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Guía para la interpretación del análisis de

suelo y agua
Javier Z. Castellanos

INTAGRI

La definición del programa de fertilización y mejoramiento del suelo depende de los


análisis físicos y químicos y del historial del mismo. Un suelo no puede conocerse
solamente mediante los sentidos, pues sus propiedades químicas solo pueden ser
determinadas mediante el análisis químico con los métodos adecuados. El análisis tiene
dos objetivos esenciales: a) Determinar si existen limitantes que impidan que el cultivo
exprese todo su potencial de rendimiento y b) Conocer los niveles de disponibilidad de
los nutrimentos, para decidir si se agregan estos elementos en la forma de fertilizantes, a
qué dosis y con qué fuentes, así como predecir la necesidad de suministrar algunos
elementos por la vía foliar durante el desarrollo del cultivo.

Primeramente se revisan los resultados del análisis para saber si el suelo presenta
limitantes de orden químico o físico, que indiquen la necesidad de aplicar un lavado
para el caso de los suelos salinos o bien la necesidad de aplicar mejoradores físicos y/o
químicos. En algunos casos la condición limitante del suelo no es posible de ser
eliminada, por lo que se desarrollan las estrategias para convivir con el problema y
obtener del suelo el máximo beneficio dentro de sus limitaciones de orden natural.

Una vez identificados los factores limitantes del suelo, si es que existen, el paso
siguiente es definir si se justifica la aplicación de mejoradores químicos como es el
encalado para los suelos ácidos y el yeso agrícola para los suelos sódicos.
Eventualmente puede requerirse establecer una estrategia para subir el nivel de materia
orgánica mediante la incorporación de residuos de cultivo o mediante la aplicación de
materia orgánica de diverso origen. En algunos casos no es posible eliminar algunas
condiciones limitantes, como la presencia de carbonatos, pero el conocimiento de esto,
permite al menos discernir acerca de la mejor estrategia de manejo para estos suelos.
Mediante el conocimiento de los niveles de los nutrimentos en el suelo, el historial de
manejo de los cultivos previos y de las metas de rendimiento actuales se define el
programa de fertilización. Posteriormente mediante el monitoreo de la nutrición del
cultivo, a partir del análisis foliar y del extracto celular de pecíolo (cuando hay niveles
de referencia confiables), se confirma el éxito del programa de fertilización o en su caso
se afina o se corrige dicho programa y de esta manera se asegura una producción
rentable del cultivo. A continuación se indican los pasos que se dan para interpretar
correctamente los análisis de suelo.

La interpretación de los análisis de suelo

Los principales problemas del suelo que pueden ser diagnosticados mediante análisis de
laboratorio son: Acidez, Sodicidad y Salinidad. Existen otros problemas como la
compactación física que requiere de un manejo de labranza y en ocasiones de la
aplicación de materia orgánica. Por otro lado la presencia de altas concentraciones
de carbonatos, mas que un problema es una condición natural de los suelos de zonas
áridas, con la que hay que aprender a convivir mediante el manejo de la fertilización y
el uso racional de algunos mejoradores químicos. Una vez definido lo anterior, se
procede a conocer los niveles de macro y micro nutrientes disponibles en el suelo para
decidir los programas de fertilización y las fuentes más recomendadas.

1.- pH del suelo

Esta es una de las determinaciones mas importantes, pues se relaciona con la


disponibilidad nutrimental y con la presencia de aluminio libre que resulta toxico para
el desarrollo del cultivo. Primeramente es necesario revisar si la determinación es
hecha en agua, CaCl2, o KCl y en qué relación suelo: solución se hizo (regularmente se
determina en una relación 1:2). Cuando la determinación se realiza en CaCl2, la lectura
de pH es de 0.4 a 0.8 mas bajo que la que se realiza en agua y cuando es en KCl es
alrededor de 1 unidad mas baja que la determinada en agua. El rango de posibilidades se
presenta a continuación, así como sus posibles implicaciones. En los datos de abajo nos
referimos al pH determinado en agua.

