8 Domingo 25 de febrero de 2007 - Perfil

drama social

Cómo se
tres millones de afectados en el gba

vive sin agua

potable a
minutos del
Obelisco
Pocas calles después de cruzar la General Paz o el Riachuelo
se abre un mundo distinto, donde reinan la desigualdad y la
falta de las oportunidades más básicas. Unos 3.000.000 de
habitantes del Conurbano bonaerense sobreviven sin agua
potable ni cloacas, pese a las promesas oficiales. PERFIL es-
tuvo en un botón de muestra, un barrio en Lomas de Zamora
donde los vecinos reciben el líquido en camiones y hasta se
pelean por una gota de agua. La paradoja del Estado, que
construye allí casas y cárceles que no puede inaugurar.

gabriela manuli de historia, promesas de todo

Cada barrio del Conurbano bo- tipo para instalar el sistema de
naerense tiene sus símbolos ca- cañerías. Pero todas resultaron
racterísticos. No sólo las calles y falsas.
avenidas forman los márgenes. Julio Canale, un maestro de
También hay señas inconfundi- la zona que hoy encabeza una
bles que marcan límites no alea- lucha popular, ilustra la situa-
torios, pero mucho más repre- ción: “Sabemos que el Gobier-
sentativos para sus habitantes. no nacional distribuyó el pre-
Por ejemplo Cuartel Noveno, en supuesto para hacer las obras,
Lomas de Zamora, casi no tiene pero todo está muy atrasado y
plazas, tampoco árboles, y con- no hay ningún avance”. El 13 de
vive con la popular Feria La Sa- febrero, Julio y sus vecinos se
lada. Pero el sello que los marca manifestaron en las puertas de
a fuego es que en más de 600 AySA para exigir una solución
manzanas no hay agua potable inmediata.
ni cloacas. Y eso lo comparten ¿Cómo se vive sin agua? La
con tantas otras localidades del misma pregunta está en la
Gran Buenos Aires, donde las
canillas parecen ser tan sólo
objetos de decoración.
El mapa del agua potable, Se llega al punto de
lejos de ser caprichoso, refleja que en localidades
en forma idéntica las desigual-
dades socioeconómicas. Un como Ezeiza o
informe de la Fundación Me- Ituzaingó más organizacion. En el barrio lomense de Cuartel Noveno la gente espera con ansiedad la llegada del camión cistern
del 85 por ciento de
tropolitana, elaborado según
estadísticas oficiales, evidencia Agua escasa
sus habitantes no
Nivel de cobertura del servicio
la polarización: en lugares co-
de agua potable en GBA*
tienen agua
mo la Ciudad de Buenos Aires Unos 3.000.000 de personas Tigre
o Vicente López, la totalidad de no tienen servicios de agua San Total de la población cubierta
la población accede al servicio. ni cloacas potable en el Conurbano. José Malvinas Fernando
San
Hasta el 35% sin cobertura
Pero con sólo trasladarse al- C. Paz Argentinas Entre el 35% y el 70% sin cobertura
Isidro
gunos pocos minutos fuera de Vicente
San Más del 70% sin cobertura
la General Paz, la mayoría se mente de cada habitante. No San López
inscribe en la categoría de “no es fácil. Nada fácil. La primera Martín
Miguel
usuarios”. En Ezeiza son casi regla es estar atento y vigilante Hurlingam Tres de Ciudad
100 mil personas (el 85,3% de a la llegada del camión cister- Moreno Febrero de Bs. As.
Ituzaingó
la población) y en Ituzaingó na de la empresa que recorre
hay 140 mil personas (90%) en en días predeterminados cada Morón
Avellaneda
la misma situación. En suma, manzana del barrio. “Cargamos Merlo
Lanús
en la región metropolitana 3 mi- bidones, tachos y baldes en ca- La Matanza Río de la Plata
llones de habitantes están fuera da casa, pero el sector es muy Quilmes
Lomas
del sistema. grande y no alcanza”, explica de Zamora
Fidel, uno de los repartidores, y Esteban
Echeverría Berazategui
Vivir sin agua. Los vecinos de agrega que es muy común que
Cuartel Noveno son parte de las los vecinos se peleen entre ellos Almirante
Ezeiza Brown Florencio
96.000 personas sin agua pota- por el agua. Varela
*Sobre el total de la población.
ble en Lomas de Zamora. No A la vez, como en toda situa-
Fuente: Fundación Metropolitana. Infografía: S. Ucedo
faltaron, en sus más de 20 años ción de necesidad extrema, hay
 Perfil - Domingo 25 de febrero de 2007
