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CALCULO

LAURA YESENIA AVELLANEDA CARDENAS

LICETH CATERINE AMAYA MESA

XAVIER CAMILO PEREZ BARRAGAN

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA


FACULTAD SECCIONAL DUITAMA
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA Y HOTELERA
DUITAMA
2019
CALCULO

LAURA YESENIA AVELLANEDA CARDENAS


LICETH CATERINE AMAYA MESA
XAVIER CAMILO PEREZ BARRAGAN

PROFESOR

TRABAJO ESCRITO

LUIS ENRIQUE RUIZ HERNANDEZ

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA Y TECNOLOGICA DE COLOMBIA


FACULTAD SECCIONAL DUITAMA
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA Y HOTELERA
DUITAMA
2019
INTRODUCCIÓN

Realizamos este trabajo con la intención de comprender los siguientes temas:


excedentes de consumidores y productos, valor promedio de una funcion y ecuaciones
diferenciales ordinarias estudiando a fondo sus conceptos e historia para asi poder
aplicarlos eficasmente

Lo que buscamos es dar una mejor explicación sobre estos temas y profundizarlos más
a fondo dando a conocer ejemplos y características para una mejor comprensión de los
mismos.
OBJETIVOS

● Al terminar el trabajo seremos capaces de usar el excedente de consumidor y


productor para resolver problemas de graficacion aplicados a la vida cotidiana.

● Resolver y aprender a interpretar el valor promedio de una function conociedo


de antemano sus teoremas

● Entender más a fondo sobre las ecuaciones diferenciales ordinarias, saber


realizar de manera concreta el uso de métodos para la solución de los mismos.

● Determinar la aplicación de estos tres temas en la vida cotidiana cocnociendo su


respective procedimiento

EXCEDENTE DE CONSUMIDOR Y PRODUCTOR


Podemos definir el excedente del consumidor como la diferencia entre el precio
máximo que estaría dispuesto a pagar y el precio que realmente paga. Consideremos
la siguiente curva de demanda de un individuo, si el precio de mercado es pE
demandara qE. No obstante, por la primera unidad hubiera estado dispuesto a pagar
mucho más p1 , por la segunda unidad algo menos que por la primera pero más de lo
que realmente paga, y así sucesivamente hasta la cantidad qE en donde coincide el
precio que paga y el que está dispuesto a pagar. Gráficamente, la zona que muestra la
divergencia entre la disposición marginal a pagar y el precio satisfecho reflejaría el
excedente del consumidor.
Para estimar el excedente del productor deberemos de partir de la función de oferta.
Dado un precio en el mercado pE, compararemos el precio al que estarían dispuesto a
ofrecer cada unidad de mercancía con el precio que realmente perciben. Y
observaremos que hasta qE el empresario por cada unidad ofrecida recibe un precio
superior al que estaría dispuesto a percibir. Dicha zona delimita gráficamente el
excedente del productor.

Los consumidores demandamos bienes y servicios siempre que nuestro beneficio


marginal es positivo, tenemos que percibir que aquello que nos venden tiene más valor
que el dinero que damos a cambio.
El productor sin embargo produce siempre que recibe al menos lo que estaría dispuesto
a cobrar por lo que produce.
Si el precio y la cantidad de un bien o servicio lo determina el cruce de la oferta y
demanda, podemos decir que el excedente del consumidor sería el triángulo gris y el
excedente del productor el triángulo verde, de forma que en el punto de equilibrio el
excedente adicional tanto del productor y consumidor es cero.
El excedente del consumidor se puede definir como la diferencia entre lo que estamos
dispuesto a pagar y lo que pagamos realmente y el excedente del productor es la
diferencia entre lo que cobra y el mínimo que estaría dispuesto a cobrar.

La razón última de que se den ambos excedentes está en otros dos conceptos:
1º-La utilidad marginal decreciente del consumidor: al consumir un unidad adicional de
un bien o servicio se percibe una utilidad o satisfacción cada vez menor; utilidad marginal
decreciente.

2º-La curva de coste marginal creciente del productor: esta curva lo que viene a decir
es que a partir de cierto nivel de producción, una unidad adicional de producción es
más costosa que la anterior; coste marginal creciente.
Cuando una empresa trata de diferenciar precios (cobrar a cada cliente distinto precio
por el mismo bien o servicio) lo que está intentando es apropiarse del excedente del
consumidor y obtener casi todo el beneficio posible. Para que esta práctica pueda ser
llevada a la realidad hay que estar muy seguro que no pueda existir comercio entre los
distintos clientes que pagan distinto precio por el mismo bien o servicio, ya que podrían
comerciar entre ellos a un precio intermedio y ganar los dos.

Aplicaciones prácticas del excedente del consumidor


El excedente del consumidor se utiliza en análisis costo-beneficio de propuestas
regulatorias o de programas de gobierno. Así por ejemplo, la evaluación de un proyecto
de construcción de una carretera o la protección de un parque nacional. El proyecto
será deseable si los beneficios superan a los costos.

Ejemplo de excedente del consumidor


Veamos un ejemplo, suponga que un turista está caminando por una playa soleada y
tiene mucha sed. El primer vaso de agua que compra lo valora en 4 euros. El segundo
vaso de agua lo valora en 3 euros porque ya no tiene tanta sed. El tercer vaso lo valora
en 2 euros y el cuarto en 1 euro. El precio de mercado de un vaso de agua es 1 euro,
de modo que el turista disfruta de un excedente del consumidor de 6 euros, que es la
suma de la diferencia entre la valoración de cada vaso de agua y su precio, (4 – 1) +
(3-1) + (2-1) +(1-1).
El excedente del consumidor es bastante sencillo de entender, debido a que es la
diferencia entre cuanto esta una persona dispuesta a pagar por una cantidad
determinada de un bien concreto, y cuando paga por ella. En este caso, la curva de la
demanda será de acorde a la disposición del consumidor a pagar, esto es, cuanto
pagará por el bien.
Utilicemos como ejemplo un mercado de libros, en el que existen tres potenciales
consumidores: Alejandra, Blanca y Carlos. Alejandra está dispuesta a pagar menos de
25$ por un libro, Blanca pagaría menos de 20$ y Carlos pagaría menos de 15$. Si el
precio se fija en 25$, ninguno compra libros. Cuando el precio baja a 20$, Alejandra
compra uno, y el excedente del consumidor de Alejandra queda definido por el área A.
Nótese que esta área es igual a 5$, siendo esta la diferencia entre cuanto esta
Alejandra dispuesta a pagar (25$) y cuánto paga en realidad (20$). Si el precio
disminuye de nuevo, esta vez hasta los 15$, Blanca compraría un libro. En este caso,
el excedente del consumidor de Blanca sería igual al área B. Cabe destacar que,
debido a esta segunda disminución del precio, el excedente del consumidor de
Alejandra incrementa a A’. Ambas B y A’ son iguales a 5$. Lo mismo ocurre cuando el
precio disminuye hasta los 10$ y Carlos compra un libro. El excedente del consumidor,
entendido como la suma de todos los excedentes individuales de los consumidores,
corresponde al área A+A’+A’’+B+B’+C.
Cuando repetimos este proceso con un número mucho mayor de compradores,
conseguimos como resultado la curva de demanda típica en economía. Pongamos
ahora que el precio de un bien está fijado en p0. En ese caso, el área del excedente del
consumidor quedaría representado por el área EC. Cuando el precio disminuye a p1, la
cantidad vendida incrementa. Por un lado, existe un incremento en el excedente inicial
del consumidor, siendo esta área igual a EC’. Por otro lado, los consumidores nuevos
están dispuestos a comprar, siendo su excedente como consumidores igual a nEC.
Excedente del Productor:
Esto es justo el concepto opuesto, debido a que en este caso examinamos el mercado
desde el punto de vista del productor. El excedente del productor es la diferencia entre
el precio que recibe el productor por la venta del bien y su coste de producción.

Sigamos con el ejemplo anterior del mercado de libros, ahora desde el punto de vista
de tres productores: David, Eduardo y Fabiola. La curva de oferta corresponde a la
unión de los costes de producción de cada productor, siendo de 2$ para David, 4$ para
Eduardo y 8$ para Fabiola. Si el precio es inferior a 2$, nadie ofertará ningún libro,
debido a que incurrirán en perdidas si lo hacen. Cuando el precio aumenta a 4$, David
vende un libro, debido a que es capaz de generar un beneficio de la venta. Este
beneficio corresponde al área D, su excedente como productor. Si el precio aumenta
hasta los 8$, Eduardo también venderá un libro, consiguiendo un excedente del
productor igual a E. En este caso, el excedente del productor de David se incrementa
en 4$ (área D’). Lo mismo ocurre cuando el precio es mayor que 8$, como por ejemplo
10$. El excedente del productor, entendido como la suma de todos los excedente como
productor individuales, corresponde al área D+D’+D’’+E+E’+F.
Cuando repetimos este proceso con un número mucho mayor de vendedores,
conseguimos como resultado la curva de oferta típica de la economía. Digamos ahora
que el precio de un bien está fijado en p0. En ese caso, el área del excedente del
productor queda representada por el área EP. Cuando el precio aumenta a p1, la
cantidad vendida aumenta también. Por un lado, existe un incremento en el excedente
inicial de los productores, siendo esta área igual al área EP’. Por otro lado, los
productores nuevos están dispuestos a vender, siendo su excedente de productores
igual a nEP.

El Excedente de una Empresa


Veremos el excedente de una empresa bajo un enfoque competitivo, y su relación con
la rentabilidad variable, y la importancia de ésta en la toma de decisiones relacionadas
a producir más o menos.
Inicialmente explicaremos el significado el área debajo de la curva del costo marginal
de una empresa.
Si observamos la Figura Nº 6, la empresa competitiva fija su producción de tal manera
que el costo marginal sea igual que el ingreso marginal, que en el caso competitivo es
el precio del bien que produce y vende en el mercado. El área formada en el rectángulo
por los puntos “o”, “b”, “c” y “d” es el ingreso total por ventas, sin haberse deducido los
costos económicos, es decir, ingresos brutos.

