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©

Mark Seem
A.H.A.
Asoc. Hispanoamericana de Acupuntura
Traducción: José Aguado
Producción:
Mandala ediciones, 2005
c/ Tarragona, 23
28045 Madrid (España)
Tel.: +34 914 678 528
www mandalaediciones.com
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I.S.B.N. 84-96439-34-8
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Impresión: Publidisa
en papel ecológico
Prefacio
El control del dolor por medio de la acupuntura debería formar parte del
entrenamiento de todo estudiante de acupuntura y el público, a la larga, estaría
de acuerdo en asumir, como hace, que los acupuntores tienen gran eficacia en el
tratamiento del dolor y diversas disfunciones. La American Medical Association
considera la acupuntura como una terapia adecuada y colateral para el control
del dolor. El tratamiento de dolores crónicos y recurrentes se ha analizado en la
literatura médica como uno de los cuidados sanitarios más urgentes y costosos.

Muchos acupuntores admiten abiertamente que, aunque pueden tratar el dolor


agudo con eficacia y rapidez, el tratamiento del dolor crónico suele fallar de un
modo significativo, cuando se utiliza la metodología habitual de acupuntura.
Cuando enseñaba en diversas escuelas y daba conferencias en la costa occidental
de Inglaterra, una de las preguntas más frecuentes que se me hacían estaba
relacionada con el tratamiento del dolor crónico y me sorprendió la falta de
entrenamiento que había en este ámbito en la mayoría de las escuelas
occidentales de acupuntura.

Esto empezó a ocurrir incluso en la escuela que yo fundé y todavía dirijo: la


TriState Institute of Traditional Chinese Acunpuncture. Hace algunos años, hice
una supervisión clínica normal de mis alumnos. Por entonces, estaba
dedicándome a mi trabajo para el National Council of Acupuncture Schools and
Colleges (NCASC) y la National Commission for the Certification of
Acupuncturist (NCCA). El jefe de clínica en quien yo delegué mis obligaciones
acababa de volver de un largo viaje de preparación de postgraduado en la
República Popular China. Por tanto, yo creí ingenuamente que dejaba en buenas
manos a nuestros internos clínicos de tercer año. Sin embargo, me dediqué
personalmente a hacer la supervisión clínica cada tres meses, con el fin de poder
comprobar personalmente la evolución de nuestros estudiantes internos.

En mi primera supervisión de este tipo, empecé a sentirme incómodo. Algunos


internos dijeron que querían verme en la zona de conferencia, para analizar los
pacientes que estaban tratando. Como de costumbre, me dieron una explicación
detallada de lo que sufrían los pacientes y su diagnosis de acupuntura y plan de
tratamiento que querían que yo aprobase. Por un lado, todos ellos parecían
verdaderos profesionales; pero, por otro, me preocupó lo que yo estaba viendo.
Durante pocas horas al día, empecé a decir a los estudiantes que hasta que viese
a los pacientes personalmente, no tenía ninguna idea de sus diagnósticos y plan
de tratamiento adecuado.

Entonces empecé a ir por los cubículos de tratamiento, uno tras otro, estudiando
a los pacientes. Me di cuenta de que nuestros estudiantes no tenía ninguna idea
de cómo tocar los cuerpos de sus pacientes para comprobar directamente el
estado de su sistema de meridianos. Mientras yo diagnosticaba y trataba,
basándome sobre todo en la palpación de los puntos estratégicos de acupuntura y
meridianos, para determinar dónde se estancaba el qi, estos estudiantes se
limitaban a palpar el curso de la arteria radial, mirar la lengua y hacer preguntas,
sin tocar para nada más el cuerpo de sus pacientes. Me asombré y dediqué un
rato a comprobar que la falta estaba en la TCM, la perspectiva de medicina
interna herbal que nuestro supervisor había traído del PRC, de una forma general
y sin ningún sentido crítico.

Al principio, me irrité por la gran influencia que tenía la TCM en la acupuntura


de Estados Unidos. Durante los últimos ocho años aproximadamente, este tipo
de acupuntura se había insinuado en el currículum de todas las escuelas de
acupuntura y había servido de punto central del examen de la NCCA. Creo que
este estilo ignora la complejidad del sistema de meridianos de acupuntura, que es
la base de la acupuntura francesa que yo había estudiado en principio y, a la vez,
pretendía enseñar a mis estudiantes. En mi experiencia, cuando ya se ha tenido
demasiada influencia de la acupuntura TCM, con su lógica temeraria,
abstracciones fáciles y sus combinaciones repetitivas de puntos, aún más fáciles,
la búsqueda de los meridianos con las manos parece de inferior categoría.

Según iba yo aclarando mis ideas sobre el tema y ampliando mi experiencia en


acupuntura, tuve cada vez más claro que la utilización de las manos, dando
importancia a la palpación de zonas contraídas del cuerpo, es fundamental en la
práctica de la acupuntura de meridianos. Entonces recomendé con insistencia a
mi facultad recurrir a Kiiko Matsumoto, aunque algunos se opusieron
enérgicamente. Kiiko Matsumoto es uno de los principales maestros de
acupuntura de meridianos japonesa de Estados Unidos. Había estado
enseñándonos en talleres de fin de semana; pero ahora yo quería hacerla
supervisora clínica habitual. El criterio de la facultad sobre este plan fue que
podría confundir a los estudiantes, al presentarles otro sistema. Este grupo pensó
que la TCM debía ser el punto central de nuestro currículum. Yo argumenté, sin
embargo, que la acupuntura meridiana japonesa de Kiiko introduciría en nuestro
entrenamiento un pragmatismo clínico que no tenía la TCM. También
demostraría a nuestros estudiantes que hay muchas opciones diferentes para
tratar desde la perspectiva de la acupuntura meridiana y que la palpación es
básica en ese sistema.

Después de varios años de este modo, volví a la facultad clínica con una base
regular y, después de recibir a otros supervisores veteranos preparados en otros
estilos de acupuntura, se me fue pasando la irritación que tenía contra la
acupuntura TCM. En un ambiente menos apasionado, pude continuar realizando
mi análisis de la acupuntura basada en los meridianos y considerando la
diferencia que tenía con la TCM. Seguí estudiando y practicando los sistemas de
acupuntura meridiana francés, vietnamita y japonés, y los integré con la
investigación y la práctica occidentales de los puntos gatillo. De este modo, he
desarrollado mi propio estilo de acupuntura, que da importancia a la liberación
inmediata de zonas de constricción palpable, utilizando una combinación de
puntos distales seleccionada basándose en la teoría meridiana y puntos locales
seleccionados mediante el tacto.

Durante los últimos años, mi misión, tanto para mí mismo como para mi escuela,
ha quedado clara. Quiero demostrar el poder que tiene la acupuntura como
terapia y, especialmente, para situaciones de dolor recurrente y crónico, cuando
se practica desde su propia perspectiva basada en los meridianos. Donde la
acupuntura TCM consideraba al cuerpo palpable y sentido fuera de la
acupuntura, un sistema basado en los meridianos lo pone otra vez en su sitio. En
nuestro ambiente médico moderno, en el que se ha eliminado de la medicina el
tacto y se ha sustituido por pruebas objetivas estériles, pienso que la acupuntura
meridiana puede introducirse y, por tanto, restablecer el tacto igual como
poderosa herramienta de diagnóstico que como metodología terapéutica eficaz y
segura.

Este libro sobre el tratamiento del dolor recurrente y crónico desde una
perspectiva de acupuntura basada en los meridianos ha surgido como
consecuencia de las muchas preguntas que los estudiantes y graduados me han
hecho cuando he presentado demostraciones de mi tratamiento del dolor.
Aunque esas preguntas deberían ser innecesarias para acupuntores bien
preparados, tengo la experiencia de que la posibilidad de tratar con éxito el dolor
crónico no está al alcance de los que no están entrenados en un sistema basado
en los meridianos. El famoso físico Sun Simiao insistía en la necesidad de tratar
los puntos a shi (sensibles) cuando se tratan situaciones de dolor, ya que estos
puntos (y no los de los libros de texto) están donde el qi se ha bloqueado y
estancado.

¿Qué es la acupuntura, sino un tratamiento para regular el flujo de qi por el


sistema meridiano del organismo, liberando bloqueos de la superficie del
cuerpo?

Cuando me enteré, hace algunos años, del trabajo de seminario sobre puntos
gatillo (sensibles) realizado por la Dra. Janet Travell y empecé a estudiarlo, me
di cuenta de que ella había vuelto a descubrir, desde una perspectiva miofascial
occidental en vez de la meridiana oriental, exactamente lo que quería decir Sun
Simiao. En el texto que viene a continuación quiero transmitir el espíritu de este
redescubrimiento de los puntos sensibles y la importancia crucial que puede
tener la acupuntura en el control del dolor.

MDS
Fire Island, NY
Agosto de 1992
Introducción
El punto de acupuntura

En el intento de la medicina tradicional china o TCM de generalizar la medicina


china en un sistema unificado que pueda enseñarse del mismo modo a los
innumerables estudiantes de los nuevos Institutos de Medicina Tradicional China
de toda la República Popular China, la mayoría generaliza también las
situaciones de los puntos de acupuntura con términos científicos y anatómicos
occidentales. En vez de utilizar una vaga definición clásica, como “en una
depresión del ancho de una mano por debajo de la parte de fuera de la rodilla”
los acupuntores chinos TCM, con un ojo puesto en occidente, se fijaron en algo
mucho más riguroso. Al llevar a cabo esta generalización, se basaron los puntos
de acupuntura en las diversas imágenes anatómicas de músculos, nervios, vasos
sanguíneos y huesos tomados de sus atlas anatómicos occidentales. Los mapas
utilizados para la occidentalización mostraban imágenes bien realizadas del
sistema nervioso, el circulatorio, el muscular y el esqueleto, con los puntos de
acupuntura pintados con toda precisión. Al mismo tiempo, los libros de texto de
acupuntura TCM traducidos del chino se inclinaban y siguen inclinándose hacia
la imagen del esqueleto, con sus descripciones precisas de huesos, tendones y
articulaciones. Las localizaciones de la mayoría de los libros de textos TCM
reproducían las situaciones clásicas de los puntos, vagamente definidas, en este
sistema, aparentemente más preciso y científico.

Al observar los diagramas clásicos chinos de la situación de los puntos, no se


ven esos intentos de precisión anatómica. No hay músculos dibujados: ni
siquiera sombras para indicar las configuraciones musculares clave y las
protuberancias de los huesos. Todo lo que aparece en estos dibujos
completamente planos es un circuito general de un meridiano concreto, con un
número concreto de puntos dibujados en cada uno de ellos. Puede parecer que
estos planos primitivos estaban considerados, junto con las vagas descripciones
de la localización de los puntos que los acompañaban en los textos primitivos,
como una mera guía que permitiese al estudiante conocer los circuitos básicos, el
número de puntos y la situación general de los puntos de cada meridiano.
Entonces, se esperaba que el estudiante encontrase un maestro que le enseñase a
palpar la superficie del cuerpo buscando en el circuito de los meridianos hasta
encontrar algo que se notase bajo los dedos e indicase que ese punto concreto
estaba allí. Esta tradición primitiva oral requería una relación íntima maestro-
estudiante y se daba por sentado que gran parte de lo que es esencial para
practicar con éxito la acupuntura había que sentirlo directamente, en vez de
memorizarlo con diagramas y libros.

Este método de localización de los puntos, basado en la experiencia, cambió


espectacularmente cuando se estableció en los textos TCM contemporáneos la
localización anatómica occidental. En estos libros se da la situación de los
puntos como “en el punto medio del pliegue de la fosa poplítea, entre los
tendones del músculo Bíceps-femoris y el semitendinosus” o “a 1,5 cun al lado
del borde inferior del proceso espinoso de la tercera vértebra torácica”.1 Aunque
estas descripciones parecen muy concretas, no establecen en qué músculo
penetra o se incrusta la aguja de acupuntura. Por ejemplo, en el primero de los
casos anteriores, la aguja se inserta en el músculo plantaris, el punto real de
Bl.40, mientras que, en el segundo caso, lo hace en los músculos superficial
paraespinal y erector spinae, que es la situación real muscular de los puntos shu
de la espalda, como el Bl.13. Si optamos por localizar los puntos en una imagen
del esqueleto, la TCM contemporánea aparta a sus estudiantes de acupuntura del
conocimiento del cuerpo que hay que tocar para conocerlo, para orientarlo hacia
el que simplemente hay que medir. De un modo que ahora parece científico, los
estudiantes de acupuntura han aprendido a localizar rápidamente los puntos
medidos con explicaciones exactas de los libros. Naturalmente, tenemos un
problema mayor. La aguja no se inserta “en el punto medio del pliegue de la fosa
poplítea”, entre dos tendones, sino en el músculo plantaris. Tampoco se inserta
“a 1,5 cun al lado del borde inferior del proceso espinoso de la tercera vértebra
torácica”, sino en los músculos superficial paraespinal, erector spinae, a ese
nivel. Las agujas de acupuntura se insertan en tejido sensible muscular y
conjuntivo, no simplemente en los espacios que hay entre los huesos y los
tendones. Cuando una aguja logra crear la celebrada respuesta de qi, que indica
la “llegada de qi”, esta aguja ha producido en realidad una respuesta miofascial,
por la que el músculo que está debajo de la aguja empieza a contraerse y a
agarrarla.

1.– E ssentials of Chinese Acupuncture, Foreing Languages Press, Pekin, 1980,


pp. 187 y 178, respectivamente.

Si la TCM sacó erróneamente la imagen anatómica de la localización de los


puntos de acupuntura, al establecerlas en la figura del esqueleto, es posible que
se deba a que el trabajo que se impuso de establecer localizaciones de puntos
precisas y anatómicas se concibió mal desde el principio. Si, en cambio, hubiese
elegido una imagen anatómica miofascial y se hubiese fijado en lo que iba a
sentir el practicante una vez insertada la aguja (agarrar la aguja), se hubiese visto
obligado a proporcionar un punto de localización de distinta índole. Este tipo de
punto de localización tendría que indicar en qué músculo estaba localizado el
punto y qué debería sentir allí el tejido. En mi opinión, así es como se enseñan
los puntos de localización en Japón, donde la aguja se guía por lo que se siente.

¿Pero esto es, en realidad, tan importante? Creo que sí. Permitid que me remonte
a las fechas en que yo empecé a aprender a poner a los pacientes agujas en los
puntos de acupuntura. Preocupado por la seguridad y deseando tener la mayor
preparación posible en la situación de los puntos de acupuntura y la inserción de
agujas, para lo que mi educación en la filosofía francesa no me preparó nunca,
rogué a otro estudiante, una doctora en medicina, que me ayudase. Le pedí que
sujetase el cuerpo donde yo iba a poner la aguja y me dijese lo que ocurría en
realidad cuando la aguja insertada produjese la característica sensación de
embotamiento, distensión y dolor. Puse la aguja en el punto L.I.4 y noté algo
muy concreto. Pregunté a mi compañera médico qué ocurría en realidad y me
dijo que el músculo había saltado un poco y ahora estaba sujetando la aguja. Por
tanto, yo retuve, a partir de aquel momento, una imagen muscular de lo que yo
hacía cuando ponía agujas en los cuerpos de mis pacientes.

Nuestros maestros del Lincoln Acupuncture Detox, que se prepara-ron en el


Quebec Institute of Acupuncture con Oscar y Mario Wexu en un estilo de
acupuntura muy físico y utilizando las manos, obligaron a los estudiantes a hacer
lo mismo que ellos habían hecho en Montreal. Consistía en dar masaje a cada
paciente durante varios minutos antes de administrar la acupuntura, para liberar
las contracciones musculares y preparar el cuerpo para poner las agujas. Por
tanto, yo aprendí desde el principio a encontrar los puntos de contracción de los
músculos y éstos son los que tratábamos con las agujas con más frecuencia.
Cuando se le ponían las agujas, los músculos temblaban, daban tirones o
saltaban de forma espectacular. Yo podía sentir todo esto con la mano izquierda,
que me habían enseñado a poner en el paciente, poniendo los dedos índice y
anular a los lados del punto donde se colocaba la aguja. Pude comprobar que
este conocimiento de la mano izquierda es algo muy importante en la educación
de la acupuntura y se enseña con facilidad si se basa uno en una imagen
miofascial.
Poco sabía yo, por aquel tiempo, que la mayoría de los acupuntores no
comparten esta imagen miofascial basada en los meridianos de las localizaciones
de los puntos y colocación de agujas. Yo localizaba los puntos y ponía las agujas
bastante bien. Por tanto, ninguno de mis maestros o colegas se cuestionó lo que
yo estaba haciendo. Aunque se les había enseñado un sistema miofascial manual,
los nuevos textos TCM del PRC estaban facilitando localizaciones anatómicas
más concretas, que todos se veían obligados a aprender de memoria. Esta
situación llevó más bien pronto a seguir la localización de puntos de la
acupuntura TCM y a que, poco después, hubiese formularios de puntos en los
Estados Unidos. Muchos, preparados en estilos no-TCM o pre-TCM, como nos
había ocurrido a nosotros en Quebec, empezaron a hablar en un lenguaje TCM
también, a lo que siguieron los exámenes del estado y nacionales.

Posiblemente fuese ésta la razón de que yo diese tanta importancia a la


enseñanza de Kiiko Matsumoto, desde el primer fin de semana que estuvo en mi
escuela. Ella dejó bien claro que no practicaba la acupuntura TCM y, al
observarla, se dedujo fácilmente que la palpación del cuerpo era la base de su
diagnóstico, localización de puntos y tratamiento. Cuando apareció el libro de
Matsumoto y Birch, Hara Diagnosis: Reflections on the Sea, 2 me alegré. Había
un caso muy bien articulado, para ver la acupuntura como una terapia miofascial
del tejido conjuntivo. Según Matsumoto y Birch, cuando se ponen agujas en los
músculos y en el tejido conjuntivo, no se produce solamente una relajación del
cuerpo miofascial, sino que también responde el esqueleto. Además, los
principales sistemas del cuerpo, nervioso, arterial, circulatorio y linfático,
pueden comunicarse todos entre sí con mayor libertad.

Por entonces, los quiroprácticos que estudiaban en mi escuela me manifestaban


con frecuencia su sorpresa porque el tratamiento de los puntos tensos de los
músculos producían una relajación rápida y continua del esqueleto, a veces
incluso más eficaz que el tratamiento quiropráctico. Sus respuestas me hicieron
estudiar los principios de la osteopatía y la medicina física, en seminarios y
publicaciones del Upledger Institute y en las obras de otros osteópatas y
fisioterapeutas. Cada vez estaba más fascinado con los conceptos de la liberación
miofascial de los esquemas del cuerpo. Estaba seguro de que la acupuntura, tal
como yo la entendía, era una poderosa terapia miofascial, en ese sentido. Por
ejemplo, A. T. Still, el fundador de la osteopatía moderna occidental, definía la
osteopatía equivalente de la acupuntura, imaginándola así: “Una imagen normal
de la forma y función ha de verse con el ojo de la mente, o nuestro trabajo nos
condenará”.3
La acupuntura basada en los meridianos o considerada desde un punto de vista
de sistemas de acupuntura pretende algo parecido a lo que la osteopatía de Still.
La acupuntura, concebida así, efectúa una manipulación física del cuerpo, igual
que en la visión y práctica de Still. Esta manipulación física, conseguida
mediante la inserción de agujas en los músculos y el tejido conjuntivo, libera el
flujo normal de sangre, energía y nutrientes, soltando las contracciones
miofasciales y musculares-óseas. La visión de Still de la práctica de la osteopatía
sigue siendo igual de válida cuando se aplica a una práctica miofascial basada en
los meridianos: “Ves la fricción, como un ingeniero; como un filósofo, llegas a la
conclusión de que hay una obstrucción y, como un mecánico, la eliminas”.4 De
este modo, la liberación de la obstrucción miofascial y muscular-ósea para
restablecer el flujo normal con la colocación de agujas de acupuntura es, en
cierto modo, osteopatía de acupuntura.

2.– Matsumoto Kiiko y Birch, Stephen, Hara Diagnosis, Reflections on


the Sea,Paradigm Publications Brookline, MA 1988.

3.– Still, A. T., Osteopathy: Research and Practice, Eastland Press Seattle, 1992,
p. 21.

He elegido este título, intencionadamente espectacular. La acupuntura, desde una


perspectiva de meridianos, es, ante todo, una terapia miofascial y muscular-ósea.
Sin embargo, cataliza los beneficios indirectos añadidos de dicha terapia
miofascial, como es la mejoría de la función interna y la nutrición del organismo.
La investigación médica de tipo occidental, tanto en Asia como en Occidente, ha
demostrado que la acupuntura puede efectuar muchos cambios integrales, estos
cambios pueden justificar, con sistemas biomédicos, cómo influye la acupuntura
en lo que parece ser un problema médico interno. Sin embargo, yo creo que la
acupuntura hace esto, tratando la superficie del cuerpo o su estructura
miofascial.

Cuando se insertan las agujas, se estimulan esquemas permanentes del cuerpo.


Durante los primeros minutos, parece que se ponen más en tensión. Las
sensaciones de vibración, tensión y embotamiento que sienten los pacientes
durante los primeros minutos del tratamiento de acupuntura, pueden deberse
muy bien a la tensión adicional que han introducido las agujas en este esquema
permanente. Según se va produciendo o aumentando esta tensión, se está más
cerca de una relajación final. Este proceso puede llamarse también de
tensión/contratensión.
4.– Ibid, p.25.

Yo creo que las agujas de acupuntura llevan el cuerpo a responder con sus
diversos cambios curativos, ya que nosotros, como acupuntores, influimos, en
primer lugar, en el tejido conjuntivo del cuerpo. La irritación que producen las
agujas hace que responda este tejido y, en mi opinión, es esta respuesta la que
produce todo tipo de cambios diferentes, tanto internos como externos. Incluso
cuando uno quiere hacer los cambios internos más profundos como, por ejemplo,
calmar un sistema nervioso o inmunológico mal regulado en un síndrome de
fatiga crónica, en mi opinión, el acupuntor debe mantenerse pendiente de la
superficie del cuerpo del paciente, en los lugares donde se han puesto las agujas.

No faltarán acupuntores que digan inevitablemente que la comparación de la


acupuntura con la osteopatía o la terapia física degrada el antiguo arte de la
acupuntura. Recomiendo a estos críticos que lean a A. T. Still. Él esperaba que
su osteopatía pudiese tratar la gran mayoría de situaciones humanas, incluidas
las condiciones médicas internas. Sin embargo, insistía constantemente en la
necesidad de ser un buen ingeniero, capaz de detectar cuándo funciona un
sistema con sobrecarga y crea demasiada fricción; un filósofo pragmático, capaz
de pasar desde la fricción al lugar de la obstrucción, y un buen mecánico, capaz
de liberar esta obstrucción. El método de este sistema consistía en la
manipulación física del tejido duro y sensible. Visto desde esta perspectiva, creo
que el método de acupuntura es la inserción de agujas para producir una
respuesta o relajación miofascial.

La etapa siguiente de mi propia evolución de un estilo miofascial de acupuntura


basada en los meridianos fue el encuentro con la obra de la Dra. Janet Travell.
Su trabajo sobre la liberación de puntos gatillo sensibles para tratar el dolor
miofascial y la disfunción es la base de la medicina física moderna y el
tratamiento del dolor por medio de la rehabilitación. Su historia es la de un
pionero que rechazó la sabiduría de su época para contemplar una imagen
completamente diferente de lo que es el dolor. La mayoría de la gente, en la
primera mitad de este siglo, creía que los trastornos dolorosos complejos o
crónicos, que no tenían ningún objetivo o causa orgánicos, eran psicosomáticos y
guardaban más relación con la psicoterapia. Travell estaba convencida de que
eran miofasciales y requerían una terapia física. En este proceso, redescubrió
todo el relato de los puntos sensibles, elaborado de una forma tan elocuente por
Shun simiao en China, hace más de mil años.
Yo pienso que la acupuntura TCM ha perdido de vista esta relación de los nudos
musculares y las restricciones del tejido conjuntivo. En las páginas siguientes,
emparejo la noción de Travell sobre los puntos gatillo y conceptos sacados de la
osteopatía y de la terapia física, con el protocolo de acupuntura que desarrollé
por primera vez en Acunpuncture Imaging.5 En este proceso, articulo una
posible serie de estrategias de tratamiento de acupuntura. Algo más importante:
estoy tratando también de restablecer una perspectiva miofascial para la
acupuntura. Esa perspectiva es, en mi opinión, capaz de transformar la
acupuntura en una terapia poderosa para el tratamiento del dolor, que puede, al
mismo tiempo restablecer el orden en las funciones internas de la mente-cuerpo.

5.–Seem, Mark Acupuncture Imagin, Healing Arts Press, Rochester, VT, 1990.
Parte I: Principios de tratamiento

1. El retorno del cuerpo y la importancia del tacto


Cuando la Dra. Janet Travell accedió a dar una conferencia sobre dolor
miofascial y terapia de puntos gatillo en el Tre-State Institute of Traditional
Chinese Acupuncture, yo me puse loco de contento. Esto ocurrió después de que
mi colega, el Dr. Steven Finando, y yo conociésemos un día a la Dra. Travell, en
su despacho y su casa de Washington, D.C., en el verano de 1991. Le habíamos
enviado antes un papel, escrito por los dos sobre la liberación segmental de
puntos gatillo, basado en la terapia física oriental, la acupuntura y sus propios
conceptos de los puntos gatillo.

A los pocos minutos de entrar en casa de la Dra. Travell, ella se había dado
cuenta de que tengo los antebrazos cortos y de otras consideraciones sobre
músculos y huesos y me llevó a una silla especial que se adaptaba más a mi
cuerpo. Al cabo de un rato, me pidió que me quitase la camisa para indicarnos
cómo observa, trabaja y examina los síndromes de dolor miofascial. Se trataba
de una profesional de primera categoría que intentaba establecer sus puntos “en
mi cuerpo”. La mayor lección que he sacado de mi experiencia con esta notable
mujer fue que la clave del dolor y sus disfunciones complejas no se encuentra en
el conocimiento objetivo y preconcebido del médico, sino, una vez más, en los
propios cuerpos de los pacientes. La Dra. Travell volvió al cuerpo miofascial, el
cuerpo que puede verse, tocarse, palparse y manipularse, al mismo tiempo que
hizo que volviese este cuerpo a un lugar importante de la práctica de la
medicina.

En mayo de 1992 presenté a la Dra. Travell a mis estudiantes y a otros muchos


profesionales que habían venido a escuchar su conferencia y observar su trabajo,
como una persona que, respetuosamente, no había querido condescender con las
creencias utópicas de su tiempo en lo relacionado con el dolor crónico y la
disfunción. Cuando ella empezó su carrera profesional, el dolor crónico, de
naturaleza no orgánica y no producido por lesiones, y sus síntomas
concomitantes de distrés, como fatiga, agitación, insomnio y sus problemas de
funcionamiento visceral, habían quedado fuera del ámbito de la medicina para
mantenerse escondidos bajo la alfombra de la psiquiatría. A finales del siglo
XIX, los pacientes que padecían estos trastornos tan mal definidos estaban
considerados como inapropiados para la sala de espera de un doctor moderno:
había que reservar ese espacio para los “verdaderos enfermos”, los que padecían
alguna enfermedad orgánica que podría ser grave, si no fatal. La medicina
clínica moderna centró su atención en el diagnóstico y cura de enfermedades
orgánicas y no en el alivio del sufrimiento humano. A partir de entonces, el
objetivo de la medicina fue seleccionar a los enfermos que tenían trastornos de
lesiones, distinguiéndolos del número aún mayor que tenían dolencias no-
médicas, que siguen constituyendo todavía del 65 al 80%.

Sin embargo el problema de lo que se podía hacer con estas dolencias llamadas
no médicas y los pacientes que las sufrían seguía sin solucio-narse. Si los habían
despedido con el frívolo argumento de que no había nada médico que funcionase
mal, ¿qué se iban a hacer con su sufrimiento? Si estos signos de distrés no
correspondían a problemas físicos, ¿qué eran y cómo podría arreglárselas el
médico para que estos pacientes dejasen de atestar su sala de espera?

La respuesta es ahora historia. Un médico brillante apareció en el sitio oportuno


y en el momento adecuado con una teoría conveniente que explicaba estas
dolencias en términos psicológicos más que físicos e introdujo una nueva terapia
que prometía ayudar a estos atormentados y atribulados pacientes. Ese médico
fue el joven neurólogo Sigmund Freud y, gracias a sus esfuerzos, toda esta serie
de trastornos crónicos no orgánicos se planteó de nuevo en su recién definida
psiconeurosis. A partir de entonces, esos dolores llegaron a diagnosticarse, cada
vez más, como neuróticos, psicogenéticos y sólo producto de la imaginación. En
mi opinión, la razón de que los médicos estuviesen tan preparados para enviar a
sus pacientes a los que practicaban este nuevo tipo de terapia mental y
considerar a estos pacientes como casos psiquiátricos en vez de físicos era que
ellos no se adaptaban fácilmente a este nuevo modelo de medicina biofísica y
bioquímica.

Al principio del siglo XX, todos los médicos estaban preparados en la creencia
de que, sino había lesiones orgánicas o trastornos sistemáticos, el dolor
recurrente o crónico y sus síntomas concomitantes de distrés eran un problema
psicosomático: los que lo sufrían eran hipocondríacos, pamplineros y cuentistas,
si se negaban a reconocer la naturaleza psicológica de sus trastornos e insistían
en volver al médico para recordarles su situación.

Freud, en su propio estudio de la neurosis histérica escrito con Josef Breuer,1


advirtió que estos pacientes vienen con frecuencia con un millón de dolencias,
desde dolor de cabeza hasta fatiga, como, insomnio e irritación intestinal. Les
aconsejaba con insistencia que estos problemas eran de naturaleza “imaginaria”.
En una nota reveladora, aclara que un neurólogo preparado, como él estaba, para
examinar el cuerpo del paciente no podía dejar de advertir los signos físicos de
estas dolencias y que muchas veces les daban hasta dos sesiones diarias de
masaje y fisioterapia en la clínica de Breuer. Los comentarios posteriores sobre
algunos casos de este estudio demuestran que, mientras fallaba la psicoterapia
seguida por el médico, los pacientes decían que encontraban un alivio
considerable con un fisioterapeuta local. En realidad, el psicoanálisis no ha
demostrado que ayude en estos tipos de trastornos crónicos, ni en los historiales
de los casos de Freud ni en los de los psicoterapeutas que vinieron después. La
mayoría de los psicoterapeutas de hoy día ni siquiera piensan en someter a
tratamiento a los pacientes por estas dolencias.

Marginados a un tipo equivocado de terapeuta, los pacientes que tenían dolores o


disfunciones crónicas han sufrido en silencio durante gran parte del siglo XX.
Algunos han visitado tranquilamente a profesionales “marginales”
(quiroprácticos, homeópatas, osteópatas y curanderos); pero la mayoría acabaron
creyendo que sus problemas estaban todos en su cabeza. O se echan en el diván
del psicoanalista y le cuentan todo o se ponen un corchete en la boca. Éstas eran
las opciones que tenían muchísimas personas que sufrían dolores y disfunciones
crónicos de este tipo, cuando la Dra. Travell empezó a trabajar como médico a
principios de los años 1930.

1.– Freud, Sigmund y Breuer, Josef, Studies in Hysteria, traducido por James
Strachei, Basic Books, Nueva York, 1987.

La Dra. Travell no quiso seguir con estas creencias y esta metodología. Con su
padre, como ejemplo, un médico de medicina general que estaba familiarizado
con algunas formas de medicina física y manipula-ciones, y con su propia
tendencia clara de tomar completamente en serio todo lo que le decía el paciente,
la Dra. Travell llegó a la conclusión de que su trabajo debía consistir en hacer de
detective médico para montar el “rompecabezas miofascial”, cuyas piezas
estaban hechas de experiencias subjetivas de dolor y molestias.2

Por tanto, la Dra. Travell actuó a su propia marcha y a su propio ritmo,


volviendo al cuerpo de sus pacientes y pensando que precisamente allí, en la
carne, era donde estaban las respuestas al dolor que los atormentaba. Era
sencillamente inconcebible para la Dra. Travell que estos problemas fuesen
imaginarios y se propuso descubrir la naturaleza física de estos dolores y
achaques.

Lo que la Dra. Travell descubrió fueron contracciones y zonas sensibles de los


tejidos blandos del cuerpo, que con frecuencia constituían un complejo
miofascial que formaba un esquema cuyos orígenes en el estrés y la tensión
repetitivos había que desenredar para descubrir un plan de tratamiento eficaz.
Gran parte de este desenredo fue el uso del tacto, como clave del reconocimiento
médico. Lo que han olvidado muchos médicos posteriores a Freud y lo que la
Dra. Travell no se ha cansado nunca de enseñar es el simple arte de la
exploración táctil como medio principal para conocer la verdadera naturaleza de
los dolores recurrentes. Esto entra en el ámbito de las dolencias del paciente y
asume que tienen una base en el cuerpo físico. También implica un buen
conocimiento del cuerpo, especialmente de las partes que se pueden palpar
directamente.

2.– Travell. Janet y Simons, David, Myofascial Pain and Dysfunction:


The Trigger Point Manual, Williams and Wilkins, Valtimore, vol. 1, 1992,
prefacio p. XI.

