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Introducción
La alteración de la calidad natural de las aguas subterráneas es posible y muy
frecuente, y la misma puede variar a través del tiempo, debido a procesos hidrológicos
y patrones de uso (Barcelona et al. 1989). Esta alteración no es sólo por contaminantes
antropogénicos, sino también por la intrusión de agua de mar en pozos perforados
cerca de la costa (Dunne y Leopold 1978). Como ejemplo de esto último y aunque no
se dispone de datos analíticos, se conoce que algunos de los pozos existentes en el
municipio Antolín del Campo, isla de Margarita confrontan esta problemática, por lo
que actualmente se está estudiando la posibilidad de instalar plantas desalinizadoras.
El agua de origen subterráneo no sólo es utilizada con fines domésticos; también
suele ser destinada para riego agrícola; por lo tanto, es de gran importancia carac-
terizarla al igual que el tipo de terreno donde se encuentran los sembradíos. A veces
los cultivos regados con aguas cargadas de sales dan cosechas aceptables, siempre y
cuando estén sembradas en terrenos con un drenaje adecuado (Porras y Thauvin
1978).
Desde hace décadas, la perforación de pozos en la región insular se ha llevado a
cabo con el fin de complementar el deficiente suministro de agua en la isla de
Margarita (Gómez 1996). Rengel (1961) y COPLANARH (1974) reportan que en las
décadas de los años 40, 50 y 60 se hicieron varias perforaciones, pero que posterior-
mente se abandonaron debido a la baja producción o por presentar el agua niveles
inaceptables de salinidad. Iriarte (1999) señala que a partir del año 1996, comienza
otro auge de perforación de pozos, pues desde entonces se cuenta con maquinarias que
facilitan la perforación de la roca.
Por lo general, estas últimas operaciones fueron realizadas sin considerar las
normas sanitarias existentes para pozos perforados destinados al abastecimiento de
agua potable (República de Venezuela 1997). Por ello, los organismos encargados de
velar por la salud pública no cuentan con la información pertinente del número y
ubicación de los pozos existentes en la isla que permita una ordenación racional de las
extracciones.
Desde otro punto de vista, conocer cuáles son las características físico-químicas y
microbiológicas de las aguas subterráneas, ayudará a determinar si las mismas deben
someterse a algún tipo de tratamiento con el fin de adecuarlas para un uso propuesto.
El presente trabajo tiene como objetivo presentar las características microbiológicas y
físico-químicas del agua subterránea que fue analizada en los laboratorios del Depar-
tamento de Control de Calidad de Fundación La Salle de Ciencias Naturales durante
el período 1994-1999.
Materiales y Métodos
Los datos de los análisis microbiológicos y físico-químicos fueron extraídos de los
Libros de Certificado de Ensayo del Departamento de Control de Calidad, donde
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Resultados y Discusión
Análisis microbiológicos
En normativas extranjeras existen requisitos para recuentos de aerobios a 20-22
°C por 3 días (límite < 100 UFC ml-1) y a 37 °C x 24 h (límite <10 UFC ml-1) (Collins
et al. 1995). En Venezuela sólo se cuenta con la Resolución del MSAS 15610
(República de Venezuela 1980), en donde se menciona que los recuentos de aerobios
mesófilos para agua potable deben ser menores de 100 UFC ml-1, pero no se especí-
fica a qué temperatura deben incubarse las placas ni por cuanto tiempo. Por ser la
temperatura ambiente de la isla de Margarita de unos 26 °C (MARNR-FONDENE
1997) y la del agua de los pozos analizados oscila entre 27 y 34,5 °C, se estimó que
incubar a una temperatura de 35 °C por 48 horas (APHA et al. 1992) era el método
más conveniente en el presente caso, y así tener una estimación del número de bacte-
rias propias del agua, suelos y también las provenientes de animales de sangre caliente.
Por otra parte, los recuentos de bacterias que crecen a 20 °C están más relacionados
con aquellos microorganismos naturalmente presentes en el agua y capaces de crecer en
ese medio de cultivo y a esa determinada temperatura. Sólo el agua de un 27,7% de los
pozos analizados presentó recuentos de aerobios mesófilos inferiores a 100 UFC ml-1.
