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INSTITUTO NACIONAL DE MÉXICO,

INSTITUTO TECNOLOGICO DE MEXICALI

Carrera:

Ingeniería Química

Materia:

Manejo Integral de Residuos Peligrosos

Profesor:

De la Cruz Díaz Fabio Carlos

Problemas en el tratamiento de residuos peligrosos: Identificación de


los recursos que permitan adoptar medidas de prevención y atención
de contingencias en los procesos de tratamiento de residuos
peligrosos

Alumna:
Arteaga Barrera Ana Cecilia

Mexicali, Baja California a 21 de noviembre de 2019


1. Manejo integral de los residuos peligrosos

Es una serie de actividades o acciones a las que se someten los residuos; pueden
realizarse individualmente o combinadas siempre que se haga de manera apropiada, de
acuerdo a las características del residuo y particularidades del lugar, para adaptarse a
las condiciones y necesidades del mismo, a fin de cumplir con los criterios u objetivos de
valorización, eficiencia sanitaria, ambiental, tecnológica, económica y social.

El manejo integral de los residuos comprende las siguientes actividades o acciones: de


reducción en la fuente, separación, reutilización, reciclaje, co-procesamiento, tratamiento
biológico, químico, físico o térmico, acopio, almacenamiento, transporte y disposición
final de residuos.

Tales actividades se presentan en el siguiente diagrama de flujo:

Fig. 1 Diagrama de bloques del manejo integral de residuos peligrosos. (Flores A., 2012)

Para un manejo seguro de los residuos peligrosos, es importante observar lo dispuesto


en los manuales, guías, lineamientos, procedimientos y métodos de buenas prácticas de
manejo de los residuos peligrosos. La Ley general para la prevención y gestión integral
de los residuos (LGPGIR) establece que para prevenir y reducir los riesgos a la salud y
al ambiente durante el manejo de residuos peligrosos, se deberán tomar en cuenta las
características que definen el riesgo en un residuo peligroso, las cuales son:

a) Su manejo y cantidad.
b) La persistencia de las sustancias tóxicas, así como su virulencia, biodisponibilidad y
su capacidad de bioacumulación.

c) Su capacidad de movilización hacia donde se encuentren seres vivos o cuerpos de


agua.

d) La duración e intensidad de la exposición.

e) La vulnerabilidad de los organismos vivos que se expongan a ellos; provocando


alteraciones.

2. Prevención y atención de contingencias en el tratamiento de residuos peligrosos


(biológico, químico, físico o térmico)

Según la Ley general para la prevención y gestión integral de los residuos, en el artículo
54, quienes realicen procesos de tratamiento de residuos peligrosos, deberán presentar
a la Secretaría los procedimientos, métodos o técnicas mediante los cuales se realizarán,
de acuerdo con las normas oficiales mexicanas que para tal efecto se expidan, esto con
el fin de cerciorar la seguridad de las personas que manejan los residuos durante su
tratamiento, asi como el control de las actividades que puedan afectar en mayor medida
al medio ambiente. Por lo que la decisión del tratamiento a emplear estará ligado a las
características que definen a un residuo como peligroso y sus riesgos, la normativa en
vigor que facilite los procedimientos, métodos o técnicas en función de la prevención de
los riesgos asociados, o en su defecto, material bibliográfico, información de primera
mano que presente los detalles técnicos para llevar a cabo el tratamiento, justificando el
porqué del mismo. En el momento de diseñar un sistema de tratamiento de residuos
también se debe evaluar el impacto ambiental de las diferentes alternativas, ya que en
algunos casos se generan nuevos residuos o emisiones que pueden representar un
importante riesgo para la salud o el ambiente.

A continuación, se presentan los distintos tipos de tratamiento para los residuos


peligrosos, dando hincapié en algunas medidas de prevención en su manejo, que se
toman en cuenta para cada tipo de tratamiento. De manera general, son las descritas en
el párrafo anterior.

2.1. Tratamiento físico-químico

Los tratamientos físico-químicos involucran tanto los procesos físicos como químicos por
los cuales se modifican las propiedades químicas o físicas de un residuo. Estos
tratamientos pueden cumplir varias funciones en un sistema de gestión de residuos:

Permitir la recuperación de un compuesto para su posterior utilización como materia


prima en otro proceso. Separar los constituyentes peligrosos de la masa total del residuo.
Reducir la peligrosidad del residuo mediante la transformación de sus componentes,
transformándolos en compuestos menos peligrosos o reduciendo su movilidad en el
medio ambiente. Transformar el residuo en un material que cumpla con las condiciones
para ingresar a otro sistema de tratamiento o al sistema de disposición final.

Un tratamiento meramente físico constituye normalmente la primera etapa dentro de un


tratamiento global. Los tratamientos físicos más utilizados son:

Filtración, Separación por gravedad (sedimentación, centrifugación, floculación y


flotación), Evaporación, Destilación, Arrastre con aire o vapor, Adsorción en carbón,
Intercambio iónico.