Al devolver al cuerpo el puesto central que tiene en la medicina, la Dra. Travell


restableció también el tacto en su lugar correcto como método principal de
diagnóstico. Las manos del médico estaban consideradas como el mejor
instrumento para dicha investigación física. Finalmente, la Dra. Travell demostró
que la relajación de estas contracciones miofasciales pueden aportar un alivio
significativo y, a veces, la cura de los pacientes que sufren dolores crónicos
recurrentes, bien sea por la aplicación de presión, spray-and-stretch* o inserción
de agujas en los puntos gatillo.

Como acupuntor estadounidense con unos quince años de práctica, he llegado a


darme cuenta de que nosotros también nos movemos algunas veces en esta zona
gris de la medicina. La mayoría de los clientes vienen con dolores crónicos o
recurrentes y una serie vaga de signos de distrés que no han respondido bien, si
lo han hecho en algo, a la biomedicina ortodoxa o a la psicoterapia. La
acupuntura suele ser, con frecuencia, el último recurso de estos pacientes.

Ahora comprendo que una de las cosas más significativas que yo hago es
considerar los síntomas del paciente como reales. Estos síntomas suelen
descubrirse durante el reconocimiento de los puntos sensibles de disparo y la
relajación de estas contracciones físicas da a veces un alivio significativo del
dolor y las dolencias. Yo pensaba que todos los acupuntores trabajaban de un
modo similar y me di cuenta de repente de que muchos acupuntores
occidentales, entrenados según el modelo de la TCM, jamás hacían un
reconocimiento físico de sus pacientes. Es el mismo fenómeno que encontró la
Dra. Travell cuando se juntó por primera vez con prominentes acupuntores
chinos, en los años 1970. Ellos insistían en que conocían exactamente dónde
había que poner las agujas, sin palpar para encontrar el punto, basándose en su
conocimiento anatómico exacto de su situación.

Según tengo entendido, en Oriente, sólo los acupuntores japoneses han


conservado la técnica clásica de tocar para encontrar los puntos sensibles. En la
acupuntura japonesa moderna, tal como yo la entiendo, la palpación es
claramente la principal herramienta de diagnóstico. En Occidente, los
acupuntores franceses se han centrado en el complejo sistema meridiano y el
famoso médico francés-vietnamita, Nguyen Van Nghi, ha asegurado que un gran
número de las dolencias eran de naturaleza “tendinomuscular”.

Ahora descubro que mis inquietudes son paralelas a las de la Dra. Travell y me
veo impulsado a insistir ante mis estudiantes y colegas en la necesidad de hacer
que el tacto y la palpación miofascial recuperen el puesto que tenían en la
diagnosis y el tratamiento, si queremos ayudar en el tratamiento del dolor. Creo
que debemos seguir a la Dra. Travell para que el cuerpo del paciente sea de
nuevo el centro. Esa terapia no es superficial o sintomática en tales condiciones,
sino primaria. Estos problemas se resuelven muchas veces relajando las
contracciones miofasciales y enseñando al paciente a evitar contraerse de nuevo.
El sistema de la acupuntura TCM, que asume que la mayoría de los problemas
son internos y que los desequilibrios zang fu requieren un tratamiento directo
con el zang fu como punto primario, según mi experiencia, no es válido en el
caso de dolor crónico y recurrente ni, por la misma razón, en la mayoría de los
casos de distrés visceral no-orgánico.

Por esta razón, voy a dedicar mis esfuerzos en esta década a reconsiderar,
practicar y enseñar la acupuntura, a la luz de la perspectiva de la Dra. Travell. Yo
creo que los acupuntores chinos originales estaban describiendo las mismas
experiencias subjetivas que Travell. Creo que el sistema meridiano chino era un
mapa miofascial primitivo. Es más, pienso que liberar la circulación de qi por los
meridianos equivale a una relajación miofascial que permite que los sistemas
nervioso, arterial, venoso y linfático circulen con más normalidad. Para mí, el
famoso proverbio de la acupuntura clásica que dice “Donde no hay un flujo
libre, hay dolor” es una descripción de algo idéntico a los puntos gatillo de la
Dra. Travell. Por esta razón, yo creo que los puntos sensibles, a shi, son los
puntos primarios del tratamiento del dolor. En ello coincido con Bob Flaws,
cuando dice:

[La] dispersión del punto a shi indica con frecuencia la diferencia que hay entre
el éxito y el fracaso en el tratamiento del dolor con la acupuntura. Los puntos
nombrados numerados están teóricamente donde el qi y la sangre pueden
ajustarse mejor; pero los puntos a shi son la situación real del bloqueo y el
estancamiento.3

3.– Flaws, Bob, Sticking to the Point, Blue Poppy, Boulder, CO, 1989, p. 109.

Para mí, el desbloqueo del qi mediante la acupuntura equivale a la relajación


miofascial y los circuitos meridianos son una red compuesta de posibles
circuitos para la manifestación del dolor. Yo creo que el sistema meridiano,
articulado a lo largo de miles de años de observación china del sufrimiento
humano y las imágenes somáticas que estos meridianos pueden conjurar, deben
guiar la investigación y el tratamiento miofasciales. También creo que la
acupuntura clásica y la moderna perspectiva miofascial tienen mucho que
ofrecerse la una a la otra. Mi deseo es que el análisis que viene a continuación
facilite esa fusión.

2. Vuelta a los puntos sensibles


Las enseñanzas clásicas de acupuntura establecen, una vez más, que siempre que
hay dolor hay una falta de flujo libre y que, si hay un flujo libre, no hay dolor.
Éste es el significado de los puntos a shi o sensibles de la acupuntura china. Hay
lugares donde no hay un flujo libre normal y sano.

Yo creo que este principio simple significa que, cuando se buscan puntos locales
que corresponden a los síntomas de dolor y disfunción de un paciente, los
acupuntores tienen que empezar por descubrir cuáles son los circuitos
meridianos afectados. Después, deben sentir a lo largo de estos circuitos, para
encontrar los puntos sensibles contraídos. Cuando el paciente grita ¡“Ay”! ya lo
tienes: es el punto a shi, donde hay que poner la aguja para dispersar el bloqueo
y liberar la circulación en esa zona.

En las discusiones de acupuntura, se oye con frecuencia que tal o cual maestro
dijo que los grandes acupuntores utilizan pocas agujas. Esto se interpreta con
frecuencia como que para hacer el mejor tratamiento basta con una o dos agujas;
pero el gran acupuntor francés-vietmanita, Nguyen Van Nghi interpreta este
principio clásico de un modo diferente.

+Según Van Nghi, ningún buen acupuntor utiliza dos puntos cuando puede
utilizar uno. Con esto quiere decir que, cuando se trata el dolor, en vez de tratar
el punto del libro de texto más cercano al dolor de paciente, así como el
verdadero punto sensible a shi, se debe poner la aguja en el auténtico punto a
shi. También dice Van Nghi que un gran profesional confía en su sentido del
tacto y pone agujas en un solo punto (el punto sensible encontrado por palpación
y confirmado por la respuesta subjetiva del paciente). Sin embargo, en un caso
complejo, puede haber 20 o más de estos puntos sensibles. En cada caso, el buen
profesional utiliza un solo punto para cada lugar y con esto me refiero al punto
sensible a shi, no al del libro de texto.

Como esto es lo contrario de lo que hacen la mayoría de los acupuntores


Occidentales, para apreciar la importancia de los puntos sensibles en el
tratamiento del dolor crónico y recurrente es necesario revisar la noción de
puntos sensibles desde diversas perspectivas o puntos de vista teóricos.

Puntos a shi

Como hemos dicho antes, un punto a shi, tal como se describe en la acupuntura
china, es cualquier punto donde, al palparlo, el paciente manifiesta dolor y
molestia como respuesta a la presión. Los puntos a shi se tratan tradicionalmente
con técnicas de dispersión con agujas, mosibustión, acupresión profunda,
ventosas o gua sha (frotar con el borde de una cuchara de cerámica).

Kori

En la acupuntura japonesa, kori es un término general que se utiliza para


describir áreas del cuerpo donde hay rigidez, contracción o dolencia. Procede de
la acupuntura moderna, llamada científica en Japón. El kori se define como una
contracción miofascial tensa que puede producir o no dolencia cuando se
presiona; pero puede sentirla claramente el médico como una contracción entre
sus propios dedos. Algunos textos japoneses describen más de una docena de
formas y texturas diferentes de kori y todos ellos constituyen distintos tipos de
contracción miofascial. En la acupuntura japonesa, estos puntos se liberan
poniendo directamente la aguja en la resistencia que señala la presencia del kori
o por distintas estrategias distales.

Kiiko Matsumoto llama a esta cualidad densa de la constricción miofascial


“goma”. Con esto quiere dar a entender que esas contracciones o kori son como
una goma de borrar de un lapicero. Se inserta la aguja hasta que se siente esta
sensación de goma. Entonces se deja la aguja durante diez o veinte minutos.
Algunas veces, los practicantes japoneses utilizan agujas intradérmicas al mismo
tiempo o en vez de otras más profundas. Estas intradérmicas se insertan
horizontalmente, por debajo de la piel, directamente en los puntos kori y se dejan
durante unos tres días aproximadamente. Los kori se tratan también mediante la
aplicación de múltiples repeticiones de hebra moxa* directamente sobre su sitio.

La moderna acupuntura científica japonesa, el estilo que ha domina-do la


acupuntura japonesa durante los últimos cincuenta años, mantiene que, cuando
aparecen kori en los músculos y fascias, bloquean esa zona y se paralizan los
cuatro sistemas circulatorios del cuerpo: drenaje linfático, circulación venosa,
circulación arterial y conductos nerviosos. Cuando se bloquean estos sistemas,
no sólo hay dolor y molestias, sino que también alteran las funciones de
regulación interna e inmunológicas. Muchas tradiciones occidentales de masaje
y tejido profundo, como Rolfing, hablan de un modo parecido del efecto
destructivo que tienen en las funciones internas las contracciones tensas de los
músculos y el tejido conjuntivo, la fábrica de la vida.

Puntos gatillo

Travell y Simons definen un punto de disparo como un foco de hiperirritabilidad


de un tejido que, cuando se comprime, está sensible. Si es lo suficientemente
sensible, ese punto de disparo puede producir dolor y ablandamiento y, algunas
veces, hasta fenómenos autonómicos y trastornos de propioception*. Travell y
Simons identifican varios tipos de puntos gatillo. Entre ellos, los hay
miofasciales, cutáneos, fasciales, ligamentosos y periósteos.1

Travell enseña que todos los adultos tienen virtualmente muchos puntos gatillo
latentes, esperando su activación. Estas contracciones latentes pueden activarse,
si un músculo se mantiene en una posición corta durante un período prolongado,
como durante el sueño o en una intervención quirúrgica. También pueden
activarse si el tejido donde se encuentran se contrae repetidas veces
manteniéndolo durante largos períodos de tiempo en la misma posición, como
cuando se escribe a máquina o se sujeta un teléfono en un lado.

1.–Travell, Janet y Simon, David, Myofascial Pain and Dysfunction: The


Trigger Point Manual, Williams and Wilkins, Valtimore, vol. 1, 1983, p. 4.

Es más, también pueden activarse con facilidad cuando se enfrían con una
corriente, aire acondicionado o algo similar, sobre todo si esta persona está
cansada o sometida a la rigidez que sigue al ejercicio. Estos puntos sensibles
latentes pueden activarse también con una enfermedad vírica. Este último caso
ayuda a explicar muchas dolencias y dolores que se sufren con la gripe y con
enfermedades víricas crónicas, como el síndrome crónico de fatiga (CFS) y el
síndrome post-polio.

Cuando se activa un punto de disparo, el cuerpo suele “ponerse en guardia”


limitando el movimiento para evitar que se produzca el dolor. Estos hábitos de
autodefensa producen episodios recurrentes y crónicos de un dolor más lento que
agudo. Todo esto va acompañado de rigidez y una disfunción general de los
músculos implicados. A la larga, estos músculos se debilitan y hasta se atrofian y
el paciente suele manifestar dificultad para algunos movimientos, como abrir
una botella o echarse hacia atrás para abrocharse un sujetador.

En cuanto a la relación que hay entre los puntos de acupuntura clásica, tal como
figuran en los libros de texto, y los puntos gatillo, Travell y Simons la aclaran de
este modo:

A diferencia de los puntos de acupuntura clásicos, nosotros no consideramos los


TP (puntos gatillo) publicados como puntos inmutables, sino como una guía para
empezar a buscar. Todo músculo puede desarrollar TPs y muchos músculos
tienen varios. En las ilustraciones que se publican solamente aparecen las
localizaciones más comunes de TP; pero cada músculo puede tenerlos en otra
situación. Los TP de un músculo dado pueden variar de una persona a otra y no
son idénticos en dos personas distintas.2

Si mi opinión sobre los diagramas planos de la acupuntura clásica china es


correcta, significa, como indican las ilustraciones publicadas por Travell and
Simons, que son una guía para empezar a buscar. Y, si esto es correcto,
entonces, Travell and Simons y sus colegas han redescubierto el mismo
fenómeno miofascial descubierto por los antiguos acupuntores que establecieron
los primeros diagramas y descripciones de puntos y sus localizaciones.

2.– Ibid, p.20.

De todo esto, lo más sorprendente e importante es que Travell lo hizo sin tener
ningún conocimiento de la teoría de la acupuntura china, como el yin y el yang,
las cinco fases o los meridianos. En cambio, descubrió estos fenómenos de los
puntos sensibles, basándose en imágenes de los músculos y fascias de la
medicina occidental. Creo que, si los anatomistas de la TCM hubiesen
seleccionado estas mismas imágenes miofasciales para basar en ellas los puntos
de acupuntura clásicos, hubiesen llegado a diagramas virtualmente idénticos a
los de los textos y artículos de Travell y Simons. También se hubiesen dado
cuenta de que esas situaciones son aproximadas, y no retratos exactos, y sólo
sirven como punto de partida para sentir las contracciones de los tejidos del
cuerpo.

Los acupuntores japoneses modernos han conservado las imágenes miofasciales


de la anatomía occidental y, por consiguiente, no debe sorprender que su
descripción de los puntos kori sea parecida a la de Travell. Según los japoneses,
hay que tocar estos puntos para localizarlos y aparecen como una tensión del
tejido sensible.

Las descripciones normales TCM de los puntos a shi, que yo conozco bien, no
incluyen, en cambio, ese análisis de tensiones palpables, sino sólo molestias al
presionar.

Más allá de la acupuntura TCM, en el PRC

Ahora que la exploración y la expresión individuales está permitidas de nuevo en


la República Popular China, están empezando a aflorar varios estilos de
acupuntura no TCM. Algunos ejemplos de estos estilos de acupuntura china no-
TCM figuran en Essentials of Contemporary Chinese Acupuncturist’ Clinical
Experiences.

Un ejemplo importante del estilo de acupuntura china no-TCM que figura en


este libro se basa en la experiencia clínica del Dr. Xi Xiongjiang, del Shanghai
College of Traditional Chinese Medicine. Según su experiencia en el tratamiento
de la artritis reumatoide, por ejemplo, sus puntos principales son todos locales y
a muchos de ellos se les ponen las agujas en una sesión. Es más, el Dr. Xi
describe esta enfermedad como una “deficiencia de constitución y exceso de
síntomas”. Esto confirma y corrobora un principio de tratamiento básico de la
acupuntura basada en los meridianos que analizaremos más adelante.

En el protocolo de tratamiento del Dr. Xi, se debe tonificar y reforzar la


constitución o raíz (deficiencia yin en el zang fu) y dispersar el exceso yang local
de las articulaciones dolorosas. El Dr. Xi insiste en la palpación de la superficie
del cuerpo, especialmente para buscar puntos sensibles y dolorosos desde el mu
frontal, el shu dorsal y el Hua Tuo jia ji. En términos de anatomía miofascial,
esto significa que deben buscarse los puntos sensibles de los músculos rectus
abdominis, erector spinae y multifidi, respectivamente. También busca las
manifestaciones anormales o dolorosas de los siguientes grupos importantes de
puntos de acupuntura distal: puntos fuente yuan, puntos de apertura xi y puntos
de conexión luo, todos ellos situados en las extremidades. Mientras que la
mayoría de los practicantes TCM seleccionan sus puntos con fórmulas y los
localizan por los libros de texto, el Dr. Xi sigue el procedimiento utilizado por
los que practican lo que Bob Flaws llama “acupuntura de acupuntor”. El Dr. Xi
insiste en que “esos puntos dolorosos y sensibles, nodos subcutáneos,
tuberosidad y depresión de los tejidos sensibles y demás manifestaciones
anormales que se encuentran con la palpación pueden servir de referencia para la
diagnosis y también como base para la selección de los puntos de acupuntura”.3

Es posible que la excepción más significativa de todos los acupuntores modernos


PRC, cuyos historiales figuran en esta misma antología, sea el trabajo del Dr.
Guo Xiaozong, del Acupuncture Institute of the China Academy of Traditional
Chinese Medicine.4 El Dr. Guo ha desarrollado una teoría de “puntos efectivos”.
Los clasifica como puntos benignos, positivos y negativos. Los benignos son los
que, al presionar, alivian síntomas. Por ejemplo, si se aplica presión al punto T.
H. 9, puede aliviarse la migraña. Los puntos positivos, son lugares donde hay
dolor, tensión y nódulos, del mismo modo que dolencias fuertes,
adormecimiento, hipersensibilidad de la piel y erupciones cutáneas. Éstos
indican que la enfermedad es más superficial o está mejorando. Los puntos
negativos son parecidos a los benignos y se encuentran basándose en la teoría de
distribución de los meridianos de acupuntura. Según esto, si se encuentra un
punto positivo en Bl. 21, el punto shu posterior del órgano del estómago, hay que
buscar a lo largo del meridiano del estómago un lugar, como el St. 36, que,
cuando se presiona en él, alivia el dolor del punto positivo o, en este caso, Bl.
21. En esta ocasión, St. 36 es el punto negativo.

3.– Essentials of Contemporary Chinese Acupuncturists’ Clinical


Experiences, Chen Youbang and Deng Liangyue chief editors; Zhang Kai, chief
English editor; Foreing Languajes Press, Pekín, 1989, p. 526-527.

El Dr. Guo dice que estos tres tipos de puntos se pueden encontrar en estado
agudo de disfunción. En la etapa de revisión, suelen encontrarse puntos
negativos y positivos. Los puntos más comunes para poner la agujas en este
sistema son los distales, benignos, que alivian los síntomas locales, y los
negativos, que alivia los puntos sensibles locales positivos. El Dr. Guo dice que
los puntos efectivos son diferentes de los puntos meridianos; pero insiste en su
importancia para el tratamiento clínico. Su procedimiento es muy parecido a los
estilos japoneses que enseña Kiiko Matsumoto, donde los puntos distales que
alivian contracciones locales concretas y sensibles, están seleccionados muchas
veces entre los propios puntos sensibles locales.

Tenemos que advertir aquí que, lo mismo que en la forma local de tratar los
puntos sensibles, la clave consiste en estar seguro de que las contracciones
locales (el dolor, la tensión, los nudos, es decir el atasco de qi) se desactivan.

El Dr. Guo sigue enumerando siete tipos de distribución de estos puntos


efectivos: tres, basándose en consideraciones anatómicas occidentales, y cuatro,
arraigados en la metodología de selección de puntos de la acupuntura clásica.
Las tres consideraciones anatómicas que influyen en la localización de estos
puntos efectivos son:

1.– Distribución, rodeando las ramificaciones de los vasos sanguíneos (L.I. 4,


Lu. 3 y Lu. 4).

2.– Distribución alrededor del neuroplexus y tronco nervioso, de donde viene la


importancia de los puntos paravertebrales Hua Tuo jia ji, situados en los
músculos multifidi profundos que van a ambos lados de la espina.

3.– Distribución en los diversos grupos de músculos, como, por ejemplo, en el


deltoides, como puntos gatillo de Travell.

4.– Ibid, p. 521-523.


Estos descubrimientos concuerdan tanto con la acupuntura moderna científica y
la empírica de Japón, como con los puntos gatillo de Travell. Los cuatro métodos
de búsqueda y selección de puntos efectivos son una derivación de los métodos
de acupuntura clásica de arriba/abajo, derecha/izquierda, delante/detrás y
dentro/fuera. En la formulación clásica de la selección de puntos de tratamiento
efectivo, se empieza buscando puntos de la parte inferior del cuerpo para tratar
problemas de la parte superior y viceversa. Por ejemplo, se trata la parte
posterior de la rodilla para curar un dolor de la parte posterior del cuello y de la
cabeza. Los acupuntores franceses han adoptado también este método para la
selección de puntos de los grandes meridianos superior/inferior de la misma
polaridad ( tai yang, shao yang, yang ming, shao yin, jue yin y tai yin). De este
modo, por ejemplo, se pueden tratar en el pie puntos del meridiano tai yang de la
vejiga, para curar problemas de la zona tai yang, de la mano. Siguiendo
concretamente esta idea, se podría tratar Bl. 58 y 59, si están sensibles, para
aliviar un dolor del omóplato cerca de S.I. 10-14.

Después, se buscan los puntos del lado derecho del cuerpo, que corresponden a
zonas perturbadas del lado izquierdo y viceversa. Esto se basa en la idea de que,
cuando un lado del cuerpo no funciona bien, hay en el lado opuesto una zona de
estancamiento de qi que, al ponerle las agujas, alivia el problema. Por ejemplo,
se puede poner la aguja en un punto sensible, cerca de L.I. 10, en el lado
derecho, para un caso de codo de tenista en el lado izquierdo.

El tercer método para seleccionar los puntos efectivos es el de delante/detrás,


que dice que, igual que en el caso de derecha/izquierda antes mencionado, se
puede esperar descubrir puntos efectivos sensibles y contraídos en la parte
frontal del cuerpo, exactamente delante de las zonas perturbadas de la parte de
atrás y viceversa. Por tanto, si se tiene dolor de pecho en la zona del músculo
pectoral, cerca de Lu. 1 a Sp.20, en un paciente asmático, se puede encontrar
exactamente detrás, cerca de Bl. 14-43, un punto sensible que, al ponerle la
aguja, alivia la dolencia del pecho.

En cuarto y último lugar, se manifiestan externamente a lo largo de los


meridianos problemas internos de los órganos zang fu y los intestinos y el qi, la
sangre y los fluidos. La palpación a lo largo del meridiano correspondiente, el
meridiano de los pulmones en el caso de una bronquitis, suele llevar a un punto
efectivo que, al ponerle la aguja, mejora la perturbación interna. Este principio
interno/externo es, en mi opinión, el principio supremo de la acupuntura. Yo creo
que confirma que la acupuntura es una terapia externa que se lleva a cabo en la
superficie y puede aliviar no sólo problemas externos, sino también internos.

El Dr. Guo interpreta estos cuatro métodos de un modo similar. Busca una
distribución simétrica de la izquierda y la derecha y de la parte de arriba y la de
abajo del cuerpo, una distribución simétrica y cruzada: puntos correspondientes
que están a lo largo de las mismas longitudes, latitudes o correspondencias
hipotéticas cruzadas arriba-izquierda/abajo-derecha. Finalmente, busca su
distribución a lo largo de los meridianos. Espera encontrar puntos en el mismo
meridiano o en el meridiano correspondiente con relación exterior/interior. Por
ejemplo, se pueden encontrar puntos del meridiano del hígado para curar
problemas que están a lo largo del meridiano de la vesícula biliar y viceversa.
También prefiere tratar puntos efectivos que están “cerca de los puntos de
meridiano”.

Me parece que aquí, utilizando la frase oportuna, no da en el clavo. Yo creo que,


cuando se encuentra un punto efectivo por reacción a la palpación, es este punto
efectivo el que hay que tratar con la aguja. Si está cerca de una localización por
libro de texto y un punto de acupuntura, yo mantengo que éste es el punto real,
en este caso, y que se olvide el texto. Las indicaciones japonesas de localización
de puntos se dan con frecuencia de este modo y están basadas en la idea realista
de que los puntos en los que haya que poner agujas deben ser reactivos.

Hay también otro ejemplo interesante de un modo no-TCM de localización de


puntos de acupuntura, en el caso del Dr. Yu Zhongquan, del Chengdu College of
Traditional Chinese Medicine, “considera el uso de meridianos y colaterales
como los vínculos clave para generalizar las indicaciones (de puntos)”5Así es,
en mi opinión, como relacionaban siempre las indicaciones de puntos los textos
clásicos chinos pre-TCM. Los acupuntores franceses y japoneses han venido
haciendo esto en el siglo pasado.

Un último ejemplo de la forma de considerar el punto sensible en la TCM es la


obra del Dr. He Shuhuai, del Beijning College of Traditional Chinese Medicine,
un experto en poner agujas en puntos a shi. 6 El Dr. He insiste en la importancia
de seleccionar los puntos basándose en la localización de los síntomas. Por
ejemplo, seleccionando puntos del meridiano tai yang para curar una jaqueca en
la nuca. En cuanto al tratamiento de acupuntura, el Dr. He cita un concepto
crítico del Ling Shu o Miraculous Pibot, que dice que “en el tratamiento de
acupuntura, es necesario examinar el exceso y la falta de meridianos, en primer
lugar, y después, palpar a lo largo de los meridianos, presionando y agarrando
para conocer su respuesta, y aplicando después el método adecuado de
tratamiento”.7 Sigue diciendo que “para descubrir la localización del dolor, debe
examinarse la sensación de frío y calor y determinar el meridiano afectado”.8

5.– Ibid, p. 265.


6.– Ibid, p. 250-259.
7.– Ibid, p. 252.
8.– Ibid, p. 252.

Colocación de agujas en los puntos sensibles

Lo que se ha dicho anteriormente es una cita de especial interés, toma-da de un


clásico indiscutiblemente auténtico de la acupuntura china, ya que la palpación*
es una técnica de palpación muy importante recomendada por la propia Travell.
Esa palpación snapping* consiste en girar la banda tensa del músculo o fascia
contraídos rápidamente con los dedos en el sitio donde está más sensible (los
puntos gatillo) que produce con frecuencia una respuesta de tensión dolorosa
(LTR). Esto se ve con más claridad hacia el final del músculo, cerca de sus
ligamentos.9

Durante años, cuando yo estaba tratando puntos sensibles a shi basándome en el


protocolo de Van Nghi para excesos del meridiano tendinomuscular, me di
cuenta de que, después de poner agujas superficiales o aplicar acupresión en un
punto sensible, se producía un movimiento ondulante en la zona. Esto me lo
explicaron mis maestros como un movimiento de qi por ese circuito. Tardé
bastante tiempo en darme cuenta de que era una simple ondulación del músculo
al contacto con la aguja.

La técnica de agujas superficiales que he desarrollado para poner agujas en los


puntos sensibles y de disparo, que exploraremos detallada-mente en la parte
segunda, se debe a esta experiencia y a la técnica superficial tendinomuscular de
imposición de agujas en puntos a shi. Yo me limito a localizar los puntos
sensibles de disparo, siguiendo los métodos de Travell, de tal modo que puedo
insertar una aguja delgada * a no más de media pulgada de profundidad en la
mayoría de los casos, directamente sobre los puntos gatillo correspondientes. Por
tanto, insinúo la aguja***
El Dr. He resalta la importancia de los puntos a shi e insiste en que pueden
localizarse mediante: a) palpación superficial, sintiendo “substancias de reacción
positiva”, en otra palabra, nódulos, tensiones, etc.

que se pueden palpar, y b) “sensaciones positivas” o dolor, molestia, distensión y


entumecimiento subjetivos locales, por parte de paciente, cuando se comprimen
estos puntos. Según el Dr. He, si la palpación no descubre el punto, se puede
utilizar un aparato de medida que detecta el volumen de la conductividad
eléctrica. El punto que da una conducción eléctrica más elevada debe
considerarse como el punto a shi.

1.– Travell y Simons, op. cit., vol. 1, p. 60.

Una vez más, hay un corolario fascinante sobre el trabajo de Travell. Como los
autores chinos antes mencionados se refieren continuamente a sus
descubrimientos de puntos reactivos y efectivos, considerándolos como nuevos
avances clínicos, uno no puede dejar de preguntarse si acaban de descubrir la
obra de Travell o la literatura japonsa del punto sensible. Aquí está lo que
Travell decía en el volumen uno, que apareció hace unos diez años: “Los que
tienen dificultad para reconocer TPs por palpación, pueden utilizar un
dermómetro o aparato similar para medir la conductividad o la resistencia de la
piel, con el fin de explorar la superficie de la piel y buscar puntos de alta
conductividad (baja resistencia de la piel), que frecuentemente, aunque no
siempre, coinciden con TPs activos”.10

Este análisis de los puntos a shi chinos, kori japoneses y de disparo de Travell
descubre una gran similitud entre los tres conceptos y demuestra que, al menos,
unos pocos clínicos del PRC están volviendo de nuevo a este concepto de
acupuntura basado en el meridiano.

Reforzando la base
Antes he destacado el tratamiento de puntos sensibles o de disparo locales como
el principal fallo metodológico de la acupuntura moderna TCM, tal como se
practica en Occidente. Sin embargo, el tratamiento de esos puntos gatillo, a pesar
de ser la condición sine qua non del tratamiento efectivo, no es completamente
suficiente sin un apoyo adecuado. Yo creo que, como mantiene también Shudo
Denmei, el principio teórico más importante que hay tras la relajación de zonas
locales de estancamiento de qi en la acupuntura basada en los meridianos está en
la frase, muchas veces citada, de Zhu Dan xi. Zhu, conocido también como Zhu
Zhen-heng, fue uno de los cuatro grandes maestros de las dinastías Jin Yuan. Su
famoso proverbio dice: “El yang tiende hacia el exceso; el yin, hacia la
deficiencia”11

10.– Ibid, p. 60.

11.– Denmei, Shudo, Japanese Classical Acupuncture: Introduction to Meridian


Therapy, traducido por Stephen Brown, Eastland Press, Seattle,

Los que practican en Japón la acupuntura meridiana, como Shudo Denmei,


consideran que esto significa que el yang corresponde al sistema de meridianos
y, en especial a los meridianos Yan, mientras que el yin corresponde a los
órganos e intestinos y sus funciones reguladoras respecto al qi, la sangre y los
fluidos. Los japoneses que trabajan desde esta perspectiva teórica palpan los
pulsos chinos en la arteria radial, considerando los impulsos más eficientes para
los órganos-meridianos yin de los pulmones, el hígado, el bazo y los riñones. El
corazón y el protector del corazón no están señalados ni se les ponen agujas en
este sistema. Tras esta afirmación, el punto de tonificación y, a veces, otros
puntos de apoyo reciben agujas cuando se detecta un sistema yin muy deficiente.
El tratamiento precede entonces a la desactivación de las áreas de exceso local
yang, lo que equivale a zonas de constricción de qi.

Aunque esta deficiencia yin corresponde pocas veces a los síntomas del paciente
y sólo puede captarse mediante el pulso, Shudo Denmei aclara que el exceso de
yang suele corresponder de un modo muy estrecho a las dolencias del cliente.
Las zonas de constricción de qi son, en otras palabras, lo que el paciente siente
por su experiencia subjetiva. Los puntos sensibles tensos que se descubren con la
palpación de un hombro frío son de lo que se queja el paciente.

Por otro lado, Van Nghi ha interpretado este mismo principio únicamente en el
contexto de tratamiento tendinomuscular. Etiqueta a los meridianos
tendinomusculares como yang y a los regulares, como yin. Basándose en este
principio, llega a la conclusión de que si el yang (el meridiano tendinomuscular,
en su interpretación) es excesivo, el yin (en meridiano regular correspondiente)
debe ser deficiente o con tendencia a la deficiencia. Recomienda dispersar los
puntos sensibles locales que haya a lo largo del circuito del meridiano
tendinomuscular correspondiente, con inserción de agujas superficiales, mientras
se tonifica el punto de tonificación del meridiano regular.

Yo pienso que la interpretación de Van Nghi es errónea en dos conceptos.


Primero, destaca los meridianos tendinomusculares como los más superficiales y,
por tanto, yang, olvidándose, al parecer, de las doce regiones cutáneas ( tai yang,
shao yang, etc.) como el mapa más superficial del sistema de meridianos. En
segundo lugar, plantea que la deficiencia yin en cuestión se refiere a los
meridianos regulares. Esto contradice la interpretación de Shudo Denmei y con
él, en mi opinión, la mayoría de la medicina oriental, en general, que considera
los órganos zang fu y los intestinos como yin viendo los meridianos en su
conjunto.

Mientras que los tratamientos tendinomusculares de Van Nghi son eficaces para
el dolor agudo, he visto pocas veces que sean suficientes para los dolores y
trastornos recurrentes y crónicos. Debido a su conceptualización, hace el
tratamiento siempre solamente en un circuito meridiano tendinomuscular o los
relacionados con él, sometiendo a tratamiento, por ejemplo, los tres circuitos
yang. En el dolor crónico, hay muchas veces una distribución miotótica mucho
más compleja de los puntos gatillo sensibles, hasta tal punto que una contracción
del omóplato derecho, por ejemplo, puede estar acompañada a veces por dolor y
disfunción de la articulación sacroilíaca y músculos glúteos de las nalgas del
lado derecho o, incluso con más frecuencia, el izquierdo. Los tratamientos
tendinomusculares de Van Nghi no permiten esa compensación miofascial y son,
por tanto, inadecuados algunas veces para el tratamiento del dolor recurrente y
crónico.

