Está en la página 1de 4

INSTITUTO TECNOLOGICO “CEMLAD”

NOMBRE: MAYRA MORENO


NIVEL: 3ERO
CARRERA: CONTABILIDAD Y AUDITORIA
MATERIA: REALIDAD NACIONAL

Se dice que los noruegos descubrieron América mucho antes que Cristóbal
Colon, sin embargo ni ellos ni el mismo colon tuvieron conciencia de las tierras
que pisaron en 1492, tanto es así que Cristóbal Colon murió creyendo que había
llegado a tierras Asiáticas, las riquezas encontradas en América como el
jengibre, pimienta, canela y demás especies llegaron a ser tan cotizadas en
España al punto que los Reyes españoles financiaban los viajes de Colon hacia
América. Ese fue el inicio del desangramiento de nuestro continente ya que a
partir de ello se incrementaron los viajes autofinanciados por los propios
aventureros tal es el caso de Hernán Cortez en sus viajes a México, así como
decenas de travesías financiadas por banqueros y mercaderes, todos con el fin
de llevarse todas las riquezas de lo que ellos creían eran las Indias.

Los españoles a más de llevarse todas nuestras riquezas implantaron la


esclavitud al llevarse a nuestros indígenas para ser negociados como cualquier
mercadería no sin antes obligarlos a convertirse a la fe católica sin siquiera ellos
saber de qué se trataba dicha religió esto a pesar que el mismo Colon en sus
cartas indica que los nativos los recibieron amablemente inclusive ofreciéndoles
alimentos esto no sirvió de nada ya que con el paso del tiempo las riquezas que
nuestros indígenas poseían comenzaron a incrementar la avaricia de los
supuestos conquistadores al punto de saquear todas las riquezas de oro y plata
existentes en México y el altiplano andino al punto que los indígenas
Dominicanos preferían suicidarse que vivir bajo el régimen español.

La lucha que dieron las civilizaciones nativas en defensa de sus tierras y su forma
de vida fue infructuosa ya que nuestros nativos desconocían de elementos como
la pólvora, el hierro, el arado ni el vidrio con ello América paso a ser
prácticamente una colonia española en su mayoría, ya que portugués también
ocuparon lo que hoy e Brasil, así como los ingleses en América del Norte. La
resistencia de Moctezuma y Atahualpa fue infructuosa, además de que los
llamados conquistadores también se aliaron con ciertas civilizaciones locales
sacando provecho de las diferencias existentes entre los propios nativos traían
consigo plagas como la viruela, tétano fiebre amarilla, caries, enfermedades
pulmonares, y demás, con ello los indígenas morían como moscas ya que sus
organismos no podían defenderse ante enfermedades nuevas debilitando así las
tropas de nuestra resistencia, se estima que más de la mitad de la población
aborigen falleció a causa de sestas plagas.

