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TUTORES UCM:
DR. ALFONSO MUÑOZ MARTÍN
DR. JOSÉ LUIS GRANJA BRUÑA
TUTOR ROA:
DR. CF. ANTONIO PAZOS GARCÍA
Facultad de Ciencias Geológicas Universidad Complutense de Madrid
INDICE
Pag.
1.1 Introducción 2
1.2 Objetivos del trabajo e interés del estudio 3
1.2.1 Localización geográfica 4
1.2.2 Marco geológico 6
1.3 Antecedentes 8
CAPÍTULO 3. RESULTADOS 27
CAPÍTULO 4. CONCLUSIONES 44
CAPÍTULO 5. BIBLIOGRAFÍA 46
ANEXOS
- Tabla de posición de líneas
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1.1 Introducción
Dentro de España existen numerosas redes sísmicas de alcance nacional (IGN), regional
(ICC, RIA-UCM) o local. Estas redes utilizan unos modelos de velocidades que son una
simplificación de la estructura sísmica de la corteza, y no tienen en cuenta la gran
heterogeneidad presente en la misma, especialmente en su parte más superficial.
Para una realizar una localización de los terremotos con un ajuste óptimo, es necesario
caracterizar el efecto del suelo en el entorno de cada estación sísmica mediante la obtención
de la estructura de velocidades en las primeras decenas de metros por debajo de la misma.
Esto es imprescindible en el caso de las redes sísmicas que están incluidas en los Sistemas
de Alerta Temprana, donde una buena y rápida localización es imprescindible.
Los sistemas de alerta temprana de terremotos (EEWS) son sistemas de alarma en caso de
un terremoto destructivo. Se basan en el hecho de que en los primeros segundos de la onda
P (la primera generada por el terremoto y que viaja a mayor velocidad) hay suficiente
información para calcular su tamaño y capacidad destructiva, de modo que se puede dar una
alerta antes de la llegada de las ondas más destructivas (las S y superficiales) a un lugar más
distante. El tiempo disponible para dar la alerta puede variar de decenas de segundos a
algunos minutos y permite tomar decisiones (figura 1) para mitigar el daño causado por el
terremoto (por ejemplo, medidas de autoprotección, desaceleración de los trenes de alta
velocidad o detener ciertos procesos industriales procesos, cortar el suministro de gas, alertar
a los hospitales, evitar que las aeronaves despeguen o aterricen, etc.).
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Figura 1.1. Esquema de un sistema de alerta temprana de terremotos (EEWS). La estrella representa
el epicentro, los cilindros de las estaciones sísmicas (en verde, la onda ya ha llegado). También se
muestra un sismograma y ventana de tiempo utilizada (modificado por Carranza, 2016).
1.2 Objetivos
Para lograr alcanzar este objetivo se abordará el estudio de la estructura y propiedades del
subsuelo mediante técnicas sísmicas, que permitirán obtener las estructura y los parámetros
elásticos del terreno (Velocidad de Ondas P y de Ondas Rayleigh). Dadas las características
geológicas del área, se han seleccionado dos técnicas sísmicas que permiten investigar zonas
de baja velocidad y geometrías complejas (refracción por microtremor –ReMi- y tomografía
sísmica de superficie -TSS-).
Los trabajos se han realizado en colaboración con el la Sección de Geofísica del Real Instituto
y Observatorio de la Armada, responsable de la instalación y mantenimiento de la red sísmica
ROA-UCM.
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La estación se sitúa en los terrenos de la ERMAD de la Armada Española, con una superficie
de 432,55 Ha, y situados en el SE de la Comunidad de Madrid, en el término municipal de
Valdilecha (figura 1.2) Dentro de esta instalación, la estación, y los trabajos realizados se
sitúan en un búnker donde se archiva y custodia documentación confidencial de la Armada
situado en el SE de la misma (figura 1.3).
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Figura 1.3: Localización geográfica de la estación receptora Bermeja, donde se sitúa la estación
sísmica de banda ancha ROA-UCM (Valdilecha).
Figura 1.4: Arriba: Entrada a las instalaciones de la Estación BERMEJA. Abajo a la izquierda:
Aspecto exterior de la entrada del búnker donde se encuentra situada la estación sísmica ROA-
UCM. Abajo a la derecha: Vista de detalle de la estación sísmica ROA-UCM. El sensor de banda
ancha se sitúa protegido térmicamente sobre un pilar de hormigón en su base.
