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Las mujeres en el reinado de Pedro I
de Castilla, Un anilisis
de la Crénica del Canciller Ayala,
desde una perspectiva de género
Covadonga VALDALISO Casanova
Universidad de Valladolid
En 1929 Virginia Woolf expuso la necesidad de rescribir la Historia
Su propuesta se basaba en una evidencia: cuando se introduce en la histo.
fia tradicional un nuevo protagonist, la mujer, dicha historia pasa a ser
sélo una historia en masculino. Cuando la historia tradicional hasta en.
trado el siglo XIX, la de los grandes acontecimientos, la de los avances téc-
nicos, las guerras, el movimiento de fronteras, las revoluciones sociales,
pasa a reformularse como tna historia de lo femenino, hablamos también
de una historia de la paz, de la afectividad, de la vida privada ), Nada de
esto nos es hoy ajeno, y en nuestros dias junto a una historia politica 0 so-
cial convive una historia de la mentalidad y de los sentimientos, siendo los
Limites entre unas y otras poco precisos, porque la realidad no es un con-
junto de subconjuntos sino un todo en el que interaccionan mileples par.
tes. El modo en que la Historia de a mujer se encuades en todo ello es mds
complejo. Partamos de que la llamada cuestién femenina, 0 el estudio del
Papel de Ia mujer en la Historia y la problemética que conlleva la elabora-
cién de una Historia de la mujer, slo comenzé a plantearse a partir de los
aos setenta, en relacién con los movimientos ferninistas que trataban de
contestar el orden establecido en Ja sociedad occidental. Desde ahi los
avances han sido considerables, y hoy existen numerosas obras que abor-
dan el tema, ocupandose de investigar aipectos concrews del mundo fe
menino, analizando las dificultades que enconttamos al intentar
aproximarnos a una mujer de tiempos pretritos, o aportando nuevas pro-
(1) Jost Marroso, “A males ea Funli”en A eerite da Hsin Tria ¢ Meade, Lise
boa, Ed. Estampa, 1997, pp. 181-194,250 [Co\ADONGA VALDALISO CASANOVA
puestas metodolégicas. Este tipo de estudios,calificados por algunos co-
Imo apéndice 0 suplemento ala historia ya formulada, entiquecen ese pasa-
do que explica nuestro presente y constituyen la via para construir una
Historia que recoja a ambos sexos. El creciente niimero de aportaciones en
este sentido se ejemplifica, para el caso de la Casilla medieval, con los re-