrías, sus
banquetes , y sus bayles, nada se la pega , ni puede,
tilla es licito gozar de estas locuras. De sus descon-
suelos; si; la Monja $s él vertedero de su dolor, soló
sé la busca para comunicarla ,. que la hacienda se há
perdido , que le han quitado el empleo , que murió
un hijo,, y que otro está agonizando. Óyelo la Reli-
giosa-, sé lastima , y la duele mucho mas, que al Pa-
riente qué s'e la'contó. Entregado este á otras di-*
versiones disminuye con "ellas su pesadumbre , perol'
la pobre Monja abandonada á. su dolor gime , y Uó^
ra sin cesar. Esto es lo que dári de si, amadas mias¿
los Parientes. Nada os digo , que acaso rió hayáis ex-<
perimentado ; ¿y aun con esta' experiencia' los :qüér-<
reís ? Nunca os aprobaré el gusto , y áora dexadme
proseguir.
34 A este amor, y al de Dios,su cede, lo que a
todos los contrarios, que es expelerse mutuamente
tinos á otros, de suerte , que sí por el carnal sé expele
él amor de Dios , también tenemos él dulcísimo, con-
suelo , de que se desvanece el carnal con el Divino. 1

"35 Sea la mejor prueba., como dé todo , de esta


verdad la'Serafica Santa Teresa de Jesús. Pintando-
nos en el cap. 4. de su Vida su arranque de la Casa
de sus Padres , dice asi. "Acuérdaseme í 'todo mj.
j,parecery con verdad , que quando salí'de en.Ca-
sa
DE SS&ÍTJA-'TBS&SA.- '43
jV'sa dé mi Padre , no creo será mas el sentimiento,,
¿,-quando me muera, porque me parece cada hueso.
se me apartaba de si, que como ño. habia amor.de,
„ Dios ,. que quitase el amor de Padre , y Parientes,-
9, era todo haciéndome' una fuerza tan grande, que,
4 , si el Señor no me ayudara:,tíolbastáranmis consi-^
3 , deraciones, para ir-adelante. Aqui me dio animo.
4, contra mi de manera, que lo puse por obra." Ved
Señoras, con quánta verdad os.digo j que un amori
excluye áotro ,- y que opuestos el amor de Dios, y el
de los Parientes, á proporción de lo que se enfrie el
de los Parientes , se irá encendiendo el de Dios.
36 Oid esta misma Doótriha á San Juan Clima-
Caen el cap. 3. desu .Escala Espiritual. "El amor de
\i Dios (dice) excluye el amor desordenado de losPa-í
•j, drés , y elqué'crefaj;,;;qud'éstos dx>sj amores '.juntos?
,j se pueden compadecerél mismo se engaña. ¿ p.uest
^ le contradice el Salvador diciendo , que nadie pue-t
. „ de servir á dos Señores. Por donde dixo el mismo.
•„ en otro lugar: .No viñe.á poner paz-en la,tierra, si-
„ no cuchillo , porque vine á apartar ios amadores de
Dios de los amadores del mundo , y á los terre-
„ nos, y materiales de los espirituales , y los am-
„ biciosos de los humildes, porque de tal porfía, y
-„ apartamiento como este se alegra el Señor, quan-
j, do vé , que se hace por su amor."
. / 3 7 Hasta aquí aquel Santo Anacoreta, y que-
riendo , que esta Doctrina sirviese para el escarmien-
to de sus Monjes , la pone fin de esta suerte. "Y mi-
„ ra (ruegote) con atención no estés secretamente to-
.„ madó del amor de tus Parientes, viéndolos andar
„ naufragando en el diluvio de las miserias,: y tra-
Fs ba-
44 • A v i s o III.
„ bajos de esté mundo, no vayas desproveidamen-
„ te á socorrerlos , y perezcas juntamente con ellos
„ en ese mismo diluvio." ¿No .os acobarda , amadas
en Jesu-Christo., esta amenaza ¿ Pues para que no
se reduzca á efe&o , y se fulmine contra vosotras
este rayo , apelad al .dulcísimo remedio de amar mu-
cho á vuestro Esposo, porque con este amor (que
ya oísteis y .conocéis ser .compatible) se .disipará .el
>3

desordenado., que tengáis i los Parientes.


$2 Desordenado dixe , y siempre repetiré., por-
gue , ni quiero, ni és justo., que no les tengáis amor..
Solo pido, que sea de tal modo, que no se despe-
gue vuestro corazón del amor Divino , y que el des-
pegarse del Padre , Parientes, y ¿lemas ¿rosas del
mundo., sea siempre conservándoles un .amor , que
no os desvie .del xle su Magestad. ¿Os parece ,, Seño T

ras, que •esto no podráser.? Pues\oid (Camino cap.


• 9 . ) á nuestra Santa Teresa de Jesús: ''Tengo (dice)
¿,por experiencia en mi, y .en otras, que dexados
,-, Padres , que por maravilla odexan ,de bacer por
3, los hij os, y es razón con ellos., quando tubieren
„ necesidad de consuelo ; Si viéremos, que no n o s
„ hace daño á lo principal, no seamos estrañas, que
si con desasimiento se puede hacer, y también con
„ hermanos;'* Ved, Señoras, .corno no es ¿ncompa?
tibie ;un perfecto .desasimiento de jPadres, y Pa^
rientes., sin ¿dexar .de querer .á los Parientes, y á los Pa-
dres ; fijas siempre en el amor ,del Señor, y conser-
vando con ellos tun .amor., que no sea ternura, y
.un desvio , quetfio parezca ^estrañeza.
39 " !Oh qué estado tan feliz exclama (de.ami.
„ cap. 1.) San Bernardo , quando el alma despide sus
„ afee-
D E SANTA TERESA. 45
aféelos de este modo, qué dichosas seréis, si le lográis!
„ Bienaventurada el alma (escribe) que cada dia lim-
„ pia el corazón para recibir a Dios en él. No tendrá
„ necesidad .de nada , porque ¡tiene .al Autor de to-
,, das las cosas. " En solo este estado logr.ará quietud
vuestro pobre ..corazón. "No tenemos razón (escriba
„ el Santo Sales en la Ep. 1 1 9 . del lib. 4.) si ,mira-
j, mos á -nuestrosParientes, nuestros Amigos, nues-
4 , tras satisfacciones., f .contentos , .corno .cosas sobre
.„ que podemos establecer nuestros corazones."
40 -En la ;Sagrada JEscri.tura (Jkcl. 24.) se nos
presenta ;una alma bien inclinada , girando por el
mundo, y buscando en alguna .de tocias sus cosas el
sosiego., -y confiesa con .dichoso ..desengaño , que sp-
io le pudo hallar,en la.-heredad del Señor.
.41 -¿Más por ,que- „os ./a.tíjp«e ,cpn Ja .explicación
..de las verdades, que experimentan,a toda hora vues-
tros corazones:? ¿Para un gusto , ,que os .dé la mu-
cha continuación de vuestra .Parentela , al cabo del
.año no son mas las pesadumbres., que ,ps.dán los ami-
gos., .Padres , y Parientes? ^Participando de sus sen-
timientos ,,v0o los gemís como proprios? gNo lograría
;

cada una estado mas tranquilo , .cuidando solo de si,


enagenada en el suavísimo embeleso, que le daría en
su amor su Amante Esposo?
.42 No,creáis., que ni yo , ni alguno,de los San-
tos, .que,os predican por mi boca, «os,quiere intrata-
bles , y horribles, .corno fieras; de-suerte , .que mi-
réis conxe.ño., y desamor .aun al Padre ,,que. os dio el
ser. Yá he .dicho, que Dips ¿os .manda amar í sus
criaturas, y basta para merecer ^nuestro cariño el ser
obra de sus manos. Pero también dixe como ha de
ser
46 A v i s o Ш.
ser este amor , y sino basta lo dicho , oíd a acfueí gfafi
Maestro de la Theologia Mystica, el Venerable Gra^
nada. •
43 "Es muy de notar, que asi como un peso,
„ qua^ito mas sube la una balanza,­ tanto mas baja la­
„« otra , y al rebe:, asi se han estos dos amores de
„ Dios , y del mundo , porque qu'anto crece el amor
„ de Dios, tanto descrece el amor del mundo , y¡
,­, ójuanto crece el del mundo ,• tanto descrece el de
„ Dios. Y bienaventurado seria aquel , que despedí­
„ do el amor del mundo , con solo el de Dios , y pot
¿, Dios se sustentase , porque seria como otro espiri­
j,tüal Jacob, á quien se dio por bendición, qud
„• cogeáse del un pie ¿ y del otro quedase sano. Aun­
„ que no por esto piense nadie , que se excluye par
¿, aqui el amor , y aficcion de los deudos , amigos,
H y bien hechores , porque esto es natural y debido,
i

9 i quando es bien ordenado amándolos * y querien­


j, dolos por Dios 'i' y para Dios, compadeciéndonos
,¿ de sus trabajos. Pero todo esto se ha de hacer de
manera, que no se enrede nuestro corazón en este
¡I, lazo, con demasiada aficcion $ como muchas Veces
j, sucede."
44 He. referido todo el paságe aunque difuso,
porque nunca parece largo este gran Maestro > y por­
que recopila toda lá Doctrina, que puede necesi­
tarse en la materia. Toda ella la ciño la. SeráficaMaes*
tra en aquellas solas voces. Despegue el corazón de to~
das las cosas. Pues si esto , como ya he manifestado,
lo podéis hacer, y en ello consiste­Vuestra felicidad,
¿dudareis, amadas mias , en la execiicion? Os agra­
viaría mucho si. lo recelara. No ­me oprime .este
te­
D E SANÍA 'TERESA. 47
temor, sino espero firmemente, qué lo haréis asi, у
aora recibid mi amorosa bendición. B urgos, y Agos*
to 18. de 1 7 7 8 .

фФФФФФФФФФффФФФФФфф>ф

А V I S O IV.
BXERCITARSE MUCHO ENEL TEMO%
del Señor, que trahe al'alma compun gida^
y humillada.

•. j C I preguntaseis a las Sagradas Escrítuf as", ctfr


• ' i j i mo sé lìgink kV ;Í^^b^a'^íii6rí''os'' corisa*
'gr'as'teis, en una se os dirà, qüp es Santo',;' y es terri*
ble , y en otra, sin oponerse á estos bellos atributos^
,que .este Santo, y terrible es , y se llama el zeloso *
Pero , ni lo santo ni lo terrible debe daros susto , si
9

escucháis ,à San Dioñysío. "Dios se llama zeloso (es­


cribe esté gran Pádire) por élamor , que tiene à lo
existente." Y es cosa muy creíble, y natural, por­
que siempre es zeloso el verdadero amor.
. 2 Gomo amante , y zeloso quiere el Señor , qu@
se le ame ; amandole es suavísimo su porte , dexan­
.dóle amar se hace terrible. ¿Pues por qué ha dé
asustarnos la terribilidad de nuestro Dueño , si ei
hacer, que no se obste nte de esté modo està (de-
xadmelo decir) en nuestra mano? ¿Nos manda acaso (

amar algún.objeto contemptible ? ¿No es su bondad'


inunitamente­amable f ¿No'óos­ conduce por iràpujs©
48 A v i s o IV.
innato nuestra inclinación á amar en todo la razón de
bien ? ¿No es bien infinitoy summo , el que se nos
manda amar? Luego, o'hemos de declarar la guerra
á nuestra naturaleza racional,- b heñios de obedecer-
le en este amor* Siendo, pues,- esto lo que únicamen-
te pide ,- ovgamós.,- Señoras , como hemos de com-
5

placerle,!
§ Una Persona ama á otra , porque íá cree dig-
na f y porque déla continuación de este afecto le
resulta mucho bien , y de resfriarse en sU cariño, mu-
cho nial. ¿Qué sucede en estos casos ? Tener muchí-
simo miedo ^ de que este amor se resfríe, y la otra
Persona se agravie, y que de su sentimiento , y nues-
tra frialdad se origine toda nuestra perdición. Pues
esto , Señoras , y no mas os pide vuestro Esposo.
4 Dice y que os' ama, y pide que le améis,y os
acuerda que es zeíosó, para que en ninguna otra co-
sa se ponga Vuestro aféelo. En esto es también terri-
ble , no se dá á partido á nadie. ¿Por qué os parece
(pregunta Sart Ambrosio) que pudiendo redimirse el
inundo por un Ángel $ no se le hizo este encargo, y
se empeño el mismo Dios eti su remedio ? Porque en
este caso, responde, se partirían las gratitudes» entre
el Señor ,¡ que le embiaba y el Ángel que le redi-
f f

mía , y Dios quiere ser como único Autor de todo,


único objetó , también , de nuestro corazón agradeci-
do. De suerte , Señoras, que Vuestro Esposo os ase-
gura , que es amante. Pero también os dice , que es
terrible para que viváis siempre con temor de de-
sagradarle.
5 Esto quiere decir la Santa Madre en el Aviso
presente. En el que poco liaos expliqué, nos dixo,
que
D B SANTA TERESA. 49
que se despegase el corazón de todas las cosas, y
-aora nos enstña el modo de lograr este despego,
amando siempre con temor á aquel Esposo Celes-
tial. Oídme, y proseguiré con nuevos fundamentos
lo que dixe en el otro Aviso.
6 La Ley de Dios, por la boca de la Seráfi-
ca Maestra, os manda despegar de todas las cosas.
Ni á la Paysana , ni á la companera , ni á la amiga,
ni aun á la misma Prelada , que se mira como Ma-
dre , y Superiora , ha de ser tanto el apego , que en
poco , b mucho se falte á aquel amor total, que de-
sea en las Religiosas el Señor. "Va muy fuera de
„ espíritu de Descalzas (dice la Santa, Tom. 1. Cart.
„ 65.) ningún genero de asimiento , aunque sea con
i, su Priora , ni medrará en espíritu jamás. Libres
„ quiere Dios á sus Esposas , asidas á solo él." La.
Santa hablo con sus Hijas , y alcanza su Doctrina á
todas las Religiosas. Entienda, pues, cada una, que
habla con ella, y qtie en esas pocas voces la anuncia
tres pesadumbres, si el Señor no las hallase desasi-
das , y si el mundo no las viese despegadas.
7 Una es, que no gozarán de verdadera liber-
tad , porque todo amor del mundo es esclavitud.
¡Oh, qué distinto es, Señoras, el amor de Dios! ¡Qué
desahogado , qué pacifico, qué libre de estas tan
congojosas servidumbres ! Oídlo á la misma Santa
Madre , que instruida algo de lo uno, y mucho de
lo otro, se hizo docta en la experiencia , y el escar-
miento. "Dame Dios (dice Cart. 1 2 . Tom. 2.) mas
„ vivos deseos, mas gana de soledad, muy mayor
„ desasimiento , como he dicho con visiones, que
„ se me ha hecho entender lo que es todo , aunque
G „ de-
jo A v i s o IV.
j, dexe quantos amigos , amigas , y deudos, que es- ;

to es lo de menos, antes me cansan mucho Parien-


„ tes, como sea por un tantico de servir mas á Dios,
„ los dexo con toda libertad, y contento , y asi en
„ cada parte hallo paz."
8 Otra pesadumbre es, que sin este desapego
medrarán nada , b muy poco. Otra que contradice,
desmiente, 6 va muy fuera de espiritu de Religiosa
la que no estubiese enteramente desasida. Muy poco
habrá adelantado la que sirviese á su Esposo de este
modo, no le quedará otra seña de haver dexado el
siglo , que la superficial de presentarse con el Habito.
9' En esto hay mucho, que necesita de"'reme-
dio , y no quisiera , que alo menos en los ¡Monas-
terios , qué Dios puso á mi cuidado , se creyese que
por lo que no digo., con mi silenciólo apruebo. "Es
lastima (dice la Santa en el cap. j . de su Vida) de
j, muchas , que se quieren apartar del mundo, y
„ pensando , qué se van á servir al Señor, y apar-
„ tar de los peligros del mundo , sé hallan en diez
„ mundos juntos, que, ni saben como se valer-, ni
„ remediar , que la mocedad , y sensualidad , y De-
,, monio las convida , é inclina á seguir algunas cosas*
.,V que son dél-mismo mundo." DicéUos la Santa Ma-
dre una cosa nada nueva,' antes 'por. muy repetida,
no se extraña.
ló N o se encontrará Convento sin algunas Re-
ligiosas , que nada supieron de mundo en el retiro
de sus Casas , y que- despUes de reclusas nada se ocul-
:

té á su averiguación de todo :quáríto sucede en la-


Ciudad. Antes de tomar el Habitó estarían eri retiro.,,
é irian pocas gentes á su habitación., ignorarían el
mun-'
D E SANTA TERESA. 51
mundo, porque no les hablaban cíe él; Profesaron
en donde otras muchas , todas tienen sus visitas, una
-lleva unas noticias, otra otras ; en la recreación todas
-se cuentan, y he aqui que aunque jamás baxen á la
r

red , y observen retiro con la mayor austeridad, sa-


ben de mundo , lo que no sabitn , y lo que fuera ra-
zón, que rio supieran.
- . i r No me persuado , á que nieguen ser cierto
lo que digo , porque los de fuera podremos deponer
-que es la pura verdad. Vaya el Seglar mas noticio-
jso del Pueblo á echar á perder una tarde en un Lo-
cutorio , una contará una novedad, otra saldrá corj
un chisme, esta referirá lo que ha oido , aquella se
-querrá asegurar de lo que la han contado ; de suerte,
que adquirirá en la'red mas noticias en una hora ¿que
•le dieran en la Ciudad en veinte dias.
: :
. ^
'• .12 Aora decidme Señoras: Aquellas que en sus;
Casas nada sabian del mundo , ¿qué adelantaron con
retirarse á un Monasterio ? Ya lo dixo Santa Therer-
sa de Jesús. Que deseando huir dé ün solo mundo
hallaron diez. : '
1 3 Permitidme, que pregunte mas. ¿Se logra
con este trato el perpetuo , y total desasimiento tans
indispensablemente necesario para tener contento á
vuestro Esposo ? ¿En concurrencia indistinta , no ha-
ce algo la mocedad , como insinúa la Santa ? ¿Está
la sensualidad sin exercicio , y sobre todo no hace al-
go el Demonio ? ¿Se. introducirán voluntariamente
en los peligros , y nunca caerán en ellos ? ¿Serán Sa-
lamandras, que triunfen de la hoguera , y salgan siem-
pre indemnes déla llama ? ¿Estarán , como dice el
Espíritu Santo , con las manos en la, pez y nunca
r

G2 se
52 A v i s o IV.
se mancharán ? Últimamente; ¿Se verificará, que bus-
can al Esposo con afán, estudio de quererle, y mu-
chísimo temor de desagradarle ? ¿Será esto conside-
rarle como zeloso , y terrible? No quiero , que me
respondáis, porque yá creo, que lo hacéis con el
rubor.
1 4 No podemos resistirnos , suele decirse .alga-
lia vez. El mundo es muy delicado , y vivimos erj
el mundo. Negarnos al Pariente, que nos llama , no
. solo es desatención., sino tyrania. Pero yo sé muy bien
como £stá el mundo., que joy es como siempre ha
sido. "Viene yá la eosa (dice la Santa) á tal estado,
^, que tienen por falta de virtud no querer , y tratar
„ mucho los Religiosos á sus deudos , y como que]
„ lo dicen ellos , y alegan sus razones." Estas razones
suelen ser las poderosas , y bien parecidas de grati-
tud , y xharidad , y gritarán si la Monja no baxase
á todas horas, que no tiene ¿haridad, y es mugér
desagradecida.
J 5 Por evitar este escollo, baxába la Santa Ma-
dre alguna vez, aun con total resistencia de su volun-
tad , y en prueba de esto en la Carta 3 4 . del Tom.
1 . dice asi. "En fórmame ha cansado á mi acá ese
„ Pariente., .ansí se há de pasar la vida., pues los que
„ de razón Joabiamos de estar tan apartados del mun-
„ do , tenemos tanto que .cumplir con él." Todo es
verdad , .amadas en Jesu-Christo , pero todo, si jse
;

quiere , puede tener remedio.


16 ¿Por qué está,el mundo en este estado? Por-
que no muestra la Religiosa haber muerto para el
mundo. ¿Por qué la llaman una, y otra vez á la visita?
Porque saben , que baxa siempre, que la llaman. Es
prae-
D E SANTA TERESA. 53
practica , creo que universal en todo Monasterio, que
en dia de Comunión ninguna baxe á la red. Quien lo
sabe, no las busca en este dia, y quien las busca,
porque no lo sabe , no se ofende , sino buelve edifi-
L

cado de que se le dé para la repulsa este gran motivo.


Hágase , pues , que para el caso sgan dias de Comu-
nión todos los del .año , correrá la palabra, y no os
buscará ninguno.
.17 Entonces si que viví fian despegadas,-y asi-
das únicamente á su Esposo con temor,de disgustarle,
y adorándole como zeloso , y terrible. Entonces si
que pudieran decir como el Aposto!;. Nuestra con-
versación está,en los Cielos. Aunque quisieran hablar
del mundo., ,no podrían^ porque no sabrían de él co-
s

.sa .ninguna. Conversarían con Dios., y,con sus.ado-


:rabies atributos, y i ¿en.todo ¿lo que cabe en .esta vida
mortal., Ja Casa seria .un Cielo.- ¿Qué faltaría enton-
ces para la común felicidad.? Nada, responde San^.
ta Teresa de Jesús. .Se gozaría de una libertad gusto*
sa, paz apacible., y serenidad tranquila. Para nada
se echarja menos al Pariente, ni al amigo ; de todo
cuidarla vuestro Esposo; de donde menos lo espe-
rasen , -les vendría .el bien, y nunca verian la carajl
la necesidad-
18 Oidló á la-Sta. en él cap. 9. del Cam. de Per-
fección. "Creedme .Hermanas, ¡que sirviendo á Dios
.„ vosotras,, .corno ¡debéis, que no hallareis mejores
.,i deudos, que los Ciervos suyos , que su Magestad
.„ os embiare. Yo ,sé .que es ansí, y puestas ..en esto,
„ como lo vais entendiendo , que ,en hacer Qtracosa
;

„ faltáis al verdadero Amigo', y Esposo vuestro..


„ Creed, que muy „ea breve ganareis .esta ..libertad.,
'54 ' A v rso IV. i
• „ y de los que por éì solo os quieren , podréis fiar
„ mas que de todos vuestros deudos, y que no os
„ faltarán ,. y en quien no- pensáis, hallareis Padres,
„ y hermanos," Hasta aquí.nuestra .gran Santa , y yo
;

.respiro con el gran ¡consuelo, de que.hablo à. una


;

Comunidad, en quien la mitad de lo dicho , no se-


ria, menester para despegarse del mundo , y vivir
siempre con temor. Sin embargo dexadme proseguir.

,. §. II. •>:.

19 " X Tlviá siempre con temor, dice la San-


V ta, y despegad el. corazón de to-
54 das las cosas." De todas dice sin exceptuar alguna.
En cuyo supuesto, ¿como se podía creer, que el Pa*-
dre, y Pariente, que son lo principal, dexasen de
tener el lugar primero en tan dilatado numero ? Para
ello nos dio la Santa una razón tan poderosa, como
son todas las suyas. "Todo este decirnos, (escribe en
Jy el cap. que acabo de citar) que huyamos del mun>
¿, do , que nos aconsejan los Santos, elaro està,, que
j, es bueno. Pues creed , como he dicho-, lo que mas
se apega de el, son los deudos , y lo- mas malo
de desapegar."
- 30 Otra vez se hizo el cargo de que en el ingre-
so à la Religión , se dexaba todo, y suponìehdo, que
en este desaproprio havian, de ocupar los Padres el
lugar primero , decía con mucha gracia. "¿Que de-
„ xamos en él mundo , si llevamos este arrior á nue&-
„ tros Monasterios i " Decíalo con el acierto , y gra-
cia , que tenia en todo. Este amor , porque se nos
manda , y porque nos impele à èl nuestra; naturaleza,
es
Dfi SANTA TERESA. 55
es el que mas nos ocupa , y el que nos expone mas
¡á que decline por él, el que debemos tener á nues­
tro Dios. ¿Pues si este afeólo va siempre en nuestra
compañía , donde está aquella soledad , que Dios de­
sea en nuestro ­corazón?
2 1 Para que su Magestad sQ complaciese en la
belleza de aquella alma enamoradade que hace
•tierna memoria la Escritura , no solo puso por con­
dición precisa, quedexaseá su Casa, y á sus Pa­
dres , sino que no les permitiera asiento , ni lugar en
su memoria. ¿Pues si una Religiosa (decia muy bien
ia Santa) hace continuo recuerdo del Padredel Par-
álente, y del amigo ., qué es. lo que dexb en.el mun?
¿do ? ¿Con/qué verdad! podrá /decirse ­: que todo lo
r

dexb, sino se aparta de ellos su amante volua­


tad'í^Si '^©man,táitóa'' p;a­tes .saspfeisr.4iaté№Sls,j ?sus
gustos, y desazones, ¿no meíftirá desvergonzada­?­
mente quando dixese, que su Divino Esposo es el
unic© cuidado , y ,que nada* qiáere de éste mundo,
ni fuera de.él sino á su Esposo?Pues si hubiese, ama­
das rriias,, algoque;despegar¡én este/punto, pensemos
seriamente ..en el remedia.< ,V -
22 Ya nos le dá la Sania, haciéndonos saber­
corno se deben.amar. /VEnaeita Casa (dice) .Hijas mias,
,V mucho cuidad®­ sde ¡encoiiiendarlos a Dios después
,y del© dicho , que;toca­á su Iglesia, que es razón
,­,,en lo demás apartarlos de |a; memoria lo mas que
­podamosporque es cosa natural asirse á ellos nues­
„.tra voluntad ,. mas que á otras personas. Por eso ha­
t e e n bien; (continua en el .num. 4.) las.,que huyen de
,,f'.sus tierras ¡, .si<les vale , que noxreo yá en huir ej
_., .cuerpo de los Parientes ¡,;;¡sino, que Idcterminada^
r
56 A v i s o IV.
„ mente se abrace el alma con el buen Jesús, Señor
„ nuestro, que como allí lo halla todo, lo olvida
„ todo."
- 23 De tres modos suele íncurrirse este peligro,
porque, b los Parientes están en el mismo Pueblo,
b viven cerca , b á muchisima distancia. Esto ultimo
J

queria en sus Hijas la Seráfica Maestra, é imitándo-


la yo en este mismo deseo , quisiera que fuesen Hi-
jas de las Philjpinas las Religiosas de mi Arzobispa-
do, y qtie las qué. nacieron en este Arzobispado to-
masen el Habito , y profesasen en las PfíiJipinas.
Con tanto mar, y tierra de por medió , era fácil el
olvido. Esta , ó aquella carta con cinco , ó seis años
de hueco entre Una , y otra dieran poco que hacer á
la ternura.
• 24. Entonces si que se verificarían eí despego, y
temor, que encargarla Seráfica Doctora. Entonces el
tratarlos una , ü otra vez",ló que antes fué diversión,
seria cruz. "Áünqüé ayuda grandemente (dice) apar-
j,-tamos i hasta que yá tengamos conocida esta ver-
j, dad ,• que después podrá ser, que quiera el Señor
por darnos cruz, en ló que solíamos tener gusto,
„ que tratemos cóil ellos."
; 25 Entonces también* se conseguiría aquella
abnegación , que etf el Sermón 30. predicaba San
Francisco de Sales á sus Religiosas." Es menester
„ (dixo) hacer una abnegación perfecta , y renunciar
„ á todas las cosas para llegar á la perfección , y no
„ hay que acordarse del mundo, ni de las Familias
„ de donde salisteis, ni de vuestros Parientes, de
„ quien no os debéis acordar sino para rogar á Dios
„ por ellos." Esto deseaba la Santa, y esto yo , y

D E SANTA TERESA. 57
ya que todo no pueda conseguirse , sirva á lo menos
de regla para en adelante , que la Pretendiente sin
Pariente alguno , b que los tenga muy lejos de esa
Santa Comunidad , si en lo demás fuese buena, con
esto será mejor, y se debe preferir, porque libre de
este peligro , tiene mucho andado , para ser la edi-
ficación del Monasterio.
a 6 De las que tienen a su Parentela cerca de
si, b no á mucha distancia , no me atrevo á discer-
nir, qual es peligro mayor. La del proprio Pais tiene
de bueno , que no la inquietará en las horas de Co-
ro , porque como es todo el dia suyo , la buscará
quando no haga falta en él, ni en otros actos de Co-
munidad, -.'i'ú

27 Pero tiene contra st, que como esta siem-


pre á tiro de canon , apenas habrá dia sin visita, con
la monada de saber como lo pasa. Con este motibó.
habrá el informe escrupuloso, de que hace la Tia B

como ha dormido la Abuela, qué tertulia tubo ayer,


quién estubo, quién falto, qué refresco, qué merien-
da , y otras mil cosas de tan alta , y gravísima im-
portancia , que era menester , que la Criada, bel Pa-
riente madrugase, para que la Religiosa las supiese.
$Y qué es lo que esta noticia tan puntual produce de
contado ? Que tocan á la Oración, que vá á su Co-
ro , y el punto de meditación , serán la Tia, la me-
rienda ,• el refresco , la Abuela , y la tertulia.
«8 ¿Tendréis , Señoras , por temerario este jui-
cio ? Preguntémoslo al mismo Santo. "Imposible es
„ (dice cap. 28. §. único) que el que nunca jamás
„ aprehendió letras, pueda leer, pero muy mas im-
„ posible es , que el que no liberto su corazón de
H „ cui-
5& A v i s o IV. i
„ cuidados, y congojas, pueda tener pe rfeéh oración,
y contemplación." Lo natural, pues, y lo mas creíble
es y que aquélla Religiosa mantenga en su memoria
todo loque mereció su complacencia; y se acuerde
de lo que al oírlo, la tubo muy divertida. ¿Y qué sa- ;

bemos, si se atreverá., el deseo de saberlo , sin que


tubiese necesidad de ir á contárselo?
29^ "De uno , y otro peligro hablo nuestra gran
Maestra, y llorándolos amboscon la mayor amargu-
ra, dice para nuestra confusión en esta forma. "Que:
„ estén cerca , ©lejos los Parientes , espantada estoy
„ el daño, que hace tratarlos. No creo lo creerá , si-'
no quien lo tubiese por experiencia. Y que olvidada 1

„ parece que está el dia de oy en las Religiosas jo al


„ menos en las mas esta^perTeccion/'-Dids'quiera ,;que
á las que dirijo mis voces no las coja el rayo. Asi lo'i
:

espero, y prosigo.
30 En las que tienen á sus Parientes distantes'
del Monasterio, TÍO son los'riesgos cUá'rios, pero si
es poca la distancia, y éi l,úgár de paso, sé puede
:
: :

asegurar, que son ios mismos/No solo el Pariente,'


y.él amigó, sino todos los Pay sanos querrán ver á
la Monja, para llevar á los Parientes sus noticias.
3 1 Síes malo esto , es mucho peor lo que fal-
ta. A titulo de que vá de Viage , y que no sé'puéd*'
detener,' ño debe haber hora reservádV, pprquéíse le
hace mucha mala obra. Esto quiere decir , que esté
en Misa, en Vispérás , en Oración \ y en otro qúal-
quiera acto dé Comunidad, ha de dexarse todo, y
consentir en ello Ja Prelada , porque sino la tendrán
por muy austera. ¡Y todo esto para qué ? Para decir
á la Monja , que están buenos sus Parientes, y a ios
Parientes, que no está mala la Monja. ¿Y
D E SkixtA: TERESA. -5^9
,.. 32. ¿Y es esto buénó , Señoras , y amadas miaá?
<¿Dbnde haya esto será perfecta la Clausura ? ¿Dexa-
.rá de tener infelices consequencias r ¿Es algo lo que
en esto se adelanta ? La Religiosa.estará mala, b bue^
;na , y el Pariente bueno , a malo, sin que vengan
á saberlo. Para que tengan, b ÜO tengan salud , na-
da influye la relación, con que toda visita está de mas.
33 ¡Oh si quisiera Dios , que estas visitas fue-
sen de tanto fastidio á todas mis Religiosas, como lo
eran á nuestra Seráfica Maestral Asi." lo'confiesa ea
,1a Cart. ;i 1 ¿ del Tom. a. á San Pedro Alcántara.
"La conversación (dice) especial de los Parientes, y
„ deudos, me parece pesada, y estoy como vendida,
salvo con losque; trato cosas de Oración, y de el
„ alma , -que :Co:á estos.'rae eorisueloalegro; Si ha-
í,bio, .cvtfatOi^rósigu^neníjeJ aum. ctiq$c€m algunas
,,• PerspnásLpíofanasVíporque! no puede; sérmenos, aun*
que sea de cosas de oración,'.si mucho lo trato, aun*" 1

que sea> por pasatiempo ,. sino es necesario me estoy


forzando > porque.-me da granipenái'Cosa de regoci-
„ jo de que iStíliaser amiga',.-yú dé cosas*-del-mundo,
jjj.todo me da. en rostro-,, y h©> lo>pued.Qj véc." Si lle-
gaseis , amadas mias, al feliz estado de que os^diesen
enfado estas visitas,- yo os aseguro , que no serian
tantas , porqué .despedidas-.©!^con. un pretexto , y ma>.
ñaña con-otro, ¡se darían por? entendidas, y os d e -
searían vivir ñias-.-sosegadas. i
o534; • )En cllasrhay todavía otro peligro, y es ra-
zon manifestarlo. El gusto de ver al Pariente , al Pa-
dre* y ¿aj. amigóles;, transcendental, es un buen ra-
fp-ijiy todos,^.. y. gustan de el. ¿Pues no es natu-
ral>:¡.que vSQ -¿IBítíSJ&ítHeíiii lasque - .no ríe logran-, -por.
L Ha te-
6o A v i s o IV.
tenerlos á muchísima distancia ? El Santo Sales notb
(Serm. 32.) que aun siendo Marta una Santa tubo
su poco de embidia , de que su Hermana, y no ella es-
tubiese en conversación por muchos ratos con vues-
tro dulcísimo Esposo Jesu-Christo, "Y en vista de
„ este suceso dixo decisivamente , que se hallarán po-
„ eos , que no estén tocados de este vicio , por espi-
rituales que sean." ¿Pues no podrá recelarse, que
padezca este mismo trabajo alguna Religiosa aunque
todas sean tan buenas, como Marta?
3 5 N o hay este peligro solo. Las que los tienen
distantes , y sin renovar las ternuras con su vista , yá
les darían poco , b ningún lugar en su memoria , y
libres de este embarazo, tributarían á Dios todo su
corazón en Sacrificios. Y es muy creíble ,, que el de-
seo de un logro.tan gustoso, haga revivir aquel
amor amortiguado., y se xesfrie el ardor del que te-
nia á su Es poso Celestial.
36 Mucho trabajo-seria este. Bien lo conoció, y
temió la Santa M a d r e y nos dio este , que llama
gran remedio.para huirle. ."Gran remedio es para esto
„ (dice en el cap. 1 0 . .del Cam. de Perfección) tra-
j, hermuy continuo en .él pensamiento la vanidad,
,5 que es todo, y quan presto-se acaba para quitar la
„ afición de las .cosas , que son tan valadies, y po-
nerla en lo que nunca se acaba 4 que aunque pare-
„ ce medio flaco , viene á fortalecer mucho á la alma,
„ y en las muy pequeñas-cosas, .traher gran cuidado
,, en aficionándonos .á alguna, procurar apartar el
„ pensamiento de ella., y bolver á Dios ., y sil Ma-
„ gestad ayuda." Asi la Santa. Pero, amadas mias¿
si las visitas fuesen en unas muy frequentes, y en otras
D E SANTA TERESA. 6 I
el deseo de tenerlas; ¿qué exercicio tendrán tan sen-
sible estas en su memoria?
37 Demás de esto, hablemos claros. ¿Qué mur-
muraciones n¡o se .oyen en «estos casos en los Monas-
terios!? Se murmura,, y señala con ¿el dedo á la Mon-
ja mas visitada , se censura con acrimonia lo que se'.-
gasta en la hospedería, y puede temerse * ¿que estos
dispendios, que en el fondo serán buena crianza¿ y
charidad , se saty ricen en el Pueblo , como relajación.
3S 'Yo no entraré en este numero , ni apruebo,
ni desapruebo,, pero en el supuesto de que la Santa
Madre es Ja ¡Predicadora , repetiré lo que escribió
en la materia. "En regalos., y cumplimientos (dice
,) en el Modo de Visitar, num. -s#.) sino fuere muy
^, poco , sertenga granjiyiso, aunque .alguna vez no -

„ se podrá .escusar alguna ,cosa.-" .Notad esta menu-


j, dencia ¡alguna vez , y alguna, .cosa , cjüe dan muy
„ poco lugar para galanterías."
39 "También es menester (prosigue) avisará
las Prioras;no sean muy largas., y cumplidas, sino
¿ que traygan delante, que están obligadas á mirar co-
„ mo gastan, pues son no.mas que como un.Mayordo-
„ m o , y no íhan de gastar ..como .cosa -propria suya,
„ sino como íiiere razón con mucho aviso , que no
9 , sea cosa demasiada., .dexado.por.no dar mala edi-
ficacion, en conciencia está obligada „á hacer esto,
4

„ y á la guarda de lo temporal."
40 En los íGonventos ,en ,que -sucede esta des-
gracia , quieran taparnos la boca,, .con decir, que
es preciso coitéjar ,á Jos Parientes, para que las socor-
ran en sus necesidades. iMas -no ¿aparan la mia , an-
tes me la abrirán para clamar con mas brio por la
vi-
6s A v i s o IV.
vida común.' En ella todas las Monjas son unas, b
todas ricas, b todas necesitadas, nada se dará á una,
que no alcance á todas;"Y no necesitando de nadie,
ni teniendo mas cuidado que de si, están mas expe-
ditas, para entregarse á Dios. ¡Oh,quiera su Magestad
oir benignamente mis suspiros, y no me saque de es-
ta vida , hasta que logre mis deseos!
4 1 No extrañareis, que los tenga , amadas mias,
si oyeseis en el. asumpto á la Seráfica Doctora. "A
,,, osadas (dice) que si algún regata hacen al cuerpo,
„ que lo paga bien el espíritu. De eso estáis aquibien
w quitadas , que como todo es común y ninguna
r

puede tener regalo particular , ansi la limosna , que


„ les hacen, es general y queda libre de contentar-r
r

los por esto, que yá sabe, que el Señor las ha de


proveer por junto." Esta sola conveniencia , sin;
;

otras que dexo de referir, hace, visible la utilidad de


la vida común, pero dexemos esto para mejor ocasión»
repitiendo que en los. Siervos de Dios se fie mucho,
pero en Parientes , y amigos nada , b muy poco.
42 También es de la, Santa Madre este grande
Aviso. "Como estos (dice de loa Siervos de Dios)
„ pretenden la paga de Dios, hacen por nosotras,,
los que la pretenden de nosotras son los profanos.
„ Como nos vén pobres y que en nada les podemos
1

„ aprovechar, cansanse presto, que aunque esto no


9 l sea en general, es lo mas usado en el mundo , por-
„ que en fin es mundo." , •• •.
43 Todo lo dich'o prueba la verdad , que os es-
toy manifestando, estoes, que se despegue de.todo
el corazón , y solo á Dios se dirija vuestra voluntad.
Dios es el verdadero Padre, y el mejor amigo , ol-
v • vi-
D E SANTA TERESA. 63
vidense de amigos, y Parientes , y solo' amen , pero
siempre con temor á este amigo , y á este Padre. "Na-
„ die le tomo por amigo (dicela Santa) que no se lo
„ pagase. Oh que buen amigo (exclama) hacéis Se-
„ ñor mió , como vais regalando á la alma , y sufrien-
M do:::: Tomáis en cuenta, mi Señor, los ratos que
„ os quiere , y con un punto de arrepentimiento olvi-
dais lo que os há ofendido:::: hé visto esto claro por
„ mi., y no veo Criador mió, porque todo el mun-
i d o no-se procura llegar á Vos por.esta particular
„ amistad." Hasta aqui nuestra Santa , y no se .puede
decir cosa mas tierna.
44 Oh Señor , que con tanto despego no nos
querrán bien , y es este uno de los mayores trabajos,
que puede suceder en este mundo. Digo por un ins-
tante , que tenéis 'razón; Es muchísimo triunfo lle-r.
gar una muger-en su desestimación á tanta altura , que
no le cueste sentimiento el nó verse querida. Sin em-
bargo la Santa Madre lo logro •: Oidla , y lo que sobre
tanta felicidad dixo su Insigne-Comehtador. "Solía (di-
„ ce la Santa, Tom. s. Cart. 1 2 . ) Solia ser amiga,
que me quisiesen bien , y yá no se me dá nada."
Asi lo escribió á uno de sus Confesores , y la nota á
esta Carta dice de esta suerte.
45 "Este es -un altísimo grado de perfección enf
^, llegando una Muger á no querer , que la quieran
„»por motivo de virtud, puede competir con las Ge-
5,-rarquías Angélicas. Yá se desnudb.de su fragilidad,
„ porque yá se desnudo de si misma. Yá vive como
„ un Ángel en la tierra.-" Esto es verdad , amadas
en Jesu-Christo , pero el Dios de Santa Teresa de
Jesús es el mismo, que el Dios de los demás^ uno
4

- " mis-
64 A v i s o IV.
mismo su poder , y con su gracia todas podrán lograr
lo que Santa Teresa.
46 Señor (suelen decir en estos casos) nos ten-
drán por unas fieras, y acaso dirán mas, porque aun
las fieras tienen su especie de amor al Padre,
que las dio el ser. <Pero será muy necio , y nada chris-
tiano el que lo diga , porque, ni os persuado, ni en
este caso dexareis de tener amor , antes será mas fino,
mas bien reglado , mas constante, y mas seguro. Oid
para vuestro consuelo como lo explica el Santo Sa-
les , en el segundo de sus entretenimientos.
47 "Entonces (esto es quando el alma está empa-
„ pada en el amor de Dios) Entonces aun el amor
„ natural de la sangre, de la buena gracia, de las cor-
respondencias, de las simpatías , y del trato, será
„ purificado,- y reducido á la perfecta obediencia del
„ amor purísimo del beneplácito Divino , y verdade-
„ ramente el gran bien, y la gran dicha de las almas,
j, que aspiran á la perfección , seria el no tener deseo
„ alguno de ser amadas de las Criaturas, sino con es-
„ te amor de charidad, que nos hace amar al proxi-
,, mo , y i cada uno en el grado , que desea nues-
„ tro Señor."
48 Oid esto mismo á Santa Teresa de Jesús.
^Pareceres ha (dice Camin. cap. 6.) que estos tales no
i y quieren á nadie, nr saben sino á Dios:::: Mucho
mas quieren , y con mas verdadero amor , y mas
„ provechoso , y aun con mas intensión , en fin , es
„ amor. Y estas tales almas son siempre aficionadas
„ á dar mucho mas, que no á recibir." Yá veis, que
asi será vuestro amor mas verdadero. Oidla aora en
el cap. 3. de 1« Morada 5. asegurar, que solo asi
se-
D E SANTA TERESA. 65
será verdadero amor. "Porque yo creo (dice) que se-
„ gun es nuestro natural malo , que sino es naciendo
„ de raiz el amor de Dios , que no llegaremos á te-
„ ner con perfección el del próximo. .<.i
49 Yo os confesaré, Señoras , porque conozco
el mundo, que se murmurará^vuestro retiro. ¿Más
qué tenemos con eso ? ¿Entrasteis en la Clausura pa-
ra dar gusto al mundo, b para tener contento á vues-
tro Esposo ? ¿Entre dar gusto á este Señor, b á un
mundo infiel, á quién debéis preferir, al mundo , b al
Señor? Oid para concluir al V- Granada , que (en el
cap. 1. de su Memorial) os instruye de esta forma.
50 "Debe el Siervo de Dios despedir de si, y
dar de mano en quanto le sea posible á todas las vi-
sitaciones , conversaciones, y cumplimientos- del
„ mundo , porque en estas ordinariamente nunca fal-
¡p tan murmuraciones / escarnios, malicias , historias,
„ y otras cosas tales, y si de esto algunos se agraviaren,
„ traguen esto por amor de la virtud , porque menos
„ inconveniente es tener á los hombres quejosos , que
t

„ á Dios."
- 51 Enqüalquiera Religiosa desgraciada, que se
vea inclinación á ser querida, tened lo por malísima
señal. Aquella infeliz no tiene verdadero amor de
Dios. No despreciéis por mía esta sentencia, porque
no lo es , sino de nuestra Insigne Santa. "Estas almas
„ perfectas (dice Camin. cap. 6.) yá tienen debaxo de
„ los pies todos los bienes , que en el mundo se pue-
„ den hacer, y los regalos , y los contentos , y están
„ de suerte, que aunque ellas quieran á manera de
„ decir , no le pueden tener , que 16 sea fuera de con
t> Dios, y en tratar de Dios, no hallan que pro-
№ A v i s o IV. •
,' vecho íes pueda.venir de ser amadas, y ansí no
ti

curan de serlo."
52 ;<Qüereis últimamente , amadas en Jesu­Chris­
to, que os diga prácticamente nuestra Santa Madre,
(.quan despegado debe estar el corazón de todo lo que
;no sea vuestro Esposo , y quanto se ofendería de que
:

»descuidándoos en el t e m o r q u e debéis tener siem­


­pre •, .gustaseis de. conversación con los Seglares ? Pues
¡oid al Docto Comentador de la Carta 55. del Tom.
i 4.;que ^brevemente refiere este suceso. "Cierto Cav,a­
!
lleroába algunas veces á visitar á una Monja, en la
Encarnación ,.. 4a:Santa, que era Priora de aquella
•j, Comunidad^, le aviso eortesrñente se abstuviese de
­,,laífrequencia, y no haviendo enmienda. baxo ki
'9> Santa y le dixo muy .severa , que si bolvia mas
allá, haría con él Rey le quitase,la cabeza,"¡Oh San­
to Dios, que enorme juzgaría la .Santa esta falta de
..despego, quando fulminaba contra jél.tan feroz cas-
tigo ! Sirva de recuerdo á todas•:, para que con temoc
continuo de vuestro Divino Esposo,, :y despegado co­
razón de quanto sea mundo , os conservéis '.siempre
en su gracia , y os conduzca á las felicidades ,de la
...Gloria. Burgos 22. de Septiembre de 1 7 7 8 . i. •.

;
­ • # * # • **#• •••> •'**# • •

*** **#
AVI­
D E SANTA ¡TERESA» €7

A V I S O V.
'PACER ACTOS DE TODAS LAS r

virtudes. •
: •, §. 1 . - ; :

j "T)Redíco -(dicevSari Francisco Xavier eo?


:

. J¡¿ •,, Cartavfecha en Malaca año¡de 1 5 4 5 . )


,, Predico los Domingos en k Iglesia mayor, y no
,, estoy yo tan contento de mis Sermones , como es-
„ tan los que tienen paciencia de oírme.*'' Lo que di--;
xo aquel Santo glorioseode k> que prediob ^ digo yo-;
dre lo que os escribí. Estáis contentas «de mi tal, '-quaí-
trabajo , porque estáis' a'seguradas-^de: ri&áfé&b mas-,
y o , aunque estoy cierto de lo uno, nada me satis- :

fago de lo otro. •
02 Es mucho lo que un Prelado tiene ¡que hacer,?
y no fatiga tanto lo mucho , como-su variedad. Dis-«
tintos asumptos piden distinto temple, y' á- veces es
necesario un rápido transito de lo alegre á lo melan-
cólico. Esto hace que equivocados los impulsos, se
trastornen de modo los escritos, que lo que debiera'
ser; triste salga alegre; festivo, y jovial lo triste. Pe-
:

ro sea lo que • fuere, quiero^ daros gusto , continúan--


do los Avisos no solopor satisfacer vuestro deseo, si-'
no porque se me asegura , que logran algún prove-
cho vuestras almas. Si esto es cierto , no pide mas la
Qratoria.iSu fin.es persuadir para mejorar ; consegui-
do uno , y otro ya está logrado el fin.
12 En
65 , A v i s o V. r

3 En el Aviso , que he puesto por cabeza , os


aconsejo.aquello mismo, que hacéis, y encargo que
prosigáis, desembarazando antes el camino, para que
continuéis sin tropiezo alguno. Hay virtudes verda-
deras , y fingidas. No quiero decir en esto, que la
fingida es virtud , sino que se equivocan apariencia,
y realidad , y que hay actos, que parecen de virtud,
mas no lo son.
4 De algunas apariencias , de estas hablo el Ve-
nerable-;,Granada en el cap. í.. de la Vida del Ve-
nerable Arzobispo de' Braga , y para, nuestra ense-
ñanza dixode esta forma. "Hermanos yá no os ten-,
,,. .go.de decir, que traygais los ojos bajos, y los bra-
„ zos:¡recogidos.,, y .el paso sosegado , y la habla ba-,
« j ». Y religiosa;, sino que os deis mucho a' la ora-.;
a

,,,cion,, porque, si asi lo hiciesedes , como ella tiene


3, virtud , para componer el hombre interior, asi la
„• .tiene para componer el exterior, y esta es la ver--
dadera composición , que procede de lo interior
3Í'del ánima , y que dura mas , pero sin oración esta
„ otra composición, es postiza, y fingida, y como
5Í mascara," ;v ,
5 A la verdad , si se góvierna el juicio por los.
ojos, y vota sobre lo que no vé , por lo que ha vis-
to ¿quién no venerará tan respetables apariencias?
¿Quien no- tendrá por santa Religiosa á una , que an-
da con paso sosegado, con los brazos encogidos , y :
con los ojosfijosen el suelo , hablando muy poco, y
con voz tan sumisa , tan débil , tan desmayada , que
es menester atención doblada , para oiría?
6 Esta , diremos, está en continua oración men-
tal , siempre- con actual presencia del Señor. ¡Oh
ven-
D E SANTA TERESA. 6O
venturosa Muger, quien fuera como fu.! Con todo.
Esto puede ser apariencia con nada de realidad. Si
el interior no corresponde, es virtud postiza, queda
en el cuerpo , sin que lo sepa el alma. Si ese exterior
aparato no se acompaña de la oración , no es virtud-
sinofingida, y mascara de virtud.,
7 ¿Quién verá á un Hvpocrita diestro, y que ha-
ga bien su papel, que no le tenga por hombre de
virtud? A estos llamo Simón Casiano pintores del
Demonio , muy peritos en la ciencia de fingir, y
adelantados en el arte del pintar. Veréis (dice) que
aun el mas diestro en el uso del pintar , no pinta las
interioridades del hombre, que retrata, no dá larae-.
ñor noticia de su corazón , su,estomago , su hígado,
;

y-su.s pulmones, ni dice la situación , que los intes- ;


tinos íiénen entre.si!; Se contenía precisamente con
dar al exterior un bello colorido', de modo, que ;se
presente á la vista bien pintado.
8 Esto hace la hypocresia. Solo cuida de lo que r

está, á la parte de afuera ., pinta casto al que en lo in-


terior, será acaso un Asmodeo. Al cobarde, como
hombre muy alentado, obsequioso al muy altivo , y
con recomendables apariencias de humildad al que
tiene un corazón de un Lucifer.
9 De esto debe de haber algo en el mundo , y
como la Seráfica Doctora trato , y supo de todo, nos
mando estar sobre aviso, para poner el remedio. Di-
xosele , que andaba muy espiritual una gran Señora,
y para creerlo , b no , tomo la pluma, y (Carta 9.
Tom. 2.) dixo asi. "Hanme escrito, que anda V. S.
„ muy espiritual; no se me ha hecho cosa nueva : hol-
„ gárame estar mas cerca." En esto quiso decir, que .
acá-
yo A v i s o V, ^
acaso no lo seria, aunque en su aspecto exterior ló
pareciera, y quema, que la experiencia se lo acre-
ditara. ~
:
'• ' >.' • • •
;
-
i o La Santa: d ixo muy bien \ escribe su nuevo,-
y Docto Anotad©?. "Muchas parecen-muy espiritua-
les , pero las querías tratan de cerca , las hallan ar-
tas imperfecciones. La verdadera espiritual no es la
,¿ que muestra mas. sensible devoción , no es la que
„ gime mucho , y á menudo', no es la que afecta
i, mas compunción, -y derrama mas lagrimas, sino la
„' que tiene mas humildad, paciencia , obediencia*
„• y resignación , la que mas se vence , y priva de •
„ su alivio , por darle á las otras, la que de todos
„. piensa , y habla bien , y solo de si piensa , y: ha- •
jbla m a l . D e devociones bobas nos libre Dios, de-
cía Santa Teresa con mucha gracia, y discreción.
1 1 Esta , SeSoras , y amadas mías , es doctrina •
general, transcendental á todo acto de virtud , y co-
mo el amor proprio es tan sutil, sino se* está siempre
en su acuerdo , y sobre aviso, se creerá , que es vir-
tud muy verdadera, la que solo es mascara suya. Pon-
gamos algún exemplar, para explicarnos mejor , y em-
pecemos por la humildad , que es el cimiento de to-
do santo edificio.
ii.
ist T TNA Señora dexa su casa , en que no
1
estaba enseñada á sugecion. Viene á es-
ta recibe el Santo Habito, y empieza la vida re-
gular del Monasterio. Entre los libros , que vé en el*
Noviciado, encuentra, para dirigirse en sus opera-
ciones , las dulcísimas Obras de San Francisco de.Sa-
les,
DE" 'SANTA,- TERESA. 71
les, porqué , Señoras, hemos de" suponer que estos
libros, y sus semejantes, y no otros se deben permi­
tir, en mis Conventos. Toma el libro de las Cartas
Espirituales j abre sin elección á sálgalo que saliere, y
en la .51. deljtb. s. lee, que después de contemplar
al Niño Dios en lo ,hondo del pesebre, parece que
habla con ella, y que.la dice : "Las que se humilla­
­„ ren mas profundamente le. verán de mas cerca, por­
.„ que­ él. está rodo hundido dentro del ultimo fondo
„ deja humildad, pero humildad animosa, confu­
i d a , y constante." .¡
13 Pasa unas pocas h o j a s y advierte que en la
5 5 . se la dice : "Gran placer me haces , dig° , gran­
„ disimo en exhortarme á la humildad , no porque no
,„ rae falte­ otra virtud­ »! mas^4}pe_.,:esta,,|. sino., porque
;j

.,I.eJtesia­,prirr|er^ , $ $l 4íitá9ip8№ .:
0 l u
0
éfcfó­f­QP**"
. De¡,estos pasages > 'que no ^.;££a£o,;';>inQ} la provi­
dencia la puso ­a la vista., aunque no sepa mucha L ó ­
gica , inferirá estas dichosas'consequencias..
, :,J4 Luego si?yo­he.df fsetv^á Dios, y darme muy
4,§;V^ras á , 1 a virtud;^ 4$b,c¡3^r^ygarrne:|>JIFN en la hu­
F­pil'dajd.,, porque­ sin'-íHa quanío­;edfficare ..será en fal­
>

so , y se arruinará la casa por falta de cimiento». Yo


:

;jne consagro á mi Esposo Celestial , yo anhelo la for­


tuna de­estáf muy, cerca.de él, y este E S D O S O está E N
lo •mais hundido de lo humilde , luego si no me aba­
tiese mas ,. y nías , no he de poder lograrle.
;., Convencida con estas reflexiones, resuelve
ser como la ceniza , como el polvo , y como la co­
v

­sa; ma^cpj^rniptible de este• mundo^Humillase , quan­


4 o lo hace toda la Comunidad ; >si otras se postran,
postrase también ; A nada , que sea abatimiento , se
72 Á v r s o V;
resiste , lo altivo la desagrada , lo humilde la com-
place , y como esto se continué por quince, b veinte
días , yá le parece que es humilde en toda forma , y
con una humildad muy verdadera. ¿Qué diremos k
esto ? ¿Acertó , 6 se engaña ? N o quiero responder
de concepto propr'o, pero lo hará por mi (cap. 26.
§. 2.) San Juan Climaco. "Dificultosa cosa es , que
„ quien vive sin sugecion , alcance luego en los prin-
„ cipios verdadera humildad, aunque á Dios ningu-
i, na cosa haya dificultosa."
16 Fervorosa en los principios, le parecerá, que
ningún abatimiento podrá mandarla su Prelada, ni
alguna de sus mismas compañeras, que no obedezca
con gusto , con prontitud , y la mayor humildad. ¿Y
lo hará asi, quando llegue el caso ? El suceso lo di-
rá , pero oid á mi gran Paisano S. Francisco Xavier.
17 En Carta fecha en Amboyno á 8. de Mayo
de 1 5 4 6 . pedia Compañeros , que le ayudasen en la
Apostólica fatiga de sus Misiones, y advirtiendo , que
havian de ser tales , que' padeciesen, si fuese nece-
sario , martyrio por la F é , les hace con mucha gra-
cia esta discreta prevención. "Estoy cierto ,> que son
„ manifiestos los peligros de muerte , á que me ex-
„ pongo , pero tengo puesta toda mi confianza en
„ Dios nuestro Señor, deseando conformarme en
„ quanto me fue re posible, con el dicho del Evan-
„ gelio , que dice : Qíti enim voluerit anima fri suam
„ salvam faceré , jperdet eam: qui avtem perdiderit
„ animam sitam propter me , inven ier eam:
18 ,, Y sab ed (prosigue) carísimos hermanos , que
„ aunque el lacin dé esta sentencia , y ella en uni-
„ versal es fácil de entender, quando viene al parti-
n CU-
D B SANTA TERESA. 73
„ cular de disponerse el hombre, y determinarse á
„ perder la vida por Dios, ofreciéndose á casos peli-
„ grosos, en que probablemente parece que se perde-
„ ra la vida, se hace tan obscuro este latin , siendo
„ tan claro , que solo aquel lo entifende bien , á quien
„ Dios por su misericordia infinita lo quiere dar á en-
„ tender, y en semejantes casos se conoce bien la con-
„ dicion de nuestra flaca, y miserable naturaleza."
19 Hasta aqui aquel glorioso Santo , y yo os
quiero decir en esto , que acaso aquella tan fervorosa
en su humildad , que creía admitir con gusto aun e4
mas despreciable abatimiento,en poniéndola en la oca-
sión , y mandándola algo, á que no tenga voluntad,
huirá de aquel exercicio, creyendo que se la trata con
desprecio. Se la figurará ofensivo á su salud , creerá
que está obligada á mirar por si-, y que en lo contra-
rio faltará á la caridad. De suerte , que toda aquella
primera valentía se resuelva en conversación , y'pare
en nada.
20 Bueno es empezar asi, pero sépase que no es
mas que empezar. Todo lo madura el tiempo, ama-
das en Jesu-Christo , y aun después de maduro el
fruto , hay un escollo grande de que huir , porque
puede suceder , que produzca sobervia la humildad.
Con la Seráfica Doctora me explicaré mejor. En
una Carta , que la escribieron ciertas Religiosas , fir-
mo una, Geronyma del Muladar. ¿Qué haria la Santa
al leer una firma tan humilde ? Responderla de esta
suerte (Carta 52. Tom. 1.) „Ruego á Dios , que no
5, sea solo en el nombre la humildad." ¡Oh quanto
quiere decir, Señoras, aquel mego a Diosl
21 No fue persuadirse la Seráfica Do¿tora , á
K que
74 A v i s o V.
que aquella humildad no fuese verdadera. Tal la creía,
tal la reputaba , pero temia que la demasiada compla-
cencia de verse tan abatida hiciese que la humildad
íiiese sobervia.
22 Oid sobre esto i su Venerable Comentador,
que en el num. 4. de sus Notas dice asi. "Tan gran-
„ dees nuestra miseria , que, si Dios no nos tiene de
„ su mano , al exercitar la humildad, podremos criar
„ en la humildad la sobervia , y ser humildes sober-
„ vios , por parecerme que soy humilde mas que los
„ otros ¿Soy mas humilde ? Luego mas santo , que
9, los demás. ¿Mas santo ? Luego los demás andan del
todo perdidos: Veis aqui , que entro en la humil-
dad Publican©, y acabo con sobervia Fariseo. Veis
aqui que se baxb humilde hasta el muladar , y se
„ levanto del muladar , muladar. Veis aqui hecha es-
w ta humildad muladar."
23 Vuestro gran Padre , y mió , el Señor San
Agustín predico siglos antes esta verdad. Si hay pe-
ligros (decía) de jactancia en los vestidos brillantes,
en los sórdidos, y sucios puede haver, y efectivamen-
te hay estos mismos , y en esta enfermedad son mas
«dificultosos los remedios. La brillantez avisa por si
propria ; ella misma se predica , y esto la facilita mas
la enmienda. El vestido penitente , el trage humilde
siempre se cree que es humilde , y penitente, y el que
por su desgracia se engriese con su penitencia, y su
humildad , está muy distante de su corrección , por-
que tiene á la culpa por virtud.
24 Las virtudes no se oponen entre sí , pero ca-
da una pide su tiempo , y ocasión , y sí estos se equi-
vocasen j malograrán todo el provecho, que consegui-
rían,
D B SANTA TERESA. 75
rían, sino se equivocaran. No quiero decir que el ser
humilde no sea siempre bueno , sino que no siempre
debemos manifestarlo , especialmente quando por hu-
mildes se dexa de practicar otra virtud, mas propriá de
aquel tiempo , y ocasión.
25 ¿Quién no tendría por santa la porfía del gran*
de Apóstol de no dexarse labar los pies de Jesu-Chris-
to ? Sin embargo desagrado al Señor, y le dixo con
severidad, que si se resistía no le dexaria tener parte
en su Gloria. El Venerable Maestro Avila considero
esta reprehensión, y para instrucción de todos dixo
asi. "No se engañe nadie con color de virtudes, que
„ si es porfiado en ellas , si las hace por su propria ca-
«, beza contra la obediencia de su Superior no terni
„ parte en Christo." Oid otro caso , con que me da-
l e á entender, y es muy posible en toda Comunidad.
26 Por todos los votos se elige á una Señora por
Prelada , porqué bien consideradas sus partidas co-
nocen la Comunidad , y el Prelado Superior , que es
la Religiosa mas aproposito , y mas conveniente para
el Monasterio. No lo admito (responde con muchísi-
ma inquietud , y á su parecer con profundísima hu-
mildad) Tengo mal genio , y la Prelacia me originará
muchas impaciencias. Padezco distracciones en el ofi-
cio , y la oración , y en un empleo , que me dará tan-
to que hacer , será preciso distraherme mas, y mas.
27 Pregunto , Señoras: ¿Aunque confesemos que
aquella humildad es verdadera, será del caso en el día?
Oid á San Francisco de Sales, y tened esta Doctrina
muy presente , porque suele haver muchos de estos
lances. "Quando os den algún oficio (dice en el En-
tretenimiento 3.) no digáis, Dios mió, yo soy tan
Ks „ as-
76 A v i s o V.
„ áspera, que si tal cargo me dan , haré mil actos de
„ impaciencia ; estoy muy distraida , y lo estaré mu-
„ cho mas, si me ponen en tal oficio , pero si me de-
„ xan en mi Celda , seré modesta, sosegada , y reco-
„ gida. Andad con toda simplicidad á Egypto entre
„ la gran cantidad de-enemigos, que alli tendréis, que
„ Dios , que os hace ir , os guardará , y no moriréis
„ alli, pero si al contrario os quedáis en Israel , don-
y, de está el enemigo de vuestra propria voluntad , sin
„ duda él os quitará la vida.
28 „ Quando tomamos los puestos por nuestra
„ propria elección (prosigue este dulcísimo Maestro
„ Espiritual) podemos temer no cumpliremos en ellos
con nuestra obligación , pero quando nos los dá la
obediencia , no pongamos jamás escusa., porque
„ Dios está por nosotros , y hará que aprovechemos
„ mucho mas en la perfección., que aprovecháramos,
„ si estubieramos desembarazados. "
£9 No dá al olvido el/Santo las razones de la es-
cusa , que daba , b puede darla Religiosa, y dice sa--
tisfaciendolas. -" La virtud no .quiere que estemos pri-^
„ vados de las ocasiones.de caer en imperfección, que
„ le sea contraria. No basta., dice Casiano para ser
paciente, y sufrido en si mismo estar privado de la
„ conversación de los hombres, pues me ha sucedido,,
„ estando en mí Celda solo , turbarme, porque mi es-
„ labon no sacaba fuego , de tal suerte , que colérico
,, le arrojé en el suelo, " Píe copiado , Señoras, el pa-
sage todo entero , por parecerme que es muy instruc-
tivo.
30 De él inferiréis dos cosas. Una es , que si la
humildad es impedimento de otra virtud mas propria
. de
D E SANTA TERESA. 77
de aquel tiempo , y ocasión , deberá suspenderse su
exercicio , y practicar la otra virtud , que entonces es
mas del caso. Otra es , que muchas veces nos enga-
ña el enemigo, y suele hacernos creer, que es verda-
dera humildad,lo que bien reflexionado no es mas que
rendirse á un impulso de amor próprio.
31 ¿Y qué diremos de este poderosísimo enemi-
go , que siendo el que es , se nos presenta con masca-
ra de virtud ? Horror dá jo que nos dicen los Santos^
y sea para la prevención , no para el susto. No quise
yo seguir mi.proprio parecer (decía San Geronymo)
porque es muy mal consejero. El hombre , que se
cree asimismo (decía San Juan Ciimaco) no ha me-
nester que le tiente el Demonio , porque él mismo es
Demonio para sj,
32 „ "Muy.mas peligrosa es:(dice el Apóstol de
„ Andalucía Audi filia cap. 55.) Muy mas peligrosa
„ es Ja.sobervia,del entendimiento , que es creyendo;
„ á su parecer, no sujetarse al ageno , porque el so-
„ bei-vio en la voluntad alguna vez obedecerá , pues
„ tiene por mejor al ageno parecer. ¿Mas,quien tiene
„ asentado en si que su parecer es el mejor , quién le
„ curará ? ¿Y como obedecerá lo que no tiene portan
;

„ bueno ? ¿Si. el ojo del anima , que es,el entendimien-


,j to , con que se havia de ver, y.curar la sobervia,
„ ese mismo está,ciego , y lleno.de la misma sobervia,
„ quien lo curará ? ¿Y si la luz se .torna tinieblas , y si'
,, la regla se tuerce , qué tal quedará lo demás? Y son
,, tan grandes los males , que vienen de aquesta so-
,•" bcrvia , que turban á todos , con quantos contra-
,, ta , porque con quien defiende porfiadamente su pa-
,, recer proprio , y es amigo de él, ¿quién hay que en
„ paz pueda vivir? Por
78 A v i s o V.
33 Por éstas Doctrinas conoceréis, amadas en
Jesu- Christo , quan poderoso enemigo es nuestro
amor proprio. Quanto se expone la mayor virtud , si
no desatendemos á nuestra propria voluntad, y quan-
tas acciones hay, que parecen virtudes, pero no lo son.
Pero por si acaso rio bastase lo que he dicho, con otro
exemplar lo pondré mas manifiesto.
34 Una Prelada sabe que tal, y tal Religiosa
murmuran de sus acciones. ¿Deberá desentenderse
enteramente por humilde ? A esto responde con dis-
tinción (Carta 56. Tom. i.)laSta. Madre. "Esbien
disimular (dice) el Prelado, quando^soñ los baldo-
„ nes en ausencia. Porque (como expone su V. Co-
„ mentador) andar averiguando chismes de ausencia,
y á caza de descuidos de la lengua , destruye en ios
„ Superiores el obrar, por corregir el decir. "
3 5 Qualquiera Prelada tan delicada de cutis, que
se duela de lo que dicen , b no dicen , y está en con-
tinuo azecho con sus Monjas, tendrá vida muy amar-
ga , y oirá lo que no quisiera. Las Monjas son mu-
chas , los gustos son muy varios , é innumerables los
asumptos del Monasterio. Querer que una sola tenga
contentas á todas , y en todo , es querer un imposi-
ble. Trabajará mucho, pero siempre en valde. Enca-
bécese generalmente en que á unas parecerá mal, lo
que á otras bien , y que habrá su poquito de murmu-
ración , no cosa de correr sangre , pero bastante , pa-
ra ajarla la vanidad , si creyó que quanto hacia estaba
puesto en razón.
3 6 Quien escucha su mal oye dice uno de nuestros
refranes, y nadie lo sabrá mejor que la que explora
chismes. Tenga una vez el consuelo de que las buenas
(lia- .
D E SANTA TERESA. 79
(llamémoslas aora asi, aunque supongo que todas lo
serán) tenga el.consuelo , repito, de que las buenas
ponderen oy sus aciertos ; mañana, y acaso en el mis-
mo dia , y en la hora , hablándose de otro asumpto,
las buenas cantarán por otro tono , y reprobarán lo
hecho con mas brio , porque ya he^ dicho que el com-
placer en todo, y á todas, las que componen una Co-
munidad , es un empeño, que no se puede conseguir.
37 Por eso reprehendería yo severamente estas
averiguaciones , y aun aconsejada que despidiese con
desabrimiento á quantas le viniesen con el soplo. En
quanto obra una Prelada, no ha de mirar á lo que las
Religiosas dicen, 6 no dicen , sino únicamente á si
conviene, ó no conviene. No se mande lo malo,
aunque convengan , y callen , é intimese lo bueno,,
aunque todas chillen. Cuide solo: de agradar á Dios,
y no haga caso del gusto de las demás,
38 No todas las Monjas mirarán^ si acierta, o
no acierta , sino á si gusta , b no gusta. Acaso mere*
cera svi aprobación un desatino, y una cosa muy dej
servicio de Dios hallará su desagrado. Dios hace siem-
pre justicia, téngale gustoso, y todo lo demás délo ai
desprecio. ¿Le dicen que su govierno sienta mal, pe-
ro lo dicen á su espalda ? Adelante , y haga cuenta;
que no lo oye. De Sixto V. se refiere , que decia. De-
xemoslos decir, para que nos dexen hacer 5 imítele en
fisto, y continué en su humildad.
3 9 ' Otra cosa seria , si se insultase rostro á rostro
a la Prelada. "Cara ,á cara (dice Santa Teresa de Je-
„ sus) no sufra baldones el Superior." En esto co-
mo en todo dke la Santa muy bien. La humildad
(según San Gregorio en el cap. 6. de su 2, Pasto-
8o A v i s o V.
ral) pide, en todos los que goviernan justa modera-
ción. No ha de ser tanta , que por dar en lo demasia-
do , desmayen el brio , y los derechos del govierno.
Apoyado de esta Doctrina el Venerable Palafox de-
saprobaba este exceso. "Porque seria (dice) esta hu-
mildad dañosa , pues por poner en muy alto gra-
„ do la humildad , se echa por el suelo EL mando,
y la autoridad , y mas conviene esto , que aquello
„ para el govierno espiritual de las almas. No se pier-
„ da la autoridad del govierno por la humildad del
„ Prelado;
40 ¿Qué conseqüencia tendría este vergonzoso,
.aunque humilde abatimiento ? Puede ser, que la Re-
ligiosa , que SE atrevió, se confundiera , viendo la
«anta humildad , con que la oia , sin resolver castigar-
la. Pero también puede ser, que la indolencia diese
brio al desenfado ,- y tomase su libertad mayores bue-
]os. Puede ser que algunas otras viendo quedar impu-
NE á esta atrevida , la imiten en su insolencia. Y pue-
DE ser ENFIN, que estos insultos acobarden á la Pre-
lada , y EN adelante NO baga cosa buena. Esto quie-
RE decir, que si alguna VEZ (que no lo temo) sucedie-
SE este trabajo , deberá castigarse con el mayor rigor
sin que esto se oponga DE modo alguno á Ja humil-
dad. Practicadlo de esta forma, y Dios nuestro Señor
os asista con SU gracia. Burgos, y Octubre 30. de
1778.

*** ***

•*#*' V *•* AVI-


D B SANTA TERESA. 8r

A V I S O VI. ¿
CON EL EXAMEN DE CADA NOCHE
tenga gran andado.

i T I ^fUY importante es (Señoras) este Aviso, :

J[YX m a s
^ » ^ 1° entendemos, y prac-
n 0 s s

ticamos en toda su extensión. Es muchísimo lo que


dice , y debe obedecerse exactamente. Lo primero
que i toda Religiosa,se encarga en él, es que no.fak
te el examen i en ninguna de las noches. Esto lo su-
pongo cumplido con la mayor puntualidad , porque
¿quién acabará el día sin escrudiñar, si en alguna de
sus horas ha ofendido á aquel Señor , que le ha de-
xado vivir ? ¿Quién se entregará al sueño , que es fi-
gura de la muerte, sin ver para su consuelo:, b des-
consuelo , si en caso de morir, , está dispuesta para
morir bien ? De ningún racional debe creerse este
abandono. Mucho menos de las que desposadas con
Jesu-Ghristo tienen todo el corazón puesto én su Es-
poso. :..
s No es esto solo lo que se manda en este Aviso.
La Santa Madre dá el examen por supuesto, y pre-
viene , que este se haga con gran cuidado. Para los
defectos graves , si por su fragilidad los ha tenido, no
es menester mucho estudio , porque se presentan ellos.
Su fealdad abominable los hace luego visibles. Toda-
L via
8¿ -AVISO VI.
Via se pide mas en este examen, porque la que está
obligada á solicitar la perfección , no ha de contentar-
se con solo no pecar , y debe escalar aquella cumbre
con una , y otra virtud. Aun estas virtudes han de
entrar en el examen , porque hay muchas , que no lo
son , y. lo. parecen. Ya estoy , Señoras , en el asump-
TO , que expliqué poco ha , y aora le continuaré.
4 La penitencia es virtud , y las Escrituras , y los
Santos nos la pintan necesaria para conseguir la Glo-
ria-. El cuerpo es muy insolente , y es menester re-
frenarle ,' contener sus atrevimientos , y sugetar al .es-
píritu. La dulzura aumenta sus altiveces , el alhago le
da rnas abilantéz , solo el castigo podrá rendirle a la-
rázoav-Parece .oponerse á este el derecho natural, que
nos manda mirar por la salud , y no encontrando , 6
no queriendo encontrar (que es lo mas cierto) el mo-
do de conciliar un precepto , y otro , suele verificarse
en dos sugetos distintos, que no se cumple con este,
ni con aquel y y sin embargo se cree , que la infrac-
ción puede ser, y pasar plaza de virtud., ;
4 He dicho ¿ que sino se encuentra el modo de
evitar estos extremos, es por no querer hallarlo. La
abstinencia es uno de los frenos mejores para sugetar
la carne , y de ella escribeS. Gregorio (en elcap. 3 1 ,
lib. 20. de sus Morales) que es nula , sino doma al
cuerpo todo lo que es menester , y es desordenada , si
pasa mas allá; :

5 Esto mismo nos enseño la Seráfica Maestra,


quando dixo en la Carta 57. del Tom. 1. "La Her-
„ mana San Francisco haga que dé carne á esa en sa-
„.liendo Quaresma, y no la dexe ayunar." Notad el
discreto pulso , con que mira por su salud , pero sin
per-
D E SANTA TERESA. 83
perder de vista la mortificación. Conociéndolo su Co-
mentador Insigne , lo explica asi discretamente. "Así
como el dinero se ha de gastar , pero no desperdi-
„ ciar, se hace lo mismo con la salud , porque es gran-
„ de el daño de guardarla sobrado en los perezosos,
,, y el desperdiciarla sobrado en los fervorosos." En
todo (Señoras) es mala la demasía. No quiere Dios,
que sea tanta la penitencia que nos mate , pero ni tam-
poco quiere que miremos tanto por la salud de nues-
tros cuerpos , que se ensobervezcan mas con el rega-
ló. Una juiciosa, y justa moderación lo compone todo.
6 Esto mismo nos predica el Maestro Avila en
su Epistolario. "Sospecha tengo (dice á un Amigo
„ suyo) sospecha tengo de V. y del Licenciado ; y
„ de él mas , que algunos' excesos de penitencia han
„ sido causa de lá enfermedad 5 y sino fuera porque
„ están enfermos , yo les riñera agriamente, mas sana-
„ rail, y hacerse ha , que no menos debe ser reñida
„ la voluntad propria , aunque sea en cosas buenas,
„ que en otras notables la misma propria voluntad las
„ hace malas."
7 Hagamos lo posible para evitar los peligros. De
unos principios no solo ciertos , sino canonizados, sue-
le inferir malas consequencias el amor proprio. Es
cierto, que el derecho natural prevalece al positivo , y.
que el ayuno es de derecho positivo, y la propria con-
servación del natural. De aqui se infiere , que si el
ayuno me hace daño, estoy desobligado del ayuno,
porque es mucho mas urgente la obligación de mirar
por la salud. Hasta aora vamos bien , y quede aqui
apuntada esta doctrina , porque luego bolveré á va-
lermedeella.
L.2 P o
er
84 A v i s o VI.
8 Pero si por esta razón se pusiese todo cuidado,
íoda diligencia , todo afán , y todo estudio en mirar
(como suelen decir) por el individuo , sin pensar en
otra cosa mas , que en regalarlo , complacerlo , y di-
vertirlo , no solo se faltará á la obligación de reprimir
sus ímpetus, pues antes los aumenta, sino se precipi-
tara al vicio de la Gula, y aun á lo mismo, que in-
tenta cumpliendo á su parecer con la Ley de Dios,
que le manda mirar por su salud.
9 Para una de estas verdades no es necesaria mu-
cha Theologia, basta el Cathecismo. Gula es (dice)
un apetito desordenado de comer , y beber. ¿Pues al
apetito del que pone en comer , y en beber gran par-
te de su estudio , qué le falta para ser desordenado?
• I O Lo demás nos; enseña la Medicina , y mucho :

mejor, que ella, la experiencia. Nada hay mas ofen-


sivo á la salud , que el' comer mucho , porque falta-
el calor para la digestión, 6 se debilita el accido. Tam-
bién ofende la variedad de las viandas , y en prueb*
de que una misma es mas proficua , suele citarse util-
mente la vida prolongada de los Pastores, y de mu-
chos Religiosos, en quienes la frugalidad , y el uso
de un mismo alimento contribuyen á mantenerse ro-
bustos muchos años,
1 1 ¿Pero sobre qué es todo esto (me preguntareis
aeaso) si en nuestra Comunidad no hay este esceso?
Os responderé con gusto. En las notas á la Carta 62.
del Tom. 1. de Santa Teresa de Jesús habla el Ve-
nerable Palafox con sus Hijas las Carmelitas Descal-
zas , y confiesa con ingenuidad, que lo que en aquel
parage dexa dicho , no era necesario con las Religio-
sas de sus Monasterios, pero con todo añade. "En el
„ asump-
D E SANTA TERESA. 85
„ asumpto me ha parecido escribir esto , por si lo fue-
„ ren en otros , que puede haber en el mundo , y
„ porque en los santos , y santísimos se prevengan las
„ almas con los mejores dictámenes , pues lo que no
„ sucede aora , si durmiesen las Preladas , podrá con
„ el tiempo suceder." Apuntad estas palabras, y co-
noceréis mi idea. Esta es que no valga lo dicho por
aora , pero que sirva de prevención por lo que pue-
da ocurrir.
12 ¿Y qué sabemos si poco , b mucho hay algo
que remediar ? ¿Quién sabe si , aunque la ración de
la Comunidad es suficiente , hay algunas, que suspiran
por este, y aquel regalito de la Parentela , aprovechán-
dose de la vecindad , y de las producciones del País?
¿Quién sabe, si habrá inquietud , por lo que tarda ía
manteca fresca , que se pidió para el pecho , pero fue
para el estomago , no para el pecho , sino para el pa-
ladar , no para suavizarle, porque no era menester,,
pues suave , y muy suave le tenía , sin necesitar de es-,
te regalito para nada ? Todo puede suceder, y en es-
te caso no me atreveré á decidir , que es gula decla-
rada, pero si que es golosina ; no resolveré , que es
culpa , mas si que no es penitencia.
13 Sin esto hay otros modos de faltar á la cari-,
dad , que debe tener consigo misma por defecto, ó,
por exceso. Algunas puede haber , que se cuiden tan-
to , que pequen por demasía , y sean mortificación de
si proprias, y de su Comunidad. Un universal temor
de que nada les siente bien ., un incesante recelo , de
que todo las hace daño , aun para las que no lo pa-
decen , y lo vén,. es la mas enfadosa enfermedad.
Aunque no siempre sean enfermos de peligro, siem-
pre
86 A v i s o VI.
pfe están de muchísimo cuidado, y el recelo de en-
fermar pasa en su juicio por falta de salud. Un efeíH-.
vo doliente por lo común no tanto se asusta por lo
que es su mal, quanto por lo que puede ser. Una fie-
bre en sus principios no daria muchísimo , que sentir,
si se creyese , que era una fiebre no mas ¿ que se aca-
bara en el dia , y le dexára limpio mañana. El susto
de que pviede ser un tabardillo , es lo que pone cui-
dado.
14 Esto mismo sucede, y no en un dia, b dos,
sino en toda su vida á las que miran por si, y por su
salud con tanta superstición. No como tal cosa , por-
que no sé , si acaso me sentará. Tengo muchísima sed,
pero no bebo , porque temo , que esta nace del mu-
chísimo ardor , y me será ofensiva la frialdad. ¿Pues
puede haber , Señoras , mas enfadosa esclavitud?
1 5 ¿Como llevaría nuestra Santa Madre estos me-
lindres ? Una vez dixo como Medica Religiosa, co-
miendo poco , y trabajando mucho, se curan las ter-
cianas. Mucha virtud daba á la dieta, y mucha al
exercicio , y si para una enfermedad cierta , y enfado-
sa no tenia por precisa otra receta, es muy creíble, que
no aplicase mas cura, que el desprecio á esos gestos,
que no tienen otro principio , que el muchísimo amor
proprio.
§. II.

16 f I "^Odavía puede ser no solo enfado , sino


JL también peligro, si llega á tanto extre
mo lo aprehensivo , que á cada antojo de enfermedad,
•se llama al Medico , y si por la relación , que le hac:
de lo que no tiene en realidad , pero si en su imagina •
ciot
D B . SANTA TERESA. 87
clon , le obliga á recetarla sin arbitrio hoy un reme­
dio , y mañana otro ; ¡Pobre muger , y verdaderamen­
te desventurada la quedé en esta mania! De cierto
con muy buena salud enfermara , no solo porque yá
es enfermedad esta congoja continua , sino porque
efectivamente la quitara la salud este nimio deseo de
su conservación. Esta enfermedad será de participan­
tes , porque á lo menos en el sufrimiento se comuni­?
cara á todos los que tenga al rededor.
17 Si hubiese alguna de estas entre las Religio­
sas , produciría muy malas consequencias. Sin entrar
en la enfermería , tendría á las Enfermeras ocupadas,
y todas las Monjas serian sus Enfermeras. Es natu­
ral , que á poco tiempo se valiesen del remedio de no
hacerla caso ^ y también es natural, que ella se expon­
ga , á que quando esté, enferma;de veras no la quieran
creer, por las muellísimas veces que las engaño.
18 El gran trabajo suele ser con la Prelada. No
puedo (dice) ir al Coro , porque en la Huerta me des­
templé,.Falto á la Misa , porque el дуге me desazono.
No asisto á la Oración , y quedóme en la Celda , por­
que todo, me debilita, y me desmaya. ¿Qué hará la.
Prelada entonces ? Si no la cree , es una muger impía,
si la cree, y la dá gusto, va la Religión por tierra. Dios
nos libre , Señoras , de este trabajo , y para la que le
padezca , yá receté el .remedio. Trátese , como el di­
nero la salud , gástese, que para esto la dá Dios , pe­
ro sea tanjo el primor, con que se gaste , que nunca 3?
desperdicie,
19 Este es el otro extremo de que se debe huir,
para que la penitencia sea verdadera virtud, y que no
este reñida con la .caridad, "Iodos sabemos que el ma­
yor
88 A v i s o VI.
yor sacrificio , que se puede hacer á Dios, es el de la
propria voluntad , y que aun en lo mas meritorio , si
por hacer mi gusto , resisto la obediencia, á quien me
puede mandar , perderé todo el mérito , que me pro-
metí. De esto hay mucho , y casi siempre con capa
de virtud.
20 Pongamos el exemplar en una Religiosa , que
mortifique su cuerpo con muchísimos ayunos , y oy-
gamosáS. Francisco de Sales ene^. Sermón Tom.r.
„ Otros hay (dice) flacos, y enfermos , y no pueden
„ ayunar , con los quales hay mucho mas trabajo, por-
„ que no quieren oír razones , para saber , que no e*-
„ tan obligados á ayunar mas de lo preciso , quiero
„ decir , mas de lo que pueden, y no quieren usar
„ de las comidas , que les están ordenadas, y son ne-
„ cesarías para sus enfermedades. Por cierto, que es-
„ tas Personas no quieren ayunar por humildad , por
„ vanidad si,, y de su propria voluntad , no recono-
,j ciendo, que hallándose flacos, y enfermos harán
mucho mas por Dios en rendirse, y usar de'las-vian-
das , que les ordenan , y no ayunar , sino según el
orden de aquellos , á quienes deben obedecer, que
,, en hacerlo de su propria voluntad."
21 Oygamos también sobre ello á mi gran Pay-
sano San Xavier. Desde Amboyno escribía á Goa
aun Compañero suyo en 10. de Mayo de 1546. é
instruyéndole con el mayor amor ledixo asi. "Lo que
„ muchas veces os he rogado por palabras , y por
„ Cartas , os torno otra vez á rogar , quanto puedo,
9i que procuréis obedecer en todo , y hacer la volun-
„ tad de los que administran ese Santo Colegio , por-
„ que si yo allá me hallara, donde Vos estáis, en nin-
„guna
D E S/>NTA TERESA. 89
„ o;iina cosa trabajara tanto , como en obedecerles. Y
creedme Hermano mío , sin duda que es cosa muy
„ segura para siempre acertar desear uno ser siempre
„ mandado , sin contradecir á los que mandan , por-
„ que por lo contrario es cosa muy peligrosa hacer
uno su propria voluntad, contra lo que mandan,
porque aunque acertéis haciendo lo contrario de lo
„ que os mandan , creedme , Hermano , sin duda que
„ es muy mayor el yerro , que el acierto."
22 Oid también á otro gran Voto en el asumpto.
Tengo gran temor (escribió el Venerable Maestro
„ Avila en Carta á S. Juan de Dios) tengo gran te-
„ mor no os engañe el Diablo rigiéndoos por vuestro
„ parecer, que quando no pueda acabar con uno, que
„ haga malas obras, hacele que haga desordenadamen-
,, te las buenas, y lo que no tiene .orden no puede
durar, y luego se dividen unos contra otros que-
„ riendo uno echar por una parte , y otros por otra,
„ y el Señor dixo en el Evangelio (Luc. n . ) que to«
„ do Reyno dividido será destruido. Por tanto, Her-
„ mano , tened gran cuenta de sugetaros á parecer
„ ageno , y no os engañará el Diablo, porque un San-
„ to dice , que el Hombre, que se cree á si mismo
„ no ha menester Demonio, que le tiente , que sé
„ es Demonio para si, y aunque se os parezca bueno
s, lo que hacéis, sabed , que también pone el Diablo
„ lazos en lo bueno como en lo malo, y aunque al
„ principio parezca ir bien guiado, al cabo da con to-
do en el suelo."
23 Hasta aqui aquellos grandes Maestros, y na-
da puede decirse mas del caso. Y aqui viene (Seño-
m) la noticia, que dexé apuntada , y cumplo la pa-
M, labra
|)o A v i s o VL
fabra de bolver á ella. El derecho natural, que nos
Snanda mirar por la salud, prevalece al positivo , en
que se manda el ayuno. Es Doctrina Christiana , que
6abe aun el mas rustico, que el ayuno se debe suspen-
der en asegurándonos de que nos hace mal. Yo ciño
toda la Theologia en la materia á estas pocas voces:
,E/ que puede debe. Quiero decir. El que diciendolo el
Medico puede dexar de ayunar,y comer carne, debe
hacerlo, y sino lo hace , falta á lo que debe, porque se
supone, que se contemplan ayuno , y abstinencia ofen-
sivos á la salud, que en conciencia debemos conservar.
24 A esto se añade otra poderosísima razón , que
es la de estar obligados á obedecer á los Médicos, de-
suerte , que la que prosiguiese con tenacidad en esta
gnortificacion, falta al precepto natural de mirar por
si misma , y cae también en una enorme inobedien-
cia.
2 5 Sin embargo creerá, que aquella aflicción,
que se impone, es mucho mérito , y yo la diré sin el
menor escrúpulo, que merecerá mas dexando de ayu*
aiar, que si á fuerza , y continuación de los ayunos,
quedara hecha un esqueleto. Oídlo á S. Francisco de
Sales en la Epist. 47. del lib. 5. "La obediencia, que
guardares al Medico , será infinitamente agradable á
„ Dios, y os la pondrán en cuenta en el dia del jui-
5 , ció.
. 26 Lo que he dicho del ayuno , diré de lo de-
más , que aseguren los Médicos ser ofensivo á la sa-
lud , porque siempre ésta obediencia será delante de
Dios muy meritoria. Escuchadlo al mismo Santo en
la Epist. 48. lib. 5. "Obedeced bien á los Medi-
rá» eos, y quando ellgs os prohibieren algún exercicio*
DH SANTA TERESA. 9.1
„ b de ayuno , b de oración mental, vocal, b tam-
„ bien el oficio fuera de las Jaculatorias , yo os ruego,
„ quanto puedo , por el respeto , y por el amor, que
„ me tenéis, que me seáis muy obedientes.
27 ¿Bastará la declaración de este gran Santo pa-
ra desvanecer la terquedad de los escrúpulos ? ¿Que
sé yo ? De los Caciques de Zocotora dice mi glorio-
so Santo (Septiembre 18. de 1542.) "Que quando
„ ayunan , no solo se abstienen'de carne , y leché,
„ sino de los peces , de que tienen grande abundan-
cia , y esto tan escrupulosamente , que se dexarár*
morir antes que probar algunas de estas cosas. To-
„ da su comida se reduce á palmitos , y yeryas. Tie-t
nen dos Quaresmas al año , y la una de ellas es d$
dos meses. Si alguno poco observante en dicho tiem-
„ po come carne , aunque no sea mas que por pro—
„ baria , es tratado como excomulgado , y no se le¿
permite la entrada en el Templo."
38 No diré , que lleguen á tanto extremo las es-^
crapulosas en materia del ayuno. No se dexarán mox
rir conocidamente, aunque tampoco se ayudan á vivir,
haciendo diligencias contra su salud. Tampoco cree-
rán , que están excomulgadas, si dexan de ayunar en
la Quaresma, pero acaso les parecerá , que yá la Igle-
sia no las reconoce como suyas, pues no cumplen es-*
te precepto de la Iglesia.
29 Estos excesos tienen por lo común un nobi-
lísimo principio. Si el amor proprio no los echase á
perder, nada les quedaría , que desear. El fervor los
origina , y aquel amor los destempla. Mucho encon-
traría de esto en sus Religiosas la Seráfica Maestra. Si
yo ps refiriese todos, los Sermones , que predico en
M» este
9* A v i s o VI.
este punto , aun siendo de Santa Teresa os seria "mo-
lesto. Oid algunos , que nos quedaron en sus Carta*
discretísimas, y sea coa deseo de rendiros í sus sen-
tencias.
§. III,

3 X 7"Ay P delante aquel suspiro, que ea


o a o r

V k Carta 34. del Tom. 1. dirigió à su


Hermano. "¡Oh Hermano, como no nos entende-
„mosl que todo lleva un poco de amor proprio."
Era un espiriti! muy singular el de aquel santo Cava-
liere , dirigíale su Hermana , y le imponía las peni-
tencias., que la parecía. Alguna vez le inspiraría su
fervor deseos , de que le impusiese mas , y mas, pe-
l o la Santa en la Carta 3 3 , le escribió asi. "No le con-.
9 , siento mas , porque le será mas penitencia darse tan
a > tasadamente después de comenzado, que es quebrar
„ la voluntad." .
• 3* ]Oh que receta, Señoras, tan insigne I En lo
mucho, que aquel Cavallero se mortificaba , hacía su
voluntad, y la violentaría , disminuyendo la mortifi-
cación. Pues vaya à espacio , y no se mortifique , le
dicela Santa Madre, porque en la violencia , que
hiciese àsu voluntad, hará un Sacrificio mas agrada-
ble à Dios.
32 Resistíase à comer carne en Quaresma la Su-
periora de Soria, Parecíala un horrible sacrilegio fal-
tar à lo que se manda en un tiempo tan santo. ¿Qué
recetaria la Santa à estos escrúpulos Ì Como Theolo-
ga Insigne , y como diestra Medica dixo en la Carta
43. de esta forma. "Si hubiere menester siempre cár-
lt ne, poco importa, que la coma, aunque sea Qua-,
«res-
D E SANTA TERESA. 93
resma , que no se va contra la Regla, quando hay
necesidad, ni en eso se aprieten. Virtudes pido yo
„ á nuestro Señor me las dé." Como si dixera (con-
tinua el Venerable Palafox) lo que ha de ser abstinen-
cia en el sano , sea en el enfermo paciencia , porque
la abstinencia necesita de peso ., y medida,
33 En unas, y otras palabras se nos dice tanto,
que si nos quisiéramos dilatar , .seria larga ., 'aunque
también provechosa la conversación. La Regla (dice
la Santa) prohibe comer carne , pero quando hay ne-
cesidad , no lo prohibe , porque es una Regla muy
puesta en la razón, y no se opone ai derecho natural.
En qualquier tiempo , en que haya necesidad , mitiga
vuestra Regla su rigor , luego si en la Quaresma (in-
fiere esta Insigne Santa) pide la necesidad , que la Re-
ligiosa coma carne , no hay porque escrupulizar, y la
deberá comer. -
34 Yo preguntaría á esta Seráfica Doctora , ¿si el
resistirse será virtud verdadera ? Pero yá me dio la res-
puesta anticipada, y es mucho, y muy docto lo que
nos quiere decir en aquel •virtudes pido yo d nuestro
Señor me Jas d).. Esto dice, aunque £on discreto disi«
mulo , que el oponerse en tal caso i los alivios , es
gesto ¿ y no perfección , y mas zalamería, que virtud.
Prodigamos con la Santa., y su Doctrina Celestial,
- ;35 Nada serviría esta., si viesen las Religiosas,
que la Santa Madre la daba para las otras, y no la ob-
servaba en si misma. Por eso hacia con puntualidad
lo que encargaba, "Harto mejor estoy (dice en la Cart.
„ 50, del Tom. 2.) que he tomado unas pildoras, creo
„ me hizo daño comenzar i ayunar la Quaresma , que
„ no era solo la cabeza, que me daba en el corazón;;:;
94 A v i s o VI.
„ Yo rae regalo todo lo que veo es menester , que no
„ es poco , y aun algo mas que aqui usan:::: Tenga
„ gran cuenta con no dexar de dormir , y hacer colar
„ cion bastante , que no se siente hasta que está ya
„ hecho el mal con el ¿leseo, de hacer algo por Dios.
„ Y yo le digo que he de quedar escarmentada para
„ mi> y para otras."
36 ¡Bellas palabras , amadas en Jesu- Christo ! En
ellas declara, y os pone de manifiesto, que aunque el
impulso en esas austeridades es el deseo de hacer al-
go por Dios , hasta que yá está hecho , no se siente
el mal, y que el atajo es desterrar de si la voluntad
propria, y sin réplica alguna rendirse á la obediencia.
37 Con el brio, que daria á la Santa Madre el
haber predicado á sus Hijas con el exemplo , apenas
se hallará eft sus Obras encargo tan repetido. Creia,
que á una Religiosa hacían daño la soledad, y el aban-
donarse a su imaginación, y en la Carta 76. la dixo
asi. "Acabe yá de curarse por amor de Dios , y pro-
„ cure comer bien, y no estar sola, ni pensando en
;

„ nada.
38 Su enamorada María de S. Joseph huia dé
los regalos} Otra también querida suya se resistía k
vestir lienzo, y en la Carta 9 1 . las dice de este modo.
„ Guárdese mucho, que mas pena me dá su mal,
„ que todo. Y por caridad, que se regale , y á lamí
„ Gabriela traygan lienzo, y dexense de rigor en
„ tiempo de tanta necesidad." No se contento con-
decirlo en esta Carta ; En la immediata lo repite, por-
que dice de esta suerte. "Por caridad que mire mu-
„ cho por si, y se regale , que en eso le recibiré yo.
Notad, Señoras, aquel/or^z/s discretísimo , con que;
debe disiparse todo escrúpulo. Por
D E SANTA TERESA. 95
39 Por caridad (dice) que debe hacerse lo que
las ordena, luego quien no lo hiciese, faltará á la ca-
ridad. ¿Decidme , pues , Señoras, sin ella puede ha-
ver virtud ? Solo se conseguirá con una voluntad in-
diferente á quanto sensible , y gustoso se. les mande.
40 Porque una gusta de mortificación, le parece,
que el intimarla el regalo es un encargo importuno.
Pero eso-no es de su cuenta escribe (Cart. 107. Tom.
s.) nuestra Santa. "Vuestra caridad esté contenta con
„ los regalos , como sin ellos , que la obediencia verá,
„ si lo ha menester, pues lo hace." Ninguna Religio-
sa ha de dar cuenta á Dios de si la Prelada manda
bien , b mal, cuide solo de hacer lo que la dice , se-
gura de que en ello es mucho lo que merece , y agra-
dezca la fortuna de ser mas lo que merece, quando es
mas lo que se regala. • ; ~: 1
. .'
41 Asi lo hacia la Seráfica Doctora , y porque
lo hacia asi, exclama graciosamente en la Carta 23»
„ ¡Oh qué bien me vá con el Confesor l Para que ha-'
„ ga'alguna penitencia , hace que coma cada dia mas
de lo que suelo , y me regale."
42 En estos casos tenaces en el empeño, y sis
querer darse al partido de dexarse regalar suelen ne-
gar su falta de salud , para que no haviendo causa, no
las den tan gustosa penitencia. ¡Pero qué disimulo tan
Fuera -de razón, tan contra la verdad, y aun contra sil
Alguna hizo esto con la Santa , ¿pero quánto la enfa-
do? "Yola digo (escribió Tom. 2. Carta 83.) que
„ me dá gran pena esa su calentura. ¿Para qué me di-.
„ ce , que está buena ? que de eso me enojo."
43 Continuando en su porfía , y por salir de al-
gún modo con la suya, yá que en el todo no lo pue-
dan
96 A v i s o VI.
dan conseguir, pretenden , que sea á lo tríenosla mi-
stad. La única comestion , y la abstinencia son ofen-
sivas á una Religiosa , y porque ambas la hacen mal,
á una , y otra comprehende la prohibición. Escucha la
orden con desagrado , parecela demasiado el obede-
cerla en todo , y hace empeño de observar á lo menos
la forma del ayuno. ¡Qué necedad ! ¡Qué simple de-
satino ! ¿Si uno , y otro la hacen daño , y por esto se
la prohibe esto , y aquello , el no hacer mas, que la
mitad no es dexar de obedecer?
44 También vio algo de esto en materia pareci-
da la Seráfica Doctora. Mandóse auna Religiosa ves-
tir lino, y dexar la lana , parecióla este alivio dema-
siado , y pensó en un texido mitad lana , y mitad lien-
zo. Pero respondió (Tom. i. Cart. 5 5 . ) con enfado.
„ Lo del lino, y lana junto mas quiero que traygan
„ lienzo, quando lo han menester, que es abrir puer-
„ ta para sunca cumplir bien la Constitución, y cqn
s, traher lienzo con necesidad , la cumplen."
45 Otra vez tubo que entender con otra nimia-
mente fervorosa sobre llevar , b no siempre la túni-
ca , y en la Cart. 63. del Tom. 1 . la dixo la Santa Ma-
dre de este modo. "El vestirse túnica al Verano , se
„ la quite, aunque mas se mortifique. Pues todas en-
„ tienden su necesidad, no se desedificarán. Con nues-
„ tro Señor cumplido tiene , pues lo hace por mi, y
„ no haga otra cosa , que yo yá he probado el calor
„ de ai, y vale mas estar para andar en la Comuni-
„ dad, que tenerlas todas enfermas. Aun por las que
„ viere que tiene necesidad, también lo digo." Dis-
cretísima razón ,. y muy propria de la Santa Madre,
y con ella dice asi. su V. y docto Comentador. "Pues
' «... »to-
D E SANTA TERESA. $7
„ todas conocen la necesidad porque con ellas .es.mejor
,, ir í la Comunidad con lienzo , que no faltar ala
„ Comunidad con estameña. El faltar al Cproesfal-
ta publica , el no traer¡};uJjica , secreta..? < ¿. .•;>.;>•;. 4:
46 Señoras ,. ihableñios; claros, y levantémosla
mano en el asumpto. ¿Aunque todas estas resistencias
tengan por impulso al deseo, de ¡agradar á Dios,,:;y
mortificarse por su Magestad, en el efecto no es seguir
su voluntad propria-,^ embarazar- voluntariaméntéia
la obediencia ? Si su deseo es mortificarse por el S e -
ñor , la yerra en resistirse , porque ellas mismas me
confesarán , que en dexar el ayuno , y otras peniten-
cias se mortifican mucho' ..más qitóifionienáótáKcfc
¿practica. - , .• -:
M
; ^?••'•!.•'v. 7
,47 Rara, o acaso ninguna .nos confesarah causa
de toda su resistencia , pero quien, .sepa , que es muy
subtil, muy astuto , y muy disimulado el amor pro-
prio , descubrirá sin mucha diftcültadí él ds'^Í^MUMr
ta contradicción. El tratarme como enferma me da
empacho , el no hacer lo que las demás me duele mu-
cho. Es gran sonfojólelnojeguir con iá ^CJónuini-
dad , el no asistir a¿ todo Coro me di/muchísimo ru-
bor, me señalarán.coneldedo mis CpmJpañesasYC^
;

rno muger, que no sirve para nada , dirán que soy


un emplasto , que solo es de embarazo en el Con-
vento. , Todo esto-figurara , y mucho mas el.amor
proprlo-; ;¡Pero qué insolente é s , qué osado! ¡jQu,?
embustero! ; . <:••'. ,-.•..") - ./..L
:

48 ¿No saben todas, que nadie es dueño .de la


salud , y que Dios és quien la quita , y quien la dáí
¿No se harán cargo dé que lo que hoy pasa por ella,
acaso pasará por aujrna&añai jSi¡talejsjespedes ^curjren^
TAVis"ó'"VL } .
desprecíense como tentaciones del enemigo común , y
bien desechadas estas nada hay que recelar, porque
ésús son las que embarazan la obediencia , las que
aparentan Virtud , ala que-no lo es j y ponen tropie-
zosen-él- camino de¡la perfección. Asi lo disponga
Dios con su misericordia , y os favorezca con su gra-
cia. Burgos, y Eneró 10. de 1 7 7 9 .

AVISO VII.
commFJR^ "M MMa:Sel
:
cielo,
Y el Manjar de ella , que es Dios , y los Convidados,
qué sbh los Angeles. Alce los ojos a aquella Mesa
deseando verse en ella.

¿ESBUES D E DARLAS LA COMUNIÓN.

/ §.I.
-injÍÍ.-'.'JNSPÍRANDD'LA Santa MADRE á sus Hijas R E - ¡
o n j ^ Mgiosas , quantb PODÍA- CONTRIBUIRh ha-:

Cérlas'SAÍQTAS V¡ y facilitarlas el paso de esta vida desa-


pacible , y mortal á otra inmortal, y feliz , en UNO.
de sus importantísimos Avisos las decía de este modo.
"Considerar la Mesa del Cielo , y el Manjar de ella,
es'Dios f y< los-Convidados, que son ;los ANGE-
l e s . " Con esto solo que hiciese toda Religiosa en' EL
dia',qtíé comulga , todas serian'muy santas. ;
v A ¡Oh , amadas mias , que dicha fuera la vuestra,
!