Estos recuentos deben tomarse como resultados circunstanciales, pues pueden variar
rápidamente. Por ello debe tenerse siempre presente que un solo dato nunca refleja las
condiciones que existen en un determinado cuerpo de agua (Ortiz 1977).
El 34% de las muestras analizadas cumplieron con el requisito de ausencia de
coliformes totales en agua para consumo humano. No obstante, la mayor parte del
66% de las muestras restantes, no sobrepasaron el valor límite especificado de 2000
NMP 100 ml-1 (República de Venezuela 1995), para determinar que son aguas, que
desde el punto de vista microbiológico pueden ser acondicionadas con la sola adición
de desinfectantes.
Aunque la mayoría de las bacterias pertenecientes al grupo de los coliformes tota-
les no son peligrosas, su presencia en agua es preocupante, por cuanto no es el hábitat
natural (APHA et al. 1992). Pero la ausencia de coliformes no implica que no haya
otras bacterias en el agua, pues por ejemplo, Pseudomonas, es capaz de crecer en agua
potable. Bordner y Winter (1978) reportan que es posible que recuentos de aerobios
mayores de 500-1000 UFC ml-1 repriman o insensibilicen las pruebas de coliformes.
Además, la ausencia de indicadores microbiológicos, no garantiza una muestra de
agua pura, pues no existe relación entre la presencia de un indicador bacteriano y otros
contaminantes, por ejemplo, metales pesados o pesticidas (Lynch y Poole 1980).
El grupo de coliformes fecales no se detectó en un 72% de las muestras, cum-
pliendo las mismas con el requisito respectivo para agua potable. El 89% no sobrepasó
el límite establecido para el riego de vegetales; el 93% puede ser utilizada para uso
pecuario y sólo un 4% presentó una cantidad tan elevada que inhabilita el agua para
cualquier uso.
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Llama la atención que sólo el 56% de los pozos estudiados cumplió el requisito de
ausencia de estreptococos fecales para agua potable, corroborando que este grupo de
organismos puede sobrevivir por más tiempo condiciones ambientales desfavorables.
Es por ello que la OMS (1972), los recomienda para confirmar el origen fecal de la
contaminación en casos dudosos.
El último grupo analizado fue el de los hongos. Los mismos incluyen a las especies
filamentosas o mohos al igual que a las levaduras. Se tiene establecido que los recuen-
tos no deben sobrepasar las 10 UFC ml-1 (República de Venezuela 1980) y el 93% de
los resultados obtenidos tanto de mohos como de levaduras estuvieron dentro de ese
límite. El recuento más elevado de mohos fue de 2,5 x 10 y el de levaduras 1,0 x 102
UFC ml-1. Sobresalió que no se detectaron mohos en el 56% de las muestras, ni
levaduras en el 87% de las mismas. También resaltó, que los mayores recuentos de
mohos (2,5 x 10 UFC ml-1) se encontraron en los pozos con más alto contenido de
sólidos disueltos y cloruros (Municipio Maneiro).
Análisis físico-químicos
Los sólidos totales disueltos en agua potable, según la normativa venezolana
vigente no deben sobrepasar los 1000 mgl-1, pues pueden inducir a reacciones fisioló-
gicas desfavorables. El 18% de los pozos investigados acataron el requisito (Tabla 1).
Por otra parte, el agua para el riego con alto contenido de sólidos solubles contribuiría
a la formación de costras en el terreno (EPA 1973). La normativa venezolana en este
sentido establece un límite de 3000 mgl-1. Sólo el 58% de las muestras acataron este
lineamiento, entre ellas, todas las del Municipio Arismendi.
La salinidad del agua del 85% de los pozos fue superior al 1,1 ‰. El menor pro-
medio hallado fue en el Municipio Arismendi (0,05 ‰) y el mayor, sin considerar los
pozos que resultaron de agua de mar, fue de 8 ‰ en los municipios Antolín del Campo
y Gómez.
Los valores de pH del agua oscilaron de 6,35 hasta 8, encontrándose dentro de los
límites recomendados (6,5-8,5).