Basándose en estas deficiencias observadas en el estilo en que se me preparó a


mí en principio y en mis 15 años de experiencia clínica y docente, he
desarrollado mi propio protocolo para el tratamiento del dolor, que se describe
en la Parte II. Mi protocolo es parecido al de Shudo Denmei, aunque yo llegué a
él antes de familiarizarme con su obra. Esta sincronicidad con un maestro
reconocido de la terapia de meridianos japonesa y su confirmación por él me
convence de que este protocolo representa un ejemplo viable de una práctica de
la acupuntura basada en los meridianos. Ha demostrado que es muy útil para mí,
especialmente en el tratamiento del dolor recurrente y crónico, y es muy fácil de
enseñar a los estudiantes y principiantes.
3. Principios básicos y de tratamiento sintomático
El protocolo de imágenes de acupuntura que he desarrollado ha tenido varias
influencias. Entre ellas están el estudio y la traducción de textos franceses de
acupuntura, en especial los de Soulié de Morant, Chamfrault y Van Nghi, mi
experiencia clínica y los problemas que he encontrado al enseñar la acupuntura
francesa a mis alumnos americanos. Poco a poco he llegado a darme cuenta de
que parte de la información existente sobre acupuntura francesa está
excesivamente intelectualizada.

Perfectamente claras y absolutamente lógicas, las descripciones francesas del


tratamiento de los vasos secundarios, por ejemplo, me parece más puras
interpretaciones de textos chinos que protocolos nacidos del estudio combinado
con la práctica. Algunos profesionales franceses que he tenido la oportunidad de
observar tienen mucha más elegancia para la escritura que para la práctica.
Aunque creo que los franceses dan definitivamente en el blanco al centrar su
acupuntura en imágenes del sistema meridiano y sus interacciones dinámicas,
me da la impresión de que les falta pragmatismo clínico. Me sorprendió de un
modo especial descubrir en la literatura francesa de acupuntura que no hay
análisis críticos de lo que pudiera ser en realidad el concepto de qi. Los franceses
han escrito sobre la circulación del qi, sin cuestionarse nunca en qué consiste ese
movimiento, dónde se produce y qué quiere decir qi. Me parece a mí que esto da
cierto romanticismo al concepto de qi y, con ello, a toda la noción energética de
la acupuntura.

Mi encuentro con Kiiko Matsumoto y las tradiciones japonesas que ella ha


enseñado en mi instituto han llenado, para mí, los vacíos que tiene la perspectiva
francesa de la acupuntura. Kiiko es una pragmática con-sumada que enseña
intervenciones basadas en lo que hace en la práctica clínica. En la enseñanza de
Kiiko, la teoría de la acupuntura clásica está filtrada por una apreciación
claramente miofascial de los soportes de la acupuntura. En vez de enredarse en
un largo cuestionamiento intelectual, Kiiko, como la Dra. Travell, se limita a
subirse las mangas y pedirle al paciente que se eche en la mesa para empezar a
trabajar. Con Kiiko, el reconocimiento físico es la evaluación, pero también es el
principio del tratamiento, y la relajación de una zona de contracción es la
indicación de que el tratamiento está operando. Su ejemplo y mi propio trabajo
clínico me han llevado a creer que qi significa, en gran parte, el modo en que los
músculos y los tejidos conjuntivos se comunican unos con otros, se bloquean y
entran en disfunción.

Esto no niega necesariamente los conceptos clásicos o interpretaciones más


esotéricas del qi como fuerza vital. Más bien los potencia al aportar una
perspectiva sólida que se lleva a cabo al poner las agujas en la carne desnuda.
Aunque se produzcan grandes cambios sistemáticos como consecuencia o, diría
yo, como efectos laterales del tratamiento de acupuntura, el aumento de la
producción de endorfinas, los cambios hormonales y los cambios fisiológicos
que acompañan a la respuesta de relajación, la clave está, en mi opinión, en lo
que ocurre localmente en el sitio donde se inserta la aguja. Para un análisis más
profundo de este tema, el lector interesado puede leer el artículo de Dick Larson
“The Role of Connective Tissue as the Physical Medium for the Conduction of
Healing Energy in Acupuncture and Rolfing” en el American Journal of
Acupuncture. 1 En este artículo, Larson cita a Nagahama al referirse a la
acupuntura como “terapia del tejido conjuntivo”.

Como yo digo con frecuencia al hablar de este tópico, un científico


completamente neutral, al observar a los que practican los diferentes estilos y
tradiciones de acupuntura, debería ser capaz de dar cuenta solamente de algo que
todos tienen en común, es decir, que cada uno llega, más bien rápidamente, a un
momento en que selecciona algunos puntos específicos y rápidamente inserta
unas pocas agujas en estos lugares. Todo esto ocurre como un relámpago. Por
tanto, son los estudiantes y los profesionales de la acupuntura los que deben
reflexionar atenta y moderadamente sobre lo que es este simple acto de insertar
acero en la carne. Al aclarar esta posición, abogo personalmente por revisar las
teorías clásicas de la acupuntura TCM, como opuestas a la moderna, tal como
han hecho los franceses. Esto debería leerse e interpretarse desde el punto
ventajoso del conocimiento médico y científico del tejido conjuntivo, los
músculos y las fascias, de finales del siglo XX, tal como han hecho los
japoneses.

1.–Dick Larson “The Role of Connective Tissue as the Physical Medium for the
Conduction of Healing Energy in Acupuncture and Rolfing” en
el American Journal of Acupuncture, 1990, vol.18, No.3, p. 257-259.

Esa interpretación miofascial de la energética de la acupuntura clásica nos aparta


del punto de vista de circuitos estrictamente lineales que conducen un tipo de
substancia vaga o fuerza, similar al fluido, que pasa por un tubo, para ofrecernos
una imagen más matizada de una comunicación piezoeléctrica que se produce a
una velocidad increíble por los tejidos del cuerpo. Desde este punto de vista
miofascial, elaborado con toda belleza en Hara Diagnosis: Reflections on the
Sea 2, de Matsumoto y Birch, no solamente estamos levantando barreras para
dejar que una substancia o fuerza específica circule por los canales, sino que
también estamos restableciendo comunicación, al relajar un esfuerzo del cuerpo
humano.

Hipótesis de trabajo

En Acupuncture Energetics señalo algo que encuentran repetidas veces, tanto los
estudiantes como los profesionales. Hay varios filtros principales, por medio de
los cuales los acupuntores evalúan los datos que consiguen entrevistando,
tocando y observando a sus pacientes. Los principales son: yin y yang, las cinco
fases, fluidos de qi y sangre y espíritu, el zang fu y los canales y vasos de
conexión. Creo que, en la TCM, los filtros principales son el yin y el yang, el
zang fu y los fluidos de qi y de sangre. Como la TCM está basada en una
perspectiva médica herbal e interna, se centra en las funciones zang fu internas y
en lo que ocurre con ellas. Los cambios patológicos están descritos, por tanto, de
una forma primaria, como una deficiencia de qi o sangre, calor en la sangre,
exceso de humedad debido a deficiencia del bazo, etc.

2.–Matsumoto y Birch, op. cit., Paradigm Publications, Brookline, Ma, 1988,


especialmente los capítulos 7 a 9.

En los Cinco Elementos de J. R. Worsley o lo que se ha dado en llamar ahora


Acupuntura Leamington, los filtros clave son esencialmente idénticos a los
TCM, pero con un cambio. Aquí, el filtro zang fu se basa en el aspecto psico-
espiritual del órgano y funciones intestinales que Worsley llama los 12 Oficiales.
El filtro yin yang, por otro lado, está reducido al exceso y deficiencia del pulso
radial y el filtro de qi, sangre, fluidos y espíritu está reducido al qi y al espíritu o
a todo lo que es más inmaterial. En mi opinión, esto es una contradicción a la
TCM moderna, en la que este filtro está desprovisto de espíritu y sólo presta
servicio de boca al qi, en favor de todo lo que es más material, como la sangre y
los fluidos. Mientras Worsley se inclina claramente hacia una apreciación
homeopática de vibración pura, la TCM tiende decididamente hacia una
perspectiva materialista. Desde luego, Worsley añade también el filtro de cinco
fases como filtro de diagnóstico y planificación del tratamiento, mientras que la
TCM ve las cinco fases como una curiosidad histórica digna de mención, pero de
poca relevancia clínica.
Lo que falta sorprendentemente, tanto en la TCM como en la idea de Worsley de
los Cinco Elementos, es el filtro meridiano que domina una práctica de la
acupuntura basada en los meridianos. Las tradiciones de acupuntura basada en
los meridianos (bien sean japonesa, coreana o francesa) se centran, en primer
lugar y por encima de todo, en el ying mai y el jing luo, el sistema meridiano en
conjunto. En segundo lugar, se fijan, siguiendo este orden en: a) el yin y el yang,
para detectar el exceso y/o deficiencia de una condición caliente o fría de los
mismo meridianos, b) las cinco fases de algunas tradiciones, como estrategia
preferida para tratar trastornos y desequilibrios radicales internos, y c) el zang fu
u órganos e intestinos, en último lugar. Entre el filtro del qi, la sangre, los fluidos
y el espíritu, el meridiano de acupuntura selecciona el qi como foco primario. La
acupuntura concebida de este modo es una terapia externa que tiene por fin
restablecer y mantener la circulación normal por el sistema de meridianos,
resolviendo las contracciones de qi.

La acupuntura francesa, con su detallada investigación de los 71 circuitos, ha


conservado las imágenes de la acupuntura clásica, considerando el filtro
meridiano como el principal para la terapia de acupuntura. Esto está en
contradicción con los sólo 14 meridianos considerados normalmente en el
entrenamiento de la acupuntura herbalizada de la TCM moderna. La acupuntura
japonesa aporta una perspectiva moderna, miofascial y, conservando, al mismo
tiempo, el clásico Nan Jing (dificultades clásicas), se centra en la palpación del
abdomen o Hara y de los propios puntos de acupuntura, como método principal
de diagnóstico.

En una “acupuntura de acupuntor”, el filtro de los canales y vasos conectores es


más importante que el del zang fu. Son las imágenes de este sistema meridiano
multidireccional y de varios niveles las que guían la introducción, diagnosis,
planificación de tratamiento y colocación de las agujas. Desde una perspectiva
clásica, las agujas se colocan en puntos donde hay interrupción o contracción de
la circulación de qi, mientras que, desde una perspectiva moderna miofascial, se
insertan en nudos tensos subcutáneos y miofasciales de la estructura del cuerpo.
Esto se hace para liberar estas contracciones superficiales y restablecer la
circulación normal de qi por fuera y, por consiguiente, por dentro. En la
acupuntura TCM, en cambio, se seleccionan los puntos donde se colocan las
agujas siguiendo las instrucciones estrictas de los libros de texto, por medio de
medidas estandarizadas. Se piensa que estos puntos tienen también efectos muy
específicos, como las hierbas, que guardan relación con funciones internas. Éste
no es el caso de la acupuntura china pre-TCM basada en los meridianos, donde
lo principal es corregir el bloqueo y la disfunción del meridiano, sabiendo que
esos cambios mejorarán también indirectamente las funciones internas.

Yo creo que, cuando se pretende un tratamiento de dolor recurrente y crónico,


los expertos de cualquier opinión coinciden en que no hay ninguna medicación
interna verdaderamente efectiva que actúe a largo plazo.

La aspirina es demasiado floja y todo lo demás resulta demasiado eventual,


demasiado adictivo o altera demasiado el humor. Creo que esto es válido
también para la medicina herbal interna y para la homeopática. He descubierto
que la clave del tratamiento del dolor crónico y recurrente está en relajar con la
mano o por medio de agujas los esquemas permanentes miofasciales que son la
causa del desarrollo de este dolor. En mi experiencia, la acupuntura de puntos
sensibles y basada en los meridianos se adapta muy bien a esta relajación
miofascial.

Ahora estamos en condiciones de analizar la importancia del tratamiento raíz


ante el local o sintomáticos. Hay varios estilos de acupuntura que pueden
distinguirse en gran medida por su preferencia del tratamiento raíz o el
sintomático. En acupuntura, en el tratamiento raíz se suelen poner agujas en los
puntos distales de los antebrazos y las piernas, conocidos como cinco puntos de
transporte o antiguos, mientras que, en el tratamiento local o sintomático, se
ponen en los puntos locales o cerca del lugar donde se siente el dolor o la
patología. La mayoría de los estilos de acupuntura prestan atención tanto al
tratamiento raíz3 como al sintomático. Sin embargo, tengo la experiencia de que,
dependiendo de la escuela de que se trate, dan importancia a una o a otra. Como
ocurre con todas las preferencias o gustos, es importante y útil conocer la
posición propia en relación con los demás.

3.–Al analizar el tratamiento raíz, contra el local o sintomático, no me refiero al


análisis TCM de Raíz (la causa subyacente de un trastorno) contra Rama (los
efectos y síntomas producidos por la causa subyacente, sino, más bien, como en
la terapia japonesa de meridianos, a la diferencia que hay entre centrarse en el
tratamiento de lo principal o esencia del ser de una persona, en oposición a la
atención a los síntomas. Aunque es más socorrido hablar en la medicina de la
Nueva Era de tratar lo principal o esencia yo opino que esto está tal vez por
encina de las facultades de la mayoría de los mortales. Puedo estar de acuerdo en
que, centrándose en los síntomas de un cliente, empezando con la liberación de
estos síntomas mediante la relajación de sus contracciones concomitantes, un
profesional entra en diálogo con la propia experiencia de la enfermedad que
tiene ese cliente. El punto de vista de la acupuntura meridiana se adapta
perfectamente bien a esta comunicación directa. En el caso concreto de dolor
crónico o recurrente, esa perspectiva tiene una eficacia profunda y de larga
duración y es capaz de transformar a una persona que ha estado atormentada por
el dolor y la disfunción. Lo mismo que Shudo Denmei, nunca dejo de aplicar un
tratamiento esencial; pero el fuerte de mi trabajo se centra en el alivio
sintomático y la relajación psicosomática.

Tratamiento esencial
El concepto clave del tratamiento esencial es dirigirlo hacia lo que se cree que es
una disfunción o desequilibrio subyacente, que se manifiesta como síntomas
abiertos. Mi experiencia me dice que, en la acupuntura TCM, el meollo o raíz es
virtualmente siempre una disfunción zang fu, como una deficiencia yang del
bazo, aumento de fuego en el hígado, etc. Debe tenerse en cuenta que en la
acupuntura TCM se da a casi todos los pacientes una diagnosis zang fu interna
en cada diagnóstico. Sin embargo, ¿no sería raro que cada paciente que visita a
su médico saliese con un diagnóstico médico interno? En realidad, sólo lo hacen
de un 30 a un 35%, mientras que los demás se aseguran aún más de que no
tienen nada grave.

Los acupuntores TCM no deben sorprenderse, por tanto, por el cinismo y la


desconfianza que presentan algunos de sus pacientes y médicos hacia estos
diagnósticos internos. ¿Cómo puede asegurar un profesional TCM que no hay
una perturbación significativa de zang fu? ¿Por qué van a poner siempre la
etiqueta de un diagnóstico zang fu a las dolencias de sus clientes? Y, si todo el
mundo, en realidad, tiene siempre una perturbación zang fu, es posible que no
requieran tratamiento, a no ser que se convierta en una verdadera disfunción.
Muchos médicos normales dirán a muchos de sus pacientes que se relajen, se
tomen la vida con calma y no se preocupen por las cosas, mientras que la
mayoría de los que practican la TCM, al menos en Estados Unidos, hacen algo
más que recetar unas hierbas. La disposición para poner una etiqueta de
diagnóstico patológico a todo ser humano enfermo es algo que los profesionales
TCM deberían hacer para investigar.

Algunos acupuntores europeos que se centran en lo que consideran el meollo o


raíz, ven un desequilibrio de raíz más como un desequilibrio constitucional.
Recomiendan que los desequilibrios de raíz deben tratarse en toda la vida del
paciente, al margen de las dolencias que presente.

Según estos profesionales, hay pocas esperanzas de que se corrija por completo
el desequilibrio. Es más, su intención es mantener este desequilibrio raíz dentro
de unos límites funcionales. La escuela de los Cinco Elementos de Worsley
utiliza este concepto al que Worsley llama “factor causativo”. Los europeos
tienen un concepto más constitucional y psicológico de este desequilibrio
primario, que no difiere de los remedios constitucionales homeopáticos. Tanto si
estas interpretaciones están de acuerdo con la teoría de acupuntura clásica china
como sino, representan una fuerte corriente en algunas transiciones de
acupuntura europeas y sus derivadas americanas.

Un concepto constitucional similar aparece, en parte, también en la terapia de


meridianos japonesa, donde el desequilibrio raíz se descubre mediante la lectura
de la arteria radial para las funciones yin del hígado, el bazo, los pulmones y los
riñones. Según esta escuela de pensamiento, la lectura más baja indica la raíz.

Sin embargo, tanto desde el punto de vista europeo como desde el oriental, la
idea clave del tratamiento raíz es que los síntomas locales que constituyen las
dolencias del paciente son precisamente manifestaciones de un desequilibrio
subyacente. Es en este desequilibrio subyacente donde está la causa raíz de estos
síntomas. La idea, por tanto, es mantener la atención en el desequilibrio raíz y
fijarse en las ramas o síntomas locales solamente cuando sean agudos o
preponderantes. Por ejemplo, en la acupuntura TCM, la raíz es el foco de
tratamiento en condiciones crónicas, mientras que las ramificaciones, los
síntomas locales y las dolencias son lo central en los casos de trastornos agudos.

Tratamiento local
En la acupuntura TCM, el tratamiento de las ramas es, en gran parte, sinónimo
de tratamiento local. El tratamiento de ramas pretende el alivio de los síntomas y
dolencias. Sin embargo, al poner agujas en puntos sensibles en la acupuntura
basada en los meridianos, el tratamiento local es el tratamiento raíz de las
disfunciones de los canales y vasos conectores. Como este tratamiento local
restablece la circulación normal de qi, no sólo puede aliviar el dolor, sino afectar
también a los trastornos internos producidos por la constricción habitual del qi
en el jing-luo. En la acupuntura de puntos sensibles, igual que en el protocolo
tendinomuscular de Van Nghi, se considera que las dolencias de un 65-70% de
pacientes no son trastornos internos, sino la consecuencia de bloqueos
energéticos superficiales que requieren un simple tratamiento local para
desbloquear las zonas o puntos contraídos. En estos casos, la base o raíz de los
trastornos está en la superficie y este tratamiento local se dirige a la raíz.

La mayoría de los profesionales que se concentran en el tratamiento de puntos


locales (y yo me sitúo abiertamente en este grupo) pierden el tiempo en
tratamientos de limpieza energética superficial, para resolver bloqueos
subcutáneos o miofasciales. Confiamos plenamente en la relajación de puntos
sensibles contraídos o lo que yo considero una constricción de qi, que es parte de
un dolor crónico del paciente. Sin embargo, la mayoría de los profesionales que
hacen tratamiento local fortifican o tonifican la base o raíz también. En este
sentido, la raíz no es necesariamente la raíz del desequilibrio, sino las capas
energéticas subyacentes, que son inseparables de la superficie, tanto en estado de
salud como en el de enfermedad. Esas capas más profundas son la base de la
circulación superficial de qi y la esencia de una persona. En tal caso, el
conocimiento de lo que hay que tratar a un nivel más profundo se determina
tomando el pulso, palpando el hara o con otros medios de diagnóstico similares.

Es asombroso observar que al mismo porcentaje de pacientes a los que dice un


médico occidental que no tiene nada mal, ni en sentido médico ni en el orgánico,
puede decirle un profesional de la acupuntura basada en los meridianos que tiene
simplemente uno o más bloqueos energéticos superficiales que no requieren un
tratamiento más profundo. Mi experiencia me dice que éstos suelen ser los
mismos pacientes con las mismas condiciones y que la mayoría de los pacientes
a los que dice un médico que no tienen nada sufren dolencias que no son
orgánicas ni debidas a lesiones, difíciles de determinar o demostrar con pruebas
objetivas. Entre estos problemas están la fatiga crónica, el síndrome de irritación
de intestinos, nervios en el estómago, jaquecas debidas a tensión, dolor crónico,
disfunción urinaria y miles de trastornos relacionados con el estrés.

Estas dolencias representan una gran parte de lo que tratan la mayoría de los
acupuntores: personas a las que han dicho que no tiene nada médicamente
incorrecto ni que pueda tratar la medicina. Yo pienso que la mayoría de estos
pacientes sufren lo que en acupuntura se llama constricción de qi y lo que la
medicina física y la terapia física ven como dolor y disfunción miofasciales. En
mi experiencia clínica, la acupuntura sintomática, local (de puntos sensibles) es
ideal en estos casos.
Si consideramos la terapia de puntos gatillo de Travell como una versión de la
acupuntura local cuando se hace poniendo agujas secas, o sea, sin inyectar
ninguna substancia, es importante tener en cuenta que ella y sus colegas han
hecho tremendos avances en el campo del tratamiento del dolor crónico. Este
trabajo está tan íntimamente relacionado con la acupuntura local que necesita
una investigación profunda y los beneficios de la acupuntura local podrían ser
más fáciles de demostrar e investigar, si se observan desde esa perspectiva
moderna miofascial.

Aunque Travell no tiene una noción exactamente igual a los desequilibrios de


raíz chinos, tiene una lista de trastornos internos que ella considera su causa.
Cuando aparecen, son el centro del tratamiento y la relajación miofascial local es
simplemente una circunstancia. Esos factores causantes de disfunciones
miofasciales pueden variar desde virus e infecciones internas a hipotiroidismo y
otros desequilibrios metabó-

licos y deficiencias de nutrición.4 Estos factores causantes se descubren


fácilmente con pruebas de diagnóstico occidental y se pueden corregir en la
mayoría de los casos con bastante facilidad. Travell relaciona también una lista
de anomalías estructurales, como una hemipelvis pequeña o pierna corta, como
factores causantes que hay que corregir con medios ortopédicos. En este caso, el
trabajo miofascial es secundario y tiene poco efecto si no se corrige el déficit
estructural subyacente.

4.– Travell y Simons, op. cit. , volumen 1, p. 114,156.

Travell y sus colegas han demostrado su éxito en el tratamiento del dolor y, tanto
mi teoría como mi experiencia, me dicen que la acupuntura local en particular y
la basada en los meridianos, en general, se benefician en gran medida si se ponen
sobre ellas sus imágenes de puntos gatillo miofasciales. En el protocolo que
vamos a analizar en el capítulo 10, se recomienda el tratamiento local como
punto central, combinado con el tratamiento de capas energéticas más profundas
como refuerzo, siguiendo las normas de la acupuntura francesa y japonesa.

Acupuntura basada en los meridianos


Desde una perspectiva meridiana, jing mai/jing luo, lo interno está equiparado a
la función zang fu, y lo externo, a las funciones y circuitos meridianos. Uno
busca excesos y diferencias en el sistema meridiano, esperando que los excesos
aparezcan con más frecuencia en el yang o meridianos y las deficiencias, en el
yin o zang fu. El tratamiento de cinco fases está reservado en la técnica
meridiana para tratar deficiencias del yin o desequilibrio local, mientras que las
estrategias de tratamiento local se adoptan para tratar el qi contraído en la
superficie.

En su excelente texto de acupuntura meridiana japonesa, Shudo Denmei aclara


algunos términos críticos de la medicina que están relacionados con una
“acupuntura de acupuntor”. Según Denmei, la acupuntura de cinco fases es la
clave del tratamiento raíz. Es más, establece que la deficiencia interna es el foco
de dicho tratamiento raíz, ya que el exceso interno es menos frecuente y más
difícil de diagnosticar. Empieza diciendo que la deficiencia yin, determinada por
la diagnosis del pulso de las cinco fases, debe tonificarse utilizando los puntos y
estrategias de las cinco fases. Aquí, yin significa, sobre todo, los órganos yin, la
parte inferior del cuerpo y la sangre. Por otro lado, el yang se toma, en principio,
como lo exterior del cuerpo, los meridianos yang y el qi. El exceso de yang
puede deberse a un exceso patógeno externo, como el viento, el frío y otros
agentes externos que crean una respuesta hiperactiva, superficial, protectora del
wei, o a la compensación que hace el cuerpo de una deficiencia interna. En este
caso, otra zona del cuerpo aumenta su actividad, para compensar la función
deficiente. Shudo Denmei cita a Ikeda, que llama a este segundo tipo de yang
hiperactivo “yang reactivo”.

Este concepto se parece sorprendentemente a los de Hans Selye sobre la


respuesta al estrés y su síndrome general de adaptación. Según Selye, la
responsabilidad de afrontar los factores estresantes externos e internos se cambia
a una zona que se adapta mejor para ello. Esto compensa una función o sistema
débil que, de no ser así, podría caer bajo el peso del ataque. Lo que estamos
exponiendo es especialmente cierto en caso de estrés crónico y total, donde el
organismo va cambiando continuamente su carga a zonas que pueden soportarlo
mejor. He observado varias veces en mi experiencia que estas zonas más
“capaces” son lo que la acupuntura etiqueta como meridianos yang y nivel wei
superficial de funcionamiento. El concepto de Ikeda sobre el yang reactivo nos
da una idea perfecta para hablar de los trastornos crónicos de estrés, tan comunes
en nuestros tiempos modernos, y especialmente del dolor crónico y sus
disfunciones asociadas.

Además, Shudo Denmei insiste en que la deficiencia de yin que subyace en ese
exceso de yang superficial debe tonificarse utilizando estrategias de las cinco
fases, mientras que el exceso de yang, sea patógeno o reactivo, debe dispersarse
de un modo local. También destaca la simplicidad de asegurar esta deficiencia de
yin palpando los pulsos radiales de los pulmones, el bazo, los riñones y el
hígado. El corazón y el protector del corazón (el pericardio) no se tratan en este
sistema. El punto de tonificación del órgano más deficiente en Ying se
selecciona, por tanto, como el tratamiento raíz. Tan pronto como se realiza esto,
el foco y grueso del tratamiento se cambia a la dispersión y reactivación del
exceso superficial de yang.

La idea de que la raíz o meollo es típicamente deficiente en yin se debe a Zhu


Dan-xi, fundador del Zi Yni Pai o Escuela de Enriquecimiento Yin, y su famoso
proverbio que dice que el yang está siempre en exceso, mientras que el yin
tiende a ser deficiente. Shudo Denmei dice que “En la terapia de meridianos, la
noción de que el yin tiende siempre a la deficiencia y el yang, al exceso, se
interpreta como que los órganos y meridianos yin tienen tendencia a ser
deficientes y los órganos y meridianos yang a desarrollar condiciones
excesivas”.5

5.–Ibid. , p. 108

Shudo Denmei establece puntos cruciales entre el tratamiento sintomático raíz y


el local, que son fundamentales para la acupuntura basada en los meridianos,
desde cualquier punto de vista. Empieza diciendo que el tratamiento raíz se
realiza identificando el esquema deficiente de yin: pulmones, bazo, riñones o
hígado deficientes. Esto se corrige poniendo agujas en los puntos de las cinco
fases, de acuerdo con los principios de tonificación de las cinco fases. El
tratamiento local está dirigido a los meridianos sintomáticos y áreas del cuerpo.
En este caso, se seleccionan y dispersan los puntos locales que están en esta zona
y sus asociados. En otras palabras, el tratamiento empieza tonificando la
deficiencia yin y a cualquier síntoma que no se alivie de este modo se le aplica
tratamiento sintomático local.

Denmei admite que, en Japón, hay una amplia diversidad de opiniones sobre este
punto de vista. Algunos practicantes japoneses de la terapia de meridianos creen
que el tratamiento raíz puede aliviar del 70 al 80% de los síntomas de un
paciente, mientras que otros aseguran que el tratamiento raíz no tiene ningún
efecto particular para aliviar los síntomas locales. Con toda probabilidad, la
mayoría de los profesionales japoneses caen, de algún modo, entre estos dos
extremos. Los acupuntores japoneses modernos, de preparación científica,
aplican tratamiento casi exclusivamente desde un punto de vista local y
sintomático y el libro de Shudo Denmei estaba, en principio dirigido a ellos. Se
limita a plantear que añadan un punto de tonificación para el esquema deficiente
en yin, con lo que no dan de lado al tratamiento raíz. Por otro lado, muchos de
estos acupuntores científicos japoneses acusan a los que practican la terapia de
meridianos de descuidar completamente el tratamiento sintomático y Shudo
Denmei insiste en que nunca debe hacerse así. Sin embargo, algunos
profesionales tratan solamente la raíz durante un rato, esperando ver si esto
alivia los síntomas locales o, en otras palabras, la constricción de qi debida a la
hiperactividad y exceso de yang. De no ser así, hacen también un tratamiento
local.

6.– Ibid. , p. 153.

Sin embargo, cuando encontramos dolores crónicos y disfunciones similares,


Shudo Denmei dice que el tratamiento raíz puede dar alivio inmediato, pero el
dolor vuelve de nuevo, como una venganza, en cuanto el paciente sale de la
consulta. En las historias que figuran al final del libro, queda claro que el propio
Shudo Denmei gasta más tiempo y más agujas en el aspecto local del
tratamiento. Después de todo, la deficiencia raíz de yin se diagnostica y trata con
un par de puntos y en unos minutos, mientras que el exceso de yang exige el
desarrollo de las tendencias y el estilo propios de cada uno:

El tratamiento sintomático es un campo en el que cada profesional puede utilizar


su propio talento y sus técnicas exclusivas. Cada uno de nosotros debe dedicar
un tiempo de su vida a desarrollar su propio estilo de tratamiento.6

Otra característica de la acupuntura japonesa es que se espera que, con el tiempo,


los profesionales desarrollen un estilo personal. Mientras que el tratamiento raíz
está perfectamente marcado (para una deficiencia de los pulmones, tonificar la
madre, el punto de la tierra, Lu. 9) y deja poco margen al desarrollo de un estilo
personal, el sintomático exige este desarrollo. Como hemos visto, incluso en
China, el enfoque estrictamente deli-neado de la TCM para esquemas raíz o zang
fu admite ya divisiones y permite el desarrollo de diferentes estilos de la práctica
de la acupuntura y esto, en mi opinión, ocurre precisamente en el área del
tratamiento sintomático local.

Shudo Denmei hace lo que podría parecer una aseveración condescendiente


cuando dice que aunque

...el tratamiento raíz puede bastar por sí solo para aliviar los síntomas, en Japón
no cambian de opinión para utilizar pocas agujas. Esto se debe a que la mayoría
de los pacientes japoneses consideran que a mayor número de agujas más
generalizado es el tratamiento.7

7.– Ibid. , p. 153.

En el caso de condiciones de dolor recurrente crónico, creo que el paciente hace


bien al pedir más palpación para buscar los puntos sensibles y más agujas, ya
que, según mi experiencia, en la mayoría de los casos, la complejidad de sus
molestias y dolor ha sido interpretada por otros profesionales anteriores. En
segundo lugar, la mayoría de los pacientes que sufren dolor saben perfectamente
donde les duele y el simple acto de valorar este sufrimiento prestándole atención
clínica a estas zonas locales es una astucia psicológica, una prueba de la empatía
del profesional y da validez a la propia experiencia que tiene el paciente de la
enfermedad y el sufrimiento. Por tanto, ¿por qué no dedicar más tiempo y
utilizar más agujas?

Shudo Denmei empieza la sección de casos históricos de su libro aclarando que


no representa a la escuela pura japonesa de terapia meridiana, porque él se
preparó en principio en la escuela Sawada, que da más importancia al
tratamiento de los puntos sensibles y duros. La idea que tiene de la terapia de
meridianos rompe con la ordotoxia japonesa que considera lo principal el
tratamiento raíz. Desde este punto de vista, combina el simple tratamiento raíz,
tal como lo hemos explicado antes, con el tratamiento sintomático propio de la
acupuntura científica japonesa. Por influencia de la escuela Sawada, Shudo
Denmei selecciona puntos de tratamiento sintomático, “basándose menos en sus
funciones o efectos generales para el diagnóstico que en diferencias palpadas en
el lugar de los puntos”.8

Continúa para aclarar y establecer de forma ambigua que prefiere poner agujas
en los puntos reales donde hay diferencias de sensibilidad o textura, en vez de
fiarse de las localizaciones de los libros de texto. Cuando relaciona listas en sus
historias de casos, por ejemplo, S.I. 10, debe entenderse como el punto sensible
o tenso más cercano al verdadero punto del libro de texto. Insiste en que los
puntos reactivos son más eficaces en general y especialmente cuando se realiza
un tratamiento sintomático. También añade que los endurecimientos o
constricciones duras y tensas del tejido indican siempre una reacción más
crónica que cuando se trata de un simple punto sensible. También descubre que
las zonas tensas del abdomen se pueden relajar con más facilidad que una
constricción similar de la espalda, donde resulta más eficaz un tratamiento
repetitivo y la moxibustión directa. Finalmente, rompiendo de nuevo con la
ortodoxia contemporánea japonesa, a no ser que el paciente sea muy frágil o
deficiente, Denmei prefiere dejar las agujas en su lugar de 10 a 15 minutos,
dando al cuerpo más tiempo para responder al estímulo de las agujas.

8.– Ibid. , p. 209.

9.–Shima, Miki. “Getting Acupuncture Education Back on Track: What Our


Training Has Been Missing and How We Can Benefit from the Japanese
Empirical Schools.” in American. En American Journal of Acupuncture, Vol. 20,
No.1, 1992, p. 33-42.