Veamos ahora que representa el área debajo de la curva del costo marginal formada
por los puntos “o”, “a”, “c” y “d”.
Sabemos que el costo marginal es la derivada del costo variable o del costo total:

Asumiendo que la producción de la empresa es la cantidad “q*”, aplicamos una integral


definida al costo marginal de la siguiente manera:

Simplificando la ecuación anterior, tenemos:

El área debajo de la curva de costo marginal es el costo variable en el rango de


producción de “0” hasta “q*”.
Si restamos al ingreso bruto o al ingreso por ventas el costo variable, tendremos así la
rentabilidad variable:

Esta rentabilidad, a diferencia de la rentabilidad económica, no se le ha descontado el


costo fijo, lo que significa que no lo considera. La razón es que cuando se produce y se
vende una unidad más, el ingreso es el precio del bien, y el costo en que se incurre por
producir esta última unidad, justamente es el costo variable de esta última unidad
producida, o en otras palabras, el costo marginal. Cabe destacar que este análisis se
efectúa en el margen y no es un análisis de promedios.
La variación de la rentabilidad variable será la siguiente

Esta ecuación nos brinda la información que cuando se produce una unidad adicional,
la rentabilidad variable aumenta en un valor igual a la diferencia ente el precio del bien
y el costo marginal. En adición, se puede plantear que la rentabilidad económica
también aumenta en esta diferencia cada vez que se produce una unidad adicional del
bien. En tal sentido, el costo fijo no es relevante para la toma de decisiones porque se
puede saber de antemano como variaría la rentabilidad económica sabiendo el precio
del bien y el costo variable de la última unidad producida o en otras palabras,
conociendo el costo marginal.
Retornando a la Figura Nº 6, la rentabilidad variable será el área formada por los
puntos “a”, “b” y “c”

Del análisis anterior se desprende que para la toma de decisiones, el costo fijo es
irrelevante toda vez que no varía con el aumento o disminución de la producción. De
ahí la importancia de la rentabilidad variable respecto a la rentabilidad económica, que
si deduce el costo fijo.
Anteriormente vimos que el área que se encuentra entre la línea horizontal del precio y
la oferta del mercado es el excedente del productor. Al efectuar el análisis a una
empresa competitiva, y observando nuevamente la Figura Nº 6, podemos deducir que
la rentabilidad variable es también el excedente del productor.

Lo interesante del análisis anterior es que con valores marginales se puede determinar
la variación de la rentabilidad económica cada vez que aumenta o disminuye la
producción, aún sin tener en cuenta el costo fijo. En otras palabras, para la toma de
decisiones el costo fijo es irrelevante y lo importante es el precio del bien y el costo
variable y marginal.
Si la estructura de costos es lineal como se asume normalmente en el modelo del
punto de equilibrio o del punto muerto (ingresos igual a costos), el costo variable
unitario es el costo marginal, y la diferencia entre el precio y el costo variable unitario,
es conocida como la contribución marginal por unidad. Si se multiplica esta
contribución marginal por unidad por la cantidad de productos se obtiene la
contribución marginal que sería la diferencia entre el valor de ventas y los costo
variables. Este modelo, usado por la contabilidad y las finanzas encierran el concepto
del excedente del productor aunque de manera distinta en el sentido que trabaja
normalmente con costos lineales a diferencia de la teoría económica que utiliza costos
no lineales porque en su concepción existe la ley de los rendimientos marginales
decrecientes. Sin embargo, el modelo contable considera la utilidad para la toma de
decisiones la diferencia entre el precio y el costo variable unitario y de ahí que se
vuelva interesante.
¿Qué mide el excedente del consumidor?
Excedente del consumidor, la cantidad que los compradores están dispuestos a pagar
por un bien menos la cantidad que efectivamente pagan, mide el beneficio que los
compradores reciben de un bien de acuerdo a la percepción de los compradores.
VALOR PROMEDIO DE UNA FUNCION

Es sencillo hallar el promedio de un conjunto de números dados, sólo debemos realizar

el siguiente cálculo yprom . ¿Cómo calculamos la temperatura


promedio durante un día si se puede tener numerosas lecturas de temperaturas? ¿Qué
pasa si queremos hallar el promedio de un número infinito de valores? ¿Cómo
calculamos el valor promedio de la función f(x) x3 en el intervalo [1, 2]? ¿Cómo
calculamos el promedio de cualquier función aunque no sea positiva? Estamos en
presencia de un tipo de promedio "continuo".

Se propone calcular el valor promedio de la función y f(x), a x b. Dividimos el

intervalo [a, b] en n subintervalos iguales, cada uno con longitud x . Si ti es un


punto cualquiera del i-ésimo subintervalo, entonces el promedio aritmético o medio de

los valores de la función en los ci viene dado por:

Multiplicamos y dividimos por (b a) y resulta:


La expresión es una suma de Riemann para f en [a, b]. Podemos

asegurar que el promedio de los n valores es veces la suma de Riemann de f


en [a, b]. A medida que incrementamos la cantidad de subintervalos ( x 0, n )
se obtiene, teniendo en cuenta la definición de integral definida:

El valor promedio de f sobre el intervalo [a, b] resulta fprom .

El concepto del valor promedio de una función en un intervalo es solamente uno de los
muchos usos prácticos de las integrales definidas para representar procesos de suma.

TEOREMA DEL VALOR MEDIO PARA INTEGRALES

Este teorema es importante porque asegura que una función continua en un intervalo
cerrado alcanza su valor promedio al menos en un punto.

 Si f es continua en el intervalo cerrado [a, b], existe un número c en este


intervalo tal que

f(c)(b a)

Demostración:

Primer caso: Si f es constante en el intervalo [a, b] el resultado es trivial puesto que c


puede ser cualquier punto.

Segundo caso: Si f no es constante en [a, b] elegimos m y M como el menor y mayor


valor que toma f en el intervalo. Dado que m f(x) M x [a, b] por el teorema de
conservación de desigualdades.Aplicando propiedades:

m(b a) M(b a) entonces m M.

Dado que f es continua el teorema del valor intermedio asegura que f alcanza cada
valor entre su mínimo y su máximo. Por lo tanto permite deducir que debe alcanzar el

valor en algún punto c del intervalo. [a, b]. Queda demostrado que existe

algún c tal que f(c) .

Interpretación gráfica del teorema para una función positiva:


rectángulo inscripto (área menor que la rectángulo del valor medio (área igual
de la región) que la de la región)

rectángulo circunscripto (área mayor


que la de la región)

El valor de c no es necesariamente único. Este teorema no especifica cómo determinar


c. Solamente garantiza la existencia de algún número c en el intervalo. Permite una
interpretación interesante para el caso en que f es no negativa en [a, b]. En este

caso es el área bajo la gráfica de f entre a y b. El teorema asegura que existe


un valor c del intervalo al que está asociado f(c) que corresponde a la altura del
rectángulo de longitud de la base (b a) y su área coincide con la de la región.

A f(c)(b a)

El valor de f(c) hallado según el teorema del valor medio para integrales coincide con el

valor promedio o medio de una función por eso a f(c) se lo llama valor
medio de f en el intervalo [a, b].

Ejemplo: halle el valor promedio de f(x) 3x2 2x en el intervalo [1, 4].

Calculamos:
fprom (64 16 1 + 1) 16

Sabemos que el área de la región es igual al área del rectángulo cuya altura es el valor
promedio. Se puede observar gráficamente.

La interpretación correcta de "valor promedio" en el caso de funciones es el área bajo


la curva dividida por la longitud del intervalo considerado. Puedes calcularlo usando el
teorema del valor medio, resolviendo una simple integral ó usando sumas de Riemann
ó incluso de Lebesgue. Cualquiera de los métodos resultará válido, siempre que lo que
calcules sea precisamente eso, el área bajo la curva dividida por la longitud del
intervalo que abarca (suponiendo la función positiva claro, porque si no la integral ya no
es el área). En esencia lo que estarías calculando es la altura de un rectángulo
imaginario que tuviera por base la longitud del intervalo considerado y por área aquella
que recubre la curva en dicho intervalo. Dicho concepto es incluso extrapolable a
funciones de dos ó más variables utilizando volúmen recubierto dividido por área del
dominio para dos dimensiones y de otras medidas en general (integrales) para
dimensiones mayors

Si una función f(x) es una simple línea recta de valor máximo A sobre el intervalo de
tiempo T, entonces la media sobre el intervalo T es exactamente A/2.

Si la función es mas compleja, entonces tenemos que aplicar la idea de que el valor
medio de la función fmed multiplicado por el intervalo T será igual al área bajo la curva
de la función. Aquí es donde la idea de la integral viene a ser significativa. La integral,
puede verse como el área bajo la línea de la función.

El uso de una integral para obtener la media de una función es una técnica útil y
poderosa. Se puede ilustrar en la simple función de arriba.

La integral usada aquí es del tipo polinómico.

Teorema del valor medio

Podría decirse que hasta ahora sólo hemos sentado las bases para el estudio del
cálculo diferencial en varias variables. Hemos introducido el concepto general o
abstracto de función diferenciable y comprobado algunas propiedades básicas, como
su carácter local o su relación con la continuidad. También hemos visto cómo se
concreta dicho concepto en los tres casos particulares que más nos interesan, vector
derivada, vector gradiente y matriz jacobiana, viendo al mismo tiempo diversas
interpretaciones geométricas y físicas. Por último disponemos de algunos métodos
para estudiar la diferenciabilidad de una función y calcular su diferencial, entre los que
destaca la regla de la cadena.
Ha llegado ya el momento de estudiar los teoremas fundamentales del cálculo
diferencial, empezando como es lógico por intentar generalizar el teorema del valor
medio, que es sin duda el resultado más importante del cálculo diferencial en una
variable. Obtendremos fácilmente una versión del teorema para funciones que parten
de un espacio normado arbitrario y toman valores reales, que en particular se aplica a
los campos escalares en RN . Para funciones con valores vectoriales las cosas se
complican, la versión literal del teorema es falsa, incluso para funciones de una
variable real con valores en R2. Sin embargo, probaremos una versión más débil, que
sí es cierta a plena generalidad y permite deducir algunas consecuencias interesantes.
Completamos este tema con una consecuencia del teorema del valor medio para
funciones reales de una variable real, útil para comprobar la diferenciabilidad de ciertos
campos escalares en RN .

10.1. Preliminares

La hipótesis de que una función sea diferenciable solamente en un punto, no es


suficiente para deducir ningún resultado relevante. Al estudiar los teoremas
fundamentales del cálculo diferencial, trabajaremos casi siempre con funciones
diferenciables en todos los puntos de un conjunto abierto, verificando incluso
condiciones más exigentes, así que conviene disponer de una nomenclatura
adecuada a esta situación. De entrada, si X e Y son espacios normados, y Ω→ es un
subconjunto abierto no vacío de X , diremos simplemente que una función f : Ω Y es
diferenciable, cuando f sea diferenciable en todo punto de Ω .

