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Un empleado condujo al visitante ante el -Mr.

Peck -dijo Cappy sonriendo- de eso no


presidente de la importante empresa tengo duda, pero dígame, ¿acaso sus
maderera y de vapores. Al hallarse en su defectos físicos no son un impedimento?
presencia, saludó respetuosamente y dijo:
- No, Mr. Rricks, en ningún modo; lo que me
"Mr. Ricks, mi nombre es William E. Peck; le queda de cuerpo está sano, sobre todo mi
agradezco a Ud. mucho la fineza de cabeza, y me queda el brazo derecho.
concederme una entrevista." Puedo pensar y puedo escribir, y aunque
cojeo, puedo ir tras un pedido más aprisa y
Mirándolo con semblante severo, Cappy le más lejos que la mayoría de los que tienen
dijo que tomara asiento, señalándole una dos buenas piernas. ¿Estoy contratado, Mr.
silla frente a su escritorio, al acercarse Peck Ricks?
a la silla, Cappy notó que cojeaba un poco y
que el brazo izquierdo lo tenía amputado - No, Mr. Peck, lo siento, Ud. sabrá que yo
hasta el codo. no tomo parte activa en la administración de
este negocio desde hace diez años. Aquí
-Bien, Mr. Peck, ¿qué desea Ud.? simplemente tengo mi oficina para
II -He venido a que me dé Ud. Trabajo - despachar mi correspondencia particular y
respondió Peck. atender asuntos personales. A quien debe
Ud. ver es a Mr. Skinner.
-Habla Ud. como si tuviera la seguridad.
-Ya vi a Mr. Skinner -replicó prontamente
-Ciertamente, Mr. Ricks, yo sé que Ud. no Peck- pero por el modo en que me habló
me lo negará. parece que no le simpaticé. Me dijo que
actualmente no había suficiente negocio
-¿Por qué? aún para ocupar al personal que tiene. Yo le
-Mr. Ricks - respondió la telefonista de las Peck, sonriendo en una forma que le manifesté que estaba dispuesto a aceptar
oficinas generales - está aquí un joven que simpatizó a Mr. Ricks, contestó: cualquier ocupación, de taquígrafo para
se llama William Peck y desea verlo a Ud. arriba. Puedo escribir a máquina bastante
personalmente. "Yo soy agente vendedor, y sé que puedo rápido con una mano; puedo llevar una
vender cualquier cosa que tenga algún contabilidad y hacer cualquier trabajo de
Cappy suspiró como para reflexionar. -Bien, valor, porque lo he demostrado durante oficina
dígale que pase. cinco años y quiero demostrárselo a Ud.
-¿No le dio ninguna esperanza?
-No señor. Andrews a la oficina de Shanghái y he tiene su porvenir asegurado. Su porvenir
llegado a la conclusión de que tenemos que Ud. mismo tendrá que labrarlo y tiene que
-Entonces -le dijo Cappy en tono arriesgar. Esa oficina está ahora a cargo de comenzar muy pronto. La primera vez que
confidencial- vaya a ver a mi yerno, el un empleado menor y es preciso nombrar meta la pata o no dé la medida en el trabajo
Capitán Peasley, que dirige los transportes cuanto antes un gerente; así es que que se le confíe, lo amonestarán, la
marítimos de esta empresa. haremos esto: vamos a mandar a Andrews segunda lo suspenderán por un mes para
-Ya hablé con el Capitán Peasley, quien me en el próximo vapor, haciéndole entender que reflexione, y la tercera quedará
trató con mucha amabilidad; me dijo que que asumirá el cargo temporalmente. Si definitivamente fuera de esta organización.
con todo gusto me daría un puesto pero que vemos que no da resultado, le ordenaremos ¿Me he explicado claramente)"
los negocios estaban tan malos que por que se vuelva para ocupar su puesto actual,
en el cual es bastante apto. Entretanto, -Sí señor -contestó Peck sin vacilar; todo lo
ahora era imposible. que yo pido es una plaza en la línea de
Skinner, te agradecería mucho que le dieras
-Bien, amiguito, entonces ¿para qué viene a empleo a este joven... que le des una combate, y le aseguro que pronto me haré
verme a mí? oportunidad de demostrar lo que puede acreedor a la confianza de Mr. Skinner
hacer. Hazme ese favor, Skinner, hazme (dirigiéndose a Skinner) "Muchas gracias,
(Sonriendo nuevamente, Peck respondió:) ese favor. Mr. Skinner, por haber consentido en darme
"Porque quiero trabajar aquí, en esta una oportunidad; haré cuanto esté de mi
Compañía, no me importa de qué con tal Mr. Skinner bien sabía que un ruego de parte para merecer su confianza."