Baste con decir que, la primera vez que leí el texto de Shudo Denmei, me
encontré como si estuviese en mi casa. Se trataba de un maestro japonés que
exponía de forma clara y realista exactamente los mismos principios y enfoques
que yo había desarrollado durante más de doce años de experiencia. Son,
esencialmente, los mismos principios de tratamiento que yo había desarrollado
por mi cuenta como consecuencia de mi experiencia clínica. Había llegado a
estas mismas conclusiones, trabajando contra las disposiciones de la acupuntura
TCM y lo que yo considero su efecto negativo sobre la práctica de la acupuntura
en Estados Unidos.

Coincido plenamente con Miki Shima, en su “Getting Acupuncture Education


Back on Track: What Our Training Has Been Missing and How We Can Benefit
from the Japanese Empirical Schools.”9 En este artículo, Shima recurre a la
educación de los acupuntores de Estados Unidos, de base pragmática japonesa y
puntos de vista empíricos. Lo hace así porque este estilo de acupuntura es
sencillamente más efectivo en la práctica clínica moderna en la mayoría de las
ocasiones.

Niveles de entendimiento
En mi propia preparación de la acupuntura francesa, tuvo un carácter central una
pregunta clave sacada de las enseñanzas de Chamfrault y Van Nghi. ¿Había
algún problema en el nivel wei, superficial, de protección de energía, en el nivel
ying o de nutrición de energía, de funcionamiento interno, o en el núcleo, jing o
nivel de energía ancestral? He etiquetado de nuevo este concepto de tres niveles
como energías superficiales (nivel wei), energías funcionales (nivel ying) y
energías básicas (nivel jing).

Energías superficiales

Para mí, se llaman energías superficiales las doce regiones cutáneas ( tai yang,
shao yang, etc.), los vasos secundarios, especialmente los meridianos
tendinomusculares, y todo el conjunto de actividades por las que el yang protege
al yin. A este nivel, los problemas suelen estar producidos por un exceso de
trabajo, actividad, vigilancia o lo que los inmunólogos modernos llaman “sobre-
regulación”, con la que el sistema está trabajando demasiado. En esta capa,
vemos los esquemas permanentes del cuerpo o las zonas que se constriñen con
frecuencia y están tensas de los tejidos conjuntivos y musculares, como algo
parecido a lo que Wilhelm Reich llama blindaje del carácter. La relajación de
estos esquemas permanentes es crítica, no sólo porque alivia los dolores,
dolencias y disfunciones asociadas producidas por constricciones locales, sino
también porque libera las energías básicas y psicológicas que se drenan en tales
condiciones. Este drenaje o bloqueo de energía básica y psicológica puede
afectar seriamente tanto a la psiquis como al soma. Aunque la relajación de
constricciones superficiales no cura necesariamente un caso de depresión crónica
en un paciente de dolor crónico, puede mejorar el estado psicológico, liberando
la energía que se ha dedicado hasta entonces a hacer frente a dicho dolor y
disfunción.

Energías funcionales

Llamamos energías funcionales al nivel de funciones del órgano zang fu de la


medicina china, así como a la circulación de las substancias yin, en especial el qi
nutriente o ying, la sangre y los fluidos del cuerpo. Los desórdenes de las
vísceras suelen tratarse con frecuencia a este nivel y, según mi experiencia, la
acupuntura TCM se centra, sobre todo, en él.

Las estrategias regulares de tratamiento meridiano se utilizan aquí, como fuente


y luo, fisura de xi, puntos de transporte y puntos mu y shu, ya que los meridianos
regulares o zheng jing circulan directamente al zang fu.
Energías básicas

Llamamos energías básicas al nivel jing formado por las energías prenatales
ancestrales, comparadas por muchos autores franceses con el código energético
que se establece en el momento de la concepción para el futuro desarrollo del
organismo. La acupuntura utilizada para el tratamiento de este nivel básico tiene
estrategias de los ocho vasos extraordinarios y las cinco fases. El tratamiento
efectuado a este nivel raras veces se relaciona directamente con las dolencias del
paciente, sino que suele buscar una armonización más generalizada de naturaleza
tanto preventiva como constitucional.

Chanfrault y Van Nghi han enseñado que el acupuntor debería empezar por
descubrir cuál de los tres niveles de energía (superficial, funcional o básico) está
alterado. Cuando ya se ha descubierto, se debe dirigir el tratamiento a los
meridianos que elevan este nivel de energía. Según Cranfrault y Van Nghi, del
65 al 75% de los problemas que se ven en un ambulatorio de práctica general de
acupuntura afectan al qi superficial o wei y pueden tratarse relajando los puntos
sensibles de la superficie. Esto puede hacerse, bien sea dispersando los
meridianos tendinomusculares implicados y tonificando los meridianos regulares
correspondientes, o por simple dispersión de puntos locales a shi, emparejados
con la estimulación de puntos distales que tienen un fuerte efecto sobre la zona
que estamos tratando. Por ejemplo, podemos poner agujas en el punto distal L.I.
4, para aliviar el dolor de cabeza. Yo creo que las doce regiones cutáneas deben
considerarse también como parte del nivel energético superficial, especialmente
los seis circuitos yang que comprenden el tai yang, el shao yang y el yang ming,
que tienden al exceso externo.

En el protocolo que vamos a explorar en la parte segunda, lo importante es la


desactivación de la constricción producida por exceso de yang. El acupuntor
empieza valorando las tres regiones mayores (cutáneas) meridianas yang,
palpando a lo largo del tai yang, la zona dorsal, el shao yang, la zona lateral o el
yang ming, la zona ventral, según corresponda a cada caso. Esto se basa en la
localización de los síntomas y dolencias del paciente. El profesional nota las
zonas blandas y los nudos y bandas contraídos, que son los signos de una
constricción de qi. Éstos se desactivan para restablecer la circulación normal de
qi y la función miofascial.

Si el paciente presenta jaqueca y dolor en la parte superior de la espalda y zona


de los omóplatos, se palpa la región del tai yang. En este caso, el profesional
busca puntos sensibles y contraídos cerca de S.I. 9-14, Bl. 11-14, Bl. 40-43 y Bl.
10. El tratamiento de estos puntos contraídos localmente se empareja con los
puntos distales del tai yang, como Bl. 58-59 y S.I. 4 y 6, para dispersar más este
exceso. Éstos deben combinarse también con puntos que apoyen o tonifiquen el
shao yin, como Kid. 3 y Ht. 7, ya que el shao yin puede considerarse como la
raíz yin del tai yang. Es más, toda la zona tai yang puede abrirse y preparar-se
para el relajamiento, tratando los canales extraordinarios que la energizan (el du
mai y el yang qiao mai), poniendo agujas en sus respectivos puntos de reunión,
S.I. 3 y Bl. 62.

Este protocolo sigue los principios clásicos de acupuntura, tal como los defiende
Shudo Denmei, al mismo tiempo que realza la importancia del tratamiento de los
puntos sensibles para relajación local y alivio de los síntomas. Como ya hemos
dicho antes, creo que esto último es crucial para el tratamiento del dolor
recurrente y crónico. Prestar esta atención al tratamiento local no supone un tipo
inferior de práctica, como sugieren algunos profesionales como Worsley. En el
tratamiento del dolor, la valoración de la experiencia del paciente conseguida por
palpación en busca de puntos sensibles y tensos, es el principal beneficio
terapéutico en sí y por sí. Cuando estos puntos se desactivan además mediante la
acupuntura o lo que la medicina física llama agujas secas, los esquemas del dolor
crónico empiezan a dar rendimiento y aumenta el resultado terapéutico, a veces
de un modo espectacular.

Algunas personas que han asistido a demostraciones en las que he presentado


este protocolo para el tratamiento del dolor recurrente y crónico, en las que se
han usado hasta de 20 a 30 agujas en puntos locales, han dicho que es una
práctica verdaderamente “dura”. Estos críticos aseguran que es siempre
preferible un estilo suave. Por otro lado, el tratamiento médico moderno
occidental del dolor recalcitrante puede ser extremadamente invasivo en
comparación con este estilo supuestamen-te “duro”. Incluso la prueba muscular
EMG es mucho más invasiva que este tipo de acupuntura. Cuando relajo puntos
sensibles y de disparo, utilizo agujas filiformes muy finas (de 34 a 36 gauges*),
insertadas normalmente a no más de media pulgada o tres cuartos. Esto es
mucho menos invasivo que la inyección de puntos gatillo o las agujas secas
hipodérmicas. Aunque se ponen las agujas en varios puntos a la vez, la respuesta
típica por parte de mis pacientes es un alivio al que se tiende en todas las zonas
en las que ha sufrido dolor durante mucho tiempo. Al poner las agujas en toda la
zona de constricción al mismo tiempo, en vez de en un punto o dos, como hacen
los que practican la terapia de inyección de puntos gatillo, se puede conseguir,
según mi experiencia, una relajación mayor y más duradera con muchas menos
sesiones.

Aunque pueda ser acertado o no decir que los protocolos de tratamiento de


acupuntura local pertenecen a un estilo o escuela “duro”, ¿qué tiene de malo una
táctica que hace rápidos progresos en condiciones de dolor complejas y
recalcitrantes? Yo creo que, en el tratamiento de dolor recurrente y crónico,
cualquier medida que retrase la eficacia inmediata de la terapia y evite el alivio
del dolor local, pretendiendo llegar a una raíz mucho más baja, es, en definitiva,
un estilo mucho más “duro” que tiene que soportar el paciente. En mi opinión,
esa tendencia da más importancia a su ideología que a las dolencias del paciente.
El protocolo que presento busca la mejoría inmediata de la calidad de vida y de
la capacidad del paciente para hacer frente a la vida y disfrutar de ella. Según mi
experiencia, la búsqueda prolongada y diferida de la raíz aparente, sin aliviar
inmediatamente los lugares de dolor y dolencia, no es tan eficiente y eficaz como
el protocolo que yo presento ni produce cambios rápidos en la calidad de vida
del paciente.

4. Cadenas miofasciales
En su análisis de las cadenas miofasciales de la parte baja de la espalda y las
piernas de las personas que sufren dolor crónico en la parte baja de la espalda, B.
J. Headley extiende el análisis de los puntos gatillo más allá del concepto de la
hiperirritabilidad neural local de esos puntos.1Los terapeutas físicos que tengan
especial interés y preparación en relajación miofascial de puntos gatillo se
sienten frustrados muchas veces por la ardua naturaleza de la compresión
isquémica, el spray and stretch* y otras técnicas similares de liberación de
puntos gatillo de síndromes complejos de dolor miofascial y por la aparición de
los puntos gatillos de otras zonas del cuerpo, después de la liberación de los
puntos localizados en la zona inicial. Lo que se dice de estos pacientes, en
cuando a la acupuntura o inyección de puntos gatillo, ha resultado igual de
frustrante para los fisiatras*. En demasiadas ocasiones, cuando se ha conseguido
la liberación local, se han agravado los problemas en otra parte.

Como ya hemos visto, sé por experiencia que la mayoría de los acupuntores de


Estados Unidos han dejado de tratar los puntos sensibles o tensos y, por tanto, no
consiguen nunca en realidad la relajación miofascial de sus pacientes de dolor
recurrente o crónico. En el caso de la inyección de puntos gatillo, suelen surgir
dos problemas frecuentemente: primero, que el uso de anestésicos, como la
procaína y la lidocaína, ha demostrado tener efectos secundarios nocivos en
algunos casos. Los investigadores han descubierto que se pueden conseguir
resultados parecidos con ciertas substancias, como una solución salina, benzil
salicilato,* alcanfor o con el uso de agujas secas, sin inyectar ninguna
sustancia.2, 3, 4 En segundo lugar, esas inyecciones utilizan agujas hipodérmicas
grue-sas y huecas. Estas son muy dolorosas y pueden dañar los vasos
sanguíneos. Por tanto, por costumbre, se insertan solamente en uno o dos puntos
locales de disparo por sesión. No se insertan nunca por toda la zona dolorida y su
correspondiente cadena miofascial.

1.– Headley, B. J. “EMG and Miofascial Pain”, Vol. 10, No. 4, julio/agosto
1990, Clinical Menagement, 43-46. Es una versión ampliada de un artículo que
apareció en principio con Stephen Finando, en Advances Magazinepara
terapeutas físicos.

Por otro lado, la mayoría de los acupuntores de Estados Unidos tratan toda la
cadena o meridiano de acupuntura. Sin embargo, en mi opinión, raras veces
descubren o desactivan los verdaderos puntos gatillo de esta cadena. El físico u
osteópata que localiza con gran precisión los puntos gatillo primarios para un
trastorno concreto suele ignorar los secundarios de las cadenas miofasciales
distales correspondientes.

Después de 15 años de práctica de la acupuntura, he llegado a la conclusión de


que los puntos reactivos son mucho más efectivos que los del libro de texto para
el tratamiento del dolor crónico. Al descubrir el concepto de desactivación de
puntos gatillo, me he dado cuenta de que mi propia experiencia confirma lo que
ya ha quedado bien documentado y argumentado por Travell y Simons. En su
texto informativo sobre este tema, el médico británico, P. E. Baldry analiza la
misma idea. Poniendo agujas secas en los puntos gatillo (en este caso con agujas
sólidas de acupuntura o EMG y basándose en conceptos miofasciales
occidentales más que en conceptos metafísicos chinos) se consigue un
tratamiento muy eficaz de los trastornos dolorosos miofasciales, con
aplicabilidad inmediata en la corriente principal de la medicina y el cuidado de la
salud.

2.– Baldry, P. E. Acupuncture, Trigger Points and Musculoskeletal Pain, New


York, Churchill Livingston, Inc., 1989.
3.– Lewit, K. “The needle effect in the relief of myofascial pain. “Pain, 1979,
6:83-90.

4.– Martin, A. J. “Nature and Treatment of Fibrositis. “Archives of Physical


Medicine, 1952, 33: 409-413.

Aunque la meta de Baldry es que se interesen los doctores en medicina por este
sistema de acupuntura/agujas secas, deja de tener en cuenta que muy pocos están
preparados para palpar en busca de puntos gatillo y son muchos menos todavía
los que tienen tiempo y ganas de hacerlo. Incluso los osteópatas, en cuya
preparación general figuran estas técnicas, están abandonando las terapias
palpatorias en favor de técnicas y procedimientos médicos más ortodoxos.
Baldry, pretende, sin duda, que los acupuntores médicos utilicen también esta
técnica miofascial; pero, en mi experiencia, pocos acupuntores, con excepción
de los japoneses, están inclinados o preparados por su formación para hacerlo.

Lo verdaderamente interesante del descubrimiento de Headley de las cadenas


miofasciales (cuerdas de zonas o puntos gatillo relacionados entre sí) es que
estas cadenas parecen muy similares a los circuitos de acupuntura. Después de
muchos años de enseñanza y práctica, he llegado a la conclusión de que los
puntos de acupuntura guardan relación con unos posibles puntos generales del
territorio miofascial que están predis-puestos para la disfunción de un modo
concomitante.

En otras palabras los puntos y circuitos de acupuntura facilitan un medio de


imaginar el dolor y la disfunción miofasciales. Por ejemplo, Headley descubrió
una cadena miofascial en las extremidades inferiores, durante su estudio de 19
pacientes de espalda. Esta cadena quedó identificada después de una extensa
evaluación EMG estática y dinámi-ca, disregulación de cuatro canales y
valoración global del tejido blando para los puntos gatillo y esquemas de dolor
relacionados. Se extendió desde el piriformis y el pectinius anterior, por el
tensor fascia lata y el biceps femoris, bajando al gastrocnemius y el soleus. La
trayectoria de esta cadena miofascial corresponde exactamente a los segmentos
de las zonas dorsal y lateral de la parte baja de la espalda y extremidades
inferiores (los circuitos de acupuntura de la vejiga y la vesícula biliar).

En la acupuntura de puntos sensibles, tal como yo la he practicado, no es


necesario, para la evaluación del tejido sensible, distinguir entre puntos gatillo
primarios, secundarios y satélites, como hacen Travell y Simons. En mi propia
práctica, yo busco cadenas de puntos reactivos de las zonas dorsal, lateral y
ventral, tal como exploré y analicé en la parte segunda. Estos puntos se
desactivan todos por acupuntura o inserción de agujas secas, hasta que se
consigue una respuesta mediante un tirón característico. Como ya hemos
analizado, esta respuesta indica la liberación del espasmo y constricción del
músculo.

Aunque podría decirse que la biorretroalimentación EMG y la evaluación de


zonas y cadenas de puntos gatillo de Headley es una simple recapitulación de
conceptos establecidos por la acupuntura china hace miles de años, yo creo que
ésta es precisamente la investigación necesaria para demostrar a los practicantes
miofasciales occidentales la belleza y poder de la simple terapia física oriental y
el concepto de acupuntura de evaluar y tratar cadenas miofasciales
superior/inferior, derecha/izquierda, delante/detrás y fuera/dentro. En otras
palabras, en mi experiencia, hay siempre toda una cadena miofascial, como la
descubierta por Headley para los pacientes que sufren dolor en la parte baja de la
espalda, en cualquier caso de dolor complejo o crónico. Estas cadenas
predominan en una o en más de las zonas principales: la dorsal, la lateral y la
ventral.

Yo creo que la colocación de agujas secas en toda la zona y no sólo en unos


pocos puntos, como hacen la mayoría de los tratamientos de puntos gatillo y los
de la mayoría de la acupuntura ortodoxa, es mucho más eficaz en tales
condiciones que cualquier otra terapia física normal, acupuntura TCM o de
inyección de puntos gatillo. Esa observación del tratamiento del dolor crónico
puede integrarse fácilmente en los protocolos de la corriente principal de
tratamiento del dolor, para beneficio inmediato de quienes lo sufren.

5. Dolor y disfunción somato-viscerales y


viscerosomáticos: ¿órganos, meridianos o ambas
cosas?
Un punto en el que yo insisto con mis estudiantes de acupuntura, relacionado
con el proceso de captación y evaluación, es la necesidad de comprobar si un
problema está en las funciones internas zang fu, en los sistemas meridianos
externos o en ambas cosas.
Cuando escribí Acupuncture Energetics,1 mi meta era restablecer la
comunicación entre los dos estilos principales de acupuntura que había por
entonces en Estados Unidos: la TCM o acupuntura de los ocho principios y la
acupuntura de los Cinco Elementos, según J. R. Worsley. Como yo sabía, por mi
preparación francesa y por la experiencia, que la mayoría de los problemas eran
externos y meridianos, las historias de los casos que figuran al final de este libro
se centraron exclusivamente en problemas internos zang fu.

Lo que yo pretendía era demostrar a estas dos escuelas de pensamiento que, en


realidad, están más cerca una de otra de lo que creen. Sin embargo, al hacer esto,
reduje la importancia de una perspectiva meridiana de la acupuntura. En este
sentido, caí en la misma trampa que la mayoría de los acupuntores de habla
inglesa en 1980. Estaba hablando en un lenguaje de acupuntura TCM. Estaba
hablando de acupuntura desde una perspectiva interna zang fu, como en
oposición a la basada en los meridianos.

1.– Seem, Mark, Acupuncture Energetics, Thorsons Publishers Ltd., Rochester,


VT, 1987.

Mi último libro, Acupuncture Imaging,2 se escribió para corregir el concepto


erróneo de que la mayoría de los problemas son internos, zang fu. En realidad,
mi experiencia me hace pensar en todo lo contrario. Yo creo que, desde el punto
de vista de una acupuntura de acupuntor, la mayoría de los trastornos se
describen de una forma más acertada como bloqueos energéticos superficiales y
meridianos que como internos y de funcionamiento de los órganos. Si fuese a
escribir historias de casos de mi experiencia clínica actual, en vez de adaptarlas
para que se ajusten a los esquemas TCM de desarmonía, podría descubrir que
fácilmente del 60 al 80% de ellos se caracterizarían y tratarían como problemas
meridianos.

Es la perspectiva TCM interna y herbalizada la que asume que la mayoría de los


trastornos son problema zang fu. Aunque la TCM ha articulado con claridad y
elaborado plenamente esquemas zang fu, yo creo que la mayoría de las
tradiciones de acupuntura clásica y oriental y, por encima de todo, la terapia
meridiana japonesa limitan la categorización de trastornos internos zang fu a
simples esquemas de excesos y deficiencias y, en algunas ocasiones, calor y frío
en las funciones de los órganos yin. La metodología de Shudo Denmei viene
aquí al caso. Desde su perspectiva claramente poco ortodoxa de la terapia de
meridianos, se limita a evaluar rápidamente la deficiencia del bazo, el hígado,
los pulmones o los riñones. A continuación, tonifica el zang más débil, por
medio de su punto de tonificación correspondiente del meridiano normal en
cuestión. El resto del tratamiento se centra en la identificación meticulosa y
liberación de puntos sensibles con el correspondiente alivio de los síntomas,
descongestionando zonas de bloqueo de qi.

Cuando empecé a insistir con mis estudiantes en la importancia de determinar si


un problema estaba en la zona interna zang fu, en los meridianos externos o en
ambos lados, no habían aparecido todavía los textos japoneses que suelen estar
ahora en inglés. Por entonces, mis ideas eran recibidas con cinismo por muchos
profesionales preparados en la TCM. Estos profesionales querían saber dónde se
habían analizado o practicado alguna vez los problemas de diagnosis de
meridianos en la literatura en inglés procedente de China. Yo estaba enseñando,
tomando como base mis propias traducciones de autores franceses, en especial
Sulié de Morant, Van Nghi, Chamfrault y Schatz. No disponíamos todavía del
excelente resumen de los vasos secundarios hecho por Royston Low.3 Hasta
estas fechas, la obra de la mayoría de los autores franceses citados no está
traducida al inglés. Cuando los miembros de mi facultad fueron para hacer el
postgrado en PCR, en la mayoría de los casos vinieron aún más convencidos de
que la acupuntura verdadera (entiéndase TCM) es la acupuntura zang fu. Incluso
había algunos que aseguraban que el instituto debería dedicar mucho más tiempo
a enseñar la distinción y tratamiento de tipo TCM y mucho menos, si se
dedicaba a algo, a la acupuntura meridiana francesa y japonesa. Resultaba difícil
mantener una perspectiva meridiana, en aquellos días en que todos los demás
quedaban barridos por la rectitud política de la TCM.

2.– Seem, Mark, Acupuncture Imaging, Healing Arts. Press, Rochester, VT,
1990.

Afortunadamente, parece que el equilibrio cambia ahora. Podemos disponer de


algunos libros de acupuntura japonesa y, al menos, unos pocos de la francesa. El
excelente programa del entrenamiento de acupuntura para médicos desarrollado
por el Dr. Joseph Helms para la UCLA está basado también en la acupuntura
meridiana francesa y sus graduados tienen las cosas muy claras en una amplia
gama de problemas del cuidado de la salud. Blue Poppy Press ha hecho una
aportación importante a la acupuntura occidental publicando textos pre-TCM y
no-TCM deliberadamente, para demostrar la diversidad de tradiciones y estilos
que constituyen la riqueza de la acupuntura. Incluso en la PRC, como ya hemos
visto, hay quienes están practicando ahora estilos no-zang fu de acupuntura,
basándose en puntos meridianos y sensibles.

Para mí, está claro que, desde su principio hasta hace relativamente poco, la
acupuntura se ha centrado en la esencia de la acupuntura, es decir, el flujo libre
de qi por el sistema meridiano. Por otro lado, la medicina herbal china se centra
en las funciones de los órganos internos y en los humores o sangre y fluidos que
circulan por dentro. Aunque los profesionales occidentales de la TCM han
adoptado esta última perspectiva herbalizada y suelen combinar la acupuntura
con la prescripción de medicina herbal en su práctica clínica, los acupuntores
franceses y japoneses han tratado de conservar un criterio mucho más clásico
basado en los sistemas de meridianos y en la forma en que se producen en ellos
los bloqueos. Gracias a mi propia preparación en acupuntura francesa y al gran
impacto que ha causado Kiiko Matsumoto en mí y en mi instituto, no ha de
sorprender que yo pueda desarrollar otra perspectiva sobre un estilo diferente de
práctica basada en los meridianos.

3.– Low, Royston Secondary Vessels of Acupuncture, Thorsons Publishers Ltd.,


Londres, 1983.

Las opiniones de los lectores de Acupuncture Imaging me ha confirmado que


este protocolo de la práctica de una acupuntura basada en los meridianos está de
acuerdo con la acupuntura clásica china basada en los meridianos y con la
terapia moderna japonesa meridiana. También he aprendido, al mismo tiempo,
que la moderna acupuntura científica o médica trabaja en Japón desde una
perspectiva decididamente miofascial. En muchos casos, es muy parecida al
trabajo miofascial de puntos gatillo de Travell, con quien los japoneses
modernos están muy familiarizados. La integración de la teoría y la práctica de
Travell en un protocolo basado en los meridianos, coincide, por tanto, con la
evolución de la acupuntura en Japón durante los últimos cincuenta años. Aunque
hay muchas diferencias de opinión en Japón entre la terapia de meridianos, de
raíz clásica, y la perspectiva sintomática y científica moderna, creo que esta
diferencia es solamente superficial. Algunos profesionales dan importancia a
tratar lo que ellos creen que son trastornos de raíz, mientras que otros dan más
importancia al tratamiento local. Sin embargo, yo creo que es la combinación de
ambos estilos, parecido a lo que hace Shudo Denmei, lo que extrae la esencia de
la acupuntura clásica en toda su dimensión. Como en tantas otras cosas, los
japoneses demuestran una vez más su facilidad para combinar los conceptos de
su herencia clásica con los de la ciencia moderna.
Hay un dato histórico interesante, relacionado con los textos de acupuntura
TCM, que viene bien aquí. Ninguno de los primeros textos de acupuntura en
inglés del PRC mencionaba los vasos secundarios y se limitaba a pintarlos. Sólo
relacionaba los doce meridianos regulares, además del ren mai y el du mai. Sin
embargo, los textos de acupuntura del PRC empezaron a poner ilustraciones de
los vasos secundarios poco después de las dos visitas más importantes del propio
Van Nghi a China. Cuando estuvo allí, dio a los chinos copias de sus famosos
textos. El libro de Royston Low sobre los vasos secundarios apareció también
por aquella época. Es, por tanto, muy posible que curiosos acupuntores de habla
francesa e inglesa del PRC volviesen a la literatura de su propia lengua sobre los
sistemas meridianos, para confirmar su importancia. Aunque la descripción de
los vasos secundarios de la mayoría de los textos TCM escritos en inglés termina
ahí, sin seguir analizando la forma de aplicarlos en el tratamiento, a la vista de
los informes de primera mano de estudiantes que han vuelto de estudiar en China
y de las muchas descripciones de estilos basados en meridianos que figuran en
Essentials of Contemporary Chinese Acupuncturits’ Clinical Experiences, que
informa sobre el trabajo empezado a mitad de la década de 1980, está claro que
hay en el PRC proponentes de los estilos de acupuntura basados en meridianos,
vivos y trabajando.

Aunque estos practicantes incluidos en Essentials of Contemporary Chinese


Acupuncturits’ Clinical Experiences se dan mucha prisa para decir que sus
descubrimientos son nuevos, no puedo dejar de preguntar-me si estamos
presenciando cómo salen del armario varios estilos conocidos, ahora, que está
más permitida la libre expresión. También es posible que algunos de estos
investigadores estén familiarizados con la literatura japonesa, ya que el
intercambio de estudios médicos está empezando a establecer un puente entre
estas dos culturas. Cuando la gente empieza a liberarse de los efectos negativos
de la Revolución Cultural sobre el PRC, los que practican la acupuntura parecen
adaptarse a esta situación. Ahora hay en China muchas voces que hablan de
diferentes puntos de vista, a veces combinados con hierbas, otras, con qi gong,
otras practicando en solitario, que se extienden más allá de los estrechos
confines de la acupuntura TCM, tal como se ha transmitido a occidente, a
principio de los años 1980.

Resumiendo, pues, aunque los practicantes de preparación TCM podrían


encontrar alguna dificultad para responder a la pregunta de si un problema está
en el zang fu, en los meridianos o en ambas partes, esta pregunta crítica recibe
una respuesta sólida por parte de los acupuntores basados en los meridianos.
Para nosotros, los problemas están considerados, con más frecuencia, como
residentes en la superficie energética, zonas externas en las que el bloqueo de qi
produce miles de puntos sensibles y tensos. En lo que nos centramos
profesionales como yo es en la liberación de la superficie, limpiando estos
bloqueos de meridiano. Entre nosotros, los que se inclinan por el tratamiento
local tienden a tratar muchos puntos locales, para liberar directamente los nudos
locales y bandas de contracción de qi.

En mi experiencia con pacientes de dolor crónico, he descubierto que esto es lo


que da mejor resultado. En parte, se debe a que la atención de los puntos
sensibles locales valida las propias experiencias que tiene el paciente sobre la
enfermedad. Esa validación es de por sí una herramienta poderosa para controlar
el dolor, cuando se ha dicho a tantos pacientes que su sufrimiento está sólo en su
mente. Una vez liberada la superficie o mientras se está liberando, los
acupuntores que se basan en los meridianos refuerzan o tonifican también la raíz
o desequilibrio de deficiencia de yin. Esto puede equivaler a un desequilibrio
detectado en el hara o abdomen, en los pulsos radiales, en un vaso
extraordinario o en las cinco fases. Hay varias interpretaciones de la base o raíz
y, en condiciones crónicas, puede considerarse también un esquema TCM zang
fu. Se puede tonificar fácilmente el yang del bazo, como aspecto raíz del
tratamiento, en vez de utilizar estrategias de las cinco fases para tonificar la
tierra del bazo en un protocolo meridiano.

Los acupuntores modernos científicos son la mayoría de los que practican la


acupuntura en Japón hoy día. En su libro escrito para ellos, Shudo Denmei
representa a la minoría de la escuela de terapia de meridianos, cuando insiste en
un retorno a los clásicos y en concentrarse en estrategias de tonificación de las
cinco fases para corregir los desequilibrios de raíz. Los que practican la moderna
acupuntura japonesa están ya bien preparados en el tratamiento local, ya que éste
es el punto central de su técnica. Por ejemplo, todos ellos saben tratar los
músculos quadratus lumborum e iliocostalis de las personas que tienen dolencias
en la parte baja de la espalda, y tienen diversas estrategias locales y distales para
relajar con acupuntura miofascial. Shudo Denmei quiere simplemente animar a
este grupo para añadir un refuerzo raíz con el que se puedan profundizar y
prolongar los efectos terapéuticos del tratamiento.

En cierto modo, yo estoy tratando de hacer lo contrario. Creo que la mayoría de


mis colegas occidentales, a diferencia de los acupuntores japoneses de
orientación miofascial, practican la acupuntura raíz de la tradición de Cinco
Elementos de Worsley o la TCM zang fu. En cualquier caso, me parece que los
dos se centran en una armonización interna. Me gustaría animar a estos dos
grupos para que volviesen al conocimiento clásico del sistema meridiano,
probasen las estrategias meridianas e investigasen el a shi, tratamiento de puntos
sensibles desde la estrategia de puntos gatillo de Travell. Creo que, si lo hacen
así, descubrirán que, especialmente cuando traten dolor o disfunciones crónicas
y recurrentes, tienen unos recursos clínicos mucho mayores y eficaces con los
que pueden combatir estos difíciles problemas. También creo que la inclusión de
este tratamiento local no dificulta ni impide, bajo ningún concepto, su regulación
interna. Es posible que sigan queriendo usar los puntos mu de la frente y shu de
la espalda, para el zang fu u Oficiales que estén perturbados, y también
prescriban remedios herbales para este aspecto de los trastornos de sus pacientes;
pero la relajación local de puntos sensibles tensos será su carta de triunfo que dé
un enfoque de medicina física para el tratamiento de esquemas complejos de
dolor. Combinado con referencias informadas a especialistas de medicina física
y rehabilitación, fisiatras, osteópatas, terapeutas físicos, quiroprácticos y
especialistas de trabajo corporal, podrán ofrecer a sus pacientes un exitoso
programa de tratamiento del dolor.

Ahora debería estar ya claro que, para responder a la pregunta “¿Está el


problema en los órganos zang fu, en los meridianos o en ambas cosas?”
necesitamos saber, en primer lugar, el tipo de preparación que ha tenido el
acupuntor a quien se hace la pregunta. Si el profesional procede de una escuela
raíz de pensamiento, la respuesta será normalmente el zang fu/ Oficiales; si tiene
una orientación de tratamiento local, entonces lo principal serán los meridianos;
pero, en cualquier caso, no hay que despreciar la otra perspectiva. El tratamiento
local se beneficia considerablemente del apoyo raíz, mientras que el tratamiento
raíz se potencia bastante cuando se aclaran los bloqueos de meridianos.

¿Perturbaciones orgánicas o funcionales?

Esta pregunta interesante tiene una larga historia también en el análisis médico
occidental. Como hemos visto antes, durante todo el siglo XIX estuvo
debatiéndose en los círculos médicos europeos si los trastornos no lesivos y
orgánicos debían considerarse como parte de la medicina e incluirse en la
educación y la práctica médicas también.4 La mayoría de los médicos e
investigadores importantes se han inclinado por sacar a las personas que tienen
estos trastornos de las atestadas salas de espera del profesional, para que pueda
seguir dedicándose a las cosas propias de la medicina: infecciones, epidemias,
enfermedades orgánicas, vísceras dañadas o defectos de los músculos y el
esqueleto.