Sólo el 13% de los pozos (Tabla 1) presentaron valores de cloruros por debajo de
250 mgl-1. Concentraciones superiores afectan el sabor del agua y pueden corroer los
metales en el sistema de distribución, especialmente en aguas de escasa alcalinidad
(OPS 1985). El origen de los mismos puede ser la cercanía de la costa o por contami-
nación con aguas residuales, ya que estos iones se hallan en grandes cantidades tanto
en la orina de seres humanos como de animales.
El agua de la totalidad de los pozos investigados en los municipios Gómez,
Macanao, Mariño y Tubores excedieron el valor permitido de dureza total (500 mgl-1
de CaCO3). Únicamente el 12% de las muestras cumplió el requisito (Tabla 1). Con-
centraciones elevadas de dureza total conllevan a problemas económicos, pues pueden
formarse depósitos de incrustaciones, se desgastan los utensilios domésticos y hay un
mayor consumo de detergente. Tampoco bajas concentraciones son deseables, pues el
agua blanda con una dureza inferior a 100 mg l-1 puede ser corrosiva para las cañerías
124 Pozos de agua, Isla de Margarita
Tabla 1. Porcentaje de pozos, según el parámetro, que no cumplen con las normas vigentes para
el agua potable, basado en 47 pozos en la isla de Margarita.
Parámetro % de pozos
Sólidos Disueltos 81
Cloruros 86
Dureza Total 87
Calcio 21
Magnesio 91
Sulfatos 13
Alcalinidad 54
Hierro 41
Fosfato 8
Elevado contenido de hierro es indeseable por sus efectos sobre el sabor, manchas
en la ropa y acumulación de depósitos en el sistema de distribución. Las sales de hierro
en el agua para riego pueden contribuir a la acidificación del terreno y el hierro
precipitado incrementaría la fijación de elementos esenciales tales como el molibdeno,
que pueden causar toxicidad en el forraje (EPA 1973).
El fósforo aparece en aguas naturales la mayoría de las veces en forma de fosfatos.
Este nutriente es esencial para el crecimiento de plantas y puede ser el que limita la
productividad primaria de un cuerpo de agua (APHA et al. 1992). Para el agua potable
envasada la concentración máxima admisible para fosfatos (PO43-) es de 0,5 mgl-1. Los
fosfatos se analizaron en 37 de los 47 pozos. En más de la mitad de ellos (54%) no se
detectó, y en el 92% se acató el requisito (Tabla 1). La mayor cifra obtenida (12,3 mgl-1)
corresponde a uno de los pozos de agua de mar ubicados en el municipio Maneiro,
quizás por estar infiltrándose agua de la costa afectada por contaminación antro-
pogénica. Esto es apoyado por el resultado (23 NMP 100 ml-1) del análisis de estrepto-
cocos fecales, grupo de indicadores que resultan más resistentes a las condiciones de
salinidad que el grupo coliformes. Por otra parte, sólo en los municipios Gómez,
Maneiro y Mariño se hallaron valores de fosfato superiores a los recomendados para
el agua potable envasada.
- -
Los nitratos (NO3 ) y nitritos (NO2 ) se cuantificaron en 40 de los 47 pozos. De
-
ellos, el 63% presentaron niveles inferiores al valor guía, 10 mg NO 3 - Nl-1 como
concentración máxima deseable en agua potable (República de Venezuela 1992).
-
La presencia de NO 3 puede producir enfermedades graves e inclusive mortales.
Es común encontrar altas concentraciones de NO3- en pozos ubicados en granjas o en
comunidades rurales, debido a la falta o inadecuada protección del área, por la
existencia de tanques sépticos o por el uso de fertilizantes que pueden percolar al
subsuelo (EPA 1973). Se han hecho reportes de peligrosidad para lactantes y niños de
-
más edad cuando la concentración de NO3 ha sido superior a 45 mgl-1, ya que al
-
reducirse a NO2 en el cuerpo humano puede provocar metahemoglobinemia (OMS
1972), lo que produce interferencia en la capacidad de transportar oxígeno en la sangre
de los niños.