que sea algo que yo pueda hacer. Si me "Cappy" equivalía a una orden, y Peck,
dan trabajo que pueda hacer, será hecho comprendiéndolo, miró al administrador "Este diablo" -dijo para sus adentros
mejor que nunca, y sin no puedo hacerlo general con una sonrisa. Cappy- "es buena pieza, y tiene sesos; no
renunciaré voluntariamente para evitarle a me explico como Skinner no puede darse
Ud. la molestia de despedirme. Tengo "Muy bien, Mr. Ricks" -dijo Skinner con cuenta de ello. Si este pobre chico se sale
referencias de primera clase." cierto despecho. "¿Ha convenido con Mr. un poco de la raya o si le brota en la cabeza
Peck el sueldo que ganará?" alguna idea nueva que quiera poner en
Cappy oprimió un botón en su escritorio; un práctica, es casi seguro que firmará su
momento después Mr. Skinner entraba, -Ese detalle te toca a ti -contestó Cappy. No sentencia de muerte con esta gente de
lanzando una mirada hostil hacia William E. es mi intención inmiscuirme en tus asuntos cerebro fosilizado que hay en este mundo.
Peck y luego otra, interrogativa, hacia Mr. administrativos. Naturalmente le habrás de El no podrá defenderse, pero por fortuna
Ricks. pagar a Mr. Peck lo que valga nada más. todavía estoy yo aquí".
Volviéndose hacia el triunfante Peck, lo
-Oye, Skinner -dijo Cappy con voz suave- amonestó diciéndole: "Oiga, amiguito, no El joven Peck, poniéndose de pie, preguntó:
he estado meditando el asunto de enviar a crea que porque he intercedido por Ud. ya "¿Cuándo debo empezar?"
Skinner le contestó con cierta ironía: -Ah, sí, había olvidado. Dime, Skinner, A las doce y media, cuando Cappy iba a
"Cuando esté Ud. listo." ¿no tenemos disponible como medio millón almorzar, se encontró con Peck, quien iba
de pies de abeto fétido? (Skinner asintió, y cojeando por la acera. Peck prontamente
Peck miró rápidamente su reloj de pulsera... Cappy, continuando con la avidez de quien sacó una tarjeta del bolsillo y se la mostró
"son las doce" -añadió- "voy a almorzar y acaba de hacer un gran descubrimiento que diciendo: “¿Qué le parece esta tarjeta, Mr.
estaré aquí a la una." cree causará una verdadera revolución en Ricks... no cree que se ve flamante?"
Mr. Skinner se retiró mordiéndose los el mundo científico)...”bueno, mándalo a
vender esa madera apestosa y un par de Cappy leyó en ella: "Compañía Maderera
labios. Al cerrarse la puerta tras él, Peck Ricks -Maderas de todas clases y para
levantó las cejas, y despidiéndose de Mr. furgones de pinabete rojo o cualquiera otra
de las maderas que casi nadie quiere ni todos usos, sin excepción. Representada
Ricks le dijo: Muchas gracias, Mr. Ricks, ha por William E. Peck." Cappy Ricks pasó un
sido Ud. en extremo amable, pero parece regaladas."
dedo curiosamente por las líneas impresas,
que no voy a empezar bajo muy buenos Skinner sonrió maliciosamente y dijo: y vio que estaban grabadas. Sabiendo
auspicios", y tomando su sombrero se "Convenidos, pero si no vende le damos su perfectamente que un grabado de imprenta
marchó. pasaporte, ¿verdad?" no se hace en media hora, contestó:
Apenas había salido cuando Mr. Skinner -Supongo que sí, aunque yo lo sentiría "Oye Peck, no me quieras tomar el pelo;
entró de nuevo, mas antes de poder abrir la mucho. Por el contrario, si tiene éxito le dime la verdad, ¿cuándo decidiste venir a
boca, Cappy le impuso silencio levantando pagaremos el sueldo que gana Andrews. trabajar con nosotros?"
un dedo y en voz cordial le dijo: Hay que ser justos, Skinner, justos en todo
y con todos. -Desde hace una semana.