$i;iíá? níi§ma',';que dice Jo que debéis hacer, bs eonsi-


GIÁEÍ!¿-^4^ F^^üi^UÁCIOA.ÍI^QUANDO - ME llegaba
;
D E $ANTA TERESA. O.^
„ à comulgan (dice en.ei'cap,,38., d,e 'su. .^ijda^ y .me
M acordaba de aquella Aìagéstad granáiUin^a'^ que/ha-
„ via visto , y miraba que era èl que estaba en él $an-
„ tisimo Sacramento ( y muchas veces quiere eL Señor,
„ que le vea en la, hostia) los,,cabellos se me espeluza-,
M baü•", y toda parecía me.aniquilaba;" .•.Nadie'<debe i ;

extrañar esta humilde , y Reverente corrimocion. Qual-


quiera , ' qué .reflexione sobre lo que vá à. recibir , es
natural ,rque sienta ensí la misma , y llegue à comul-
gar con alma temerosa. ,
3 Para ésta bueña disposiciónj prosigue asi la San-
ta. "Alce los ojos à .aquella Mesa , dèseand,q: verse. ..en
ella." Reverente séquáz dé la Doctrina de aquella
Seráfica Madre , y gran Maèstra., no, pienso, amo-;
¿estaros de otra forrraa , y nunca con mas proprieda.d fl

Cjue quando percibís la/suavidad dè^eiòsa de la Eu-, v ;

cbaristica'Mesa, ; . V . . . . ' . ; . , . , . ¡ v .... \ , , • r

4 Acabáis de alvergar en vuestros pechos à núes-,


tro Dulcísimo. Jesus .Sacramentado., Recivis':Un. Sa-
grado Pan , de quien dice ,1a .Iglesia con. el. Angelico,; r

Doctor , que es recuerdo,-die. ^uan.t^o ^.padeciq por , el f


;

Hombre , y su salud', que.nosJÍena con su gracia, y .


dá uña prenda de la tutura Gloria. ¿Será razón recibije
éste Pan con alma impura? ¿Habrá Rejigjqsa desdi- s

cliada , qué se atreva? ¡pesventurada muger 1 tened-;


la , arriadas mías | mucha compasión , .pues • siglos an- ;

tes, qué viniese "Chrístó' al mundo , dixo ,1a ley en;


v o z de vaticinio, qué muriese sin remedio,, el que con
alma manchada.se atreviese à comer hostia pacifica. ( 1 )
" ' . - ^ n ^ T ' t f * ' 5
No.
( 1 ) Anima polluta , quee ederit àie- carnibus hostia
pacificorum, qnce oblata est Domino , peribitde• popi—
¡iS. Levit. 7. V. 20. ; ,
ioo , A v i s o VII. Л
i 5 No ¿reo , que haya alguna tan olvidada de su

bien , y rah cnémi^a de su Divino Esposo , que se
despeñe* á' ta'fíib desacierto. Pero sepa , escribe la San­
ta Madre , que , aunque fuera la ultima desgracia , no
e's imppsible,, "Tengo por cierto, (dice en el cap. i.
^ num» Í7. de los Conceptos del amor de Dios) que>
„Ьаог á muchas personas , qué lleguen al Santísimo
„ Sacramento (y plegué al Señor yo mienta) ¿on pe­
ncados mortales graves.... Cómo no tienen Fe viva,
„ sino muerta estos, tales, v m o s tan humilde, debajo' •
9yáe especied é:'pah'.^ y'nosíes habláis .nada , porójué^
NO lo merecen ellos óir'I' y" ansí sé' atreven tambre -.
nosotras, ámad aS: en el Señor , no cenéis muerta la
F f , sino muy VIVA , y ya os hable él Señor , o no,
eréis, qué LÉ recibís en aquel Pan.­' Por está razón*
OS* haría mucho' agrkyio, si os considérase, inclusas en
1

aquel numero. Sin embargo .repetiré сой la Seráphi­


cá' Doctora* á todas, y a cada una , qué alce los ojos
t

f ­'cpitótiJére &'Me5k''velesÓal'él ISRTÁHJAÍ , ylos Con­


vidados Y que' ño' NECESITA mas para su remedió.
6 ¿Pero por qué nos diría ÉSTO nuestra Santa Ma­i
dfe?'San Ambrosio (de qhiéfr acaso tómária' el avi­
so) nos responde: Porqué aquella Divina Mesa es el
original de'LA Eucháristíca, y el modo dé lograr aque­
LLA , es llegar dignamente á está, ( i ) Imagen de 'aqué­
LLA Mesa Celestial és ésta , á qué Üiós consiente que
1

lleguéis, pero imagen tari parecida , que casi seéqui­


Y vo­ '
'­. ity­ffic СЬгШйЬ ЩШ^тф^Мйг'^Ш1^Ь'его in Ca­
fó íh veritate, ubi apud Pdfrem pro nobis quasi advo­
mtm in férven it,'JÍsceñdeergo',­ д Homo, in Coelum, &
videbis ea, quorum umbra bic erat vei mago. S. Ambr..
d§ Offic. lib. 4. cap. 48.
D B SANTA TERESA.
vocali original, y copia. El misnìo; Dtds -e£ allfel
f

Manjar , y aquí se Os dà en Manjar el rhisnlò/ Diosv-


Los Angeles son alli los Convidados, y los Santos
os diránque obsequian á la Sagrada Eucharistia niu- '
chosexercitos de Angélicas substancias, enseñándoos'-
la humilde , y reverente, adoración , con qué débéb
recibir esté sagrado Pan.
7 Esto mismo , y no con menos energía , dixo
la Santa meditando la quarta Petición del Padre nues-
tro. "Se ha de considerar en el Mysterio del Santisi-
„ mo SacrarnentOjlá excelencia dé éste Manjar , qué'
es la misma substancia del Padre ; qué encareciendo
1

„ esta merced hecha à los hombres, dice David , que'


,, nos harta el Señor de la medula de las entrañas dé'
Dios/... Pero han 4e advertir la limpieza , y virtu-
'(fes que handé'téñer los que así la comen*** Sien-5

do esto verdad, como con efecìo lo es , y seria mu-


cha ofensa, que alguno la dudara , desead vivamen-
te, predica la Santa Madre , veros en aquella Mesa,
y para que se os conceda tanta-dicha, buscad el ori-
ginal por el camino de la copia. ¿Y como se lograra?
Yà otras veces ló he dicho, disponiéndoos bien. Pe-
ro; aqui es donde nos llena de susto el común sentí-'
miento de los Santos.
• 8 ¡Con quanta contrición de corazón (exclama
San Ambrosio) con quanta copia de lagrimas, cori
que cobarde temblor, conque humilde reverencia,
con quanta calidad en el cuerpo , y qué pureza en el
animo debiéramos celebrar este Divino , y Celestial
Mysterio 1 O Señor, y Omnipotente Dios mío, don-
de en verdad se come , y bebe vuestra Carne, y
vuestra Sangre, dónde se junta lo divino con lo hu-
ma-
io» Aviso vii.
mano, y Io infimo con lo sumo , donde son obse-,
quiosos asjstentes los exercitòs de los Angeles., y en*
fin , donde sois inefable ,-y.maravillosamente SaCrifi-?
cío , y Sacerdote ; ¿Quién sera tan dichoso, que pue-
da llegar à Vos , si antes no le hiciese digno vuestro
omnipotente brazo? (i) , ;
9 En lo dicho , amadas mias , mas me predico
1

à mi proprio , que á vosotras , y no consulto vez al-


guna mis temores con la. Santa , que no me predique
un Sermón, que me confunda. "Llegando una vez.
n à comulgar (dice en él cap. 38; de su Vida) vi dos
,, Demonios con los ojos del-alma , mas clarov, < que'
, con los ojos del cuerpo, con muy abominable, fi-*
?

vgura. Pareceme , que con los cuernos rodeábanla


^garganta del pobre Sacerdote.... Y entendí estar
„ aquella alma en. pecado mortal.... Dixome el mis-
mo Señor , que rogase por él,. y que lo havia per-
„ mitido , para que entendiese yo la fuerza, que tie*
„ nenias palabras de la Consagración, y como no de-.
,V xa Dios de estar allí por malo /que sea el Sacerdo-
„ te , qué las dice , y para que viese su gran bondad,
„' cómo se .pone en aquellas manos de su enemigo, y
„.todo para bien mio , y de tod¡os¿ Entendí-bien quap.
• • " " • ' • „ mas
(1) iQvanta enim cqrdis contritíon?, & lachrimarum9

fonte , quantaYevérèntid, & (fèmore , quanta corporis


cùstitate, atque animi puntate illud divinimi miste-
rium est celebrandum ! Drie -Deus-, ubi caro . tua in ve- '
ritate sumitur , ubi sdnguìs tuus in veritate- bibiturr
ubi summis ima, humanà divinis'junguntur : .Ubi adest-
scLcrorum presentía Angelorum : Ubi tu es Sacerdos,
& Sacrificium mirabiliter, & inejfabiliter. Qvis digne
hoc celebrare misterium potest, nisi tu Deus omnipo-
te ns feceris dignum. S. Ambros, - v
DE,SANTA TERESA. i'ó<j
„ rilas obligados están, los: Sacerdotes à ser buenosj
„ que otros, y quan recia cosa es tomar esté Sántisi-
„ mo Sacramento indignamente , y quan Señor es el
„ Demonio del alma , que está en pecado mortal."
¿Quien oirá esto sin mucho susto ? ¿A quien no lle-
nará de pavor , de cobardía , y espanto?
9 Casi en el lenguage mismo nos predica S. Agus-
tin ,'• y posehído del mismo temor al parecer. Por re-
verencia á este Sacramento augusto , dice , que no
aprueba la comunión quotidiana , y sin embargo pre-
viene , que siempre , que uno llegue à comulgar , sea
ten tal disposición , y con alma tan pura, qué merez-
ca comulgar todos los dias ; desuerte , que el que
no estubiese todos los días en justa proporción., para
recibir este Pan de Angeles , y que germina Virgi-
fìes , ni aun pasado todo un año merecerá comulgar— ;

léi (i) Llegue intrépido , y seguro à la Eucharistiát


(escribe en otra parte) después de amargas lagrimas^
y fervorosas oraciones con muchísima esperanza de
hallar abrigo en la misericordia', pero en la inteligen-
cia de que, ni la hallará , ni estará seguro, si su alma
se tiznase con la mancha del pecado. Ni basta no es-
tar denegrida la alma con la culpa actual, basta la
voluntad mas remota de admitirla, para que te reti-
res de la comunión, porque te servirà mas de vené-'
h o y que de alimento este pan. (2)
"r° • "• u
Pe-
.C)\ síc cipe quotidie, quod quoti die tibí prosit, sia
1

vive , aut quotidie mereàris accipere : qui non meretur


qùotidie accipere , non meretur post ctnnum accipere. S.
August. sup. Math. 6.
' (2) Habentem adhuc vohmtatem peccandi gravar?,
mugís dico Euribatistice peroeptìone , quam purgari....
Co-
ic>4 A v i s o VII.
io Penetrado de estos sentimientos el Venerable
.Maestro Avila , exclamaba de esta forma en el Tra-
tado 52. de el Espíritu Santo. "¡ Ay del Sacerdote > que
sube al Altar , .sino lleva.en su corazón el fuego de
„ Dios! ¡Ay.de aquel Sacerdote y que .dice Misa , ò
,, và à entierros con fuego de la tierra , con fuego de
4> codicia , b de voluntad , y no con fuego de amor
„ de Dios ! Quien tiene familiaridad con Dios , y vir-
„ ve desconsolado , grandisinio es su desconsuelo , y
», grande es su desdicha. ¿Qué subamos al Altar, y
metamos un terrón de azúcar en la boca , y no sin-
tamos dulzura , que metamos un gran fuego en
j , nuestro seno, y no sintamos calor ? Gran pena,
„ gran desconsuelo , tengase por desdichado el que de
„ esta manera se sintiere."
1 1 Esta doctrina no debiera desviarse de la me-f
moria de ninguno de los que comulgan con frequen-
ta. Y no lo digo yo , quien lo predica es la Santa.
?' Deseando (dice Petición 4. una gran Sierva de Dios
„ comulgar cada dia , la mostrò nuestro Señor un
,j globo hermosisimo de christal, y la dixo, quando,
„.estés como este christal, lo podrás hacer , pero
„ luego la dio licencia para ello.*' Tened, amadas en
el Señor, bien impreso este Aviso , y proseguiré mi
asumpto.
1 2 ¿Pero para- qué acordaré yo melancholias tan
ociosas à un Auditorio tan pío , que se asustará à so-
lo
Comunicaturus satisfaciat iachrimis , & pratioHibus
çmfidens de Dtíi. miseratìqne , qui confezioni peccati
pie peccata dpnari consuevit , accédât ad Eucbaris-
tiam intrepidus , & securus, sed hoc de ilio, quem ca-
pitana , & mortalia peççafa nop gravant., S Áugust.,1»
f

d£ J£ccles. dog m.
D E SANTA TERESA. foj
lo el nombre de pecado ? ¿Quien habrá en las que me
escuchan , que no sepa por felicísima experiencia, que
toda comunión es una ebriedad dichosa , y socie­
dad tan apacible , y tan extraña , que no destierra la
sobriedad , sino la aumenta, que satisface la sed , y
la dá de nuevo de licor tan regalado ? ¿Quien teme­
rá, que en Comunidad tan fervorosa haya alguna
tan desdichada , que quando sus compañeras perci­
ben los efectos admirables de esta Mesa Celestial, co­
ma su juicio , y condenación?
1 2 ¡Ah Señoras ! Es mucha nuestra fragilidad,
todo se puede temer. Uno mismo es para todos este
augustisimo Sacramento. En disposición igual causa
los efectos mismos. ¿Y qué efectos ? solo con su ad­
miración pudo explicarlos Santa Theresa de Jesús»
"Pues si á una alma (dice Conceptos, cap. 3.) hace
„ nuestro Señor tanta merced , que tan sin división
,, se junta con ella, jque deseos, que efectos, que
„ hijos, y obras heroycas podrán nacer de alli, sino
„ quedare por su culpa ! " Todo esto , Señoras mías,
es verdad , pero es indispensable la buena disposición.
Santa Comunidad fué el. Apostolado, de este Pan
comieron todos , y por ser muy diferente la prepara­
ción , para un desventurado fue ponzoña , lo que pa­
ra los otros Celestial comida. ( 1 )
1 3 Todos tienen obligación estrechísima de lle­
gar á las Aras con almas inocentes. Pero si repetimos
O tan­
(1) Biberunt ex eo omnes: ebrietas felix, sat tetas sa-
lutaris ,quce quanto copiosius sumitur, tanto sobrieta-
tcm sumentibus donare dignatur , Judas bibit, sed
non satvratnr, пес sitim cxtingmt ignis ceterniquia
indigne sitivit misterio. Christi. S. Hieronym. sup.Luc.
ro6 A v i s o VII.
tantas veces en el año con vuestro Padre San Grego-
rio , que á proporción del favor ha de ser la grati-
tud , debiendo vosotras tanto á la Divina Misericor-
dia , que os condujo al pensil de sus delicias, y al
huerto de sus placeres , para haceros objeto digno á
sus amores; Si os permite llegar con tanta frequen-
cia á recibirle (si asi puede decirse) con embidia de
los Angeles , ¿no os parece , considerándolo en ra-
zón , en justicia, y en buena correspondencia , que
no cumplirá vuestra disposición, si en cierto modo
no fuese Angelical? ^Por cierto que pienso, dice
? , la Santa , que si nos llegásemos al Santísimo Sa-
eramento con gran fé , y amor, que de una vez
bastase , para dexafnos ricas, quanto mas de tan-
„ tas. " Pues siendo tantas, bolveré á preguntar,
|no debiera ser Angelical vuestra disposición?
• 1 4 Esta pregunta mia fundada en lo que ya di-
xe, y oísteis á los Santos, suele producir efectos muy
opuestos. A unas almas retira de este sagrado Manjar,
por parecerles que no están tan puras, ni con la dis-
posición justa , que debieran. Otras creen, que les
es enteramente impracticable tan santa , y perfecta
preparación , como se las.pide , porque Sicen que no
son Angeles , y solo siéndolo se pudiera conseguir
un ápice tan encumbrado de virtud.
1 5 Pero oid á la Santa Madre, que os predica
de esta suerte. "Dios nos libre, hermanas, quando
„ algo hiciéremos no perfecto , de decir, no somos
„ Angeles, no somos Santas. Mirad, que aunque no
„ lo seamos , es gran bien pensar , si nos esforzamos
„ lo podríamos ser:::: pues no venimos á aqui á otra
„ cosa , manos á la labor, como dicen no entenda-
?

„ mos
D E . SANTA TERESA. 107
„ mos cosa , en que se sirva mas al Señor , que no
„ presumamos salir con ella con su favor." ( 1 )
16 Mucho Consuelo es este , amadas mias; Ni',
los Santos , ni vuestro Esposo os piden mas, de lo
que podéis , ayudadas con su gracia. Bueno es ese
reconocimiento de lo que sois, y muy proprio de la
frequencia , con que comulgáis , pues también os avi-
sa la Santa Madre en el cap. 6. de sus Fundaciones:
"Quien tan i menudo se llega al Señor, es razón, que
„ entienda tanto su indignidad." N o sois, ni seréis
jamás Angeles por naturaleza, pero á juicio de los
que hacen semejantes á los Angeles » y á las Virgi-
nes, ya está andado el camino,, para que parezcáis
Angeles. Quanta perfección quepa en lo humano es
necesaria , para llegar á la Sagrada Eucharistia , pero
si aplicáis todo vuestro esfuerzo con muchísima con-
fianza en la Divina Piedad , se os hará muy accesi-
ble toda aquella perfección.
17 ¿Ofendisteis alguna vez á vuestro Esposo!
Lloradlo con amargura , pero sin desaliento ; buscad-
le , y-le encontrareis , clamad á sus puertas, y se os
abrirán: Asi lo ha ofrecido , y lo cumplirá asi. "Pues
„ (como dice en el cap. 8. de su Vida la Seráfica Doc-
„ tora) no puede faltar á sus palabras, que arrepen-
„ tiendonos de veras, y determinándose á no le ofen-
„ der , se torna á la amistad , que estaba , y á hacer
,, las mercedes , que antes hacia , y á las veces mu-,
„ chas mas."
18 Con esta seguridad, que nos da la gran
Maestra tan dq&a en este punto , y tan experimenta-,
da; ¿Quién no pondrá los últimos esfuerzos , para lle-
O2 g*
a

(1) Santa Theresa,Caminode Perfeccion,cap.i6.n. 8.


io8 > A v i s o VII.
gar á un ápice tan alto ? "Pedid (dice Cam. cap. 34.)
„ vosotras hijas con este Señor al Padre , que os de-
,', xe hoy á vuestro Esposo, que no os veáis en este
„ mundo sin él, y que baste , para templar tan gran
contento , que quede tan disfrazado en estos acciden-
„ tes de pan , y vino , que es harto tormento, para
„ quien no tiene otra cosa , que amar , ni otro con-
„ suelo, mas suplicadle que no os falte , y os dé apa-
„ rejo , para recibirle dignamente. "
10, ¿Queréis aora que os diga el modo? Pues no
me apartaré de. este Sacramento augusto , que es uni-
versal remedio. Este debe ser principio , y fin de to-
dos vuestros cuidados. "La experiencia (dice S. Fran-
ja cisco de Sales) me ha hecho tocar en veinte y cinco
4 , años , que ha que sirvo á las almas , la omnipoten-
,j te virtud de este Sacramento para fortalecer los co-
„ razones en el bien , eximirlos del mal, consolarlos,
„ y en una palabra divinizarlos en este mundo, como
„ sea frequentado con la fe, con la pureza , y devo-
,j cion correspondiente." ( 1 )
20 No se contento aquel Santo gloriosísimo con
este solo consuelo. En otra Carta escribe de este mo- ;

do. "Yo entiendo , que la comunión es el gran rae-


„ dio de llegar á la perfección, mas es menesterreci-
,i birla con el deseo, y cuidado de echar del corazón
„ todo lo que desagrada á aquel, que queremos apo-
„ sentar en el." ( 2 ) No con menor energía lo dixo la
Seráfica Maestra (Camino de Perfección, cap. 34. n.
3.) "Su Magestad , dice, nos dio este mantenimiento,
„- y maná de la humanidad , que la hallamos, como
„que-
(1) Sales, lib. a. Epist. 47.
,(2) Sales, lib. 2. Epist. 44.
D E SANTA TERESA. 109 ".
„ queremos, y que sino es por nuestra culpa, no
„ moriremos de hambre , que de todas quantas mane-
„ ras quisiere comer el alma , hallará en el Santísimo
,j Sacramento sabor , y consolación."
21 Y no para aqui el consuelo, que dá á las al-
mas la Seráfica Maestra, porque en el num. 4. infie-
re de esta forma. "De manera , que yá que los ojos
„ del cuerpo no se pueden deleytár en mirarle, por
„ estar tan encubierto , se descubra á los del alma, y
j, se le dé á conocer , que es otro mantenimiento
„ de contentos, y regalos, que sustenta la vida." Yá
oísteis, amadas mias , qual es la escala , para subir á
aquella cumbre. Para lograr las suavidades de este au-
gusto Sacramento, el conducto mejor es el Sacra-
mento mismo recibido con frequencía , pero con la
condición indispensable de que sea con. la fé , pure-
za , y devoción conveniente : Con deseo, y'con cui-
dado de echar de su corazón todo lo que desagrade á
aquel Señor, que queremos recibir,
22 Como el enemigo común vá á ganar tanto en
que comulguéis sin fruto, porque de esta suerte os
hará posesión suya, y estrago lastimoso de su saña,
disparará á este fin sus baterías. "El Demonio (dice
„ la Santa en uno de sus Avisos) es tan sobervio,
„ .que pretende entrar por las puertas, que entra Dios,
„ que son las comuniones , confesiones , y oracio-
„ nes , y poner ponzoña en lo que es medicina." Es
natural, como yá he dicho otras veces , que no se
atreva á sugeriros á las claras una culpa, porque os
creerá prevenidas, para echarle enhoramala, Pero sa-
be muy bien , que el amor proprio es un pintor muy
diestro, y que invierte de modo los colores, que
aun
no A v i s o VII.
aun la misrtla abominación se presente con aspecto
de virtud.
23 "Está advertida (decía el Santo Sales á su
„ querida Philotea) que el amor proprio no te enga-
ñe. Alg unas veces contrahace el amor de Dios tan
„ bien, que dirán es el mismo." ( 1 ) En el supuesto,
•pues, de que yá todas sabéis el modo de llegar á la
dichosa cumbre de la perfección, pruébese asi mis-
mo el Monasterio, como nos manda San Pablo, y
repita particularmente el examen en si misma cada una
de sus Religiosas , y sabrá para su consuelo , o des-
consuelo , si se desvia , b anda este camino.
í
§. II.

24 N una Comunidad muy numerosa , no


j se oye como cosa muy extraña , que
íiaya uno, ü otro Individuo, que por defectuoso sea
mortificación de su Congreso. ¿Qué belleza se hallará
en el mundo sin algún lunar ? ¿Qué alma sin esta , b
aquella imperfección ? En el caso de ser el delinquen-
te solo uno, nada pierde el cuerpo todo , porque el
defecto de aquel se suple con la virtud de los demás.
No sucede esto, quando es corto el numero de los
Individuos, porque , aunque sea solo uno el peca-
dor., se hace notable entre pocos su maldad.
Pero si por altos juicios de Dios, y permi-
siones suyas, hubiese una Comunidad tan desgracia-
da , que, siendo pocas las gentes, que la forman,
unas fuesen por un lado , y otras por otro, con tan re-
ciproca -aversión en sus conceptos, que lo que diga
. un
(1) Sales, Vida Devota, 3. part, cap, 15.
D E SANTA TERESA. I I I
un partido , aunque sea lo mejor , se resista sin mas
razón , que haverlo dicho aquel, ¿qué diría el buen
íuicio de esta Comunidad?
2,6 ¿Seria disculpa para esta división la oposición
de los genios ? Nada menos dice San Francisco de
Sales en el cap. 4. de s u Directorio. "Guárdense (es*-
„ cribe) de despreciar la una á la otra. Sea Marta ac-
„ tiva , mas no contradiga á Magdalena contempla-
„ tiva. Contemple Magdalena , no desprecie á Mar-
„ ta en su actividad , porque saldrá Dios á la defen-
„ sa de la perseguida.'*
27 ¿Se escusarán con razón, porqué en los ne-
gocios de la Comunidad se oponen en el modo de
sentir? No por cierto, porque todo se puede com-
poner. "Será menester (escribe, en ei cap.. 11.) alguna.
„ vez discurrir en las' opiniones de los demás > y mi-
„ rar las razones , con que se apoya la propria- opinión..
„ Esto se ha de hacer con modestia , y humildad sin
j, despreciar el parecer de los otros, y sin porfiar áV
„ que sea aprobado el suyo."-
28 Hacedlo asi amadas en Jesu-Christo, conti-
nua en el cap. 30. el mismo Santo; "Amad estas.
„ buenas hermanas ,. con ellas os há acompañado la
„ Divina Providencia, y os ha atado juntas con un
„ nudo celestial, sufridlas , amadlas, y con- cariño st
„ se puede meterlas en' lo intimo de vuestros cora-
„ zones, Seria cosa terrible (dice la Santa en el Ca-
rmino de Perfección, cap. y.) y muy recio de su-
„ frir pocas ,. y mal avenidas. No lo permita Dios.V
Para pintarnos las Sagradas Escrituras al Infierno dej.
modo,^ que mas nos pueda atemorizar, nos dicea
que allí no hay orden, ,sino un sempiterno horror <
lis A v i s o VIL
¡Pues ay Comunidad desventurada, que voluntaria-
mente , y por elección propria, te anticipas al Infierno
en esta vida!
29 ¿Qué diremos de aquel Convento infeliz ? ¿Ca-
mina á la perfección ? ¿Será acaso bien recibido de su
Dulcísimo Esposo , y Señor Sacramentado? No lo
espere , responde el gran Padre San Agustín , por-
que la Eucharistia es Sacramento de paz , y de uni-
dad , y siempre arrojo de si á las almas , que gustan
de la inquietud, y se complacen con la sedición.
30 ¿Pero á lo menos llegando con tanta frequen-
cia al Sacramento, no percibirán sus frutos ? ¡Oh des-
dichadas ! Bien podéis temer, que os haya sucedido
lo que nos dicen los Santos. Esto es, que como el ali-
mento corporal dá vida á los sanos, y daña á los en-
fermos j asi este Señor , que bien recibido con fre-
quencia hubiera aumentado la salud de vuestras al-
mas , las habrá endurecido mas, y mas por vuestra
mala, é infernal disposición. Desventurada Comuni-
dad (repetiré)"la que una , y otra vez comulga asi , y
Dios os libre por su piedad infinita, de que se llore es-
te trabajo entre Vosotras.
3 1 Algo de esto debió de padecer nuestra Santa
Madre en uno de sus Conventos , y "apelando para
su socorro á uiía Señora , á quien todas las Monjas de-
bían atender, en la Carta 55". del Tomo 3. la dice
asi. "A Vm. suplicó mire que es su Casa , y que con
,j la inquietud no se puede servir á Dios, y ansí con-
„ viene mucho , que Vm. no les dé favor para nada.
„ Luego la encarga , que lea esta Carta al Confesor,
„ para que reprehenda á las que son , y no las dexe
„ comulgar tan á menudo. No deben de pensar, que
, es nada inquietar un Monasterio."
9 Ha-
D E SANTA TERESA. 113
32 Hagamos para vuestra dirección, otra pregun-
ta : Toda Comunidad tiene algún Superior, que-la
dirija, y no solo es creíble, que ponga mucho estu-
dio en el acierto , y felicidad de su govierno, sino
que clame á Dios, para lograrlo, y que su Mages-
tad atienda á sus suspiros. "Aun siendo todo esto una
„ verdad tan indisputable , nos engaña (dice el mis-
„ filo San Francisco de Sales) muchas veces el amor
proprio , exercitando las pasiones debajo del nom-
„ bre de zelo. El zelo se ha servido de la. colera, y
aora la colera se sirve del nombre de zelo , para te-
„ ner debajo de si encubierto su ignominioso descon-
„ cierto." ( 1 ) Quiere decir, que hay algunas gentes
tan ciegas en su dictamen , que aunque el Diredor
principal, á quien se deben rendir , después de estu-
diado el punto las imponga algún mandato, insisten
todavia en su juicio proprio , y. quieren que se crea,
que es zelo del bien de su Comunidad , no siendo sino
colera contra aquel partido , que obedece humilde-
mente las ordenes de su Prelado.
33 También de esto debió de saber algo la San-
ta Madre , porque trató con Mugeres de distintos tem-
ples , pues previene en el cap. 4. de sus Fundacio-
nes "que el natural de las Mugeres es flaco , y el
„ amor proprio , que reyna en nosotras muy sutiL*'
Y hablando en la Carta 25. del Tomo 4. de los en-
gaños con apariencias de zelo, exclama.devotamente
de este modo. "Plegué á Dios, que lo que parece
„ mucho zelo, no sea alguna tentación, que noscues-
„ te caro."
34 Esto supuesto decidme ; ¿Hay acaso entre las
P que
(1) Sales Amor de Dios, lib. 10. cap. 15.
*T4 A v i s o VIL
que me oís , alguna abatidísima esclava de su pro-
prio juicio, abandonada ciegamente á su amor pro*
prio , idolatra de los desaciertos de su voluntad, te-
naz en los delirios de su sin razón , inobediente al Su-
perior , á quien se debiera rendir por Superior suyo,
y porque se fatiga por su bien ? Si la hubiese tened-
la mucha lastima, y llenaos de admiración, si antes
de corregirse ,«continuase en comulgar, porque se ve-
rificará , que por no bien probada , como nos manda
el Apóstol, en cada comunión come su juicio.
g5 A estas Mugeres tenaces en su capricho, dice
la Santa Madre en las Mofadas primeras num. 1 7 .
<t
Dexemonos de zelos indiscretos, que nos pueden
„ hacer mucho daño ; cada una se mire asi."- Y des-
cubriendo en la Cartazo, del Tom. 1. que es el
amor proprio el principio de todos estos desaciertos,
concluye, que este mismo amor proprio es su casti-
go. "Tienen, dice, la perfecciónetela obediencia
„ con mucho amor proprio , y asi las castiga Dios en>
„ Ip que ellas tienen la falta." Permitidme , que os
haga otra pregunta.
• 36 ¿Hay alguna presumida, torcida de intención,
y caprichuda , que resiste con osadía lo que su Juez
legitimo la ordena, sin mas razón, que su thema , o
su mania ? ¿Qué recalcira indócil, le amaga en voz
arrogante , y le desafia osada , é insolente ? ¿Hay al-
guna , que en ayre de tumulto , y de motín sedicio-
na, y commueve á las demás, y que con su mal
exemplo pervierte á otras pobres Compañeras, que
sin su lado serian muy buenas Religiosas ? ¿Hay fi-
nalmente alguna , que debiendo , y pudiendo corre-
girlo todo , y hacer un Paraíso 4e su Monasterio pa-
?

. sa
D E SANTA TERESA. 115
sa por todo indolente , insensata , b insensible? Obi
No lo permita Dios, ni lleguen estas infelices á co-
mulgar , porque no será para su salud , sino para si*
perdición.
37 Nada hay que merezca atención, después de
esta desgracia lamentable , pero sin salir de esta vida,
¡quales serian las resultas , qué sensibles para vosotras,
que funestas ! "La que resistiese al Prelado (dice en
„ el cap. 7. de las Fundaciones) que lo pague, y nin-
w guna cósase le perdone; si dixere mala palabra a
„ su Hermana, lo mismo ; y ansi en todas las cosas
„ semejantes á estas."
38 No es esto solo lo que sucederá, y debe su-
ceder, si la Prelada no cumple con su obligación. Tor-
davia hay algo mas. El que antes hubiese querido á
esta Comunidad , necesitará muchos auxilios del Se-
ñor, para que su muchisimo cariño no se trueque en
aborrecimiento , y se avergonzará de haver estimado
á las que tan poco lo havian merecido ; Dará destino
á sus amorosas demostraciones, á donde no encuen-
tre tan groseras ingratitudes, y donde- reconocidas al
$eñor, sean exemplo de sosiego , y de quietud.
39 En estos casos, b amadas en Jesu-Christo, esM
timarían los Prelados, que no fuese perpetua la cfeu-«
sura ., pues á no serlo,, no solo era conveniente echar-*
las fuera, sino con christiano desdén por la ventana,
porque no puede sufrirse, que por dos , b tres obejas
roñosas, y apestadas, exponga su opinión un Reli-
gioso rebaño , que há sido agrado de Dios , y ediíi-»
cacion del Pueblo., ¿Creeréis Señoras, que el ardi-
miento,me. saco de_m]? ¿Os persuadiréis, á que me"
e&cedi en esta ultima expresión'?' Pues acordaos de que
? S ,- San-
Ti6 A v i s o VIL
Santa Theresa, fué para sus Hijas la Madre frías amo-
rosa, toda benignidad , toda dulzura. Sin embargo,
leeréis en la Carta 3 5 . de su 2 . Torn. aquella severi-
sima sentencia : "Mejor es se mueran, unas , que no
„ dañar á todas. Oh 1 No permita Dios esta calami-
dad , b la disipe , si la permitió , para que bien pro-
badas , y dispuestas reciban en la Sagrada Eucharisüa
la prenda mas segura de la Gloria.

AVISO VIII.
EL DIA QUE COMULGARE SEA LA
Oración ver , que siendo tan miserable, ha de recibir
d Dios , y la Oración de la noche, de ates
Je ha recibido.

" §• I-
:
j TyErmitidme , amadas mías , y acompañad
f mis acentos, para que a continuación de-
este tiernisimo acto exclame con San Francisco de Sa-
les de este modo. "O Salvador de nuestro corazón,
„"pues estamos todos los dias á vuestra Mesa, para co-
„ mer no sólo yuestro Pan, sino i Vos mismo, que
„ sois nuestro Pan viviente , y sobre substancial, ha-
„ ced que todos los días tengamos una buena , y per-
,,'feáta. digestión de esta vianda perfeótisima , y que
„ vivamos perpetuamente de vuestra sagrada dulzura,
„ bondad , y amor." ( 1 ) Esto habréis dicho con mu-
chi-
(1) Sales, Ep. 56. lib. 3.
D E SANTA TERESA. 117
chisima frequencia, pero especialmente quando os
preparabais , para recibir la Sagrada Eucharistìa.
2 ¿Queréis, que os informe de lo que debéis ha-*
cer hoy , para que os sean fructuosas esta comunión,
y quantas se le sigan i Oíd à la Santa Madre , que
en uno de sus Avisos os dice de esta suerte. El dia\
que comulgare sea la Oración vir , que siendo tan mi-
serable , ha de recibir à Dios, y la Oración de la no-
che , de que le ha recibido. Eficacísimo arbitrio , y pro-
pria lección de aquella gran Doctora ,- tan altamente
instruida en la materia.
3 ¿En qué consistirá (me preguntaba yo à mi mis-
m o muchas veces) que siendo proprio de este Sacra-
mento causar gracia , y aumentarse esta gracia frequen-
tando este Sacramento, e n qué consiste (repito) que^
no seamos santos ¿ y muy santos? Pero yá me res- ;

ponde lo mismo , que yo sabia , y no ignora ningu-


na de las que me oyen, el dulcísimo Obispo San
Francisco de Sales. "La razón porque no recibimos
en los Sacramentos las perfecciones , siendo asi, que
„-una sola comunión bien hecha es bastante, para ha-
„ cernos perfectos, es porque no dexamos reyne en
„ nosotros su Magestad , como con su bondad desea.
„ Viiíne el Amado de nuestras almas, y halla los coi
„ razones llenos de deseos, y afectos de propria vo-
„ lucitad, aunque sean pequeños , y no es esto lo qUé
„-busca-, deséalos vacíos, para quedarse Señor, y
„ Dueño," ( 1 )
4 Asi predicaba el Santo , y podéis dar por su-
puesto , que nuestra Serafica Doctora , y Santa Ma-
dre siempre predicaría de la misma suerte. "Nopare-
/ - - <^ - , •- •. .- : . ... „ ce.
(i) Sales, Directorio de Religiosas cap. 43.
ti8 A v i s o VIII.
„ ce (escribe su Santa Pluma en el Concepta 3.) sino
„ cumplimiento el llegarnos al Santísimo Sacramento,
„ y ansi nos hace tan poco fruto. ¡O miserable mun-
„ do 1 que ansi tienes atapados los ojos de los que
„ viven en ti, para que no vean los thesoros, con
„ que podrían grangear riquezas perpetuas."
5 ¿Y qué remedio para que nuestro corazón que-
de vacio , y sea su Magestad único Dueño , y Se-
ñor ? Oración por tarde , y mañana , responde la Se-
ráfica Dodtora , la una para prevenirse a recibir á es-
te Señor , la otra, para manifestarle una alma grata al
inexplicable favor de su visita. Este sagrado Manjar es
alimento, y pide una buena digestión, según el San-
to , como le digeriría la Seráfica Doctora , ¿y los de-,
más como le digeriremos ? Diciendo con el corazón,
imitando á la Santa de este modo. "Si el Mundo, De-
monio j y Carne reynan en la tierra, reyna tu Rey
„.nuestro en nosotros, y destruye estos. Reynos de
„ avaricia , sobervia , y regalo.
• 6 „ Consideremos (prosigue para enseñanza nues-
t r a ) que tal es razón, que sean aquellos , de quien
„ Dios se precia de ser su R e y , y ellos de ser su
5 , Reyno y ¿qué adornados de virtudes , qué com-
„ puestos en sus palabras, qué magnánimos, qué hu-
„ mildes , qué mansedumbre en su semblante , que
„ sufridos en sus trabajos , qué limpieza de almas,
„<mé pureza de pensamientos, qué^amor unos con
„ otros, qué paz , y tranquilidad en todos sus mo-
„ vimientos, qué sin embidia unos de otros, y qué de-
„ seosos del bien de todos? " Hasta aquí la Santa Ma-
dre sobre la a. Petición del Padre nuestro; ¡Ay
aeaadas en JeíU-Qhristo > si todos nos dispusiera-
mo|
DjG SANTA TERESA. 119
fríos asi ,•> qué bien se digerirla este sagrado Manjar!'
7 ¿En qué pensáis (pregunta el mismo Santo) se
conoce la digestión espiritual de Jesu-Christo ? "Los
„ que tienen ( responde ) buena digestión corporal,
„ sienten un reforzamiento por todo su cuerpo por
la distribución general, que se hace de la comida
„ en todas sus partes. A s i , Hija mía, los que tie-
„ nen buena digestión espiritual, sienten, que Jesu-
„ Christo es su vianda , se esparce, y comunica á to-<
„ das las partes de su alma , y de su cuerpo : tienen
„ á Jesu- Christo en la cabeza , en el pecho, en el co-
„ razón, en los ojos, en las manos, en la lengua,
„ en las orejas, en los pies. ¿Pero este Salvador, qué
„ hace en todas estas partes l Todo lo ordena, todo
„ lo purifica , todo lo mortifica , y vivifica. El ama en
„ el corazón , entiende en la cabeza, anima en el pe-
„ cho , vé en los ojos, habla en la lengua , y lo mis-
„ mo hace en todas partes, y luego vivimos nosotros
„ mismos , mas Jesu-Christo vive en nosotros." ( 1 )
8 Asi el Santo, y conforme á su Doctrina la Seráfi-
ca Maestra nos enseña en la Petición 4. en esta forma.
"Se bá de considerar el Mysteriodel Santísimo Sacra-
„ mentó, la excelencia de este Manjar:::: mayor fué
„ esta merced , que el hacerse Dios Hombre, por--
„ que en la Encarnación no deifico mas que su A l -
jama, y Carne, Uniéndola con su Persona; Pero
„ en este Sacramento , quiso Dios deificar á todos los
„ hombres , los quales se mantienen mejor con los
„ Manjares, con que se criaron de niños , y como
fuimos engendrados en el Bautismo de todo Dios,
„ qui-
(1) Sales, lib. 2. Ep. 55. !
i2o A v i s o VIII.
„ quiso, que de todo él nos mantubiesemos confor-
? , me á la dignidad , que nos dio de hijos.
9 "Este amor (prosigue la gran Maestra tierna-
„ mente enamorada) Este amor,. con que se noe da,
„ y el artificio, que aquí uso el Amor Divino , es ine-
fable, porque como no se pueden unir dos cosas
•-„ sin medio , que participe, ¿qué hizo el Amor, pa-
„ ra unirse con el hombre ? Tomo la Carne de nues-
„ tra masa, juntándola en ser Personal de la Vida de
„ Dios, y asi deificada buelvenos á dar en Manjar,
„ para unirnos consigo por medio nuestro."
10 No puede decirse, á mi parecer, cosa mas
tierna, mas clara , o mas expresiva. En estas voces
nos explican el Santo, y Santa Madre , como se ve-
rifica aquella voz de Jesu-Christo , en que nos ase-
guro , que el hombre quedaría en Dios, y Dios en
él. En estas mismas se nos manifiesta con quanta ver-
dad pudo decir el Apóstol de las Gentes , yo vivo, y
no vivo yo , porque vive Ghristo en mi.
i i ¡Oh, qué estado tan dichoso, amadas mías,
en que el Señor nos está tan intimamente unido , que
no hay sentido , ni potencia alguna , en cuya opera-
ción no sea el Agente principal! ¡Oh, qué estado
tan Feliz, en que, ni los pies se desvian del camino
je&o, ni las rnanos se atreben a lo prohibido, ni el
oído se aficiona á harmonías , que disuenan , ni la vis-
ta se esparce en busca de su ruina , ni el sentido in-
terior tiene otro objeto , que lo santo, porque obra
.en todo nuestro Señor Jesu- Christo!
12 ¿Quién hace translación tan portentosa ? El
admirable Sacramento de la Eucharistia , recibido con
pureza , y coa un corazón tan vacio de todo lo que
no
D E SANTA TERESA. 121
no es Dios, y que no conozca otro objeto , que á su
Magestad. "Este amor (dice la Santa) esel que quie-
„ re el Señor, que consideremos, quandó comulga-
„ mos , y aquí han de ir á parar todos nuestros pen-
samientos, y á este quiere que lleguemos."
13 ¿Y como lograremos un tan total desapro-
prio, que no se admitan en é l , ni aun afeólos pe-
queños de propria voluntad ? Ya lo dixo la Seráfica
Doctora, con oración por tarde , y por mañana, con-
siderando nuestra abatida pequenez , y aquella infini-
ta , y soberana celsitud, confundiéndonos al ver , que
desciende este Señor desde su inaccesible celsitud, has-
ta nuestra miserable pequenez. Si con esta meditación
se recibe dignamente*el Sacramento dice nuestra Se-
%

ráfica Doctora, y Santa Madre, que el modo de


que esta dicha se perpetué, es repetir por lá tarde en
humildes gratitudes aquellas mismas santas preven-
ciones , que tubo por la mañana , para recibirle.
14 No fué sola nuestra Santa gloriosísima , la
que nos predico Doctrina tan christiana, Acaso la to-
maría del V. Canónigo Kempis , que en el líb. 4. cap.
1 2 . de su Imitación de Christo, nos predica de este
modo. "No se debe, tener menor guarda después , que
„ el devoto aparejo primero, porque la buena guarda,
„ después es muy mejor aparejo, para alcanzar otra
„ vez mayor gracia. ¿Pero sino hacemos caso de él (di-
„ ce la Santa en el cap. 34. del Camino de Perfec-
cion) sino que en recibiéndole, nos vamos de con
„ él á buscar otras cosas mas bajas , qué ha de hacer?"
1 5 ¿A la verdad , Señoras, aun entre nosotros no
es impulso, para que segunda vez , y tercera nos re-
pitan un consuelo, el. ver, que el primero fué bien
Q agrá-
15 2 A v i s o VIII.
agradecido ? Al contrario , ¿no se resfria el hombre
mas gárvoso, y liberal, si vé que se trata á sus fine-
zas con- desdén ? Desengañémonos pues, y creamos
firmemente, que la mejor disposición para comunión
segunda, es el haver agradecido humildemente la
primera.
1 6 A los corazones duros parecerá mucha faena
•esta, oración por tarde , y por mañana; Pero es muy
necesaria, amadas mias , porque es inexplicable el
bien, qué recibis, muchísimo lo que perdéis, sino
lo aprovecháis , y muchos encarnizados enemigos los
que se empeñan en dificultaros tanto logro. Oídlo al
mismo Canónigo Venerable , que en el cap. io. del
mismo libro predica de esta suerte.
1 7 "El enemigo, sabiendo el grandísimo fruto,
9 , y remedio , que está en la Sagrada Comunión , tra-
9 , baja por todas las vias, que el puede estorbarla á
los fieles, y devotos Christianos, porque luego que
algunos se disponen á la Sagrada Comunión , pade-
cen peores tentaciones de Satanás, que antes , por-
„ que el espíritu maligno, según se escribe en Job,
„ viene entre los hijos de Dios, para turbarlos con
„ su acostumbrada malicia, b para hacerlos muy te-
„ merosos, y dudosos , porque asi disminuye su afec-
i, to , y acosándolos les quita la confianza , para que
„ de esta manera , b dexen del todo la comunión,
,, b lleguen á ella tibios , y sin fervor."
18 No lo dixo con menos gracia , y energía la
Seráfica Doctora. "Guardaos también, Hijas (dice en
x el cap. 39.) de unas humildades , que pone el De-
„ monio con grande inquietud en la gravedad denues-
„ tros pecados, que suele apretar aquí de muchas ma-.
„ne-
DÉ SANTA TERESA. 123
ñeras hasta aparrarse de las comuniones, y de tener
„ oración particular (por no lo merecer las pone ei
„ Demonio) y quando llegan al Santisimo Sacramen-
„ to , en si se aparejan bien , b no , se les vá el tiem-
,, po , que havian de recibir mercedes."
19 Bien sé yo , que algunas de las que me oyen,
apoyan esta verdad por experiencias, que han halla-
do en si. Las tengo, y las tendré siempre mucha
compasión , y deseando su alivio , apelaré á quien
receta remedios para todo. "Quando ansi os hallare-
„ des (dice la Santa) atajad el pensamiento de vuestra.
„ miseria lo mas que pudieredes, y ponedlo en la
„ misericordia de Dios, y en lo que nos ama, y pa-
„ decid por nosotros."
10 Este amor, y esta pasión era todo su consue-
lo , y pedia la consideración de esta fineza, como Ia ;

mejor disposición para la Sagrada Eucharistia. "Este


„ agradecimiento (dice sobre una de las Peticiones)
„ nos pide el Señor , quando manda, que comuí-
„ gando nos acordemos , que murió por nosotros, y¿
bien se vé la gana , con que se nos da , pues llama á
M este Manjar pan de cada dia, y quiere que se le pi-
„ damos cada dia." La Religiosa , pues,, combatida
de estos temores sepa , que la ama el Esposo , á quien
se consagro, que padeció muerte afrentosa por su bien,
y que la- convida con este Sagrado Pan , que á poco
que considere estos excesos de su amor , desayrará al
enemigo sus infernales astucias, y disipará el pavor, •
con que se acobardaba.
21 Creo (digo otra vez) que habrá, alguna ca*
barde , pero también considero con mucho consuelo
mió, que habrá" espíritus valientes, que armados con
Qa . el
T24 A v i s o VIII.
el escudo , que nos manda nuestra Santa Madre, ha-
brán desayrado aquellas baterías , y cantado con ale-
gría santa la victoria. Esto lográramos todos, si estu-
bieramos antes, y después igualmente prevenidos , y
es una proposición tan clara, que solo el necio podrá
ponerla en duda. San Francisco de Sales la prueba
en el Entretenimiento sexto de esta forma. "A cada
„ comunión , que hagamos, se perfeccionará mas
„ nuestra unión , porque uniéndonos con nuestro Se-
„ ñor quedaremos juntamente mas unidos. La refeG-
,', cion Sagrada de este Pan Celestial, y de este ve-
nerabilisimo Sacramento se llama Comunión, que
„ es de como unión."
22 Pues aora inferid asi. Si en la primera eomu-
aion os unis con Jesu-Christo, y en la segunda, y
tercera os unis mas , de suerte , que aumentándose
los grados de la unión , estaféis, como dicen los San-
tos, deificadas en cierto modo , ¿qué temible poder
quedará á vuestro enemigo ? ¿Qué guerra os podrá ha-
cer , qué asechanzas os podrá armar, que no podáis-
rebatir ? ¿Si Dios por nosotros, decia S. Pablo, quién
contra nosotros ? ¿Si todo es impotencia, respecto del
poder de Dios, qué osadía habrá , que sin desayre
suyo se atreva á una alma, que hizo el Señor dey-
ficada?
' 23 Creed, Señoras, que os encumbrareis á un
espiritual, y ehristiano Olimpo , en que se traten
las tempestades, con desprecio. ¿Y á quién se deberá
tanta fortuna ? Al Santísimo Sacramento , dixo antes,
que la Santa Madre, San Bernardo. "Si alguno de
vosotros no sintiese tan continuados, y amargos los
movimientos de la ira , de la embidia , 6 la luxuria,
„ dad
D E SANTA TERESA. 125
„ dad muchas gracias al Santísimo Sacramento, que
„ habéis recibido , porque á él, y su virtud debéis
„ esta gran felicidad."
«. II.

24
N O hallareis, amadas en Jesu-Christo,
Maestro alguno de la vida espiritual,
que no os diga esto mismo, atribuyéndolo, como
nuestra Santa Madre, á la oración , que precedió
á la recepción de este Pan Sagrado , y á la oración de
gracias, después de ha verle recibido.
25 ¿Pero en qué consistirá, preguntareis, que
no todas lleguemos 3 esta cumbre venturosa, aumen-
tándosenos la gracia? Oidlo para enseñanza , b escar-
miento al Apóstol de Andalucía el Venerable Maes-
tro Juan de Avila. "Porque no sentís, provecho (pre-
„gunta.enel Tratado 7. de la'Eucháristia) y res-
„ ponde , porque no sabéis comer , porque no sa-
„ beis comulgar, porque os tragáis el Santísimo Sa-
peramente entero, y no lo desmenuzáis. No hay
,, Manjar tan dulce, que si os le tragáis sin mascar,
„ sintáis su dulzura..
(i

26 ¿Y quienes serán (preguntaré aora yo) los


que no saben comer, ni comulgar, y se tragan el Sa-
cramento todo entero , sin querer, b saber desme-
nuzarlo ? Yá me responde en el Tratado nueve, oid-
lo. "Si en lugar de estar recogido un rato , agrade-
„ ciendo la merced recibida , y gozando del Hues-
„ ped , que en vuestras entrañas tenéis, os saléis lue-
go al ayre de los temporales negocios, y plega á
„ Dios, que no sea á parlar, y murmurar, y no so-
„ lo no saquéis fruto de tan gran merced, mas come-.
„ tai*
126 A v i s o VIII.
„ tais pecado por el desacato , que cometéis en no ha-
cer presencia , y estar en conversación con nuestro
„ Dios, y Señor, que tan benignamente ha conce-
b i d o venir personalmente á visitaros, ¿como que-
„ reis vos, que obren en vos los excelentísimos fru-
„ tos de esta Celestial medicina, después qué la ha-
,5 veis recibido ? "
27 "Es menester dice la Santa (Camino de Per-
,, feccion , cap. 29.) recoger estos sentidos exteriores
„ á nosotros mismos, y que les demos en que se ocu-
3, par; pues es ansi que tenemos el Cielo dentro de
„ nosotros, pues el Señor de él lo está." Pues al re-
1

medio, escribe esta gran Maestra ; Oración por la


tarde, y la mañana. Y no os parezca nueva esta doc-
trina. En la Escritura se nos manda con severidad,
que oremos sin alguna intermisión. No nos quiso de-
cir , que no se pase un instante sin orar , porque es-
to no puede ser, y la Ley de Dios es suave , y no
nos manda imposibles. Pero quiere que sea la ora-
ción tan repetida, que parezca sin interrupción, y
continuada. •
28 Sobre esto , Señoras, carga tanto la mano
nuestra gran Maestra.,, que en pluma menos feliz pa-
recería molesta la repetición. En la Carta 23. del To-
mo 2. dice asi. "Cada dia voy entendiendo mas eí
„ fruto de la oración." En el cap. 2. de las segundas
Moradas, lo repite en la misma forma. "Pensad, di-
„ ce , que hemos de entrar en él, y no entrar en
„ nosotros, conociéndonos, y considerando nuestra,.
„ miseria., y lo que debemos á Dios , y pidiéndole
„ muchas veces misericordia, es desatino. En el Frag-
j megto 1 E¡. escribe á un. Religioso Venerable. No
?

\ „ acos*
D E SANTA TERESA. 127
„ acostumbre á dexár tan gran thesoro , porque son
„ grandísimos los bienes, queahi da el Señor, y no me
„ espantaría los quisiese quitar el Demonio." Omito
otros muchos pasages de sus celestiales Obras, por
creer, que baste lo dicho, para que conozcáis la ne-
cesidad de oración antes , y después, para recibir dig-
namente este Sagrado Pan.
29 Las tentaciones son muchísimo peligro , nos
declaran una guerra, en que puede tener el sufri-
miento muy provechoso exercicio. Pero se deben huir¿
y por ningún caso se han de solicitar. ¿Y qué arbitrio
buscaremos, para no entrar en ellas ? La oración (di-
ce el Apóstol) es el mas poderoso, y mejor preserva-
tivo. Según esta doctrina, y siendo cierto, que no
cesa de tentar el enemigo- común , por tarde ¿ y poc
mañana debe ser nuestra oración.
30 Tienta (digo otra vez) el enemigo por tarde,
y por mañana. Es rugiente León , según S. Pedro,
que nos cerca á todas horas, pero ni por esto ha de
dexarse la oración, y menos persuadirse al descon-
suelo de que todo su trabajo sea perdido. "Yo no-de-
„ searia(dice la Santa en la Carta 2 3 . del Tomo 1 . )
,, otra oración , sino la que me hiciese crecer las virtu-
„ des. Si es con grandes sequedades , tentaciones , y
„ tribulaciones, y esto me dexase- mas humilde , es-
„ ta tendría por buena oración , pues lo que mas agra-
„ da á Dios, tendría por nías oración."
3 1 Siesta nos proporciona, para recibir digna-
mente este Sagrado Pan , que nos une con Jesu-
Christo , y nos fortifica contra el poder de los In-
fiernos ; ¿Quién querrá ser tan enemiga de si pro-
pia , que. no se prevenga orando, para lograr es-
te
isB A v i s o VIII.
te invencible esfuerzo ? ¿Quién no pondrá con ardor
todos los suyos, para limpiar escrupulosamente un co-
razón , que há de servir de trono á tanta Magestad?
3 3 Pero cuidado ¿ amadas mías , que este Se-
ñor quiere ser solo no admite en su compañía , ni
?

un atómo de mundo. Aun aquellas pequeñas volun-


tades , que insinué, no han de tener lugar. En no
admitirlas , b desecharlas tenemos mucho interés , por-
que demás de que con ellas no es compatible vuestro
amante Esposo , el empeño de acomodarse con él,
y con el mundo, es una lucha interior , y la mas vio-
lenta guerra , que se puede padecer en esta vida.
33 "El punto está , dice la Santa (Camino cap.
„ 28. hablando del corazón) en que se le demos por
„ suyo con toda determinación, y le desembarace-
„ mos, para que pueda poner , y quitar como en co-
„ sa propria. Esta es su condición, y tiene razón su
„ Magestad, no se la neguemos, y como él no ha de
„ forzar nuestra voluntad, toma lo que le damos, mas
„ no se da asi del todo, hasta que nos damos del to-
„ do á él : ni obra en el alma , como quando del to-
„ do sin embarazo es suya , ni sé como ha de obrar:
es amigo de todo concierto."
34 Alguna vez confiesa la Santa Madre haver pa-
decido algo de aquella lucha entre Dios , y mundo,
y el empeño de unirlos estando tan distantes. En el
cap. 7. num.. 9. de su Vida , lo explica de esta suer-
te. "Por una parte me llamaba Dios, por otra yo se-
„ guia al mundo. Dábanme gran contento todas las
„ cosas de Dios , teníanme atada las del mundo. Pa-
„ rece , que quería concertar estos dos contrarios tan
„ enemigo uno de otro , como es yida espiritual, y
» con-
D E SANTA TERESA. 129
„ contentos ,.. y gustos, y pasatiempos sensuales. En
„ la oración pasaba gran trabajo, porque no andaba
„ el espíritu Señor , sino esclavo, y asi no me podía
„ encerrar dentro de mi, que era el modo de proce-
„ der , que llevaba en la oración , sin encerrar con-
,, migo mil vanidades. Pasé ansi muchos años, que
„ aora me espanto , que sugeto basto á sufrir, que
„ no dexase lo uno, u lo otro."
35 Notad aora, amadas mias, que estas voces
son de aquella Santa Madre, de quien dice la Bula
de su Canonización, que nunca cometió culpa mortal,
de donde debe inferirse, que aquellos desvios ázra el
mundo serian muy veniales. Su muchísimo amor de
Dios los exageraba , su humildad les aumentaba Áa.
estatura. ¿Pues si aun siendo tan leves , la daban tan-
ta inquietud , qué se podrá prometer otra qualquiera,
que aunque sea muy buena Religiosa , no «s otra San-
ta Teresa?
36 Oídla otra , y otra vez en el supuesto de que
siempre oiréis con gusto aquella Voz. í'Iba (dice en el
„ cap. 24.) Iba yá sintiendo mí alma qualquiera ofen-
„ sa , que hiciese á Dios, por pequeña que fuese, de
„ manera , que si alguna cosa superfina traía , no po-
„ dia recogerme , hasta que me la quitaba. Havia lei-
„ do en un libro (prosigue en las adlccipnes á su Vi-
„ da, num. 3.) que era imperfección tener Imágenes
„ curiosas, y ansi quería no tener en la Celda una,
„ que tenia."
3J "Por eso (continua en el cap. 39.) por eso n©
„ havia de querer vivir, porque no vivo conforme á
„ lo que Os debo. ¡Con qué de imperfecciones m e
„ veo! ¡Con quéfloxedaden serviros ! Es cierto, que
R „ al-
T^o A v i s o VHI.
„ algunas veces me parece querría estar sin sentidos,
„ por no entender tanto mal de mi: el que puede lo
-„ remedie.... Comencé ä pensar las cosas, que havian
pasado , y es ansi , que en cada una de las que pa-
„ recieran algo ,'- que yo ha via hecho, hallaba tantas
„ faltas 7 é imperfecciones, y á veces poco animo, y
muchas poca fé."
38 Todo esto padecía nuestra Seráfica Santa Ma-
tire , b porque le parecía , b porque con efecto admi-
tió én su corazón algo de mundo. Pues manos á la
•labor, como otra vez dixo la Santa. Destierrense' del
corazón éstos afectos pequeños , que aunque peque-
ños hacen mucho daño , y bien pintada queda su enor-
me magnitud, si sirven de embarazo para ios frutos
de este Sacramento.
39 Ciertos remedios, que usa la Medicina , pa-
ja dar la salud ¿ piden como requisito necesario, que
esté vacio el estomago. De esta suerte hacen muchí-
simo efecto , y en otra forma ninguno. Esto mismo
quiere el Señor én este , que es medicina universal.
!

En corazones vacíos hace maravillas su misericordia,^


"si halla en ellos algo del mundo, se retira.
40 Esto mismo quiere decirnos la Iglesia, quan-
do manda, qué sea lá^écAúñioñ'en ayuno natural.
Es menester j que nos 'falte'aun él sentido común,
para no conocer , que lo inspira la razón. ¿El que es-
pera hospedar á un Soberano, no cuidará de que su
casa tenga la mayor limpieza , y esté adornada en
todo lo que permita su posibilidad de quanto sea ob-
sequio al que ha de recibir? ¿Permitirá , que en su
arrivo esté ocupada de los esclavos mas viles, y no de
«lis mas dignos Familiares ? Pues Rey de los Reyes
es
Di SANTA TERESA. 1 3 1
.es el Señor, que recivis , y e& mucho ultráge de su
Soberanía darle una casa sucia , y mal acompañada.
O no entrará en ella, siila .ve sin la limpieza necesaria,
ò suspenderá con justísimo desden los maravillosos
efectos de su dignación.
41 " Si el Palacio , dice con mucha gracia (Ca-
„ mino , cap. 28. nuestra Santa Predicadora) Si el
„ Palacio henchimos de gentes bajas, y de baratijas,
„ ?cbmo ha de caber el Señor en su Corte ? Harto
„ hace de estar un poco-entre tanto embarazo. ¿Pen-
„ sais, hijas, que viene solo ? ¿No veis, que dice' su
„ Hijo , que estáis en los Cielos ? Pues un tal Rey à
„ osadas, que no le dexen solo los Cortesanos, sino
„ que están con él, rogandole por nosotros para núes-
„ tro provecho , porque están llenos de caridad."
:42 • La oración,lo.,componer todo,¡, amadas mias,
nos dice la Serafica Doctora , conforme à lo que eie-
eia à Dios el Real Profeta David. En mi meditación
se enardecerá mi fuego. Asi lo dixo , asi lo acredito,
y asi lo experimentaréis. "Mandò el mismo Señor (di-
„ ce la Santa en el num.. 1. de sus Meditaciones)
„ mandò el mismo Señor en el cap. 6. del Levitico,
„ que, porque no se acabase el fuego del Altar, ca-
„ da dia le cebase el Sacerdote con nueva leña, co-
„ mo significando en figura, que para que el calor de
„ la devoción no se muera , ni resfrie , cada dia le ce-
bemos con nuevas , y vivas consideraciones."
: 43 Asi, amadas mias, nuestra Serafica Docto-
ra con genuino , y sabio uso de las Escrituras. Prac-
ticad , si queréis ser felices, su doctrina. El fuego
de la oración disipará enteramente esos afectos, b pe-
queñas voluntades, que pueden ser embarazo à los
Ra fru-
132 A v i s o VIII.
frutos de ese admirable Sacramento. Oh! Quiera
Dios , que siempre lo hagáis asi, y os favorezca con
su gracia, para que le acompañéis eternamente en
la Gloria. • . ,

AVISO IX.
CADA VEZ, QUE COMULGARE , PIDA A
Dios-algún'don¡ ,:pót(¡agran J
misericordia)
eort qué ña venido d supobre alma,

v i ' , ' ' ' . ' . . . " ' í- 1'

[NA de las diligencias , y acaso la pri-


mera , y principal en todo Pretendiente,
para negociar lo que quiera con el Principe, es inqui-
rir aquella hora dichosa , en qué esté, para hacer
gracias. Si alguna de las desazónesder mundo le des-
templa , yá lleva mucho andado, para que sus rue-
gos no sean atendidos. El buen temple le' ¡sazona,
qUalquiera novedad., que le disguste, le destempla.
En vuestro Esposo , amadas m i a s r i o hay estas vi-
cisitudes , su inmutabilidad no es capaz de estas de-
sigualdades. Siempre está pronto al favor , si le sabe-
mos pedir. -Ha ofrecido>, y cumple fidelisimamente
su palabra , que si llamamos ;á sus puertas, nos las
abrirá, y que recibiremossi dignamente pedimos.
2 " ¡Oh Dios, y Señor mió 1 Exclamaba la Se-
„ rafica Maestra , no faltáis' bien :mio de mi alma á
.„ los que os quieren , ni dexals de responder ;á quien'
;

os
D E SANTA TERESA. 133
„ os llama. El nombre de Padrea (dice en sus Me-
„ ditaciones) es el que mejor quadra, y el que nos
„ dá mayor confianza , y por el qual se quiso obli-
„ gar el Señor á darnos lo que pedimos." ¡Oh amadas
mias, que dulcísimo consuelo el de encontrarle tan
inclinado al favor , siempre que le solicita Ja necesi-
dad ! "Por cierto , escribe la Santa, ¿qué grande es
„ la misericordia de Dios? ¿Qué amigo hallaremos
„ tan sufrido ? Bendito seáis Vos Señor mió, que
„ con tanta piedad nos lleváis, que parece olvidáis
,, vuestra grandeza , para no castigar, como, seria ra-
„ zon."
3 Con .todo., aunque no hay menos, ni mas en
lo infinito, ni lo inmutable conoce estos, extremos,
parece á nuestro modo de entender ,. que en sus atri-
butos se verifican alguna vez éste menos, y aquel mas,,
no en lo intrínseco de su esencia , sino en su mani-
festación. Infinito es el Señor en todo lo que ha-
ce , porque la infinidad es transcendente .a todas sus
divinas perfecciones. Sin embargo de las misericor-
dias dixo David , que eran sobre todas las obras del
Señor .., no porque sea mayor, que la justicia, la mi-
sericordia., sino porque nos manifiesta su misericor-
dia mas, que su justicia.
4 Por esta regla podemos creer , que, sin verifi-
v

carse el menos-, y mas en lo infinito de .su esencia,


alguna vez estará vuestro Esposo para gracias mas,
que otras. ¿Y donde , .6 quando se verificará este
tiempo venturoso? En el Sacramento augusto, en
cuya institución (según el Concilio Tridentino) estu-
bo tan profusa., y (si se puede decir) tan prodiga su
clemencia , que derramo las riquezas de su miseri-
cordia. LYER-
134 A v i s o IX.
- 5 Luego entonces (podremos inferir) estafa' su
Magestad para gracias mas , que nunca. Asi lo creyó
la Seráfica Doctora. Con esta seguridad , decía en el
cap. 34. del Camino de Perfección. "No perdáis tan
„ buena sazón dé negociar, como es la hora después
j, de haver comulgado.... Tened gran cuenta , Hijas
^ mias, de no la perder, si la obediencia no os man-
¿, daré lo contrario." Con esta misma segura confian-
za, repite en el Aviso , que tomé por thema. "Cada
vez que comulgare , pida á Dios algún don por la
gran misericordia , con que ha venido á su pobre
„ alma."
6 Otra vez díxo esto mismoqueriendo conven-
cernos de este modo. "Este, pues , es buen tiempo,
„ para que os enseñe nuestro Maestro, para que le
„ oy gamos , y besemos los pies, porque nos quiso
9, enseñar , y le supliquemos no se vaya de con no-
sotros. Si esto habernos de pedir , mirando la Ima-
gen 4e Christo, boberia me parece dexar en aquel
}, tiempo la misma Persona, por mirar al dibujo."
7 En el supuesto , pues , de esta verdad , y que
ao'ra acabáis de recibirá este Señbr , pídale cada una
el don , que le pareciere, y pídale con la mayor se-
guridad , deque su misericordia se le hade conce-
der. Yo también me aprovecharé de la ocasión, y
porque me intereso mucho en vuestra quietud , le pe-,
4iré la gracia, que mas se necesita para serenidad
Se unas conciencias , que declinan á nimiamente
escrupulosas.
8 La oración es el consuelo de quantas se dan á
Dios en el santo exercicio de la vida espiritual. Esta
oración, se encarga tari severamente , que se juzgue
D E SANTA TERESA. 135
poco menos, que indispensable, como que sin ora-
ción nadie se puede salvar. Muchos Santos han em-
pleado su estudio , para manifestarnos la utilidad, y
Ja necesidad de la oración, pero hable en el asumpto
una, y otra vez nuestra Insigne Maestra Santa Te¡-
resa de Jesús.
9 En el cap. 8. de su Vida dice asi. "Para que
„ he tanto contado esto es, para que se entienda el
„ gran bien , que hace Dios á una alma, que la dis-
„ pone para tener oración , aunque no esté tan dis-
puesta-, como es menester , y como si en ella per-
„ severa por pecados, y tentaciones , y caldas de mi!
„ maneras, que ponga el Demonio. En fin, tengo*
„-por cierto la sacará el Señor á puerto de salvación,
^, como me ha sacado á mi.? j •
- 10 Como esta Santa gloriosa fué Maestra uní-'
versal, y aun los mas virtuosos la buscaban para si*
dirección , encontraría algunos cobardes , que mira-
sen este exercicio inaccesible. A estos dice de esta
suerte. "No entiendo esto, que temen los que temen
j, comenzar oración mental* No sé de que han mie-
„ do , bien hace de ponerle el Demonio-, para ha-
» cernos él de verdad mal." Esto predicb á todos
nuestra Santa Madre , y yá anticipadamente havia di-
cho en el num. 3. "A quien no la há comenzado,
„ por amor del Señor le ruego yo no carezca de tanto
bien¿ No hay aqui de que temer , sino que cíe-
sear."
11 Supuestas estas noticias, ponese en oración
una Religiosa , y cree que no la tiene, porque se
distrahe, y aqui son las aflicciones. El don, pues,
que pediré á Dios con quanto esfuerzo me sea posi-
i"" ble,
136 A v i s o IX.
ble, es, que estas pobres conciencias se serenen. Y
porque acaso querrá su misericordia , que yo sea el
instrumento, manifestaré primeramente lo que pasa
en su interior , y luego con la ayuda de Dios daré
mi parecer.
1 i ¿Qué oración es la mía (dice una pobre Se-
ñora consternada) si quando me pongo à meditar un
mysterio de 1« Pasión, aun siendo una materia tan
fecunda, se me vá la imaginación à dos mil leguas,
•y aunque sea el mas estéril el objeto, à donde và, allí
se ceba, y se detiene allí ? ¿A qué Padre espiritual
consultare, que su dictamen no me aflija mas, y
mas?
1 3 Si lo pregunto à San Bernardo , me respon-
de asi. "'Es gran locura, y que debe vindicarse gra-
„ Veniente, que el vilísimo polvo , que se pone en la
oración à tur-al Criador de todo lo criado, desde-
a, ñe esta piedad, y le retire el oído. Es inefable la
j, dignación d e la bondad Divina , que aunque todos
,, los dias nos vé desviando nuestros oidos infelices , y
„ endureciendo nuestros corazones , aun asi clame, y
„ nos diga i bolved prevaricadores á vuestro corazón,
if recogedle, que se os ha huido, y ved que yo soy
„ Dios , y que os llamo.** ( 1 )
14 Si pregunto al Santo mismo, como debo
orar,
(1) Magna çuogue insania, & graviter vindicando
cum vilissimus pulvis loquentem ûd se audire dedigna-
tur Creatorem universitatis. Inefabilis vero est digna*
fio divina bonitatïs , quee quotidie conspicit nos infe-
lices aur es avertentes, obdurantes corda , <£? nibilomi-
nus clamât ad nos dicënsi reddite prcevaricatores ad
cor , vacate,. & videte. quoniam 'ego sumDeus. S.Ber-
sard. Med it. cap. 1 r.
D B ' SANTA TERESA. 137
orar, aprieta mas el dogal, y dice asi. "Atiende con
„ diligencia sobre todas las palabras.dela.SagradaEs-
„ critura. No lo digo.(prosigue su humildad) porque
„ yo lo haga asi, sino porque quisiera ejecutarlo de este
modo , y me pesa de no haverlo conseguido." ( 1 )
$A donde iré pues (dice aquella pobre dolorida) si
este Santo reprehende mis descuidos, y desecha mi
oración , porque no es con la atención , que debe ser?
1 5 Consultaré para mi consuelo , ó desconsuelo
a San Francisco de Sales. Pero ay pobre de mi, que
me .dice en el Entretenimiento 18. de esta suerte.
"Se ha de considerar, que hacemos el mismo oficio,
„ que los Angeles, aunque en diferente lenguage, y
„ que estamos delante del mismo Dios , en cuya pre»
„ sencia tiemblan. Y asi. como el hombre, que ba-
„ blase á un Rey , estaría; muy atentó , temiendo caer
„ en alguna falta ., y si no obstante su cuidado, la hi-
M ciese , se pondría al punto colorado, en la misma
„ forma debemos hacer en el oficio, estando muy aten*
„tos, por no errar." Pues pobre de mi, dice otra
vez aquella Religiosa. Mi oración no vale nada, pues
la faltan linas condiciones tan precisas.
1 6 Pero sosiegúese la diré para su consuelo, por-
que , ni el orar con distracciones es tiempo perdido,,
ni se debe conturbar., por padecer esta, ó aquella dis-
tracción. Como ponga un racional cuidado en reba-
tirlas', será su oración muy meritoria. Oyga para su
respiración al Santo mismo, que poco ha le causo
desasosiego. "No digo (dice) que por esta grande
, :S „ aten-
^ (1) Super singulaverba divince Scripture diligentes
intendas. Non quod istafaciam dico , sed quod faceré
vellem, £? non fecissepceniteat. S. Berh.Medit.cap. 6.
»38 A v i s o IX.
1, atención no hayamos de tener la mas mínima distrac-
cion , porque esto no está en nuestra mano. Pero
„ digo , que se ha de poner un cuidado muy espe-
9, cial de no distraherse voluntariamente." Ya tiene
aquella infeliz un consuelo , y una lección. El con-
suelo es, que el tener, b no tener distracciones, no
está en nuestra mano, y no se peca en lo que no pen-
de de nuestro arbitrio. La lecciones, que hade po-
nerse cuidado en rebatirlas , y que si le puso, no de-
be escrupulizar sobre si tubo , b no tubo distracción.
1 7 Tan necesaria juzgo aquel Santo glorioso .esta
noticia para tranquilidad de las conciencias , que la
i

repitió asi á una Religiosa. " ¿Me preguntáis , como


„ podréis hacer, para afirmar de tal suerte vuestro es-
,, piritu en Dios, que cosa alguna , ni le pueda apar-
5 , tár, ni retirar ? Dos cosas son necesarias para esto,
9 , morir, y salvarse , porque después jamás habrá se-
M paracioh, y vuestro espíritu estará indisolublemen-
t e unido, y estrechado con su Dios." No puede
decirse con mas claridad lo inevitable de las distrac-
ciones, pues asegura él Santo , que solo estará sin
ellas, el que dexe este mundo , y se traslade á la Gloria.
18 - En este punto es menester tener presente la
Doctrina de S. Juan Climaco ', que en el cap. 29.
de su Escala Espiritual dice de este modo. "Una co-
„íá;,es immufadieia en la oración , y otra destierro , y
„ otra hurto 4 y otra macula. Immundicia es, asistir de-
„ lante de Dios, reboiviendo en el corazón malos
„ pensamientos. Destierro es, ser alli el hombre preso,
„ y llevado á otra parte con cuidados inútiles. Hur-
,-, to es, quando secretamente , sin sentirlo nosotros,
i, se divierte , 7 derrama nuestra atención. Macula
a es,
Dfi SANTA TERESA. 139
„ es, qualquierá ímpetu de pasión, que en aquel tiem-
„ po nos sobreviene, el qual amancilla nuestra oración."
19 Es mucho lo que se nos enseña en estas vo-,
ees, pero todo muy fácil de entenderse. Immundicia,
destierro , hurto , y macula todo es distracción. Solo,
se diferencian en los objetos mas , b menos malos , en
que se ocupa el pobre distrahido. Ellos mismos nos
dicen mudamente , que, á proporción de la malicia de
los pensamientos, ha de ser la solicitud de despedir-,
los , pero siempre con el consuelo singular , de que si",
puso en ello la conveniente solicitud , nada perdió
con la distracción.
20 Yá con lo dicho tenéis lo suficiente * para lie-*
var con sufrimiento, ese ," que ponderáis (y con efec-.
to es) gran trabajo. De la Doctrina del Santo se infie-.
re ,. que siempre ha de haver distracciones eri el mun-
do , pues solo están libres de ellas en el Cielo. Por
esto ninguna debe juzgarse singularmente perseguida,
por padecer lo que todas. Infiérese también , que sien-
do la distracción involuntaria, no se castigará como,
defecto, porque no pende de. nuestro arbitrio.
2 1 Por esta razón no se debe-''tener algún escrú-
pulo , ni el desasosiego mas mínimo , pues yá.nos di-,
ce en la Epist. 59. del lib. 2. el mismo Santo. "De.
„ ninguna manera os asombréis de vuestras distraccio-.
„ nes, tibiezas , y sequedades." Y repite en la 82. del
lib. 4. "No os h.aveis de espantar de estas, distraccio-
„ nes, y no tienen otro remedio , que aplicar suave-
„ mente el corazón sujeto."
2 2 Este mismo consuelo nos dá en el 8. de sus
Entretenimientos. Hallaría alguna Religiosa , que es-
crupulizase sobre el Oficio Divino , y que. bolviese:
S 2 a
*4<> A v i s o IX.
á rezarle , porque tubo estas, ü aquellas distraccio-
nes , y para su instrucción la dice decisivamente. "No
„ haveis de bolver á rezar el Oficio, por haveros dis-
,, trahido al rezarle , como no haya sido voluntaria
„ la distracción." Es consejo , como suyo, muy sua-
ve , y de muchísimo consuelo, Quien no le siguiese,
expone á mucho riesgo su buen juicio. Lo mismo se
distraheria en la segunda vez , que en la primera , y
si todo el dia se gastase en este afán, quedara siem-
pre la espina de no haver rezado bien.
-•- 23 Rato há , que no oímos á nuestra Seráfica
Maestra , y todo me parece sin su voz lánguido, des-
mayado , y enteramente sin brío. Oid muchas leccio-
nes suyas para el consuelo. "Es menester (dice en la
,j Carta 8. delTomo 1.) sufrir la importunidad del
,j tropel de pensamientos, y las imaginaciones impor-
tunas, é ímpetus de movimientos naturales ansi del
„ alma por la sequedad, y desunión , que tiene, co-
,¡ mo del cuerpo por la falta de rendimiento, que al:
„ espíritu ha de tener. En estos ímpetus deben enca-
„ bezarse quantos se den á la oración , pero todos se
„-disipan, dice el V. Palafox , con urtahumilde per-
„ severancia , porque hemos de asentar, que todo un
,¿ Infierno entero de Demonios se juntarán á estor-
bar á una alma sola la oración,"
; 24 La principiante , que oyga esta noticia , y la
vea acreditada en si por la experiencia, se llenará de
pavor, temblando los enemigos, con quienes ha de
batallar. Si viese , que fuera de la oración no la per-
siguen tanto', y por su fragilidad huviese ofendido en
algo á Dios, la parecerá que no es digna de presen-
sarse ásu Magestad , y resolbera dex.fr • enteramente-
Di- SANTA TERESA. 141
la oración. Pero esto es lo que el enemigo solicita , y
ella misma le regala la victoria.
25 ¿Qué dirá á esto la Seráfica Maestra ? "No
„ le tiente el Demonio á dexarla por humildad,
„ crea que no pueden faltar sus palabras , que en ar-
„ repintiendonos de veras , y determinándose á no le
„ ofender , se torna á la amistad , que estaba." Des-
pués de esta gran Doctrina exclama la Santa Madre,
tiernamente enamorada, cap. 8. de su Vida. "¡Oh
,, qué buen amigo hacéis Señor mió!::;; Tomáis en
„ cuenta los ratos , que os quiere., y con un punto
,j de arrepentimiento, olvidáis lo que os há ofen-
dido."
26 Bien conoció la Santa Madre, la estrecha
¿obligación de poner todo nuestro esfuerzo-para que
en la oración no vague errante nuestro espíritu. Esto
mismo nos predica muchas veces. • En los capítulos 24.:
y 25, nos acuerda , que es obligación , que procure-
mos rezar con advertencia. "Hijas , dice otra vez , pen-
.,, sad , y entended lo que hablamos, y con quien ha-
blamos, y quien somos los que hablamos con tan
„ gran Señor." Y esto es , Señoras, en pocas pala-
bras , quanto en la materia se puede decir.
27 Allimismo dá remedios, para que se logre-
esta atención, porque dice ; "Esto es para personas, •
„ que traen cuidado de si, y tienen entendido no han
„ de hablar á Dios, y al mundo junto. Lo quepods-
„ mos hacer nosotras es procurar estar á solas, y ple-
„ ga a Dios., que baste, para que entendamos con
„ quien estamos," En estas pocas voces se nos dice lo
que debemos poner de nuestra parte , 7 que aun asi
plega a Dios, que- sea nuestra oración sin mas que al--
o-ii—
T42 A v i s o IX.
gima inquietud. Pero despuesde puesta esta diligencia,
nos dice para el consuelo en el cap. 11, de su Vida.
"Torno á avisar , que ni de sequedades, ni de in-
„ quietud , ni distrahimiento en los pensamientos , na;
„ die se apriete, ni aflija , si quiere ganar libertad de
espíritu , y no andar siempre atribulado."
28 Un gran Prelado lo estaba por sus muchas
distracciones en el Rezo , comunicólo con la Santa , y
le respondió (Carta 6. Tom. 1.) de este modo. "En
5, eso de divertirse en el Oficio Divino , en que ten-
go mucha culpa , y quiero pensar, esflaqueza,an-
„ si lo piense V. S. pues bien sabe el Señor , que ya
9, que rezamos , querríamos fuese muy bien."
29 No será pequeño apoyo de lo que con la San-
ia Madre voy diciendo, lo que añadió el Venerable
jPalafox en el asumpto. Oídle. "Todavía quando la
„ voluntad es buena , como dice la Santa , y se apli-
„ ca el cuydado, no hay que afligirse de las invo-
luntarias distracciones., y masen los entendimien*
„ tos, é imaginaciones vivas, las quales á penas son
„ corregibles , y de estas habla la Santa de si en el
num. 4. quando se llama culpada en esto , porque
v

„ era tan grande su viveza , y comprehension , como


„ se vé por lo que escribió , y obro. Y asi no dudo,
j, que estaría rezando , y governando sobre el Brevia-
„ rio , sin repararlo, tres , b quatro Conventos de sus
„ Descalzas, pero en advirtiendo en ello , lo corregía,.
„ y se corregía , y esto basta para cumplir, y mere-
„ cer muchísimo."
3 0 Supuestas estas Doctrinas, concluyré con la
Santa Madre, que en el cap. 17. de su Vida, dica
de esta suerte. "Aqui yeo el mal, que nos causo el
„pe-
D A SANTA TERESA. 143
„ pecado , pues ansi nos sujetó á no hacer lo que
„ queremos de estar siempre ocupados en Dios. Digo
„ que me acaece á veces, que veo deshacerse mi alma
„ por verse junta , á donde está la mayor parte , y ser
„ imposible, sino que le da tal guerra la memoria , é
„ imaginación , que no la dexan valer.... No para en
„ nada , sino de uno en otro , que no parece sino de
„ estas mariposas de las noches importunas , y desaso-
„ segadas , ansi anda de un cavo a otro:::: El reme-
„ dio , que he hallado, es, que no se haga caso de
„ ella mas que de un loco , sino dexarla con su tema,
„ que solo Dios se la puede quitar.... En fin aqui pon
„ esclava queda, liémosla de sufrir con paciencia¿
como Jacob á Lia, porque harta merced nos haca
í, el Señor , que gocemos deRachéh" .

s- n. 7

31 "T^^ ^ (dirá todavía aquella escrupulosa)


11 e s t

J L j I muy buena es , y sirve mucho para mi


respiración la noticia , que sé me da de que, quan-
do involuntariamente me distraigo , nada ofendo á
Dios en ello. Mas no creo , que tendré mérito algu-
no , y es mucho desaliento el ponerme á orar con
ciencia cierta , de que no he de merecer.
02 Me pongo á meditar un pasage de la Pasión
de Jesu-'Chrísto , y al instante se me huye el pensa-
miento , advierto ia fuga, y luego le recojo, y en el
momento mismo buelve á huir , y se detiene en otra
especie muy extraña, mucho mas de lo que yo qui-
siera. B.uelvo á prenderle yo , y él á escaparse , y en
esta enfado5Í5Ímaiaena se acabó- la oración, porque
144 A v i s o IX.
dio la hora. ¿Como es posible , que el Señor, que es
infinitamente justo , reciba esta inquietud , y la apun-
te como mérito?
3 3 Oid (amadas en el Señor) en la Epist. 52.
del lib. 2. al Santo Sales. "Quando vuestro corazón
„ se descarriare , b distragere , bolvedle blandamen-
,, te á su puesto , tornadle amorosamente cerca de su
Maestro, y quando en todo el tiempo de vuestra
„ hora no hagáis otra cosa , que recoger suavemente
„ vuestro corazón, y acercarle á nuestro Señor, y
que tantas veces, como le acercares , otras tantas se
buelva áir , vuestra hora será muy bien empleada,
? , y tendréis un exercicio muy agradable á vuestro
„ querido Esposo."Parece, que el Santo oyb vuestros
escrúpulos , y para su total disipación, nada podi'a
decir-con mas claridad.
34 También parece , que los oyb la Santa Ma-
dre , y que temió , que por este afán dexasen la ora-
ción , -porque para tu consuelo dice (Vida cap. 1 1 . )
asi. "No dexe -jamás la oración , y ansi se determi-
„ ne , aunque por toda la vida le dure esta sequedad.
„ No dexará Christo caer con la cruz , tiempo ven-
„ drá , que se lo pague por "junto. No haya miedo,
„ que se pierda el trabajo, á buen amo sirve , miran-
„ dolo está, no baga caso de malos pensamientos, mi-
„ re que también los representaba el Demonio á San
„ Geronymo en el Desierto. Su precio tienen estos
trabajos.... He visto claro , que no dexa Dios sin
„ gran premio."
, 3 5 - Sabia muy bien la Santa, que el empeño de
rebatir estas distracciones, sino se; tomaba con una ra-
cional moderación j podría originar perniciosísima in-
* quie-
Djb SANTA TERESA. *45
quietud , y queriendo librar á sus Hijas de esta fatiga,
las dice en el num. 1 3 . de las Moradas segundas. "Os
„ tengo escrito como os haveis de haver en estas turr
„ baciones , que aqui pone el Demonio, y como no
„ ha de ser á fuerza de b razcs el comenzarse á reco-
ger, sino con suavidad, para que podáis estar mas
continuamente." Si queréis, que os diga qual es el
modo mejor de lograr esta suavidad , los Maestros de
Espíritu os lo dirán por mi. Sea uno el misino San
Francisco de Sales, que en la Epist. 47. del lib. 5.
instruía á otra escrupulosa de este modo.
36 "Sin violentar vuestro espíritu , servios del li-
», bro, quando le viereis fatigado. Quiero decir, leed
„ un poquito, y luego meditar hasta el fin de vues-
t r a media hora. La Madre Teresa lo.usaba asi en su
„ principio , y dice que se hallaba con esto muy bien,
9, y pues hablamos confiadamente, añado , que yo la
„ he imitado en esto , y me ha ido muy bien."
37 El V. Granada , gran Maestro , y singularí-
simo Director de la vida espiritual, es de la misma
opinión, y dice asi. "Quando tubiere el corazón tan
„ distraído , que no pueda entrar en la oración, pue-
„ dése detener algo mas en la lección , b ajuntár en
„ una la lección con la meditación, leyendo un paso, y
„ meditando sobre él, y., luego otro, y otro de la
„ misma manera , porque yendo de esta suerte atado
„ el entendimiento á las palabras de la lección, no tie-
„ ne tanto lugar de derramarse por diversas partes,
„ como quando vá libre , y suelto."
38 Esto , mismo nos ensenó el Insigne Maestro
Avila en el cap. 29. de su audi filia. "Algunas veces
„ (dice) convieneiníerrumpir el leer por pensar algu-
T »na
*46 Á v r s © IX.
\, na cosa, que del leer resulto , y después tornar í
„leer, y asi se van ayudando la lección, y la ora-
cion , rezar algunas devociones , que debéis tener
„ por costumbre, no tantas que demasiadamente os
„ fatiguen la cabeza , ni os sequen la devoción , ni
„ tampoco las dexeis del todo, porque sirven para
„ despertar la devoción del anima , y para ofrecer á
Dios servicio con nuestra lengua en señal, que él
nos la dio.
39 No podía ocultarse este arbitrio á nuestra gran
Maestra, y asi dice en el cap. 4. de su Vida. "En
,¿ todos estos principios j sino era acabando de comul-
„ gar , jamás osaba tener oración sin un libro, que
„ tanto temia mi alma estar sin él en la oración, co-
9 , mo si con mucha gente fuera á pelear. Con este re-
, medio , que era como una compañía , b escudo,
9

en que havia de recibir los golpes de los muchos


a, pensamientos, andaba consolada. La sequedad, pro-
sigue en el cap. mismo, no era lo ordinario , mas
„ era siempre, quando me faltaba el libro, que era
„ luego desbaratada el alma , y los pensamientos per-
„ didos, con esto los comenzaba á recoger , y como
„ por alhago llevaba el alma, y muchas veces en
„ abriendo el libro, no era menester mas; Otras lela
„ poco, otras mucho , conforme á la merced, que
Mel Señor me hacia."
40 Hasta aqui la Santa Madre, y esto mismo
os dirán los Santos, que nos diesen lección en el
asumpto. Pero aora preguntaré. ¿Quándo se merece-
rá mas, ayudándose del libro en la oración , b bregan-
do toda la hora con su pensamiento, yá puesto en
la oración, yá fugitivo ? Nada se detubo el V. Gra-
na-
D B , SANTA TERESA. 1 4 7
cada en resolverlo , porque á continuación de lo di-*
cho escribe de este modo. "Aunque mejor seria pe-r
„ lear en desechar los pensamientos , y perseverar, y
„ y luchar , como otro Jacob , toda la noche en el
trabajó de la oración, porque al fin acabada la ba-?
„ talla , se alcanza la victoria , dándole nuestro Señor
„ la devoción, ü otra gracia mayor , la qual nunca
se niega á los que fielmente pelean."
41 Del mismo sentir es el Dulcísimo S . Fran-
cisco de Sales, que. tanto y. y tan altamente nos ins-
truye. "En quanto á la oración (dice en el Éntrete-*
„ nimiento 9.) rio es menos útil, ni- menos agrada-
„ ble á Dios, porque tengamos muchas distracciones,
„ antes puede ser nos sea mas provechosa , que si tu-
„ bieramos muchas consolaciones, porque tiene mas
„ de trabajó, con ta!que tengamos la fidelidad de re-,
j-,'tirarnos de estas distracciones, y no permitamos,
„ que nuestro espíritu voluntariamente las detenga." ,
42 ¿Con este consuelo quién se acobardará, por
mas que se vea distrahido, asegurándose de que no
siendo por su culpa, puede ser su oración muy me-
ritoria ? Nadie por esto, amadas mias, retroceda.
"El hombre, dice la Santa en la Carta 8. del Tom.
„ 1. ha de estar firme en el puesto, que Dios le tie-.
„ ne puesto , que es el lugar de la oración, que aun»
„ que las aves , que son los Demonios, le piquen,
„ y molesten-con las imaginaciones, y pensamientos
„ importunos , y los desasosiegos, que en aquella trae
„ el Demonio, llevando el pensamiento , y derra-
„ mandóle de una parte á otra , y tras el pensamíen-
„ to se vá el corazón , y no es poco el fruto de la
j, oración sufrir estas molestias, é importunidades con
T * ,, pa-
148 A v i s o IX.
>, paciencia. Y esto es ofrecerse en holocausto, que
„ es consumirse todo el sacrificio en el fuego de la
tentación , sin que de alli salga cosa de él."
43 "El estar alli, prosigue , sin sacar nada , no
„ es tiempo perdido., sino de mucha ganancia, por-?
que se trabaja sin interés, y por: sola la gloria "de
j, Dios, que aunque de presto le parece que trabaja
„ en valde, no es asi, sino que acontece como á los
y, hijos, que trabajan en las haciendas de sus Padres,
„ que aunque á la noche no llevan jornal, al fin del
j, año lo llevan todo."
44 ¿Os puede quedar yá duda de que la oración,
aunque esté llena de distracciones, que no sean vo-
luntarias , puede ser muy meritoria ? Pues oid otra
vez al Santo mismo en su Tratado del Amor de Dios,
lib. 6. y cap. 7. "Aquel', que dexb escrito (dice la.
5j Santa Madre Teresa de Jesús) que la oración de¿
recogimiento se hacia, como quando un Erizo, b una
„ Tortuga se retira dentro de si, dixo , y la enten-
„ dio muy bien, excepto , que estos animales se re-
„ cogen en si mismos , quando quieren, pero el re-
cogimiento no está en nuestra voluntad, sino en
„ la de Dios, que nos le dá, quando quiere hacer-
„ nos esta merced." Hágalo su Magestad como se lo
pido, para universal consuelo.

•V *»*. ***
#** #*#

*** ***

AVI-
D E SANTA TERESA. *49
«£m<£»<<£>»4>»4»4>>4> ^ ^ ^ ^ ^ ^

AVISO X.
HAGA CADA DÍA CINQUENTA OFRE-*
eimientos a Dios de si, y esto haga con grande
fervor y deseo de Dios,
}

§. I.
1 "1/ N las mismas dichosas circunstancias, en
|~~^ j que os veo de haver recibido á nuestro
Dios, y Señor Sacramentado, os dixe poco há, que
nunca está mas propenso , que en el Sacramento au-
gusto , á atender benignamente^ nuestros ruegos , y
os aconsejé con mi adorada "Sarita Madre, que no
malograseis ocasión tan oportuna , y cada una le su-
plicará aquel don, que le inspirase su necesidad,
2 Porque sé quanto se; mortifican algunas con
las sequedades , y continuas distracciones,.. insinué,
que pidiesen á su Magestad el modo de aprovechar
esta tribulación, Dixe con la Santa Madre , y otros
Santos lo que crei pudiera bastar para el sosiego.. ¿Pe-
ro quién será aquel, que podrá dexar tranquila á una;
Monja escrupulosa ? "Aunque se escribiera sobre ello
„ treinta años , dice S. Francisco dé Sales en la Epist.
„ 4 2 . del lib. 6. no se podrá conseguir , que no que-
„ de siempre alguna duda para los espiritus delicados,
y regatones."
3 No hago tanta merced á mis trabajos, que
erea hayer conseguido lo que tan difícil pareció á aquel
gran-
15® A v i s o X.
grande Ingenio. Por esto, y por las veras, con que
solicito la tranquilidad de Itnis Conventos, apelé se-
gunda vez á la Seráfica Maestra , y de su Pluma recivi
el Aviso , que tomé por tema.
4 Y ó no digo , que aun en la gruta mas retirada
del mundo estemos libres de la guerra , que suelen ha«
cer las distracciones , pero es cierto , que con menos
especies de este mundo , serán menos los peligros, y
que estas no serán tantas con muchos ofrecimientos i
Dios, que se hagan en el dia. De esto debo inferir,
que , si se hiciesen los que previene nuestra Seráfica
Doctora, tendrá mucho consuelo la Religiosa afligida,
mas quietud , y menos guerra. Por esto se los acon-
sejaré una vez , y otra. Pero me parece, que yá la
©ygo decir , que , ni aun con este remedio logra la
salud. Que hace sus ofrecimientos con frequencia, y
aun asi está en la oración muy dístrahida.
5 ¿Es posible (dice todavía aquella pobre cons-
ternada) que nunca me ha de dar este recogimien-
to , por mas que le solicito ? ¿Qué sé y o , si se me
resiste á esta piedad , por no ser tanta, como debiera,
mi solicitud ? Esto mismo debib de decir al San-
to Sales alguna otra escrupulosa , porque en el mismo
libro cap. i o. num. 9. la sosiega con estas bellas pa-
labras.* "Ei cuidado mismo , que tenemos de no te-
ner distracciones, nos sirve muchas veces de gran
„ distracción." ¿Pues quién se librará, amadas en el Se-
ñor, de esta molestia, si la atrahen tanto los cuida-
dos, como los descuidos?
6 ¿Y por eso os afligís ? ¿En eso escrupulizáis?
No hagáis tal (dice en el cap. 1. de la Morada 4.)
Santa Teresa de Jesús, "Padezca la pobre alma, aun-,
D E SANTA TERESA. 151
„ que no tenga en esto culpa, que otras hacemos,
„ por donde es razón, que tengamos paciencia:::: Mas
„ es menester , y quiere su Magestad , que tomemos
„ medios , y nos entendamos , y lo que hace la flaca
„ imaginación, y el natural , y Demonio, no pon-
„ gamos la culpa al alma. Estas miserias (dice también
„ la Santa en el cap. mismo) parece que algunas ve-
„ ees están haciendo burla del alma, pero luego.nos
„ alienta con decir , no os trayga inquietas, y afligi-
„ das, sino que dexemos andar esta tarabilla de Mo-
„ lino, y molamos nuestra arina, no dexando obras
„ la voluntad , y el entendimiento!"
7 De todo lo dicho , inferiré dos verdades im-
portantes. Una es , que la distracción es casi inevitable,
y no es delito , porque no está en nuestra mano. Otra,
que en ella puede merecerse mucho, sino se diese mo-
tivo para tenerla, y se tubiese cuidado en rebatirla.
Algo debemos prevenir sobre uno , y otro, aunque*
no quisiera mortificaros por molesto.
8 Empezando la oración por tan piadoso asump-«
t o , como es la Muerte, y Pasión de Jesu-Christo,
se desvia insensiblemente la imaginación á un objetó
tan distante , que nos llena de admiración , quando
se advierte. ¿Cómo es esto, suele decir alguno sin li-
bertad ? ¿Quién pudo traherme aqui ? ¿Cómo pude
extraviarme tanto del camino ? ¿Qué es lo que me hi-
zo seguir un rumbo tan extraño ? Dominado de su
curiosidad se empeña en desandar todo lo caminado,
para averiguar su origen al desvio.
9 N o puede hacerse cosa mas desatinada. No es
remediar la distracción , sino querer tenerla. Dicese
con razón , que un echizo no se puede curar con otro
echi»
152 A v i s o X.
ecliizo, porque esto haría, que lo que era , aunque
pecado grave , uno no mas, con esto yà Rieran dos.
Lo mismo puede decirse en este lance. El desvio, y
la curiosidad serian dos distracciones, 5 una sola vo-
luntariamente continuada , y enfermedad mas grave
por el mal medio de su cura. El remedio es acudir lue-
go à aquel objeto, que se propuso en el principio de la
oración, y se llama comunmente composición de lugar,,
sin meterse en investigaciones tan inútiles, que sugie^
re el enemigo , para que la oración no produzca fru-
to alguno.
10 En el cap. 3 1 . del Cam. o*e Perfección se me
ministrò esta doctrina. "Ansi que la voluntad, quan-
„ do se ve en esta quietud , no haga caso del enten-
„ dimiento , b pensamiento , 0 imaginación, masque
s yde un loco, porque si le quiere traher consigo for-
zado, ha de ocupar., è inquietar algo , y en este
4, punto de oración todo será trabajar , y no ganar
„ mas, sino perder lo que le dà el Señor sin ningún
„ trabajo suyo."
, 1 1 ¿Pero podré esperar esto , quando se huye el
pensamiento desde un principio muy santo, á los ob-
jetos poco , b nada dignos ? Sosiégate (satisface la
misma gran Maèstra) diciendo al numero siguiente
para tu enseñanza : " Si el entendimiento , ò pensa-
miento, a los mayores desatinos del mundo se fue-
re , riase de él, y dexele para necio , y estese en
„ su quietud , que él irà , y verna , que aqui es se-
„ ñora , y poderosa la voluntad , ella se le traerá, sin
que os ocupéis." . .
12 También suele suceder , que se advierta lo
distrahido , y 110 se rebata luego , porque se cree,
que
D E SANTA T E R E S Í .
que la especie por fútil, y despreciable, por si mis-
ma se ha de desvanecer , y no ha de interrumpirse la-
oraeion. También este es un solemne desatino , que se
debe desterrar de todo Monasterio.
1 3 Para hacéroslo creíble, repetiré lo que ya he
dicho otras veces, esto es , que 'el enemigo, como as-
tuto , no os persuadirá á las claras una culpa grave,
porque sabe, que no haveis de consentir por el hor-
ror , que os dará. Empezará por lo poco , para que
insensiblemente os despeñéis á lo mucho. "Comunmen-
te dice San Juan Climaco (cap. 7 . 5 . i.)comun-
„ mente no suelen caer los perfectos súbitamente, quan-
do caen , sino poco á poco descuidándose, y aflo-
jando en el fervor."
1 4 Lo mismo dixo la Santa Madre , y porque
es doctrina importantísima , haveis de permitirme un
parenthesis , que no será desvio , porque y o l e haré
servir al asumpto principal. En apoyo de la verdad,
con que dice San Juan Climaco , que los perfectos
no caen súbitamente , sino poco á poco , dice asi San-
ta Teresa en el cap. 4. de su Vida. "Si el Demonio
„ me acometiera , entonces descubiertamente parecia-
„ me en ninguna manera tornariame gravemente á
„ pecar, mas fué tan sutil, y yo tan ruin, que todas
5, mis determinaciones me aprovecharon poco."
. 1 5 "Comenzóme su Magestad (dice la humildisi-
„ ma Santa Madre) á hacer tantas mercedes en estos
„ principios, que al fin de este tiempo, que estube
„ aqui (que eran como nueve meses) en esta soledad,
„ aunque no tan libre de ofender á Dios , como el li-
„ bro me decia: más por esto pasaba yo ; Parecíame
?, casi imposible tanta guarda, teníala de no hacer pe-
I$4 A v i s o X.
^ cado mortal", y pluguiera á Dios, la tubiera siem-
„"pre: De los veniales hacia poco caso, y esto fué
lo que me destruyó." Veis , amadas en Jesu-Chris-
t o , que eficazmente persuade nuestra Santa huir de
lo'p'oco , para nó dáren lo mucho , pues no lo acon-
sejó seda esta vez. En el cap. 5. del Camino de Per-
fección nos, dice asi.
1 6 "Yá sabéis, que la primera piedra (de la ora-
j, cion) ha de ser buena conciencia, y con todas vues-
, tras fuerzas libraros de pecados veniales, y seguir lo
y

mas perfecto. En lo interior (prosigue en el cap.


„ 4 1 . ) tened esta cuenta , y aviso, que importa mu-
cho ; que no descuidéis hasta que os veáis con tan
„ gran determinación de no ofender al Señor, que
t-i perderiades mil vidas , antes que hacer un pecado
mortal, y de los veniales estéis con mucho cuidado.
9y de no hacerlos de advertencia, que de otra suerte
5, ¿quién estará sin hacer muchos ? Mas pecado muy
de advertencia por muy chico que sea , Dios nos
„ libre de él." ' :•
1 7 Basta lo dicho, para que se conozca , que el
descuidar en lo pequeño influye mucho , para caer
en culpas de mas tamaño. Aora bolviend© á donde
lo dexé, esto mismo sucederá en las distracciones, di-
ce en el Entretenimiento 8. San Francisco de Sales.
"Nó podéis creer (escribe) quanto daño acarrea esto á
5i una alma , porque en dando libertad á vuestro es-
„ piritu de ocuparse en una cosa inútil, la tomara,
después , para discurrir en cosas perniciosas. Con-
„ Viene pues poner el cuchillo al mal luego , que le
}i veamos, por pequeño , que sea." No puede decirlo
«1 Santo con mas claridad; ni yo tengo que añadir.
Vi $a$U TBREYÁV 15$ ,
i í Tal vez se ceba la imaginación en alguna co - 5

a& buena , pero extraña: En una especie, que fuera


de la oración seria útil á la conciencia , pero entonces
mas sirve de diversión del punto , que se puso á me-
ditar. ¿Qué cosa mejor , que ponerse á discurrir lo
que ha de decir á su Padre Espiritual ? Sin embar-
go alguna Religiosa debió de hacerlo asi, y el Santo
Sales lo desaprobó. "Tengo de verdad por tentación
„ (dice en la Episr. 9. del Üb. 4.) que os embebezcáis
„ en pensar lo que me haveis de descubrir de vuestra
„ alma , porque no es aquel su tiempo."
1 9 Siempre que suceda esto á alguna Religiosa,
de ningún modo se aflija, porque esta es disposición
de Dios, para probarla , y no tiene tiempo determir
nado^para estas pruebas , porque las hay al empezar,
en el progreso, y al fin. "Tengo para mi (dice la San-
s , ta en el cap. i í . de su Vida) que quiere el Señor
9 , dar muchas veces al principio , y otras á la postre
„ estos tormentos, y otras muchas tentaciones, que
„ se ofrecen, para probar á sus amadas , y saber, si
„ podrán beber el Cáliz , y ayudarle á llevar la Cruz,
„ antes que ponga en ellos grandes' thesoros , y para
bien nuestro creo nos quiere su Magestad llevar
„ por aquí, para que entendamos bien lo poco que
„ somos."
• .20 En el supuesto, pues, de que no havrá Reli-
giosa alguna j que no conozca qual desvio es extraño
del punto, que se puso á.meditar , sepa que todos
ellos los debe rebatir. ¿Mas con quánta diligencia, con
que brio debemos tomar , amadas mias, este empeño?
, Hablemos claros , y con ingenuidad. Si Dios están
misericordioso, y tan benigno, que no se da por
A v i s o X.
ofendido ," quando nuestro pensamiento se dis-
trahe , si pusiésemos cuidado eri recogerle. Si muy
lejos de ofenderse , se dá por muy servido de lo que
á caso se agraviara un Principe del mundo. Y en fin,
si pasa por mérito esta lucha, y la premia su piedad,
y á caso mas, que si la oración fuese en quietud, ¿no
será puesto en razón, no será justo empeñarnos en
esta félicisima batalla, esperando que Dios nos faci-
lite la victoria?
21 "Batalla, pues, diré yo con San Juan Cli-
„ maco, cap. 4. §. 3. batalla con todas tus fuerzas
„ afligida Religiosa , y reprime, sin cesar, y sin
cansar la imaginación inquieta , y derramada , re^-
cogiéndola dentro de ti misma en todo tiempo , y
„ mas en el de la oración , y de los Oficios Divinos^
„ aunque no pida Diosa los que viven debajo de
„ obediencia oración de todo quieta , y sin estruendo
de pensamientos."
22 No negaré que ocupa, y mortifica esta bar
talla , porque mas de una vez sucederá , que toda la
hora se pase en advertir, y remediar estos desvíos d.e
la imaginación. Pero ya el Santo glorioso dá á en-
tender, que esto no há de pretenderse á fuerza de
brazos , y que se há de solicitar sin cansar la imagi-
nación , porque lo contrario podría ser ofensivo á la
salud. Esto sé ha de solicitar blanda , y amorosa-
mente dice él Santo Sales en la Epist. 52. del lib. 2.
y sin violentar el espíritu,.•escribe en el 47. del lib. 5.
23 ''Bien sabe su Magestad (dice discretamente
„ nuestra Santa) bien sabe su Magestad nuestra mise-
„ ria , y baxo natural, mejor ,, que nosotros mismos,
„ y sabe que yá estas almas desean siempre pensar en
D e S a n t a Teresa. i$j
„ él, y amarle. Esta determinación es la que quiere;
„ este otro afligimiento, que nos damos, no sirve de
„ mas de inquietar el alma, porque muy muchas ve-
„ ees viene de indisposición corporal, que somos tan
„ miserables , que participa esta encarceladita pobre
„ alma las miserias del cuerpo , y las mudanzas de
,, los tiempos, y las bueltas de los humores muchas
„ veces hacen que sin culpa suya no pueda hacer lo
„ que quiere , y mientras mas la quieren forzar en es-
„ tos tiempos, es peor, y dura mas el mal.... Porque
„ ya se vé, que, si el pozo no mana , que nosotros
„ no podemos poner el agua , verdad es , que no he-
„ mos de estar descuidadas , para quando haya de sa-
c a r l a , porque entonces ya quiere Dios por este
„ medio multiplicar las virtudes."
24 Hasta aqui la Santa Madre , y nada se puede
decir con mas acierto , porque ert estas voces nos po-
ne de manifiesto lo que puede ocurrir, y como lo po«
dremos remediar. En lo dicho se nos previene, que
tampoco ha de haver enfado, de que su pensamiento
se haya huido. Esto quisiera el enemigo común , y
esto pudiera ser tropiezo á la oración. Hasta que se
nota su fuga, no hay defecto , y la obligación em-
pieza desde que se noto. Buelva entonces á su medi-
tación con mucha tranquilidad, y prométase dos gran-
des intereses, que debiéramos solitár á todo coste.
Uno es , que según nos enseñan los Maestros Espi-
rituales , en esta batalla merecerá á caso mas, que si
huviera sido la oración sin inquietud. Otro , que es-
carmentado el enemigo de que contribuya á su bien,
lo que le havia sugerido para su destrucción , suspen-
derá en adelante sus infernales baterías , y tendrá una
oración dulce, y sosegada. "Creed,
r)Q A v i s o X.
25 "Creed, hijas mias, dice otra vez la Santa
„ en apoyo de esta verdad (en el cap. 40. Camino de
„ Perfección) creed , que sino andáis con malicia, ni
„ tenéis sobervia , con lo que el Demonio os pensare
a, dar la muerte , os dá la vida , aunque mas cocos,
„ é ilusiones os quiera hacer. No pedimos (dice
f, también en sus Meditaciones) que no permita qua
j, seamos tentados, sino que no seamos vencidos de
„ las tentaciones , pues la tentación siendo vencida
„ por su favor., es para gloria suya., y corona nuestra.