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Dentro del relleno del Mioceno se distinguen tres unidades sedimentarias en este sector
central de la Cuenca de Madrid (Olmedo et al., 2004):
a) Una serie evaporítica basal, formada por una potente formación de yesos y margas,
con desarrollo de karstificaciones en los niveles de yesos.
b) Serie Intermedia. Se sitúa a techo de la formación yesífera, está formada por calizas
y margo-calizas, y algunos niveles de yesos y sepiolitas.
c) La serie Superior o del Páramo, formada por materiales fluvio-lacustres calizos, cuya
base es discordante (Capote, R. y Carro, S., 1968). Esta serie la conforma un nivel
basal formado por materiales detríticos fluviales, sobre las que se apoyan las
denominadas “calizas del páramo”. Estas últimas consisten en calizas lacustres, con
numerosos fósiles continentales. Estas rocas son resistentes a la erosión, y forman los
relieves característicos en forma de paramo de la cuenca terciaria del Tajo.
Por encima de las calizas de la Unidad del Páramo (Mioceno Superior), se desarrolla un
recubrimiento en forma de suelos se compone de depósitos cuaternario de origen eólico, así
como arcillas de descalcificación. Éstas últimas consisten en los restos minerales insolubles
que quedan tras la karstificación de las calizas del páramo. Estos depósitos de arcillas pueden
alcanzar bastantes metros de espesor, pero tienen un espesor muy variable.
La estación ROA-UCM; se sitúa en el páramo de Valdilecha sobre los niveles de Calizas del
Páramo, con recubrimiento heterogéneo de suelos y arcillas de descalcificación (figura 1.6).
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Figura 1.5: Atlas Geocientífico del Medio Natural de la Comunidad de Madrid (Durán, 1988). Marcada
con un cuadro negro la zona de Valdilecha.
Figura 1.6: Ampliación de la zona de la ERMAD Bermeja (cuadro azul). Con una Estrella se marca la
posición de la estacíón sísmica ROA-UCM (Mapa Geológioco de España 1:50.000, IGME, San José,
1975)
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1.3 Antecedentes
La caracterización sísmica del efecto sitio es una herramienta muy utilizada para la
microzonificación sísmica de una zona, e involucra aspectos geológicos, sismológicos y
geotécnicos, con el objetivo de diseñar estructuras menos susceptibles a daño frente a los
sismos.
Tres grandes factores afectan principalmente el nivel del movimiento del suelo: la fuente, la
trayectoria y los efectos de sitio. Este último, es el factor más relevante en los efectos
resultantes en superficie y en daños en estructuras tal como se ha evidenciado en muchos
casos como en México (1985), Kobe (1995) y Loma Prieta (1989).
Por otra parte, la utilización de la tomografía sísmica de superficie es una técnica utilizada
frecuentemente durante los últimos años para obtener la distribución de velocidades de ondas
P en zonas heterogéneas y con una suficiente resolución, y también se ha aplicado
recientemente en la caracterización de estaciones sísmicas (Macau et al., 2016).
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Figura 1.7. Estaciones sísmicas caracterizadas por Macau et al., 2016 para algunas
estaciones de la Red de Alerta temprana ALERTES-RIM.
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Dadas las condiciones geológicas de la zona, y los objetivos del trabajo, se han seleccionado,
dos técnicas complementarias:
a) Tomografía sísmica de superficie (Reynolds, 2011), que proporciona la distribución en
profundidad de la velocidad de ondas P. A diferencia de la sísmica de refracción
convencional la inversión tomográfica de los datos permite obtener secciones
complejas en 2D. Dadas las posibles estructuras kársticas que puedan afectar alas
calizas del Páramo, se hace necesario utilizar esta técnica.
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Ambos métodos ofrecen resultados satisfactorios en áreas complejas (Reynolds, 2011; Louie,
2001), permitiendo caracterizar el terreno en función de la velocidad de las ondas Raleygh (en
adelante, VR) y de las ondas P (en adelante, VP) con una resolución suficiente para los
objetivos de este estudio (métrica a submétrica).
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El método sísmico estudia la propagación de las ondas sísmicas que atraviesan el terreno
para su caracterización mecánica. Se asume que la deformación asociada al pulso sísmico
es elástica, ya que exceptuando en las proximidades de la fuente de energía sísmica, la
relación entre el esfuerzo aplicado y la deformación asociada se encuentra dentro de los
límites de comportamiento elástico del material. En la realidad el terreno no es perfectamente
elástico, ya que una perturbación mecánica produce micro-deformaciones plásticas debido al
reajuste de los granos en suelos, o a poros y fracturas que acumularían parte de la
deformación (Mashinsky, 2003), lo que se traduce en la atenuación reológica de la
perturbación.
Existen varios tipos de ondas sísmicas (figuras 2.1 y 2.2), las ondas internas (o de cuerpo),
que se desplazan bajo la superficie y se propagan volumétricamente, y las ondas
superficiales, que se desplazan cerca de la superficie y que se propagan bi-
dimensionalmente.