"Ni una palabra Skinner, ya sé lo que me
vas a decir y admito que tienes razón, pero Cappy se levantó y dándole una palmadita -Peck, ¿acaso has llegado a vender alguna
óyeme hijo... ¿cómo era posible rechazar a en el hombro al administrador general le vez abeto fétido?
un joven que tanto empeño tiene en trabajar dijo: "Skinner, dispénsame si me he
y que no acepta un No como final? A pesar Peck se mostró bastante confundido, y
precipitado un poco, pero te advierto que significando una negativa con la cabeza,
de que no encontró aquí más que si le fijas al abeto un precio demasiado alto
obstáculos para lograr su propósito, no se preguntó: "¿Qué clase de palo es ése?"
para que Peck no pueda venderlo, te
dio por vencido ni se desanimó Tú luchaste mando a ti a la calle. Sé justo, hijo, sé -Abeto de California... es una madera
contra él pero él te ganó, y vaya que tuvo justo." áspera y correosa, muy pesada, y despide
que vérselas con expertos expertos, ¿Qué un olor como de zorrillo cuando se corta.
trabajo le vas a dar?" III Creo que Skinner te va a dar lo peor que
-El de Andrews naturalmente. hay para empezar, y eso es lo peor.
-¿Se pueden clavar clavos en ella, Mr. De una ciudad telegrafió un pedido de dos "No cabe duda que Peck puede vender
Ricks? furgones de madera de alerce; en la madera" -anunció a Mr. Ricks. Ha
siguiente de su itinerario, logró que el dueño conseguido cinco nuevos clientes y acaba
-Ah, claro. de una maderería, a quien Mr. Skinner en de mandar otro pedido de dos furgones de
-¿Ha llegado alguien a venderla alguna vano había tratado por años de venderle, abeto fétido. Creo que tendré que
vez? conviniera en comprar de prueba un furgón aumentarle el sueldo el 1o. del año."
de tablas de abeto fétido, de tamaños y
-De vez en cuando uno de nuestros agentes clases surtidas, a un precio más alto del - Óyeme Skinner, ¿por qué diablos quieres
más listos suele tropezar con algún fijado por Mr. Skinner. aguardar hasta el primero del año? Ese
mentecato que compra lo que le vendan; pernicioso hábito que tienes de diferir para
de lo contrario no la tendríamos más. En el Estado de Arizona consiguió varios más tarde lo que debes hacer hoy,
Afortunadamente, Peck, no nos queda pedidos de madera para refuerzo de pozos especialmente cuando se trata de soltar el
mucha, pero siempre que nuestros de minas, pero sólo hasta que llegó al dinero, nos ha costado la pérdida de los
hacheros del monte encuentran un buen centro del Estado de Texas empezó servicios de más de un buen empleado.
árbol, no lo dejan en pie; por eso casi realmente a demostrar su extraordinaria Sabiendo que Peck merece un aumento de
siempre tenemos suficientes existencias de habilidad para vender. Allí se especializó sueldo, ¿por qué no se lo das ahora, y con
abeto fétido para darles a los agentes algo en la venta de maderas para torres de gusto? Peck te tendrá buena voluntad,
con qué demostrar que saben vender. taladrar pozos petroleros, y fue tal el trabajará más todavía, y por lo menos te
bombardeo de pedidos que mandó a las considerará como ser humano.
-Yo puedo vender cualquier cosa si vale el oficinas que Mr. Skinner tuvo que
precio -concluyó Peck con un aire de telegrafiarle pidiéndole que se calmara un -Muy bien Mr. Ricks, voy a asignarle el
desafío, y continuó su camino hacia la poco en la venta de esa madera por mismo sueldo que Adrews tenía antes que
oficina de la empresa. estárseles agotando las existencias, y que Peck tomara su puesto.
se dedicara a vender otras clases. -Skinner, tú realmente me obligas a
IV
Completado su itinerario, emprendió el viaje recordarte quién manda en esta empresa.
Por dos meses Cappy Ricks no volvió a ver de regreso vía Los Ángeles, pero de paso Peck vale más que Andrews, ¿verdad?
a William Peck; el administrador general lo se detuvo en el Valle de San Joaquín y
había mandado a los Estados del sur y del -Así parece.
vendió allí dos furgones más de abeto
oeste, tan pronto como Peck se impuso de fétido. Al recibir Mr. Skinner el telegrama, -Entonces, por amor a la justicia, págale
todos los detalles del negocio... de los fue a mostrárselo al presidente. más y haz efectivo ese aumento desde el
precios, pesos, tarifas de fletes, condiciones primer día que empezó a trabajar. ¡Vete de
de venta, etc. aquí porque me pones nervioso! ¡Un
momento!... ¿qué está haciendo Andrews Cappy caminó hacia la ventana, mirando a a quien halló en la cama, pero sin síntomas
en Shanghái? la calle pensativo pero sonriendo todavía, y de estar enfermo. Después de desearle su
añadió: "Tú convendrás conmigo, Skinner, pronto restablecimiento, entraron en
-Dándole a ganar dinero a la Compañía del en que si me entrega el jarrón azul valdrá discusión respecto a los nuevos clientes y a
cable -contestó Skinner con sarcasmo. diez mil dólares como nuestro gerente en perspectivas que Mr. Skinner estaba
Cablegrafía como tres veces por semana Shanghái." deseoso de que Peck investigara.