$. II.

sfS ^ I N embargo de rodos estos consuelos qtíer-


1^3 ría aquella pobre conturbada continuar
BO distráhida, porque cree que la interrupción le qui-
ta el aprovechar , y porque siempre le queda un es-
crúpulo muy grave, si puso., b no bastante solicitud
para el remedio de la distracción. Quiere muy bien,
pero á esta enfermedad sucede lo que á todas, que
es no quitarse., si la causa no se quita. ¿Y qual es por
lo común la causa de las distracciones, y como se
quitará? Oid á los mismos Santos , que con su doc-
trina os lo diré.
sf Cómo principio transcendental á todas nues-
tras acciones , instruyendo el mismo Santo Obispo á
su querida Philotea , la dice en la p. 4. cap- 6. de es-
ta forma. "Si por medio de algunos atrahimientos, y
„ alhagos huviese dado motivo á la pretensión inten-
'„ tando sembrar amor en aquel , que la galanteaba,
„ indubitablemente seria culpada en la demanda mis-
„ í»a , y por mas que hiciese de la melindrosa, no
D E SANTA TERESA. 159
4} dexaria por eso de merecer reprehensión , y castigo.
„ Asi sucede muchas veces, que la sola aprehensión
i} nos mete en el pecado , porque somos causa de ella.
„ Pongo por exemplo. Yo sé que jugando-, con faci-
„ lidad me enojo , juro ,. y blasfemo , y que para es-
„ to me sirve el juego de tentación , pues todas las
„.veces que jugare, yo tengo la.culpa de quantas ten-
„ taciones me vinieren en el juego. De la misma suer-
te , si yo sé que alguna conversación me trae tenta-
„ c i o n y tropiezo , y me voy á ella voluntariamen-
t e , seré indubitablemente reo de todas las tentacio-
„ nes , que en ella recibiere." Hasta aqui aquel In-f
signe Maestro de la Theologia-Mystica j-. y de esta
doctrina general es necesario inferir , que aquella,
que sabe , que con las conversaciones en la
Rexa.se.-llena.de especies, que la inquietan en la
oración, ella será la culpada en no lograr todos lo*
frutos, que pudiera.
28 Es muy creíble , que la Santa Madre por sil
muchísima viveza estubiese mas expuesta á distraccio-
nes, que alguna otra. Asi fué. ©id como las pinta
(V-ida cap. 7.) y í quien echa la culpa. "Pues ansí co-
„ meneé-de pasatiempo en pasatiempo, de vanidad
„ en vanidad , de ocasión en ocasión, á meterme tan*
„ to en muy grandes ocasiones, y-andár tan estragada
„ mi alma- en muchas vanidades, que yá yo tenia ver-
„ guenza de en tan particular amistad , como es tra-
b a r de oración, tornarme á llegar á • Dios, .y ayu-
„ dome á esto que, como crecieron los pecados, co-
„ menzome i-faltar el gusto , y regalo en las cosas de
„ virtud. Veía yo muy claro, Señor mió , que me
„ fallaba esto á mi, por faltaros, yo á Vos." Pausad
un
160 A V i s o X.
un poco aquí, amadas en Jesu Chrísro, para admi-
rar la amargura , con que llora sus culpas una Reli-
giosa , que , según asegura la Bula de su Canoniza-
ción , nunca la cometió mortal, y sirvanos de con-
fusión aora , y siempre esta Seráfica Doctora, y San-
ta Madre, y oygamos como prosigue.
29 "Pues comenzando yo á tratar estas conver-
tí saciones , no me pareciendo , como veia que se usa-
„ ban , que havia de venir á mi alma el daño , y dis-
„ trahimíento , que después entendí eran semejantes
„ tratos. Parecíame que cosa tan general, como es es-
„ te visitar en muchos Monasterios , que no me haria
„ á mí mas mal , que á las otras, que yo veia eran
„ buenas., y no miraba que eran muy mejores, y que
en lo que en mi fué peligro , en otras no le seria
„ tanto , que alguno dudo yo lodexé de haver, aun-
j , que no sea sino tiempo mal gastado."
30 De este mismo sentir son todos los Padres,
y los Santos , y por no mortificaros , me contentaré
con que oygais al 'V. Granada, que en el cap. 22. de
su Memorial nos enseña de esta forma. "Una de las
í 9 principales causas de la sequedad, es traer el co-
3 , razón muy ocupado en negocios exteriores, y pe-
„ regrínos., por donde con dificultad , y tarde se vie-
„ ne á tomar de las cosas de Dios. Por esto convie-
9 , ne mucho traerlo quanto sea posible , siempre ocu-
„ pado en sus cosas , porque andando siempre calien-
9 , te , y devoto con esta memoria, fácilmente se le-
vanta á Dios, quando le queremos levantar."
3 1 De esta opinión misma era el grande Após-
tol de la Andalucía , pues nos dice asi en el Tratado
4. de la Presentación. "¿Queréis vos bien orar? Echad
» de-
D E SANTA TERESA. i6i
delante de vos todo lo que os impide. Decid à tq-
„ dos los negocios , apartaos de mi, que voy à nego-
„ ciar con Dios. ¿Y si es desacato á un R e y , ò Se-
„ ñor, hablando con èl, bolveros à otras cosas, quesera
„ estando hablando con Dios andar con los pensa-
„ mientos acá , f acullá?"
32 Hasta aqui aquel Venerable y (como acabo
de decir) á nadie consultareis, que no sea de esta opi-
nion. ¿Pero para qué será el fatigaros , ni el fatigar á
los demás con la consulta, pues os dice esto mismo
la experiencia ? Nadie puede pensar à un tiempo en
dos cosas distintas. Una sola es, y ha de ser la que
ocupe la atención. Si son muchas las que fatigan nues-
tro cuidado , à cada una de ellas las ha dé tocar á
;poco. Quien mucho abarca, poco aprieta, dice un
adagio Español, y lo dice con muchísima verdad.
Pero abarque enhorabuena quanto quisiere , y ocupe
su consideración, quanto gustare, si se pusiese à
pensar en un asumpto nuevo en sola una hora del dia,
¡allá se irà la memoria casi sin libertad, i donde todo
el dia se pensò.
3 3 No es mucho lo que se pierde , si fuesen los
objetos semejantes, pero faltando esta similitud, es
muy difícil atar la imaginación , pues siendo extremos
infinitamente opuestos Dios * y el mundo , la que ocu-
pó lo mas del dia en negocios de este mundo , ¿con
quanta frialdad conversará con su Dios?
3 3 ¿Y qué vida será esta tan amarga ? La misma
Santa responda. "Pasaba, dice, una vida trabajosisi-
„ ma , porque en la oración entendía mas mis faltas.
,, Por una parte me llamaba Dios, por otra yo seguía
„ al mundo. Dábanme gran contento las cosas de
X „Dios,
íBs - Aviso X.
„ Dios, teníanme atada las del mundo, parece que
„ quería concertar estos dos contrarios tan enemigos
J5 uno de otro , como es vida espiritual , y contentos,
y gustos , -y pasatiempos sensuales. Sé decir (prosi-
",-,"güe; en el-cap. 8.) que es una de las vidas penosisi-
;

„ mas , que me parece se puede imaginar, porque,


„ ni yo gozaba de Dios , ni traía contento en el mun-
i d o . Quando estaba en los contentos del mundo, en
;
„ acordándome de lo que debía á Dios , era esta pe-
r
„ na , quando estaba con Dios, las aflicciones del
r
„ mundo me desasosegaban. Ello es una guerra tan pe-
',,.nosa , que no sé como un mes la pude sufrir, quan-
,-to mas tantos años."
a •
3 5 ' Esta es, Señoras, Iá causa principal délas
distracciones', y este, el origen de las sequedades:
•Si en el-discurso del día' pensareis muchas veces en
aquel Señor, que os trajo á' ésta soledad , para que,
;

-ni vuestra* memoria tenga otro cuidado , ni en otro,


? que su Magestad , se emplee vuestro cariño, ál po-
!
ñeros en la oración , no os parecerá , que empezáis
con fatiga nueva , sino que continuáis con la empéza-
;
da. A éste fin encargan los Padres EspiritiSales, co-
;
rao muy útiles, y casi necesarias , las que llaman ora-
aciones jaculatorias , porque son como" unos dardos,
• que dispara el corazón para desahogo de una ardien-
t e voluntad. Y estos son los ofrecimientos d Dios, que
en el Aviso présente encarga la Santa Madre, haga
i con grande fervor , y deseó de Dios. -
36 Como todos obedecieran á la Santa Madre,
< no padecerían tantas distracciones. Aora, pues, que
;está, mas que nunca para gracias vuestro Esposo,
pedidle,.que os la haga de tenerle presente á todas
<-•'••• - ho-
DB.SL$NT.A TERESA. \Щ,
horas , para que en la que estáis en oración , os em­
bebezcáis tanto en la. consideración de sus adorables­,
atributos , que nada os distraiga de ese dulcísimo ею­ ,
beleso "No hay (dice la Santa Camino cap. 34.) pa­ _
­

„ ra que le ir á buscarjen otra parte mas lejos, sino


„ que pues sabemos, que mientras no consume el
„ calor natural los accidentes del pan , está en noso­
t r o s el buen Jesús,, que no, perdamos tan buena
„ sazón, y que ..nos .lleguemos á él." Pedidle con
muchísima'eficacia ,,y yo ps,ac9mpañare. Ojalá atien­
da su misericordia á'mís suspiros \ y. os favorezca con;
su gracia, de modo , que todos nos veamos en la
Gloria.

AVISÓ
'JEN TODAS ZAS COSAS CRIADAS i MU
re la providencia de Dios , y en todas •
r le alabe. ''

§• I­
1 T ) O R lo visible dixo el Apóstol San Pablo,
, se conoce lo invisible dé algún modo. Por
la perfección de la criatura , escribió el Sabio, se,per­
cibe el poder,, de quien la hizo. Nada hay, criado,
amadas mias, en los Ciclos , y en la tierra , que no
preconice la Sabiduría, la Providencia , y el Poder
del Increado, y Supremo Criador. Es grande en lo
grande, predica nuestro gran Padre Agustino , y no
es pequeño en lo mínimo.
" • Xa Es­
1 64 Aviso XI.
2 Esto mismo predicaba la Seráfica Doctora,
guando en las Moradas 4 . n. 3 . nos decía. "En cada
„ cosita , que Dios crio, hay mas de lo que se en-
„ tiende , aunque sea una hormiguita." Y no lo pre-
dicaba la Santa Madre á los demás sin tomar el ser-
món primero para si, pues en el cap. 9. n. 4. de su
Vida nos instruye de esta forma. "Aprovechábame á
„ mi también ver campos, agua , flores. En estas
„, cosas hallaba yo memoria del Criador, y digo que
«, me despertaban , y recogían , y servian de libro.'*
Hasta aqui la Santa Madre,
3 Tanto como en la hermosa dilatación de los
Cíelos, la belleza de los Astros , y deliciosa varie-
dad del mundo , se ostentan su Sabiduría, y Pro-
videncia en el mas pequeño insecto. Su Sabiduría, y
su poder les dieron el ser , y a su Providencia deben
la conservación. No hay cosa por menuda, que sea,
en que no debamos alabarle. En todas encuentra
nuestro reconocimiento alguno de sus adorables atri-
butos.
4 Si ocupamos dignamente nuestra consideración
en las demonstraciones de su piedad , todas nos esti-
mulan á la gratitud , y á que rindamos nuestra con-
tinua alabanza , como tributo á sus misericordias. En
esto imitaremos á la Santa Madre , que en el cap. 18.
num. 2. de su Vida , exclamaba de esta suerte. "O
Señor mío , que bueno sois, bendito seáis para siem-
„ pre. Alabemos, Dios mío, todas las cosas, que asi
„ nos amastes:::: O largueza infinita, quan magnificas
„ son vuestras obras. Espanta á quien no tiene ocu-
„ pado el entendimiento en cosas déla tierra.'* Siem-
pre debéis hacerlo asi como la Santa Madre, ama-
das
Dfi SANTA TERESA. 165

das mías, ¿pero quándo con mas razón, que aora,


que acabáis de recibir el Santísimo Sacramento del
Altar?
5 Si las maravillas de vuestro Esposo fueron mu-
chas , esta es, según David, el compendio de todas
sus maravillas. En él derramo, según el Tridentino,
las riquezas de su misericordia, y á juicio de nuestro
Hermano Santo Thomás de Villanüeva, aun siendo
Dios infinito en su sabiduría, su riqueza , y su poder,
ni supo , ni tubo, ni pudo dar mas. ¿No será , pues,
digno este Señor de que le alaben nuestras almas sin
cesar ? " ¿En qué mejor (dice nuestra Santa , Mora»
,, das 6. cap. 6. n. 9.) ¿En qué mejor se puede em-
„ plear vuestra lengua , quando estáis juntas, que
„ en alabanzas de Dios, pues tenéis tanto, porque se
„ las dar?"
6 No hay cosa criada, que no nos diga esto
mismo , y aun nos insinué el modo. Todas cumplen
su destino. Los Cielos nos protegen , los Astros nos
alumbran, al ayre debemos la respiración , los frutos
á la tierra , al fuego el abrigo , el refrigerio á la agua.
Últimamente , nada crio el Señor en beneficio del
hombre , que no desempeñe su obligación exactamen-
te , y esta obediencia es el mejor modo de alabarle.
Luego no alabaremos, como encarga la Santa Ma-
dre., su Sabiduría , y Poder en todas las cosas, sino
hiciésemos lo mismo , que hacen ellas.
7 ¡Pero oh , amadas mías, que poco coste nos
tiene ayudándonos su gracia á esta justa correspon-
dencia ! Yá he dicho, que en este Augusto Sacra-
mento nos dá su dignación quanto tiene, y quanto
nos puede dar. ¿Y qué nos pide para quedar agrade-
cí-
i66 . A v i s o XI.
cido., y. :dignamen.te alabado ?.. ¡Oh exceso de su pie-,
dad! Soloíüpjs 'bidéfrequencia ¿(y buena disposición./
Diréis, Señoras , que según es la pureza, qué nos,
encargan"; los-Santop e-en- ¡esa - sola • Condición ;se pide
mucho, Pero pensémoslo con algún sosiego.

• - a v . " • • ; r T n ,- ; . / ;•. ....

8 % $ S,ta. consideración suele dividir las coñn


Jo-y ciencias en' dos partidos , y alegarlas del
Santisimo Sacramento. Unas se dexan poseher de la
violenta, impiedad^desu temor>, y dexan de comul- ;

gar persuadidas, á quemo están preparadas. Otras hay


mas desgraciadas,. O-son triunfo lastimoso de este mie-
do , o le tienená lo mucho, que les ha de costaría
buena disposición, y se dexan vencer déla desidia,
que mañana será: relajación , si hoy es pereza,
.-„¿9;- ,De¿ todó-puede hayer e|u.Comunidad de mu-
;

chas. Unas porque -su temor las.'bace^,.escrupulizar»


Otras , porque cpñ efecto yá que no estén, relajadas^
:

á lo menos decaen desidiosas. Regularmente comul-


gan las Religiosas todos los Domingos, -y puede su-
ceder ,. que unas teman, este dia , persuadidas á que
han de llegar á. esta Sagrada Mesa sin. la pureza pre-
cisa , y crucifican al pobre Confesor, sobre si ha de
ser, b no ha de ser.
10 También Santa Teresa temía llegar á comul-
gar. ¿Pero creeréis , Señoras, que por este temor lo
.dexase ? Nada menos , antes bien recibía .al. Señor
algunas veces con ansias tan amorosas , que dice en el 1

íCap... 39. de su" Vida , que aunque la pusieran lanzas,


no dexára de romper ¡por ellas por recivirle. .
Otras
DE SANTA TERESA. 167
: " i r Otras Religiosas hay.(y estas son las mas des-
venturadas) que se acobardan , y retiran por. la mucha
frialdad , en que vén su corazón. Todo es malo , pero
esto es mucho peor, y aunque el remedio de unas,
y otras es de muchísima importancia ,. el de las ulti-
mas corre mucha priesa , porque en él no solóse in-
teresa su quietud, sino la de toda su Comunidad,
Oídme en la inteligencia.de que nada de lo que diga
recae sobre lo sucedido en este. edificante Monasterio,
sino sobre ilo que puede suceder M Dio? nos aban-
t

dona á nuestra fragilidad,;¡.


12 Para que lrbre su Magestad detesta desgracia
•á toda Religiosa , le bastará.el saber lo que. es esta ti-
.bieza. A ella s.e atribuyen aquellos estragos , que pin-
ta.el ¡ A'pocálLpsi. -Estos sond puyar, a^in^lí?;--;,,- que la
;

^padece,cdei los dionés ,víy ¡casisaaas Qe¿4ftta|.e$ov precipir


•íarla ádurteza/de corazón p¡y QTmtehí&éñrá ilá, impenir
itencia'firiaLCasiano (iib.. io."Mon'ástr in$t,- cap. i»D
comparo este vicio á aquel Demonio, meridiano , de
¡quien, en el Psalmo 90. ;háblQ. David.-;Le 'Comparocon
ahucha- propriedad:, ^yátporqu^tienía^mas étt-Aa'-íeda^J
.florida;,..¡y yá porque tran'sfatHnlidpf.eri.Angel¡de-luz;
i m p i d e ,-,'quaía Religiosa: canozóa eJipeligról en ¿que
está su vida, . < -\ ...
:
,, .
í; i i 3 Santa Erigida refiere en apoyo de esta com-
t

paración , que 'en una de sus revelaciones se ki.pre,-


.sentb Satanás, !que,yacia> muy de asiento-cerca de una
•Religiosa entregada á.esta ..desidia. '.rn
1 4 Signo mortífero la llaman otros Padres.,., y lo
;es en realidad ,, porque no está distante de la sepultu-
ra el, que huye y y aborrece la comida. jQué estrago
itan deplorable 1 Uno. de. los -mayores, castigos, que
i68 A v i s o XI.
fulminò la indignación de Diosa los Hebreos, fue
introducirles una hartura , ò fastidiosa saciedad, que
les quitase la gana de comer. A esto mismo se conde-
na la pobre Religiosa , si se prostituye voluntariamen-
te á su tibieza.
1 5 Muy doloroso era à la Santa Madre este in-
feliz estado. Solo el recelo de que pudiera entibiarse
la Religiosa en su fervor, daba à la Santa mucho,
que sentir. "No sé (dice en el lib. de sus Fundacio-
„ nes, cap. 26. n. 1 1 . ) No se si se pasan estos her-
„ bores del principio en algunas, y tornamos á suge-
tamos à nuestro amor proprio."
1 6 ¿Y cómo mirara à esta desdichadísima Muger
el Celestial Esposo, à quien se consagró ? San Juan
en su Apocalipsi (3. v. 16.) nos lo dixo. Le darà nau-
sea , la vomitará, y la echará de sì por el asco que le
dà. ¿Y de este desden , de este desprecio , de este
hastio, que podrá prometerse la alma desdichada , que
con injuria de su Esposo se desvia de este Santo Sa-
cramento? "Muy lejos de desviarse debiera ser (dice
la Santa) el pan nuestro de cada dia, pues en la
„ quarta Petición., a juicio de su sabia inteligencia,
„ le pedimos eri el pan de la Doctrina Evangelica
„ las virtudes, el Santo Sacramento, y finalmente,
todo lo que mantiene , y conforta nuestras almas
para sustento de la vida espiritual."
1 7 Por regla general dixo David (Psalm. 7 2 . v.
27.) que perecerán los que se alexasen de él. Aun-
que al principio no se precipiten à cometer' culpa gra-
ve , se les facilitará el camino , y ultimamente, darán
en el despeño. Seguirà aquella pobre alma à su ama-
do Esposo , mas le seguirá de lejos , y esta injuriosa
distancia fabricará su tragedia. Qual-
DE SANTA TERESA. 169
18 Qualquiera de las Esposas del Señor ,'se dará
por muy dichosa , si fuese su amor igual, ó parecido
al de San Pedro, Principe del Apostolado. Sin em-
bargo cayo trágicamente , y si se pregunta la razón á
los Santos Padres , responderán con el Evangelio
(Luc. 2 2 . v. 54.)que cayo, porque seqiiebatnr alon-
gé á su Magestad. Acordaos , pues , que la Eucharis-
tia es memorial de la sagrada Pasión , y temed que
imite á Pedro en su caída , quien le imitase en su ti-
bieza.
19 No soy yo el primero que lo teme. Lo mis-
mo sucedió á la Santa Madre , pues en sus Concep-
tos cap. 2. n. 1 4 . dixo de estas tibias: "No se les dá
„ nada de pecados veniales , aunque hagan muchos
„ al dia , ansi están cerca de los mortales."
20 Tened presente también que la Religión es
un Paraíso , y en el primero se le intimo á Adán
(Gen. 2. v. 1 3 . ) que obrase , y trabajase sin intermi-
sión. Últimamente no apartéis de la memoria la seve-
ridad, con que se encargo ( 1 . Reg. v. 6.) que los pa-
nes de la proposición siempre estubiesen calientes. ¿Y
qué es esto, sino deciros que la Religiosa siempre ha
de trabajar , y no ha de disminuirse su calor ? ¿Pero
pensará en esto la que se alexa de aquella sagrada Lla-
ma , debiendo ser Pirausta de su hoguera?
21 Decreto es de Dios (Eccl. 4. v. 33.) agoni-
zar por la justicia , y hasta la muerte batallar por ella,
porque á juicio 4el Apóstol no se coronará, quien no
luchase legítimamente , y hasta el fin. Los enemigos,
con quienes ha de tenerse este combate , son formi-
dables , son fuertes. Pero entre los muchos auxilios,
que nos presenta la misericordia infinita para cantar en
Y todo
í 7© ~ A v i s o XI.
todo asalto la vi ¿loria , el principalísimo es el Santí-
simo Sacramento del Altar. Desde la Sagrada Mesa
(escribe San Juan Chrisostomo) salimos como Leo-
nes respirando fuego terribles al mundo, á la carne, y
al demonio.
22 De un Principe Capitán General de un gran
Exercito , dice San Francisco de Sales , que en obse-
quiosa memoria de haverse instituido en Jueves la Sa-
grada Eucharistia buscaba siempre , que le era posible
en este día al enemigo, no dudando coronarse victo-
rioso, y casi siempre confirmaba sus esperanzas el su-
ceso.
1
2 3 - - Siendo, pues , principio cierto , que dentro
de si tiene cada uno los mas horribles, y encarniza-
dos enemigos, que nos hace guerra el mundo, y nos
asaltan incesantemente los Demonios, ¿no estará fuera
de si la que teniendo disposición para merecer [ comu-
nique al enemigo más brio con su fuga, y le convide
desidiosamente con la palma ? Pues esto hará / .Seño-
ras , la que dexe de frequentar la sagrada Comunión^
porque esta sagrada Mesa es la que mas teme la espan-
tosa canalla de las furias infernales.
24 En prueba de esto refiriendo nuestra Santa
Madre aquella visión horrible de dos Demonios, que
rodeaban el cuello de un Sacerdote sacrilego , que ce-
lebraba en pecado, exclama (en su Vida cap. 3 0 ' . n.
3 5 . ) posehida del mayor asombro. "¿Que seria Señor
„ mió ver esta vuestra hermosura "entre figuras tan
-„ abominables ? Estaban ellos (los Demonios) como
„ amedrentados, y espantados delante de vos', que
„ de buena gana parece , que huyeran, Si vos losdé-
? , xasedes ir." Hasta áqui la Santa Madre.
Mas
DE- SANTA; TERESA'. TJI

s 5 Mas rió paran en lo que he dicho las lamen-


tables consequencias , que llorará la pobre desidiosa.
No pueden caber_todas en una sola Platica. Su nume-
ro oprimiría la paciencia. Una sola que aora diré, de-
biera ser un agudísimo azicate , que le avivase en su
grosera inacción, y conduxese al Sacramento del Altar.
26 Entre los malignos frutos, que prodúcela de-
sidia , á juicio de los Santos, uno es declarar la guer-
ra , y tener formal oposición á la pureza , y virtud
de la castidad. En esta inteligencia preguntado un
Ingenio , porque tal determinado sugeto no era cas-
So , no dio otra razón , que porque era desidioso.
¡.Qiueritur Egistus quare s'tt faBus adalUrl
In jpromptu .cansa est: desidia sus erat.
27 Por confesión aunque humilde , de la Santat
y

Madre en las Cartas 1 9 . y 3 2 . del Tom. 1 . nos cons-


ta á todos, que jamás se atrevió á su espíritu , y alma
pura , imaginación , que no fuese casta , y limpia , y
que siempre la liberto la Divina misericordia de pa-
siones contra la pureza. ¿Y á qué se atribuirá esta for-
tuna ? A que estubo en continuo exercicio su fervor,
cerrada siempre la puerta á la tibieza, y á la ociosidad.
28 ¿Podrá oírse esto sin espanto en Conventos
Religiosos ? ¿Habrá quien no se horrorice á sola la
voz de un monstruo tan formidable ? Pero acabemos
con descripción tan triste, y veamos brevisimamente,
que será esta Religiosa desdichada con relación á sus
dignas compañeras. x

§. III-
29 "f" 'NA de estas obscurece la hermosura, y
explendor de toda su Comunidad. De-
be considerarse, como Hija inobediente , Esposa in-
Y % fiel,
tyz . A v i s o XI.
fiel, y Soldado sin disciplina , que perturba el mili-
tar orden de su Tropa. Da escándalo á sus Compa-
ñeras , y especialmente á las jóvenes, que imitan con
facilidad lo bueno , b malo , que vén. Y ay de aquel,
6 aquella , dice Dios (Máth. 18. v. 7.) por quien
viene el escándalo á los demás.
30 ,, Las que viven en Congregación (dice la
Santa, Cam. cap. 1 3 . n. 2.) deben mirar mucho
„ sus acciones, para que no den mal exemplo , y se
evite el que se originen costumbres viciosas." No
preguntemos que perniciosas serian estas costumbres,
si por desgracia llegaran á introducirse. La experien-
cia nos lo dice, y con mucha viveza nuestra Santa
Madre. "Si entendiéramos escribe, quan gran daño
„ se hace en que se comience una mala costumbre,
„ mas querríamos morir, que ser causa de ello."
31 ¿En estos críticos lances qué trampas habrá?
$Qué embustes, conociendo que se hace reparable este
desvio , y queriendo disculparlo ? Que no vino el
Confesor} Que quando vino , no pude baxar; Que
tengo muy destemplada la salud j Que está el estoma-
go inquieto , y yo muy expuesta al vomito , y fuera
muy execrable la osadía de arriesgarme á una enorme
irreverencia.
32 En las que lo oyen ¿quánto será el escrúpulo
sobre si pequé , b no, en creer, que todo fue fingido
siendo algo verdadero ? No pequé se dirá á si misma,
porque todo se curo luego que se acabo la hora de
comulgar , y se mantuvieron hasta el Domingo im-
mediato muy buena la salud, y el estomago robusto.
Pero si pequé , porque en los accidentes no hay regla
segura , y es muy posible esta correspondencia. ¿Qué
sa-
DE SANÍA TERESA. 173
sabemos si- estos ataques son como aquellas Fuentes
Sabáticas, que solo en los Sábados dexan verse , y se
retiran en los seis dias restantes?
33 ¡Oh qué angustia para unas almas temerosas!
¡Qué agonía para unas conciencias delicadas ! De es-
tas hablaría en el num. 6. y cap. 40. del Cam. nues-
tra Seráfica Doctora, quando para nuestra enseñan-
„ za nos decia; "Que si el alma comienza á encoger,
„ es muy mala cosa para todo lo bueno , y á las veces
„ da en ser escrupulosa , y veisla aqui inhabilitada
„ para si, y para los otros." No me negareis aora
que tube razón para decir , que basta una de estas pa-
ra turbación de toda la Comunidad. ¡Pobre muger!
¿No se le tiñe el rostro de rubor ? ¿No.se le cae (como
soléis decir) la cara de vergüenza?
34 ¿Continuará en esta disidía ? No Señor , res-
ponderá. Tiempo vendrá,-yme corregiré. ¡Ah des-
dichada ! ¿Ensordeciste voluntariamente á ío que te
dice David (Ps. 94. v. 8.) todos los dias en Mayti-
nes ? ¿Esto es que si hoy te llamase (como te llama
con efecto) la voz del Señor, hoy mismo has de res-
ponder, sin exponerte á que con la tardanza el corazón
se endurezca?
3 5 ¿Ignoras aquel fallo espantoso del Profeta mis-
mo , en que se nos dice , que los que esperan á la tar-
de para que los vean convertidos, padecerán hambre
como perros ? (Ps. 108. v. 7.) ¿Ignoras que las Virgi-
nes fatuas (Math. 25. v. 2.) porque dexaron para des-
pués el adornar sus Lamparas del Oleo del fervor
oyeron aquel tristísimo nescio vos de su mismo Espo-
so, con que les cerro para siempre la puerta de los Cie-
los ? ¿Pues por qué no temerás igual trabajo?
174 ' A v i s o XI.
qó ¡Oh si imitaseis en esto , amadas en Jestf-
Christo, á nuestra Seráfica Doctora , que os presento^
y pondré siempre por Maestra ! Ella os dice en el cap.
35. n. 6. de su Vida : "Quando sentía alguna voz,
„ ó inspiración del Señor, no podía sosegar, ni tener
i' oración hasta tatito que la seguía."
y

37 En la Vida de S. Pacómio (cap. 39.) se re-


fiere que no permitió se hiciesen las Exequias á un
Monje , que tubo vida desidiosa. De otro refiere Me-
nochio (Hist. Sacr.p. 3. §. 235.) que haviendo vivido,
y muerto en éste estado miserable , vio su Maestro,
que era conducido por las violencias de un Rio de
fuego. Desventurada muger , si continuase en aquella
frialdad.
38 Mas no la predicaría yo con estas asperezas,
y teniendo mayores eficacias la blandura , la acordaría
SU mismo estado, y la voz del Señor que la condujo al
Monasterio , y esperaría conseguir el triunfo. Hija , la
cixo (como se lee en los Proverbios 3 3 . v. 26.) dame
tu corazón. Se le dio efectivamente , y se aprisiono
en el claustro para mejor servirle.
39 Empezada fervorosa como todas , y comul-
garía todos los días , que se ordena por su Regla con
muchísimo fervor ; daría en ello muchísimo que sen-
tir al enemigo común , asestaría este sus baterías, é
iria poco á poco desmayando aquella llama , lo ardien-
te declinaría á tibio , de alli á frió , y dentro de poco
á helado. <Qué sentiría de esto aquel Divino Esposo,
á quien se consagró?
40 Oídlo á la Santa en el cap. 29. n. 1 6 . desús
Fundaciones , que habla á sus Religiosas de esta suer-
te. "No dexen caer ninguna cosa de perfección por
' • „ amor
DE SANTA TERESA. 175
amor de nuestro Señor:::: Procuren ir comenzan-
„ do siempre de bien en mejor , miren que por muy
„ pequeñas cosas va el Demonio barrenando ahuge-
¿, ros , por donde entren las muy grandes."
41 Oidlo también al V. Maestro Avila , que en
Carta á San Juan de Dios le dice de esta forma.
„ Mientras mas vamos adelante en la vida , es mas ra-
„ zon , que nos mejoremos en las buenas costumbres,
„ porque poco aprovecha haber comenzado bien , si
„ acabamos mal. E grande enojo siente un Cazador,
„ que teniendo la Ave, que ha cazado en la mano,
„ se le va sin mas verla , y no tiene tanta pena de la
„'que nunca tubo en su poder. E asi nuestro Señor
se ofende mas viendo que una Anima., que^él ha ga-:

„ nado , y alimpiadola , y he chola Templo suyo.,. se


„ le vaya con su enemigo el Demonio , qué. no de
„ otrasxjue nunca fueron suyas ,y el Demonio sehuef-
„ ga mas de ganar estas tales Animas , que primero
„ servían á Dios, que las que fueron antes malas."
Hasta aquí aquel Venerable.
42 Esta es doctrina constante , amadas mías, y
que debéis eternizaren la memoria para burlar al De-
monio , y sus astucias , y esta la que mas repetía la
Seráfica Do&ora , considerada su muchísima impor-
tancia. "Si entiende el Demonio (dice en las Mor. 2.
„ n. 6.) que tiene aparejo (el alma fervorosa) en su
condición , y costumbres para ir muy adelante , to-
„ do el Infierno juntará para hacerle tornar á salir fue-
„ ra, b bolver atrás. Aunque no haya otra cosa (repi-
„ te en la Mor. 4. cap. 3 . n. 10.) sino ver el que su
„ Magestad les muestre amor particular , basta para
„ que él se deshaga , porque se pierda."
176 A v i s o XI.
43 Si no alcanza para la curación todo lo dicho,
(preguntaría yo á aquella desventurada) ¿Qué mal te
ha hecho Jesu-Christo para que huyas de su presen-
cia con desprecio ? Siglos ha que aseguro que sus de-
licias es estar con los hijos de los hombres, y busca
tu compañía para deliciarse. ¿Dime pues en qué te ha
ofendido para que tu desdén le dexe desayrado ? ¿Te
busca , y le das la espalda con desatención grosera?
¿Quiere honrarte hospedándose en tu casa , y tu con
insolente atrevimiento le das con la puerta en los ojos?
Esto no es alabar su sabiduría , y poder en todas las
cosas, sino tratar con vilipendio* su poder , y sabiduría
en todas ellas.
44 Mas dexadme concluir con dos exclamaciones
de Santa Teresa de Jesús. "O Esperanza mía decía
„ reflexionando sobre lo ultimo que os dixe. ¡O Espe-
3 , ranza mia, J Padre mió , y mí Criador , y mi ver-
„ dadero Señor, y Hermano! Quando considero en
„ como decis , que son vuestros deleytes con los hi-
„ jos de los hombres mucho se alegra mi alma. O Se-
„ ñor , que palabras estas para no desconfiar ningún
„ Pecador," Debaxo de este amparo podrás llegar, y
suplicarle, que pues su Magestad se deleyta conti-
go , que todas las cosas de la tierra no sean bastan-
te á apartarte de déleytarte tu , y alegrarte en la
grandeza de tu Dios.
45 Ea pues despréndete de la remora , b torpedo
de la tibieza, y llega fervorosa al Santisimo Sacra-
mento , y dile á su Magestad con la Santa Madre
(Exelam. 2.) "Recuperad Dios mió el tiempo perdi-
„ do con darme gracia en el presente, y por venir pa-
„ ra que padezca delante de Vos con vestidura de
DE SANTA TERESA. ijj

„ bodas, pues si queréis podéis." Esto persuadiría yo,


si huviese alguna entre vosotras , que tubiese esta des-
gracia. Pero no lo creo asi, y pido á su Magestad con
quantas veras puedo, que nunca permita en ia Co-
munidad este trabajo.

P L A T I C A II.
SOBRE EL MISMO AVISO.

X ~JT%Ienaventurado aquel (dice el Sabio) que


J 3 siempre está temeroso. Estudíese en la
escuela del.temor (dice David) porque, este es el
principio del saber. El que quisiere, (predica 'San
Pedro) alguna seguridad en la salud , solicítela, con
tentor , y con temblor. Son inumerables, amadas en el
Señor , los testimonios de las. Sagradas Escrituras,
én que este temor garito sé nps encarga. La confian-
za es muy buena , porque la misericordia de Dios es
infinita , pero ha de ser confianza temerosa. El que
ésta (dice San Pablo) mire no caiga, sea siempre el
temor quien le sostenga.
2 Conforme á estas sentencias amonestaba la San-
ta Madre á sus hijas (Mor. 7. cap.. 4. n. 2.) "La qué
,, se viere de vosotras con. más seguridad en si., esa
„ tema mas, porque bienaventurado el Varón, que
„ teme á Dios dice David. Su Magestad nos ampa-
„ re siempre, suplicárselo para que no le ofendamos,
„ es la mayor seguridad que podemos tener."
, 3 Sin embargo de tanto encargo, á'un esté temor
Z san-
xyS A v i s o XII.
santo tiene stis peligros, Puede ser perjudicial si es
con exceso , y esto sucede siempre, que en duda de
si lo bueno se hace "mal , b bien , vence la cobardía,
y ni se hace bien , ni mal. Mucho temia esto la Santa
Madre , y para huirlo prevenía en el cap. 40. n. 4.
del Camino de Perfección : "Que suele el Demonio
poner á las almas mil temores falsos, porque ya
„ que no pueda ganarlos , al menos procura hacerlos
„ algo perder." Con esto me conduzgo á un asump-
to de los mas importantes, que poco ha dexe- pen-
diente. Y porque no podéis oírme con immediacion,
me explicaré por escrito desde aqui.

; §. 1 .

4 ^TE parecieron muy mal, las que por de-


j \ J[ sidiosas se desvian de la Sagrada Eu*
charistia , y las exhorté en todo lo que permite mi ti-
bieza á desterrar frialdad tan perniciosa. Sus Direc-
tores las dirán el modo , b ellas mismas si quieren
lo hallarán sin agena dirección. Impónganse algunas
voluntarias penitencias , y estas, b aquellaá mortifi-
caciones voluntarias; Abstenganse de la Red, y cer-
cenen la comida.
5 En el supuesto de, qué nadie sabe mejor, que
cada uno, en qué cosas se violenta mas su genio , re-
pitase esta violencia, que solo con esto , y en la so-
ledad , en que le hablará Dios al corazón , se derretirá
aquel hielo ; se encenderá la voluntad , será diligen-
te laqueantes fué perezosa, se llegará al Señor, sé
enamórala de su dulzura, y querrá tenerle consigo
noche, y día.
" - " 'Si
DE SANTA TERESA. T79
6 S¡ esta desidia , repito, me pareció mal, el
temor nimio no me parece bien , quando por unas ri-
diculeces contemptibles , que a caso , ni aun serán ve T

rñalidades, se acobarda en tanto extremo una Reli?


giosa , que dominada de sus temores , no comulga.
Tal vez vería esto la Seráfica Doctora , y dice en los
Conceptos, cap. 2. n, 3 . con su gracia acostumbrada.
¡"Algunas querrán llegar á comulgar como unos- An-
geles , pero no es posible ser aqui Angeles, que no
j, es esta nuestra naturaleza, faltas ha de haber, que
„ somos mugeres." ,
7 Del mismo dictamen son dos grandes Maes-
tros de la Vida Espiritual. Uno de ellos es el Maes-
tro Avila , Tratado 27. dice asi. "Hombres hay, que
„ entre el Altar, y el lugar donde se confiesan, les
„ levanta el Diablo mil dudas , y zancadillas, y de
i t todas dice , que ha de tornar á confesar , y no ha-'
„ ce sino ir, y venir. No seáis asi, dexad las morillas,
aunque se os acuerde allí, sHno es pecado mortal,;
„ no curéis de ello,..qué otro dia lo confesaréis. Dexa
„ esas nonadas, no quiere él Diablo mas que hacerte
„ dudar , no pares en esas niñerías , sino confesando
„ lo mejor , que pudieres , llégate en paz á comulgar."
8 Este mismo lenguage usaba nuestra gran Maes-
tra, y asi aunque deseaba que sus hijas se confesa-
sen para comulgar , sin embargo las decia: "Siempre,
„ b hijas , procurad no ir al Confesor cada vez á de-
„ cir una falta. Verdad es , que no podemos estar sin
„ ellas, mas siquiera múdense para que n o echen
j, raices."
9 Esto mismo ,, y con la dulzura, y gracia,
que rfempre dixo á isus Religiosas. (Practica del Amor
Z s de
1S0 Avtso XIT.
de Dios, lib. 8. cap. 14.) San Francisco de Sales.
"No se suele pesar la moneda menuda , sino las pie-
,, zas de importancia. Demasiado fastidio seria el tra-
c t o , y consumiera mucho tiempo, si se hubiera de
,j pesar el maravedí, el ochavo , el quarto, y la mas
,, mínima cosa. De la misma suerte no se deben pesar
„,todá suerte de pequeñas acciones para saber, si
valen mas que otras. En este examen hay muchas
„ veces superstición, ¿porque á qué proposito se ha
j, de dificultar si es mejor oir Misa en una Iglesia, que
„ en otra , hilar, que coser, dar limosna á un hom-
„ bre, que á una muger?"
_ 1 o De estas simplezas justamente despreciables,"
suele haber muchas entre las mugeres , mayormente
si entregadas á la virtud , anhelan fervorosamente por
la perfección. A veces, suelen tener tanta eficacia, que
las desvian de la Sagrada Eucharistia. ¡Pero , ay ama-,
das en jesu Christo ! Trabajo tan grande es este, que
debiera llorarse con lagrimas de sangre.
; 1 1 Para su disipación debiera bastar lo que ha-
béis oido á los Insignes Maestros Espirituales, que
he citado. Añadid á los dichos el espiritual, y doéto
'Padre Arbiol, el V. y Excmo. Señor Don Juan de
Palafox , y últimamente á San Juan de la Cruz , que
como Compañero, y Discipuio de nuestra Seráfica
Doctora , debe oirse con mucha estimación .en la ma-
teria; "No habernos acabado (dice Trat. de.las Espi-
j, ñas) con tus espinas. Otras hay no menos penosas,
dañosas, que ks pasadas , porque si aquellas te
;

„ quitan la paz, estas te quitan el comulgar sobre sj


„:llegas digna, b indignamente, si llegarás, b no Me-
lgarás á: recibirme , y por concluir en dos palabras-
„(que
DE T
SANTA TERESA. I 8 I
„ (que lo demás es nunca acabar) comulga quando te
„ manda quien puede;, que es tu Confesor, y Prela-
„ do , y cree que llegas, como yo deseo, y gustó, si-
„ no vienes (como dixe por mi Apóstol, y Concilios)
con conciencia de pecado mortal,"

§. II.

12 T_TAsta aqui aquel gran Maestro de la


J_ J[ Theologiá Mystica , y si todavía qui-
sieseis saber mi tal qual modo de sentir, le diré con
mucho gusto, y con deseo de vuestro aprovecha-
miento. Lo primero, que debo suponer para consue-
lo de todas, las que dan en este escollo , es, que pop
! r

lo común todo tiene"-buen -principio;. Este temor es


muy santo., y;desvénturadoel; quese llega sin él al
Santísimo Sacramento'del Altar. Esa humildad es>
muy justa , racional, y meritoria ¿porque quién no>
se há de-humillar- a aquel Señor Omnipotente, que
en frase de la Escritura ,. sostiene con tres, dedos la.
maquina' de la tierra? ¿Tan justo, y misericordioso,
que á proporción de mí mérito , b demerito, me con-
ducirá á las delicias' de su Gloria, b me despeñará
á una eterna hoguera? • •- - .,
1 3 ¿Quién no tendrá la reverencia mas sublime,-
y quién se juzgará digno , y suficientemente prepara-
do para alvergarle en su pecho? Este temor'es muy'
bueno, pero mejor el amor, que tendréis á su Ma-
gestad, y este es (dice Santo Thomás , 3. p. q. 80.
art. 10, ad 3.) el que se debe preferir, y de esta ver-
dad os darán .respetables testimonios el Principe de
los Apostóles £ y 'Zaqueo;' K :> ^ ..
Ti-
i8* A v i s o XH.
1 4 Timido Pedro , humilde, y reverente decía
á Christo , que saliese; de él •, porque no le merecía
un Hombre pecador. Y le ¡respondió su Magestad,
que no temiera enseñando á las almas temerosas .que
prefieran el amor alas cobardías , . y se lleguen, á él
con la confianza mas segura. (Luc. 1 9 . v. .6.)
1 5 Muy buenas fueron la reverencia , y humil-
dad del Centurión , que resistía por juzgarse indigno
el hospedar á" Jesu- Christo nuestro Dueño. Pero mas
recomendable á juicio de los Santos el amor, y con-
fianza de Zaqueo , que viéndole que iba á honrar su
Casa , le recibió gustosamente en ella. (Luc. 19.V.7.)
16 No podia dexar de tener, apoyó esta: doctrina
en la Seráfica Pluma de nuestra gran Maestra. En el
num. 2. de la Carta 1 9 . del Tomo 1. dice: "Que no
„ la llevo Dios por el camino del temor tanto como
„ por el del amor, y dice su Venerable Comentador,
9, fue este un don Soberano. Poner al alma en amor
¿, de Dios, jóhqué dicha 1-Todo se lo ¡facilita , y
suaviza, y todo se lo halla hecho. No he visto
„ quien comience , y camine por: amor, que no per-
„ severe , aunque caiga se levanta. No desconfien los
„ que caminaren .por temor, prosigan , pero pidan
„ siempre amor. No se queden en el medio sin. lie—
„ gar al fin." Hasta aquí el V. Palafox.
17 Todos los dias comulgaba la Santa .Madre
Teresa, ¿pero con qué ansia , afecto , y amor? Cen-
telleaban los incendios de su alma hasta salir fervien-
tes llamas por la boca. Vez hubo , que el Sacerdote
retiró la mano temeroso de que se la quemasen .los
volcanes visibles , 'que brotaba aquel animado V¿¿su-
bió. Y si Zaqueo con gusto , amor >; y, confianza, r-e-
DE-SANTA TERESA. 183
cibib al Señor en su Casa , no fué menos el amor,
confianza , y gusto , con que la Seráfica Madre hos-
pedo en la casa de su alma á su Divina Magestad un
dia de Ramos.
18 Consideraba la Santa la grosería de los de
Jerusalén, que haviendo recibido á su Magestad coa
Ramos, y alabanzas no hubo, quien le convidase
con su casa , y asi hubo de ir á Betania á comer. Con
esta consideración se. disponia la Santa para recibir,
y hospedar tan gran Huésped, y acabando de comul-
gar (dicela Santa Vida al fin num. 2.) "Quedé cor?
„ gran suspensión, de manera, que aun no podiapa-
„• sar la Forma, y teniéndola en la boca , verdadera-
„ mente me pareció quandp torné un poco en mi,
„ que toda la boca se me había hinchado de sangre,
,, y parecíame estar también el rostro , y.toda yocu-
„ bierta de ella, como si entonces acabara de derra-
mar el Señor , me parece estaba caliente , y era
if excesiva la suavidad , que entonces sentía , y dixo-
„ me el Señor: Hija Yo quiero, que mi Sangre te
„ aproveche, y no hayas miedo , que te falte mi mi-
„ sericordia,"
i 9 Pues díganme áora esas escrupulosas cobar-
días ; ¿No saben , que siglos há dixo este Señor Om-
nipotente , que su delicia era estar con los hijos de
los Hombres ? Bien lo meditaba la Santa , y en el
cap. 14. num. 7. de su Vida' exclamaba de esta for-
ma. "O Señor mió, y bien mió , que no puedo de-
„cir esto sin lagrimas, y gran regalo de mi alma,
„ que queráis , Vos Señor, estar asi con nosotros, pues
„ decís ser vuestros deleytes estar con los hijos de
„ los hombres. ¡Oh Señor mió ! ¿Qué es esto > Siem-
»P> re
184 A v i s o XII.
„ pre , qué oigo esta palabra , me es gran consuelo."
Éralo , y muy especial amadas en Jesu Christo, pa-
ra la Santa Madre. ¿Pues por qué no lo será para vo-
sotras también siendo el mismo, y no menos miseri--1

cordioso, éste Señor?


•so ¿No sabéis , que en su Pasión Sacrosanta dixo,
que deseaba con vehemencia favorecernos con esta
comunión antes , que llegare el caso de morir ? (Luc.
s. v. 15.) En fin, ¿qué entonces , aora, y siempre
está diciendo, venid, y comed mi pan, y bebed
mi vino? ¿Pues qué cobardía debiera ser remora bas-
tante para retraheriios de este Sagrado convite?
21 Desengáñese la que padece este trabajo de
que esta es astucia del infernal enemigo. Con este
motivo predicaba San Cirilo Alexándrino (lib. 4. in
Joan. cap. 17.) Guardémonos de que el Diablo, nos
ponga para caer el lazo de una dañosa Religión, ha-
ciéndonos creer ,. que los temores son virtud. Guar-
démonos (predica también San Juan Chrisostomo,
Hom. 5. in Epist. 1. ad Thimot.) Guardémonos de
creer, qué para la Sagrada comunión es mas mérito
el dilatarla por cobardía, que cuidar déla limpie-
za de las almas.
22 Con estas noticias continuaría yo á toda Re-
ligiosa cobarde, mis preguntas. ¿Cómo se dexa enga-
ñar del enemigo por un temor falso retirándose de sil
amable , y dulce Esposo ? "Acordaos (dice la Santa
„ Camin. cap. 25. num. 2.) que de Personas habrá,
,•, qué no solo quieren no estar con él, sino que con
„ descomedimiento le echan de si, pues algo hemos
,\ de pasar para que conozca , que le tenemos deseo
„ de ver. Y pues todo lo sufre , y sufrirá por hallar
„ so-
DE SANTA TERESA. 185
„ sola una alma , que le reciva , y tenga en sì en
„ amor , y sea esta la vuestra."
23 No considera bien la dulzura, y amor de
este Señor en la Eucharisùa , la que por su nimio te-
mor se retira de ella. Se nos ostenta , corno una Ma-
dre , que descubre sus pechos al niño , que està lac-
lando llamándole à si con este dulce atractivo. Pregun-
tadlo à Santa Cathalinà de Sena , que por encargo de
su Divino Esposo le recivia todos los dias en este
augusto Sacramento , y alguna vez (según dice San
Antonino 3. p. Hist. tit. 23. cap. 14. §. 8.) fue con-
ducida milagrosamente la Hostia Consagrada á su bo-
ca felicísima. Preguntadlo à San Buenaventura , que
desviándose también en su primera edad por este mis-
mo temor , le dio la Comunión un Espíritu Celeste,
y le exhorto à que la frequentase.
24 Esto mismo se nos dice dé S. Gerlaco Her-
mitaño , y S. Ludano Peregrino. Aun mas feliz fue
la Bienaventurada Veronica Monja de Milán , que no
isolo comulgo frequentemente por ministerio de los
Espíritus Angélicos, sino dos veces de mano del mis-
mo Jesu- Christo. De la Bienaventurada Ibeta se nos
asegura , que no queriendo un Sacerdote comulgarla,
se la apareció San Juan Evangelista , celebro el San-
to Sacrificio , y la administro el Augusto Sacramento*
25" Todavía es mas extraño , y no puede oírse
sin ternura, lo que se nos refiere de la V. Ida. Por la
vehemencia con que deseaba este consuelo suavísimo,
se le rompió una vena de su pecho. Tan fuera de si
«alia á la vista déla Hostia Sacratisi ma,que prorrumpía
en ademanes de frenetica. Una vez vio abierto el Ta-
bernáculo , y no pudiendo reprimir los ímpetus de su
* " ' Aa amor
f86 A v i s o XII.
amor , saco el Copón , y en ósculos reverentes le tri-
butaba sus veneraciones. Quería sacar la Hostia ,-y la
.contenia el terror de aquella tremenda , y adorable
Magestad. Últimamente quería retirarse temerosa con-
siderándose indigna , y se la aparecieron María San-
tísima, y el mismo San Juan , y este Sagrado Evan-
gelista la dio la Comunión.
26 ¿Qué mas claro nos ha de decir este Señor,
que nos lleguemos á su Magestad ? En estas materias
no han de votar la cobardía , y el mundo. Solo debe-
mos oir al Cielo , y á los Santos. A San Pedro Ce-
lestino, que resuelto á frequentar poco el Sacrificio
incruento fue prevenido por Celestial visión , que en
•dia ninguno dexasé de celebrar. A San Apolonio
Abad , que exhortaba incesantemente i sus Religio-»
sos la frequencia de este augusto Sacramento. A la;
Beata Juana de Valois, que predicaba esto mismo.
A Juliana Priora del Monte Cornelio, que llamaba
«á la sagrada Eucharistia delicias de su garganta.
27 ¿Pues si todos estos Votos caminan á disipar
ían perniciosas cobardías, qué razón, tendrá ninguna
fiara no esforzarse á vencer tan i perjudicial temor?
Aun la mas dominada de este miedo le echará de si
-solo con que haga alguna reflexión de la Patria , á que
camina , y de su obligación en la clausura. -
28 Eo primero , que deberá advertir es , que
consagró a Dios su virginidad , y que á juicio del An*
gelico Doctor 3 . p. q. 79. art. 6. para conservarla no
•hay Escudo como la Eucharistía. Esta es.la que Za-
charias (9. v. 17.) > llamo juiciosamente' pañi de los ele*-
gidos., y vino ,, que germina Virgines. . ; .. . . .
:

y 29 Se aprisiono .¡pon gusto 'f para; siempre emuá


t

. , ' claus-
De SANTA TERESA. '
claustro huyendo de los lazos , que el demonio pò-
dia armarle en el mundo , y se aprisiono con el santo
objeto de servir incesantemente à su Divino Esposo.
„ Pues oh válgame Dios dice la Santa Madre (Con-
ceptos cap. 3 . n. 8.) ¿qué hacemos los Religiosos, y
„ Monjas en los Monasterios, aunque dexemos. el Mun-
„ do ? ¿A qué venimos ? ¿En qué mejor nos pode^ *
„ mos emplear , que en hacer aposentos en nuestras
„ almas à nuestro Esposo , pues le tomamos por tal,
„ quando profesamos? "
30 No por esto dexan de asaltar à la Religiosa
los peligros, porque mientras viva , y. à donde quie-
ra que esté , lleva consigo su fragilidad. ¿Qué reme-
dio? Preguntadlo à los Antiguos, porque de ellos se-
gún Jeremías (6. v. i6.),debemos inquirir, qual.es,
el buen camino , que hemos de andar. Preguntémos-
lo (digo) à los Christianos primitivos , y de ellos se
nos dirà en los Hechos Apostólicos, que perseveraban
en la comunicación de la fracción del pan , esto es,
que recibían todos los días la santa Comunión , y por
esto era tan constante J y heroyca su virtud.
3 1 Dicese que en las Indias hay unas Aves incor-
ruptibles , y se atribuye esta dicha à mantenerse de
"hiervas aromáticas. Esto será cierto-, b n o , pero es
Evangelio (Joan. 6. v. 5 8 . ) que quien se alimentase
dignamente de este pan , se mantendrá incorruptible,
libre siempre de la podredumbre del pecado.
32 Pan he dicho , pan se llama , y pan es el qu$
reciye., quien comulga. No sin mysterio se considera
alimento , y con virtud, ò gracia cibativa , sino para
que se sepa, que asi como en, defecto del alimento
corporal desmayan las fuerzas de nuestros cuerpos,
Áa ss asi
188 A v i s o XII.
asi también se debilitan las de nuestro espíritu , si le
falta esta comida espiritual, que la robustece , y man-
tiene en solida virtud. Asi lo decia en Profecía el Rey
David (Ps. i oí.) asegurando que se le havia secado
el corazón , porque dexó por olvido la comida de
este pan.
33 Retirase la Religiosa de esta santísima Mesa,
porque el temor le figura , que está su espíritu enfer-
mo , y por esta razón mal preparado. Pero llegue
(dice San Ignacio Martyr , Epist. 1 4 . ad Ephes.) á
comulgar asegurada de que la Eucharistia es un medi-
camento , que cura todo mal, y expele el vicio.
34 No estaba distante de este modo de pensar
nuestra Seráfica Santa Teresa de Jesús , pues dice en
el cap. 34. del Gam. de Perfec, "Ansi que Hcrma-
„ ñas pidamos al Padre Eterno, merezcamos el nues-
„ tro Pan Celestial, que es otro mantenimiento de
„ contentos, y regalos, y que sustenta la vida. ¿Y
pensáis que no es mantenimiento aun para estos
5, cuerpos este Santísimo Manjar , y gran medicina
aun para los males corporales ? Yo sé que lo es, y
„ conozco una Persona (seria la Santa misma) de
„ grandes enfermedades , que estando muchas veces
„ con grandes dolores, como con la mano se le qui-
etaban , y quedaba buena del todo."
35 Llegúese , pues, confirma el Sacrosanto Con-
cilio Tridentino , porque este Sacramento es un anti-
doto, con que nos libramos de las culpas leves, y
nos preserva de cometer los mortales.
36 Yo sé muy bien , que tendrá muchas batallas,
porque milicia es según Job (7. v. 1.) nuestra vida so-
bre ia tierra. Pero en esta Mesa dice.el Profeta Rey
(Ps.
DB SANTA TERESA. 189
(Ps. 22. v. 6.) se nos dan armas para combatir qual-
quiera hostilidad, y toda tribulación.
37 Esta es, amadas en Jesu- Christo , una noti-
cia , que se debe estimar como evidencia , porque en
este augusto , y adorable Sacramentó está el mismo
Jesu- Christo, á quien según él Evangelista (Math.
28. v. 18.) fue dada toda potestad en el Cielo , y en
la tierra. ¿Pues qué daño os puede hacer enemigo al-
guno , si tenéis en vuestro auxilio, á quien tiene toda
potestad en tierra, y Cielo?
38 En su cruenta Pasión se quebranto el poder
de los Demonios, y es tan pavorosa para ellos su me-
moria , que se estremecen, y tiemblan. Asi lo con-
firmó nuestra gloriosa Santa quando dixo. "Que no
„ quiso su Magestad desampararnos sino estarse aqui
;

con nosotros para mas gloria de sus amigos, y pena


„ de los enemigos." Pues si esta memoria se renueva
en este adorable Sacramento , y esto es lo que recivis,
quando comulgáis, ¿qué daño (repito) os podrá hacer;
el enemigo común teniendo tanto poder á vuestro fa-
vor?
39 Quede , pues, establecido amadas mías , que
este temor, que retira de comulgar , es sugestión del
Demonio , y que se le debe hacer la Cruz , como á
la tentación mas perniciosa , y mas cruel. Repita vues-
tra memoria los grandes bienes, que os dispensará la
frequente pero digna recepción , y ved si aquel ene-
migo tendrá mucho interés en despojaros de tanto
bien espiritual. No le oygais , creed á los Santos , que
os hablan decisivamente en el asumpto, y si tal qual
vale algo en vuestro aprecio mi sentir, este es mi pa-
recer. Arcos, y Agosto 10, de 1 7 7 9 .
AVI-
190 A r i s o XII.

A V I S O XII
EN LAS FIESTAS DE LOS SANTOS
fíense sus virtudes ¿ypida a Dios se las de.

1 | 7 Sto decía á cada una de sus Religiosas


fl¿ la Seráfica Doctora Santa Teresa. Era
amante de sus Hijas, queria que celebrasen con ver-
dad las Fiestas de ios Santos, y solo son verdaderas
las celebridades , quando las acompaña la imitación
de las virtudes.
2 Porque la Santa gloriosa celebraba las Fiestas
de este modo, debió muchas dignaciones á los Cielos.
Era perfecta imitadora de las virtudes de Santa Clara,
y celebrando su día , se ló agradeció la Santa con apa-
recersele animándola para sus Fundaciones. Én un dia
de la Asumpcion de nuestra Señora se le represento
su subida al Cielo , y la alegria , y solemnidad , con
que fue recibida en los deliciosos Alcázares de la Glo-
ria. En otro la visitaron María Santísima", y San Jo-
seph , y la vistieron una ropa de.mueha claridad , y
singular blancura. En víspera del Espíritu Santo rect-
vio un favor singularísimo haciendo asiento una Palo -
ma muy hermosa sobre su cabeza.
3 No quiero decir , Señoras, que todos lograre-
mos esta dicha aunque, pareciendonos á la Seráfica
Do&ora , adoraremos á los Santos en sus Festivida-
des
DE SANTA TERESA. T9T
des imitando sus virtudes , pero si diré, que á ningufi
Santo, b Santa se corteja bien, mientras no se le imita
en su virtud. Esto mismo predicaba á todo el mundo
nuestro Preexcelso Doctor el Gran Padre S. Agustín.
Las solemnidades (decia Serm. 47. de Sanctis) de los
Martyres tienen formalidad de exhortaciones. En ellas
se nos dice, que imitemos lo mismo que celebramos.
No diga que aplaude los gozos de los Santos, quien
no imita sus exemplos, ni espere acompañarlos en la
Gloria , quien no sigue los pasos de su vida. En esto,
Señoras, nos engaña mucho el amor proprio, dando
das valor del que tiene al culto externo.
4 Bueno será decir , Señor, Señor , per-o puede
suceder , que nos parezcamos á aquel pérfido Pueblo,
de quien - decia vuestro Esposo Jesu-Christo, que le
honraba con los labios , y no mas , porque estaba muy
distante el corazón. Aún en obsequios comunes nunca
manifestarnos mejor quanto nos agradan las perfecciones
de esta , 0 aquella Persona ,» que quando nos esfor-
zamos á tener laís-' mismas-. En una palabra. Nunca ce-
lebramos mejor la Fiesta de qualquier Santo , que
exercitandó lo mismo que'aquel hizo*
5 Contra esta verdad constante , como contra to-
das las que pueden contribuir al bien de vuestras al-
mas, dispara el Espiritu Infernal sus baterías. "Creo di-
„ cela -Santa•Mddre(V"id.a {cap. :*g¿ n. 3 . ) que el De-
i

,„-monió 'hade'i mucho daño para 'no '-ir muy adelante


con hacedas entender ií*ai-deJa humildad haciendo
„ que nos parezca sobervia tener grandes deseos, y
.?„ querer imitar ~á los "SantOsV y desear ser Martyres."
-Con efetfto >á algunos ese 4es.¿'¿u<a , que el aspirar á ser
-Santos es akanerk.>jN^íéeiáh tym. se lo aprobaré)
--•>••••••' que
192 A v i s o XII.
que ía gracia de Dios puede ser tan poderosa en mi,
como fue en todos los dema's. Pero lo dicho dicho di-
cen Santa Teresa , y S. A gustin. No es sobervia que-
rer tenerlas virtudes de los Santos , que celebra nues-
tro culto. Muy lejos de esto no será buena la celebri-
dad, si no nos empeñásemos en imitarle en su virtud.
6 Esto predicaba aquel Doílor Insigne aun ha-
blando de aquellos Santos , que dieron sus gargantas
al cuchillo , y hecho cargo de los difíciles esfuerzos
que pide la imitación en los Martyrios, se pregunta-
ba ,. y respondía de este modo. ¿Quién podrá seguir
las huellas de aquellos Espíritus alentados? ¿Quién
tendrá animo tan valiente , que copie en si el valor
santo de los Martyres ? Quién ? Todos, porque con
la ayuda del Señor aun á este mismo Señor podemos
imitar.
7 El nos dice j tjue aprehendamos de él á ser
mansos, y humildes de corazón, y el Apóstol ase-
gura , que padeció por nosotros Jesu- Christo nuestro
Dueño, dexaridonos efli su Pasión un grande exem-
plo, para que todos sigamos sus vestigios. A todos se
nos predica este Sermón ,> pero á nuestra Santa Ma-
:

dre como mas singularizada en el amor de su Esposo


se le predico su Magestad , quando la dixo. "Hija
,, procura siempre re$a intención,, y desasimiento, y
„ mirarme á mi* que vaya lo que hicieres conforme
„ á lo que yo hice.** Asi nos lo asegura su Confesor
el Maestro Luis de León en la Vida , que escribió
de esta gran Muger. - . '
:

8 Luego no hay Santo , amadas mias, á quien


no podamos imitar. ¡Oh qué consuelo! ¡Qué desaho-
go ! ¡Qué resoiracion ...Miramos con cierta, especie de
asom-
DE "SANTA TERESA. 193

asombro la penitente austeridad de una Santa Pela-


gra en hórridas soledades , el Martyrio de las dos Eu-
lalias j Barbara, Cath.al.ina, y otras muchas , la.per-
fe&isima oración de Magdalena, Monica , y Teresa;
Persuádenos nuestra cobardía, que no podemos lle-
gar á su digna, y venturosa elevación. Pero miente
nuestro miedo , porque con la gracia de Dios lo po-
demos todo. No fueron aquellas Santas de otra natu-
raleza , que la vuestra ; fué .(dice San Ambrosio) mas
observante , pero no distinta. Si para que le imite-
mos , nos dio exemplo Jesu-Christo , no hay ápice
tan elevado en la virtud, que no pueda estimularos á
su imitación.
9 "PeYo el caso es: (dice.la Santa Madre e n el cap,
„ que acabo de citar) que luego el Demonipnos di-
„ ce, b hace entender, que Tas cosas; de los Santos
j , son para admirar, mas no para hacerlas los que so-
l i m o s pecadores. Esto también lo digo yo, mas he-*
„ mos de mirar, quai es de espantar , y qual de imi-
„, tar, porque no seria bien si ,una Persona flaca , y
„ enferma se pusiese en muchos ayunos, y penitencias
„ ásperas yéndose á un Desierto, á donde n o pudiese
„ dormir, ni tubiese , que comer, b cosas semejantes.
„ Mas pensar , que nos podemos esforzar c o n el favor
¿de Dios á tener un gran desprecio del mundo, u n
•¡ff-xio estimar honra, Un no estar? atado á la hacienda,
„ que tenemos unos corazones tan;apretados, que pa-
„ rece nos ha de faltar la tierra en queriéndonos des-
„ cuidar un poco del cuerpo dar al espíritu. De esto
„ me pesa á mi, que tengamos tan poca confianza en
Dios, y tanto axmf proprio," Ha&ta aqui la Santa
Madre., 1 • „ . . , : : ' • . . » .

Bb En
194 Aviso XII,
10 En este supuesto dexadme aora inferir. Lue-
go también podréis seguir las santas huellas de Ma-
ría Santísima nuestra Reyna , nuestra Madre, y nues-
tra Señora. Luego imitando sus heroisimas virtudes,
celebrareis con verdad el dulcísimo Mysterio del día
de hoy. ¿Lo hacéis asi ? No lo dudo , pero oid á San
Francisco de Sales, que predicando á sus Hijas las
Religiosas de la Visitación , como yo aora á las mias,
las dice en el Sermón 27. de esta forma.
11 "Nuestra Señora es la honra , y el prototipo,
„ y la Patrona de los Hombres , y de las Mugeres, y
de las Viudas, que viven bien , pero sin embargo
nadie puede negar, que las doncellas por causa de
„ la virginidad tengan cierta alianza con ellas mas par-
ticular, porque esta semejanza en la virginidad les
„ da una capacidad grande , y una ventaja toda par-
„ ticular para acercarse mas á esta Soberana Virgen."
Id notando amadas en Jesu- Christo. La virginidad
os asemeja á esta Señora, os concede cierta alianza
venturosa , y os acerca mas, y mas á esta Virgen So-
berana. ¿Pues no será razón , que si tanto os distingue
en las piedades, os esforcéis á imitarla en sus virtudes?
1 2 "Alabad pues (dice la Saftta Madre en el cap.
„ 1. n. 4. de las Morad. 3.) Alabad á Maria Santir-
s , sima, Hijas mias , que lo sois de esta Señora ver-
s , daderamente, y ansi no tenéis para que os afrentar
, de que sea yo ruin, pues tenéis tan buena Madre,
^, imitadla , y considerad , que tal debe de ser la gran-
„ deza de esta Señora, y el bien de tenerla por Pa-
„ trona."
13- Todavía lográis una singularidad, que añade
bríos á •vuestra obligación. "Aunque sea (prosigue el
San-
DE SANTA TERESA. 195
„ Santo Sales) aunque sea Protectora de todos los
„ hombres, y de cada vocación en general. Se hizo,
M sin embargo, particular Protectora de las Vírgenes,.
n que se han dedicado al culto de su Divino Hijo ea
„ la Religión , por quanto ha sido como una Aba-
„ desa , que les há dado el exemplo de todo lo que
„ debían hacer para vivir Religiosamente." ¿Pues
quien habrá entre vosotras, que no tenga mucho
amor á esta gran Reyna?
1 4 Preguntóse una vez al Venerable Avila: ¿Que
taré para tener devoción con -la Virgen ? Y respon-
dió con colera christiana (Tra¿\. 4. de la Presentación)
" ¿No le tenéis devoción ? Harto mal tenéis, harto
bien os falta, mas querría estar sin pellejo , que sin
devoción de Maria." Todo Christiano debiera de-
cir lo mismo, porque de ella se derivan los consue-
los, es condu£to de las gracias , y asylo en nuestras an-
gustias. Y siendo cierto (según San Pedro Damiano)
que ningún bien nos dá Dios , que no se nos derive
por el conduelo de su Santísima Madre, ó hemos de
desesperar , y aborrecer los consuelos , b amar á es-
ta Señora , y solicitar su amparo.
1 5 Nunca acabo de agradecer á sn piadosa Ma-
dre nuestra Santa gloriosa la devoción, que la inspi-
ro á María Santísima. Por ella salió tan tierna amante
de esta Soberana Reyna, que luego que murió su
buena Madre , acudió á esta de la Misericordia para
que la reconociese por su Hija. Pero oygamoslo á la
misma Seráfica Maestra. "Acuerdóme (dice Vida
» P- *•) que quando murió mi Madre , quedé yo
ca

„ de edad de doce años poco menos. Como yo co-


«ineacé á. entender lo que había perdido, afligida
i^6 r •-Avísr/XII. ''
„ fui a una Imagen de nuestra Señora, y supliquela
„ fuese mi Madre con muchas lagrimas. Parece, que
„ aunque se'hizo con simplicidad , que me ha valido^
„ porque conocidamente lie hallado á esta Soberana
„ Virgen j en qüanto me he encomendado á ella , y-
j

„ en fin me ha tornado í si."


1 6 Esta devoción (buelvo á decir) comprehende
á todos , pero las almas tan distinguidas en su apre- '
ció , que la tienen por su perpetua Prelada, que las
ama, regala , f agasaja como Hijas, ¿no debieran
derretirse tiernamente enamoradas en culto de ésta Se- 1

ñora? Asi 16 practicaba la Santa Madre , pues nos


1

dice. "Procuraba soledad para rezar mis devociones,.


„ que eran hartas, en especial el Rosario, de que
v mi Madré;éfá r¿uy/ devota , y'ansi nos hacia; serlo." ?
;

1 7 De está áierté nos enseña Santa Teresa de Je-


sús. Pero esperad, que'aún queda', que decir para-
manifestaros vuestra peculiar obligación. Algunos Pa-
dres son de sentir , que está Señora después dé la
muerte de su Santisímó'Hijo se retiró á Epheso con;
Saíi Juan Evangelista su adoptivo , y allí formó Con- '
gregaciones de Niñas ¿ á quiénes dio Constituciones, J

y Regla. ¿Que nombre tendrían aquellas Religiosas?


Poco tiene , que adivinar. Se llamarían de la Madre
de Dios. ¿Y las que se distinguen con nombre tan glo-
rioso , no habían de singularizarse en sus afeólos?'
Creólo asi, amadas en el Señor, con mucho consue-
lo mío , y que os gloriareis dé este Illmo. dictado,'
imitando á la Santa Madre , que én aquel mismo ca-
pitulo decia de esta suerte,
18 "Bien sabe su Magestad , que solo puedo píe-'
„ sumir de su misericordia , y ya que no puedo d e - ;

„ xar
DE SANTA TERESA. 197

„ xar de ser la que be sido, no tengo otro remedio


„ sino llegarme á ella , y confiar en los méritos de su
„ Hijo, y de la Virgen Madre suya , cuyo havito in-'
„ dignamente traigo , y trabéis vosotras/' Asi lo creo,
amadas en Jesu-Christo, pero debéis singularizara* -
de este modo.
19 "Oh Hijas queridas mías (continua en el Ser-
mon 28. el mismo Santo) pues tenéis esta Soberana*
„ Virgen por Madre , habéis de tener gran cuidador
„ en imitarla:::: No es bastante para ser Hijas de núes-
„ tra Señora, contentarse con vivir en las Casas de la
Visitación , y traher el habito de Religiosas. Seria
„ hacer agravio á tal Madre , y seria desdoro de vues-
,-, tra Calidad contentarse con-esto. ,' • ' .
$0 „ Una cosa os aviso (escribe la Santa...Atad re)
„' una cosa os aviso, que no por ser .tal y y tener tal
„ Madre, estáis seguras, que muy Santo era David,'
„ y ya veis lo que fué Salomón." Importantísimo Avi-
so para todas, pero principalmente para la que tubo
poco hi la discreta elección , y bello gusto de aban-
donar los embusteros alhagos dé este mundo, y reti>
rarse al Paraíso de este Monasterio.
21 He dicho por su gusto , y elección , porque
las vocaciones lian de ser asi. Esto funda la esperan-
za de que ha de ser una insigne Religiosa. Oíd e a l

prueba, y para consuelo vuestro, y mió á uno délos '


Maestros mas experimentados en. la difícil ciencia de ..
conocer' espíritus. Tan bien penetrada tenia aquel
Doctor Insigne la gran dificultad , que había en co-
nocer una buena vocación , que en. el Trat. 3. se ¿
abanzb a. decir: "Nadie puede saber sino el'Espíritu.
3, Santo , 'qual es mejor-de esto y casado-, b no casa-'
;
»do,
198 A v i s o XIT.
do , Clérigo ; b no Clérigo , Fray le , b no Fray-
le." Sin embargo, da ciertas señas para que la elec-
ción del Estado se haga para el servicio de Dios, y
con mucho acierto. Dice asi el Tratado del Espí-
ritu Santo.
2* „ Esta Dignidad no se ha de escoger por no
n poder mas , no ha de ser sino por amor de Jesu-
Christo , con solo deseo de le agradar, y servir.
Aquella es la buena la que por esto le toma, y la
que en la mitad de la vanidad buelve al mundo , j
9, menosprecia sus favores. Aquel Sieivo, b Sierra
de Dios, que buelvan las espaldas al mundo en
tiempo , que de él pudiera gozar la mocedad , en
w tiempo , que havia aparejo, y disposiciones para
„ello."
«3 E n estas circunstancias en que el enemigo co-
mún añadiría actividades & la tentación, aprovechán-
dose del semblante, la buena salud, y de todas las
inejores proporciones para un establecimiento venta-
joso , y agradable , en estas circunstancias (buelvo á
d^cir) lo dexa todo, y se aprisiona gustosamente en
este claustro.
, 24 ¡Oh dichosa criatura 1 Dios sea con ella diría
la Santa Madre (como dice á otra en el Toin. 2. Cart.
3 4 . ) "Dios sea con ella , que no es posible , sino que
?, pues dexa mucho , le ha de dar Dios mucho." Sin
embargo la misma Santa la previene hablando del
Retiro , que sienten las Religiosas alguna vez de su
Esposo ; "Que ha miedo, nace de dos cosas , b que
w ellas no tomaron este estado por solo él, b que des-
„ pues de tomado no conocen la gran merced que
„ Dios ks ha hecho en escogerlas para si,~ y librarlas
»> de
DE SANTA TERESA. 199

„ de estar sujetas (en el estado de casadas) á un hom-


„ bre , que muchas veces las acaba la vida, y plega
„ á Dios no sea también el alma."
25 Hija es de la Madre de Dios esta dichosa
Novicia. Aquella gran Señora es su Madre , y su
Prelada , esta la ilustra con su habito , que es su me-
jor librea ; Pero tenga entendido , que el habito no
basta para ser verdadera Religiosa, ni será hija de tal
Madre , si no se le parece en las virtudes , rti sin esta
circunstancia podrá decir que celebra oy con verdad
el dulcísimo Mysterio de la Visitación.
. 26 Yá otras veces he dicho lo que aora repetiré,
y haré esto mismo siempre que se pfrezca la ocasión,
porque nunca desagrada Santa Teresa de Jesús.
"Creedme Hijas, decía á sus .Religiosas, que no es-
,,'tá el negocio en tener habito de Religión, b no, si-
„ no en procurar exercitár las virtudes , y rendir núes*
„ tra voluntad á la de Dios en todo , y que el con-
„ cierto de nuestra vida sea lo que su .Magestad orde-
„ nare de ella."
§• n,
27 A Ora bolviendo á mi asumpto principal;
± \ . <Q e diremos para consuelo, b des-
u

consuelo ? ¿Celebráis todas este dia como los Santos


ordenan ? No tengo la menor razón para la duda.
De Santa Monica vuestra Madre, se nos dice, que
acabada de recibir la Santa Comunión, dixo á lo#
Circunstantes, volemos al Cielo Fieles , suponiendo en;
estas voces, que qúantosllegan á comulgar deben estar
tan santamente prevenidos, que puedan volar al Cié-,
lo. Esto decía aquella Madre Santa. ¿Pues por qué no
crer-
200 . A v i s o XII.
creeré yo esto mismo de sus Hijas ? ¿Habían de én-R
sordecer á sus Avisos ? ¿Habían de desentenderse á
sus consejos ? ¿Habian de ser tan groseramente infie-
les á los exemplos de tan Santa Madre?
3 8 ¡Oh no lo permita Dios, como lo espero dé
r

su infinita piedad ! Y en el supuesto de que habéis re-


cibido á vuestro Esposo , y Señor Sacramentado con
aquella pureza , y digna disposición , con que debe-
rnos llegar todos al Altar , oíd para dilatación de
nuestros corazones, y para colmo de vuestras feli-
cidades , quan del agrado de la Madre de Dios es el
obsequio, que.hoy le tributáis, quanto se estrecha
vuestra alianza con esta Madre Santisima , quanto os
acercáis á ella, y en fin para decirlo de una, vez quan-
to es lo que emparentáis.
29 Predicando de este Mysferio el Santo Sales, de>
cia en el Sermón 29. á sus Hijas de este modo "Me
„ diréis , que si visito á Santa Isabel, fué porque era
su Prima. ¿Que haremos , pues, para alcanzar la
„ dicha de este Parentesco , para que nos visite ? ¡Oh
3, Dios mío l ¿Qué haréis ? Hay mil modos de alcan-
9, zar este favor. Si queréis ser Parientas de la Vir-
j', gen Santísima , comulgad , y reciviendo el Santisi-
„ mo Sacramento recibiréis la Carne de su Carne , y
j, la Sangre de su Sangre , porque el Cuerpo precio-
sisimo del Salvador , que está en el augusto, y San-
„ tisimo Sacramento del Altar, se hizo , y formo en
sus purísimas Entrañas de la Sangre mas pura por
obra del Espíritu Santo."
. 30 ¿No ois esta noticia , amadas en Jesu- Christo,
con muchísimo consuelo? Creo, que si; Mas quiero
que sepáis , que no todcs los que comulgan, consi-
guen
DE SANTA TERESA, SOI
guen esta gran felicidad, sino los que se disponen
bien. En atención á esto decia la Santa Madre, Ca-
mino cap. 34. n. 3. "Suplicadíe siempre á éste Di-
vino Señor , que no os falte , y os dé aparejo para
,. recivirle dignamente.
31 „ Aunque no seáis deudas suyas (concluye el
„ Santo) como lo fué Santa Isabel, lo seréis comul-
„ gando con devoción , é imitando sus virtudes , y
„ su santísima vida , y por este medio seréis sus pa-
„ rientas, y con un parentesco mas excelente , que
,, lo es el de la sangre , y carne , pues nuestro Se-
„ ñor dixo , que qualquiera que hiciere la voluntad
„ de su Padre, es su Madre , Hermano, y Hermana.
32 ¡Oh qué Comunidad tan venturosa contem-
plo , amadas mias , esta vuestra ! ¡Oh qué vida tari
apacible , tan dulce se puede prometer vuestra Novi-
cia ! Os haria mucho agravio, sino creyese que ella,
y todas imitasteis á vuestra Santa Madre en comul-
gar dignamente , porque como dice aquel V. mismo.
,, ¿Si hubiesedes de echar un poco de Balsamo, u otro
„ licor muy excelente en un vaso , no lo mirariades
„ primero , si estaba sucio el vaso, b agujereado pa-
„ ra que no se perdiese aquello ? ¿Pues si para hacer
„ esto, tanto examináis el vaso , para recivir á Dios,
„ qué será razón que hagáis? "
33 Dispuesto asi este vaso felicísimo, en que ha-
béis recibido á vuestro Esposo, ¿qué progreso tendrá
vuestra virtud ? ¿Qué buelo tomará vuestra devoción?
Decia Juan Gerson , Insigne Cancelario de París,
que no hay exercicio, en que mas se encienda la de-
voción , como en la sagrada Comunión , y que para
esto no es menester alegar Doctores , porque un Ru-
Cc fian
so» À v i s o XII.
fian dirà , que quando comulga se halla mas devoto.
34 Esto m ismo nos predica la Serafica Doctora.
„ Considere (escribe en el nurh. 5. de la 3. petición
„ del Padre nuestro), considere las joyas, y aderezos
„ con que este Esposo suele adornar à sus Esposas, y
„ procure disponer su alma para merecerlas , que no
„ la dexará pobre , ni desnuda , y desataviada. Pida-
„ le las que mas agradan à su Magestad , póngase k
} i sus pies con humildad, que alguna vez tendrá por
bien este Señor de levantarla con soberana clemen-
„ eia.
35 Demás de todo este bien , ¿que paz tan cons r

tante lograra esta Comunidad i Entre los Romanos


se nos dice , que conservaban una mesa , que llama-
ban de la amistad, y de la paz , porque aun los mas
desunidos se pacificaban, si se sentaban en ella. No
hay en este Religiosísimo Convento, gracias al Señor,
discordias que disipar, pero quando (lo que su Ma-
gestad no permita) las hubiera, la sagrada Comunión
las sosegara. "Nuestra mesa es esta escribe aquel mis-
j, mo V. mesa de paz entre Dios , y los hombres, me*
„ sa de concordia , mesa de caridad , mesa de Gomu^.
„ nion de pobres , y ricos. "
36 Ni hay desunión en esta Casa , ni se conoce
la desigualdad , ni contenciones, sobre quien sea ma-
yor , como alguna vez sucedió en el Apostolado,
quando no f había llegado todavía à ser perfecto.
¿Pero como la había de haber entre quienes reciven
dignamente la sagrada Comunión Ì "Si vino Dios al
5, al mundo , dice la Santa , à poner paz entre la tier-
„ ra, y el Cielo también en el Santísimo Sacramene
„ to infunde en las almas bien dispuestas las tres paces
„ con
DE~SANTA TERESA. 4203
„ con Dios , con sus conciencias , y con sus herma-
„ nos. Por esto os aconsejo , que siempre con la Es-
„ posa pidáis esta paz tan regalada, porque ansi seño-
„ rearéis todos estos temorcülos del mundo , y can
„ todo sosiego , y quietud le dais batería. "
37 A una misma mesa se sentaron , y sin distin-
ción alguna en la Eucharistica Cena el Maestro , y los
Discípulos, estos hombres puros , y aquel Dios , y
Hombre Verdadero. Y no fue sinmysterio , amadas
mías. Fue enseñar ,r que dé las Comunidades se de-
ben desterrar LA3 distinciones, que ninguna debe sef
tan engreída , que crea ser mejor, que su compañera,
porque por mucha ventaja que una lleve á otra no
tiene comparación con el infinito exceso , que llevad
sus Apostóles Jesu-Christo. Sin embargo se sentó en
la mesa como igual sin admitir alguna distinción.
38 Esto mismo verás, b estás ya viendo. Novi-
cia afortunada en el Puerto, a que gustosamente te
retiras. La gracia , que se comunica en esta Casa des-
x

de la mesa Eucharistica, nunca permitió en ella tem-


pestad alguna. Todo es tranquilidad , todo quietud,
porque todo es unidad. Todas son unas á eficacias da
su amor. Oh quiera Maria Santísima , cuya Fiesta ce-
lebramos , que siempre sea asi , hasta que por inter-
cesión de esta Virgen Soberana celebremos sus Mys-
teriös en la Gloria.

*** *** ***


**
' Ce» TLA*
504 A v i s o XII.

P L A T I С. А П.
SOBRE EL MISMO AVISO.

§. I.

¡Redicando el Propheta Isaías á su Pueblo


le decía de este modo. Atended ( 5 1 . v.
5.) á la piedra, o cantera de que salisteis, no olvidéis
al gran Ábrahám vuestro Padre. Esto mismo, que;
Isaías á su Pueblo predicaba la Santa Madre á sus Hi­
jas diciendolas de esta suerte en el cap. 29. n. 16. de
sus Fundaciones. "Pongan siempre los ojos en la cas­
„ ta de donde venimos de aquellos Santos Prophetas.
»> Que de Santos tenemos en el Cielo , que trajeron
„ este habito. Tomemos una santa presumpcion con
„ el favor de Dios de ser nosotros como ellos."
2 B ien conoceréis, amadas en Jesu­ Christo , que
no acordarían unos Ascendientes tan gloriosos para
el engreimiento. Esto se queda únicamente para los
necios del mundo. Aun en este los que son verdade­
ramente sabios, solo tienen presente lo claro de su
origen , solo se acuerdan de lo noble del linage, para
no denigrar con la fealdad de sus costumbres la her­
mosa hidalguía de sus Progenitores.
3 Acordaba Isaías á su Pueblo la descendencia
de aquel Patriarcha Insigne para que le imitase en sus
virtudes. У lo mismo que aquel Propheta hizo con su
Pueblo , haré Yo con é l que con alguna razón pue­
}
;
;" do
DE SANTA TERESA. 205
do llamar mió , porque lo puso Dios á mi cuidado.
4 Acordaré á las Religiosas de este Santo Mo-
nasterio , que son hijas de María , y luego les dirá se-
gunda vez por mi boca la Seráfica Doctora Santa Te-
resa de Jesús. En las Fiestas de los Santos piense sus
virtudes, y pida á Dios se las dé.
5 No debiera acobardarlas el encargo por la su-
blime virtud de esta Señora, pues yá dixe en otra
Platica , que con la gracia de su Santísimo Hijo,
aquella Madre purísima, y este Señor pueden ser ob-
jeto de nuestra reverente imitación. Pero si esta se lo-
grará indefectiblemente siendo verdaderas devotas de
su Santa Madre , ¿para qué me fatigaré en la ociosi-
dad de persuadirlas á esta imitación no pudiendo du-
dar , que hijas tan venturosas* la correspondan siendo
devotas suyas?
6 „ Aunque la memoria de esta Virgen Santisi-
„ ma (dice el V. Granada en el Discursó de la Én-
„ carnación §. 4.) Aunque la memoria de esta Virgen.'
„ Santísima sea agradable á todos, mas particularmen-
,, te lo es al devoto linage dé las mugeres, conside-
„ rando , que es muger como ellas la que vino á ser
„ Madre de Dios , lo qual podéis notar viendo, que
„ aun nombrándose en la Iglesia el nombre glorioso
„ de esta Virgen , luego sentiréis en las mugeres una
,, ternura de corazón, unos devotos suspiros con que :

„ muestran el amor que la tienen." Hasta aqui aquel


Venerable. De suerte, Señoras, que me basta solo la
consideración de vuestro sexo para inferir como con-
sequencia necesaria, que sois verdaderas devotas 4e
María.
7 A esta razón generaUe añade la especiaíisima
del
so6 Avtso XII.
del Parentesco con el nombre , y ttaxo aquella for-
1

malidad , que coloca á su Magestad en su mas respe-


table elevación. "Sí queremos (escribe en el Serm.
:

„ 29. San Francisco de Sales) Si queremos darla un


„ nombre digno de; su grandeza incomparable la he-
„ mos de nombrar Jkíater Dei, Madre de Dios, nom-
bre', que dice una Dignidad tan grande, que todos
„ los Títulos, alabanzas , y elogios, que pudieran dar
,, á esta Soberana Virgen , son comprehendidos ea
„ aquellas dos palabras Madre de Dios. "
. 8 Esto mismo havia dicho mucho antes el Angé-
lico Doctor asegurando, que en esta Maternidad ha-
via cierta infinidad de perfección. Pues si veo, que
aquella gran Señora , os mira como Hijas suyas en
aquella formalidad , que la constituye en su mayor
elevación, será preciso inferir , 6 que olvidáis esta di-
cha , que seria vuestra última desgracia , b que reco-
nocidas á este parentesco os esforzáis en quanto os es
posible á imitar á esta Señora en sus virtudes.

§. II.

•9 1 ^ T O desayudará á esta útil devoción la 111-


¡ _ ^ clinaciori que tenéis á Santa Teresa de
Jesús , y, en ella mas , que en qualquiera otra cosa, ob-
sequiareis á esta Seráfica Maestra. Fue su devotísima
desde la edad primera. Desde entonces la reconoció
por Madre, y su Prelada. Mas de una vez dio á la
Religión , que pudo reformar el Titulo de Orden de
la Madre de Dios.. Dixo entina de sus Cartas. "Mi
Priora hace esas marabillas," y su Notador advier-
te, que era esta' gran. Priora la Soberana Madre de
Dios
DE -SANTA TERESA. 207

Dios, cuya sagrada Imagen puso en el asiento Prior


ral del Coro , y en sus piadosas manos las llaves del
Convento.
1 0 ¿Qué grata seria á Maria Santisima , amadas
mias, esta acción? Bien claramente se lo insinuó su
Magestad , pues apareciendosele la dixo. "Bien hi-
„ ciste de ponerme aqui, yo acudiré á las alabanzas,
„ que se hacen á mi Hijo, y se las presentaré." N o
se satisfizo con esto solo su soberana dignación, pues
dexandose ver segunda vez la aseguro, que cuidarla
de la Casa , y de las almas de sus Religiosas. Ocio-
so será preguntar, que tales serian aquellas, siendo Hi-
jas , y subditas de tal Madre , y Prelada. La misma
Santa escribió asi. "Verdaderamente hay aqui gran-
,, des Siervas de Dios.^ ¿Pues si aquellas .Hijas de la
Madre de Dios agradecieron „esta feliz "filiación ¡mi*
tando las virtudes de tal Madre, por qué no me pro-
meteré igual felicidad en este mi Convento de Hijas
de la Madre de Dios?
11 Asi lo creo , y que en este dia en que cele-
bramos su Asumpcion gloriosa añadiréis á este empe-
ño nueva actividad , y masfinezaá vuestra devoción*
Asi lo creo , diré otra , y otra vez. Pero hechas cargo
de la importancia del asumpto no temo , que os deis
por ofendidas si os aviso , que aunque este parentes-
co es muy apreciable , no bastará si queda en solo
parentesco. -.
- i-2 Me explicaré, pero mucho mejor que yo, mi
adorada Santa Teresa de Jesús. Oídla en el cap. 39.
n. 18. de su Vida. "Un dia de la Asumpcion de
„ nuestra- Señora me -quisó el Señor hacer esta mer-
,'jced, queen un-árrobami&nto se me represento su:
'*""'- ••• ' „ 5U-
2o8 ÀVISO XII.
subida al Cielo , y el alegría , y solemnidad con
que fue recivida. Decir como fue esto, yo no sa-
„ bria , fue gradisima la Gloria , que mi Espíritu tu-
„ bo de vèr tanta Gloria , quedé con grandes efectos,
y aprovechóme para desear mas pasar grandes tra-
bajos , y quedóme grande deseo de servir à esta Se-
ñora, pues tanto mereció. "
13 Hasta aqui la Santa ,~ y esto ultimo es lo que
os represento, amadas en Jesu- Christo. La Iglesia os
«cuerda hoy esta Asumpcion gloriosa. No la veis co-
lmo la Santa , pero os dirà vuestra consideración , qué
|ubilo seria el de la Corte Celestial, y quan sublime
el mérito de esta Madre Soberana, á quien se dib tan-
ta gloria en recompensa. Pues sea fruto de esta con-
sideración el amarla mas , y mas, y esforzarse agra-
decidas á su Filiación , á imitarla en su virtud -, en el
supuesto seguro de que si el parentesco quedase en so-
lo parentesco, os ha de servir muy poco.
1 4 Mas intimo le tenia esta Señora con su Hijo
Santísimo, y sin embargo para nuestra enseñanza es-
cribe el V. Ávila (Trat. 9. de la Fiesta de las Nieves)
de esta forma. "Toda criatura se desengañe , que pues
por parentesco tan cercano , como es ser Madre , y
„ tener Hijo tan grande , como es Dios humanado,
5, no basta para hacer una Muger bienaventurada , me-
„ nos bastarán otros linages , ni otras cosas, sino hu-
„ biera parentesco espiritual con Christo Redemptor
„ nuestro, que consiste en fe verdadera , y obedien-
„ cía de los Mandamientos de Dios, y de su Iglesia."
15 M Y porque vio el Señor , que muchos ha-
„ bian de ser engañados por poner en estima el lina-
, ge , y otros por hacer algunas buenas obras , sin te-
f

„ ner
DH SANTA TERESA. 209
tener obediencia á sus santos Mandamientos , cada
„ vez que le tocaban en negocios de parentesco,
„ luego alejaba ai del espiritu. Aquí está tu Madre,
„ y tus hermanos (Luc. 11.) le dixeron una vez es-
„ tando predicando, y tendió él la mano azia sus
„ Discípulos , y dixo: ¿Quién es mi Madre , y mis
„ hermanos ? Quien hiciere la voluntad de mi Padre,
„ que está en los Cielos , aquel es mi hermano, y
„ mi Madre." No puede decirse con mas claridad,
que aunque es grande , y muy ilustre el parentesco
de hijas de la Madre de Dios , no tenéis en esto so-
lo lo que basta, sino imitáis k esta Euperatriz San-
tísima.
s. in.
16 E N qué podrá consistir, que éste én-
j[ lace, b parentesco no produzca en las
Religiosas efectos maravillosos ? Yá lo dice la Santa,
en no considerarlo. Esposa de Jesu-Christo es toda
Religiosa. ¡Oh, qué fortuna tan grande , si se tratara
con el aprecio, que merece! "Las Esposas de Jesu-
„ Christo (dice la Santa, Petición 3.) si con atención
„ consideran este nombre de Esposo , y entendieren
„ el regalo , y favor, que debaxo de él se compre-
„ hende , sin duda se levantarán en sus corazones in-
„ creíbles deseos de cumplir la voluntad de aquel Se-
„ ñor, que siendo Rey de la Magestad, quiere ser
„ de nosotras amado, y cumpliendo su voluntad guar-
„ darán sus Mandamientos , y serán Esposas, Ma-
„ dres, y hermanas."
1 7 Esto es, Señoras, lo qtie debéis hacer agrá*
decidas al nomke de hijas de la Madre ds Dios. No
210 A v i s o XII.
pareceréis hijas suyas, ni Esposas de su Hijo, si en
algo no os parecéis á su virtud. La habéis de imi-
tar (dice San Francisco de Sales , Sermón ¡28.) en su
santidad, y en sus virtudes. Yá os dixe otra vez, que
no os debe dar terror su heroyca sublimidad. Asi os
lo dixe con Santa Teresa de Jesús,' y asi lo repetiré.
No os espantéis con la sublime santidad de María San-
tísima , ni os acobardéis en su imitación, desconfian-
do por vuestra fragilidad. "También se pueden imi-
tar los Santos (escribe la Seráfica Doctora en el cap.
. „ 1 3 . num. 6. de &u Vida) en procurar soledad , y
silencio, y otras muchas virtudes, que no nos ma-
„ taran estos negros cuerpos, que tan concertado*
se quieren llevar para desconcertar el alma. El De-
„ monio ayuda mucho á hacernos inhábiles, quando
„ vé un poco de temor , no quiere él mas para ha- ;

„ cernos entender , que todo nos ha de matar , y qui-


etar la salud.., hasta en tener lagrimas , nos hace te-
mer de cegar."
18 Hasta aqui aquella gran Santa. Pero decid-
me. ¿En ser humildes, suaves, y caritativas, corno
esta Señora,, qué peligro hay ?"Sed, pues, cuida-
adosas , prosigue el mismo Santo Sales, en formar
„ vuestra vida con la suya. Sed suaves, humildes,
.„ caritativas , y buenas, y alabad continuamente al
„ Señor en su compañía, y creed queridas almas mias,
v que si lo hacéis fiel, y humildemente mientras du~
„ rare esta vida mortal, después de ella cantareis en
^, el Cielo con la misma Virgen Magníficat anima
mea Dominitm, y bendiciendo con este sagrado cán-
t i c o á la Magestad Divina, seréis bendecidas de su
«parteen la eternidad de la Gloria,"
DB'SANTA TSAESA. fifi
1 9 ¿Pero quién podrá dudar., que lo hacéis asi?
Seriáis justo desprecio del mundo , si hicierais lo con»
trario. Y para un fallo de tanta melancolía, nó quie-
ro mas apoyo , que vuestra memoria. Veis á un Pa-
dre virtuoso con un hijo relajado , y decis sin liber-
tad , á lo menos en vuestro interior; ¿Qué compasión
es, que sea hijo de tal Padre ? Ese hijo en quanto
está de su parte , denigra la fortuna de su origen. Es
imposible dexar de mirar á uno, y á otro con muy
distintos afectos; Al pobre Padre: con lastima, y . á
su mal hijo con colera. ¿Y esto se había de decir de-
unas hijas de tal Madre , como la Madre de Dios?
Estoy casi tentado á proferir , que, ni aun cabe en la
dilatación de la posibilidad. Con todo esto, os aviso :

otra vez con la Santa Madre (Morad. 3 . cap. i. num.


4.) "que no por ser tal, y tener tal Madre estáis se-,
„ guras, sino procuráis imitarla."
20 Con esta seguridad , y la que debo tener de.
haber recivido dignamente á vuestro Divino Esposo»
¿quánto será, amadas mias , mi consuelo ? Escri-
biendo el Papa San Gregorio VIL á la Duquesa Ma-
tilde, refiere el Cardenal Baronio (Anno 1074. n.
1 2 . ) que la dixo, que para adquirir la perfección
christiana , bastaban estas dos cosas, frequente comu-
nión , y devoción á Maria Santísima.
21 ¿Qué complacencia habréis dado á Madre,
e Hijo con la reverente recepción de este Sacramen-
to ? ¿Qué gozoso estará vuestro Santísimo Esposo, f

viéndose tan bien hospedado ? ¿Quánto habréis ade-


lantado en vuestra jornada á ia Gloría con esta tan
adorable compañía ? Si tu quieres (decía un Padre Es-,--
piritual) que Dios sea tu casa en ei Cielo, sé tu casa;
;

sjjyaeo el suelo, Dd^ Yá


si2 A v i s o XII.
22 Ya lo sois, y si queréis conocer de alguna
suerte quanto os agradecerá este hospedage , acor-
ríaos de que Elias resucito al hijo de una Muger, que
caritativamente le hospedo ; Que Eliseo hizo lo mis-
mo , y fecundo á otra, que amorosa le dio lugar en
su casa , y que el mismo Jesu-Christo , que acabáis
de recivir , lleno de felicidades á Marta, Maria , y
Zaqueo, porque le admitieron benignamente hués-
ped suyo. Pero todavía os explicaré mejor la com-
placencia, con que aora está el Señor en vuestras ca-
sas, copiando un devoto pasage del Apóstol de las An-
dalucías.
23 Figurase aquel Venerable , que está oyendo
aquella triste voz , que hemos de oir en el tremendo
Juicio Universal. Busqué tu casa, y no me hospe-
daste en ella , y predica de esta forma. " ¿Señor , de
„ qué os quejáis de que no os dan posada I* ¿No tenéis
„ grandes Custodias de oro, plata, y piedras pro-
celosas? ¿No estáis cubierto con ricos paños de Bro-
„ cado ? Bueno es, que haya todo eso , y que sir-
van á Dios todas sus criaturas, pero no lo há él
,j por todo eso. La posada , que él quiere , es el ani-
,¿ ma de cada uno. Hay quiere él ser aposentado , y
„ que la posada esté muy aderezada , muy limpia , y
„ muy quitada de lo de acá. No hay relicario, no
„ hay Custodia por mas fina que sea, y de piedras
„ preciosas , que se iguale á esta posada para Jesu-
Christo. Con amor viene á aposentar en su ani-
„ma , con amor quiere ser recivido,"
24 Hasta aquí aquel Venerable. Y siempre que
vera tan complacido á este Señor la Seráfica Madre
Santa Teresa de Jesús, decia á sus Religiosas, que
era
Dfi SANTA TERESA. st¿
era la hora mejor <le negociar. Aprovechad, pues, es-/
ta hora , y no malogrando tan dichosa coyuntura con
el Hijo, y con la Madre , interesad à esta Madre pa-
ra con su Hijo Santísimo. Pedidla quanto queráis , pe-
ro hechas cargo de que à tan gran Señora nada se de-
be pedir, que no lo sea, porque seria ofensa de su
Poder interesar para lo poco su alta protección.
25 "A una Señora (dice San Francisco de Sales*
„ Sermón $9.) de tan alta Gerarquia, no la hemos de
„ pedir niñerías, ni cosas de poca monta porque y

„ asi como seria descortesía valerse de un Principe


„ grande para alcanzar del Rey a d e un Empera-
„ dor alguna cosa de poco valor y asi también, seria
„ descortesía intolerable en la \ vida espiritual, valerse
„ de la intercesión de nuestra Señora, para alcanzar
„ cosas humildes , caducas, ytransitorias , y que
„ nunca nos pueden servir para, nuestra salva-
„ cion."
2 6 D? éste mismo sentir era raí adorada Santa
Teresa de Jesus. "A hijos de tai Padre (dice en sus
„ Meditaciones , Petición 4.) no les està bien pedir
„ cosas tan bajas, y comunes, que las dà èl à las cria-
„ turas inferiores , y al hombre sin que se las pidan,
„ y especialmente teniéndonos su Magestad avisados,
„ que le pidamos , procurando primero las cosas de
„ su Reyno, que es lo que toca à nuestras almas,
„ que de lo demás su Magestad tiene cargo.*'

$• IV.
®7 < 1 7 N este supuesto , que le pediréis ? ¿Qué'
jT\ remedie vuestra pobreza ? ¿Quien tal'
dice? Ni se ocurra, ni se imagine , ni se sueña. "De-
xad
íi4 A v i s o XII.'
xad hijas (dice Ja Santa, Camin. cap. 3.) Dexad os
,„ digo ese cuidado á vuestro Esposo , que él le cen-
.„ dri siempre. N o hayáis miedo , que os falte , sino \
-„ faltáis vosotras en lo que habéis dicho de dexaros
„ en la voluntad de Dios."
¡ s8, Consultad-otra vez á esta Seráfica , y Santa
Madrp, que estaba taijt b,ien hallada con la necesidad,
gue se persuadía á que todo lo tenia,, quando todo
|e faltaba, y á que nada tenia para la complacencia,
quando veía en sus Conventos la abundancia. Buena
prueba es entre otras la que hizo con una Novicia po-
derosa, que llevaba mas, y mas. riquezas á su casa.
VHija (la dixo con mucho desabrimiento) no me tray-
„ ga mas; cosas , que, juntamente con ; ellas la echaré
de Casa."
29 Yo veo, Señoras, en las casas ricas menos
gusto , y alegría, que en la vuestra. Yo sé , que es-
te temple alegre, no solo contribuye á la sanidad,
sino conduce Trucho, para la virtud.- ¿Y habíais de pe-
4ir, que os quitara vuestro Esposo lo que tanta cuen-
ta os tiene en alma , y cuerpo?
. 30; En el estado presente imitáis á la misma
Santa Madre, que governada por sus experiencias,
áecia a sus hijas (Camino cap.^2. num. 2.) "Mirad
«hermanas, que por experiencia veo la gran gañan-
ía cía (que hay en la santa pobreza) quanto menos hay,
M mas descuidada estoy, y sabe el Señor , que á to-
„ do mi parecer dá mas pena quando mucho sobra,
M que quando nos falta." ¿Yhallandoos tan bien, y
con tanta alegria- en este estado, habíais de preten-
der el que os originase muchísima inquietud?
11 Esta necesidad (que no es estrema gracias al
- " "" ' Se-
DE SANTA TERESA. S I
f
Señor) tiene en continuo exercicio á vuestro agrade-
cimiento. No llega socorro alguno, que no levante
vuestro corazón á dar gracias al Padre Celestial. ¿Que
sabemos, si en la opulencia serian tan continuas estas
gracias ? La mano oculta , que os dispensa algún ali-
vio, os hace conocer, que os deriva del Cielo esta
piedad. ¿Y qué sabemos (buelvo á decir) si tenién-
dolo todo muy sobrado , tendríais á toda hora este
conocimiento?
32 La vida común tan encargada por nuestro
Padre San Agustín, tiene en vosotras la singulari-
dad de ser hija de la necesidad , y de la elección,
porque nada llega á una en particular, que no sea
común. La escasez hace que os améis, con la mayor
ternura. Loque llega á una,.se comunica á todas,
se alegran estas, porque hay que repartir, y se re-
gocija aquella, porque lo repartió: ¿Y habíais de pe-
dir á la Madre de Dios , que os quitase una vida tan
alegre ? Será (dice aquel Santo) descortesía intole-»
rabie.
3 3 ¿Y qué seria si yo os hiciese, ver, que vues-
tra santa pobreza es el Ángel Custodio del Conven-f
to , y de vuestras almas ? Pues oíd (Camino cap. 2.
num. 5.) á la Seráfica Doctora. "Estas armas de la
.„ santa pobreza (dice) han de tener nuestras vande-
„ ras, que de todas maneras lo queramos guardar , en
„ casa, en vestidos , en palabras , y mucho mas en
„ pensamiento , y mientras esto hicieren, no hayan
„ miedo cayga la Religión de esta Casa con el favor
„ de Dios, que como decia Santa Clara, grandes
. , muros son los de la pobreza. De estos decia ella , y
9

S j de humildad quería cercar sue Monasterios, y a


-eI „ buen
s 16 A v r s o XII.
,, buen seguro , si se guarda de verdad , que esté la
„ honestidad , y todo lo demás fortalecido." ¿Pues
siendo esto cierto, con qué cara habíais de pedir á
Dios, amadas en Jesu-Christo , y mucho menos por
intercesión de Maria Santísima , que remediase vues-
tra felicísima pobreza ? No se hable de esto , y va-
mos á otra cosa.
§. V.

