Se conoce como oscurantismo a la oposición sistemática a la transmisión y la propagación
de conocimientos y acontecimientos tratando de ocultarlos o incluso exterminarlos. Como
es conocido, en la Edad Media se trató de ocultar por ejemplo por más de trecientos años algo ahora evidente y útil y es que la tierra gira alrededor del sol y no es el centro del universo. El oscurantismo trata de mantener vivos preceptos o conocimientos que en algún momento fueron aceptados y que pudieron aportar, pero que luego son un verdadero retraso para la humanidad. En la actualidad vivimos un proceso similar con la que se ha llamado “la era del petróleo”. Una corta era, con menos de 200 de los 4500 millones de años que se calcula tiene la tierra. Para los humanos ha representado avances importantes en varios campos como el tecnológico, pero al mismo tiempo ha tenido efectos para el planeta que no se veían hace millones de años como la pérdida de más del 50% de la diversidad de especies que lo habitaban, debidas al cambio climático, la acidificación de los océanos, las lluvias ácidas, entre otros. Desde el comienzo de la Revolución Industrial, los combustibles fósiles se han utilizado como fuentes de energía. En 1900 el carbón constituía alrededor del 80% del consumo de energía en Estados Unidos. En menos de 20 años, ese consumo se redujo a la mitad y en menos de 40 años a una quinta parte, a medida que el petróleo fue desplazando al carbón como principal fuente de energía mundial. (FMI 2017) De un barril de petróleo de calidad promedio, se refina en su mayoría en gasolina, diesel, fuel oil, el jet fuel y el bunker, de estos se emplean para los automóviles alrededor del 45% del consumo mundial según el Fondo Monetario Internacional (2017), también para calefacción y la producción de plásticos y sus derivados que causan daños a los ecosistemas por su desmedido consumo y manejo. Esperando que la humanidad alcance otras eras, lo que verán nuestros predecesores de esta “edad del petróleo” serán toneladas de desechos fabricados de dicha sustancia en suelos, ríos, océanos incluso en los seres vivos, probablemente se llegue a pensar que eran parte de lo que se consumía en el alimento humano y de otros animales. Debido a los grandes cambios que ha generado en la vida en el planeta y otros cambios económicos y avances tecnológicos, incluso algunos productores de petróleo y fabricantes de automóviles en el mundo se están preparando para el fin de la era del petróleo, el jeque Ahmed Zaki Yamani de Arabia Saudita, cabeza de la política petrolera de su país durante más de 20 años dijo en el año 2000 “La edad de piedra llegó a su fin, pero no porque se agotarán las piedras y la era del petróleo llegará a su fin, pero no por el agotamiento del petróleo” y estimo alrededor de 20 años para el fin de la misma. Según proyecciones del Foro Económico Mundial, las energías solar y eólica no subsidiadas, que ya son competitivas en 30 países, serán más baratas que el carbón y el gas natural en más del 60% del mundo en los próximos años. El Fondo Monetario Internacional predice que para 2040 los vehículos eléctricos podrían representar el 90% del parque automovilístico en las economías avanzadas y más de la mitad en las economías de mercados emergentes.
(1) Iforme Carga de Enfermedad Ambiental en Colombia realizado por el Observatorio
Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) Sin embargo, algunos de los principales favorecidos del negocio del petróleo que se encuentran en el poder, se aferran a prolongar una era en decadencia, a imponer a la humanidad otra etapa de oscurantismo y a tratar de frenar o bloquear la implementación de tecnologías energéticas que ya hace años se desarrollan y que con los avances alcanzados en campos como el automotriz, en pocos años se implementaría el cambio en el planeta. Como resultado además de disminuir los efectos adversos de la era del petróleo, permitirían un aumento significativo de la capacidad creativa en diferentes niveles de la manifestación humana debido principalmente al aumento de la libertad en su uso, movilidad y distribución de la energía. El reflejo de esa etapa de oscurantismo lo vivimos con mucha fuerza en el territorio colombiano, promovido con un servilismo resignado desde instituciones públicas, empresas y ciudadanos que aún continúan obtusamente considerando a los combustibles fósiles como la fuente de energía que inevitablemente se debe usar ahora y en los años venideros, lo que se puede evidenciar en los pocos avances normativos, de inversión, cambio tecnológico y desarrollo científico, en la aprobación del fracking, subsidios a combustibles fosiles, entre otros. La contaminación del aire es una de los efectos del uso de esos combustibles fósiles que es más evidente para los más 45 millones de habitantes del territorio nacional, especialmente para el 75% concentrados en las ciudades, donde día a día cada persona enfrenta la molestia de sentir el humo de un vehículo en el rostro al caminar por la calle, padecer de rinitis, un familiar con neumonía o un vecino que murió de un paro cardio respiratorio. Más del 95% de la contaminación del aire en las ciudades de Colombia se debe a los combustibles fósiles. A continuación, se describe parte de la problemática que se presenta alrededor de la calidad del aire en las ciudades, los problemas de salud y posibles aportes a su solución a corto, mediano y largo plazo.