Los mayores porcentajes de incumplimiento con respecto a NO3- se hallaron en
los municipios Antolín del Campo (promedio de 12,3 mgl-1) y Díaz (14,2 mgl-1), quizás
debido a que estas zonas son agrícolas y es posible que los agricultores utilicen nitrato
de potasio y nitrato de amonio como fertilizantes. También es posible que el cemento
que se emplea para revestir las paredes de los pozos contenga nitratos solubles
(Larrañaga et al. 1999). Valores excesivamente altos de NO3- se hallaron en
determinados pozos ubicados en los municipios Antolín del Campo (31,9 mgl-1);
Arismendi (38,9 mgl-1); Díaz (40,5 mgl-1); Gómez (35,7 mgl-1) y Maneiro (32 mgl-1).
La presencia de NO3- en el agua destinada a riego (EPA 1973) pudiera considerarse
más una ventaja que un inconveniente.
El valor guía de NO2- en agua potable para consumo humano es más bajo que el
permitido para NO3-, 0,002 mgl-1. Sólo se les investigó el contenido de nitritos a 38
126 Pozos de agua, Isla de Margarita
Análisis estadísticos
Las pruebas de ANOVA demostraron que existen diferencias significativas (p <
0,05) en el contenido de mohos, sólidos solubles, cloruros, salinidad, dureza, calcio,
sulfato, fosfato y nitritos de los diferentes pozos, según su ubicación por municipios. En
el análisis “a posteriori” de rangos múltiples, para el 95% de nivel de confianza, se
hallaron dos grupos. Uno lo conformaban los pozos del municipio Maneiro y el otro,
los pertenecientes a los otros municipios. Esto era de esperarse, por cuanto dos de los
cuatro pozos estudiados en Maneiro eran de agua de mar por estar muy cercanos a la
orilla de la playa.
También existieron diferencias significativas (p < 0,05) entre los recuentos de
aerobios mesófilos y los de coliformes totales. El análisis “a posteriori” de rangos
múltiples, para el 95% de nivel de confianza, detectó dos grupos, uno los pozos del
municipio Arismendi con los mayores promedios obtenidos y el otro conformado por
las aguas de los pozos de los siete municipios restantes. De este último grupo, los
valores más altos, tanto para aerobios como coliformes totales, pertenecieron a los
pozos ubicados en Díaz y Maneiro.
De igual forma, se hallaron diferencias significativas (p < 0,05) entre los valores de
hierro. Se determinó la existencia de dos grupos, uno conformado por los pozos que
presentaron el mayor contenido de hierro (Mariño y Macanao), y el segundo grupo
conformado por los pozos de los municipios restantes. De estos últimos, los de
Arismendi, presentaron el menor contenido de hierro, con un promedio de 0,23 mgl-1.
No se detectaron diferencias significativas (p < 0,05) en los resultados de estreptococos
fecales, levaduras, magnesio, alcalinidad, temperatura y nitratos.
Para determinar la relación entre las características microbiológicas y físico-
químicas del agua de los pozos, se aplicó una correlación de Pearson. Existe una corre-
lación positiva, de considerable a fuerte, entre los recuentos de aerobios mesófilos y los
coliformes totales, coliformes fecales y estreptococos fecales determinados (“r”= 0,79;
0,69 y 0,80 respectivamente, p < 0,05). Debido a que las bacterias encontradas en el
agua son principalmente de tres tipos: acuáticas naturales, microorganismos residentes
en el suelo y microorganismos que normalmente habitan el intestino del hombre y
otros animales (Harrigan y McCance 1979), pudiera esto señalar que los recuentos de
aerobios obtenidos eran principalmente bacterias indicadoras de origen fecal más que
las correspondientes a las bacterias autóctonas del medio acuático.
Igualmente, se halló una relación positiva entre los coliformes totales con los
coliformes fecales y estreptococos fecales (“r”= 0,79 y 0,77, p < 0,05). A su vez, como
era de suponer, los estreptococos fecales se relacionaron positivamente con los
coliformes fecales (“r”= 0,82, p< 0,05), corroborando que estos indicadores son sin
lugar a dudas de origen fecal.