Las ondas internas (o de cuerpo), a su vez, se pueden clasificar en los siguientes tipos
(figura 2.1):
Figura 2.1: Modos de vibración elástica y progagación de las Ondas Internas. Arriba: Ondas
P, abajo Ondas S (Modificado de Dentith y Mudge, 2014).
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Módulo elástico
VONDASINTERNAS
densidad
Esto permite caracterizar el terreno con un valor único de velocidad de las ondas P o S (en la
práctica este valor presenta un pequeño rango de variación debido a la inhomogeneidad y
anisotropía del terreno natural).
Las ondas superficiales se pueden clasificar en los siguientes tipos (figura 2.2):
- Ondas Rayleigh. La oscilación de las partículas se produce siguiendo una trayectoria
oscilatoria elíptica y retrógrada respecto a la dirección de desplazamiento de la onda. La
amplitud de estas ondas decrece exponencialmente con la profundidad, análogamente a las
olas del mar. La velocidad de las ondas Rayleigh es directamente proporcional a la de las
ondas S (Achenbach, 1975), lo que resulta de gran interés en prospección sísmica (VR 0.92
VS).
- Ondas Love. Se generan por la polarización de las ondas S sobre una superficie que delimita
dos medios de distinta velocidad. Se propagan perpendicularmente a la dirección de
desplazamiento en un plano paralelo a la superficie.
Ambos tipos de ondas superficiales presentan un carácter dispersivo, es decir, que incluyen
un conjunto determinado de frecuencias, cada una de las cuales tiene una velocidad de fase
diferente, y también una diferente penetración (figura 2.2). Esta propiedad les permite
diferenciar entre distintas fases en función de su velocidad de desplazamiento, y analizar la
estructura del subsuelo en función de la velocidad de propagación de cada fase.
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Figura 2.2: Izquierda: Propagación y modo de vibración de las Ondas Raleygh (Modificado de Dentith
y Mudge, 2014). Derecha:Carácter dispersivo de las Ondas Raleygh (Modificado de Muñoz Martín y
Carbó 2006).
La propagación de los frentes de onda se puede explicar según el principio de Huygens, que
indica que cada frente de onda es a su vez el origen de nuevos frentes de onda. Cuando un
frente de onda alcanza una interfase entre dos medios de distinta impedancia acústica se
producen fenómenos de refracción y reflexión. Estos fenómenos ocurren de forma análoga a
la refracción y reflexión de la luz, por lo que se pueden describir de forma satisfactoria
mediante la ley de Snell (figura 2.3).
Figura 2.3: Diagramas de rayos mostrando los efencot de una interfase a través de la cual hay un
cambio de impedancia acústica (Dentith y Mudge, 2014). A) Incidencia Normal. B) Incidencia Oblicua
con disminución de velocidad a través de la interfase. C) Incidencia oblicua con aumento de velocidad
a través de la interfase. D) Refrácción crítica. E) Reflexión total.
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Todas estas propiedades de las ondas pueden ser utilizadas para caracterizar el subsuelo.
En los apartados 2.3 y 2.4 se tratan los métodos utilizados en el presente trabajo, y su relación
con las propiedades de las ondas descritas.
La refracción por microtremor o ReMi (Louie, 2001) utiliza las ondas superficiales para producir
perfiles verticales unidimensionales de la distribución de Vs en profundidad. A diferencia de
los métodos clásicos, que utilizan los tiempos de llegada de las ondas P para calcular el
modelo del subsuelo (Palmer, 1980, y Hagedoorn, 1955) este método se apoya en el análisis
espectral de las diferentes fases de ondas Rayleigh recogidas en las trazas sísmicas, teniendo
en cuenta la frecuencia y velocidad de cada fase registrada (figura 2.4).
Cada frecuencia de las ondas Rayleigh se corresponde con una velocidad de onda en medios
dispersivos. Una primera aproximación basada en este fenómeno fue el método Steady State
Rayleigh Method (Jones, 1962), en el que se aplica en la superficie del terreno un vibrador
vertical de frecuencia conocida y un geófono a una distancia tal que la señal registrada por
ambos esté en fase. La distancia entre el vibrador y el geófono será la longitud de onda, que
permite calcular la velocidad a esa frecuencia (ecuación 1). Si se repite el proceso para cada
frecuencia, es posible construir la denominada curva de dispersión, que representa la inversa
de la velocidad (slowness) frente a la frecuencia de cada fase.
v f [1]
Louie (2001) propone una evolución esta aproximación, denominado Refraction Microtremor
–ReMi-), que, a diferencia de este procedimiento, utiliza un sistema multicanal (diversos
geófonos actuando simultáneamente) para registrar el ruido sísmico natural o generado
artificialmente. En la señal obtenida están registradas todas las frecuencias y longitudes de
onda de las fases contenidas en el ruido sísmico, lo que hace necesario realizar
transformaciones en la señal para proceder a su tratamiento.