sobre asuntos que él mismo debería decidir;
Matt Peasley está disgustado con él. -Sin duda que los valdrá, Mr. Ricks. En el curso de la conferencia, Cappy Ricks
telefoneó. Mr. Skinner estuvo escuchando
-Eso no me sorprende... supongo que Matt -Bueno, Skinner, haz los arreglos por varios minutos, y luego Peck oyó decir:
vendrá a decirme dentro de poco que yo fui necesarios para que Peck esté listo el "Con todo gusto cumpliría con sus deseos,
quien escogió a Andrews para el puesto, domingo, a la una. Yo me encargaré de los Mr. Ricks, si no fuera porque estoy en cama
pero no olvides, Skinner, que le advertí que demás detalles. y no podré salir hoy, pero Mr. Peck está
el puesto era temporal. aquí y con seguridad que no tendrá
Mr. Skinner le dijo que así lo haría y salió,
-Sí, Mr. Ricks. casi no pudiendo contener la risa. inconveniente en desempeñar esa comisión
para usted."
-Bueno, creo que tendré que buscar a su El sábado siguiente, Mr. Skinner no se
sucesor e impedir que Matt venga a presentó en su oficina; de su casa avisaron -Claro que no -interrumpió Peck- y tomando
echarme la culpa en cara. Creo que Peck por teléfono que se hallaba indispuesto. Su el receptor se apresuró a saludar a Mr.
tiene varias características de un buen secretaria tenía instrucciones de avisar a Ricks.
administrador para la oficina de Shanghái, Peck que Mr. Skinner deseaba hablar con él -Oye Peck -dijo el presidente- quisiera
pero tendré que probarlo un poco ese día, pero que debido a una confiarte un encargo; no puedo mandar a
más. (Mirando a Skinner con sonrisa indisposición repentina no podría verlo en la un muchacho, pero al mismo tiempo me da
picaresca:) "Oye, Skinner, voy a pedirle a oficina; que necesitando conferenciar con él pena molestarte.
Peck que me traiga el jarrón azul." antes de que saliera nuevamente de viaje el
lunes, le agradecería que lo visitara en su -No será molestia alguna, Mr. Ricks; mande
(El semipálido semblante de Skinner casi casa el domingo por la tarde, a la una. lo que guste que estoy a sus órdenes.
se sonrojó.)
Peck contestó que con todo gusto iría a ver -Gracias, Peck, por tu buena voluntad. Se
"Bueno, notifica al jefe de la policía y al a Mr. Skinner a la hora indicada. trata de esto: andando yo por el centro a
propietario del bazar para que no nos medio día, pasé frente a una tienda en la
cueste tanto." A la una en punto del domingo se presentó calle Sutter, entre Stockton y Powell, donde
Peck en la casa del administrador general, en un escaparate vi un jarrón azul. Yo soy
muy afecto a los jarrones de ornato, Peck, y decir con exactitud el tamaño, pero me tienda alguna donde vendieran tal clase de
aunque este no es nada extraordinario, parece que tiene como unos 30 centímetros artículos.
sucede que una dama a quien le tengo gran de alto, por diez de diámetro en el centro y
estimación, tiene otro igual, y sé que nada está montado sobre una base de madera de "Sin duda que Cappy se equivocó en el
le agradaría más como regalo de su teca. nombre de la calle, o yo le entendí mal" -dijo
aniversario matrimonial que otro jarrón Peck para sí. "Voy a hablarle por teléfono
como ese para completar el par que -Con eso basta Mr. Ricks, yo le llevaré el para que repita la dirección".
necesita para las dos rinconeras que tiene jarrón.