34 IT^Adecen algunas quebranto en su salud.


JL ¿Pedirán á la Madre de Dios » y suya,
que se la dé. t No lo tendré por defecto , si lo hicie-
sen resignadas en la voluntad Divina, Imitarán á Jesu-
Christo , que agonizando en el Huerto pidió liber-
tarse , si era posible., del Cáliz que le esperaba , pero
conformándose enteramente con la Divina voluntad
de su Eterno Padre. Sin embargo, yolas aconseja-
ira , que padeciesen , y callaran,porque á caso tam-
bién entrará la salud en el numero de las cosas hu-
mildes , caducas , y transitorias.
3 5 Únicamente añadiré para su enseñanza , que
la Saata Madre nos dice en el libro de su Vida, cap.
5. n. 1 . "Pedia á Dios , que dándome paciencia á mi
me diese las enfermedades , que fuese servido. Nin-
„ guna me parece temía , porque estaba tan puesta en
„ ganar bienes eternos , que por qualquier medio me
„ determinaba á ganarlos."
36 Las dolencias tienen mil utilidades. Por re-
gla general nos dice San Pablo, que la virtud se
perfecciona en la enfermedad. Y quien caminase , c<v
roo lo creo de todas, por las sendas de la virtud, es
natural, que quiera también su perfección.
Y o -
DE SANTA TERESA. 217
37 Pocas , b á caso ninguna probaria , y predi-
cana tantas veces esta verdad , como nuestra adora-;
da Santa Teresa dé Jesús. Sabia'muy bien la Santa
las utilidades de las dolencias , y asi decia : "QuandO'
„ estaba mala , estaba mejor con Dios." Viendo a.
una Religiosa padecer una gravisima enfermedad,,
dice: "Yo veia á todas temer aquel mal, y á mi.
„ hacíame gran embidia su paciencia , entonces pidió
„á Dios paciencia, y enfermedades, y dice, tam-.
bien me oyb en esto su Magestad, que antes de
„ dos años estaba tal, que aunque no el mal de aque-
„ lia suerte , creoque no fué menos penoso , y tra-
„ bajoso el que en tres años tube."
: 38 En sus enfermedades se gloriaba el mismo
Santo Apóstol, para que en él habitase Jesu-Chris-
to. ¿Pues quién cerrara las puertas con groserisimo
desdén á este amante, y amorosísimo Señor? En
buena salud tienen mas brio las pasiones. Si las do-
lencias no las quitan , las reprimen. Por esta razón,
que no puede exponerse á duda , y porque en toda
calamidad es mas frequente nuestro recurso á Dios,
regularmente es mejor la que padece mas. Asi lo
consideraba la Seráfica Doctora, y en atención á es-
to decia (Tomo 2. Cart. 63.) á las Monjas de Se-
villa. "Como esa Casa ha sido la mejorada en pade-
cer en estas refriegas , la quiero mas.,,
39 Todo esto se entiende, quando es el padecer,
con mucha resignación , y humilde conformidad ; Y
esta la debo suponer en toda Religiosa , si demás
de ser poco christiana , no es muy necia. ¿Qué con-
sigue en un trabajo , quien le llera con despecho?.

Ee, De-
2i8 A v i s o XII.
Desagradar á Dios, que se lo embia , y hacerlo mu-
cho mayor con la impaciencia.
40 Con esta resignación llevaba sus enfermeda-
des Santa Teresa de Jesús , pues nos dice en el cap.
6. de su Vida. "Aora me espanto , y tengo por gran
„ merced de Dios la paciencia , que su Magestad
„ me dio , que se veía claro venir de él." Y poco
después añade. "Estaba muy conforme con la volun-
„ tad de Dios , aunque me dexase ansí siempre." Por
esto os exhortaré siempre á la resignación en todos
vuestros pesares , y siempre con la mayor seguridad
de que me lo agradeceréis.n

41 ¿Qué hace un pacifico, y resignado sufri-


miento ? Parece increíble lo que en este punto escri-
ben para nuestra enseñanza los Padres, y los Santos.
No solo quita (según dicen) su amargura , sino ha-
cen , que el padecer por Dios en esta vida sea un
ensayo, b noviciado de la Gloria. En confirmación
de este concepto decia la Santa Madre en el 15. de
sus Avisos. "Los del Cielo, y de la tierra seamos
„ una misma cosa en pureza, y en amor. Los del
„ Cielo gozando, los de la tierra padeciendo."
42 Parece difícil de creer esta semejanza, pero
el V. Palafox la explica de esta forma. "Como allá
„ alegra el v e r á Dios, acá alegra el padecer por
„ Dios , y lo que hace alli la Gloría para alegrar á
„ las almas en la Patria, hace aquí el amor , y la
„ caridad Divina por las penas para alegrar á las al-
„ mas en el destierro, y como dice aqui Santa Te-
„ resa, todos gozan , y son unos los de la Iglesia
5, Triumphante , y la Militante , aquellos gozando, y
„ estos mereciendo , aquellos gozandp de p í o s , y
D B SANTA TERESA. 319
„ estos sirviendo á Dios, aquellos alegrándose de ver
„ á Dios, y estos alegrándose de padecer por Dios."
43 ¿Pues, Señoras, si esto es cierto, quién ha-
brá , que deseche los trabajos, en el supuesto de que
llevándolos por Dios, es tanto lo que se alegra,.que
imita los regocijos de la Gloria ? ¿Quién será tan ene-
miga de si misma , que pida como agasajo, que le qui-
te este dulcísimo consuelo ? JNo lo seria Santa Tere-
sa de Jesús, que en el cap. 10. num. 9. de sus Fun-
daciones dice asi. "En fin Dios mió , que los que
„ quisiéremos ser vuestros hijos verdaderos, y no
„ renunciar la herencia de la Gloria , no nos con-
„ viene huir del padecer."
44 Por esto aconsejada yo á toda enferma, que
interesase la mediación de su Santísima Madre, pa-
ra padecer por Dios quantos trabajos la diese su Ma-
gestad , y que conseguido esto, le embie sin cesar tra-
pajos , y mas trabajos , porque no solamente dexarán
de serlo , sino le darán en esta vida transitoria algu-
na parte de las felicidades de la eterna. En atención
á esto suspiraba, y predicaba nuestra Seráfica Ma-
dre de esta forma. "Vuestras armas, Señor, son cin-
„ co Hagas. Ea, pues, hijas mías, esta ha de ser
„ nuestra divisa, si hemos de heredar su Reyno , no
„ con descansos, no con regalos, no con honras,
w no con riquezas se ha de ganar, lo que él compro
„ con tanta sangre."
45- Esto es lo que sanas , y enfermas deberán
pedir , las unas porque lo están, y las otras para
quando lo estén. "A todas tendrá gran cuenta (dice
u Catt. 6 3 . Tom. 1.) parque las Personas se hacen
sé de importancia con las penas:::: Con el peso sobre
¿e a „ si
220 A v i s o XII.
„ si crecen las palmas , y con los trabajos las almas."
46 Todavía debéis pedir otra cosa mas á vues-
tra Madre de Dios, y os lo dirá Santa Teresa de Je-
sús. Sabia esta Santa, que por muerte del Rey de
Francia cundía en sus Dominios la heregia, y en
Carta al Arzobispo de Evora (la 2. del Tomo 1.)
lloraba de esta forma. "Harta pena me dá ver tantos
trabajos, y como vá el Demonio ganando almas.
„ Dios lo remedie , que si aprovechasen nuestras ora-
„ ciones, no hay descuido en suplicárselo á su Ma -
gestad."
47 ¿Quánto seria el dolor de esta gran Santa, y
qual el fervor, con que pediría el remedio a,su Santí-
simo Esposo ? Ya lo dice en el cap. 1. del Camino de
Perfección. Oygamosla para el consuelo , y para que
á su imitación se aumente nuestra Fe. "En este tiem-
,, po vinieron á mi noticia los daños de Francia , y el
,, estrago, que habían hecho estos Luteranos, y quan-
„ to iba en crecimiento esta desventurada Secta. Dibme
„ gran fatiga, y como sí yo pudiera algo, b fuese al-
„ go, lloraba con el Señor, y le suplicaba remediase
„ tanto mal. Parecíame, que mil vidas pusiera yo para
„ remedio de un alma de las muchas que allí se per-
„ dian."
48 Debemos suponer, por lo que dicen sus Car-
tas, y exponen los que las ilustran; que estaban tan
radicadas en su mente, y corazón las verdades de
nuestra F e , que solía decir, que quando algunas
cosas la inducíeran contra lq que es Fe Catholica, j
Ley de Dios, que no hubiera menester andar á bus-
car Letrados ni hacer pruebas, que luego viera , que
?

era Demonio. ' ^


DE SANTA TERESA. asi
49 ' La importancia, y christianisirho interés de
este modo de pensar, hicieron decir á uno de sus
Comentadores. "Su oración, y la de las Monjas,
„ que há fundado, siempre es con gran cuidado por el
„ aumento de la Fé." Pero como no habían de hacer-
lo asi sus hijas, y quantas sirven á Dios en Religión,
pues siempre está diciendo á todas ellas esta" Insigne
Predicadora, (num. 2.) "O hermanas, mias en Chris-
to, ayudadme á suplicar esto al Señor (por la Fé
„ Cathoíica) que para eso os junto aquí, este es vues-
„ tro llamamiento , estos han de ser vuestros nego-
„ cios, estos han de ser vuestros deseos , aqui vues-
„ tras lagrimas, estas vuestras peticiones."
50 Últimamente , se nos dice de está Santa glo-
riosísima. "Siempre estaba con gran deseo de que fue*
„ se alabado Dios , y su Iglesia aumentada. Por esto
„ era quanto rezaba, sin hacer nada por si, que le
„ parecía que iba poco en que padeciese en el Pur-
„ gatorio á trueque de que esta se aumentase aunque
„ fuese muy poquito." Esto hacia la Santa Madre, es-
to sus hijas , y esto deben hacer todas con mucha es-
peranza de que Dios oyga los gemidos de estas Tór-
tolas solitarias , que le sirven en la soledad , y en la
clausura.
51 Esto es .lo que debéis pedir , y si fuera posi-
ble sin intermisión. "Estase ardiendo el mundo, dí-
„ ce nuestra gran Santa, quieren tornar á senten-
„ ciar á Christo, como dicen, pues le levantan mil
„ testimo nios ; quieren poner su Iglesia por el sue-
„-lo , y hemos de gastar tiempo en cosas, que por
„ ventura , si Dios se las diese, temíamos un alma
„ menos en el Cielo. N o , hermanas mias, no e s

- „ ticm-
222 Aviso XII.
„ tiempo de tratar con Dios negocios de poca im-
„ portancia."
52 |Ay , amadas en Jesu- Christo , que poca fir-
meza hay en la Fè Catholica ! ¡Qué enemigos tan
crueles , aunque ocultos, tiene la Santa Iglesia ! No
se defiende , gracias à Dios , error alguno. ¿Pero
por que ? Porque los contiene el miedo. En secreto
cunde muchisimo el contagio. No son delyrios de
«ola la razón ; Mas son los desaciertos de la volun-
tad. Se esparcen doctrinas , que authorizan la vida
relajada , y esto las hace ser bien recividas. De suer-
te , que con ultrage de nuestra verdadera antigua
Fè, triunfa insolentemente la disolución.
53 La Iglesia, que adquirió con su Sangre vuestro
Esposo, es tratada por el libertinage con desprecio,
mofadas sus Sagradas Ceremonias, y ajados sus Mi-
nistros. No se puede oír sin lagrimas su estado deplo-
rable. Con ellas os pide vuestras oraciones. Y no du-
déis , que las oyga vuestra Santisima Madre, pues
uno de los blasones, que le dà la misma Iglesia , es
haber muerto con su Patrocinio todas las heregias,
con que se infestaba el mundo.
: 54 Pedidla, que se empeñe con su Hijo, para
que esta Congregación de Fieles Christianos , que
adquirió con su Sangre , y regaron tantos millares de
Martyres con la suya, no sea tan inhumanamente
combatida. Y yà que lo haya de ser, por sus inex-
crutablés permisiones , no cunda como hasta aquí su
infernal contagio, se corone este cuerpo siempre vic-
torioso del poder de los Demonios, que atizan esta
llama , y van poniendo en combustión gran parte de
fe tierra. La Santa Iglesia os lo pide , y yo os lo
rué-
D É SANTA TERESA. 523
ruego. Asi Dios os favorezca con su gracia, para que
le adoréis por eternidades en la Gloria.

A V I S O XIII.
PROCURE MUCHO LA PERFECCIÓN, ¥
devoción , y con ellas hacer todas las cosaj.

$. I-
1 ' I / Mpeñado en que sea vuestra directora la
| ~ \ Seráfica Madre Santa Teresa, no qui-
siera usar de otras voces,-qué las suyas. Este es uno
de sus christianisimos Avisos , y este daré con quan-
to fervor me sea posible á las Religiosas, que por sus
altos juicios puso Dios á mi cuidado. Creo con sin-
gular consuelo mió , que no sea necesario á las R e -
ligiosas de este Santo Monasterio.: Por esta razón no .
le daré como que sea menester, para que hagan lo que
no hacian , sino para que en la inteligencia de que
ninguna es tan santa , que no pueda serio mas, vayan
añadiendo mas grados al fervor,
2 ¿Pero qué diré , que no os lo haya enseñado
aquel Esposo, que os condujo á la soledad para ha-
blaros al corazón ? ¿Quántas veces os habrán acorda-
do sus inspiraciones la pureza, con que debéis llegar
á recivir la sagrada comunión ? Sin embargo, no
cumplo yo sino pongo algo de mi parte, para que
no entreguéis al olvido , b la inacción, lo mismo que
practicáis, y que sabéis, Oidme con la atención á que
es
224 - A V í s o XIII.
es aerehedot* un Padre , y Superior, que tanto se
interesa en vuestro bien.
3 Muy repetido es por los Padres , y los San-
tos , qaalis homo Deo , talis Dens homini. Que Dios
es para el hombre, como el hombre es para Dios,
No debe entenderse esta expresión en juicio compa-
rativo. Yá sabéis que el hombre es en todo limitado,
y Dios infinito en todo , y que nos paga una buena
obra temporal, y pasagera con las delicias de una
eterna Gloria. Quieren decirnos los Santos en aquel
aforismo sentencioso , que quando le servimos, nos
Jo paga, pero sino le servimos, nos castiga.
4 Toda es doctrina de Santa Teresa de Jesús, re-
petida por ser tan útil, una , y otra vez. En la Carta
»3. del Tom. 2. habla de unas hijas suyas , y dice:
? ,Quando yo considero la perfección de estas Mon-
jas, no me espantaré de lo que alcanzaren de Dios.'*
Tanta era la seguridad que tenia de que Dios las tra-
taría , como ellas le trataran. No está menos expre-
siva en la Carta roo. del mismo Tomo. "Quan cier-
„ to es , dice , de nuestro natural querer ser pagadas.
„ Esto no debe ser malo , pues también quiere serlo
„ nuestro Señor, aunque 110 tiene comparación lo que
le debemos, y merece su Ma gestad ser servido,
j, mas parezcamos á él sea en que fuere."
5 Últimamente manifiesta con mucha viveza la
verdad de que Dios es para el hombre, como el hom-
bre para Dios , con un caso muy gracioso , que re-
fiere en la Carta 4. del Tomo 1. "Heme acordado
s> (dice) de una Santa , que conocí en Avila, que
„ cierto se entiende, que lo fué su vida de tal. Ha-
i^'bialo dado todo poj Dios quanto tenia, y habíale
„que-
DE- SANTA TERESA. -A S
Z

„ quedado una manía con que se cubría-,, y. diola


„ también ; y luego dale Dios un tiempo de grandi-
simos trabajos interiores , y sequedades , y des-
,, pues quexabasele mucho , y decíale. Donoso sois
„ Señor. ¿Después, que me habéis dexado sin nada,
„ os me vais? Asi que hija de estos es su Magestad,
„ que paga los grandes servicios con trabajos, y no
„ puede ser mejor paga , porque la de ellos es el amor
„ de Dios."
6 " ¿Pero por qu,é (pregunta, el Venerable Pala-
„ fox) paga el Señor con esta moneda? ¿Un gusto,
„ que se le hace , con una tribulación ? És muy fácil
,, la respuesta. Paga de esta manera , y con esta fflo-
„ neda , porque quiere pagar con buena moneda.
„ Pagar Dios un servicio con un gusto, es pagar
„ con moneda de vellón \, pero pagar, con un disgus-
„ to , que causa mérito eterno, es pagar con mone-
„ da de oro, y plata. La moneda de vellón solo pa-
sa en esta vida; los méritos, que causan los tra-
„ bajos, solo es moneda de oro , que pasa en la
„ vida eterna. Venga Señor de lo¡ eterno , y llevaos
„ lo temporal." ; ,,
7 El Padre Silveyra , doctísimo Expositor, ma-
nifestó lo que os digo con un reparo, que hizo so-
;ferela venida de los Magos. Entre las muchas opi-
niones sobre quien era aquella Estrella , que los con-
ducía , sigue la de los, que aseguran, que era una
Divina Persona. Es cierto , dice , que para su direc-
ción en Viage tan penoso bastaría un Paraninfo, pe-
ro quiso conformarse con lo que hicierorr aquellos
Santos Reyes. Determinaron el tributo de sus d o -
nes , y ellos mismos le llevaron sin hacer el encargo á
>s6* A v i s o XIII.
Embaxador alguno , y esto mismo hizo el Señor no
valie ndose de otro, y dirigiéndolos por si, para que
todos sepamos, que asi nos tratará como le trate-
mos.
8 Esta doctrina pide alguna explicación. Supon-
go como.verdad , que aun quando Dios recompen-
sa con un trabajo un servicio, nos trata su Mages-
tad comb, le tratamos , porque yá os manifesté, que
aun el trabajo es favor. Mas no por esto se infiera-,
que siempre es en trabajos esta paga., A caso quien
lo creyera de este modo , se llenaría de miedo , y se
retraheria en el servicio Divino. No es asi , amadas
en el Señor. No siempre paga Dios con sentimientos
los servicios. También retribuye dulcísimos consue-
los. Vedlo en lo mucho , que padeció la Santa Ma-
dre Teresa de Jesús, y en las piedades, que debió
á su Esposo Celestial. •' ' <
9 Una de sus mayores pesadumbres fué la que
le daban sus Directores, diciendola , que estaba ilusa,
y engañada del Demonio. Entonces su Esposo amado
se constituyo Director suyo diciendola. "No hayas
,, miedo hija, que Yo soy. No te desampararé , no te-
rmas."'Quitáronla en otra ocasión unos Libros, que
la Santa usaba, dixola su Magestad. "No tengas pe-
„ na , que Yo te daré libro vivo." En dia de San
Pedro , y San Pablo , sintió por vision intelectual,
que Jesu-Christo asistía á su lado. Un dia le mons-
traba sus manos i otro día su hermoso rostro. Día de
la Conversion de San Pablo le dio á ver toda su Per-
sona , y esta vision la gozo continua casi por dos
años, y medio, Decíala su Magestad; Thefesa, ya
eres' mia , y Yo soy tuyo,' 1
;
Otra
D E SANTA TERESA. '2:27
10" Otra ocasión la dio un clavo de su mano en
señal de Desposorio. Otra vez dice la Santa,en su ;

Vida , cap. 36. "Vi á Christo , que con grande amor,


me pareció me recibía , y ponía una corona agra- ;

„ deciéndome lo que había hecho por su Madre."


Estas, y otras muchísimas dignaciones debió á la
Divina Clemencia la Santa Madre , para que se veri-
fique con toda propriedad , que asi es Dios para el.
hombre, como el hombre para Dios, y que no cor-
responde siempre ¿con trabajos á los que se sacrifi-
can en su obsequio. Pero aun quando fueran traba-
jos en la realidad, los mudaría en delicias la resig-
nación.
t i Desde que Dios crio al: hombre , puso a su
disposición su vida, y' muerte. Constituyóle (di-
ce el Sabio) en mano de su consejo, y puso al fue?
g o , y a la agua , pendientes de su arbitrio, para
que pusiese la mano de su elección donde le condu-
jese su propria voluntad. Esto es, ó aquella vora-
císima llama inextinguible, que está ardiendo , y
arderá siempre, ó aquel rio apacible, que según
David alegra, y fertiliza á la Celestial Jerusalén.
ia De nuestra elección prevenida con la gra-
cia, pende nuestra infelicidad , b nuestra dicha. Por
esto exclamaba la Santa Madre. " ;Oh libre alvedrio
„ tan esclavo de tu libertad , sino vives enclavado
„ con el temor , y amor de quien te crio! ¡Oh quán-
í, do será aquel dichoso dia , que te has de ver aho-
„ gado en aquel mar infinitó de la suma verdad,
„ donde yá no serás libre para pecar , ni lo querrás
„ ser, porque estarás seguro de toda miseria natura*
„ lizado con lavida de Diosl"
' " Ffa ;
" "" ' N o
Sí28 Á V í S Ó XIII.
1 3 ¿No será , pues, haber perdido el juicio en-
teramente , el posponer á un remedio agradable,
que nos vivifique, una desapacible ponzoña, que nos
mate? Hablemos con mas claridad sobre el Cuerpo,
y Sangré 'de Ghristo , que acabáis de recivir,
1 4 Del Santísimo Sacramento del Altar, nos di-
ce el Angélico Preceptor para espantoso terror, y
dulcísimo consuelo , que es vida para el bueno, y
muerte para el malo. De esta espiritual comida
(escribe Sari Juan Chrysostomo , Hom. 5. sup. Ma-
th.) podemos discurrir, como de la comida mate-
rial. Gomo esta, si halla ocupado el vientre de mu-
chos malos humores, no solamente no le auxilia , ni
aprovecha ,• sino le hiere', y le daña , del mismo mo-
do este alimentó espiritual, si encuentra al que le re-
ci ve manchado con culpa grave , no le mejora, le
pierde, no por vicio , ó defecto del Manjar , sino
por recivirse en mala disposición.
1 5 Esta es una verdad tan clara, qué nadie ne-
cesita de apoyo para creerla. Sin embargo en su Vida
cap. 38. ri. 1 5 . dice asi la Santa Madre. "Entendí
,, quan recia cosa es tomar ese Santísimo Sacramento
indignamente, y quan Señor es el Demonio del
„ alma, que está en pecado mortal."
• 1 6 ¿Pues quién será tan dementado (bolveré á
decir) que puesto en medio de vida , y muerte , sa-
lud, y'enfermedad, busque la muerte, y ame la en*
fermedad pudiendo lograr la vida , y la mejor salud?
¿A qué castigo será justa acrehedora esta barbara de-
mencia ? ¿Qué irritado estará el Supremo Juez , que
ofreciendo la mayor felicidad , á quien llega al Ai->
sar bien prevenido, se atreve á él mal preparado?
D E SANTA TERESA. 229
1 7 ¡Oh quánto hay de esto en el mundo, y
quanto afligía el amante corazón de Santa Teresa
este atrevimiento ! Asi se quejaba tiernamente al
Eterno Padre. "¿Mas V o s , o Padre Eterno, como
„ lo consentistes ? ¿Por qué queréis cada dia ver en
„ tan ruines manos á vuestro Hijo;::: como puede
„ vuestra piedad cada dia verle hacer injurias ? ¿Y
„ quántas deben de hacerle i este Santísimo Sacra-
„ mentó, en que de manos y pechos enemigos suyos
„ le debe ver el Padre?"
18 Sombra de este Sacramento eran los anti-
guos Sacrificios , y se mandaba para ellos esta buena
disposición con la mas pavorosa severidad. La alma
(se dice en el Levit. cap. 7.) que estando manchada
llegase á comer de las Carnes de la Hostia de los p.a-:
cincos, perecerá sin remedio. Todo hombre (conti-
nua cap. 2 2 . ) que se llegase con immundicia á Io>
sagrado del Altar, perecerá delante del Señor. Si
se trata, pues , asi al que le ofende en su figura,
¿qué se podrá prometer, el que se llega con irreve-
rencia á la verdad?
19 • ¿Quando el bien que nos espera, no sea un
eficaz atractivo para llegar al Altar bien preparados,
el temor de la pena, no debiera ser retrahente de
poderosísima eficacia para no descuidarnos en la mas;,
leve irreverencia ? En estos lances (decia San Juan
Climaco en su Escala Espiritual, cap, 1 . ) "Temamos
„á Dios, si quiera como los hombres temen á algu-
„ ñas bestias. Porque yo hé visto algunos, que que-
„ rian hurlar, los quales no dexandolo de hacer por
i,; miedo de Dios, lo dexaron por el de los perros,
„ que ladraban, de manera,, que lo que no acar
S'30- .'"A V í 8 0 XIII. :
„ bó con ellos el. temor-de Dios, acabó el de las
,, bestias."
§. II. . • ,
R
2© X ) E r o no hablemos de esto en Audito-
_|_ rio tan piadoso. A otro menos rendí-,
do al Esposo Divino, á quien se ha consagrado,
trataría yo como gente ruin , con quien se malogra,
el alhago, y solo contiene el miedo del castigo. Acor-
dariale, que no solo se vieron estos estragos en la
Ley antigua j sino también en la nueva. Que yá se
.jbá visto quemársele las manos en el Altar , en que
celebraba el Santa Sacrificio de la Misa, á un Sa-
cerdote manchado con la culpa, y que también se
lia visto reventar un Seglar, y hallársele en la boca
la Forma Consagrada , por no haberse dispuesto
bien para recivirla.
s i Ninguna memoria de éstas es necesaria para
las almas timoratas, que me escuchan. Las tratara
como almas bien criadas, presentándolas aquel duk
ce atractivo, que llama la Escritura funículos de
Adán , con que nos lleva el Señor. (Ose» u . ) " N o
sogas (como expone el V. Avila , Tradt. 2 3 . ) no
j, maromas , sino • beneficios,-., porque mas fuerte co-
¿ sa es para traher al--hombre (si insensible no es) él
„ verse beneficiado.de rnano de otro , que una muy
i, recia maroma para traher al animal." >
2 2 Sí son, pues, los beneficios los que obligan
mas eficazmente á la gente honrada , vuestra mis-
ma honra deberá.ser el mas fervoroso, y mejor
predicador. ¿Porque donde hallareis mas beneficios,
ai de mas adorable magnitud , que en el Santísimo
D E SANTA TERESA. 231
Sacramento del Altar, que acabáis de recivir? Si
para bien del Universo todo , hizo muchos milagro^
Jesu-Christo , Santo Thomás os dirá , que este es el
Máximo, y un compendio de todos, según Da-
vid.
23 Si fué milagro del poder , y la piedad sv
inefable , y amorosa Encarnación, á juicio de los Pa-
dres, y los Santos, es continuación suya este San-
to Sacramento. Si son digno empleo de vuestra gra-
titud su cruenta , y dolorosisima Pasión , la gracia»
Cjue nos comunica su misericordia , y la Gloria , que
nos espera , en este Sacramento , según la Iglesia,
se renueva la memoria de aquella Pasión cruenta, se
llena de gracia la' alma* y se nos dan las mayores
seguridades de la Gloria. i • < • jr.--'
24 "Este amor dice la Santa (Meditación, Pe-
„ ticion 4.) con que el Señor encarno, y muribpor
„ nosotros, quiere el Señor, que aqui considere-
„ mos , quando comulgamos, y aquí han de ir 4
„ parar todos nuestros pensamiento^, y á este quiere
i, que lleguemos , y este agradecimiento nos pide,
„ quando manda, que comulgando nos acordemos,
„ que murió por nosotros."
25 Pues silos beneficios (buelvo á decir) han
de ser los que nos lleven al Señor , ¿quánto deberá
ser nuestro agradecimiento á tanto cumulo • de bene-
ficios? ¿Conque amor , con qué pureza deberemos
llegar á recivir á aquel Divino Señor, que nos los dá?
,,Toda la vida (dice aquel mismo Venerable) habia
„ de aderezarse el hombre para el dia , que habia
„ de comulgar. No habia dé haber otro cuidado,
"a, qué-tengo-de comulgar." De un" Devoto se escri-
be,
232 A v i s o XIII.
be , que con tierna memoria de haberse instituido en
dia Jueves este Sacramento , decia con admiración:
¿Quién en la noche de Jueves puede dormir ? Esta
misma pureza creo en todas las que me ois. Mas
porque en todo puede haber peligros, son necesarias
precauciones para todo.
36 No hay cosa mas encargada por los Santos,
y Directores de Espíritu , que la frequencia de este
Sacramento. El causa aumento de gracia , y qual-
quiera inferirá de este principio , que en mas repe-
tición se logra mas aumento. Por esta razón , aunque
en las Comunidades son frequentes las comuniones,
hay algunas Religiosas, que desean repetirlas entre
semana. El deseo siempre es bueno, pero este debe
ser bien governado. Quiero decir, que no ha de ser
con tanta confianza , que decline á ser llaneza.
27 En atención á esto nos consta por el Libro
de las Fundaciones , CAP. 6. n. 8. de la Santa , que
temerosa de que dos hijas suyas , aunque muy virtuo-
sas , tratasen con alguna irreverencia la repetición de
LA Sagrada Eucharistia , las prohibió la comunión co-
tidiana.
28 Aconsejando aquel mismo V. á un Predica-
dor , que algunas gentes del siglo habían de tener
por Director suyo , dice en una de sus Cartas de es-
te modo. "No les suelte la rienda á comulgar quan-
?,tas veces quisieren, que muchos ,comulgan mas
„ por liviandad, que no por profunda devoción, y
i treverencia y acaece á estos venir á estado, que
r

„ ninguna mejoría , ni sentimiento sacan de la comu-


„ nion , y esto es grande daño, y se debe evitan"
' 2 9 Como doctrina importante, no se conten-
to
D E SANTA TERESA. 233
tentó con dárnosla una vez , y en el Tratado 27. di-
ce asi. "Si vieres , que te va bien con frecuentar la
„ santa Comunión , que te crece el amor , sin des-
„ crecerse la reverencia , usa el comulgar, mas si el
„ mucho uso te causa irreverencia , detente algo
mas , y no uses como algunos , que los lleva la
„ liviandad , y no piensan mas en ello , sino en anto-
„ jandoseles , hételos van á comulgar sin mas pen-r
„ sar , ni recogerse, ni tener cuidado de la em-
mienda."
30 En estas voces se nos pone de manifiesto,
que cada uno por el efecto puede: ser Juez de si mis-
mo , y en otro Tratado (el 29.) lo pone mas en cla-
ro. "El tener (dice) particular devoción-, y reveren^
,', cia, y agradecer este sagrado Manjar con buen
,, gusto , y provecho es uña grandísima señal , que
„ el hombre está en gracia, y que se há de salvar, y
quien no , tema gima , y quéjese de si, porque es
„ peor, que los brutos, y mas necio , que los niños
„ de un dia."
3 1 Esta lección , Señoras, es transcendental, á
todos debe servir. El efecto dirá á cada uno si reci-
vib mal, b bien, la sagrada Comunión. Si repitiendo-
la no estubiese en el dia de hoy algo mejor, que en
el de ayer , mala señal, amadas en el Señor, mala
señal.
3 2 En todo caso dexese governar de su Direc-
tor , porque como dice la Santa Madre en el cap. 6.
de sus Fundaciones. "Si alguna se determina , aun-
„ que la diga el Confesor ». que no comulgue , á co-
„ rnulgar, yo no querría el mérito , que de allí sacá-
ra, porque en cosas semejantes no hemos de ser
Gg »Jue-
234 A v i s o XIIT.
„ Jueces de nosotros, el que tiene las llaves para atar,
„ y desatar, lo ha de ser."
33 ¿Y qué haríamos para el aprovechamiento?
El mismo V. nos dá este bello arbitrio. "Aprendan
„ en pago de aquella Celestial comida á hacer algún
„ servicio á nuestro Señor , b en ir quitando alguna
„ pasión cada dia , b en otra cosa alguna , que cor-
„ responda á cada vez , que comulgare, que llegar-
se á los pies del Confesor , y luego al Altar, tor-
„ narseha á algunos en tanta costumbre, que casi
„ ninguna cosa hay mas para aquellos , que aquel ra-
„ tico , que están aili." Sepamos, pues, para consue-
lo mió , qué juicio debo hacer de todas las qu«
acabáis de comulgar.

s. ra.
34 (HI obedeciendo i la Santa Madre, lo hi-
¿ 3 cieron todo con perfección, y devoción,
no me quedará razón para dudar , que se prepara-
ron bien , y consiguientemente, que percibieron los
admirables frutos de este Santo Sacramento. ¿Pero
quién me informará de la buena disposición , que
es menester? La Novicia , que con tanto gusto mió
admitisteis en este $anto Monasterio.
35 Para ello es necesario que os acordéis, que
vuestra Regla es santa , y aprobada como tal por
nuestra Madre la Iglesia. Santa la Regla , y santa la
Iglesia , que la aprobó , quieren decir para consue-
lo universal, que para que todas , sin excepción
alguna, seáis santas ¿ bastará la puntual observancia
de la Regla, En este supuesto la Novicia yá habrá
YÍS-
Da SANTA TBRBSA. 23 f
visto lo bastante para decirme, sise desatiende, b
se cumple.
36 La Regla manda silencio con ja mayor se-
veridad , porque hay muchas tranquilidades en lo
mudo , y en lo loquáz muchísimos escollos. A to-
das en las horas señaladas alcanza esta obligación, pe-
ro con mas estrechez á las ancianas, porque el exem-
plo es el que mas enseña , y si las jóvenes vén, que
las mayores le quebrantan , reciviendolas con agasajo,
y admitiendo estas, faltas suyas como obsequio , esté
precepto de la Regla se acabo con mucho menos-
cabo de la Comunidad.
37 ¡Oh si en esto os quisierais parecer á nuestra
adorada Santa Teresa de Jesús. Tan amante era del
silencio, que mientras vivió se observaba todo el dia
silencio en los Conventos de sus hijas, y porque es-
tas lo guardasen mejor, y se acostumbrasen á la so-
ledad para estar dispuestas para la oración , no qui-
so que tubiesen pieza común para juntarse» hacer
labor.
38 La Red es uno de los mayores enemigos,
que tienen los Monasterios. Muchas veces hé repe-
tido esta verdad , y porque entra mucho mundo por
los picos, y la Red , ésta es la puerta de que mas se
vale el enemigo común. Con visitas, que no sean
muy pocas , indispensables, y absolutamente nece-
sarias para el bien de la Religión , é intereses pre-
cisos de la Comunidad , no solo se desmorona el
edificio Religioso, sino padece en su opinión el
Monasterio. ,
39 No es menester para que decline su concep-
to. , que todas sean, {requemes en el Locutorio. Una
• ' ' Gg* > ' so-
236 A v i s o XIII.
«ola, que'baxe con frequencia , desacreditara à todas
las demás , y se dirà en el Pueblo con vilipendio
de esta Santa Casa , que no se apartan de la Red
sus Religiosas. ¿Y que dirán si sucediese , que quan-
do unas están en el Coro cantando las Divinas ala-
banzas, esté alguna en conversación larga en la Re-
xà ? jOh no lo permita Dios ! Y desdichada Prela-
da si lo v é , y no lo remedia.
40 La Regla manda la asistencia al Coro , y la
Iglesia instituyo el Canto para él, porque À juicio de
la experiencia , y de los Santos, con la Musica se
promueven los aféelos. Para esto es necesario , que
siempre sea uniforme , siempre el mismo. Si en él
hubiese pausas fastidiosas , se huye la devoción, y
$e fatiga la paciencia. Si fuese precipitado, cantando
un verso antes , que se acabe el otro, aun el menos
austero votará, que este canto no es del agrado del
Señor , y que no se desempeña la obligación del
oficio con un canto tan apresurado, è indevoto.
4 1 No estrañeis , que un Prelado en su Visi-
ta también haga caudal de estas hienudencias. En
esto condesciende à las instrucciones de la Santa. Eri
elnum. 2 1 . de su modo de Visitar, previene À Vi-
sitadores , y Prelados, "que no solo cuiden de la
„ asistencia al Coro , sino averigüen como se reza
„ en él-, y como se canta , porque el modo puede
„ viciar la substancia dé la obra,
42 La caridad , y la Regla mandan asistir á las
enfermas con amor , pero À estas mandan también,
que agradezcan la asistencia, sin DAR À las enferme-
ras caso mas que sentir , que lo que ellas pade-
cen en su enfermedad. Uno, y otro es doétrina de
núes-
D É SANTA TERESA. - 237
nuestra gran Maestra , y Seráfica Doctora , enseña-
da por su Esposo, pues se nos asegura , que una vez
la dixo , que en especialidad tubiesén sus hijas cuen-
ta con las enfermas, y que la Prelada , que no pro-
veyese , y regalase á la enferma , era como los ami-
gos de Job , que él daba el azote para bien de sus
almas, y ellos ponian en aventura la paciencia.
43 Esto dice la Santa Madre con relación a las
que asisten , pero en los cap. 10. y 1 1 . del Camino
de Perfección , encarga á las pacientes, "que no se
„ quejen de malecillos, molestando á las Preladas, y
„ sus hermanas, que sufran con paciencia sus enfer-
„ medades." De todo hay Señoras, b lo puede ha-
ber. La enfermera se ha de hacer cargo de que ra-
ro , b ningún enfermo está de buen humor , y en-
cabezarse en tener mucho , que sufrir. La - doliente
ha de persuadirse á esto mismo , y que demás de lo
que hay, que tolerar en el mal mismo , es mucho lo
que exercita á las enfermeras con su genio , de suer-
te , que si no se verifican en una, y otra mucho agra-
decimiento , y muchísima paciencia, la enfermera
desmayará desconsolada , y la enferma estará mal
asistida.
44 La Regla , en fin (porque no quiero moles-
taros) ordena, que se lea mientras dura la comida , al-
gún libro espiritual, para que al mismo tiempo , que
se alimenta el cuerpo, se dé también refección pro-
pria al espíritu.
45 Demos, pues , por supuesto , que la Maes-
tra de Novicias dirá todo esto á la nuestra , y finja-
mos un caso, que Dios por su infinita misericordia
no permita, que suceda, esto es, que vea la N o -
vi-
238 ' A v i s o XIII.
vicia con estrañeza , y dolor aiyo, que hay quien
por estar en la Red , no asiste al Coro , que no se
guarda silencio , que las enfermas en lugar de agra-
decer la caridad, con que se las asiste, las desca-
labran con colera impaciente , que en el Coro no
hay uriiformidad , ni regla cierta, porque ya se de-
tiene , yí se precipita , y en fin , que el Refectorio
no se trata como exercicio de Casa de Religión , si-
no como Casa de conversación Secular, y muy
Secular,
46 ¿Si viese esto, qué dirá esta pobre criatura?
¿Qué es esto que me sucede, mejor estaba en casa
de mis Padres ? ¿Qué rumbo seguiré de estos dos tan
encontrados ? La Regla, y mi Maestra me enseñan
una cosa , y veo en las Religiosas la contraria. Pero
consolémosnos , amadas en el Señor, sabiendo, que
esto no es suponer , sino fingir lo que (si Dios no
nos tiene de su mano) puede suceder. No hay esto
en esta Casa Religiosa, dichosísima Novicia. Aqui
comulgan con devotísima frequencia , y para que
sea con fruto, siempre obedecen á la Seráfica San-
ta Madre , procurando la devoción , y perfección,
que ks ordena, y hacen, con.ellas todas las cosas.
47 En este Paraíso estás , dá muchas gracias á
Dios. Di á tu Dulcísimo Esposo con todo tu cora-
zón , lo que al suyo (que es el mismo) decía tierna-
mente la Esposa de los Cantares: Tenui eum nea
dimtiam. Os tengo Señor , y nunca os dexaré,
siempre seréis único objeto de mi amor. Dile como
David ; H$c requies mea. Vos sois , y seréis único
descanso mió. No quiero á otro en este mundo , has-
ta que en vuestra adorable compañía se eternicen mis
descansos en ia Gloria. Y
D E SANTA TERESA. 239
48 Y porque poniendo fin á esta mi fina , y
amorosa exhortación , sepas lo que puede á caso su-
cederte y para ello prevenirte , escucha á aquel
mismo Venerable, que en el Tratado 5. del Espiritu
Santo, te dice de esta suerte. " No os arrepintáis,
„ nó os desmayéis por cosa, que os acontezca,'por-
„ que hagoos saber, que mientras vuestra obra es
„ mayor, tanto mayores tentaciones os traherá el
„ Demonio.. El Monasterio os parecerá infierno, el
„ Coro plaza, y la Celda cárcel, y las Misas tor-
„ memos, y que coméis poco , y que os tratan mal,
„ Diréis entre vos, esto tenia en el mundo , mucho
„ dexé , bien me podia salvar teniendo , y gozan-
„ do de todo aquello. Infinitas tentaciones os ven-
„ drán para dar con vos en el suelo-, estad aperce^
„ bida. Dios os dé á entender quan poco es lo que
dexais , y quan mucho lo que os darán. No os
„ engañe el mundo doncella , que debajo de aque^-
„ líos placeres, que de congojas , y desabrimiento?,
„ y dolores , y cuidados , que quien considera di-
„ ra , que es bienaventurado quien de ellos está
„ libre."
49 Hasta aqui aquel V. y cree, amada mia,
que te dice la verdad. El mundo que dexaste , todo
es un chaos de confusión , el Claustro , á que te aco-
ges , todo serenidad, todo dulcísima quietud. ¿No
seria muchísima compasión , que por tu descuido
malograses un estado tan tranquilo ? ¿Quieres , que
con mucho mejor pincel te le pinte Santa Teresa de
Jesús ? Pues ella te dirá en su Insigne Obra del Ca-
mino de Perfección. "Lo primero , que esta Casa
w es ua Cielo si le puede haber en la tierra, para
„ quien
240 A v i s o XÍII
„ quien se contenta solo de contentar á Dios. Lo
„ segundo, que entrando Diosen su alma echará
. „ fuera todas las cosas del mundo. Lo tercero , que
„ mire á la Religión á donde Dios la ha llamado,
„ como á.puerto seguro, de-cuya atalaya como des-
••„ de lo alto mire las cosas de la tierra , sin que la
,, ocasionen pena , ni alegría."
50 Oye también al Venerable , y eloquente Se-
ñor Palafox , que comentando á la Santa dice asi.
"Haz cuenta, b alma mia , que no hay mas en esta
M vida, que tu , y Dios} Dios para ser deseado,
„ y amado, y tu para amar , desear, servir, y
„ agradar á Dios. Todo lo que no es Dios, alma,
„ no lo mires , no lo desees, porque todo lo que
„ no es Dios, mas merece olvido, que el deseo.
¿Para qué hay , que desear lo que buscándolo nos
„ fatiga , poseído nos embaraza , gozado nos enga-
„ ña , y amado con propriedad nos condena , 6
„ nos enlaza l Todo esto hacen los deleytes de esta
„ vida. Haz, pues, cuenta , que en esta vida no hay
„ sino Dios, y tu ; Dios para ser adorado , y tu pa-
„ ra que le adores, y asi ocupa en él tus deseos, tu
„ amor, toda tu ansia., y solicitud. Busca á un Dios,
„ que te consuela al buscarlo, te recrea al pose-'
„ herlo , que te deleyta al gozarlo , que te premia
al hallarlo , y te corona al servirlo." Esto es lo que
te promete el estado , que elegiste. Dios bendiga una
elección tan acertada, y te le haga escalón para, la
Gloría.
*** *»* V
#*# #**

AVI-
«4*
^r<^>^J»<^«^>^>^> ^»^>i^)i<|>c<5>C<^><t> ^M^H^«^i<^)M^i

AVISO XIV
N0 ESTAR FUERA DE LA CELDA, NI
salir sin causa , y a la salida pedir favor d Dios
para no ofenderle.
1 TTJ Ella noticia para mi, y para quantas te es-
timen como yo , ese , que me avisas tan
constante desvio de la Red, que á penas haces memoria
de quando estubiste en ella. Bella noticia. Te doy por
ella muchas gracias, y te las repetiré con mayor gus-
to , si de aqui á un año me dixeses esto mismo. Np
solo á mis Monjas , sino también á las agenas he ha-
blado mas de una vez en el ásurhpto, sin atajarme
«1 temor de ser molesto. *
2 No se me ha presentado ocasión alguna^, qué
haya dexado pasar sin aprovecharla , porque me pa-
rece de la mayor importancia para toda Religiosa. ¥
pues tu me la das aora ,' razón será decirquatro pa-
labras , y estoy seguro de que aunque sean muchas
mas, no te daré en ello mucho , que sentir. Sirva
de guia la Seráfica Maestra, que en uno de sus Avi-
sos dice asi.

N0 ESTAR FUERA DÉLA CELDA, NI


salir sin causa , y d la salida pedir favor d Dios
para no ofenderle.
s. t
O pueden entenderse estas palabras en
toda su universalidad, porque ródá Re-
Hh li-
•242 A v i s o XIV.
ligiosa tiene Coro, y oración , y para esto , y para
aquello há de salir. Hay horas de recreo , y Refec-
torio , y otros adiós de Comunidad , á que concur-
ren todas, y estos no se pueden hacer desde la Cel-
da. Ni el salir para ellos es cosa tan peligrosa , que
se necesite de encomendarse á Dios con tantas veras
para no ofender á su Magestad en la salida. No ha-
bla de estas la Santa , porque se hacen con precisión,
solo reprueba el salir sin necesidad , que es lo mis-
mo, que prohibir salidas á la Red. Y si en ellas en-
carga la Santa Madre , que antes se pida á Dios su.
favor , para no ofenderle ; ¿quántos serán , amada
mia , los peligros en la Reja, en la Red, y en el
tiOCUtorio ? Nunca me cansaré de predicarlo.
4 Si juzgamos del interior del mundo, por lo
que se vé por fuera, creeremos, que, ni el mundo,
rula que le há dexado, saben como , y para que se
dexa el mundo. Una muger nace, y se cria defec-
tuosa con mucha deformidad en sufigura.¿Qué hare-
mos de ella ? Meterla en un Convento, porque nin-
guno la querrá en el siglo. Otra es muy bella , muy
rica , y muy Señora , y sacrifica á Dios en la aus-
teridad . de un Claustro las perfecciones de su alma,
y de su rostro. ¡Qué lastima (dicen) siendo tan bien
parecida! ¡Qué compasión, siendo tan hacendada!
-¡Qué ruin pensamiento siendo tan Señora! ¡Quántas
mayores conveniencias hallaría en este mundo! ¡Po-
brecita! ¡Presa por toda la vida en una Cárcel tan
estrecha!
5 ¿Qué es esto , amadas mias ? Es muchas co-
sas. Es no imitar á Abel, que sacrificaba á Dios los
frutos mas excelentes, sino á Caín,, que le ofrecía
los
D E SANTA TERESA. 243,
los mas ruines. Es ignorar , que después de esta vi-
da hay otra , 6 querer mas á esta momentánea , que
á la eterna. Últimamente es no saber , que aun sin
salir de este mundo tendrá mas tranquilidad, y mas.
sosiego en las mayores austeridades de la Religión,
que en todos los mentidos alhagos, que el mundo
dá de si.
6 No es menester para hacer creíble esta verdad
una prolija inducción de las amarguras, queda el si-
glo aun al que se nos figura mas afortunado , ni po-
nerlas en paralelo con las dulzuras , que dá la R e -
ligión en sus retiros. Esto seria muy largo, y á caso
se juzgaría exageración distante de la verdad.
7 Sin embargo no quiero omitir , que decía
nuestra Seráfica Maestra, Tomo 2. Carta ro. "Es an-
„ si, que siempre aborrecí el desear ser Señora Y
que dice sobre estas palabras su docto Anotador.
Nota 4. No dice, que aborreció el ser Señora,
pues lo era por su naturaleza , sino el desear ser
Señora, el vivir Como Señora. "Hay Personas, que
„ desean ser Señoras, porque juzgan que las Seño-
„, ras todo lo tienen á su arbitrio , á su placer, á su
„ gusto , y es todo lo contrario. Debajo de las sedas
„ trahen el alma mas lastimada de espinas, tienen
„ tantos fiscales como servidores, mas cuidados que
„ criados, mas cuentas que rentas::::" La quietud,
y gusto de una pobre Religiosa ninguna Señora lo-
gra en su casa. A esto alude la Santa , quando dice,
que aborrece ser Señora. Si se comparan los trabajos
de la Religión con los del siglo, se vé claro quan sua-
ve es el yugo de Christo.
8 Esto mismo depondrán otros testigos muy fi-
HI12 de-
244 A r i s o XIV.
dedignos, por experimentados. Señoras he conocido
en mucha elevación llenas de conveniencias tempo-
rales , aplaudidas de las gentes , y con quantos ob-
sequios las pudiera tributar el rendimiento, y decir
después estas mismas presas voluntariamente en Claus-
tro Religioso , que lo que se juzgo libertad, tenia
tirantas de prisión , y que aquella, que el mundo ne-
cio desdeñaba como prisión , era la mas deliciosa li-
bertad.
9 Trátese, pues, con desdén ala defectuosa,
y arrogese como trasto inútil de la casa. Castigúese
como delito su deformidad , y como delínqueme,
póngase en prisión. Pero sépase también, que esta"
sentencia , que oy se le fulmina ¿ corrió pena , será
consuelo suyo desde el dia de mañana.
10 Yo supongo , que en todos los Conventos"
se hará lo que en el tuyo. "En las Constituciones de
„ este (pag. 188. num. n . ) se manda, que antes de
„ recibir una Novicia.se averigüe quál es su salud,;
„ si es tuerta, jibosa , coja, ó de otra manera coa-'
„ trahecha." Én esto hacen muy bien , y obran con-*
forme a razón , porque no es justo cargar con un
emplasto de por vida , que de nada ha de servir sino '
de mucho gravamen á la Comunidad. Pero tam-
bién se previene én la Bula dé Erección de vuestra
Enseñanza. "Las defe&uosas, a naüvltattí, b por'
„ acaso en alguna parte notable de su cuerpo , si se
„ recivieren ha de ser supliendo la hermosura de su
,-, espíritu , las faltas de ella en el cuerpo. 'Es lo mis-'
4

rrio que dixo San Francisco de Sales (Epist. 2. lib.'


6.} cuyo espíritu bebió vuestra Venerable Fundado-
ra Lestonac. "También me conformo con que re'ci-
„ bdis
D B SANTA TERESA. s
45
,., bais las cojas, las jibadas, las tuertas, y también
„ las ciegas, con tal que quieran ser derechas de in- •
„ intención."
i i Oygo con singular gusto, , y aprobando mu- ;
:

cho el vuestro , que hacéis la investigación mas es-


crupulosa de los talentos, y capacidad de las que ha-
béis de admitir. Esto mismo hacia Santa Teresa de
Jesús, y esto es bastante para párecerme bien. "Mi
„ Padre (dice en la Carta 28. del Tomo i . ) Mi Pa-
„ dré , quahdo quisiere que le sirvamos en estas Ga-
josas denos buenos talentos, y verá como no nos
„ desconcertaremos por el dote. Quando esto no hay,
,,'no puedo hacer serv"ici6 cri riada¿"
; ;
-
~~Hi Erí estas Htimás 'yqces dá áentender la San-
;

ta tener' céirada/'ld'-púertá'a todá;rbnta- -Querría bien


1 ;

á sus hijas j' y re"servária para otras cosas, su paciencia.


:

Una tuerta advertida se puede sufrir y y aun servir


de diversión; Una necia, aunque tenga mas ojos,-
que Argos, apurará al mismo Job el sufrimiento.'
La jibosa •, la coja ,-la derrengada ,' y la que todo
lo tenga, derrengada , jibósa ,'y Coja, por disforme
podrá ser enfado de los ojos , pero si fuese Señora
de talento , será agrado del entendimiento , y del
oido. A aquellos defectos se acostumbra á poco tiem-
po la vista y se miran sin violencia , pero nadie po-
drá acostumbrarse al trato de una'tonta. La jiba , b
corcoba de hoy se representa sin novedad , porque
es la misma de ayer. Las tonterías solo se parecen en
lo tonto, pero son tantas como fuesen los asumptos.
Ló dicho dicho. La Santa tubo muchísima razón, y
vosotras la tenéis en preferir ló advertido , aunque
;

le acompañen lo tuerto , ló cojo , y lo corcobado.


Si
246 A v i s o XIV,
1 3 Si esta , pues, que se arroja de Casa por-
que es fea, tuerta , coja ,. b corcobada , tubie&e la
alma adornada de hermosura, tomará desde luego el
gusto á la-Vida- Religiosa, y muy lejos de mirar con
embidia las falaces complacencias de la que se quedo
en el siglo , por hermosa , la tendrá viéndola en el
mundo mucha compasión , y dará gracias á Dios de
haberla sacado de él.
14 Si esto sucede al mundo en el errado con-
cepto , que hace de las que él desecha, en gran par-
te sucede lo mismo á muchas de las que dexan el
mundo. Todo se remediaría , si se creyese, que
quien dice clausura Religiosa, dice vida; solitaria, y
que esta soledad no se consigue admitiendo compa-
ñías, y conversaciones. Toda Monja, debe ser co-r
mo aquella alma dichosa , que condujo'Dios á la so-
ledad para hablarla al corazón. De todas aquellas que
frequentasen la Red , debemos creer sin mucha te-
meridad , que, ni están en la soledad , en que Dios
las< quiere, ni las hablará Dios al corazón, porque
no están en verdadera soledad.
1 5 Yo contemplo á todas estas , como al que
dexa su Pueblo para divertirse en una Casa de Cam-
po , y van á cortejarle sus amigos. ¿Como creere-
mos que estas dexaron el mundo , y las amistades, y
diversiones, que tenían en él , si admiten, con gus- ,
to á quantas las van á buscar? La que de esta suerte
se hiciese Religiosa , no hizo mas que mudar de Ca-
sa. Tan en el mundo está en la Clausura, como fue-
ra de ella. Es verdad, que tiene Coro, y oración,
que no tenia, ¿mas quién sabe, si quando está en el,
Coro, está en el Coro, o en conversación mental,.
D E SANTA TERESA. '247
con el que ayer vino , y oy vendrá á la Red ? Buel-
vo á decir, que la que há dexado el mundo de este
modo, no sabe como, b para que há dexado el
mundo.
16 No puede decirse por regla general hasta
que términos debe llegar en una Religiosa lo solita-
rio. Son varios los Institutos , todos buenos , todos
santos , y no puede dudarse , que toda Religiosa
asegurará su salvación, si observase su Regla con
puntualidad. En la mucha variedad de sus Institutos
es consiguiente, que también los preceptos so-
bre el retiro sean varios, y que unos manden mas,
y otros menos, porque es visto, que la Religión
que se destina para la enseñanza há de tratar con
mas gentes , que la que tiene por su objeto princi-
'pal el entregarse enteramente'á <ía cbriternplacion.
Pero aun en aquella debb «épá'rárse lo preciso de
lo voluntario, porque aquello, y no esto es me-
ritorio. •
• 1 7 Hable horas enteras con gentes de fuera del
Convento, si fuese disposición de su Instituto; To-
do merecerá el Divino agrado, y le facilitará el ca-'
mino de los Cielos. Pero sino satisfecha de lo que
hablo por obligación , solicita conversaciones por
curiosidad , yá no es solitaria , como Dios quería,
ni como ella insinuó, que deseaba. Yá se puede re-
celar, que no dá gusto á su Esposo para hablarla.al
corazón , y hablando en términos proprios, parecerá,
b será Religiosa en solo el habito.
- 1 8 No es odosa ésta doctrina, aunque parezca
general, porque derechamente vá á parar á ti. Tu
Instituto te manda no estar sola, 'sino muy acompa-
M A v i s o XIV¿
nada. Tu destino es enseñar , y te busca para ello
varia multitud. Pues habla , platica , y enseña á quan-
tas re buscasen á este fia , pero no pienses en mas.
En lo primero agradarás al Señor, cumplirás tu Re-
gla, y te labrarás la < gloría. En lo segundo te ex-
pondrás a. mucha distracción , total desamparo, y
dolorosa inquietud.
19 Si toda Religiosa se enamorase de su Regla, en
ella sola tendría una satisfacción tan gustosa , que na-
da desearía contra, b fuera de ella. Creo , que eres
de aquel numero, y en ello tienes mucho andado,
para que no te tiente el Locutorio.

$. II.

. so : T 7 Sta es la primera vez, que hablo de tu


, j L j / Instituto, porque hasta que te traté
á penas le conocía, y solo tenia una muy confusa
idea. Sabia , que el principal objeto de tu Regla era
educar bien las Niñas,. Esto basto para mi aprecio, y
no solo: debe s¡er bastante para el tuyo sino tarm-
y

bien; una inocente .diversión.;, dentro; de la clausura,


que te haga,nq echar menos las de fuera.
21 Aun exerejeip: semejante se dedico una . Ser
ñora,;, y. cqmunicandplo con San Francisco, de Sa 7

les, la respondió (en la. ;Ep.. 45.. del lib.'7,.)-de ,esta


suerte. "Yo apruebo,mucho ,, que seáis? Maestra de
r

„ Escuela , pips.sedará poriSerVidó dé esto^ por-r


„ que ama á los niños, pequeñitos:::: Los Angeles de
,j los niños amgncpn, particular amor, ájosqueen el
,, temor de,Dios promueven j,..y en-sus tiernas almas
„ influyen la,santa devoción ,. como, al contrario,
„ núes-
D E SANTA TERESA. 249
„ nuestro St ñor amenaza á los que los escandalizan
„ con la venganza , que tomarán sus Angeles."
22 Puedes añadir á esta noticia , que de Jesu-
Christo nos dicen algunos Santos Padres , que gus-
taba mucho de niños , que los tomaba frequente-
mente en sus brazos , y que en ellos tenia á San Mar-
cial de edad muy tierna , quando predico , quien no
fuese como este niño no tendrá entrada en el Cielo.
¡Bellísima ocupación , y que tiene á su favor tan ad-
mirable exemplar! ¡Bello exercicio , y delicioso em-
pleo de tus potencias 1 Ya no extraño, que con tan
agradable diversión no te acuerdes de la Red.
23 ¿Quánta seria la complacencia , quánto el
gusto , que tendria nuestro San Xavier en el trato
continuo con los niños ? Desde Cochin. escribió en
1 2 . de Enero de 1 5 4 4 . "Ibame por el Lugar coa
una campanilla en la mano juntando todos los ni?-
9 , ños, y hombres que podia , y después ele juntos
les enseñaba la Doctrina cada dia dos veces, y en
;

„ espacio de un mes aprehendieron los niños perfecta-


„ mente las Oraciones. En vista de lo quai mandé,
„ que enseñasen á sus Padres , y á sus Madres , y á
todos los de su casa , y vecinos."
24 Yo me prometo (como otra vez te diré) que
lias de lograr esto mismo de la piedad de Dios; ¿Pues
quánta será tu alegría quando veas que las que se te
entregaron rusticas salen también enseñadas en los
mysterios, y verdades de nuestra Religión, que pue-
dan instruir á las demás?
2 5 Algo darán que sentir las muchas imperti-
nencias de la primera edad , pero puesto esto en ba-
lanza con los agrados, que ministran sin cesar su ino-
Ii cen-
250 A v i s o XIV.
cencía, su candor, y aquellos naturales impulsos de
los primeros años puede llevarse lo uno sin noticia del
sufrimiento por el gusto , que resulte de lo otro.
26 Desde aqui adivino lo que te pasará con tus
niñas , y cotejado con lo que sucede en los Locuto-
rios , no extraño , que lo primero te guste, y lo se-
gundo te apeste. A la niña , que hable mucho la
mandarás callar. Si se resiste à la voz se lo dirà la ca-
ña , y quedarás puntualmente obedecida. En la Re-
ja habrás de tolerar quanto quisieren decir, y algu-
no , 6 alguna habrá con fiuxo tan corriente de con-
versación , que lo pague la tolerancia , lo sienta lá
cabeza, y no baste à restañarle no digo la caña , mas
!
ñi là lanza de un coche.
27 Si otra niña dice algo que te desagrade, basta-
rá para corregirla el ceño, con que la oyes. En la Red
habrás de hacer costilla à todo , habrá de malo , y
de bueno , y será fuerza tragarlo. Yo supongo, que
ninguno sé atreberà à proferir ni una palabra , que
pueda ser turbación de la conciencia. Nadie será tan
posado, le contendrá su respeto, le servirà de freno
lo. venerable del sitio , y quando todo no alcance , le
atajará el saber que hay quien le escuche. Vuestras
Constituciones (pag.'176. n. 2.) dicen de esta suerte.
„ Jamás se quedarán solas con los extraños." Dé
donde se infiere , que siempre se habla con testigos',
aun quando parece estàr uno con una, mano a mano:
28 No es esta la unica precaución eñ el asump-
to. En la pag. 170. n. 6. "Se previene , que la que
• sirve de escucha debe avisar à la Superiora, aunque
ty

* „ no sea preguntada , si se ha faltado en algo mani-


,j tiestamente , &c. " Todo esto contendrá al mas
' ' ;
- . atre-
D E , SAÍÍTA TERESA. 251
atrevido , y si fuese tan desmesurada su. insolencia,?
que se atreva, se le pone una mordaza, monstrando en
lo desabrido del semblante el christiano desagrado,
con que se le oye. En fin , quando esto no baste
aquello tardará la Monja en mirar por si , por Dios,
y por su decoro, que tarde en echarle en hora
mala con desprecio. ¿Y todas estas precauciones, ama-
da mia , que querrán decir ? Que son muy imminen-
tes los peligros de la Red. \
20, Supongo otra vez , que no llegará aquel ca-
so , pero aunque no haya combersacion peligrosa , en
la concurrencia puede haberla, y sé que la hay , en
que se exercita la paciencia, y lo paga la salud. Y
tanto puede ser este exercicio, que toque en escru-
puloso, porque nos manda el derecho natural mirar
por la salud , que Dios nosdib. Esta concurrencia 3
la Red, b es de una sola Religiosa determinada , 6
de la Comunidad , b muchas juntas, y no sexual es
peor para las cabezas. Si es una sola, ella ha de hablat-
selo todo , y responder á las curiosidades de los con-
currentes ; y es necesario, que buelva á su- celda sin
saliva , con la boca seca , y con la cabeza atolondrada.
30 Si asisten todas, Dios nos libre por su piedad]
de esta varahunda. Empieza una á referir este , b
aquel suceso. Unas le apoyan , otras le enmiendan,
otras le disputan ; á cada uno de estos partidos se
.agregan otras, y otras, sin que se puedan entender,
estas ni aquellas ; de modo, que los de la visita se
quedan en ayunas, porque son como ato de Obejas,
que valan todas á un tiempo , todas con voz des-
templada j y cada una por su tono. Si esperan el dic-
tamen del Visitante , no le puede dar , porqué no
Ir 2 las
252 A v i s o XIV.
las percibió. Si le da, no le pueden entender , y con
su muchísima gresca ni aun oir. Coteja esta Babilo-
nia con la visión de paz , que tienes con tus niñas, y
te confirmarás en el deseo de esta quietud , y abor-
recerás el bullicio de la'Red,

§. III.

31 T 7 Sto solo ha sido considerar las palabras


j > por el estallido. Hagamos aora juicio
critico de su concepto. ¿Para qué pedirán , que ba-
xes al Locutorio ? Para muchas cosas , pero ninguna
del caso , y mirarás por ti misma, si ninguna te hace
fuerza. ¿Gustan de tu conversación, y quieren di-
vertirse con ella ? Trátate con aprecio, y acuérdate
de que no naciste para divertir á nadie : ¿Te llaman)
para dar , 6 para recivir ? Ni uno, ni otro viene
bien. Tu Comunidad te acude con todo lo preciso^
ni tienes que dar, porque nada te sobra, ni que re-
cibir , porque no te.falta , y quando lo huvieras me-
nester , tienes cosa muy propria , que te mira con
afecto , y te socorrerá con mucho gusto.
\ 32 ¿Dexaste Amigos de valimiento , y poder en
él Pueblo á donde fuiste á fundar ? ¿Trataste en tu
regreso á Persona de carácter , y que también pue-
de algo, y te buscan para este , y aquel por empeño,
con alguna seguridad de que tu ruego ha de ser bien
recividb ? Una de dos. O dices que no , b que si. Si
te niegas lo sentirá tu corazón , que es compasivo. Si
te empeñas te llenas de cuidados.
33 Si no cierras la puerta desde aora á estas soli-
citudes , tendrás mucho que sentir , y el escarmien-
to
D B SANTA TERESA. 253
to te la hará cerrar. Los dos sujetos para cuyo favor
te buscarán tienen mucho que dar , y serán infinitos á
pedir. El que logra, quedará , b no agradecido. Em
esto suele haver su mas, b su menos , porque siem-
pre la gratitud estubo en el mundo de vandomenor..
Todos los que tuvieron la pretensión misma , blasfe-
marán de la Monja , y dirán con mas que amago de
disculpa , que estaría mas bien empleada en el Coro,
que derramada en el mundo, y distraída en empe-
ños..
34 A ruegos de Juan pediste oy una cosa , y I
instancias de Pedro mañana otra; Se logra esta , y no
aquella , b porque no pudo séf, p porque ya tu Ami*
go se canso. P e tu parte tanto .trabajaste;por Pedro,
como por Juan, mas p.orqué logfb' este'> y-no ¡aquél,
rf

se creerá, que esto consiste en • que'pediste Ib primer»


ro con mucho fervor, y' lo segundo con muchísima
frialdad. <Y estando expuesta a estos riesgos , tendrás,
gana de escribir Cartas por ninguno? r
3 5 Hé dicho que la negativa puede provenir de
que llego a cansarse el protector. El mucho pedir
suele ser molesto aun al hombre mas garboso : A na-
die puesto en altura hace honor que se diga quien es
empeño para él. Si .se dice que lo es una Señora , que
'SQ consagro á Dios en la clausura, se murmurará con
razón, que su favor la aliente á mas ,y masinterposi-
ciones, y que la pluma en-la mano á todas horas la
quite mucho tiempo , que emplearía en mas dignos
exercicios.
36 Ni la mas santa se libraría de éstos desdenes.
La mas famosa está expuesta'á que si una, h otra vez
se recibe sus recomendaciones con aprecio, en siendo
mu-
254 . - ' A v i s o XIV".
muchas no sé les haga caso. Algo de esto debió de
suceder á la Serafica Maestra aun siendo una Señora
tan querida. Asi lo insinua en la Carta 5. del Tom.
s. en que dice à un Amigo suyo de este modo. "Yà
„ sabe V. R. el poco caso, que hizo el Arzobispo de
mi Carta, quando V. R. me mandò le escribiese
j, quando iba à Roma, y soy muy enemiga de can-
„ sar sino ha de aprovechar."
- 37 No està menos expresiva en la Carta 25. del
Tomo mismo, en que à una que sin duda estada mo-
lestísima solicitando su recomendación la despide con
brio christiano , y dice asi. "Una cosa le pido por
caridad , que no me quiera para provecho del mun-
i d o , sino para que la encomiende à Dios, porque
,, en otra cosa aunque mas diga el Señor Loinez yo
no he de hacer nada."
38 Este peligro debiera bastar para que jubílase
la pluma, aun la que la tubiese mas ligera. <Què Seño-
ra bien criada ha de exponerse à que prácticamente se
la; diga :• Esta muger es pesada , fia mucho de sí, me
muele con empeños , no se responda à su Carta, ni
se la haga caso ? Todo puede suceder. Que remedio?
No escribir.
< • 39, No quiero decir >• que se tire el tintero por
la ventana , y que jamás se escriba Carta alguna : Una,
ù-otra-/quando lo, pida á gritos la necesidad , y reti-
rarse después, será siempr e la mas poderosa mediación.
Esta misma Serafica Maestra,, que era en ellas tan
escasa , escribió eficazmen te al Confesor del Cardenal
Quiroga, y dice'sobre esto su docto Comentador
(Tom. 2. Carta 59. n. 2 .) "Fue politica atención y
?

religiosa para negociar mejor , porque con los po-


de-
D E SANTA TE'RESA.-
„derosos, y grandes Señores este es el mejor modo
„ de negociar, pues quando menos los cansamos
„ agenciamos mas su gracia con el retiro , b el negar-
„ se con modestia al favor es un santo , y discreto
„ modo de negociar,"
40 ¿Y qué fatiga será para una Religiosa , que
debe ocuparse en otras obras mas dignas , esta enfa-
dosa faena ? Yo creo, que la Seráfica Doctora no
escribiría mas Cartas, que las necesarias , y aun así
¿quanto se quexa , y con qué amargura ? Óyela no
solo una , sino muchas veces , y escarmienta con sus
clamores. "Son tantos los tormentos de estas Cartas
„ (dice en la 1 2 . del Tom. 1.) y quando alguna es
„ solo para mi contento, siempre me falta tiempo."
41 De modo'mortificábala la Sarita-Madre este
exe'rcicio , que aun entre penalidades la parecía estáe
bien, siempre que la faltaba la de escribir. Por esto.de-
cía (Tom. 2. Cart'. 3 1 . ) "Creo no haver lugar de es-
„ tár aqui todo Enero , aunque para mi no es maf
„ puesto este , que no me hallan tantas Cartas, y
„ ocupaciones."
42 Parecerá oponerse á esto la Santa misma, por-
que escribe (Tom. 2. Cart. 58.) á un Canónigo de
Palencia "Para descansar de otras ocupaciones canso-
„ sas seria bien Vm. no dexase de. escribirme alguna
„ vez." Pero nota (amada mia) que dice alguna vez,
y tío le encarga la repetición. Advierte también, que
no hace el encargo para recreo suyo , sino para que
descanse aquel Canónigo ; y aora oye á su docto
-Anotad or , que confirmando lo que te digo escribe
asi. "Si el mayor'trabajo de la Santa era el responder,
tiy despachar tantas Cartas inexcusables , ¿por qué
256 A v i s o XIV.
„ pretende , que la buelvan á escribir , y no la de-
„ xen de tratar ? ¿Será acaso , porque tenia hidrópica
„ sed de trabajos la que no quería vivir sino para tra-
„ baxar , y padecer ?, Bien puede ser."
43 Oye otra vez á la Santa en el asumpto , y
sirvate (repito) para la instrucción , y el escarmiento.
„ Ya veo , dice (en la 35. del Tom. 2.) habrá poco
„ lugar para leer Cartas , plegué á Dios sea breve en
„ esta. Si estas Cartas me dexáran (dice en la 49.)
j, que no fuesen tantas , tan bien estaría , que no era
„ posible durar , que asi suele ser quando estoy bien.
„ En lo demás (repite en la 52.) con ocupaciones,y
trabajos, que no sé como se pueden llevar, el ma-
„ yor es el de las Cartas. Riéndome estoy (dice en
la 86<) de, verme cargada de Cartas, y que de es-
¿, pació me pongo á escribir cosas impertinentes."
44 Qüantas lo serán si una de Vosotras se pone á
escribir á estajo, á favor de este , y aquel con uno, y
otro empeño* Porque complació á uno, no acierta á
negarse á otro , y se pondrá á ello con disgusto. Tam-
bién de esta displicencia sabría algo nuestra Santa
Madre , pues en la Carta 41* del mismo Tomo dice
de esta suerte. " A la verdad yo no diré aora cosa
„ bien dicha porque tengo poco gusto para decirla."
45 ¿Y á qué riesgo no estará expuesta la salud
con tan fastidioso afán ? "El trabajo de este imbier-
1, no de Cartas (dice en la 37. del Tomo l.)ha ve-
nido á enflaquecer la cabeza de modo , que he es-
„ tado bien mala. Mejor estoy harto , y aun con to-
do eso casi nunca escribo de mi letra , que dicen
„ es menester para sanar del todo."
46 Ya no puede quedarte duda , amada en Je-
su-
D E SANTA TERESA. 257
su-Christo , de que el dexar de escribir te traerá-mu-
cho interés, pues no expones tu salud , y aseguras tu
opinión. Hemos de suponer (como yá he dicho) que
hállalas poco , b ningún agradecimiento. No es es-
to lo peor, que te puede suceder , mas peligroso se-
ria que te aclamasen como muger poderosa , porque
el común enemigo , que se vale de todo para nues-
tro daño, á caso se aprovecharía de esta celebridad
para llenarte de altivez , y de elación. Quedemos,
pues, en que no ha de haver mas cartas, que las
precisas, y cuidado con que las que se tienen por
precisas sean pocas.
47 Este exercicio , buelvo á decir, te llenaría
de cuidados. ¿Y qué cuidados ? Del mundo. ¿Será
ésto bueno en una Religiosa ? Óyelo al Venerable
Kempis. "Escusa dice (lib. 1 . cap. 1 o.) quanto pu-
dieres el ruido de los hombres, que de verdad mu-
„ cho estorva el tratar las cosas del siglo , aunque
„ se digan con buena intención , porque presto so-
„ mos ensuciados , y cautivos de la vanidad."
48 ¿Ocupada la memoria en negocio tan extra-
ño , lograrás sosiego , y paz ? Óyelo al mismo. "¿Co-
„ mo puede estar en paz mucho tiempo (dice en el
„ cap. siguiente) el que se entremete en cuidados age-
„ nos, y busca ocasiones exteriores, y tarde, b nun-
case recoge ? " Como estos negocios no tienen, ni
aun la mas distante analogía con los de la santa R e -
gla , que profesas, quanto ocupases en ellos tu aten-
ción , tanto será el desvio de tu empleo principal.
49 Todo lo contrario sucede, quando te exerci-
tes con tus niñas educandas. No es sola la enseñanza
de leef, y de escribir, y de las habilidades proprias
Kk de
S5 8
' A v i s o XIV.
de muger, las que practicas, observando tu Institu-
to. Muy bueno es todo , pero lo demás es mejor,
que esto. Las impones en los rudimentos de la Doc-
trina Christiana , y las instruyes en las verdades de
nuestra Religión. Acomodándote á los alcances de
su edad , les haces ver quien es Dios, quan digno
de ser amado, y las empeñas en adorar sus atri-
butos, &c.
50 Pues siendo cierto , que el exercicio de en-
señar es el que sirve mas para aprehender: ¿quién
duda , que muy lejos de que esta santa fatiga te en-
frie en el fervor proprio de Religiosa , te encende-
rá mas;en él, y te hará cumplir con mas exactitud to-
das las obligaciones de tu Religión ? Te agraviaría
sino creyese, que esto es lo que quieres, porque
para esto solo profesaste , y á este fin bolveré á en-
cargar lo mismo que dixiste , y será de mucho con-
suelo de mi corazón , que continúes con mucha en-
señanza , y poca Red. Dios te asista para ello con
•su gracia. Burgos , y Agosto 20. de 1 7 7 8 .

A V I S O XV..
LO QUE MEDITA POR LA MAÑANA,
trayga presente todo el dia , y en esto ponga mucha»
diligencia, porque hay grande provecho.

§• I.
1
A Uhque según el orden , con que se die-
í ; ^ I Estampa ios Avisos., de la Se
r o n a
r

rafica Maestra, está distante el que acabo de profe-


•j, " xix
D E SANTA TERESA. 259
rir, del que te explique poco ha, tienen en el asump-
to mucha inmediación. En aquel encarga á sus R e -
ligiosas mas, y mas retiro , fuga del Locutorio , y
desvio de la Red , para que se les haga menos di-
fícil la meditación. En este exhorta á lo mismo quan-
do pide que trayga presente todo el dia aquello, que
medito por la mañana. Y digo con la mayor seguri*
dad, que son un mismo encargo este, y aquel, por-
que si la Religiosa ocupase su atención en conversa-
ciones opuestas á su soledad , es poco menos que im-
posible, que continúe en aquel tropel el punto que à la
mañana medito. Retiro, pues , amada mia, y mas re-
tiro encarga la Santa Madre en un Aviso, y otro. Esto
mismo te persuadí, y esto te persuadiré. ^
3 Con este motivo añadiré algo para tu dbnsue-»
l o , que aunque á lo prompto parezca desvio del
asumpto principal, contribuirà para bolver à él con
nueva luz. "Debemos creer piadosamente , dice San
„ Francisco de Sales (en el Entretenimiento 1 3 . ) que
por inspiración de Dios han sido ordenadas las R e -
„ glas, estando recividas por la Santa Iglesia , y apro-
„ badas por su Santidad , que son evidentísimas se-
nales , por lo qual las debemos amar tanto mas
„ tiernamente , y abrazarlas estrechisimamente mu-
„ chas veces al dia en señal de agradecimiento à Dios,
„ que las hà dado." Esto es apoyar con autoridad de
este gran Santo , lo que yà dixe en el Aviso antece-
dente. Esto es, que son buenas , y santas todas las
Religiones, y que las debemos tratar con toda ve-
neración.
3 Dixe también , que todo Religioso en la suya,
sin embidiar'las perfecciones de la otra , puede me-
Kk 2 re-
s6o A v i s o XV.
recer , y lograr la vida eterna. Y esto mismo repe-
tiré con aquella respetable autoridad. "La grande
„ perfección (según el Santo) es perseverar en su sim-
„ pie observancia , y seguir la Comunidad sin exce-
„ der.de ella. La que se contubiere en estos limites,
„ yo le aseguro , que hará grande camino en poco
„ tiempo , y será de mucho fruto para sus hermanas
„ con su exemplo." Esta verdad quisiera y o , que se
Creyese con la mayor firmeza en toda Casa Religio-
sa ; Lo estimaría el estado , lo agradecería la Re-
publica , contribuyria á la común quietud , y se ade-
lantaría mucho en el servicio de Dios. Nuestro ene-
migo conoce las utilidades, que resultarían de su
creencia, y procura embarazarla por una via , y
por otra.
4 En algunos persuade por lo respectivo á su
Regla propria una nimia, pero necia estimación,
porque mira á las otras con desdén. El que está de-
dicado á la vida activa cree , que si la contemplati-
va no es ociosa , á lo menos solo es relativa á si,
pero sin utilidad de los demás. El contemplativo
mira poco menos , que con lastima al de la vida ac-
tiva , persuadido á que dado al publico en beneficio
del próximo , solo cuida de los dema's, y no tiene
tiempo para mirar por si le considera muy empa-
pado en, el mundo , y poco menos, que caído en
sus peligros. ,
5 Estos juicios atrahen muchos daños. El prin-
cipal es rasgarse la caridad , mirarse con desafecto
una , y otra Religión , y disiparse el mucho bien,
que resultaría al Cielo , y al Estado, si todos los
Religiosos continuasen christianamente unidos.
. No
D E SANTA TERESA'. SSí
6 No se ciñen estas resultas perniciosas á los
Claustros. No hay Religión , que no tenga sus afec-
tos , éstos se tiñen de aquel mismo color, y suele
haver comparaciones ofensivas con aprecio de unas
Religiones , y ludibrio de otras. Unos quieren á
Apolo , otros á Cefas , debiendo ser todos de solo
Jesu-Christo, venerándole en toda Regla , é Insti-
tuto. No quiera Dios, que ni tu, ni alguna de las
que siguen tu Regla , cayga en este desvario: Esti-
ma mucho la tuya , mas sin despreciar las otras.
7 Por otro distinto rumbo suele hacerles la guer-
ra el enemigo , y no es el combate menos peligroso*
porque se cubre con capa de virtud , y se introduce
abrigado en el fervor. Tal vez parece á esta , u aque-
lla Religiosa , que es poco todo lo que hace en el
Instituto , que profesa , y que en otro, á su parecer,
haría mucho mas; Esto le hace, que viva descon-
tenta , y cjúe tenga la vida mas amarga.
8 No solo en vuestro estado , sino en otros hay
estos mismos trabajos , pero oye al Maestro Avila lo
que son , y su remedio. "O quantos (exclama en el
„ Tratado 5. del Espíritu Santo) O quantos estati-
z o en sus Monasterios contentos, y muy buenos
„ Religiosos sirviendo á Dios , les há venido pen-
samiento, que si fuesen al Desierto estarían mas
„ recogidos, mas solos, se darían mas á Dios , y
„ aprovecharían en sus conciencias, mas que en el
„ Monasterio, y que -allí no hacen sino comer, é irse
„ al Coro , y que gastan el tiempo desaprovechada-
„ mente , y dales tanta guerra este pensamiento,
„ que parece santo , y es malo , que les hace salir
„ de sus Monasterios, é irseá las.soledades para me-
„ )or servir á Dios. "En-
збг A v i s o XV.
9 "Entra im casado en un Monasterio , y co­
„ rriové á los. Religiosos parecele todo tan bkn, que
„ se desagrada de su vida , y de su muger , y de
sus hijos» y de todo lo de acá , y abominay 11a­
„ ma Infierno al de acá, y al trabajar , y aun qui­
„ zá es para mantener su casa, y dice que no hay
„ otra vida para servir á Dios , sino aquella , y que
„ querría descasarse , y meterse allí, y deséalo , y
M procúralo , y es aquello falso, que no lo hace, si­
„ no de flojo por no írabajar."
i o " Yá os puso Dios en ese estado, en ese os
„ salvareis, tened cuidado de hacer en el todo lo
i, que debéis, que en el os dará el su gracia con que
„ vais al Cielo, que el Demonio no os dá contento
de esta vida santa ; y descontento de la vuestra pro­
„ pría , sino para que perdáis la paz, y contento,
que haviades de tener en vuestro estado, esperan­
„ do, y deseando lo que no puede ser , ni es po­
, sible alcanzarlo." Bastante doctrina es esta, ama­
v

da mía , para qué si el enemigo sé atreviese por es­


te lado á hacerte guerra le eches muy enhoramala.
. i i Supongamos, que.dispare sus baterías con­
tra la faena continua, que tenéis en las escuelas, y
enseñanza de unas , y otras educandas. A unas en­,
señarás á leer , á otras á escribir: A estas una, á
aquellas otra labor , en tal hora lección de Doctrina
:

Christiana , y en tal recreación, siempre á lá vista, y


en fin , todo el dia ocupada en el aprovechamiento,
ageno, sin dar paso al parecer, para el progreso,
proprio. Supongamos, digo otra vez, se te atreba
con esta tentación, necesitarás muy poco para reírte,
y tratarla con desprecio. ¿Porque, quién no sabe,
que
De SANTA TERESA. 2 63
que es pfoprio , y mucho interés todo el bien , que
se procura á los demás ? ¿A quién se oculta, que la
caridad es reyna de las virtudes , .y,qüe esta' ocupa-
ción es continuo exercicio de la caridad?
12 ¿Ocupas en este afán las mas horas del dia?
Dichosa tu , y felizmente afortunada. Asi lo sentía
nuestro gran Santo , pues escribia desde Manapar en
8. de Noviembre de 1544. á sus Compañeros. "Dad
„ al "mismo tiempo gracias á Dios., porque os ha."
„ puesto, donde , aunque i queráis .estar ocioso , no
„.podáis conseguirlo , lo que sin duda es un gran-
„ beneficio de Dios."
§. IL
1 3 ¡l^Ero todavía te. predicará esté;S.ermpnmismp:
' ... J¿ iaquelVenerable ^aLestroj Avilan sipyesest
loque en el Tratado 19. declamo-contra los que se,
desvian del camino real. "Cada dia acaece;, que poc
„ no querer ir por el camino, que Dios nos lleva,
„ por no contentarnos con loque nosdá, y por el
„ medio que nos lo da, buscamos nosotros otros ca-<
„ minos mas placenteros, y que mas provechosos nos
„ parecen , y no solo no mejoraremos nuestros nego-
.,, cios, mas aun los empeoraremos. Justicia es , que
„ si el ciego quiere ir delante del que sabe el camino
„ muy bien , y le quiere guiar, que tropiece , y se
„ descalabre ; y el hijo mozo , que pidió la parte de
„ su hacienda á su Padre , y quiso regirse por si,
„ perdiólo muy presto , y aun asi mismo con ella , y
? , de hijo muy honrado ,.y abastado en la casa de su
„ Padre , vino á ser guarda de puercos , y á no har-
„ tarse, aun de lo que ellos comían. No le dañará
„ ser mozo , ni su poca experiencia , si quisiera vivir
Rebajo del "regimiento de su Padre." AU
264 A v i s o XV
14 Algún trabajo de estos debió de ver en dos
Compañeros suyos nuestro Santo, pues escribiendo
desde Góa al Padre Cypriano, le dice con chris-
no desabrimiento. "Gonzalo Francisco , rae parece
„ ser como vos, mal sufrido , y poco paciente, y
¿, con achaque del servicio de Dios nuestro Señor
„ cubre vuestras impaciencias diciendo, que os mue-
„ ve á hacerlo, que hacéis el zelo de Dios, y de
„ las almas."
15 Todo lo dicho hasta aqui conspira (amada
mia).a que conozcas , que. debes dar á tu Regla una
estimación grande, pero justa , ni tan excesiva, que
ceda en desprecio de las otras, ni tan escasa, que
te alteres con su embidia 5 ese es el camino real, que
Dios te hizo elegir, no te desvies, ni un ápice
de él. . '
16 Sin embargo de lo dicho, y suponiendo,
que todo es mucha verdad , y que todo Instituto pi-
de nuestra estimación , siempre nos vamos casi sin
arbitrio á aquel , que al mismo tiempo , que nos
conduce á servir, y amar á Dios, fabrica nuestras
felicidades en lo temporal. No quiero hacer juicio
comparativo, ni Dios me lo permita , pero asegura-
ré, que la Regla, que profesas, es una de las que mas
contribuyen al servicio del Señor , y al mismo tiem-
po í la publica quietud, á conducir las almas á la
gloria, y á la tranquilidad de la República.
1 7 Por regla general la buena, b mala costum-
bre pende de Ta educación. No me atreveré á decir,
que ninguno se pervierta de todos los que tubieron
buena crianza -, pero si, que raro, b ninguno de
los que no se enderezaron bien en los principios po-
Dt/SANTA TERESA. 1
265
drá tener buenos progresos, "Es grandísima dificuí-
„ tad , escribe Ssn Juan Climaco (en ei cap. 26. §.
„ 4. de su Escala Espiritual) y casi imposibilidad de
.„ poder prender , y sojuzgar al enemigo, después
que nos sojuzgo con la tyrania , y fuerza grandi-
„ sima de la costumbre de muchos años." De esto
se infiere, que aquella Comunidad , que instruye-
se a la juventud , de suerte , que la haga buena en lo
christiáno , y al mismo tiempo en lo civil, y en lo
político , no solo embiará muchos Santos á la Glo-
ria , sino afirmará las tranquilidades de la tierra.
18 Esta segunda parte es consequencia precisa.
El buen christiáno no es criminal, ni sedicioso.
Quanto maquine contra la publica quietud , se opo-
ne á la Ley de Dios. Es,. imposible , que uno sea
moralmente bueno , y no sea buen Ciudadano. De
suerte, que quien contribuye á que con la buena
educación, que se diese á la juventud, sean des-
pués quando grandes buenos los Vecinos , no solo
cria gentes, que alaben después de muertos al Al-
tísimo en su Gloria, sino que formen una especie
de Paraíso en la República.
1 9 Por lo prompto , medirás, que tu Regla
no se entiende con los Varones, y solo se emplea
en la educación de las mugeres. Muy bien está, pe-
ro quien haga buenas las mugeres, seguramente ha-
rá buenos á los hombres. Muchísimo es lo que se lee
en las Escrituras, y en los Santos Padres de la mu-
ger mala , pero no es menos lo que se dice de la bue-
na. Aquella pervierte al Varón , y le lleva al preci-
picio. Esta es su reparación , y su -remedio. De la
buena escribe Salomón , que es corona de su Éspo-
Ll so,
266 Á VIS O XV.
so , y encarga á este , que no se aparte de ella, por-
que en ella consiste su fortuna.
20 Bienaventurado (dice) es aquel que habita
con una muger sensata. Bienaventurado el Esposo
de una muger buena , poique multiplicará el nume-
ro de sus dias. Quien encontró una de estas , hallo
un gran bien , y beberá los agrados del Señor. En
fin (por no molestarte con noticias, que á caso ha-
brás oído) si la mala muger puede ser ruina común,
la buena puede ser remedio universal, y de este
principio debemos inferir, que quien hiciese buenas
á las mugeres , continua este beneficio con los hom-
bres , y que quanto está de su parte influye, en que
Dios nuestro Señor esté bien servido , y todo Pue-
blo en harmonía , en paz, y buen govierno.
21 ¿Siendo este , pues, tu Instituto, con quánta
razón suspiraré después., que le hé conocido, para
que en cada. Capital de nuestra Monarquía se funde
una Casa de las vuestras ? En todo tiempo tendría
mucha razón para "este anhelo , porque siempre han
sido en esto enormes los descuidos, mas lo que su-
cede aora no se puede referir sin muchas lagrimas.
22 ¿Qué sabe la gente pobre, y vulgar de los
Mysterios de nuestra Religión ? ¿Qué saben estas
infelices de aquellas habilidades proprias de Muger,
que las proporcionen para entrar á servir? En mu-
chísimas partes no hay Maestras $ y donde las hay
piden algún estipendio, y la pobre no puede darlo.'
Tu piadoso Instituto remedia este trabajo, porque
en el art. 9. de sus Constituciones dice de este mo-
do. "Adviertan las Religiosas, que viven en esta fa-
„ milia , que deben dar de valde, y sin interés lo
„ que
D E SANTA TERESA. 26*7
„ que sin él recibieron. Por tanto no pedirán , ni
„ aceptarán estipendio , b limosna alguna, en récora-
: ?

„ pensa de la enseñanza de las Doncellas-, ü otras co-


„ sas tocantes al Instituto dé las Religiosas de núes-
„ tra Señora, para que de este modo puedan pro-
„ ceder con mayor libertad, y edificación del pro •
„ ximo á gloria de su Divina Magestad."
23 Si pasamos de la gente vulgar á la distin-
guida , y á las clases interiores , donde se les enseña,
¿quién podrá hablar de ellas sin lastima? ¿Como se
educan por lo común en el siglo , las que debieron
á Dios un nacimiento honrado ? En sabiendo el Pa-
dre nuestro, Ave-Maria , Salvé y Credo, y el;
Cathecismo de Astete , o Ripalda, de chorrillo, ya
les parece , que tienen un gran caudal páralos Mis-
terios , y verdades de nuestra Religión. Es verdad,
que las oraciones se conservan en la memoria, por-
que varias veces se repiten , pero quando se dan (co-
mo se suele decir) al gran mundo, ¿donde está yá el
Cathecismo?
24 ¿No es muy frequénte bolver á él en la Qua-
resma por los temores de la Semana Santa ? ¿Y en
muchas no es también frequénte el no bolvér asegu-
radas de que no las han de examinar ? ¡Oh Santo
Dios! ¿Quién viviendo entre Christianos oirá esto
sin sentimiento; sabiendo, que con ignorancia de la
Doctrina Christiana no se há de conseguir la vida
eterna ? Tu Instituto hace el gran bien de instruirlas
en nuestra Santa Ley, y bien informadas de lo que
en ella se nos ordena , en qualquiera estado, que eli-
jan les servirá de luz para que en todas sus acciones
puedan acertar.
U» Si
£68 A v t s o XV.
2-5 Si se inclinan á Religión, yá en cierto mo-
do llevan hecho el Noviciado, porque van enseña-
das al retiro., á exercicios de virtud , y á tolerar los
sinsabores, que suele dar de si el vivir en Comu-
nidad.
26 Si las llamase Dios para otro estado , la mis-
ma Doctrina Christiana, que aprendieron , lssacuer-;
da la obligación rigurosa del cuidado de su Casa , y
que la que descuide sobre su familia , no cumple
con la Santa Ley de Dios , y que según el Evan-
gelio , será peor que un Infiel.
27 ¿Qué mas se las enseña en el siglo? Leer, y
escribir, bayle, y música. Bueno es lo primero , y
lp segundo pudiera serlo con buen uso. ¿Pero le hay
por lo común ? Oímos decir, que nunca han esta-
do mas perniciosamente licenciosos los Theatros en
lo que llaman saynetes , y tonadillas , y la niña , que
las cantase con mas propriedad, esa es la que se lle-
va la mayor aclamación. ¿Y qué ge hace en vuestras
clases ? "Leer buenos libros (dice la Bula de Erec-
c i ó n ) cantar tonos,, ¡y letras espirituales."
28 ¿Tonos , y letras espirituales dirán algunas?
!Oh qué melancolía ! ¡Qué tristeza ! Esto será aban-
donarnos á una perpetua hypocondria. Pero, que en-
gañadas están las que lo piensan. Yo sé muy bien,,
que la vida , que dais ¿vuestras educandas, es la mas.
alegre. Asi me lo aseguran quantas vi, que cursaron
vuestra escuela. Alguna conozco , que desde esta
misma Casa pasaron sus parientes á uno de los famo-
sos Seminarios , que para aprecio de algunos solo
tiene á su favor no ser del Reynp , y haciendo jus-
ticia á entrambos , el vuestro ocupa dignamente su
me-
D E SANTA TERESA. 269
memoria , y si del otro se acuerda, solo' es para refe-
rir lo mal que le fué en él, y lo nada, o poquísi-
mo que adelanto.
29 No quiero pasar de aquí, sin haceros un
estrechísimo encargo , de que prosigáis con el porte
mismo, porque la alegría es muy útil para todo.
Necio el mundo , y enseñado á un modo de ale-
grarse, que parece enloquecerse , equivoca á la mo-
destia con la melancolía, y tiene por melancolía á
la modestia. No hay este, solo peligro. Ceñida á sus:
limites justos, y precisos se apellida beaterío , y á la
que se alegra racionalmente en esta forma , no solo
se le tiene por triste , sino por Beata , que son dos
tachas, á su parecer, muy feas. ¿Y qué hay, en esto?
Que lo melancólico es muy malo , y como tal de-
béis huirlo , y bueno lo beato , y es justo promo-
verlo , porque pueden ser alegres las Beatas , fon ale-
gría santa , y provechosa. '
30 Oye en la Carta 92. del Tomo 2. á* Santa
Teresa de Jesús , y á su docto Notador. "Dice
„ nuestro Padre , que piensa es una Beata melanco-
„ lica de lo que haviamos de estar escarmentados::::
„ No me parece , que seria malo, que hable el Pa-
„ d re Nicolao al Arzobispo, y le diga la mala di-
„ cha que tenemos con estas Beatas." Hasta aqui la
Santa Madre , y su Notador prosigue de esta suerte.
y fion estas (dice) no con todas. No tome el vulgo
ocasión para publicar, que Santa Teresa no estaba
„ bien con las Beatas , pues solo habla de las melan-
;

„ cólicas , y cabilosas, porque una de ellas basto pa-


„ ra alborotar en Sevilla la Casa, la Comunidad,
„ la Ciudad , y toda la Orden."
Mu-
sjo A v i s o XV.
3 1 Mucho pudiera decirte sobre estas Beatas, b
devotas , pero lo escuso por haverlo dicho en otras
Cartas. Baste saber, que según Santo. Thomás, es
la alegría efecto preciso de la devoción, de suerte,
que no hay verdadera devoción sin alegría. Aquella
infeliz Beata, lúgubre , triste, adusta, y melancó-
lica , será efectivamente melancólica , pero tiene muy
malas señas de Beata.
. 3 3 Digo también , que es mucho lo que las gen-
tes se engañan en la calificación de esta melancolía,
porque suelen tener por triste á toda aquella, que
no dispara á toda hora la carcajada. Y digo en fin,
que trabajes en que todas tus niñas sean alegres,
aunque sin faltar á la circunspección, que debe ser
carácter de toda muger, y que no permitas en nin-
guna melancolía verdadera, si deseas el bien de las
otras educandas.
3 3 Con esta alegría se hacen las niñas amables
en su trato , se tratan con reciproco cariño , conci-
llan el aprecio de los que las vén, y captan la co-
mún estimación. No solo se conserva con ella la sa-
lud, sino se ha visto yá mas de una vez, que él
jubilo , que resulto de algún suceso, disipo sus do-,
lencias á hombres achacosos.
34 Pudiera citarte algunos exemplares , pero oye
uno solo de tu gusto, referido por nuestro Santo
en Carta escrita en Lisboa á 4. de Junio de 1540.
,¿E1 mismo dia (dice) que llegué á Lisboa encontré
„ al Maestro Simón, que en aquella misma hora es-
if peraba la quartana , pero fué tal su gozo con mi
„ llegada (no creo, que fué menor el mió con su
n vista) que la calentura falto no solo aquel dia, pe-
D E SANTA 'TERESA."
„ ro , ni amago de quartana tubo después." Afecto,i
pues, que produce efectos tan felices, ¿quién no 1$
hade solicitar? ¿Y quién no havia de creer, que
procurando á las niñas todo loque pudiese contri-
buir á su fortuna , no os empeñaseis en que viviesen
con alegría ? Estoy cierto , que asi lo hacéis, y te
encargo , que prosigáis , y ayudadme á extrañar,
que esté tan perdido el mundo, que el cantar tonos,
y letras espirituales se califique por cosa melancólica,
y opuesta á los primores de la Música.
35 No puede decirse cosa mas irregular, ni
menos puesta en razón. La buena voz es la misma en
la letra espiritual, que en la profana. Sea la letra la
que fuese, es igualmente subsceptible de los primo-
res del Arte: La garganta no encuentra diferencia
para todas aquellas inflexiones , que hacen el canto
•apacible. ¿Pues en qué consistirá, que en siendo el
tono , y la letra espiritual, la que se pone en Mú-
sica suene como melancólica ? Amada mía , en la
letra.
36 El doctísimo Caramuel decia , que el su-
premo tribunal de la Música es el oido; Aquello
es mejor , que se oye con mas agrado: La letra es-
piritual se escucha con desabrimiento, por esto to-
do espiritual es melancólico.
37 Buelvo , pues á decir , que las gentes, que
tal digan, están muy engañadas. Yo sé , que se des-
tierra la tristeza en Novicias, y educandas, como el
enemigo mas cruel de la vida espiritual. Las Monjas
(dice vuestra Regla en la pag. 174.) no sean melan-
cólicas , b solitarias en la recreación. No puede ha-'
cerse encargo mas prudente-¿ ni que mas contribuya
S7» A v i s o XV.
á lo sociable: Es como si dixera , quando estén en su
retiro , giman , y lloren si tienen algo, pero esto no
se entienda en la recreación : Dexen en su rincón la
soledad, y la melancolía , pero en toda concurren-
cia ninguna se muestre melancólica , ni parezca so-
litaria.
38 Todo el rostro (prosigue en el art. 5. n. 47.)
muestre la alegría , antes que la tristeza , 6 algún otro
afecto menos ordenado. Supongo , que asi lo hacéis,
y esto me impele á nueva admiración. Con rostro
alegre , que muestra alegría, antes que tristeza , 6
algún otro afecto menos ordenado, se canta un tono,
b letra espiritual, ¿y por qué es espiritual no suena
bien ? ¿Por qué la letra no es profana , y al ayre del
Theatro aun lo jovial, b alegre es melancólico ? Te-
ned mucha lastima á las Madres , que enseñan asi sus
hijas , y porque alguna de ellas no se ofenda , no di-
go , que todas sean asi, pero si, que esto se vé por
lo común.
.39 Tampoco me empeño en denigrar única-
mente á las de nuestro Pais, porque lo mismo debe
de suceder en los demás. Si con oprobrio del pro-
prio se busca la educación en los estrangeros ; ¿Qué
es lo que de .al] i nos viene? Ciertos ademanes, que
allí no serán extraños por comunes, pero que no se
avietien con la circunspección de los Españoles. ¿Qué
mas ? Hacer un continuo asco de lo que encuentran
én España , y suspirar por lo que dexan fuera ; á lo
que suele corresponder de nuestra parte un deseo , co-
mo el suyo; Esto es que buelvan alli , y que sea el
v.iage para no bolver acá. En vuestras clases se les
enseñar* a no reprimir los impulsos.de la natura-
... le-
D E ' S A N T A TERESA. 373
ltza , y amar como todo racional, su Patria pro-
pria. : •' -• .
40 ¿Qué mas trahen las qué llaman bien ihstrúU
das, mas doélas , y adelantadas ? Un pellizco de es-?
phéra, y algún regüeldo de geografía. ¡Bella cosa
para la Celda , si ha de ser Religiosa, b si Seglar
para el govierno de la casa! ¿Y qué produce esta gran
sabiduría ? Que hablan desatinadamente , y sin cer
sar , y que:con sus bachillerías hacen reír. ¿Y qué se
encarga entre vosotras ? Creeré , que. lo mismo á las
educandas, que á las Novicias , y de estas se dice ex-
presamente en la Bula, deben procurar no sean las.
que adrpitan bachilleras, obstinadas habladoras', ó*e.
41 Últimamente , ¿qué trahen las que, nos vienen
de fuera ? Mucho cuidado-en' las modásr, y escrupu-
f

losa prolixidad para no faltar en ellas. ¿Y quéndiria


á esto San Francisco de Sales ? Óyele (en el lib. 2.
Ep. 52.) y responderá por mi. "La infeliz hermosu-
„ ra , y donayre con que estas mozas i holgazanas se
„ dan á querer, y tienen como estos^miserables se lo.
;

„ dicen , es lo que las echa á perder., porque se em-


„ bevecen tanto con su cuerpo , que pierden el cui-
;

„ dado del alma." ¿Y en vuestras clases, y Aulas,


qué se enseña ? Oygo decir , que demás de lasnoti-
cias tan necesarias para Conseguir la Gloria , sacan de
vuestra enseñanza otras propriedades, con queconcL-
lian el agrado de las gentes. ¡-
42 Esto se me hace creíble, porque es natural,
(como yá he dicho) que introduzcáis en ellas lo mis-
mo que queréis en vuestras Novicias, y de ellas di-
cen las Constituciones en la pag. 1 8 3 . num. 2. "Que
„ tengan buen entendimiento, y juicio , y sean afa-
Mm „bles,
©74 A v i s o XV.
„ bles , apacibles, alegres, tratables, modestas, y
„ respetosas ; Nada tenaces, ni melancólicas, ni so-
brado libres, ni afe®adas , ni desahogadas, b va-
„ ñas."
43 Esto tenemos sin salir de nuestra tierra. Ra-
ro gusto ir á buscar la enfermedad , teniendo dentro
de casa la salud. Por esto , y por otras cosas, que á
caso diré otra vez , creo que se adelantará mucho pa-
ra lo christiano , lo político , y civil, si hubiese una
de vuestras Casas encada Capital.
. 4 4 Aora bolveré , después de un parenthesis tan
largo:, pero á mi parecer muy oportuno , á recor-
darte lo que propuse al principio , y há sido todo mi
1
asumpro;; que es agradecerte la aversión , que tienes
á la Red , y pedirte que continúes en esta misma
1

aversión.
45 Quanta seria la que tendría la Seráfica Doo<
tora, ¡pues aun para hablar con Santos llegaba He-?.
Ha de. pavor-áL Locutorio. "Tengo - bien entendido,
&:(dice en la Carta. 30, (del Tomo 2.) que aunque
j-,. sean. Santos des esta mejor en estosoMonasterios el
tratar poco con ninguno, que Dios las enseñará.
46 - Logrando ^ pues •, tan altds intereses el Cier
lo , y el Estado enr^vuestroS santó)retiró , ¿no seria
el desvio mas-sensible, y la - ociosidad mas fea, y
deplorable que por esta , u aquella conversación, se
perdiese tanto bien ? Yo supongo , que nunca serian
tantas las salidas, que abandonaseis las horas desti-
nadas á la instrucción de vuestras educandas: ¿Pero
qüánto se aumentarían los asuetos con poquísimo mo-
tivo I ¿Qué arrebatada, y sin gusto iria la lección, .sj
despues.de ,el|a hubiese de haver. Red?. ¿Cornos se
D E . SANTA TERESA. 'S'7¿
continuarla.' for ci dia , aquello que se m e d i t ò por
la mañana , llena de especies del mundo la memoria?.
47 No se me diga , que habrá esta misma difi-
cultad ocupando todo el dia en dar lección , porque -'•
podré responder , que lejos de ser embarazo este
piadoso éxerciciò , es quanto se pudiera desear , pa-
ra que en cierto modo sea continua la oración.Si se lee,
es en libros devotos. Da lo que se escribe se puede
decir lo mismo. Si hay Platica es espiritual, y en fin, '
nada se hace , que no se dirija à Dios.
48 ¿Qué cosa mas oportuna para continuar en el
dia, lo que se medito por la mañana? ¿No fuera , pues,
lastima (te diré otra vez) que pudiendo hacer tanto
bien , sin salir al Locutorio, y con obseryancia pun-;
tual de tu Instituto , privases de él á Dios , al proxi- >
mo, y auna toda la Monarquía , por divertirte enr-
ía Reja ? No hagas tal por amor de Dios. Mira, que:
demás del mucho beneficio , que dexaràs de hacer,.
expone à muchos riesgos la conversación.
49 Puede ser que otra ve# te los represente , y.
baste por aora decirte, que no se hallarán dos co-
sas mas conformes, que lo que manda tu Regla , y
previene la Santa Madre. Yà oíste, que la Santa en-
carga retiro, y mas retiro, y eco de esta santa pre-
vención, dice tu Regla pag. 1 7 5 . num. 4. de es-
te modo. "Siendo llamadas, y acompañada para ir.
„ à la Reja , cada una dirigiendo su intención i la
„ mayor gloria de Dios, y del bien de los pro-
„ ximos, que le llaman -, dirà : Pone Domine eus-
„ t odi arri ori meo , <èr> osthim cireunstantia labijs
,, mus, ut non delinquam in lìngua, mea. Ave Ma-,
„ ria." Tu Regla, y Santa Teresa te predican lo.
Muí» que
$7 6" , * A v i s o XV.
que yo. No creo , que nos desatiendas á los tres.
Burgos 26. de Septiembre de 1 7 7 8 .