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A cada punto x∈ Ω podemos entonces asociar la diferencial D f∈(x) L(X ,Y ) , que es
una aplicación lineal y continua de X en Y . Obtenemos así una función→D f : Ω L(X
,Y ) que será la función diferencial de f . Obsérvese que D f está en una situación
similar, pero no exactamente la misma, que la función de partida f . Ambas son
funciones definidas en Ω y con valores en un espacio normado pero, mientras f toma
valores en Y , los valores de D f pertenecen al espacio normado L(X ,Y ) .
Tiene perfecto sentido decir, por ejemplo, que D f está acotada en un conjunto A ⊂
Ω , cuando existe M ∈ R tal que " D f (a) " ™ M para todo a ∈ A , o decir que D f es
continua en un punto a ∈ Ω, lo que significa que

∀ ε > 0 ∃ δ > 0 : x ∈ Ω , " x − a " < δ =⇒ " D f (x) − D f (a) " < ε

Pues bien, se dice que f es una función de clase C1 en Ω cuando f es diferenciable


y D f es continua en todo punto de Ω . Se denota por C 1(Ω,Y ) al conjunto de todas
las funciones de clase C 1 de Ω en Y . En el caso Y = R abreviamos escribiendo C
1(Ω) en lugar de C 1(Ω, R) .

10.2. Caso escalar

Recordemos el teorema del valor medio para funciones reales de variable real,
enunciado de una forma adecuada para pensar en su posible generalización. Si f : J
→ R es una función derivable en un intervalo abierto J ⊂ R , entonces, para
cualesquiera a,b ∈ J se tiene

f (b) − f (a) = f j(c) (b − a) (1)

donde c es un punto intermedio entre a y b . Multiplicar por f j(c) es tanto como



aplicar a b a la diferencial D f (c) . Por tanto, si sustituimos J por un abierto Ω de un
espacio normado X , cabría esperar la igualdad análoga a (1) , que sería
f (b) − f (a) = D f (c)(b − a)

donde el punto c debería estar en el segmento de extremos a y b , que supondremos


contenido en Ω . Usaremos para los segmentos una notación intuitiva: si X es un
espacio normado y
a,b ∈ X , el conjunto .
[ a,b ] = (1 − t) a + t b : t ∈ [ 0, 1 ] }

es precisamente el segmento de extremos a y b . Probamos ya el teorema,


exactamente en la forma que hemos conjeturado:

Teorema del valor medio escalar. Sea Ω un subconjunto abierto de un espacio


normado X y f : Ω → R una función diferenciable. Para a, b ∈ X con [ a,b ] ⊂ Ω se
tiene:
(i) Existe c ∈ [ a, b ] tal que f (b) − f (a) = D f (c)(b − a)
(ii) Como consecuencia, si M ∈0R+ verifica que " D f (x) " ™ M para todo x ∈ [ a,b ] ,
se
tendrá: | f (b) − f (a) | ™ M " b − a "
. Σ
Demostración. La función ϕ : [ 0,1 ] → R , definida por ϕ(t) = f (1 −t) a + t b para todo
t ∈ [ 0,1 ] , es continua en [ 0,1 ] y, por la regla de la cadena, derivable en ] 0,1[ con
. Σ
ϕj(t) = D f (1 − t) a + t b (b − a)
El teorema del valor medio para funciones reales de variable real nos da un t0 ∈] 0,1 [
tal que . Σ

f (b) − f (a) = ϕ(1) − ϕ(0) = ϕj(t0) = D f (1 − t0) a + t0 b (b − a)


Tomando c = (1− t0) a + t0 b ∈ [ a,b ], obtenemos (i). Para deducir (ii) basta usar la
definición de la norma en L(X , R) :
| f (b) − f (a) | = | D f (c)(b − a) | ™ " D f (c) " " b − a " ™ M " b − a " □

En el caso particular de un campo escalar en RN , usando la desigualdad de


Cauchy-Schwartz obtenemos:

Sea Ω un abierto de RN y f : Ω → R un campo escalar diferenciable. Para a, b ∈


RN
con [ a,b ] ⊂ Ω se tiene:
. Σ
(i) Existe c ∈ [ a,b ] tal que f (b) − f (a) = ∇ f (c) . b − a
+
(ii) Como consecuencia, considerando en RN la norma euclídea, si M ∈ R0
verifica que " ∇ f (x) " ™ M para todo x ∈ [ a,b ] , se tendrá: | f (b) − f (a) | ™ M " b
−a "

Como se habrá podido observar, la demostración del teorema del valor medio
escalar ha consistido en una aplicación muy inmediata del ya conocido para funciones
de una variable. De hecho, como sólo se trabaja con la función f en un segmento [ a,
b ] , en esencia tenemos una función de una variable. Los resultados anteriores,
generalizan formalmente el teorema del valor medio que ya conocíamos, pero en
realidad sólo consisten en darse cuenta de que dicho teorema puede aplicarse
fácilmente en situaciones más generales. Tendrá mayor interés generalizar el
teorema, de forma que pueda aplicarse a campos vectoriales, o incluso a una función
entre espacios normados arbitrarios, como enseguida vamos a intentar.

10.3. Caso general

Observamos inmediatamente que la primera afirmación del teorema del valor medio
escalar no es cierta para funciones con valores en R2 , incluso aunque sean funciones
de una variable real. Concretamente, basta considerar la función f : R → R2 dada por
f (t) = (cos t, sen t) para todo t ∈ R , que claramente es derivable en todo punto de R
con . Σ

f j(t) = − sen t , cos t ƒ= ( 0, 0 ) ∀t ∈ R


Tomando a ∈ R arbitrario y b = a +2π se tiene f (b) = f (a) . Si existiese c ∈ [ a,b ]
verificando que f (b) − f (a) = D f (c)(b − a) = 2 π f j(c) , se tendría f j(c) = (0, 0) , lo cual es
imposible.
Sin embargo, probaremos a plena generalidad la segunda de las afirmaciones del
teorema del valor medio escalar. Ciertamente es más débil que la primera, pero será
suficiente para deducir interesantes consecuencias.

Debe pues quedar claro que, al hablar de una versión general del teorema del valor
medio, no nos referimos a una generalización literal de dicho teorema, sino de una
versión más débil. La dificultad para probarlo se concentra en el caso de funciones de
una variable real, que es el que resolvemos previamente.
Lema. Sea Y un espacio normado y sean g : [ 0,→1] Y y α : [ 0, 1] R dos funciones
continuas en [ 0,1] y derivables en ] 0, 1[ , verificando que

" g j(t) " ™ α j(t) ∀t ∈]0,1[ (2)
Se tiene entonces la siguiente desigualdad:
" g(1) − g(0)" ™ α(1) − α(0) (3)

Demostración. Fijado ε > 0 , consideramos el conjunto


. Σ
Λ= t ∈ [ 0,1] : " g(t) − g(0) " ™ α(t) − α(0) + ε t + ε
y a poco que se piense, la demostración estará casi concluida si probamos que 1 ∈ Λ .
Por ser g y α continuas, la función ϕ : [ 0, 1] → R definida por
ϕ(t) = " g(t) − g(0) " − α(t). − α(0) − ε tΣ ∀t ∈ [0,1]
también es continua, de lo que deduciremos dos consecuencias:
En primer lugar, como ϕ(0) = 0 , la continuidad de ϕ en 0 nos permite encontrar η ∈]
0,1[ tal que, para t ∈ [ 0, η ] se tenga ϕ(t) < ε , con lo que [ 0,η ] ⊂ Λ .
Por otra parte, como Λ ={ ∈ t [ 0,1] : ϕ(t) ™ ε }, de ser ϕ continua deducimos también
que
Λ es un subconjunto cerrado de [ 0, 1], luego es compacto, y en particular tiene
máximo. Sea
pues t0 = máx Λ y anotemos que t0 “ η > 0 .
Nuestro objetivo es probar que t0 = 1, así que supondremos que t0 < 1 para llegar
a una contradicción. Al ser 0 < t0 < 1, tenemos que g y α son derivables en t0 , luego
existe δ > 0 tal que, para t ∈ [ 0,1] con |t − t0 | ™ δ , se tiene
ε
" g(t) − g(t0) − g j(t0) (t − t0) " ™ |t − t0 | y también
2
ε
| α(t) − α(t0) − α j(t0) (t − t0) | ™ |t − t0 |
2
Obviamente podemos suponer que t0 + δ < 1 , para tomar t = t0 + δ , obteniendo
ε
" g(t0 + δ) − g(t0) − δ gj(t0) " ™ δ así como
2 (4)
j ε
|α(t0 + δ) − α(t0) − δ α (t0)| ™ δ
2

Llegaremos a contradicción viendo que t0 + δ ∈ Λ . Para ello, usando la primera


desigualdad de
(4) , la hipótesis (2) con t = t0 , y el hecho de que t0 ∈ Λ , tenemos:

" g(t0 + δ) − g(0) " ™ " g(t0 + δ) − g(t0 ) − δ g j (t0 ) " + δ " g j (t0 ) " + " g(t0 ) − g(0) " (5)
ε
™ δ + δ αj(t0) + α(t0) − α(0) + ε t0 + ε
2
Por otra parte, usando la segunda desigualdad de (4) tenemos también
ε
. Σ
δ αj(t0) + α(t0) = α(t0 + δ) − α(t0 + δ) − α(t0) − δ αj(t 0) ™ α(t0 + δ) + δ (6)
2
De (5) y (6) deducimos claramente que
ε ε
" g(t0 + δ) − g(0) " ™ δ + α(t0 + δ) + δ − α(0) + ε t0 + ε
2 2
= α(t0 + δ) − α(0) + ε (t0 + δ) + ε
es decir, que t0 + δ ∈ Λ . Esto es una clara contradicción, ya que t0 + δ > t0 = máx Λ . Así
pues hemos comprobado que t0 = 1 y en particular 1 ∈ Λ , es decir
" g(1) − g(0) " ™ α(1) − α(0) + 2 ε

Como esto es válido para todo ε ∈ R+, tenemos (3) , como queríamos. □

En el caso Y = R2 , aunque también se podría hacer en general, el resultado


anterior tiene una interpretación física que lo hace muy plausible. Pensemos que g
describe un movimiento curvilíneo en el plano y α un movimiento rectilíneo, durante el
mismo intervalo de tiempo. La hipótesis (2) significa que la celeridad del primer móvil
nunca supera
" a−la del"segundo. Entonces g(1) g(0) es la distancia entre las posiciones
inicial y final del móvil más lento, que será menor o igual que la longitud de la
trayectoria recorrida, pero esta longitud ha de ser a su vez menor o igual que α(1) −
α(0) , que es la distancia recorrida por el móvil más rápido.