Habló a la casa de Mr. Ricks, pero la
en su comedor. Yo tengo que tomar el tren -Gracias, Peck, muchas gracias, me harás sirvienta le informó que el señor había
a las ocho de esta noche para llegar a el favor de entregármelo cinco minutos salido y no sabía ella a dónde había ido ni a
tiempo mañana a Santa Bárbara, donde ella antes de las ocho en la estación del qué hora volvería. Entonces Peck regresó a
vive, y poder felicitarla personalmente, así Southern Pacific; yo estaré a bordo del tren la calle de Sutter y la recorrió de nuevo, por
como para entregarle el regalo, y ese jarrón, en el coche dormitorio No. 7, sección "A". uno y otro lado, sin mejor resultado que la
Peck, es lo que quiero. primera vez; luego dobló sobre una de las
-Convenidos, Mr. Ricks. calles que cruzaban, caminado dos cuadras
-Muy bien, Mr. Ricks, comprendo que si no
lleva Ud. mismo el jarrón y aguardamos -Oye, Peck, el costo no será gran cosa, tú en una dirección y dos en otra, y así
hasta mañana lunes a que abran la tienda, podrás pagarlo y mañana se lo cobras al continuó recorriendo todas las calles del
no podrá llegar a tiempo a Santa Bárbara, cajero, diciéndole que lo cargue a mi barrio, sin vislumbrar en ninguna parte el
sino hasta el martes. cuenta. consabido jarrón azul. No por eso se dio por
vencido, sino que emprendió la pesquisa en
-Ese es precisamente el caso, Peck, ojalá Cappy colgó el receptor. otra zona comercial; caminó calles y más
que lo hubiera visto ayer para no tener que calles en todas direcciones, sin mejor
molestarte; lo siento mucho. Skinner reanudó la conferencia y Peck salió suerte, y como último recurso, se dirigió a
de la casa hasta las tres de la tarde, una cuadra aislada de la Calle Post -única
-No necesita Ud. darme explicaciones ni dirigiéndose enseguida a buscar el famoso que no había recorrido- donde recordó que
disculpas, Mr. Ricks, sólo hágame el favor jarrón azul. Al llegar a la calle de Sutter, existían dos o tres pequeñas tiendas. Al
de describir el jarrón -¿es azul obscuro o caminó por un acera, entre Stockton y llegar a la última de ellas, notó de pronto en
pálido?... ¿de qué tamaño es poco más o Powell; luego por la otra, y aunque con el un escaparate un jarrón que al parecer
menos?... ¿es liso o tiene figuras? mayor cuidado se fijó en todos los respondía a la descripción del que Mr. Ricks
escaparates y vitrinas que había no pudo quería. Al examinarlo de cerca y
-Es un jarrón colisioné, Peck, de un azul ver ningún jarrón, azul o de otro color, ni
entre pálido y obscuro, con figuras convencerse de que ése era en realidad el
orientales de pájaros y flores. No te puedo
jarrón que buscaba, dio un profundo suspiro llamando a cuantos Brownes encontró. Al menos que se trate de un asunto de suma
de satisfacción. llamar al último sin mejor éxito, ya le corría importancia."
el sudor por el cuello.
Trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada -Dígale que se trata de algo importantísimo
con llave como ya lo suponía; de todos Eran ya las seis. Peck volvió al bazar, y y que mi nombre es William Peck, no Beck.
modos, golpeó con fuerza por si acaso mirando nuevamente el letrero, notó con
hubiera alguien adentro que pudiera abrirle gran sorpresa que el apellido del dueño no -¿Deck?
-sin resultado. Entonces, levantando la era "Browne" sino "Brown". Esto hacía - ¡No!... ¡Peck!... ¡PECK!... ¡P, E, C, K!,
vista, vio en la fachada un letrero que decía necesario que volviera al hotel para llamar a llámelo y dígale que su tienda se está
"Browne's Art Shop" -Sin pérdida de tiempo todos los B. Browns que hubara en la incendiando.
se dirigió al hotel más cercano, donde ciudad. Hizo cambiar un billete de veinte
echando mano de una guía telefónica dólares en monedas pequeñas de valor Un momento después Mr. Brown hablaba
empezó a buscar el nombre del bazar diverso, se dirigió al teléfono, y de nuevo sumamente excitado.
susodicho, sin encontrarlo. En la guía empezó a llamar a cuantas personas de
estaban inscritas 19 personas de apellido nombre B. Brown había registradas en San "¿Es el jefe de bomberos?" -preguntó en
Browne. Entonces pidió en la oficina del Francisco y los suburbios. voz entrecortada.
hotel un directorio de los habitantes de la -No, Mr. Brown, su tienda no se está
ciudad, en el cual halló el nombre de B. Al cabo de quién sabe cuántas llamadas,
dio con la residencia del Mr. Brown exacto quemando, pero tuve que decir eso para
Browne como propietario de un bazar de hacerlo venir al teléfono. Ud. no me conoce,
objeto de arte situado en el establecimiento que buscaba, pero tan sólo para que la
sirvienta le informara que había ido a comer pero en el escaparate de su tienda, aquí en
donde había visto el jarrón azul, pero sin San Francisco, vi un jarrón azul
dar la dirección de su residencia particular. a la casa de un tal Mr. Simon en la vecina
población de Mill Valley. Tres personas de que quiero comprar urgentemente antes
Inmediatamente cambió un dólar por de las 7:45. Le ruego que inmediatamente
monedas y dirigiéndose de nuevo al apellido "Simon" aparecían como residentes
de Mill Valley y Peck llamó a las tres, se venga a abrir el bazar y me venda el
teléfono empezó a llamar a cuantas jarrón.