a) pH >9.0 Un pH tan elevado del suelo solo podría explicarse por la presencia de
muy elevados niveles de sodio intercambiable, lo que hace al suelo inexplotable para la
agricultura. Cuando un suelo sódico presenta pH tan elevado se debe a la presencia de
carbonato de sodio, una sal muy tóxica que afecta gravemente el crecimiento del
cultivo. De aquí, ir directamente a revisar el nivel de sodio intercambiable, pues el resto
de las determinaciones pierden importancia ante la presencia de un problema tan grave
de sodio. En tal caso es necesario analizar el agua de riego para conocer la fuente de
este problema. Es muy posible que el agua con que este suelo se riega contenga
elevadas cantidades de sodio, es decir una RAS muy elevado.
b) pH 8.2-9.0 Es muy posible que el suelo presente niveles excesivos de sodio,
particularmente si el pH es mayor de 8.4 y cuyo origen es el agua con que se riega el
suelo. Al ver este resultado es conveniente ir a revisar el nivel de sodio intercambiable
para confirmar esta posibilidad.
c) pH=7.0-8.1 Posible presencia de carbonatos, revisar niveles de P, Fe, Zn, Mn y Cu,
pues en pH alcalino se reduce su disponibilidad.
d) pH=6.0-6.5 Condición ideal de pH (Excepto en el caso de los Andosoles).
e) pH=5.5-6.0 En la parte baja de este rango bajo estamos en el umbral de que se
presenten problemas de Al +++ Intercambiable. (Excepto en el caso de Andosoles, donde
el Al+++ puede ser un problema aun a pH mayor).
f) pH=4.5-5.5 Muy ácido, presencia de Al +++ Intercambiable en cantidades
apreciables, lo que provoca toxicidad para el cultivo y afecta el rendimiento. Revisar el
nivel de Al Intercambiable y si no se analizó, mandar a analizar esta catión. Requiere
encalado, por lo que hay que determinar la dosis mas apropiada, revisar niveles de P
disponible y es factible que ocurran problemas de disponibilidad de Mo.
g) pH < 4.5 Suelo extremadamente ácido con alta saturación de aluminio y
necesariamente requiere encalado para poder producir satisfactoriamente, aun en el caso
de cultivos tolerantes a la acidez. Revisar posible deficiencia de K, Ca, Mg, P y Mo o
un posible exceso de Mn, aunque este problema solo se presenta en algunos suelos del
trópico.
Determinación de las necesidades de cal en un suelo ácido

En forma general sólo se recomienda rehabilitar un suelo ácido cuando presenta un pH


menor de 5.5 determinado en agua. Sin embargo el conocimiento del nivel de aluminio
intercambiable nos puede dar más elementos para decidir si se aplica cal o no al suelo.
Para definir la dosis de cal se pueden seguir dos estrategias. En la primera se requiere
conocer la concentración de aluminio intercambiable en unidades de me/100 g. Este
valor se multiplica por un factor de 1.0, 1.5 o 2, según sea la tolerancia del cultivo que
se va a sembrar y el resultado son las toneladas de cal (Carbonato de Calcio) que hay
que aplicar. El factor de 1 es para cultivos propios de regiones tropicales, tales como
piña, yuca o pastos tropicales. El factor de 1.5 es para cultivos de respuesta intermedia a
la acidez y el factor de 2.0 es para cultivos muy sensibles a la acidez. Este
procedimiento ha funcionado muy bien en suelos tropicales. Otra alternativa es usar el
procedimiento empírico basado en nivel de materia orgánica y textura del suelo que da
requerimientos de cal que van de media tonelada hasta 7 u 8 ton de cal por ha. Ente más
alto es el nivel de materia orgánica y el contenido de arcilla, mayores serán las
necesidades de cal para un suelo ácido. Este procedimiento determina solo en forma
aproximada las necesidades de cal. La dosis de cal depende del tipo de producto a usar,
es decir de su valor relativo de neutralización y de la finura o mallaje que presenta el
producto. También se puede usar la estrategia de medir el pH Buffer, que permite
calcular requerimientos de cal.

