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Vidal (1989) refiere que: La posibilidad física está referida a la factibilidad de realización con

adecuación a las leyes de la naturaleza. Se trata de una posibilidad material, como la existencia
o posibilidad de existir de los bienes, intereses jurídicos o relaciones jurídicas, además, la
imposibilidad debe ser entendida de modo general por todas las personas incluyendo a quienes
practican el acto jurídico (p.29).

La posibilidad física o jurídica, para la validez del acto jurídico, implica que el bien sobre el cual
recae el negocio, esté dentro del comercio de los hombres. Es decir, no estaremos ante un objeto
física o jurídicamente posible si el bien estuviera fuera del comercio y la actividad económica
(Torres, 2001, p.65).

Se dice que la imposibilidad física respecto de los bienes puede mirar hacia atrás, como por
ejemplo la venta de una cosa que dejó de existir, pero la imposibilidad física de la conducta
siempre apunta hacia el futuro, como un deber al que habría que cumplir. (Taboada, 2002, p.
98).

Romero (2003) Sostiene: «La imposibilidad jurídica del objeto coincide con la ilicitud del mismo,
puesto que todo lo que no está permitido por el ordenamiento jurídico o que atente contra el
orden público y las buenas costumbres deviene en ilícito.» (p.89).

a) La forma prescrita por la Ley bajo sanción de nulidad

La causal de nulidad contemplada en el inciso 6º del artículo 219º está referida al supuesto de que en un
Negocio Jurídico Solemne o con Formalidad Ad Solemnitatem, no concurra la forma dispuesta por la Ley
bajo sanción de nulidad, en cuyo caso el negocio jurídico será nulo por ausencia de uno de sus elementos
o componentes. Como lo hemos afirmado anteriormente, los dos únicos elementos comunes a todo
negocio jurídico son la Declaración de Voluntad y la Causa. Sin embargo, existen determinados negocios
jurídicos, que además de dichos elementos, requieren para su formación del cumplimiento de una
determinada formalidad, que la ley impone bajo sanción de nulidad, de tal manera que en ausencia de
dicha formalidad el negocio jurídico será nulo y no producirá ningún efecto jurídico de los que en abstracto
debía producir. Estos negocios jurídicos formales, denominados también solemnes o con formalidad Ad
Solemnitatem (Taboada, s/a, p.75-76).

Taboada afirma (2002): Cierta porción de los actos jurídicos cuenta con la formalidad ad solemnitatem
(de cumplimiento obligatorio bajo sanción de nulidad) obviamente quienes incumplan con dicha
formalidad impuesta por ley tendrán por nulo el acto celebrado, por otro lado, a los actos jurídicos en que
la ley no les exija formalidad, los agentes podrán escoger las que ellos crean conveniente y dicho acto
tendrá un valor probatorio de su existencia forma ad probatiomem (p.109).

Se entiende de esta causal que, para su formación del cumplimiento de una determinada formalidad, que
la ley impone bajo sanción de nulidad, de tal manera que en ausencia de dicha formalidad el negocio
jurídico será nulo y no producirá ningún efecto jurídico de los que en abstracto debía producir (Taboada,
2002, p.79).

Taboada (2002) afirma lo siguiente: «Cierta porción de los actos jurídicos cuenta con la formalidad ad
solemnitatem (de cumplimiento obligatorio bajo sanción de nulidad) obviamente quienes incumplan con
dicha formalidad impuesta por ley tendrán por nulo el acto celebrado.» (p.106)

Cuadrado (2008) sostiene lo siguiente:«Las formas prescritas de la leypueden ser solemnes y no solemnes,
los solemnes son aquellos que se prescriben bajo sanción de nulidad sino se cumple la forma ordenadora
por la ley, tales casos del poder para disponer la propiedad, la anticresis o la donación.» (p. 78).
Se establece que la forma es la manera como se manifiesta la voluntad resulta apodíctico que todo acto
jurídico tiene forma, sin embargo para los actos jurídicos que tienen especial trascendencia familiar o
patrimonial la ley prescribe la forma que se denominan Ad Solemnitatem; esta forma es la que constituye
en requisito de validez y debe ser obligatoriamente observada por las partes para celebrar el acto jurídico
y dar cumplimiento al requisito de validez, de ahí que correlativamente se declare nulo el acto jurídico
cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad (Vidal, 1989,p.139).

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