na de AySA para llenar los tanques hogareños y los comunitarios. La escasez genera, a veces, peleas de vecinos.
La concesión que resultó un fracaso
g.m.
En 1993 (plena década privatizadora), se con-
cesionó el servicio público de agua a la empre-
sa Aguas Argentinas SA, en manos de los fran-
ceses de Suez. La compañía debía recuperar la
calidad de los servicios, incorporar tecnología
e inversiones y se comprometía a no aumentar
las tarifas. Sin embargo, en 2006, cuando el
Gobierno rescindió el contrato por “incumpli-
mientos en la prestación del servicio”, el saldo
era bastante oscuro y las irregularidades se
sumaban una tras otra.
Una de las deudas era la falta de acceso al
servicio de agua potable y cloacas y, además,
los elevados niveles de nitrato en pozos de
agua dentro el área. Tampoco estuvieron al día
en cuanto al pago de las multas por infraccio-
nes: la empresa había sumado 42,6 millones
de pesos sólo en ese rubro.
drama social
Un informe de la Asociación de Defensa de
Consumidores y Usuarios señala los incumpli-
mientos. Por ejemplo, pese a que entre 1993 y
2003 la concesionaria no podía aumentar las
tarifas, en junio de 1994 se reconsideró el con-
trato y se habilitaron aumentos. Durante esos
diez años las boletas subieron 88 por ciento.
Tampoco se cumplió con las inversiones
previstas. Aguas Argentinas estaba obligada
a invertir 2.202 millones de pesos en diez años,
pero sólo desembolsó $ 1.342 millones (el 60
por ciento). Además, esta plata venía de la re-
caudación por la facturación y no de aportes
de los accionistas. La calidad del servicio, en
consonancia, fue menor de lo pactado para
la Ciudad de Buenos Aires y 17 partidos del
Conurbano. En algunos sitios se detectaron
contaminaciones con arsénico, a pesar de los
planes para purificar el agua.
JOSE ROMERO
depositos. Los hogares guardan el líquido en donde se pueda.
quienes intentan aprovechar-
se. En general, como la ración
no llega a cubrir lo necesario,
aparecen la compra y venta ile-
gales.
Un poco movidos por las
irregularidades, entre los mis-
mos habitantes organizaron el
reparto. Aparte de los camio-
nes, hay algunas “canillas co-
munitarias”. Marisol Mamani
es una de las “cuidadoras” de
estos tanques y cuenta su tra-
bajo cotidiano: “Hay gente que
me pide cargar más de lo per-
mitido, pero no puedo porque
el agua no alcanza. Al final nos
peleamos entre nosotros y es
una vergüenza”.
Una vez que se cargan los ta-
chos, baldes o cuanto recipien-
te se encuentre, comienza otra
odisea. Uno de los problemas es
cuidarse de los mosquitos que
se juntan alrededor del líquido.
Y ahí la furia vuelve: “¿Cómo
puede ser que el Gobierno nos
diga que nos cuidemos del den-
gue cuando nosotros estamos
obligados a juntar agua?”, se
pregunta una vecina.
Tampoco saben cómo mante-
ner una higiene adecuada para
sus hijos. “Lamentablemente
nos bañamos una o dos veces
por semana, mojándonos con
una jarrita. A veces les tengo
n servicio. Los camiones proveedores de AySA no llegan los días de lluvia.
9
JOSE ROMERO
que decir a los chicos que no se
echen más porque no alcanza”,
cuenta, angustiada, Marisol.
Los más pequeños, que no co-
nocen lo que es una ducha, se
llevan la peor parte. Las diarreas
y otras enfermedades relacio-
nadas con la falta de aseo son
comunes en el barrio. Según un
relevamiento general de la Aso-
El peligro se
extiende a la
posibilidad de
enfermarse por falta
de higiene: sólo
es posible bañarse
una o dos veces por
semana, con jarrita
ciación por los Derechos Civiles,
la hepatitis A está latente “debi-
do a las condiciones sanitarias
en las que vive una gran parte de
niños del Conurbano, especial-
mente por la deficiente calidad
de los desagües cloacales y del
servicio de agua para consumo”.
Los adultos también sufren en
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JOSE ROMERO
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drama social
JOSE ROMERO

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su cuerpo las marcas por la so-

brecarga que implica llevar un
balde de, por ejemplo, 20 litros
de agua varias cuadras.