2.- Sodicidad

La sodicidad se mide a través de la determinación de sodio y se cuantifica mediante la


relación que guarda con la capacidad de intercambio catiónico (CIC) del suelo, es decir
mediante el Porciento de Sodio Intercambiable (PSI). Se cuantifica mediante la
ecuación: PSI=(Na/CIC) x 100, usando unidades de meq/100 g ó cmol(+)/kg para el Na y
para la CIC. Por ello es importante usar procedimientos analíticos del suelo que
permitan calcular la CIC como el uso del acetato de amonio. Otros procedimientos
como el de Melich 3 o el método de Soltanpur, no permiten calcular la CIC pues
normalmente sobreestiman o subestiman el nivel de Ca y Mg como cationes de cambio.
El rango de posibilidades se presenta a continuación, así como sus posibles
implicaciones.

PSI
a) 0-5 % Libre de sodio, sin problemas de manejo y no requiere de aplicaciones
masivas de calcio o de formadores de calcio en el suelo.
b) 5-10% Ligeramente sódico en suelos de textura media a fina, es posible que sea
necesario darle mantenimiento con aplicaciones de yeso agrícola. Se requiere
determinar necesidades de yeso.
c) 10-15% Moderadamente sódico, será necesario hacer aplicaciones de yeso. Se
requiere determinar necesidades de yeso.
d) 15-20% Suelo francamente sódico, es posible que estén ocurriendo problemas de
permeabilidad en el campo. Normalmente el pH de un suelo con este nivel
de sodio es elevado. Es necesario rehabilitar el suelo con aplicaciones de yeso para que
pueda producir satisfactoriamente.
e) 20-30% Suelo muy sódico, es necesario rehabilitarlo con aplicaciones de yeso
agrícola para poder hacer una explotación rentable del terreno.
f) >30% Suelo extremadamente sódico, que no puede ser explotado sin ser
rehabilitado con aplicaciones masivas de una fuente de calcio o un formador de calcio,
cuando es un suelo calcáreo. Es necesario determinar la dosis a aplicar y luego se
requiere hacer lavado de la sal de sulfato de sodio que se formará al reaccionar el yeso
con el sodio.

Nota: En cuanto a la aplicación de calcio o de un formador de calcio se debe tener


cuidado de no usar ácido sulfúrico, si el suelo no es calcáreo (mas de 2% de
carbonatos).

Para la determinación de la dosis de yeso le recomendamos adquirir el manual de


interpretación o bien, asistir al curso sobre evaluación de fertilidad del suelo de Intagri.

3. Salinidad o Conductividad Eléctrica (CE)

Se trata del parámetro que indica la presencia de sales en el suelo y se expresa en dS/m
(antes mmhos/cm). El problema de salinidad tiene dos efectos sobre el cultivo: Los
efectos generales y los efectos específicos. Los efectos generales se refieren al descenso
en el potencial de agua en el suelo, es decir a que la planta tiene que hacer un mayor
esfuerzo para poder extraer agua del suelo. Los efectos específicos se refieren a la
toxicidad que se puede presentar por la presencia de un ion especifico como cloro, boro,
y en algunos casos sodio. En general cuando se habla de salinidad, se refiere a los
efectos generales y ésta se mide en el extracto de saturación CEe (por ello se le pone la
letra e como subíndice, que significa extracto). Sin embargo algunos laboratorios lo
miden, por facilidad y economía, en una relación suelo: agua, 1:2 (CE1:2). o 1:5 (CE1:5).
Aquí presentamos la interpretación para la CEe.

CEe
a) < 2 dS/m Suelo libre de sales, condición ideal para producir cualquier cultivo.
b) 2-4 dS/m Suelo ligeramente salino, es posible que se afecte el rendimiento de
cultivos sensibles.
c) 4-6 dS/m Suelo moderadamente salino, el rendimiento de la mayoría de los
cultivos se afecta. En el caso de los cultivos tolerantes el efecto es menor, pero en los
cultivos susceptibles el daño puede ser muy severo.
d) 6-8 dS/m Suelo salino, el rendimiento de la mayoría de los cultivos se afecta, en el
caso de los cultivos tolerantes el efecto es menor.
e) 8-12 dS/m Suelo muy salino, difícil de explotar en tales condiciones, requiere
lavado. No obstante algunos cultivos muy tolerantes podrían explotarse si el nivel de
sales esta en la parte baja de este rango. Para estos cultivos el uso de sistemas de riego
por goteo podrían facilitar el uso de suelos con un nivel de salinidad en la parte baja de
este rango, pero de entrada se debe aceptar que aun en el caso de cultivos tolerantes
habrá una reducción en el rendimiento en comparación con un suelo libre de sales.
f) > 12 dS/m Suelo extremadamente salino, normalmente no crece cultivo en ese suelo.
Es necesario rehabilitarlo mediante lavado con agua de razonable calidad (baja en
sales).

