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1.

Migración en peces

La migración es una de las palabras que más usamos, en un sentido amplio. Sin
embargo, en términos de describir fenómenos biológicos, es difícil encontrar una
definición que abarque las múltiples interpretaciones que se le puede dar, con todas
sus implicaciones. El significado también dependerá del grupo biológico en estudio. A
pesar de todas las definiciones que se le puede atribuir, en general, podemos estar de
acuerdo que la migración involucra el movimiento de individuos o poblaciones de un
lugar, usualmente bien definido, a otra área o ambiente (Metcalfe et al., 2002). La
migración involucra numerosos aspectos que no se limitan únicamente al cambio
geográfico de las especies, es un fenómeno que trasciende taxones, formas y
ambientes (Pörther et al., 2010).

Las migraciones, en muchos casos, ocurren debido a que un mismo ambiente no


cumple con los requerimientos de la población para completar su ciclo de vida, por
ejemplo, cuando la temperatura óptima de crecimiento es diferente a la temperatura
óptima de reproducción. En otros casos, son altos los beneficios en términos de la
adecuación de los individuos de moverse alternativamente de un ambiente a otro
(Binder et al., 2011), por ejemplo, consumir una mayor diversidad de alimento con
alto nivel calórico.

En cualquiera de las definiciones dadas a migración, es importante destacar que ésta


influye en dos niveles, por un lado en lo individual y por otro en términos
poblacionales. En ambos casos, en la migración esta implícito el reconocimiento de
adaptaciones para poder cambiar de ambientes en la búsqueda ya sea de recursos o
bien, de condiciones óptimas para reproducirse. Commented [jt1]: cita

En peces, se reconocen tres clasificaciones, basadas arbitrariamente con su relación


con el agua de mar o con aguas epicontinentales, 1) Oceanódromos, son peces que
migran en el océano, por ejemplo; el atún (Thunnus sp.); 2) Potádromos, los peces que
se desplazan en agua dulce, como la trucha común (Salmo trutta) 3) Diádromos, los
que se reproducen en agua dulce y se alimentan en agua marina, llamados anádromos,
por ejemplo el salmón (Oncorhynchus sp.) o visceversa, los que se alimentan en agua
dulce y desovan en aguas marinas, nombrados como catádromos, ejemplo de esto es
el robalo blanco (Centropomus undecimalis) y los que se desplazan entre las aguas sin
fines reproductivos son llamados anfídromos, como las lisas (Mugil sp).

En el origen de los movimientos migratorios existen dos tipos de factores, exógenos y


endógenos. Los primeros corresponden a aquellos que originan respuestas a factores
del medio físico o variaciones fisicoquímicas. Dentro de los factores ambientales se
encuentran la temperatura (aparentemente la más importante), concentración de
oxigeno, fotoperiodo (importante en salmónidos) variaciones gravitacionales (Salmo
sp., Alosa sp.), cambios hidrostáticos de ritmo mareal (Gobio sp.) y la corriente. En
relación con los factores orientativos, durante la migración en hábitats fluviales la
orientación es un poco mas sencilla que en lugares abiertos, la navegación es una
tendencia a orientarse con la corriente (reotaxis negativa) o contra ella (reotaxis
positiva), numerosos estudios han empleado el uso de CO2 y antibióticos para
bloquear los componentes de la línea lateral que están involucrados en el proceso del
comportamiento reotáctico, concluyendo que los neuromastos (componentes de la
línea lateral) juegan un papel muy importante en la percepción de los cambios de
presión y flujo del medio acuático (Blinder et al., 2011). En el caso de las migraciones
en mar abierto, la orientación esta determinada por las corrientes oceánicas, en otros
casos, los organismos poseen adaptaciones morfológicas del tipo acústicos (a nivel de
oído interno), para poder orientarse (Metcalfe et al., 2002). Otros componentes
importantes para la orientación son, el ángulo solar y lunar (migraciones
superficiales) campos magnéticos (migraciones profundas), olfato y visión donde el
contacto del sustrato es sustancial para orientarse, se reconoce que los cambios por
contaminación pueden tener un efecto negativo en el retorno o ruta de migración
(Rocha y Gasca, 2007).