El saqueo de nuestras riquezas era inimaginable, Oro, plata diamantes, joyas de


nuestros indígenas sirvió para que los mal llamados conquistadores levanten sus
imperios en nuestras tierras y exploten a nuestros aborígenes tale s el caso que
Potosí llego a tener 36 iglesias, parios teatros, perfectamente ornamentadas con
los detalles más finos de esa época fue tanto el oro y la plata que se exporto
desde América a España que se estima que entre 1503 y 1660 llegaron a puerto
de Sevilla entre 185000 kilos de otro y 16000 de kilos de plata, eso sin contar el
contrabando que se desviaba a filipinas y a china.
Toda esta riqueza saqueada de nuestro continente apalanco el desarrollo
económico Europeo es decir lo que es ahora Europa se lo debe en gran parte a
lo que fue robado a nuestros indígenas.
La gente de esta isla y de todas las otras que he hallado y he habido noticia,
andan todos desnudos, hombres y mujeres, así como sus madres los paren,
aunque algunas mujeres se cobijan un solo lugar con una hoja de hierba o una
cofia de algodón que para ellos hacen. Ellos no tienen hierro, ni acero, ni armas,
ni son para ello, no porque no sea gente bien dispuesta y de hermosa estatura,
salvo que son muy temeroso a maravilla. No tienen otras armas salvo las armas
de las cañas, cuando están con la simiente, a la cual ponen al cabo un palillo
agudo; y no osan usar de aquellas; que muchas veces me ha acaecido enviar a
tierra dos o tres hombres a alguna villa, para haber habla, y salir a ellos de ellos
sin número; y después que los veían llegar huían, a no aguardar padre a hijo; y
esto no porque a ninguno se haya hecho mal, antes, a todo cabo adonde yo haya
estado y podido haber fabla, les he dado de todo lo que tenía, así paño como
otras cosas muchas, sin recibir por ello cosa alguna; mas son así temerosos sin
remedio. Verdad es que, después que se aseguran y pierden este miedo, ellos
son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creería sino el
que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen de no; antes,
convidan la persona con ello, y muestran tanto amor que darían los corazones,
y, quieren sea cosa de valor, quien sea de poco precio, luego por cualquiera
cosica, de cualquiera manera que sea que se le dé, por ello se van contentos.
Yo defendí que no se les diesen cosas tan civiles como pedazos de escudillas
rotas, y pedazos de vidrio roto, y cabos de agujetas aunque, cuando ellos esto
podían llegar, les parecía haber la mejor joya del mundo; que se acertó haber un
marinero, por una agujeta, de oro peso de dos castellanos y medio; y otros, de
otras cosas que muy menos valían, mucho más; ya por blancas nuevas daban
por ellas todo cuanto tenían, aunque fuesen dos ni tres castellanos de oro, o una
arroba o dos de algodón filado. Hasta los pedazos de los arcos rotos, de las pipas
tomaban, y daban lo que tenían como bestias; así que me pareció mal, y yo lo
defendí, y daba yo graciosas mil cosas buenas, que yo llevaba, porque tomen
amor, y allende de esto se hagan cristianos, y se inclinen al amor y servicio de
Sus Altezas y de toda la nación castellana, y procuren de ayuntar y nos dar de
las cosas que tienen en abundancia, que nos son necesarias. Y no conocían
ninguna seta ni idolatría salvo que todos creen que las fuerzas y el bien es en el
cielo, y creían muy firme que yo con estos navíos y gente venía del cielo, y en
tal catamiento me recibían en todo cabo, después de haber perdido el miedo. Y
esto no procede porque sean ignorantes, y salvo de muy sutil ingenio y hombres
que navegan todas aquellas mares, que es maravilla la buena cuenta que ellos
dan que de todo; salvo porque nunca vieron gente vestida ni semejantes navíos.
Y luego que llegué a Indias, en la primera isla que hallé tomé por fuerza algunos
de ellos, para que deprendiesen y me diesen noticia de lo que había en aquellas
partes, así fue que luego entendieron, y nos a ellos, cuando por lengua o señas;
y estos han aprovechado mucho. Hoy en día los traigo que siempre están de
propósito que vengo del cielo, por mucha conversación que hayan habido
conmigo; y éstos eran los primeros a pronunciarlo adonde yo llegaba, y los otros
andaban corriendo de casa en casa y a las villas cercanas con voces altas: venid,
venid a ver la gente del cielo; así, todos, hombres como mujeres, después de
haber el corazón seguro de nos, venían que no quedaban grande ni pequeño, y
todos traían algo de comer y de beber, que daban con un amor maravilloso. Ellos
tienen en todas las islas muy muchas canoas, a manera de fustas de remo, de
ellas mayores, de ellas menores; y algunas son mayores que una fusta de diez
y ocho bancos. No son tan anchas, porque son de un solo madero; mas una
fusta no terná con ellas al remo, porque van que no es cosa de creer. Y con éstas
navegan todas aquellas islas que son innumerables, y tratan sus mercaderías.
Alguna de estas canoas he visto con 70 y 80 hombres en ella, y cada uno con
su remo.

Según la carta, la escuadra partió el 18 de mayo de 1499 e hizo escala en


las Canarias. Desde allí cruzaron "el mar Océano" y tras 24 días de navegación
avistaron tierra. Vespucio describe una isla poblada por caníbales y una "tierra
firme" continental muy poblada; a continuación una isla cuyos habitantes tenían
gran estatura comparada con los europeos y otra con "una grandísima población
que tenía sus casas construidas en mar como Venecia". Proporciona algunos
datos de latitud, longitud y distancias pero solo menciona un topónimo: el golfo
de Paria.53 Por ello resulta difícil para los historiadores establecer el itinerario
seguido por la expedición, suponiendo que el relato de Vespucio sea fidedigno.
La carta insiste en la desnudez de los habitantes de las tierras descubiertas y
narra varias batallas en las que los exploradores mataron a gran número de
indígenas y saquearon e incendiaron sus viviendas muriendo solo dos europeos.
Destaca la gran diversidad lingüística de estos territorios y menciona dos
recursos abundantes: algodón y palo Brasil. Durante esta exploración Vespucio
estaba convencido de estar recorriendo "los confines del Asia por la parte de
oriente, y el principio por la parte de occidente".
Al cabo de 700 leguas, sigue la carta, decidieron retirarse a La Española para
reparar los navíos y descansar. Después emprendieron el regreso a Europa con
rumbo norte, pasando por unas islas en las que apresaron a 232 indígenas para
venderlos como esclavos. Afirma Vespucio que en el regreso pasaron por las
Azores, las Canarias y Madeira y por fin llegaron a Cádiz 13 meses después de
partir. En el viaje de vuelta murieron 32 de los indios esclavizados. Vespucio dice
estar enfermo con fiebre cuartana y afirma estar preparando una nueva
expedición para ir a descubrir la isla Taprobana.
Al final de la carta da noticias del viaje del portugués Vasco da Gama (al que no
cita), que acababa de regresar a Lisboa tras circunnavegar África y llegar
a Calicut en la India. Trata de restarle méritos ("es una ruta de la cual hablan
todos los autores de cosmografía") pero reconoce su gran éxito comercial.
Probablemente los resultados de la expedición castellana se considerasen
decepcionantes comparados con los de los portugueses.

También podría gustarte