El procesado de los datos incluye cuatro fases (fig. 2.4):
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El procesado de los datos incluye, en primer lugar, una comprobación de la señal en campo,
para observar si se ha obtenido registro en todos los canales, y posteriormente se realiza la
transformación al dominio de frecuencias.
El procesado consta de cuatro etapas (figura 11):
1) En primer lugar, la obtención de los registros de ruido sísmico en campo. Es
conveniente realizar una comprobación de la señal en campo, para observar si se ha
obtenido suficiente registro en todos los canales.
2) La transformación de los sismogramas (dominio de tiempos) al dominio de frecuencias
(filtro P/Tau) de la velocidad vertical de las partículas (Torshon y Claerbout, 1985). La
transformación de Fourier de P/ Tau a P/frecuencia (Mc Mechan y Tedlin, 1981), siendo
P el parámetro de rayo (= 1 / VAPARENTE). La cantidad de energía asociada a cada
posición del espectro viene definida por la denominada “Razón espectral media”
(“Average Remi Spectral Ratio”). A continuación, se delimita mediante “picado” de
puntos la base de la energía que presenta un carácter dispersivo, lo que corresponde
a la velocidad mínima de cada fase (Louie, 2001, Fig. 2.4B).
Figura 2.4: A) Registro de microtremor con un sismógrafo de 24 canales. B) Razón espectral media del
registro y picado de la case del espectro. C) Curva de dispersión (Vfase/Periodo). D) Modelo de
distribución vertical de VRayleigh y clasificación IBC del terreno (BSSC, 1998). Modificado de Muñoz-
Martín y Carbó, 2006).
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Figura 2.6: Efecto del ángulo de incidencia de las ondas sobre la línea de geófonos. Ondas muy
oblicuas presentaran velocidades aparentes mayores.
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Análisis de la distribución de VR en 2D
En este trabajo, además de la obtención del modelo vertical de VR, se analizó la distribución
2D de la VR, debido a la posible heterogeneidad del subsuelo en la zona de estudio. Para el
procesado en dos dimensiones se ensambló un modelo 2D de velocidades de onda
analizando conjuntos de seis sismogramas, y repitiendo el proceso 8 veces, solapando dos
sismogramas en cada paso. El modelo de partida de ajuste en la modelización del primer
conjunto fue el ajustado para el conjunto de las 24 trazas sísmicas. De este modo se han
obtenido para cada sección sísmica un total de 8 perfiles de distribución vertical de VR, que
permiten reconstruir una sección vertical de la estructura del subsuelo con elevada resolución.
La figura 2.8 muestra un diagrama ilustrativo del procesado seguido para el análisis de VR en
2D.
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Geófonos
Profundidad
Profundidad
VR
Figura 2.8: Esquema explicativo de 1D a 2D, obteniendo el perfil de Vs por implantación en cada
parcela.
La Tomografía Sísmica de Superficie (TSS) es un método que utiliza los tiempos de llegada
de las ondas P directas o refractadas, que viajan desde la fuente sísmica hasta los geófonos
situados a lo largo de una línea y/o pozo. En la tomografía sísmica de superficie las ondas
sísmicas son generadas artificialmente, bien por medios impulsivos (maza, acelerador de
caída,..) o por sistemas vibradores de mayor tamaño. Este método presenta limitaciones en
entornos de elevado ruido sísmico, ya que en estos casos el pulso generado por la fuente
sísmica podría quedar enmascarado. La profundidad de investigación dependerá de la
longitud de la línea sísmica (generalmente ≤ 1/5 longitud de la línea), y es necesario utilizar
fuentes sísmicas más energéticas para líneas más largas. La resolución horizontal se define
por la separación horizontal de los sensores (geófonos), consiguiendo una menor resolución
de las capas superficiales para espaciados mayores. El resultado obtenido para cada disparo
es un conjunto de trazas sísmicas (sismogramas), uno por cada sensor, en el que se
representa la amplitud de movimiento vertical del suelo en función del tiempo transcurrido para
cada geófono (figura 2.9).
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Figura 2.9. Frentes de ondas directas y refractadas crítica y trayectorias de los rayos utilizadas
en sísmica de refracción y tomografía sísmica
Las ventajas que presenta la TSS frente a la sísmica de refracción convencional (SRC) son
varias:
Los datos necesarios para obtener la geometría de la superficie (o superficies) son los
tiempos de llegada de la primera onda (P) desde el disparo hasta cada geófono. La
representación de las curvas de tiempo frente a la distancia se denominan dromocronas.