AVISO XVI.
MN COSAS, QUE N0 LE VA , NI LE
' viene, no sea curiosa en hablarlas, ni pre-
guntarlas,

1 Qjl es precísoyque yo os obedezca en lo qué


1^3 mandáis (decia San Francisco de Sales en.
la Ep. 38. del lib. 3. á una Señora) de que os es-
criba los principales puntos de vuestra obligación,
nías Quiero obedecer á riesgo de lá discreción ; que
ser discreto á peligro de la obediencia. ¡Bella espre-
sion, y atentamente cortesana! En el todo no es
muy acomodable á ti, y á mi, pero si en lo princi-
pal. Me pides humildemente, que te instruya. Mi
primer movimiento es resistirme á un empeño tan-
enorme, pero porque te estimo-, tus suplicas son
preceptos, y ya que no acierte', como quisiera , á di-'
rigirte , quiero tener la satisfacción de obedecerte,
y vaya como la otra vez la Santa Madre por de-
lante,' : ' !

" " ;
.. ' §• I- :.
2 T 7 NO de sus Avisos dice asi. En cosas,
que no le va, ni le viene , no sea curio-
sa en hablarlas, ni preguntarlas: Esto'me acuerda
la antigua conversación, que tubimos sobre la Red;
por-
D E SANTA TERESA. 277
porque nada puede haver en ella, que te venga , p
que te vaya, nada en que se interese tu curiosidad. Úl-
timamente , no puede haver" cosa alguna , que de-
bas tu saberla, b preguntarla. Tu Celda, tu Coro,
tu clase , y las niñas de cuya educación estás encar-
gada, deben ser tu recreación , y tu fatiga. Y pues
confiesas , que tienes en ella tanta diversión , que ya"
no te acuerdas de quando estubiste en la Red, bol-
vamos á hablar en el asumpto , porque en lo muy
importante , nada pasa por molesto.
3 En la ultima vez, que hable de ello , dexé di-
cho , que en la Reja , b la Red son los peligros mu-
chos , y no es menester para que los creas citarte mu-
chos Santos, y Escrituras, dentro de casa tienes quien
te lo diga , y de tal modo, que baste soja esta,vo%
para que tengas miedo. En la pag. 175. n..'3. s,G
habla de las Redes , y se pintan con estos tristisimos
colores. "Este es lugar en donde el Diablo está mas
„ en vela, para derribarlas , y donde finalmente se
„ pierde mas en un rato, que se gana en otra par-
„ te en largo tiempo/*.. (

• 4 ¿Para qué diremos mas , ñique se puede de-


cir ? ¿No bastará esto para hacer la cruz siempre á la
Red , como que en ella está nuestro mayor enemi-
go , y mas empeñado , que nunca en nuestro estra-
go ? ¿Quién no huirá de un escollo, en donde se
desbarata á un solo golpe , quanto se haya edificado
en muchos meses ? ¿Quién no, temerá aquel sitio , en
donde en un solo instante se echa á perder todo
lo que en un dia otro , y otro adelanto?
?

5 Este , amada en el Señor , es un asumpto en


que te seré, molestopero, estimo ,de.lps.;que me.
acuer-
378 A V Í S o XVI.
acuerdan el precepto del Apóstol , de pasar por im- 1

pontino , si la enfermedad lo pide para su remedio.


Del trato con los Seglares , vienen las relajaciones.
El Claustro , que bien cerrado seria un pensil deli-
ciosísimo, expuesto al trato del mundo es una clau-
sura con el mundo dentro.
6 Porque se te haga mi exhortación menos pe-
sada , te hablarán por mi voz los mejores Maestros
déla Vida Espiritual; Sea el primero el Venerable
Juan de Avila , á quien el Señor Palafox (Carta 1 5 .
Tomo i.) llama Lucero clarísimo, que alumbraba
el Andalucía en aquellos tiempos, no solo à Espa-
ña , sino à toda la Iglesia.
7 Este Venerable Padre conoció bien los peli-
gros , à que están expuestos los ojos, pues dixo en
el cap. 56. de su Audi Filia ; "Creed cierto , que una
de las mas ciertas señales de. corazón recogido, es la
j , mortificación en el mirar, y del corazón disoluto la
„ disolución del mirar." No hay pulso , que tan cierto
declare lo que hay en el cuerpo , quanto el ojo de-,
clara lo que hay en el anima del bien , b del mal.
Por esta regla no hay mejor modo de tomar el pul-
so à una Religiosa , que el averiguar si gusta , b de
vèr, b de ser vista. ¿Se complace en la soledad?
Tiene muy buena salud. ¿Huye de ella, anhela el
trato, se apasiona del bullicio ? Mala señal, preciso
es llamar Medico. ¿Y qué la recetara ? Ceguedades
voluntarias, no vèr mas, que el Coro, sus exerci-
cios , y su Celda,
8 ¡Oh qué solo frequento el Locutorio con hom-
bres declaradamente buenos ! Creolo, pero aunque
ellos sean Santos , dice el Señor Palafox (Tomo 1.
' Car-
D E SANTA TERESA. 279
Garta 26.) "Son hombres, y aunque ellas sean San-
„ tas, son mugeres , y Santos, y Santas sobre ses
„ mugeres, y hombres en vida de culpas con el pe-
ligro á la vista , no tienen seguridad." Oye sobre
esto un pasage á San Francisco de Sales en la 3. par-
te , cap. 20. de su Vida Devota , y espero de su
dulzura, que aunque difuso no te parezca cansado.
*'La miel de Heraclea, que es tan venenosa , se pa-
„ rece á la otra, que es tan saludable. Hay gran pe-
„ ligro en tomar la una por la otra, b en tomarlas
„ mezcladas, porque la bondad de la una no evita-
„ ria la malignidad de la otra : Es necesario estar con
•„ cuidado, para no engañarte en estas amistades*
„ principalmente quando se contraríen entre Perso-
„ ñas de diverso sexo , por qualquier pretexto, que
sea , porque muchas veces suele engañar Satanás á
„ los que se aman."
, 9 „Comienzase por el amor virtuoso, pero sino
„ hay mucha prudencia , se mezclará el amor' frivo-
„ lo, luego el amor sensual y después el amor cat-
„ nal. De la misma suerte hay peligro en el amor es-
piritual, sino se esta con mucho cuidado , aunque
„ en este no es tan fácil padecer engaño, porque su
„ candor , y pureza hacen mas inteligibles las man-
,, chas , con que Satanás procura amancillarlas. Por
„ esto quando él lo intenta , obra con mas sagaci T

dad , y procura introducir casi insensiblemente las


„ impurezas." Hasta aqui el Santo, y desde aquí
debe empezar tu reflexión, siempre atenta á tu in-
terés.
1 0 Oido esto , quisiera que toda Religiosa hi-
«iesg una breve pausa y se preguniase á. si misma
t

co-
s8o A v i s o XVI.
como hacia San Bernardo muchas veces. ¿Bernardo,
•Bernardo á qué veniste? ¿A qué , b para qué dexp
toda Monja el mundo? Me responderá , que para
huir de sus peligros. Dirá muy bien , y tubo muy
buen gusto , porque San Antonio Abad le vio lle-
co de lazos , y solo quien huye de él, se libra de
ellos. Pues si sabe (replicaré yo) que también "lle-
gan estos lazos á la Reja , ¿por qué no huirá esté
riesgo, como uno de aquellos , que dexb en el
mundo? •
- n Si á juicio de San Agustín (como yá he di-r
cho otra vez) puede haver tempestades en el puerto;
¿quien será tan necio , que solicite voluntariamente
los escollos ? Si el amor , que empezó con la mar
yor limpieza , puede declinar insensiblemente, y
llegar á tanto extremo , que el que empezó muy
casto , sea impuro : Si esto , en fin , lo dice la expe-
riencia, y no la exageración., si lo grita la verdad,
¿qué Religiosa se abandonará tanto á sus descuidos,
que busque el riesgo con cierta ciencia de que es
riesgo?'
* 1 2 Supongamos una amistad con una Persona
muy dada á la virtud , que oy empiece , mañana
continué, y se aumente después mas el amor. Aun-
que este fuese purísimo en el principio , con el tiem-
po se expone á no serlo , según el Santo , y esto de-
biera ser retrahente poderoso de semejantes afectos.
iSupongamos también, que aquella Persona , que se
quiere , no sea de una santidad tan entera , y tan su-
blime , que no tenga algunas imperfecciones-: El
amor, con que la mira , le hará creer , que no.lo son,
y sin estudio , b con él, imitará aquellas mismas im-
per-
D E SANTA TERESA. 281
perfecciones, y á caso con mas adhesión, que sus
virtudes.
1 3 Oye sobre esto en el cap. 22. al mismo San-
to Sales. San Gregorio Nazianceno asegura ,que
u

„ muchos amando , y admirando á San Basilio llega-


ron á imitarle hasta en sus imperfecciones exteriores,
„ en hablar lentamente en el espiritu abstraído, y pen-
„ sativo, y en el modo de andar. Muchos adquieren,
„ 6 por condescendencia , o por imitación mil malos,
„ aunque pequeños hábitos , con el comercio de la
„ amistad , que se tienen." Esto de ninguna mane-
ra se debe hacer , porque cada uno tiene bastantes^
malas inclinaciones, sin cargarse de las agenas.
1 4 No es esto lo peor , que en estas amistades
puede suceder; Ya podía tolerarse, que se pegasea
algunas venialidades, entre muchas solidísimas vir-.
tudes; Lo mas creíble , y lo que debe temerse mas,
e s , qué si la amistad tiene de malo , y de bueno,
nada se pegue lo bueno, y se arraigue muchísimo
lo malo. Sobre todo , si aquel gran Santo, tan prac-
tico en estos asumptos asegura , que aun lo bueno-
puede degenear de suerte , que yá no sea lo que
fué , ¿quién fia tanto de si, que se juzgue salaman-
dra de estas llamas, y pirausta de su noguera ? ¿Quie-
ro decir , que se embarque , y no peligre en el pié-
lago de estas amistades?
1 5 Bien sé yo , que esta Doctrina disonará, co-
mo nimiamente austera, pero también sé, que la
contraria es diametralmente opuesta á la vida Reli-
giosa , al Claustro, y á sus clausuras. El mundo es-
tá deslumhrado en este punto; Muy lejos de desa-
probar estos enlaces, yá se ha visto alguna vez, que
Nn d«-
282 . A v i s o XVI.
desatado el nudo, se hicieron diligencias para bol-
ver á enlazarlo, Pero oye lo que sintió el V. Palafox
de esta perniciosa , y abominable caridad.
16 "Yo entendi (diceen sus Notas ala Carta 62.:
„ de la Seráfica Maestra) Yo entendi de cierta Prela-
da de un Convento• , en cierta parte del mundo,
„ que era tanta su bondad , tan sana, y.sincera su
„ intención y que quando los . devotos tenian dis-
„ gustos con sus devotas , los llamaba , y pacifica?
„ ba , y hacia que bolviesen á corresponderse. ¡Mi?
„ ren, qué buena intención! Tal que no pusiera otra
^ el Demonio á una Prelada, si él pudiera poner á las
almas intenciones. Porque siendo este genero de
¿, devociones frecuentes ,. la peste de los Conventos,
# la ruina de las almas, el descrédito de las Esposas
„ de Chrísto., flechas , que se. tiran .derechas; á las
niñas de sus ojos la Prelada que lo devia zelar^
y

y: rezelár y destruir, y quemar , las fomentaba,


y, y se hacia Cúrade estos diabólicos casamientos. Y
„ asi estas. intenciones ,¿ que parecen,buenasson pé?
í } simas ,; estas; que parecen llenas de caridad.-, están
-„ llenas de veneno , • y mucho mas eivlas que;fue-•
,y ren Preladas." No ,-se si; te ipacecerá.|¡ que se exce-
dió'en'estas expresiones; aquel Obispo Venerable,
pero dirigió muchos Monasterios, y nada diría que
no hubiese experimentado. , ;

, 1 7 Si preguntamésrá la Seráfica Maestra su mo-


do de sentir, la hallaremos del-mismo parecerá Su
escarmiento! la/;hacia huir tanto de Seglares , y se
complacía dé .modo en esta -fuga, que nos dice en
una de sus Cartas. "De nuevo me hace alabar al Se-
v ñor j que mfe hizo/esta merced. ,de. que haya .ahji
;
DE Tè**SA. 2§3
„ como resollar sin que sea cpn Seglares."
18 La experiencidPla«âîxo también quan poco
es lo que se debe fiar de todos ellos , porque co-
múnmente Se-hiela en d-di^de oyv'M lue pericia
ardiente amistad ayer. "¡Éa parte-me huelgo (dice To-
„ rao 2. Carta 4 3 . ) para que vaya entendiendoqué
„ poco hay que fiar, sino es de Dios, y aun à mí
-„ no me ha hecho daño.- Procuren contentarle -(repi-
nte Carta 5 1 . Tomo- 2;) que el hará sU's negocios^
u f no se les olvide dé cfue'todo sje ¿caba:,-y ño haja
$ miedo lesifalteài sus hijos, isiícóntentanía-su Ma^
gestad." ^ • ! r

19 También escribió à un Religioso' suyo. "Yà1

Y»?P. entiende, como ¡pueden/- ser estas'âmiafâdés?


„ acabadas muy presto^ i %{üé así «^felímiáadBí** Y'ëri
fin , con un caso practico^^sÇribe -kñià Gârtâ aôJ
1 VJ !

Tomo 2. de este modo. "No hay que fiar de'estos


„ hijos de Adán, que Con convidarnos con -ella , y
,,ser un Cavallero , de los que aqui, dicen, que
f„ trata mas verdad que su palabra j;'decían á una'voz,
; r

^•bastaba-para escritura Î ¿'Nórsolo Sabia' dicho pala-


bras sirio dadofirma'delante.<de testigos , trajo;él
„ mismo el Letrado , y se acabo el concierto. Todos
v , están espantados , sino otros Cavalleros , que se
1

•fjj pusieron en ello'por provechos prôprios , b ^de^sù's .


„ parientes, y han podido mas, que quantos le po-
„ nen en razón , y un hermano , que tiene, que Cotí
„ harta caridad ló trato con nosotras, y está'harto
„ penado, ello se' ha encomendado a nuestro Señor;.
„ Esto debe ser lo que mas convienen La pena que
„ tengo es no. hallar cusa en Salamanca, que valga
„ nada." &¿ •••'•'••' •-:•'-•'
Nn & To-
984 A v i s o XVI.

§. II.

SO * I ^Odas •. son , amada mia, saetas, que


• 1 disparan los Santos contra la Reja , la
Red , y Locutorio, pero el enemigo común do-
bla sus puntas, y no hieren lo que yo quisiera estas
saetas. Debiera bastar, como lo encarga la Santa Ma*
dre , no ser curiosa la Monja , en lo que , ni la và,
m" la viene , porque una vez, que se recluyo en Re-
ligión, las cosas del mundo, ni la vienen, ni la
van.
• 21 Sin embargo de lo dicho, hay muchos pre-
textos , con que se aparentan forzosas las salidas ; porr
que como el Demonio và à ganar tanto en ellas, sue-
le darlas coloridos especiosos", de modo, que el sa-
lir sea meritorio , y por esto muy preciso. Hagamos
conversación de algunos, de estos para despreciar^

2 2 La urbanidad es virtud , y muy necesaria


en la vida civil. En todos es muy precisa ¡, pero en
unas Religiosas , cuyo trato es la ens.eñanza , es mu-
cha monstruosidad el no tenerla. También podra ce-
der en menosprecio de nuestra Religión , ni Padre
alguno creerà, que sus hijas pueden educarse bien
en nuestras casas, ¿por qué como (dirán) las enseña-
rán urbanidad , sino la tienen ellas?
23 Todo esto podrán decir : Pero à espacio,
que esto hà de ir con cuenta, y razón. De San
Juan de Cantimprato se escribe , que estando rezan-
do el Oficio entró un Principe à visitarlo , y que aun-
que lo vio no hizo ademan alguno, ni le habló una
pa-
D E SANTA TERESA. 285
palabra basta que acabó la hora , y después de ella
le dixo: Loquebar cum Domino majori, hablaba
con Señor mayor, y por esto no os hable. Y no
consta , que aquel Principe .se quejara de que le hu-
biese faltado à la cortesía. Pues si tu estubieses en co-
sas , que importan mas para Dios , y para el mun-
do , que lo que puede valer el asumpto del que te
•viene à buscar, ¿quien dirà, que faltaste á la corte-
sía, negándote con una disculpa tan honrada? San-
ta Teresa fue una gran Señora, y como tal bien
criada , y tan escrupulosa en su cortesanía, que se-
gún dice el Señor Palafox sobre la Carta 60. "Ni po-
„ litica , ni cortesana, ni espiritual, parece que pu>
„ do ser mas Santa Teresa."
24 No sólo fue cortesana .én alto grado,, sino
5

quería, que lo fueran todos, y así sobre no se, que


descuido de su grande Amigo el Padre Gradan le
reprehendió Tom. 2. Carta 38. y dixo asi. "Oca-
„ sion hi tenido V. P, de venir á vèr al Padre Fr.
„ Antonio , y pareciera bien, y el escribir , que se
„ huelga de su salud , no parece mal, que gran se-
quedad há tenido."
2 5 Sin embargo de ser tanta su urbanidad, es-
ta tenia sus limites precisos, nunca quiso , que sus-
pendiese el curso à adío alguno religioso : Escri-
biendo estaba una Carta (la 26. del Tomo 2.) que
para el caso es lo mismo, que una visita , y la in-
terrumpió con esta expresión edificante, que toda
Monja debiera tener presente. "Tañen à Jdaytines,
},y ansi no mas. Como quien dice (expone su dcíro
„ Notador) .mucho havia que decir, que disponer,
„ que avisar, pero tañen à Maytines." ¡Y cómo te
pa-
•s'86 .' • A v i s o JCVL'
parece , que apreciarla el Cielo estas repulsas que
él mundo sentiría , como desdeñosas ? El suceso se
lo dixo, pues mas de tina vez se vio, que dexando
por ir al Coro las clausulas empezadas, á la buelta
las hallo perfectamente concluidas, Aprovecha, ama-
da raia , estos Avisos , y servirán mucho -para tu
govierno. Llámete quien te llamare, figúrate, que
""tañen a Maytines , acuérdate de *tu ,primera ¡obliga-
"cioh , y di conia Santa Madre, ansí no mas.
:
3 6 No escuches con estrañeza este encargo , por-
que según el concepto, que tengo de tuTnstituto, k
'penas habrá hora del dia, y de la noche, en que
para el caso no estén tañendo á Maytines. .Recívis,
diñas, para darlas la mejor educación en lo christia-
4tó, político , y civil. Habrá horas destinadas para es-
cribir, y leer j horas también para la costura, el bor-
;

dado , y demás habilidades , y no será poco lo que


estas os ocupen. A esto se debe añadir loque mas
importa, qué es la Dó&riña-Christiana , en que ha.y
•mucho que estudiar, y debe ayudarse con la viva
"voz. Nada de esto os exime de oración bocal, men-
tal , y bastante Coro , y con lo dicho es poco el
tiempo, que os puede quedar para conversaciones en
-lalUd.' • ' x '
27 •' Pero vuestra fatiga (á mi parecer) no para
" aquiy y creo que nunca ocupáis mas vuestro estu-
' dio , que quando sé cree, que estáis mano sobre m¿-
;
no. No hé sido Ayo de nadie , pero he oído á mu-
• chos qual es su mayor trabajo , y considero , que es-
• te es también el vuestro. Un Padre os entrega su
hija , no solo para que se la bolvais bien doctrina-
da , sino, principalmente para que la acepilléis; sus
ma-
D E SANTA TERESA. 287
malas propriedades. Éntrelas éducandas' habrá una
desapacible, la habéis de h acer agradable , de genio
flexible , á la que lo tiene duro , dócil, á la tenaz,
dulce , á la amarga , despcj ada con moderación á la
encogida. En fin , quieren los Padres (y quieren bien¿
si. lo pueden conseguir) que aunque todas por un lar-
do , b por otro entren muy malas , en todo, y re­
dondamente salgan buenas.
, «8 Esto no se consigue con sola la lección de
leer , y escribir, y es preciso , que quando os reti­
réis á descansar.se haga un estudio prolijo de ponec
en razón aquellos genios; ¿Qué haré para que la va*
luntariosa sea obediente ? ¿Que para doblar las ter­
quedades de una indócil? ¿Que para pulir un tron­
co insensible a los avisos ?^ 3f ;en fin:, '¿qué; haré¡f раз­
га corregir todos sus. defectos,? Esto ¡.pide mucho
afán:, y seria meditación. Pues, si quando parece, qü&
no hacéis nada, tenéis toda esta fatiga , ¿no será para
negaros á todo cumplimiento, disculpa equivalente
á la de tañen á Maytines , que sirvió á la Santa
Madre? : .!
29 , Pero sepamos á qué vienen, o á* qué pueden
venir las Personas, que te llaman á la Red. Un tio, Pa­
dre , b hermano de una niña, que puso á tu; cuida­
do , viene á decirte,. que la tiene mucho cariño, y
•que la cuides. Este encargo es ofensivo , porque in­
sinúa , que necesitas de su recomendación, b su me-
­rhoria para, cumplir con ' tu Regla. .
30 Otro, que tiene, una parienta muy adelan­
tada á diligencias de tu aplicación, viene ámanifes­
tarte su.mucha gratitud.Esta es otra ociosidad, porque
.i.ninguna enseñas por е1'?§гай.е£Ши.дао, smo porque'
288 A v r s d XVÍ.
te lo manda tu Instituto , y bien pudiera conocer,
que si este no te obligara , ni por él, ni por sus gra-
cias te encargaras de enseñar á su parienta.
31 ¿Y como te escusarás ? Muy fácilmente. Ya
hemos visto, que tu Regla te tiene muy ocupada,
respóndeselo asi, y no mentirás , y para que no se
enfade podrás añadir , que te perdone , y que se
vaya con Dios. ¿Qual es el mayor trabajo que pué-
'de suceder por esta atenta repulsa ? ¿Qué se enoje,
y no buelva ? Bellísima venganza : Dios le dé muy
buen camino, vaya con su Magestad , que esto bus-
camos. N

3 3 ¿No es mejor esto , que exponerte (como yá


dixe con tus Constituciones) á perder en un quarto
de hora lo que adelantaste en virtud en muchos diasí
Supongo, que bajaste, te hablo, le viste , y oiste.
Y á en el oido, y los ojos llevas duplicados los peli-
gros. De las palabras (dice la Escritura) que son cla-
vos muy hincados , y sobre esto el Venerable Maes-
tro Avila. "Cosa es muy de maravillar , que siendo
„ las palabras cosa de tan poco tomo, y tan liviar
„ ñas , pues son ayre herido , tengan tanto tomo,
„ que sean clavos, y muy hincados. Libianas en subs-
tancia , mas de tomo son en el mal, que hacen si
son malas, b en el bien si son buenas. "En la con-
„ versación (dice en sus Opúsculos el Santo Obispo de
Ginebra) se vén las personas á menudo, se usa de
„ blandura , se pega el afeito á los sugetos , que eli—
» » 7f q
r e
P Vivir en su gracia, y entre-
u e n t a or

„ tenerse también."
33 Esto dice aquel Santo Obispo de los riesgo*
del oidó, oye lo que escribe S. Juan Climaco (cap.
15.)
D B SANTA TERESA. 289
15.) de los ojos. "Grande es por cierto aquel, cuya
„ corazón con ninguna vista se altera , y el que con
„ el amor, y contemplación de la hermosura Celes-
„ tial vence el peligro de la vista de los ojos, abrasa-
„ dora de los corazones."
34 Todavía nos pone mas visibles el Venerable
Granada los escollos, que tiene el tratar con gentes
del mundo, y quanta virtud es menester para ven-
cerlos. En un Sermón de María Santísima habla de
los tres Mancebos, que en el Horno de Babilonia se
paseaban ilesos por las llamas , y después dice para
confusión nuestra de esta forma.
35 "Grande cosa fué andar aquellos tres Siervos de
„ Dios en medio de las llamas de la grande calera de
„ Babilonia , sin quemárseles; un hilo de sus vestidos,
„ ni un cabello de sus cabezas, mas fué mucho mayor
„ andar esta Virgen mas de sesenta años en medio
„ de las ocasiones de este mundo, sin desmandarse,
„ ni en una palabra, ni en un pensamiento." No
puede decirse mas, amada mia , en el asumpto.
36 (Y quién dirà , que con esta inclinación à
los cortejos humanos no abate el alma sus alas para lo
Divino ? "De la manera (dice el Señor Palafox sobre
„ la Carta 18. Tomo 1. de la Santa Madre) de Ja
„ manera , que los vencejos quando vuelan ; y se
„ quieren sustentar, y comer , no se paran en la tier-
„ ra , porque como tienen las alas grandes, y los
„ pies muy pequeños, si pararan no se podrian des-
„ pues levantar, ni volar $ Asi el alma no ha de to-
„ car , ni tomar de la tierra con el deseo cosa algu-
5, na de tierra, sino lo menos, que pueda ser, y
„ todo su deseo, y su ansia , y su vuelo ha de en-
Oo „ ca-
290 A v i s o XVI.
„ caminarse al Cielo. Y si alguna vez por su flaque-
r a , y necesidad , deseare algo de tierra , dexelo con
„ el deseo luego , y buelva á volar sin perder de vis-
„ ta al Cielo , y viva en el suelo con el cuerpo, y
„ en el Cielo con el alma." Siendo esto cierto , ¿será
razón que andemos en busca de milagros, y que 3
cubierto de una cortesía muy mal governada se ex-
ponga á algún peligro la conciencia?
37 No obstante todo lo dicho sé muy bien co-
mo está el mundo , y que no faltará algún desva-
necido , que tenga por desatenta á la que al pri-
mer aviso no baje á carrera abierta al Locutorio. Pe-
ro si insistiese en esto , yo también en abrigarme con
Santa Teresa de Jesús. Esta Santa (digo otra vez)
fué una gran Señora , muy cortés , y bien criada, y
en quien nada declino la urbanidad por su ingreso en
Religión. "También caían (dice el docto, y nuevo
„Anotador del Tomo 2. de sus Cartas) También-
,,'caiañ á la Santa las atenciones de política , como el
„ habito de Descalza , y hermitaña, porque todo lo
juntaba con singular gracia. Era Señora, y era
„• Santa, y sazonando su santidad el explendor de
9, Señora , la hizo Dios una Señora muy santa , y una
„ santa muy Señora, siendo bello esmalte de su vir-
tud la cortesía, y urbanidad." Oye , pues , un lan-
ce de esta Insigne Santa , y sirvate de exemplo tanto,
para esto , como para todo.
38 Tubo cierto devate con una Persona , á quien
estimaba , sobre admitir , o no cierta Novicia. Senti-
ría sobre manera el no dexarla gustosa , pero creyó, -
que no seria del agrado de Dios el recivirla, y re- .
solvió no votarla , y avisándolo después al Padre -
¡Gra-
D É SANTA TERESA. 291
Gradan le'dice de este modo. "Hase hecho, quanto
„ se ha podido en el caso , y como ella sea cosa ^qüe
,, toque en agradar á Dios , húndase el mundo. Nin-
„ guna pena me há dado, ni se la dé á V. P."
39 Pues hija sírvate este suceso de govierno : Tu
R.egla te manda bajar nada , b poquísimo á la Red,
y el cumplir con tu Regla toca en agradar á Dios,
y aunque se hunda el mundo no has de exponerte
cuidadosamente á su desagrado. Si alguno se resien-
te , ninguna pena te dé, é imitarás á Santa Teresa,
de Jesús. Niégate á todo el mundo en el supuesto
de que á la gente de juicio parecerá muy bien, y
será muy necio, á quien sentase mal. También te di-
rá esto con dos casos prácticos Santa Teresa de
Jesús.
40 Todos sabemos con quanta cortesanía trata-
ba á los Prelados. Aun. asi dice en una Carta la.
„ 8 1 . Tomo 2. hablando de uno. "En estremo me
„ hé holgado, que esté bueno el Obispo, y dado
gracias al Señor, dígaselo de que le vea , y aun-
que no sea muchas veces no se le dé nada."
41 También tenia muchas obligaciones á una
Señora , y era la Santa sumamente agradecida, pe-
ro con todo hablando de ella en la Carta 7 5 . insi-
nuaba sus atenciones de este modo. "Sean pocas las
,, visitas. La Señora Doña Leonor , antes se edifi-
„ cara." ¿Y qué es esto sino distinguir entre la gente
dé juicio , y la que no le tiene? La Señora mas dis-
tinguida, y el mas digno Prelado, no solamente no se
darán por ofendidos , sino se edificarán de que la
Religiosa atenta á su obligación observe soledad , y
no baje á la Red.
Oo % Pe*
£92 A v i s o XVI.
4 2 Pero demos que en esto desagradases á ne-
cios», y discretos, tusólo has de agradar á Jesu-
Christo , y debes tener presente , que el Doctor
Máximo decia en la Ep. 2 2 . á su hija Eustochio.
*'Mira que es muy zeloso Jesu-Christo , y que no
„ gusta de que á Persona alguna permitas vea tu
„ cara."
43 Por lo que toca á mi, y por lo mucho que
te quiero , quando alguno me diga , vi d la Ma-
dre N. y esta buena , destemplará su gusto el esta
hiena, por el enfado , que me dará el yo la vi. Al
mismo tiempo será muy bien recivido, quien cante
por otro tono; No he visto á la Madre N. porque
no se dexa ver, pero sé que gracias á Dios tiene
buena salud,
4 4 Yo me prometo oír esto segundo sin temor de
que se me diga lo contrario , y no tendrías discul-
pa , si semejante trastorno sucediera. Tomaste el gus- 1

to al retiro , me aseguras, que en él te vá muy bien,


¿pues no seria delirio el no proseguir } Oye una gra- •
cia de la Santa Madre, con que concluyré. En la-
Carta 5 5 . del Tom, 1. hace memoria de haver buel-
to á vestir túnica de gerga , y dice con la gracia,
que acostumbra. Ya me voy haciendo Monja , nie-
guen d Dios, que dure. Sobre cuyas palabras, dice
su Venerable Notador. ''Por comenzar cada día a
?> ser Monja , acabo con ser tan Santa. Asi se ha de
, servir al Señor comenzando cada día , como si aquel
}

,, día friera el primero á servirle, y aun el ultimo,


„ pues con pasar asi todos los días del año , no ten-
„ drá que temer después el ultimo dia de Ja vida, y
„ de susaños."
Si-
D E SANTA TERESA. 293
45 Sigue este exemplo. Si empezaste retirada des-
pués de tu larga , y dolorosa peregrinación, prosigue
siempre asi. Si yí no te acuerdas del dia, en que ba-
jaste á la Red , continua de tal modo, que sin men-
tir me digas lo mismo de aqui á un año , que luego
pediré por otro, y otros.
46 Todavia hay otros impulsos, con que quie-
ren disculpar la concurrencia á la Red ; Pero este
Aviso va largo, y sobre otro los haré asumpto de
nuestra conversación. Dios te asista con su gracia , y
nos conduzca á su Gloria. Burgos, y Octubre so.
de 1 7 7 8 .

A V I S 0 XVII :

EN TODAS LAS PLATICAS, Y CONVER*


¿aciones , siempre mezcle algunas cosas espitituaks t

y con esto se evitaran palabras osiosas t

y murmuraciones*

§. I.
1 / ^ O m o pusiese en ejecución puntualmente
toda Religiosa este Aviso de Santa Te-
resa , no solo se lograría lo que la Santa nos dice,
sino lo que yo hé intentado tantas veces. Todo
asumpto espiritual es muy fecundo para todos los
que no le oyen con fastidio, Aun en lances, en
que no se escuche con agradó , porque la conversa-
ción es indiferente , ó satyrica, un golpe de estos'
po-
§94 A v i s e XVII,
pone al loques; una mordaza , y qyarde» va se lo-
gre otro bien , es mucha, y feliz vieloria la de evi-
tar la mordacidad , y maledicencia.
* No fuera este logro el único en Redes, y
Locutorios. A lo menos para gentes , que solo los
buscan por su diversión , y por dar cebo á su cu-
riosidad , seria el mejor conjuro, y para siempre se
libraría de ellos. ¿Y será esto difícil ? No por cierto;
bastará quererlo haqer i sin el menor estudio se con-
seguirá.
3 Una visita llega muy gozosa á dar parte de que
h su Padre , á su Tio , b á su hermano, ha dado el
&ey un Empleo. Oye la Religiosa con alegría esta
noticia, manifiéstale mucha complacencia , le dá mil
enhorabuenas cortesanas. Acontinuacion le dice , que
á proporción del favor debe ser la gratitud, que a
Dios debe el beneficio, y que el Rey aunque ins-
trumento tan digno, no há sido mas que instrumen-
to. Yá con solo esto empiezan á tener alguna amar-
gura las primeras enhorabuenas.
4 Continua la buena muger, diciendo , que el
infierno está lleno de desagradecidos, y que puede
temer igual desgracia, sino se conoce el agradeci-
miento en su conciencia. No se lo dice con desabri-
miento , ni en ayre de Misión , sino con muy buen
inodo , y mucha suavidad. Sin embargo le disonará
de suerte , que no holverá á darla cuenta aunque le
.hagan Presidente de Castilla , y se podrá dar por
bien librada, sino dexa el asiento con indignación,
y la dice , que se vaya á predicar á un zarzal.
5 De exemplares de esta especie no habrá mu-
chos* Este será una rara ave, que se vea pocas ve-
ces,
Da" SANTA TERESA. 29?
ees. De las ventajas , y conveniencias de la Párente?*
la , casi nunca se da parte á la Religiosa. Sin duda
se teme , que pida algo del caudal, que se aumenta
á la familia, y se pone cu idado en que no lo sepa.
Los trabajos , las pendencias , las desazones, eso si,
sépalas con la mayor individualidad. Los Locuto-
rios son el vertedero , donde siendo sensible ha de
vaciarse todo , porque la Monja á lo menos se com-
padecerá , llorará amargamente , y nos ayudará í
sentir.
6 Por ésta razón , y con este pensamiento llega
otro á contar un chisme, que há tenido con sus Pa-
rientes, lo exagera , y sube su desayre hasta las nu-
bes, se cree herido en el honor, y resuelve bolver
por él, porque dice, que es hombre de vergüenza,:
y no queda bien sino toma venganza. La Religiosa
es prudente, le oye con sosiego. Ni le niega la ra-,
zon , por no irritarle , ni se la dá , por no enfure-
cerle. Huye juiciosa de votar en el asumpto, y 1

echando por el atajo , le acuerda qué mas ofensa se


hizo á San Estevan matándole los Judíos á pedradas,
y sin embargo no solo les perdono una ofensa tan
horrible, sino pidió á Dios , que les perdonase.
7 Cargando más la mano para ponerle en sil
acuerdo , le pone presente en la Cruz á nuestro
Amantisimo Redemptor , orando á su Padre Eter-
no por los que le crucificaron. ¿Qué efecto tendrá es-
te paso ? Que se enfade.el pariente, que la diga no
la busca por Misionera, se levante con desagrado,
le buelva la espalda , y haga proposito de no repe-
tir estas visitas. Esto sucede, sucederá, y há'suce->
dido , nada te digo de nuevo. Por esto me ratifico,
l
se6 A v í 8 o XVII.
y buelvo á asegurar, que si obedecéis este Aviso de
ja Seráfica Do&ora, toda Red sera' una Thebayda,
se cubrirá de polvo , ninguno entrará en ella.
8 ¿Pero es posible (me preguntareis) que aun
con los parientes ha de ser tanta la sequedad, que
se busquen los medios para no admitirlos , b despe-
dirlos de los Locutorios ? Si amada mia , y porque
el parentesco es una de las causas , con que se quie-
te justificar su concurrencia, y he ofrecido rebatir-
las , aora lo haré con mucha complacencia , y Dios
guiera, que sea con fortuna.
9 Muchas veces, hé hablado de esto } no sé si
es mortifico, pero sé , que no me canso. Parecerá
molesto el citar tantos testigos para el apoyo de un
mismo concepto , pero en todo pleyto quisiera yo
este trabajo. Muchos hombres de verdad , contestes,
y siempre á mi favor pondrían mi razón de manifies-
to , inclinarían al Juez, y votaría por mi sin li-
bertad.
10 También podrá suceder, que te cite algún
testigo con las mismas palabras, que otra vez. Pero
no te dé cuidado , y óyele como que se ratifica sin
la menor alteración en todo lo que ha dicho , y es-
to mejora el proceso. No escribo para lucir , mi de-
seo solo es de aprovechar.

$. II.

11 T O S mas Conventos de Monjas (dice


J l la voz común) están necesitados. Las
pobrecitas se vén en mucho apuro, y necesitan de
vivir con todos. Donde no hay vida común, una
tie-
D E SANTA TERESA. 297
tiene , y otra no. Aun donde.es común la vida , nin-
guna casa hay , que surta de todo lo necesario á la
pobre Monja. La Red es donde se tratan las gentes,
y donde se concilian las amistades , y pobres las de
aquella Comunidad , que no tienen amigos , porque
no bajan á la Red. En estas pocas voces , que con
mucho enfado mió he. oido algunas veces , se insi-
núa mucho , y malo , y puede responderse mucho,
y bueno.
1 2 Sea lo primero , que en los Monasterios no
se debiera oir , no digo la realidad , pero, ni aun la
voz de amistad. "Nuestro gran Dios (dice S. Fran-
ja cisco de Sales, en su Vida Devota , 3. part. cap¿
,, 18.) Nuestro gran Dios , que reservo para si solo
9, el amor de nuestras almas en reconocimiento de su
,j creación, conservación , y redempeion nos pedirá
}, una cuenta muy estrecha de estos locos diverti-
„ mientos en que andamos. Y si de las palabras ocio-
sas ha de hacer un exacto examen, ¿qual será el
„ que hará de las amistades ociosas, impertinentes,
„ vanas, y perniciosas? "
13 Diráseme , que, ni es perniciosa , ni vana,
ni impertinente , ni con ociosidad la amistad , que
suele obligar á bajar á la Red. Pero responderé, que
aunque por el fin , con que baje , no lo sea , es casi
imposible , aunque sea muy breve la visita , que de-
xen de mezclarse muchas palabras ociosas , y de
ellas se nos ha de pedir una cuenta muy menuda , y
muy puntual. ^
1 4 ¿Pero á que puede venir el que llama á una
Religiosa , que no pueda evaquar desde su casa? Si-
no es cosa de secreto puede salir de la dificultad con
Pp un
298 A v i s o XVII.
un recado. Si lo fuese , y quiere que esté oculta , ta
comunica de proprio puño en una Carta, y remedia
su curiosidad con la respuesta. Pero no es esto por
lo común. La visita suele ser por divertirse con la
conversación , y en este caso le coge la censura de
impertinente , perniciosa , ociosa , y vana. ¿Y á estas
visitas no se ha de resistir la Religiosa, que se quiera
bien por el recelo de que se pierda, ose gane la
amistad?
1 5 Una de dos. Si es amigo de veras, y jui-
cioso se edificará al v e r , que se niega al dulce de-
sahogo , que da el trato con un amigo por emplear-
se en el servicio de Dios, y bien del público. Si es
amigo de tararira , y que solo busca la Red por
holgarse en ella, es natural , que se ofenda del des-,
yió., y la. ¡amistad padezca algún desmayo. Pero,
vaya bendito de Dios, que poco se vá á perder en
esta amistad.
16 Oh Señor (suele repetir el sentimiento) el
Monasterio está, b puede estar necesitado , y por (

amistad, y Red pueden venirle los socorros. Ohl


Reniego , amada mia , mil veces de ese prurito de
socorros, y bienes temporales. ¡Oh mis hijas (dice
la Santa Madre , Tomo 2. Carta 74.) "¡Oh mis .hi-
jas, qué cansancio , y contienda traen consigo estas
„ haciendas temporales ! Siempre lo pensé , y aora lo
„ tengo visto por experiencia, que á mi parecer todos
„ los cuidados , que hé traído en. las Fundaciones , en
parte no me han desabrido , ni cansado, tanto. El lo
„ guié todo , como mas, sea para su gloria , y honra,
„'y que la riqueza temporal nonos quite la pobreza
de espíritu." . ..
D E SANTA T É A É S A . 3Q/O
1 7 Dígote, pues, que ése efugio es otro muy
solemne desatino. "Nunca nos. venga bien (dice la
„ misma Santa Madre en la misma Carta , qüéaca^
j, bo de citar) yendo contra la voluntad de nuestro
„ bien." Pues si es voluntad de nuestro bien , que es»
:

Dios, el no frequentár la Red , dicho está que no


vendrá bien á la Comunidad buscándole de este mo-
do , b que si viene, nunca será bien venido. •
- 1 18 Oye á San Francisco de -Sales en uno de sus
Entretenimientos (el 18.) "Los Religiosos, y las Re¿
:

„ ligiosas no deben jamás detenerse con los Seglares


con pretexto de adquirir amigos para la Comuni-
„ dad. Verdaderamente, que no hay necesidad/de
„ esto', porque si guardan clausura , para obrar bien
lo que es de su cargo , dé ninguna manera deben?
„ dudar, que nuestro S¿ñor proveherá bastanteaien-
te sus Conventos dé todos los amigos, que fue-
„ sen necesarios."
1 9 La Seráfica Maestra se vio en el mayor apu-,
ro, que -pkiede suceder , que es faltar la comida para
si , y sus Religiosas. A tanto extremo llego su nece-
sidad , que no tenian , ni un solo pan , que comer»
Con esto se contentaban , y conociéndolo su devo-
to Francisco de Salcedo (que tampoco le tenia para
dárselo) quiso escribir á un Señor Obispo. Señor %

fan no tenemos. Mucho menos era esto , que baxar


ó la Red , á solicitar amigos. Sin embargo la Santa
no se lo permitió , y luego se hallo con una gran li-
mosna , que á la Santa , y á su Comunidad saco de
esta agonía.
20 Óyela gracia con que refiere el caso agra-
deciendo al que la saco de tanto apuro. "Pague
Pp 2 núes»
3oo A v i s o XVII.
„ nuestro Señor á V. S. la limosna, que ha venido
„ á muy buen tiempo , porque yá no teníamos á
„ que acudir , aunque no me daba mucha pena. A
„ Francisco de Salcedo le havia dado mas que a
„ nosotras ,. que siempre "'confiamos en Dios. Dixo-
„ me ese otro dia , que quería escribir á V. S. y so-
,, lo decir en la Carta. Señor , pan no tenemos , y yo
„ no le dexé." ¡Oh amada mia ! Quanto es lo que
en esto hay , que notar para alentar nuestra con-
fianza en el Señor.
.21 Aquella Santa Muger , y su Comunidad,
obligadas por derecho natural á mantener la vida , no
tenían , que llevar á la boca : Contentábanse con pan,
y aun este les faltaba. No paraba aqui su angustia,
porque, ni tenían á quien acudir , para que se les
diese por el amor de Dios. Parece que no puede lle-
gar á mas extremo la apretura. Sin embargo dice la
Santa , que no le daba mucha pena. Quería pedir este,
pan Francisco de Salcedo. ¿Y á quién ? Aun piado-
sísimo Prelado, que la Santa estimaba como intimo
amigo suyo , y no lo permitió aquella gran Muger,
ni su Comunidad , porqué nosotras (dixo) siempre
confiamos en Dios. ¿Podrá darse prueba mas clara de
que confiando en Dios una Religiosa, y sirviéndole
en el Coro, y retiro de su Celda, no necesitará de,
bajar en busca de amigos á la Red para el socorro
de su necesidad ? Pues de estas pueden referirse mu-
chas , y las omito porque las juzgo ociosas.
. 2 2 Yá vés , amada mia , despreciado aquel efu-
gio , y cerrada aquella puerta, pero puesta a! mismo
tiempo de par en par otra , que es mucho mejor. Si
guardando la clausura , y no bajando á la Reja se
en-
D E SANTA TERESA. 301
encarga Dios de cuidar del Monasterio, sirviéndo-
le de Provehedor , b Mayordomo, el solicitar ami-
gos para salir de las necesidades , es ofender al me-
jor Amigo, que es Dios nuestro Señor, y-.dexarle
por un particular , es no fiar en su palabra , es no
hacer digno concepto de su Providencia.
23 Yá habrás notado , que dice San Francisco
de Sales en el pasage que te cité, que de todo pro-
veherá Dios á las Religiosas, si obrasen bien, y guar-?
dasen la clausura. Bien entendido esto, me dá ar#
mas para combatir con nuevo brio la frequencia.da
la Red. Entendida en sentido literal la clausura, so-
lo prohibe la entrada, y la salida, y esta se manda
en vuestros Conventos con tanta severidad , que en
la Bula de Erección ss.dice-.asi. "Sej observará, reli^
„ giosamente en la conformidad/, .que manda el De -
recho Canónico, y pide el Instituto, Ni aun el Me-?
„ dico , ni Cirujano , y últimamente ningún hom-
„ bre , ni muger entrará jamás dentro del. cerrador
„ de la habitación de Religiosas." ,
24 Supongo parala inteligencia de estas voces,
que el prohivir el ingreso á Medico , y Cirujano so-
lo quiere decir, que no entren sin necesidad , y que
siempre que sea inexcusable, solo sea para visitar á
las enfermas, que lo han menester, sin ver otra cosa ,
mas. Supongo también, que no hablo el Santo Sa-
les de estas salidas , y entradas phisicas , y personales,,
porque yá quando escribió estaban por el Concilio
imposibilitadas las Religiosas á semejantes entradas, y
salidas. Habla sin duda., pues, de las salidas á la.
Reja ,.y las califica de rompimiento de clausura.
. 25 El Santo tubo ; razón, porqué en sus conse-
quen-
$0» A VI 8 0 XVII.
«pendas son asi, y malogra la clausura una gfíáí
•parte "de-sus utilidades con la asistencia de las Reli-
giosas á las Redes. ¿Para qué se encarceló una Mu-
ger en un Convento ? Para no saber de mundo. Pues
si sale à la Reja á que se le diga lo que pasa en él,
haga cuenta que no se encarcelo. Para que sean in-
quietud de su memoria en la oración, y en el Coro
las especies, que la Han comunicado, lo mismo es,
haberlas oído en la íRed , que si las contasen en la
Sala Capitular. •
26 Es verdad , que el Seglar, que las dixo, y
la Monja, que las oyb ,; no quedarán excomulga-
dos , porque solo se impone esta pena à los que fi-
sicamente rompen la clausura. Pero si aun introduci-
das las noticias desde Fuera alteran su quietud , im-
piden su soledad, y la hacen saber todo aquello,
que para que no lo supiera la condujo á la clausura,
se inferirà , que aunque no se quebrante fisicamen-
te , y en su realidad, desvanece , y disipa el santo,
fin, con que se estableció.
27 ¿Y qué diremos ; si llamase à tal, ó tal R e -
ligiosa para su bien espiritual una persona muy dada :

à la virtud ? Esto mismo se preguntó al Santo Direc-


tor , y en el Entretenimiento 16. respondió asi. "Pre-
guntaisme si sucediese en un dia, que una Supe-
priora tublese tanta inclinación à complacer à las'
„ personas Seculares debajo de pretexto de su apro-
„ vechamiento , que Faltase al cuidado particular, que
„ debe tener con sus hijas, que están à su cuidado,.
„> ó que no tubiese tanto tiempo para hacer los cuida-
dos de la casa , por estarse muy de espacio en el
Locutorio. ¿Si estaría obligada à dexar esta inclina-
,» cion
. D E SANTA TEHESA. .303
: clon, aunque su intención fuese buena? A esto di-
„ ré , que las Superioias deben ser muy afables con
„ las personas Seglares, con fin de aprovecharlas , y
„ deben darles alguna parte de su tiempo ; ¿Mas quaj
,, pensáis , que debe ser esta pequeña parre ? La duo-
„ decima , quedando libres las once partes restantes;
„ para emplearlas en el cuidado de la familia."
28 Tu sabrás mejor que yo lo que esta duodé-
cima parte puede ser, mas yo saco la cuenta asi, Ds
las veinte y quatro horas del dia se deben descon-
tar las que se gastan en sueño ..comida , y Icena. Tam-
bién deben excluirse todas las de silenció, Coro, y
oración , y demás actos de Comunidad porque en;
el mismo Entretenimiento supone este Insigne Santo,
„que debe despedir la Portera acqualqúiera que las
„ busque, diciendo que nuestra Madre ó las her-
manas están en la oración, ó en el Oficio." ' - .
29 Yo creo que si seguís en esto la dirección
de este gran Obispo , entenderéis en aquella voz;.
Oficio el que tiene cada una de vosotras en sus cla-
ses , yá interiores , yá exteriores. Cercenadas , pues,.'
al numero de veinte y quatró todas las horas de es-
tos exercicios , si le quedasen tres para el retiro de
su Celda podrá darse por bien librada, y en este
caso la duodécima parte será un quarto de hora es-
casamente. ,
•30 Muy poco tiempo es este para conversación;
mas larga , y tendida suele buscarse en la Red. Y
si a la Madre Priora , que tiene su Supriora , que
la substituya,, le queda tan poco tiempo para tratar
con reglares de virtud , y con el fin de su progreso,
espiritual j ¿Qué: juicio baria aquel Santo de la que
-.' con
'304 - A v i s o XVII..
con poco, b ningún motivo {requemase la Red un
dia , y otro ? Oye segunda vez á este gran Santo,
y viendo quanto cercena esta libertad á las Superio-
ras, conocerás lo que quería en las subditas.
3 1 "Las Absjas (dice en el Entretenimiento 16.)
„ salen cierto de sus colmenas , pero esto solo es por
„ necesidad , b por utilidad , y se detienen muy pa-
•„ co sin dar la Suelta. Y el Rey principalmente sa-
„ le muy raras veces, como quando se despide un
,, enjambre, y entonces vá rodeado de su pequeño
„ Pueblo. La Religión es una colmena mystica to-
v da llena de Abejas celestiales , las quales se han
„ juntado para labrar la miel de las celestes virtudes,
„ y por esta causa conviene, que laSuperiora, que
„ es entre ellas como su Rey , sea muy cuidadosa
,, de tenerlas cerca , para enseñarlas el modo de con-
„ seguirlas, y guardarlas."
33 "No obstante - esto es menester, que trate
„ con las personas Seglares , quando la necesidad, 6
„ charidad lo requiere. Mas fuera de estos casos de-
,.,-be desembarazarse con presteza de los Seglares. Di-
,-, go fuera de necesidad , y charidad , porque, hay
ciertas personas de gran respeto , á las quales no se
„ puede disgustar."
• • 33 Subdita eres , amada mia , pero puedes ser
Prelada. Ten presente lo dicho para lo que eres hoy,
y para lo que mañana puedes ser: No dexo de te-
ner algún recelo de que cotejada esta receta con lo
que comunmente se practica , ofenda como nimia
esta austeridad , y como que tiene visos de desa-
tención.
34 Sin embargo , no quedo el Santo aquí. Su-
po-
D E SANTA TERESA. $6,$
pone , que el bajar á la Red ha de ser inevitable , y
aun siéndolo nos previene, que ^n avisando la cam-
pana à qualquiera acto de Comunidad , se ¡acaben l'a
visita, y la conversación. Es natural, que lo sienta
la Prelada, pero, ni aun esto se huyó à la adver-
tencia del Santo, pues dice poco gustoso de este sen-
timiento. "Si siente la Superiora interrumpir la con-
„ versación por ir al Oficio , quando tocan la cam-
„ pana, no conviene que sea tan tierna , porque si
son Personas de grande respeto, b que vienen ra-
„ ras veces, b son muy de lexos, no es bien dexar
,, los Oficios, b la oración, si absolutamente no lo
„ pide la caridad." Buelvo á pedirte., que cotejes lo
que el Santo pide , con lo que comunmente sucede,
y sete hará creíble mi celebridad al verte tan desa-
viada de la Red. Mas concluyamos esta conversa-
ción.
35 Porque yo me haya recluido (dirà alguna)
en un Convento , no dexo ds ser hermana de mi
hermano. Soy como antes hija de mis Padres, y
parienta de mis. parientes, Como tales los he de amar,
que asi me lo manda Dios, y parece muchísima im-
piedad , que no haya de bajar à verlos à la Red , ven-
gan poco, b vengan mucho , porque en esto no pue-
de haver exceso, con tal que no por ello dexe de
asistir puntualmente à mi Coro.
36 Sobre este amor à Padres , y parientes hè
hablado muchas veces à mis Religiosas, como ha-
brás visto en mis Platicas , y solo añadiré à lo dicho
.con el Venerable Maestro Ávila esto poco. "Tener
„ Padres (dice en su Audi Filia, cap. 98.) Tener
»? Padres, hermanos, parientes, casa , y Pueblo, co-
Qq mo
Зоб A v i s o XVII.
т о si no lo tubieses, no para no reverenciarlos, y
„ amarlos , y obedecerlos , pues la gracia no destru­
„ ye la orden de la naturaleza , y aun en el mismo
„ Cielo ha de haver reverencia de hijo á Padre ; mas
„ para que no os ocupen el corazón , iy estofven al
amor de Dios, amadlos en Christo no en ellos , que
',, По os los dio Christo para que os sean estorvo á
:
' Ib' que tanto debéis; siempre hacer , que es servirle.'^
3r

3 7 Pero para queme cansare en esto, quando


sin salir dé casa te dicen tus Constituciones en el art.
5. mucho mas que yo pudiera decirte en el asump­
to. Alli verás como ha de amar una Religiosa á sus
1J 1 :
'Padres', y' parientes', y á qualquiera , que practique
'literalmente en ' el modo, y en la substancia aquél
amor, la doy licencia para que también baxe á la Red.
• 38 Óyelas. Dicen asi. "Las Personas , que en­
„ traren en esta Religión de nuestra Señora , siguien'­
do el consejo de Christo : Quien dexare su Pa-
„ dre , jr su Madre, &c. "han de hacer cuenta dé
„ dexar Padre, y' Madre , hermanos, y hermanas, y
r (
„ quanto tnbierón en él mundo , ¡ tomando para si
„ aquella sentencia del Salvador , el que no aborre­
„ ciere Padre , y Madre , y auna su misma alma , no
„ puede ser mi Discípulo. Por tanto* procuren con
„ cuidado olvidar todo amor carnal en orden á sus
„ Padres , b parientes , convirtiendolo en espiritual,
„ amándolos solamente con él ambr de la verdade­
r a caridad , como conviene á Personas tan muer­
„ tas al mundo, y asi mismas, viviendo solamente^ á
•„ Christo nuestro Señor , á qüienhan tomado en lu­
',, ga'r de Padr­é ,< hermanos, y hermanas.,• y de to*­
~„­das las césási" '•­ ; a -r.-.n ]
• «
.' Haz­
D E SANT¿ TERESA.
; #oy
30, Hazlo asi, amada mia en Jesu-Christo', y
aconséjalo á tus compañeras. Asi obedecerás, á la Se-
ráfica Doctora, que quiere á las Religiosas con la
condición precisa de que en cosas, en que nada les
vá, ni les viene , no sean curiosas en hablarlas, ni
preguntarlas y esta es cosa, que no podrá conse-
guir la que baxase á la Red. En este punto , y eti
otros suelo yo decir, que no quiero mas Juez en es-
tas causas, que á las mismas Religiosas. Verá cada
una lo que le sucede en bólvienda á su retiro,'des-
pués de haver estado en el Locutorio. Ninguna ha-
brá á quien esta , b aquella especie de las que alli se
vertieron, no cause alguna inquietud , ba lo me-
nos le produzca alguna distracción. ¡Siempre he oido,
que mas vale sola, que. mal. acompañada i y si sola
está con Dios, yá tiene buena compañía. Lo dicho*
dicho, Ninguna Red , b muy poca , y en esta muy"
poca Red de trecho en trecho un pedacito espiritual.'
Este será el mejor exorcismo para quantos busquen
la Reja por ociosos. Asi se lo pido á Dios por las ve-
ras , con que te estimo, yque te guarde en su santa 1

gracia muchos años, Burgos, y Noviembre. 10. dé


3(778.

***

Qq» AVI-
3ót A v i s o XVIII.

AVISO XVIII.
OFREZCA 1
TODAS ZAS OBRAS AL PA-
dre Eterno, juntamente con los méritos de su
Hijo Jesu-Christo.

§. I. .
1 „ * Y 7 * A en esta vida creo no nos veremos , y
„ J[ nuestra comunicación, y trato so-
lo será por- Cartas hasta que en la otra nos veamos
' jacie
v ad faciem con dulcísimos amplexos. Y á si
, solo nos queda', que en el corto tiempo de este
?

,, mortal destierro nos consolemos mutuamente con la


,", frequencia de las Cartas. Espero no se eche me-
,, nos mi cuidado en. esta parte." Asi decia nuestro
gran Santo Francisco de Xavier en Carta á su Santo
Patriarcha, fecha en Bolonia á 31... de .Marzo de
1540.'y en vísperas de^alir para la íñdiá Portugue-
sa. No te desagradará, amada mia, este principio,
porque te habla nuestro Santo, y siempre que se me
presente la oportunidad me aprovecharé de su santa
conversación! * -
2 Ninguno de los dos se embarca para regiones
tan remotas, pero presos uno, y otro, aunque en di-
versos recintos , estamos igualmente imposibilitados
para.vernos. Esto sucede en el dia ; ¿mas qué sabe-
mos si querrá nuestro Señor , que se mejoren las ho-
ras , facilitando la execución de tus ideas ? En eL in-
-— .., •- .• -• te-
D E SANTA TERESA. 309
terín suplirán las.Cartas los defectos de la vista. Creo,
que las recibas con aprecio , y para que este no sea
apasionado , sino justo, nos dará asumpto Santa Te-
resa , b sus Avisos.
3 Supongo, que no habrás hecho bancarrota
de tu racional discernimiento , y consiguientemente,
que serás muy devota de aquella gran Muger , é In-
signe Santa , que piadoso el Señor embib á este mun-
do , no para este , b aquel gremio particular, sino
para todos. Para Religiosos , para Principes , para
Prelados ; Discreta sin afectación, graciosa sin bajeza,
circunspecta sin fastidio , rigurosa con dulzura, be- ;;
nigna sin abatimiento , fiel en sus correspondencias, '
constante en su amistad , firme en sus palabras, y (si
puede decirse de este modo) la Muger mas hombre
de bien , que hay en el Cíelo.
4 En todo , y con todos fué singular esta gran
Santa, pero á juicio de los que entienden algo de
sus fondos , se excedió á si misma en el trato, y di-
rección de las Religiosas, que por el camino real de
la oración solicitan adelantarse en la vida espiritual.
Buena prueba es aquel doctísimo Vexamen , que ha-
brás leído en la Carta 5. del Tomo 1. en donde el
profundísimo San Juan de la Cruz es uno de los
Censurados. Alli habrás visto también, que dice el
V. Palafox. "Siendo el V. P. Fr. Juan de la Cruz.
„ el mystico , el delgadísimo , y el profundísimo de
„ la Iglesia, todavía en llegando á Santa Teresa es
„ uno de sus muy humildes Discípulos." ¿Pues quién
pudiera instruirme mejor para hablarte como á Re-
ligiosa , que la Seráfica Madre Santa Teresa ? Esta
será la que principalmente hable en mis Cartas, y,
de-
gto A v i s o XVIII.
denos aorá asumpto el Aviso de ofrecer todas" nues-
tras obras al Eterno Padre , para conseguir el meri-.
to en todas nuestras acciones.
5 No son muchos tus años, pero si reflexiono
lo ocurrido en ellos creo que has obedecido con
. mucha utilidad tuya el encargo. Y pues no me ne-
garás , que en esta obediencia puntual te ha ido tan
bien , sino prosiguieses en ella tendrás muy poca
razón.
; 6 De niña te llamo Dios á la Enseñanza, pri-
mero de Pupila , después de Religiosa. Yá empie-
zan desde aquí tus'mayores obligaciones» y no cum-
plirás si tubieses ociosas tus gratitudes.. Yo te haré ver
con dos Insignes Santos el grande empeño, en que
jpsta piedad te há puesto
7 A la Santa Madre Juana de Fremiot, muy
parecida en todo á vuestra V. Lestonac, escribía
(Ep. 41. lib. 4.) San Francisco de Sales, y en su
Carta exclamo á Dios de esta suerte. "Ay Dios mió,.
ti que gracia hé recibido de Vos de haver estado tan--
„ to tiempo tan mozo, y miserable entre los Here-
„ ges, y tantas veces combidado con los mismos ce-
} , bos ,• sin que jamás mi corazón haya querido, nf
„ aun solo mirar aquellos infelices , y desventurados
objetos. Bendita sea la mano misericordiosa de mi
Dios, que me há tenido firme dentro de su for-
taleza."
8 Nuestro Santo después de unido á la Christia-
na dirección de San Ignacio, le recomendó desde
Pans en 25. de Marzo de 1 5 3 5 . á su hermano el
Capitán Azpilcueta,. y le dixo de esta forma. "No
,¿ sé yo quando podré pagar al Señor-Maestre Iñigo,
„que
D E SANTA TERESA. 311
que él f ué causa de que no tubiese yo conversa-
ción , ni conocimiento con Personas, que de fue-
„ ra mostraban ser buenas , y de dentro llena? de
„ heregias , como por la obra ha parecido." N 0
quiero decir , que el mundo de que huíste esté tari
pervertido , como entonces, pero para haver acei-
tado en huirle , es lo bastante.
o, La educación de las Niñas, b no la hubo , h
está olvidada. Para todos es proposición muy verda-
dera , que nadie se salva sin saber la Doctrina Chris-
tiana , y hay muy pocas, que la sepan. Las de ba-
ja extracción en muchísimos Lugares no encuentran
quien se la enseñe. Oyen al Párroco sin atención, o
no le oyen. No queda otro recurso , que el de sus
mismos Padres, pero les sucedió lo -mismo que á
sus hijos en su primera- edad , y no les pueden dar
lo que no tienen, ni enseñar lo que no saben.
10 Las habilidades, y labores de mugeres las
habilitan para su acomodo , y contribuyen á un
destino honrado , b de servir á Personas de mas alta
esfera, b de ganar su alimento con la labor de sus
manos. En donde no hay Maestra nada se consigue,
y y a puede adivinarse.lo que dará de si una muger
de baxa esfera , y entregada á la ociosidad.
1 1 No-es tanto lo que se llora entre gentes dis-
tinguidas. Algo es lo que se les enseña , mas no
-será temerario el que se incline á creer ,' que no sea
"lo.que baste. Aprenden (como yá dixe. otra vez) las
oraciones , y bien , b mal el Catheeismo , pero en
pasando de la primera edad se juzga gazmoñería el
:
bolvfir á él, y aun imprudencia del Cura , que se
atreva al examen de Doctrina/ ¿Y en este caso , que
• . "es
312 A v i s o XVIII.
es natural que suceda?-Que el Cathecisfflo sépfert-
dib con alfileres , que no se bolvib á prender , y que
en la juventud se desprendió, y á quien muere sin
saber lo necesario, de nada le servirá haberlo sa-
bido. ._•.[•:[
1 2 También se pone cuidado en adiestrarlas
en esta, b aquella labor ,' aunque probablemente
$e crea , que nunca les sean necesarias para mante-
ner su casa, y conservar la vida. ¿Pero quales sue-
len ser por lo común ? ¿Acaso aquellas , que des-r
cribe Salomón , como las mas importantes, en su
justamente alabada Muger fuerte ? ¿Se les enseña el
«til exercicio de el lino, de la lana , y el manejo
del uso ? ¿Quién tal dice ? Eso es bueno para muge-
res ordinarias, y no solo ocioso , sino improprio de
Señoras. Sepa hacer aderezos , primorosas escofietas,,
y otros juguetes de la misma estofa , y celébrese co-
mo diestra en estos delyrios , que todo lo demás lo
iiace el dinero. ¿Te parece, amada mia, que está el
mundo en buen estado ? Pues ten por cierto , que
en este estado está el muudo.
1 3 Creofirmisímamente,que no incurrirías tu en
estos peligros, porque me acuerdo muy bien de la
educación Christiana , prolija , y escrupulosa , quo
te daba tu Santa Abuela , y venerada Madre mia.
Sé , que te enseño , y explico tan á fondo el Cathe-
cismo, que estoy por decir pudieras predicarlo. Sé
también ,. que aun quando niña sonabas como dies-
tra en manejo de llaves , y govierno de la Casa. Sé
finalmente , que te hizo aprehender aun lo que por
lo natural no harías nunca, para saber mandar, á
quien lo hiciera. ¿Mas cjué sabemos- lo que serias des-
pués ea, casa propriaí No
D B SANTA TERESA. 313
1 4 ¿No puede temerse que se desquitase la
libertad de la antigua , .aunque, suave sujeción l ¿Nq
©irnos á todas horas, que puestas en otro estado se,
vén sueltas , y derramadas, las que al lado de sus Pa-
dres estaban encogidas ? ¿Qué sabemos si abandona-
rías el cuidado de tu casa , por la Opera , el bayle,
y la Comedia ? ¿Quién me asegura, que no dieses
al olvido aquellas labores útiles , y solo cuidases de
hacerte distinguida, porque tu peynado se levantara
media vara mas , que el de las otras ? ¿Y quién me
asegura , en fin , que no dieses al olvido aquella Doc-
trina Christiana, que tenias tan bien sabida?
15 Da mil gracias á Dios, amada en Jesu-
Christo , no solo de haverte librado de estos riesgos,
sino de haverte llamado á una Religión, en que á to-
da muger se; enseña á ser muger; provechosa á la»
República, útilísima atestado, y sobre todo pro-
porcionada para el Cielo.

5- n.
16 Q<I hicieses de esta enseñanza aprecio justo*
k3 Bello principio , y que para su apoyo
tiene la aprovacton de nuestro Santo. Martin de Az-
pilcueta (conocido comunmente por el DoUor Na-
varro) era primo hermano suyo , y uno de los hom-
bres mas doctos que conoció su siglo. A este escri-
y

bió nuestro Santo en 4. de Noviembre de 1540. de


este modo. "Por una Carta de Vm. escrita á 1 5 . de
„ Oílubre , mi anima recibió tanto gozo , y consue-
l o , que después de su vista a me fcr multos jam
ndks opiata^ ninguna cosa me podía dar mayor gus-
RR. „to»
314 A v i s o XVIII.
„ to , sabiendo que los trabajos , y ocupaciones tan
„ santas , en que se emplea , son de tanta piedad,
como es enseñar á los que desean solo saber , para
„ con ello solo servir á Ch'risto nuestro Señor."
1 7 Todas las útiles fatigas de aquel Doctor In-
signe se dirigieron á mejorar al mundo en sus cos-
tumbres. Por esta razón era tan singular el conten-
to de nuestro glorioso Santo. En prueba de que si
diese otro uso á su mucha capacidad , no le merece-
ría igual aprovacion , continua su Carta , y dice asi.
„ N 0 le tengo aquella compasión, que le ternia , si pen-
„ sase , que el altísimo talento , que Christo nuestro
„ Señor le dio , no lo empleaba como Siervo fiel."
18 Últimamente alentándole con la esperanza del
premio á la continuación de sus trabajos , continúa la
Carta de este modo. "Teniendo por cierto, que el
„ premio del trabajo ha de ser mayor , que la fatiga
„ de h averio ganado quando super multa erit consti-
„ tutus , qut in módico fuit jidelis. Y si trabajos se
„ le ofrecen al presente en leer alguna lección mas de
„ lo acostumbrado , esto le debe dar fuerzas, para que
„ con mucha voluntad tome semejantes trabajos."
1 9 De este pasage de nuestro Insigne Santo, de-
bes inferir muchos bienes para tu consuelo. Uno es,
que no tenia lastima á su gran Primo por lo que tra-
bajaba , como Siervo fiel , y esto merece embidia,
mas que compasión. Otro es, que lo que mas embi-
diaba era, que se dirigiesen sus fatigas á enseñar á
los que solo desean saber, para con ello servir á Chris-
to nuestro Señor. Otro , en fin , que debiendo cor-
responder el premio á los trabajos , siendo tan úti-
les, y tantos sus trabajos , forzosamente havia de ser
' . muy
Da SANTA TERESA. $tj
muy grande el premio. En la Sagrada Escritura b e -
bió esta gran Doctrina nuestro Santo, pues en ella
se nos dice , que los que enseñan á muchos la cienr
cía de la Justicia, resplandecerán por perpetuas eter-
nidades , como Estrellas. .
20 Transladate , pues , aora desde nuestro San-
to á la contemplación de tu Instituto. Este te manda
enseñar al sexo mas ocasionado, y en la edad mas
peligrosa. ¿Pues quinto bien harás á la República,
qua'ntas almas podrá conducir al Cielo tu enseñanza,
y qué premio se te destinará , si desempeñases exac-
tamente esta útil ocupación?
* 1 Llamóla útil, porque aun antes , que la hu-
biera , la llamo asi la Seráfica Doctora. En su tiempo
se pensó en Medina del Campo en una cosa pareci-
da , y en su Historia se nos dice , "que tenia tanto
, zelo de las almas, y estaba tan fervorosa en este
f

ministerio , y deseosa de él, que no solamente en»


„ aquella Villa , sino en todas las Ciudades, y V i -
„ lias de España gustara se hiciese otro tanto." ¿Quién
duda , que diria aora lo mismo , y con mucha mas
razón , viendo elevada á Religión esta enseñanza,
y aprobada por el juicio infalible de la Iglesia? Bol-
Vamos á oir á esta gran Santa una , y otra v e z , pa-
ra que unido lo que dice , á lo que hemos oido á.
nuestro Santo, se aliente tu fervor , y crezca tu con-
suelo,
a 2 Aquel Insigne Varón enseñaba á hombres,
tu Regla habla con mugeres. \Oh amada mia, qué di-
ferencia tan grande l Sabia la Santa Madre, y bla-
sonaba en cierto modo de conocer las propriedades
de su sexo. Asi lo dice en la Carta 3 5 . del Tom. 2.
Rrs M V.
3тб A v i s o XVIII.
„V. Р. Padre mío advierta en esto, y crea, que
„ entiendo mejor los rebeses de las mugeres , que
„ V. P.«
23 Porque los tenia tan bien entendidos dice la
Nota á la Carta 3 1 . "Siempre se recelaba la Santa de
„ muchas mugeres juntas, y la parecía, sino impo­
„ sible , muy difícil de reducirlas á estilo común, 8cc.
<f

­Pues si­para aquella muger era un empeño, sino im­


posible muy dificultoso reducir muchas mugeres á ra­
.zon , ¿qué será para quien no sea otra Santa Teresa
­de Jesús? :

24 Esto sentía la Santa hablando de unas mu¿­


geres recogidas en un B eaterío de Villanueva de la
<Xara. Estas no serian niñas * Es muy creíble, que
•yá estubiesen en edad , en que lograse sus eficacias la
•persuasión. ¿Aun asi era empeño' grande para un en­
tendimiento tan sublime? ¿Qué será el de tratar dg
­dirigir á la niñez , en que la razón no labra, y ha de
­darse toda la acción á la porfía , encabezándose en
un continuo exercicio la paciencia?
Í 25 Aquel grande hombre enseñaba , y esto ca­>
•linca nuestro Santo por fatiga. Pero buelvo á notar,
que su estudio enseñaba á hombres, y vuestra Rér­
gla á mugeres, y no quiero manifestarte la dispari­
dad , porque la oygas á Santa Teresa de Jesús. "En­
tiendo (dice Carta 1 7 . Т о т . 2.)­es tan diferente еш­
„ señar á mugeres , é imponer á muchas juntas, á
„' enseñar Mancebos , como de lo negro á lo blanco,
„ y hay tantos inconvenientes en ser muchas para no
„ hacer cosa buena, que yo no lo puedo aora decir."
26 N o fuera (aunque de la Santa Madre) tan de­
cisivo este fallo , si la experiencia no se lo hubiera
di­
D E SANTA TERESA. "3I7
dicho, y solo se fundase en el concepto , que hubie-
se formado su advertencia de lo que pudieran mor-
tificar muchas mugeres juntas. Pero en la misma Car-
ta nos añade. "Tengo experiencia de lo que son mu-
renas mugeres juntas. Dios nos libre," Y no debo
callarte, lo que discretamente , y con mucha sal,
añade á estas voces su discreto Anotador. "A esta
devota deprecación (dice) nada tenemos, queaña-
„dír, sino responder todos amen."
27 Vuestras clases admiten quantas quepan, que
son muchas, y no son mugeres de razón , sino mu-!
chachas: ¿Pues quanto será , amada mia , el trabajo,
quánta la fatiga? ¿Pero también, quanto el premio,
que el Señor prepara á la fatiga , y -trabajo de vues-
tras escuelas? -.. • ,. • ».-.• • ' ; >
2 8 No hay menos diferencia' entre. una muger de
algunos años, y una niña, que la que se vé en un
tronco puro tronco , y otro que está á Jo menos des-
bastado. Este solo necesita de pulimiento, y aun sue-
le tener algunas lineas, para conseguirlo. En aquel
(

es preciso hacerlo todo , sin que él se pueda ayudar^


porque es insensible á toda dirección. Es arduo em-
peño , pero necesario, porque sino será el tronco
siempre tronco. Si esto no se lograse á los princi-
pios, después se resisten mucho los remedios, se em-
botan las delicadezas del buril, no alcanzan las vio-*
lencias del cincel. Conociendo esto la Santa Madre*
y hablando de^sus Sobrinos (decia en la Gart. 9. del
Toni, 2.) "Yo tengo gran miedo , que si no hay
j, desde aora gran cuenta con esos niños, que sejx>-
„ drán presto entremeter con los dema's desvane-
9 i Cidos."
Des-
3*8 A v i s o XVIII.
29 Desde los primeros años debe empezar la
cultura : ¿Mas qué gravoso será á quien se encarga
fie ella ? Gon mucho gusto esparce el Labrador su
grano á tierra agradecida , que le paga con frutos,
lo que siembra , ¿pero quánta deberá ser su toleran-
cia en un campo, que desconoce al aborto, se de-
sentiende al arado , y no da señas de agradecer el
Cultivo ? "Los trabajos (decia nuestro Santo , en Car-
e t a escrita en Cochin en 25. de Enero de 155^2.)
j, Los trabajos , que se emplean en cultivar gente
„ discreta, deseosa de saber el camino de la verdad,
# , y en qué ley se ha de salvar, trahen muy grande
d , consuelo, y gusto.' Pues por el rumbo opuesto
1

debemos inferir , que el trabajar con personas, en


que no se advierten estas buenas proporciones , sera
íatiga meritoria , pero muy sensible.
. 30 $Y qué trabajos ? Creo , que para una mu-
ger advertida, á quien recibió el mundo en cuna
iionrada, y se crió con limpieza , son estas tres felw
cidades , tres escollos, que necesitan de mucho au-
xilio para su vencimiento. Oygo, que se divide ea
dos clases la enseñanza , y dudo en quaí sea mas ne-
cesaria la paciencia. Una clase es interior , exterior
otra. A esta concurre la gente vulgar , á aquella la
distinguida. ¿Quánto tendrá, que ofrecer á Dios • una
«muger de aquellas circunstancias con una turba mul-
la , que la obliga á ajustarse primero con su estoma-
go , y olfato para que el fetor de la desnudez, a
mala ropa, no de al través con toda su tolerancia?
3 1 Hasta que con la instrucción se las imponga
algo en ía modestia,.y rudimientos primeros de una
racional crianza. Hasta que se haga quietud la anti-
gua
D E SANTA TERESA. 319
gua tuna , y sosiegos las carreras ; Hasta que con la
caña, ü otro aviso se les imponga en algún comedi-
miento , ¿quanto tendrá que sufrir la pobre Señora
destinada i labrar aquella tierra inculta?
32 Debe de ser lo sucio, compañero insepara-
ble de lo pobre, porque rara vez se encuentra un
pobre, que no sea sucio. Ninguno hay tan pobre, que
no encuentre un arroyo, en que se labe las manos,
ninguno tan desvalido , que.no halle quien le preste
una tijera , con que se corte las uñas , y algún peyne;
desdentado, que le desenmarañe su cabello. Pero
creerán, que con pelo de Javali, uñas de Gavilán,
y manos llenas de mugre manifiestan mas lo pobre,
mueven á mas compasión", y remedian mejor su
necesidad. No me persuado, á que acierten. La por-
quería nunca ha sido mérito, mas que á la compa-
sión excita al asco.
3 3 Con este deplorable aparato llega la niña po-
bre á una de vosotras, y no quiero hacer memoria
de la humedad de su cabeza , que se explica sin ce-,
sar por los dos desahogaderos de la nariz. Tampoco
quiero acordarme de la sarna , y otros trabajos me-
nudos , caminantes perezosos, porque solo de pen-
sarlo yá me pica todo el cuerpo.
34 Con este aparato (buelvo á decir) llega la.
Discipula, y es preciso recibirla con agrado, porque
no se logrará la enseñanza de otro modo. ¿Quántas,
cosas serán menester para que este agrado se pueda
conseguir ? No basta un caudal grande de paciencia,-
son necesarias robustísima salud , estomago inaltera-
ble , y olfato hecho á trabajos, é insensible.
• 35 . Todo se llevara bien., si sus asquerosos aram-
' ' be-
$20 A v i s o • XVIII.
beles, fétidos andrajos , y demás desagradable co-
mitiba, encubriesen un espíritu verdaderamente ra-
cional.-, y subsceptible de buena educación. Con es-
ta esperanza se suavizará todo el trabajo. Va la Maes-
tra á instruirla en las-verdades de nuestra F e , y en
-

los Mysterios de nuestra Santa Religión, y como


se prometa, que esto ha de conseguirse , no habrá
trabajo, que no le sea tolerable. ¿Pero quánto será
su desconsuelo, si por su rudeza temiese lo con-
trarío?
36 • Como nuestra Santa Ley es tan conforme
4 la naturaleza racional, aquella está mas cerca de
abrazarla, y cumplirla , que sea mas racional, y lo
parezca. En atención á esto escribía nuestro Santo
desde Cangoxima á Don Pedro Silva, Governador.
de Malaca./'Grande esperanza tengo , que la mayor
„ parte del Japón, con el favor de Dios, y asis-
tencia de su Divina gracia , siendo una gente tan
„ racional, como es , ha de abrazar nuestra Santa
„ Religión," ,• '
!
37 Parecido á esto, es lo que mucho antes ha-
vía escrito desde Tucuturin á su Santo Fundador.
„He notado entre ellos algunos de muy buenos ín-
„ genios , y no dudo , que serian muy buenos Chris-
„* tianos, si tubiesen quien los cultivase , é instruye-
„ se en los Mysterios, y preceptos de la Ley de
,, Christo nuestro Señor." '
38 Si llegasen (repito) las Discipulas con pro-
porciones tan bellas , que fundasen esperanza de
que se introdujese en ellas la Doctrina , no dudo,
que seria muchísimo consuelo , que dulcificase to-
dos los trabajo». Pero si llega una rustica , dura, in-
do-
D E SANTA TERESA. c$2i
domita, cenil, y en quien se perdiese toda la la-
bor , como si se sembrase sobre una peña, én que
nada fructificase la semilla \ jQué aflicción (amada
rnia) qué desolación, qué angustia! Pues de todo
puede haver , y estoy cierto de que lo hay. No fue-
ra esto tan malo, si se originase de una rudeza in-
vencible, lo peor es, que á veces se produce de una
voluntad, y resistencia á no saber, por la antigua inac-
ción, pereza , y ociosidad.
39 No se acaban aqui vuestros afanes. Uno hay
entre otros no de mucha, pero de alguna magnitud,
que es el estudio de la lengua en que las habéis de
hablar, deprimiendo las elegancias hasta la rustiquez.
"Advierto, decia nuestro Santo á los que instruia en
el modo de enseñar , en Carta én Cangoxima k
„ 3. de Noviembre de 1 5 4 9 . Advierto, que todos
<¿, quando prediquen , b expliquen la Doctrina , sea
enjengua Portuguesa , pero de aquel modo vul-
„ gar, é imperfecto , con que los naturales de la
„ tierra , y los esclavos suelen hablarla. Asi lo hacia
„ yo quando estaba hay , porque este lenguage pro-
„ prio de ellos es mas acomodado para que entrando
jy por sus oídos la verdad , penetre hasta sus almas."
Esto te habrá sido inescusable en el Pueblo en que
viviste, y estoy cierto de que algo de ello será me-
nester también en el que aora estás , y que si no te
explicas con aquellos barbaros bocablos con que la
gente vulgar se dá á entender , será casi lo mismo,
que si les hablases en Latin , 6 en Griego.
40 Mucho, aunque no todo de lo que sucede en
las clases exteriores, se verificará en las interiores. No
habrá en ellas aquel asco , fetor , desnudez , y por-
Ss que-
-32a ' A v i s o XVIII.
quería, porque corren de vuestra cuenta, mas no
sé , si puesto en fiel balanza lo que le substituye , se-
¿rá carga mas penosa , y mas sensible. A la enseñan-
za se añade el cuidado de la Niña , quando sana , y
quando enferma. Acaso no habrá sarna, pero si al-
fombrillas , sararnpiónes, y viruelas. Se loan de sur
frir sus clamores, enjugar sus lagrimas, y tolerar?
•sus impertinencias;, y ya se sabe quales, y q ti antas
suelen ser en Niñas de poca edad , con que ahinco,
piden ló que les daña, y con que amargura lloran,
quando.se les niega.
• 4 1 .Hade estar la Maestra á su lado á toda hora¿
R

,noj ha desapartarse de su cabecera, ha de perder las nó-


iches.-si fuese menester, y casi siempre se cree , que
hay.necesidad. Y quiera Dios , que aun asi se den los
parientes por servidos de que se asistió ásu educanda
Ícon cuidado. Buelvo á decir , amada mia , que es
vida muy trabajosa, y que llevándola por Dios, co^
¿no lo espero , demás de hacer mucho bien á la Ré?-
¡publica, has de asegurar un premio grande en la
Gloria.
< 42 No suelen parar aquí vuestros trabajos. Uno
hay transcedente alas clases interiores , y exteriores,
tque es verse lo trabajado, y no verse lo agradecido.
Vuestra fama os hace daño. N o todos conocen , que
;es menester tiempo para todo , y mas para lo rudo,
que para lo advertido. Oyen , que sois destinadas por
el Señor para enseñanza común , y creen aunque ne-
ciamente., que en poquísimas semanas ha de saberlo
todo , la que antes nada sabia , ha de poder dar lec-
ciones- depolitica , la que se os entrego rustica , leer
de corrido la que 119 conocía las letras,: escribir per-
D E SANTA TERESA. 323
fe&amente la que manejaba la pluma,'cómo si fuese
el palo de la escoba , y explicar el Cathecismo , y
su Doctrina también como Turlot,- Márehancioj
v

Pouget y el Padre Parra; '


43 Sacanlas en esta inteligencia de las clases, las
vén algo adelantadas , pero no tanto como quisieran^,
y aqui es el gritar con desvergüenza , que no es
tanto como se creía la enseñanza. Supongo , que de
estos sentimientos no debe hacerse caso, ni merece
mas respuesta , que el desprecio.
44 También entrarán algunas, que después <3<5
un año , y otro salieron de la clase, como entraron.
¿Pero si fueron troncos á la entrada , qué mucho,'
que lo fuesen también á la salida ? La enseñanza su-
pone entendimientos j no le da. Si ton unas es lo
mismo repetirles una vez , y otra la lección, que de-*
Cirla á la pared ; ¿qué enseñanza habrá eri el;mundo,"
que pueda contribuir á su aprovechamiento?
45 El despique , que en estos lances suelen to-
mar los quejosos, es mudar de mano , y es la ven-
ganza mejor, que vuestra enseñanza pudiera desear,
porque vén, que si fué tronco allí, tronco es acá , y
que no son delinquentes las manos , y la semilla, si-
no lo duro, lo estéril, y lo impenetrable de la
tierra. •
46 En esta inteligencia continua con el mismo'
gusto , que hasta aora en una labor tan útil, y chris-
tiana , ofreciendo al Señor á quien te consagraste,
esas santas , y útilísimas labores , ofreciéndolas,-digo
otra vez , con la-Santa Madre al Padre Eterno acom-
pañadas de vuestro Esposo Jesu-Christo. Y porque
ya á caso te seré molesto , concluiré con nuestro San-
Ssa K>>
324 A v i s o XVIII.
to , con quien di principio, que desde Cochin en
28. de Enero de 1549. dixo asi á un Amigo. "Con-.
„ fieso ingenuamente mi defecto, quando tomo la
„ pluma para escribiros, no encuentro modo , ni for-,
„ ma.de acabar. De esto podréis colegir con qué güs-
to escribiré , y particularmente quando me pongo
„ provocado de vuestras Cartas, pero acabo no obs-
„ tante,, que no puedo quitarme la pluma de la ma-
„ no.'' Dios te asista , amada mia, con su gracia , y
haga que nos veamos en la Gloria. Burgos , y D i - ;

ciembre 9v.de 1 7 7 8 .

A V I S O XIX.
NUNCA MUESTRE DEVOCIÓN DE FUE-
ra , que no haya dentro , pero bien podra
encubrir la devoción,

V §1.
1 STE Aviso había con todos , pero creo,
• ,mj que mas directamente contigo , y con
quantas te imiten en tu Ministerio. En poquísimas
palabras nos dá muchas lecciones la Seráfica Maes-
tra. Bueno es (dice) encubrir la devoción. Luego esta
devoción se ha de tener, porque sino se tubiera, era
necio el encargo de encubrirla.
2 Tenida esta devoción, á veces se ha de encu-
brir, dice la Santa, y esta es la lección segunda,
porque expuesta á los aplausos corre muchísimo ries- ;


D"B SANTA TERESA. 325:
go de que á un soplo de vanidad este santo princi-í
pió dé al través. La devoción se ha de tratar corno-
todas las demás obras de virtud. Ha de manifestar-
se siempre que sea necesario para fomentarla en los-
demás con el buen exemplo, pero se ha de retirar;
siempre que se exponga , á que la que hasta oy fué
devota, desde oy sea desvanecida. Esta es doctrina
común , no me detengo , porque la sabrás mejor
que yo.
<3 Nunca muestre devoción por - fuera ¡que no ha->~.
ya dentro. Es el principal asumpto de este encargo,
en el que la Santa Madre no solo nos manifiesta su
virtud , sino su lisura, su franqueza, y su verdad.^
No ser devoto por dentro, y aparentarlo por fuera, -
és. una solemnísima mentira -y^ ígnóminibsa' 'burla dfe*
la sinceridad , extelionato, que ofende'•ala, hombría :

de bien, traycion puesta en movimiento contra lo>


advertido, y desvergonzada irrisión de entendimien- j

tos honrados. Todo esto quiere decir el manifestar


devoción, quando no la hay.
¿ 4 Mas bien lo paga el embustero , qué la finge,
;

porque como nada violento és permanente, por bien


que la finja , nunca es tanta su duración, que no
llegue á descubrirse alguna vez. Algún tiempo se
equivocan el oro , y lo dorado , pero por fin llega
el caso de distinguirse por lo claro , qual es sobre-
dorado , y qual oro puro. Esto sucede í la devo-
ción fingida ; Tarde , b temprano se descubre la ma-
dera , y el sonrojo de los que antes engaño , hace
que ocupen la burla, y el desprecio, el digno lu-
gar, que antes sedaba al culto.
5 En mucha concurrencia^, es mayor - este peli-
! :

gro,
3s6 A v i s o XIX.
gfo, porque son muchos á ver , y consiguiente-
mente muchos á notar. Quien se empeña á parecer
virtuoso á solos tres , 6-quatró , una , ü otra vez , o
ha de tener muy poca habilidad , b lo podrá conse-
guir. Pero no será,el embuste tan dichoso en mucho
tiempo , y con muchos. Esfuércese tenazmente el
fingimiento , por fin se ha de descuidar, y .alguno
de los concurrentes lo ha de advertir. En este ca-.
so á Dios concepto de virtud , que yá desapareció,
y á Dios también todo el fruto, que se iba logrando
con el buen concepto.
6 Por esto-dixe , que aunque este Aviso habla
con todos, va mas derechamente á vuestro- Minis-
terio. Estáis á la vista de un millón de Niñas , no
un dia solo sino todo el año , y muchas horas. Si
la virtud , que las enseñáis no fuese la misma por
dentro, que por fuera, á la corta , b á la larga lo
conocerán las Niñas. A esto se. seguirá el advertir,
que no hacéis lo que enseñáis;, y (como yá he dicho;
muchas veces) siempre que se oponen lo que el Di-,
rector dice, y lo que hace, los Discípulos imitan
1? que hace , y desprecian lo que dice.
.7 Todo prueba, que si en vuestras clases se han
3e enseñar devoción-, y toda otra virtud, las han
áe tener las Maestras, no solamente exterior , sino .
interior, porque si falta una, ú otra, se perderán
el tiempo,. y la enseñanza. Con muchos documen-
tos pudiera hacerte visible esta verdad , pero no quie-
ro, que escuches mi voz , sino la de nuestro San-
to pues la oyes con tanto gusto. Muchas veces la
?

dirigió á los suyos, manifestándoles en esto mas que ;

en • otra cosa su cariño , y en esto te haré ver tam-


bién,
D E SANTA- T.BRHSA.
bien, quet e amo corno cosa propria, y te persuado
lo que mas te sirva,
8 "Os encargo (les dice en 3. de Noviembre dé
„ 1 5 4 9 - desde Gangoxima) y exhorto (porque esto
„.es lo principal) que vuestro primer cuidado sea ;

,1 atender à vosotros mismos, y al aprovechamiento


„ de vuestro espíritu, y de vuestras almas , ¿porqué
, , d que para si es malo , cbmo puede ser bueno pa-
„ ra los demás ?" Esto mismo les escribió desde
Goa en 2 2 . de Marzo de 1 5 5 3 - con estas sentencio-
sisimas palabras. "Con éxemplo se hace mas fruto,
„ que con predicar, quien de si se olvida , ¿cbmo se
„ acordará de los demás?" 3

9 Esto ultimo estamos viendo i toda hora , y si


no logra nuestro eonvendmierito^ jes i poique cerra-;
mos cuidadosamente ojos? ty>mdos. ;Múeré ,un inti-.
% ;

mo amigo mio y à quien quise con extremo , y voy


à dar el pesame á un hermano suyo. Sin que antes
haga estudio de ío que pienso decir , mi aspeólo
basta, para que creami pesar, la voz està demás
para que conozca mi dolor. Voy á hacer esta expre-
sión -misma à otro, con quien no tenga aquel enla-
ce. -Aunque lleve de repuesto muchas expresiones,
distinguirá entre dolor , y urbanidad, y conocerá
la urbanidad , y no el dolor,
10 Dà el Rey un Empleo í un amigo mio , y
otro à quien no lo es, y voy á explicar mi compla-
cencia con los dos. En todo lo que diga , y aun en,
lo que calle conocerá el amigo , que el placer es
v

verdadero , y aunque me deshaga en ternuras con.


el otro , verá , que con toda verdad es cumplimien-
to, compuesto, de. las dos ypc,es miento,, y cumpla i y
328 A v i s o XIX.
-declarara , que. cumplo, pero miento, ¡Y qué es es-
to •? Yá lo dice la Santa Madre, y lo confirma nues-
tro Santo. No conformarse lo de dentro, y lo de
fuera, y mostrar (pero muy mal) amor por fuera,
«unque sin tenerle dentro. Inferid , pues , si nues-
tro Santo dixo bien , el que para si es malo, ^cbmQ
¿puede ser bueno para los demás.
11 Una de las cosas, que para la Oratoria,
juzgo el gran Quintiliano mas precisa (lib. 6. cap. 5.)
es , que el Orador se revista de aquellos afectos, que
desea excitar en su Auditorio. No hade componer,
fii proferir una oración en tono alegre , si solicita en
sus oyentes movimientos tristes. El fin ha de propor-
cionarse con los medios. Si quiere provocar i ira , sea
ayrado $ si á benignidad , benigno. Esta misma doc-
trina predicaba á sus Compañeros nuestro Santo, pe-
fo conociendo, que sí el labio, y el corazón no
5ban acordes, aunque sonasen fervorosos sus Ser -
jnones , siempre serian inútiles , les encargaba con la
mayor severidad , que predicasen virtud, mas fue»
se, laque tenían en su corazón.
-•i» "Hermanos mios , les dixo (3. de Novierrt-
,/bré de 1,549.) para con los malos, el mejor Ser-
„ mon es el buen exemplo, el qual suele ser mas
„ eficaz, y poderoso para reducirlos, que muchos
^Sermones desde el Pulpito, siendo mas apropo-
sito, como son para mover las obras , que las pa-
„ labras,"
13 Estas palabras sin obras , en quien tiene
obligación de dirigir, y de enseñar, daban tanto
terror á nuestro Santo, que estremece el óirle en el
asuaapto. "Mirad (diee desde Gapgoxima á sus Compa-
„ñe-
D B SANTA TBRESA. 3«9
„ ñeros de Roma) Mirad por vosotros'hermanos mios
,,,carísimos , atendiendo á vuestro aprovechamiento
„ espiritual, porque muchos hay en el Infierno , que
,, estando en esta vida , con sus Sermones abrieron
„ la puerta de la Gloria á otros , y "ellos engreídos,
y satisfechos de una falsa , y engañosa opinión de
„ si, perdiendo la sumisión interior de sus almas , y
,, la verdadera humildad, fueron arrojados á aquellas
,, penas eternas." No te detengas mucho en esta con-
sideración , porque te podrá á caso conturbar , pero
si aígo para conocer , que de nada servirá á las Ma-
estras criar Niñas virtuosas, sino lo son ellas mismas,
y que , ni las Niñas educandas lo serán, si por den-
tro , y por fuera no lo son.
14 - Este es el Sermón , que mas repetía nuestro
Santo Insigne, y no lo debes extrañar , porque tam>
bien algunas veces lo predicaron á él. Quiso ins-
truirse de los genios del Japón, antes de entrar
en aquella tierra inculta , para predicar en ella la
Divina palabra.
15 ¿Qué harán conmigo (pregunto á un discreto
Japonés) si los predico mi Santa Religión ? Y (según
dice en Carta escrita en Cochin en 26. de Enero de
1548) le respondió: "Que antes de asentir á lo que
„ se les dixese , lo examinarían muy bien, y averi-
„ guarían con muchas preguntas , qué Religión era
„ la que yo les proponía , y principalmente , si-las
„ obras se conformaban con las palabras, y . que si
a estas dos cosas ellos viesen , y conociesen cierta-
„ mente el Rey con toda la Nobleza , y universal-
„ mente todos los adultos abrazarían la Fé de Chris-
to, porque es una Nación tal, que ama mucho la
53° A v i s o XIX.
», razón." Mira , pues , amada mia , como aun entre
Barbaros pierden todo su brio las palabras, sino fue-
sen autorizadas con las obras.
16 Aun entre la gente mas rústica se desacredita
toda reprehensión , si en la cosa misma se ve, que
el que reprehende , no confirma con lo que hace, lo
•[ue dice. Asi lo escribió también á su Santo Funda-
dor (25. de Enero de 1552.) "Es tierra , dice , muy
4, peligrosa , y ocasionada á todo genero de pecá-
is dos ; Se escandalizan de qualquiera cosa , por pe-
„ quena , que sea , que vean en quien los repre-
„ hende."
1 7 Y no creas , amada mia , que semejante cen-
sura solo fuese con nuestro Santo , y los demás Com-
pañeros , porque los mirasen con fastidioso desagra-
do , por extraños , y advenedizos , porque esto mis-
mo executaban con los proprios. Los Bonzos eran
sus Predicadores , sus Prelados, y Maestros, y de
ellos, y de sus Discípulos, escribe el mismo Santo (29.
de Enero de 1552.) "Viendo tan mal exemplo en
j, los Bonzos, dicen , ¿por qué en nosotros , que so-
„ mos hombres del mundo , ha de parecer malo , lo
que hacen , y executan los Bonzos?"
18 A la verdad, amada mia , es tanta la estra-
ñeza, que hace à todos , que uno reprehenda à otro
lo mismo, que el está haciendo , que aun el mas con-
tenido le dirà á lo menos en su interior, ¿silo repre-
hendes como malo , por que lo haces tu?
19 Esto, mismo sucede, quando uno persuade
« otro lo que él no hace. Un sugeto conoces, que
manifestaba mucha resistencia , nombrado para una
Mytra ; Otro , que también se havia negado á carga
tan
D E SANTA TERESA. 33J
tan pesaday le exortaba í que la admitiera , suavizán-
dole de muchos modos los afanes de tan gravoso Mi-
nisterio. Mas le atajo con decirle: Si es tanta la sua-
vidad , ¿por qué no la tomo Vm. i Y en verdad, que
lio prosiguió la conversación.