personas de apellido Browne figuraban en preguntando cada vez si Mr. Brown estaba
la guía telefónica de San Francisco. El allí. A la tercera llamada le dijeron que sí, -¡Qué demonios!... ¿me está Ud. tomando
resultado fue nulo. preguntándole quién era, Peck dio su el pelo o supone que estoy loco?
nombre, transcurrió un rato de silencio y
Prosiguió a consultar las guías de varias luego oyó esto: "Mr. Brown dice que no -No, Mr. Brown, nada de eso... si alguien
poblaciones cercanas donde suelen vivir conoce a ningún William Beck, además está está loco ése soy yo... estoy loco por el
muchas personas que trabajan o tienen comiendo y no quiere que lo importunen a jarrón y como tengo que salir hoy de la
sus negocios en San Francisco, y continuó
ciudad a las 8 quiero llevármelo ahora hijo no estuviera en casa, pues había ido al regresado. Peck, con voz ansiosa, le
mismo. Country Club. informó lo que deseaba y de la orden que
había dado Mr. Brown. El cauteloso Joost
-¿Sabe Ud. lo que vale ese jarrón? "¿Cual Country Club?" contestó que primero tendría que hablar por
-No, ni me importa un bledo... yo lo quiero La buena señora no sabía, así es que Peck teléfono con Mr. Brown para cerciorarse de
cueste lo que cueste. pidió en la oficina del hotel una lista de que era cierto, agregando que si Mr. Brown
todos los clubs de San Francisco y confirmaba la orden, él estaría en el bazar
-¿Que hora es?... déjeme ver. (Y después alrededores, y comenzó a llamar por antes de las 9.
de un momento de silencio mientras veía el teléfono. Eran ya la 8 y aún no había dado
reloj:) Con la impaciencia que es de suponer,
con el tal Mr. Joost; en ningún club lo Peck lo aguardaba. Finalmente, a las 9:15,
"Es un cuarto para las 7 y el próximo tren conocían. Joost se presento, acompañado de un
para San Francisco no sale sino hasta las "Estoy perdido" -murmuró Peck- "pero nadie policía que por precaución había pedido
ocho, así es que no podré llegar allá antes puede decir que no perdí luchando; el único que lo acompañara; encendió las luces,
de las 8:50; además estoy cenando con recurso que me queda es romper esa abrió la puerta y con gran cuidado sacó del
unos amigos y apenas he terminado la vidriera con un ladrillo y echar a correr con escaparate el jarrón azul.
sopa." el jarrón." "¿Cuánto vale? -preguntó Peck.
-Mr. Brown, a mí todo eso no me importa; Acto seguido llamó un taxi, le dijo al chofer
ese jarrón azul tengo que llevármelo hoy. -Dos mil dólares- contestó Joost, tan
que lo aguardara a la vuelta de la esquina y fríamente como si hubiera dicho cincuenta
-Bien, si no puede Ud. aguardar, llame por le pidió prestado un martillo. Cuando centavos.
teléfono a Mr. Herman Joost, mi encargado, llegó al bazar encontró un policía parado
que vive en Chilton Apartments; el número frente a la puerta. En vista de eso Peck Peck tuvo que reclinarse sobre el mostrador
de su teléfono es Prospect 3249; dígale de continuó su camino sin detenerse; más para no caer.
mi parte que vaya en seguida a abrir el adelante cruzó al otro lado de la calle y se
volvió. "¡Dos mil dólares!" -exclamó en una voz y
bazar y le venda el jarrón. Adiós. (Mr. con un semblante de desesperación.
Brown colgó el receptor). Peck fue a donde el taxi lo esperaba y se
volvió al hotel. Teniendo una de esas almas Tenía en el bolsillo diez dólares solamente.
Peck llamó inmediatamente al número que
Mr. Brown le dio y preguntó por Mr. Herman que no aceptan la derrota fácilmente, volvió "¿Acepta Ud. mi cheque, Mr. Joost?"
Joost. La mamá de este caballero contestó, a llamar por teléfono al domicilio de Mr.
manifestando que sentía muchísimo que su Joost -Prospect 3249- y por primera vez la -Yo no lo conozco a Ud. Mr. Peck -
suerte lo favoreció... Mr. Joost había respondió Joost.
-¿Donde está su teléfono? Mr. Skinner, hágame favor de venir de -Aquí en el aeródromo tengo un amigo que
todos modos para que me identifique en con gusto me llevará en su avión a Santa
Joost condujo a Peck al teléfono y éste alguna parte donde puedan aceptar mi Bárbara.
llamó a la casa de Skinner. cheque personal.