Si se producen múltiples disparos (generación de pulsos sísmicos) a lo largo de la línea
sísmica se obtienen múltiples dromocronas, y a partir del análisis de sus pendientes, y/o
de parámetros deducidos de ellas (Plus Minus, Tv, etc..) es posible reconstruir la geometría
de los refractores y la distribución de velocidades en profundidad (figura 2.10). Un tipo
especial de disparo es el denominado disparo lejano (en offset), que es aquel realizado
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desde fuera de la línea sísmica, una distancia determinada hasta el primer o el último
geófono. Esto permite tener información de las capas en profundidad en toda la extensión
de la línea.
Las principales limitaciones de la sísmica de refracción es que implican que la velocidad
de las ondas P aumenta en profundidad, que los refractores tienen buzamientos bajos y/o
superficies de baja curvatura, y no permite calcular bien variaciones laterales de velocidad.
Figura 2.10. Arriba: Dromocronas observadas y teóricas para una inversión tomográfica.
Abajo: Distribución de velocidades de Ondas P en una Tomografía sísmica de superficie.
crítica y frente de ondas plano.
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Para alcanzar los objetivos planteados en este trabajo se han realizado dos secciones líneas
sísmicas de 46 metros de longitud cada una, con 24 geófonos separados 2 m en el
emplazamiento descrito en el apartado 1. El equipo utilizado ha sido un sismógrafo DAQ-Link
II de 24 canales y 24 bits de la firma Seismic Source (figura 2.11), del Grupo de Investigación
en Tectonofísica Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid). Los geófonos utilizados
han sido de componente vertical y de 4.5 Hz de frecuencia de corte.
La adquisición de datos para ReMi se ha realizado con líneas de 24 geófonos espaciados 2
metros cada uno, con un tiempo de registro de 30 s y un intervalo de muestreo de 2 ms, lo
que permite registrar frecuencias por debajo de 250 Hz. Para aumentar la señal en altas
frecuencias, y así caracterizar mejor los valores de velocidad de ondas Raleygh en los
primeros metros se ha enriquecido la señal con martillazos aleatorios a lo largo de la línea
sísmica. En total se han obtenido 10 registros de ReMi para cada línea (Anexos).
Figura 2.11: Obtención de datos de Tomografía sísmica de superficie para la Linea 2 con el
sismógrafo DAQ-Link en la estación sísmico ROA-UCM.
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La adquisición de datos para tomografía sísmica de superficie (TSS) se ha realizado con las
mismas líneas sísmicas utilizadas para el método ReMi, optimizando así el tiempo de
ejecución de los ensayos. La fuente sísmica utilizada ha sido una maza de 6 kg sobre placa
de acero, lo que permite generar un pulso sísmico individualizado e identificar con precisión
el momento de disparo mediante un sistema de trigger. La configuración del dispositivo en
campo ha sido de tipo simétrico, con el sismógrafo situado en la posición central, y con dos
líneas de 12 geófonos cada una a ambos lados de modo simétrico. En la figura 2.12 se
muestra la localización de las dos líneas sísmicas sobre el mapa Topográfico, la posición de
los geófonos y de los siete disparos para cada línea se muestra en los anexos.
La topografía en la zona es muy plana, y se ha procedido a la geolocalización de los geófonos
con GPS, y a la asignación de cota a partir del Modelo Digital de Elevaciones del IGN de 5m
de resolución horizontal (Figura 2.12).
Figura 2.12: Localización de las dos secciones sísmicas realizadas en la estación sísmica
ROA-UCM. En cada una se han obtenido datos para la caracterización de VR, así como para
tomografía sísmica de superficie para ondas P. Los triángulos negros muestran la posición de
los geófonos.
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Una vez obtenidos los datos en campo, se ha procedido al procesado de los mismos en el
siguiente orden:
d) Una vez obtenidos los valores de VP y VR para la zona, se ha procedido a calcular los
valores de coeficiente de Poisson y de los módulos elásticos dinámicos. Lamentablemente
solo se ha podido muestrear los niveles de carbonatos que afloran, a los que se ha
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CAPITULO 3: RESULTADOS
A continuación se exponen los resultados obtenidos en este estudio para ambas secciones
sísmicas, mediante las técnicas descritas en el capítulo 2:
La aplicación del método de TSS a lo largo de perfiles y la posterior inversión sísmica de los
datos permite la obtención de modelos bidimensionales o secciones de distribución de
velocidades de Ondas P (VP). En el presente estudio se han realizado dos perfiles de TSS
perpendiculares entre sí obteniendo dos modelos de VP (figura 2.12): Sección 1 y Sección 2
Aparece una zona de anomalía negativa que supone una zona de inversión de velocidad, con
velocidades de 800 m/s a una cota de 803 m y una localización a 19 m de longitud. En el
extremo norte del modelo parece una inversión de velocidades generalizada hasta una
profundidad de 5 m.