§.11.
90 TT7 Sto baste en el asumpto, amada mía eü
1 / Jesu-Christo, porque (coma soléis de-
cir) para quien no se resiste bastaba fuerza menor. Yo
sé , que en ti, y en tus Compañeras , se autoriza con
la practica esta útilísima Doctrina. Y que la devo-
ción exterior , que vén las Niñas es derivación feliz
de la que depositáis.en lo interior , efecto de aque-
lla llama , y dulce producción de aquella hoguera.
21 Esta apacible preparación de animo para
quanto sea servicio del Señor , os facilitará el estu-
dio , y contribuirá al común aprovechamiento. Yá
en otro Aviso dixe algo , y á caso en otros lo con-
tinuaré , sobre que es mucha la necesidad , y no me
govierno para este juicio por lo que oygo, os hablo
por lo que veo. Me explicaré también con voces de
nuestro Santo.
22 En sus Peregrinaciones arribo á una Isla , que
un tiempo fué de Gentiles, pero redujo á nuestra Sa-
grada Religión la predicación del Apóstol SantoTho-
mé. Y de esta Isla en 1 2 . de Enero de 1544. dice
asi. "Preguntándoles á cerca de los Artículos de
„ nuestra Santa Fé , qué era lo que creían mas ao»
»» a , que quando eran Gentiles , no me sabían
f

„ dar otra respuesta , sino que eran Christianos, y


Tts „ que
f
332 A v i s o XIX.
„ que por no saber nuestra lengua no sabían nuestra
„ Ley , y lo que habían de creer."
23 Esto pasaba en la Isla de Santo Thomé en
tiempo de nuestro Santo, y no me excederé si di-
xese, que en muchos de nosotros aora sucede ló
mismo. Todos responderán , que son Christianos,
pero examínalos en los Mysterios de nuestra Reli-
gión , y te dirá su ignorancia, que no saben nuestra
lengua.
24 Para remedio de estas desventuras os puso
Dios en su Iglesia , y no me cansaré de repetir , qué
haréis un gran servicio á su Magestad , á la vida ci-
vil , y á las felicidades del estado , si desempeñaseis
vuestras obligaciones sin descuidos.
25 El enemigo común , que rabia por el mu-
cho daño que le hacéis, pondrá todos sus esfuerzos
para estorvár al mundo tanto beneficio. Aqui viene
oportunamente lo que dixo la Santa Madre (Carta
I. Tomo 2.) á Phelipe II. apelando á su poder pa-
ra una cosa del servicio del Señor. "V. M. mande,
„ que se haga , porque al Demonio le va tanto en
„ estorbarlo , que no pondrá pocos inconvenientes,
„ sin haber ninguno , sino bien de todas maneras.'*
En el supuesto , pues , de que en vuestros exerci-
cios, el bien es de todas maneras , y "los inconve-
nientes ningunos, seguid adelante en ellos, y siem-
pre que el infernal espíritu se oponga , hacedle la
cruz , y echadle enhoramala,
26 No será tan osado, que se atreba á sugerir,
que no es bueno lo que hacéis, pero os propondrá
otros actos , y hará empeño de haceros creer, que
son mas meritorios 5'Que mejor , que enseñar Niñas
'" es
D E SANTA TERESA. 333'
es rezar Rosarios, que aquel bullicio es muy perju-
dicial ; Que es mejor para todo , el Choro , y su quie-
tud. Pero lo dicho dicho. Desechadle con desdén.
Hacemos (podréis decirle) lo que nos manda la R e -
gla , sabemos , que en esto servimos ai Señor", an-
da , vete á tu Infierno , y dexanos en paz.
27 Con algo de esto, quiso alucinar á un ami-
go de nuestro S, Xavier. Comunicólo con el Santo,
y desde Punicál ( 1 9 . de Octubre de 1548.) respon-
dió asi. "El enemigo de las almas, os aborrece mu-
„ cho , y os desea ver fuera de hay , porque de ese
„ Reyno no iba ninguno al Cielo , y es siempre su
„ costumbre representar otros'.mayores servicios de
„'Dios , y esto con mal intento para inquietar,.y
„ desconsolar á quien sirve á Dios." .
28 Quien escribe con Regla, amada en Jesu-
Christo, no lo puede errar, porque ella le dice co-
mo ha de escribir. Regla tenéis, pues , para todój
Procurad no separaros, ni en un ápice de nada de
quanto en ella se os prescribe , y vivid con la ma-
yor seguridad de que esto , y no mas es lo que quie-
re el Señor. Digo en un ápice, porque debemos creer,
que está toda ella en numero justo , en peso , y en
medida , y a poco que se añada , b se quite , el pe-
so se descabala. Habéis de llevarla , como se condujo
la Arca del Testamento, mirando siempre adelan-
te , y sin declinar de forma alguna á la diestra, b á
la siniestra. Quiero decir, ni á la derecha añadiendo-
la austeridad, ni á la siniestra permitiendo la rela-
jación.
29 A esto segundo están mas expuestas las Co-
munidades , por necias condescendencias, y contem-
pla-
334 A v i s o XIX.
plácionef. No dudes, que las persuade el enemigo,
y que sino se curra la puerta desde luego, oy se des-
moronará un poco el edificio , mañana otro poco , y
algo mas ese otro dia , y á poco tiempo dará el edi-
ficio en tierra,
30 El espíritu , y todo el objeto de tu Institu-
to , es la enseñanza, para ella están destinados los
dias, y las horas con muchísima cordura. Las Cons-
tituciones se hacen cargo del sexo , genio, y tem-
ple de las Niñas, y señala quando, y como deben
trabajar, y qué horas, y dias han de ser de re-
creación. Si para estos segundos es demasiada la fran-
queza , b se acaba , b se retarda la enseñanza ¿ y es-
to quiere el enemigo, porque para él no hay mejor
estado , que el ocioso.
3 1 Si oy hay recreación, porque lo pidió la Tía
de una Señorita , y mañana porque se empeño la
Abuela de la otra, lloverán Tías, y Abuelas sin ce-
sar , y todo el año será recreación. ¡Y qué gracias da-
rán después la tai Tia, y tal Abuela ? Muchas que-
jas de que la Niña adelanta poco , y tienen la culpa
ellas , y sus asuetos. En puerta cerrada á piedra, y
lodo, nadie es ,tan necio que llame, porque sabe,
que no. han de responderle ; Ciérrese esta puerta asij
y ninguna Tia , b Abuela llamará.
32 Este es un grande arbitrio para todo, y os
ahorrareis muchísimos sentimientos. Ninguna de las
educandas dexará de tener algún pariente, Tia, Abue-
la , b hermana que la cuide. Tan.buena soy (dirá ca-
da una) como la otra, ¿pues por qué no ha de ha-
cerse conmigo lo mismo, que con ella r" En este ca-
so woa de dos , 6 condescendéis con todas, y vá la
en-
D E SANTA TERESA. 335
la enseñanza por el suelo , b si os resisteis como es
justo, yá hay veinte varas de ocico.
3 3 Este mismo se me pondrá por lo que voy á
decir, pero importará muy poco , siendo bueno, cor
mo es , lo que aconsejo. No hé vivido , ni aun estar
do de paso en Pueblo alguno en que haya Conven-
to vuestro, pero el mundo es el mismo en todas par-
tes , y por lo que hé visto en él, adivino lo que os
sucederá. .
3 4 Enseñáis á las Niñas de fuera , y las de den-
tro en clases separadas. Dentro están las distinguidas,
y fuera habrá todo genero de peces, y entre ellos
muchos vulgares. Las de la.clase interior, natural-
mente estarán mas aprovechadas, y aqui será el cla-
mor de las de fuera. Eso si, porque.son ricas las cui-
dan mucho mas ; porque son Señoras merecen mas
atención. Mas aprovechan estas en dos días , que en
tres , b quatro. nosotras. Aun para esto es desaten-,
dida la pobreza.
35 En estos quexidos creeré siempre dos co-
sas. Una es.., que las gentes vulgares dicen la verdad,
y. otra, que aunque la digan , se quejan sin razón,
Será verdad, que adelantan mas las educandas, que
están siempre en vuestra compañía. ¿Pero por qué?
Yá lo hé dicho. Porque nunca las separáis de vues-
tro lado , y porque siempre están viendo , y escu-
chando , aun sin cuydado están siempre aprehen-
diendo. Nada de esto sucede á las de fuera , porque,
además de no asistir á la clase, sino en ciertas ho-
ras , en las que tratan después con _gent.es sin cultu-
ra , se olvidará la lección, que en la clase se le dio
«obre ella. .
N

' A'
336 A v i s o XIX.
36 A esto se añade, que las de dentro son por
lo común gente sin resabios. Para estas puede bastar
una lección sola, y las de fuera las necesitan dupli-
cadas , de suerte , que si este estudio pidiese algún
estipendio , estas debieran dar dos, uno porque las
acepillasen todo lo malo, otro porque seles pegase
algo de bueno. Aun asi adelantarían menos con lec-
ciones repetidas , que las otras con sola una. Pero no
hablemos de esto. La satisfacción mejor , es no hacer
caso , y lo que digo aora , y diré siempre , es, que
desatendida esa vulgalidad , que se queja neciamen-
te , y sin razón, sea siempre preferida en vuestras
atenciones la gente noble , la esclarecida , la ilustre.
37 No tengo para este encargo menos funda-
mento , que estas discretísimas palabras de nuestro
gran Santo. "Yo tengo por cierto (dice Lisboa 4. de
Julio de 1540.) si desde niños se acostumbrasen los
„ Nobles á conocer, amar, y temer á Dios, quan-
do lleguen á ser grandes , serán buenos, y hom-
„ bres de provecho , de virtud, y exemplo , y por
„ consiguiente toda la Plebe se verá compuesta, y
„ concertada , porque no se puede dudar , que de-
„ xandose ver la virtud , y santidad en las primeras,
„ y mas ilustres Personas de la República , se lleva
„ tras si la mayor parte de los demás, y asi en la bue-
„ na educación de los niños Nobles, consiste la es-
peranza de que florezcan sin perdida , ni menos-
„ cabo las buenas costumbres de todo el Reyno."
38 Hasta aqui nuestro Santo gloriosísimo, sobre
cuyas palabras pudieran escribirse algunas resmas.
Pero ciñendome á lo preciso , inferiré todo esto. Lo
primero , la muchísima razón con que os encargo,
que
D E SAN^A TERESA. 337
que con las Personas distinguidas se distinga también
vuestra enseñanza. Lo segundo el grandísimo consue-
lo , de que enmendado lo noble, ya lo enmendas-
teis todo ; y lo tercero la injusticia de la queja en las
gentes ordinarias , porque bien apurada la verdad en-
señáis una vez á las Señoras, y á ellas dos; En la
clase exterior con la lección , que escuchan, y en
la interior adiestrando á otras Maestras ; que con lo
que adelanten las enseñen nuevamente.
39 Si esto exorto á tus Compañeras, ya puedes
considerar con quantas mas veras te lo encargaré á ti.
Muchas razones tengo para esto , apuntaré sola uña
esperando, que me entiendas. De Beatriz de Jesús,
dice (en la Carta 54. del Tomo 2.) su Tia Santa Te-
resa ; "Será Fundadora antes que profese , y sin sen-
„ tirio, se quedará en estado, que no se halle de
,,' gozo." Dixolo aludiendo , á que poco después, que
la dio el habito, la llevo consigo , quando salió á la
Fundación de sus Conventos. <Y qué seria esta Mon-
ja con tan buen principio ? Óyelo á su discreto Ano-
tador, que en las Notas á esta Carta dice asi. "Bea-
triz de Jesús fué tan de Jesús, como lo mostra-
„ ron su exemplár vida, y su feliz muerte, pues coa
„ opinión de Santidad murió en Madrid el año de
„ 1639. Después de un largo rapto , en que se la
„ aparecieron la Reyna de los Angeles , nuestro Pa-
„ dre S. Joseph , y nuestra Madre , y Tia suya San-
„ ta Teresa, los quales la acompañaron al Cielo,y
„ quedo, y permanece como se há dicho su Cuer-
„ po Virginal, testificando su virtud con el privile-
M gio de incorrupción. También lo testifico su Al-
„ ma, pues apareciéndose gloriosa, luego que espi--
Vr rb,
33
8
A v i s o XIX.
„ rb á su amiga María de Jesús, la dixo: O feliz pe-
nitencia."
40 De otras Fundadoras dixo (Tomo 2. Carta
l o i.) "para la Fundación de Granada, he dicho me
„ saquen de ay dos Monjas , y fio de ella, que no
„ la dará lo peor , y ansi se lo pido por caridad , que.
„ yá vé quanto importa, que sean de mucha perfec-,
„ cion , y habilidad 5 sobre cuyas palabras, dice
„ una de las Notas, Siempre las Fundadoras lo de-
„ ben ser , como exemplares, y modelos de las de-
„ más. Vérnoslo en las piedras fundamentales de la
„ Iglesia , y de las Sagradas Religiones, que siem-
„ pre há escogido su Magestad lo mas electo , y
„ mejor."
4 1 Últimamente en la Carta 58. del Tomo 1.
se leen estas palabras. "Después de muerta la eligie-
ron por Fundadora , y sobre ellas dice asi el limo.
5, y V. Palafox. Como si dixera, muerta á las pro-
„ prias pasiones, obrando como muerta al mundo,
„ hablando (muerta al mundo, y viva á Dios) con
„ gracia Cosas de Dios , y de gracia , puede ser no so-..
lo Priora , sino también Fundadora."
4» Supongo , que percibes, lo que en esto quiero
decir, pero no me contento con que me entiendas,
y quiero que te des por entendida. Es mucho lo que
debes al Señor, ¿y qué seria de ti, si andubieses
perezosa en la gratitud? Óyelo h nuestro Santo, y
concluiré. "Por amor de. Dios (dice á sus Herma-
„ nos en 3, de Noviembre de 1549.) os ruego me
„ ayudéis á dar gracias á DÍQS por tan grandes mer-
„ cedes , no sea que incurra en un pecado tan gran-
„ de, como «s el de la ingratitud." Este es un vicio
Da SANTA TERESA, 339
„ verdaderamente , que impide las fuentes de la libe—
„ ralidad Divina, y corta sus raudales, para que no re-
„ ciba mayores beneficios, y favores el que en los me-
„ ñores fue desagradecido , è ingrato. Dios te libre de
„ semejante trabajo , te favorezca con su gracia , y dis-
ponga que nos veamos en la Gloria. Burgos, y Ene-
tt

ro «o. de 1 7 7 9 .

AVISO XX.
GUARDE MUCHO LOS SENTIMIENTOS^
gue el Señor le comunicare , y ponga por obra,
los deseos, que en la oración le diere.

%. I. •
X ![} N una de las visiones , éxtasis , b raptos
JP_r de Daniel, le dixo un Ángel, que era
muy vehemente en sus deseos, y que estubiese cons-
tante en el grado conseguido. Es lo mismo, que en
uno de sus Avisos dixo à sus hijas ja Seráfica Doc-
tora. Guarde mucho los sentimientos , que el Señor le
comunicare , y ponga por obra los deseos , que en la
oración le diere. Y esto también te diré yo , y co-
mo cumplas lo que te diga mi voz , serás en esta vi-
da , y en la eterna muy feliz.
2 Deseaste el santo habito en este Religiosísimo
Convento ; Dios escucho tus suspiros , y dispuso, la
satisfacción de tu deseo , acaso por donde menos
habrías imaginado. En la alegría de tu Profesión es-
Vva tas
34° A v i s o XX.
tas manifestando tu celebridad , pero mayor debe ser
tu gratitud , porque esta se há de comensurar con el
beneficio., y es grande , y muy singular , el que Dios
te ha hecho.
3 ¡Oh qué agradecida debes estar al Señor! Oye-
:

Ib á la Santa Madre Teresa de Jesús. "Mirad hijas


f

„ (decia á las suyas en el cap. 27, de sus Fundacio-


„ nes) mirad los juicios de Dios, y la obligación, que
í,. tenemos de servirle, las que nos ha dexado perse-
„ verar hasta hacer Profesión , y quedar para siem-
„ pre en la Casa de Dios, y por hijas de la Virgen."
4 En el mismo deseo, y su vehemencia te con-
cedió su liberalidad dos grandes gracias. En el de-
seo , porque te inspiro anhelar á lo que mas ha de
servir para tu salvación. En la vehemencia, porque
en ella hallaste brio para hollar dificultades, y ven-
cer escollos. Anhelaste (digo otra vez) el santo ha-
bito , y fué ansia de buen gusto, no solo porque
con la vida, que te enseñaran en esta Casa , se ase-
gura el transito feliz para la Gloria , sino porque en
ella tendrás la vida mas tranquila , mas dulce, mas-
apacible , y sosegada.
5 No me creáis, porque lo digo yo , pero creed
á la Santa Madre, que en el cap. 2. de los Concep-
tos del Amor de Dios dice de esta suerte. "Suplicad
„ ai Señor nos dé luz , y alabad hijas mucho , que
„ os trajo á Monasterios , á donde por mucho, que
„ haga el Demonio ¿ no puede tanto engañar, como
„ á las que están en su casa." Os parecerá acaso exa-
geración de la Seráfica Maestra , en celebridad de la
vida Religiosa, pero tu misma conocerás esta ver-
dad , si te ocupas en alguna reflexión.
<Qué
D E SANTA TERESA. 341
6 ¿Qué es el mundo , que dexasfe , sino un pa-
sar continuo, un perenne desacierto, y un perdura-
ble trastorno ? La buena correspondencia, b nunca.
la hubo , b se há ido 5 no se conoce el agradeci-
miento , el favor no encuentra retribuciones , sino
agravios. Si se hace un bien , se corresponde con
una ingratitud, y por esta regla , quanto mas sean
los beneficios, que debían encontrar mas obligados,
se halla mas numero de desconocidos,
r

7 En poquísimas palabras , pero muy expresivas,


explico el mundo , que tu buen gusto desprecia , el
V. Juan de Avila. Consolando á una Señora en la
muerte de su marido la dice en su Epistolario de este
modo. "Verdaderamente creo , que si oyésemos sus
„ anima , nos diría: ¿Por qué me lloráis, pues yo
„ estoy contento con lo que • Dios de mi ha- hecho?
„ ¿Qué tenéis bueno en esa vida , en la qual me que-
„ riades ? ¿Hay otra cosa, que me podáis convidar,
„ sino á dolores, enfermedades, miserias de cuerpo,
„ y de anima ? " Dixo muy bien aquel fervoroso
Apóstol de la Andalucía , y nada dixo, que no se
confirme con las experiencias. ¿Y en este mundo tan
soez , y tan grosero habíais de vivir ? Repito, que
tubiste muy bien gusto en salir de él,
8 "Creo (dice la Santa en el num. n . del cap,
„ ya citado de sus Fundaciones) Creo fué mi gozo
„ principal, parecerme, que pues las criaturas mé
„ pagaban ansí, que tenia contento al Criador, por-
„ que tengo entendido , que el que le tomare por
„ cosas de la tierra , b dichos de alabanzas de los
„ hombres , está muy engañado , dexado de la poca
„ ganancia , que en esto hay." ¡Oh quanto es, ama-
34§
A v i s e XX,
áa.8 er> J^su Chrísto , lo que la Santa Madre nos pre-
dica en esto! Dicenos lo que antes dixo el Apóstol,
que si sirviésemos á los hombres de placer, no sere-
mos verdaderos siervos del Señor. Dice , que es mu-
cho lo que se engaña, el que pone su contento en cosas
de la tierra, porque todas son fugaces , y engañosas,
9 Sabia muy bien la Santa, quanto nos suele des-
lumhrar el amor proprio , y que el eco sonoro de las
alabanzas suele. sernos dulcísima lisonja , y después
de asegurar, que la ganancia es ninguna, nos hace
ver su mucha instabilidad , porque continuando su
asumpto dice asi: "Una cosa les parece hoy, otra
„ mañana; de lo que una vez dicen bien, presto
9, tornan á decir mal. Bendito seaís Vos Dios, y Se-
„ ñor mío, que sois immutable por siempre jamás.
¿, Quien os sirviere hasta la fin , vivirá sin fin en
„ vuestra eternidad."
i o En todos asumptos debe ser venerable el vo-
to de la Seráfica Maestra , pero creo, que en este
mas, que en todos , porque aunque Religiosa desde
sus primeros años, por el motivo de sus Fundacio-
nes , la fué muy necesario tratar con gentes del mun-
do. ¡Y qué correspondencia encontraría en los ami-
gos r* Con una exclamación , que se lee en el cap. 25.
de su Vida , podréis salir de la duda. "O Señor mió
„ (dice) como sois Vos el Amigo verdadero , y co-.
„ mo Poderoso , quanto queréis podéis, nunca de-
b á i s de querer, si os quieren. Alábenos, Señor,
„ todas las cosas del mundo. jOh quién diese voces
j, por él para decir, quan fiel sois á vuestros amigos!
9, Todas las cosas falta.» , Vos, Señor , de todas ellas,.
,»sunca faltáis." ,

D E "SANTA TERESA. 34*$"
1 1 Yá para ti dio estas voces la Serafica MaesH
tra, y te hizo conocer , que en el mundo no hay
placeres, que merezcan este nombre , que no hay
amistades firmes, que lo que hoy es cariño , sera ma-
ñana desamor , y que solo en Dios se halla la verda-
dera amistad. Guardaste estos sentimientos , que te
comunico el Señor , deseaste huir del mundo , y pu-
siste por obra tus deseos. Ultimamente , tomaste la
heroyca resolución de abandonar el mundo, y salis-
te de él,
1 2 Pero cuidado >- que te digo , que saliste , y.
l o debes entender literalmente. Ha de ser tan total,
y absoluta la salida , que en adelante no le dès en- "
trada, Con mucho estudio te lo prevengo asi, porque
cabe mucho mundo por la Red, y si se introduxe-»
sen por sus huecos el chisme, el afecto, y las pa-
siones del siglo , haz quenta , que no le dexastesi-
no que con mezcla monstruosa de tu trage , y de tu
porte, b eres una, que "se. llama Religiosa, y no
es sino Seglar, b una Seglar, que solo en el vesti-
do es Religiosa. ¿Y qué remedio para esto , y para
todo ? Y a lo dixe, Corresponder á tus deseos , y sec
lo que eres en tu grado. Sta in gradu tuo. Oyem§
con atención, y satisfare brevemente tu devota cu-
riosidad.
. ^ §.11/
13 TT7* RES Christiana , y en esta santa Casa
jP_r recibes el santo habito. Yà hè dicho èn
esto poco , quanto necesito para las importancias de
este asumpto. ¿Eres Christiana ? jOh quanto quería,
que estimásemos esta dicha, la Serafica Maestra! "En-
»trad,
344 ' A v i s o XX.
,;trad, entrad hijas mías (dice en el cap. r. de las
,,Moradas 3.) entrad en lo interior, pasad adelante
de vuestras ©brillas, que por ser christianas, de-
„ beis todo eso , y mucho mas:::: Mirad los Santos,
„ que entraron en la Cámara de este Rey , y veréis
la diferencia , que hay de ellos á nosotras."
1 4 ¿Eres christiana ? Pues díganlo tus obras. De
étra suerte solo lo serás en la voz , pero tus hechos
lo desmentirán. ¿No recibimos (preguntaba el dulcísi-
mo Padre San Bernardo) No recibimos de Jesu-
Christo nuestro Dueño , el apacible nombre de chris-
tianos ? Pues este sagrado nombre (dice David) es
muy santo , ( 1 ) y debemos ser imitadores suyos en
lo santo, y i que por su piedad lo somos en el
nombre, (s)
15 Todo aquel, que no corresponde al nom-
bre , que lé distingue , debiera mudarle , y llamarse
de tal suerte , que su constitución se acordase con
el nombre. En atención á esto decia Noemi, que no
le llamasen Noemi (que quiere decir pulcra) sino
Mará ,.que significa amarga , porque estando la infe-
liz inundada en amarguras, la acomodaba muy mal
uh nombre de pulcritud , y solo el de los'pesares le
venia bien. (3)
16 De una Santa, y humildísima Religiosa,
que se llamaba Digna se escribe, que se llenaba de
*• rU-
(1) Sanblum nomen ejus. Psalm. n o . v. g.
(2) Cbristiani áCbristo nomen accipiunt: Opere prá-
tiumergoest, ut sicut sunt, & debent nominis, i ta
sintimitatores sandtitatis.S. Bern.
(3) Ruth 1. v. i®. Máximo illi pudori erat felicitatis
nomen praferré, cum adee etset calamitosa. Ferve-
densis.
D E SANTA TnkKsi. §4j
rubor', quándo ola llamarla asi , y . que decía coa
lagrimas , y muchísima humildad. No me llaméis^
amadas mias , de esta suerte , porque la persona de-
be hacer harmonía con el nombre , y pues tan indig-
na soy , no digna , sino indigna me debéis llamar, ( i )
17 ¿No seria (dice el Cardenal Hugo) cosa muy
monstruosa , fuera del caso, importuna , y muy ri-
dicula , que en una función festiva , y en las inocen-
tes alegrías de una boda , se presentase alguno con
vestido negro , que lo entristeciese todo ? ¿En quan-
to estaba dé su parte no fuera esto desmentir su ale-^
gria á la función ? Pues pensad del mismo modo dé
el que no corresponde con su vida á lo christiano;
porque este dulcísimo nombre es jubilo, es alegría-,
es esplendor , es luz , la culpa es tristeza ¿¡ es horror,
es lobreguez. (2) De suerte, que como de aquel se
«úele decir, que tizna, y obscurécela función , asi
de este , que hace injuria á toda la christiandad.
\ 8 Esta doctrina nos comprehende á todos; to-
dos debemos ser buenos christianos , pero esta obli-
gación es mas urgente en los que deben á su infinita
piedad el haberles proporcionado aquella Profesión^
en que puedan cumplir con mayor exactitud su san-
ta Ley. Tu eres de este feliz numero , y pues de-
Xx bei
;
( i ) Niimqüdm apellar i se. dignam patiebatur ,dice~
Batqz?, cumlacrymis'.'.Nolite me Dignam vocare, Sed
rnagis in dignam , quia cujus meriti sum, etiam nomi-
ne debeo insigniri.S. Eulal. lib. 3. Memor.Sanét. cap. 7.
• (2) Si aliqtás cum nigra -veste inveniatur in nuptijs^
sordidat nuptiarum gloriam ; ita qui babet opera teñe*
brasa,- ipse^. chrktianitati faeit injuriam. Card. Hug.
inMath.23. ' •'.^.•í^vi
346 A v i s o XIX. "
bes. á su misericordia esta piedad , y eres christlana,
jrianifiesta uno, y otro con tus obras.
19. Tomaste el santo habito, é hiciste, gracias
á Dios, tu Profesión solemne. ¡Oh quanto es á lo
que en esto te obligaste! El mundo está loco en to-?
do , á nadie se puede distinguir en él por el vesti-
do. Sino se entrega al luxo la Señora, la califica su
trage-por muger ordinaria, y la muger ordinaria se
ostenta en el vestido Señora, y muy Señora. No se
govierna esto (como debiera ser) ni por el juicio , ni
por la razón; dan la Ley la locura , y el caudal.
Quien le tiene , aunque sea un hombre ruin , se vis-
te como Señor. Quien no le tiene , aunque sea muy
Señor , viste como debiera un hombre ruin.
so En el Cielo , y en la Iglesia no se govier-
nan los trages de esta forma. Se manda tal harmonía
entre el vestido , y la persona, que por aquel seco-!
nozca la calidad de la persona , y esta diga la cor-
respondencia del vestido. ¿Por qué os parece , que a
aquel desventurado , que entro sin vestido nupcial al
Desposorio , se le arrojo de la función con tanto ce-
fío ?" Yá lo dixe, y mucho antes lo escribió el Car-
denal Hugo , predicándonos de este modo. Todos
deben elegir , b el lugar según el vestido, b el ves-
tido según el lugar. Esto es , b deben elegir la pro-
fesión según sus obras, b hacer obras según su pro-
fesión .,- y á quien no lo ejecutase de este modo , se
fe fulminará indefectiblemente el mismo rayo. ( 3 )
. (1) Homo igitur aut secundum locum eligat vestem %

aut secundum vestem eligat locum,id est, aut secun-


dum opera eligat profesionem , aut secundum profesio-
nem faciat opera. Alioquin audiet , amice quomodo huQ
intrasti. Card. Hug, in Math, 22. 1
.
D E SANTA TERESA. 347
21 Pues si el habito, y la Profesión te acreditan
Religiosa, <qnè mostruosidad seria , que por tus in?
observancias no lo fueras ? Mentirían el habito , y tu
misma solemne Profesión; Engañarían á los ojos ^pe-
ro faltando à la verdad , y te dirían tus obras en voz.
muda , aunque sensible , pareces Religiosa , perone*
lo eres; la vista te cree Monja , pero padece enga-r
ño , pues tu Religiosidad no pasa del vestido. Pro-
fesaste ; es asi, pero en nada se te conoce, y quien
vea tu frialdad , no creerà,; que profesaste , pues na-
da te ven cumplir de lo que oneciste. Oh ! No per-
mita Dios tan deplorable desconsuelo , y espero de
SU piedad infinita , que no te dexe, incurrir en .tal
desgracia , sino que manteniéndote ¡en tu grado, . l e
Sirvas, y ames Con corazón agradecido. , V . • <
2i lüíil veces habréis oído, que el habito no ha-
ce al Frayle , y unicamente lo será en el nombre. N0.
sera, pues, verdadera Religiosa, la que solo tenga el
nombre. Oíd á la Santa Madre, que para el con-
suelo , y para el susto nos predica de este modo. "Pa-
„ recemos hà , que las que tenemos habito de Reli-
„ gion, y le tomamos de nuestra voluntad, y de-
„ xamos todas las cosas del mundo , y lo que tenia-
j, mos por él , que ya e^tjv todo hecho. Harto bue-
„ na disposición es , si persevera :::: No hay duda,.
,Y que alcanzará lo que pretende." Notad aquellas
dos voces expresivas , (o que pretende, y si persevera.
Quieren decir , que pretende ser verdadera Religio-:
sa , y que espera conseguir tan alto bien , siéndolo no,
solo en el nombre , sino en la realidad.:
23 "Creedme (dixo también en el cap. 2. de
„ las Moradas 3.) que no está el negocio en tener_
Xx2 'ha
34$ A v i s o XX.
„ habito de Religión, b no , sino en procurar exer-
j, citar las virtudes, y'rendir nuestra voluntada la
j'.de Dios , y que el concierto de nuestra vida sea
„ lo que su Magestad ordenare de ella." ¿Procuras,
pues j exercitár las virtudes, amada mia ? ¿Rindes tu
voluntad á la de Dios? ¿Conciertas las acciones de
tu vida , únicamente á lo que Dios ordena ? Pues
sino lo hicieses así, cree que no está el negocio en
eolo haber tomado el santo habito.'
24 Oíd otra vez á esta Seráfica Maestra, auto-
rizando con un exemplo , y otro su doctrina. "Un
Frayle de nuestra Orden , harto buen Frayle (dice
9?

¿, en el cap. 38. de su Vida) estaba muy malo , y


, , estando, yo en Misa me dio un recogimiento, y
r

„ 01 como era muerto, y subir al Cielo sin entrar env


„ Purgatorio. Murió aquella hora , que yo lo vi, se-
gun supe después , yo me espanté de que no ha-
bia entrado en Purgatorio. Entendí, que por ha-"
„ ber sido Frayle, que había guardado bien su Pro- ;

^fesion , le habían aprovechado las Bulas déla Or-


j^denpara no entrar en Purgatorio. No entiendo,
9, porque entendí esto. Pareceme debe ser no está el:
ser Frayle en el habito , digo en traherle para go-
,- zar del estado de mas perfección , que es ser Fray-
9 ;

25 , Bien impreso en la memoria este suceso, y


acordándose de la ultima hora, hizo exclamará la
Santa Madre en el cap. 16. de sus Fundaciones.
„Hijas mias, esforcémonos á ser verdaderas Carme-
„ litas , que presto se acabará la jornada , y si enten-
,f diéramos la aflicción , que muchos tienen en aquel
tiempo/, y las sübtilezas, y eiigaños, con que¿4o&
s y

„ tien-
D E SANTA TERESA. 349
,j tienta*el-Demonio , temíamos en mucho esta mer. r

„ ced." Pues sirvate de recuerdo, amada en Jesur?


Christo, y fabricate tu consuelo de este, espanto,
guarda mucho los sentimientos , que el Señor te co-
munique como christiana , y Religiosa , y vive de
modo , que tus acciones hagan evidencia de que eres
Religiosa, y verdadera.christiana.

§.111. ? ^

*N 6 O solo debes tener muy presentes tu


santo habito , y solemne Profesión, si-
no que-es ew lina Casa tan<observante-, tan fiel k
t

Dios V' y religiosa ,' qúe en ella tiene pués'to su Ma^


, í r

gestad'el pensil' de <süs delicias. En una (Gasa, qué


1

por su mucha religión es el cariño de la Ciudad*


;

Ojalá , que en adelante siempre! sea asi, y que embi-


dioso de tanta dicha el enemigo común, no turbe
1

su santo , y religiosísimo concierto, con que el Cie-


lo , y el mundo , gracias á Dios, siempre la -han vis- ' 1

to. En esta santa Casa estás yá recibida ; ¿Pues no


debiera teñírsete el rostro de rubor , sino imitases el
fervor de .las demás ? ¿Qué razones pudieras alegar-
para no hacerlo? ¿Qué disculpa, qué minorase la
gravedad de tu delito?
• 27 ¿Quieres que en pocas palabras te pinte sin
faltar á la verdad , qual es la Casa, en que acabas de
hacer tu Profesión? Pues con voces de la Santa Ma-
dre te lo daré á entender.' "Yo me estaba deleytan-
j, do (dice'de uno de sus Conventos) entre almas ran
V,santas., y limpias , a donde solo érasu cuidado de
servir, y'álabar. á nuestro Señor. Sü Magestad nos
„en>.
A V T S O XX. '
f,\embiaba allí lo necesario sin. pedirlo , y quan'do.
„nos. faltaba (que fué harto pocas veces) era mayor
,V su regocijo:::: Las mercedes (prosigue) y grandes
jV deseos, y desasimientos , que el Señor las daba,
„ eran grandisimos. Su consuelo era su soledad, y
¿, ansi me certificaban , que jamás de estar solas se
„ hartaban , y ansi. tenían por. tormento , que las vi-^
„ niesen á ver , aunque fuesen hermanos." Pues res-
póndeme, amada mía, ¿no se te debía caer la cara
de vergüenza , sino fueses una Religiosa santa en-
tre tantas , y tan santas Religiosas ? ¿Qué disculpa
pudieras dar sinp lo hicieses, asiíí
;

28 La Parábola, que yá insinué , responde,-


que ninguna , y la causa no puede ser; mas parecida.
Yo diría sin estrañeza , que como ha poco , que de-
saste el mundo , tenias todavía algún resabio , y
consiguientemente , que aun no habías llegado á la
cumbre - b camino de la perfección , á que. tu estado
%

te debe conducir. Mas viendo aora esta gala feliz en


tus Compañeras; ¿Por qué no pensarás en ser, como
son todas ? Esta es una reconvención , que hace S.
Cyrilo Jerosolimitano, á aquel infeliz, que se pre-
sento al ,combite sin , el vestido nupcial, ¡y que por
; ;

esto fué desechado con desdén.


2 6 Yo te perdonaría (dice) que entrase mal ves-
tido ,porque- el comb?te te, cogería descuidado , y
esto se hace muy creíble pues la orden fué , que se
r

llamasen para la mesa á los que estubiesen en las ca-


lles,, y. en Jas Plazas. ¿Perouna, vez, introducido, no.,
los vio de gala a todos .1. ¿Ño le sirvió de confusión
su misma indecente, y asquerosa sordidez ? ¿No co-
noció , que er^ yorron de tanta gala tan hedionda.
.. < " ves-
DE.-SÁNfA TERESA. -3.5-I
vestidura, y que debia mudar dé trage > para no ha^
cerse justamente reprehensible ? Pues si nada de esto
hizo , ni conoció (concluye el Santo) muy digno se
hizo de que se le echase de la Sala con desprecio , y/
de que en punición justa de su grosera desatención se
le castigase después con la mayor severidad. ( 1 )
30 Quanto será este delito , yo no sabré decla-
rarlo , mas si consulto las Santas Escrituras (como de-
vo , porque en ellas está la Eey) estas me dicen , que
es mucha su gravedad. No se dá en ellas. otra razón
para que el Ángel ponderase tanto la malicia-de Is-
mael , que el haber puesto el Tabernáculo de su apo<
sentamiento á la vista de sus hermanos , que eran
Santos. (2) Esto basto para juzgarlo malo en alto
grado , porque el que aun estando á la vista de los;
pantos es ocioso , no como quiera es malo , sino pé-
simo. ¿Pues si esto es tan grave eu un hombre del si-
glo , qué seria si lo viéramos suceder en una Casa de
Vírgenes consagradas al Señor?
3 1 ¿Por qué te parece te haría yo aquella breví-
sima pintura de esta Casa Religiosa, y por qué la
haría de aquel Convento suyo la Seráfica Doctora?
Escúchaselo á ella misma. "No es mi intento loar las.
„ Monjas de estos Monasterios, que por la bondad
„ del Señor , todas hasta aora van ansí, y de estas
„ cosas, y otras muchas seria escribir muy largo,aun-
„ que
(1) Cum jam intraveras, vidisti splendida discum-
bentium vestimenta. \Nonne te opportuit vel ex bis,
quce cernebas discedere ? S. Cyril. Jerosolimitan. in
Prsefat. • ••• . :•>...- ... i . .
;: (a).Hic erit ferus bomo::::Et, e regione universorum
fratrum swrumfiget Tabernacula. Gen. 16. y. 1 2 .
55* Aviso'-XX.^
•„ que no sin; provecho .porque à las veces se aníma'ft
„ las que vienen à imitarlas." Por esto , amada en el
Señor , te dixe algo de las virtudes de esta Gasa, ¿pues
'quanta será tu 'culpa', : preguntaré otra vez , sino té
empeñases'eii; su imitación?
3 2 El Evangelio de las Vírgenes Io dirà. En él
;

le hace memoria de cinco prudentes, y otras tantas


áecias, pero puestas las necias antes , que las pruden-
tes. Y si preguntásemos , porque se colocan antes
las necias , que las que no lo son, ños responderá
el do£to Explariador de San Matheo , que fué estu-
dió del Señor, porque no tubtese la culpa tanta enor-
midad. Si quando llegaron'las necias , hallasen yà í
las prudentes, y continuasen en su necedad, seria
desacierto de mucha magnitud, porque á influencias
de las prudentes , se debieran corregir , pero estando
ellas antes , rio es mucha admiración. :Í
- 3 3 Corriendo áora el velo à la Parabola , y à là
;

que en ella se nos enseña , sabed , que en las cinco


Vírgenes prudentes , y cinco necias, se symbolizan
otras tantas Vírgenes, Saritas, y no Santas, y quie-
re decir este suceso instructivo', y mystériòso , qüé
x

él rió hacerse Santa la que rio lo es, porque entra


en casa , donde no lo Soft, no debe hacernos nin-
guna novedad ; péro no serlo admitida ya en casa , em
que vea muchos exemplos de virtud , es culpa muy
grave , y la castigará Dios como tal.
34 ¿Cómo se librará de este trabajo ? La misma
Santa Ió dice en uno de sus Avisos. "Mientras no
„ tubiere oficio , que la obligue á mirar las. cosas , no
„ se le dé nada de ellas, sino procurar la virtud;
D E SANTA TERESA. 353
,, que viere en cada una , para amarla mas por ella,
„ y aprovecharse." Bellísima receta para todas , pero
para nadie mejor, que para aquella , que acaba de-
profesar. Es natural , qué, aora , ni en los primeros
años, no se la dé oficio alguno, y si alguno se la di,
será de poco que hacer. Pues échese enteramente á
servir á Dios , y no se la dé nada de todo lo de-
más. Como abeja oficiosa , que chupa lo mas fragran-
té de lasflores, forme ella el religioso panal de las
virtudes , tomando de una la obediencia, de otra la
humildad , de suerte , que no siendo mas que una
recopile en si la perfección de todas sus Compa-
ñeras.
3 5 Todo lo dicho me trabe otra doctrina á la
memoria, que puede ser decisiva en la materia. Por
nuestra fragilidad , mas eficacia tiene lo malo para
pegarlo malo, que lo bueno para lo bueno. Con
repetidas experiencias acredita nuestro dolor ser cons-
tante esta verdad. Rarísima vez se vé', que el cxem-
plo de un virtuoso emmiende á un relajado , y mu-
chas , que el relajado eche á perder al virtuoso. Por
esto es expresión repetida de los Interpretes , los Pa-
dres , y los Santos, que el ser bueno entre malos, es
un gran prodigio.
3 6 Uno de los Avisos, que la Santa Madre era-
fcib á sus hijos desde el Cielo es , que traten poco corí
los Seglares, y esto para bien de sus almas. Sobre
cuyas palabras dice el Venerable Señor. "¿Quién cree-
„ rá , que un Religioso Carmelita Descalzo , que
„ habla á un Seglar distrahído , no llevará á si al Se-
„ glar ? Y tal vez el Seglar sino se lleva , por lo me-
ónos inquieta, y turba al Carmelita Descalzo. Los
3 f4 A v t s o XX.
„ colores de lo bueno, y de lómalo nos dicen sus
„ calidades. Blanco es lo bueno , negro es lo malo,
„ y lo blanco fácilmente se hace negro , pero lo ne-
j, gro dificultosisimamente, y por milagro se puede
„ teñir en blanco. Y asi fácilmente toma el hombre,
aun siendo bueno, de lo negro, y de lo malo."
37 En este supuesto te haré una reconvención,
á que es ^imposible aciertes á responder. Viniste á
esta. Gasa (como vienen todas) desde un mundo,
que está lleno de escollos , sembrado de muchisimos
peligros., y donde arma el común enemigo infinitos
lazos. Aun siendo tantos los riesgos de que peligrase
tu virtud, los venciste con la mayor felicidad , y
llegaste virtuosa , gracias al Señor. Asi nos lo dixo
la estimación común , asi lo creyó el Prelado, y
asi la Comunidad. Pues si supiste ser buena aun cer-
cada de peligros , ¿por qué no has de ser Santa li-
bre de ellos? ¿Si continuaste en lo justo, quando la
iniquidad se presentaba á tus ojos ,.¿por qué no has'
de ser modelo de santidad , donde solo se te presen-
tarán exemplos de virtud?
38 Si aqui hallarás entre tus hermanas una acor-
de , constante, y dulcísima harmonía, ¿será razón,
que tu siembres la discordia ? Si aqui experimentarás
igualdad en los aprecios , sin dar lugar á que se al-
teren los cariños, porque se quiera á una menos , y
á otra mas (que es el trabajo mayor , que en una Co-
munidad puede ocurrir, porque es lo que mas cons-
terna su quietud) ¿seria justo , que tu usaras estas dis-
tinciones , y entrases á hacer deposito de todas tus
confianzas acaso á la menos digna , y que menos las
merezca?
si
De SANTA TERESA. '<jff
39 Si aquí verás respetos, y reverencias al Pre-
lado , reconociéndole como el Superior legitimo, y
primero , que las puso Dios para su bien espirit ual,
y temporal, ¿será bien parecido, que con escrúpu-
los necios , y con disculpas ridiculas quisieses opo-
ner tropiezo á la obediencia ? En una palabra. Si
aqui nada verás., que no contribuya á tu edificación,
¿jno fuera sonrojo tuyo , que no imitases á tus Com-
pañeras en un todo ? Nunca podré persuadirme , á
que dexes de hacerlo asi, y que corriendo sin de-
tención alguna de virtud en virtud , se te haga acce-
sible la cumbre de la perfección.

$. IV.

40 A SI lo creo sin la menor dificultad, f


/ \ _ que sucederá á esta Casa, y á las bue-
iias Religiosas, lo que dice la Santa de una de las
suyas. "Estando en San Joseph de Medina del Cam-
„ po (escribe en el cap. 9. de sus Fundaciones) con
„ harto consuelo de v e r , como aquellas hermanas
iban por los mismos pasos, que las de San Jo-
seph de Avila , de toda Religión , Hermandad,
„ y espíritu ; y como iba el Señor proveyendo su
„ Casa, ansí para lo que era necesario en la Iglesia,
„• como para las hermanas , fueron entrando algunas,
„ que parece las escogia el Señor , quales convenían
„ para cimiento de semejante edificio , que en estos
principios entiendo está todo el bien para lo de
„ adelante , porque como hallan el camino , por él
„ se van las de después." Esto dixo la Santa , y esto
digo y o , no quedándome duda de que lo harás asi.
Yy* • E«
A v i s o XX.
41 En esto no solo cumplirás con las obliga-
ciones de tu Profesión , sino te manifestaras muger
de juicio , y en lo, contrario desacreditarás tu enten-
dimiento. Muchas, veces he, creído , que la que se re-
suelve al estado. Religioso, profesa en él, y no es
Santa,, padece debilidades de cabeza , delirios en su
razón, b mucho desatino en su modo de pensar.
Después hè visto ,. que no soy solo el que lo juzgo
así. Ésto mismo creyó San Juan Chrisostorno, y le
dib motivo para este juicio el Evangelio.
42 En las Vírgenes fatuas considerò unas Mu-
geres retiradas enteramente de este mundo, y re-
sueltas á pensar solo en el Cielo , que reprimieron
las sugestiones de la carne con fervoroso aliento , y
que solo pensaron en la vida del espíritu. Esto su-
puesto , pregunta ; ¿Por qué el Evangelio las lla-
maría fatuas ? Y en el Evangelio mismo halló la res-
puesta. Yo veo (dice) que habiendo vencido estas :

Mugeres escollos, al parecer insuperables , se expu-


sieron , y lloraron vèr cerrada la puerta del Esposo
(que quiere decir la puerta de los Cielos) por no ha-
ber allanado una dificultad facilísima de vencer, pues se
reducía à tener prevención de aceyte , para quando su
Divino Esposo las buscase. ¿Pues qué mayor fatui-
dad (concluye el Santo) que desempeñar lo mucho,,
y descuidarse en lo poco? Muger , que tal hace no,
solo es poco Christiana, sino necia, no solo inad-
vertida , sino fatua. (1)
43 Apliquemos, y sirva de doctrina general,,
tan-
fi)/*/ circo 1 & fatuas apellavit, quonidm diffici-
iioribus superatis faciliora perdiderunt, S. Joan.Chry. .
sostom. Hom. 79. in Matheurn.,
SANTA TERESA. 357
tanto á las demás Religiosas como á ti. Toda Monja
dexa el mundo , sus embelesos , y encantos , jy en
repetida humilde postraríoij: dice tres veces, que yá"
há muerto para el. Sean pocos , b muchos sus agra-
dos , declara el testamento espiritual • que los dexa
todos. Si tubo riquezas, no se las trabe consigo, y
las despide con abandono, haciendo desaproprio
con la mayor solemnidad., de quanto tiene , y quan-
to puede tener. ¡Oh qué triunfo j jOh qué victoria!
¡Mayormente si tubiesen razón los que llaman a es-
te sexo sumamente avariento , y codicioso!
44 En el Cielo, dice San Juan, se vio un
grande signo , y un milagro extraordinario (i) y fué,
que una muger alentada;, tenia á sus- pies la Luna.
¿Pues qué tiene esto de especial, pregunta San Gre-
gorio ? Tiene mucho (responde el mismo) porque en¡
esa Luna se symbolizan las riquezas , y que una mu-
ger las huelle , las despida, y abandone con despre-
cio , es muchísima novedad, es un prodigio, (2)
45 ¡Quanto suele ser el apego á las riquezas! Es- "
to se conocerá por la gran dificultad , que tiene un?
rico de entrar por 'la- puerta angosta de los Cielos,,
pues dice el Señor ser mas difícil quepa por esta puer-
ta, que introducirse un Camello por el ojo de una
aguja. (3) Para,esta dificultad no es menester tenerlas
con,efeálo, basta un deseo nimio, y desordenado,
7
( 1 ) Apocal. 1 2 . v. r.
(2) Quia vero cuntía temporada despicit Lunam suh-
pédibus prcemrs, S. Greg.lib, 34.Moral, cap. 12.
'(3) Fücilius est Cameltm per foramen acustransire,
quam divitem intrare in Regnum Caelwurih Math. 14.
358 A v i s o XX.
y según'los placeres , que proporciona lo rico, es di-
ficultosísimo no permitir la entrada á este deseo-. Sin
embargo , todo lo dexa con desprcclu la que profesa
el estado Religioso , no solo las riquezas si las tiene,
sino el deseo , y derecho de tenerlas, y se ciñe por
roto á continua pobreza voluntaria.
46 No es esto solo lo que hace. En todos (según
Aristóteles) es natural el deseo de saber , la muger
es mas curiosa , y tiene en sus deseos mas vehemen-
cia. Por lo común no se contenta con los informes,
aunque sean muy menudos, individuales, y circuns-
tanciados : No se satisface con lo que llega á sus oí-
dos. Todo lo duda, sino se lo aseguran sus ojos.
Y á todo esto se niega enteramente , aprisionándose
voluntariamente en una cárcel tan sin esperanza de
libertad , tan perpetuamente negada á la salida , que
no hay otra,que desde la cama para la sepultura. ¡Oh
milagro de la Omnipotencia ! ¡Oh testimonio de-
monstrativo de las eficacias de la gracia! Nunca oi
tal resolución , sin mucho pasmo. Nadie debe escu-
charla sin elmayor asombro. Pues respondedme ao-
ra, amadas Esposas de Jesu-Christo.
47 ¿Tubisteis santo brip para hacer todo esto , y
no le tendréis para vencer algunos tropiezos débiles^
que aun siendo facilísimos de hollar , os dificultarán
la,gloria del Señor ? ¿Tubisteis valor para romper du- '
risimas cadenas , y os enredarán sutiles, y ridiculas
telas de araña ? Pues dexadme concluir sin temor de
que os ofendáis, que no se escedió" San Juan Chry-
sostomo en asegurar, que si aquellas cinco Vírgenes
lo ejecutaron asi, las llamó fatuas el Evangelio coa
muchísima razón,.
To-
Da SANTA TERESA. 359
48 Todo lo consideraba la Seráfica Maestra , y
en el cap. 4. de las Moradas 6. dice de esta forma.
"¡Oh hermanas mias ! Que no es nada lo que dexa-
„ mos, ni es nada quanto hacemos , ni quanto pu-
„ dieramos hacer por un Dios , que ansi se quiere
„ comunicar á un gusano. ¿Y si tenemos esperanza de
„ aun en esta vida gozar d e este bien , qué hacernos?
,. ¿En qué nos detenemos ? ¿Qué es "bastante para
„ que un momento dexemos de buscar á este Señor,
como lo hacia la Esposa por barrios , y Plazas?::;:
¡y ¡Oh ceguedad humana! ¿Hasta quando. hasta quan»
„ do se quitará esta tierra de nuestros ojos ? Que aun-
„ que entre nosotras no parece es tanta , que nos cié-
,, gue del todo , veo unas mo tillas, unas chinilías,
que si las dexamos crecer, bastarán á hacernos gran
w daño." . -
49 No temo yo este trabajo en este Religiosísimo
Convento, ni lo recelo de ti, ni puedo persuadir-
me á él en las demás. Pero cuidado, Señoras, que
en el enemigo son muchas , y fuertes las astucias*
"Es terrible (dice la Santa en el cap. j . de las Mora-
„ das 2.) la batería , que aqui dan los . Demonios de
„ mil maneras , porque aqui es el representar los De-
„" monios estas culebras de las cosas del mundo , y
el hacer los contentos del casi eternos, la estima en
. „ que está tenido en él los amigos , y parientes : la
salud en las cosas de penitencia, y otras mil ma-
„ ñeras de impedimentos."
50 Mucho deben de aprisionar estas cadenas,
pues obligo á exclamar á la Seráfica Doctora. "¡Ah
„ Señor mió ! Aqui es menester vuestra ayuda , que
„ sin ella, no se 'puede hacer nada, Por vuestra mise-
360 A v i s o XX.
„ ricordia no consintáis, que esta alma sea engañada
„ para dexar lo comenzado , dadle luz para que vea,
„ como está en esto todo su bien." Asi me lo pro-
meto , amadas en Jesu-Christo , y espero en Dios,
y eh su misericordia , que todas habéis de vivir, y
morir Santas.
51 Y aora suplicaré con las mayores ansias de mi.
corazón, que os empeñéis muy de veras con el Se-
ñor, á quien estáis sacrificadas, que os imite vues-
tro Prelado en la fortuna. En el día del Desposo; io,
siempre suele estar el Esposo para gracias; Pues pí-
desela tu con la mayor vehemencia , qué yo espero
del amor de todas las Religiosas, que se lo pidan
con la eficacia misma , para que consiguiendo este
deseo, le sirvamos constantemente en esta vida, y
después le adoremos en la Gloría.

A V I S O XXI.
CADA OBRA , QUE HICIERES, DIRI-
gela a Dios , ofreciéndosela, y pídele, que sed
para su honra, y gloría.

$. I.

N 'Unca mejor, que en este día podré de-


cirte con la Seráfica Doctora. Cada
obra , que hicieres , dirígela a Dios ofreciéndosela,
y pidele, que sea para su honra , y gloria. ¿Pero qué
día es este ? Óyeme , y te lo diré. Queriendo des-
cri-
D E SANTA TERESA. 361
cribir San Francisco de Sales el día de la Profesión
en estado Religioso, dice asi para la enseñanza, y
el consuelo. "Es dia de renovación de nuestro tem-
pío interior. Dia , en el qual por un cambio favo-
s>

„ rabie consagramos nuestra vida á Dios para no vi-


„ vir mas, que en su muerte. Dia , fundamento,
„ mediante Dios, de nuestra salud. Dia, presagio
„ de la santa, y deseable eternidad." ( 1 ) ¡Oh quanto-
es, amada en Jesu-Christo, lo que este dulcísimo
Padre nos enseña , y quanto lo que, bien practicada
su lección , nos asegura!
3 Hoy renuevas el templo interior de tu alma.
Si quando tomaste el habito , empezaste á dexar el
trage antiguo , y á vestirte de nuevo , abandonan-
do al mundo; hoy renuevas aquel generoso desa-
proprio ; de suerte , que en lo interior de tu,templo,
á solo Dios debes rendir tus cultos. Desde hoy con-
sagras tu vida á aquel Señor Santísimo , que te hon-
ra , y te ilustra con su desposorio; de suerte , que
con feliz, y delicioso cambio, ni aun debes querer
la vida , sino para ofrecerla en sacrificio , á quien dio
la suya en Una Cruz para tu remedio.
3 Consequencia necesaria de estas dos grandes
premisas , es ser tu Profesión fundamento , median-
te Dios, de tu salud, y presagio de la santa eter-
tiidad. ¡Qué lastima seria , que malograse tu descui-
d o , tu tibieza, b tu inconsideración tanta fortuna!
"¡Quando merecí yo tan gran Dignidad (decia Santa
„ Teresa , y puedes tu decir, amada mia) que pa-
w rece habéis andado rodeando, como os llegar mas
Zz M á
(j) Sales lib. 6. Epwt. j&
gfja A v i s o XXL
„ á nosotras! Plega á vuestra bondad no la perda-
„ mos por nuestra culpa."
4 Para que no suceda tart lamentable desgracia
escribe asi el Santo en otra de sus Cartas. "Mucho os
engañáis , si pensáis haber venido á tener mayor
„ reposo , que en el mundo , porque al contrario
„ no nos hemos juntado aqui para otra cosa, que
para trabajar diligentemente en arrancar nuestras
„ malas inclinaciones, corregir nuestros desafectos,
„ y adquirir las virtudes." ( i ) Generosa resolución
es, y arduo empeño , amada mia, pero también es
premio grande" el que se espeta , y no solo en la
eterna, sino en esta vida.
5 En atención á esto decía en el cap. i*, del
Camino de Perfección la Santa Madre. "Monstre-
monos á contradecir en todo nuestra voluntad,
„ que aunque no se haga de presto , si traheis cui-
„ dado con oración , sin saber como poco á poco oí
„ hallareis en la cumbre. ¿Mas qué gran rigor parece
s , decir, que no nos hagamos placer en nada, como
9 , no se dice gustos, y deleytes, que trae consigo es-
„ ta contradicción, y lo que se gana con ella aun
,,,en esta vida?"
6 Asi lo consideraba aquel Santo gloriosísimo,
que os predica por mi boca , y hablando en un lan-
ce , como el presente con sus hijas, las decía de esta
forma. "Pensadlo todo bien , que aun tenéis tíera-
„ po para pensarlo , antes que queráis teñiros de ne-
„ gro , porque os advierto, hijas mias , y no quiero
adularos , qualquiera, que desea vivir según la
„ naturaleza, quédese en el mundo , y las que están
p de~
(i) Sales lib.6.Ep, 16,
D E SANTA TERESA. '3(53
„ determinadas á vivir según k giacia, vengan á la
S) Religión , la qual no es otra cosa , que una es-
w cuela de la abnegacion.de si misma." ( i )
y Yo supongo , que nada de esto te cogerá de
susto , porque es lo mismo, que has visto , no solo
%n el año de probación , sino en el tiempo, que ha-
bitaste de Seglar. También las Religiosas te habrán
experimentado linces de tus acciones , reflexionando
sobre lo que eres en el dia , y lo que serás mañana,
porque como dice en el cap. 14. del Camino de Per-
fección la Seráfica Do£tora , hablando de sus hijas.
„E menester gran información para recibirlas , y
S

„ larga probación para hacerlas Profesas. Entienda


„ una vez el mundo, que tenéis libertad , para echar-
„ las, que en Monasterios, donde hay asperezas,
„ muchas ocasiones hay , y como se use , no le ter-
„ nia por agravio."
8 Tu has visto muy de espacio el theatro de
tus obligaciones , y no te lo aparentarían menos pa-
voroso la hermosura , y conveniencias del Conven-
to. Mas natural seria , que su pobreza, su íncommo-
didad , y lobreguez entibiasen tu devoción , pero
gracias á Dios, y á sus auxilios, pudieron mas los
ardores de tu alma fervorosa , que todos los verda-
deros espantos de la casa. Sin embargo , permíteme,
que otra vez te represente la vida austera, que eli-
ges , y en el supuesto de que los Santos , y los Pa-
dres , quieren la misma en las Monjas, que en los
Monjes; óyeme algo de lo que dice San Juan Cli-
maco déla vida, que debe observarse en los Mo-
nasterios.
Zz» «Mpp-
(I) Sales ELntrete«ini,.20*
364, A v i s o XXL
9 "Monje es (dice) el que trae siempre los ojos
„ del animo puestos en Dios, y hace oración en
„ todo tiempo , y lugar." ¡Oh Dios de mi corazón,
qué feliz es aquella Religiosa, 6 aquel Monje, que
emplea los ojos de su animo siempre de esta suerte!
Ya no tendrá ojos para el mundo , b si los tiene,
estarán sin exereicio, y esta es la ceguedad , que
mas bien dirige para el Cielo. ¡Qué amada del Se-
ñor será aquella Religiosa, que en todo tiempo , y
lugar hace oración continua! ¿Mas quién lo podrá
lograr? No negaré ,. amadas mias, que es difícil,
pero la gracia de Dios todo lo vence.
10 Oid á la Santa.Madre. "Ansi digoaora,es-
„ cribe en el cap. 1. de las Moradas 5. que aunque
„ todas las que trahemos este habito del Carmen,
„ somos llamadas á la oración , pocas nos dispone-
„ mos para que nos la descubra el Señor, porque
„ quanto al exterior vamos bien, para llegar á lo que
„ és menester en las virtudes $ Para llegar aqui es'
„ menester mucho , mucho, y no nos descuidar po-
„ c o , ni mucho. Por eso, hermanas mias, alto k
„ pedir al Señor, que pues en alguna manera pode-
„ mos gozar del Cielo en la tierra , que nos dé su
„ favor , para que no quede por nuestra culpa, y
„ nos muestre.el camino, y nos dé fuerzas en el al-
„ ma para cabar hasta llegar á este thesoro escondi-
„ do , pues en verdad, que le hay en nosotras
„ mismas."
j 1 „La oración (dice nuestro Padre San Ber-
„ nardo) está expuesta á tres peligros." Puede ser ti-
bia , b remisa , atrevida , b temerosa. ( 1 ) Lo atre-.
-. .. ' vi-
=
(1) S, Bernard. Serm, 4. Quadrag,
D E SANTA TERESA. „ 365"
vMo se remedia con lo humilde, y con el abatimien-
to todo se compone, porque Dios á lo altivo hace
resistencia , y á lo humilde da su gracia. Lo remiso
se cura con felicidad, añadiendo á la llama algún
ardor, y Dios no niega este incendio , á quien se le
pide con corazón rendido. Lo tímido suele tener
infaustas consequencias , y la principal suele ser
abandonar la oración, porque su cobardía le per-
suade , que el Señor no la admite , ni aun la oye.
1 2 ¡Pero qué perniciosa fuera esta cobardía, y
todas sus resultas, qué funestas! "Creedrne vosotras
„ (escribe nuestra Santa en el cap. 2 1 . del Camino
„ de Perfección) y no os engañe nadie en rnonstra-
„ ros otro camino, sino el de la oración. Y no ha-
blo ahora en que sea mental, b vocal para todos,
„ para vosotras digo , que lo uno, y lo otro habéis
„ menester. Este es el oficio de.los Religiosos. Quien
„ os dixere , que esto es peligro , tenedle á él por el
„ mismo peligro , y huid de él, y no sé os olvide,
„ que por ventura habréis menester este consejo. Pe-
„ ligroso sera no tener humildad , y las otras virtu-
„ des , ¿mas camino de perfección camino de peli-
„ gro ? Nunca Dios tal quiera , que el Demonio pa-
„ rece ha inventado poner estos miedos, y ansi ha
„ sido mañoso á hacer caer á algunos , que tenían
„ oración:::; Si el Demonio por hacer mejor su ne-
„ gocio ha hecho caer á algunos, bkn contados,
,, que tenían oración/*
1 3 Que expresivo está , y quesmedico tan doc-
to en este punto nuestro dulcísimo Padre San Ber-
nardo. Óyele para el consuelo. "Alguno dirá (escri-
b e este gran Santo) yo oro todos los dias, y mi
„ ora-
$66 A v i s o XXI.
oración no logra fruto alguno < porqué como ea-
3, tro en ella , del mismo modo salgo, ninguno me
„ responde , nadie me habla , no me suena cosa al-
„ guna , y de uno, y otro infiero, que estoy traba-
ja jando en vano. Asi se explica (prosigue) la nece-
„ dad humana, sin acordarse de que dixo laVer-
• dad Divina: Todo lo que pidieseis orando, se
w

w os concederá , y todo se hará del modo , que pe-


„ dis. No quieras, pues (concluye) vilipendiar tu
#, oración, porque no la vilipendia aquel, á quien
w la encaminas, y lejos de eso antes, que salga de
„ tus labios, nada pides , que no escriba en su li-
„ bro." ( i ) Hasta aqui nuestro dulcísimo Maestro,
y le ofendería yo . si para alentarte k la oración, di»
¡xese mas.
a 4 Pero no se incluye en este numero , ni seria
razón Santa Teresa de Jesús, que hablando en el
asumpto -, ,dice asi. "Aora tornando á los que quie-
„ ren ir por é l , y no parar hasta el fin , que es lie—
„ gar á beber de esta agua de vida. Como han de
„ comenzar, digo que importa mucho , y el todo
„ una grande, y determinada" determinación de no
pa-
(i) Sed dices , ego quotidie oro, & oraticnis mece
tiullum frudtum video , sed sicut accedo ad illam, sic,
& redeo. Nemo mihi responde* , nenio loquitur, nema
fitidpiam donctt, sed in cassum laborare videor. Sia
•loquitur humana stultitia,non atendens, quid inde ve-
ritas promitat, dicens : Amen dico vobis, qüia quid-
guid orantes petkis, credite, quia accipietis, & fiet
vobis. Nolli ergo vilipender» orationem tuam , quoniam
jlle , ad quem oras, non. vilipendia , sed antequam egre-
diaturde ore tua, ipse scribi eam jubet in libro suo*
D Y SANTA TERESA. 36*7
i, páfaf hasta llegar á ella, venga lo que viniere , su-
„ ceda lo que sucediere , trabaje lo que trabajare,
„ murmure, quien murmurare , siquiera , llegue alia*
„ siquiera , se muera en el camino, 6 no tenga cora-
„ zon para los trabajos, que hay en él siquiera se
y

„ hunda el mundo, como muchas veces acaece cofi


„ decirnos hay peligros , fulana por aqui se perdió»
„ el otro se engañó, el otro, que rezaba mucho,
,¿ cayó , hacen daño á la virtud , no es para tnuge-
„ res, que les podrán venir ilusiones." No puede
decirse cosa mayor, amadas en Jesu-Christo. Aun-*
que no hubiese nombrado á nuestra Seráfica Docto-
ra , habríais conocido , que era suya la Doctrina. -

' *^ •»T\'/T^ Í n e
(p °sigue S*an Juan CHma-
e s r

LV1 » )c o
perpetua contradicción , y
u n a

, , violencia de la naturaleza , y una vigilantisima , é


„ infatigable guarda de los sentidos." A todos Reli-
giosos , y Seglares se nos hace este encargo , y repít*
una , y otra vez el Evangelio. La carne , y el espíri-
tu están en continua lucha^ y el espíritu debe ven-
cer en esta guerra. Pobre de aquel , en quien la car-
ne cante la victoria. A este desgraciado fin acicala el
enemigo sus astucias, fulmina sus iras , y dispara
sus asechanzas , y en parte ninguna con corage mas
sañudo, que en la santa soledad de los Monasterios.
16 Ya habréis oido , que un Anacoreta le vid
en las puertas de un Pueblo numeroso, tendido, so-
segado , y con,algunas apariencias de dormido. ¿Por
qué asi i le preguntó. Porque aquí (respondió) tengo
3^8 A v i s o XXI.
muy poco , que hacer; En los Desiertos , en que
hay tanto exercicio de virtud , es donde incesante-
mente trabaja mi sugestión.
1 7 Mucho habéis adelantado en el retiro, mu-
cho en busca de Dios , en haberlo dexado por su
Magestad, pero nada hizo el que se negb á todo , á
juicio de los Santos, sino se niega á si.mismo. Las
pasiones se mortifican en los Monasterios , mas no
mueren ; están mortificadas, pero viven. A poco
que te descuides en reprimir su orgullo , tomarán
huelo , aumentarán su brio.
18 No os acobarde aquel encargo, que os ha-
ce San Juan Climaco , ni la guerra cruel, que os
hará el enemigo, porque nuestra gran Sarita os en-
seña , como salir de todo. "Las Monjas (dice en él
„ cap. 1 2 . del Camino de Perfección) hacemos lo
mas , que es dar la libertad por amor dé Dios,
9 , poniéndola en otro poder, y pasar tantos traba-
d o s , ayunos, silencio, encerramiento, servir el
„ Coro, que por mucho , que nos queramos rega-
„ lar es alguna vez:::: ¿Pues por qué nos hemos de
„ detener en mortificar lo interior , pues en esto es-
„ tá el ir todo estotro bien concertado , y muy mas
meritorio , y perfecto , y después obrarlo con mu-
„ cha suavidad , y descanso ? Esto se adquiere con
„ ir poco á poco no haciendo nuestra voluntad , y
apetito , aun en cosas muy menudas, hasta acabar
de rendir el cuerpo al espíritu. Torno á decir , que
está el todo , b gran parte en perder cuidado de
nosotras mismas, y de nuestro regalo : que quien
-.de verdad comienza á servir al Señor, lo menos,
• . que le puede ofrecer es la vida.,, pues le ha dado su
. veiufctad." Los
D s 'SANTA T Í R I I A . $Gf
19 Los sentidos son enemigos domésticos, que
nos hacen mucho daño ; El mal llega á la alma por
los ojos, y los oídos. Creo, que vengas con el san-
to pensamiento de no ver en adelante , ni oir cosa
de mundo , mas no creo , que baste esto , y es menes-
ter , que olvides lo que has visto , sin permitir, que
se te huya la imaginación á lo que viste otra vez. La
obligación de guardar clausura es tan estrecha, que
hasta los pensamientos la deben observar , y faltarás
á esta obligación , si los dexases salir.
2 0 En atención á esto decía San Francisco de
Sales. "Guardad bien la clausura de vuestro Mo-
„ nasterio , no dexeis salir vuestro pensamiento á
„ vaguear, porque eso no es mas, que una distrac-
cion del corazón." ( i )
Í I ¿Y qué haré, me preguntareis, con los pa-
rientes? ¿También he de olvidarlos? ¿Ni siquiera se me
permitirá el desear verlos ? Esto no solo parece mu-
chísimo rigor , sino tiene algunos visos de impiedad.
Esto , Señoras, debe tratarse con pulso delicadísi-
mo. La Santa nos dice el modo en el Camino de
Perfección cap. 8. "La Monja (dice) que deseare véc
„ Deudos para su consuelo , y no se cansare á la se-
„ gunda vez , sino son espirituales, tengase por im-
„ perfecta; crea, que no está desasida, no está sana,
,, no terna libertad de espíritu , no terna entera paz,
„ menester ha Medico. Y digo , que si no se le qui-
„ ta, y sana, que no es para esta Casa. El remedio,
„ que veo mejor, es no los v e r , hasta que se vea li-
„ bre , y lo alcance del Señor con mucha oración,
,, Quando se vea de manera , que lo tome por cruz,
„ véalos alguna vez enhorabuena para aprovecharlos
(i) Saleslib. a.Ep.Q.. Aaa en
'37b A riso XXL
en algo, que cierto los aprovechará, y nó hará*
daño á si. Mas si les tiene'amor, si le duelen mu-
„ cho sus penas , y escucha sus sucesos del mundo
„ de buena gana, crea , que á si se dañará , y á ellos
„ no les hará ningún provecho." Hasta aqui la San-
ta Madre. Tened, Señoras , muy presente esta doc-
trina , porque en el mundo , en que vivimos, es su-
mamente necesaria. .
2 2 "Monje es (prosigue San Juan Climaco) un
¿, cuerpo casto , y una boca limpia , y un animo es-
„ clarecido con los rayos de la Divina luz." ¡Oh qué
bella doctrina , amada en Jesu-Christo ! No nos de-
tengamos en la descripción del cuerpo casto , porque
en el cuerpo , y el espíritu lo debemos suponer en
quantas consagran á Dios su virginidad.
23 ¿Mas qué entenderemos en el encargo de-la
boca limpia? Deben de ser muchos los riesgos , y
las ocasiones muchas , en que para lo moral esté sucia
,1a boca. Asi lo temería el Santo Rey. David , quan-
do suplicaba á -Dios , que pusiese á la suya una cus-
todia , y á sus labios una puerta con todas sus cir-
cunstancias. ( i ) E l mismo temor tendría,. quando di-
sco , que guardarla los caminos, para no pecar con
su lengua , porque suele pecar la lengua por muchisi-
7 mos caminos ; ¿Y con quánta enormidad ? También
, lo declaro el que dexb dicho , que el caer de la pro»
pria lengua es , como el caer de lo alto.
24 ¿Qué remedio, amada mia ? Óyelo al Ve-
nerable Granada.' 'Mientras hablares , lleva grande
„ tiento con las palabras, como lleva el que pasa un

(1) Pone Domine custodiam ori meo-, & estium cir~


iunstantice labijs meis. Psalm. 14.
DE Santa TíiíesA. Vjyr
„ rio por algunas piedras , que están en él stravesa-
„ das , para que no desbarres en alguno de estos pe-
„ ligros."(i) Esto quiere decir, que se hable poco,
j con muchisimo tiento,
25 En las sentencias vulgares tenemos una, que
dice , que quien mucho habla, mucho yerra , y esta
authorizada con el Espíritu Santo , pues dixo, que
en el multiloquio , b hablar mucho, nunca faltará de-
lito. (*)
5 9 En una muger (Religiosa , b Seglar) que sea
habladora , nada habrá , que se libre de sií lengua.
Hablará del estado del mundo, dará (cerno dicen)
su cucharada en todo. Votará si esto, b aquello está
bien , b mal mandado., murmurará desvergonzada-
mente , y sin temor de Dios, y pondrá en conster-
nación á svi Comunidad. No es esta la boca limpia^
que quiere el Santo, en quantos profesan el estado Re-
ligioso. Estas moscas asquerosas se la ensucian. ¿Y
qué remedio ? Cerrarla, porque en boca cerrada nb
entran moscas. Asi lograra , que la Divina luz le co-
munique sus rayos , y dexe á su animo utilmente es-*
clareado.
27 ,,Monje es (concluye el mismo Santo) ua
„ animo afligido , y triste , que teniendo siempre
„ ante los ojos la memoria de la muerte , siempre
„ se exercita en la virtud." (g) Lo primero debe su-
ponerse en toda Religiosa , pues yá murió para el
mundo , y en su entrada vio alguna figura de su
entierro. Si (como lo creo) no se le ha olvidado , es
Aaa a- • coa-
(1) Granada Mem. cap. 1.
( 2 ) In multiloquio non deerit peccatum^tOS' IO.V. } 9 *
v
(3) S. Juaa Clim,E&cal, Espirit. cap. 1.
37^ A v i s o XXL
consequencia precisa , que siempre se exércite en la
virtud , porque ja os dixe otra vez ser efecto de la
memoria del morir.
28 Mas no te sirva de angustia esta tristeza , ni
te dé pesadumbre esta melancolía, por la seguridad
de que (si asi puede decirse) es una tristeza alegre. Si
como muerte es adusta, con la virtud, que produ-
ce , es alhagueña , porque destierra el funesto hor-
ror , que originan los pecados , y hace deliciarse el
alma con esperanzas bien fundadas de la Gloria.
29 Te parecerá, amada en Jesu-Christo, que
es mucho lo que en tu profesión te pide el Santo,
mas nada te acobarde , ni dé susto, porque con un
solo , pero vigilantisimo cuidado , puedes salir feliz-
mente de todo. Guardad bien la Regla , predica á
todas San Francisco de Sales (i).y como lo hagas
asi, no necesitas demás,
30 Algunas hay, que huyendo el cuerpo á sus
santos Estatutos , sabias leyes / justas , y venerables
Constituciones, se inclinan mas aciertas devociones
particulares. ¿Pero qué dirán los Santos de estas, que
lio son mas , que sugestiones de su amor proprio?
3
r
Oygamos al Insigne Maestro Avila. "Si quie-
r e hacernos entender , que en otras partes sirviera-?
,, mos mas á Dios, aquello es un engaño, con que
„ á muchos ha sacado del buen camino, en que esta-
b a n , prometiéndoles otro mejor , y ellos de necios
„ perdieron el que tenían , en que Dios les había
„ puesto, y por alcanzar el mejor, cayeron en lo
„ malo, y de allí en el Infierno, y dexaron aviso
„ para que no sea uno ligero en mudar lugares deba-

0

(1) Sales lib. 2.


D E SANTA TERESA. 373
jo de mejor servir á Dios. La mudanza , que se
„ hace del mal á bien, buena es, y poco engaño se
„ debe en ella tener ; mas querer uno del buen lugar
pasar al que le parece mejor, peligrosa cosa es,
„ porque suele muchas veces nacer del deseo flaco pa-
„ ra resistir lo que Dios le embia , y no del fervor de
„ mejor vida ; mas el descontento , que su impacien-
- „ cia , b poca virtud le causa , le pone el deseo dé
„ hacer mudanza , y como la enfermedad va en el
„ anima en viniéndole alguna prueba , como las pri-
„ meras, luego siente lo que primero , porque no
„ por mudar lugar , se le mudo el corazón, y vé
>„ después , que era engaño lo.que pensaba ser buen
deseo." Vote también el Venerable Granada, que
en.el Prologo ala Escala'Espiritual escribe de esta
forma.
3 2 "La naturaleza humana , como es enemiga
„ del trabajo , y amiga del regalo, quando se quiere
„ dar á la virtud, andasb tras las florecicas, y leche-
„ de devoción, y los gustos de Dios , hurtando el
„ cuerpo al trabajo de las virtudes , y exercicio de la,
„ mortificación , siendo esto fin del otro , porque pa-
„ ra esto señaladamente se ha de procurar la devo-
„ cion."
33 Todavía lo dixo San Francisco de Sales con
mas gracia en una de sus Epístolas. "Querer coger
„ azeytunas de -una higuera, é higos de una oliva es
,, cosa fuera de proposito. Quien quisiere higos,
„ plante higuera. Quien quisiere azeytunas, plante
•„ olivos." ( 1 ) Esto quiere decir , que si profesaste la
Regla de nuestro Padre San Benito, esta debes
prac-
( 1 ) Sales lib. 6\Ep. 20.
374 ' A v i s o XXT.
practicar, y que qualquíera desvie te echará á perder.
No hay cosa en ella , que no contribuya á tu salud.
Bien cumplida te asegura la salvación, ¿y nosema
muy necia , si dexando lo seguro , te encaminases á-
lo contingente , con desayre de la Regla de tan
amable Padre?
34 Guárdala, y serás dichosa en esta vida , y
en la otra , y de otro modo infeliz en la otra , y des-
venturada en esta. Y en el supuesto de que nada se
encarga en ella tanto , como la obediencia , procura
ser en ella muy exacta. Otras veces he dicho las gran-
des utilidades de esta gran virtud , y no quiero mo-
lestaros con la repetición.
35 Una sola pregunta os quiero hacer. Es sen-
timiento constante , y van todos los Padres unifor-
mes , en que Dios dá á los Prelados un Ángel Cus-
túdio de orden superior , que le dirija en el govierno
de su Grey. Dicen también , que en cada Diócesis,
b Provincia , asiste otro espiritu para su custodia , y
es muy creíble, que también este Ángel influya ea
el Prelado , á quien se fio la Diócesis para su go-
vierno.
36 Con estos auxilios, y Con las luces de su es-
tudio, con deseos de acertar, y sin tener en lo que
manda otro interés, que el bien de la Comunidad,
que Dios le encomendó , declara una duda, que se
figuraba escabrosa , y toma la correspondiente provi-
dencia. ¿No es esto bastante impulso , para que la
que voto obedecer, no se resista, y para que si es-
crupulizo en la materia de algún modo , se sosiegua
én su recelo, y.si? rinda á las disposiciones del Pre-

De
D B SANTA, TERESA. 375
37 De su Confesor, que es lo mismo, que
Prelado, dice la Santa Madre en el cap. 34. de su
Vida. "Mandábame hacer algunas mortificaciones
no muy sabrosas para mi. Todo lo hacia , porque
„ parecíame , que me lo mandaba el Señor, y da-
„ bale gracia , para que me lo mandase de manera,
„ que yo le obedeciese." Pues si lo que mandase el
Prelado , no fuess mortificación , sino conveniencia,
que solo puede dexar de ser sabrosa á un temple de-
sazonado , á un genio duro , y á un natural desabri-
do , ¿no seria resistencia escandalosa el no encontrar
expedita á la obediencia?
38 ¿Sino lo hicieses asi (que ni lo temo , ni lo
permita Dios) no te exponías', á que se creyese de ti
una sobervJa infernal, un abandono total á tu amor
pvoprio , eclipse én tu entendimiento , y turbación]
en tu juicio ? ¿Mas para qué lo pregunto ? Es cosa,
'qué nunca puede suceder , y solo cupiera en un co-
razón groseramente desagradecido al amor , que ata-
da Comunidad tienen los Prelados. Guarda , pues,
exactamente tu Regla , amada mía , que esto te bas-
ta para conseguir la Gloria.

V ***
*** V

• *#* ***

AVI-
A v i 10 XXII.

A V I S O XXII.
MIRAD BIEN QUAN PRESTO SE MU-
dan las Personas , y quan poca hay , que fiar ds
ellas, y asirse bien de Dios, qm
no se muda,

* M STE es uno délos Avisos, que dio á


I Y sus hijas, y átoda Religiosa la Seráfica
Doctora Santa Teresa , y el mismo , que á todas ho-
ras nos repiten las Santas Escrituras, Del hombre nos
dice Job , que nu/ica permanece en un estado. Del
hombre lo dice indeterminadamente , extendiendo
su fallo á todo hombre. Ninguno es hoy lo que fué
ayer, ni mañana será lo que fuese hoy. Tal vez pro-
mete firmezas, pero nada hay , que fiar, porque es
tan ligero á prometer, como pesado á cumplir.
a No sabrá lo que son hombres.,, el que se fie de
nadie. La immutabilidad es un atributo incomunica-
ble á lo humano , y solo se conoce en lo Divino.
Busque áJDios , „y téngale bien asido, el que quiera
duración en los consuelos , pues solo Dios es estable,
y todo inconstancia el hombre. Con esta seguridad,
y con aquel desengaño se hace evidente , que no
hay bien mas seguro, que el que se afianza en un
amoroso desposorio , porque es unlazo de 1a mayor
perpetuidad , y en que está tenazmente asido nues-
tro Dios.
g Este estado es el que acabas de conseguir. Te
en-
D E SANTA TERESA. 377
enlazaste amorosamente con tu Divino Esposo, y
diste palabra en publico de no dexarlo; Contrajiste
una obligación dichosa , pero estrecha. Desventurada
de ti si faltases á tanta obligación. Óyelo á Santa
Teresa de Jesús. "Ansi que hermanas (dice en el cap.
„ 32. del Camino de Perfección) procurad, que no
„ sean palabras de cumplimiento, las que decis á tan
„ gran Señor , sino esforzaos á pasar por lo que su
„ Magestad quisiere , porque si de otra manera dais
„ la voluntad, es monstrarla joya , é irla á dar , y
,, rogar, que la tomen, y quando estienden la ma-
„ no para tomarla, ^ tornárosla vos á guardar muy
„ bien. No son estas burlas para con quien le hicieron
„ tantas por nosotros:::: Démosle yá una vez la joya
„ del todo , de quantas acometemos á dársela."
4 Una de las buenas prendas propria de la gente
honrada, y en que mas se distingue de la ruin , es
cumplir con fidelidad lo que ofreció. Oye , pues, lo
que esta Casa te ha dado , y lo que tu has ofrecido,
y si quieres ser en esta vida , y en la otra, venturosa,
sea este el empleo de tu imaginación. Que me han da-
da , y que ofrecí.
§. I.

5. /^XTste, que empezó este a&o solemnísimo


\ ^ J r diciendote de este modo. Ven escogida
Hita , y pondré mi trono en ti, porque el Rey ha
deseado tu belleza. jQué felicidad ! ¡Qué dicha! Si
un Soberano del mundo viniese á honrar tu casa , ¿qué
cuidado fuera el tuyo ? ¿Quánto seria tu afán , quán-
to tu anhelo , para que todo estubiese tan limpio, y
tan aseado , que nada tubiese, que disimular, f die-
Bhb se
378 A v i s o XXII.
Se á entender en benignas dignaciones , que no le
desagradaba el hospedage ? Pues Soberano , y Rey
de los Cielos, y la tierra es el Señor, que te honra
con' el decoroso cara&er de escogida suya, ¿como de-
berás disponerte para recivirlo?
6 Debes decir con la Santa Madre en este reci-
bimiento. "Cúmplase , Señor, en mi vuestra volun-
tad de' todos los modos , y maneras, que Vos Se-
9 , ñor mió quisieredes, sí queréis con trabaios, dadme
„ esfuerzo , y vengan. Si con persecuciones , y en-
w fermedades , y deshonras , y necesidades , aqui es-
„ toy , no bolveré el rostro, Padre mió , ni es razón
,, buelva las espaldas." No es nuevo encargo el que
te hago , amada en Jesu-Christo , el trage , que te
tan vestido, te lo dice por lo claro.
7 Este (según oíste al que te dio la Profesión)
quiere decir humildad de corazón , y desprecio del
mundo. Luego te deberás disponer con desprecio del
mundo, y humildad de corazón. Al ponértele, se
Jia pedido á Dios, que estos vestidos sean protec-
ción de tu salud , conocimiento de la Religión, prin-
cipio de santidad , defensa, y robusto muro contra
todas las astucias del.Demonio, y se te ha dicho,
que lé recivas , y trates con tanto aprecio , que esta
estimación te facilite el juntarte en compañía eterna
.con los Angeles. ¿Pues si para tanta dicha te has de
preparar, quinta deberá ser, amada mia , tu dis-
¡posición?
8 . En el velo se te acuerda una perfecta custodia
en cuerpo , y alma, para que al presentarte con unas,
y otras Vírgenes en el Tribunal severo , y formida-
ble, no se te ciérrela puerta, como anecia, sino
DB: SANTA TERESA'.
se te ponga manifiesta como á sabia.
9 En ^el anillo se te encarga integridad en la fe,
y una continua , y fiel sinceridad , diciendote tam-
bién en la corona de flores, con que se adorno tu ca-
beza , que es un señuelo de la que recivirás , si cor-
respondes amante, y fervorosa , y desempeñas todo
esto , á que te obligas. "¿Qué Esposa hay (dice la
Santa Madre en el Camino de Perfección cap. 1 3 . )
,, que reciviendo muchas joyas de valor de su Es-
„ poso , no le dé siquiera una sortija, no por lo que
„ vale, que yá todo es suyo , sino por prenda, que
será suya hasta que muera?"
1 0 Todo lo que hé dicho , oíste , nada te aco-
bardo , y con humilde valentía dixiste á todos asi: Yo
Antonia prometo delante de Dios, y de sus Santos,
Sumersión de mis costumbres•., y estabilidad, y per-
petua reclusión en este Convento. ¡Oh qué resolución
amada en Jesu-Christo! Conversión de tus costum-
bres es la que ofreces á Dios publicamente. No se
entienda en sentido grosero aquella voz , como si se
dixese de una , que pasase á buena vida , habiendo-
la tenido antes relajada. N o , gracias á Dios , porque
desde tu niñez , y desde que esta Casa te admitió
Seglar , nos has dado muchos exemplos de virtud.
Aquella voz conversión quiere decir , que nadie es
tan bueno , que no pueda ser mejor , y que irás me-
jorando de tal modo después de profesar en este Mo»
nasterioque en comparación de lo que hayas ade-
lantado , aun siendo tanto, y tan bueno, parezca
nada lo que has sido.
ri También prometiste y lo hemos oido to-
v

dos, estabilidad y perpetua redugien i «pero oh


P
380 A v i s o XXII.
Santo Dios lo que esto quiere decir! En cuerpo , y
alma profesas, luego deberá ser la reclusión en cuer-
po , y alma. "Los Balaustres , decia San Francisco
„ de Sales (Epist. 1 3 . lib. 6.) tanto se deben poner
,, en la reja del corazón , como en la del locutorio,"
De poco, b nada servirá , amada mia, que el cue r-
po huya de la red, sino la pusieses en el corazón. Aun
mas que el cuerpo debe huir el espiritu del mundo.
Para qualquiera cosa del siglo, en que el deseo rom-
piese la clausura , yá faltaste á tu palabra ; el Espo-
so , á quien la diste , apuntará todas las veces , que
faltases , y habiéndola dado delante de Dios , y de
sus Santos , te acusarán todos estos de que prometis-
te con mucha facilidad , y de que en el cumpliente
fuiste infiel.
1 2 Diste la palabra en publico, ¿Y qué palabra?
Yo con la Santa Madre te la haré entender, porque
no creas , que no es mas la obra , que la voz. En el
Camino de Perfección,cap, 32,seexplica asi. "Antes,
„ que os diga lo que se gana , os quiero declarar lo
„ mucho , que ofrecéis , no os llaméis después á en-
„ gaño , y digáis, que no lo entendisteis: No sea,
„ como algunas Religiosas, que no hacemos sino
„ prometer, y como no lo cumplimos , hay este re-
„ paro de decir , que no se entendió lo que se pro-
„ metió, Yá puede ser, porque decir, que dexare-
„ mos nuestra voluntad en otra, parece muy fácil
„ hasta que probando se entiende, que es la cosa
„ mas recia , que se puede hacer, si se cumple , co-
„ mo se ha de cumplir. Es fácil de hablar , y difi-
,, cultoso de obrar, y si pensaron , que no era mas
„ lo uno, que lo otro , no lo entendieron. Haced-
„lo
D E SANTA TERESA. 381
„ lo entender á las que acá hiciesen profesión por
„ larga prueba , no piensen , que ha de haber solas
„ palabras, sino obras también."
1 3 A esta palabra , que diste, siguió otra im-
mediatamente , porque alzaste mas la voz , y a to-:
dos dixiste asi: Esclava soy de Jesu- Christo , y en
publica manifestación de ser esclava, fiare siempre
servil d mi Persona. ¿Y qué es ser esclava , y el ha-
cerlo ver en toda operación? Es no tener para nada
propria voluntad , y pender en todo del dueño , á
quien se esclavizo. Mucha obligación es esta, pero
infeliz de ti , sino la desempeñas. Mucho es el re-
cluirte de por vida í una cárcel estrecha , y volun-
taria. Mucho es (escriben los Santos) negarse á todos
los agrados de este mundo, pero es muchísimo mas
el abnegarse á si proprio , y en esta exquisita, y par-
ticular obligación está cifrada únicamente tu felicidad.
14 Algún mérito será , que este pendiente tu
cuerpo de la voluntad de tu Prelada; Que, ni en el
C o t o , ni en el retiro de tu Celda seas dueña de ti,
sino esclava de su voluntad. Pero será muy poco lo
que adelantes , si ese servil, y humilde desaproprio
no dilatase la sumisión hasta el espíritu.
15 Te parecerá violenta esta sugecion , pero la
Santa Madre no lo "creía asi. Óyela en el cap. 3 2 .
del Camino de Perfección. "¡Oh Señor mío, que
„ gran regalo es este para mi , que no dexasedes en
„ querer tan ruin , como él mió , el cumplirse vues-
„ tra voluntad, b no ! Buena estubiera yo , Señor,
„ si estubiera en mi mano el cumplirse vuestra vo-
„ luntad en el Cielo , y en la tierra. Aora la mía os
„ doy libremente, aunque á tiempo,, que no vá lí-
„ bre
g8s A v i s o XXÍÍ.
bre de interese , porque yá tengo probado , y gran
experiencia de ello, la ganancia , que es dcxar ¡i-
wbremente mi voluntad en la vuestra > ¡Oh amigas,
„ que gran ganancia hay aqui ! ¡Oh que gran perdida
de no cumplir lo que decimos al Señor en esto,
„ que le ofrecemos I "
t6 "Si hemos de ser esclavos, y siervos fieles
j, (dice el Apóstol) nos debemos negar á nosotros
u mismos $ " Pero advierte , amada mia , lo que di-
. ce el Santo Obispo de Ginebra. "Tenemos (Sermón
M 46.) dos nosotros mismos , que renunciar total-
M mente , y sin reserva alguna para hacer lugar al
t i Divino amor. El primero es este nosotros mismos
50 exterior, que no es otro , sino nuestro cuerpo. Ade-
w más de él tenemos otro nosotros mismos espiritual,
9f y este es nuestro juicio proprio, y nuestra propria
9 , voluntad , y especialmente en este desasimiento de
„ nosotros mismos espiritual, consiste nuestra per-
9 , feccion. Es necesario verdaderamente renunciar,
3 , y mortificar el cuerpo , pero no es bastante esto,
„ sino se mortifica á si mismo el espiritu, porque sino
„ el desasimiento del cuerpo , y de las cosas exterio-
res seria poca cosa." Hasta aqui aquel Santo Obis-
po , y debes inferir , que Cn cuerpo , y alma ha de
ser tu esclavitud , si quieres ser esclava con utilidad.
17 Pero no está en el asumpto menos expresiva
la Seráfica Doctora. Oid en el cap. 31. de su Vida
un largo pasage suyo , y espero de vuestro buen gus-
to , que siendo suyo no os parezca largo. "No todos
„ los que pensamos estamos desasidos, del todo lo
>} están , y es menester nunca descuidar en esto. Y
„ qualquiexa Per.pna , que sienta en si algún punto
..de
D E SANTA TERESA. 383
j, de honra, y quiera aprovechar , créanle , y de tras
„ este atamiento, que es una cadena , que no hay
„ lima , que la quiebre , sino es Dios con oración, y
„ hacer mucho de nuestra parte. Pareceme , que es
„ una ligadura para este camino , que yo me espan-
t o el daño, que hace."
18 Este es , amada en Jesu Christo, uno de los
mayores tropiezos para aquella esclavitud , que ofre-
cen todas en su Profesión, y porque entregadas al
golfo de la Religión se pueda huir este escollo , se
empeña muy de veras la Santa en su remedio. "Veo
(dice) algunas Personas santas en sus obras , que las
,, hacen tan grandes , que espantan á las gentes. Va-
„ lame Dios 1 ¿Por que está aun en la tierra esta al-
„ ma ," como rio está en la cumbre de la .perfección?
„ ¿Qué es esto"? ¿Quién detiene , á quien tanto ha-
„ ce por Dios ? Oh , que tiene un ^punto de honra,
„ lo peor , que tiene , es que no quiere entender, que
„ le tiene , y es porque algunas veces le hace enten-
der el Demonio , que es obligado á tenerle.
19 Cuidado con esto, amadas en Jesu-Christo.
El Demonio es muy astuto, mas de una vez suele
persuadir , que la4iumildad es bajeza , y que no es-
tá obligada á tanto la Religiosa. Sugerirá , que de-
bemos estimar este , y aquel distintivo, con que Dios
nos favoreció, y que el'sufrir, que no le estimen
.otros, es faltar al agradecimiento. Echadle enhora-
mala, en inteligencia, de que este es el enemigo
mas cruel, que puede tener vuestra jurada esclavitud.
Prosigamos con vuestra profesión.
2 0 Como que yá estabas admitida á esta servi-
dumbre, dixiste en.voz sonora. Que puso el Señor
'.• una
8
3 4 A v i s o XXII.
tina señal en tu cara, para que entregada únicamente
d este Divino Dueño, no admitieses adelante otra
amador alguno. Como si ya estubiese escriturado este
contrato, oimos cantar al Coro. Ven amada, despó-
sate , porque ya paso el Invierno, ya la Tórtola ha
cantado , y ya floridas las viñas dan su fruto.
sr Reconocida á esta felicidad dixo tu agradeci-
miento. Ya soy Esposa de aquel, d quien los Ange*
¡es sirven, y cuya belleza celebran con admiracio-
nes Sol y Luna. Monstrando aquel anillo, con que
y

se celebro tu desposorio , cantaste á todo el concur-


• to. Con este señuelo suyo me adorna Christo mi Es-
poso , y me condecoro con la corona, tratándome ya
tomo verdadera Esposa suya.
s s ¡Ohquántoes, amada en Jesu-Christo, lo
que se predica á t i , y á todos en este adío! ¡Oh
quánto es lo que has dicho á tu favor , y contra ti
para tu desventura , b tu felicidad 1 Te desposaste
con quien adoran Sol, y Luna, y á quien los An-
geles sirven, te dio el Esposo su anillo, te honro
con su Corona , y te dixo para explicar este estado
felicísimo, que yá se acabo la inclemencia del In-
vierno , que están floridas las viñas, y se oye el
dulce canto de la Tórtola. Pero también te puso en
tu cara una señal, para que aora , ni nunca admitas
otro amador, Desventurada de ti, si le admitieses,
porque te dará en cara con tu infidelidad , tu mal
gusto, tu adulterio, y tu traycion.
23 Oh alma, te diría en este caso el mismo
Santo Obispo , oh alma tu eres capaz de Dios. Des-
venturada de ti, si te contentas con menos, que
Dios. ¿Pero que digo contentarte ? Esto seria impo-
si-
D E SANTA TERESA. 38 £
sible. "Como las abejas (escribe el mismo Vida De-»
„ vota part. 5. cap. 10.) Como las abejas no se pue-
„ den sentar sobre cosa corrompida , sino solamente-.
sobre lasflores, asi el corazón no puede tener re-
„ poso, sino solo en Dios , sin que criatura alguna
le pueda hartar."
24 Es tanto lo que ofreciste en este solo acto,
que aunque parezca molesto, quiero decírtelo cotí'
alguna difusión , pero siempre con Santa Teresa de
Jesús. "Procúrense (dice) criar las almas muy desási-
„ das de todo lo criado interior , y exteriormentey
v pues se crian para Esposas de un Rey tan zeloso,
„ que quiere , que aun de si mismas se olviden." El
Venerable Palafox hallo tanta extensión de doctrina
en este encargo , que en ninguno de los Avisos dé
la Santa Madre estendib tanto su Pluma como én es-*
te. Oídle en su mismo estilo.
25 "Santa Teresa quiere los corazones. de sus hi-
„ jas desasidos interior y exteriormente , porque es
zeloso su Esposo : Deseando en lo interior : Esto
„ es, desnudo el corazón de todo humano amor , y
„ deseo no solo de lo malo , en lo grave , que esa
„ no es fineza , sino obligación ; no solo de lo malo
„ en lo leve , que eso aunque no fueran Esposas , lo
„ debian á su misma Conveniencia , sino de lo bue-
„ rio quando lo bueno por el asimiento puede llegar
„ á imperfecto , y de imperfecto hacerse perdido, y
,', malo. Porque aun lo bueno si llega á ser asimien-
„ to , yí sea de lo natural, como Padre , Madre , her-
„ manos. yá.sea de lo espiritual , como lagrimas, re-
galos espirituales , y otras cosas de esté genero, co-
l m ó s e tenga con propriedad en el alma cautiva el
Ccc „hu-
3 86 A v i s o XXII.
„ humano corazón, y lo entretiene, y lo detiene
t\ para que rio llegue á la union , que por la volun-
tad ha de tener la Esposa con el Esposo."
' " 2 6 Parece, amada mia en Jesu-Christo , que
yá nada se puede añadir en el asumptó , ni aun sé
1

creería , que la obligación llegase á tanto; ¿Tan zeloso


es el Esposo, à quién una Religiosa se consagra , que
ino le ha' de ^^ífrttitir V'-^^^J^^" ^'í 'Í^std'féí, qué le dici
1

el ser ? ¿Eas lagrunás, f. los regalos espirituales sori


:

indicio de estar puestas en la gracia del Esposo , y ni


aun estas se han dé querer porque en ello se le puede
desagradar ? Si, amadas mias , si éstas se hiciesen
unico objeto de su amor , à Diòs solb'se'há de amar,
y asi para que el alma sea toda dé Dios , prosigue el
mismo Comentador Venerable. "Es menester, que
„ no tenga en ella parte la criatura , yà sea la cria-
tura à quien ama , y yà sea la misma alma, que
„ ama con propriedad á la criatura , porque és tan
„ zelbsó Dios de la alma , que ho solo tiene zelo's de
,, qué ella ame à otra cosa que à Dios, sino de qué
se ame el alma à si misma."
27 Sabido esto lo demás no deberá extrañarse:
Esto es, que se le ame sin asimiento exteriormente,
y esto es (prosigue aquel do£tisimo Prelado) para
que se hallen mas libres en lo interior, negadas á*
lo exterior. "Porque aunque el asimiento', que daña
„ es siempre el interior, pero para asirse con lo iri-
terior dispone muchísimo lo exterior. Porque la
„ Esposa del Señor, que tiene sú trato con las
„ criaturas, si con ellas se anda frequentemente
,, én lo exterior, muy presto les darà lo interior la
¿, Monja,"
D E SANTA TERESA.
28 ¿Pero es posible , me preguntareis, que no ha
de quedar algo de carino para esta amiga , b aquella;,
para este , ò aquel pariente , y sobre todo para sus
mismos Padres ? Algo si, os responderé,. pero con
exceso no, y aun ese algo ha de ser siempre relativa
à vuestro Esposo de tal suerte , que en rigor no sea
tanto amar á ellos como,á su Magestad , "y la Monja
„ (continúa el V.) que dà à la amiga con exceso la
„ conversación, ella le darà bien apriesa el corazón,
„ y la Religiosa , que siempre està tratando con sus
„ Padres , b Parientes , no soltará el amor de sus Pa-
„ rientes , y Padres, y quanto tubiere de trato no
„ necesario con ellos , irà cobrando de asimiento , y
„ quanto crezca aquel, crecerá este. Y asi la Santa
j, quiere à sus hijas desasidas en lo interior, y exterior,
„ y que estén desasidas de esto para que lo estén de
aquello."
• 2 9 La poderosa razón , que dà la Santa Madre
para este desasirse , no puede ser mas eficaz , y más
fu erte. "Pues se crian (dice) para Esposas de un Rey
„ tan zeloso , que quiere , que aun de si mismas se ol-
„ viden." ¿Os parece exageración ? Pues oíd al mis-
mo Expositor, qvie dice asi: "Aunque lo encarece
bien , es poco, respecto de ío que Dios es' zelosó,
3, porque no hay amor de propriedad tan delicado , y
delgado de la alma à las criaturas, que no le em-
„ barace à Dios , y en siendo el amor con gusto de
„ amar à la criatura todo se lo quita à.Dios, porque
„ dice su Divina Magestad , que quanto el alma se
ocupa de amor ageno , tanto le quita al Divino, y
: como Dios, la quiere á ella sin limitación alguna; quie-
n

„re que ella á Diosame sin limitación. Y que pues


Ccc» - » Dios
g88 A v i s o XXII.
Dios la quiso hasta negarse á su misma vida, dan-
„ dola por ella en una Cruz , se niegue ella por
„ Dios hasta negarse á su misma vida."
30 Hasta aqui aquel Venerable , y aunque to-
dos estamos obligados á este tan universal desasimien-
to , es mas urgente-esta obligación en una Esposa de
Jesu-Christo. En esta consideración predica la Santa
en el cap. 4, de las Moradas 5. "Por esto, almas
Christianas, á las que el Señor ha llegado á estos
„ términos , por él os pido, que no os descuidéis,
„ sino que os apartéis de las. ocasiones , porque aun
en este estado no está el alma tan fuerte, que se
pueda meter en ellas.... Y el Demonio andará con
,, gran cuidado á combatirla, y á desviar este Despor
„ sorio.... Yo os digo , hijas , que he conocido per-?
sonas muy encumbradas, y llegar, á este estado,
„ y con gran subtileza , y ardid del Demonio tor-
„ natías á ganar para si, porque debe de juntarse to-
,, do el Infierno para ello." ' • ••:
31 Cuidado, pues, amada en Jesu-Christo,
con lo que ofreciste en publico. A solo este 'Señor te
ofreciste enteramente j A solo él. te consagraste en
perpetua esclavitud , no te descuides en dar á otro tu
amor , "porque si la alma (dice también la Santa) se
„ descuida á poner su aficcion en cosa, que no sea él,
es perderlo todo, y esta es grandísima perdida, como
„ lo son las mercedes, que vacian , y mucho mayor,
„ que se pueden encarecer."
§. II.

32 T j ^ STA consideración creo , que baste


JPV para que seas fiel ea lo que ofreciste»
.' Tu
D B SANTA TERESA. 389
Tu mismo interés te empeña. O has de ser enemiga
de ti propria , haciendo estudio de ser desventurada
en esta, y en la otra vida, b has de rendirte á la
orden , que te impone aquella señal de no admitir
jamás otro amador; Qualquiera cosa del mundo en
que pongas tu cariño, ha de darte un continuo de-
sasosiego : Con el Divino amador será tranquilidad
todo. Si lo mas delicioso del mundo te dá algo de
dulzura, te lo avinagrará con mucho aciyar. En el
amor de Dios todo es suavidad sin la mas mínima
mezcla de sinsabor,
33 También este es Sermón , que predica nues-
tra Santa Madre,; y no era menester, que .ella lo d lá-
xese. Auq lqs-mas. entregados á-los placeres del
mundo, si quisieran- decirte la yerdad, confesarían
que jamás tubiqron gusto , que no se destemplase con
el desabrimiento.:Pero oye no obstante á la Seráfica
Doctora, que dice asi en el cap, 3.1. de su Vida. " A
„ la verdad no hay poca razón de temer, y este de-
„ bia ser mi .temor ¿ y no humildad,.. sino pusilani-
„ midad, porque bien se puede aparejar una alma,
que ansí permite. Dios , que ande en los. ojos del
„ mundo á ser Martyr del mundo , porque si eUa
,, no quiere morirá él, el mismo mundo la mata-
„ ra;;.:.: No veo cierto otra cosa en él , que bien me
,- parezca , sino no consentir faltas en los buenos, que
5

á poder de murmuraciones no las perfeccione."


34 Este es el mundo, que dexas, amada en
Jesu-Christo. ¿Pero qué vida tan deliciosa.te espera
con el amor de Dios , y eh la clausura? Gustad,
décia David , en prueba de- esta verdad, gustad, y
veréis quan suave es el Señor. Los que tienen, la di-
cha
3<JQ A v i s o XXII.
cha de conseguir este gusto serán los mejores votos,
pero aun los que no logran esta felicidad , lo cono-
cerán también con la luz de la razón. ¿Donde está
la agua mas pura, que en la misma Fuente? Pues si
Dios es la fuente de donde fluyen á la alma los con-
suelos : ¿Donde se hallarán mas puros ? ¿Donde si-
tio en aquel manantial inexaurible sin mezcla de de-
sagrado los placeres?
35 Yá oísteis, que vuestro Esposo ofreció á la
Samarítana una fuente de aguas vivas, y no igno-
ráis, que la promete su misericordia , á quantas quie-
tan bebería» Pues oíd aora para el consuelo , á la
Seráfica Maestra (Camino cap. 19.) "De que Dios,
„ hermanas, os trayga á beber esta agua , y la que
„ aora bebéis , gustareis de esto , y entenderéis , co-
„ mo el verdadero amor de Dios si está en su fuerza,
¿> y yá libre de cosas de tierra del todo , y que hue-
l l a sobre ellas, es Señor de todos los Elementos
v del mundo, y como la agua procede de la tierra,
„ no hayáis miedo, que mate á este fuego de amor
^ de Dios, no es de su jurisdicción aunque son-con-
trarios , es yá Señor absoluto, no le está sugeto."
¡Oh Señoras , y amadas mias, todos estos intereses
nos trahé el amor á Dios , y hay quien se resista á él!
pero continuemos con la Profesión.
36 Yá el Rito contempla hecho el Desposorio,
y en fé de esto el Coro te llamó, diciendo asi:
Vén Esposa de Jesu-Christo , recibe ia Corona,
que te preparó el Señor para toda una eternidad, y
respondiste doblada la rodilla : El Señor me vistió
de oro , y me atavio con adornos preciosísimos. Ul-
ámament© dixiste puesta en pie, y levantando mas
la
D B SANTA TERESA. 391
la voz : Tdirad, que ya, estoy viendo lo que apete-
cía , ya estoy en posesión de lo que esperaba , y ya
me contemplo unida en el Cielo a aquel que aun de-
tenida en la tierra , ame con la devoción toda de nú
alma.
37 Todas son expresiones , con que nos diste á
entender , que obedeciendo á Santa Teresa de Je-
sús conociste , que por Ser tan mudable todo, y so-
lo inmutable Dios , a solo este se ha de amar , y so-
lófiarsede él. Asi refiere la Santa (Vida cap, 35.)
que lo hacian sus Hijas fervorosas. "Llevanlo con ale-
,,'gria, y contento , que cada una se halla por indig-
„ na de haber merecido venir á tal lugar en especial
„ algunas , que las llamo el Señor de mucha vani- ;

„ dad,, y gala, dej. mundo , y a .donde'pudieran es-r-


„ taf contentas conforme, á sus leyes, y hales (dado el
„ Señor tan doblados los contentos aqui, que ckra-
„ mente Conocen haberles dado el Señor ciento por
,', uno , que dexaron , y no se-hartan de dar gracias
„ á su Magestad."
38 Esto mismo espero yo , y que amarás tanto
i tu Esposo., y le tendrás tan intimamente asido, que.
no le dexaras por otro amador alguno. No cumplie-
ras de otra suerte. Serias la mas ingrata á sus pieda-
;

des ", habrías ensordecido groseramente á sus inspira-


ciones ; y porque sepas , que tieries todavía mas
que agradecer, oyems , que aun hay algo que acor-
darte , para que desempeñes tus obligaciones.
39 Atended á la piedra de donde salisteis, pre-
dicaba Isaías al Pueblo de Israel, acordándole su
origen de el Patriarcha Abrahám (51. v. i.) Esto
mismo haré yo aora poniéndote delante í tu fami-
392 A v i s o XXII.
íia , á efecto dé que conozcas , que serias lunar suyo,
y su borrón , sino fueses dechado*de virtud.
r

40 Es merced de nuestro Señor (decía San Am-


brosio) y muy provechosa tener hijo, b hija, que
quiera servir á Dios, en virginidad con desprecio del
mundo , y particular Ifamamíenro de vida espiritual.
Siendo ésto asi ,1 ¡oh quanto es:, amada mia , lo que
tieneriqueíagradecetá Dios;i;:Vén*escogida mia v.di-
xo voz'-interior á una.de tus hermanas, vén obedien-
te vá-lá; llamada- del Precursor de Jesu- Christo , por-
que; esté Señor , quiere ser tu Esposo. Y dócil á este
• piadoso llamamiento, dexo el mundo , y en una de
sus'. Casas profesb vida exerrtplar , ..y Religiosa. Vén
escogida mia V dixo á otra aficionándola á la Seráfica
Maestra , y condescendiendo á esta voz con mucho
consuelo suyo es una de las fragrancias del Carme-
lo- Venid escogidas mias, dixo á otras dos,; con in-
clinación amorosa i la Seráfica Virgen Santa Clara,
r

- y sin detención pasaron á ser imitación de sus virtu-


des , y pábulo felizf de sus ardores. . ; -. ...
4 1 A otras dos llamo la misma' yó¿ igualmente
amorosa al religioso retiro de esta Casa ; Y ultima-
mente; jlegb: la voz á ti, y te encontró tan dócil des-
ude ljje]go uri: exemplar tansantamente repetido, que
solo fué. violencia de tu corazón la pesadez con que
el tiempo caminaba, según la ansia con que quer-
rías , que corriera. ¡Oh'dichosísima Madre siete ve-
ces favorecida de los Cielos en igual numero de im-
pulsos para sacrificar, á Dios lo mas arnado ! N0 son
.las únicas Santa Felicitas, y Santa Simphprosa las
1

que dieron á Dios siete gratisimas victimas, en sie-


te frutos de sus entrañas, porque siete sois tam-
...... bien
D E 'SANTA TERESA. -3^3
' tien las que consagrando á Dios vuestra virginidad,
sois oblación , y aun holocausto acepto en las Aras
del Cordero Immaculado.
42 Este fervor tubisteis tu , y las otras seis her-
;
manas. ¡Qué desconsuelo , qué dolor seria , que de-
clinando la tibieza , se extinguiese poco á poco aque-
lla llama! Muchísimo debéis todas siete á aquel Se-
ñor , pero mirad , amada mía, que os exponéis á
que os retire el fervor , que os concedió , si corres-
pondieseis con ingratitud. "Es menester (predica nues-
„ tra Santa en el cap. 10. de su Vida) es menester sa-
„ car fuerzas de nuevo para servir, y procurar no
'„ ser ingratos , porque con esa condición da el Se~
„ ñor las joyas , que sino usamos bien del thesoro,
„ y del gran estado , en qué rios pone, faós le torria-
'„ ra á tomar , y quedarnos hemos muy pobres, y da-
<„ ra su Magestad las joyas, á quien luzga , y aprove-
„ che con ella á si , y a los otros."
f

43 ¡Oh dichosísima Madre , repetiré con mi ma-


yor placer , la que dio todas siete hijas á la Religión!
N o se ofenderán las Saritas Felicitas, y Simpliorosa,
porque la compare á ellas, ni creáis, que exceden
aquellas Madres á la vuestra , porque sus hijos pade-
cieron marty rio , y no vosotras, porque Martyres
son también quantos se sacrifican de por vida al yugo
de la obediencia. Oídlo asi á nuestro Santo , que en
un Sermón (el 23.) decia de este modo. "Los Mar-
t y r e s solían beber este Cáliz Sacro-santo en breve
„ tiempo , porque algunos le bebían de un golpe,
„. otros en una hora , otros en dos , b tres días, otros
„ en un mes , perb nosotros podemos ser Martyres,
„ y beber este Cáliz no en dos , ó tres días , sino
Ddd „dtt-
A v i s o XXII.
„ durante todo el curso de nuestra vida mortal, mor-
i, "tificandonos continuamente, como lo hacen , y dé-
„ ben hacer todos los Religiosos, y Religiosas, que
Dios há llamado especialmente en Religión para
,, llevar ,sú cruz , y sei; crucificados con él. ¿No es
martyrio ' el no hacer jamás su propria voluntad.