Recurso fundamental. Hoy el

agua es considerada un derecho
humano. Forma parte de una ca-
lidad de vida indispensable y es
función del Estado garantizar
el acceso universal. A mitad del
siglo pasado, la Argentina se
encontraba entre los primeros
países en cuanto a cobertura y
prestación del servicio sanitario.
Pero el tiempo pasa y hoy ocupa
puestos muy lejanos.
Los mismos vecinos de Cuar-
tel Noveno sienten que viven
como en otra época. “En el si-
glo XXI, que acá no haya agua,
es una cosa increíble. Es como
decir que estamos en el desierto
o como en el 1800, que había
que esperar al aguatero. Noso-
tros queremos pagar el servicio,
como pagamos la luz y los otros
impuestos”, señala Juan Porti-
llo, un trabajador de la zona.
La Organización Mundial casi listo. Pegado al barrio Cuartel Noveno de Lomas hay un complejo de viviendas nuevas. Pero no se inaugura porque no tiene agua.
de la Salud aseguró que sólo
con una base de entre 50 y
100 litros diarios por persona dedor de 400 litros día por me- mentablemente. Si no tenemos el líquido que queda se limpian complica a los habitantes, sino
se cubren los requerimientos dio (salvo cuando llueve y el agua para bañarnos, menos pa- los pisos o se tira en el inodoro. que también choca con pro-
mínimos esenciales de uso con camión no puede ingresar). ra lavar el balde”, se quejan. Y Cocinar fideos, por ejemplo, es yectos propios del Estado. Por
riesgos relativamente bajos pa- Esa misma agua, conservada aquí entran en juego distintas una tarea que muchos poster- ejemplo, la flamante Unidad
ra la salud. Algo muy lejos del en bidones, es la que toman to- formas y recursos de “hacer gan por la escasez. Penitenciaria Nº 10 en Lomas
promedio en Cuartel Noveno, dos los vecinos. Los tachos, en durar” el agua hasta la última de Zamora no puede utilizarse
donde por ejemplo una familia general, están sucios de sarro o gota. En cuanto a la ropa, se la- Ausencia. Ironía o contradic- (aunque ya está terminada) por
con 8 integrantes recibe alre- pintura. “Otra no nos queda, la- va sólo lo indispensable, y con ción, la falta de agua no sólo esa razón. Lo mismo sucede con
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carcel vacia. La potabilidad tampoco llegó a la Unidad Penitenciaria 10 de Lomas, que ya está lista. Funcionará, agua mediante.
un barrio nuevo, al que sólo le
falta el agua. Y los maestros de
la escuela de la zona también
deben hacer malabarismos para
poder abastecerse con un tan-
que que lograron instalar.
El agua potable es un proble-
ma mundial, al punto de que
hay quienes ya la llaman el “oro
azul”. Tres millones de personas
del Conurbano bonaerense sa-
ben bien de qué se trata el asun-
to: cada gota, para ellos, es inva-
lorable. “Es como el petróleo que
tenés que cuidar –asegura Mari-
sol Mamani– o como el oro.”
drama social
Todo muestra que la cuenta
es inversamente proporcional:
a mayor cantidad de hogares
con necesidades básicas insa-
tisfechas, se corresponde una
menor cantidad de usuarios de
servicios de agua potable y cloa-
cas. Esto lleva consigo la impo-
JOSE ROMERO
sibilidad de lograr una mejora
en las condiciones de vida. Todo
parece increíble si se compara
con un solo dato: esto sucede
en el área metropolitana, una
región que se apoya en uno de
los estuarios de agua dulce más
grandes del planeta.  n ausencia de agua.
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Escasez
mundial
El problema del agua se
repite en todo el globo y
la escasez del recurso ya
es materia de debate mun-
dial. Según el Programa de
las Naciones Unidas para
el desarrollo (PNUD), al
comienzo de este año más
de 1.100 millones de per-
sonas no tenían acceso al
servicio y 2.600 millones
no contaban con acceso
a instalaciones sanitarias
adecuadas. Cuatro de ca-
da diez habitantes carecen
de saneamiento adecuado.
El tema se agrava si se tie-
ne en cuenta que sólo el
0,12 por ciento del total
mundial del agua es apto
para ser potabilizado.
Las estadísticas en el
área de salud también evi-
dencian la problemática:
en 2006, 4.900 niños mu-
rieron, por día (1.800.000
en el año), por problemas
sanitarios vinculados a la
falta de higiene. La diarrea
es la segunda causa de la
alta tasa de mortalidad
infantil en el mundo. Ade-
más, casi la mitad de los
habitantes de los países en
desarrollo sufre, en algún
momento de su vida, algún
problema de salud por la
n