4.- Contenido de carbonatos

La presencia de carbonatos en el suelo ocurre en los suelos de regiones áridas y


semiáridas, pues por la baja precipitación pluvial se acumulan en el perfil del suelo. Por
ello la presencia de esta sal insoluble es una condición natural de los suelos de esas
regiones. Los carbonatos incrementan el pH del suelo y reducen la disponibilidad de
algunos elementos, particularmente de los micronutrientes: Fe y Zn, pero puede también
afectar la de Mn y Cu. También reduce la disponibilidad de fósforo debido a la
formación de fosfatos insolubles de calcio. La determinación de carbonatos se realiza
con un calcímetro al hacer reaccionar un ácido con este compuesto se forma CO2 y la
presión que genera se cuantifica mediante un manómetro.

Carbonatos
a) 0-2% Suelo prácticamente libre de carbonatos. En estos suelos no es
recomendable la aplicación de ácidos por ningún motivo dado a que por su baja
capacidad de amortiguamiento un exceso de ácido puede provocar un efecto contrario
en el suelo y pasar bruscamente de un pH alcalino a uno ácido.
b) 2-5% Suelo ligeramente calcáreo, requiere manejo de fuentes de nutrientes de
reacción ácida, como los sulfatos, siempre que sea posible. Revisar posibles problemas
con Fe y Zn.
c) 5-10% Suelo moderadamente calcáreo, requiere manejo de fuentes de nutrientes
de reacción ácida, como los sulfatos, siempre que sea posible. Revisar posibles
problemas con Fe, Zn, Mn o Cu.
c) 10-20% Suelo calcáreo, revisar posibles problemas de fijación de P y prever una
baja disponibilidad de Fe, Zn, Mn o Cu. Revisar el nivel de estos micronutrientes,
mediante el método DTPA.
d) 20-40% Suelo altamente calcáreo, revisar posibles problemas de fijación de P y
prever una baja disponibilidad de Fe, Zn, Mn o Cu. Revisar el nivel de estos
micronutrientes, mediante el método DTPA. En estos suelos se recomienda usar solo
fuentes de reacción ácida para aminorar el efecto de la alta concentración de carbonatos.
h) > 40% Suelo extremadamente calcáreo, problemas con fijación de P y muy seguras
deficiencias de Fe, Zn, Cu o Mn, revisar el nivel de estos micronutrientes. En estos
suelos se recomienda usar solo fuentes de reacción ácida para aminorar el efecto de la
alta concentración de carbonatos.

En todos los suelos calcáreos se recomienda usar fuentes fertilizantes de reacción ácida,
en forma localizada y no tratar de neutralizar el suelo con aplicaciones de ácido
sulfúrico, si no existen problemas de sodio, pues se requerirían cantidades prohibitivas
de ácido para neutralizar estos suelos.

5.- Materia Orgánica


La materia orgánica es una determinación importante pues cuando se encuentra a
niveles bajos en el suelo se esperan algunos problemas con las propiedades físicas,
como es la estructura, la dureza del mismo y un flujo de agua limitado. Puede afectarse
la aireación del suelo y la facilidad para que sea explorado por el sistema radical.
Incluso la disponibilidad de Zn se ve afectada en suelos de bajo nivel de materia
orgánica, particularmente si el suelo presenta un pH alcalino. Para fines de
interpretación, los niveles dependen de la textura del suelo, del régimen climático, del
tipo de suelo, pues hay suelos que por su alto nivel de Al, reducen la actividad biológica
y la materia orgánica se mantiene a bajos niveles de mineralización. (Andosoles).
6. Textura del suelo.