Teorema del valor medio. Sean X e Y espacios normados, Ω un subconjunto


abierto de X y f : Ω → Y una función diferenciable. Dados a,b ∈ X tales que [ a,b ] ⊂
Ω , supongamos0 que existe M ∈ R+ tal que " D f (x) " ™ M para todo x ∈ [ a, b ] . Se tiene
entonces:

" f (b) − f (a) " ™ M " b − a "

Demostración. Basta aplicar el lema anterior a las funciones g : [ 0,1 ] → Y y α : [ 0,1 ]


→R
definidas, para todo t ∈ [ 0, 1 ] , por
. Σ
g(t) = f (1 − t) a + t b y α(t) = M " b − a "t
Es claro que g y α son continuas en [ 0,1 ] y derivables en ] 0,1 [ con
Σ
" gj(t) " = " D f (1 − t) a + t b (b − a) "
. Σ
™ " D f (1 − t) a + t b " " (b − a) " ™ M " b − a " = α j (t) ∀ t ∈ ] 0, 1 [
Aplicando pues el lema anterior, obtenemos la desigualdad buscada:
" f (b) − f (a)" = " g(1) − g(0)" ™ α(1) − α(0) = M " b − a " □

Como primera aplicación de este teorema, es natural ponerse en una situación que
permita aplicarlo a cualquier par de puntos a,b ∈ Ω , lo cual es bien fácil:
Corolario 1. Sean X e Y espacios normados, Ω un subconjunto abierto y convexo
de X y
f : Ω → Y una función diferenciable. Supongamos que existe M +
0 ∈ R tal que " D f (x) "
™M
para todo x ∈ Ω . Entonces f es lipschitziana, o más concretamente:
" f (b) − f (a) " ™ M " b − a " ∀ a,b ∈ Ω

Obsérvese que, en caso de que podamos tomar M = 0 , esto es, cuando la función
diferencial D f es idénticamente nula, obtenemos que f (b) = f (a) para cualesquiera
∈ a,
b Ω , es decir, que f es constante. Pero podemos conseguir el mismo resultado con
una hipótesis más débil que la convexidad de Ω :

Corolario 2. Sean X e Y espacios normados, Ω un subconjunto abierto y conexo


de X y → f : Ω Y una función diferenciable tal que D f (x) = 0 para todo ∈ x Ω . Entonces f
es constante.
Demostración. Fijado ∈a Ω , consideramos el conjunto {A ∈= x Ω : f (x) = f} (a)
y se trata de probar que A = Ω . Por ser f continua, A es un subconjunto cerrado de Ω
, pero vamos a comprobar que también es abierto. Dado x A , como Ω es abierto,
∈ ∈
existe r R+⊂tal que B(x, r) Ω . Podemos entonces aplicar el corolario anterior, a la
restricción de f al abierto convexo B(x, r) , cuya función diferencial es idénticamente
nula, obteniendo que f es constante en B(x, r) . Por tanto tenemos que f (y) = f (x) = f
(a) para todo y ∈ B(x, r) , es decir, B(x,r) ⊂ A . Como x ∈ A era arbitrario, hemos probado
que A es abierto. Puesto que Ω es conexo y A ƒ= 0/, porque a ∈ A , concluimos que A
= Ω como se quería. □
Destacamos una consecuencia obvia: con las mismas hipótesis sobre Ω , si f y g
son dos funciones diferenciables en Ω tales que D f = Dg−, entonces f g es constante.
Dicho de otra forma, una función diferenciable en un subconjunto abierto y conexo de
un espacio normado, queda determinada por su función diferencial, salvo adición de
una constante.

10.4. Una condición suficiente para la diferenciabilidad

Completamos este tema con una útil aplicación del teorema del valor medio, pero
no de las versiones aquí probadas, sino de la que ya conocíamos para funciones
reales de variable real. Se trata de un resultado que permite probar la diferenciabilidad
de un campo escalar, trabajando solamente con sus derivadas parciales. Deduciremos
una cómoda caracterización de los campos escalares de clase C 1 . Estos resultados
también son útiles para campos vectoriales, sin más que aplicarlos a sus
componentes, que son campos escalares.
Sea pues Ω un abierto de RN y supongamos que queremos estudiar la
diferenciabilidad de un→campo escalar f ∈: Ω R en un punto a Ω . Sabemos que ello
equivale a comprobar que f es parcialmente derivable en el punto a y que
. Σ
l´ım f (x) − f (a) − ∇ f (a) x. − a
=0 (7)
x→a "x−a"

La idea es evitar el cálculo de este límite, que puede ser laborioso, pero a cambio
debemos trabajar un poco más con las derivadas parciales.
En la práctica f suele ser parcialmente derivable, no sólo en el punto a , sino en
todo un entorno abierto de a . En tal caso, por el carácter local de la diferenciabilidad,
podemos sustituir f por su restricción a dicho entorno, así que no perdemos
generalidad suponiendo que f es parcialmente derivable en todo punto de Ω .
Entonces, en vez de comprobar la igualdad (7) , puede ser más fácil comprobar la
continuidad en el punto a de las derivadas parciales, es decir, comprobar que
∂f ∂f
l´ım (x) = (a) ∀ j ∈ IN (8)
x→a ∂ x j ∂x j

Pues bien, vamos a probar que (7) es consecuencia de (8) , y de hecho, que una
condición ligeramente más débil que (8) ya es suficiente para deducir (7) ∈ .
Concretamente, fijado k IN , podemos suponer solamente la existencia de la derivada
parcial de f con respecto a la k-ésima variable en el punto a , mientras que las demás
derivadas parciales sí se suponen definidas en todo punto de Ω y continuas en a .
Esta hipótesis, obviamente más débil que (8) , es ya suficiente para la diferenciabilidad
de f en a :

Sea Ω un abierto de RN , f :→Ω R un campo escalar, ∈a Ω y k ∈ IN .


Supongamos que se verifican las dos condiciones siguientes:
(i) f es parcialmente derivable con respecto a la k-ésima variable en el punto a
(ii) Para j ∈ IN \ {k} , f es parcialmente derivable con respecto a la j-ésima
∂f
variable en todo punto x ∈ Ω y la función derivada parcial : Ω → R es
continua en a . ∂x j

Entonces f es diferenciable en el punto a .

Para que se comprenda mejor, hacemos la demostración en el caso N = 2 , y


comentaremos después los cambios necesarios para cubrir el caso general, que es
enteramente análogo. En el caso N = 2 , salvo intercambio de las variables, que
obviamente no afecta a la diferenciabilidad de f , podemos suponer sin perder
generalidad que k = 2 . Por tanto, escribiendo a = (x0, y0) la hipótesis (i) nos dice que
∂f
existe la derivada parcial (x0, y0) , mientras en (ii)∂ yestamos
∂f
suponiendo la existencia de (x, y) para todo (x, y) ∈ Ω y que la función derivada
parcial
∂x
∂f
: Ω → R es continua en (x0, y0) .
∂x
Usando en R2 la norma del máximo, tomamos∈ r R+ de forma que la bola abierta
de centro (x0, y0) y radio r , que denotaremos simplemente por B , esté contenida en
Ω , y se trata de probar (7) en nuestro caso. Para abreviar, escribimos
. Σ
R(x,y) = f (x,y) − f (x0,y0) − ∇ f (x0,y0) (x,y)
. − (x0,y0) ∀ (x,y) ∈ B

Fijado ε > 0 debemos encontrar δ ∈]0,r [ verificando que, para x,y ∈ R con | x − x0 | < δ y
| y − y0 | < δ , se tenga
| R(x,y)| ™ ε " (x,y) − (x0,y0)" (9)
Observamos que, para (x, y) ∈ B , se tiene R(x, y) = R1(x, y) + R2(y) donde
∂f
R1(x,y) = f (x,y) − f (x0,y) − (x − x0) (x0,y0) ∀ (x, y) ∈ B
∂x
∂f
R2(y) = f (x0,y) − f ((x0,y0) − (y − y0) (x0,y0) ∀ y ∈ ] y0 − r , y0 + r [
∂y
así que trabajaremos por separado con los dos sumandos que han aparecido.
Por definición de derivada parcial, podemos tomar δ ∈] 0,r [ de forma que, para y ∈ R
con
| y − y0 | < δ , se tenga

∂f ε
. f (x0,y) − f (x0,y0) − (y − y0) (x0,y0) . ™
∂y
| y − y0 |
2
(10)

Además, la continuidad de ∂ f /∂ x en (x0,y0) permite conseguir que el mismo δ


verifique también que, para u, v ∈ R con | u − x0 | < δ y | v − y0 | < δ , se tenga:

∂f ∂f ε (11)
. ∂ x (u,v) − ∂(x
x
0,y0) . ™
2

Para comprobar (9) y concluir así la demostración, fijamos ∈x, y R con | − x | x0 <
δ| y− y y0| < δ . Es importante tener presente que, en todo lo que sigue, x e y están fijos.
En virtud de (10) tenemos directamente
ε ε
|R2(y)| ™ | y − y0 | ™ " (x,y) − (x0,y0) " (12)
2 2

Para conseguir la misma desigualdad con R1 , consideramos la función

ψ : J→R donde J =] x0 − δ , x0 + δ [ y ψ(z) = f (z, y) ∀z ∈ J

Para todo z ∈ J , que f sea derivable con respecto a la primera variable en el punto
∂f
(z,y) ∈ Ω , significa precisamente que ψ es derivable en el punto z con ψj(z) = (z,
y). Aplicamos a
∂x
ψ el teorema del valor medio obteniendo un punto u ∈ J tal que
∂f
f (x, y) − f (x0, y) = ψ(x) − ψ(x0) = (x − x0) ψj(u) = (x − x0) (u, y)
. Σ ∂x
∂f ∂f
de donde deducimos que R1(x, y) = (x − x0) (u, y) − (x0, y0) . Por ser | u − x0 | < δ
∂x ∂x
y | y − y0 | < δ , podemos usar (11) con v = y obteniendo:
ε ε
| R1(x,y)| ™ | x − x0 | ™ " (x,y) − (x0,y0) " (13)
2 2