Tal y como se ha descrito en el apartado de metodología se ha comprobado en el gráfico de
cobertura de rayos que existe un suficiente recubrimiento de las diferentes unidades sísmicas
(figura 3.2).
A partir del análisis de los rangos de variación de las velocidades sísmicas, la distribución de
anomalías de velocidad positivas y negativas, así como la localización y geometría de los
gradientes de velocidad se han identificado en la zona de estudio tres Unidades Sísmicas
(US) (figura 3.3 y 3.4).
- US I: [400, 900] m/s
- US II: [800, 1300] m/s
- US III: [> 1300] m/s
La US I corresponde con los materiales muy blandos de recubrimiento cuaternario formados
principalmente por arcillas rojas y productos edáficos. Las arcillas rocas aparecen recubriendo
la Formación de Calizas del Páramo, y rellenando cubetas o cavidades de descalcificación.
La base de esta unidad puede llegar a ser muy irregular al tratarse de una superficie de erosión
en ambiente kárstico (figura 3.3). Las profundidades de la base de esta unidad oscilan entre
los 3 m y 8 m en la Sección 1, y entre 0 m y 10 m en la Sección 2. Cabe destacar, en la
Sección 1, en las longitudes comprendidas entre 12 y 20 metros, donde un mínimo delimitado
por gradientes laterales de velocidad, profundiza oblicuamente hasta los 8 m de profundidad.
También podía explicar, el mínimo de velocidad y las inversiones de velocidad observadas en
la Sección 2.
La US II podría corresponder con las zonas más superiores alteradas y meteorizadas de las
calizas lacustres que constituyen la Formación Calizas del Páramo. Los procesos de
alteración y karstificación son comunes en esta formación (Crusafont et al., 1960). La base de
esta unidad se sitúa a unos 8 m de profundidad en la Sección 1, y oscila entre 2 m y 15 m en
la Sección 2.
La US III podría corresponder también con las zonas superiores alteradas y meteorizadas de
las calizas lacustres que constituyen la Formación Calizas del Páramo. A diferencia de la US
II, en este caso serían litologías con un menor grado de alteración.
Debido a las bajas velocidades relativas de la US III no parece que se pueda correlacionar
con las calizas sin alterar de la Formación Calizas del Páramo. El análisis de densidad de
laboratorio proporcionó un valor de 2.6 g/cm3, lo que indica velocidades sísmicas de al menos
4000 m/s. Esto sugiere que no se ha alcanzado la profundidad de estas formaciones.
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Figura 3.1: Modelos bidimensionales o Secciones de velocidad de Ondas P (Vp) obtenidos con Rayfract.
Los triángulos negros sobre la superficie indican la posición de los geófonos. Las marcas rojas sobre la
superficie (etiquetadas con Tx) indican la posición y el orden de los martillazos realizados para la generación
de la energía sísmica. El intervalo de contornos de Vp es 100 m/s. La línea roja discontinua indica el punto
de intersección entre los Perfiles 1 y 2. A) Sección sísmica 1 B) Sección sísmica 2 .
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Figura 3.2: Gráficos de cobertura de rayos para la Sección Sísmica 1 (arriba) y 2 (abajo).
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Figura 3.3: Sección 1 de velocidad de ondas P interpretada con las unidades sísmicas (US).
Figura 3.4: Sección 2 de velocidad de ondas P interpretada con las unidades sísmicas (US).
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La aplicación del método de Sísmica Pasiva de Refracción por Microtremor (ReMi por sus
siglas en inglés; Louie, 2001) a lo largo de perfiles se basa en las ondas superficiales Rayleigh.
La posterior inversión sísmica de los datos permite la obtención de modelos unidimensionales
(1D) de velocidades de Ondas Rayleigh (VR) en función de la profundidad. Posteriormente
estos modelos 1D se correlacionan lateralmente para obtener secciones de distribución de VR
en función de la profundidad.
Las VR se pueden transformar en Vs mediante la constante adimensional 0.925 y así proceder
al cálculo de los módulos (ver Apartado 3.5). En el presente estudio se han realizado dos
implantaciones de REMI, en la misma posición que los perfiles TSS (ver localización en figura
2.12).
La US I presenta velocidades de VR entre 400 y 850 m/s y una base irregular oscilando en
cotas entre 800 y 805 m. Localmente, entre las longitudes de 5 y 20 m la base de la unidad
profundiza hasta los 795 m. Esta US correspondería con los materiales blandos formados por
las arcillas rocas y suelos que aparecen recubriendo la Formación de Calizas del Páramo, y
rellenando cubetas o cavidades kársticas.