El tratamiento químico, que generalmente tiene asociado procesos físicos, constituye un


proceso de transformación del residuo mediante la adición de una serie de compuestos
químicos para alcanzar el objetivo deseado. Dentro de los tratamientos químicos más
utilizados tenemos:

Neutralización: Ajuste del pH utilizando ácidos o álcalis.

Precipitación: por ajuste de pH o agregado de determinados aniones o cationes con el


objetivo de formar compuestos insolubles. Requiere un proceso de separación física
posterior generando lodos. Como ejemplo se puede mencionar la precipitación de
metales pesados con hidróxido de sodio o de calcio.

Oxidación - reducción: se utilizan para cambiar el estado de oxidación del contaminante,


modificando su toxicidad u otra propiedad como la solubilidad. Un ejemplo es la
reducción de cromo VI a cromo III con el uso de metabisulfito de sodio (el cromo VI es
altamente tóxico, característica que pierde al reducirse a cromo III).

Descomposición por oxidación: consiste en la reacción del contaminante con un oxidante


como oxígeno, peróxido, ozono o hipoclorito. El contaminante se descompone en otras
sustancias de menor toxicidad. La oxidación de cianuro mediante el uso de hipoclorito o
peróxido de hidrógeno es un ejemplo de este tipo de tratamiento, donde el cianuro se
transforma en dióxido de carbono y amonio.

Declorinación con metales alcalinos: el objetivo es remover cloro de compuestos


orgánicos clorados. Se basa en la alta afinidad de los metales alcalinos por el cloro,
formándose una sal de cloro que se separa por centrifugación.

Existen numerosas alternativas de tratamientos físico-químicos, estos procesos serán


diseñados para el tratamiento de uno o varios contaminantes específicos y tendrán
restricciones particulares involucrando la totalidad de las características físicas y
químicas del residuo. La selección de una alternativa deberá realizarse en función de un
análisis técnico específico.
2.2. Tratamiento Biológico

Los tratamientos biológicos consisten en la descomposición de contaminantes por acción


de un conjunto de microorganismos. En el caso de los residuos tóxicos estos
tratamientos tienen una aplicación limitada, ya que los microorganismos suelen ser muy
sensibles a las sustancias tóxicas. De todos modos, es posible lograr seleccionar cepas
y aclimatarlas para lograr la degradación de ciertas sustancias. Generalmente la
capacidad de procesamiento de estos sistemas es limitada y se restringe a situaciones
donde es posible trabajar con bajas concentraciones de contaminantes. Los ejemplos
más comunes son el tratamiento en suelo o landfarming y el tratamiento in situ de suelos
contaminados o biorremediación. En algunos casos de lodos orgánicos conteniendo
bajas concentraciones de sustancias tóxicas es posible realizar un tratamiento de
digestión anaerobia, en el cual la materia orgánica se estabiliza y en forma simultánea
se produce una degradación de las sustancias tóxicas. Corresponde señalar que la flora
microbiana que interviene es sumamente sensible a las sustancias tóxicas presentes,
así como a la temperatura y el pH.

El tratamiento en suelo tendrá como principales restricciones las siguientes: que el


residuo no contenga contaminantes persistentes y que la cantidad sea pequeña en
atención al área necesaria para implementar el tratamiento.

La utilización de esta técnica sólo podrá ser realizada mediante una evaluación previa
de la capacidad de degradación del contaminante en el suelo y los potenciales productos
intermedios que pueden generarse en el proceso de tratamiento.

Es imprescindible identificar un área apropiada (evitando la movilidad del contaminante


en el ambiente) para su aplicación a efectos de disminuir los riesgos asociados. En este
sentido es necesario contar con un proyecto y asegurarse que el procedimiento se realice
bajo la supervisión de un especialista. En los casos donde exista riesgo de contaminación
de aguas subterráneas será necesario la impermeabilización de la base donde se
realizará el proceso. También es necesario controlar los escurrimientos superficiales. En
este tipo de técnicas se utiliza maquinaria para inyectar o esparcir los residuos y
equipamiento para remover y mezclar la capa de suelo involucrada en el tratamiento.

2.3. Tratamiento térmico

La incineración es el tratamiento térmico más ampliamente empleado, pudiendo


realizarse en hornos especialmente diseñados, así como en instalaciones industriales,
siempre y cuando lo permitan las características técnicas de la instalación, así como
también la composición de los residuos. Los métodos de tratamiento térmicos tienen la
ventaja de que reducen el volumen de los residuos en forma significativa y permiten la
recuperación de energía.
En el proceso de incineración la materia orgánica es oxidada con el oxígeno del aire,
generando emisiones gaseosas que contienen mayoritariamente dióxido de carbono,
vapor de agua, nitrógeno y oxígeno. Dependiendo de la composición de los residuos y
de las condiciones de operación, las emisiones gaseosas pueden contener además
cantidades menores de monóxido de carbono, ácidos clorhídrico, yodhídrico y
bromhídrico, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles,
PCBs, dioxinas y furanos, y metales, entre otros. En el proceso se generan residuos
sólidos (cenizas y escorias constituidas por el material no combustible).