De las desigualdades (12) y (13) , deducimos directamente (9) :


| R(x,y)| ™ | R1(x,y)| + | R2(y)| ™ ε " (x,y) − (x0,y0)" □
Para entender la forma de tratar el caso N > 2 , conviene resaltar la diferente
naturaleza de los sumandos R1 y R2 , pues R2 sólo es función de la variable y , mientras
R1 depende también de la variable x . Ello hace que la acotación de R2 pueda deducirse
directamente de la definición de la derivada parcial de f respecto de y en el punto (x0,
y0) . En cambio, para R1 hemos tenido que usar la existencia de la derivada parcial de
f con respecto a x en todos los puntos de un segmento, para poder aplicar el teorema
del valor medio, y después la acotación de R1 se ha deducido de la continuidad de
dicha derivada parcial en el punto (x0, y0) .
En el caso general, se supone de nuevo sin perder generalidad que k = N , es decir,
que la derivada parcial de la que sólo se sabe su existencia en el punto a , es la última.
La definición de la bola B y de la función R : B → R son análogas al caso N = 2 :
R(x) = f (x) − f (a) − ∇.f (x) x −. a Σ ∀x ∈ B
pero R se descompone ahora en N sumandos. Concretamente, en vez de la igualdad
. Σ . Σ
f (x, y) − f (x0, y0) = f (x, y) − f (x0, y) + f (x0, y) − f (x0, y0)
usada en el caso N = 2 , si ahora x = (x1,x2, ..., xN ) y a = (a1,a2, ...,aN ) , tendremos la
igualdad
. Σ
f (x) − f (a) = f (x) − f (a1,x2, ...,xN )
. Σ
+ f (a1, x2, . . . , xN ) − f (a1, a2, x3, . . . , xN )
. Σ
+ . . . + f (a1, .. ., aN−1, xN ) − f (a)
N
. Σ
= ∑ f (a1,...,a j−1,x j , ...,xN ) − f (a1,...,a j x j+1,...,xN )
j=1

y descomponemos R en la
forma N
∑R j(x j , x j+1,... xN ) ∀ x∈ B
R(x) = j=1

donde, para cada j ∈ IN estamos escribiendo


R j(x j ,x j+1,...,xN ) = f (a1,...,a j−1 , x j, ...,xN ) − f (a1,...,a j , x j+1,...,xN )
∂f
− (x j − a j) (a)
∂xj
siempre que xi ∈ ] ai − r , ai + r [ para i = j, j + 1,. . ., N .
Vemos que RN sólo es función de la variable xN y puede estimarse usando
solamente la existencia de la derivada parcial de f con respecto a xN en el punto a ,

como hemos hecho con R∈2 en el caso N = 2 . Para j IN−1 la función R j depende de N j
+ 1 variables y se maneja como se ha hecho con R1 en el caso N = 2 . Primero se usa
la existencia de la derivada parcial de f con respecto a x j en todos los puntos de un
segmento, para poder aplicar el teorema del valor medio. Entonces la estimación de R
j se consigue usando la continuidad de dicha derivada parcial en el punto a . □

El principal interés del resultado anterior estriba en que nos proporciona una
caracterización de los campos escalares de clase C1 en términos de sus derivadas
parciales:
Si Ω es un abierto de RN y f :→Ω R un campo escalar, las siguientes
afirmaciones son equivalentes:
(i) f ∈ C 1(Ω)
(ii) f es parcialmente derivable en todo punto∈ x ∈ Ω y, para
todo j IN , la función derivada parcial
∂ f /∂ x j es continua en Ω .

(i) ⇒ (ii) . De entrada, f es diferenciable, luego parcialmente derivable, en todo punto


de Ω . Además, la función diferencial D f→ : Ω L(RN , R) es continua. Pero recordemos
que, usando en RN la norma euclídea, el espacio normado L(RN , R) se identifica
totalmente con RN . Además, mediante dicha ∈identificación, D f (x) L(RN , R) se
∈ en ∇ f (x) para todo x Ω . Por tanto, la continuidad de la →
convierte función diferencial
Df :Ω R N equivale a la →de la función gradiente
∈ N
∇ f : Ω R , que a cada x Ω
asocia el vector gradiente ∇ f (x) . Basta ahora observar que ∇ f es un campo vectorial
cuyas componentes son las N funciones derivadas parciales de f . En resumen,
tenemos

∂f
D f continua ⇐⇒ ∇ f continua ⇐⇒ continua ∀ j ∈ IN
∂x j

(ii) ⇒ (i) . Del resultado anterior deducimos que f es diferenciable en todo punto de
Ω y la equivalencia recién comentada nos dice que D f es continua en Ω , luego f ∈ C
1(Ω) . □

Tomemos por ejemplo Ω = R × R∗ y sea f : Ω → R la función dada por


x
f (x, y) = ∀ (x, y) ∈ Ω
y

Es claro que f es parcialmente derivable en todo punto (x, y) ∈ Ω con


∂f 1 ∂f x
(x, y) = y (x,y) = −
∂x y ∂y y2

luego ambas funciones derivadas parciales son continuas en Ω y deducimos



1
que f C (Ω) . Probar directamente que f es diferenciable en todo punto de Ω ,
usando la definición de función diferenciable, es bastante laborioso. Se pone
así de manifiesto la utilidad práctica de la condición suficiente para la
diferenciabilidad de campos escalares que hemos obtenido.
Ecuaciones diferenciales ordinarias.

Muchos problemas básicos de las ciencias experimentales pueden ser


modelados usando ecuaciones donde aparecen involucradas una función junto
con sus derivadas. En este capı́tulo nos centraremos en el estudio de este tipo
de ecuaciones y veremos cómo pueden ser resueltas utilizando lo ya estudiado
en los temas anteriores.
Comenzaremos definiendo lo que entenderemos por ecuación
diferencial ordinaria y dando varios ejemplos clásicos de su uso en las
ciencias experimentales. Posteriormente estudiaremos cómo resolver
algunos tipos de éstas ecuaciones.

Dada una función y = f (x) vamos a estudiar ecuaciones donde aparecen


mezcladas la variable x, la función y algunas de sus derivadas y0 (x), y00 (x)...
Ejemplos de este tipo de ecuaciones son
x + y0 (x)
xy0 (x) = y(x), y00 (x) = y(x)y0 (x), y000 (x)2 = .
1 + x2
Llamaremos orden de una EDO al orden de la mayor derivada en la
ecuación. Ası́, por ejemplo, las EDOs
3 ✓ ◆ d2 y
0 2 d y dy 4 cos+xcos y= 0,
2x + yy = 0, = 1,
dx3 dx dx2

x

tienen órdenes respectivos 1, 3 y 2.


Además, una EDO de orden n diremos que es lineal si se puede escribir de la forma

dny dn—1y dy
a

n(x) dxn + an—1(x) dxn—1 + .. . + a1(x) dx + a0(x)y = b(x),

donde las ai, b son funciones que solo dependen de x.


Ejemplos de EDOs lineales son las siguientes
dy
senx y00 ye 1 d3 y x4 1 x4 y x
x xd4y xd22y
0

+ = , +( — ) =, dx4 + = .
1+ dx3 dx dx2
+
x2
91
Obsérvese, sin embargo, que las siguientes EDOs no son lineales
✓ ◆ dy
dy 2
yy0 =1, dx
+y = 0, cos x
dx
+ cos y = x.

Por otro lado, necesitamos saber qué entenderemos como solución de una EDO.

Definición 47 (Solución de una EDO)


Dada una EDO de orden n, llamaremos solución de esta EDO a una función y = f (x) definida en
un intervalo I y que tiene al menos n derivadas continuas en el intervalo I, de forma que cuando
sustituimos y = f (x) y sus derivadas en la EDO se cumple la ecuación en todo el intervalo.
2
Consideremos la EDO y0 + xy = x, entonces es fácil comprobar que la — x2
es solu-
función y = 1 + e
— x2

ción en todo R. De hecho, para cualquier constante


2 c R la función 2 es una solución de la
y = 1 + ce
EDO en todo R. Es decir, esta EDO tiene infinitas soluciones en
R.

Para la EDO y00 + y = 0 las funciones y = cos x, y = sen x son soluciones


de la ecuación en todo R. Y, en general, dadas constantes reales c1 , c2
cualesquiera, la función y = c1 cos x + c2 sen x es solución en todo R de la
EDO.
Observemos que la función y = 1/x es solución de la EDO y0 + y2 = 0,
pero no está definida en todo R, por lo que — podremos decir que es una
solución en el intervalo ( •, 0) y que es solución en el intervalo (0, •).
Como hemos visto, el conjunto de soluciones de una EDO puede ser
infinito. A veces nos interesa conocer solamente alguna solución de la
EDO y no todas, por lo que se prefijan algunas condiciones previas sobre
la solución o soluciones buscadas. Un caso especialmente interesante es
el siguiente
Definición 48 (Problema de valores iniciales)
Dada una EDO de orden n, un intervalo 2 I y un punto x0 I, llamaremos
problema de valores iniciales (abreviado PVI) al problema de
encontrar las funciones que cumplen la EDO de orden n anterior en
el intervalo I y que además satisfacen las condiciones iniciales

y(x0 ) = c0 , y0 (x0 ) = c1 , . . . , y(n—1) (x) = cn—1 ,

donde los ci son


números (
prefijados. El
PVI en R dado
por
2yy0 = ex
y(0)= 1
tiene como solución a la función y = ex/2. De hecho puede comprobarse
que es la única solución al PVI. De manera análoga el PVI en R que
tiene la misma EDO anterior( pero diferente condición inicial
2yy0 = ex
y(0)= —1
tiene como única solución a la función y = —ex/2 .
La EDO de segundo orden y00 — y = x tiene por soluciones a las funciones y =
—x + c1 ex + c2 e—x para(cualesquiera constantes c1, c2 2 R. As´ı, el PVI en R dado
por
y00 — y = x
y(1) = 0, y0 (1) = 0
— solución y =
tiene como única x + ex—1 .
Hay que tener en cuenta que aunque en los ejemplos anteriores los
PVIs solo tienen una solución, podrı́a ocurrir en otros casos que haya
más de una.

Modelos matemáticos inspirados en problemas de las ciencias


experi- mentales.