-¡Estás loco!
¡Mr. Skinner!" -balbuceó Peck- "estoy en un -¿Tienes suficientes fondos en el Banco,
terrible apuro y casi exhausto; conseguí que Peck? -Lo sé pero por favor présteme los dos mil
abrieran el bazar, pero el jarrón que Mr. dólares.
Ricks tanto desea cuesta dos mil dólares y Esto puso fin a la conversación y Peck
yo entendía que costaba una friolera" llamó en seguida, a la casa de Mr. Ricks, -¿Para qué?
sabiendo que allí residía su yerno, el -Para comprar el jarrón azul.
-Por tu madre, Peck, ¿has estado en busca capitán Peasley. Afortunadamente lo halló
del jarrón todo este tiempo? en casa, y Peasley lo escuchó con -Ahora ya no me cabe duda que estás
- Si, y estoy propuesto a llevármelo... bastante amabilidad. loco... cuando Mr. Ricks supiera que habías
hágame el favor de traerme aquí, al bazar pagado dos mil dólares por ese jarrón, te
"Peck, es casi increíble que te hayan mandaría al manicomio.
de Mr. Brown, en la calle Post cerca de la asignado una misión semejante" -dijo el
avenida Grant, los dos mil dólares, capitán Peasley. "Sigue mi consejo y -Oiga Mr. Peasley, ¿no me presta los dos
porque yo ya no tengo fuerzas para ir por olvídate del jarrón azul. mil dólares?
ellos.
-No puedo -replicó Peck... Mr. Ricks se -No, Peck; vete a tu casa a dormir y olvídate
-Mi querido Peck -replicó Mr. Skinner sentirá muy contrariado si no le entrego el del maldito jarrón.
compasivamente- no tengo aquí dos mil jarrón; él se ha portado conmigo de manera
dólares... ésa es una cantidad demasiado espléndida y considero un deber ineludible -¡Por favor, Mr. Peasley!... a Ud. le pueden
grande para llevarla en el bolsillo o cumplir con este deseo suyo. cambiar un cheque porque lo conocen bien
guardarla en casa. y a mí no; además hoy es domingo.
-Pero ya es muy tarde, Peck, para
-Bueno, entonces tenga la bondad de venir entregárselo; se fue en el tren de las 8 y ya -"Bueno" -interrumpió Mr. Joost"¿vamos a
al centro inmediatamente, abrir la oficina y son las nueve y media. estar aquí toda la noche?"
sacar el dinero de la caja fuerte.
-Lo sé, pero si puedo obtener el jarrón, yo Peck, colgando el receptor, lo miró en
-Eso no lo puedo hacer, Peck, porque la se lo entrego antes de que baje del tren en actitud de desafío y le dijo: "¿es Ud.
caja fuerte tiene una combinación que nadie Santa Bárbara a las 6 de la mañana. conocedor de diamantes?"
puede abrir antes de cierta hora.
-¿Cómo? -Sí -contestó Joost.
-¿Me aguardará aquí hasta que vaya al con un periódico en la mano, y pocos quería, que no pude llegar a tiempo a la
hotel para traer uno? momentos después, cuando vio que el tren estación. La dirección de la tienda no era la
en que venía Cappy Ricks se aproximaba, que Ud. me dio; tuve que buscarla por todo
-Sí. hizo del periódico una antorcha y empezó a San Francisco y llamar por teléfono a todos
William Peck salió cojeando tan aprisa hacer señales con ella en medio de la vía. los "Browns" y "Brownes" que hay allí y en
como pudo. Veinte minutos más tarde El tren se detuvo, el conductor abrió la los suburbios, y además, fue imposible
estaba de regreso con un anillo de platino puerta de uno de los coches para averiguar conseguir en domingo por la noche los dos
que tenía un hermoso brillante cercado de qué pasaba, y Peck se metió de un salto. mil dólares que costaba el jarrón, pero aquí
zafiros. lo tiene usted, porque le prometí
"¿Quién diablos es usted?" -preguntó el entregárselo y lo que yo prometo lo
¿Cuánto cree Ud. que valga este anillo?" conductor- "¿Porqué hizo parar el tren?" cumplo."

