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Concepto de obligación natural.- se entiende por obligación natural aquellas obligaciones que
no confieren al acreedor derecho para exigir su cumplimiento; pero para que una vez cumplidas
espontáneamente por el obligado, autorizan al acreedor para retener lo que ha recibido en pago.
En suma son obligaciones no coercibles.
a) No es exigible
b) Su pago no es coercible. Tal ocurre en el caso de una obligación moral. El pago espontaneo
tiene efectos extintivos.
Lo mismo ocurre con la deuda de juego, que carece de acción de cumplimiento; pero que
efectuado el pago por el deudor perdidoso, este no puede pedir su devolución.
Obligación natural y deber moral.- teniendo en cuenta que la obligación natural carece de
coercibilidad y considerando además que el pago espontaneo efectuado por el deudor, es valido
jurídicamente, debe tenerse presente que quien ha hecho el pago de una deuda moral, no tiene
derecho a reclamar del acreedor la devolución de lo pagado. El pago ha quedado firme. Lo cual
indica que la obligación moral tiene efectividad extintiva, pero el acreedor carece de acción para
exigir el pago de la deuda moral; esto indica que la obligación natural tiene existencia jurídica,
puesto que es susceptible de un pago valido efectuado por el deudor.
Esta circunstancia, nos permite considerar que las obligaciones morales tienen una existencia
jurídica valida, aunque de efectos limitados a su incoercibilidad. Efectuado el pago en manera
espontanea por el deudor, la obligación jurídica se extingue en la medida en que el interés del
acreedor ha quedado satisfecho y la deuda pagada no exceda la vigésima parte de la capital del
deudor.
En las obligaciones morales subsiste, el deber jurídico de pagar, que pesa sobre el deudor; pero
desaparece la exigibilidad del pago. El acreedor carece de acción judicial de pago; en tanto que
subsiste el deber jurídico, no solo moral a cargo del obligado.
La juridicidad de ese debe de pagar la deuda, a cargo del perdidoso, se sustenta en la idea jurídica
del enriquecimiento ilegitimo, que tiene lugar si este no cumple con el deber de hacer el pago
correspondiente.
Concepto deber jurídico.- las llamadas obligaciones naturales tienden a confundirse con el
deber de conciencia. En las obligaciones naturales encontramos un punto de coincidencia con las
obligaciones propiamente jurídicas. Esta convergencia confluye en el concept de deber. El hecho
de que la obligación natural carezca de coercibilidad, no impide en manera alguna que su
cumplimiento sea inválido para el derecho.
Toda obligación civil, es la expresión de un deber jurídico que se enuncia diciendo que “las
obligaciones legalmente contraídas, deben ser puntualmente cumplidas”. El cumplimiento de la
obligación civil es la ejecución del deber también civil, de mantener el equilibrio de las relaciones
humanas. Por lo tanto en el cumplimiento de toda obligación natural, existe una sujeción al
principio general de equidad en las relaciones humanas, bajo el principio de justicia y, por lo tanto,
el cumplimiento de la obligación natural es una manifestación en cada caso concreto de la justicia,
que es, en el último término, la esencia del derecho.
Opinión de Bonnecase.- la noción de obligación natural, traduce una obligación civil imperfecta
o condicional, no se trata de que la obligación civil comprenda dos aspectos. La obligación natural
se distingue de la obligación moral y de la obligación civil por los datos de las fuentes reales del
derecho (la ley y el contrato). La obligación natural no tiene relación con el deber moral.
La opinión que consideramos acertada es la que entiende que la obligación natural es un puro
deber de equidad o de Derecho natural. No es un simple deber de conciencia sino que, por lo
contrario, para que engendre una obligación natural dicho deber de conciencia debe responder “a
una exigencia de justicia, o sea, de Derecho natural”, lo que no ocurre en el supuesto de la entrega
de la limosna, que seria un mero deber de conciencia que responde a imperativos de caridad y no
de justicia.
1. Es una verdadera obligación, pues existe una “razón de deber”, pero se encuentra
debilitada por una falta de estructura en el vínculo que determina sus efectos principales.
2. Se funda solo en el Derecho natural y la equidad.
3. No es exigible por carecer de acción para pedir su cumplimiento.
4. Pero una vez cumplida espontáneamente por el deudor, no es repetible lo pagado en
razón de ella.
Las deudas de juego.- si en un juego permitido legalmente se pierde una suma que no exceda a
la vigésima parte del capital del jugador perdidoso y este paga esa deuda voluntariamente, el
acreedor tendrán derecho de retener lo pagado.
Con estas explicaciones se pretende demostrar que las obligaciones llamadas naturales, son
obligaciones propiamente civiles, sujetas a un régimen especial y que en rigor de verdad la única
diferencia que se puede observar con las obligaciones llamadas civiles, es la falta de acción de
cobro de la deuda natural.
En la técnica jurídica, propiamente podemos decir que no existe diferencia alguna entre
obligaciones civiles y las obligaciones naturales, excepto que estas ultimas carecen de la acción de
cobro pero su naturaleza como relación jurídica subsiste, puesto que el pago espontaneo se realiza
en cumplimiento de la deuda existente.
En cambio, el que paga una apuesta en juego no prohibido, queda liberado civilmente con tal que
la pérdida no exceda de la vigésima parte de su patrimonio. Este derecho prescribe en diez días.
En consecuencia, la ley no concede la acción para exigir el pago de las deudas de juego prohibido.
Por lo tanto, las deudas provenientes de juego son obligaciones naturales. En el juego existe una
promesa de ambos contratantes de entregar, de transmitir al otro una suma de dinero u otra cosa
determinada, si determinado acontecimiento se realiza. Pero con esta particularidad: que esa
promesa esta sujeta a las mismas condiciones y consiste en el hecho incierto que es precisamente
la obra de las partes.
Obligación natural y deber jurídico.- la obligación natural esta constituida exclusivamente por
un deber de orden jurídico, aunque participa de la naturaleza de un deber moral o de conciencia.
La obligación natural convierte la obligación propiamente civil en un deber jurídico, aunque puede
participar a la vez de la naturaleza de un deber de orden moral.