En muchas ocasiones es deseable describir en términos


matemáticos el comportamiento de algunos sistemas o fenómenos de
la vida real, tanto de tipo fı́sico, quı́mico, sociológico, económico... La
des- cripción matemática de un sistema de fenómenos se llama modelo
matemático y se construye con ciertos objetivos, como el de entender
qué ocurrirá en el futuro o qué pasó en el pasado. Por ejemplo,
podemos desear entender los mecanismos de cierto ecosistema al
estudiar el crecimiento de la población animal en ese sistema, o
podemos desear datar fósiles y analizar el decaimiento de una
sustancia radiactiva ya sea en el fósil o en el estrato en que éste fue
descubierto.
Para la realización de un modelo matemático sobre un sistema,
primero hay que identificar todas las variables que ocasionan que el
sistema cambie y posteriormente establecer de que manera estas
variables afectan al sistema.
Es claro que cuantas más variables que afectan al sistema se
añadan mejor resolución tendrá el modelo que se obtenga. Sin
embargo, el modelo será cada vez más complejo cuantas más variables
entren en juego. Por ello, a veces un modelo de baja resolución (es
decir, con pocas variables) es suficiente para determinar de forma
aproximada la solución de nuestro problema.
A continuación estudiaremos algunos modelos matemáticos clásicos
en diferentes áreas de las Cien- cias Experimentales.

Dinámica poblacional
El economista Thomas Malthus hizo uno de los primeros intentos
para modelar el crecimiento de una población. Ası́, supuso que la razón
de la población en un cierto tiempo t es proporcional a la población total
en ese tiempo. Es decir, si llamamos P(t) a la población en el tiempo t
entonces se obtiene que
dP
= k P,
dt
donde k es una constante que depende de la población estudiada.
Aunque este modelo es de baja resolución, aún ası́ sigue siendo útil
para el estudio de algunas pobla- ciones a tiempo corto, como, por
ejemplo, poblaciones de cultivos de bacterias.

Decaimiento radioactiveo
El núcleo de algunos átomos están formados por combinaciones de
protones y neutrones inestables, es decir, los átomos se desintegran o
se convierten en átomos de otras sustancias. En estos casos se dice
que los núcleos son radiactivos. Por ejemplo, el radio Ra-226
intensamente radiactivo se transforma en gas radón Rn-222.
Para modelar el fenómeno de decaimiento radiactivo, dada una
cantidad A(t) de una sustancia en
el tiempo t, se supone que la razón con la que los núcleos se desintegran
es proporcional a la cantidad existente, esto es,
dA
= k A,
dt
donde k es una constante que depende de la sustancia estudiada.

Ley de enfriamiento/calentamiento de Newton.

La ley emp´ırica de enfriamiento/calentamiento de Newton establece


que la rapidez con la que cambia la temperatura de un cuerpo es
proporcional a la diferencia entre la temperatura del cuerpo y la del
medio que lo rodea (la temperatura ambiente).
Modelos matemáticos inspirados en problemas de las ciencias experimentales.

Si denotamos por T (t) a la temperatura del cuerpo en el tiempo t y Ta a la


temperatura del ambiente, entonces, la ley de enfriamiento/calentamiento de Newton
determina que
dT
= k (T (t) — Ta),
dt
donde k es la constante de proporcionalidad.

Reacciones qu´ımicas.
En algunas reacciones quı́micas la rapidez con la que las moléculas de una
sustancia A se descom- ponen es proporcional a la cantidad de sustancia que queda
sin reaccionar. As´ı, si llamamos c(t) a la cantidad de la sustancia A en el tiempo t
entonces dA/dt = k A, donde k es una constante (dependiente de la sustancia A).
Un ejemplo de este tipo, llamada reacción de primer orden, está dada por la
conversión del cloruro de terbutilo (CH3)3CCl en alcohol t-but´ılico (CH3)3COH:
(CH3)3CCl + NaOH —! (CH3)3COH + NaCl.

Solo la concentración de cloruro de terbutilo controla la rapidez de la reacción.


Sin embargo, en la reacción

CH3Cl + NaOH —! CH3OH + NaCl,

la razón con la que avanza la reacción es proporcional al producto de las


concentraciones de cloruro de metilo CH3Cl y de hidróxido de sodio NaOH que
quedan.
Para describir en general una reacción de este tipo, conocida como reacción de
segundo orden, su- pongamos que se combina una molécula de una sustancia A con
una molécula de una sustancia B para formar una molécula de una sustancia C (más
otras sustancias). Si c(t) denota la cantidad de la sustancia C que se ha formado en el
— A y B—en el
tiempo t y si a0, b0 son, respectivamente, las cantidades de las sustancias
momento inicial t = 0, entonces las cantidades de A y B en tiempo t son a0 c(t) y b0 c(t),
respectivamente. Ası́, la razón de formación de C está dada por
dc
= k(a0 — c)(b0 — c),
dt
donde k es una constante de proporcionalidad.

Mezclas.
Supongamos que en un tanque mezclador tenemos 300 litros de agua con sal. Por
otro lado, un grifo de entrada introduce 3 litros de agua por minuto, que tiene una
concentración de 2 gramos por litro. La solución bien mezclada sale del tanque con la
misma rapidez de 3 litros por minuto.
De esta manera, si denotamos por A(t) a la cantidad de sal en el tanque al tiempo t,
entonces la razón
con la que A(t) cambia viene dada por
dA
= (razón de entrada de sal) — (razón de salida de sal).
dt
La razón de entrada de sal es de (2g/l) (3l/min) = 6g/min. Por otra parte, ya que la
cantidad de agua en el tanque es constantemente de 300 litros, la razón300 de salida de
A(t)
sal es de ( g/l)(3l/min) =
A(t) g/min.
100
De esta dA A
manera,
=6— .
dt 100
Cuerpos en ca´ıda y resistencia del aire.
Aunque a un cuerpo en ca´ıda en el vac´ıo solo le afecta la fuerza de la gravedad,
en general, cuando no se encuentra en el vac´ıo, el aire ejerce una resistencia al
movimiento en la ca´ıda de un cuerpo.
Ası́, el peso del cuerpo es una fuerza que actúa en la dirección de caı́da, mientras
que la resistencia del aire actúa en dirección opuesta. La fuerza Fr dada por la resistencia
del aire se denomina amortiguamiento viscoso y es proporcional a la velocidad del
cuerpo, esto es, Fr = kv, donde k es una constante que depende del cuerpo y v su
velocidad.
As´ı, la segunda ley del movimiento de Newton determina que la suma de las fuerzas
ejercidas sobre dt

dv
m = mg—
kv
, dt
donde g es la aceleración de la gravedad.
O equivalentemente, si denotamos por s(t) al espacio recorrido en el tiempo t
entonces

d2s ds
m

= mg— k .
dt2 dt
EDOs de primer orden.

A lo largo de esta sección estudiaremos algunas clases de ecuaciones diferenciales


ordinarias de primer orden y cómo encontrar sus soluciones.
Debemos tener en cuenta que en algunas ocasiones la solución y(x) del problema
nos aparecerá de
forma impl´ıcita, esto es, por ejemplo podemos obtener soluciones del tipo

y2 + 2xy + x2 = 0, y + cos y = x3 — 1.

En el primer caso podremos despejar la función y en términos de x con lo que


obtendremos su forma expl´ıcita y = —x, pero en el segundo caso no se podra´ obtener
la forma expl´ıcita de y.

EDO SEPARABLES
Un caso especial de EDOs de primer orden son aquellas en las que la ecuación
diferencial puede reescribirse de manera que un lado de la igualdad solo dependa de
la función y y el otro lado solo de la variable x. Más concretamente,

Diremos que una EDO de primer orden es separable o que tiene variables separables si se puede
escribir de la forma
dy
g(y) = h(x).
dx

Por ejemplo, la ecuación


2y dy y0 = ex—2y cos x es una EDO separable ya que se puede
reescribir como e =
dx
ex cos x. Sin embargo, la EDO y0 = y2 — sen x no es separable.
Debe observarse que una ecuación del tipo y0 = f (y)g(x) puede reescribirse como una
EDO separable
de la formaf (y) 1dx dy = g(x), pero en este proceso hay que tener en cuenta que f (y)
no puede ser cero
porque no podemos dividir por cero. Además, los números c para los cuales f (c) = 0
cumplen que la función constante y(x) = c es una solución de la EDO, ya que
sustituyendo en la EDO original cumplen la ecuación.

Ası́, por ejemplo, la EDO y0 = (1 — y2 )x2 es separable ya que la podemos reescribir de


la1forma
dy = x2. Aqu´ı hay que tener en cuenta que las funciones y(x)= —1, y(x)= 1 son dos
2
soluciones de
1—y dx
la EDO original; éstos son los valores 2 = 0.
donde 1 — y

Dada la EDO g(y) dxdy


= h(x), basta escribirla como g(y)dy = h(x)dx e integrar a ambos lados de la
igualdad, esto es, Z Z
g(y)dy = h(x)dx.

EJEMPLOS

Ejemplo 1 : Dada la EDO y2y0 = x — 2, podemos encontrar sus soluciones


reescribiendo la ecuación como y2dy = (x— 2)dx e integrando a ambos
lados, con lo que obtenemos

y3 + c1 = x2 — 2x + c2.

p Deesta forma, las soluciones vienen dadas por y3 = x2 — 2x + c, o


equivalentemente, y =
3 x2 — 2x + c.
Ejemplo 2 : La EDO y0 = y 2 puede resolverse integrando sobre la igualdad 1 dy = 1 2 dx,
salvo cuan-
1+x y 1+x
do y = 0. La función y(x) = 0 es solución de la EDO y el resto de soluciones
pueden
calcularse integrando la igualdad anterior que nos dara´

ln |y| = arctgx + c.

Tomando exponenciales sobre la igualdad obtenemos y = c0earctgx± , donde


c0 = ec. Por tanto, todas las soluciones vienen dadas por y = c0 earctgx , para
c0 cualquier número real, incluyendo el caso c0 = 0 que nos dará la solución
previa y(x) = 0.

Ejemplo 3 : Consideremos el PVI dado por la EDO ex+y y0 = x con condición


inicial y(0) = 0. La ecuación puede reescribirse como
ey dy = xe—x dx

Ejemplo 4 : El PVI con ecuación y0 = —2xy2 y condición inicial10 y(3) = 1 puede ser resuelto
reescri-
biendo la EDO como
dy
= —2xdx
y2
e integrando. Obsérvese que estamos dividiendo por y2 y podrı́a ocurrir
que y(x) = 0, que es solución de la EDO pero no es la solución buscada del
PVI ya que no cumple la condi- ción inicial. Ası́, tenemos que 1 = x2 + c,
esto es, y = 1 2 . Ahora, de la condición inicial y
2
obtenemos que 10 = 3 + c, por lo que+xy = 1 2 .1

EDOs lineales de primer orden.