,44
dqra^ferYpfpsa,. y persuasiva. "Esto se adquiere (dice
j^er^e] Cap. 1 2 . del Camino de Perfección) con ir
^.ppco'á pocpjnoliaciendp nuestra voluntad , y ape-
tito aun en cosas, muy menudas hasta acabar de
;

„ rendir el cuerpo al espíritu. Torno á decir, que


„ está el todo, b gran parte en perder cuidado de no-
sptras mismas, y de nuestro regalo : que quien
„ de verdad comienza á servir al Señor, lo menos,
„ que ja puede ofrecer es la vida, pues le jia dado
,,,su v ^ u ^ t ^ V '^ác|ero Réíigibso', y pre-
er

rende gozar regalos de Dios', sé que no ha de


bolver las espaldas á desear morir por él',' y. pasar
cruz. ¿Pues yá no sabéis hermanas , que la vida del
buenReligioso, y del que quiere ser de los alie--
gadqjs an^igqs un largo márfyrió ? Lar-'
gp.porqueJ para compararle á los que de presto los
„. degollaban, puede llamarse largo , mas toda la
yida_ej|,;corta.,,,y algunas "cortísimas. ¿Y qué sabe -
„ mos si seremos de tan corta , que desde una hora,
„ b momento", qué nos determinemos, á servir del
todo é Djos se acabe ? ¿Posible "serla ," que en fin,
„ todo lo que tiene fin'no hay que hacer caso de ello,
n j de la vida mucho menos, pues ño hay día se-
J>..t>
u
.... D B S A N T A ' T Í R W J U _ . _ ..|f<r
?» £ ,
иго
у pensando , que cada hora es la postrera,
„ quién no la trabajará?" ;
V; . '
45 Con este martyrio, aunquejncrùeritó, os fa­
vorece Dios à todas siete hermanas. ¡Venturosa elec­
ción t ¡Felicísima familia 1 ¡Y qué deberás inferir de
todo esto tu , que eres la ultima ? Que las que se'
consagraron antes al Señor te acusarán, si con pasos
muy veloces no las siguieses imitando sus virtudes;­
Que eri cada una de sus acciones fervorosas te dicen,
tus seis hermanas , que no seas borrón de la familia;
Que sirvas al Señor, como lo hacen ellas'; Qué de
nadie te fies sino de su Magestad ; Que entiendas
prácticamente el tenui eùirì, пес dmkarti dé la Л spo­
sa de los Cantares ; Y le tengas tan asido , que > ni
por un instante , te desvies "de ése "Dueño."'"'''""' '
46 Con tantos, y tan persuasivos"exémplarès á
todo, amada mia , debes atreverte.,.^"Alburias'cbísas'
(dice la Santa én el cap. 2. délas Moradas 3.)' que
1
„ nos parecen imposiblesviéndolas'en otros tan pò­
„ sièles , y con la suavidad , que las llevan , animan
„ mucho, y parece que con su buelo nos atrevemos
à bolar , como hacen los hijos de las Aves, quan­
„ do se enseñan , que aunque no es dé prestò dar un
„ gran buelo , poco à poco imitan á sus Padres. En
; ;

w gran manera aprovecha esto , yo lo sé." Imita, piles, •


amada mía , los fervores de tus hermanas , y de las
demás Religiosas compañeras, y asegúrate de que aun­
que empieces con estudiosa lentitud , como nò ceses
,;
en tus exercicios", helarás. ""'T'."
47 Otra nueba razón tenéis tu , y Ía­Téciéñ pro­
fesa , para abrasaros en fuego celestial ", y.ser pavesas
del Divino amor. Sois las¡"primicias ele"'está Casa R e ­
Ddd*
39$ A v i s o XXII.
ligiosa , después , que el que pensó en su nueva fa-
brica , dio algún desahogo aunque leve á su devo-
ción , llamándola Monasterio de San Joseph. ¿No
decis, amadas mias, que sois tiernas devotas de este
insigne Santo ? ¿Nq aseguráis ser uno de los mas
tiernos objetos de vuestra veneración , vuestro amor,
y vuestro culto ? Pues hablando de este gloriosísimo
Patriarcha, dice la Seráfica Madre Sta.Teresa. "No he
visto persona , que de veras le sea devota , que no
„ esté adelantada en la virtud." Luego sino os viese
esta Comunidad á una, y a otra virtuosamente ade-
lantadas , inferirá con razón , y para oprobio vuestro,
que no sois verdaderamente devotas de . este Santo,-
y que. correspondéis groseramente á la fineza de ha-
beros dado las dos primeras sillas de su Casa. Pero
concluyamos ya del mismo modo , que, el a£lo con-
cluyo.
48 El que te dio la profesión en nombre mió,
dirigiéndola' voz á la Prelada la previno de esta for-
ma. "Ved Señora , como conserváis á esta , que yá
, es Religiosa consagrada á Dios , y como la con-
3

„ serváis immaculada, en el supuesto de que habéis de


„ dar cuenta de ella en el Tribunal de Dios , que ao-
„ ra es su Esposo, y que ha de ser vuestro Juez."¿Pu-
diera pensar aun el que con mas ansia solicita su for-
tuna tanta serie de clemencias? No solo te hace el
Señor Esposa suya , y te dá auxilios para que corres-
pondas , sino añade al Ángel invisible de tu Guarda .
otro visible , que te cuide, te sostenga , y quando,
sea necesario te corrija.
49 ¿Y como es el encargo , para que no se des-
cuide en la dirección ? Nada menos, que acordan-
. ..• . ' " v
do-
D E SANTA TERESA. 397
dolé, que es severo Juez , y que tomará la mas ri-
gurosa providencia, si fuese negligente én tu custo-
dia. ¡Oh quánto es lo «qué debes á este Señor , amada
mia ! Este es el caso en que diría con. razón el Apos-
tólico Juan de "Avila : "¿Tienes tantas razones, .para
amarle , que no debías preguntar cómo querré bien,
,, á Jesu Christo , sinocornb'lb dexaré _de, querer ?.'«,.
Este amor hará dichosas á' ti * y "á tu Trelaá a , y des-
K

graciadas á ambas da "frialdad , que tübiese's;. en su-


amor. Pues mira | amada eri Jesu- ChrfsícV,." .por-. tu¡
Comunidad ; • por tu Prelada , y por ti. Ama^inii--
cho a este SeñóriV qué té hóñraHáriió. .^Terile siempre,
bien asido en esta vida para poseherlé éter ñámente en

a vis o mm
ENTRE MUCHOS , SIEMPRE HA-
blar poco.

|Uién dixese, que es loquaz el genero


femenino., naJa nos dirá de nuevo,
-porque lo han dicho otros muchos.
Quien infiriese, que siendo el genero loquaz , lo .se-
ri toda muger , hablará cómo un. buen Logico,
!

que sabe , que. la naturaleza del genero es transcen-


dental á especies , è in ii vid ti os. El que añadiese,
que en la que está en clausura , aunque sea volun-
ta-
tana i' es esta .jènkèiQAjnìaV vehemente , .también dira
lina proposición nàdà increíble , porque toda priva-
ción suele causar apetito , y es natural, que se "des-
quite el apetito desde el instante , que cesa la pri-
vación. " • • ' ' \ " ' ', '
i Ultimamente el'que'diga , que en la loquaci-
dad,' especialmente rnugeril, lía/ rnúcliisirríps^
dirà lo que saben todos , lo que dixeron los Padres,
y los Santos , lo que repite a todas horas la ex peri-
cia, y lo que nos dicen las Sagradas Escrituras , ci-
tándonos à Raquel, Sara, Dalila , Michol , y" las
mifgeres de Tobias," Job, y Aman. '
3 Todo esto sabia la Serafica Doctora. ¿Pero
qué no sabia aquella granMuger de todo lo que
podía contribuir à la vida espiritual ? El arduo'em-
peño de libertar à sus hijas de este defecto común,
solo ciipo en su valentìa. Para ella nada se hizo inac-
cesible ; Todo cedió al santo poder de sus afanes.
?Qúié.á .sirio ella podía empeñarse en desterrar de sus
Conventos Religiosos una partida carácter de su sexo?
Sin embargo confió el logro à sus Avisos : Oíd uno.
de los mas importantes, que nos dexó su sabia Pru-
gna \ y pase ala ejecución de

E N T R É ; MUCHOS, SIEMPRE tíA- :


blar poco.

4 STA es la primera lección , y bien prac-


• J ¡ Á ticada iiO fueta menester mas.-No dice
i

esta gran Maestra , que se calle enteramente, sino


quesea poco, lo que se hable. Hay tiempo (dice Sa-
lomón) dé hablar , y tíem po de callar, y según esta.
' dóc-
D B SANTA TERESA. ,g9^
doctrina , tanto peca, el'que enmudece, quando de-
be hablar , como el que habla," quando debe enmu-
decer. Deben observar los tiempos (dice San Grego-
rio) una vicisitud, qué no decline de la discreción,
de suerte , que , ni quando debe la lengua conte-
nerse , se derrame., en. palabras jautiles.^ n|^uanclò es ?

justo , cjué'_p,ror|u^a^én' voées' "r5rove^


5

prima por temorp'pqr"^^èz^'^iy^^^Z'^'Z^


' 5 Doctrina.es esía/de lájSañía M^d renque ha-
blando de una de sus hij^s'"'.^pmV' i, Garra €2. nu^
:

mero 2.Y dicede' esta'Werfe.* "Jàm^s bà dichbnie «ña.'


1
;

„ palabra , ni aun aora con ver, que-todas me lo


. dicen..,. ...,que_y£ Jopsal^u,;, J^ame pareado harta
w e

„ poca virtud V"\p¡.dis£re9©n j^tíla débe de pens.ar^ea


n

guardar amistad ^J^'a iVvePf aq ¡es" gHr|¿iemp/gran-i,'


J

., de , el que.- tiene", ;^quej|la y ^ d a ^ ^ ^ P ^ ^ 4 T n q ^ ^


„ ha de ..vèr encubrir'Tonque, püdlera haver^fenuíá^-
:

remedios sin- tanto dañó. " ' \ .,, • • ¡-


:6 * ' SC pregüñíasémos al . VenerableJ'Senor .,\qué.?
r

carácter es el de estas gentes, que callan en la oca-


sión , ¡en que debían hablar , y creen , que en esto
hacen bien , nos dirà : "Que estas- son unas inten-
„ ciones incautas , è imprudentes, que nacen dé,,
una falsa charidad, que produce unos hijos, y eféc-
tos de maldkjpn ^como quien todo lo tiene por
bueno , quando es todo malo- Todos son buenos,
„ con que à todos los d'exen ser malos. ¡Oh qué mal-
, T
di-
( 1 ) Tempus tacend' : tempus hquendi : discreta vici-
situ^tne tempora p°n<;anda vunt; ne aut cum restringi
hnpua dehet per verba , se anutihter solvat, aut. cum..
Joqm ntihter pQtest, semctipsam pigre restringati S. \
Gregor. Mign. üb. 7. MorallunV. 1
4«© A v i s o XXIIÍ.
dita aprehensión, intención , y tentación!"
• 7 Éntrelas Declamaciones contra' laloquacidad
:

suele citarse á Simonides , de quien "dicen, que de-


cía : Nunca rite peso de callar , y de hablar muchas
"Vices me peso. Este fué uno de aquellos. Oráculos an-
tiguos, que/á'.veces.siamas apoyo, que su anciani-
dad ., ;quicrsn,.alzarse, con jnues|ra'veneración , yaca-
so fué esta una de las muchas, én que no debe apre-
. ciarse su'sentencia. Si. en esto quiso decir , que siem-
pre se ha de callar , para huir de los desaciertos, quer-
-ría , que los hombres fuesen troncos. Ni por esto se
librarían .de errar, porque supuesta aquella precisa vi-
cisitud entre el silencio., y la voz, precisamente er-
- raria , siempre que debiendo hablar enmudeciera.
;

8 "Calle 1Q falso (dice el Venerable Señor, ha-


blando dé aquella Religiosa , que tanto desazono
á Santa Teresa) pero no es bien , que callé lo cier-
S-úáoi^ijfio verdadero. J?or eso dixo el Espíritu San-
si to : NoH'Xesse-humilís in sapientia fuá ne hümilia-
?

• „ tus in • stultitiam seducaris. Como si dixera. No


^ pienses, que es humildad callar , quando preva-
lece el mal, y rehusar el defender lo bueno. Huye
\> de una humildad,» .que con la omisión se viene á
1
i, hacetaíecédad.'^r • f
9 Si profirió Simonides aquella sentencia decan-
tada , para que supiera el mundo , que havia go-
vernado tan .cuerdamente su silencio , que nunca de-
sacertó én haver callado , se hace muchisimo favor, y
se atribuye una felicidad , que acaso ninguno se la
querrá creer-
lo Mejores Philosofos tenemos por acá. Uno de
ellos es San Ambrosio, que resolvió esta dificultad
con
Dà SANTA TERESA, 401
con major pulso". "A muchos vi pecar (dice) por ha-
„ ver hablado, y-por haver 'calladoà penas;se ha vis- :

„ to alguno," Esto prueba , que en el mucho hablar


sean mayores los peligros , pero prueba también,
que hay ocasiones,en que se peca por no hablar. Con-
vence , que la lengua està menos propensa á la inac-
ción , que al exercicióy y consiguientemente , que: es,
mas dificultoso siigétar'al 'siiènctb"^èSièStra Vpz ^que, ,i

ponerla en libertad, ( i ) :: /'"- ^ ' ^ ' ^ i í í

1 1 Pero ésto' iio quiere decir de modo-alguno,,


que sea siempre meritorio lo callado,~pues (como yá
dexo .dicho) sino'solo hay tiempo - sino-pr.6cepto de y

,feaSíar .,y;.de céM ''¡ 'e^tUi^; H íriT¡andaéoí^el>qüe


A
f f r

enmuàéjc^èt^jid chantas odpo^rès maàìaàseiJajilèy,, 5

que •'ha^r'£|&s%^ ay&dc,


tnt\y. qúéca^'y'^sxí^LQ iríebia ^Kábia?^ ,'-qtí.e con'^ánta <

amargura profería" el sentimiento dé üñ í&ofetó.y ., 0

j,^ 7;'^if^ esto^misìno dirà mejor', íjuSfyjKlaiSe-


;
;

rafica""Maestra "Sarita Teresa de Jesus¿ ^Q;mi: hija, r

„ dice à una de ellas (Tomo 1. Carta 63. num¿ 9.)


„ quien tubiera lugar , y cabeza , para alargarse en
«sta sobre las cosas, que han pasado en esa Casa,
„ para que V. R. tomara experiencia, y aun pidie-
ra à Dios perdón, de lo que no me aviso, que
^ hé sabido , que estaba presente. La intención sal-
„ varia à algunas y k otras no. Tome V. R. escar-
„ miento , y vayase llegando à las Constituciones,
„ pues es tan amiga de ellas , sino quiere ganar po-
„ co con elniundó,y perder con Dios."- ;
"'"••'•"' " ;'-í:" Eee
; ;Í! :: ;
>"..x- --/¿-.i. No
v'^i)'Q uit.m\plur,es. vidi loquendo in peccátüm inc'idisse,
>

&ix qüempiam tdcshda. Ideo que tacere posse, quam /0-


$úi, dificilius est. S. Ambros,V. deOfficijs. .
402 A r r s o XXIII.
rg No es muy d ifícil averiguar el origen , d e
lo que tanto amargó a la Santa Mad re. Sin embargo
oygámoslb á sú Venerable Comentad or, que en las
Notas á esta Carta d ice asi: "Porque habiend o co­
„ sas, qué pud iera la Santa haver remed iad o con
1

„ d ecírselo , callaría el angelito , por tener charid ad ,


,¿ y rio ácüsá^ ¡Oh
,,\c£úé"'.' %n4lá *cnáVfQ ácГ| j^ué tenia" él"'angelito'1'" Va"
y i , w

^'éíini \ "^ui^"fkciñV"''ítécía eí oánló Profétá'. Ay d e


K fc fi

mi , pófque callé', quand o d ébia ad vertir, y


amonestar , y añad e ; quia vir polhitits la bijs ego
siim. Tengo manchad os los labios. ¿Manchad os,
¿''yebií callar ? S i , quéf rárítcj. mané ha los labios , e%
!; ;

¿kííai'io 'cónvehiéhre, como él hablar nocivo.' Tan-•


,,' to mancha uh mal silencio , como una murmura-;
„ cion."
1 4 Conoció estas verdades la Seráfica Doctora,
y nunca se hos bará' más visible , qué las conocía,
que''haciendojteñéxióri^én el.laébriismb primoroso,
con que da i sus" amadas hijas el Aviso. En aquellas
pocas voces las da á entender , que hay precepto d e
hablar', y d e callar, y que están mas expuestas á
delinquir por exceso en lo primero , que por falta
erílo segund o. • Pü'es vamos (d ice la' Santa) á lo se-
guí bí ' No 'éé poslbfé'^detérrninar 'desde aora , y para,
L ! a x

siétripré, etiqué ocasiones debéis hablar, ni en qua-:


les enmud ecer. Pero en caso d e d ud a no sea mucha
la- conversación. Sea poco lo que habléis ,' que ha-
blando poco , rio es regular, que lo que se pequé sea.
mucho. '""" J
Í'. J S:
^ "''"' ''"' ;J;:

1 5 í'Nó fué sola esta vez quand o !a Santa hi-


go este encargó , • pues tratand o en tina Carta,"'" en
: que
Du' 'SANTA' TET^SAL '40$''
que é¿ hablaba mucho , ^ í á ^ b ^ ^ i ^ t ^ i e n ^ j ? , #eíf
este modo. "O válgame Dios "las'necedades , qué
„ traía aquella Carta , todo para conseguir su fin. El
,j Señor nos dé luz , que sin ella no hay tener vir-
„ tud, sino para mal , ni habilidad-, y así es me-
„ nester andar siempre con t errior , y asidas á Dios,
:

„ y fiar poco de nuestros entéridimiéntós.,., porque


por buenos , que sean , si esto no hay , nos dexa-
„ ra Dios, para errar, en lo que pensábanlos, que
„ acertamos." • ;

16 El empeño principal de nuestra gran Maes-


tra es , que. hablen poco sus. hijas , y se lo 'dice'
bien claro, mandándolas hablar poco. entre muchos.
¡Qué discreción ! jQué ingenio^, y;,;^u|-.carí^| ^Éñ^
los Proverbios se nos dice, que en et mult^o^újóri" ot
hablar mucho , nunca faltaría defecto, Q0...SÍ fuetea*
muchos, los que oyesen no hablar,1^ien.^^irn^i0,"|e-
rali muchos los "testigos de la necedad. Yá , p.uéY, que
;

sean capaces mis hijas (dice la Santa Madre) déjincur^


rir en alguna indiscreción , no sean muchos los noti-
ciosos de sus desaciertos, y para esto entre muchos,
hablen poco.
17 No es este el único impulso , que tubo para
este Aviso. También creyó, que si entre muchos
fuese poco lo que hablaran , tendrían para lo restan-
te conseguida la victoria. Aun el hombre mas ha-
blador ceñido á conversación con uno , b dos solos
compañeros , tiene menos riesgo,, de. excederse en eí
hablar , b por falta de materia , b porqué su conver-
sación le desagrada. Mas no sucederá, esto. ,.¡ quando
los concurrentes fuesen muchos, porque uno com-
-; • Eee 2 ' pla-
( 1 ) Inmultiloauio non dserit peccatunuVíQy* ip.v.io,
404 A r i s o XXIII.
place , si otro desazona , este dibíerte, si aquel otro
fastidia ; provoca la variedad de los asumptos , y es
muy difícil poderse contener en tanta divertida va-,
riedad. Pues logre yo (dice la Santa) que aun entre
muchos hablen poco mis Monjas , que como esto se
consiga , yà todo se logro, y á lo menos en mis Con-
ventos no habrá lpquacidad.
18 : Abra preguntare : ¿Por que la Serafica Doc-
tora cuida tanto de la lengua ? Mas no lo pregunta-
re , haciéndola el agravio , de dudar en lo justo del
motivo, porque para venerar, quanto me diga el
Oráculo de su voz , me basta , que lo diga Santa
Teresa de Jesus,, sin explorar el porque. Estos Avi-
sos imitan la practica, que tienen los Monarchas en
sus Leyes , y los Pontífices Sumos en sus Cañones.
El Rey lo dispone , y el Papa lo manda asi, y para
bajar la cabeza no es menester mas.
19 Sin embargo , porque la reflexión sobre es-
te Aviso , mas que investigación será respeto ; Oíd
algunos de los muchos bienes , que nos facilita con él
la Santa Madre. No creo , que se. ofenda de esta di-
ligencia mia , porque ella misma nos dice en el
cap. 8. de sus Fundaciones. "Esramos en un mundo,
„ en qué es menester pensar , lo que pueden pensar
„ de nosotros, para que hayan efecto nuestras pa-
„ labras."
20 Con solas dos expresiones de la Sagrada Es-
critura , quedará bien declarada esta materia. En ella
se nos expresa por boca de Salomón (como acabo de
decir) que en quantos hablasen mucho , nunca falta-
rá pecado. Esta sentencia ya se há hecho adagio co-
mún en nuestro Idioma Español, y es expresión re-
D E SANTA TERESA. 4°5Л
perida ¿ c[ue aquel, que mucho habla, mucho yerra..
¿Pues para que nos fatigaremos en decir mas á una
Casa de Religión, en donde se profesa la virtud?
¿Será capaz de admitir alguna, voluntariamente uno,
o muchos yerros ? ¿Querrá exponerse á ofender a Dios
con un pecado? ­ .­• .
21 "Hame venido determinación muy "grande
„ (dice la Sarita Tóm. 2. Carta n . ) de no ofender
„ á Dios, ni venialmente , que antes moriría mil.
„ muertes , que tal hiciese , entendiendo lo que ha­
go:::: Y si ló contrario" hiciese , me parece no ten­
„ dría cara , para pedir nada á Dios nuestro Señor,
„ ni para tener, oración , aunque en todo ésto hago_
muchas faltas,,; e imperfecciones."' Esto decía de si
aquella Santa gloriósiiimá , y favoreciendo a las '¡cfái'l
i

más con su concepto, concluye con decir. ''Parecía­: ¡,


„ me , que el cuidado , que yo tr^ygo de servir á
„ Dios, traben todos." Y esto mismo, que dixb la.
Santa Madre á sus hijas, creo yo de las que Dios,
por sus altos juicios encomendó á mi.cüidado.
22 El Evangelio nos dice , que se nos ha de pe­
dir cuenta estrechísima de toda palabra ociosa, ( i )
Fues no siendo creíble , que en una larga conversa­
ción dexen de mezclarse palabras de alguna ociosi­
dad , ¿habrá quien quiera hacer mayor , y mas gra­
ve su cuenta, aumentando ociosamente las pala­
bras? . ' ч .
23 Esta Casa es un Jardín, que en lugar de
flores, germina muchas virtudes. ¿Queréis, que pe­
rezcan mustias, b se agosten ? Pues oid al Venera­?
ble
(\)0¡nne Verbum otiosum^ quod hcüti fuerintbomines
reddent.rationem de eo. Ma.th. 12. v.36.
$c6 A v i s o XXIII.
qué'hablahdó del silencio, y de la len-
fcléiGranada',
gua , nos predica dé ésta forma, "Tengan por cíer-
,, to , que no es más posible conservar las otras vir-
j, tüdes sin esta virtud , qué guardar un gran tesoro
„ sin llave, y sin cerradura', (i):
2 4 Últimamente, ¿para qué se encarcelo una
Religiosa en voluntaría? clausura"?'Bien lo sabe , pero
es razón , qué el Venerable ICempis se lo diga. "Mi-,
ra (dice) que te llamaron para trabajar, y pade-
s, cer ,. no para holgar , y parlar. (2) Vela con di-,
„ ligenciá én el servicio de Dios (prosigue en otro,
^capitulo)' y/piensa' muy continuo , á qué veniste,.
„ y porqué dexaste el mundo. ¿No le despreciaste pa-
„ ra vivir á Dios, y ser espiritual ? Corre, pues,
cbn fe viva á la perfección.
25 De estos asumptos, como de otros muchos
!

instruyen más las' experiencias , que los libros. En


atención á esto solo busco apoyo á estas' verdades eft.
aquellos Héroes'de la Theologia Mystica mas alta-
mente instruidos , mas hábiles', mas doctos, y mas
acostumbrados á dirigir espíritus.
" 2 6 San Juan Ciímaco én el capitulo 1 1 . de su
Escala Espiritual dice dé éste modo. "Loquacidad
„ es silla de vanagloria, por la'qüal ella se descubre,
„ y sale á plaza." Dos pesadumbres son estas, que
debiéramos huir por un doble interés, porque nos
dificultan el camino para el Cielo , y nos exponen á
ser la risa del mundo. No solo supone el Santo, que
el loquaz es vanaglorioso (y este es enorme defecto)
sino que la vanagloria está en la loquacidad , como
en
( 1 ) Granada Memor. cap. 49,
(2) Kempis lib. i. cap. 17.
D E , SANTA TJBILESA. 407
en su sitia, que es lo misino.,; que .decirnos , quei;
está muy bien hallada , y muy сЦ asiento.
3 7 ¿Y podrá hacerse creíble., que haya.tal ya­*
nagloria en las que me oyen"í- Nolo.perrnitaJPios,
:

mas si la hubiese, oygan , para su. confusión »,á,la San­


ta Madre. Hablo esta. Seráfica Maestra en vqz., y
por escrito ,' 'perc*­'siejri^
sabia verdadera , y como tal incapaz .de. vanagloria.
Sin embargo uno dé sus Confesores , o porque, qui­
so exercitár su sufrimiento , b porque„efec\.iyamenté
<
creyó , que esta jmmildbima Santa sbl^s,onal?a. de nt

Maestra , se Го manifestó asi : ¿Peroqué. le,.re.sppn­f


dio > pidla , с|ие<е1^Да
tisface ^ . ^ ^ ^ ¿ ^ Щ
. 28­**Yóbídj^.t^'¡q«^^5.?^^|tt^i^Cja^^
„ dármq á entender ^¡ lq .о$е^|щ^^
,j Vm. 'que , creo Se', mi,' puedo.;_ens^ña r, ¡yÍ9s .rr|eí?
s : ?T ;

„ libre ! No querría Ц^гй , а ? о г а ^ 1 ц jeo,^, queí,


: 5

¿, tengo, la culpa. Í Aunque .no ;se sivjatiene,, .та^е^


;
;

„ deseo que'tengo de ver á Vm. bueno 5 .que de esta


„.flaqueza¡puede; ser proceda tanta, boberia como. a
„ Vm, digo, y del amor, que le tengo , que me ha­?
„ ce hablar , con libertad , sin rnirar,.. loque digo, •
que áuft"csespües quedé con escrúpulos de algunas
„ cosasqué trate con Vm. y á' no me quedar el de
„ inobediente , no respondiera , á, lo que Vm. man­:
;
u
n'da; porque me hace,harta contradificipip. , ;,: ;;

2cj Toda vía sé; explico qtja­ ,'ye.z. сдодоаз^до­ /ea..­.


el ásUrrípto. ^Parecemerfcíicé T o m o n a . . .Carta, J V - ,
s , numero• д.о.) que, aunque cori estudio..quisiese.
„ rier vanagloriaquenp podría , ñí veo , como pu­
fi diese pensar que. nmgun§de fstas.,virtudes e.S; mía,
408 ^ A v i s o XXIII.
:
, , porque há poco , que me vi sin ninguna muchos
„ años , y aora de mi parte no hago mas , que reci-
I, bir mercedes , sin servir, sino como la cosa mas
sin provecho dei mundo." ¿Quién oyga esto no so-
lo admitirá la vanagloria, sino consentirá , que este
en ella , como en su asiento , y silla?
30 Para explicar el Evangelista, quan arrayga-
do estaba Mat heo en el Telonio, usa de esta mis-
ma voz, y por contemplarle tan bien sentado en él,
es sentencia de algunos Padres, que no fué tanto mi-
lagro del Señor haver curado á un Paralitico de trein-
ta , y ocho años, como hacer, que Matheo se des-
prendiera de las ga?nancias , que el Telonio le con-
tribuía. ¿Quién no pondrá , pues , freno á su len-
gua , si el no tenerle es tanta enfermedad, que pide
Wn milagro para su curación ? Pues cuidado , Seño-
ras , escribe (Camino de Perfección , capitulo 5.) la
Seráfica Maestra, "que esto tienen los Monasterios,
y, que el bien cáese presto , si con gran cuidado no
„ se guarda, y el mal si una vez se comienza, es di-
,<,ficuítosisimode'quitarse , y muy presto la costum-
bre se hace habito de cosas imperfectas."
3 1 La vanagloria es un vicio, que nos hace fas-
tidiosos en el trato : Es desazón continua de la
sociedad, y perene desabrimiento en el comercio ci-
vil. El vanaglorioso hace estudio de sobreponerse, y
- no todos los que le oyen , son tan santamente humil-
des , que tengan complacencia , en verse ajar , y en
que otro los quiera á todas horas abatir. Solo puede
tolerarse este defecto, quando el que le padece, fue-
se tan primoroso, que le sepa ocultar con disimulo.
Pero si la ioquacidad (según el Santo) Je descubre, y
sa-
D E SANTA TBRISA, 409
saca á plaza, ¿quándo logrará un lequaz , que se le
oyga con~paciencia ? Desventurado hablador por atra-
sado en el mundo, y nada adelantando para el
Cielo.
32 Loquacidad es (prosigue el mismo Santo) ar-
gumento cierto de poco saber. Esta es , amadas mias,
una proposición, que nadie podrá contradecir. Na-
die habla mucho , que no crea , que habla bien-.;Es-
to cree , se complace en lo que dice, y se persuade
esto mismo en todos los qué le oyen. ¿Pues, qué
mayor argumento , de que es nada lo que sabe, p
que es muy poco ? Ningún verdadero sabio tiene esl-
ta satisfacción: En el supuesto indefectible de que
ninguno puede saberlo todo, crece á proporción de
su estudio su desconfianza", porque quanto mas sa-
bio , mas. se desengaña de que és mas lo que se
ignora. .-; .. :
" ':
'-"I ' ' ¿ ^ ^ o.
J; ;

33 De unos Sabios (como yá disimos en asump-


to parecido) dixo el Apóstol de las Gentes : Que lo
mismo fué estimarse como Sabios , que calificarse ne-
cios , y en nadie tanto como en un loquaz se verifi-
ca este trabajo. Un ignorante , que calla , pone á su
ignorancia en duda: un ignorante hablador la pone
de par en par , y aun es ignorancia nueva , y de las
mas refinadas no conocer este riesgo , y ponerse á
toda hora en el peligro. "Si se pudiesen concertar
,', todos (dice k Santa en el cap. 5. de su Vida) y
„ hacerse ignorantes , y creer , que los tengan por
„ tales en estas ciencias, de mucho trabajo se qui-
„ tarian."
34 Supongamos, que uno de esos loquaces sepa
algo, y que esto poco lo produzca con acierto , pa-
, .-'4io Á v r s o XXIII.
rece imposible no errar, hablando mucho", porque el
prurito suele ser desenfrenado. Aquella satisfacción,
; de lo que sabe , aunque sea poco , le empeña sin li-
bertad , en mas de lo que sabe , ¿y quánto suele ser
el precipicio , á que se expone ? Confesemos, que
el Santo dixo bien , quando aseguro , que el mucho
hablar es argumento cierto de poco saber.
3 5 No hay esto solo. El Santo prosigue asi. "La
•„ loquacidad es puerta déla detracción, madre de
¿, las truhanerías , y oficial de las mentiras." ¡Qué co-
sa tan despreciable !. ¡Pero qué cosa tan creíble 1 Un
hablador es puerta franca á todo , lo que le pueda
servir de materia para hablar.: No solo tiene para ello
almacén proprio , sjno está siempre en proporción de
adoptar , quantas especies le quieran sugerir.
36 Un Philosofo decía , que los loquaces se que-
jaban , de que habiendo dos. oídos , no hubiese mas
de una lengua. No se contentan con dar á la lengua,
quanto llego á sus oídos, quisieran , que como hay
dos oidos , hubiese también dos lenguas. Hemos de
suponer, que ninguno de estos profesa de Anacore-
ta , ni vive en las Thebaydas, b en la- Nitria: En
ellas, y en donde quiera, que les faltase la conver-
sación , se expondrían á rebehtar. Buscan gente , que
los oyga ; y otan sobre todo , todo lo escuchan con
gusto , a nada muestran desdén , porque nada dexa
de dar asumpto para hablar: Si se dice una mentira,
se juzga á su abundancia desayrada , si con otra.ma-
yor no echa la puja ; si asiste á la concurrencia algún
truhán , que divierte con su bufonería , también
tendrá por ofensa de su loquacidad, 110 proferir tan-
tas truhanadas corno él.
Di? SANTA T E R E S A . 4~TY
3 7 SI algún detractor maldiciente se desenfrena,
ni aun en esto querrá, que le lleve la ventaja. De
suerte, que mal entendido, y con uso sacrilego el
ómnibus omniafa&us del Apóstol, se acomoda tanto
á la injuria , como al agasajo, tanto como á la lison-
ja, á los dicterios , igualmente al elogio , que al bal-
don , sin restañar el fluxo de hablar , y mas hablar.
38 En nada (amadas mias) me he excedido, es-
to es lo que la loquacidad hace en el mundo. En
atención á esto decia un gran Philosofo, que las en-
fermedades del animo unas eran peligrosas , otras
odiosas, y otras ridiculas , pero que el hablador las
tenia todas. Otro creyó, que sin embargo , de que
no habia dolencia , que: no pudiese ceder á la Phiío-
sofia , las déla lengua tenían molesta , y difícil cu-
ra. ¿Pero el conocimiento de un estado tan infeliz,
no debiera bastar para su curación ? Dios os libre por
su infinita misericordia de semejante desgracia , por-
que demás de los trabajos referidos , hay otros mu-
chos , que menciona el Santo.
3 9 "La loquacidad (dice) es perdimiento de la
,i compunción." ¡Oh Dios mió , que estado tan fatal!
En busca de la compunción se dexa al mundo, se
aprisiona una Señora en un Monasterio, se niega al
trato de sus parientes , y amigos , ¿y havia de expo- •
nersé solo por hablar á perder esta compunción?
40 Pero tampoco este mal acaba aqui, porque
también este vicio (según el Santo) es causador de
la pereza, y precursor del sueño. Vosotras sabéis
mejor, que yo quanta infelicidad se nos amenaza
en este sueño, y pereza. ¿Qué monstruo será pa-
ra Dios-, y .para el mundo , una Monja perezosa?
Fffs. De-
4*12 A v i s o XXIII.
Debe caminar sin retroceso , y aun sin detención
alguna ; Debe no interrumpir su diligencia en bus-
ca de la perfección , porque el no ir adelante , yá es
quedarse atrás, ¿y habia de incurrir en la dolorosa
desventura de desmayar perezosa?
41 Dios manda á todos repetidas veces estar en
continua vela, para no entrar en tentación , y para
que el enemigo común encontrándonos dormidos, no
se encarnice cruelmente en nuestro estrago; Dios
manda con mas severidad esto mismo á sus Espo-
sas , porque siempre las quiere muy despiertas, ¿y
havian de incurrir en imperfección alguna ., que con-
tribuyese, á que el Señor las encontrase dormidas?
No permita su Magestad (buelvo á decir) esta des-
gracia , y ponga fin aquel Santo á la pintura.
42 "La loquacidad (dice) es destierro de la me-
ditacion , y destrucción de la guarda de si mis-
„ mo." Hasta aqui , amadas.mias , pudiera llegar la
desolación >, pero, no pasar de aqui. Es Articulo de<
f é , que el Demonio anda entre nosotros, como
Leori rugiente', buscando a toda hora, á quien de-
vore. Es constante , que anda en circulo , y esto,
quiere decir (.según los Santos) que busca en cada
uno aquel portillo, por donde se pueda introducir
su astucia asaltándonos á todos por la flaqueza
propria.. Por esta razón se nos manda una continua,
custodia, porque al menor descuido , que se tenga, se-
remos funesto estrago de su colera. ¿Y havia de
descuidarse por su loquacidad una Religiosa en la
guarda , y custodia de si misma?
43 La meditación es aquella hoguera , en que
(según David) se enardece mas el fuego del-amor.
Allí'
DE SANTA TERESA. 413
Allí es "donde el alma se purifica , porque todo de-
fecto se conoce allí, y alli se llora. ¡Y havia de ex-
ponerse una Esposa de Jesu- Christo por propria vo-s
luntad á desterrar, b apagar el fuego de la medi-
tación ? Pues creed , Señoras , que esto ciertamen-
te será asi , porque los muchos recuerdos de lo ha-
blado , ocuparán la memoria de tal modo , que solo
aquello será el punto impertinente de vuestra me-
ditación,
44 ¿Y qualqUíera , á* quien sucediese este tra-
bajo , podrá quedar sin.escrúpulo? Yo sé muy bien,
que la distracción no es culpa , si fuese enteramente
involuntaria, mas sé también, que no es involun-
taria enteramente., quaodo por voluntad propria se
d ámotivó;r;y|o£asion;pa ra tenerla. Dios os libre (d.i-v
;
:

go tercera.vez) de .semejante desventura;. ¿Y qué re-¡


(

medio ? El que nos dá la Seráfica.Doctora, Entre


muchos, hablar poco , y siempre' que pueda ser , ni
p o c o , ni mucho. Asi lo disponga Dios por su infi- :

jiita clemencia , y os asista para todo con su gracia.,

AVISO XXIV.
EN LA MESA N0 HABLE A NADIE,
'•• fii levante los ojos .a mirar .a otra,

$.1.
I * 1 ^AN bien conocidos tenia la Seráfica
JL Doctora los peligros de la lengua , que .
para librar de ellos á .sus hijas ,. repetía los .Avisos,
aun
4*4 -' A v i s o XXIV.
aun quanáo al parecer no eran necesarios. En toda
su sagrada Religión se lee en el Refectorio, y no sé
que naya otra alguna , en que no se mande obser-
var esta diligencia. Es una Orden muy racional, y
muy justa. Cuerpo, y alma son de Dios , y cuerpo,
y alma deben agradecerle su piedad. Debe enton-
ces á su misericordia , que el cuerpo se alimente , y
es. arbitrio indispensable, pues sino se alimentara,
ciertamente pereciera. Es bien muy apreciable el con-
servar la vida , y debiéndose al alimento esta con-
servación , justo es tributar nuestra gratitud , á
guien le di.
S No están nuestras almas con menor necesidad,
que los cuerpos. Uno de los mejores modos es la
.lección espiritual, y están gritando la justicia," y la.
razón , que la parte mas noble no se desatienda, y
sólo se cuide de dar al cuerpo su comida. Las R e -
ligiosas , pues, comen (digámoslo asi) con cuerpo, y
alma. La vianda es refección de los cuerpos , y la
lección alimento de los espíritus, no atendiendo tan-
to , á lo que sabe el manjar , como á lo que las avi-
sa la lección. El oido, y el paladar deben estar ocu- ;

pados, pero no tanto el paladar , como el oido.


3 Para mucha dicha suya conoció desde niña es-
ta verdad la Seráfica Doctora. En el cap. 3. de su
Vida habla de un Tio suyo , y dice de esta forma.
"Su exercicio era buenos libros de Romance, y su
hablar era lo mas ordinario de Dios , y de la va-
„ nidad del mundo, hacíame le leyese , y aunque
,,-no era amiga "de ellos , monstraba que si:::: Aun-
„ que fueron los días , que estube pocos , con la
S1 fuerza , que hacían en mi corazón las palabras de
„ Dios
DÉSANTA TERESA. 415- •
„ Dios ansí leídas, como oídas, y la buena cornpa-'
„ñia, vine á ir entendiendo la verdad, de qu and o
„ niña, de que no era todo nada, y lavanidad del
„ mundo, y como acababa en breve, y temer, si
„ me huviera muerto , como me iba al Infierno, y
„ aunque no acababa mi voluntad de inclinarse k
„ ser Monja , vi era el mejor , y mas seguro estado,
„ y asi poco á poco me determiné á apartarme , pa-
„ ra tomarle." , ' •
f

4 Buena prueba es,' amadas en! Jesu-Christo, de


la santa utilidad de la letura , qúandp no se hace por
chorrillo , sino con la alma atenta , pues á ella de-
bió la Santa Madre tanta luz., y el proporcionarse at
.tan• heroy.ca resolución, lípipmej; la yida-,(prosigue)
:
:

a,-hávef., quedado.-yacamigaüdeo'buenosjltoos; Lela


„ en las] ¿pistolas .de } Sañ-óeronymo , que me ani-
:;

mában., de suerte, que me determiné á decirse-*


lo á mi Padre, que casi era, cómo tomar el habi-
to, porque era tan honrosa ,. que me parece no tor-
„ nára atrás por ninguna manera, havicndolo dichc>(.
„ una vez." ', • :

5 Hasta aqui la Santa Madre,, y por las ven-,


turosas experiencias, de lo que en la lección atenta
se utilizan nuestras almas , no acaba de ponderar
la extrañeza, que le causa , que todos no nos instru-
yamos por los libros , de lo que fuimos , hemos de'
ser , y lo, que. somos , contentos, con lo que nos di-
cen de los cuerpos, fascinados , ó deslumhrados
nuestros ojos.
6 "¿No es pequeña lastima, y confusión(escrjbe
en la Morada 1. cap. 1.) que por nuestra culpa no
a entendamos a nosotras mismas) ^N0 seria grande.
• '4i 6 # A v i s o XXIV:
"j> ignorancia , hijas mias, que preguntasen á uno
„ quien es, y no se conociese , ni supiese quien fué
„ su Padre , ni; su Madre , ni-desque tierra ? Pues
-„ si' esto seria gran bestialidad, sín comparación es
„ mayor la que hay en nosotras,-• quando no procu-
„ ramos saber, qué cosa somos, sino que nos dete-
nemos en estos cuerposy ansí abulto por lo que
, hemos oido , y porque nos lo dice la Fé , sabe-
f

mos , que tenemos almas , mas qué bienes pueda


f> haber en esta alma , b quién está dentro en esta al-
rha, b el gran Valor .de ella , pocas veces lo con-
„ sideramos , y asi se tiene en tan poco procurar
„ con todo cuidado conservar su hermosura.'.'
7 Para remedio de un descuido tan enorme dis-
pone la Santa Madre, que aun quando se dá á los
cuerpos su indispensable refección, se alimenten tam-
bién las almas corila lección espiritual, no dudando de
sus hijas , qué haciendo apreció justo de este , y
aquel alimento , prefieran aun á aquello , que es pre-
ciso para vivir , lo -que conduce tanto para vivir bien.
Yo debo creer, que todas lo hacéis asi , y no pu-,
dieñdo conseguirse sin atención, á lo que se lee,
ni esta atención , si se hablase, parece, que es pre-
vención impertinente, que en la mesa no se ha de
hablar, porque esto Se debia suponer. Sin embargo
la Santa dice asi:
E N L A MESA NO HABLE A NADIE', NI
levante los ojos á mirar á otra.
• 8 A Caso habría notado algún descuido, 6
£ % . temería, que la inmediación á una, y
otra compañera , las tentase i esta , b aquella pala-
bra
DH-SANTA TERESA. 417
bra. En las Carmelitas Descalzas es immlnente el pe-
ligro , porque- á- excepción de algunos breves ratos,
que para su desahogo-se permite., y se llama recrea-
ción , lo restante del dia , y noche en todo el año
no salen de su Celda , b de su Coro. Y suponien-
do , que en el Coro no han de hablar una palabra,
porque seria acción escandalosa, es tentación muy
vehemente tener junto á si en el Refectorio (que,
ni es Coro , ni Celda) dos compañeras amigas, y mu-
cho rigor no> haver de hablarlas.
9 Pero sea rigor, b no lo sea , en la mesa no
hable á nadie, dice nuestra gran Doctora. Esta santa
austeridad nos pone muy en claro , que mala es la
loquacidad , y que bueno el silencio. ' t .
xo ^Conociéndolo < asida >Santa Madre , hizo el
mayor estudio de precaver las ocasiones. Una era , la
de no juntarse las Religiosas, y hacerse cargo, de
que no estarían mudas. Para remedio de esto segundo
dixo (Camino de Perfección cap. 4.) "Es gran cosa
no estar juntas, sino las horas señaladas, ni ha-
„ blarse conforme á la costumbre , que aora lleva-
„ rríos, que es no estar juntas, como lo manda la'
„ Regla , sino cada una apartada en su Celda." En
alguna Comunidad solían juntarse.,, para hacer la-
:

bor , y esto también parecía' peligroso á la Seráfica


Doctora , y para su remedio determina. "Líbrense •
„ en San Jóseph de tener Casa de labor , porque
„ aunque es loable costumbre, conrilasfacilidad se
guarda el silenció."
1 1 Como muy escarmentada daba estas leccio-
nes esta gran Maestra , pues dice hablando en é l :

cap. 7., de su Vida-,, de lo que padeció interic*men^l


Ggg te
4i8 , - A v i s o XXIV.
•te alguna Vez pof estas conversaciones., "qué en la
,,, oración pasaba .gran- trabajo porque no .andaba
el espíritu-Señor, sino esclavo:,, y ansí no me po-
4, dia encerrar 'dentro de-mi, que era todo el modo
V," de; proceder, que llevaba en la oración , sin encer-
,„ rar conmigo mil vanidades." Pero pues yá en otra
Platica os expliqué con San. Jnan>jQRrnaeo',;las malas
consequencias , de hablar mucho-., aora tendréis pa^-
ciencia, y os diré, que es el silencio. \
1 2 El silencio (dice este gran Maestro deja Vi-
da Espiritual en el cap. 1 1 , de su Escala) es Madre
„ de la oración,. reparo déla-distracción, y.examen
Vi "de nuestros pensamientos." Anféssde pasar ^dejan-
te , amadas mias, debo preveniros, que aunque la
pintura , o descripción , que. hace el Santo , como
amante del silencio , parecerá , que se excede en la
exageración, no se desvia, ni en un ápice de ,1a verdad,
y todas vosotras lo conoceréis, si pesareis, sus pala-
bras con atención reflexiva, \.,¡-,--..,.-,; ,
; r ,
13 La experiencia os . habrá-,.dJcho alómenos,
(

quando empezasteis á tener el indispensable, exercicip.


de la oración , que las distracciones son el mayor
•"tropiezo para tenerla ¿on fruto. Sé muy bien , que no,
''So& "pecaminosassino fuesen voluntarias,, y que se,
;

merece con el empeño de rebatirlas. ¿Pero quantos


|;'escrúpulos suelen quedar después , sobre si hice, o
TÍO íodajs das diligencias, -.para desecharlas , b me de-
;I

~ú«rbe "gustosamente en ejlas?.,:,,:, < ( .


14 tNádie podrá;negar, queíaqueseponga,en ora-
ción ,^déspues .d'e'-haver habladq¡.mücho , lleva á ella
?

tantos tropiezos, como especies conserva en la - me--


|nprk.:4e todo iq que pudo, dar,de,si su larga con-
w ver-
DE SANTA TERESA. '4*9
versación. Aun quando ella las hubiese "abandonado
enteramente al olvido , el enemigo cpmun no se desr
cuidará , y se las pondrá presentes , añadiendo vive-
za con su astucia à aquellas, que mas conformidad
tengan con su inclinación ,-. yá sean de placer, ya de
pesar.'
- 1 5 Yá lo oísteis á la.Serafica Maestra , y si aun
;

á aquella grande alma se atrevieron aquellos trabajos,


¿quién no temerà los mismos, llevando (como dice
en otra parte) el pensamiento divertido, por una par-
te , y otra , y tras el pensamiento se và el corazón?
¡Oh qué lucha tan congojosa I "Es menester (dice la
„ Santa eivla Carta - 8. dei-Tomo 1.) sufrir la impor-
„ tunidad del tropel de pensamientos , y las imagina^
„ ciones importunas -¿ è Ímpetus de movimientos na-
turales , asi de la alma por la sequedad., y desu-
„ nion , que tiene, como del cuerpo por la falta del
,., rendimiento -, que al espíritu ha de tener. Porque
aunque á nuestro parecer no hay imperfecciones en
,, nosotros , quando Dios abre los ojos de la- alma,
„ como en la oración lo suele hacer , parecense bien
, estas imperfecciones."
y

16 ¿Con estas experiencias, quanto temería la


Santa estos peligros ? ¿Con qué amargura Horaria el
verse en ellos, aun quando la obligaba la necesidad,
sin que tubiese parte la elección ? "Algunas veces,
„ dice (Tomo 2. Carta ji.) me da gran pena , el
„ haver de tratar con nadie , y me aflige tanto , que
,,'rrie hace llorar harto, porque toda mi ansia es por
¿star sola." En un perene silencio no se hallan estos
escollos. Por esto , según, la misma Santa (Tomo 2.
Carta 1.00. nuaiero 7.) "la Regla, dice, qué se tenga
;
42o A v i s o XXÍV.
,, silencio , hasta preciosa no mas , y acá le tenemos
„ todo el dia." No digo , que por esto no podrá dis-
traherse alguna vez , pero siempre será con-el gran
consuelo de nó haver dado motivoi Y en este caso
es muy creíble , © que. Dios la dé su gracia, para
echar prontamente de si á la distracción , b se esté
complaciendo erí aquella lucha , y la corone con el
laurel dé la victoria.
1 7 " No me atreveré á decir, que con el silencio
sé consigue todo , pero si que con él se quita á los
peligros la- fea formalidad de voluntarios , y que por
ésto tubo razón el Santo , para decir de é l , que es
madre de la oración , y reparo de la distracción.
18 Igualmente la tubo para llamarle examen de
nuestros pensamientos. Este examen es menos, b mas
dificultoso, conforme fuese menor , ó mayor el
numeró de los pensamientos, que se hayan de exa-
minar.- Y no tiene duda, que este numero se aumen-
ta con las especies, que lo hablado ministra á la me-
moria. Tantas pueden ser estas , y de tal especie^
que quando no imposibiliten , dificulten el examen
Puesaí silencio (Señoras) y os librareis de esta con-
gojosísima faena. - "
II.
r
9 C ^ b r e este consejo, queíos doy arreglado
w
"'C3'" * ' doctrina de la Seráfica Maestra esf
: a

cribe su Venerable Anotador de esta forma. "Es muy


conformé á lo que escribelos Sagrados Evange-
„ listas de Christo nuestro Señor , que se iba solo á Jos
montes á orar. Ascendit in montem solas orare,
„ huyendo el consorcio , no solo de los mundanos*,
' „ si-
D B SANTA TERESA. 4 2 1
„ sino auh de sus mismos Discípulos , como reparó
„ San Bernardo , enseñándonos, prosigue el Santo}
à hacer nosotros lo mismo , y apartarnos para orar,
„ no solo de los del mundo, sino también de-los bue-
nos:::: Porque aunque son buenos son hombres , y
„ aunque las Platicas sean santas , ai fin son Platicas,
„ y por ay suele buscar tal vez sus desahogos la len-
„ gua , y desahogarse el interior." '
20 Admirareis tanto encargó ,< amadas mi as, pe-
•fo sin resolverme à- decir, que -habló con vosotras
; 1

Santa Teresa de Jesus ,' diré unas palabras suyas , por


1 : !

lo que puede suceder. "Hay almas (dice Morada 1.


„ cap. 1.) tan enfermas, y mostradas à estarse en co-
^sas éxtérfores' í ';qüe n^
; ! )( v
entren
^'•'deriífo^e'SÍ-ídpiéífqtíé^NP'tócostumbre.laá'tiene ta-*
les de te^er siempre-tratadò con las sabandijas ,.que
éstàn ért'él'eèhtro del Castillo,- que yá casi están
„ hechas como ellas, y con ser de natural tan ricas,
„ y' poder tener su conversación ;Uo menos , que con
i, Dios, no hay remedio." -i»'* y ; ....... • . ;
;
2 1 -Sí-tubo razón- el Santo ¡ en lo quedixo del
¡

silencio v igualmente la- tuboen lo restante. "El silen-


ti ciò ès (prosigue él Santo) atalaya de los enemigos,
,, incentivo' de la devoción, compañero perpetuo dej
„ llanto ; amigo de las lagrimas, despertador de- la
•„ memoria de la muerte , pintor de los tormentos
•„ eternos , y' causador de la santa tristeza." ¡Oh,
!

que- cosà (diréis) tan melancólica ! Si lo es , respon?


derè , pero advertid, que aunque le llama causador
de la tristeza , dice también , que 'esta tristeza es santa,
y estay ni ha sido , ni será , ni és 'melancólica. Y- siendo f :

ciertos^ como lo son -, los otros frutos, que produ-


cé^; la debéis reputar tristeza alegre. Es t
4ss r i Aviso XXIV. .
S2 - Es •••atalaya.,4.e Jos enemigos, y en continuó
; N

^xercicio de atalaya sin desviar la vista de la plaza,


.que defiende, .ni ocuparse en. estrañas diversiones,
que la expongan por descuido en su desvelo, á que
se apodere de ella el enemigo. Es incentivo de la de-
voción ,. porque no tiene atractivo forastero , remora
a la propensión, que la lleva gustosamente á la virtud.
2 3 . Últimamente, y á sabéis, que. este mundo es
Valle de lagrimas, y que nos hacen felices las fruc-
tuosas , que vertiésemos por nuestras culpas. Sabéis,
que esto se consigue con memoria de la muerte , y
jcon la consideración de aquel infernal Abysmo, á
que nos conducirán nuestros excesos. También sabéis,
que varias veces nos asegura Dios por él Órgano de
su Escritura , qu,e esta memoria nos libra de sus lla-
mas. Pues si todas estas felicidades se fabrican en el si-
lencio , ¿quién no le querrá para si ? ¿Quién expon-
drá tantos bienes por hablarí
- 2 4 A algunas parecerá, que no es mucha fortu-
na , que por este silencio se derrame alguna lagrima,
porque sin él suelen verter muchas. Pero deberán tra-
tarse con estimación , b desprecio , según sean. "Pen-
;„ sar¿ dice.la Santa'(Tomo 1.' Carta, 23,) hablando
„ de una de estas, pensaras! ha extrujado.algunas la-
„ grimas , que aquello es oración. Pero Dios nos lí-
„ bre (dice el Venerable Pal.afox) de el que llora,
, quando quiere,, que es señal ,• que llora de suyo,
9

y río Hora, d e , - D i o s y las lagrimas las dá Dios,


59

wqtjandq quiere ,.. y porque quiere."


-.; 2 5 Debe de haber en esto mucho engaño, y
K

•lloraralguna vez sin noticia del corazón , porque el


-Oaiílfco, Venerable prosigue asi. "Si este don estubie-
DH SANTA TERESA. 423

v ra, en nuestra mano, b siempre havíamos de ìlo-


„ rar hüestras'cüípls ¿sino lo viesen lös próximos, ha-
biendo riesgo de vanidad , b nunca habiendo este
„ riesgo habíamos de llorar. Más vale , que llore la
alma allá dentro con los ojos enjutos del cuerpo,
„ que no, que llore el cuerpo muy seca , y enjuta la
„alma." Pues si el silencio, amadas en Jesu- Chris-
t o , hace, que vierta la alma lagrimas verdaderas', y
como tales meritorias, ¿oS parece, qué no es apre-
ciable esta fortuna? -": • \ /
;
26 No cesa aquí la enseñanza de este gran Maes-
tro. Todavía nos pone 'delante otros- muchos iñteré^;

sea, que resultan'desenmudecer ¿ y ea liar, á, las


'gentes consagradas al'Señor. Sabría muy ^bien •aquel
Doctor -altamente ilustrado, .que el loqlíáz por lo c o -
;

mún es presumido. Esto á\m vosotras; lo creeréis, aur*-


.íque'dèsvàadàs; del bullicio;^'y- entregadas à la sole-
dad; 'Si el loquaz nb creyese ¿- que hablaba' bien , nó
hablara ; ni fuera molesto en su conversación, sino
presumiese,: de que hablaba bien. En esto suele ha-
ber muchísimos engaños j el hablador cree ^ que
siempre gusta , y las mas. veces apesta. De un Causi-
dico muy pròdigo de palabras , dixo Marcial, que
l é daría , porque callase , todo lo que le daban por
lo que dixese; • ;

/..,¿: ......Vis,;garrule, quantum ' v- •


•üccipís, ut clames, accipere, ut taceasi
2.7 Todos podemos votar del mismo modo, y
cpn escarmiento igual al de aquel Ingenio. Todos po-
darnos asegurar, que si supieran los habladores quan-
to- mortifican ,rióafueratanto, ni aun la mitad, lo.;
^/hablaran-, porque verían ¿ njue encontraban -«1
2
4 4 A v i s o XXIV.
desden -, donde: pensaban hallar la aclamación. Todo
es muy cierto , pero ellos no lo creen asi, y á nadie
challareis, loquaz sin ptesnmpcion; .
28 La Santa Madre dixo (Tomo 1. Carta 55.)
,,. Dios libre á mis hijas >. de presumir de latinas " y
.viendo el Venerable Señor , que muchos Secula-
res hablan de Theologia , sabiendo tanto .de esta
, -facultad , b menos , que las Monjas ,;dixo , "que. los
j, mas entendidos Seculares en hablando de Theo-
. „ logia , quedan con mas opinión de presumidos,
.. j¡, qué entendidos , porque es .necesario proporción
j , al discurrir no solo en los discursos , sino en la pro-
„ fesion, de el que .discurre," Tpdo prueba., como
acabo.de decir, que no hallareis lóquaz.sinpresump-
eion , y que en ello: manifiesta mas, que su sabi-
- d u r i a s u ignorancia. -i
- 5 9 Yá lie dicho , y vosotras conoceréis también, •
.qu> esto fastidia. ¿Y qué seria, si esta presumpcion»
• fuese tan osada , qué'no respetase al Claustro ,'yH se^
atreviese^ á la Clausura ? ¿Qué pareciera una Monja*
ioquaz, y presumida ? No rne parece imposible: ¿pues!
babiando el Santo Sales,' de lo que; deseaba enías^
!

que habían de ser: Religiosas suyas, dice (en el lia-


" bro 6. Episté i^O detesta forma. "En-su ^ sexo se^
; í

„ hallan tan pocas, personas sin fantasía^-" ¡malicia^


„ y bullicio , que quand'o sé encuentra alguna , se
„ debe recoger." Sin embargo ¿ no hablemos de es-
to', porque dé solo pensar , que p .ede llegar el caso,
:

me altero al susto , y me prevengo al escarmiento.


30 Por haversé desentendido á estos avisos-de •
los Santos una Religiosa, que servia en la Portería,
sé le apareció la Seráfica Doctora , y la dixo con
voz
DH SANTA THRESA. 4Sf
voz severa \ "¿Así relajas !o que con tanto trabajo es -
1

„ tablecí yo? Las palabras de mis Descalzas, y mas


„ con Seglares, han de ser breves , y editicativas, que
„ huelan á humildad , y penitencia. En verdad te di-
v S° » l ^ dia del Juycio no se dará el nombre de
< u e e

,, hijas mias , á las que vanamente hacen gala de pa-


„ recer cortesanas, y agudas. ¡Oh como por esos tor -
„ nos os entra la relajación ! Humildes , y retiradas
„ quiero á mis Descalzas , no entretenidas , y deci-
„ doras." Esto dixo, Señoras, la Santa Madre á sus
hijas , y haced quenta , que vuestro Santo Patriarca
es el que las pronuncia , porque en la obligación no
hay diferiencia. ¿Y qué remedio ? el silencio respon-
de aquel gran Maestro de la vida espiritual, porque
este es enemigo de la presumpcion.-
3 1 Qualquiera hombre , b fflugér, que en su flu-
jo de palabras presume captar la aclamación , es natu-
ral, que no cese en su solicitud , y que cada dia se
aumente esta ambición. Alguna vez será lisonja de su
qido este , b aquel elogio ; pero en las muchas, que
te hallarán burladas, por no oir las alabanzas , que
creían ; ¿qué sonrojo será para su estudio de agradar?
¿Qué desayre para su vana presumpcion ? De todo es-
to se libra , laque calla (dice el Santo) porque el si-
lencio es esposo de la quietud , y adversario de la am-
bición.
32 Hablando sin la moderación correspondiente,
y pecando por exceso es necesario errar mucho. Si en
algo de lo que dice , manifiesta su saber , y esto se le
aprueba y se empeña en mucho mas , y vota en lo que
ignora. ¿Qué sucede en este caso para qualquiera lo-
quaa muy doloroso l Que á la vista de lo muchísimo,
Hbh que
4 26" A v i s o XXIV.
que profirió como ignorante , y necio , se desvaneció
el concepto , que mereció al principio de hombre sa-
bio. De todos estos peligros se librará el que calla, y
aun logrará sei mas sabio , si usa juyciosarnente dèi
silencio , porque también nuestro Maestro le llama
acrecentamiento de la sabiduría.
33 De Isocrates Maestro déla eloquencia senos
dice , qué no admitía Discípulos , sino se obligaban à
pagarle dos salarios , obligándose él también à dar
lina lección para enseñar à hablar, y para enseñar aca-
llar otra lección. Sin duda fue hombre de gran juy-
cio , y de muy singular discernimiento , porque no
será verdaderamente sabio , el. que solo supiese decir
•lo que sepa ,* sino sabe enmudecer lo que ignora.
34 Ya en otra Platica he dicho quanto daño pue-
de hacer en la oración la nimia loquacidad , por las
especies , que sin arbitrio alguno asaltan en la Celda¿
y en el Coro.-¿Y à esto , qué dirà el mismo.San Juan
Climaco , que nos està-sirviendo de Maestro ? .Oídle;
en su Escala cap. 4. "Siempre habernos de trabajar,,
„ por tener el animo quieto-,y libre de perturbacio-
,i nes, pero señaladamente quando nos. ponemos á.
„ cantar, y orar, pormie entonces principalmente tra-
„ bajan los Demonios, por impedir nuestra ocupa-
„ eion por esta vía." . .i : ¿
35 ¿Qué dirá el Maestro universal de la Theolo-.
gias.Mystica.el Venerable , Qranáda ? Oídle en el cap;;
2,9. deJCompendio de la Docirina Espiritual , que-
dice derechamente al asumpto de hoy, "No menos .
„. conviene tener el corazón templado , para orar , y
„..medjtar , que la vigüela para tañer:::: El contem- ;
3, platiyp ha de ser sordo, ciego , y mudo , porque
ó¿;:.i 1
i . q u a n -
DE SANTA-TERESA*. • • 427
„ quanto menos-se derrame por fuera , tanto mas re-
„ cogido estará de dentro," No puede hablarse con
-mas claridad en él asumpto.
36 Es verdad , como yá dixe entonces, que nin-
guna peca, quando la distracción no es voluntaria,
y que á veces no está en nuestro arbitrio el sujetar,
b encarcelar el pensamiento. Pero acordaos, ama-
das mias , de que á Santa Cathalina de Sena dixo el
Señor. Hija mia piensa en mi, y yo pensare, y cuy-
daré de ti. Esto quiere decir , que cuida su Ma^-
gestad , de la qué pensase en él ; luego sino pensa-
se , y fuese por culpa .suya el no pensar , por ha-ver
dado causa, a la distracción , pobre muger , vivirá
desconsolada , temerosa ,. de que Dios se le desvie;
¿Quién > vencerá estos escollos ? El silencioresponde
él mismo San Juan Climaco, porque también tiene
la prenda singular de ser obrero de la meditación. El
que callo no quedará con duda , si en esta , b aquella
conversación dixo bien , b mal, y ya tiene este ene-
migo menos, para que continué su espiritu tranquilo.
•37 Últimamente considerando este Santo el esta-
do feliz de aquel Varón justo, de quien dice la Es- :

critura , que porque callo , se sentada en la soledad,


y se levantaría sobre si , asegura , que el silencio es
aprovechamiento secreto,y secreta subida a Dios. En
esto hay, amadas mias , dos grandes bienes, que ad-
vertir : Uno es , el aprovechamiento , y la subida:
Otro j que aquel sea secreto, y secreta también esta. •
Poco , b nada serviría el aprovechamiento , á quien
supiese , que aprovecho , porque se le disiparía el ayre ;

de la vanidad. Poco , b nada adelantaría , el que su- ;

biera si creyese , que subia » deslumhrado con este •


%

tilia3 coa-
^ 28
4 . A v i s o XXIV.
concepto, lo que empezó elevación, pararía en pre-
cipicio. Aun aquel , que está en la cumbre , debe
creerse á las faldas del monte , y el que no lo juzga-
se siempre asi , no dará paso alguno ázia la elevación.
Pues dexadme , amadas mias, bolver á preguntar. Si
todos estos bienes se logran con el silencio , ¿quién
será tan enemiga de si misma , que dando al desprecio
tanta felicidad abandone esta virtud?
38 La misma constitución de nuestro cuerpo es-
tá desaprovando tan mal gusto. ¿Por qué os pare-
ce ,que haviendonos dado Dios dos oídos , solo nos
dio una lengua ? Porque no ha de trabajar la lengua
tanto como los oídos , y porque sepamos, que ha de
ser el hablar mucho menos, que el oír. Asi lo sintió
Demosthenes , y asi otros Varones grandes. Esto
mismo nos enseña el Apóstol Santiago ( 1 . v. 19.)
quando nos puso el precepto , de que todo hombre
fuese veloz para oír, pero tardo para hablar. No es
peligrosa la velocidad en el oido , pero en la ligereza
de la lengua son muchos los riesgos.
39 Quando nada de esto hubiera , debiera pre-
dicarnos la conveniencia propria. ¿Qué aprecio con-
sigue Un hablador ? ¿Qué estimación una habladora?
Aunque lo mucho, que diga sea con acierto , ya no
agrada tanto, por acierto, como ofende por ser mu-
cho. No faltó , quien dixese , que estas lenguas son,
como las golondrinas, que recien llegadas, divierten
con su canto , y mortifican después por repetirlo.
Otro dixo, ser parecidas á los vasos, que suenan mas,
quando están vacíos. Quiso decir , que mostrará estar
hueco, el que habla mucho , pero en esto mismo ha-
rá ver, que no está lleno, o como dixo otra Pluma
, igual-
DE SANTA TERESA.
igualmente discreta , que en un rio de palabras no hay
de razón una gota.
40 La nimia loquacidad es embarazo de toda
conversación. El loquaz se empeña, en que él soló
sea oido : su empeño es hablarlo todo. Si alguna vezr
hace punto , y otro se vale de esta ocasión, para de-
cir algo , se empeña en adivinar , lo que aquel quiere
decir se transporta á pensar , lo que ha de añadir en
el asumpto, y como este embargo le impidió hacer-
se cargo de lo que dixo el otro , b repite aquello mis?
mo , que dixo , b profiere Un desproposito á cien le-
guas del asumpto. ¿Y en qué suele parar esto ? En quei
unos en secreto, y otros con toda claridad , censuren
justamente su desatención. ' ' <
41 El pago suele ser en la moneda misma , por-
que ni bien , ni mal es oido, en lo que parla. Ló
mismo es por "lo común empezar á contar un chiste
con preludios , con circunloquios , y arnbajes , que
echarse todo hombre advertido á pensar en otra cosa,
b á dormir resuelto á no despertar, hasta que cese la ta-
rabilla , como sucede á los Molineros , que duermen
mientras durada de su Molino. ¿Os gustan estas ridi-
culas ventajas de la nimia ligereza de la lengua ? Pero
esperad, que aun hay otra.
42 Elpujo de hablar incesantemente hace ami-
gos de la novedad á los habladores. Con uso poco
diestro de la amplificación dicen lo que hay , y aña -
den lo que no hay. El mayor agasajo, que se les pue-
de hacer es , creer , que no sean las adiciones por
murmuración , sino -única , y precisamente por ha-
blar. ¿Mas qué adelanta con esto ? El agravio mas
sensible, que puede hacerse a todo hombre , que es>-
per-
43° A v i so XXIV.
-persuadirse á que ne profesa verdad, ae le oye con
;

gusto, b desagrado , pero no se le cree.


43 Si hemos de hablar con toda ingenuidad creo,
,que tienen razón ; á lo menos la Santa Madre (Tomo
j . Carta 63, num. 8.) dice asi. "No se alargue tanto
5 , en- encarecer , porque aunque con sus rodeos le pa-
•„ rezca , que no miente , es muy fuera de perfección
9 t tal estilo* Porque andar por rodeos, dice el Vqne-
, rabie Señor, puliendo lojfalso, y poniéndolo en tra-
t

j,, ge de verdadero , no solo es mentir, con mil so-


„ bresaltos, y dificultades, porque á cada paso la co-
w gen, sino querer engañar con el. mentir." En fin
¿ablando Hypocatres médicamente del silencio dice,
que tiene las bellas propriedades de no causar sed,
ni tristeza, ni dolor. Nada de esto consigue el hom-
|bre , b muger loquaz. Es muy creíble , que á quien
ihablase mucho, se le seque la boca , y esté sediento.
.También es muy natural, que una conversación lar-
ga tenga las resultas de algún dolor, b tristeza. Di-
cese de los glotones , que se regalan , aun quando no-
están comiendo, con la memoria de lo que han co-
mido. Esto mismo sucederá , á quién haya hablado
mucho. Hará, un repaso de lo que h a b l o y délo
que respondieron , verá , que en t a l , y tal pasage no
quedo ayroso en, lo que dixo, y como todo su anhe-
lo, es por lograr la aclamación , el no haverla logrado,
le dará mucho que sentir. ; :
!

44 Creo , Señoras , que bastará lo dicho , para


que os aficionéis á guardar silencio. Yo sé muy bien,,
que es muy difícil en todos, y en vuestro sexo mu-
cho mas,, pero debéis advertir, que todo loque se
íaaada í las gentes á^el siglo , se intima con mas seve-
ridad]
DÉ SANTA TBRBSA. "43T
ridad á las del claustro. Con todas habla la Seráfica
Maestra , en lo que dexb escrito para sus Religiosas,
En el Camino de Perfección cap. 2 4 . decidió , co-
mo regla general, "yá esto dicho se está , que no se
„ sufre hablar con Dios, y con eí mundo. De suerte
„ que , la que gustase de hablar con el mundo , es
la muger mas infeliz , porque no se sufre á hablar
con Dios.
45 „ Lo que podemos hacer nosotras , prosigue
„ ésta gran Maestra , es procurar estar solas ¿ y ple-
j, gue á Dios, que esto baste , como digo , para que
„ entendamos con quien estamos, y lo que nos res-
ponde el Señor en nuestras peticiones." ¿Pues si .
aun estando á solas con su Magestad , no hay seguri-
dad de entenderlo que dice á nuestros ruegos , lar
tendrá la muy embebida en platicas del siglo? - a i

4 6 " Esta doctrina, bitelvo á decir , habla con to^


dos, pero con mas brío, y mayor severidad con las'.
Esposas consagradas al Señor. Bien sabéis esta ver-
dad , mas porque no la olvidéis ,'y la tengáis presen-
te para el silencio , y para todo , daré por aora fina
la materia con .una bella Doctrina del mismo Santo
Obispo de Ginebra.
4 7 En el Sermón 38. se "hace cargo de una ley
del Deuteronqmio ,'en que se dice , que en presen-,
cia del. Señor nadie aparezca vacio , y sobre esto pre-
dica de este modo. "No quería que. todos hiciesen
„ igual ofrenda, porque queria", que los ricos como
5) mas opulentos hiciesen ;ias ofrendas según sus ri-
;

„ quezas , y que los pobres ofreciesen según su po-


„ breza , desuerte que no le huviera agradado, sí los
i, ricos huviesen hecho ofrendas de. pobres , porque
„ esto
43
9
A v i s o XXIV.
», esto era avaricia, ni le agradara , que los pobres hí-
„ ciesen la ofrenda como ricos, porque podía fun-
j, darse en presumpcion grande. Que los Seglares lle-
„ guen á ofrecer í su Divina Magestad la afición, y
voluntad , que tienen en seguir , y guardar sus Di-
M vinos preceptos,, Dios se agradará de esta ofrenda,
w y si iosobservan puntualmente alcanzarán la Glo-
ría eterna. Pero qué almas ricas en santas prevencio-
nes, de hacer por Dios cosas grandes , como de-
„ ben ser los Religiosos , y Religiosas , vengan á
„ ofrecer á Dios como pobres (quiero decir) como Se-
„ glares , no puede ser del agrado de Dios , porque
asi como Dios os enriqueció^ queridas , y Señoras
Hermanas m i a s d e sus honores de gracias, llaman-
doos á la Religión santa, asi quiere, que le deis
„-mucho (quiero decir) quiere, que le ofrezcáis sin
„ reserva todo lo que sois, y todo lo que tenéis." Im-
primid en vuestra memoria ^esta doékina , y para ello
Dios os asista con su gracia.

A V I S O XXV.
NUNCA ENTREMETA A DAR SU
farscerjen todas las cosas , sino se lo piden, o la
¿caridad h demanda.

s. i.

itaco Varón sabio mandó un Faraón de


Egypto , que de todas las reses, que se
sa-
sacrificaran á los Dioses , le reservase con la mayor
legalidad ¿-lo que á su juycio fuese lo peor, y lo me-
jora Djb ageste mandato la obediencia mas exafta,
porque reservb la lengua , para que se supiese, tras-
ladada la enseñanza desde los brutos á los racionales,
que es la lengua lo peor, y lo mejor del hombre.
No es esta la primera vez., que he proferido al pu-
blico esta verdad con este testimonio , pero es de
tanta importancia, que no ofende por mas que se re-
pita.
2 El Espíritu Santo , que habla en las Sagra-
das Escrituras , nos dice , que están la muerte , y la
vida en las manos de la lengua, qué es otra pr.ueba
de una verdad tan clara. Dichoso aquel , que usa
bien de este instrumento, porque dará la vida á si, y
á otros.- Desventurado mil veces aquel, que le usa
mal, mortífero para los demás.,- y para si. De la Vi-
vora se espribe, que muere, quando mata , su muer-*
te le cuesta la vida, que á otro quita. Esto misino
sucede á la lengua con mal uso empleada en la mur-
muración", y en los dicterios.. Quita la honra, que
aun es mas apreciáblé ,'• que la vida , pero al durísi-
mo coste de dar á su alma un mal de muerte.
3 No creo én vuestra Comunidad iguales ries-
gos , mas por si acaso bien dicho está lo dicho. En
Otros muchos escollos tropieza, el que habla mucho.
Muchos dé ellos , aUnque ceñida á pocas voces, e x -
plica la Santa Madre. Oídla con atención , que en
uno de sus Avisos dice asi:

*** #**.
Iü ' • NUN-
434 •A'-yirso-XXV,!

NUNCA SE E N T R O M E T A A D A R SU
parecer en todas las cosas, sino se lo piden , ó la
caridad lo demanda.

4 1 / Stas son unas de las muchas propriedades


J y de las gentes,, que hablan mucho. Re-
gularmente son entremetidas::, y se Imeten en donde
np las llaman ¿ y basta este entremetimiento , para que
se reciban con fastidio. Dan dictamen sin que se lo
pidan, y ya se vé , quanto es lo que esto enfada.
Mucho • seria el sentimiento de la Seráfica Doctora,
si lo viese en alguna de sus hijas,, y mucho seria el
mió ,• si lo. hallase-en mis Monasterios. Para evitarlo
encargaré con muchas veras , que ninguna de las mias
peque de habladora i Que no se introduzca adonde
np.se le'conyoque ; Que no ,dh , difamen , á quien
D O seje pide•,¡YY? que-: enmudezca hasta verse en la

ocasión , en que la caridad la obligue á hablar. .


5 Ya es esta la vez tercera , que yo hablo en el
asumpto , y aunque es,;muy; dificultoso el ..señalar?
aquellas precisas márgenes,- a que,: el silencio , . y l a
:
;

voz han-de ceñirse;, -pueden',-darse algunas reglas de


mas , de las que inspira en ,1a ocasión la misma luz
natural. . •, ;• _ ].....>
6 ¿Quién no ¡sabe , que quando.se. desenfrena un
Detractor y ..-aup.-.el hombre, mas lpquaz de^e. enmude-
cer , -p si habla algp , ha de ser únicamente manifes- .
tando desagrado en su semblante? Esto la razón lo,
dice , la caridad lo persuade. Quien no lo haga asi,
no tiene caridad » ni se acredita de persona de razón.
Quien muestra rostro alegre, á quien "murmura , fo-
'„;:.'• r men-
DB SANTA TERESA'. 43-^
menta la murmuración y porque la aprueba, vy. ©1 ttó#*
te .aspecto le pone una mordaza. : Luego por Dios,
por el próximo , y por si, en estos lances debe enmu-
decer , y puede estar satisfecho, de que nunca ha-
blará mas, ni mejor, pues sin articular una voz, le
hace callar. ¡• • '• • ' ' A

7 No hay tiempo mas perdido en todo el año,


que elquegasta el Detractor en la inútil labor dé
murmurar.;Si es ©ulpa en realidad la que maldice,
racisinia Vez se .enmienda , porque se murmure; -Pero
si .con. efecto! se .corrige , es para el'maldiciente mu-; 1

cha pesadumbre , porque yá no queda" asumpto á su- :

murmuración,:..,ó ha de 'ser al duro coste de mentir.


Si "dice mal detoibueno -¿ queda ignominiosamente
avergonzado*, porque todo hombre ^christiano , • jr
advertido trataráUus bocanadas con desprecio. Asi.lo
haciátá Santa Madre ¿ y asi deben hacerlo todos "Hiv
„ ja , dixo una vez, no hay para mis oídos cosa
s r mas suave , quequaodó me dicen esas cosas."
i 8 Otra vez supo , que un Prelado era tan delica-'
do de cutis,- que se ofendía de algunas' voces , y le :

dixo (Tomo 2 . . Carta 8y.) "hartó disgusto me han 1

„ dado , que de dichos contra nosotras haga núes-'


„tro Padre probanza, que son disbarates, que¡ 4© : ;J

„ mejor es reírse, de ellos , y dexaflos'^décir. A'mi eri -


: 1 v

jipárteme dan harto gusto¿''ín-sisto {> pues* , en lo él-".


olio.,¡ que en el enfadoso exercicio de murmurar se
pierden el tiempo, el aceyte , y la labor.
9. La sociedad nos inspira, que nuestras conver - 1

sactones no sean desapaciblesporque siglos agrados


nos enlazan en amorosa unión y el desabrimiento dess
cempla á la, caridad,,. Ninguno e&ti tan intimamente
lüa. -ad> •
436* A v i s o XXV.
adherido á sil aftlor proprio, que no conozca en qual-
quiera concurrencia , á quien , y quando agrada, y
quando, y á quien desazona. Conociéndolo , y sien-
do regla general, que á ninguno debe darse , que
sentir , es consiguiente, que deba poner freno á su
lengua , siempre, que este caso ocurra. Es sabia pre-
vención de ;San Ambrosio, que se debiera recibir
con elmayor aprecio, y en la que todo loquaz inte-
resaría mucho. Hay peligro (escribe este gran Doc-
tor) en decir lo falso, porqué se acredita ' el habla-
dor de mentiroso, pero también .en lo verdadero
hay sus peligros , y en ellos incurre , quando lo que
se dice es ásugetos, y en ocasión', que no convie-
ne. En estos casos delinque el hablador en incauta lo-
quacidad , en avaricia, en lisonja , b en jactancia.
( 1 ) Muy mal se querrá, amadas* en Jesu--Christo, la-
que al coste de este tizne se dilate. sin necesidad en
sus conversaciones, Li . ' , .
:

10 Esto mismo repitió el Santo , y con voces,


que deben darnos-mucho susto. Hace memoria de
que (como yá os dixe) están en manos de la lengua,'
vida , y muerte $ Acuerdase también ,. de que la bo-'^
ca esjla puerta, por donde entra la muerte en nues-
tras ^mas, y dice , que se verifica esta desdicha no
solo quando ¡se [habla , con osadía , falsedad, b tor- .
peza , sino también quando es fuera de tiempo, sin
• uw •• aten-

-IxyV.ericülum 'est dicerenon solum falsa, sed etiam


vera , si is ed ^non'quibus opporfet, insinuet. Quod Vi-
tium quadripartitum est ,.vel adulationis ^yelavaritice,
vel loquacitatis incautce* S. Ambros. in Psalm. 118..
DB SANTA TERESA'. '437
atencióná sitios, y auditorios. ( 1 ) En estos lances
(escribe San Gregorio) el hablador es el que sale peor
librado , porque el sabio no solo debe pensar seria-
mente lo que haya de decir, sino las oportunidades
de la persona , el lugar , y el tiempo , en que ha de
hablar. (2) El que no lo hiciese asi, no se acreditará,
como quisiera, de hablador sabio , y pasará con ra-
zón por un charlatán muy necio.
1 1 Esta grave enfermedad tiene prompta-, y muy
fácil curación. "Si Vm, anda (dice la Santa Madre;'
„ Tomo 2. Carta 48.) con aviso de considerar, que
„ solo Dios , y ella están en esa Casa , y mientras no
„ tubiere oficio , que la obligue admirar lascosas/
„.no.se le dé nada de ellas , sino procure ia virtud/
„ que viere en cada una , para amarla por ella, y
„.y aprovecharse, y descuidarse de las faltas, que
„ en ella viere." En el libro de las Fundaciones, cap. 1

1 2 . repire esta receta , como la mas provechosa , pues'


hablando de una de sus insignes hijas refiere , como
la mejor partida, para recomendarla. "Jamás se e n - ;

, tremería en cosa , que no estubiese á su cargo, an-


)f

,, si no via falta de nadie, sino de si."


12 Una de las cosas, que suele complacer, 6
disgustar , es la dulzura , b aspereza de la voz , y el
tono , que naturalmente tiene en su uso ; porqué én
unos es tenor, en otros tipie , y en otros aun mas al-'.
•.: to
(1) Ingreditur mórs per ostiüm tuum , si falsum lo-: .
quaris si turpiter, si procaciter, postremo si ubi non
y

oppórtet loquaris. S. Ambros* lib. 1. de Virgin. . ; -


(2) Sapiens non solumquod loquitur ,'. sed etiamopor*
tumiáterniociU •&' temporis\ <& persona*,"curo toqui- *
tur, inquirít. S, Gregor.
.*<. A v i s o XXVI
-lo. Mucha conversación con eco desabrido , y voz
desentonada, nada divierte, y es mucho , lo que ato-
londra.. Quien..tubiese está desgracia , enséñese á ca-
Uar,. y, se lo estimará Ja común salud. Proposición
es, esta ,• que no me negareis. Finjamos, que sale á la
Red una Religiosa , que habla mucho , y con voz
alta , y que si algo se le impugna , la levanta masj
¿quien de vosotras la podra sufrir ? Muy deslumbrada
la tendrá su presumpcion, sino conoce, que mortifi-
ca , y que debe recoger las velas en conciencia.
rg . En otras ¡numerables ocasiones deberá callar,
;

mirando por su propria estimación, y porque se lo


dirán sus; compañeras,con el gesto , con que la oyen,
contemplo muy ocioso el darla mas lección en el<
asumpto,
. 14 En el hablar pueden hacerse algunas preven-
clones , aunque casi deben tenerse por ociosas, por-
que ninguna habrá, que no las sepa. Algunos son
tan idolatras del mucho numero de palabras, que
siempre tienen por del caso , y oportuna , la que se
llama amplificación en la Retorica. Creen , que es,
primor exquisito el dilatarse mucho, aunque? el asump- t

tq sea poco. Reputan esterilidad en la expresión el ce-


fíif., á pocas .voces,' un. concepto, y estiman como
fecundidad muy a preciable hablar una hora, en-lo
quepudo (decirse- ¡en dos.palabras.;.Pero, no lo apro-:'
bacán los Retóricos mejores. Siempre tubieron estos
por mejor el proferir mucho en poco, que el decir
substancialmehte poco hablando mucho;
1 5 Sobreesté poco, y mucho de la conversa-
ción , dio iiria gran regla el gran Padre $án Agustín,
porque no ^em^ré ^ á todos los que habjan mucho
t
DB SANTA TERESA. 439
puede Hatearse tnultiloquaces , ó habladores con ex-
ceso. Refiérese una hiátoria con muchas circunstan-
cias, y todas son precisas para su inteligencia. En
este caso no es censurable la proligidad, porque todo
es menester, y si algo de lo dicho se escusára., la re^
lacion fuera manca , y la historia no se entendiera., ( 1 )
No se puede decir entonces , que habla con dema-
sía , ni que la relación es larga, porque nada sobra..
Tampoco es creíble , que sea molesta al Auditorio,
porque su variedad le tendrá muy divertido..
16 Lo pésimo ,;. lo. insufrible ¡es, la mezcla de es-
pecies extrañas del asumpto, que eternizan las con-
versaciones , apurando el sufrimiento á los oyentes.'
Apunta una Religiosa un chiste, que le pasó; en Ja
Huerta con una, de;sus .amigas, y,le exagera de ¡mo-
d o , que excita, en tas otras la gana de saberlo. Ern-.
pieza la relación , y dice , que salió de su Celda, y
cerro las ventanas del Dormitorio , porque el ayre tJ

que entraba era muy frió ; Que hallo á tal .fulana,?


y la enderezó lá. toca, que la?ll.¿v,aba torcida : Que»
encontró al gattto de otra compañera , y le hizo un i
agasajo, porque es muy manso , muy bello, y muy.,
gracioso : Que pasando por la Celda de tal enferma •
entro á hacerla una visita;, se informo de su salud,
y hace una dilatada relación de toda su enfermedad, ,
de esta purga , de aquella labativa, y de todo Ifc
que el. Medico hace, ha hecho, y piensa hacer para
asegurar bien su curación. •>
1 7 Como nada-de esto es'del caso para el chis- •
..:. -... - r . • •. ite, .i
. '••{ 1):¿4bsit ut muJilloqulum reputem, quando necesaria^ .
dicuritm*-qnañtqlihet sermonumjmltitudine , autpro-,\
liptjtte dicantur* 3 . Augustin."'
44° A v i s o XXV.
te, que ha ofrecido , quantos la oyen, están
diendo á Dios, que esta; buena Religiosa llegue an-
tes con antes á la Huerta. Buelve á partir , y dice,
que encontró á la Depositaría , y la hablo largamen-
te del abasto del aceyte, y las legumbres. Que un
poco mas allá hallo á otra, que venia de confesarse,
y luego á la Cocinera sin peynar , y cuenta lo que
la dixo , reprehendiendo su desaseo ; Que vio á tal
Señora anciana, que salía de su Celda , y la riño,
porque no cuidaba mas de su salud j Que bajo á la
escalera principal; Que en ese tiempo la llamaron á
la Red; Que la que la llamo , era la criada de su
,Tia, que la informo de los achaques de su Abuela,
jr de otro millón de historias.
18 ¿No es cosa, de que con estas muchísimas
dilaciones se le suspenda á uno el círculo de la san-
gre , se le acabe la paciencia , y se cubra de hiíteri-
cia ? ¿Quando llegará á la Huerta esta muger , y oi-
jemos el chiste , que nos ofreció ? Yá quiso Dios,
que esta bendita Monja se desenredase de la Red
b^n informada de su Abuela, de su Tía , y de to-
da su Parentela. Büelve á partir, y esta es la tercera
joTnada de tan larga , y enfadosísima comedia. Mu-
cho éncontrb extraño del chiste, y lo contó menuda-
mente todo. Continuo su viaje , y yá por fin llego
á'la Huerta , gracias al Señor ; ¿Saldrá luego la gra-
cia prometida ? Ojalá ! Refiere, que el Zerezo tie-
ne poca fruta; que no será mala la provisión de man-
zanas, aunque se perdieron enteramente la pera, y
la.,zfruela ; Que riño al Hortelano su descuido , que
se disculpo diciendo esto, y aquello , y lo otro , y
lodeinás allá, y últimamente sale el chiste pondera-
- '- :•• - -
!
do.
DB SATÍTA TERESA. 441
do , que á nadie cae en gusto, porque yá tenian to-
das apurado el sufrimiento.
1 9 No digo cosa , que no hayáis oido muchas
reces , y espero , que todas me haréis el favor de
confesar, que este modo de hablar mucho á nadie
"puede parecer bien. No quisiera , que sobre esto hu-
biese escrúpulos, pero estimada mucho su remedio.
No diré , que en dar al Auditorio tanta mortifica-*
cion, se falte á la caridad , porque acaso no puede
remediarlo, y en donde falte libertad , no puede ha*
ber delito. Tampoco diré , que peca con tanta pala?
bra ociosa, porque creerá , que todas son precisas.
Últimamente no,,aseguraré , que sea pecado;, ni ama
t

venial, contraía observancia religiosa , pero si, que es


mortal, y tnuy mortal para la paciencia, .
, so Con las que hablan mucho con estudio, per-
suadidas , a que adelantan .algo en ello, será cari-
dad darlas á entender, que lo pensaron muy mal.
De estas hay unas, que han leído algo , y hablan
?olo por lucirlo , y á este fin gustan de-unos Audito-
rios , que sepan poco, b nada de lo que ellas dicen, y
por esto las aplaudan,, y celebren. Pero no puede dar-
se cosa mas propria de los necios (escribe el Doctor
Máximo) ni empeño mas fácil, que parecer erudito
en concurrencia de indoctos , porque estos por lo co-
.mun á nada suelen dar mayor celebridad., que á to-
do aquello , que no pueden entender. (1)
Kkk No
(1) Verba volvere , & apud imperitum vulgus admi-r
. rationemsiii faceré indoñorurn bominum est, Nibiltdm
facilé, quam vilem plebem, & indoStam volubilitate
^ linguee decipere * quia quidquid non intelligitplus ad-
mratur* S, Geronymo ad Nép«
4'¿2 A v i s o XXV.
• s i No para el trabajo aquí, y para decir algu-
nos de los que faltan era oportuno prevenir dos co-
sas, que con muchísimo acierto escribió el Cardenal
Hugo. Una e s , que hay tiempo , en que nada se
ha de hablar, y tiempo , en que se hable algo , pe-
ro no hay tiempo , en que haya de hablarse todo, ( i )
Otra es , que por aquel principio, que no se puede
déxar de "hablar por abundancia del corazón , no hay
pintura mejor de una habladora , qué la que ludiese
su lengua. Por ella seguramente se conocerá todo lo'
que tubiese en su interior. (2)
•' 2 2 '; Muy antiguo es este juicio. Siempre hizo esté
:

mismo el mundo, y governadó por ei un gran Phri-


ÍJ

losofo dixo à uno, à quien qiieria conocer , aquel


sentencioso loquere üt te videam , habla'hombre , pa-
ra que te Vea , porque mas perspicaces son para esto
los oídos, ¡que los ójos , - solo el exterior se" percibe
:;

por los ojos , pero lá alma-, y el interior por los


•oídos. '• ' ' •' ! :

- 2 3 Supuestas estas verdades , y r]ue la Religio-


sa se-estima-*, y' quiere , ejüela estimen \ no puede
¡ :i

-hacer cosa <m'as aproposito , -para que no se logre su


1

'deseoj Él qué tiene-de lucir, le sugerirá, qué lea


>mucho, y aquello tendrá por mas útil para el caso,
quepor entonces; fuese asumpto de la conversación
-de >ÌaB^erd*liàs ^ 'y^'ttcut'reneiás de: el lugar, Si vié-
: !

1 1 _." :\.':\<\y è,-: '-'¡^ •• - ; Í :. • :• .<..;• ' . ^ E

< (i) Est tempus , quando nihil, est tempus, quando


aliquid-, nullum autem est tempus , in quo dicendasunt
"'pwhia. Hugod¿';Disc'if>.';Mòìaast.'. ,

l
r (a) Vañus sermo vana cónsqientice•. est jìidè'x .níor\s r

'horninis lìngua pandit, qualis sermo òstètiditur ,,tal*$


" animus aprobatur, quoniàm ex* abùndantiafardtiòs fa*
qwtur*Hugo lib. u '•' •'" • . u ì ì . i • • '*
Da SANTA T B J Í S S A . 4^43-
nc 'la flota, si la pillará el Inglés, si tienen razón , b
no los Bostoneses , si estos, ó los Ingleses quedarán
superiores. ¡Bella conversación para- una muger cer-
rada en un Convento! ¡Propisima ocupación de su
Instituto!
24 No se contentará con esto solo , laque prestí^
ma de sabionda , porque para esto le bastan Gaze-
tas, y papeletas. Mas alto asumpto será el de su lec-
tura. Verá de todo por hablar de todo. Lo entende-
rá mal, b bien, y bien , b mal saldrá todo á cola^
cion , con que demos , que fuese sin desgracia, ¿qué
adelanto con el Auditorio esta santa Religiosa? Lo
mejor de ello será, que diga el mas atento , muy bien
lo ha hablado , pero ha hablado mucho¿ "Dios libre
á todas mis hijas, dixo la- Santa Madre- (Tomo r.
„ Carta 55.rium.,2.) de presumir de latinas; \Harto
5, mas quiero , que presuman de parecer simples,
„ que es muy santas, que no tan retoricas." '
25 Esta diferencia hay entre uno, que alcanza
poco , y otro , que sabe mucho. En el supuesto de
que ninguno lo sabe todo , á proporción de lo que
el mas sabio adelanta con su estudio , se aumenta
su cobardía , porque se le hace visible ser mucho
mas lo que ignora. Con este conocimiento hablará
con temor , y nunca será mucho. No sucede esto en
el que sabe poco; á poquísimo , que estudie, yá
cree, que todo lo sabe. Si á esto se sigue, que. lo
celebren, se hace un loquaz insufrible.
26 Esta es tacha transcendental á toda muger,
que se pica de entendida. Por esta razón ninguna se
acredita, mas de necia, que la que fuese algo sabia,
porque no teniendo arbitrio (al parecer) para conte-
KJÚLZ ner-
444 A v i s o XXV.
nerse , en lo que sabe, se mete en lo que no entien-
de, en todo , como soléis decir , mete su cuchara-
da , y viene á dar (permitidme esta voz grosera)
una en el clavo, y ciento en la erradura.
27 A esta no havia de predicarse otro Sermón,
que aquel Distieo*
:JSfonideo,Pelagodeíetsecrederesi'qua
. : audet in exiguo ludere cymba lacu.
Esto e s , que no porque uno govierne con buen
pulso una pobre Barquilla en un pequeño lago, ha
de creer , que le suceda lo mismo en mucho pie-
lago.
28 No es esto querer ceñir i ciertos limites el
saber de las mugeres. Las ha tenido el mundo estre-
ñía mente sabias , y como lo fueron unas pueden»
serlo otras , porque la alma no es macho , ni henv-
fora. Solo es acordar al sexo su innato deseo de la acla-
mación , y el riesgo en que esta le pone , exageran-r
do lo poco , que supiere , á creer , que con efecto
es mucho lo que sabe , y que en esta^ satisfacción
mortifique á quien la oyga, y se haga daño á si mis-
ma. ¿Y qué daño ? El mas sensible que pudiera su-
cederle. Nada menos seria , que encontrar con la irri-
sión , la que trabajaba tanto por la celebridad.
29 Esta doctrina puede considerarse general, y
predicarse al sexo todo entero. Pero es mas aplica-
ble al estado Religioso. La estudiosidad es virtud,
pero si fuese con exceso, ya no lo es. Nunca creeré,
que lo sea el estudiar con el fin de lucirlo, y pare-
cer, bien. A esto puede aplicarse sin violencia la sen-
tencia del Apóstol, si agradara á los hombres, no
fuera Siervo de Quisto. "De.eso, que dicen (es-
DE SANTA TERESA. 445"
„ cribe la Santa) que traen consigo las letras, harta
„ mala ventura seria , que én tan pocas se entienda
„ yá esta falta. Valdrá mas , que no tenga ninguna,
„ quien tan presto demuestra de eso."
30 La Religiosa , que con este objeto lea mu-
cho , acaso no se contentará con aquellas horas, que
la permite su Regla. A lo menos en aquellas , que se
dan á la Comunidad para su recreación , no hará lo
que hiciesen todas, y se quedará en su Celda muy
contenta con su libro , porque este es el mayor, y
su único recreo. ¿Diremos, que es buena esta singu-
laridad ? No hallará Theologo Mystico de este pare-
cer. Viene empapada en las especies , que há leído,
y las continuará en la oración , y en el Coro. Y si
Jas continua haviendo dado ella la causa , ¿no se'fa
una distracción escrupulosa ? Yá he hablado de esto
una vez, pero siempre, que se ofrezca es preciso
continuar , y advertid , que no son mias la substan-
cia , ni las voces, sino del dulcísimo San Francisco
de Sales. ' .•
31 En el cap. 44. de su Dire&orio de Reli-
giosas dice asi. "En diciéndose ; JDms in adjato-
„ rium se ha de considerar , que Dios nos dice tam-
„ bien, estad atentos conmigo." Y en el cap. 49,.
continua, y dice de esta forma. "Yo bien entieo-
„ do , que con esta atención puede haver alguna dis-
„ tracción , porque esto no está en nuestra mano : Di-
„ go que hemos de tener cuidado particular para no
„ quedarnos distrahidos voluntariamente." Esto
quiere decir dos cosas, que yá apunté en otra Plati-
ca. Una es , y de gran consuelo , que la distracción
involuntaria no es pecado. Otra , que debe ponerse
to-
446 A v i s o XXV,
teda diligencia , para que yá , que baya' distracciones
no sean voluntarias, ¿Y qué remedio ? Yá le da el
Santo mismo en el Sermón 24. "Tened, dice, por
regla general , si queréis ser recogidas en vuestras
oraciones , de no dexar ir el tiempo , y le empleéis
„ en reflexiones inútiles asi sobre vosotras , como só-
bre lo que esté cerca de vosotras."
32 Pues si se interrumpiese la atención con la
memoria de lo que dixo en la Red , lo que respon-
dió el sugeto con quien hablaba , las replicas , y con-
tra replicas , que hubo en la materia, con lo que le-
yó después para bolver á hablar en el asumpto, y
acreditar su buen entendimiento, decidme Señoras
con ingenuidad , ¿á quién echaremos la culpa de
esta^distraccion?
- 33 Pero dexemos esto por aora para hablar otra
vez en la materia. Aun sin llegar á estos peligros
basta la obligación, que tiene teda Religiosa de mi-
rar por el decoro de si misma , para que ciña á es-
trechos limites su lengua. La que presume de que ha-
bla bien , aunque hable mucho , está expuesta á ha-
blar en todo , porque le parecerá , que lo que se la
ocurre en todo asumpto es lo mejor , y lo que viene
mas al caso. No se le pedirá dictamen, y le dará
con mucha satisfacción , fastidiando á quantos la oyen,
porque no hay cosa, que mas enfade, ni dexe á
una muger mas desayrada , que el pasar por entre-
metida.
34 Buelvo , pues , á decir con la Seráfica Doc-
tora. Nunca se entremeta á dar su parecer en todas
las cosas, sino se lo piden, ó la caridad lo demanda.
Aun en 0io 1 que la Santa pone al ultimo , debe
ir-
DE SANTA-TERESA. '447
irse con mucho tienta, porque sino refrena su Ím-
petu hablador le parecerá, que siempre debe hablar,
porque en este, en aquel, y én el otro lance creerá,
que la caridad lo pide. Dios os libre de todos estos
riesgos por su infinita clemencia, y os favorezca pa-
ra todo con su gracia;

AVISO XXVI.
NUNCA HABLAR SIN PENSARLO BIEN %

'* y encomendarlo mucho d nuestro Señorpara,


' • ' 'que n.o 'hable cosa , qu$le ;
. desagrade. •

Uchisimo desagradaría a la Seráfica


:

Maestra toda muger habladora. Se


conoce en sus diligencias, para que no lo fuese ningu-
na de sus hijas. El Aviso, que aora pienso daros,
es el quarto , que les dio la Santa en el asumpto , y
como este se obedeciera con puntualidad , traería k
las Comunidades mucho bien. Dice asi:

. NUNCA HABLAR SIN PENSARLO BIEN,


:
y encomendarlo mucho á nuestro Señor , para
-•'•'• que no hable cosa, que le
desagrade.

^H qué gran remedio! ¡Qué especifico tan be-


llo! ¡Qué receta tan poderosa, y executmrpa-
ra, curar las enfermedades de- la lengual
44* A v i s o XXVI.

§. I.

S, 1 nada se habla sin pensarlo, á lo menos


no hablará mientras lo piensa , y yá es
bastante habladuría la que se ahorra. Sino ha de pen-
sarse de priesa, sino de espacio (porque esto quiere
decir aquel encargo de pensarlo bien) se cercena gran
parte de la conversación. En fin , si antes de soltar
los diques al rio de las palabras ha de encomendarse
al Señor, para que no le desagrade en alguna de ellas,
se gana tanto terreno , que soló con esto se consigue
todo. Calla en todo el tiempo, que piensa lo que
ha de proferir , calla también quando lo piensa bien,
calla quando pide al Señor , que no le ofenda con
«u hablar. No solo logramos mucho con estas tres in-
terrupciones , sino debemos esperar, que oyéndola
el Señor , á quien se ha encomendado tan dé veras,
despache muy bien su ruego , y la haga hablar po-
co , bueno , y bien pensado.
3 Mucho interés seria de la Comunidad , y de
quantos visitasen á la Religiosa, pero todavía mu-
cho mas de la Religiosa misma. Lograría mas apren-
do entre las gentes. Las que antes por dichas sin re-
flexión se llamarían con razón bachillerías impruden-
tes , mudarían enteramente el nombre, porque se-
rian sentencias oportunas, juiciosa , y sabiamente
pronunciadas. Gran muger dirían todos, nada habla,
que no esté muy bien pensado ; tienen gran peso sus
razones, quaiquiera puede ser sequaz de sus diéla-
menes , todo pasa por el crisol del mejor criterio , y
-nada de quanto dice sale al publico , sin que antes
se pese con el peso del santuario.
Na-
DE SANTA TERESA. 449
4 Nada, se adelantaría con estas aclamaciones,,
aunque tan merecidas , si de ellas resultase alguna
vanagloria , pero no hay , gracias á Dios , este peli-
gro , porque si antes que la voz salga del labio , la
encomendó mucho al Señor , pidiéndole muy de ve-
ras , que no saliese , ni una palabra de su boca , que
pudiera ser ofensa suya, claro está , que la oírla, y
governaria su lengua de tal modo, que sirviese á quan»
tos la oigan de santa utilidad , sin que á ella se atreva
la elación.
5 Nada de esto conseguirá la que hable mucho,
sin prevenirse pensándolo primero , y pidiendo á su
Amante Esposo , que dirija , y govierne sus acen-
tos. Yá hemos dicho en otras Platicas los riesgos a
que se expone de encontrar con la irrisión, quande*
buscaba con ansia la celebridad , y de ser común
fastidio, quando creía, que su voz fuese embeleso.
No fuera este el mayor daño, otros habría ,-que la
.dieran mucho que sentir, y aunque es imposible re-
ferirlos todos , hablemos algo de uno., que acaso es
el mayor de los peligros..
6 Finjamos, que hay una Señora muy discreta,
conocida por tal en la Ciudad , muy celebrada por
su conversación, y que no solo es muy loquaz en
buena prosa , sino-también tiene la gracia de poeti-
$a. Y supongamos en fin , que no solo uso esta gra-?
cia en su brillante juventud., sino la práctica en su ve-
nerable ancianidad siempre , que se lo pidiesen en
la Red.
7 ¿Que fallaremos votando en esta causa ? Yá es*
ta dada la sentencia. Esta es, que si hace versos, na
pensará en otra cosa, j Que se desvanecerá con lqs
141 aplau-
450 A v i s o XXVT.
aplausos; Que muy lejos de huirlos, caminará tras
ellos ; Que en la Celda no se le caerá la pluma de
la mano} Qué irá con mas ansia en busca de los con-
sonantes , que un Cazador tras una vanda de perdi-
ces. Y ultimamente (esto es lo mas doloroso) que en
la Misa , en la oración, y qualquiera otro exercicio
espiritual, no ocupará tanto la atención en el punto,
"que se-leyó.,-para que se meditara, como en la for-
mación de un soneto, de una odiava , y aun de me-
dia docena de seguidillas.
8 ¿Y esto es bueno ? Ninguno dirá , que si. Y
el estar yo tan molesto , hablando tantas veces de
distracciones , ¿será acaso porfía tolerable ? Decid en
hora buena, lo que os pareciere , pero yo sé, que
debéis agradecerme el fin , que tengo en este empe-
ño ,.. y es el contribuiros de algún modo á que lo
mismo , que hacéis, sea con utilidad.
9 La oración es la arma mas formidable , y que
mas debilita el poder del enemigo. La oración es
aquel horno , en que,mejor se deshacen nuestros yer-
ros. Es la hoguera mas proficua , en que se purifican
nuestras almas. Pero mejor será , que en menos vo-
ces , y con alusión al asumpto , que tratamos , escu-
chéis á San Juan Climaco , que en el cap. 29. de
su Escala , dice de este modo. "Quanta sea la auto-
j, ridad de la oración entre otros argumentos , no es
el menor vèr los entendimientos, è imaginaciones,
„ que el Demonio nos representa al tiempo , que es-
„ tamos cantando los Psalmos en Comunidad , por—
„ que no haría esto aquel perverso enemigo, sino
^sintiese el gran provecho, que de alli se nos
viene."
-i.- - • Es-,
DE SANTA TERESA. '451'
io Esta oración, pues, tiene todos los días
aquella Religiosa. ¿Pues no es lastima , que ella mis-
ma se indisponga contribuyendo à que por estos desa-
víos , que en ella deben reputarse voluntarios , dexe
de producir aquellos útilísimos efectos ? La oración
debe ser muy reverente , siempre hecha cargo , la que
ora, del dignísimo personage con quien habla. ¿Y se-
rá reverente la que aparenta estar en su presencia, y
ocupa todo su estudio en hacer Coplas ? "Gran per-
„ versidad es, y aun gran locura (decía San Bernar-
•j, do) que quando nos ponemos à hablar en la oración
„ con el Señor de la Magostad , seamos tan insensatos,
„ que convirtamos el corazón à no sé que necedades,
„ que nos quitan el oírlo que nos dice.'* ( 1 )
ti. Algunas distracciones padecería el Venerable
Kempis , sin embargo de ser Varón de gran virtud,
y muy exercitado en la oración ; No lo admiréis por-
que yà hè dicho otra vez, que este es un trabajo,
que no pende de nuestro arbitrio. Del Maestro Juan
de Avila, escribe el Venerable Fr. Luis de Grana-
da (Vida cap. 4. §. i.) haverle dicho, que ataba à
su pensamiento como i loco , para que no fuese par-
lero en la oración. Es muy creíble, que lo hiciera,
pero;no se nos asegura , que aun con tanta precaución
lograse, que callara , ni menos, que la atadura fue-
se tan dichosa , que alguna vez , y acaso muchas na
se rsoltase, y huyera. Esto mismo executaria aquel
Insigne Canónigo : Ataria quanto le fuese posible el
Lll* pen-
(í) Magna perversità* imo magna insania est-, quan-
do cum Domino Majestatis loqui in oratione prasumi-
mos. insensati aures aysrtimus, & ad nèscio quas inep>
y

Has cor cQnvertimus.S* Bernard. Medit. cap. n .