Otros argumentaban que estos trastornos no lesivos ni orgánicos, a los que se les
llama, tanto entonces como ahora, funcionales, entraban plenamente dentro de la
medicina y esas dolencias eran precisamente la causa de la mayoría de las
consultas que hacían los clientes al médico.5 Incluso la mínima fatiga crónica,
“orgánica” de este tipo servía como punto central de la educación médica y la
práctica clínica. Estos profesionales asegura-ban que, aunque el trastorno no sea
orgánico ni visceral, el problema sigue siendo somático y requiere una
intervención somática. Recomendaban la hidroterapia y el masaje para mejorar
la circulación y eliminar congestiones de sangre y linfa, una dieta nutritiva y
descanso y relajación, combinados con ejercicios tonificantes, como un alegre
paseo diario.

Desgraciadamente, los que recomendaban que se incluyesen los trastornos


funcionales en la medicina salieron perdiendo con el cambio de siglo y, al cabo
de poco tiempo, la fatiga desapareció como diagnóstico médico aceptable. Con
ello se fue la noción global y vitalista de energía humana. En la década de 1930,
la neurastenia, gentil nombre que se dio a la fatiga a finales del siglo XIX, no se
analizaba prácticamente en los círculos médicos. La psicología freudiana ha
ayudado a que se consideren estos trastornos indeseables como problemas
psiquiátricos, y no médicos. Algunos de estos trastornos se clasificaron como
abiertamente psicológicos e imaginarios y otros, como psicosomáticos. Hoy día,
los médicos suelen utilizar la palabra funcional para significar psicosomático.

4.– Foucault, Michel, The Birth of the Clinic: And Archeology of


Medical Perception, Vintage Books, Nueva York, 1975, p. 88-90; 160-163.

5.– Fleury, Maurice de, Les Grands Symptomes Neurastheniques, Felix Alcan
editor, París, 1901, en especial el capítulo XI

Como dije en el prefacio y en el capítulo I, Travell empezó su carrera de


medicina rodeada por este ambiente psicosomático. Debió comprender que la
mayoría de sus paciente de dolor crónico sufrían trastornos funcionales
psicosomáticos, es decir, problemas que en principio tenían una naturaleza que
no era física ni somática; pero discrepó de una forma tan fundamental con esta
idea que ignoró por completo la interpretación psicosomática de tales problemas
y dedicó los siguientes sesenta años de su vida a demostrar precisamente que
estos problemas eran físicos y somáticos. Todo el campo de la medicina física y
la rehabilitación no hubiese florecido, como lo ha hecho, de no haber sido por la
oposición de Travell a considerar el dolor miofascial como psicosomático.

La Dra. Travell analiza este tipo de problemas funcionales con sintomatología


visceral y enfermedad visceral con síntomas somáticos, bajo la rúbrica “dolor y
disfunción somatoviscerales, versus viscerosomáticos” enfocando así, en un
lenguaje diferente, la pregunta de la acupuntura que se refiere al órgano zang fu,
versus problemas meridianos y el debate médico más amplio sobre trastornos
funcionales versus orgánicos.

Dolor y disfunción somatoviscerales

El planteamiento de los efectos somatoviscerales y viscerosomáticos lo


proponen, en principio, Travell y Simons en los capítulos 42 y 49 del volumen I,
en los que se analiza la contracción muscular y el dolor en la parte delantera del
torso.6 Debemos destacar que los médicos tienden a pensar que el dolor de la
parte posterior del cuerpo es musculoesqueletal, mientras que el de la parte
delantera se considera visceral y orgánico. El reconocimiento médico de la parte
delantera del torso es, por tanto, un medio de descartar un trastorno orgánico o
cualquier otra perturbación visceral. Suelen hacerse pruebas de laboratorio y de
otros medios de investigación para confirmar o descartar un diagnóstico visceral.

6.– Travell y Simons, op. cit., p. 585-586, 672-674.

Sin embargo, si la dolencia del paciente es un dolor o una disfunción recurrente


o crónico de la parte delantera del cuerpo y la palpación física de los órganos y
los análisis de laboratorio y otras pruebas no detectan nada orgánico o ninguna
lesión, el dolor del paciente se considera típicamente de naturaleza
psicosomática. Esto es cierto, siempre que haya síntomas vagos y no alarmantes,
como diarrea, gases e hinchazón intestinal, fatiga, micción frecuente y similares.
Es raro que los médicos se tomen ese dolor y disfunción en serio cuando sus
análisis y pruebas salen negativos; pero es todavía más raro que los médicos
continúen tocando la zona donde el paciente siente dolor, sintiendo el tejido
sensible, los músculos y las fascias, para buscar signos que expliquen esta
molestia localizada. Como he dicho antes, el dolor crónico de este tipo, incluso
cuando va asociado con dolencias viscerales menores, está considerado por la
mayoría de los médicos fuera del campo de la medicina física. En mi
experiencia, la mayoría de los acupuntores de entrenamiento TCM tampoco
palpan la superficie del cuerpo que se encuentra en estas condiciones crónicas,
diagnosticando, en cambio, una disfunción del órgano zang fu.

Por otro lado, la Dra. Travell recomienda tomarse el dolor muy en serio, tan en
serio como para garantizar un reconocimiento físico. En tales casos, la palpación
de los tejidos sensibles revela con frecuencia la presencia de puntos gatillo
excepcionalmente sensibles. Una vez desactivados estos puntos, desaparecen las
dolencias viscerales o se atenúan considerablemente. Esto es lo que Travell y
Simons llaman efectos somatoviscerales y se producen en casos en que el
trastorno miofascial lleva a una perturbación de las vísceras. En tales casos, la
resolución del trastorno miofascial alivia o erradica los síntomas viscerales y no
se necesita tratamiento visceral interno. La Dra. Travell cita algunos ejemplos
fascinantes.

Por ejemplo, aparece un efecto somatovisceral en el pecho, en presencia de


puntos gatillo, en el músculo pectoralis major derecho, a la mitad del circuito
entre el esternón y la línea mamilar, entre las costillas quinta y sexta o por la
zona de acupuntura Kid. 22. Este punto de disparo puede producir arritmia
paroxísmica y la desactivación de los puntos gatillo erradica esta arritmia, como
se ha demostrado.

Otro ejemplo se puede encontrar en el abdomen, donde hay a veces puntos


gatillo en el rectus abdominis y en los músculos oblicuos externo e interno. Es
muy interesante ver que, en acupuntura, es en esta misma zona donde se
encuentran los puntos mu frontales, asociados con la disfunción del órgano zang
fu. Travell y Simons destacan que estos puntos gatillo son con frecuencia causa
de trastornos viscerales, como diarrea, vómitos, hinchazón, cólico en los niños,
eructos, dismenorrea, intolerancia al alimento, dolor de vejiga, orina residual y
goteo, flatulencia, imposibilidad de contraer el estómago y dolor en la vesícula
biliar y en punto de apendicitis de McBurney. La actividad del punto de disparo
de la piel o puntos gatillo subcutáneos del bajo vientre, así como los de los
músculos del bajo vientre también, pueden producir frecuencia urinaria,
necesidad de orinar y dolor de riñones, lo mismo que los puntos gatillo de las
cicatrices de operación de apéndice.

Los que practican en Europa la terapia de cicatriz dicen también que las
perturbaciones viscerales que se producen por toda la zona abdominal y pélvica
tienen su causa en materias que se adhieren a las viejas cicatrices y utilizan una
técnica parecida a la de Travell, inyectando lidocaína por inyección subcutánea
debajo de la misma cicatriz. Yo tuve un paciente así que sufría durante años un
terrible caso de lo que los médicos diagnosticaron como colitis. El tratamiento
de acupuntura no produjo ninguna mejoría. El Dr. Yves Requena, un famoso
médico y acupuntor francés que daba un seminario en nuestro instituto, accedió
a ver a este paciente. Requena descubrió una gran cicatriz debida a una
operación de vesícula que había sufrido hacía cinco años y habló a los presentes
de la terapia alemana de cicatriz. Enseñó a un médico presente a inyectar
lidocaína en la cicatriz y, al cabo de unas pocas inyecciones, como unas dos
semanas, desapareció por completo la colitis del paciente.

Otro paciente, con muchas cicatrices de varias operaciones para re-construir la


uretra y la vejiga, tenía un número increíble de puntos sensibles de disparo en los
músculos rectus abdominis derecho, por encima del hueso púbico, a ambos
lados. Su principal dolencia era la micción frecuente y una sexualidad
insatisfactoria, atribuida por los cirujanos a hipocondria. Traté los puntos gatillo
del rectus, así como algunos puntos sensibles, directamente en las cicatrices y, al
cabo de pocos días, desaparecieron virtualmente los síntomas urinarios y
sexuales del paciente.

Los acupuntores ven muchos trastornos somatoviscerales de este tipo y, en favor


nuestro, he de decir que nos los tomamos en serio. Sin embargo, los
profesionales de preparación TCM raras veces palpan la verdadera zona donde
hay dolencia y harían muy bien, por tanto, en seguir el consejo de Travell. El
reconocimiento médico es crítico en tales casos, después de hacer otra serie de
investigaciones para descartar la infección o la enfermedad orgánica que podría
estar fuera del alcance del acupuntor. Esta palpación revela, a veces, puntos
gatillo que, cuando se liberan, alivian también las dolencias viscerales.

Dolor y disfunción viscerosomáticos

Por otro lado, los efectos viscerosomáticos son el resultado de una enfermedad
visceral que produce la formación de puntos gatillo somáticos. Estos puntos
gatillo y el dolor y la disfunción que llevan consigo permanecen con frecuencia
después de resolver la enfermedad visceral. En tales casos, la desactivación de
puntos gatillo da un gran alivio, a veces decisivo, casi de inmediato. La terapia
de puntos sensibles de acupuntura es, por tanto útil en tales casos. Se usa, no
para tratar la enfermedad visceral per se, sino para aliviar las dolencias que lleva
consigo. Sin embargo, hay que advertir a los profesionales que el alivio de la
dolencia no significa necesariamente la erradicación de la enfermedad
visceral. Por consiguiente, esos pacientes deben tratarse con acupuntura,
solamente si están bajo el control de un médico que pueda informar
correctamente del estado de las vísceras.

La insuficiencia coronaria o cualquier otra enfermedad intratorácica que hace


que pase el dolor de estas vísceras a la parte anterior del pecho son ejemplos de
condiciones que pueden perpetuar puntos gatillo y dolor. Estas condiciones
pueden producir la activación de puntos gatillo satélites en los músculos
pectorales. En tales casos, la desactivación de estos puntos gatillo alivia esta
dolencia; pero no cambia la enfermedad visceral. Otro ejemplo es el espasmo
reflejo y la rigidez de los músculos abdominales como respuesta a una
apendicitis aguda. Muchas veces encontramos, mediante palpación, que hay
puntos gatillo en los músculos que sufren espasmo.

Del mismo modo, se ha visto que las úlceras duodenales producen puntos gatillo
en los músculos abdominales que hay encima del duodeno. Generalmente, el
dolor producido por estas úlceras responde bastante bien a la medicación, en
principio. Sin embargo, también tienden a perder la respuesta a la medicación,
hasta que se desactivan estos puntos gatillo. Una vez desactivados, la
medicación vuelve a trabajar bien y está bien indicada la combinación de
acupuntura de puntos sensibles y la medicación para estas úlceras crónicas. La
misma situación se produce en el caso de úlceras pépticas, parásitos intestinales,
trauma agudo interno y tensión crónica por trabajo o esfuerzo repetido. Todo
esto puede hacer que se mantengan los puntos gatillo y su liberación suele
producir gran alivio. Sin embargo, hay que tener en cuenta la condición médica
subyacente.

Hay también otros trastornos no orgánicos, de naturaleza crónica, que caen bajo
la categoría viscerosomática. Entre ellos están los puntos gatillo de las cicatrices;
trastornos de estrés que hacen que trabaje demasiado el sistema simpático,
produciendo desórdenes en las funciones del simpático y el parasimpático, junto
con fuerte fatiga; tensión emocional; exposición prolongada al frío, como en el
caso del carnicero que trabaja en una cámara frigorífica; infecciones víricas, mal
aspecto y problemas estructurales similares, como una pierna corta o una
hemipelvis pequeña. Todos estos casos pueden aliviarse con la liberación de
puntos gatillo de las zonas de dolencia y disfunción; pero el alivio no durará
mucho si no se solucionan los problemas internos viscerales, estructurales o de
cualquier otro tipo. Normalmente se necesita el tratamiento médico adecuado o,
por lo menos, supervisión. Por esta razón, yo pido a todos mis pacientes de
dolencias crónicas o recurrentes que consulten a un médico y tengo una red de
médicos de medicina general y especialistas a quienes puedo llamar.

El análisis de Travell y Simons de los efectos somatoviscerales y


viscerosomáticos resalta la importancia de la palpitación, siempre que el
paciente se queje de dolor y la disfunción asociada, aunque no pueda detectarse
nada médico, bien sea orgánico o producido por lesión. Los acupuntores que
trabajan desde una perspectiva miofascial detectarán con frecuencia puntos
sensibles que justifican las dolencias del cliente, igual que hacen Travell y sus
colegas. Esto sólo puede ayudar a la acupuntura a entrar en la corriente principal
del tratamiento multidisciplinario y el tratamiento del dolor.

Debido a la importancia y la eficacia de trabajar desde esta perspectiva


miofascial cuando se trata con acupuntura, yo tengo los dos volúmenes de
Myofascial Pain and Dysfunction: The Trigger Point Manual, de Travell y
Simons en la mesa de mi consultorio y los consulto constantemente. Algunas
veces los utilizo para enseñar a mis clientes las imágenes que hace la Dra.
Travell del distrés miofascial, que, con frecuencia, coinciden exactamente con
sus propios síntomas. También mues-tro a mis pacientes cuál es el circuito
meridiano correspondiente. Generalmente, coincide con las imágenes de la Dra.
Travell. Mi encuentro con los puntos gatillo de la Dra. Travell me ha permitido
clarificar mi trabajo como acupuntor de base meridiana, de tratamiento local, y
esto ha potenciado enormemente la eficacia de mi tratamiento. Los puntos gatillo
y los puntos kori y a shi son fenómenos poderosos que pueden y deben guiar
nuestra palpación y mantenernos firmemente en una relación directa con el
cuerpo del paciente que tenemos ante nosotros. Esa palpación demuestra
claramente que la experiencia, aparentemente subjetiva, del dolor y la disfunción
de la gran mayoría de pacientes se basa, en realidad, en la presencia, objetiva y
fácil de demostrar, de nudos y bandas miofasciales. Esto es algo que puede
comprobar cualquier profesional que quiera tomarse la molestia y perder el
tiempo tocando a la persona cuya dolencia quiere aliviar.
Parte II: Protocolos de tratamiento

6. Un protocolo de acupuntura de puntos sensibles


para tratamiento del dolor
Para resumir los principios de tratamiento mencionados en los capítulos
anteriores, que, para mí, comprenden los principios de trabajo de la acupuntura
de puntos sensibles basada en los meridianos, debemos partir del principio de
que el yang tiende hacia el exceso y el yin, hacia la deficiencia. En el contexto
de una acupuntura basada en los meridianos, este exceso yang debe entenderse
como hiperactividad y supraregulación de las zonas energéticas superficiales.
Esto produce una multiplicidad de constricciones cutáneas y miofasciales en las
zonas involucradas. Estas constricciones se llaman puntos a shi, kori y de
disparo. En este estilo de tratamiento, estos excesos yang se dispersan y
desactivan de forma local. Hay puntos no locales o distantes de los mismos
meridianos involucrados en la zona afectada, que se utilizan también para
dispersar este exceso de yang, al mismo tiempo que se ponen agujas en ellos
para potenciar el yin. Estos puntos distantes se seleccionan basándose en los
siguientes principios:

Arriba/abajo

Esto significa que se seleccionan puntos de la parte inferior del cuerpo para
tratar problemas de la superior y viceversa.

Izquierda/derecha

Significa que se seleccionan puntos de la parte izquierda del cuerpo para tratar
problemas de la derecha y viceversa.

Delante/detrás

Quiere decir que se seleccionan puntos de la parte anterior del cuerpo para tratar
problemas de la posterior y viceversa.
Dentro/fuera

Esto quiere decir que se liberan constricciones externas para ayudar al


funcionamiento interno y viceversa.

Estos puntos pueden seleccionarse en el meridiano correspondiente, en su


meridiano interno/externo emparejado o en su meridiano de seis canales
emparejado de la mano o del pie. También se pueden seleccionar puntos a shi,
kori o de disparo de las zonas afectadas.

Energética de la acupuntura: visión general

Hace una década, tenía dificultades para enseñar acupuntura meridiana francesa,
porque no se disponía de material original en inglés. Las traducciones con que
contábamos de los textos chinos hacían poca o ninguna referencia a los vasos
secundarios u ocho extraordinarios. Cuando empecé a enseñar con mis propias
traducciones de de Morant, Chamfrault, Van Nghi y Schatz, empecé a darme
cuenta de que algunas de las descripciones francesas de la energía de meridianos
están demasiado intelectualizadas y, en mi opinión, son traducciones
interpretativas. Esto no quiere decir que sean erróneas; pero tampoco garantiza
que sean exactas. Como no había nada en inglés sobre lo que yo estaba enseñan-
do de los llamados vasos secundarios, empecé a tener en cuenta estas enseñanzas
francesas, contrarias a mi propia experiencia clínica. En dicho proceso, empecé a
notar que las descripciones francesas de estos vasos secundarios y, en especial,
las de Van Nghi, son demasiado exactas y no coincidían con mi experiencia
clínica. Estaba buscando un cuadro o conjunto de imágenes más amplio y
general del sistema meridiano, para enseñar a mis estudiantes y compartir con
mis pacientes.

Para mí, el principio de la solución de este problema llegó cuando una colega se
tomó muy en serio mi historia de las imágenes de acupuntura y lo que
compartimos en realidad con nuestros clientes. Por entonces, ella estaba
terminando su preparación como terapeuta de arte*. Hizo que sus clientes
pintasen los problemas que sentían en su cuerpo. Después, comentaba sus
imágenes de acupuntura de lo que ella consideraba que tenían de disfuncional, y
les pedía que dibujasen nuevas imágenes de lo que sintiesen después de las
sesiones de acupuntura, a lo largo de la semana, entre tratamientos. Puso croquis
de los 71 meridianos en la pared, encima de su mesa de tratamiento. Estas
imágenes no sólo le ayudaron a descubrir el problema del cliente, sino que
también introduje-ron su vocabulario descriptivo. A sus clientes les resultó fácil
localizar sus problemas en alguna de estas imágenes de acupuntura.

Basándome en su experiencia, empecé con un ejercicio escrito para mis


estudiantes de segundo año del Tri-State Institute of Traditional Chinese
Acupuncture, que sigo usando todavía. En este ejercicio, los estudiantes cogen
cualquier esquema zang fu que quieran y lo reestructuran y reformulan con
imágenes de acupuntura. Comprueban los síntomas del esquema zang fu
correspondiente y buscan los meridianos que tienen estos síntomas. Después,
hacen croquis de los síntomas en dibujos de los meridianos. En principio, no les
di ninguna orientación sobre el modo de enfocar este ejercicio: me limité a
decirles que lo que pretendía era ver si podían dibujar los trastornos zang fu en
términos meridianos, utilizando el filtro jing luo, en vez del zang fu.

Para sorpresa mía, casi todos los estudiantes decidieron dibujar en acetato
transparente los meridianos que creían que estaban involucrados. Al hacer esto,
colocaron una imagen del meridiano encima de la siguiente y así sucesivamente.
Algunos solían advertir que, cuando hicieron esto, poniendo algunas imágenes
relevantes de meridianos de acupuntura, unas sobre otras, la imagen compuesta
superpuesta que resultaba no tenía sentido. Según mis estudiantes, estaban
desilusionados.

Por otro lado, yo estaba muy contento con estas imágenes. Para demostrar a mis
estudiantes el sentido que tenían, empecé a bromear con ellos, hasta que pude
sacar algunos esquemas generales.

Después de un par de años trabajando con este material, acabé dándome cuenta
de que estas composiciones de acetato representaban sistemas meridianos de
zonas concretas. Por ejemplo, si un estudiante dibujaba los meridianos de la
vesícula biliar y el triple calentador, desde lo tendinomuscular a lo regular, así
como los vasos extraordinarios correspondientes que suben por la parte superior
de la espalda y los lados del cuello en un paciente que sufre fuego creciente en el
hígado con tinitus y migraña, las zonas shao yang estaban representadas de una
forma compuesta. En otras palabras, aparecían todos los circuitos de los
meridianos de la vesícula biliar y del triple calentador, desde los
tendinomusculares, más amplios y difusos, hasta los longitudinales luo, más
precisos, y los meridianos regulares, así como el vaso extraordinario, el yang wei
mai que fluye por esta parte superior del cuello y la cabeza.
Supe, por la experiencia clínica, que la mayoría de los sufrimientos del paciente
siguen estos meridianos mayores ( tai yang, shao yang y yang ming); pero se
echaba de menos una teoría de acupuntura para estas imágenes compuestas.
Entonces, un estudiante me enseñó imágenes de un nuevo libro de texto de
China, que mostraba las doce regiones cutáneas. Estas imágenes aparecen
también en la traducción de Bensky y O’Connor, del Shanghai College de TCM,
Acupuncture, A Compre-hensive Text. En estos dibujos, hay solamente seis zonas
sombreadas, a pesar de que se les llama doce regiones cutáneas. Después de un
examen meticuloso, me di cuenta de que éstas eran las mayores unidades
meridianas pintadas. Ésta era la respuesta. Aquí, en el dibujo de la región
cutánea de shao yang, por ejemplo, había una visión amplia, una imagen en la
que figuraban todos los circuitos de shao yang, desde los tendinomusculares a
los divergentes, los luo y los regulares. Esto era lo que yo había estado buscando
y, finalmente, todo quedó en su sitio.

El protocolo
Si tomamos las regiones cutáneas como las proyecciones superficiales de
representaciones de los circuitos meridianos subyacentes, como la visión más
amplia posible del sistema de meridianos, entonces, al examinar y tratar las
regiones cutáneas, se están tratando también los sistemas meridianos
subyacentes, al menos indirectamente. De este modo, la región cutánea del shao
yang, por ejemplo, es una representación superficial de los meridianos
tendinomusculares, divergentes, luo y regulares del shao yang, es decir de la
vesícula biliar y del triple calentador. Esta región mayor cutánea de meridianos
está atravesada por dos vasos extraordinarios: el dai mai, o vaso cinturón, y el
yang wei mai.

Por tanto, si un paciente presenta molestias y la palpación del acupuntor revela


también constricciones en la zona de la vesícula biliar y/o en la región cutánea
del triple calentador, debería tomarse como centro del tratamiento la zona shao
yang que baja por los lados del cuerpo. En este caso, las constricciones del
exceso yang que hay en toda la zona shao yang deben tratarse de forma local,
para liberar puntos sensibles y de disparo, mientras que se deben añadir puntos
distantes de shao yang para reforzar el tratamiento.

Finalmente, como el yang tiende hacia el exceso y el yin, hacia la deficiencia, al


dispersar la zona de exceso yang del shao yang, debemos tonificar o reforzar
también los circuitos yin emparejados, es decir, el jue yin, el del hígado y el del
pericardio. Aunque el jue yin no sea deficiente todavía y no muestre signos de
deficiencia en el hara o pulso del hígado y el pericardio, creo que deberíamos
tratarlo, basándonos en el principio de que, cuando el yang es excesivo, su
correspondiente yin acaba siendo deficiente. Reforzar el jue yin, mientras se
dispersa el shao yang, es, por tanto, una terapia preventiva, igual que tonificar la
tierra del bazo cuando es excesiva la madera del hígado, ya que, según la teoría
de las cinco fases, la madera invade algunas veces la tierra.

Esta misma teoría es válida para el tai yang (cuando hay que tonificar el shao
yin, al mismo tiempo que se dispersa el exceso de tai yang) y para el yang ming,
cuando hay que reforzar el tai ying. En este protocolo, la unidad yin
correspondiente de la zona yang que tiene exceso se considera el núcleo o raíz
del tratamiento. Si hay también desequilibrios concretos de raíz, como un pulso
del pulmón deficiente, puede tonificarse con los principios de tratamiento raíz
que se prefiera. En realidad, una de las bellezas de este protocolo es que la parte
raíz del tratamiento puede hacerse como se recomienda aquí o por cualquier
medio de tratamiento raíz que consideremos oportuno. La clave está en
concentrarse para dispersar y relajar el exceso de yang ( a shi, kori, puntos
gatillo) de las zonas yang en cuestión. Según esta metodología, espero que el
dolor recurrente y crónico y demás esquemas similares, como constricciones,
reducción de la movilidad, debilidad muscular y alteraciones cutáneas, se
produzcan a lo largo de una de las tres regiones cutáneas yang ( tai yang, shao
yang o yang ming). Estas tres regiones yang constituyen los tres aspectos
principales del cuerpo: dorsal, lateral y ventral. Por tanto, yo he etiquetado así
estas zonas. Tenemos la zona dorsal o tai yang, la lateral o shao yang y la ventral
o yang ming.

Al evaluar un problema de dolor recurrente y crónico por este sistema, uno se


limita a hacer un croquis de las molestias y de lo que va encontrando en cuanto a
los puntos sensibles, en cualquiera de las tres zonas afectadas. Entonces empieza
el tratamiento, centrándonos en la zona en la que predominan los síntomas y
puntos sensibles, especialmente si ésta es la zona (como ocurre casi siempre) en
la que el paciente siente el dolor y aparece la disfunción correspondiente. Se
seleccionan los puntos de la zona en cuestión y los puntos distales entre los
puntos sensibles o reactivos de los mismos meridianos. Además, se ponen agujas
en los puntos de tonificación yin de la zona yin emparejada. Los puntos locales y
distales de los vasos extraordinarios que cruzan la zona yang en cuestión se
tratan también cuando es preciso.
En el momento oportuno, se puede simplificar el tratamiento para convertirlo en
simplemente tendinomuscular, divergente o luo, o tratar sencillamente los vasos
extraordinarios involucrados, para reducir el número de agujas y concentrar el
tratamiento. Sin embargo, creo que, en los primeros tratamientos, es conveniente
tratar toda la zona yang. Normalmente, se puede determinar con precisión la
zona más perturbada con unos pocos tratamientos, ya que se hace más resistente
a la relajación con un medio tan general. Entonces puede centrarse uno
directamente en ella.

Yo recomiendo generalmente que se haga el tratamiento una vez a la semana en


pacientes de dolor recurrente o crónico, aunque ellos quieran continuar o
empezar algún tipo de terapia física al mismo tiempo. La terapia física no debe
darse el mismo día que el tratamiento de acupuntura. Lo ideal es que se haga el
día anterior para preparar la zona para la relajación y el día posterior, para que
ésta continúe, o los dos días mencionados. De todas formas, se puede ser muy
flexible en esto. He observado que los tratamientos semanales deben continuarse
hasta cuatro o seis sesiones, con un descanso de un mes. El paciente puede
continuar con la terapia física; pero no debe empezar ninguna otra terapia
durante este tiempo de descanso.

Conviene ver al paciente, para un tratamiento individual, un mes después de


terminar la primera serie, con revisiones mensuales en casos recalcitrantes o de
necesidad. También es recomendable seguir un tratamiento individual, al menos
una vez cada tres meses, en casos de dolor crónico. Esto hace que continúe la
relajación de las zonas perturbadas, descubre las constricciones nuevas que
puedan surgir y acostumbra al individuo a tratar el dolor, como un proceso
continuo que requiere su participación e intervención activa.

Al adoptar este protocolo, se hace uso repetido de ciertas series de puntos de


cada una de las tres zonas yang, en especial los puntos distales, ya que son muy
eficaces para abrir y relajar las zonas en cuestión. Los puntos locales también
deben tratarse en esquemas reconocibles. El profesional que palpa las zonas
dolorosas y siente los puntos sensibles, conseguirá un conocimiento clínico de
los esquemas recurrentes de puntos para trastornos comunes de dolor miofascial,
que resultará muy eficaz. Aunque algunos practicantes del tratamiento raíz
critiquen esto como predeterminado, yo creo que el uso repetitivo de
combinaciones de puntos, que ha demostrado su efectividad clínica en una
amplia gama de trastornos, es la característica principal de la acupuntura clásica.
Lo que adapta el tratamiento a un cliente concreto es la atención que se presta a
los puntos sensibles locales. En mi opinión, aquí es donde entramos con el
cliente en un contacto más profundo, en su experiencia directa del distrés.

En los tres capítulos siguientes, doy normas para atenuar el exceso yang y
reforzar la zona yin correspondiente para cada una de las tres zonas: dorsal
lateral y ventral. Empiezo con la imagen de acupuntura de la zona y los puntos y
meridianos de acupuntura involucrados. Después viene un análisis de los
músculos correspondientes, de los puntos gatillo de Travell más comunes para
esa zona y de las estrategias de tratamiento que me han dado resultado. El
análisis de cada zona concluye con una historia, con lo que se pretende aclarar el
uso de este protocolo en la práctica clínica.

7. La zona dorsal

Imagen, puntos y meridianos de acupuntura

La zona dorsal está formada por la zona cutánea y los meridianos


tendinomusculares, divergentes, luo y regulares del tai yang o máximo yang, es
decir, *. En esta zona está la región de los senos superiores, la frente, la coronilla
de la cabeza y la parte posterior del cuerpo, desde la región occipital y la nuca,
bajando desde el cuello por la espina dorsal y los músculos paraespinales, por las
nalgas, la parte posterior de los muslos y las pantorrillas, hasta los bordes
exteriores del pie y los dedos. La rama de los brazos sube por el borde exterior
del brazo, empezando por el dedo meñique, y cruza por los omóplatos y los
músculos escaleni del cuello, pasa por el cuello y termina, en ambos lados,
delante de los oídos. Los vasos extraordinarios que atraviesan esta zona son el du
mai, que va desde el perineo, subiendo por la espina dorsal, hasta lo alto de la
cabeza, y baja por la parte delantera de la frente, para terminar debajo de la
nariz, y el yang qiao mai, que atraviesa toda la zona dorsal.

La circulación por los meridianos regulares sigue un ciclo que empieza en los
pulmones. La primera respiración de la vida introduce en el cuerpo qi cósmico y,
por consiguiente, aire. Por tanto, la circulación del qi mueve la sangre, al mismo
tiempo que la oxigena. Este ciclo termina en el hígado, que controla el
diafragma. El diafragma es esencial para la función respiratoria de los pulmones.
Este ciclo sigue por tres unidades energéticas y la atención a estas tres unidades
es lo que caracteriza la acupuntura meridiana francesa.
Estas tres unidades de circulación de qi son: tai yin/yang ming (pulmones,
intestino grueso, estómago, bazo), shao yin/tai yang (corazón, intestino delgado,
vejiga, riñones) y jue yin/shao yang (pericardio, triple calentador, vesícula biliar,
hígado). Si miramos este ciclo desde una perspectiva de las cinco fases, fluye
esencialmente, en contra del ciclo de generación de los órganos zang fu internos
y los intestinos, de metal a tierra ( tai yin), a fuego, a agua ( shao yin), para
volver a fuego y, después, a madera ( jue yin).

Imagen de acupuntura de la zona dorsal

Este orden parece hasta que uno contempla el ciclo de circulación meridiana
desde la perspectiva de los ocho vasos extraordinarios. Estos ocho vasos están
formados desde antes de nacer, antes de la primera respiración de vida que da
inicio al flujo regular de los meridianos desde los pulmones al hígado, como
hemos visto antes. Por eso, algunos autores franceses les llaman codificadores
genéticos. Pueden compararse con el ARN/ADN, ya que codifican las zonas del
cuerpo y establecen las plantillas energéticas para el desarrollo de los órganos e
intestinos. Según este criterio, los ocho vasos extraordinarios se forman en
embrión.

Desde este punto de vista, el ren mai y el chong mai, que suben por el lado
ventral del cuerpo, forman la zona ventral; el du mai y el yang qiao mai, que
suben por la parte posterior del cuerpo, forman la zona dorsal, y el yin qiao mai,
que conecta con su emparejado yang qiao mai, enlaza las energías yang con la
zona dorsal y las yin con la zona ventral y el ren mai, donde empieza todo. Esto
permite que el yin wei mai y el yang wei mai conecten las zonas de desarrollo del
organismo (la superior con la inferior y la derecha con la izquierda), mientras
que el dai mai, que rodea la sección media como un cinturón, mantiene todos los
meridianos longitudinales en su sitio.

Los puntos clave que abren cada uno de estos vasos extraordinarios son, por
orden: Lu.7, Sp. 4, S.I. 3, Bl. 62, Kid. 6, Per. 6, T.H. 5 y G.B. 41. Éste es
exactamente el mismo orden de las tres unidades de circulación de qi por los
meridianos regulares antes descrita: metal, tierra, fuego, agua, fuego y madera.
Por tanto, podemos ver que los ocho vasos extraordinarios prefiguran los doce
meridianos regulares y establecen lo que podríamos llamar base energética de
estos doce meridianos y los doce órganos e intestinos con los que conecta.

La zona dorsal, por su parte, está codificada energéticamente por el du mai y el


yang qiao mai. Sus puntos de reunión o apertura son S.I. 3 y Bl. 62.

Los principales puntos distales de acupuntura de la zona dorsal son: Bl. 67, 64,
62, 60, 59, 58, 57 y 40; S.I. 3, 4, 6, 7 y 8.