La US II presenta velocidades entre 850 y 1350 m/s y una base irregular oscilando en cotas
entre 787 y 793 m. Localmente, entre las longitudes de 5 y 20 m la base de la unidad
profundiza hasta los 775 m. Esta unidad podría relacionarse con las zonas más superiores
alteradas y meteorizadas de las calizas lacustres que constituyen la Formación Calizas del
Páramo.
La US III presenta velocidades entre 1350 y 1900 m/s y una base irregular oscilando en cotas
entre 787 y 793 m. Esta unidad podría corresponder con las zonas más superiores alteradas
y meteorizadas de las calizas lacustres que constituyen la Formación Calizas del Páramo,
pero con un grado mayor de alteración que la US II.
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Figura 3.2: A) Curva de dispersión de V. fase vs. Frecuencia, para la sección Sísmica 1. B) Modelo
de Velocidad 1D de Ondas Rayleigh ajustado, con un error del 26%
Localmente, en el extremo W del modelo se podría identificar la US IV con velocidades > 1900
m/s. En esta localización la US IV tendría su techo sobre los 780 m de profundidad.
Considerando las relaciones semi-empíricas VS vs. densidad (Ludwig et al., 1970), las
máximas VR de la US IV que superan valores de 2000 m/s podrían corresponder con las
calizas sanas de la Formación Calizas del Páramo
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Figura 3.3: Modelo 2D de VR para la Sección 1. Los triángulos negros marcan los geófonos del 1 al 24. S2
indica la intersección entre ambas Implantaciones sísmicas. La línea discontinua blanca indica el alcance de
la TSS de la Sección 1
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IV. Estas unidades son más eficientes transmitiendo la energía sísmica que los materiales de
la US I constituida por materiales blandos y poco competentes que son los productos de la
alteración y meteorización de las calizas. Estos materiales aparecen recubriendo y rellenando
las cavidades kársticas muy comunes en la zona de estudio (referencia).
El Modelo 1D obtenido para la implantación 2 indica una Vs promedia hasta los 30 m de 828
m/s y una Clasificación B según el IBC (Fig. 3.8; referencia).
Figura 3.4: A) Curva de dispersión V.fase vs. Frecuencia, para la sección Sísmica 2. B) Modelo de Velocidad
1D de Ondas Rayleigh ajustado, con un error del 24%
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Este modelo está constituido por tres unidades sísmicas (US) con las siguientes VR y
espesores:
- US I: 745 m/s y 20.75 m
- US II: 1085 m/s y 40.95 m
- US III: 1450 m/s
La US I presenta velocidades entre 400 y 850 m/s y una base entorno a cotas de 805 m.
Localmente, entre las longitudes de 15 y 30 m la base de la unidad profundiza hasta los 800
m. Esta US correspondería con los materiales blandos formados por las arcillas rocas y suelos
que aparecen recubriendo la Formación de Calizas del Páramo, y rellenando cubetas o
cavidades de descalcificación.
La US II presenta velocidades entre 850 y 1300 m/s y una base irregular oscilando en cotas
entre 800 y 793 m. Localmente, al igual que la US I, entre las longitudes de 15 y 20 m la base
de la unidad profundiza hasta los 777 m. Esta unidad podría corresponder con las zonas más
superiores alteradas y meteorizadas de las calizas lacustres que constituyen la Formación
Calizas del Páramo.
La US III presenta velocidades >1300 m/s y podría corresponder con las zonas más superiores
alteradas y meteorizadas de las calizas lacustres que constituyen la Formación Calizas del
Páramo, pero con un grado mayor de alteración que la US II.
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Según esta interpretación las unidades sísmicas II, III y la IV corresponden con la litología de
la Formación Calizas del Páramo. Las velocidades están indicando el distinto grado de
alteración que disminuye en profundidad, pero en este caso a diferencia de la Implantación 1,
no se alcanzaría la roca sana.
Figura 3.5: Modelo 2D de VR para la Sección 2. Los triángulos negros marcan los geófonos del 1 al
24. S2 indica la intersección entre ambas Implantaciones sísmicas. La línea discontinua blanca indica
el alcance de la TSS de la Sección 2.
La representación tridimensional permite observar que en la parte central existe una zona
vertical de baja velocidad flanqueada por fuertes gradientes. Esta zona ocupa una extensión
de unos 15-20 m de lado y supera los 40 m de profundidad. En términos relativos esta zona
estaría ocupada principalmente por materiales blandos y poco competentes que en la parte
superior podrían ser materiales de relleno y en profundidad pasar a progresivamente
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Aun considerando que las dos metodologías aplicadas: TSS y REMI, presentan resoluciones
y alcances muy diferentes, existe una notable coherencia en las unidades sísmicas
interpretadas. Las discrepancias provienen de la mayor resolución de la TSS que permite
definir mejor los gradientes de velocidad en la zona superficial y los efectos de borde. Las
geometrías de las unidades sísmicas I y II son coherentes en ambos métodos. Si bien la TSS
permite identificas anomalías e inversiones locales de velocidad. En cuanto a la US III, la
profundidad alcanzada por la TSS sólo permite identificarla residualmente.
