Cuentos para

niños hechos
por adultos

Superperro
escrito por Eva Carrasco
ilustrado por Gabriela Gemain
Sara era una niña muy linda con un bonito pelo rubio ondulado y unos
preciosos ojos azul mar. Desde pequeñita le habían encantado los animales,
por eso empezó pidiendo a sus padres un hámster al que llamó Bombín. Luego
fue una tortuga a la que bautizó como Mica y después un pez al que llamó
Cloro. Todos habían sido para ella compañeros de juegos en las largas tardes
de verano. Un día llegó Jack, sin duda lo que siempre había ansiado, un lindo
perrito marrón, muy alegre y juguetón, que enseguida quedó encandilado por
la simpatía de Sara.
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Ambos fueron creciendo a la vez como amigos, pero poco a poco, a medida
que la chica se fue haciendo mayor, Jack notaba que ya no quería pasar tanto
tiempo con él. Sara se aficionó mucho a ver series en televisión y había días que
apenas le hacía caso. Jack se acostumbró a esta nueva situación, él adoraba a su
dueña y para nada quería separarse de ella.

Pasaron los días, hasta que llegó uno en que a Sara olvidó dar de comer a Jack.
El perrito no paraba de ladrar pidiéndole su comida, pero ella no dejaba de ver
la televisión. Así que Jack decidió buscar comida fuera.
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 Caminó hacia el parque al que tantas veces había ido con Sara y se
encontró a un gato llamado Sun que viéndole la cara le dijo en tono
burlón:

- “¿No te han dado de comer? Pues yo sí he comido, ja ja ja ja…” –

Jack se enfureció y empezó a perseguir al gato y sin darse cuenta se coló

en un basurero lleno de vertidos tóxicos. De repente, algo sucedió. Su
cuerpecillo de perro empezó a transformarse y vio cómo se convertía
en otro mucho más grande y fuerte. Pero lo más sorprendente fue que
tenía superpoderes y que ¡podía volar!
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Sin dudarlo un minuto, comenzó a elevarse hacia la ciudad en busca de
comida. Voló por encima del canal de Chacao y llegó a Puerto Montt, donde
por fin, divisó una tienda de comida para perros de la que cogió una enorme
bolsa de su alimento favorito.
Mientras tanto, Sara empezó a notar que algo le faltaba. Decidió apagar
la televisión y entonces se percató de que Jack había desaparecido. ¿Dónde
estaba su lindo perrito?
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Se dirigió a casa de su vecina Rosita y le preguntó si había visto a Jack, pero la
respuesta no fue la esperada. Sara empezó a llorar. Se había dado cuenta que
por culpa de la televisión, apenas había hecho caso a su amigo favorito.
Rosita calmó a su amiga y le dijo:
- “Vamos a pegar carteles por todos los árboles, seguro que alguien habrá
visto a Jack”.- y así lo hicieron.
Llenaron media ciudad con fotografías del can.
Sara regresó a su casa muy apenada.
 Jack, por su parte, después de dar buena cuenta del saco de comida, decidió
regresar a casa junto a Sara. Echaba mucho de menos a su amiga y se arrepintió
de haberse ido de casa. Con este pensamiento, emprendió el camino de
vuelta y cuál fue su sorpresa cuando en mitad del vuelo sus superpoderes
desaparecieron y cayó en picado sobre una barca que navegaba por el canal.

La corriente lo arrastró hasta una orilla donde había un pescador. Éste,

cuando vio a Jack se dio cuenta de que era el perrito que aparecía en las fotos
que estaban colgadas por toda la ciudad. Sin perder un momento, cogió a Jack
y lo llevó a la dirección indicada en los carteles.

Cuando Sara abrió la puerta y vio a Jack, no pudo dejar de llorar de alegría. El
perro no paró de lamer la mano de su dueña y agitaba su cola de pura felicidad.
¡Qué bonito reencuentro!
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 Sara le dio las gracias amablemente al pescador y le prometió a Jack que sólo
vería la televisión media hora cada día para dedicar el resto del tiempo a él. Y
Fin
es que, con lo que había sucedido, Sara se había dado cuenta de lo importante
que es tener amigos y mascotas con las que jugar y lo divertido y gratificante
que es pasar tiempo con ellos.

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 Gracias al trabajo de muchas personas que de forma voluntaria y sin ánimo de
lucro, han puesto a disposición su tiempo y su talento, este libro está disponible
para todos los niños que quieran y/o necesiten leer.
Agradecemos, especialmente, al autor e ilustrador que ceden sus derechos para que
esto sea posible y a DeVerbena por la maquetación de los cuentos.
Cámara Mágica, permite la descarga total y/o parcial de los contenidos para
actividades educativas, culturales o simplemente para satisfacer el gusto e
interés por la lectura.
Una producción de Cámara Mágica en colaboración con DeVerbena.

Coleccion Fabrica de Cuentos

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