Otras EDOs de primer orden que pueden ser resueltas de una forma sencilla son
aquellas de tipo lineal, más concretamente,

Definición 50 (EDO lineal de primer orden)


Una EDO de primer orden es lineal si se escribe de la forma

a1 (x)y0 + a0 (x)y = b(x),

donde a1, a0, b son funciones que solo dependen de la variable x.

Por ejemplo, las ecuaciones y0 + x2y = ex cos x, o, ex y0 + y = x3 son EDOs lineales de


primer orden. Sin embargo, las ecuaciones y0 + y2 = sen x, y0 + cos y = 0, o, yy0 + xy = ex
no son EDOs lineales.
Una EDO lineal se dice que es homogénea cuando la función b(x) de la definición
anterior es cero. Ası́, ejemplos de EDOs lineales de primer orden homogéneas son
sen(x)y0 + cos(x)y = 0, ex y0 + y = 0, o, (x2 — 1)y0 + x y = 0.

¿Cómo se resuelven las EDOs lineales de primer orden?


Para resolver la ecuación a1 (x)y0 + a0 (x)y = b(x), primero hemos de resolver la ecuación ho-
mogénea asociada a1 (x)y0 + a0 (x)y = 0. Esta última EDO es separable y puede resolverse como
se explicó en la sección anterior. La solución de la EDO homogénea es de la forma y(x) = c0 y1 (x)
para una cierta constante c0.
Si b(x) no es cero, las soluciones de la ecuación a1 (x)y0 + a0 (x)y = b(x), vendrán dadas de la forma
y(x) = u(x)y1 (x), para una cierta función u(x) a determinar. Es decir, se sustituirá la constante c0
dada en las soluciones de la EDO homogénea por la función u(x).
Entonces se sustituye la función y(x) = u(x)y1 (x) sobre la ecuación a1 (x)y0 + a0 (x)y = b(x) y esto
nos dará una ecuación de donde podremos despejar u0 (x). Finalmente, integrando la expresión de
u0 (x) calculamos u(x) y, por tanto, las soluciones de la EDO.
EJEMPLOS

Ejemplo 1 : La EDO (1 + x2 )y0 + x y = 0 es lineal homogénea, por lo que se puede resolver


simplemente teniendo en cuenta que es de tipo separable. La ecuación se
puede escribir como

dy x
=— ,
y 1 + x2

siempre que y no se anule. De hecho, y(x) = 0 es solución del problema. Si


se integra la ecuación anterior obtenemos ln |y| = — 1 ln(1 + x2 )+ c. O
equivalentemente y = p c0 , para
2 1+x2
c0 un número real cualquiera, que incluye la solución y(x) = 0
tomando c0 = 0.
c+x
Ejemplo 2 : Para resolver la EDO de
+x
primer orden lineal arctg(x)y0 — 1 2 2 y ⇤
+x
=

arctg3 (x) primero se debe resolver la EDO homogénea arctg(x)y0 — 1 2 2 y = 0. É sta la


podemos reescribir (para
y 6= 0) como
d 2dx
y
= .
y arctg(x)(1 + x2)

Con lo que integrando obtenemos y = c0arctg2(x).

Por tanto, las soluciones de la EDO arctg(x)y


+x
0 — 2 2 y = arctg3 (x) las
1
2
obtendremos de la forma y = u(x)arctg (x) donde, para calcular u(x),
sustituimos en la ecuación, con lo que

2
arctg3 (x) = arctg(x)(u(x)arctg2(x))0 — (u(x)arctg2 (x)) = u0 (x)arctg3(x).
1
2
+x
Tenemos entonces que u0 (x) = 1 o bien u(x) = x + c, por lo que las
soluciones de la EDO inicial son y = (x + c)arctg2(x).

x2
Ejemplo 3 : Resolvamos ahora el PVI dado por la y = e 2 con condición inicial y(1) = —1.
EDO x y0 —x2

Primero resolvemos la EDO homogénea asociada x y0 — x2 y = 0 que puede


ser escrita como
dy
=xdx
y
x2
para y 6= 0. Si integramos y simplificamos, las soluciones vienen dadas por y2=
c0e .
0 2 x 2 x 2
Ası́, las soluciones de la EDO x y — x y = e 2 serán del tipo y = u(x)e 2 , para
una cierta
función u(x) a determinar. Sustituyendo en la ecuación se tiene:

x2 x2 x2 x2
= x y0 — x2 y = x(u(x)e )0 — x2 (u(x)e ) = x u0 (x)e
2 2 2 2
e .

Por tanto, u0 (x) = 1/x, es decir, u =| |ln x + c. De esta manera, todas las
soluciones son
x2
y = (c + ln |x|)e 2 .
La condición inicial y(1) = —1 nos da —1 = (c + ln1 1)e 2 . Por tanto, c = — p1 , es
e
decir, la ⇣ ⌘ x2
función que resuelve el PVI es y = — p1 + ln x e .
e
2

2
Ejemplo 4 : Para resolver el PVI con ecuación xy12 0 — y = x 4 y(—1) = p
y condición inicial
+x
primero
resolvemos la EDO lineal homogénea xy0 — y = 0. Esta ecuación la escribimos
como

dy dx
=
y x

para y 6= 0. Si integramos y simplificamos, las soluciones vienen dadas por y =


c0 x.

Buscamos entonces las soluciones de la ecuación12 xy0 — y = x2 de la forma y


+x
= u(x) x.

Sustituyendo obtenemos
0 0 2
x2 0

= xy — y = x(u(x) x) — u(x) x = u (x)x .


1 + x2

Por tanto, u0 (x) =+x1 1 2 , y ası́ u(x) = c + arctg x.


Entonces 0
2 las soluciones de la EDO lineal xy son y = (c + arctg x)x. Finalmente,
—y = x

la condición inicial ypc nos1 da p 1+x21 c p . As´ı, c 0 y


(— ) = 4 4 =( +arctg(— ))(— ) = —( — 4 ) =
la solución del PVI está dada por la función y = x arctg x.

EDOs exactas.
Consideremos una función F(s,t) que depende de dos variables. Llamaremos
derivada parcial de F respecto de s a la derivada, si existe, de la función F respecto
de la variable s cuando se considera a t como una constante, y la denotaremos ∂F .
∂s
Análogamente se define la derivada parcial de F respecto de
t, ∂F
∂t
. 2
´
Por ejemplo, dada la funcion F(s,t)= s + cos(s + t)+ arctgt sus derivadas parciales
vienen dadas
por
∂F ∂F 1
= 2s— sen(s +t), = —sen(s + t)+ .
∂s ∂t 1 + t2

Diremos que una EDO de primer orden es exacta si se escribe de la forma


dy
f (x, y) + g(x, y)= 0,
dx

y se cumple que ∂∂xf = ∂g


.

Ası́, por ejemplo, las ecuaciones x 2y 2 y0 + 1 2 = 0, x exy y0 + y exy + 2x = 0 son


exactas ya que +y x+y
✓ ◆ ✓ ◆
∂ 2y —2y ∂ 1 ∂ xy
= = , = (1 + xy) exy= ∂ (ye + 2x) .
(x + y )
2 2 ∂y (xe∂x )
xy ∂y
∂x x + y2 x + y2

∂x x + y2 x + y2

Las ecuaciones 3x2 y y0 + sen(x + y) = 0, e—x y2 y0 x3 + 2x y = 0 no son EDOs


exactas ya que no cumplen la igualdad necesaria de las derivadas parciales.

Si la EDO f (x, y) dy
dx+ g(x, y)= 0 (o equivalentemente f (x, y)dy + g(x, y)dx = 0) es exacta entonces

variables F(x, y) se puede calcular de una cualquiera de las dos siguientes formas:
1. Se toma Z
F(x, y)= F1(x)+ f (x, y)dy,

donde para calcular F1(x) se debe tener en cuenta que ∂F = g(x, y).

2. Se toma

donde para calcular F2(y) se debe tener en cuenta que ∂F = f (x, y).

EJEMPLOS

Ejemplo 1 : Es fácil ver que la EDO (x — 2y)y0 + 2x + y = 0 es exacta ya que


∂ (x— 2y) ∂ (2x + y)
=1= .
∂x ∂y

Las soluciones vendrán dadas por F(x, y) = 0, donde tomamos por ejemplo
Z
F(x, y)= F1(x)+ (x— 2y)dy = F1(x)+ xy— y2.
Y la función F1 (x) se calcula si se tiene en cuenta que

∂F
2x + y = = F10 (x) + y.
∂x

Por tanto, F10 (x) = 2x o lo que es lo mismo F1 (x) = x2 + c.


Como conclusión, las soluciones de nuestra EDO vienen dadas de forma
implı́cita como
x2 + x y — y2 + c = 0. Despejando la función y en la igualdad anterior se obtiene
1⇣ p ⌘ 1⇣ p ⌘
y= x + 4c + 5x2 , y= x— 4c + 5x2 .
2 2

Ejemplo 2 : La EDO 2x2 y y0 + 2x yx 2 + 1 = 0 es exacta ya que


✓ ◆
∂(2x2 y) ∂ 21 .

= 4xy = 2xy +
∂x ∂y x

Sus soluciones son de la forma F(x, y)= 0, donde tomamos por ejemplo
Z✓ ◆
1
F(x, y)= F2(y)+ 2xy2 +x dx = F2(y)+ x2y2 + ln |x|.

Aquı́ la función F2 (y) se calcula tomando

∂F
2x2 y = = F20 (y) + 2x2 y.
∂y

Por tanto, F20 (y) = 0, con lo que F2 (y) = c.


De esta manera las soluciones de nuestra EDO vienen dadas de forma
impl´ıcita como x2y2 + ln |x| + c = 0.


Ejemplo 3 : Consideremos el PVI con ecuación (1 — — x2 )y0 + 3x2 2x y 1 =0 y
condición inicial y(0) =
1. Ya que la EDO es exacta porque

∂(1 —x2) 2
=—2x = ∂(3x — 2xy—
∂x 1)

∂y ,

podemos resolverla tomando


Z
F(x, y)= F1(x)+ (1 — x2)dy = F1(x)+ (1 — x2)y.