Víctimas de la contaminación, sin aire para alzar la voz.
Los humanos inspiramos y espiramos unas 20.000 veces en un día, consumiendo entre cinco y seis litros de aire por minuto, cerca de 8000 litros por día. Se imagina usted tomando esa cantidad por ejemplo de agua en un día y que estuviera contaminada?. Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que provoca 7 millones de muertes anuales por causas directamente relacionadas la polución, según la Organización Mundial de la Salud la Organización Mundial de la Salud (2018). La contaminación ambiental es el mayor desafío para la salud pública mundial y en cuanto a riesgos ambientales, la mayor amenaza para la salud en el mundo afirma la OMS. Sin embargo, en Colombia continuamos subestimando a las más 10.000 personas (1). que mueren cada año por la contaminación del aire. La mala calidad del aire iguala o supera a las muertes por el conflicto armado en el país. Según el El Plan de Gestión de Calidad de Aire del Valle de aburrá, si la tendencia de muertes continua como va, en esa región para el 2030 el 31,7% de las muertes no accidentales serán atribuibles a la contaminación del aire.
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Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) Las normas en Colombia para los limites de los contaminantes, al parecer no consideran que se trata de muertes especialmente de niños y adultos mayores que son poblaciones más vulnerables. Pues estas normas permiten concentraciones por ejemplo de partículas que duplican las recomendadas por la organización mundial de la salud: Para las partículas consideradas de alta peligrosidad por su pequeño tamaño y capacidad de penetración en el organismo por ejemplo, la Organización mundial de la Salud recomienda 10 ug/m3 como promedio anual para PM 2.5, en Estados Unidos la norma es 12 ug/m3. En Colombia es 25 ug/m3, más del doble de la recomendada por la OMS mismo valor es aplicado en la Unión Europea. Así mismo La Organización mundial de la Salud recomienda un nivel máximo permisible para material particulado (PM10) de 50 ug/m3 para 24 horas, sin embargo, la norma colombiana establece un nivel máximo permisible de 100 ug/m3. Será que en Europa y Estados Unidos la vida de una persona vale dos veces más que en Colombia?. También se han determinado los costos económicos del efecto a la salud, el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) determina que "la exposición de la población a la contaminación del aire tiene efectos negativos en la salud, generando costos sociales y económicos representados en enfermedades, restricción en el desarrollo de actividades, atenciones por el sistema de salud y muertes. En el país, estos costos se estiman en 12,3 billones de pesos, equivalentes al 1,5 % del PIB del año 2015”. La poca relevancia que se le ha dado al tema en inversión es tal que actualmente Colombia no cuenta con un Plan Nacional para mejorar la Calidad del Aire que establezca cambios de fondo a las políticas, entre otros, con relación a los combustibles fósiles y la entrada rápida de tecnología que permita su pronto mejoramiento y reemplazo como está ocurriendo en países donde sí se valora la vida de las personas. En Colombia, el 17 % de las muertes por contaminación del aire se produjeron por enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire en interiores, según la actualización a 2015 del estudio que presenta los costos por muertes y enfermedades asociadas a la degradación ambiental en Colombia del Departamento de Planeación Nacional (DPN). Colombia no cuenta con normatividad para aire en interiores.
Subestimación de la problemática del aire en Colombia.
No podemos modificar las condiciones físicas de los territorios, por ejemplo, en el valle de Aburrá las montañas alrededor, las nubes y circulación de los vientos, pero sí se puede controlar las emisiones. Para los combustibles la Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda un máximo de 10 partes por millón de azufre en el Diesel, pero en Colombia tenemos diésel con 50 ppm, es decir 5 veces más alto, que cumple con lo que establece la regulación nacional. Así mismo para la gasolina la OMS recomienda máximo 50 ppm y en Colombia es de 300 ppm que cumple con la norma Nacional. Es decir, el combustible en la Unión Europea por ejemplo es 5 veces más limpio y en esa medida menos perjudicial para la población que aquí en Colombia. En los años 90, en Medellín se comercializaba diésel de 4.500 ppm y fue por la presión ciudadana que se bajó al nivel actual de 50 ppm. pero aún estamos lejos de los límites necesarios para condiciones de vida saludables.