Los principales puntos locales son:

Bl. 53-54 y Bl. 31-34, para las nalgas.

Bl. 11-25 y Bl. 41-54, para los músculos paraespinales erector spinae, y los
puntos Hua Tuo jia ji para los músculos multifidi que están a los lados del
erector spinae y, posiblemente también, para los rotatores.

Bl. 10, para la región occipital.


Bl. 9 a Bl. 3, para el músculo occipitofrontalis.
Bl. 1-2, para el músculo orbicular de los párpados.
S.I. 9-14, para los músculos de la región de los omóplatos.
S.I. 16, para los músculos escaleni.
S.I. 17, para el músculo digástrico posterior.
S.I. 18, para el músculo cigomático mayor.

Naturalmente, se pueden utilizar puntos distales como locales, para problemas de


los brazos, las manos, las piernas y los pies. Al localizar estos puntos, es
necesario empezar la palpación para buscar puntos sensibles en la localización
normal del mismo punto, palpando por encima y por debajo del punto, a lo largo
del recorrido de los meridianos, hasta que aparezca un punto sensible contraído.
Yo creo que es en estos puntos locales reactivos donde hay que poner las agujas,
y no donde dicen los libros de texto. La situación de estos puntos contraídos de
forma local se superpone con frecuencia a los puntos gatillo de Travell, como
veremos más adelante.

Otros puntos importantes de la zona dorsal, desde los vasos extraordinarios


involucrados, son:

G.V. 1, para los músculos de la base pélvica.


G.V. 3-4, para la parte baja de la espalda.
G.V. 8-9, para la parte media de la espalda.
G.V. 13-14, para la parte superior de la espalda.
G.V. 16, para la región occipital.
G.V. 23, para los senos frontales y la frente.

Los puntos yang qiao mai, Bl. 62, para la parte inferior del torso, las piernas y
los pies.

S.I. 3, para las manos y los brazos.


S.I. 9, para los músculos de los omóplatos y la parte superior de la espalda.

Los principales meridianos que se tratan en la zona dorsal para combatir el dolor
son los de la región cutánea y tendinomusculares del intestino delgado y la
vejiga, el divergente de la vejiga y los regulares del tai yang, por medio de sus
puntos distales, los puntos distales y mu frontal y shu posterior del shao yin
(corazón y riñones), también desde los meridianos regulares, y el par de vasos
extraordinarios del du mai y el yang qiao mai.

Músculos

Lo que viene a continuación es una lista, por zonas del cuerpo, de los músculos
principales de la región dorsal:

Cabeza y cuello: Trapezius medio e inferior, digástrico posterior, orbicular de los


párpados, occipitofrontalis, splenius capitus, splenius cervicus, multifidi del
cuello, semispinales cervicis, semispinalis capitis y suboccipital.

Parte superior de la espalda, hombro y parte superior del brazo: Levator


scapulae, supraspinatus, infraspinatus, teres minor, teres major, subscapularis y
rhomboideus.

Torso: Serratus posterior superior, serratus posterior inferior, superficiales


paraespinales (erectores spinae, o sea, iliocostalis thoracis y lumborum y
longissimus thoracis), y paraespinales profundos, o sea, multifidi y rotatores.

Parte baja del brazo y mano: Extensor carpi ulnaris, abductor digiti minimi y
flexor carpi ulnaris.

Parte baja del torso: Latissimus dorsi, quadratus lumborum, base de la pelvis,
gluteus maximus y medius, gluteus minimus, piriformis y abturator externus.

Cadera, muslo y rodilla: Músculos de las corvas (biceps femoris,


semitendinosus y semi-membranosus) y popliteus.

Pierna, tobillo y pie: Plantaris, soleus, gastrocnemius, tibialis posterior, flexor


digitorum longus, flexor hallucis longus, adductor digiti minimi y quadratus
plantae.

El lector interesado puede consultar a Travell y Simons para conocer los detalles
de las situaciones más comunes de los principales puntos gatillo que hay en estos
músculos de la zona dorsal tai yang.

Puntos gatillo
El gráfico de la página siguiente* nos muestra los puntos gatillo más comunes de
la zona dorsal o tai yang. El lector interesado puede consultar a Travell y Simons
para más detalles sobre puntos gatillo, sus indicaciones y precauciones para
poner agujas.

Estrategias de tratamiento
Más adelante se analizan las estrategias comunes de tratamiento en las que he
llegado a basarme para problemas de dolor miofascial de los diversos grupos de
músculos de la zona dorsal. Las he desarrollado basándome en una combinación
de la terapia de puntos gatillo de Travell y Simons, como indican en su
Myofascial Pain & Dysfunction, y las estrategias del tratamiento de acupuntura
basado en los meridianos. No hay duda de que los lectores tendrán también otras
estrategias de tratamiento o combinaciones de puntos, según su propia
experiencia y el tipo de práctica. Sin embargo, creo que la clave del tratamiento
del dolor con acupuntura está en examinar atentamente los puntos locales de las
zonas que atormentan

Puntos gatillo de la zona dorsal

al paciente y de todos los músculos conectados con esa zona, basándose en


consideraciones de acupuntura y miofasciales.

Limpieza de la zona dorsal


He encontrado varias estrategias de acupuntura que pueden abrir la zona dorsal o
tai yang.

1) yang qiao mai/du mai.

Como los dos vasos extraordinarios que atraviesan la zona central le sirven de
plantilla energética, tratarlos es muy eficaz, como primer paso para tratar el
dolor crónico miofascial y la disfunción de esta zona. Sus puntos clave son S.I.
3, que abre el du mai, y Bl. 62, que abre el yang qiao mai. Se pueden poner
agujas en los dos a la vez, para abrir la zona y empezar su relajación miofascial.
Yo suelo poner agujas en estos puntos en lados opuestos: una, a la izquierda, y
otra, a la derecha. Selecciono el lado que voy a tratar y con qué punto,
dependiendo de los síntomas del paciente. Por ejemplo, si el paciente sufre dolor
en los músculos del omóplato izquierdo, pongo una aguja en S.I. 3 izquierdo y
en Bl. 62 derecho. Si el paciente sufre un dolor de tipo ciático que baja por la
parte posterior de los músculos de las corvas de la parte posterior de la rodilla,
pongo una aguja en Bl. 62 izquierdo y, al mismo tiempo, en S.I. 3 derecho.
También se pueden añadir puntos locales, desde el du mai, al nivel del dolor y
disfunción y/o los puntos Hua Tuo jia ji, que corresponden con los multifidi de
la espina toracolumbar.

Creo que es conveniente palpar los espacios intervertebrales y paravertebrales,


empezando por unas vértebras encima y debajo de las zonas dolorosas o que
tienen disfunción. Con esto pueden descubrirse uno o dos puntos gatillo muy
sensibles En estos puntos se pueden poner agujas de 1/3 a 1/2 pulgadas de
profundidad y la aguja suele encontrar una resistencia significativa. Yo me
detengo al encontrar esta resistencia. Manteniendo la aguja en esa profundidad y
dirigiéndola hacia el centro de la resistencia, pincho repetidas veces 1/32
pulgadas en un punto tenso, a un promedio de un golpe por segundo, hasta que
se queda sujeta la aguja. Entonces la dejo, como hago siempre, de 10 a 20
minutos, hasta que se suelta la sujeción de la aguja.
Puntos de gatillo de la zona dorsal

Pueden ponerse agujas al mismo tiempo y del mismo modo en los músculos
paraespinales erectores spinae del mismo nivel. Esto suele aumentar la
relajación. También se pueden poner agujas en los puntos locales yang qiao,
dependiendo de la sintomatología. Por ejemplo, se pueden poner agujas en G.V.
29, para trastornos de la cadera, el tracto iliotibial y la pierna, o en S.I. 10, para
la parte posterior de la espalda y los omóplatos.

2) Meridianos divergentes de shao yin/tai yang

Los meridianos divergentes de los riñones y la vejiga se encuentran en Bl. 40, en


el hueco poplíteo que hay detrás de la rodilla. Bl. 10, en la región occipital, a un
lado del trapezius, es otro punto donde se encuentran los meridianos divergentes
de la vejiga y los riñones y la combinación de Bl. 10 y Bl. 40 a ambos lados
libera espasmos y rigidez de los músculos paraespinales erectores espinae, desde
el occipucio hasta la región sacra.

En pacientes que tengan disfunción o rigidez paraespinal, suelo utilizar esta


combinación para abrir esa zona. También utilizo la combinación de Pl.10 y 40
en pacientes que tengan espasmos y dolor agudo y no puedan tolerar la inserción
de agujas directamente en la zona afectada. Dejo estas agujas de 15 a 20
minutos, relajando así de algún modo la zona. Después añado puntos sensibles o
de disparo locales, para conseguir una relajación miofascial mayor, una vez
atenuados los espasmos.

3) Bl. 2

Experimentando con parte de una estrategia de tratamiento que enseñó Kiiko


Matsumoto a nuestros estudiantes, descubrí que poner agujas en Bl. 2 cuando
está sensible, en cualquier lugar desde su situación ortodoxa entre las cejas y el
punto medio de *, puede relajar también toda la red muscular paraespinal, de un
modo parecido a Bl.10 y Bl. 40.

Las manos del profesional deben coger la carne poniendo el pulgar y el índice a
cada lado de la ceja, para coger el punto sensible entre los dedos. Entonces
utilizo una aguja muy fina, de 38 o 40 gauges*, con tubo de inserción, y la clavo
media pulgada en el punto tenso que tengo entre los dedos. La piel que hay
donde se ha puesto la aguja se pone roja algunas veces y hay que dejar las agujas
hasta que disminuye considerablemente esta rojez. Esto tarda de 20 a 25 minutos
en la mayoría de los casos. Es un punto excelente para los pacientes que no
toleran muchas agujas, especialmente cuando se trata de un dolor agudo o
cuando la disfunción paraespinal está asociada con jaquecas frontales. Sin
embargo, debe combinarse con puntos fuertes distales, como Bl. 58 o 59,
poniendo agujas donde estén sensibles o con nudo.*

4) Bl. 14-43 y Bl. 23

Tal como se analiza en Acupuncture Imagining, capítulo 6, sobre los esquemas


comunes de reacción al estrés de los músculos y fascias asociados con la
constricción diafragmática, muchas veces encuentro constricción de los
músculos romboide y paraespinal, a la altura de T. 5 o T. 6 (normalmente en el
lado izquierdo) y del iliocostalis lumborum y el paraespinal, a la altura de L. 2 y
L. 3 (normalmente a la derecha). Esta especie de esquema cruzado
superior/inferior es común en pacientes de dolor crónico, en quienes *. Esto se
define como “una acumulación de lesiones mayores y menores repetidas en un
segmento, que produce residuos clínicos no resueltos que pueden producir dolor
o no”1

Yo creo que esta combinación está relacionada con estados de fuerte estrés, en
los que se prolonga la respuesta de luchar o huir. Esto crea un estado crónico de
alarma. Al preguntarles, estos pacientes suelen reconocer un trauma importante
donde no solamente tenían una amenaza física, sino verdadero pánico, bien fuese
en el momento del trauma o mucho después. Es frecuente que este pánico esté
siempre presente y puede provocarse al menor estímulo. Uno de estos estímulos
es, para estos pacientes, la simple palpación de los músculos paraespinales de la
espina toracolumbar. La combinación de Bl. 14-43, poniendo agujas cuando está
tenso y sensible, y el área que rodea Bl. 23, poniendo agujas también cuando
está más sensible, es muy útil en estos pacientes, así como en el tratamiento de la
ansiedad en general.
1.– Gunn, C. Chan,Treating Myofascial Pain, Health Sciences Center for
Educational Resources, University of Washington, SB-56, Seattle WA, 98195, p.
9.

La imagen que utilizo con estos pacientes es la de sus glándulas adrenales


trabajando en exceso. Esto corresponde, en mi opinión, a un exceso de fuego en
los riñones y produce fatiga adrenal o deficiencia yang en ellos, al cabo de un
tiempo. En estas situaciones, los pacientes que tienen mucho estrés suelen decir
que tienen una energía superior a la normal y prefieren estar siempre en acción.
Esto corresponde a lo que se conoce como conducta de tipo A; pero también
dicen que sufren periodos de mucha fatiga y colapso a final del día. Estos
pacientes son como coches que funcionan en vacío y esta combinación produce
muchas veces una relajación profunda. Algunos pacientes llegan a decir que han
tenido necesidad de ir a su casa a descansar durante varias horas después de los
dos primeros tratamientos de este tipo.

Si se combina con puntos distales del pericardio asociado (Per. 6 o 4) y los


riñones (Kid. 2 y 3), es un tratamiento excelente de relajación para pacientes que
sufren ese agotamiento adrenal crónico, con sus trastornos de ansiedad, fatiga y
pánico. Esta combinación puede añadirse con mucha eficacia a otros protocolos,
cuando se trata a estos pacientes por dolores miofasciales y disfunciones de la
zona dorsal.

5) Puntos sensibles paraespinales, desde Bl. 10-32

Los pacientes que tengan problemas en la zona dorsal y sufran síntomas de


trastorno funcional del sistema nervioso pueden tener, en forma local, puntos
sensibles o tensos en los músculos paraespinales, a la altura del segmento en que
se localiza el dolor. Gunn llega a plantear que la mayoría de los síndromes de
dolor musculoesqueletal indican una disfunción funcional del sistema nervioso,
clasificándolas como neuropatías. En tales casos, dice Gunn, habrá signos de
perturbación sensomotriz y autonómica de los nervios periféricos. Esto indica
una radiculopatía, tanto si puede diagnosticarse como si no. Gunn cree que la
espondilosis, que es casi universal y avanza con la edad, es la causa más común
de estos síndromes de dolor crónico. La desintegración estructural gradual y los
cambios morfológicos que se producen en los discos intervertebrales pueden
producir la radiculopatía.

Muchas veces puede identificarse este tipo de neuropatía sólo mediante


reconocimiento médico, ya que no aparece todavía ningún cambio estructural
detectable. Sin embargo, los nervios neuropáticos involucrados descargan de una
forma super activa y excitada. Estos nervios supersensibles y las estructuras que
alimentan reaccionan a los estímulos de forma anormal. Esta supersensibilidad
del sistema nervioso puede extenderse hasta abarcar músculos esqueletales y
suaves, ganglios simpáticos, neuronas espinales, glándulas adrenales, glándulas
sudorípadas y hasta células del cerebro. Estas estructuras denervadas
“reaccionan excesivamente a una amplia variedad de estímulos físicos, incluidos
el estiramiento y la presión”.2 Una de las estructuras que se sobreescitan con
más facilidad, continúa Gunn, es un músculo estriado. Produce dolor,
ablandamiento y aumento de tonificación o espasmos que terminan en
acortamiento de los músculos. Los músculos acortados, como Travell y Simons
no dejan de repetir, crean un tirón incesante, que produce también tirones en el
conjunto miofascial del cuerpo, que llevan a una multitud de síndromes de dolor
crónico y recurrente.

No hay dolor en esos trastornos, si no hay espasmos. Yo creo que es a esto a lo


que se refieren los textos chinos de acupuntura cuando dicen que donde hay
dolor hay falta de flujo libre y donde hay flujo libre no hay dolor. El objetivo del
tratamiento de estos trastornos es facilitar esta constricción y su correspondiente
falta de flujo libre, eliminando cualquier agente irritante que pueda identificarse
y relajando los músculos contraídos y sus correspondientes puntos sensibles,
dolorosos o de disparo. Gunn insiste en que se palpe para buscar bandas tensas
de músculos contraídos o, en otras palabras, puntos gatillo por los músculos de
la zona afectada, dependiendo del esquema de la neuropatía. Cuando hay
también radiculopatía, pueden sentirse esas bandas en los músculos
paraespinales asociados del segmento afectado y, concluye Gunn, las bandas
paraespinales hay que relajarlas también en estas circunstancias.

2.– Ibid. p. 8-14.

Mi experiencia en la acupuntura me hace estar de acuerdo. Tanto si se puede


plantear ese gran predominio de la neuropatía y la espondilosis como causa de
síndromes de dolor crónico musculoesqueletal y miofascial como si no, la
relajación de los músculos paraespinales tensos y contraídos es muy eficaz en
tales trastornos. Gunn, por ejemplo, libera los puntos gatillo y los músculos
contraídos del antebrazo en el síndrome de túnel carpal de la muñeca. También
trata los músculos cervicales tensos de las vértebras cervicales en el codo de
tenista.
Los puntos dorsales de la zona paraespinal del meridiano de la vejiga pueden
tratarse de una forma similar y no precisamente para los trastornos médicos
internos de las vísceras. Esto contradice a la acupuntura TCM, en la que Bl. 14
se usa para tos, angina de pecho, molestias del pecho, náuseas y vómitos; pero
no hay ninguna indicación que haga referencia al dolor de espalda de la zona de
los romboides.3

6) Puntos sensibles, a shi, kori o de disparo

Finalmente, se pueden tratar cualesquiera puntos gatillo sensibles para trastornos


de dolor miofascial en cualquiera de los músculos de la zona dorsal. Lo único
que se necesita es tener a mano los textos de Travell y Simons. Una revisión
meticulosa de estos textos nos da casi siempre una imagen clínica muy clara de
los músculos que hay que tratar. Esto puede ir acompañado de tratamientos de
autoayuda en casa y ejercicios simples que pueden copiarse para el paciente.
Combinado con la supervisión de un buen fisiatra o cualquier otro médico
especializado en dolor crónico y la terapia física que este médico pueda iniciar
sin duda, la acupuntura de puntos sensibles puede ser muy útil y producir un
gran alivio en:

– Jaquecas de tensión que afecten a los músculos occipitofrontales.

– Rigidez y dolor de cuello, debido a la constricción de los músculos levator


scapulae, trapezius, scaleni, cervical posterior y paraespinal superior.

– Disfunción de la parte inferior de la espalda y dolor debido a la constricción de


los músculos supraspinatus e infraspinatus, romboides, teres major y minor,
trapezius y paraespinal torácico.

– Dolor y disfunción de la parte baja de la espalda, debidos a constricción de los


músculos lumbares paraespinales, quadratus lumborum y unión inferior de
latisimus dorsi.

– Dolor, disfunción y ciática procedente de las nalgas, debidos a constricción del


gluteus medius y maximus y el piriformis (incluyendo el síndrome piriformis,
que requiere rápidamente poner agujas en el punto sensible).

– Dolor y disfunción en las corvas, dolor y debilidad en las corvas y sensaciones


similares en la ciática posterior.
– Dolor y disfunción en la pantorrilla, tendón de aquiles y talón, debido a
constricción del popliteus, soleus, tibialis posterior, gastrocnemius y flexor
hallucis longus.

– Dolor en el pie, en la parte baja del pie, debido a constricciones del quadratus
plantae.

– Dolor y disfunción a lo largo de la parte exterior de la planta del pie, debido a


constricción del abductor digiti minimi.

– Dolor y disfunción en la barbilla, debido a puntos gatillo en el zygomaticus


major.

– Dolor en el ojo y jaqueca en las cejas, debido a constricción del orbicular de


los párpados.

– Dolor en la parte superior delantera del cuello, que aparece con frecuencia en
los cantantes, debido a un punto de disparo en el músculo digástrico.

– Dolor y debilidad en el borde exterior del brazo y la mano, debido a puntos


gatillo y constricciones del flexor carpi ulnaris, extensor carpi ulnaris y aductor
digiti minimi.

3.– Téngase en cuenta que los puntos shu de la espalda para el zang fu se pueden
tratar con agujas para curar trastornos viscerales, junto con cualquier tratamiento
de la zona dorsal, para el dolor crónico.

El tratamiento de cualquier punto sensible que encontremos en los grupos de


músculos mencionados, asociados con cualquiera de dichos problemas, puede
combinarse con otros tratamientos de limpieza del yang dorsal y deben
combinarse siempre con una fuerte estimulación de las agujas insertadas cerca
de los puntos más contraídos:
Bl. 58, 59, para dolor y disfunción de los músculos paraespinales, desde el
occipucio hasta el sacro.
S.I. 4, 6 o 7, donde haya puntos sensibles contraídos, para trastornos de la mano,
el brazo y la zona de los omóplatos.

Refuerzo del yin menor


Según mi protocolo, hay que reforzar siempre el yin parejo a la zona yang que se
está relajando. El yin que empareja con el tai yang es el shao yin o meridianos
del corazón y los riñones. Para reforzar el shao yin, prefiero el Nei Jing,
utilizando los puntos distales ying y shu para trastornos del yin. Esto significa
que hay que poner agujas en Kid. 2 y 3. Se puede usar en cambio el punto de
tonificación de los riñones, Kid. 7, si el pulso de los riñones es deficiente, o
solamenteel punto origen, Kid. 3, para reforzar los riñones. En realidad, uno
puede usar cualquier estrategia que prefiera para reforzar aquí el shao yin. Sin
embargo, el lector debe tener en cuenta que estoy siguiendo la costumbre
japonesa y evito poner agujas en el meridiano del corazón. Por tanto, refuerzo
solamente los riñones cuando utilizo puntos distales para reforzar el shao yin.
También se pueden utilizar los puntos shu de la espalda para disfunción visceral,
del corazón y los riñones, en estas funciones, es decir, en Bl. 15 y Bl. 23. Otra
buena combinación para reforzar el shao yin por un método raíz son los puntos
raíz y nodo del shao yin, Kid. 1 y C.V. 23.

Consejos clínicos

Al tratar la zona dorsal, tiene muchísima importancia que el paciente esté


completamente cómodo. La mayoría de los pacientes no pueden ponerse
cómodamente boca abajo en una mesa plana, con la cabeza vuelta a un lado, y
quedarse así de 10 a 20 minutos. Por tanto, el profesional debe utilizar una mesa
que tenga un hueco para la cara y almohadas para sujetar el abdomen y fortalecer
la curva lumbar, o también puede tratar al paciente echado de costado. También
puede comprar cojines de mesa preparados para la cabeza y la cara. Yo,
personalmente, prefiero estos.

Un caso concreto
Durante el contacto inicial y el reconocimiento médico, si un paciente se queja,
por ejemplo, de jaquecas de tensión frecuentes que empiezan en la zona occipital
y pasan a la frente, posibles jaquecas de los senos centradas en las cejas y un
historial de dolor recurrente o crónico en los músculos paraespinales, las nalgas
o la parte posterior de los muslos y las pantorrillas, inmediatamente sospecho
que la zona dorsal es la primaria de la disfunción. El examen médico suele
descubrir, en esos casos, varios puntos sensibles y de disparo concretos en el
flexor hallucis longus (zona Bl. 59), el gastrocnemius o soleus lateral (zona Bl.
58) o en el plantar (zona Bl. 40), especialmente si el problema lleva consigo
dolor miofascial recurrente o crónico y disfunción en los músculos lumbares
paraespinales y/o piriformis, gluteus maximus o gluteus medius. En estos casos,
el músculo quadratus lumborum está muy contraído generalmente, con puntos
gatillo en la zona de Bl. 52-54.

Según Kiiko Matsumoto, la constricción del quadratus lumborum tiene relación


con las adrenales y mi experiencia lo corrobora. Como dice Gunn, el mismo tipo
de sensibilidad que puede encontrarse en un músculo estriado o suave con
disfunción puede surgir también en los ganglios simpáticos y glándulas
adrenales. Los pacientes que tengan disfunción crónica o recurrente en la zona
dorsal se parecen muchas veces a individuos del tipo A que se sienten como si
estuviesen siempre amenazados y “corriendo contra reloj”. ¿Pudiera ser que
estas expresiones tan válidas para caracterizar a estos individuos sean, en
realidad, indicaciones de que el paciente ha interiorizado estas imágenes y la
respuesta fisiológica al estrés o superregularización del sistema nervioso
simpático que las acompaña? ¿Pudiera ser que, en realidad, tienen unas
glándulas adrenales “supersensibles”, demasiado agitadas, excitadas y
excitables, y la manifestación superficial de esta irritación adrenal es la perpetua-
ción de puntos gatillo somáticos en el quadratus lumborum y en el iliocostalis, al
mismo nivel? En otras palabras, la constricción del quadratus lumborum puede
tener un efecto viscerosomático procedente de un funcionamiento adrenal
irritado y supersensible, debido a una elevación de la respuesta al estrés.

La palpación de la zona del quadratus lumborum en estos individuos descubre la


señal de un salto fuerte y podemos tener una indicación del éxito del tratamiento
cuando el profesional va directamente a esta zona, con el paciente echado boca
abajo, y palpa en ella directamente sin que se produzca dicho salto. Cuando se
consigue esto, los pacientes dicen espontáneamente que sienten una calma
mucho mayor. Es posible que digan que se encuentra con menos tensión e
inquietud y no se cansan al final del día. Estos pacientes se benefician mucho
con unos cuantos tratamientos para relajar el quadratus lumborum, con puntos
gatillo locales, así como en los puntos locales Bl. 22-24, donde están más
sensibles. Estos puntos locales se encuentran especialmente a la derecha, aunque
yo suelo tratarlos en los dos lados. Entonces, los combino con una fuerte
estimulación distal en los puntos sensibles que hay cerca de Bl. 58-59 y Kid. 2 y
3, para reforzar la zona shao yin. Estos son puntos distales de la zona Bl. 23 y
tienen el efecto de calmar las adrenales.
Una vez que el quadratus lumborum está menos reactivo, dedico un tratamiento
o dos a relajar las constricciones que haya a lo largo de los músculos
paraespinales, poniendo agujas en Bl. 10 y 40, para relajar estos músculos, y
añadiendo puntos gatillo locales, tal como se indique en el reconocimiento
médico. Si los mutifidi están contraídos en un nivel concreto, les pongo agujas
también y añado el tratamiento de apertura del vaso extraordinario para el du
mai, S.I. 3 emparejado con Bl. 62. El tratamiento distal y local del shao yin del
pie con meridiano de los riñones está incluido en cada sesión. Además, en un
mínimo de una sesión de recuerdo al cabo de unos meses, suelo tratar los puntos
raíz y nodo del shao yin, es decir, Kid. 1 y C.V. 23. Muchas veces combino estos
tratamiento con una estrategia yin qiao mai de relajación general, que es muy
eficaz para individuos propensos a la angustia y el pánico, en Kid. 6 y Kid. 27.

Si, durante la visita de recuerdo, algún paciente presenta ciática en la parte


lateral de la cadera y posterior de la pantorrilla, con dolor y restricción de
movimiento en la zona escapular (infraspinatus y teres minor), rigidez del cuello
y constricción del levator scapulae y constricción en el cigomaticus major facial,
es una clara indicación de que está involucrado el yang qiao mai. Los puntos
sensibles yang qiao clave, junto con Bl. 62 y su emparejado S.I. 3 quedan
indicados así, más que una relajación de la zona dorsal tai yang más
generalizada .

Si se desarrolla en esta zona un síndrome de dolor agudo específico localizado,


por ejemplo, en el infraspinatus superior izquierdo y el levator scapulae, después
de estar expuesto a una corriente fría de aire acondicionado, basta con el
protocolo tendinomuscular de Van Nghi. Éste consiste en poner agujas en S.I. 1
y T.H. 1, los puntos del pozo jing, y en S.I. 3 y T.H. 3. Éstos son los puntos de
tonificación para los meridianos regulares, considerados, en este caso,
relativamente deficientes, si se comparan con los meridianos locales que tienen
exceso de yang. Hay que buscar y tratar los puntos sensibles locales que están
cerca de S.I. 11, S.I. 13-14, T.H. 15 y, tal vez, T.H. 16 .

Las indicaciones y sugerencias de tratamiento que acabamos de dar están


presentadas no para limitar las posibilidades de tratamiento, sino para sugerir
una amplia base, de la que puedan recoger y elegir los profesionales las
estrategias que prefieran y se ajusten al caso clínico que están tratando. Si, por
ejemplo, un estudiante mío prefiere abrir la zona tai yang, en un caso como el
antes mencionado, utilizando una combinación específica de puntos sacada de
Kiiko Matsumoto, utilizando puntos distales de la parte de fuera de la zona
dorsal, me limito a preguntarle si la zona dorsal se ha relajado con esta
combinación de puntos. Si se ha relajado, entonces este protocolo de tratamiento
es aceptable para mí, en este caso, para la zona dorsal. Sin embargo, la
característica definitoria y sine qua non de este tipo de acupuntura basada en los
meridianos es la relajación de constricciones miofasciales palpables.

8. La zona lateral

Imagen, puntos y meridianos de acupuntura

La zona lateral está formada por la zona cutánea y los meridianos


tendinomuscular, divergente, luo y regular del shao yang o yang menor (los
meridianos triple calentador shao yang de la mano y de la vesícula biliar shao
yang del pie). En esta zona se encuentran la región temporal y lateral de la
cabeza, el trapezius superior, la parte superior de la espalda y el latisimus dorsi,
la parte lateral de la cadera y el tracto iliotibial que corre a lo largo de la parte de
fuera de la pierna, y la parte de fuera de la parte inferior de la pierna, el dorso del
pie y el dedo pequeño. La rama del brazo sube por el dorso del antebrazo,
empezando por el dedo meñique. Sigue subiendo por la parte lateral del brazo y
el hombro, a lo largo del trapezius superior y el temporalis, y termina en el borde
exterior de la ceja. Los vasos extraordinarios que atraviesan esta zona son el dai
mai, que rodea la cintura, y el yang wei mai, que atraviesa toda la zona lateral.

En cuanto a la codificación energética de los ocho vasos extraordinarios, el dai


mai sirve para mantener el flujo de los meridianos y la comunicación
longitudinal y controla la rotación del cuerpo. El yang wei mai sirve para
energizar la zona lateral y conectar la superior derecha con la inferior izquierda y
vice versa. De este modo, la zona lateral está codificada energéticamente por el
dai mai y el yang wei mai. Los puntos de reunión o apertura de estos dos vasos
extraordinarios son G.B. 41 y T.H. 5.

Los principales puntos distales de acupuntura de la zona lateral son:

G.B. 44, 41, 40, 39, 38 y 34.

T.H. 3, 4, 5, 8 y 10.

Los principales puntos locales son:


G.B. 31, para el tracto iliotibial.

G.B. 29, para el tensor fasciae latae.

G.B. 24, 27 y 28, para el oblicuo externo.

G.B. 26, para el oblicuo interno.

G.B. 22, para el serratus anterior.

G.B. 21 y 20, para el trapezius superior.

G.B. 19 y 14, para el occipitofrontalis.

G.B. 8, 6, 5, 4 y 3, para el temporalis.

G.B. 1, para el orbicular de los párpados.

T.H. 9, para el extensor del dedo.

T.H. 14, para el tendón supraespinatus.

T.H. 15, para el supraespinatus.

G.B. 16, para el esternocleidomastoideo y el scalenus.

T.H. 20, 21 y 22, para el temporalis.

T.H. 23, para el orbicular de los párpados.

Todos los puntos distales pueden convertirse en locales cuando hay disfunción y
dolor en brazos y manos, pies y piernas. Estos puntos locales reactivos suelen
corresponder a puntos gatillo de Travell y se puede recurrir a sus textos en busca
de información para poner agujas en ellos.

Los principales puntos de la zona lateral de los vasos extraordinarios


involucrados son:

Puntos dai mai G.B. 41, 26, 27 y 28, para los oblicuos externo e interno.

En segundo lugar, se pueden incluir también los iliopsoas y, por consiguiente,


Sp. 10 y Liv. 9 donde están sensibles, para la influencia del vastus medialis y el
sartorius en el dolor y disfunción del iliopsoas y el punto de disparo local del
iliopsoas, al lado del rectus abdominis, a la altura de St. 27 y 28. Ver Travell y
Simons, Vol II. p. 100, para la palpación de este punto. Cuando no se puede
inyectar directamente, pueden ponerse las agujas sobre los psoas. En tal caso,
una inserción de media pulgada a tres cuartos, con introducción lenta en la
dirección indicada por Travell y Simons para la palpación del punto de disparo,
producirá muchas veces una relajación espectacular de los iliopsoas. Esto es lo
que suelen decir generalmente los pacientes con toda claridad cuando un
músculo interno tiene un espasmo y se relaja.

Imagen de acupuntura de la zona lateral

Los principales meridianos tratados en la zona lateral para el tratamiento del


dolor son los meridianos cutáneos y tendinomusculares del triple calentador y la
vesícula biliar; los meridianos divergentes del corazón y el intestino delgado,
que se encuentran en G.B. 22, para el serratus anterior; los meridianos regulares
del shao yang, para puntos distales; los puntos distales y mu anterior y shu
posterior del jue yin (pericardio e hígado) de los meridianos regulares, y el par
de vasos extraordinarios, el dai mai y el yang wei mai.

Músculos

A continuación damos una lista, por zonas del cuerpo, de los principales
músculos de la parte lateral. En los textos de Travell y Simons pueden
encontrarse detalles de la mayoría de las localizaciones comunes de los
principales puntos gatillo.

Cabeza y cuello: Trapezius superior, temporalis, suboccipitalis, occipitofrontalis,


orbicular de los párpados, esternocleidomastoideo y scalenus medio.

Parte superior de la espalda, hombro y parte superior del brazo: Supraspinatus,


latissimus dorsi, deltoide posterior y tríceps brachii.

Torso: Serratus anterior, oblicuo externo, oblicuo interno y latissimus dorsi.

Parte baja del brazo y manos: Extensor digitorum, extensor indicis, extensores
de los dedos medio y anular y el cuarto interóseo dorsal.

Parte inferior del torso: Glúteo medio y glúteo mínimo.