Existen diferentes tipos de incineradores y cada uno de ellos tendrá sus limitaciones en
cuanto al tipo y cantidad de residuos a procesar. Los comunes son los de inyección
líquida y los hornos rotatorios, lo primeros empleados para residuos líquidos y los
segundos para todo tipo de residuos.

A efectos de cumplir con los estándares de emisión que se manejan a nivel internacional,
los incineradores deben contar con sofisticados sistemas de tratamiento de emisiones
atmosféricas y el correspondiente sistema de control de emisiones. Se debe tener en
cuenta que en las emisiones pueden aparecer compuestos más tóxicos que el producto
originalmente incinerado, tal es el caso de las dibenzodioxinas policloradas y
dibenzofuranos policlorados (dioxinas y furanos). La alternativa de incineración como
sistema de tratamiento de residuos dependerá de las características del residuo y de la
instalación de incineración.

3. Medidas de prevención y atención ante contingencias durante el tratamiento de


residuos.

Como se mencionó con anterioridad, el manejo de los residuos peligrosos durante el


tratamiento de estos, y el seleccionar un procedimiento, método o técnica de tratamiento,
requiere realizar un análisis técnico exhaustivo del residuo peligroso y de cada parte del
procedimiento de tratamiento seleccionado, con el fin de identificar aquellas actividades
de riesgo, para definir las actividades de prevención y acciones en caso de
contingencias. De manera general, se consideran los siguientes puntos como los básicos
a tomar en cuenta en cualquier tipo de procedimiento de manejo y tratamiento de
residuos peligrosos:

1. Seguridad estructural, vías de circulación y salidas de evacuación

2. Condiciones de protección contra incendios, explosiones y riesgos en instalaciones


eléctricas

3. Uso de Equipos de protección individual (EP)


4. Identificación y caracterización de residuos (Etiquetado, ficha de datos de seguridad)
para su almacenaje y manipulación

5. Formación e información del personal

Medidas generales de actuación:

Plan de manejo: De manera detallada, establece las acciones que se requieren para
prevenir, mitigar, controlar, compensar y corregir los posibles efectos o impactos
ambientales negativos causados en desarrollo de un proyecto, obra o actividad; incluye
también los planes de seguimiento, evaluación y monitoreo y los de contingencia. El plan
de contingencias es el conjunto de procedimientos operativos, que se determinan para
la respuesta inmediata a eventos atípicos que puedan afectar la Gestión Integral de
Residuos Sólidos, en el Plan de Contingencias, debe definirse las actividades, acciones
y procedimientos a desarrollar en caso de presentarse desastres originados por la
naturaleza o por acciones humanas con el fin de suministrar de manera alternativa el
servicio y restablecer en el menor tiempo posible el funcionamiento normal del mismo.

Algunos recursos básicos de información para consultar con respecto al tema son
normativas, guías, lineamientos, reglamentos, procedimientos, métodos o técnicas con
base científica justificada, por ejemplo:

LEY GENERAL PARA LA PREVENCIÓN Y GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RESIDUOS

NORMA Oficial Mexicana NOM-098-SEMARNAT-2002, Protección ambiental-


Incineración de residuos, especificaciones de operación y límites de emisión de
contaminantes.

NOM-052-SEMARNAT-2005. Que establece las características, el procedimiento de


identificación, clasificación y los listados de residuos peligrosos.

NOM-055-SEMARNAT-2003. Que establece los requisitos que deben reunir los sitios
que se destinarán para un confinamiento controlado de residuos peligrosos.

NOM-058-ECOL-1993. Que establece los requisitos para la operación de un


confinamiento controlado para residuos peligrosos.

NOM-087-SEMARNAT-SSA-1-2002. Protección Ambiental- Salud Ambiental- Residuos


Peligrosos biológico infecciosos- Clasificación y especificaciones de manejo.

NOM-147-SEMARNAT/SSA1-2004. Que establece criterios para determinar las


concentraciones de remediación de suelos contaminados por arsénico, bario, berilio,
cadmio, cromo hexavalente, mercurio, níquel, plata, plomo, selenio, talio y/o vanadio.
Referencias

LEY GENERAL PARA LA PREVENCIÓN Y GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RESIDUOS,


8 de octubre de 2003. Última reforma publicada DOF 19-01-2018.

Martínez J., (2005), Guía para la Gestión Integral de Residuos Peligrosos, CENTRO
COORDINADOR DEL CONVENIO DE BASILEA PARA AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE.

Ramírez A., (2007), Guía para el cumplimiento de obligaciones contenidas en la Ley


General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y su Reglamento.

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