Y la función F1 (x) se calcula teniendo en cuenta que


∂F
3x2 — 2x y — 1 = = F10 (x) — 2x y.
∂x
Por tanto, F10 (x) = 3x2 — 1 o lo que es lo mismo F1 (x) = x3 — x + c. Y las
soluciones de la EDO son las dadas por x3 — x + c + (1 — x2)y = 0.
Usando la condición inicial y(0) = 1 se tiene que c + 1 = 0, por lo que la
solución del
—x PVI es y = x + 1
1 .
2

Ejemplo 4 : El PVI, con ecuación 3(1 + x2 )y2 y0 + 2x+xy3 — 1 2x 4 = 0 y condición inicial


y(0) = 2, tiene
una EDO exacta ya que
✓ ◆
∂(3(1 + x2)y2) 2 ∂ 3 2x

= 6xy = ∂y 2xy — .
∂x 1 + x4
Ası́, la ecuación se puede resolver tomando

Z✓ ◆
2x
F(x, y)= F2(y)+ 2xy3 — dx = F2(y)+ x2y3 — arctg(x2),
1
4
donde F2(y) se calcula tomando +x
∂F
3(1 + x2 )y2 = = F20 (y) + 3x2 y2.
∂y

Por tanto, F20 (y) = 3y2, con lo que F2 (y) = y3 + c. Y las soluciones de la EDO
están dadas por las funciones y3 + c + x2y3 — arctg(x2)= 0.
Si usamos la condición inicial y(0) = 2 obtenemos 8 + c = 0, por lo que la
solución del PVI
q
es y = 3
8+arctg(x.2
) 1+x2

EDOs lineales de segundo orden.

En esta sección trataremos las ecuaciones lineales de segundo orden que son de la
forma

a2 y00 + a1 y0 + a0 y = b(x),
donde a0 , a1 , a2 son constantes reales, 6con a2 = 0, y b(x) es una función que depende de
la variable x.
Comenzaremos con las ecuaciones lineales de segundo orden homogéneas, esto
c2
y2(x), para constantes c1, c2, donde las funciones y1, y2 se pueden encontrar de la siguiente ma- nera:

1 2 20

y 1 (x)= em1x, y 2 (x)= em2x.

2. Si m 1= m (esto
2 ocurre cuando a — 4a a2=0 0) entonces

20
con a, b reales, entonces

EJEMPLOS

Ejemplo 1 : Para resolver la EDO y00 — 3y0 + 2y = 0 consideramos la ecuación de segundo


grado

m2 — 3m + 2 = 0.
Sus soluciones son
p
3± (—3)2 — 4 · 2
m = ,
2
es decir, m1 = 1, m2 = 2. Ya que las soluciones son dos números reales
diferentes, entonces las soluciones de la EDO son
y = c1ex + c2e2x,
para cualesquiera constantes c1, c2.

Ejemplo 2 : La EDO 4y00 — 4y0 + y = 0 tiene por ecuación de segundo grado asociada

4m2 — 4m + 1 = 0.

Las soluciones de esta ecuación son


p
4± (—4)2 — 4 · 4
m=


,
es decir, las dos soluciones m1 =2m2 =4 1. Ya que las dos ra´ıces del
polinomio de segundo grado son iguales, entonces las soluciones de la
EDO son
1 1
y = c e x + c xe x,
1 2 2 2
para cualesquiera
constantes c1, c2.
Ejemplo 3 : La EDO de segundo orden y00 — 4y0 + 13y = 0 tiene por ecuación de segundo
grado asociada

m2 — 4m + 13 = 0.
Sus soluciones son
p p
4± (—4)2 — 4 · —9,
m= =2±
13 2

es decir, las dos soluciones son los números complejos conjugados m1 =—2 + 3i, m2 =
2 3i.
Por tanto, las soluciones de la EDO son

y = c1 e2x cos(3x)+ c2 e2x


sen(3x), para cualesquiera constantes c1,c2.
Ejemplo 4: Resolvamos el PVI ⇢
y00— 4y0 + 5y = 0
y(0) = 3, y0 (0) = 1
Primero resolvemos la EDO que tiene asociado el polinomio m2 — 4m + 5 = 0. Las solu-
ciones de esta igualdad son los números complejos
= e2x (3 cos x — 5sen x).
conjugados
m1 = 2 + i, m2 = Cuando la EDO es del tipo
2 — i.
Por tanto, las
soluciones de la
EDO son y = c1e2x
cos x + c2e2xsen x.
Si ahora
usamos las
condiciones
iniciales
obtenemos
3 = y(0) = c1
y, además,
ya que y0 =
e2x ((2c1 + c2 )
cos x — (c1 —
2c2 )sen x)
entonces 1 =
y0 (0) = 2c1 +
c2 , es decir,
c2 = —5. Ası́,
la solución
del PVI es y
⇤ a2 y00 + a1 y0 + a0 y = b(x),

donde b(x) no es cero, su solución se calcula de forma diferente. En esta caso se utiliza
un método parecido al que se usaba para las EDOs lineales de primer orden.

riormente.

funciones ui(x) se calculan al despejar del sistema

(x) y (x)+ x) y (x)= 0


1 (x) 1 (x)+ 2 x) 2 (x)= a2

EJEMPLOS

Ejemplo 1 : Resolvamos la EDO y00 + y0 — 2y = 3ex . Para ello, primero


consideramos la EDO ho- mogénea asociada y00 + y0 — 2y = 0.
Su polinomio de segundo grado asociado es

m2 + m— 2 = 0,
que tiene por raı́ces m1 = 1, m—2 = 2. Ası́, las soluciones de la EDO
x
homogénea son y = c1e +c2e —2x .
Para las soluciones de la EDO no homogénea tomamos y = u1 (x)ex + u2 (x)e—
2x , donde ⇢

u01 (x) ex + u02 (x) e—2x = 0


u01 (x) ex — 2 u02(x) e—2x = 3ex

Resolviendo el sistema anterior u01 (x) = 1, u02 (x) = —e3x , con lo que u1 (x) = x +
c1 , u2 (x) =
—3 1 e3x + c2. Por tanto, las soluciones de la EDO son
1 3x
y = (x + c1)ex + (— e + c2)e—2x = (x + d1)ex + c2 e—2x,
3

para ciertas constantes d1, c2.

Ejemplo 2 : Ahora resolvamos la EDO 9y00 + 6y0 + y = sen x. Su EDO homogénea


asociada es 9y00 + 6y0 + y = 0, que tiene por ecuación de segundo grado

9m2 + 6m + 1 = 0.
Las soluciones son m1 = m2 = — 1 . Por tanto, las soluciones de la EDO
homogénea son 3
y 3 3

1x 1
= c1 e — + c2 xe—
1
Consideramos
2(x) xe — xlas
entonces soluciones
, donde de la EDO
las funciones inicial
ui(x) de la forma
se calculan y = que
usando u1(x) e —3 1 x +

u 3
8
< 0 (x) e—3 1 x + u0 (x) x3e— 1 x = 0
u 1 2
1 sen x
: 0 (x) e— 1 x — 1 (x — 3)u0 (x)
3 1
e— x =
3

— 3 u1 3
3
2 9 11x
0 1
0 1x

Si resolvemos el sistema anterior obtenemos que sen x,u 2 (x)= 9 sen x,


u 1 (x)= 9 e3
xe 3
con lo que
1 1
u (x)= c + e x (3(5x— 3)cos x— (5x + 12)sen x), u — 1 e1 x (3 cos x— sen x).
(x)= c

1 1 150 3 2 2 30 3

Por tanto, las soluciones de la EDO son


1x 1x 1
y = c1 e—
3 2+ c 3xe — — (3 cos x + 4sen x).
50

Ejemplo 3 : Consideremos la EDO y00 + 2y0 + 2y = e—x . Para resolver la EDO homogénea
asociada
y00 + 2y0 + 2y = 0 consideramos la ecuación

m2 + 2m + 2 = 0,
que tiene por soluciones los números complejos conjugados m1 = —1 + i, m2 = —1 —
i.
Ası́, las soluciones de la EDO homogénea son

y = c1 e—x cos x + c2 e—x sen x.

Las soluciones de la EDO no homogénea son de la forma y = u1 (x) e—x cos x


+u2 (x) e—x sen
⇢ x, donde
u01 (x) e—x cos x + u02 (x) e—x sen x = 0
—u01 (x) e—x (cos x + sen x) + u02(x) e—x (cos x — sen x) = e—x
De esta forma, u01(x) = — sen x, u02 (x) = cos x, con lo que u1 (x) = c1 + cos x, u2 (x) = c2 +
sen x.
Las soluciones de la EDO son

y = e—x(1 + c1 cos x + c2sen x).

Ejemplo 4: Para resolver el


PVI y00 — 6y0 + 9y = 2e3x
⇢ y(0) = 1, y0 (0) = —
2

Primero resolvemos la EDO homogénea y00 — 6y0 + 9y = 0 que tiene asociado el


polinomio
m2 — 6m + 9 = 0. Las soluciones de esta igualdad son m1 = m2 = 3.
Por tanto, las soluciones de la EDO homogénea son y = c1 e3x + c2 xe3x .
Para resolver—y00 6y0 + 9y = 2e3x tomamos soluciones de la forma y =
(
u1 (x)e3x + u2 (x)xe3x donde
u01 (x) e3x + u02 (x) x e3x = 0
3 u01 (x) e3x + (3x + 1)u02(x) e3x = 2e3x

Ası́, u01 (x) = —2x, u02 (x) = 2, con lo que, u1 (x) = —x2 + c1 , u2 (x) = 2x + c2 .

Con todo esto, las soluciones de la EDO y00 — 6y0 + 9y = 2e3x son

y = e3x(x2 + c2x + c1).

Finalmente, usando las condiciones iniciales y(0) = 1,—y0 (0) = 2


obtenemos que la solu- ción al PVI viene dada por la función

y = e3x(x2 — 5x + 1).
CONCLUSIONES

● Después del análisis de valor promedio de una funcion podemos señalar que el
cálculo de los mismos es una herramienta de mucha utilidad para limitar recursos, lo
que contribuye incluso a la economía ahorro de materiales- y buena distribución del
mismo.

● Conocimos la historia, aplicación y procedimientos adecuados de cada tema para asi


aplicarlos luego de una manera decuada dejando claras inquietudes.

● Como conclusion en general, es importante aplicar cada tema de manera adecuada


conociendo su importancia y teoremas para aplicarlos sin complicaciones.

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