Joost lo miró con no disimulada admiración -Porque tengo urgencia de ver a un Cappy Ricks miraba a Peck con ojos
y dijo que bien valdría unos dos mil pasajero que aquí viene, en la sección "A" azorados, como si lo creyera loco. Luego se
quinientos dólares. del coche No. 7; yo le pago mi pasaje. echó a reír, lo hizo tomar asiento, y empezó
-¡Ah!, es un señor de baja estatura, de a referirle que todas las dificultades con que
"Se lo dejo en prenda" -Peck se apresuró a tropezó habían sido fraguadas
decir. Deme un recibo y cuando haya avanzada edad, ¿verdad? Antes de partir
de San Francisco me preguntó si no había intencionalmente, desde la dirección
cobrado Ud. mi cheque vendré a redimirlo." equivocada del bazar, hasta el precio del
visto a un individuo con un paquete bajo el
Quince minutos después, con el jarrón azul brazo. jarrón, pues en realidad solo valía $10.00.
cuidadosamente empacado, Peck entraba a Al oír esto, Peck casi se desmayó, pero
cenar a un restaurant. Al terminar ordenó un Si, ese individuo soy yo, aquí traigo el
paquete que no pude entregarle a tiempo... rehaciéndose, prorrumpió en tono grave y
taxi y a toda velocidad se dirigió al airado:
aeródromo. Allí se informó de la residencia hágame el favor de llevarme a su sección.
de su amigo aviador, se comunicó con él, y Hubo que tocar el timbre varias veces para "Mr. Ricks, si no fuera porque es Ud. un
a media noche ambos y el jarrón azul se despertar a Cappy Ricks, quien al fin abrió hombre de avanzada edad y porque le debo
perdían en las nubes, rumbo hacia el sur. la puerta, en su bata de noche. favores, no sé que le haría por esta broma
tan pesada que se ha permitido jugarme."
Hora y media más tarde aterrizaron en el "Soy William Peck, Mr. Ricks; perdone que
valle de Salinas, cerca de la vía de venga a importunarlo a esta hora, pero es Con los ojos húmedos de lágrimas, como
ferrocarril; Peck descendió y el aviador que tropecé con tantas dificultades para quien ha sufrido un terrible desengaño y
emprendió el vuelo de regreso a San poder conseguir el jarrón azul que Ud. tanto siente el corazón herido, continuó: "Mr.
Francisco. Peck corrió hacia la vía férrea Ricks, yo estoy acostumbrado a obedecer
órdenes sin ambages, por necias que La sorpresa de Peck no fue menor que la Desde entonces, mi lema para todo lo que
parezcan... a cumplir con los cometidos que que había recibido antes, al oír estas emprendo es:
se me confíen, con puntualidad si es palabras, y Mr. Ricks continuó:
posible, y si no, tan pronto como sea ¡LO HARE!
posible. Desde muy joven me imbuyeron "De quince hombres a quienes he dado
lealtad para mis superiores, pero ahora como prueba la entrega del jarrón azul, tú
realmente me duele que mi estimado jefe eres el segundo que ha salido vencedor."
Peter B. Kyne
actual haya querido hacer de mí un -Gracias, Mr. Ricks, y perdóneme lo que Go – Getter
payaso... burlarse de un fiel servidor. Desde El Luchador que nunca se da por
dije. Haré de mi parte todo lo posible para vencido
hoy en adelante puede Ud. mandar a desempeñar mi cometido en Shanghái a su
Skinner o a quien se le dé la gana, a vender entera satisfacción.
su abeto apestoso que tanto trabajo me ha
costado darle salida." -Eso bien lo sé, Peck, pero dime, ¿No te
viste a punto de abandonar la empresa al
Cappy Ricks pasó cariñosamente la mano tropezar con tantas dificultades casi
por la cabeza de Peck, y le dijo: imposibles de salvar?
"Mi querido Peck, bien sé que lo que hice -Sí señor, me entraron deseos de
fue cruel, extremadamente cruel, pero tengo suicidarme antes de haber llamado por
que confiarte un puesto de tal importancia teléfono a cuantos "Brownes" hay en San
que necesitaba ponerte antes a prueba para Francisco, pero yo no acostumbro empezar
cerciorarme de que podrías desempeñarlo. una tarea y dejarla a medias, especialmente
Por esto te confié la tarea más ardua que desde que, estando enfermo una vez en el
doy a los que necesito para los cargos que hospital, y habiendo casi perdido la
requieren hombres que nunca se dan por esperanza de restablecerme, un amigo fue
vencidos. Ahora te hago saber, hijo, que en a verme y me dijo: "William, tú no estás tan
vez de haberme traído un jarrón que vale grave como crees... vas a vivir muchos
$2,000.00, saldrás de este tren con un años todavía." Yo le contesté que no lo
puesto de diez mil dólares como gerente de creía. Entonces, mirándome con un
nuestra oficina de Shanghái." semblante serio, agregó: "William Peck no
es de los que se dan por vencidos y va a
recuperarse... para principiar, sonríe. "

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