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Tabla 2. Agua potable destinada a consumo humano. Número de pozos, por municipios de la isla
de Margarita, de acuerdo a si sus aguas acatan los requisitos microbiológicos y físico-
químicos. Categorías: 1= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos y físico-
químicos. 2= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos pero no los físico-químicos.
3= Pozos que no acatan los requisitos microbiológicos pero si los físico-químicos. 4= Pozos
que no acatan ninguno de los requisitos. 5= Pozos que no cuentan con suficiente
información para clasificarlos. 6= Número total de pozos por municipios.
Categoría Antolín Arismendi Díaz Gómez Macanao Maneiro Mariño Tubores Total
del
Campo
1 0 0 0 0 0 0 0 0 0
2 3 0 2 0 0 0 0 0 5
3 0 0 1 0 0 0 0 0 1
4 9 3 5 4 2 3 1 3 30
5 4 4 0 2 0 1 0 0 11
6 16 7 8 6 2 4 1 3 47
Tabla 3. Agua destinada a riego de vegetales para consumo humano. Número de pozos, por
municipios de la isla de Margarita, de acuerdo a si sus aguas acatan los requisitos
microbiológicos y físico-químicos. Categorías: 1= Pozos que acatan los requisitos
microbiológicos y físico-químicos. 2= Pozos que acatan los requisitos microbiológicos
pero no los físico-químicos. 3= Pozos que no acatan los requisitos microbiológicos pero si
los físico-químicos. 4= Pozos que no acatan ninguno de los requisitos. 5= Pozos que no
cuentan con suficiente información para clasificarlos. 6= Número total de pozos por
municipios.
Categoría Antolín Arismendi Díaz Gómez Macanao Maneiro Mariño Tubores Total
del
Campo
1 6 3 6 1 0 1 0 1 18
2 9 2 2 4 2 3 1 1 24
3 0 0 0 0 0 0 0 0 0
4 0 0 0 0 0 0 0 0 0
5 1 2 0 1 0 0 0 1 5
6 16 7 8 6 2 4 1 3 47
128 Pozos de agua, Isla de Margarita
Conclusiones
No puede clasificarse el agua de ninguno de los 47 pozos investigados como apta
para consumo humano, de acuerdo a los criterios evaluados.
Al considerar en conjunto los análisis microbiológicos y físico-químicos, el agua del
38 ‰ de las muestras (18 pozos) resultó ser apta para utilizarla con fines de riego de
vegetales, pero obviando la salinidad. El valor máximo de salinidad determinado en
estos pozos alcanzó 2 ‰.
Las pruebas de ANOVA (una vía) señalaron diferencias significativas (p < 0,05)
para los recuentos de aerobios mesófilos y el NMP de coliformes totales. El agua de los
pozos ubicados en el municipio Arismendi, presentaron los mayores promedios y
conformaron un grupo diferente a la de los otros siete municipios. También se hallaron
diferencias significativas en los conteos de coliformes fecales y de mohos. En este
sentido, los mayores promedios correspondieron al agua del municipio Maneiro.
No se hallaron diferencias significativas (p < 0,05) en los resultados microbio-
lógicos pertenecientes a levaduras y los estreptococos fecales.
En los análisis físico-químicos también se hallaron diferencias significativas (p <
0,05), determinándose la existencia de dos grupos, uno de los cuales está formado por
los pozos del municipio Maneiro.
Las pruebas de correlación de Pearson, señalaron la existencia de una asociación
fuerte (p < 0,05) entre los recuentos de aerobios mesófilos y el número de coliformes
totales, coliformes fecales y estreptococos fecales presentes en las muestras de agua. Los
mohos, a su vez, lo hicieron de una manera muy fuerte (p < 0,05) con los sólidos
disueltos, salinidad, dureza total y calcio.
Nota. Los datos crudos de cada uno de los pozos considerados en el presente trabajo se encuentran
en el Informe Técnico EDIMAR: Características Microbiológicas y Físico-Químicas de las Aguas
Subterráneas de la Isla de Margarita (Período 1994-1999). Iriarte R., M. M. y Marín, M. 2002. 113
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