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Enseñar y aprender a leer es un tema complicado, las bases de todas las estrategias
educativas se apoyan en el ejercicio de la lectura al ser de las primeras cosas que es
necesario enseñar a los estudiantes. Por lo tanto, sería lógico pensar que los docentes
dominan a la perfección los métodos y apoyos para asegurarse que los alumnos
sepan registrar información y entenderla.
Sin embargo, el último censo del INEGI para medir la frecuencia y calidad de la
lectura en México, no mostró resultados favorables para la población mayor de 18
años. De acuerdo con el censo, 21 de cada 100 mexicanos en este rango de edad
comprenden la mitad o menos de los materiales que leen. Eso es casi una cuarta
parte de la población lectora adulta.
¿Qué nos falta desde el punto de vista educativo para asegurar que todo estudiante
tenga la capacidad de entender lo que lee, tanto en su niñez como en su vida adulta?
El alfabetismo balanceado surgió como una forma de poner fin a estos debates y
establecer un método uniforme de instrucción de la lectura. A pesar de que no se ha
encontrado evidencia de que el aprendizaje por palabra asegure el entendimiento
previo necesario para aprender a leer, como lo hace la fonética, se acordó que los
métodos de enseñanza darían espacio para los dos.
Con esta resolución, la ciencia perdió fuerza como recurso para descubrir e impulsar
métodos de enseñanza basados en cómo funciona nuestro cerebro y no en cómo
“creemos” que funciona.
Una vez establecida esa base, pueden considerarse otros enfoques complementarios
para desarrollar estrategias de enseñanza que sirvan para todos. Estos complementos
son necesarios porque un método basado solo en la fonética, aún si considera la
mecánica básica con las que los niños se acercan al entendimiento de la lectura, no
puede tener éxito en todos los casos si no se construye un conocimiento alrededor de
lo que se está leyendo.
Actividades como leerle a los niños en voz alta, hablar con ellos sobre el tema a
cubrir, que tengan experiencias para formarse un concepto de lo que van a leer,
vuelve el ejercicio de decodificación más fácil.