Los factores endógenos, por otro lado, son aquellos que son propios del organismo y
que responden a los cambios fisicoquímicos del ambiente. Los peces migratorios, han
desarrollado un ciclo de vida estratégicamente relacionado con la variabilidad
ambiental a escala espacial y temporal (Ayala-Pérez et al., 2012). Lo que parece que
desencadena el proceso de migración, es la interacción de ciertos factores del
ambiente y la respuesta fisiológica del pez, como es la producción de hormonas
tiroideas y corticoesteroides (Granado-Lorencio, 2002), los cuales requieren como
iniciador cantidades precisas de Yodo, el cual lo obtienen a través de la alimentación.
Otro tipo de factores endógenos, son los relacionados con los ciclos de vida
(reproducción y alimentación), por ejemplo la producción y sobrevivencia tanto de los
gametos como de los embriones; como en el caso de las migraciones catádromas.
Coward (2002) indicó que la baja salinidad causa la pérdida de viabilidad de los
gametos y la muerte de los embriones de las especies de peces que desovan en
ambientes marinos debido a las deficiencias en la regulación osmótica celular. En
contraste, otra estrategia reproductiva, es la que utiliza Micropogonias furnieri, la cual
desova en distintas salinidades, lo que favorece el éxito de la progenie al proveer una
estrategia valiosa en el aprovechamiento de recursos y la posibilidad de colonizar
nuevos ambientes (Hernández-Vidal et al., 2014).

Por otro lado, un tipo de factor endógeno son los de respuesta conductual, estos
pueden ser acíclicos, cuando se realizan como recuerdo del pasado inmediato; entre
ellos se encuentran los relativos a la búsqueda de la presa, evitar al depredador o
colonizar nuevas áreas. Y los cíclicos, en los que la especie utiliza información
predictiva del ambiente y se anticipa al cambio (adquisición de información del
medio). Estos movimientos pueden ser diarios y/o estacionales. Aunque se consideran
movimientos migratorios los que presentan cierta periodicidad. Así, el rumbo de la Commented [jt2]: cita

migración parece estar determinado por factores de tipo genético a partir de


estímulos predictivos del ambiente, en un proceso discriminante; por aprendizaje,
adquiriendo información durante los primeros estadios de vida, o como respuesta
grupal. Commented [jt3]: no estoy segura de estas lineas

1.1. Efecto del cambio climático en las migraciones de los peces

Es claro que la tierra esta pasando por un cambio relativamente rápido en el régimen
de temperatura y eso tendrá un impacto en la migración de los organismos. Como se
mencionó anteriormente, la temperatura es quizá el principal factor exógeno en la
migración y puede verse afectado en tres sentidos. Primero, las altas temperaturas,
principalmente en regiones templadas, están reduciendo la abundancia de hábitats
adecuados para muchas especies, limitando el rango sobre el cual la migración puede
ocurrir. Además, los requerimientos térmicos de una especie, por ejemplo, la
temperatura óptima de crecimiento o de reproducción, están siendo modificados, con
varias consecuencias negativas.

Segundo, las poblaciones que están sincronizadas por fotoperiodo, más que por
temperatura, experimentarán altas temperaturas durante su migración. Estas altas
temperaturas pondrán una alta demanda metabólica en las reservas de energía
almacenadas y aumento de la prevalencia de enfermedades, debido a que la cantidad
de energía invertida en mantener la omeostasis del cuerpo, reduciría la cantidad de
energía necesaria para migrar y reproducrise. Resultando en una alta mortalidad en la
ruta de migración.