Cadera, muslo y rodilla: Tensor fasciae latae, vastus lateralis y ligamento


colateral.

Pierna tobillo y pie: Peroneus longus, peroneus brevis, peroneus


Puntos gatillo de la zona lateral
Puntos gatillo de la zona lateral

tertius, extensor digitorum longus, extensor digitorum brevis y cuarto interóseo


dorsal y plantar.

Puntos gatillo
El diagrama de la página siguiente* muestra los puntos gatillo más comunes de
la zona lateral zao yang. El lector debe consultar a Travell y Simons para más
detalle.

Estrategias de tratamiento
A continuación se analizan las estrategias de tratamiento comunes que yo utilizo
en los problemas de dolor miofascial de diversos grupos de músculos de la zona
lateral.

Limpieza de la zona lateral


Hay varias estrategias de tratamiento para abrir la zona lateral del zao yang.

1) Dai mai/yang wei mai.

Estos dos vasos extraordinarios yang atraviesan la zona lateral y sirven de


plantilla energética. Pueden ponerse agujas en sus puntos de reunión G.B. 41 y
T.H. 5, para abrir esta zona y empezar su relajación miofascial. Además, yo
suelo poner agujas en estos puntos de apertura de forma contralateral, una a cada
lado, dependiendo de la situación de los síntomas. Como he dicho en el análisis
anterior de los principales puntos de acupuntura de la zona lateral, el dai mai es
muy eficaz para relajar el oblicuo externo inferior y el oblicuo interno y ayuda a
relajar el iliopsoas. Esto se consigue añadiendo los puntos locales dai mai G.B.
26, 27 y 28. Esta combinación de puntos de apertura (G.B. 41 y T.H. 5) es útil
para el síndrome de latigazo*, especialmente en la primera etapa del tratamiento,
y ayuda a relajar la disfunción o torsión superior/inferior miofascial del otro
lado. Afectan generalmente al levator scapulae superior izquierdo y al multifidi*,
al gluteus medius y minimus inferior derecho, al latisimus dorsi y a otros más.

2) T.H. 16 y G.B. 22

T.H. 16 es el punto de unión de los meridianos divergentes del triple calentador y


el pericardio y es muy eficaz para la rigidez y el dolor de la parte superior del
cuello con constricción de los músculos esternocleidomastoideo y escalenus
medius, cuando se combina con T.H. 1 y Per. 1 y puntos sensibles locales.

G.B. 22, el punto de unión de los meridianos divergentes del intestino delgado y
el corazón, es muchas veces un punto sensible de la zona lateral, en el que se
puede aliviar la constricción y el dolor del pecho. Tiene su mejor combinación
con C.V. 17, para la zona del pecho, y con la raíz y nodo del jue yin, Liv. y
C.V.18, para liberar el qi acumulado en el pecho. También puede combinarse con
los puntos jue yin Liv. 3 y 5 y Per. 6 y 4.

3) G.B. 1 y T.H. 23; G.B. 3 y T.H. 22

Estos puntos son una combinación local muy eficaz para jaqueca de temporal,
jaqueca migraña y síntomas temporales relacionados con TMJ. Estos puntos
abren la región y la preparan para poner agujas en puntos sensibles. Hay que
poner agujas en G.B. 3 y T.H 22 donde esté sensible y contraído, en oposición a
su localización en los libros de texto.
4) G.B. 31

Si se ponen agujas en este punto donde está sensible y contraído, abre la banda
iliotibial y el vastus lateralis y prepara para la relajación de puntos sensibles.

5) G.B. 34

Si se ponen agujas en este punto donde está sensible y contraído, abre los
peroneus longus brevis y tertius y prepara para la relajación de puntos sensibles.

6) Puntos sensibles, a shi, kori o de disparo

Cualquier punto sensible puede tratarse para curar trastornos de dolor miofascial,
en cualquier músculo de la zona lateral. Una vez más, conviene tener a mano los
textos de Travell y Simons para consulta y demuestran su valiosísima
colaboración para aclarar los puntos gatillo y músculos que deben tenerse en
cuenta para organizar objetivos del tratamiento, para preparar al paciente en la
autoayuda y como referencia de los especialistas médicos, si fuese necesario. En
mi experiencia, se trata mucho mejor el dolor crónico cuando, al poner agujas en
puntos sensibles, el acupuntor trabaja en colaboración con un médico
especializado en medicina física y tratamiento del dolor. Puede ser un fisiatra, un
ortopeda, un osteópada o un neurólogo. Éstos deben iniciar el ejercicio adecuado
y el régimen de terapia física, del que la acupuntura es una parte integral. De esta
forma multidisciplinar, los puntos sensibles de acupuntura pueden ser muy
eficaces en el tratamiento de:

– jaqueca de tensión y de migraña con constricción de los músculos temporalis y


occipitofrontalis (G.B. 8, 6, 5, 4 y 3 y T.H. 20, 21

y 22, para el músculo temporalis; G.B. 19 y 14, para el músculo occipitofrontalis


y G.B. 20 y 21 y el punto extra An Mian, para los músculos trapezius superior y
suboccipitalis).

– tensión y constricción de la parte superior del cuello, especialmente en el caso


de radiculopatía, en el que se puede ayudar poniendo agujas en los puntos gatillo
del esternocleidomastoideo y el escalenus medius.

– dolor y disfunción en la parte superior de la espalda, el hombro y el brazo,


debidos a constricción de los músculos y puntos gatillo del supraspinatus, el
latisimus dorsi, el deltoide posterior y el tríceps brachii.
– dolor y disfunción debajo de la axila, debido a los puntos gatillo del serratus
anterior.

– dolor y disfunción en el lado derecho del abdomen alto y bajo, debido a


constricciones miofasciales de los oblicuos externo e interno y el iliopsoas.

– dolor y disfunción del brazo y la mano, debido a constricción del extensor


digitorum, el extensor indicis y los extensores de los dedos, corazón y anular.

– dolor a un lado de la cadera y dolor que baja por el lado de la pierna (síndrome
de banda iliotibial y ciática) debido a constricción del tensor fasciae latae, tracto
iliotibial y vastus lateralis, con puntos gatillo en la zona de G.B. 29, 31, 32 y 34.

– disfunción y dolor del ligamento colateral (se ponen agujas en G.B. 33, con
G.B. 34 y 32, por encima y debajo del ligamento).

– dolor y disfunción a un lado de la pierna, debido a constricción miofascial del


peroneus longus, el brevis y el tertius (se ponen agujas en G.B. 34, 37, 38 y 39,
con G.B. 41 y Liv. 3).

– dolor y disfunción en el tobillo y el pie, debido a constricción del extensor


digitorum longus y el brevis y los cuartos músculos interóseos dorsales y
plantares.

Estos puntos sensibles locales pueden combinarse con otras estrategias de


apertura de la zona lateral que deben ir siempre acompañadas de fuerte
estimulación e inserción de agujas en los puntos más contraídos cerca de G.B.
43, 41, 40, 39, 38, 37 y 34, para la pierna, la cadera, los músculos abdominales y
la parte lateral del torso; T.H. 4 y 5, para la muñeca, y T.H. 3, 5 y 6, para el
brazo, el hombro, el cuello y los lados de la cabeza y el cuello.

Reforzar el yin absoluto


Existe la creencia de que la relajación de la zona lateral shao yang debe ir
acompañada de un reforzamiento de su jue yin emparejado. El yin absoluto o jue
yin emparejado al shao yang está compuesto por los meridianos del pericardio y
el hígado. Como en el caso del shao yang, suelo utilizar protocolos distales
específicos, por ejemplo, Liv. 2 y 3, en este caso. También pueden utilizarse los
puntos de tonificación del jue yin, si sus respectivos pulsos son deficientes y,
especialmente, en el caso del hígado. Se puede conseguir esto con Liv. 8
(suplementado por Kid. 10, si uno quiere, siguiendo el protocolo de tonificación
del hígado de Shudo Denmei y la teoría TCM) y Per. 9. Es posible que algunos
prefieran utilizar, en cambio, los puntos fuente, Liv. 3 y Per. 7, y se puede
indicar, del mismo modo, cualquier estrategia raíz de refuerzo yin. Se pueden
añadir los puntos shu posterior y/o mu frontal, es decir, Bl. 14, para el pericardio,
y Bl. 18, para el hígado, bien sea tratando la zona lateral shao yang con el
paciente echado de lado o después de quitar las agujas de esa zona. Otro
protocolo raíz jue yin genérico es el de los puntos raíz y nodo del jue yin, Liv. 1
y C.V. 18.

Consejos clínicos

Al tratar la zona lateral, se puede colocar el paciente boca abajo, sobre un


soporte, para restablecer el fortalecimiento adecuado de la curva lumbar, o de
lado, con las caderas flexionadas y la parte alta de las rodillas hacia adelante, con
una almohada fina entre las rodillas*. Esta posición de echado de lado, facilita el
estiramiento del latisimus dorsi y deja acceso a todos los puntos de la zona
lateral y a sus apoyos yin emparejados de la otra pierna. Sin embargo, con esta
posición, hay que cambiar al paciente del otro lado, si se hace un tratamiento de
ambos lados. Por tanto, cuando hay que tratar los dos lados, les digo que se
pongan boca abajo y, si se aplica el tratamiento sólo en uno, los dejo de lado.

Un caso concreto
La zona lateral viene inmediatamente a la mente, cuando los pacientes presentan
secuelas de latigazo,* esto es, un síndrome doloroso crónico que se produce
muchos meses o incluso años después de la lesión de latigazo*. La zona lateral
está atravesada por el dai mai y el yang wei mai. Estos dos vasos extraordinarios
suelen perturbarse con cualquier lesión en la que haya una rotación grave o
latigazo*.

En tales casos, se encuentran puntos gatillo exquisitamente sensibles en la parte


superior de la división esternal del esternocleidomastoideo en la zona de T.H. 16,
así como en la parte alta del trapezius (G.B. 20 y 21 T.H. 15) y tendón
supraespinatus (T.H. 14).
Un paciente dijo que tenía dolor en el lado del pecho, en la zona de Sp. 21 y más
arriba, en G.B. 22. Después de hacer que lo viese un internista, para descartar
cualquier enfermedad visceral, empecé el tratamiento, utilizando G.B. 22 y Sp.
21 en el latissimus dorsi. Desapareció el dolor del pecho del cliente y sintió
también gran alivio en el dolor del trapezius. En los tratamientos iniciales, utilicé
da mai (y puntos de apertura distal yang wei mo, G.B. 41 y T.H. 5, junto con
fuertes puntos distales reactivos de*) shao yang, o sea, G.B. 40 y 34 y T.H. 3, 5
y 9, cuando están sensibles. Para reforzar el jue yin, empecé pinchando Liv. 2 y 3
y Per. 6. Sin embargo, cuando el paciente se quejaba de dolor de pecho, añadía la
raíz y nodo Liv. 1 y C.V. 18. También ponía agujas en otros varios puntos
sensibles locales, de un modo tendinomuscular, o sea, en los puntos distales S.I.
1 y T.H. 1, S.I. 3 y T.H. 3 y puntos locales de disparo para el levator scapulae
(S.I. 14, un punto sensible del multifidus lateral para C2), el
esternocleidomastoideo (L.I. 18, S.I. 16, cuando están sensibles) y el
semispinalis cervicis y capitus (cerca de G.B. 20).

El paciente siguió también una terapia física normal después de terminar las
series iniciales de los tratamientos de acupuntura. Esto se mantuvo durante
varios meses, con gran alivio del dolor. Se hicieron sesiones de recuerdo a
intervalos de 2, 3 y 4 meses, hasta tal punto que el terapeuta físico, el paciente y
yo comprobamos que se había resuelto esencialmente este problema de dolor
crónico. El terapeuta físico dio instrucciones al paciente para que continuase con
algunos estiramientos del cuello y la parte superior de la espalda, de modo
rutinario.

9. La zona ventral
La zona ventral está formada por la zona cutánea y los
meridianos tendinomusculares, divergentes, luo y regulares del yang ming o
yang de luz solar, o sea, los meridianos * Los meridianos yin del pie
(hígado, bazo y riñones) fluyen por dentro de esta zona y, por tanto, están
protegidos por la zona yang que le sirve de armadura muscular.

Esta zona está formada por los músculos principales de la cara y


la parte delantera y lateral del cuello, especialmente los cigomáticos mayor y
menor, el orbicular de los párpados, el esternocleidomastoideo, el masetero, el
platysma* y los escalenos. Esta zona se extiende desde allí, bajando por la parte
dorsal del brazo hasta el dedo índice, mientras que otra rama va por el pectoral el
esternal y el rectus abdominis. Sigue bajando por la parte posterior de la pierna
hasta los dedos segundo y tercero de los pies. Los cuatro vasos extraordinarios
yin (chong mai, ren mai, yin wei mai y yin qiao mai) atraviesan y energizan esta
zona.

La parte frontal del cuerpo está considerada yin, respecto a la posterior, que es
yang. Por tanto, son los vasos extraordinarios yin los que fluyen por esta zona
ventral y la codifican energéticamente. Sin embargo, los músculos principales de
esta zona están situados en la zona yang ming, que comprende los circuitos del
intestino grueso y el estómago.

Los principales puntos gatillo de la zona ventral se encuentran principal-mente


en los circuitos yang ming.

Imagen de acupuntura de la zona ventral

Los ocho vasos extraordinarios están considerados como una especie de


depósitos de energía. Entran en juego solamente cuando los canales regulares no
pueden realizar el trabajo. En los problemas de estrés de cualquier tipo, incluida
la fatiga crónica y otras condiciones de regulación inmunológica, la región del
diafragma está con frecuencia muy restringi-da. Esto se trata con detalle en el
capítulo sexto de Acuncture Imaging. Baste con decir que los puntos gatillo del
ren mai (C.V. 10, 12 y 13), del chong mai (Kid. 11-21 y St. 30) y del pectoralis
(St. 13-16 y Kid. 22-23) y zonas asociadas pueden representar efectos
viscerosomáticos procedentes de la activación de una respuesta del estrés. Se
puede atribuir la actividad del punto de disparo a los músculos que hay por
encima de los órganos más perturbados por la activación general de una
respuesta al estrés. Estos órganos son el pericardio/corazón, el hígado, la
vesícula biliar, el intestino grueso y delgado y el páncreas.

Como estos órganos se irritan y entran en disfunción cuando el sistema nervioso


simpático se mantiene crónicamente excesivamente regulado, los meridianos
regulares asociados con ellos pueden no ser capaces de soportar la carga. En este
caso, el trabajo de reaccionar cambia, en mi opinión, a los vasos extraordinarios
y especialmente al chong y el ren. El chong mai muestra con frecuencia puntos
sensibles graves en los músculos rectus abdominis, esternalis y pectoral, que se
encuentran en la zona ventral, por encima de las vísceras.

De este modo, la zona ventral se codifica energéticamente con los cuatro vasos
extraordinarios yin y, en especial, el chong y el ren. He descubierto que el punto
de reunión chong mai (Sp. 4, emparejado con Per. 6 para el yin wei mai
emparejado) es muy efectivo para abrir la zona ventral yang ming. Basta con
utilizar el par meridiano regular, tan común en TCM, St. 36 y L.I. 4, como una
estrategia distal para abrir la zona ventral.

Los principales puntos distales de acupuntura de la zona ventral son:

St. 43, 40, 39, 38, 37 y 36.

L.I. 4, 6, 10 y 11.

Los principales puntos locales son:

St. 36-39, para el músculo tibialis anterior.

St. 31 y 32, para el rectus femoris y bastus medialis subyacente.

St. 19-30, para el rectus abdominis.

St. 18 y 14-16, para los pectorales minor y major.


St. 13, para el subclavius (entre Kid. 27 y St. 13, donde es mayor el nudo).

St. 12, para el platysma (combinado con St. 5 y 6).

St. 9 y 10, para la división esternal del esternocleidomastoideo (más efectivo


cuando se combina con Kid. 27 y St. 13 y St. 5-6, cuando hay puntos sensibles
para relajar por encima y debajo del esternocleidomastoideo, combinados con
puntos gatillo más sensibles y reactivos del esternocleidomastoideo. Ver Travell
y Simons, para encontrar la localización y procedimientos de colocación de
agujas, vol. 1, pp. 202, 211-215).

St. 5-7, para el masetero y pterygoid* medio y lateral.

St. 8, para el frontal.

St. 3-4, para el zigomático mayor.

St. 1-2, para el orbicular de los párpados, y L.I. 4, para el primer músculo
interóseo dorsal.

L.I. 10 y su zona correspondiente, para el bracorradial y extensor carpi radialis


longus y brevis.

L.I. 14-15, para el deltoide, y L.I. 15, para los músculos coracobraquiales.

L.I. 13, para el biceps brachii y el brachialis.

L.I. 18, para el esternocleidomastoideo.

L.I. 18-20, para el orbicular de la boca.

Los principales puntos de la zona ventral, desde los vasos extraordinarios yin,
que fluyen por esta zona y la codifican energéticamente son:

St. 30 y Kid. 11-21 del chong mai, para el rectus abdominis (los puntos gatillo
más reactivos suelen producirse entre el canal del riñón, a media pulgada de la
línea alba, y el canal del estómago, a dos pulgadas al lado de la línea central, en
el centro del músculo donde J. R. Worsley sitúa el canal del riñón en sus
enseñanzas).
C.V. 1 del ren mai, para los músculos del suelo pélvico.

C.V. 17-20, para el esternal.

Puntos gatillo de la zona ventral

Los principales meridianos tratados en la zona ventral para el control del dolor
son el cutáneo y el tendinomuscular del intestino grueso y el estómago; la zona
de encuentro divergente del yang ming y su tai yin emparejado en St. 30; los
meridianos regulares del yang ming para poderosas estrategias de punto distal, y
los vasos extraordinarios de chong mai, ren mai, yin wei mai y yin qiao mai. Uno
puede tratar también los meridianos regulares y tendinomusculares de los tres
meridianos yin de la pierna, tratando la zona ventral. En el tratamiento del dolor,
los meridianos yin más importantes son los regulares, tendinomusculares y
cutáneos del hígado y el bazo. El meridiano de los riñones de la pierna se trata
de forma primaria por medio del chong mai y el yin qiao mai.
Los meridianos yin del brazo, especialmente el de los pulmones y el pericardio,
no pertenecen a ninguna zona yang y son excepciones a la regla. Por tanto,
recomiendo a los lectores que consulten a Travell y Simons para tratar el dolor y
la disfunción de la mano y el brazo en su aspecto interior o superficies palmares.

Músculos

A continuación viene una lista por zonas de los músculos de la zona ventral. Se
debe consultar a Travell y Simons para conocer los detalles de los puntos gatillo
más comunes de cada músculo mencionado.

Cabeza y cuello: esternocleidomastoideo, masetero, pterygoid* medio y lateral,


orbicular de la boca y de los párpados, frontal, platysma* y scalenus.

Parte superior de la espalda, hombro y parte superior del brazo: supraespinatus,


deltoide, coracobrachialis biceps brachii y brachialis.

Torso: pectorales minor y major, subclavius, sternalis, rectus abdominis, oblicuo


superior externo y piramidalis.

Antebrazo y mano: brachiorradialis, extensor carpi radialis longus y brevis,


supinator (yin asociado con la zona Lu. 5), palmaris longus (yin asociado con la
zona Per. 5) y flexores de los dedos (tres meridianos yin del brazo en especial la
zona Per. 6, 5 y 4), adductor pollicis y opponens pollicis (yin asociado con la
zona Lu. 10) y el primer músculo interóseo dorsal.

Parte inferior del torso: iliopsoas.

Cadera, muslo y rodilla: rectus femoris, vastus intermedius y tres músculos


tendinomusculares yin de la pierna y meridiano regular asociado –sartorius (Sp.
10-Liv. 9), pectineus (zona Sp. 12-Liv. 12), vastus medialis (zona Sp.10-Liv. 9)–
y el adductor longus y el brevis (Liv. 10-Sp. 11).

Pierna, tobillo y pie: tibialis anterior, extensor hallucis longus y brevis, tercero y
segundo interóseos dorsales y músculos asociados del meridiano
tendinomuscular y regular yin; adductor hallucis (zona Kid. 2-4), flexor
digitorum brevis (por debajo de Kid. 2), flexor hallucis brevis (zona Sp. 3),
adductor hallucis (zona Kid. 1-Sp. 3) y el primer interóseo dorsal (Liv. 3).
Puntos gatillo
A continuación, viene un gráfico de los puntos gatillo más comunes de la zona
ventral yang ming. Consultar a Travell y Simons para detalles.

Estrategias de tratamiento
Las estrategias de tratamiento comunes que yo utilizo para problemas de dolor
miofascial de diversos grupos de músculos de la zona ventral se analizan más
adelante.

Limpieza de la zona ventral


Hay varias estrategias de tratamiento para abrir la zona ventral o el yang ming.

1) Chong mai/yin wei mai

He descubierto que los puntos de reunión del chong mai y su emparejado yin wei
mai (Sp. 4 y Per. 6) bastan para abrir la zona ventral yang ming en general. Esta
apertura se puede acentuar añadiendo puntos sensibles locales del chong mai,
como Kid. 11-21 (puntos sensibles que están a lo largo del lado de dentro del
rectus abdominis, donde se une con la línea alba) y puntos correspondientes del
aspecto exterior del rectus abdominis del meridiano del estómago, desde St. 30-
19. Yo suelo añadir Kid. 2 y 3, para reforzar el riñón shao yin, ya que el chong
mai y todos los demás vasos extraordinarios salen de los riñones.

2) Ren mai/yin qiao mai

Los puntos de reunión (Lu. 7 y Kid. 6), combinados con puntos sensibles
periumbilicales (Kid. 16-15 y C.V. 7 y 9) y también Kid. 27 abren con eficacia la
zona ventral y ayudan mucho en el dolor y molestias de la región umbilical.
Como en todos los tratamientos de la zona ventral que cubre los órganos y los
intestinos, es importante que se valoren y supervisen por un internista o un
médico especializado las molestias del paciente, tanto si son agudas o crónicas,
para descartar trastornos viscerales.
Si aparecen enfermedades viscerales, como colitis, úlcera péptica, hernia de
hiato o asma, la acupuntura puede resultar muy útil para aliviar el dolor y la
molestia. En el proceso de facilitar este alivio, la acupuntura mejora muchas
veces el trastorno visceral, incluso de forma significativa. Sin embargo, es muy
importante que esta acupuntura se realice con prudencia, sin olvidar la
posibilidad de que empeore la enfermedad visceral. El alivio del dolor y la
molestia de la enfermedad visceral puede enmascarar importantes signos de
agravamiento, por lo que se necesita la colaboración de un médico. Si, por otro
lado, el criterio del médico y las pruebas descartan la enfermedad visceral, los
pacientes que tengan síntomas viscerales, como flatulencia, hinchazón, micción
frecuente, dolor de pecho, dolor en el punto de McBurney y disnea, que también
sufren dolores recurrentes o incluso crónicos asociados con estos síntomas,
pueden encontrar su resolución o una mejora espectacular con la acupuntura de
puntos sensibles.

3) St. 36, Sp. 6 y L.I. 4

Es una combinación muy poderosa para liberar y abrir la zona ventral yang
ming. Cuando se combina con St. 25 (un punto verdaderamente yang ming, ya
que está localizado en el meridiano del estómago, pero es el punto mu frontal)
para la disfunción del intestino grueso e intestinal en general; C.V. 12, para el
calentador medio, regido por el yang ming, y Liv. 3, tenemos una estrategia muy
eficaz para abrir todo el calentador medio. Esto se debe a que estos puntos, si se
les ponen agujas al mismo tiempo, influyen en el hígado, la vesícula biliar, el
bazo y el estómago o la madera invade la tierra.

4) C.V. 2-3, Liv. 3, Liv. 5–6, Liv. 9 y Sp. 8

Es una estrategia eficaz para abrir el calentador inferior, en casos de molestias


crónicas o recurrentes y agitación visceral asociada en la uretra, la vejiga, la
próstata, etc.

5) Xu Li, St. 18, C.V. 12, C.V. 17 y St. 13–16

Estos puntos pueden combinarse con los distales St. 43-42, St. 40 y otros puntos
distales reactivos del meridiano del estómago. Es una estrategia eficaz para abrir
el calentador superior, especialmente en el caso de molestia de pecho, asociada
con exceso de calor en la parte superior del cuerpo. Esto se nota porque se tiene
la piel roja desde los pezones hacia arriba o se tiene también rojo el cuello y la
cara, especialmente cuando lleva asociado exceso de calor en el estómago y en
pacientes que tienen indicios de úlcera o nervios en el estómago.

6) St. 30 y St. 13

Estos puntos pueden abrir todo el rectus abdominis, en caso de molestia o


reblandecimiento. Pueden combinarse con gran eficacia con St. 2, poniendo
agujas horizontalmente bajando por el cuello o en cualquier otro punto de
meridiano del estómago muy reactivo.

7) Puntos sensibles, a shi, kori o de disparo

Para curar problemas de dolor miofascial se puede tratar cualquier punto de


disparo sensible de los músculos de la zona ventral. Pueden verse más detalles
en Travell y Simons. Los puntos gatillo de acupuntura pueden ser muy eficaces
para el tratamiento de:

– Jaquecas cluster* debidas a puntos gatillo del esternocleidomastoideo (con St.


42-43, St. 40, St. 39 o 37, donde están reactivos; Liv. 3 y L.I. 4, para
constricción de qi en general; St. 8 local, T.H. 16, G.B. 20 y 21, para liberar
también el trapezius; puntos gatillo locales del esternocleidomastoideo, según
Travell y Simons; St. 12 y 13 para liberar el platysma* y attachments* del
esternocleidomastoideo).

– Síndrome TMJ, liberando puntos gatillo y sensibles del masetero y pterygoid*


medio y lateral (St. 5, 6 y 7), así como puntos para relajar el
esternocleidomastoideo y el cuello en general, como se indica más arriba.1

– Hombro helado y otros dolores miofasciales en los que participa el deltoides


anterior, el coracobrachialis, el bíceps brachii y el braquialis, incluido el
síndrome de thoracic outlet* o problemas similares de cuello y hombro (St. 13,
14, Sp. 20, G.B. 22, Lu. 1 y 2, puntos gatillo de estos músculos y puntos que son
directamente reactivos y se encuentran detrás de estos puntos del hombro para el
supraespinatus, en las zonas de L.I. 16 y S.I. 11–13.

– Molestias del pecho en pacientes inquietos (que suelen sufrir trastornos de


pánico diagnosticados clínicamente) debido a constricciones miofasciales del
pectoralis minor y el major, subclavius, sternalis, oblicuo superior externo y
rectus abdominis superior (St. 13-16, St. 18, Sp. 20 y Lu. 1; Kid. 22-27; C.V: 17-
18 y puntos para descontraer el hígado en general y el calentador medio en
particular, si tienen contracción, como suele ocurrir en estos casos; Liv. 3, Liv. 5-
6, donde están sensibles y reactivos; L.I. 4, C.V. 10, 12 y 13 o puntos gatillo del
rectus abdominis que están a los lados de estas zonas, si se encuentran muy
reactivos, rodeados por puntos de apertura distales chong mai/yin wei mai, para
limpiar la zona ventral; Sp. 4 y Per. 6).

– Los síndromes de dolor miofascial y las lesiones de tensión que afectan a la


parte dorsal radial del brazo y a la parte interior y palmar del brazo y la mano
(zonas de L.I. 1, 2, 4, 5, 6, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 17 y 18) donde coinciden
puntos sensibles con los de disparo en el primer interóseo dorsal; extensor carpi,
radialis longus y brevis y braquiorradialis, deltoide anterior, supraespinatus,
escalenus y esternocleidomastoideo, todos estos músculos indicados en lesiones
repetitivas de tensión que se extienden bajando a lo largo del brazo desde la
radiculopatía cervical. Siguiendo las indicaciones de Gunn, yo añado siempre
puntos sensibles contraídos de los músculos cervicales posteriores, como el
multifidus y otros para cervicales. Añado otros puntos de la zona ventral, cuando
está contraída la parte superior del torso, y puntos palmares yin, si están
sensibles y afectados, como Lu. 5, para el supinator; Per. 5, para el palmaris
longus; Per. 4, 5 y 6, para los flexores de la mano y de los dedos, y puntos gatillo
cercanos a Lu. 10, juntamente con el punto del pozo* yin; Lu.11, para el
adductor pollicis y opponens pillicis, combinados con L.I. 4, haciendo ángulo
hacia Lu. 10, L.I. 6 y Lu. 7, en ángulo hacia abajo, hacia el dedo índice.

1.– Kiiko Matsumoto ha enseñado varias estrategias, a lo largo de años, en


nuestro instituto para relajación del esternocleidomastoideo, incluyendo Kid. 6 y
Kid. 27; St. 9, L.I. 18, S.I. 16, y St. 2, G.B. 1, Bl. 2, y todas ellas han resultado
muy eficaces en esos casos.

– Dolor y disfunción miofasciales del iliopsoas. Aquí el punto sensible de


acupuntura da un alivio significativo y a veces rápido y resolución, cuando se
combina con estiramiento de terapia físi-ca, de forma regular, una vez
concluidos los tratamientos de acupuntura. El psoas está atravesado por los tres
canales yin de la pierna (hígado bazo y riñones), el chong mai, el meridiano del
estómago y el tai mai. Por tanto, hay que poner agujas en los puntos de
acupuntura que están reactivos, cerca de St. 31, St.30, Kid. 11-13. Liv. 9-12 y
Sp. 10, con los puntos distales Sp. 8 y Liv. 3, 5-6, además de Sp. 4, para abrir el
chong mai y el luo del bazo, y St. 25-27 donde están reactivos. Estos pueden
combinarse con puntos gatillo de psoas de Travell y Simons (cerca de G.B. 27 y
Sp. 12. Ver Travell y Simons, vol. II p. 90). Cuando se relaja el iliopsoas, yo
relajo también los tres yin de la pierna, como he dicho antes, para relajar el
sartorius y el vastus medialis.A veces completo este tratamiento con un
“tratamiento de ex-tensión ilimitada”* que aprendí de Kiiko Matsumoto.
Consiste en tratar el chong mai y el dai mai que fluyen juntos por todo el
músculo iliopsoas. Esto se hace poniendo agujas en Sp. 4 y G.B.41, con sus
respectivos emparejados Per. 6 y T.H. 5. En este caso, hago un tratamiento
contralateral. Según esto, se ponen agujas en Sp. 4, en el lado derecho; en Per. 6,
en el izquierdo; en G.B. 41, en el izquierdo, y en T.H. 5, en el derecho.

– Dolor y disfunción miofascial del grupo cuádriceps, asociado con relajación de


la banda iliotibial (G.B. 29, 31-32 donde están sensibles) y el sartorius, vastus
medialis adductores longus y brevis y pectineus, cuando es conveniente,
utilizando puntos reactivos distales de los tres canales yin de la pierna, para
relajar aún más los músculos de la parte interna del muslo.

– Los trastornos de dolor miofascial de la parte dorsal de la pierna y el pie,


debidos a constricción de los músculos que atraviesan esta región, especialmente
el tibialis anterior y el extensor hallucis longus y brevis (St. 36-37, para el
tibialis anterior; St. 39 y 41 para el extensor hallucis longus, y St. 42-43, todos
donde están reactivos, para el extensor hallucis brevis).

Lo mismo que en otras zonas analizadas antes, la limpieza de las constricciones


cutáneas y miofasciales de exceso de yang superficial debe combinarse con
reforzamiento del yin correspondiente, o sea, el tai yin o los meridianos del bazo
y los pulmones.

Reforzamiento del yin mayor


El tai yin o yin mayor, comprendidos en los meridianos del bazo y los pulmones,
pueden reforzarse, como en las otras dos zonas yin emparejadas, poniendo
agujas en el yin del yin*, Sp. 2 y 3. También se puede usar Sp. 3, el punto fuerte,
o simplemente el punto de tonificación Sp. 2. Shudo Denmei recomienda tratar
los puntos reactivos más contraídos, en cualquier parte, desde Sp. 2 hasta el
distal de Sp. 4. Éstos deben combinarse con Sp. 6, para los tres yin de la pierna,
o con St. 36, como una estrategia de regulación de yang ming/tai yin, además de
Lu. 9 y 10, solamente Lu. 9 o Lu. 7. Este último punto se combina mejor con
Kid. 6 para iniciar una relajación de ying qiao mai/ren mai de la zona ventral, al
mismo tiempo que se refuerza la base* con tratamiento de vasos extraordinarios.
Los puntos mu frontal y shu posterior para el bazo y los pulmones, pueden
añadirse también. Éstos son Liv. 13 y Bl. 20, para el bazo, y Lu. 1 y Bl. 13, para
los pulmones. Deben añadirse especialmente si hay también síntomas viscerales
de estos órganos.

