La paciente presentaba sintomatología característica de conjuntivitis, como escozor,
sensación de cuerpo extraño y prurito, los cuales componen la triada clásica. Acompañando a estos síntomas, presento lagrimeo por un periodo de tiempo y posteriormente ojo seco que se exacerbó en clima seco. A la exploración se observó un engrosamiento de la conjuntiva, así como la presencia de un quiste a nivel de la carúncula lagrimal. Es necesario realizar en este paciente pruebas especiales como, el tiempo de rotura lagrimal y la prueba de Schirmer, las cuales se llevan a cabo en pacientes con sospecha de síndrome de ojo seco. También se realizó el test de Osdi, cuyo objetivo es establecer la gravedad y clasificación del ojo seco según su sintomatología. La paciente presento una puntuación de 6, con lo cual se dedujo que está dentro de los valores normales y no se encuentran alteraciones. La paciente no cuenta con antecedentes de importancia que pudiesen tener una relación directa con su padecimiento actual. Se pensó en un inicio de que se trataba de un absceso, sin embargo, no se encontró secreción, ni otra sintomatología asociada a una infección, por lo cual se descartó dicha sospecha, en cambio presenta un quiste que es el que está causando el malestar. Los quistes en esta zona (a nivel de la carúncula) son quistes raros sin embargo se pueden presentar debido a la situación de la misma y la presencia de glándulas sebáceas en dicho lugar. Estas pueden obstruir y causar inflamación en dicha zona lo cual puede ocasionar ojo seco y la sensación de cuerpo extraño asociado al engrosamiento de la conjuntiva.