Suelos de Textura Gruesa


Su principal característica es su baja capacidad para retener nutrimentos y agua. La alta
proporción de poros grandes y el bajo contenido de arcillas facilitan ampliamente las
pérdidas de agua y nutrimentos, sobre todo de nitrógeno nítrico. Por otro lado, las
aplicaciones de amoniaco anhidro no son recomendables en estos suelos,
particularmente en los más arenosos, pues el potencial de pérdida por volatilización es
alto. En tales casos es obligado inyectar el amoniaco a una profanidad de 30 cm. La alta
lixiviación y volatilización de nitrógeno en estos suelos hacen imperativo fraccionar
tanto como sea posible la fertilización nitrogenada.

Suelos de Textura Media.


Las texturas que podrían quedar englobadas en este grupo son: franco limoso, franco,
franco arcillo arenoso, y franco arcillo limoso y franco arcilloso. Son suelos
ligeramente pegajosos y plásticos, cuando están mojados; suaves a firmes cuando están
húmedos y ligeramente duros cuando están secos. Tienden a formar agregados de
tamaño pequeño a medio. Presentan una alta proporción de poros de tamaño medio a
fino. Presentan una moderadamente alta capacidad para retener agua y nutrimentos. Son
los suelos ideales para la producción agrícola por su amplia capacidad productiva y
disponibilidad de agua y nutrimentos. Pueden o no ser friables y a medida que se
incremente la proporción de limo tienen mayor potencial de compactación, lo cual
puede dificultar parcialmente su manejo.

Suelos de Textura Fina.


Cuando están secos son muy duros. Presentan una alta proporción de poros finos. Para
poder labrarse adecuadamente deben tomarse en un punto óptimo de humedad y en
general no son de fácil labranza. Tienden a formar agregados grandes y firmes. Los
grupos texturales son: arcilla, arcilla limosa, arcilla arenosa y limo. Presentan alta
capacidad de retención de agua y nutrimentos, particularmente si contienen arcillas de
tipo 2:1 (montmorillonita o illita). Estos suelos normalmente son los de más alta
fertilidad natural. Sin embargo, deben manejarse con precaución, pues se compactan
fácilmente cuando se labran o cultivan en condiciones húmedas. Cuando estos suelos
tienen buenos contenidos de materia orgánica son extraordinariamente productivos y
muy fértiles si se manejan y labran apropiadamente.

7. Niveles de Nutrimentos
Siempre revisar el método de diagnóstico usado para poder interpretar los resultados
correctamente. Cada método tiene sus niveles de interpretación. No todos los métodos
son buenos, por lo que conviene consultar cuáles son los adecuados para cada tipo de
suelo.

Nitrógeno
La dosis de Nitrógeno a aplicar al cultivo se calcula a partir de la siguiente ecuación:

DN = [(MR x Ne)/Ef]. – [(Nm + Ni + Nr + No)]


Donde:

DN= Cantidad o dosis de nitrógeno total que es necesario aplicar, kg/ha


MR= Meta de rendimiento, t/ha
Ne= Cantidad de nitrógeno total extraído por unidad del rendimiento kg/t.
Nm= Nitrógeno mineralizado de la materia orgánica, kg/ha.
Ni = Nitrógeno inorgánico en el perfil del suelo, kg/ha.
Nr= Efecto de cultivo anterior (Nitrógeno mineralizado(+) ó inmovilizado (-) de los
residuos de cultivo anterior), kg/ha.
No= Nitrógeno mineralizado de enmiendas orgánicas, kg/ha.
Ef= Factor de eficiencia de uso del nitrógeno, (0.40 a 0.90).

Fósforo
Para decidir la dosis de aplicación de fósforo al suelo se toma en cuenta primeramente
el nivel de P en el suelo en función del método de análisis utilizado por el laboratorio;
se recomienda Bray para suelos ácidos y Olsen para alcalinos. En el caso de suelos con
problemas de fijación por elevada concentración de aluminio o por una concentración
muy elevada de carbonatos de calcio es recomendable multiplicar la dosis de P por un
factor de 1.2 a 1.5 dependiendo del grado de problema del suelo en cuanto a la
capacidad de fijación del P por el suelo.