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Figura 3.11: Resumen de los Modelos 2D de distribución de VP obtenidos con TSS (arriba) y de VR
obtenidos con ReMi (abajo) para las dos secciones analizadas.
Mediante la interpretación integrada de los perfiles de tomografía tanto para TTS como para
ReMi (figura 3.11) se determinan tres unidades sísmicas principales, y se intuye una cuarta
en el extremo occidental de la sección 1.
Estas tres US se correlacionan con dos unidades geológicas, una superficial y poco compacta,
arcillas rojas de edad Cuaternaria y otra rocosa perteneciente a la formación Calizas del
Páramo, de edad Miocena. Esta última, es la que en base a su alteración kárstica y superficies
de erosión genera variación de velocidad en profundidad.
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Figura 3.12. Perfiles verticales de VP en la zona de intersección de las dos secciones sísmicas (1 en
rojo, 2 en azul).
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Figura 3.13. Perfiles verticales de VR en la zona de intersección de las dos secciones sísmicas (1 en
rojo, 2 en azul).
Para caracterizar comportamiento y resistencia del terreno se han calculado los módulos
dinámicos de Young (E) y Rigidez (G), y el Coeficiente de Poisson (ν) (Tabla 3.1). Los módulos
dinámicos se calculan a partir de las velocidades sísmicas Vp y Vs, y estimaciones de
densidad (Tabla 3.2). Los valores de los módulos dependen de la estructura, de la litología,
matriz, estructura, porosidad, fluido intersticial, Tª, densidad y grado de compactación
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Para obtener la densidad de las distintas US, se ha procedido a utilizar las relaciones semi-
empíricas de Vs vs. densidad (Ludwig et al., 1970, figura 3.14), y a una medida puntual en
laboratorio sobre una muetra de roca sana de la Formación Calizas del Páramo. El valor de
densidad promedio obtendio en laboratorio para esa muestra es de 2.6 g/cm3, que
correspondería con la relaciones Vs vs. densidad con Vp>4000 m/s y Vs≈3000 m/s. Esos
valores de velocidad son notablemente superiores a los obtenidos en los modelos TSS y
REMI. Esto está relacionado con los modelos no alcanzan la profundidad de la roca sana.
Por tanto, para la unidad sísmica I se asume una densidad de entre 1200 y 1300 Kg/m3 , para
la II entre 1500 y 1600 Kg/m3, y para la III 1800 Kg/m3. En base a estas densidades se ha
procedido al cálculo de módulos, que se muestran en la Tabla 3.2.
Tabla 3.2. Resumen de parámetros sísmicos y elásticos calculdos para las diferntes unidades
símicas en este trabajo.
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CAPITULO 4. CONCLUSIONES
Las técnicas de sísmica pasiva y tomografía sísmica han sido aplicables en este entorno de
bajo ruido sísmico, dando excelentes resultados en cuanto a la fiabilidad y resolución de los
datos, teniendo en cuenta la elevada heterogeneidad geológica en los niveles superficiales.
La técnica de sísmica pasiva (ReMi) ha demostrado ser aplicable en condiciones de nulo ruido
sísmico natural, utilizando señal artificial generada mediante el golpeo de una maza. Sin
embargo, su capacidad se ha visto limitada debido a que la señal generada artificialmente no
es rica en bajas frecuencias, limitando la profundidad alcanzada a unos 30 metros. Los valores
obtenidos de VR permiten discriminar 3 unidades sísmicas, de velocidad creciente al aumentar
la profundidad.
Los resultados obtenidos indican la presencia de una unidad geológica blanda y de poca
capacidad portante en superficie, formada por arcillas de descalcificación y suelos edáficos
residuales (US I). Por debajo se ubica una formación rocosa y competente, las Calizas de
Páramo de origen lacustre y edad Miocena, cuyo grado de alteración va disminuyendo con la
profundidad, por lo que dicha unidad se ha subdividido en dos unidades sísmicas (US II y US
III). Todas estas unidades presentan una geometría compleja, con fuertes variaciones de
espesor, lo que sugiere la presencia de fracturas y/o procesos de karsticación.
Estos resultados servirán como apoyo para la corrección de la capa de baja velocidad
superficial, tanto para VP como para VS, información que permitirá mejorar la localización de
los terremotos registrados en la estación ROA-UCM, así como el sistema de alerta temprana
ALERTES-RIM.
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CAPITULO 5. BIBLIOGRAFIA
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ANEXOS
Tabla de posición de los geófonos de la sección sísmica 1
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