45« A v i s o XXVI.
pensamiento , y esto pudiera quitarle en sus distrac-
ciones el escrúpulo. Sin embargo , únicamente por la
duda de si serian., b no voluntarias , porque dio la
causa á ellas, suspiraba (lib. 3. cap. 53.) en está
forma.
.12 "Perdóname por tu santísima misericordia to-
„ das quantas veces pienso alguna cosa fuera de ti.
Verdaderamente confieso mi misera costumbre, que
„ muchas veces estoy en la oración fuera de lo que
,, debo j porque muchas veces no estoy allí donde
„ tengo el cuerpo , mas adonde mis pensamientos me
• , llevan. Donde está mi pensamiento allí estoy, y
9

„ donde va mi pensamiento á menudo es señal, que


„ aíli está todo mi amor. Lo que naturalmente deley-
„ t a , b por costumbre me place, eso se me ofrece
„ luego." •
1 3 Asi suspiraba aquel Venerable, solo porque
•recelaba haver dado motibo á la distracción. ¿Pues
•qué diría sino le quedase duda , de que le havia da-
do , llenando anticipadamente da memoria de espe-
cies que la hiciesen voluntaria r" Seria mayor su llan-
to , y con mayor amargura. Si alguna me oyese de
las inficionadas con el apacible contagio de la Poesía
confesará, que nada digo , que ella no haya experi-
mentado , y que no necesite de remedio. ; - ' ;

14 ¿Pero es malo (me diréis) el hacer versos?


lEsrá es gracia , que Dios dá , y no es mala, si es
gracia, y la dáDios: Digo que no es mala en sr,
sino muy buena, y si fuese tan necio, que ^dixese
lo contrario , conspiraría contra mi á todo hombre de
.juicio. No para su defensa , sino para su elogio.se
han dado á luz Tratados muy discretos. JS1 ultimo
D E SANTA T E R E S A . 453
(que dio el doctísimo Carmelita Descalzo Fr. Anto-
nio-de San Joaquín en su año Teresiano Enero dia
13. §. unico desde la pag. ^ 240.) basta, para su reco-
mendación , si la hubiese menester. Pero es una Da-
ma de temple tan delicado , y de tanta eficacia en
sus extremos, que quanto. tiene de útil con buen
uso, tanto tiene conel malo de pernicioso. .No es
del caso hacer aora su apologia ; ni aora, ni jamás
la tendré por necesaria. Me ceñiré à la Poesía en una
Religiosa, y en su asumpto haré^ estas, pocas .'adver-à
tenCÍaS. <". i: ! : ::--L.!'-V;v- !

• " I-- % II. "> :< • 'hu-l r-,,: :

15
T" A Poesiai: es un duleisímov embelespi
•/ti,:; o:. J i-g que-embiaríga las atewdonqs«dse'TaíLmo-
do , que si el Poeta no està siempre jsol^r&csiv- tíQ
pensara én. otra cosa ', que "en versifea-TL^Serà esto ¡bue-
no en quien debe tener la ^atención ' desembarazada
para las observancias de su Regla ? Insinuando un
Discreto el delicado pulso yi que •pide- esta habilidad
para no hacerse,despreciable por común,.decía que
el hombre de juicio, debe ser, ni tan necio , que
no haga un verso y ni tan loco , que haga dos. Pare-
ce mucho este hipérbole* y me contentaré'con-qutí
qualquiera versificante tenga" presente Raquel adagio-}
1

idnfuaka.'^oni3efwachmt'S{vcttnte [de menosprecio';' Da


cierro, estará expuesto à la desestimación aquel Nu-
men: ," que siempre estubiese preparado para este
asumpto;: para -aquel, y para-' todos. Y si se, oyese
^amaáíRtíigiosreS^
murascia el'mundoy y cori raiòtìì'^-'i' '• ^ " ; :

'í • *^6t>¡:Una de las cosas • qtie-'-dí y © quita el ere-


t

:- :
" di-
454 A v i s o XXVI.
dito, es, la elección del asuropto, porqué hemos de
suponer, .que la harmonía , 6 la igualdad de núme-
ros , y cadencias , no solamente aumenta el valor i
lo que trata, sino la perpetua indeleblemente en la
memoria. Si Persio Juvenal , Marcial , y otros Sa-
tyricos no hubieran escrito en verso , acaso no ha-
bría alguno , que se acordara de quanto escribió su
pluma. La gracia , que las reglas del Arte le añadie-
ron , consiguió, que triunfase del olvido. Acaso hu-
biera sucedido esto mismo al Presbytero Juvenco , si
su grande Obra no estubiese en verso Exámetro. Es-
to quiere decir (amadas ,¥n ^esu-Christo) que ocu-
pada con moderación , y en cierto tiempo una Re-
ligiosa en versificar sobre un asumpto sagrado se pue-
de tolerar, pero en otro qualquiera, y en todo tiem^
po no se debe consentir.
17 <A quánto se expone la que se empeña en
dar gusto á todos en la Red? A uno lisongea , con
Jo que le elogia, á otro ofende con lo que le saty-
riza. ¿Y qué paradero .-tendrá esta diversión? Que
el lisoñgeado va lleno de vanidad, y el saty rizado
cubierto de sonrojo , por lo que con bueno , ó mal
verso le hirió en publico. No se limitan estos efec-
tos á aquella.sola tardé', porqué yá'hé dicho , que
con la cadencia se eterniza el concepto en la me-
moria. No solo los que lo oyeron., sino todos á quie*
nes lo contaron , repetirán óy , mañana^ y siempre,
que se ofrezca lo que se dixo en el elogio , y en ía
saty ra, renovando en uno el dolor , y en otro la va-
nagloria. Últimamente , '¿qué- adelantarán la Poetisa^
y su Prelada? Que este.,. ó aquel pondere en una
la. habnjdad,, aunque con uso no correspondiente, y
ta*
DE S.'IÑTA TBRESA. 45^
todos murmuren de la otra, porque se lo permite.
Pero sigamos otro rumbo, y vamos adelante.
18 Muy buena es (repetimos*) la Poesia , pero
aun lo bueno lo debemos evitar , quando fuese im-
peditivo de otro mayor bien. Bueno es un grande
Palacio edificado con magnificencia, y conforme á
las reglas de la mejor arquitectura. Bueno es un Pen-
sil con muchas flores, adornado de Estatuas , y de,
fuentes, y de quanto há inventado para recreo el
jardinage. Sin embargo de ser tan bueno, y por lo
mismo , que lo es, muchos Varones.espiritual es des- ;

vian con cuidado la vista de estos objetos , porqué


representándose, después en la oración , no la hicie-
sen desatenta , y nada,b poco fructuosa.
1 9 La Poesia es mucho bien, pero no tanto co-
mo la oración. La oración está mandada á toda R e -
ligiosa , y no lo está la Poesia. Por una , y otra ra-
zón , aunque esta , y aquella sean dos cosas buenas,
aquella por mejor , y por mandada debe ser la pre- :

ferída. De suerte, que si el hacer versos fuese.tro-


piezo para orar como se debe, faltará, la Religiosa i
lo que debe si hace versos.
20 La Poesia (buelvo á decir) es muy buena,
pero estremadamente delicada , porque no usándo-
se bien , es un veneno mortal. Oid al Santo Obispo
de Ginebra en una de sus Cartas, que es la 1 1 . del
lib. 1. en nuestro Idioma Español, y la 60. en el
Francés. "No fuera quizá tan grande la corrupción
„ de las costumbres, porque es maravilla quanta
j, fuerza tienen los discursos sugetos á las leyes de.
„ los versos para penetrar los corazones , y -sugerir
„ la memoria. Dios quiera perdonar lo mal, que usan
.ndejsu erudición.." - Es-
4 5
5 A v i s' o XXVI.
• 2 1 Esto decia aquel Santo de los que abusaban
del metro para introducción del vicio. Confesare in-
1

genuamente , que no temo tanto abuso. Nunca cree-


ré , que Religiosa'alguna le haga tan pernicioso de es-
tas harmonías. Pero el Demonio es astuto , y siendo
distinto el tefíiple de las que las oyen , ¿qué sabe-
mos , si lo que se dixo solo por recreo, puede hacer
por la mala disposición algún estrago ? No obstante no
cito para esto aquella autoridad , sino para que se
tfepa la eficacia , que tienen los consonantes, b aso-
nantes , para fijar en la memoria qualquiera especie.
" sa • * Y si esto hace con el que una sola vez la oyó,
?qué hará con su Autor, que ocupo en ella algún
tiempo en solicitud prolija de números, y cadenciasí
^No es natural, que buelva á hacérsele presente en
Ja' oración, y que se distraiga el que la dixo ? ¿No busv
cb voluntariamente este trabajo ? Pues inferid la sen-
tencia , que Vistos estos autos debemos pronunciar,
que tendréis poco que hacer.
§3 A estose podrá oponer , que han tenido los
Claustros insignes Poetisas , sin dexar de ser muy
buenas Religiosas. Digo que si. Hé leído con mu-
cha complacencia Iá Vida<de Santa Clara, que escri-
bió con doíta pluma la Madre Sallent Franciscana
AragonesasTámbiert hé'visto las Poesías de la Ma-
dre Doceó-Religiosa de -Lisboa. Pero diré también,
que si me oyesen , rae darían la razón. Serian Muge-
res de muchísima virtud , mas no por esto dexaria de
hacer con ellas el enemigo lo que con las demás. Por
lo mismo las perseguiría con mayor.esfuerzo, y sabe
Dios, si en la oración padecerían también muchos
trabajos.
- Nun?
DE SANTA TIRBSA. 4^
24 Nunca se habla en el asumpto , que no sat^
ga á la conversación Sor Juana Inés de la Cruz, mas
conocida en el mundo por el renombre de la Monja
de México, Pero se hacen mucha merced, quantos
la citan en su apoyo. La comparación es mucha ofen-
sa , es sumamente enorme la distancia, porque fué
una Muger , que embib Dios á esté mundo para nue-
va manifestación de su infinito poder, y para hollar
las altanerías del sexo Varonil.
25 En su mas tierna edad, y con solas veinte
lecciones de Grammatica , que la dio un Preceptor*
Salió una de las Latinas mas perfectas. A los diez y
siete años resistió un combate de quarenta Profeso-
res , Historiadores , Poetas, Mathematicos , Theo-
logos, Philosofos , y Humanistas. Authorizb el cer-*
tamen el^ Marqués de ManceraVirrey de aquellos
iReynos, y testifico , que d la manera , que un Ga-
león Real se defendería de pocas Chalupas, que le
embistieran , asi se desembarazaba Juana Inés de las
preguntas , argumentos, y replicas, que tantos cada
uno en su clase la propusieron,
26 Mucho argumento es este de su sabiduría, pero
es mas convincente la humildad , con que salió de
este convate, pues felicitándola sobre triumpho tan
glorioso , aseguro haver salido con tan poca satisfac-
ción de si , que si en la Maestra hubiera labrado coni
mas curiosidad el filete de una baynica. ¿La que tan
sabia fué en una edad tan tierna , qué progresos ba-
ria en la abanzada?
27 Esto fué Juana Inés en el siglo, y todavía
más en la Clausura de su Monasterio. Antes de en-
trar en el Claustro daba todas las. horas ai estudio,-
Mram pe-
4 5 3 A v r s o XXVI.
pero en aquellas solas , que la dexaban las obligacio-
nes de su Regla, porque en ellas fué sumamente
exacta. "Su mas intimo , y familiar comercio (dice
„ Diego Calleja) eran los libros en que también lo-
graba el tiempo , pero á los del Coro , en que ga-
„ naba la eternidad , todos cedían. Y en prueba de
„ que Dios quería sabia á esta gran Muger, sobre
4 , anadio' (dice el mismo) á su entendimiento capaci-
dad para aprehender en la Religión á ratos bre-
,, ves , que habían de ser ocio, ó descanso mas 110-
ticias , que tantos como en las Escuelas a puro
gastar tiempo , y macear , acepillan finalmente s*
tronco."
28 Poco después de vestir el santo habito hizo
con la Música lo mismo , que quando niña con la
Grammatíca. A muy pocas lecciones salió tan gran
Maestra, que compuso otro nuevo methodo de quien
dixeron los inteligentes de aquel tiempo , que él so-
lo bastaba para hacerla famosa en todo el mundo.
29 Su numen Poético fué tan genial, tan flui-
do , y corriente , que aun dictados al oído los pen-
samientos tubiera el amanuense mas despejado bien
en que trabajar , porque siempre estudiaba , y siem-
pre componía , y uno, y otro tan bien, como si fue-
ra poco, y á espacio. Desde sus primeros [años dio
á entender esta asombrosa habilidad , y el buen uso
de ella , pues apenas cumplió los ocho compuso una
Loa en culto del Santisimo Sacramento. En fin era
una Religiosa, que Dios dio al mundo para que fue-
se sabia, y en prueba de esta verdad , una vez , quo
dexb el estudio á impulsos de la emulación , enfermo
tan gravemente , que no hallándolos Médicos otra. ;
D E SANTA TIÍHESA. . '45:9
causa , hubieron de maridarla los Superiores, que
bblviese á él, y se recobro de esta suerte su salud,
30 Aora decidme Señoras, ¿podrá ponerse en
paralelo con otra alguna ? Pues oidme con cuidado
loque falta. Esta Müger dada tan disculpablemente
á los estudios, con una Biblioteca de quatro mil
cuerpos , y perfectamente instruida en sus asumptos,
"entro en cuenta (dice el mismo Aprobante de sus 1

„ Obras) entro en cuentas consigo , y sin que laamar- 4

gura extremeciesé su semblantease deshizo de sus


M amados libros , como el que en amaneciendo el dia
„ claro apaga la luz artificial, por inútil. : Dexb al-
„ gunos para el uso de sus hermanas, y remitió co- f

„' piosa cantidad al Arzobispo dé México / para que (


„ vendidos hiciese limosna á los pobres, y aún mas
„ que estudiados aprovechasen á su entendimiento
„ en este uso. Esta buena fortuna corrieron: también
„ los instrumentos Músicos , y Mathematicosí, que1

„ los tenia muchos preciosos, y exquisitos.... No de-


,, xb en su Celda mas de solos tres libritos de devo- '
,, cion , y muchos silicios , y disciplinas."
3
1
¿Qué se debe inferir de esta 'resolución ? Yá
1

se nos dice al principio de este pasage. Entro en cuen- .


tas consigo , y no le saldrían , como quisiera su con-.-
ciencia delicada. ¿Qué sabemos si tras la mucha acla-
mación iría algún ayre de vanidad ? Era en aquel
tiempo oráculo común. Todo se le consultaba, y á ?

todo respondía ; Compañeros inseparables de su dic-


tamen eran los aciertos , publicábalos la gratitud , y
aunque muy Religiosa , era muger. No seria mara-
villa , que el viento de los aplausos desmoronase el
«fdi&io' d'§ su abatimiento.
- *4
u
Mmm a ¿O ^
4 6Q' AVISO X X V I .
32 ¿Que sabemos también si las muchísimas es-
pecies , que ocupaban su entendimiento , y su me-
moria , yà en la Red , y yà en la Celda, no queda-
rían presas en la Celda , y en la Red , y se atreve-
rían à la Misa , al oficio, y la oración ? En lo que
no puede quedar duda es, que abandono todo este
estudio, quando entrò en cuentas consigo. Mucho
quiere decir esto. Siempre, que uno se toma á si
mismo la residencia de las cosas à mejor luz suele ha-
llar escollos verdaderos^ donde antes , ni apariencia
de peligros,
- 3 3 N 0 quiero dexar, de hacer reparo en que es-
ta gran Muger nació en 1 2 . de Noviembre de 1651«
y murió en 17. de Abril de 1 6 9 5 . De suerte , que
solo vivió quarenta y quatro años. Si me pregunta-
seis, porque es esta prevención , el Santo , que oy
nos predica lo dirà. Dudóse si eran suyas ciertas Poe-
sías, que salieron impresas én sus Obras , y en él.
Prologo de la Practica del Amor de Dios_escribe asi..
"Seria necedad muy grande , no haviendo jamás,
„ ni aun imaginado en este género de escribir, pen-
„:sar áora en salir con él en una edad , y estado de
„ vida, que si antes me hubiera ocupado en tal cosa,
era preciso olvidarla,"
34 Mucho Sermón es este en pocas voces. En .
èli se nos dice, que hay exercicios, que aunque en
Jos pocos años no sean censurables , en la edad aban-
zada son risibles ; Que uno de ellos es la Poesia,;
' que el Santo en su estado , y edad le hubiera, dado
al olvido , aunque en la juventud la hubiera practi-
cado,
35 Esto recomienda mas el merito de aquella^
San-
Ds SANTA TERESA. 461
Santa Religiosa, que en lo mejor de su edad aban-
dono esta grata diversión ; No obrará, pues, con
acierto la que con aquel.exémplo, quiera disculpar su
estudio, pues la imita en loque hizo , y no en lo
que dexb de hacer, que fué á juicio de ella misma
lo mejor. Pero digámoslo con claridad. Que una
Monja de pocos artos haga versos en la Celda , en la
Red, y el Locutorio á este asumpto , o aquel, y
aquel , no es muy bueno ; pero algo ha de permitirse
á la edad , y á los fervores de la sangre; Pero que
lo continué á pesar de su ancianidad, perdóneme su.
habilidad, lo tengo por chochez.
36 No fué aquella gran Poetisa la única, que;
mirándose á nvjor-luz rnonstrb sentimiento de lo que
versifico..Pocos-.-, ;b acaso ningún Poeta habrá tenido-
España , como el Padre Joseph Antonio Butrón, y
Muxicá. Pero en los últimos; años se quiso .desquitar
honran lo su Pluma con la Vida de Santa Teresa de
Jesús ; ¿Y por qué ? Oidlé,, que en el rasgo primero
dice asi:
. Yo. de .tanto.tie-mpó malgastado, -. ... j
Del Pindó ocupación sonora hé sido, ..^¡.j 5

Y ,en Ja dicha fatal de? celebrado,


:

Fábula al Sol ludibrio esclarecido, - ? ,¡)


Yá, b gran Teresa, de alta luz guiado
. Delfmundo agen©, en voluntario olvido,
; Vuestro, Soj.cantó , mis.delyrios lloro, '
{ Al son del hierro en desacuerdos de oro,

• 37 1 Considerad bien esta Octava, y .advertiréis,,


qU;e,;se, rjos dice en ella. Que es tiempo nial gastado.,-
;;

el-:de ^tasMrmonias,siempre , que.ensagrado del


•r'.ci • -• gsump-
46g AvisoXXVr
asumpto no vinculase el Numen los aciertos. Que la
celebridad es dicha, pero desgraciada,-Que á cimas
esclarecido aplauso no quita stt esplendor el ser ludi-
brio , y en fin qué aquellas dulzuras en que antes se
cifró la complacencia son delyrios, que deben costar
lagrimas.Era aquel Insigne Poeta un Religioso, que
por su Instituto debía dirigirse á lo perfecto, y no
debió de juzgar este exercicio cam'irto conducente pa-
ra poder llegar á aquella cumbre.^Luego si quando
se mire á mejor luz , y entre á cuentas consigo toda
Religiosa^ ha-de desestimar semejantes harmonías, el
no hacer esta diligencia desdé luego es prueba de que
áUri no entró én cuentas consigo. •
38 No nos detengamos. No se'hallará Poeta al-'
gimo, que en llegando á la edad madura no es-
crupulice' sobre la primera. Aquella especie de en-
canto;, que comunica la harmonía , .la celebridad
de ios oyentes , 'la variedad de Ocasiones , y ótronu-
;

mero infinito de. peligros,, les harían componer en stt-


juventud mucho , que les hará llorar en su anciani-
dad. Acabemos;.: con: las defensas d e - Poetas , y Poe- ;

tisas. .
t 0 l r;Oí
i.:-: '¡i*:;0 o ; ; r ! í \: ' I
U í í nr-i:..-;
l

39 Tambíehhizbo versos ^suelen decir) la Sera-


rica Dodlora'-Siatn^a: Teresa de Jesús, con que tam-
bién podré componerlos y o . ¿Se comparan con la
Santa íJojQtí|plociiPa'sHdJ*>^amosl05 c^ti íftas^proprie-
!!!

dad. ¡Qué desvergüenzan Estosjséí'parecen' á los que


:

para eníregarbe cen'eÜayJe.áP- toda disolución^- dicen,


que también bayló el Rey David. Son semejantes
también á los que; para-vestir con loca profanidad se
1

autorizan con él; Apóstol' de las Indias'''San> Xávier P f

qué para.--risitas- k *iao de aquellos' Soberanos ¿u-"


'"'•¡••/-•> bri$
DÉ SANTA TEÍIÉSA'. 463
brío su Cuerpo penitente con un bue n vestido.
40 ¿Quién. no oye con lastima, esto s desaciertos?
^Se oyb á caso , que la Santa Madre deprimiese sil
seriedad á estos juguetes ? ¿Se oyó , que desayrase
su buen gusto con estas diversiones ? ¿Se la vi.b jamás
en la Red para otra cosa , que para servir de edifica-
ción con un continuo exercicio de virtud ? ¿Abuso de
su discreción para adular el oido, b se sirvió de ella cc*r
mo instrumento oportuno para rendir las almas á sut
imperio , y sacrificarlas á su Amante Esposo ? Mas
levantemos la .mano , porque estas gfentes , que se
disculpan.de este modo,, no merecen mas respuesta,
que ponerles una $nordaza.
41 .Dos solas veces consta , que nuestra Seráfi-
ca Maestra- honrase. á. la Poesía.- Una en aquellos ver-»
sps,., vivo sin vivir en mi , &c. Otra en-,aquellas tres
Quintillas; 0 hermosura, qué excedéis, r-Ó?c. ¿Pero
qué son? ¿Qué dicen , y qué impulso tubo para estas
santas erupciones ? Délas primeras dixo el Historia-
dor harmonioso de su vida, invocándola, como la
mejor Musa para ella. , . .,

Vos lyrico Poético portento,


Que en instrumento á sacra ley ceñido,
, Disteis sin entenderos con el viento,
f

Lineas al Arte, reglas al sonido, ,


Gloria al amor , hechizo al sentimiento,
Puntos al plec5t.ro, rasgos al oido,
Quando al papel del dia escribió en flores,
Pluma canora,, ¡Musicos colores.
( . i . •

4* ^ notando. Aquel Ingenio grande, que sa- ;

:•; * ' b\á


4^4 , • Aviso X^VI/
bia también, contó el mas diestro,de quantosprimo-
res es susceptible do Poético v especialmente en lo
^'Lyrico, la; apellida Poético Lyricb portento. Esto bas-j
-tara en otra capacidad menos juiciosa para derramar-
se en mas-numero , y variedad de Poesías, y para
rendirse al ruego en asumptos amorosos , satyricos, y
profanos.'No lo hizo la Santa'Madre de este modoi
siempre estubo su instrumento d sacra ley'ceñido.•
L
43 ¿Quién no tendría peligro, y aun disculpa
en desvanecerse- con tan primoroso Numen , que al-
hagase el sentimiento , diese gloria al amor, puntos
al- plec/tro , reglas al- Arte y y encantos al oido ? So-
lo mi Santa Madre pudo hollar estos peligros , por-
que sin entenderse con el viento, y victoriosa de quan-
to pudiera sugerir la vanidad, consagro sus harmo-
nías á su dulce, y santo amor. Esta fué la Santa Ma-
dre cómo Poetisa , ¿y habrá alguna tan débil, tan li-
gera, que quiera igualarse á la Seráfica Do-flora? Po-
brecita l Tenedla mucha lastima.
- 4 4 Sobre la otra composición prosódica de la
Santa, nadie hablará mejor , que la composición
misma. Escribiendo á su hermano Lorenzo de Ze-
peda dice asi. "Pensé , que nos embiaria Vm. el Vi-
„ llancko , porque estos no tienen pies, ni cabeza,
„ y todo lo cantan. Aora se me acuerda Uno, que
„ hice una vez estando con harta oración , y pare-
„ cia , que descansaba mas , yá no sé, si eran asi.
„ O.hermosura , que excedéis á todas las hermosu-
„ ras, ¿kc." Si fueron versos, que la di&b su N u -
men estando orando, no como quiera, sino con har-
ta oración, como, nos dice la Santa, ¿quién duda,
que faejea impulso | 6 inspiración Divina?
D b SA*Tá T b x a s á *
45 Si lejos de originarla,/ k.roaslígera Inquietud
la parecía, quedescansaba mas, 'sin diada seria cier-
to en la Seráfica Doctora aquel ímpetu sagrado , que
fingen los Poetas ^ con que se nutren sus pechos, aquel
espíritu , yque desciende de la región etherea, b aquel
destello de la Divinidad, que ios enciende con su
agitación. En ellos será ficción, b hyperbole entiame-
cido , .mas no.se engañará., quien se persuada á que
en la Santa Madre fueran estas (harmonías «mas pla-
cidas erupciones de sn espirita, Jen'que¥om|sib-.sare-
conocimiento , al modo, ique Moysés, David , 'Sa~
<muél, y Zacarías en sus cándeos. Y no se ofenderá
•la Rey na de los Angeles , si dixesemos, -que la imi-
to en el impulso , que tubo para-el Magnifica? arti-*
mamea Dominum. "<
46 Por esa razonase pudiera decir, sin que cau-
sase extrañeza , que no fueron estos versos dela'San-
ta , sino del Espiritu Santo , que los dixo por su bo-
ca. ¿Y aun asi hay quien quiera disculparse con esta
Muger msigne? Acreditad , amadas mías , que la
tenéis mucha compasión , pidiehdo-á ©ios-, que la
mejore su salud.
47 Lo que no puede negarse ser obra de la San-
ta , es la burla festiva , que hace de si misma > di-
ciendo inmediatamente, que seso de Fundadora. ¡Oh
j

quánto se nos dice en'-esta ••exclajm'aeíon , si -se qui-


siera entender ! En ella se repite lo que dexo dicho en
otra parte , esto es , que lo que pudo tolerarse en la
edad primera , es estraño , y mal parecido,en la ma-
dura : Que en quien se emplea en asumptos , que
piden graved.ad, disuenan los juguetesde.la juventud.
t

Esto nos dice en aquella exclamación, y mucho mas.


Nnn Y
^66" Aviso XXVI.'
} 48 Y porque, yàraeparece y quecos íhé; mortifi-
cado io bastante;-,¡ concluiré .expresando mi concepto,
como le manifestó Philotea de la Cruz, sobre io
mucho, y bueno, que compuso la discretísima Sor
Juana: Inès,.' Monja de Mexico. "No es mi juicio
:„ tan austero censor, que esté mal con los versos,
„ en que' Vm. se- hà visto tan celebrada, después
^, que Santa Teresa de Jesús, el Nazianceno , y otros
„ Santos canonizaron: con los suyos ésta habilidad,
5< pero- deseara que Jos imitara , asi^como en el me-
.„ tro, también:-en>la elecciondedosasumptos."
, • 49 Yo añadirla algo mas, y es que no fuesen en
tanto numero , que sé expongan por él al común desa-
precio, y a ocupar con tanto exceso, la memoria , que
en la oración, y en el oficio no se logre la quietud,
y aun sç/.estè haciendo coplas;en la. oración. ¡¿Qué.re-
:

medio , amadas mias ?, El que yá di,, y-repetiré coa


la Seráfica Doctora. Nunca hablar sin pensarlo bien.
Peroesto no basta ,..porque se 'me responderá , .que
también .para versi-fie-ar se.piensa .bien.- A reiste pen-
sar se sigue la condición indispensable ele encamenr
darlo mucho à nuestro Señor , para, que no Jiabh
cosa , que le desagrade. Con es.te principio, bien e.xe-
cutado hable en prosa ,j b en yexsó todo lo que qui-;
siere. Asi lo disponga Dios con su infinita clemencia,
y os favorezca siempre con ,§u gracia. >

#** ; *** •:*#*." *** . >

AVI-
A V I S O XXVII
USE SIEMPRE HACER MUCHOS AC
tos de amor, porque encienden , jy enter-.
' necen el alma, ' .
, • ;;. • í; . M .'V c; J '.<•;/1/ O ) ni.'!''."..- 1

§. I. '-u;. "
;

T 'Ocios los Avisos de la Santa Madre son


estremamente útiles, son unos aforis-
mos, b como aquellos remediosque Manían idé
prbpriedad para asegurar en las almas la salud. Pero
ninguno tan universal, como el qué acabáis de oír.
En el amor de Dios, y del próximo está cifrada to-
da nuestra Ley. Con la exacta, y puntual execucion
de estos preceptos todos seriamos Santos, y aun sin
salir de esta vida , que para los pecadores está llena
de amarguras, lograríamos la tranquilidad mas so-
segada.
2 Permitidme, que os pregunte: ¿Se Usa siem-
pre en esta Comunidad hacer muchos aótos de amor?
Por los efectos lo conoceréis. La Santa Madre asegu-
ra, que con ellos se enciende, y enternece el alma.
Ved, pues ,• si la tenéis enternecida y tierna de esta t

modo , y con esta noticia mé sacareis del cuidado.


¿Os comunicáis todas indistintamente con amor re-
ciproco ? ¿No hay chismes , con que turbéis vuestro
sosiego ? Dichosas mil veces , porque esto será vivir,
y afirmar al Monasterio su estabilidad. ¿No hay es- :

to? ¡Pues hay infelices! Todo se acabo.


Nnn 2 De
4$§ . A v i s o XXVII.
3 De unas gentes, dixo el Profeta Oseas , que
Égnian dividido el corazón. , y que entonces mori-
rían, ( i ) No lo entendáis solo en lo phisico , que asi
seria ocioso el documento ; yá saberkos, que nadie
puede vivir teniendo dividido el corazón. Entended
(dicen los Santos,)» el concepto en lo moral, y en él
os dirá el Profeta, que aquella Comunidad , b Mo-
nasterio, en qué estubiesen los corazones divididos, 6
no sabrán lo que es vida, b la tendrán estremada-
mente amarga, porque á penas habrá respiración , sin
Congoja;, sin aflicción, sin inquietud sin turba-
t

ción, sin pesar¡, y vivir de este modo no es vivir.


. 4 Inmediatamente después , que los Discipulosc
enseñaron el Templo á Jesu-Christo nuestro Due-
ño , le¿ asusto su Magestad con la tristísima noticia
de que se¡ arruinaría, tan enteramente aquella Fabri-
ca,, que no quedada piedra sobre piedra. (2) Tam.-..
bien en esta amenaza sobre el sentido literal , que ,
alude á la subversión del Emperador Tito, hay el
Moral relativo- á los Apostóles , que. por el continuo
exercicio de su virtud , eran Templos del Señorj
Aludiendo ,. pues , á lo que estos havian después
de discordar, y dividirse en litigiosa contención, les -
predixo, que todos se havian de destruir , como edi-
ficio , que se arruina de tal forma , que no le queda
piedra sobre piedra, porque, entre gentes,,. qué viven
en.una Qomunidad misma , un Colegio , b una Casa
son tan conexos el arruinarse, y dividirse, que si
lle-
(1) JD-ivisum est'cor eorum, nunc interibunt. Ose»
10. v. 2 .
( 2 ) Amen dico, vokisnon relinquetur hic ¿apis sufra >
lapidem, qui non destruatur. Math. 24. v.2.
DB SANTA TERESA. 469
llegan à dividirse , yà están muy cerca de arrui-
narse. ( 1 )
5 En la Profecia de Jacob.se vaticinò al mun-,
do , que duraría el Cetro de Judà, hasta que viniese-
el que havia de venir. (2) ¿Y como os parece , Se-
ñoras , que probaria San Lucas haverse verificado el:
vaticinio, y que el Reyno se havia acabado ? Solo>
con manifestar , que.estaba hecho pedazos, y, divi- ;

dido entre muchos, mandando Pancia Pilato en Ju- ( ;

dea , en Galilea Herodes, Phelipe en Iturea ,; y Li-


sanias en Abili na. (3.) Grande argumento' (escribe
nuestro gran Padre San Gregorio) no puede darse?,
prueba mas decisiva en él asuinpto. En todo cuerpo,!
politico (y con mas; especial razón en los? ReÍigÍQ- r

sos) se vincula de modo en. la union , la subsisten--;


eia , que quando esca union se rasga , mandando uno) ¡
por aquí -, y otro por allí , à Dios >Reyno ;, entera--?
mente se acabo. (4)
6 ¿Os parece exageración ?• Pues lo que he dicho,
del Reyno de Judá solo, me atreveré à decir deL
mundo entero , y que todo el se desolará , si se in-
troduce en èl la division. No tengo para este temos
menor apoyo, que laautoridad.de Jesu-Christonues-
tro
(i)Quod mus ab altero- cui adberebqt disjungetur
nec ultra ipsi compaginabitur, Hoc autem maralissime
destrutiionem apeflat.. Pontevell. ibid.
(2) Non auferetur Sceptrum de Juda, í? dux de
more ejus, doñee veniat, qui mitendus est. Genes. 49«
v. 10.
(3) Lúes 3. v. 1. ; .
(4) Q/ioniam in Romana República mus prafuisse
describitur, & in Judea Regno per quetrtam partem
multi principabantur. S.. Gregor. Hom. 20. in Evang,
47°m A v i s o XXVIi:
tro. Dueño, El rnundo ha de tener fin ; es Artículo
de Fe. Padecerá una commocion universal , se desen-
cajará de sus quicios , todo se consternará , y se ¡ar-
ruinará todo. ¿Y por donde empezará tanta tragedia?
Conspirarán (dice su Magestad) unas gentes contra
otras, ( i ) Pues yá no es menester mas para su estra-
go, dice un Interprete docto. Sino hubiese discor-
dias no se acabaría el mundo , la discordia le acaba-
rá, porque es la madre , y el origen de la desola-
ción. (2) •
" 7 Vendrá él Ante-Christo al mundo , y en él
clilatará su violento y /y cruel Imperio. ¿Pero en quie-
nes ? ¿En los sanos de intención ? ¿En los unidos con
el dulce lazo de la caridad ? Nada menos, responde
San Gregorio Nazianceno. Antes estará el mundo
dividido en vandos, disperso en parcialidades, y
rasgado en disensiones,, porque si le hallase en unión,
amor , y paz , b no se atrevería , b-fuera ninguno su
poder. ( 3 ) ¿Oísteis parte de los estragos , que hacen
las desavenencias en cuerpos políticos , y Comunida-
des Religiosas ? ¿Pues como es creíble, que la ad-
mitáis en la vuestra? :
• 8 No quiero anunciar en todo lo que he dicho,
que se tragará la tierra al Monasterio , aunque nó
fuera la primera vez, que se ha manifestado asi la
ira
(1) Consurget enim gens contra gentem, & Regnum
adversus Regnum. Lucce.21. v. 10.
'(2) Quomodo enim urbs, & orbis perirent,nisi ingre-
deretur discordia. Hcec namque totius desolationis ma-
ter , c? prigoest. Math. Explan, ibid,
(3) Néc enim opinor sanos adorietur, nec cbaritate
septos , & munitos. Verum Regnum in se ipsum grius
dividí aporte?. S. Gregor. Nazianc. Orat. 14.
DB SANTA TERESA. 471
Ira cíe Dios; ¿Pero si la desunión trahe la muerte de
las almas , qué mas estrago? ¿Qué mayor tragedia?
No creáis , que para esta ruina lamentable es me-
nester hacerse una guerra tan impia , que corra- la
sangre por los Claustros , y las Celdas. Bastan el
chisme , la especie denigrativa , y la murmuración,
para desterrar del Convento todo el provecho espiri-
tual , y para que se arda la Casa , y no se tenga un
instante de quietud en las conciencias.
9 En la Ley antigua mandó Dios , que se pu-
siesen los Jueces á la puerta¡de la Ciudad. ( 1 ) No
havia puerta, en que no residiese alguno : Por nin-
guna se podia entrar , en que no se hallase un Juez.
Quantos iban con querellas, manifestando en ellas
sus?discordias;, alli sé sosegaban eone'l falte:de la, Jus-
J

ticia. Belliiima providencia (escribe el gran Gregorio)


para quietud , y sosiego de los Pueblos. Concuer-
:

dense, antes de entrar, porque si llevan consigo á


la discordia , se abrasará el Pueblo, y se arderá, la
tierra. (2) . 5

, 1 0 ¿Pues, qué nospudieramos-prometer , si hu-^
biese desunión en esta Comunidad ? No es menester
mucho estudio, para que vosotras, y yo demos en
ello. Si estübieseis divididas , unas á favor, y otras
contra la iPrelada, ¡desventurada muger, pobre Se-
ño-
(1) Judices , [Magistros constitues in ómnibus par-
tís tuis. Deuter. 1 6 . v. 1 8 .
( 2 ) Mos veterum fuii ut Séniores in porta consiste*-
rent, & causas introeuntium judicáreni, quatenus tan-
toesset pacificus urbis Bepu'his quantum'ad bdnc dis-,
cor des ingredi non ¿iceret. S. Gregor..Hb. 19. Moral.;
cap. 13,
473 A v i s o XXVH.
'riera ! <0 id que haga es indiferente ., ,b itnaio, b bue-
no ? Si malo (porque nadie «es -tan feliz en este mundo,
que logre el acierto en ¡todo) el defeelo como dos, se-
rá en sus exageraciones'como mil. Si fuese indiferen-
t e 44o malo, y á lo bueno, lo que para unas será bue-
*üd , otras lo abominarán , como muy malo. Si bue-
•Éo , y en tanto grado que no puedan dexar de
(conocerlo, no sera complacencia, sino sentimiento
suyo , porque quisieran, que nada hiciese bien , aun-
•que -redundase en daño de Ja Comunidad, por salir-
se con la tema de que no era ^proposito para Prelada.

§. II.

11 T 7 STO suele 'tomar buelo tan alto, qué


X_¿ ^ parecer se dificultan los remedios, pe-
ro no tiene más que apariencia esta dificultad. No es
tío tener remedio, sino no quererlo tener. Para la
paz mando Dios en lalLey antigua (como yá he di-
cho) que siempre estubiese un Juez en las puertas de
lá Ciudad, y esto bastaba para la común quietud.
Este mismo recurso dispuso Dios en beneficio de to-
da "Comunidad , y en otro Aviso nos le presenta
Santa Teresa de Jesús. "A tu Superior (dice) y Con-
„ fesor descubre 'todas tus tentaciones., é Jmperfec-
„ ciones, y repugnancias, para que te dé consejo , y
remedio para vencerlas."
1 2 Supongamos, pues , que esta , y aquella Re-
ligiosa tengan entre si algunas quejas sin razón , o
bien fundadas. Supongamos también., que las tiene
de su Abadesa. ¿Si^está tan cerca el Prelado, si tie-
aen á la puerta de '¡©asa su cemedio , para qué será el
t

mi*
DE SANTA TERES-A.- 47$
rarse sobre el hombro ? ¿Para qué el 'juntar corrillos?
Vayan á él con la querella, las oirá con sosiego,
pondrá el remedio , y quedará todo tranquilo.
13 ¿Sino se hiciese esto, qué sucederá ? Voso-
tras lo sabréis mejor, que yo¿ Yá dixe lo que harían
las de un partido. Las- que fuesen por el pota opues-
to dirían en todos asumptos lo contrario 5 Preconiza-
rían lo bien hecho con desmesurados elogios, darían
á lo indiferente un mérito conocido, y no pondrían
escrúpulo en canonizar lo malo-; harianse las dos
parcialidades guerra abierta, estarían sus juicios, y
voces en continua lucha. El que unas quisiesen tomar
por una providencia , aunque fuese la mas justa, fue-
ra bastante, para que las otras se inclinasen á lá
•opuesta. "'•'-•'
v
''- ; _
r :i

1 4 Cumpliría exacta, y chrístíanarnénte, y coa


;

mucho zelo el Confesor con su oficio , sirviendo sin


distinción á toda la Comunidad igualmente, pron-
to á todas, y sin singularizarse con ninguna , y si
esto no obstante pareciese á una facción, que á la
otra la quería mas, bastara! para perseguirlo, hasta
que mirando él por su quietud , y su decoro se des-
pidiese del Monasterio. Vendrán otras, y otros , y
sucederá lo mismo, y según el empeño de desapro-
bar un partido lo que quiera el otro, si el mismo Pa-
triarcha' San Benito viniese por Confesor, y le reci-
biesen, unas con cariño , le desdeñarían las otras con
groserisimo- ceño.
15 No habría quien quisiera Venir por Confe-
sor, y en esta, resistencia haría muy bien 5 todos ce-
lebraríamos su buen gustó, porque demás de ser po-
ca ia renta,-y -mqcbisimo el trabajo , no querría ar-
"- . Octp ríes-
474 A v i s o XXVIL
riesgar su honra , entrando oy para salir mañana, ex-
puesto á que dude el Vulgo, si salió voluntario, ó
despedido. Serian estas divisiones desconsuelo del
Prelado, y afirmaría afligido , que le daba esta sola
Casa mas , que hacer , que todas las otras de su Fi-
liación. Últimamente seria este Monasterio la fábula
del País , el juguete de la común conversación , la
aflicción de todo espíritu devoto , y la congoja de to-
do hombre timorato. ¡Oh Santo Dios! ¡Quién no se
estremece al oírlo!
16 Todo lo .dicho proviene de un solo princi-
pio , pero tan eficazmente pernicioso, que suele ser
la ruina de los Monasterios. Señoras , hablemos cla-
ros. Todo esto proviene de admitirse en ellos amis-
tades particulares. ¡Pero oh , que mal llevaba la San-
ta Madre estas distinciones!;. "Aqui (dice en el cap.
„ 4 . del Camino de Perfección) todas han de ser
;

„ amigas , todas se han de amar , todas se han de


„ querer , todas se han de ayudar , y guárdense de
,, estas particularidades por amor del Señor, por San-
,, tas, que' sean que aun entre hermanos suele ser
w ponzoña , y ningún provecho en ello veo."
17 Yá habréis advertido , amadas mias, que
por quatro veces repite la Santa Madre esta voz to-
das de, suerte, que ninguna ha de tener la doloro-
t

sa particularidad de excluirse de este amor. Tam-


bién habréis notado , que aun entre Santos, y her-
manos debe huirse este peligro , sin que la mucha
virtud, ni el parentesco disculpe la mas ligera dis-
tinción en que la Otra compañera tenga, que sentir,
¿y oído esto no huiréis de permitir semejantes distin-
ciones , con que el Monasterio, y las conciencias se
destruyen? '* ' "To-
DE .SAN*A TBHAMV %ff
18 "Todas quiero, dice otra vez ía Santa aí
j, cap. 7. que se quieran , y amen tiernamente, y
„ con regalo:::: Como sea en general, que no haya
„ punto de discordia : No lo permita el Señor por-
}, quien su Magestad es." ¿No os hará fuerza para no
caer en eete escollo esta tierna deprecación de la San-
ta Madre, y aquel por amor de Dios , con que lo
pide ? Pues muévaos la propria conveniencia , por-
que asi será la Casa una Jerusalem, quieta , y pacifi-
ca , y de otro modo la Babilonia mas confusa. "Oh
valame Dios, exclama (cap. 4.) la Seráfica Maes-
tra , las niñerias , que vienen de aqui, no tienen
cuento:::: porque no se entiendan tantas flaquezas
,, de las mugeres, no las quiero decir por menudo...
Estas amistades particulares es malísima cosa én to-
f)

, das , y en las Preladas seria pestilencia."


9

19 Tampoco y o quiero , ni puedo referir t o -


das esas niñerias, pero si aseguraré , que son niñe-
rías todas, y que solo con mirar las Religiosas algo'
por si mismas, lograrían echarlas en horamala.
|Quántas veces habrá sucedido estar rasgado en dos
partidos un Convento , y que instruyéndose á fond®
en su visita el Prelado , hallo ser el tropiezo ía cosa
mas contemptible, mas ridicula, y mas feble, y.no
tener mas razón para la oposición el un partido , que
el ver , que el otro es de sentir contrario ? ¿Y no de-
berá llenar esto de rubor á -todas las Religiosas de
qualquiera Comunidad? '•
20 Creedme, Señoras, que si este Convent*
estubiese en paz (como discurro , que esté) todo se-
rá tranquilidad , todo quietud. Aumentará con la
Union su espiritual subsistencia , porque no hay muro
••; Ooo 2 aaas
.476 A v i s o XXVII.
mas solido > que la caridad para el grande edificio de
la perfección. Se tratarán las hermanas como tales, se
disimularán mutuamente sus imperfecciones, se ayu-
darán amorosamente en sus conflictos, se consolarán
compasivas en sus trabajos, serán exactas en la obser-
vancia regular, las mirará el mundo con veneración,
y las citará como el modelo , y la pintura mas ex-
presa de la perfecta vida Religiosa.
2 1 Esto hace la concordia, y aquello la divi-
sión ; vosotras me diréis de que partido estáis ; mas
porque resistirá vuestra modestia responderme , yo lo
diré con gran consuelo mió , sin poder persuadirme
á lo contrario. Concordes os creo , y en amorosa
unión , ¿y como podrán dexar de estar asi unas aman-
tes Esposas de Jesu Christo consagradas á su culto,
y que• Yrequentemente para su consuelo , reciben a
este mismo Señor Sacramentado ? Que vivan discor-
des , y amen la disensión , los que rara vez comulgan
este sagrado Pan, no debe oírse con extrañeza , por-
qué huyen del Manjar , que pacifica , que sosiega los
afectos , y reprime al amor proprio sus impulsos.
Mas .recibirle con continuación , y mantenerse en de-
sunión ,,no puede ser.
22 Asi lo-creía Santa Teresa de Jesús, y por
parecerle una gran monstruosidad desunión en Reli-
giosas,, y. frecuente comunión,, sabiendo que unas
estaban.desunidas;e^crjhjbfeenc-la Cartazo, del Tomo
g. de está forma. "Suplico á Vm,.muestre' esta Carta
„ al Padre Pedro Sánchez (Capellán del Convento)
„ y le dé mis besamanos para que reprehenda á las
„ que son , y no las dexe comulgar,•tan amenudo."
Y fué disposición prudente, y muy.,fh'ristiana-.de es-!
D B SANTA TERESA. 477
ta singular Maestra , y Diredora, porque siendo Sa-
cramento de paz la Eucharistia, ¿por qué se havia de
permitir á almas tan enemigas de la paz?
23 San Agustin llamo í este Augustísimo Mys-
terio con devota exclamación Sacramento de piedad,
signo de unidad , y vinculo de caridad. ( 1 ) El pan,
y vino figura de este Sacratísimo Pan , que contri-
buyo al Patriarcha Abrahám Melchisedech , nos da
en este asumpto duplicada la instrucción. No se dio
este alimento, quando entre sus Pastores , y los de
Lot reynaba la embidia , y se desconocía la paz, si-
no quando yá tranquilos unos, y otros se liberto Lot
por Abrahám de sus contrarios , (2) porque solo vá
gustoso este Sagrado Pan á donde manda la harmo-
nía , y está de asiento la unión. Tampoco carece de
mysterio , que en esta ocasión se llame Rey de Sa-
lem , que significa la paz , porque es enseñarnos, que
donde falta la paz , nunca se recibe bien. ( 3 )
24 Últimamente, para recoger el Eucharistico
Mana' se salia de aquel sitio, en que acampaba el Exer-
cito. (4) Ruperto dio la razón , y es la misma, que
os expreso 5 El ruido de las Armas , el aparato para
la Batalla , la disposición para la lucha , y los per-
trechos de la Guerra son muy mala disposición pa-
ra recibir dignamente este Maná, Vaya fuera del co-
razón aun la mas leve preparación para guerrear ; no
quede en él, ni aun amago de tratar á otro corazón
co-
(1) \0 Sacrctmentum pietcltis ! \0 signum unitatis] \0"
vinculum charitatis\ S. Aug. Trad. 26. in Joan.
(2) Genes.cap, 13. v. 7,
(3) Genes. 14. v. 18.
(4) Exod. 16. v. 13.- - •
478 m A v i s o XXVII.
como á enemigo , porque sino llegase asi al Santísi-
mo Sacramento de el Altar , es proposición de eter-
na verdad , que no se recibe bien, ( i ) •
2 5 ¿Qué inferiremos, Señoras , de estas premi-
sas ? Una , b la mas feliz , b la mas trágica conse-
cuencia. O que no comulgáis con la disposición dig-
na , que debéis , y que os coge aquella espantosa mal-
dición , con que amedrenta á los fieles el Apóstol, de
comerse, y beberse el juicio, b que recibís devida-
mente aquel Señor , vivís en dulce cobardía , y en
«morosa paz.
s6 Bíen sé yo , que las Religiosas son mugeres,
que no siempre tienen de buen temple sus humores,
que es imposible , que todas las que se congregan en
un Coro, tengan una misma complexión, y un mismo
genio. Sé también, que como consecuencia de esta
oposición inevitable , alguna vez se encuentran , se
desazonan , se enfadan , y que pasando de primeros
movimientos, se miran por algunas horas sobre el
hombro. Pero también he oido, que en mediando
una comunión, se serena enteramente toda aquella
tempestad, se buscan, se reconcilian, se alhagan,
se satisfacen , y agasajan. Esto prueba para respira-
ción de mis congojas , que aun quando fuera cierto
(que no lo puedo creer) que hay en vosotras alguna
desunión, á la primera vez , que recibáis la Sagrada
Eucharisria ,. vendrán á toda la Comunidad la unión,
y fa concordia. Yá no habrá en adelante este partido,
y aquel; todas seréis sola una , en caridad , ansiosas
con
(i) De ctístrh igitur illisexeumdum sibi esfquicum-
que hoc minutum quod detulit ros iste eollige\-e conten-
dit. Rupert. lib. 3. in Exod. cap. 5,
DE SANTA TtíRBSA. 479
con igualdad del bien del Monasterio, de los progre-
sos en la vida espiritual, y de llegar a la cumbre de la
perfección.
27 Oid para despedida un Texto, que confirma
mi esperanza. Dice San Juan, que vio cerca de un
rio el Árbol de la vida ; pero con una novedad
nunca vista , y muy estraña ,. porque estaba por la
una orilla , y por la otra. (1) Si preguntamos á los
Interpretes, que es esto , nos sacarán de la duda S*
Vicente Ferrer, y el Chrysostomo. Dice el primero,
que aquel Árbol es Jesu-Christo. (2) Escribe el se-
gundo , que es Jesu-Christo como Sacramentado , y
que se manifiesta por una parte , y otra para, enseñar-
nos , que entre sus prodigios uno es el saber unir lo
mas disperso. De suerte que entre muchos , que. re-
ciban dignamente áeste Señor,, nunca, se verificarán es.-
te partido , y aquel ;. Antes pudieron haver muchos
partidos , y encontrados; En comulgando bien to-
das se hacen de un partido. ¿Y siendo (decidme amar-
das Esposas de Jesu-Christo) del partido del Señor,
pudierais desear mayor felicidad? (3.)
28 Oh quiera Dios,, y haga su misericordia,
.que si hay algo , que hacer se disponga asi: A es-
te fin le dirigiré yo. incesantemente mis suspiros, y
con esta esperanza daré por bien empleado el haver
abandonado no solo mi quietud , sino otros cuida-
dos de mi obligación,. Dios (digo otra vez) lo dispon-
ga como se lo pido , os asista con su gracia , y os
conduzca á las felicidades de su Gloria.
IN-
(1) Ex utr.aque partefluminig lignum i;/V¿£\Ap.22.v.2,
( 2 ) S. Vicent. Ferr. Serm. 3. de Corp. Christ.
(3) S. Joan. Chrysost. Homil. 61. ad Populum,
ÍNDICE
D E LAS COSAS MAS NOTABLES , QUE
se contienen en este segundo Tomo.

A j&frVfflfciV. Parasu-
getár la carne me*
áio muy proporciona-
En todas edades se fia de
labrar, pag. 3. ,n. 6.
Acostumbrada desde el
do. pag. 82. n. 4. principio saldrá siera-
'¡Ayum. Mas es proprfa vo- pre victoriosa , pag. 6.
luntad en algunas, que n. 17. y sig.
virtud, pag. 88. n. 20. Si le falta el cultivo , es-
Rigor con que ayunaban pinas serán sus frutos,
los Caciques de Zoco- pag. 4. n. 10.
tora, pag. 9 1 . n. 27. Despegada de afectos hu-
\Aytmo natural. ¿Por qué manos, llega á estado
para comulgar lo man- muy feliz , pag. 44.11.
da la Santa Iglesia \ p. 39.
1 3 0 . n. 40. La bien dispuesta, el me-
'Ahgria: La espiritual pa- jor hospedage á Jesu-
ra todo es buena , pag. Christo, pag. 2 1 2 . n.
:
269. n. 29. y sig. 2 1 . y sig.
'Alma. Es perdida sin cul- Sino quiere verse arrastra-
tivo , pag. 2. n. 4. da , á Dios dirija sus
•Labrase con la penitencia, buelos. p. 289,. n. 36.
y oración , alíi n. 5. Por el remedio de sola una
da-
Dñ LAS COSAS WoTABtES. 4&r
daría Santa Teresa mil pag.43.ri. 36. y sig. v
vidas, p. 220. n. 47. Quanto crece el dé 'Dios,
Amistad, La de Dios es tanto descrece el del
la que vale , pag. 3 4 1 . mundo , y al contrario,
n. 8. y sig. p. 46. n. 4 3 .
Si por desgracia se pierde, Amor de Dios, y deípfo-
con el arrepentimiento ximo. Aqui sfe cifra
se encuentra, pag. 107. nuestra santa Ley , y
n, 1 7 . con él seremos Santos,
Amistades. Debe huirlas p. 467. n. 1. y 2.
la Religiosa , pag, 297. Comunidad donde faíte,
n. 1 1 . y sig. tengase poí arruinada,
Las particulares en Comu- p. 468. n. 3. y sig.
nidad son fomento de Amorproprio. Ningún es-
discordias, pag. 4 7 4 . ^ tado perdona ,_p. 3 . n.;
16. y 17. 7 - y sig- .
Si unas con otras malísi- Es poderoso enemigo, p.
mas , en las Preladas 78.11. 3 3 .
pestilencia, pag. 4 7 5 . De principios bien funda-
n. 18. dos , ¡qué falaces co'n-
Amor. El que Dios tiene
T
s'eqiiencias! pag. 83. n.
á las almas , en la Eu- 7. y sig.
charistía lo Ostenta , p. Con pretexto de virtud rios
120. n. 9. engaña á cada paso , p.
Para mejor recivirle la n o . n. 1 2 . y 1 3 .
consideración mas pro- Aprehensio n. Des veritüra-
pría, p. 1 2 1 . n. 1 2 . ' da la Monja , que de
:

Como amante , y zeloso, • este mal adolece , pag.


solicita nuestro amor, 86. n. 1 6 .
p. 47. n. 1. y sig. A todas ocupará', y apu-
'Amor de Dios. Aun- el •vrará á la Prítíra , allí n.
de los Padres excluye, i 7. y 18. ';

Ppp Apro-
,4$ 2 I N D I C B
"¡aprovechamiento: Prime- El haverte hecho Chris-
ro el proprio, después tiano , es muy digno de
, el ageno , pag. 3 2 8 . n. estimar , y debido agra-
1 2 . y sig. decer , p. 3 4 3 . n. 1 3 .
• Asimiento. Se piensa no
tenerlo', y la» pasión Si te hizo Religiosa, en
nos engaña., pag. 3 8 2 . nuevo empeño te vés,
n. 1 7 . y 1 8 . p. 3 8 9 . n. 3 4 . y sig.
La Esposa de Jesu - Chris-
to aun de si misma lo c
ha de estar, pag. 3 8 5 .
11. 2 4 . y 2 5 .

B
C Anto en el Cora.Uni-
fornje , y no preci-
pitado, p. 2 3 6 . n. 4 8 , .

B Eatas. Las melanoo* Charidad.. A la propria se


licas, y otras, que
, de lo mismo adolecen,,
puede faltar por exceso,
y por defecto, pag. 8 5 ,
no son para la Reli- n. 1 3 .
f,

gión , pag. 2 6 9 . n. 3 0 . Charidad unas con otras.


7 g-
si Es el fundamento mas
Belleza. No se encuentra solido de los Conven-
sin lunar , ni Comuni- tos , y de toda perfec-
: dad numerosa , en que ción, p. 4 7 5 " . n. 2 Q . ,
alguno no, lo tenga, ,p. Todo al contrario si falta,
1 1 0 , . n. 2 4 . alli-n. 2 1 .
Beneficios.Si á la gratitud Con los unidos en chari-
.obligan, ¡qual mas, que dad , no prevalecerá el
• la Eucbafistia.!, p. 2 3 0 . . , Ante-Christo , p. 4 7 0 , ^
n. 2 2 . 7 2 5 , . .n. 7.
'Fué mayor , que haverse Carmelitas Descalzas.
hecho Jígmbre, p. 1 1 9 . lj L)esdice de su profe-
t r «ion asin^ienjo á crja-
¡O. & y sig. y, . .; .
r

íu-
D B I A S * C O S A S irófA&ifg.
fas, aun a sü propria pecado, allíp. 17a,
Prelada , p. 49. n. 6. 24.
Celda. Muy digna de en- Con hacer lo que es dé sui
comendarse , y guar- parte, aliéntese , y co*
darse , p. 2 4 1 . n. 1 . y mulgue, pag. 106. n.
sig. T 1 4 - y sig.
Clausura. Quien por Dios Si por desgracia te indis-
la abrazo, persuádase à pusiste, con llorarlo esr-
vida solitaria , p. 246. tá compuesto* pag. 107.
' fli 14. y sig. n. 1 7 .
Á todos obliga la de Mon- Es omnipotente su vir-
jas , si la necesidad no tud para fortalecer én el
precisa , p. 3 0 1 . n. 23. bien , retraer del mal,
Comunión. Como un glo- &c. p. 108. n. 19. 20.
bo de christal deberían • 2 1 . • «'
llegar las almas, p. 104. Si con cada comunión no
n. 1 1 . somos Santos, es por-
La buena disposición es que no nos dispone-
indispensable à todos, mos 1 1 7 . n. . y 4.
p. 105. n. 1 2 .
ó
Humildad , mansedum-
Si á los buenos celestial bre, pureza j 8cc. son
comida , para los rila- disposición muy pro-
- los ponzoña, a Ili. pria, p. 1 1 8 . n. 6.
Todos deben disponerse, Es como el alimento cor-
pero mas las Religio- poral , que dà vida à
sas , que comulgan tan- los sanos , y daña à los
tas veces, al) i n. 1 3 . enfermos , pag. ufi.
Mucho,aun mas los Sacer- n. 30.
dotes, p. 102. n. 9. Deifica á los bien dispues-
Caso formidable de uno, tos, p. 1 1 9 . n. 8.
á quien vio Santa Te- No se debe'menor guar-
• resa, que comulgaba en da, después de haverco-
Ppp 2. muí-
ICE
f . gado , que en la dispo- A San Pedro Celestino
sición para hacerlo, p. con una vision del Cie-
i 2 i . n. 14. lo, p. 186. n. 26. y sig.
. El agradecimiento humil- Favor singular à Santa
de dispone para otra Teresa , comulgando
comunión, pag. 122. Domingo de Ramos,
n. 15. p. 183. n. 18.
Procura Satanás impedir- Rebosaba la Santa, quan-
lo con peores tentacio- do comulgaba , incen-
nes, p. 122. n. 17. dios perceptibles á la
Que nos acordemos de su vista, pag, 182. n. 17,
muerte, y pasión, quie-
re quando comulga- A Dios se ha de pedir la
mos, p.-i 23. n. 20, disposición , decia la
Todo el corazón entero misma Santa , p. 201,
le debemos entregar, «• 3 - 7 34-
o
mm

p. 130. n. 28. No hay exercicio, con


Ninguna ocasión mejor, que la devoción mas se
para negociar con Chris- encienda, a Ili n. 33.
to, p. 134, n. 5.6. y 7. Acabando de comulgar
Para vencer al Demonio, Santa Monica , dixo à
la frequente comunión, los circunstantes : Fie-
p. 169, n. 21. y sig. les , •odiemos* ai Cielo,
Procura el Demonip con p, 199. n. 27.
temores vanos , retra- Toda la vida es poco, pa-
her d,e la Comunión, ra disponerse una alma,
p. 184. n. A I . y sig. p. 231. n. 25.
Se vale Dios de ministe- JBuena es la frequente co-
rio de Angeles ¿ para munión , pero debe re-
animar á sus/Siervos, gularla la prudencia, p,
que le recivan , pag. 2 3 2 . n. 26. y sig.
1 8 5 . n. 2. y sig. N o aprueba San Agustín
la
DE I AS COSAS N O T A B L E S . .. 485-

la cotidiana, y porqué,
p. 1 0 3 . n. 9. D
. Conciencia, La primera
piedra de la oración la
buena conciencia, pag.
D Años. Dicense los.
que causan en los
Conventos las Monjas
j 54. n. 16. • muy visitadas, p. 59.
Contéw^/tfí/VíJ.Hágase sor- n, 34, y sig.
do, ciego, y mudo , y Demonio, Se procura in-
alcanzará serlo , pag. troducir por las puer-
426. n. 25. y sig. tas , que entra Dios,
Conversaciones. Las no que son las confesiones,
muy necesarias, dis— y comuniones, p.. 109..
trahen mucho de la ora- n, 2 2 . *
ción , p, Í 5 8 . n, 27. y Se presenta a las veces con
sig, • aspeíto de virtud , allí.
Coro.En llegando la hora, Rugiente León, que nos -

fuera todo ., pag. 282. cerca á todas horas, p,


n. 25. 1 2 7 . n. 30.
Christo. Quedóse disfraza- Pone mucho en impedir
do entre accidentes pa- la instrucción de las al-
ra nuestro consuelo, y mas , pag. 3 3 2 . n, 2 5 ,
remedio., pag. 108. n. y sig.
18. Se desvive por tentar en
Ciiefpo. Es muy insolenté Jos Claustros Religio-
el del hombre, p. 82.. sos, p, 367. n. 1 6 ,
n. 4. N o hay que descuidar con
Culpas. Exageraba Santa sus ardides , pag. 388.
Teresa las proprias, por n.30. .
muy ligerasque fue- Descanso. Solo en jDios.
sen , pag. 1 2 9 . n . 3 5 . puede nuestro corazón
alcanzarlo, pag. 3 8 5 .
• jx. 2 3 .
D$-
4^6 Ii?B
'Desidia* A Santa Brígida debemof avivar con
se le presento Satanás nuevas consideraciones,
muy de asiento }utifo á p. .13.1. n. 42.
una Religiosa desidio- No la muestre por defuera
sa , p. 1 6 7 . n. 13.y sig. si la charidad no lo pi-
Arriesga mucho la pureza, de , y jamás afecte te-
p. 1 7 1 . n. 26. ^ nerla , pag. 324. n. i *
Por un Religioso desidio- ysig.
50 no permitió San Pa- La que mas á Dios agra-
comio , se le hiciesen da , el cumplimiento de
las exequias, p. 1 7 4 . n. la propria obligación,
p. 37 2. n. 30. ysig. ^
Retraerse de comulgar una Dios. Llaifianle las Escri-
Religiosa por cobarde, turas , zeloso, y porqué,
malo, por desidiosa pé- p. 47. n. 1 .
simo ,' p. 166. n. 8. y Es suavísimo con los que
sig. le aman , como al con-
Sirve de escándalo á la Co- trario, gilí n. 2.
munidad, pag. 1 7 1 . n. Desea todo nuestro amor,
29. y sig. p. 48. n. 4.
'¡DetraBor* No se le ha de Todas las cosas ostentan
escuchar , sino con el su sabiduría , y poder,
desagrado reprehender, p. 1 6 3 . n. i.ysig.
p. 434. n. 6. De todas se aprovechaba
Detratr. No hay tiempo Santa Teresa , para ala-
\ mas perdido , que el barle , pag. 164. n. 2,
que en esto se gasta, y sig.
alli n. 7. En que mejor decía , pue-
Devoción. 'Dicese , en que de emplearse nuestra
consiste la verdadera, lengua , pag. 1 6 5 . tí. 5.
p. 70. n. 10. Qual es la criatura para
Para que no se resfrié la con Dios, es Dios pa-
ra
DB XAS COSAS NOTABtBS. 487
. ra con la criatura, pag. Son tormento @n la ora-
224. n. 3. y sig. ción , mas no se debe
Con trabajos á las veces afligir, quien sin cul-
suele pagar un servicio, pa las padece , p. 1 4 9 .
como en moneda de n. 2.
-oro, p. 2 2 5 . n. 6. Las no muy necesarias,
Otras con regalos , y cari- aunque vengan con Co-
cias^. 226. n. 8. y sig. lor de bien , se han de
¡Discordias. De niñerías, evitar en la oración, p.
que causan vergüenza, 1 5 4 . n. 1 7 . y 18,
provienen por lo co- Son culpables muchas ve -
mún entre Mondas., p. ees en su causa, p. 15-8»
4 7 5 . n. 18. y 19. n. 26. y sig,,
Parece , no son compati- Asi se pu^de juzgar -de'
bles entre quienes con Monja , que habla mu-
jyequencia comulgan, cho , y divertida , pag»
p. 476". n. 2-1. 449. n. 7. y 4 5 1 . n'.ix,
Sean privadas déla comu- y .12.
nión , las que dieren
ocasión á ellas, allí.
Indicio es, que comulga
mal , quien á la príme-
, ra no; las corta , pag.
E Lección de estado.^i^
de grande madurez,
y circunspección al to^
478.. n. 25. y sig. marlo, p. -197. n. 2 1 .
Distracciones.Son en qua- Empacho. No lo téngala
, tro maneras , inmundi- • Religiosa de tratarse
cia , destierro , hurto, como enferma, si de ver-
-í y macula,, pag. 138.. dad lo está , pag. 97..
n. 1.8, * *]. 14.
Las involuntarias no se Empleos. Son muy temí-
; Castigarán como culpa, bles tomados por pro^
,p. I_3'j3. n. 20, y 21., pria voluntad , pero no
por
'488 I n d i es
' por obediencia , p. 76. ;
salud de los nombres,
p. 99. n. 4.
Enfermas. Sean bien asis- Pídenos frequencia , y
* íidas , pero pacientes, buena disposición, p.
y rio se quejen dé. rria- 165. n. 7.
' le cilios, pv *2Q¡6. n, 42.< Desea comunicarse á las
almas , y á todos con-
Engaño. "Está muy' ex- vida á esta mesa , pag.
puesta á ellos , la que 184. n. 20. y sig.
sé rige por proprio dic- Considérese la del Cielo,
tamen, p. 89.tí.22. y el manjar , que vá á
^Espifiñi'. N ó es mejor el
;
reeivir ,;pag. 98. n. 1.
mis devoto , sino el ^ "te- y

mas humilde , y carita- Ostentase como Madre en


tivo , p. 70. n. i o. la Eucharistia el Señor,
" 'Experiencia. Enseña me- pag. 185. n. 23. y sig.
jor , qué los Médicos, Es antídoto de las culpas
lo que Á la salud con- leves , y preservativo
viene, p. 84. n. i ó. de las graves, p. 188.
Eiicharistia. Compendio n. 85.
• "-dé las'finezas de Dios, Es vida para los buenos,
p. 1 6 5 . ^ 5 . y muerte para los ma-
Siendo infinito , ni tnbOj los, p. 228. n. 14.y sig.
ni supo , ni pudo dar Lamentábase mucho San-
: mas, alli. ta Teresa de los que in-
Memorial de su Sagrada dignamente le recibian,
Pasión, p* 169.11. 28. p. 229. n. 17.
Quien de ella se retragere, Quando no el amor, el
experimentará lo que temor debía retraher,
San Pedro , allí. alli n. 19.
Es recuerdo de . quanto Hase de recibir con viva
Christo padeció por la fe> p. 100. n. 5.
Ad-
DE I AS COSAS KOTABIES.
Adviértase la limpieza, y dores aun mas nos héa
virtudes , con que se de animar, pag. 204.
debe llegar, pag. 1 0 1 . n. 1. y sig.
n. 7. fragilidad. En todos «s
Con quanta contrición los grande , pero mas en
Sacerdotes , humildad, una mnger , pag. .105.
• reverencia, castidad, y n. 1 2 .
pureza, allí n. 8. San •Francisco de Sales.
Es Sacramento de piedad, ¿Queréis hijas ihaceros
signo de unidad , y parientas de .la Virgen
vinculo de-charidad, p. Santísima ? Pues recL-
477. n. 2 3 . 7 2 4 . vid el Santísimo Sacra-
mento., pag. ,20o. n.
29.731.
FundadoraJSéh&ser muy

F ECatMica. Descon- . exemplar, pag. 33&. n.


suelo grande para
una alma los muchos
40. y 4 1 .

enemigos , qpe tiene, 0


p. 222. n. 52. y sig.
[Fiestas. Im i.tando, hs - vir- \.Mnios. Se han de su>
tudes de los Santos , se ¡frir por evitar dis-
han de celebrar sus fies- cordias., ,pag. n o . n.
tas , pag. 1.90. ,n. ¡i. y 25. y 26.
si
g* Gracia.Indicio grande es
Presumirlo con humildad., jde tenerla,¡gustar de la
ayuda para alcanzarlas, sagrada comunión, p.
p. 1 9 2 . n. 5. y sig. -233. n. 30.
,Si unas son ¿e admirar, •Gratitud. No se fio la re-
otras podemos imitar, tí empcion al Ángel,
p.-193-.n. 9. porque nuestra-gratitud
Xas de los.Santos.F.unda- aojse partLesejp.48.n..4.
Qqq A
I GE ' :

•A -correspondencia del fa- s


dos, y se-acredita pre-
v-or^ha^de se^la-^GRATI- sumido , pag. 4 2 3 . n.
tud, p. 106. ft. 13";, •:" > ' s 6 . y sig.
;

MaWQré^oria'VÍI^A la Se acarrea mil despre-


Dub^uésa Matilde : pa- cios , pag. 42"8. n. 29.
. I c a adquirir*-fe perfec- 11

ción chrílíiaJja?^ íte r Hablara Mas se peca por


• ^üeétg^&rrníñidn- ,'-'--'y-
s1 ;
'-"'hablar , que por callar,
- déVoéíon'á'Maria San- aunque no siempre con-
• - tisirna-, p. 2 1 1 . n. 20.
:
viene, pag. 400. n. 7.
^éarféá grandes' da-
ños aun ftára lav'salud l!
Pid'e 'Muchas circunstan-
> corporal, p. 84. tí; 8.
f! r
cias , p. 4 3 5 . n. 9. y
Qüándó solo queda en go- sig.
losina,;^ tiene sus incón- 1
En lo que no te importa,
> -venientes^ $ag. Sjp* nv- Callar, p. 437. n. 11..
13- :- ^. ' ! ;:l?í:; :;
Tiempo hay de callar , y
tiempo hay de hablar,
. H > r -?v- pero fío de hablarlo to-
;

do , p. 442. n. 2 1 .
?/Vo. N o hace al Con pensarlo bien prime-
Frayle , ni á la
;
ro, y encomendarlo à
Monja y pag. 347- n. Dios, se hablará me-
• 2 ' • - ;
- . i v . ; - . - - . . - - . . / : . nos, y se acertará- mas,
WaBm Pbr ella se- cono- c ?
p. 448. n. 2. y sig.
ce cada uno, p. 442. HeregraslliM los Lut-
n. 22. t: teranos en Francia da-
N o sea desentonada , pro- 1 «• ban à Santa Teresa-mu-
^'ítja''^rfi molesta- á ífs cha pena, pag.'220; tí. ::

oyentes; pag. 437. ft. 46. ysig.


1 2 . y sig. • '" Oraba continuamente por
r

Hablador. Fastidia i . t o - la.conversion de los he-


le-
DJE L A S COSAS ÑofASlES.
reges , pag.-231, num. .. tanda los Discipulos
49- su mesa , pag. 203, n.
Persuade con eficacia á lo r37-
mismo, allí n. 5 1 . Imitación. Es vergüenza
Humildad. Fundamento no imitar á los proprios
del edificio espiritual, en lo bueno , pag. 3 9 5 .
p. 70. n. 11« y sig. n. 45. y 46.
Sin sugecioh , con dificul- Imperfección. Tenia Santa
tad se alcanza, pag. 7 2 . • Teresa, por imperfec-
n. 1 5 . ción curiosidad: de Ima-
Baxo la misma humildad . genes en la Celda, pag¿
. se puede introducir la 1 2 9 . n. 36.
sobervia , p. 7 3 . n. 2. Infierno. Se lo anticipa
y sig. ^ . ; Comunidad, discorde,
Siempre. es buena esta vir- p. I Ií* n.«28. ¡ ;
tud , mas no siempre Se nos pinta en Escrituras
; su exercicio , pag. 74. ., sagradas', lugar sin ¡or-
n. 24. y sig» den , ni concierto, lle-
No es buena humildad, la no de horror, y confu-
que el Demonio pre- sión, alli.
texta para que.no co- Inquietud. Mal se puede
mulguemos, p. 1 2 2 . n. . servir á Dios con ella,
18. p. 1 1 2 . n. 3 1 .
Instrucción. El exemplo es
la mejor,. pag. 3 2 7 . %

I 'G lesta. Por su conser-


vación , y aumento
ofrecía Santa Teresa,
8. y sig,
J

quanto rezaba, p. 2 * 1 .
. n. 50.
agualdad. Nos dio exem-
J Aeulatortas, Repetida*
entre día, ayudan a la
oración , pag.il 6s. n.
plo Jesur Christo, sen- '•• 35- - ;
-
Qqq 2 /#.
4*9'*- IN
Jesu-Christo^ Para evitar si asiste alguno de fue-
.•• distracciones, medita- ra , pag. 250. n. 27. y
ción la mas propria, p. sig¿
tfx. n. 8.
^2ué malte há* hecho este
. Señor^ para que te re- Ecciott espiritual,
traigas de recibirlo ? p. _j- Sirve mucho á la
1 7 6 . n¡. 4 3 . y 44. oración, p. 1 4 5 . n. 36.
SunJoHfh, Poco trata de y sig.
virtüdv quien en su de- No faltará en Refectorio,
. vocíon' rio se- esmera, mientras la Comunidad
p. 3 9 3 . ^ 4 7 . come, pag. 237.11.44.
^Jueves. Un Principe, Ge- y413.m1.y2.
neral de un Exercito Por ella Santa Teresa vi-
daba en Jueves las Ba- no á serio, p. 4 1 4 . n.
tallas, por día", que se ^ ; 3 - Y g-
J si

instituyo el Santísimo Si- la espiritual aprovecha,


Sacramento, con lo que la que no lo.es, desdi-
se coronaba de triun- ce á una Religiosa , p.
fos, p. 170. n. sa. . 442. n. 23. y sig.
Jueves Santo. ¡Quíéuhayy Lengua. Es lo peor, y
; que. duerma esta noche, mejor , que hay en el
decia una alma devota! hombre, p. 4 3 2 . ^ . 1.
p¿> 23-2, n;> 25. La muerte , y la vida es-
Juventud**: Sírvese mucho tán en manos-de la len-
el Señor de su buena gua, alli n; 2.
instrucción, p. 248. n. Lienzo. No se prohive á
so. y sig. las Carmelitas Descal-
Gomor se'ha de practicar, zas , quando la necesi-.
patfa que sea. fructuosa, dad lo pide , pag. 96,
pi^49, n. 25..y sig.
£ ;i n. 23. '
Nunca faltará la escucha, $Ias no se mezcle con la-
na,
D E IAS COSA* N Ó Í A B L E S . , 4$$ -

na, decía Santa Teresa, y en su manera infini-


y porqué, allh tó , que podemos tri-
Limosna. No la pretexta- butarle , allí n. 7. y 8.
rá la Religiosa, para Orden dé la Madre de
comunicar con Segla- Dios llamo Santa T e -
res , pag. 269. n. r6. yf resa á la suya , p, 206,;
• sig. n, 9. ysig. Y-
Locutorio. Quanto menos Por Madre la tomo á los
mejor, aun con los Pa- ' do ee años,- y le apró- '
dres Espirituales, pág. vechb mucho, p; 1GJF*~
274. n. 45. n. 1 5 . ysig.
Loquacidad. Es silla de Día de su gloriosa Asump?
vanidad, pág. 406. n, cion la manifestó sur
.-• 26. y sig. gloria, con lo que se
Indica poco saber j p. 409. animo á mas servirla, 1

. n. 3 2 . y sig: <. p . IBJ: H , y S?g.


Es puerta dé la detrac- Las que se "precian de hi-
ción , pag. 410. n. 3 5 . jas, deben imitar sus -•-
ysig. virtudes^ pag. msóty 'tu
Impide la - compunción, • 1 7 . ysi^i -
fomenta la pereza , y A Madre'de $aa gránfíj-
destierra la meditación, jó% no se le háh\de pe- .
i p . 4 1 1 . 1 1 . 3 9 . y si^. dir cosasba&ásj p.
n. 24: ysig, '•
:•• M Si Maternidad tan glorio-
sa no le'h'ubferá > apro-
"Adre de- Dios., vechado- sin 1 virtudes,
Aunque su me- mucho' menos sü filia-
, moría es agradable ;á to- clon á nosotros", pag,
dos , pero mas á las 2o8. n, iq: y i p, -
; :

mligeros , p. 205. n. 6;. - Es manifiesto engaño, pré-


Es eltitiulp mas glorioso, ' ¡sumir, de hijas" suyas ,'si
la
494 dice > í
,.. là vida: no, conforma, , regalo . y., rigor pag.
p. 197. n. 1 9 . y sig. 83. r.^.
Es espeeial protectora de Alongé. Es lo mismo que
las Vírgenes, y à quien . contemplativo, p. 364.
-., deben imitar, p< 1 9 4 ^ . n. 9. y 10.
i i - 7 sig. Perpetua contradicción de
•Quien no là, tiene deyp-
% naturaleza, pag. 367.
cíbn, harto mal tiene, n. 1 5 ,
- P' 9 5 ' * 4«
r n J
Cuerpo casto, boca lim-
£?ingun bien nos dà Dios, pia , y animo esclareci-
que no sea por este me* do , pag.;/370. n. 2 2 .
• dio, allí, •-/.,,. . y s*g-
Dicese, que después de la Afligido, y triste , siem-
•:, muerte de su Hijo, for- pre à los ojos la muer-
s mb Congregaciones de te , pero con consuelo
. Niñas,- y las dio Pyegla, enei alma, pag. 3 7 1 .
- p. 196. n. I J 4 n. 27. y 28.
I2\£artyrfa,.;$'m iSalk desu ¿Mortificación. Miraba
. .Convento, puede. se,r- Santa Teresa por la sa-
lo la Religiosa pag. 4 lud de sus hijas , pero
. - ^ 9 3 - - 4 3 - y ig- -
n s
sin perderla de vista, p.
J\£e[ancplia. La aborre- 82. Xi. p. ./'
cía , Santa Teresa. en sus JMudanza. Del mal al
; Conventos>j pag. 269. bien es segura, del bieá ;
-ti. 30. y sig, à lo que parece mejor,
¿$4¿lan Crofmiàtes.olAe- peligrosa, p. 372» n.
t -yaba con.•desembarazo -£ÓVy Sig, Y
un Toro acuestas ; di- Muger. Son vehementes;
cese conque industria, en hablar, pag. 397. n.
p / 1 3 . n.-,3f.( ,n , I . 2. y ¡3. < ; • , : '>
JM[oderdéom La juiciosa'X.Son. de;flaco natural, y el
l

:
póae¡.medio entre: ^ei .«morí¡propíio que las
rey-
DBLASGÓSAS NOTABLES. 4*95*
*eyna ,y'wñy sutil> p.
:
Stt instaiécibn en Reynos
"3- 33- extraños, n'ó siempre es
La que se pica de enten- la mas acertada, pag.
dida , se ocupa , en lo 272. n. 39. y sig.
que mas debía olvidar, Niñez. Lo que en esta
p. 442. n. 23. y sig. edad se aprende , dura
Mundo. Sus placeres son por toda la vida , pag.
tormento, pag. 388. n. • 7. n. £0. y sig.
s - y 3,3- •""
3
En ella Santa Teresa , y ,
S"u hermano Don Ro*
1

N " drigó , se ofrecieron al


• martyrió, p. 8. nv22. .
F.gocios. Bien es,que - Nobleza. Bien instruida
r

los de la •Gomum- en la •juventud , es mújp


dad se traten , pero sin nti! a íá^Rép'tiblica, p»
tenacidad , ni discor- ;
&3^«- p \ l
f\"'
ir

dia, pag. 1 1 1 . n. 27. Novicia: Si, vé 're^atioíi


y 28. 1
en la 'Comunidad,' des- :

.Niñas. Las que en su tier- maya en su profesión,


na edad se entran en • -p.s37.--n. 45. y 46.
Religión , suelen ser No desmaye -por I¿bsa>al-
mas mortificadas, pag. guna, que peor es el
-mundo , *qtíe dex'a , p,
Mas agradan á Dios- es- • 239. n. 48. y sig.
tas , que las que tarde • JVWV/W. Examínense pri-
lo hacen, alli n. 14. mero de su vocación,
talentos', y circunstan-
¡Enseñadas desde el prin- cias, pag. 244. ~n. 10?
• • ^©ipioíá vencer su ^vo- y sig.
luntad., alcanzarán en
ía delante.: victoria , pag. - Ciosidad. :Gusta mu-
cho de ella el De-
. .49,6 I * D tC B
T monio , pag. 334. ,n. .Oposición. Con modestia,
y humildad,aun quan-
Qbed¡e-ttGÍ4 Es el medio
t do haya razón, alli.
mas .seguro ,,parasiem- Oración. Compone al
r ^préacjeríár , pag. 89. hombre interior , y ex-
o. 1 1 . terior, p. 68. n. 4.
£<a que $1 dedico guarda- Si esta falta , todo es pos-
t

res , -.«era agradable Á tizo, alli, y sig.


Dios,p. 90. <n. ¡25. El día , que comulgare,
. ' A ^«..cosas 'de virtud,
U N
sea esta su oración , p.
; «s^ieriíha de ;go;ver-
; 117. n. 2.
^ a j , pag. 9 % n.;#i. Y Mándasenos en la Escri-
S!g- tura, que oremos con-
•Qfiüip Divino. N o se de- tinuamente , p. 126. Bé
,b,e repetir por, distrac-
; 27.
cionesi involuntarias, p. Es el <consuelo de quan-
r : -;*3^..-ín.-j2í?. tps se DAN Á Dios, pag.
; Que este: Dios/con noso-
; 134. n. 8.
tros pedimos al comen- Pone mucho el Demonio,
tarlo , -pero nos dice para que no la tenga-
. tambieri,, .que.nosotros mos,.p. 13(5.»..1.0.
gst^mQseon Dios i pag. Ps gran .locura , pensar,
44,5. n. 3«. que por algunos des-
Ofrecimiento. Haga ¿mu- cuidos , no nos oyga
chos a Dios al dia, y Dios después, p. J36.
se hallará recogida pa- n. 3 3 .
ra la oración , p. 149. Pide grande atención,
n. 1. y .4. pues hacemos oficio DE
Opinión. Bien es se apoye Angeles , pag. 137.
con razones, pero no ».15.
con disensiones, p. 111. No se i turbe , si 1 padece
•a. 27. distracciones como
pon^
DE LAS COSAS NOTABLES. 497
ponga lo que es de su
parte, pag. 1 3 7 . n. 1 6 . P
pag. 149. U. I . ysig.
Quien presumiere otra co-
sa , bayasé al Cíelo , p.
1 3 8 . n. 1 7 .
PAciencia. Lo que ha
de ser abstinencia en
el sano, ha de ser pa-
Sufrirlas con humildad ,.y ciencia en el enfermo,
paciencia , es el único p. 93. n. 3 2 .
remedio , pag. 1 3 4 . n. En las enfermedades, , y
s
3 - y g-
si
\ . trabajos ganase mucho
No se dexe la oración por con ella, pag. 2 1 6 . n.
ellas, pues resistidas s®n , 3 4 - y sig.
0 _ ;

mérito, pag. 1 4 4 . n. 'San Pablo se gloriaba en


33-y g- \ -
s5
• sus enfermedades, y
No ha de ser a fuerza de Santa Teresa persuade
, brazos, sino con suavi- a lo mismo, p. 1 1 7 . n.
dad » y reposo , - alli 3 - y g-
8 si

" »• 3'ír v Debérnosla pedir, á Dios,


Mas merece una alma asi, , como cosa tan de su
,• que procurando la de- agrado , pag. 2 1 9 . n.
voción con la létura de 44-y s¡g.
: un libro , pag. 146. n. Padres, y parientes. Bien
40. ysjsig. , \.
;
es" los arnela Religiosa,
JPuede ser,tipia , atrevida, pero con religiosa pru-
b temerosa 5 para todo dencia , pag. 305. n*
será.remedjo , p. 364. 35- y sig-
i n. 1 1 . y sig. Palabras. Con ser cosa
Es la -arma mas. formida- tan ligera , clavanse en
ble para vencer al De- el corazón , pag. 28^8.
monio , pag. 450. n.9. n. 3 2 .
Oratoria. Dicese qual sea Palma. No lleva su fruto
SU fin, p^Óy. n. 2. . hasta cien años des-
;

Rrr pues
N PIC B
0P- ,"">.. 7- 1

Practicada , cómese de-


pues de. plantada, pag.
;
be , no se opone al de-
H . n. C!2, . *., ["i.,^. .
recho natural de mirar
Parientes. Quanto mas
por la salud, alli.
. apartada de ellos la Re*
ligiosa, mejor, p, 369. Perfección. Se engañan
n. 2 1 . ,.. . ... los que piensan , que
P.az. Se alcanza con Dios .. ..ge. alcanza en poco tienv
en la conciencia,, y con .pp,,p. 9. n. 25.
sus hermanos por me- No consiste en hacer mu-
dio, de la Comunión, p. chas cosas , sino en el
?°. v í; 35-:^ §-.., .
2 I sÍ modo de hacerlas, allí
Pecado. De advertencia,
w i
r*. 27. y sig.
^ por muy. chico, que sea, El camino regular, es em-
" Dios"nos libre, decía pezar bien , no dárpa-
Santa. Teresa. , pag. so atrás, y adelantar ca-
„ 1 5 4 , n. 1 6 . da dia algo , pag. 1 2 .
'¡Pecados, veniales. Deben , «• 35- y.sig.
, temer los, mucho perso- Para alcanzarla, abnega-
nas, espirituales, p. 150. ... cion propria , y renun*
n
- 1 3 - - y g-. si
: cia de todas las cosas,
..Con dificultad caen en p. ,56. n. 25.
los mortales, sin pre- El que anhela por alcan-
ceder fracción,, de,, los zarla , no se ha de con-
rr¡ veni.al^^alli., ... , tentar con no pecar, sí-
'Peligros,, Refieren.se los no con procurar virtu-
que padecen las Mon- des , p. 82. n. 2.
7 |as delPais,, en que es- Si nos torzamos , con el
, ta el onasterio., pag. favor del Señor la po-
Z 5 7-, - 7-y. g- . .
:
n :2
:
si
demos conseguir, pag.
Penitencia, 'íís, necesaria 106, n. 1 5 .
, para conseguir la. glo- Pobreza. Quanto mas po-
.. ¿iajpj.82. n. 4. . ,. bre Santa Teresa, tan-
DE L A S COSAS N O T A B L E S . 49^
ro mas contenta se ha- no son mas que admi-
llaba, pag. 2 1 3 . n. 27. nistradoras, pag. 6 1 . n.

Es el Ángel Custodio de río han de hacer caso, y


los Conventos , pag; menos" escuchar mur-
2 1 5 . n. 3 3 . muraciones de su gor
Poesía. Buena es ,' pero ' vierno, que sé hacen ea
en una Religiosa ruina ausencia , pag. 78. n.
de la^erfectíbá» pa|[; J

453. n. 1 5 . y sig. - Pero üó deben tolerar los 4

Singular fué la deSór Jua- baldones en presencia,


na de la Cruz, mas al p. 79. n. 39.740- ^
cabo cayo en la qúentá, Profesión.. Si lá Religión
pag. 457- - *5- y g-
n
es gran di cija", la cor-
si

"Asi todos comunmente en respondencia oeoe' ser-


llegando a edad madu- » P ' 377- l o
Í-J %' Ú

ra, pag. 4 6 1 . 11. 36. y íüebáse el templó del


sig. alma con la1
profesión
JSÍo asi Santa Teresa, por- Religiósa, pàg. 361.n.
que no asi la éxercitó, 1. y 2.
pag. 464. n.33. ysig. Es presagio de la vida
'¡Precepto.'- El natural, que eterna , dignidad ines-
manda conservar la sa- timable, allí n . 3 .
lud , no se opone al del Por e sclava sé éñt r éga, - la
ayuno, p; 8 3 . y 84". n. Religiosa , nada pues
7. y sig. le queda proprio , pag.
El derecho natural preva- 381. n. 13. sig. ^
~ lace, al' positivo , pag. "Cuerpo , y alma á "Dios
'. " 9O. ri. 2 3 . '¿Wr'-í'i:, se ofrecen, con alnía,~y
JPreladas. Deben mirar, ' cuerpo " debe ' servirle,
como se gastan los bie- "pag- 379- n. n . y s'g-
nes del Monasterio,pues Provechos. Dicensé los
Rrr s
500 I N D Ic 1
que consiguen las Mon- Por su observancia pun-
jas , que se apartan de tual subió al Cielo un
sus tierras, pag. 56. n. Religioso , sin tocar en
2 3 . y sig, Purgatorio , pag. 348,
n. 24,
R Religión, Lo mejor se le
ha de dar, pues de¡

R E des ,. b Locutorios,
Muy frequentados,
mundo es lo mejor, p,
242, n. 4. y sig.
relajación de los Mo- Grande dicha aun para
nasterios , pag. 2 3 2 , esta vida , pag. 389. n„
n. 38. y sig. 34- y sig.
Es el lugar mas peligroso Aun hasta á los Padres
para toda Religiosa, p. llega, p. 3 9 3 . n. 40.
1
7 7 - ' 3* y *g*
n s
Religiosa, Debe ser sufri-
Aunque sea con los bue- da , y no hacer caso de
nos no carece de peli- malécillos, por no ser
gros , pag. 278. n. 8» molesta á las demás, p„
• y g- si
87. n. 1 6 ,
Regla. La de las Religio- Por delicadezas no se es-
nes es santa , y lo hace cuse á los aótos de Co-
á quien la guarda, pag, munidad, al 1 i n. 1 8 .
2
3 4 - - 3 5 - y sig-
n ; Pocas, y mal avenidas-, es
Con la que cada una pro- muy recio de sufrir, p,
feso , viva contenta, y 1 1 1 , n, 28,
guárdelas., que no ne- A la que resiste al Supe-
cesita mas, pag. 359, rior , no se debe per-
n. 2. y sig. donar, p, 115. n. 3 7 ,
El darla el cumplimiento Mejor es,, que las tales
debido., la escusa me- mueran, que no , que
jor de una visita, pag. inquieten á las demás 9

388. n. 3 1 * p, 1 1 7 , n, 3 9 . .
DE LAS COSAS N O T A B L E S . J Ó !
Entran al Monasterio à las socorren Vpag. 39.
morir por Chisto, y no n. 26. y sig.
á buscar su regalo , p. Llega la Religiosa á un
3. n. 7, y sig. estado muy feliz, quan-
Será la Religiosa quando do se despega de todo,
anciana , como fué y de todos, pag. 44. n.
quando novicia, pag, 39. y 49. n, 7. y 5 3 .
6. n. 1 7 . y sig. n, 1 7 . y 1 8 . ?
No consiste su perfección Jamás medrará en perfec-
en repetir exerrìcios, si- ción la que tiene asi-
no en observar bien su miento ,• aunque sea a
Regla, pag. 9. n, 27.. su Prelada ,p. 49. n. 6 .
y sig, N o tiene mas de Religio-
Repruebase el fervor in- sa , que el habito, y el
discreto de algunas, p, nombre, pag. po. n„
;

1 0 . n. 28. y 1 2 . n, 36.. 8. y 9. y
y sig. ^Juchas, que en el siglo
Debe dexarse el mundo, cuidaban poco dé no-
no solo con el cuerpo, vedades, lo averiguan
sino con el corazón, p. después todo , p, 50, n>
,3,3. n, 1 1 . y 54- n. 1 9 . jo, y sig. •
El amor à los parientes las Las que en esto se em-
¿resfria en el de Dios, plean , jamás vendrán a
alli, y sig. pag. 4 3 . n. perfecto desasimiento,
36. y sig. jallin. 13,, 5

Podrán tratar à los deu- Razones , que algunas


dos quando lo tomen alegan, para no desa-
por cruz, p, 37. n, 20, sirse de los deudos, alli
Es cruz , y muy pesada n. 14. y 63. n, 44. y
el haverlos de tratar, sig-
alli, y n. 2 1 . y sig. Remedio para que no las
Ellos son los que menos llamen con tanta fre->
quen-
£ 6 2 'IN 5IC B
v quencia á la R e d , p. ' hacer á la Prelada-, por
•-- • 50. n. t6. • solo el qué dirán, aun
í o c o dexán éfi el mundo en cosas de alivio , p.
• las que llevan al Mo- 96; n. 45.
nasterio el amor á los Modeos. Desdicen en el
Padres, p. 5 4 . n»' 20. hablar á la sinceridad
JPuesson Esposas dé *Je- -'- Religiosa , pag. 430.
: ;

' sU-Christo , cómo ta- n. 4 3 .


les deben corresponder- s
le> p. 209. n. 16»
N o sean fáciles en empe-
rnarse' por otros, ni mo- S
**'iéstas en p e d i r , p. 2 5 2.
4<
Atrérdote. Aydel que
silbe al Altar sin el
fuego del amor de
n. 3:1. y sig. Dios, p. 104. n. 10.
Éscusen Cartas no muy Sacramentos. Sino reciVi-
• precisas , que quitan el mos sus efectos, es por-
«tiempo,' y molestan, p. ' que no nos díspone-
254. n, 3 9 - f l - V .
si : - mosvppi 1 7 . n. 8.
^MGiese mas dé • Religio- Sacrificio. El mayor, que
sa, que de Señora , p. se -püedé, hacer á Dios,
290. n. 37. y sig.^ es el de la propria- vo-
Se acredita fatua, sino e§ luntad, p. 88. n. 1 9 .
Santa , pag. 356. n.41» Salud. J^o mas contrarío
a ella es el mucho co-
Quedarale solo el nom- mer, y beber , p. 84.
bre, si presume de di- n. 10.
vertida , pag. 449. n, Se debe tratar cómo el di-
6. y 7. . _ f • ••• nero: , que se procura
Del .'todo- se indispone pa- no mal gastar, p. 87.
ra la oración , p. 4 5 1 . ñ. 18.
. n. 10. Seglares.' Deben huirlos
''Resiste-neto, se ha-dte - las Religiosas, y ño
me-
Dfl LAS COSAS K O T A B L I S . jFO|¡
menos las Preladas, p. . aun parala labojise jurJ-'
:

282. n. 83. y sig. ten, sino eñ í herís «e-


Mas fácil atrahen á la R e - -f haladas, p, 417. n, io>
ligiosa , que ella los ga- E s Madre-des la ¡ praetong
m
> P § - 353- - 35- y
a n p. 418. n. 12.y sig.t
:

E s gozo ep el alma, coíri-


Sentidos. Son, piros, tantos .« puncior} « a t\ .corazonl
lazos para una alma» P* con otros bienes , pag«
288. n. 32. y 33. 4 3 1 . n.-2t. y sig. - k
Silencio. Todas lo deben Sixto K D e c i a d é l o s que
:

guardar,- pero aun mas murmuraban sus accio^


las ancianas, pag. 23$. nes'. Dejémoslos j¿e- :

n.q6. y sig. ,¿ f/jr,parafite pos,dexcti


Trae grandes utilidades al - hacer, p. 79. n. 38. -
alma, p. 235.^,-37. % Sohervia, Mas..peligrosa e£
N o constste/en caUar. siem- ©n el entendimiento,
;

pre , sino en hacerlo á" que en -la. plantad-*¿p-


su tiempo , p. 398, n, 77. n, 32,-. ,. , - v

4- )' g- ;
si Soledad. Proe.ürese., par^
Si se falta por hablar, tam- orar, p. 420. n. i9>- -
bién por callar , quán-
• ; 4o no conviene,- pag, ,,, ......... •; -Á./f^.' : M' - • l
¡

401, n. 11. y sig.-¡; •


Callar mucho y .hablar f
| *Etnór. Enfadosa en-
r

poco, de ordinario se -JL fermedad,'. el que!


previene , especialmen- algunas tienen , de que
te entre muchos', pag* todo les hace mal, pag*-
. 403. n, 16. y sig. 8 5 . n. 13. :
En el mucho hablar no Temor de Dios. Es muy
faltará pecado, pag. alabado en la • sagrada
- .4,04. n. 20. y sig. Escritura pag, 177.
1 1
y

?aja.^u,ipejpx.g«atd^ » ni
Te-
$04 I ND C H
Tema mas , decía Santa Ter cianas. Comiendo po­
. Teresa, la que se tiene co , y trabajando mu­
. p o r mas segura,alli n.2. cho , decia Santa Te­
'Puede faltarse por exceso, resa, se curaban , pag.
si­ el tempt es demasia­ 86. n. 1 5 .
do, alli n.3. Santa Teresa. Dio el ha­
For.temores vanos no> se : hito à una Sobrina, que
ha de dexar la comu­ sólo tenia diez años, p.
nión , pag. 1 7 9 . n. 6. 5.^13.

' У g< Vivió, y murió martyr,
Comulga, quándo ej Con­ :
, p. S. n. 2 2 .
fesor , o Prelado te lo Edificó: sus Conventos
ordena, dice S. Juan con su industria, con su
de. la Cruz , pag. 180« exemplo, y doctrina, p.
; П. í té 9 . n. 25.
|Síimió temor de comul­ Escogía siempre para si lo
.­. gar, sugestión mani­ ;peor, y mas desechado
fiesta del Demonio, p. en Celda, comida, y
i­189. n.39. vestido, alli.
Bien­es llegar con temor, Asi obedecía à là Prelada,
pero mejor es el amor, . COmq sifuese su Ma­
p. 1 8 1 . rílí2. y sig. 1 dre , y Fundadora .,.> p.
Por este camino , mas que 1 6 . n. 3. • 4
.¡por el del 'te­mof, llevó Quando iba á comulgar^
• Dios á Santa Teresa, las daba, el primer lu­
•'< alli n. 16. y sig. .­gar, alli.
. Tentaciones..­.Siempre se el Coro se sentaba en­
En
' deben huir, y por nin­ tre las Novicias, alli>
gún caso procurar , p, Después de fundar. m u -
, 127. n. 29. chos Conventos, consi­
. Él mejor preservativo', la gib del Padre Gradan,
oración,'alli. que la despojare del ha­
bí­
DB LAS COSAS N O T A B L E S . 505
. bito, y sé lo bolviese á
dar, para comenzar á
ser verdadera Religio-
sa, alli.
Tenia por grande cruz el
tratar con los parientes,
V Anagloria.Mxxy da-
ñosa en quien vive
en Comunidad , pag.:
p. 37. n. 20. y sig. 408. n. 3 1 .
Comunicábala Dios por Vandos. Son muy perju-
medio de las visiones diciales en ella, p. n o .
. grande desasimiento de n. 22. y 25.
lo criado , y deseo de Fastidian a los Confeso-
soledad, p. 49. n. 7. res, y. harían bien en de-
Amenaza , que hizo á un xarlas, p. 4 7 3 . n. 1 4 ,
. Cavallero, que frecuen-
temente visitaba á una Resultan de la falta de
Monja de la Encarna- . unión ; para su reme-
cion, p. 66. n. 52. dio al Prelado, p. 4 7 2 .
Tibieza. Ocasiona gran- n, 1 1 . y sig.
des daños, p. 167. n. Vergüenza. Entre buenas
22. y sig. no serió una, se la debe
Religiosa tibia causa nau- causar grande, p. 349.
sea al Esposo Celestial, n. 26. y sig.
' alli n. 1 6 . Versos. Religiosa dada á
Desobliga mucho á Dios, esto, á grandes daños
p. 3 9 3 . ^ . 4 2 . se expone, p. 4 4 9 ^ . 6.
Trabajos. Es grande el de y sig.
una Prelada, si las Sub- Vida. Es muy amarga , y
ditas por malecillos se trabajosa, para quien
. quieren eximir del Co- quiere contentar áDios,
ro, p, 87. n . 1 8 . y al mundo, pag. 1 6 1 .
- 33-
n

Vida común. Por ella fo-


Sss das
506 I N DICE
das son una , pag. 6 1 . Señor , me las di, pag.
n. 40. 93. n. 22.
Son muchas las convenien- Mírense las agenas para
cias , que se encierran imitarlas, y descuidar
en ella, p. 62.n.4i. de lo demás, p. 3 5 2 . n.
Vida espiritual, No se 34- y síg. • .
compadece con los pa- Visitas.T>cbe el Siervo de
satiempos del^ mundo, Dios despedirlas de si,
p. 1 2 8 . n. 34. y cumplimientos del
Virginidad.. Se conserva mundo, y porqué , p.
con la frequente comu- 65. n. 5 0 .
nión , pag. 186. n. 28. Las na muy necesarias son
ysig. muy dañosas á una Re-.
Virtud. El camino de la ligiosa, pag. 1 5 8 ^ . 2 7 .
virtud se ha de andar ysig.
con perseverancia, p. Vivora. Muere, quando
• 3 . n. 5. mata ; . asi es la mala
]La apariencia de virtud se lengua, pag.433.n-2.
equivoca con la reali- Union. Comunidad, don-
dad , pag. 68. n. 3 . y de falte, tengase por
si
g- arruinada , pag. 470»
El que en ella se exercita n.8.
sin la obediencia del Voluntad. El desaproprio
Superior , no tendrá se alcanza con la ora*
parte con Christo , pag. cion , y consideración
7 5 . n. 25. y sig. de lá propria miseria, pC
Debe ser examinada, por- I 2 i . n . 3.
que muchas que lo pa- Negada la propria, se al-
recen no lo son , pag. canza la paz, pag. 3 6 2 .
82. n. 2. n, 5. y 6.
Decia'Santa Teresa, virtu- Ofrecida á Dios una vez,
des pido yo a nuestro á lo dicho se ha de es-
DE L A S COSAS NOTABLES. 507
' > P g- 3 7 - - 3-
ta r a 6 n
cho , b indiscreción , p.
" 3 - - 33- y g-

z
n si

Lo tiene grande el Divi-


Elo. Muchas veces lo no Esposo de quien se
que parece zeIo,sue- precia de serlo, pag,
le ser tentación , capri- 386. n. 26. y sig.

F I N.
1000581287

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