Potasio
Para decidir la dosis de K se utilizan los niveles de interpretación en base al cuadro de
requerimientos de K, basado en tipo de cultivo, rendimiento y nivel de K en el suelo.
Para suelos tropicales degradados: Acrisoles, Oxisoles, Cambisoles, Luvisoles y
Arenosoles con CICE menor a 5 Cmol(+)/kg usar un cuadro de interpretación propio
para esos suelos. La definición de la dosis de K depende del cultivo, meta de
rendimiento y del nivel de K en el suelo.

Calcio
La definición de la dosis de Ca a aplicar el suelo como nutriente para el cultivo depende
más bien del cultivo y de la relación con otros cationes del suelo como es la presencia
de sodio, la cantidad de K y Mg y la saturación de Ca en la CIC. En el caso de este
nutriente se suele aplicar independientemente de que su nivel en el suelo sea alto para
fines de darle calidad al fruto o producto de cosecha. Cuando se usa nitrato de calcio al
suelo la dosis de Ca que se suele aplicar a cultivos de hortalizas va en el orden de 20 a
50 kg de Ca/ha. También se suele aplicar al fruto directamente en forma de aspersión,
cuando el fruto así lo demanda como es en el caso de sandias, manzanas, duraznos y al
follaje en cultivos tales como: lechuga, crucíferas y otros cultivos.

Magnesio
Cuando se tiene un nivel de Mg en el suelo de menos de 150 ppm es recomendable
adicionarlo en la forma de Sulfato doble de Potasio y Magnesio o bien sulfato de
magnesio o sal Epson. Cuando se usa la vía foliar se recomienda usar sulfato o nitrato
de magnesio. Cuando se encala es muy recomendable agregar cal dolomitizada en lugar
de cal sola, en particular si el % de saturación de Mg es menor de 15.

Hierro
La interpretación de los niveles de Fe-DTPA en el suelo se encuentran en el Manual de
Interpretación. Se recomienda suministrar el Fe al cultivo por la vía foliar cuando así lo
requiere.
Zinc
La definición de la dosis a aplicar al suelo de este elemento dependerá del pH del suelo
y del nivel de Zn en el mismo, tal como se indica detalladamente en el manual de
interpretación.

Manganeso
La definición de la dosis a aplicar al suelo de este elemento dependerá del pH del suelo
y del nivel de Mn en el mismo, tal como se indica en el cuadro correspondiente del
Manual mencionado.

Cobre
La definición de la dosis a aplicar al suelo de este elemento dependerá del nivel de Cu
en el suelo y de la forma de aplicación. En aplicaciones al suelo la dosis de Cu suele ir
desde 1 hasta 15 kg de Cu/ha dependiendo de si se aplica en banda o al boleo. También
se pueden hacer aplicaciones foliares en cuyo caso las dosis son mucho menores.

Boro
El boro se aplica cuando el nivel de este elemento es muy bajo tal como se indica en el
manual. Se debe tener especial precaución con este elemento, pues la dosis el nivel de
deficiencia esta muy cercano al nivel de toxicidad.

Interpretación
de los Análisis de Agua para Uso Agrícola
1. Verificación de los resultados del análisis del laboratorio

a) La suma de cationes debe ser aproximadamente igual a la suma de aniones.


b) La CE expresada en dS/m multiplicada por 10 debe ser aproximadamente igual a la
suma de cationes o de aniones
c) Si se reporta un pH mayor de 8.2 debe haber presencia del anión carbonato (CO3),
de lo contrario. Si el pH es menor de 8.2, la concentración de CO3 debe ser igual a
cero.

