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Filosofía y ética de la educación

Reflexión general.

El objetivo principal de la siguiente reflexión es plasmar de una manera breve,


concisa y muy personal el movimiento revolucionario de mi sentir, pensar,
rompimiento de ideas y encuentro conmigo misma en algunos aspectos, que me
dejaron el análisis de las lecturas revisadas en la materia, así como las
aportaciones de mis compañeros y Catedrática. Y es así, que aun en mi cabecita,
mis neuronas están sufriendo trasformaciones tratando de darle respuesta a todas
las interrogantes formuladas durante y aun finalizada la materia, ya que todo este
proceso requirió romper paradigmas que venía arrastrando, por un lado, desde mi
formación en un seno familiar con culturas y costumbres muy arraigadas, y por el
otro, desde mi formación en una educación formal llamada “escuela”.

La materia “Filosofía y Ética de la educación” significó para mí, un parteaguas de


pasar de un pensamiento enajenado a un pensamiento analítico y reflexivo que
empiece a cuestionar. Si bien es cierto que me obligó a poner en juego habilidades
y capacidades muy poco practicadas en mí, ya que consideraba que no eran mi
fuerte (y no quiere decir que aún lo sean) como el escribir, reflexionar, pero sobre
todo entender temas filosóficos. Recuerdo cuando mi maestro de filosofía en la
maestría de Educación me recomendó la novela “El mundo de Sofía” con la
intención de familiarizarme con algunos filósofos, pero probablemente mi
inmadurez y poca experiencia hicieron que no le diera la importancia debida. Así
que revisar los diversos autores fue muy complicado y me llevo a preguntar y
cuestionar constantemente a algunos de mis compañeros y personas cercanas a
mí para sentirme en contexto.

La reflexión que hago la realizo desde dos vertientes, por un lado, desde mi
posición como individuo que forma parte de una sociedad, de un sistema y por
otro lado desde mi función como docente, como agente educativo, agente de
cambio.
Desde mi lugar como agente educativo me llevó, primeramente, a cuestionarme
¿Qué es la filosofía? A lo que concluyo, a diferencia de la definición que tenía, que
no es otra cosa más que una forma de pensamiento independientemente de la
corriente ideológica del filósofo, los cuales tratan de entender y explicar el papel y
la posición del sujeto en el engranaje de una sociedad neoliberal que ha
predominado o subsistido desde las primeras civilizaciones a través de distintos
modos de opresión, el primero de ellos “la religión” la cual a mi criterio fue
perdiendo fuerza con el paso del tiempo, por lo que los grandes devoradores (por
así llamarlos) necesitaban de un nuevo medio para seguir enajenando y alienando
al más desprotegido, al más débil; es así que uno de los mecanismos, el más
importante de todos hasta la actualidad de la que se han valido para seguir
ejerciendo el poder es “la educación” y aquí es donde entro en acción como
educador, creo firmemente que mi misión y deber ser, es primeramente, romper
las cadenas que me mantienen alienada en un sistema que busca la producción a
grandes masas de individuos no pensantes, con un pensamiento lineal que no le
permita salirse de su estado de confort; por otro lado, reivindicar, desde mis
trincheras, mi posición como actor social con el poder de transformar mi
cosmovisión para empezar a movilizar las realidades de los niños.

Si bien es cierto que no puedo ir en contra de un sistema que trata de dormir y


dominar la conciencia del individuo, si puedo aportar mi granito de arena y
empezar a reconceptualizar, reconstruir y repensar mi praxis educativa desde un
enfoque filosófico que empiece, primeramente, a despertar mi estado de
conciencia para impactar y dejar huella en la medida de lo posible en mis
educandos y lo más importante: pensar en la filosofía y la ética a la par con los
propósitos educativos, gran reto, algo vicioso, hasta utópico, (puedo decirlo) pero
bueno, por algo debo de empezar, pero sobre todo cuidar que no se vea como una
rebeldía revolucionaria sin un sentido crítico, alejada de la ética y valores tan
necesarios en estos tiempos.

Para finalizar con este apartado que compete a mi papel como agente educativo,
creo que debo de hacer y cumplir compromisos que permitan potencializar mis
debilidades: redacción y apropiarme de términos que permitan explicarme de una
manera más clara, profesional y con mayor fluidez.

Le doy paso a lo que las lecturas y temas analizados en la materia me dejan como
persona, por lo que concluyo que:

Me quedo con muchos cuestionamientos e incertidumbre, pero lo más importante


con un gran entusiasmo y alegría por seguir aprendiendo, recupero fuerzas para
romper las cadenas del consumismo del que soy presa en este mundo tan
materialista y de los que se vale el poder para seguir enajenando mi voluntad,
obligándome a mirar a mi interior antes de actuar.

Por otro lado, lo vivido en esta materia me hace una invitación a encontrarme
conmigo misma, sé que no será un camino fácil, pero ¿Quién dijo que lo fuera?, si
los grandes pensadores, por sus ideas tan revolucionarias siguen siendo una
piedra en el camino para las grandes cúpulas, ¿por qué yo he de claudicar? Al
contrario, debo de seguir adelante con altos y bajos, seguir redescubrimiento mi
misión en el aquí y ahora, trascender al siguiente plano, aun estado de conciencia
superior.

Para finalizar, las reflexiones, puntos de vista, análisis, etc. compartidas, me llevan
a construir y reconstruir, desde mi pequeño espacio en este universo, mi
cosmovisión de vida, de ver el mundo desde mis propios pensamientos, de pasar
de un pensamiento alienado a uno propio.

Considero que el cambio empieza en mí, y que este cambio transita de adentro
hacia afuera, pasar de ser simple espectador a hacer el protagonista de mi vida,
profundizando en ella desde un punto de vista objetivo y no subjetivo, es decir, no
dejarme llevar por las emociones, consumismo, sociedad, miedos, prejuicios.

Para concluir, la filosofía, me llevó a hacerme profundos cuestionamientos de mi


ser en toda su extensión, invitándome a hacer un análisis día a día de todo lo que
compete a mi actuar, con la intención de alcanzar un pensamiento disciplinado
con el objetivo de aprender a pensar y así ser mejor persona y como
consecuencia serlo con los demás, ya que no se puede dar lo que no se tiene.
Alumna: Xiomara Ruiz Hernández.

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