Tercero, altas temperaturas podrían impactar en los eventos reproductivos o de


desove en los migrantes. El desarrollo larval y embrionario es muy sensible a los
cambios de temperatura. Incluso, leves desviaciones en la temperatura óptima pueden
tener un drástico efecto en el desarrollo, incluyendo deformaciones y una reducción
en la proporción de embriones que se desarrollan a juveniles. No hay información
disponible sobre los efectos en los peces a largo plazo de los pequeños incrementos en
la temperatura. Es difícil predecir en qué medida las especies individuales podrán
adaptar sus estrategias de migración al nuevo régimen de temperatura. Sin embargo,
parece que las especies que experimentan migraciones de larga distancia pueden
estar en mayor riesgo.

El número de estudios vinculados con el cambio climático y peces migratorios se


incrementarán. Desde que estamos consientes de que el cambio climático puede
exceder la capacidad de desarrollo, genético y mecanismos demográficos que las
especies tienen para resolver con el cambio ambiental. El cambio climático presiona a
las poblaciones migratorias, debido a que puede ser un mecanismo para la dispersión
de las poblaciones, para escapar de ambientes desfavorables y colonizar nuevos
ambientes. El efecto de la plasticidad en las historias de vida es considerado uno de los
mecanismos fundamentales para explicar la distribución de las especies después de la
glaciación. Esto es posible si algunos de los peces migratorios pueden mostrar
resilencia al cambio climático, en oposición de los residentes o especies no
migratorias. Es importante recalcar que la resilencia ecológica es dependiente de un
cambio rápido de fenotipo, que ocurre a través de ambos procesos ecológicos y
evolutivos, y que combinados incrementan la resistencia a muchos disturbios y son
expresados a través de la capacidad de reconocer y autoorganizarce y la capacidad de
adaptarse ante las nuevas condiciones .

La capacidad adaptativa es, la expresión de la combinación de rasgos, nombrados


plasticidad fenotípica, cambio de rangos de especies y microevolucion. Además, el
complejo vinculo entre cambio climático y peces migratorios llama al esfuerzo de la
búsqueda trasndiciplinaria, para apoyar las políticas de conservación.

De hecho, las medidas de conservación, como colonización asistida, o desplazamiento


de especies en peligro, están siendo consideradas si las poblaciones no pueden
adaptarse lo suficientemente rápido a la tasa de cambio de habitat favorable, o si ellos
no se pueden dispersarse lo suficientemente rápido.

Ejemplo: Gadus morhua

Brander (2010), presenta algunas de las características sobre el papel que juega el
cambio climático en el declive de las poblaciones de Gadus morhua. Explicando que los
experimentos y estudios comparativos pueden ser aplicados para predecir los efectos
del cambio climático e intentar contrarrestarlos.

El cambio de clima induce cambios en la salinidad (gobernado por la entrada y salida


de agua salina y la precipitación en la cuenca del mar Báltico donde se distribuye esta
especie). La tolerancia a la salinidad y la flotabilidad de los gametos, son dos de los
principales efectos, en el primero por no contar con las capacidades osmoregulatorias
y en el segundo, los gametos pueden quedar en la columna de agua o flotando, de tal
forma que no pueden ser fecundados, alterando la capacidad de reclutamiento.

Menciona además que un efecto indirecto, es el cambio de la estructura trófica, por un


incremento o disminución de los efectos del depredador, competidores, parásitos y
enfermedades. La cantidad y calidad del alimento disponible, puede ser alterado, con
consecuencias en el crecimiento, reproducción y mortalidad.

En el aspecto reproductivo, observó una alteración de la sincronización estacional del


desove de G. morhua, por cambios en la composición de especies de copépodos a
escala estacional, los cuales pueden estar relacionados con los cambios en el clima
regional. Lo anterior es efecto del cambio en la composición del acido graso del
plancton del cual se alimentan los copépodos y que repercute en esta sincronización.

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