2. Salinidad del agua

Al igual que en el extracto de saturación la salinidad se mide a través de la


Conductividad Eléctrica (CE) y es expresada en unidades de dS/m (Anteriormente
mmhos/cm). Ambas unidades tienen las mismas dimensiones.

a) < 0.4 dS/m Agua muy baja en sales, excelente calidad.


b) 0.4-0.8 dS/m Agua baja en sales, buena calidad.
c) 0.8-1.2 dS/m Agua moderadamente salina, aún de razonable calidad.
d) 1.2-2.2 dS/m Agua salina, calidad cuestionable, dependiendo del tipo de sales.
e) 2.2-3.0 dS/m Agua muy salina, su uso depende del tipo de sales que tiene.
f) 3.0-4.0 dS/m Agua altamente salina, podría usarse en cultivos muy tolerantes
dependiendo del cultivo, tipo de sales y del sistema de riego.
g) > 4.0 dS/m Extremadamente salina. Su uso es muy improbable en la
agricultura, aunque en situaciones extremas se podría utilizar si no es clorurada o
bicarbonatada sódica, y en función del cultivo.

La salinidad se debe manejar mediante una fracción de lavado en cada riego, para
mantener el equilibrio salino en el suelo y evitar su salinización. En todo caso la
interpretación depende el cultivo a establecer. Cada uno tiene su umbral y en cada uno
la salinidad tiene un efecto diferente e incluso a nivel de variedad o patrón en el caso de
injertos.

2. Sodicidad, expresada a través de la Relación de Adsorción de Sodio (RAS)


RAS=[Na/(Ca+Mg)/2)1/2 o del RASaj

a) < 2.0 Agua muy baja en sodio, condición ideal.


b) 2.1- 3.0 Agua baja en sodio, condición adecuada aún.
c) 3.1- 6.0 Agua moderadamente sódica, se requieren realizar aplicaciones eventuales
de yeso al suelo.
d) 6.1- 9.0 Agua Sódica, se requieren aplicaciones periódicas de yeso al suelo.
e) > 9.1 Agua con problemas severos de sodio. Imprescindibles aplicaciones
frecuentes de yeso al suelo.

3. Presencia de iones específicos

Bicarbonatos (HCO3), expresado en meq/l

a) < 2.0 Muy baja en bicarbonatos, condición ideal.


b) 2.1-4.0 Baja en bicarbonatos, es manejable aún.
c) 4.1-8.0 Problemas moderados en bicarbonatos. Recomendable uso de ácidos
para neutralizar HCO3 en sistemas de goteo. Posibles problemas con su uso en riego por
aspersión, pues el ion HCO3 entra por las hojas y causa toxicidad al cultivo.
Recomendable uso de ácidos para neutralizar HCO3 en sistemas de riego por goteo.
d) 8.1-12 Alta en bicarbonatos, cuidado con taponamiento de emisores en caso de
haber concentraciones importantes de calcio en el agua. Recomendable uso de ácidos
para neutralizar HCO3 en sistemas de goteo.
e) > 12 Muy alta en bicarbonatos. Tener cuidado con taponamiento de emisores en
caso de tener concentraciones importantes de calcio en el agua. Recomendable uso de
ácidos para neutralizar HCO3 en riego por goteo.

3.2 Cloro, expresado en meq/l

a) < 3 Sin problema alguno. Condición ideal.


b) 3-5 Moderadamente baja, sin problema para el cultivo en sistemas de riego
por gravedad o goteo. Precauciones con riego por aspersión en algunos frutales.
c) 6-10 Alta en Cloro, precauciones con cultivos sensibles a este anión.
d) 11-15 Muy Alta en Cloro, precauciones con la mayoría de los cultivos, situación
manejable con un buen manejo de la fracción de lavado e incrementando la
concentración de nitratos en la solución del suelo.
e) > 15 Extremadamente Alta en Cloro, no es recomendable su uso en agricultura.
Boro, expresado en ppm

B, ppm
a) <0.2 Agua de muy buena calidad
b) 0.3-0.4 Agua de buena calidad
c) 0.5-0.7 Agua moderadamente alta en B. Los cultivos muy sensibles se pueden
afectar.
d) 0.8-1.0 Agua alta en B. Los cultivos sensibles se pueden ver perjudicados
e) 1.1-2.0 Agua muy alta en B. Solo se pueden cultivar cultivos moderadamente
tolerantes.
f) 2.1-4.0 Agua extremadamente alta en B. Solo algunos pocos cultivos se
pueden cultivar con esta agua. En general su uso para agricultura esta
muy restringido.
f) > 4.1 Agua extremadamente alta en B. No es recomendable su uso en la
agricultura.

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