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Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) Otro aspecto importante a considerar es el del arbolado y las zonas verdes que ayudan a atenuar la carga contaminante. Un estudio de la investigadora María del Pilar Arroyave, de la Escuela de Ingeniería, mostró que en donde hay árboles la temperatura se reduce hasta 4 grados centígrados, disminuyendo el efecto de isla de calor que torna más cálido el clima en las zonas urbana, también encontró que el arbolado de Medellín atrapa al año al menos 228 toneladas de contaminantes diversos, entre ellos 32 toneladas de material particulado de tamaño de 2,5 micras, culpable directo de las contingencias ambientales De acuerdo con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, el Valle de Aburrá debería tener un árbol por cada tres habitantes, pero no alcanza a ser ni medio, Lo mismo pasa con las zonas verdes, que llegan a 4,5 metros cuadrados en la ciudad y la OMS recomienda 10 metros cuadrados por habitante.
Solución a la problemática de la contaminación del aire en las ciudades de Colombia.
Lo más importante es que se pase de las medidas transitorias y de contingencia que se toman actualmente como la de pico y placa, que solo extienden la problemática, pero no la solucionan, a medidas de fondo y a largo plazo que contribuyan a dar solución permanente a la calidad del aire en las ciudades. Inicialmente se debe mejorar la calidad de diésel, la gasolina, el carbón de acuerdo con estándares internacionales de salud, incluso con aditivos a los aceites, ya que durante el periodo de transición a combustibles y energías menos contaminantes se debe garantizar el menor daño a la salud de la población. Por ser un crítico problema de Salud pública se debe Implementar un sistema Integrado de Vigilancia Epidemiológica en el país que permita conocer la incidencia de los diferentes gases y partículas generados especialmente de la tecnología que además van cambiando de acuerdo a los avances, (vehículos, maquinaria industrial, minería y los nuevos componentes que llegan a la población) para poder medir de manera oportuna sus efectos en la salud de la población, darlo a conocer a la sociedad y aportar a dar respuesta con prontitud a esos resultados. Así como ampliación del conocimiento, equipos y personal en las áreas de la salud de las formas de tratamiento asociadas a las enfermedades que aumentan con esta problemática. Fortalecimiento de la investigación científica y tecnológica, que como en el caso de Medellín continua con el desarrollo de herramientas e instrumentos que permiten evaluar efectos a la salud, medir las emisiones, fuentes y tipos de gases y partículas y aportan a la gestión de la calidad del aire y la toma de decisiones con criterio científico. Con la cobertura geográfica y la inclusión de los diferentes tipos de fuentes, tipos de contaminantes que puedan ir adaptando de acuerdo con los cambios tecnológicos implementados por la sociedad Cambio por fuentes de energía renovable no contaminante para transporte e industria, se han realizado algunas pruebas de vehículos eléctricos por ejemplo en Bogotá con los Taxis, en Medellín por parte de epm con bueses, el Concejo de Medellín probo el Acuerdo 93 de 2017 “por medio del cual se incentiva y se promueve el transporte eléctrico en el municipio de Medellín” y cuyo principal propósito es que los buses del sistema Metroplús funcionen con energía y que en el 2030 todo el transporte público urbano de la ciudad se mueva con
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Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) electricidad. Dando algunos avances que requieren mayor compromiso y velocidad en la implementación. Esos cambios tecnológicos deben estar apoyados a sustentos normativos como la prohibición de circulación de vehículos que empleen combustibles fósiles para alrededor del año 2030, Impuestos mayores a vehículos contaminantes y que aumenten año a año, instituciones públicas obligadas a adquirir exclusivamente vehículos que empleen formas de energía renovables no contaminantes desde ahora. Eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, así como el Grupo de las 20 principales economías del mundo acordaron en 2009 eliminar los ineficientes subsidios a los combustibles fósiles. La prohibición de la importación de vehículos que utilicen hidrocarburos a partir del 2030, de manera que desde ahora las empresas y los ciudadanos comiencen con la transición a las nuevas tecnologías. Aumento y promoción de la movilidad activa en los territorios, ciclorrutas, zonas peatonales, desestimulo del vehículo particular. Ordenamiento territorial con criterios sostenibles para la construcción, movilidad, donde se cuente con áreas para el disfrute y para el autoabastecimiento de aire y otros recursos, rescatando valores espaciales por ejemplo áreas similares a los solares de las casas donde se sembraban especies ornamentales, para el alimento, el mejor aire y el encuentro. Así como en las ciudades los corredores verdes, incremento de espacios verdes para juego, deporte y esparcimiento, arbolado urbano y protección de ecosistemas regionales, en las zonas de protección en el resto del territorio. Los anteriores son algunas de las soluciones que pueden aportar a la solución de la problemática que se vive alrededor de la contaminación del aire y que con seguridad hay muchas más que se deben implementar.
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