Consejos clínicos

Como hemos dicho, cuando se trata del dolor y la disfunción miofascial de la


región ventral y torácicoabdominal, hay que tener mucho cuidado para
asegurarse de que los puntos sensibles relacionados con la agitación visceral son
solamente de naturaleza somatovisceral. Si la molestia local es de origen
viscerosomático, se pueden usar también los puntos sensibles de acupuntura para
aliviar la componente somática, cutánea y miofascial, solamente cuando se
cuenta con un control médico de todo el caso. Nunca insistiré bastante en esto.
En mi opinión, la acupuntura, bien sea de puntos sensibles, TCM o de los Cinco
Elementos, es con frecuencia muy eficaz para el distrés visceral de las funciones
orgánicas de origen somatovisceral y, a veces, incluso viscerosomático; pero yo
creo que una buena medicina necesita supervisión médica del caso, a cargo de un
médico cualificado para supervisar y controlar esas condiciones médicas
internas. Cuando se trate la zona ventral boca arriba, hay que tener cuidado de
levantar las rodillas de los pacientes que tengan dolor de espalda. Este dolor de
espalda debe controlarse también, bien sea empezando con un tratamiento
ventral y después dorsal o siguiendo una serie de unos pocos tratamientos
ventrales para relajar la zona dorsal. Esto ocurre especialmente en pacientes que
sufren dolor en la parte media y baja de la espalda, donde la clave para tener un
alivio duradero del dolor de espalda está, con frecuencia, en una relajación
combinada del paraespinal y el rectus abdominis. Esto es parecido a lo que
ocurre con los ejercicios abdominales de estiramiento que están siempre
combinados con estiramiento y relajación de los músculos de la espalda de
terapia física para tales pacientes.

Un caso concreto
Se trata de una cantante de ópera que tenía radiculopatía cervical, síndrome TMJ
y dolor frecuente y síntomas somatoviscerales en la garganta. Se debe a la
tensión repetitiva de algunos grupos de músculos concretos que producen
agitación visceral de las estructuras internas que hay en la zona miofascial que
sufre esta irritación.

La paciente presentaba radiculopatía cervical, dolor de cuello y un historial de


TMJ, que se agravaba cuando actuaba. La tensión repetitiva del canto parecía
demasiado grande y estaba más o menos decidida a dedicarse a la enseñanza. Su
TMJ había mejorado considerablemente, con la ayuda de un dentista
especializado en síndrome de dolor miofascial en TMJ, y la terapia médica
normal le ayudó bastante con el cuello; pero seguía la radiculopatía.

Mi primer reconocimiento reveló puntos gatillo sensibles en el


esternocleidomastoideo, levator scapulae y scalenus. Un reconocimiento más
meticuloso descubrió puntos gatillo en el masetero, el platysma y el subclavius.
Al pinchar entre los dedos, los puntos gatillo del platysma manifestaron
sensaciones a lo largo del brazo, igual que la palpación de los músculos
subclavius y scalenus. En este caso, combiné puntos gatillo locales con un
protocolo de apertura ventral del yang ming: L.I. 4, 10, 11 y 12, Liv. 3, St. 36 y
St. 12 y 13, completado con un tratamiento yin qiao, en Kid. 6, el emparejado
Lu. 7, para el ren mai, y Kid. 27. Al cabo de unas cuantas sesiones y tras una
relajación mayor de un punto de disparo concreto extraordinariamente sensible
que tenía en el esternocleidomastoideo derecho, desapareció la radiculopatía.
Tengamos en cuenta que se pusieron agujas en los puntos sensibles que había
cerca de L.I. 17, para los scalenos, y L.I. 18, St. 9 y 10 y S.I. 16, para el
esternocleidomastoideo, así como G.B. 20 y 21 para el trapezius, todo de forma
tendinomuscular.

La relajación de los puntos gatillo del platysma parecía ser el elemento clave
para resolver la radiculopatía, tal vez relajando indirectamente los scaleni y el
esternocleidomastoideo. Esta paciente sigue viniendo al tratamiento cuando lo
necesita, aproximadamente cada 4 o 6 semanas, y sigue terapia médica con
mucha menos frecuencia que antes, una vez a la semana o menos. Ha podido
seguir su carrera de canto, con mucho menos dolor y disfunción. En una
revisión, tenía dolor de garganta, algo que ocurre habitualmente a los cantantes,
y la palpación del esternocleidomastoideo descubrió un punto de disparo
relacionado con el dolor en el punto exacto donde le dolía la garganta. No está
claro si se trataba de un caso de efecto somatovisceral o viscerosomático, ya que
estaba sometida a tratamiento con el especialista de garganta, y conmigo. En
cualquier caso, he tenido mucho éxito tratando a cantantes, centrándome en la
relajación de los músculos del cuello que hay en la garganta.
10. Acupuntura y agujas secas
Cuando conocí la obra de Travell, me alegré mucho, porque en ella tenía la
confirmación de la acupuntura de puntos sensibles, desde una perspectiva
completamente diferente. La principal desventaja del concepto de inyección de
puntos gatillo de Travell parece ser el rechazo de los médicos a intentar su
técnica. Esto se debe a que no están familiarizados con la situación y aislamiento
de los puntos gatillo para poner las agujas. Algunos amigos médicos que han
leído las descripciones de Travell y Simons de la inyección de puntos gatillo,
incluida la profundidad de la inserción que se requiere algunas veces y el grosor
de la aguja hipodérmica, piensan que, en malas manos, podría ser un
procedimiento peligroso. Algunos colegas de Travell y Simons han criticado el
uso de la cortisona y la Lidocaína por ser perjudicial para los tejidos locales
donde se inyectan. Otros han desarrollado las agujas secas, como un medio de
alcanzar los buenos resultados de la terapia de puntos gatillo, sin tener los
inconvenientes mencionados. Llamamos agujas secas al uso de una aguja sin
inyectar ninguna sustancia. Esto da muy buenos resultados.

C. Chan Gunn, un médico especializado en tratamiento de dolor que está


familiarizado con la obra de Travell y con la acupuntura, prefiere poner agujas
en puntos sensibles y de disparo con agujas de acupuntura. Considera que estas
agujas, que son mucho más finas y agudas que las hipodérmicas,

...minimizan el trauma que se produce en los nervios y otros tejidos. Estas agujas
finas permiten inserciones múltiples, muy próximas (a veces a distancias de
pocos milímetros) en los fascículos de los músculos. La naturaleza flagelante*
de las agujas finas transmite el carácter del tejido penetrado (tejido fibroso) al
terapeuta. Este procedimiento sirve, por tanto, de diagnóstico, localizando
espasmos y contracciones fibrosas de los músculos profundos, donde no se
pueden detectar por otros medios.1

Cuando empecé a poner agujas en los puntos gatillo de Travell, como parte de
mi protocolo local de inserción de agujas para trastornos de dolor, descubrí que
las agujas encuentran algunas veces una resistencia significativa. Al principio
traté de traspasar esta resistencia, que suele aparecer a la profundidad de media
pulgada aproximadamente; pero muy pronto las agujas que yo suelo usar (34-36
gauges) se doblaban si estaba contraído el músculo durante la inserción. El Dr.
Steven Finando, un colega mío, tuvo el mismo problema y llegamos a descubrir
los dos, cada uno por nuestro lado, que, si poníamos las agujas muy
superficiales, en primer lugar, encima y no dentro del punto de disparo,
sujetándolo con los dedos de la mano izquierda y pinchábamos unas pocas veces
donde había resistencia, el músculo tiraba bruscamente y agarraba la aguja. Si se
seguía pinchando en varias direcciones, levantando hacia la superficie y
volviendo a dirigir la punta de la aguja, con una dirección nueva, hacia la
resistencia, el músculo tiraba varias veces y agarraba la aguja con más fuerza.

Gunn insiste en la necesidad de conseguir este agarre de la aguja, al que en la


acupuntura china se llama de qi o llegada del qi. Por tanto, Gunn define la
inserción de agujas secas como la inducción de un espasmo muscular, parecido a
como hacen los japoneses. Finando y yo hemos descubierto que una inserción
superficial y una penetración lenta, hasta encontrar la resistencia, seguidas de
pinchazos suaves y repetidos, sin rotación ni giro de la aguja, produce un agarre
de la aguja mucho más eficaz que levantando y empujando y con las técnicas de
giro de la acupuntura TCM. También hemos descubierto que poner agujas sobre
puntos gatillo produce un agarre de la aguja más fuerte, en comparación con la
inserción en puntos de acupuntura de los libros de texto. Esta técnica lleva
también a la fasciculación del músculo. Gunn dice que su técnica intramuscular,
con la misma profundidad que la inyección de puntos gatillo, “puede inducir a
veces el músculo a la fasciculación. Esto suele ir acompañado de la relajación
casi instantánea del músculo”.2

1.– Gunn, C. Chan, op. cit. , p.39.


2.- Ibid, p.16.

Cuando se produce una fasciculación, los pacientes suelen decir que tienen una
sensación de calambre que algunos dicen que es dolorosa, otros que es extraña o
indescriptible. Esta sensación generalmente se alivia pronto y, si se dejan las
agujas en su sitio, pueden bastar de 10 a 20 minutos para que se produzca la
relajación. Gunn dice que la insinuación de la aguja lentamente en el lugar del
espasmo, algo que hace él siempre con pacientes muy sensibles, puede
minimizar el dolor. Creemos que es un método que puede aplicarse en todos los
pacientes, no sólo porque es menos doloroso, sino porque parece producir con
más facilidad la fasciculación del músculo. Esto produce una relajación
miofascial más favorable y más rápida. Esta técnica requiere también tanto una
inserción mucho menos profunda como el uso de agujas mucho más finas que
las que se emplean en la estimulación intramuscular de Gunn o en la inyección
de puntos gatillo de Travell o agujas secas. Cuando Finando y yo nos
encontramos con Travell durante el seminario que dio en nuestro instituto, le
preguntamos atentamente sobre nuestra técnica de inserción de agujas
relativamente superficial. Muchas veces nos daba la impresión de que estábamos
poniendo la aguja por encima de los puntos gatillo y no dentro de ellos. Nos
sugirió que esta técnica es parecida al spray y estiramiento* y que posiblemente
estuviésemos poniendo las agujas en la “representación cutánea” de los puntos
gatillo, en vez de hacerlo directamente en los puntos. La experiencia que tuve
con relajación espectacular del iliopsoas, insertando una aguja de 34 gauges, a
sólo de 1/2 pulgada a 3/4 sobre el punto proximal de disparo del psoas* descrito
por Travell me convenció del efecto de esta “representación cutánea”. Los
protocolos de puntos sensibles de acupuntura que he desarrollado, descritos en
los capítulos 7-9, se basan en este concepto superficial, conocido en acupuntura
como regiones cutáneas. Los textos chinos antiguos hablan de colocar agujas
como una especie de pesca. El de qi está comparado con la paciente espera de la
línea de pesca en el agua, pendiente del movimiento más leve. La inserción
superficial, seguida por una insinuación lenta de la aguja, como se ha descrito
antes, es, en mi opinión, como pescar y da la respuesta deseada. Convendría
decir a los pacientes que pueden sentir molestias o fatiga durante un día
aproximadamente después del tratamiento. Es algo parecido a la molestia e
incomodidad que se siente después de hacer ejercicio. La aplicación de calor en
las zonas tratadas, la noche después del tratamiento, da cierto alivio de esta
molestia y hará que continúe la relajación miofascial. Esto puede hacerse con un
baño caliente de sales Epsom, una botella de agua caliente o una bolsa caliente.
Aunque puedan sentir molestia en los músculos el primer día, muchos pacientes
dicen que van mejorando al cabo de unos minutos u horas del tratamiento. Al
pedirles que lo explicasen, muchos dicen que tienen una relajación de la
contracción y más facilidad para el movimiento. Creo que ésta es la experiencia
subjetiva del estiramiento de sus músculos después de la relajación de los nudos
y bandas musculares contraídos. Además, Travell recomienda el estiramiento,
bien sea spray y estiramiento* o autoestiramiento*, después de retirar las agujas.
Para referencias más rápida, estos estiramientos figuran en su libro de dos
volúmenes, escrito con Simons. En mi experiencia, la combinación de esta
técnica de agujas secas y dejar las agujas quietas de 10 a 20 minutos produce un
alargamiento del músculo contraído y una gran relajación miofascial que no se
obtiene casi nunca por otros medios físicos. Esta fase de retención pasiva es
común para la mayoría de los tratamientos de acupuntura de Estados Unidos,
pero no ha formado parte previamente de la técnica de agujas secas. Permite una
respuesta de relajación generalizada, característica de la acupuntura, relajando
así toda la base somática, dentro de la cual hay constricciones locales como
zonas especialmente tensas.

Yo recomiendo utilizar solamente agujas desechables de acero inoxidable, con


tubos guía, para poder insertarlas con limpieza y facilidad, sin tocar la punta de
la aguja. Hay que seguir una técnica de limpieza, con manos lavadas, el campo
limpio y agujas esterilizadas. Es relativamente raro que sangren los puntos de
acupuntura; pero no es imposible. Esto puede ocurrir especialmente cuando se
ponen las agujas en puntos gatillo que sujetan la aguja con fuerza o en zonas
muy cargadas de fibras. Si se produjese hemorragia, hay que presionar con un
algodón o poner una gasa esterilizada durante unos pocos minutos, para reducir
la magulladura o la hinchazón de esta zona. La aplicación de una tirita sobre el
algodón reduce aún más la magulladura.

La técnica que recomiendo aquí es muy fácil para cualquier acupuntor o


profesional de la medicina que esté acostumbrado a poner inyecciones. Además,
es muy segura.

11. Terapia de puntos sensibles de acupuntura, para


dolor agudo, recurrente y crónico
El tratamiento del dolor contempla el tratamiento de dolor agudo, recurrente y
crónico y sus disfunciones correspondientes. El dolor agudo se trata con
facilidad con puntos sensibles de acupuntura, lo mismo que con la relajación
miofascial de Travell y la estimulación intramuscular de Gunn. Todos estos
enfoques se concentran en los músculos contraídos que tienen tensiones, bandas
ropey* o, en otras palabras, puntos gatillo. La relajación de estas constricciones
suele resolver las molestias del dolor agudo, restablece el margen normal de
movimiento y no requiere mantenimiento ni terapia física. Los trastornos del
dolor agudo pueden producirse por causas como un movimiento repentino y
brusco, levantar un objeto pesado de forma indebida o simplemente tratar de
levantar algo de mucho peso, enfriamiento del músculo, una mala posición
durante el sueño o un colchón al que no estemos acostumbrados. Si no se repite
la causa, la terapia de desactivación de puntos sensibles suele dar resultado y es
suficiente. Aquí, la acupuntura de puntos sensibles ofrece un sistema terapéutico
eficaz, que es relativamente inocuo, si se compara con las demás terapias de
poner agujas en puntos sensibles, de que ya hemos hablado.

Por otro lado, el dolor recurrente y crónico tiene problemas mucho más
complejos. Su tratamiento se ha convertido en el punto central de todo un nuevo
grupo de especialistas del tratamiento del dolor. Este grupo está formado por
psiquiatras, ortopedas, neurólogos, osteópatas, terapeutas físicos y, con
frecuencia aunque no siempre con eficacia, acupuntores. Gunn y Tavell y
Simons han escrito amplias explicaciones anatómicas y biológicas, de enfoque
occidental, para el fenómeno del dolor crónico. Estas descripciones y los
principios terapéuticos basados en ellas pueden aplicarse al tratamiento de
acupuntura del dolor recurrente y crónico. Más adelante, hago un resumen de
estos principios y procedimientos. Espero que, como se verá en este resumen, la
acupuntura pueda y deba practicarse según estas teorías y principios detallados,
que son muy normales. La acupuntura practicada desde esta perspectiva es no
sólo muy eficaz para el tratamiento del dolor crónico y recurrente, sino que
permite al acupuntor integrarse en el tratamiento moderno y multidisciplinar del
dolor. Esto se debe a que todos los miembros de ese equipo pueden hablar entre
sí utilizando los mismo conceptos y terminología.

Travell y Simons cubren el tópico del dolor crónico miofascial en la conclusión


del volumen II de su texto. En él, los autores dejan bien claro que los capítulos
que tratan de músculos individuales en los volúmenes I y II de Myofascial Pain
and Dysfunction: The Trigger Point Manual tratan esencialmente síndromes de
dolor miofascial o músculos aislados y sus unidades miotóticas. Estos trastornos
de dolor miofascial agudos pueden atribuirse normalmente a una causa que
identifica fácilmente el paciente. La mayoría de las veces, se debe a una
sobrecarga temporal de un músculo o grupo muscular. También es posible que se
mantengan latentes puntos gatillo activo, aunque no haya sobrecarga. En este
caso, puede haber disfunción, pero no hay dolor. La repetición de una sobrecarga
similar produce la reaparición del dolor. Si los factores que los perpetúan son
suficientemente graves, puede desarrollarse un síndrome de dolor miofascial
crónico.

El tratamiento del dolor crónico, o sea, el dolor de naturaleza enigmática, para el


que no se encuentra ninguna causa orgánica, sigue siendo desde hace mucho un
problema no resuelto del cuidado de la salud. Es penoso y caro, para los
pacientes, y frustrante, para los profesionales. A la mayoría de los pacientes de
dolor crónico se les ha dicho alguna vez que su dolor no es real, que sólo está en
su cabeza, que es de origen psíquico. Travell se refiere a esta etiqueta,
llamándola “la gran indigni-dad”.1 Travell dice:

“Por encima de todo, los profesionales deben creer que sus pacientes sufren
tanto y del mismo modo que dicen. Los pacientes están describiendo su
sufrimiento. (Travell) descubrió y catalogó estos esquemas de dolor, creyendo a
sus pacientes, aunque ellos decían que tenían dolor en zonas donde era
inexplicable en principio.2

1.– Travell & Simons, op. cit., vol II, p. 542.

Travell insiste en que la mayoría de los pacientes tienen orientación funcional y


quieren “nada más que alcanzar conocimiento suficiente para controlar su dolor
y poder volver a una vida normal”.3 En estos pacientes, un tratamiento general
de puntos gatillo suelen dar buen resultado. Ese tratamiento general está
compuesto por: a) Corrección de cualquier factor perpetuante, especialmente los
mecánicos, b) tratamiento del síndrome de cada músculo aislado, relajando los
puntos gatillo que aparezcan, c) estiramiento de los músculos con iniciación de
un programa doméstico de estiramiento y ejercicio, y d) educación. La meta
principal en que insisten Travell y Simons es enseñar a los pacientes a reconocer
estos problemas concretos de puntos gatillo. Esto equivale a reconocerlos y
relacionarlos como una gestalt. En Acupuncture Imaging, insisto en que lo que
hacen los acupuntores que se basan en los meridianos es reproducir o dar imagen
a lo que dicen los pacientes, en términos de la red de meridianos de acupuntura.
Esto valora su experiencia del dolor, al hacer con él cuidadosamente una imagen
que se presenta como milenaria y el paciente sabe que es correcta, ya que se
ajusta a su propia experiencia subjetiva. Del mismo modo, Travell aboga por lo
que podría llamarse imagen de un punto de disparo miofascial.

Yo creo que el protocolo presentado en los capítulos 7-9 de este libro facilita este
mapa miofascial, “acupunturizando” este proceso. Si no me equivoco, las
imágenes de acupuntura llamadas meridianos no son más que mapas primitivos
del dolor y disfunción miofasciales, hechos por acupuntores hace miles de años,
sin contar con la ventaja de la disección y la autopsia. Por esta razón, no tienen
la sofistificación miofascial y anatómica. Sin embargo, al localizar puntos
basándose en el examen físico de puntos sensibles, reactivos y tensos, que están
en resonancia con los problemas del paciente, los acupuntores de los primeros
tiempos estaban siguiendo el mismo procedimiento adoptado y recomendado
después por Travell. Según mi experiencia, los acupuntores modernos TCM no
suelen llegar a tomarse en serio el dolor de sus pacientes, cuando es crónico y
complejo. Es demasiado frecuente que den un diagnóstico zang fu interno,
aparentemente preciso, para un cuidadoso reconocimiento físico de zonas locales
dolorosas o disfuncionales. Un acupuntor de puntos sensibles debe tener en
cuenta a Travell y a los acupuntores clásicos primitivos, sin olvidar que donde
hay dolor suele haber también una constricción palpable. Es más, cuando se
libera esta constricción local, suele desaparecer el dolor.

2.– Ibid., p.543.


3.– Ibid., p.544.

Sin embargo, aunque Travell ha tenido éxito al trazar meticulosamente su mapa


de dolor miofascial, mi experiencia con la mayoría de los profesionales de
terapia de inyección en puntos gatillo dice que muchas veces no traza los mapas
con tanta meticulosidad como Travell. Esto se debe, en parte, a no querer perder
tiempo y, por otra parte, a la frustración que produce la complejidad que llevan
consigo esos mapas algunas veces. Al enseñar a médicos la acupuntura de
puntos sensible, he encontrado que los protocolos antes descritos facilitan la
creación de estos mapas, dando a los profesionales tres amplias zonas para
buscar. Por ejemplo, al trazar toda la zona dorsal de los pacientes que tienen
dolor crónico en la espalda, se localizan muchos de los esquemas de músculos
aislados descritos por Travell. Es más, hay que tenerlos en cuenta para formar un
racimo funcional o red de trabajo que se trata de forma más eficaz relajando
sistemáticamente toda la zona, así como los lugares focales de la constricción y
la disfunción. El protocolo de imágenes de acupuntura desarrollado de este modo
permite al profesional tener cada vez más seguridad y eficiencia en la búsqueda
de puntos gatillo. También enseña los hábitos que hacen que se desarrolle la
capacidad y la pericia que recomienda Travell.

Quiero insistir en que todos los pacientes de dolor recurrente y crónico deben
consultar a un médico especializado en dolor crónico que conozca tanto la
terapia de puntos gatillo de Travell como la técnica de puntos sensibles. Esto
permite un reconocimiento meticuloso de los factores perpetuantes. También
conviene iniciar la terapia física adecuada para hacer estiramientos, tanto en la
clínica como en casa. He encontrado que un fisiatra (un médico preparado en
medicina física y rehabilitación) es el mejor para esta consulta. Sin embargo,
también se puede recomendar un neurólogo, un osteópata y un ortopeda
entrenado en trabajo miofascial. La clave está en que el médico quiera analizar a
fondo los orígenes del dolor, que antes habían estado olvidados. En mi opinión,
los acupuntores no están bastante preparados en medicina física occidental para
seguir estos reconocimientos. Mis 15 años de experiencia me han demostrado
que, aunque pueda descubrir algunas veces zonas que han pasado desapercibidas
para los médicos que han visto anteriormente al paciente, el diagnóstico de un
fisiatra puede ser muy acertado para concretar el problema. En este caso, mi
acupuntura de puntos sensibles se convierte en una parte de un enfoque
multidisciplinar. Además, los pacientes de dolor crónico necesitan algunas veces
antidepresivos, al menos durante cortos periodos de tiempo. Esto ocurre
especialmente si están orientados hacia el dolor como oposición una orientacíon
a la función. El fisiatra u otro médico especializado en dolor crónico puede
recetar estas medicinas y enviarlos a otros especialistas. Los acupuntores no
deben jugar a los médicos, actuando sin su importantísima ayuda y supervisión.

Yo creo que la terapia física que dan los acupuntores es el trabajo en el que
debemos centrarnos. Los profesionales que trabajen de este modo, tendrán
pronto una lista de médicos que se dedican al tratamiento del dolor, para enviar a
sus clientes. Estos médicos se familiarizarán rápidamente con la eficacia de esta
acupuntura de puntos sensibles. Muchos acupuntores, especialmente los novatos,
que practiquen de este modo, harían muy bien en trabajar con especialistas en
centros de dolor crónico. El instituto que yo dirijo está dedicado a establecer
estas alianzas, cada vez más comunes, para que la acupuntura de puntos
sensibles se convierta en algo rutinario dentro de la corriente principal del
tratamiento multidisclipinar del dolor.

Gunn, un especialista del tratamiento multidisciplinar del dolor, ha desarrollado


una teoría, según la cual gran parte de el dolor crónico musculoesqueletal tiene
origen neuropático. Según Gunn, esto se debe la mayoría de las veces a una
radiculopatía no diagnosticada o “invisible” que procede de la irritación de un
nervio raíz. Gunn plantea que esto se debe a una espondilosis casi universal que
se produce con el envejecimiento. Según esto, aunque no pueda diagnosticarse
con los medios normales, la irritación continua de la raíz del nervio forma una
serie de lesiones menores que predisponen un segmento concreto del sistema
nervioso para la disfunción. Esta disfunción toma la forma de supersensibilidad e
hiperirritabilidad. Gunn cree que esto irrita el segmento involucrado en la raíz
del nervio y produce la radiculopatía. Además de recomendar la relajación de
puntos locales de disparo y bandas tensas de los músculos, Gunn insiste en la
necesidad de descomprimir las raices del nervio, comprimidas por acortamiento
paraespinal. Por tanto recomienda controlar siempre los puntos gatillo y bandas
tensas de los músculos paraespinales acortados, que están a los lados de las
raíces de los nervios del segmento involucrado. La relajación de estas
constricciones paraespinales con agujas secas son una parte clave de su
programa de tratamiento del dolor crónico.4
Tanto si es correcto el modelo de dolor neuropático de Gunn como si no, su
consejo de evaluar y relajar la zona dorsal en todos los pacientes de dolor
crónico es, en mi experiencia, una idea excelente. Esos pacientes suelen tener
una agitación significativa del sistema nervioso. Tienen con facilidad irritación
muscular. En particular, suelen tener muy sensibles los músculos paraespinales
que están por encima de las glándulas adrenales. El tratamiento de acupuntura
del tai yang y los riñones, analizado en el capítulo 8, es de gran eficacia en tales
casos y utiliza la inserción de agujas en estas zonas. Gunn insiste en que los
pacientes considerados inquietos tendrán generalmente constricciones en lo que
él llama “músculos del estrés”. Éstos son los músculos que entran en acción en
situaciones extremas de peligro y suelen encontrarse principal-mente en la zona
dorsal y entre ellos están el trapezius, los paraespinales, el infraespinatus y los
glúteos máximo y medio ( tai yang), así como el masetero y el
esternocleidomastoideo (el yang qiao mai y, en la zona ventral, el yang ming).

4.– Gunn, op. cit. , p. 119-120.

Los acupuntores de puntos sensibles que examinan siempre la zona dorsal de los
pacientes de dolor crónico, al relajar las constricciones miofasciales y
paraespinales, están dirigiendo el centro del tratamiento hacia la clave de Gunn.
Como he dicho antes, Gunn insiste en el alivio de la radiculopatía espondilítica,
siempre que exista, al tratar la musculatura dorsal. Esto restablece el flujo
eferente de los impulsos motores y libera todos los acortamientos de los
músculos involucrados. Según Gunn, el mejor método para conseguir estos
objetivos es la inserción de agujas secas. En esencia, Gunn establece que las
agujas secas son una forma eficacísima de terapia física para dolor y disfunción
recurrentes o crónicos. La estimulación con agujas secas “duran más que
cualquier otra forma de terapia física, posiblemente por la generación de una
corriente de lesión* que puede durar varios días” y también puede “aportar un
beneficio terapéutico único: puede facilitar la curación relajando un factor de
crecimiento”.5

Las posibles lesiones producidas por una aguja cuando se inserta en un músculo
se prolongan más aún en neuropatía, ya que esta zona es, de antemano,
hiperirritable. Esto puede aumentar por estimulación de la aguja hasta que el
músculo se fascicule visiblemente. Esta fasciculación produce la relajación del
espasmo del músculo y su alargamiento normal.

Como han demostrado Travell y Simons, los músculos alargados no tienen


puntos gatillo. Es más, la corriente de lesión* liberada puede durar varios días,
hasta que curen las microheridas producidas por las agujas.

Basándome en estas consideraciones, recomiendo que se administren los


tratamientos una vez a la semana, incluso con pacientes de dolor crónico. Esto
permite al cuerpo sentir todo el ciclo de corriente de lesión*, que creemos que
dura seis días. Según esta teoría, las microheridas, incluidas las de acupuntura,
curan en tres etapas, desde el tejido más profundo al más superficial, en un
período que no llega a la semana.

5.– Ibid., p. 118-120.

Gunn concluye que, a diferencia de otros tipos de terapia física, la estimulación


con agujas secas no sólo produce alivio del dolor y relajación de los músculos de
una zona aislada, sino que

...puede extenderse a todo el segmento, sugiriendo un mecanismo reflejo del que


forman parte sistemas modulatorios espinales. La hiperactividad del simpático
responde también a una estimulación refleja y la relajación del músculo suave
puede extenderse también a todo segmento que relaje espasmos de los vasos y
constricción linfática.6

Esta relajación miofascial y tranquilización del sistema nervioso restablece los


tejidos del cuerpo a la normalidad, permitiendo así que fluyan correctamente
todos los sistemas circulatorios, incluida la red de tejido conjuntivo que sirve de
“soporte”7 de todo.

Podemos ver, por tanto, que la comunicación compleja llevada a cabo por los
tejidos conjuntivos que fluyen por todo el sistema miofascial atrvesándolo, está
ayudado claramente en su funcionamiento normal por la relajación miofascial.
Esto lo han conocido muy bien los terapeutas y trabajadores del cuerpo* de
puntos gatillo. Los acupuntores franceses se han dado cuenta de que la
acupuntura, especialmente cuando utiliza la estimulación y relajación energética
básica de los ocho vasos extraordinarios, trata directamente la red de tejido
conjuntivo. Algunos acupuntores japoneses han llegado a llamar a la acupuntura
terapia del tejido conjuntivo.

Esta red de estructuras de tejido conjuntivo sirve como cianotipo que codifica el
resto del crecimiento psicosomático. También sirve como pre-cursor para los
huesos, los órganos y otros sistemas del organismo humano, del mismo modo
que se cree que hacen los vasos extraordinarios. Es posible que esta sea la clave
de lo que Chamfrault y Van Nghi han llamado “energética humana” en su libro
que lleva el mismo nombre.8. Por eso es por lo que yo me inclino a pensar que
reforzar la base o raíz con estrategia de vasos extraordinarios para abrir
cualquiera de las tres zonas es lo más importante del tratamiento, al mismo
tiempo que refuerza la zona yin emparejada. Por ejemplo, cuando se ponen
agujas en el jue yin para tratar una constricción y contracción que afecta al shao
yang, esto refuerza más aún la raíz, mientras que la acupuntura de punto
sensible, aplicada directamente en la zona local, relaja constricciones del
conjunto mente-cuerpo.

6.– Ibid. , p. 118.

7.– Deane, Juhan, Job’s Body: A Handbook For Bodyworkers, Station Hill Press,
Tarrytown, NY, 1987 p. 75-87.

8.– Chamfrault, André y Van Nghi, Nguyen, L’Energetics Humaine, Cherente


Publishers, Angouleme, Francia, 1969.

Conclusión

Al crear imágenes de acupuntura y poner agujas en puntos sensibles, tal como


hemos explicado, empezamos por hacer un gráfico del dolor crónico y recurrente
de que se queja el paciente, en una de las tres zonas miofasciales yang: dorsal,
lateral o ventral. Esto nos da una imagen de los esquemas permanentes que
mantiene el paciente, que nos guía para la localización de puntos sensibles y
relaja las constricciones cutáneas y miofasciales. Mi hipótesis es que el sistema
meridiano de acupuntura, si se considera al mismo tiempo desde la perspectiva
clásica de puntos sensibles y desde la moderna miofascial, es la clave para
comprender por qué la gente está predispuesta a desarrollar constricciones
miofasciales, dolor y disfunción recurrentes y crónicos, en esquemas específicos
y no en otros. Espero que este libro inspire a los acupuntores de Estados Unidos
para retornar a una valoración de la acupuntura clásica, informada por un
esquema moderno miofascial de puntos gatillo. Al mismo tiempo, espero que
este libro inspire también a la corriente principal de especialistas de tratamiento
del dolor para que miren más de cerca la red de meridianos de acupuntura y las
cadenas miofasciales que describe.

Sin duda, algunos dirán que los protocolos aquí desarrollados se apartan de la
acupuntura china, que occidentalizan en general la acupuntura o *. Permitidme
que responda a estos críticos simplemente que, para mí, una de las bellezas de la
acupuntura clásica y moderna es que hay muchas formas de practicarla. Yo creo
que esta variedad nos ayuda mejor a tratar a nuestros pacientes y su sufrimiento.
Como profesional de Estados Unidos, no me siento, bajo ningún concepto,
obligado a aceptar creencias ideológicas de ninguna otra cultura, sobre la
acupuntura y la forma de practicarla. Pienso que está en marcha una nueva
acupuntura estadounidense, conformada por esta maravillosa multiplicidad de
aportaciones de muchas culturas. Veo esta nueva acupuntura moviéndose por
encima de las ideologías antiguas, basando su mérito y su trabajo en lo que
ayuda a los pacientes que tienen distrés.

Acerca del autor

Mark Seem fue presidente del National Council of Acupuncture Schools and
Colleges, fundador del Tri-State Institute of Traditional Acupuncture de
Stamford, CT, y antiguo presidente del Examination Committee of the National
Commission for the Certification of Acupuncturists. Con un Ph.D.* en filosofía,
da conferencias frecuentemente en escuelas de acupuntura y en todos los Estados
Unidos y Europa y sigue su práctica privada en Nueva York. El Dr. Seem es el
autor de Bodymind Energetics, Acupuncture Energetics, y Acupuncture
Inmaging.

Como profesional de Estados Unidos, no me siento, bajo ningún concepto,


obligado a aceptar creencias ideológicas de ninguna otra cultura, sobre la
acupuntura y la forma de practicarla. Pienso que está en marcha una nueva
acupuntura estadounidense, conformada por esta maravillosa multiplicidad de
aportaciones de muchas culturas. Veo esta nueva acupuntura moviéndose por
encima de las ideologías antiguas, basando su mérito y su trabajo en lo que
ayuda a los pacientes que tienen distrés.

Mark Seem

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