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Joost lo miró con no disimulada admiración -Porque tengo urgencia de ver a un Cappy Ricks miraba a Peck con ojos
y dijo que bien valdría unos dos mil pasajero que aquí viene, en la sección "A" azorados, como si lo creyera loco. Luego se
quinientos dólares. del coche No. 7; yo le pago mi pasaje. echó a reír, lo hizo tomar asiento, y empezó
-¡Ah!, es un señor de baja estatura, de a referirle que todas las dificultades con que
"Se lo dejo en prenda" -Peck se apresuró a tropezó habían sido fraguadas
decir. Deme un recibo y cuando haya avanzada edad, ¿verdad? Antes de partir
de San Francisco me preguntó si no había intencionalmente, desde la dirección
cobrado Ud. mi cheque vendré a redimirlo." equivocada del bazar, hasta el precio del
visto a un individuo con un paquete bajo el
Quince minutos después, con el jarrón azul brazo. jarrón, pues en realidad solo valía $10.00.
cuidadosamente empacado, Peck entraba a Al oír esto, Peck casi se desmayó, pero
cenar a un restaurant. Al terminar ordenó un Si, ese individuo soy yo, aquí traigo el
paquete que no pude entregarle a tiempo... rehaciéndose, prorrumpió en tono grave y
taxi y a toda velocidad se dirigió al airado:
aeródromo. Allí se informó de la residencia hágame el favor de llevarme a su sección.
de su amigo aviador, se comunicó con él, y Hubo que tocar el timbre varias veces para "Mr. Ricks, si no fuera porque es Ud. un
a media noche ambos y el jarrón azul se despertar a Cappy Ricks, quien al fin abrió hombre de avanzada edad y porque le debo
perdían en las nubes, rumbo hacia el sur. la puerta, en su bata de noche. favores, no sé que le haría por esta broma
tan pesada que se ha permitido jugarme."
Hora y media más tarde aterrizaron en el "Soy William Peck, Mr. Ricks; perdone que
valle de Salinas, cerca de la vía de venga a importunarlo a esta hora, pero es Con los ojos húmedos de lágrimas, como
ferrocarril; Peck descendió y el aviador que tropecé con tantas dificultades para quien ha sufrido un terrible desengaño y
emprendió el vuelo de regreso a San poder conseguir el jarrón azul que Ud. tanto siente el corazón herido, continuó: "Mr.
Francisco. Peck corrió hacia la vía férrea Ricks, yo estoy acostumbrado a obedecer
órdenes sin ambages, por necias que La sorpresa de Peck no fue menor que la Desde entonces, mi lema para todo lo que
parezcan... a cumplir con los cometidos que que había recibido antes, al oír estas emprendo es:
se me confíen, con puntualidad si es palabras, y Mr. Ricks continuó:
posible, y si no, tan pronto como sea ¡LO HARE!
posible. Desde muy joven me imbuyeron "De quince hombres a quienes he dado
lealtad para mis superiores, pero ahora como prueba la entrega del jarrón azul, tú
realmente me duele que mi estimado jefe eres el segundo que ha salido vencedor."
Peter B. Kyne
actual haya querido hacer de mí un -Gracias, Mr. Ricks, y perdóneme lo que Go – Getter
payaso... burlarse de un fiel servidor. Desde El Luchador que nunca se da por
dije. Haré de mi parte todo lo posible para vencido
hoy en adelante puede Ud. mandar a desempeñar mi cometido en Shanghái a su
Skinner o a quien se le dé la gana, a vender entera satisfacción.
su abeto apestoso que tanto trabajo me ha
costado darle salida." -Eso bien lo sé, Peck, pero dime, ¿No te
viste a punto de abandonar la empresa al
Cappy Ricks pasó cariñosamente la mano tropezar con tantas dificultades casi
por la cabeza de Peck, y le dijo: imposibles de salvar?
"Mi querido Peck, bien sé que lo que hice -Sí señor, me entraron deseos de
fue cruel, extremadamente cruel, pero tengo suicidarme antes de haber llamado por
que confiarte un puesto de tal importancia teléfono a cuantos "Brownes" hay en San
que necesitaba ponerte antes a prueba para Francisco, pero yo no acostumbro empezar
cerciorarme de que podrías desempeñarlo. una tarea y dejarla a medias, especialmente
Por esto te confié la tarea más ardua que desde que, estando enfermo una vez en el
doy a los que necesito para los cargos que hospital, y habiendo casi perdido la
requieren hombres que nunca se dan por esperanza de restablecerme, un amigo fue
vencidos. Ahora te hago saber, hijo, que en a verme y me dijo: "William, tú no estás tan
vez de haberme traído un jarrón que vale grave como crees... vas a vivir muchos
$2,000.00, saldrás de este tren con un años todavía." Yo le contesté que no lo
puesto de diez mil dólares como gerente de creía. Entonces, mirándome con un
nuestra oficina de Shanghái." semblante serio, agregó: "William Peck no
es de los que se dan por vencidos y va a
recuperarse... para principiar, sonríe. "